Caravana de Acción Humanitaria para la reactivación de los equipos de Derechos Humanos en el Nordeste Antioqueño

Municipio de Remedios- Enero 2013

Después de un viaje de aproximadamente 8 horas hasta Medellín, continuábamos el recorrido y nos adentrábamos a las zonas en donde el estado sólo hace presencia de forma militar y estratégica. Segovia, uno de los centros de interés del capital trasnacional por su riqueza

mineral, en concreto el oro; sin embargo, a pesar de esta riqueza la comunidad se encuentra sumergida en la lógica de competencia carnal que sólo el capitalismo reproduce y enaltece, sus

calles son inundadas de comercio y motos, en la noche el ambiente se torna denso y trae consigo las discotecas y todo lo que de allí se pueda esperar, entendiendo la degradación a la

que se ha sometido al humanx y su entorno. Las miradas permanecían intimidadoras.

Una figura que no olvidaremos, un monumento del minero Segoviano y su relación con la tierra. La tierra nos ha dado en ofrenda sus riquezas, pero parece que debe quitársele también su

vida para que el insignificante humanx, dominado por valores que le han sido infundados, esté feliz.

Al lado el monumento en conmemoración a las victimas de la

Masacre de Segovia el 11 de Noviembre de 1988.

En la estación de Policía: los resultados de la política de seguridad emprendida por el gobierno Santos. Este cuadro nos parecía cínico, es sabido que la policía en este municipio ha actuado

en coordinación con resquicios paramilitares, saben donde están, y así mismo, cuando necesitan resultados, van por unos cuantos de ellos, para enaltecer y justificar la presencia de

la fuerza armada antes que la de hospitales y colegios. A este actuar se reduce toda fuerza armada perteneciente a un estado que no le interesa la preservación del tejido cultural, ni el

bienestar de las poblaciones, sino sólo su negocio: la guerra.

Así dejábamos este paraje y continuábamos nuestro camino, nos esperaba un recorrido de 7 horas en carretera destapada.

. Por fin llegábamos a donde empezaba nuestro trabajo, nuestro objetivo: reactivar, o en donde no lo hubiera, crear los equipos de acción humanitaria, esto lo lograríamos entrando en dialogo

con la comunidad, no intentamos llevarles una verdad, sólo mostrábamos lo que hemos aprendido en la academia para que ellos nos contextualizaran y nos dijeran en qué casos sirve,

o porque, en ocasiones, la palabra derechos humanos solo es un adorno de un ataúd; aprendimos sin duda que la comunidad organizada crea las formas autónomas para la

protección de sus vidas, sin embargo no han podido garantizar que sus casas sigan en pie o que su ganado y sus cosechas sigan ahí.

Además de Derechos humanos, también desarrollamos un taller de medios alternativos de comunicación, uno de tierra y territorio, y finalmente uno de memoria, todos con el objetivo de caracterizar, y buscar referentes de identidad con los cuales podamos seguir construyendo el

poder del pueblo, al lado del pueblo… los niños, las niñas, los ancianos y todxs.

Recorrimos en total 9 veredas, en todas veíamos el abandono estatal; entre más adentro de la región encontrábamos mayores dificultades de utilizar algunos servicios y el precio de los

alimentos aumentaban exponencialmente; eso si, a todo lado llegaban las retroexcavadoras y con ellas la “des”organización de la tierra. Donde encontraban oro se quedaban explotando,

donde no, dejaban todo arrasado a su paso.

En todas también la alegría y tesón de un pueblo que resiste.

También nos encontramos con la devastación de la guerra y los bombardeos indiscriminados por parte del ejercito. La zona estaba devastada, los arboles en su mayoría estaban partidos, la mayoria tenían esquirlas de unos balines de hierro; en una casa cercana encontramos la vaina,

o caparazón de la bomba

Salíamos de la región cansados, pero emocionados por la labor cumplida; hoy nuestro pueblo tiene algunas herramientas que le van a ser útiles, nosotros tenemos muchas historias por

contar, reivindicar y luchar…