capítulo xiv socrates copleston

55
CAPÍTULO XIV SÓCRATES PRIMEROS AÑOS DE LA VIDA DE SÓCRATES Murió Sócrates en 399 a. J. C., y como Platón nos dice que tenía entonces su maestro 70 años o alguno más, debió de nacer por el 470 a. J. C.1 Fueron sus padres Sofronisco y Fenaretes, de la tribu antióquida y del demo de Alópeke. Se ha dicho que su padre se dedicaba a labrar piedra2, pero A. E. Taylor opina, con Burnet, que tal historia es un equívoco originado porque en el Eutifrón se alude humorísticamente a Dédalo como antepasado de Sócrates3. Sea de esto lo que fuere, no parece que Sócrates siguiera el oficio de su padre, y el grupo de las Gracias que había en la Acrópolis, mostrado posteriormente como obra de Sócrates, ha sido atribuido por los arqueólogos a un escultor de época más antigua4. Lo cierto es que Sócrates tuvo que pertenecer a una familia no muy pobre, pues luego le encontramos sirviendo en el ejército en calidad de hoplita, armado de pies a cabeza, y para poder prestar tal servicio hubo de

Upload: alma-rosa-vargas-lopez

Post on 28-Jul-2015

189 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

1. CAPTULO XIVSCRATESPRIMEROS AOS DE LA VIDA DE SCRATESMuri Scrates en 399 a. J. C., y como Platn nos dice que tena entonces su maestro70 aos o alguno ms, debi de nacer por el 470 a. J. C.1 Fueron sus padres Sofroniscoy Fenaretes, de la tribu antiquida y del demo de Alpeke. Se ha dicho que su padrese dedicaba a labrar piedra2, pero A. E. Taylor opina, con Burnet, que tal historia esun equvoco originado porque en el Eutifrn se alude humorsticamente a Ddalocomo antepasado de Scrates3. Sea de esto lo que fuere, no parece que Scratessiguiera el oficio de su padre, y el grupo de las Gracias que haba en la Acrpolis,mostrado posteriormente como obra de Scrates, ha sido atribuido por los arquelogosa un escultor de poca ms antigua4. Lo cierto es que Scrates tuvo que pertenecer auna familia no muy pobre, pues luego le encontramos sirviendo en el ejrcito encalidad de hoplita, armado de pies a cabeza, y para poder prestar tal servicio hubo deheredar, sin duda, un patrimonio suficiente. A Fenaretes, su madre, descrbesela en elTeeteto5 como comadrona, pero, aunque lo fuese, no quiere esto decir, seguramente,que fuera una obstetriz o partera profesional en el sentido moderno, segn indicaTaylor6.Los primeros aos de la vida de Scrates coincidieron, pues, con los del florecimientode Atenas en todo su esplendor. Los persas haban sido derrotados en Platea (479) yEsquilo haba dado al pblico Los persas (472); Sfocles y Eurpides eran todavaadolescentes7. Atenas haba puesto ya los fundamentos de su imperio martimo.En el Banquete de Platn, describe Alcibades a Scrates como algo parecido a unstiro o a Sileno8, y Aristfanes deca de l que se pavoneaba como una gallineta, yridiculizaba su costumbre de girar los ojos en todas direcciones9. Pero sabemos queposea tambin una robustez notable y una gran capacidad de resistencia. Llevabavirilmente el mismo vestido tanto en invierno como en verano, y persisti en sucostumbre de caminar con los pies desnudos durante una campaa invernal. Aunqueera muy sobrio, poda beber mucho sin llegar a sentirse mal. Desde joven venarecibiendo mensajes prohibitorios o advertencias de una misteriosa voz, seal o1 Apol., 17 d. 2. 2 Cfr. Dig. Laerc. (As, Praechter afirma rotundamente: Der Vater des Sokrates warBildhauer, p. 132.)3 Eutifrn, 10 c.4 Dig. Laerc., anota que Algunos dicen que las Gracias que hay en la Acrpolis son obrasuya.5 Teeteto, 149 a.6 Taylor, Socrates, p. 38.7 Todas las grandes edificaciones y las obras de arte con que se enriqueci Atenas durantela poca dePericles, los Largos Muros que unan a la Ciudad con el puerto del Pireo, el Partenn, losfrescos dePolignoto... fueron comenzadas y acabadas ante sus ojos. Socr. p. 36.8 Banquete, 215 b 3 y sig.9 Nubes, 362 (cfr. Banquete, 221).LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma90daimon. En el Banquete se nos refieren sus prolongadas distracciones, una de lascuales dur todo un da con su noche y esto en plena campaa militar. Taylor seinclina a interpretar estas distracciones como xtasis o raptos, pero ms bien pareceque se trataba de largas abstracciones debidas a su intensa concentracin mentalsobre algunos problemas, fenmeno que no es raro en otros pensadores, aunque noalcance proporciones tan grandes. La misma duracin del xtasis mencionado en elBanquete parece probar que no fue un autntico rapto en el sentido msticoreligioso10,si bien, tan prolongado acceso de abstraccin debi de ser excepcional.Cuando Scrates andaba por sus veinte aos, las corrientes del pensamiento tendan,segn hemos visto, a desviarse de las especulaciones cosmolgicas de los jonios y seorientaban hacia el hombre mismo, pero parece cierto que Scrates comenzestudiando las teoras cosmolgicas orientales y occidentales en las filosofas deArquelao, de Digenes de Apolonia, de Empdocles y de otros. Afirma Teofrasto queScrates fue miembro de la escuela de Arquelao, el sucesor de Anaxgoras enAtenas.11 En todo caso, a Scrates le decepcion ciertamente Anaxgoras. Confundido 3. ante el desacuerdo entre las diferentes teoras filosficas, Scrates recibi de prontouna gran luz al leer el pasaje en el que Anaxgoras hablaba de la Inteligencia comocausa de la ley y del orden naturales. Entusiasmado con aquel texto, Scrates empeza estudiar a Anaxgoras, esperando que ste le explicara cmo opera la Inteligencia,el Espritu en el universo ordenando todas las cosas para lo mejor. Lo que de hechohall fue que Anaxgoras introduca aquella Mente tan slo con miras a proporcionarun punto de partida al movimiento en torbellino. Este desengao decidi a Scrates aseguir sus propios caminos indagatorios: abandon el estudio de la filosofa natural,que al parecer no conduca a ninguna parte, como no fuese a la confusin entre lasopiniones contradictorias12.A. E. Taylor conjetura que, a la muerte de Arquelao, fue Scrates su sucesor paratodos los efectos13. Trata de basar esta hiptesis en la pieza de Aristfanes tituladaLas nubes, donde Scrates y sus asociados de la fbrica de ideas o son presentados como adictos de las ciencias naturales y mantenedores de la doctrinadel aire enseada por Digenes de Apolonia14. As, pues, la negativa de Scratesacerca de que l hubiese aceptado nunca tener discpulos15 querra decir, si lasuposicin de Taylor es acertada, que nunca tuvo discpulos de pago. Haba tenido , pero nunca . En contra de esto cabe argir lo que Scrates declaraexplcitamente en la Apologa: Mas la verdad simple es, oh atenienses, que yo nadatengo que ver con las especulaciones de los fsicos.16 Cierto que para la poca en queScrates hablaba, en la Apologa, haca ya mucho tiempo que haba dejado lasespeculaciones cosmolgicas, y que las palabras citadas no implican necesariamenteque nunca se hubiese ocupado en tales especulaciones; en efecto, sabemos que lo hizo;pero al autor de estas lneas le parece que todo el pasaje en cuestin no es sino una10 No obstante, la historia del misticismo aporta ejemplos de estos extticos prolongados.Cfr. Poulain,Grces doraison, p. 256.11 Phys. Opin., fr. 412 Fedn, 97-9.13 Socr.. p. 6714 Nubes, 94. 4. 15 Apol., 19.16 Apol., 19.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma91protesta contra la suposicin de que Scrates hubiese dirigido alguna vez una escueladedicada a tal clase de especulaciones. Lo que en la Apologa se dice no pruebaciertamente, con rigor, que Scrates, antes de su conversin, no hubiese dirigidouna escuela as, pero la interpretacin obvia parece ser, ms bien, que nunca tuvo talposicin.La conversin de Scrates, que produjo su cambio definitivo haciendo de l el irnicofilsofo moral, fue debida, por lo que parece, al famoso incidente del orculo de Delfos.Querefonte, amigo y admirador de Scrates, pregunt al orculo si haba algnhombre vivo que fuese ms sabio que Scrates, y recibi la respuesta de que No.Esto le hizo a Scrates pensar, y sac la conclusin de que el dios quera dar aentender que l era el hombre ms sabio porque l, Scrates, reconoca su propiaignorancia. Concibi entonces que su misin consista en buscar la verdad segura ycierta, la verdadera sabidura, y en aceptar la ayuda de todo hombre que consintieseen escucharle17. Por extraa que resulte esta historia del orculo, es muy probableque sucediera en realidad, pues no parece verosmil que Platn ponga una purafantasa en boca de Scrates precisamente en un dilogo cuyo propsito es exponer elaspecto histrico del juicio a que se someti al filsofo, y no hay que olvidar que laApologa es de fecha temprana y que, cuando se escribi, vivan an muchos queconocan los hechos.A Jantipa, la mujer de Scrates, se la conoce sobre todo por las ancdotas sobre sutemperamento de arpa, ancdotas que pueden ser fidedignas o no. La verdad es quela imagen que de la mujer de Scrates se nos da en el Fedn las confirman muy poco.El matrimonio se realizara probablemente en alguno de los diez primeros aos de laguerra del Peloponesio. En esta guerra, se distingui Scrates por su valor durante elsitio de Potidea (431-430), y otra vez en la derrota de los atenienses por los beocios(424). Estuvo tambin presente al asedio de Anfpolis, el ao 422.18EL PROBLEMA SOCRTICO 5. El problema socrtico es el de fijar con exactitud cules fueron sus enseanzasfilosficas. Las caractersticas de las fuentes de que disponemos obras socrticas deJenofonte (Memorables y Banquete), dilogos de Platn, varias afirmaciones deAristteles, las Nubes de Aristfanes hacen que este problema sea difcil. Porejemplo, si nos basamos slo en Jenofonte, sacaremos la impresin de que a Scratesle interesaba sobre todo formar hombres de bien y buenos ciudadanos, pero que no leimportaron las cuestiones lgicas ni las metafsicas: se tratara de un moralistapopular. Si, por otra parte, basamos nuestra concepcin de cmo fue Scrates en losdilogos de Platn tomados en conjunto, nos parecer un metafsico de primersimacategora, un hombre que no se content con estudiar las cuestiones que plantea elcomportamiento diario, sino que ech los fundamentos de una filosofa trascendente,caracterizada por su doctrina acerca de un mundo metafsico de las Formas. Por otrolado, las afirmaciones de Aristteles (si se las interpreta sin retorcimientos) nos dan aentender que, aunque Scrates no dej de interesarse por las cuestiones tericas, sin17 Apol., 20 y sig.18 Apol., 28 e. Burnet sugiere que tal vez tuviese algo que ver con esto el combate que setrab cuando lafundacin de Anfpolis (unos quince aos atrs).LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma92embargo no es de l mismo la doctrina de las Formas subsistentes o Ideas, que especuliar del platonismo.La opinin a la que comnmente se ha llegado es la de que, si bien el retrato hechopor Jenofonte resulta demasiado grosero y trivial, debido ms que nada a falta deinters y de capacidad filosfica en su autor (aunque tambin se ha sostenido, cosaque parece improbable, que Jenofonte quiso presentar adrede un Scrates msvulgar de lo que en realidad era y de lo que l le haba conocido, y ello con finesapologticos), lo que no podemos rechazar es el testimonio de Aristteles, y, por lotanto, nos vemos obligados a concluir que Platn, excepto en sus primeras obrassocrticas, como por ejemplo en la Apologa, puso sus propias doctrinas en labios deScrates. Esta opinin tiene la gran ventaja de no colocar en flagrante oposicin al 6. Scrates de Jenofonte con el de Platn (pues las lagunas que se advierten en elretrato jenofnteo pueden explicarse como secuela del carcter del propio Jenofonte yde los intereses que predominaban en l), y, a la vez, no se echa en saco roto el clarotestimonio de Aristteles. De esta manera obtenemos un retrato ms o menoscoherente de Scrates y no violentamos sin justificacin ninguna las fuentes (que esde lo que suelen argir si no los mantenedores de que Scrates fue principalmente unteorizador).Sin embargo, esta opinin ha sido discutida. As, por ejemplo, Karl Joel, fundando suconcepcin de Scrates en el testimonio de Aristteles, sostiene que Scrates fue unintelectualista o racionalista, un representante del tipo tico, y que el Scratesjenofnteo es, en cambio, un Willensethiker [tico de la voluntad], representante deltipo espartano, y, por ende, no el Scrates histrico. Segn Joel, pues, Jenofonte pinta Scrates con colores dorios y lo desfigur19.Dring sostena, por el contrario, que para obtener una imagen histrica de Scratesdebemos buscarla en Jenofonte. El testimonio de Aristteles no hace sino resumir elsomero juicio de la Academia antigua sobre la importancia filosfica de Scrates,mientras que Platn se vali de Scrates como de un punto de apoyo para montar suspropias doctrinas filosficas20. En Inglaterra, Burnet y Taylor han defendido otropunto de vista. Segn ellos, el Scrates histrico es el de Platn21. ste rebas, sinduda, el pensamiento de su maestro, pero, as y todo, las enseanzas filosficas que lehace proferir por sus labios en los dilogos representan, sustancialmente, lasautnticas enseanzas de Scrates. De ser esto verdad, Scrates mismo habrainventado la teora metafsica de las Formas o Ideas, y la afirmacin de Aristteles(de que Scrates no separ las Formas), o habr de rechazarse, como debida aignorancia, o precisar de largas explicaciones. Es muy poco verosmil, dicen Burnet yTaylor, que Platn pusiese sus propias teoras en labios de Scrates si ste nunca lashubiese sostenido, siendo as que an vivan gentes que haban conocido a Scrates ysaban cules fueron sus enseanzas. Sealan, adems, que en varios de los ltimos19 Der echte und der Xenophontische Sokrates, Berln, 1893, 1901.20 Die Lehre des Sokrates als sozialesreform system. Neuer Versuch sur Lsung desProblems der 7. sokratischen Philosophie.Mnchen, 1895.21 Mientras que es absolutamente imposible considerar como a la misma persona alScrates deAristfanes y al de Jenofonte, no hay dificultad ninguna en tenerlos a los dos por imgenesdeformadasdel Scrates que conocemos a travs de Platn. El primero ha sido deformadolegtimamente, con miras aproducir el efecto cmico: el segundo, no tan legtimamente: por razones apologticas."Burnet, G P., I, p.149.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma93dilogos de Platn no es Scrates quien lleva la voz cantante, y que en las Leyes seprescinde de l por completo; de aqu deducen que, en los dilogos en que es Scratesel interlocutor principal, Platn expone las ideas de Scrates y no las suyas propias,mientras que en los dilogos ms tardos desarrolla ya puntos de vista independientes(por lo menos independientes respecto a Scrates), razn por la cual va relegando a sumaestro al fondo de la escena. No cabe duda de que este ltimo argumento esbastante fuerte, como lo es tambin el de que en un dilogo temprano, cual es elFeln, que trata de la muerte de Scrates, ocupe un lugar preponderante la teora delas Formas. Pero, si el Scrates histrico fuese el de Platn, tendramos que decir,lgicamente, que en el Timeo, por ejemplo, Platn se dedica a poner en boca deldisertador principal opiniones de las que l, Platn, no se hace responsable, ya que, siScrates no habla por Platn mismo, nada obliga a creer que Fedn s, que esthablando en vez de Platn.A. E. Taylor no titubea en adoptar esta hiptesis, extremada aunque consecuente;pero no slo es prima facie de lo ms inverosmil el que podamos librar as a Platn dela responsabilidad de casi todo lo que dice en sus dilogos, sino que adems, por loque al Timeo respecta, si la opinin de Taylor fuese acertada, cmo podramosexplicar que una cosa tan notable se hubiese evidenciado por primera vez en el siglo20 d. J. C.?22 Adase que la defensa coherente de la opinin de Burnet y Taylor 8. acerca del Scrates platnico implica el que se atribuyan a Scrates elaboraciones,refinamientos y desarrollos de la teora de las Ideas que es improbabilsimo que elScrates histrico hubiese podido llevar a cabo. Aparte de que tal posicin obligara aprescindir por completo del testimonio de Aristteles.Verdad es que muchas de las crticas que de la teora de las Ideas hace Aristteles enlos libros Metafsicos van dirigidas contra la forma matemtica de la teora enseadapor Platn en sus lecciones de la Academia, y que algunas de esas crticas suponen unextrao olvido de la que Platn dice en los Dilogos, hecho que tal vez indique queAristteles slo reconoca como platnica la teora expuesta en la Academia pero nopublicada, por Platn. Mas esto no bastara, ciertamente, para poder hablar de unatotal disparidad entre la versin que de la teora de Aristteles (con justicia o sin ella)y la teora que en los Dilogos se desarrolla. Es ms, el hecho mismo de que la teoraevolucione, se modifique y se vaya afinando en los Dilogos, parece querer decir querepresenta, en parte al menos, las reflexiones del propio Platn sobre su tesis. Losautores posteriores de la Antigedad crean, sin lugar a dudas, que los Dilogos dePlatn pueden considerarse como genuina expresin de su filosofa, si bien tenandiversos pareceres en cuanto a la relacin que hubiera entre los Dilogos y lasenseanzas de Scrates: los autores ms antiguos pensaban que Platn habaintroducido en los Dilogos mucho de su propia cosecha. Siriano contradice aAristteles, pero el Profesor Field observa que sus razones parecen expresar supropia opinin sobre lo que era conveniente en la relacin entre maestro ydiscpulo23.Un argumento favorable a la hiptesis de Burnet y Taylor lo constituye el pasaje de la22 Cfr. esta obra; vase tambin el estudio de Cornford Plato s Cosmology, donde discutela teora deTaylor.23 Plato and his Contemporaries, p. 228, Methuen, 1930. Cfr. El resumen que da Field delacuestin socrtica: pp. 61-3.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma94 9. Carta segunda en que Platn afirma que lo que l ha dicho en sus escritos no es sinoScrates embellecido y rejuvenecido24. Sin embargo, en primer lugar, no es segura laautenticidad de ese pasaje, ni siquiera la de la Carta entera; en segundo lugar, podraexplicarse muy bien como si quisiese decir que los dilogos contienen lo que Platnconsideraba la superestructura metafsica, elaborada legtimamente por l mismosobre la base de lo que Scrates ense en realidad. (Field sugiere que el pasaje encuestin podra referirse a la aplicacin del mtodo y del espritu socrticos a losproblemas modernos.) Porque nadie habr tan insensato que sostenga que losdilogos no contienen nada del Scrates histrico. Es evidente que los primerosdilogos tomaran como punto de partida las enseanzas del Scrates histrico, y siPlatn, meditando sobre estas enseanzas, elabor luego por su cuenta sus teorasepistemolgicas y ontolgicas tal cual aparecen en los dilogos sucesivos, poda muybien considerar los resultados alcanzados como legtimos desarrollos y aplicaciones dela doctrina y del mtodo de Scrates. Los trminos que emplea en la citada Carta sedeberan acaso a su conviccin de que la teora de las Ideas, tal como queda expuestaen los Dilogos, se puede tener, sin violencia ninguna, por continuacin y desarrollode las enseanzas socrticas; lo cual no sera igualmente cierto de la formamatemtica que, en la Academia, dio a la misma teora.Ni que decir tiene que resultara ridculo sugerir que una opinin sustentada porespecialistas de la categora de Taylor y Burnet se pueda refutar fcilmente, ysemejante sugerencia est muy lejos de los propsitos del autor; pero en una obrageneral sobre la filosofa griega es imposible tratar con detalle este problema yexaminar la teora de Burnet y Taylor tan detenidamente como se merece. Debo, contodo, manifestar mi acuerdo sobre lo que Hackforth25, por ejemplo, ha dicho respecto alo injustificable de que se menosprecie el testimonio de Aristteles sobre que Scratesno separ las Formas. Aristteles haba estado durante veinte aos en la Academia,y, dado su inters por la historia de la filosofa, difcilmente pudo descuidar ladeterminacin del origen de una doctrina platnica tan importante como lo era lateora de las Formas. Adase a esto el hecho de que los fragmentos que se hanconservado de los dilogos de Esquines no dan pie para apartarse del punto de vistade Aristteles, y era fama que Esquines haba compuesto en ellos el retrato ms 10. exacto de Scrates. Por todas estas razones, parece preferible aceptar el testimoniodel Estagirita y, admitiendo que el Scrates jenofnteo no es el Scrates completo,mantener el sentir tradicional: el de que Platn puso sus propias teoras en boca delMaestro al que reverenci tanto. La breve exposicin que ahora vamos a hacer de laactividad filosfica de Scrates se basa, por consiguiente, en el parecer tradicional.Quienes mantienen el punto de vista de Burnet y Taylor suelen decir que conprocederes cono el nuestro se hace violencia a Platn; pero mejorarn las cosasviolentando a Aristteles? Si ste no hubiese gozado del trato personal de Platn y susdiscpulos durante largo tiempo, podramos admitir la posibilidad de un error por suparte; mas, teniendo en cuenta sus veinte aos en la Academia, no parece admisibletal posibilidad de error. Claro que tampoco hay muchas probabilidades de quelleguemos alguna vez a la certeza absoluta en cuanto a la exactitud del retrato delScrates histrico, y sera, por ende, imprudentsimo rechazar todas las hiptesis,excepto la propia, como indignas de consideracin. Lo nico que cuadra es establecer24 314 c, .25 Cfr. Artculo por R. Hackforth sobre Scrates en Philosophy, julio 1933.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma95qu motivos tiene uno para aceptar tal imagen de Scrates y no tal otra, sin que sepueda pasar de ah.(Para la breve exposicin que sigue de las enseanzas de Scrates se ha hecho uso deJenofonte: no podemos creer que Jenofonte fuese un simple o un embustero. Es cosacertsima que, si resulta difcil y a veces, sin duda, imposible distinguir entrePlatn y Scrates, casi lo es tanto el distinguir entre Scrates y Jenofonte. Porque lasMemorables tienen tanto de obra artstica como cualquier dilogo platnico, aunquesu estilo sea tan diferente como lo era Jenofonte de Platn26. Con todo, segn indicaLindsay, Jenofonte escribi muchas otras cosas adems de las Memorables, y el tenerpresente el resto de su obra nos ayudar a comprender en muchos momentos lo que esJenofonte mismo, aunque no siempre nos haga ver lo que es Scrates. LasMemorables reflejan la impresin que Scrates le hizo a Jenofonte, y creemos que, enlo principal, esta impresin es fidedigna, aun cuando no pueda menos de recordarnos 11. continuamente el viejo adagio escolstico (Quidquid recipitur, secundum modumrecipientis recipitur.)LA ACTIVIDAD FILOSFICA DE SCRATES1. Dice Aristteles que a Scrates pueden atribursele con justicia dos adelantoscientficos: por su empleo de los razonamientos inductivos y de la definicinuniversal ( )27. Esta ltimaobservacin ha de entenderse relacionndola con el aserto de que Scrates no hizoexistir aparte los universales o las definiciones; en cambio, su sucesor les dio unaexistencia separada y a esta especie de cosas es a lo que llamaron Ideas.As pues, Scrates se ocup de las definiciones universales, o sea, de la posibilidad dellegar a unos conceptos precisos, fijos. Los sofistas proponan doctrinas relativistas,rechazando las doctrinas necesaria y universalmente vlidas. Pero a Scrates le llamla atencin el hecho de que el concepto universal siga siendo siempre el mismo: losejemplos concretos pueden variar, mas la definicin se mantiene invariable.Aclarmoslo mediante un caso particular: segn Aristteles, al hombre se le definecomo animal racional; ahora bien, cada hombre posee distintas dotes: unos tienenmucho talento, otros no; unos guan su conducta por la razn, otros se entreganatolondradamente a los instintos y a los impulsos de las pasiones; hay hombres queno gozan del libre uso de su razn, ya sea por estar dormidos, ya porque sonmentalmente deficientes. Pero todos los animales dotados de razn tanto si laemplean de hecho como si no la emplean, lo mismo si pueden usar de ella librementeque si algn defecto orgnico les estorba tal uso son hombres: la definicin delhombre se cumple en ellos, y esta definicin, permanece constante, vlida para todos.Cualquier hombre es, pues, animal racional, y cualquier animal racional eshombre. No podemos detenernos a discutir ahora cules sean la naturaleza exacta ola objetividad de nuestras nociones genricas y especficas: simplemente queremosilustrar el contraste entre el singular y el universal y poner de relieve el carcterconstante de la definicin. Algunos pensadores han sostenido que el conceptouniversal es puramente subjetivo, pero es muy difcil ver cmo podramos formar26 A. D. Lindsay en Introd. a los Socratic Discourses (Everyman), p. VIII.27 Met., M, 1078 b 27-9. 12. LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma96tales nociones universales y por qu tendramos que formarlas, a no ser que se d dehecho una base para las mismas. Ms adelante tendremos que volver a ocuparnos dela cuestin de la objetividad y de la naturaleza metafsica de los universales; porahora, bstenos con indicar que el concepto universal o la definicin se nos presentacon un algo de constante y de permanente que le hace destacarse, por la posesinmisma de estas caractersticas, del mundo de las particularidades perecederas, delcual proviene. Aun cuando desapareciesen todos los hombres, la definicin del hombrecomo animal racional permanecera idntica. Podemos hablar, tambin, de unapieza de oro diciendo que es de oro autntico, con lo que damos a entender que enella se realiza la definicin del oro, su modelo o patrn universal. Semejantemente,decimos de algunas cosas que son ms o menos bellas, dando a entender que seaproximan en mayor o menor grado al prototipo de la Belleza, a un modelo que nocambia o vara como los objetos bellos de nuestra experiencia, sino que permanececonstante y regula, por decirlo as, todos los objetos bellos singulares. Claro est quepodemos equivocarnos al suponer que conocemos el modelo de la Belleza suma, pero,de todos modos, al hablar de los objetos como ms o menos bellos, damos por supuestoque hay un modelo. Pongamos un ltimo ejemplo: los matemticos hablan de la lnea,del crculo, etctera, y los definen. Ahora bien, entre los objetos de nuestraexperiencia no se hallar nunca ni la lnea perfecta ni el crculo perfecto: slo, a losumo, meras aproximaciones a la lnea o al crculo de la definicin. Se da, por tanto,un contraste entre los objetos imperfectos y mudables de nuestra experienciacotidiana, de un lado, y, del otro, el concepto universal o la definicin de esos objetos.Comprndese, pues, fcilmente, qu es lo que le llev a Scrates a considerar tanimportantes las definiciones universales: interesado sobre todo por la conducta tica,vio que la definicin es como una slida roca que sirve de asidero a los hombres enmedio del proceloso mar de las doctrinas relativistas de los sofistas. Para una ticarelativista, la justicia, por ejemplo, vara de una ciudad a otra, de una comunidad aotra comunidad: nunca se puede decir que la justicia sea esto o aquello, ni quedeterminada definicin suya valga para todos los Estados, sino solamente que la 13. justicia en Atenas es esto y en Tracia esto otro. En cambio, si logramos de una vezpara a siempre una definicin universal de la justicia, que exprese su ntimanaturaleza y sea valida para todos los hombres, entonces contaremos con algo segurosobre lo cual construir, y podremos juzgar no slo las acciones individuales, sinotambin los cdigos morales de los distintos Estados, en la medida en que talescdigos encarnen la definicin universal de la justicia o, por el contrario, se apartende ella.2. A Scrates, dice Aristteles, se le pueden atribuir con todo derecho losrazonamientos inductivos. Ahora bien, lo mismo que sera errneo suponer que alocuparse de las definiciones universales Scrates se cuid de examinar lanaturaleza metafsica del universal, sera tambin un error suponer que, al ocuparsede los razonamientos inductivos le interesaran los correspondientes problemas delgica. Fue Aristteles quien, al recordar cmo proceda Scrates, resumi su mtodoen el plano lgico; pero no ha de entenderse por ello que Scrates desarrollaseexplcitamente una teora de la induccin desde el punto de vista de un lgico.En qu consista el mtodo prctico de Scrates? Su forma era la de la dialctica oconversacin. Trababa Scrates conversacin con alguien y procuraba ir sacndole lasideas que tuviese sobre algn tema. Por ejemplo, poda declararse ignorante de qusea en realidad la valenta, y preguntar a su interlocutor si posea alguna luz sobreLIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma97ello. O bien sola orientar la conversacin en aquel sentido, y cuando el otro empleabael trmino valenta preguntbale Scrates qu es la valenta, manifestando supropia ignorancia y su deseo de aprender. Su interlocutor haba usado el vocablo; porconsiguiente, deba de saber lo que significaba. Cuando le daban en respuesta unadefinicin o una descripcin, Scrates sola mostrarse satisfechsimo, pero por locomn reparaba en que haba una o dos pequeas dificultades que le gustara verpuestas en claro. Consecuentemente, iba haciendo preguntas, dejando que fuese elotro quien ms hablase, pero dirigiendo l mismo el curso de la conversacin, desuerte que quedara patente, al fin, lo inadecuado de la propuesta definicin de lavalenta. El interlocutor volva entonces sobre sus pasos y propona una definicin 14. nueva o modificaba la ya propuesta, y de este modo avanzaba el proceso, hasta llegar,o no, al xito final.As pues, la dialctica proceda desde una definicin menos adecuada hasta otra msadecuada, o de la consideracin de ejemplos particulares a una definicin universal. Aveces, verdad es, no se llegaba a ningn resultado definido28; pero en todo caso lafinalidad era la misma: la de lograr una definicin universal y vlida; y como elrazonamiento proceda de lo particular a lo universal, o de lo menos perfecto a lo ms,puede decirse que se trataba de un proceso inductivo. Jenofonte menciona algunos delos fenmenos ticos que Scrates procur investigar y cuya naturaleza esperabaencerrar en definiciones, por ejemplo: la piedad y la impiedad, lo justo y lo injusto, elvalor y la cobarda29. (Los primeros dilogos de Platn se ocupan de los mismosvalores ticos: el Eutifrn, de la piedad [sin resultado]; el Crmides, de latemperancia [sin resultado]; el Lisis, de la amistad [sin resultado].) Pongamos el casode que se investigue, por ejemplo, la naturaleza de la injusticia. Ante todo, se aducenejemplos: engaar, injuriar, esclavizar, y as sucesivamente. Se muestra despus queestas cosas slo son injustas cuando se hacen a los amigos. Pero surge la dificultad deque si alguien, por ejemplo, le quita la espada a un amigo que en un acceso dedesesperacin quiere suicidarse, no comete ninguna injusticia. Como tampoco esinjusto el que un padre se valga del engao para conseguir que su hijo enfermo tomela medicina que le ha de curar. Parece, por consiguiente, que las acciones slo soninjustas cuando se realizan contra los amigos y con la intencin de daarles.303. La dialctica poda convertirse, desde luego, en algo irritante e inclusodesconcertante o humillante para aquellos cuya ignorancia se pona as en evidencia ycuyo engreimiento y presuncin quedaban en ridculo y quizs excitase la fantasade los jvenes que se reunan en torno a Scrates y que vean cmo ste se meta enel saco a personas mayores que ellos, pero las miras de Scrates no eran humillarni desconcertar. Lo que se propona era descubrir la verdad, no como materia de puraespeculacin, sino de tal modo que sirviese para vivir conforme es debido para obrarbien, es preciso saber qu es lo recto. Su irona, su profesin de ignorancia, eransinceras; l, en realidad, no saba, pero deseaba dar con la verdad, quera conducir alos dems a que reflexionasen por s mismos y pensasen de veras en la tarea, 15. sumamente importante, de cuidarse de sus almas. Scrates estaba profundamenteconvencido del valor del alma, que era para l el sujeto pensante y volente, y vio con28 Los primeros Dilogos de Platn, que pueden considerarse como seguramentesocrticos, suelenterminar sin que se llegue en ellos a ningn resultado concreto y positivo.29 Mem., I, 1, 16.30 Mem., IV, 2, 14 y sig.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma98claridad lo que importa el saber, la sabidura verdadera, para prestar al alma laatencin que se merece. Cules son los verdaderos valores de la vida humana quehan de realizarse en la conducta?Scrates llamaba a su mtodo mayutica [obstetricia], no slo por chistosa alusina su madre, sino para expresar su intencin de hacer que los dems diesen a luz ensus mentes ideas verdaderas, con vistas a la accin justa. Siendo esto as,comprndese fcilmente por qu Scrates daba tanta importancia a la definicin. Noera un pedante, sino que estaba convencido de que para el recto gobierno de la vida esesencial tener un conocimiento claro de la verdad. Quera promover el nacimiento deideas verdaderas, en la clara forma de la definicin, no con fines especulativos, sinocon un fin prctico. De ah su preocupacin por la tica.4. He dicho que Scrates se interesaba sobre todo por la tica. Aristteles lo diceclarsimamente: ocupbase en cuestiones ticas31. Y en otro sitio: Scrates se ocupde las virtudes del carcter, y en relacin con ellas fue el primero que plante elproblema de las definiciones universales.32 Esta afirmacin de Aristteles escorroborada, ciertamente, por la imagen que de Scrates traz Jenofonte.Platn, en la Apologa, recoge la declaracin que hizo Scrates al ser juzgado, segn lacual l iba adonde pudiese beneficiar ms a alguien, tratando de persuadir a cadauno de vosotros que debe mirar por s y buscar la virtud y la sabidura, antes queandar procurando sus intereses particulares, y que ha de mirar ms por la ciudadmisma que por los intereses de ella, y que ste es el orden que debe observar en todassus acciones33. Tal era la misin de Scrates, la que l consideraba que le haba 16. sido impuesta por el dios de Delfos: estimular a los hombres a que se cuidaran de suposesin ms noble, de su alma, y tratasen de adquirir la sabidura y la virtud. No eraun puro lgico pedante, ni tampoco un crtico meramente destructivo, sino hombreque se senta responsable de una misin. Si criticaba y echaba por tierra las opinionessuperficiales, no lo haca por un frvolo deseo de patentizar su superior agudezadialctica, sino por el afn de promover lo que en sus interlocutores haba de bueno ypor ganas de instruirse l mismo.Claro est que no ha de esperarse que un miembro de una ciudad griega separara porcompleto el inters tico del inters poltico, ya que el griego era esencialmente unciudadano y deba vivir con rectitud dentro de la estructura de la ciudad. As,Jenofonte refiere que Scrates investigaba , , , , y acabamos de ver la declaracin de Scrates en la Apologasobre que se debe mirar por el Estado mismo antes que por los intereses del Estado34.Pero, segn va implcito en esta ltima observacin, y la vida de Scrates lo ilustra, lno se ocupaba de los partidos polticos en cuanto tales, sino de la vida poltica en suaspecto tico. Era sumamente importante, para el griego deseoso de vivir conhonradez, caer en la cuenta de lo que es el Estado y de lo que significa ser ciudadano,pues slo sabiendo en qu consiste el Estado y qu es un Estado bien constituidopodemos cuidarnos en realidad de l. El conocimiento se busca como un medio para la31 Met., A 987 b 1-3.32 Met., M 1078 b 17-19.33 Apol., 36.34 Jen., Mem., I, 1, 16; Apol., 36.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma99accin tica.5. Esta ltima asercin merece la pena de que la desarrollemos un poco, puesto que lateora sobre la relacin entre el saber y la virtud es caracterstica de la tica socrtica.Segn Scrates, el saber y la virtud se identifican, en el sentido de que el sabio, el queconoce lo recto, actuar tambin con rectitud. En otras palabras: nadie obra mal asabiendas y adrede; nadie escoge el mal en cuanto mal. 17. Este intelectualismo tico parece hallarse, a primera vista, en flagrantecontradiccin con los hechos de la vida diaria. No tenemos acaso conciencia nosotrosmismos de que muchas veces hacemos deliberadamente cosas que sabemos que estnmal, y no vemos actuar de igual modo a otras gentes? Cuando hablamos de alguienreputndole responsable de una mala accin, no pensamos que la ha cometido asabiendas de que era mala? Si por alguna razn suponemos que ignoraba sin culpa sumalicia, no le tenemos por moralmente responsable. En consecuencia, nos inclinamosa estar de acuerdo con Aristteles cuando critica la identificacin del saber con lavirtud, basndose en que Scrates olvidaba las partes irracionales del alma y noatenda suficientemente al hecho de la debilidad moral, por la que el hombre hace asabiendas lo malo35.Se ha sugerido que, como Scrates estuvo singularmente libre del influjo de laspasiones en lo tocante a la conducta moral, tenda a atribuir la misma condicin a losdems, concluyendo que el dejar de hacer lo que es justo proviene ms de ignoranciaque de debilidad moral. Se ha supuesto tambin que cuando Scrates identificaba lavirtud con el saber o con la sabidura no pensaba en ninguna clase de conocimiento,sino que se refera a una autntica conviccin personal. As, Stace indica que la gentepuede ir a la iglesia y decir que cree que los bienes de este mundo no valen la pena, yactuar, en cambio, como si slo esos bienes importasen en realidad. No es sta la clasede conocimiento en la que pensaba Scrates: l hablaba de una autntica conviccinpersonal36.Todo lo dicho pudiera muy bien haber sido as, pero lo que ms hace al caso es tenerpresente lo que Scrates entenda por recto. Segn l, es recta aquella accin que seordena a la verdadera utilidad del hombre, en el sentido de que contribuye a que stelogre su felicidad verdadera ( ). Cada cual busca, naturalmente, su propiobien. Pero no cualquier accin, por agradable que pueda parecer a veces, contribuye aque el hombre consiga la verdadera felicidad. As, por ejemplo, quiz le guste aalguien estar continuamente embriagado, sobre todo si sufre alguna pena que le tieneabatido; pero en eso no consiste el verdadero bien del hombre aparte de que destruyesu salud, la embriaguez tiende a esclavizarle, a convertrsele en hbito, y esto ya vacontra el ejercicio del don ms excelso del ser humano aquel que le diferencia del 18. bruto cual es el empleo de la razn. Si un hombre se embriaga sin cesar, creyendoque ste es su verdadero bien, peca por ignorancia, por no tener nocin del bienautntico. Scrates dira que si supiese que su verdadero bien y lo que le conduce a sufelicidad es no embriagarse, no se embriagara. Claro que podramos observar, conAristteles, que uno puede saber perfectamente que el contraer el hbito de la bebida35 Et. Nicom., 1145 b.36 Crist. Hist., pp. 147-8. Stace juzga, con todo, que la crtica que Aristteles hace deScrates no admiterplica.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma100no es favorable a su felicidad a fin de cuentas, y, sin embargo, contraer ese hbito.Esto es indudable, y la crtica hecha por Aristteles no parece que quepa desmentirla;pero aqu podramos replicar, con Stace, que si nuestro hombre estuviese en verdadntimamente convencido de lo pernicioso que es el hbito de la bebida, nunca llegaraa contraerlo. Lo cual no nos libra de la objecin de Aristteles, pero s que nos ayuda aentender mejor cmo pudo Scrates decir lo que dijo. En efecto, no hay mucho decierto en lo que dice Scrates, si lo miramos desde el punto de vista psicolgico? Unhombre puede saber, intelectualmente, que el embriagarse no conduce a su felicidadltima ni es propio de su dignidad como hombre, pero cuando siente el impulso ahacerlo puede apartar su atencin de ese conocimiento y ponerla en el estado de laembriaguez, contrastando ste con el de su desdichada vida lcida, hasta que eseestado de la embriaguez y su desiderabilidad le acaparen la atencin y se lerepresenten como un verdadero bien. Terminada la euforia, recapacita sobre lo malodel emborracharse, y admite: S, he hecho mal, a sabiendas de que haca mal. Perosigue siendo verdad que, mientras estaba cediendo al impulso, el aspecto de la maliciano entraba dentro del campo de su atencin mental, aunque fuese por su culpa.Naturalmente, no hemos de suponer que el enfoque utilitarista de Scrates equivalgaa la prosecucin de todo lo placentero. El sabio se da cuenta de que es ms ventajososer dueo de s que lo contrario; ser justo es preferible a ser injusto; ser valienteconviene ms que ser cobardeentindase, todo ello, en orden a la verdadera salud y 19. armona del alma. Scrates consideraba, ciertamente, que el placer es un bien, peropensaba que el verdadero placer y la felicidad duradera los consigue el hombre moralms que el inmoral, y que la felicidad no consiste en poseer abundantes bienesmateriales.Aunque tenemos por inaceptable la actitud exageradamente intelectualista deScrates y estamos de acuerdo con Aristteles en lo de que la o debilidadmoral es una realidad que Scrates tenda a dejar de lado, rendiremos gustososnuestro tributo de admiracin a la tica socrtica. Porque una tica racional debefundarse en la naturaleza humana y en el bien de esta naturaleza humana en cuantotal. As, cuando Hipias reconoca la existencia de [leyes no escritas],pero exceptuaba de su nmero las leyes que varan de un Estado a otro Estado,insistiendo en que la prohibicin de las relaciones sexuales entre los padres y sushijos no es una prohibicin universal, Scrates responda, con razn, que lainferioridad racial que semejantes relaciones daran por resultado justifica laprohibicin37.Esto es como apelar a lo que nosotros solemos llamar la ley natural, que esexpresin de la naturaleza del hombre y conduce a su desarrollo armonioso. Tal tica,a decir verdad, es insuficiente, puesto que la ley natural no puede adquirir una fuerzamoralmente obligatoria, no puede obligar en conciencia por lo menos en el sentidode nuestra moderna concepcin del deber como no tenga un fundamentometafsico y no se base en una Fuente trascendente, en Dios, cuya voluntad conrespecto al hombre sea expresada por esa ley natural; pero, aunque insuficiente,encierra una verdad muy importante y valiosa, una verdad que es esencial para eldesarrollo de una filosofa moral racional: los deberes no son simples rdenes37 Jen., Mem., IV, 4, 19 y sig.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma101carentes de sentido o arbitrarias, sino que se los ha de ver en su relacin con lanaturaleza humana en cuanto tal; la ley moral expresa el verdadero bien del hombre.La tica griega fue, predominantemente, eudemonista (vase el sistema tico deAristteles), y aunque sin duda necesitaba, para ser completa, del tesmo y de que se 20. la contrastara con ste para llegar a la plenitud de su desarrollo, no por eso deja deser, aun en su sentido incompleto, una gloria perenne de la filosofa griega. Lanaturaleza humana es siempre la misma, y, por consiguiente, los valores ticos sonconstantes, y mrito imperecedero de Scrates es el haber cado en la cuenta de laconstancia de esos valores y haber tratado de fijarlos en definiciones universales quepudiesen tomarse como guas y normas de la conducta humana38.6. De la identificacin del saber con la virtud se sigue la unidad de la virtud. Hay, enefecto, una sola virtud, desde el punto de vista de lo que es verdaderamente buenopara el hombre y conduce realmente a la salud y armona del alma. Una consecuenciams importante es, con todo, la de la posibilidad de ensear la adquisicin de lavirtud. Los sofistas hacan, desde luego, profesin de ensear el arte de la virtud, peroScrates difera de ellos, no slo porque se declaraba l mismo discente, sino tambinporque sus indagaciones ticas se orientaban al descubrimiento de normas moralesuniversales y constantes. Pero, aunque el mtodo de Scrates era dialctico y nomeramente expositivo, de su identificacin de la virtud con el saber sguesenecesariamente que la virtud puede ser enseada. Cabra aqu una distincin: elconocimiento intelectual de la virtud puede comunicarse mediante la instruccin, perono la virtud misma. Sin embargo, si se hace hincapi en la concepcin de la sabiduracomo autntico convencimiento ntimo, entonces, si tal sabidura puede ser enseada,hay que admitir que la virtud puede ser igualmente enseada. El punto principal esten que tal enseanza no significaba para Scrates una mera instruccin nocional,sino ms bien un guiar al hombre a la adquisicin de genuinas convicciones. Empero,aunque estas consideraciones hagan, sin duda, ms inteligible la doctrina de Scratessobre la posibilidad de que la virtud sea enseada, sigue siendo cierto que en estadoctrina salta a la vista el exagerado intelectualismo de su tica.7. Tal intelectualismo no era lo ms apropiado para hacer a Scrates especialmentefavorable a la democracia segn se practicaba sta en Atenas. Si el mdico es unhombre que ha aprendido medicina, y si ningn enfermo se confiara a los cuidados dequien careciese en absoluto de conocimientos mdicos, va contra toda razn el escogera los que hayan de ocupar los cargos pblicos echando a suertes o por votacin de lamultitud inexperta39. Los verdaderos gobernantes son los que saben cmo conviene 21. gobernar. No elegiramos para timonel de una nave a quien nada supiese del arte denavegar ni de la ruta por seguir; pues cmo se elige para regir el Estado a quien notiene conocimiento alguno del arte de gobernar ni sabe en qu consiste el bien delEstado?8. Respecto a la religin, parece ser que Scrates hablaba generalmente de dioses,en plural, y que por ellos entenda las deidades griegas tradicionales; pero se puede38 No todos los pensadores quieren aceptar que la naturaleza humana es constante. Pero nopuededemostrarse con evidencia que el hombre primitivo difiriese esencialmente del hombremoderno: yninguna razn tenemos para suponer que en el futuro surgir un tipo humano esencialmentediferente del hombre de hoy.39 Mem., I, 2, 9; III, 9, 10LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma102discernir en l cierta tendencia hacia una concepcin ms pura de la Divinidad. As,para Scrates, el conocimiento que poseen los dioses es ilimitado: estn presentes entodas partes y saben todo cuanto se dice y se hace. Como ellos saben mejor lo queconviene, el hombre debe pedirles nicamente lo que convenga y no cosas particularescomo la riqueza40. Ocasionalmente, sale a relucir la creencia en un solo Dios41, pero noparece que Scrates pusiese nunca mucha atencin en el problema del monotesmo oel politesmo. (Tambin Platn y Aristteles encuentran sitio para los dioses griegos.)Scrates sugiri que, as como el cuerpo del hombre se compone de elementosprocedentes del mundo material, de la misma manera la razn del hombre es unaparte de la Razn universal o Mente del mundo42. Esta nocin sera desarrolladaluego por otros, como sucedi con su doctrina sobre la teleologa, de carcterantropocntrico. No slo le han sido dados al hombre los sentidos para que sea capazde tener las correspondientes sensaciones, sino que la teleologa antropocntrica seextiende a los fenmenos csmicos. As, los dioses nos dan la luz, sin la cual nopodemos ver, y la Providencia se manifiesta en los dones con que la tierra nutre alhombre. El sol nunca se acerca tanto a la tierra que llegue a secar o abrasar al 22. hombre, ni est puesto tampoco a tal distancia que no pueda calentarle. Estasconsideraciones y otras parecidas son muy naturales en quien haba estudiado en laescuela de los cosmlogos y se desenga al advertir el poco uso que haca Anaxgorasde su principio de la Mente; pero Scrates no era cosmlogo ni telogo, y aunque se lepuede llamar el verdadero fundador de la teleologa en la consideracin deluniverso43, le interesaron principalmente, como hemos visto, las cuestiones de laconducta humana44.9. No tenemos por qu detenernos a examinar la caricatura que Aristfanes hace deScrates en Las nubes.45 Scrates haba sido discpulo de los antiguos filsofos, y esmuy posible que le hubiesen influido las enseanzas de Anaxgoras. En cuanto alcariz sofstico con que se le presenta en Las nubes, hay que recordar que Scrates,como los sofistas, concentraba su atencin en el sujeto, en el hombre mismo. Su figuraera pblica y familiar, muy conocida de todo el auditorio por sus actividadesdialcticas, y a algunos les deba de parecer, sin duda, un racionalista, un crticodemoledor y de tendencias antitradicionalistas. Aun en la hiptesis de queAristfanes advirtiese por su parte la diferencia que haba entre Scrates y lossofistas lo cual no est del todo claro no se seguira necesariamente de aqu quehubiese de manifestarlo ante un auditorio pblico. Y sabido es que Aristfanes eratradicionalista y adversario de los sofistas.PROCESO Y MUERTE DE SCRATESEn 406 a. J. C., demostr Scrates su categora moral rehusando acceder a que los40 Mem., I, 3, 2.41 Mem., I, 4, 5, 7.42 Mem., I, 4, 8.43 Ueb.-Praechter, p. 145: der eigentliche Begrnder der Teleologie in der Betrachtung derWelt.44 Cfr. Por ej. Mem., I, 1, 10-16.45 Tratase, como advierte Burnet, de una caricatura que como todas las caricaturas siestn bienhechas tiene algn fundamento en la realidad.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma 23. 103ocho generales que deban ser procesados por su negligencia en las Arginusas fuesenjuzgados a la vez, ya que esto era ilegal y estaba calculado para provocar la sentenciams dura. Scrates era entonces miembro de la Comisin de los o Junta delSenado. Su valor moral lo patentiz una vez ms cuando no quiso obedecer la ordende los Treinta, en 404-403, de que tomase parte en el arresto de Len de Salamina, aquien los oligarcas trataban de condenar a muerte para poder confiscar suspropiedades. Deseaban sin duda implicar en sus actos el mayor nmero posible deciudadanos eminentes, con vistas al da en que tuviesen que rendir cuentas. PeroScrates se neg en redondo a cooperar en sus crmenes, y habra pagadoprobablemente con la vida su negativa si no hubiesen cado los Treinta.El ao 400-399, Scrates fue llevado a juicio por los dirigentes de la democraciarestaurada. Anitos, el poltico que actuaba desde el trasfondo, instig a Melitos asostener la acusacin. sta, hecha ante el tribunal del arconte-rey, se hallabaconcebida en los siguientes trminos46: Melitos, hijo de Melitos, del demo de Pitthos,acusa a Scrates, hijo de Sofronisco, del demo alopecense, bajo juramento, de lassiguientes cosas: Scrates es culpable: 1.) de no honrar a los dioses que honra laCiudad, por introducir nuevas y extraas prcticas religiosas; 2.) y, adems, decorromper a los jvenes. El acusador pide la pena de muerte.El primero de estos cargos nunca fue definido explcitamente, al parecer porque elacusador confiaba en la reputacin que al jurado le merecan los antiguos cosmlogosde Jonia, y quiz tambin en que se recordara la profanacin de los misteriosperpetrada en 415, asunto en el que haba estado envuelto Alcibades. Pero ningunareferencia se poda hacer a la profanacin, habida cuenta de la amnista del 404-403,cuyo principal promotor haba sido el mismo Anitos. El segundo cargo, el decorromper a la juventud, era en realidad la acusacin de fomentar entre los jvenesun espritu de crtica con respecto a la democracia ateniense. En la base de todo estose hallaba la idea de que Scrates era responsable de haber formado a Alcibades y aCritias. (Alcibades, habindose pasado durante un tiempo a Esparta, puso en graveaprieto a Atenas; en cuanto a Critias, fue el ms violento de los oligarcas.) Estas cosasno se podan aducir tampoco explcitamente, a causa de la amnista del 404-403; pero 24. se debi de comprender con bastante facilidad lo que tal acusacin significaba. Poreso, Esquines podra decir unos cincuenta aos despus: Vosotros condenasteis aScrates el sofista a muerte, por haber sido l quien educ a Critias.47Los acusadores supusieron a buen seguro que Scrates marchara voluntariamente aldestierro sin esperar a ser procesado, pero l no lo hizo as. Se qued para el procesodel ao 399 y se defendi a s mismo ante el tribunal. En aquel juicio habra podidoScrates sacar mucho partido de sus servicios en el ejrcito y de su alejamiento deCritias en la poca de la oligarqua, pero se limit a exponer los hechos, asocindolosa su desconfianza de la democracia en el asunto del proceso a los generales. Fuecondenado a muerte por una mayora de 60 o 66 votos de un jurado compuesto por500 o 501 miembros48. Dependa entonces de Scrates mismo el proponer la46 Dig. Laerc., 2, 40.47 1, 173.48 Cfr. Apol., 36 a (pasaje cuya lectura no es del todo clara), y Dig. Laerc. 2, 41. Burnet yTaylor,entendiendo que Platn dice que a Scrates le condenaron por una mayora de 60 votos,suponen que losvotos fueron 280 contra 220, de un jurado de 500 miembros.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma104conmutacin de la pena de muerte por otra, y era obvio que la actitud ms avisadaconsista en proponer un castigo de bastante importancia. As, en caso de queScrates hubiese propuesto que se le desterrara, este cambio habra sido aceptadoindudablemente. Pero lo que Scrates propuso fue que se le diera una recompensadigna de l: la de alimentarle gratis en el Pritaneo; despus de lo cual, consinti enproponer una pequea multa y todo ello sin tratar lo ms mnimo de influir aljurado, como era costumbre, introduciendo all a la mujer llorosa y a los propioshijos. Al jurado le irrit el cabal comportamiento de Scrates, y la sentencia demuerte se dio por mucha ms mayora que la que le haba declarado culpable.49 Laejecucin hubo de ser demorada cerca de un mes entero, para esperar el retorno delnavo sagrado de Delos (que se enviaba en memoria de la liberacin de la Ciudad, 25. por Teseo, del tributo de los siete muchachos y doncellas impuesto por Minos deCnossos); haba bastante tiempo para organizar una evasin, y los amigos de Scratestramaron de hecho una. Scrates se neg a valerse de tan buenos ofrecimientos,afirmando que tal proceder sera contrario a sus principios. El ltimo da de Scratesen esta tierra es relatado por Platn en el Fedn: Scrates emple las horas que lequedaban de vida en discurrir con sus amigos tebanos, Cebes y Simias, acerca de lainmortalidad del alma.50 Cuando hubo bebido la cicuta y yaca ya moribundo, susltimas palabras fueron: Critn, le debemos un gallo a Esculapio; pgaselo, pues, nolo descuides. Cuando el veneno le lleg al corazn, hizo un movimiento convulsivo yexpir, y Critn, al advertirlo, le cerr la boca y los ojos. Tal fue, oh Ejcrates, el finque tuvo nuestro amigo, hombre del que podemos asegurar que fue el mejor de todoslos de su tiempo que hemos conocido, y adems el ms sabio y el ms justo.5149 Dig. Laerc. (2, 42) dice que la mayora fue por 80 votos ms que la primera vez. SegnBurnet yTaylor, la segunda votacin habra dado, pues, un resultado de 360 en pro de la pena demuerte, contra140.50 Este dato no va contra mi opinin de que la teora de las Formas no debe atribursele aScrates.51 Fedn, 118.LIBER Frederick Copleston HISTORIA DE LA FILOSOFIA I Grecia y Roma