capitulo 8 tercer gobierno peronista

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CAPTULO 8 TERCER GOBIERNO PERONISTA

Volvimos El 12 de Octubre de 1973 Pern asumi su tercer mandato como Presidente de los argentinos. Viv con cierta melancola su juramento. Ese mismo da recib las primeras noticias de que su salud no era todo lo buena que necesitaba para la tremenda responsabilidad que asuma. Taiana me lo hizo saber. Pern tuvo que enfrentar la falta de comprensin de su propuesta de unidad nacional y de revolucin pacfica. Desde distintos sectores, aparentemente opuestos, las acciones terroristas pretendan socavar al gobierno constitucional y popular. Nueve meses ms tarde, Pern nos dejara para siempre. Para saber la importancia que Pern tuvo en mi vida, basta decir que no hubo un da desde el momento en que por primera vez grit Viva Pern! que yo no lo nombrara o pensara en l. Sobre el homenaje a su memoria me dedicar en otro captulo. Una vez conocida la composicin del Gabinete, me vi despojado de toda posibilidad de ocupar algn cargo relevante en el nuevo Gobierno. Qued poco menos que en disponibilidad. As estaba cuando Gelbard, entonces Ministro de Economa, me llam para ofrecerme la presidencia de la Caja Nacional de Ahorro y Seguros.

Presidente de la Caja Nacional de Ahorro y Seguros Se trataba de una antigua institucin bancaria que tena por principal funcin recolectar ahorros de pequeos ahorristas a travs de las famosas libretas de ahorro que se distribuan entre los alumnos ya desde el colegio primario y que alcanzaban a ms de seis millones. Tambin contaba con una de las principales carteras en materia de seguros, especialmente seguros de vida y automotores. Su actividad se desarrollaba en todo el territorio nacional. En un principio quise rechazar la oferta de Gelbard: le coment que ello significaba aceptar mi decadencia poltica. En pocos meses haba pasado de precandidato a la Presidencia de la Nacin a titular de una institucin bancaria que jugaba en la C y se encontraba muy burocratizada. Me dije que, despus de todo, ello era mejor que el llano absoluto en que me encontraba. Nuestros adversarios nos han criticado esa predileccin por el poder que nos distingue a los peronistas. Tal vez ste fue uno de esos casos.

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Pero no era la ambicin de poder la que me convocaba a retornar a la gestin pblica sino la posibilidad que, desde ella, pudiese aportar, en clave peronista, a las transformaciones que necesitaba el pas. Quiero ideas nuevas, no antiguas, les dije a algunos jvenes colaboradores que se destacaban del plantel de empleados de la entidad. Muchos de ellos me siguieron luego en distintas funciones pblicas: Juan Tarruela, que era el Gerente General de la CNAS, Juan Manuel Argentato, Oscar Tangelson, Rafael Perrota, Nicols Weisz Wassing, Juan Ivanoff, Luis Garca y Rodolfo Frigeri, entre otros. Cuando finalic mis tareas en la Caja, el personal estable sufri una desilusin: Se llev a toda la gente que estaba en el cambio., decan. El proyecto era la transformacin de la Caja en un gran Banco Social abriendo sus puertas no slo al sector no comercial que haba sido su exclusiva clientela hasta ese momento, sino tambin ponerla al servicio de pequeos ahorristas y pequeos y medianos titulares de crditos personales y de micro emprendimientos. Organizamos un seguro agrcola integral y un seguro de vida obligatorio para todos los habitantes. Comenzamos a desarrollar algo novedoso en aquella poca que eran las tarjetas de crdito bancarias. Esta era una tecnologa de punta cuando todava no existan las computadoras porttiles. Existan en el pas una o dos tarjetas emitidas por grandes bancos. En la Caja era posible lanzar una tarjeta debido a la cantidad de sucursales que la misma tena en todo el pas. Fue un proyecto interesante teniendo en cuenta que hasta ese momento, la vedette de la institucin haba sido la pegatina de estampillas en la libretita. El lanzamiento de la tarjeta fue un intento de bancarizar a la poblacin en forma masiva con una herramienta moderna y en general elitista hasta ese momento en el mundo. Las tarjetas estaran destinadas a fines especficos como compra de alimentos, por ejemplo. Se inici una poltica de divulgacin y motivacin de las nuevas ideas a desarrollar. Tambin se prepar una nueva estructura administrativa que estuviera acorde con los cambios que fue aprobada por el Ministerio de Economa y se puso en funcionamiento. La propuesta de modificacin de la estructura de la entidad inclua una nueva concepcin de la carrera del personal vinculando estructura, capacitacin, concursos y retribuciones. Como deba ser aprobada por el Banco Central fue presentada a consideracin de su Presidente, Gmez Morales, que no slo le dio su acuerdo sino que dispuso la creacin de una comisin tcnica para extender su aplicacin al conjunto de los bancos oficiales. Como una ratificacin de la visin peronista de la funcin inclusiva de la Caja, se cre un instrumento para hacer accesible a los usuarios manifestaciones de la cultura nacional. Cada da en el hall central del edificio alrededor de cuatro mil personas (para quienes, con seguridad, el espacio de los museos no les era frecuente) podan disfrutar de lo que denominamos El Banco del Pueblo, el Arte de los Argentinos que consista en la exhibicin de obras del patrimonio del Museo Nacional de Bellas Artes. Haba programado presentar estas iniciativas en un gran acto en la Caja con la presencia de Pern y de Isabel. El proyecto estaba listo para instrumentarse en todo el pas pero Gmez Morales, siempre ceido a sus convicciones ortodoxas, y el poco inters que advert en Gelbard, me hicieron desistir. Luego fui convocado a ocupar la Secretara de Comercio de la Nacin.

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Carlos Mugica Durante mi gestin en la CNAS recib la noticia de la muerte del padre Carlos Mugica. Pocos das antes haba venido a visitarme. Muri con once impactos de bala en el pecho en el Hospital Salaberry. As lo consign en mis diarios personales. 12 de Mayo de 1974: Otra semana signada por la tragedia. Ayer a la noche, Carlitos Mugica asesinado. El lunes haba estado en la Caja de Ahorro pidiendo por un empleo y dinero para sus obras. Me confes sus temores por las amenazas de los montoneros. An recuerdo la sombra de terror de sus ojos puros y limpios. Hablamos de cmo acercarnos a Dios. Me dijo de un monasterio para pasar el da. Y se fue. Hoy toqu sus manos fras. Recuerdo aquellos aos en los que la violencia, la guerra en las calles y los asesinatos sembraban la vida de los argentinos. Antonio, estoy preocupado, me dijo. Cuando le pregunto por qu, me contest: Creo que me van a matar. Pero, por qu?, quin querra atentar contra tu figura?, le pregunt. Y me dijo algo que no quiero incorporarlo a la historia como un hecho concreto porque desconozco si efectivamente fue as o no. Pero sus palabras fueron: Me van a matar los montoneros porque estoy en la tarea de pacificar a la juventud. La guerra tiene que terminar porque ya hemos logrado el objetivo: Pern est entre nosotros. Carlos Mugica es un ejemplo para la juventud argentina. Dedic su vida a los pobres y predic sin descanso la paz y la unin de los argentinos. Su frase: Estoy listo para dar la vida, pero nunca matara a nadie resuena como el eco de su martirio. Su entierro en la Recoleta reuni a gente de los grupos ms diversos y antagnicos. Me sorprendi la falta de presencia del gobierno. Pern mand a su edecn. Tiempo despus, a pedido de los sacerdotes de las villas, se decidi trasladarlo a la capilla de Retiro. Aquel da sus sacerdotes y discpulos, vestidos de blanco, llevaron sus restos en andas por los corredores de la villa donde la gente humilde haba armado pequeos altares con velas encendidas junto a su retrato. Me gustara incorporar en estas Memorias una oracin suya: Seor, perdname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho aos y tengan trece. Seor, perdname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro; yo me puedo ir, ellos no. Seor, perdname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo. Seor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propio hambre. Seor, perdname por decirles No slo de pan vive el hombre y no luchar con todo para que rescaten su pan. Seor, quiero quererlos por ellos y no por m. Seor, quiero morir por ellos. Aydame a vivir para ellos. Seor, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Padre Carlos Mugica. Lo conoc en los aos sesenta. Sola venir a mi casa para jugar al ftbol o baarse en la pileta. Hablbamos de poltica. ((((((((PIUMA GALMARINI: ANCDOTAS))))))))))))) ((((((((JUAMPI- NOVEDADES SOBRE SU BEATIFICACIN)))))))))))) Nos dara una gran satisfaccin si se confirmaran las noticias por las cuales est en trmite su beatificacin.

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Secretario de Comercio de la Nacin A Gelbard, que haca tiempo me quera sumar a su equipo, no se le ocurri nada mejor que proponerme ocupar la Secretara de Comercio de la Nacin que haba estado hasta ese momento a cargo del Dr. Miguel Revestido, con el inestimable aporte de Roberto Lavagna. La propuesta no era para nada seductora. Asum el cargo el 25 de julio de 1974 consciente de que deba afrontar un verdadero berenjenal de decretos, resoluciones y disposiciones con las cuales se abordaba el problema de la inflacin a travs del control minucioso de los precios que llegaba al extremo de que el Secretario tuviera que atender en forma personal y ostensiblemente el precio, por ejemplo, del alcaucil. Estbamos en el contexto del Pacto social. Los sindicatos se comprometan a no solicitar incrementos salariales sobre la base de que hubiera estabilidad de precios. Se aplicaba con mucha dureza la ley de abastecimiento simplemente porque era la contrapartida de un no reclamo sindical que de otra manera tena fundamentos para ejercerse. Las concepciones econmicas que influyeron en el programa del Pacto Social de 1973 reprodujeron la poltica de concertacin econmico-social que fuera caracterstica de la administracin justicialista durante el perodo 1946-1955. Pero esta vez aplicada con mucho mayor vigor dada la situacin econmica imperante caracterizada por la alta inflacin. Esto es, en vez de recurrir a las polticas monetaristas y fiscales, que llevaban aparejada una fuerte incidencia en el crecimiento del Producto y en la distribucin del ingreso, se opt por la concertacin de precios y salarios, que en un principio tuvo un amplio xito en reducir la inflacin, aumentar el salario real e incrementar el producto. Oficinas enteras de la Secretaria estaban cubiertas por pilas y pilas de expedientes que iban del piso hasta el techo, lo que haca difcil para todos los que all trabajaban moverse de un lugar a otro. Fue as como me convert en una especie de precursor del discutido y actual Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Tarea ingrata si la hay. Mi esperanza resida en que el cargo sera provisorio y de corto plazo y que me abrira el camino a otras funciones ms acorde a mis ambiciones y conocimientos.

Poltica de precios Haba que superar el sistema de congelamiento de precios que no daba para ms. La carne haba superado los ndices de precios mximos, exista mercado negro y el desabastecimiento de algunos productos. Tambin debimos enfrentar el problema de los reclamos empresarios por la rentabilidad negativa, trmino que se usaba en aquel entonces para hablar de las prdidas econmicas que ocasionaba a los empresas esta poltica de precios. Consider que haba que salir de esa rigidez y empezamos por liberar los precios de los productos de estacin, tratando de salir del congelamiento en forma paulatina.

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Adicionalmente a estos requerimientos de la coyuntura, se dieron los primeros pasos de un proyecto para el largo plazo, mediante la elaboracin de la propuesta para la creacin y emplazamiento del Mercado Central de Buenos Aires. Me encontraba en medio de estas cavilaciones, cuando a los quince das de asumir recib una oferta totalmente inesperada: el Ministro del Interior, Benito Llamb, me propuso asumir la Intervencin Federal en la Provincia de Mendoza. Me calific como un Interventor de lujo y como el ms indicado para solucionar los graves problemas institucionales, polticos y econmicos que azotaban la Provincia. No dud en aceptar la propuesta: me animaba el desafo de gobernar toda una Provincia pero ms que nada sta era una forma elegante de zafar de las dificultades de la administracin del control de precios.

Interventor Federal en la Provincia de Mendoza Me desempe en estas funciones desde el 16 de agosto de 1974 hasta mayo de 1975 (8 meses y quince das). Durante ese lapso atraves toda clase de contingencias: en el plano econmico, Mendoza estaba en una situacin afligente en sus finanzas pblicas dado que el estado provincial no alcanzaba a cubrir con sus recursos propios, incluida la coparticipacin federal, los sueldos del personal de su administracin sin recurrir a la ayuda nacional. Era necesaria una profunda reforma tributaria y un mayor control de la altsima evasin impositiva. Adems, una grave crisis de sobreproduccin vitivincola haba puesto a la economa provincial en estado de emergencia amenazando con ver correr el vino por las acequias de la ciudad. A esto, en lo personal, se sum el padecimiento de una enfermedad psquica que perjudic mi desempeo. No obstante mi gestin tuvo un final feliz como veremos ms adelante. Consign en mis diarios personales el mal que me aquejaba. 25 de agosto de 1974. Mendoza. Anmicamente no puedo alcanzar ese estado de plenitud: serenidad, firmeza, conformidad con la labor de cada da. Sufro horrores. Pero me vencer a m mismo. Debo hacerlo. La soledad sigue siendo un trance difcil. Del Hotel Plaza a la Casa de Gobierno y viceversa me pudre. 8 de Octubre de 1974. Mendoza. Desde el jueves a la noche en Buenos Aires, hablando, gestionando, televisando: la imagen del hombre fuerte y triunfador. Por dentro: temor por el terrorismo que se cobra una vctima cada da. Desolacin por la lejana. Sensacin de frustracin. De angustia. He acudido a pastillas. Pero siempre debo vencerme. No hay salida: seguir, seguir y seguir. Cmo irnos con la frente alta? Y despus? Me sobrevendra la peor desolacin. Vergenza por dejarme vencer por tan poca dificultad. nimo y fe es lo que necesito. Levantar mi espritu. Y transmitir confianza a los que me rodean. Que no sospechen que los lidera un dbil que quiere paz, libertad, tranquilidad, alegra de vivir y no esta suerte de morir todos los das un poco. Pasar esta racha? Volver a ser ganador? A sentirme como tal? Fras paredes del Plaza Hotel. Solo Dios conoce la respuesta. Enero de 1975. Mendoza. El nimo algo recuperado, tal vez bastante con la presencia de Anita y los chicos. Pero los nubarrones continan. Comisionados municipales, las leyendas de Montoneros y los viajes mendicantes a Buenos Aires y el suspenso de la gran posibilidad: el Ministerio de Economa.

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Domingo 16 de Marzo de 1975. Mendoza. El Dr. Herrera acierta y los pozos depresivos desaparecen. Fiesta de la Vendimia, ok. Solucin uvas: ok. Golazo Cafiero. Innumerables veces he meditado sobre esta situacin personal que sobrellev en Mendoza. A esta altura de mi vida me pregunto, si acaso aquello que sufr emocionalmente y que la medicina tipific como depresin, no era sino la intuicin de que el pas se precipitaba al derrumbe inexorablemente. Viaj acompaado por un grupo de jvenes colaboradores, algunos de ellos recin se incorporaban y otros haban sido formados por m en la Caja Nacional de Ahorro y Seguro, tal como expliqu. Entre ellos estaban Armando Blasco, Jorge Domnguez, Eduardo Setti, Rodolfo Frigeri, Nicols Weiss Wassing, Ernesto Crescia, Rafael Perrotta, Oscar Tangelson, Juan Manuel Argentato, Luis Garca, mi hijo Jos Antonio y otros no tan jvenes como el Doctor Juan Carlos Lorenzo. La recepcin en El Plumerillo cont con la presencia de dos gobernadores, Carlos Menem y Eloy Camus, el interventor en Crdoba, Duilio Brunello, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Isaas Mathus, entre otros. Ya en funciones, integr el Gabinete con mendocinos y porteos, procurando no desairar a aqullos muchos de los cuales llamados gansos lucan adems de sus canas una importante trayectoria como funcionarios pblicos de la provincia y vean con desconfianza y recelo la designacin de los jvenes recin llegados. Pronto esta situacin fue revertida cuando advirtieron que estos muchachos eran los ms trabajadores, que estaban hasta once o doce horas al frente de sus despachos. Me acompaaron en la gestin: Oscar Tangelson, Nicols Weisz Wassing, Saturnino R.Funes, Asesores de la intervencin; Ernesto Crescia, Secretario General; Rafael Csar Tabanera, Ministro de Gobierno; Jefe de Polica de la Provincia, Julio Santuccione; Rodolfo Frigeri, Ministro de Hacienda; Juan Ivanoff, Juan M. Argentato, Luis Garca, Asesores del Gabinete del Ministerio de Hacienda; Nicols WeiszWassing, a/c Subsecretaria de Hacienda; Jorge Domnguez, Ministro de Economa; Interventor de Bodegas y Viedos Giol, Eduardo Setti; Antonio Martota, Alfredo Baumler, Carlos Gomila, Asesores de Gabinete del Ministerio de Economa; Alfonso Carlos Ensinck, Subsecretario de Industria, Comercio y Minera; Ernesto Crescia, Interventor Interino de la Direccin Provincial de Turismo; Tefilo Gomila, Director de Industrias; Decio Naranjo, Ministro de Bienestar Social; Sor Graciela Mara Rocamora, Directora Provincial del Menor; Rodolfo Frigeri, Ministro de Obras y Servicios Pblicos (interino); Dardo Olgun, Ministro de Cultura y Educacin; Santiago Teruel, Subsecretario de Educacin. El 4 de Octubre se produce la inesperada, para m, renuncia de Gelbard y su reemplazo por Gomez Morales. Escrib en mis diarios personales: Fue una gran sorpresa: cul haba sido realmente su verdadera fuerza en el Gobierno? Me pregunto si el Gallego me convocar a su equipo. Ante mi requisitoria me respondi: Mendoza es ms importante para su futuro. Adems, si yo fracaso, Vd. me suceder. No pude replicarle.

Crisis de sobreproduccin. Salvar el precio de la uva en definitiva es lo mismo que salvar a Mendoza.

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Para que Giol cumpliera su rol regulador del mercado vitivincola uno de los aspectos ms importantes era aumentar la capacidad de almacenamiento de vino, lo cual era tambin un viejo reclamo de los mendocinos principalmente los pequeos y medianos productores. Hasta ese momento, todo el vino que la empresa Giol no poda absorber deba derivarse a empresas privadas que alquilaban las instalaciones, debiendo pagar no slo los alquileres sino tambin reparaciones, fletes y movimientos entre pequeas bodegas dispersas y las plantas de despacho. A su vez, el reposicionamiento de Giol como ente regulador y lder del mercado de vinos permitira acceder a facilidades crediticias, a largo plazo y bajo inters. Durante el gobierno del General Lanusse se haban tomado medidas de desgravacin impositiva tendientes a incorporar tierras marginales a la produccin vitivincola lo que contribuy a agravar an ms el problema de la sobreproduccin. Las mltiples facilidades brindadas en esos aos anteriores para la produccin de vid de alto rendimiento pero de escasa calidad vnica, provocaron graves consecuencias con una cosecha extraordinaria que arrojaba un excedente sobre la capacidad de almacenaje estimado en 18.500.000 hl. Para acomodar este excedente no haba otra solucin que construir vasijas vinarias o en su defecto exponerse a dejar la uva en la cepa o derramar el vino por las acequias y canales de irrigacin, como haba sucedido en los aos treinta. Esta posibilidad me atormentaba. Fue as que la construccin de vasijas vinarias a travs de Giol adquiri la dimensin de una verdadera obra pblica y se convertira en la planta de almacenaje ms grande del mundo en aquel momento. Eduardo Setti, a quien nombr interventor de la empresa, dijo al quedar inaugurada la primera de las sesenta vasijas: La historia de Giol registra tres momentos trascendentales: el primero fue aquel en que, como testimonio del espritu de una generacin de pioneros, se hizo la ms grande como empresa privada mendocina. El segundo fue cuando el pueblo de Mendoza la hace suya, por una ley peronista, pese a la oposicin de otros sectores polticos. El tercero es hoy, cuando se lanza a hacerse la ms grande como empresa del pueblo de Mendoza. Un hecho tpicamente justicialista es abordar la resolucin de cualquier problema desde sus implicancias polticas, mas concretamente desde su relacin con el poder. Desde el siglo XVII, en las economas vitivincolas, la capacidad de almacenamiento era casi sinnimo de poder. Quien dispona de mayor vasija reglamentaba el comercio del producto y, en consecuencia, dominaba la economa. Se converta en factor de presin poltica. Fue as, que el redimensionamiento de Giol trajo aparejada una nueva distribucin de poder poltico, ya que se incorpor a ese espacio a los sectores histricamente ms desprotegidos, los pequeos y medianos viateros. Expres en aquel momento que: La poltica vitivincola desarrollada por el gobierno tiene un contenido revolucionario y se basa en el principio de que el capital debe ser puesto al servicio del hombre. El gobierno justicialista no se inspira en una concepcin estatista, sino que asume una funcin moderadora y revolucionaria: la de actuar como instrumento regulador cuando los sectores privados no concilian sus intereses. El hecho de que Giol incremente de dos millones a diez millones de hectolitros el volumen de sus compras podr ser objeto de crticas solapadas por los voceros de los intereses afectados. Por eso hemos actuado por sorpresa. Poniendo al descubierto a quienes han estado maniobrando en procura de la cada del precio de la uva.

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El diario Los Andes, tradicional peridico mendocino, recogi en su edicin del 30 de marzo de 1975 las siguientes consideraciones: De no salir el Gobierno de la Provincia en defensa de los productores, la minora econmica integrada hubiera impuesto precios de hambre para la uva de la cosecha de 1975, sin que por ello se hubiera rebajado un solo centavo del precio del vino al pblico. Al respecto, guardo un informe posterior del Dr. Oscar Tangelson titulado Poltica vitivincola y justicia social que reproduzco a continuacin dado que sintetiza los aspectos ms relevantes de esta cuestin. Poltica vitivincola y justicia social. La precisa determinacin de los propsitos y resultados de la poltica aplicada en Mendoza durante el perodo Agosto 1974 a Mayo de 1975 comprende: Justificacin y efectos socio econmicos Aspectos Tcnicos Consideraciones Jurdicas

1) Justificacin y efectos econmicos. Al inicio de la Intervencin Federal del Dr. Antonio Cafiero se prevea en Mendoza una cosecha de alrededor de 26.000.000 de quintales para 1975. Las estimaciones de organismos oficiales e instituciones privadas como el Centro de Bodegueros prevean un dficit de vasijas vinarias de 5 a 6 millones de hl. En efecto, segn Nota 245-I del 5 de agosto de 1974, el Instituto Nacional de Vitivinicultura consideraba indispensable la construccin de 6.831.500 hl de vasija e indicaba que de no llevarse acabo la construccin de las vasijas vinarias, se derramar vino equivalente a 8.000.000 hl. Por su parte, la Asociacin vitivincola Argentina en nota del 25 de julio de 1974 indicaba los problemas ms urgentes, sealando que para las prximas vendimias no se contar con suficiente capacidad de almacenamiento sin que hasta el presente se hayan instrumentado las medidas necesarias. Finalmente las estimaciones del consejo Federal de Inversiones llegaban a un dficit de 10.000.000 hl para 1978. Corroborada la necesidad de la construccin de la vasija vinaria cabe ahora sealar la configuracin del sector productivo en que se insertaran y la responsabilidad e instrumentos a cargo del gobierno provincial. En el primer aspecto, debe advertirse que existan 32.168 viateros en Mendoza con una superficie de 242.150 ha plantadas. El 82% del total de los viedos constituyen propiedades de menos de 10 hs. Alrededor de 15.000 viateros con 82.000 ha no posean bodega propia. Prcticamente el 98% de la produccin total de uva se destina a la vinificacin. Los viateros que no poseen bodega venden su produccin a las bodegas trasladistas. Posteriormente este sector debe vender el producto a las bodegas integradas o a las plantas de fraccionamiento sin bodega. En agosto de 1974 se haba estimado que para cubrir los costos del pequeo productor el precio de venta en el mercado de uva deba alcanzar 2.20 $/kilo. La superproduccin esperada para la vendimia inminente haba determinado que el precio real al que se concretaban las operaciones fuera del 0,80 $/kilo, abonado con documentos con vencimiento al venderse el vino fabricado con dicha uva, es decir, un ao despus.

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Naturalmente los pequeos productores al vender deban firmar recibos por el 2.20 $ establecido como precio. Es necesario advertir sobre el efecto socio-econmico que la provincia de Mendoza experimentaba en circunstancias como la sealada. Si la ganancia se concentra en las grandes bodegas y en los fraccionadores, es evidente su fuga de la provincia e, incluso, del pas. Por el contrario, un satisfactorio beneficio para los pequeos productores se traduce en un intenso proceso multiplicador de la actividad econmica por la demanda generada hacia todos los bienes, productos y servicios vinculados con el consumo y la reinversin de los productores. Ante estas condiciones no caba duda que deba preservarse la equitativa determinacin de precios retributivos. Una accin de fijacin de precios, control e inspeccin no constitua garanta alguna frente a la evidencia objetiva de una produccin extraordinaria y un volumen de vino imposible de almacenar. Por el contrario, la opinin tcnica de las instituciones pblicas y privadas especializadas concordaban en la necesidad de incrementar la capacidad de vasija vinaria. Giol y su rol de empresa orientadora del mercado. La bodega Giol se fund en el siglo pasado y en 1954 el gobierno provincial adquiri la casi totalidad del paquete accionario y se le fij como objetivo cumplir, esencialmente, la funcin reguladora de la industria vitivincola. En 1974 el diagnstico realizado puso de manifiesto la necesidad de recuperar 20 aos de falta de inversin y tomar medidas fundamentales relacionadas con su capacidad de elaboracin y mantenimiento. El plan de reequipamiento se dividi en dos etapas. En la primera se encar la construccin de la vasija vinaria porque la situacin crtica que se avecinaba en la provincia as lo impona. En la segunda se previ el reequipamiento y modernizacin de los equipos automticos de lavado y fraccionamiento, para incrementar las ventas ya que la capacidad de expansin comercial estaba limitada por sus equipos obsoletos y amortizados Magnitud de las obras Qu significaba construir vasija vinaria? Desde 1954 en que el gobierno adquiri la empresa, Giol contaba con una capacidad de almacenamiento de 800.000hl. en slo 6 meses se pensaba quintuplicar esa capacidad, llegar a casi 5.000.000 de hl con lo cual la bodega se pondra en condiciones de atender con celeridad y eficacia a todos los pequeos y medianos productores. Cuando el gobierno anunci este plan de expansin, los expertos en la materia afirmaron que era totalmente imposible cumplir los objetivos propuestos. Frente a la magnitud de las contrataciones a realizar, en un lapso tan perentorio y a fin de salvaguardar la equidad y los intereses de Giol el gobierno design una Comisin Asesora de adjudicacin por decreto 1691. La ampliacin deba completarse sin dilaciones, dada la crtica situacin por la que atravesaba la industria vitivincola. Se decidi construir parte de la vasija con hormign que era ms barato- y el resto con tanques de acero, que era ms rpido. Los materiales previstos consistan en: 7550 ton de chapas de acero; 4000 ton de acero redondo para construccin; 280.000 bolsas de cemento; 300.000 m2 de

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pintura epoxi; 100.000m2 de acero inoxidable en lminas; 200.000 m3 de excavacin. El volumen de materiales requeridos podra asimilarse al necesario para construir 100 edificios de departamento de 10 pisos cada uno. Es extenso el detalle de las construcciones concluidas en menos de siete meses. Las ms significativas: Bodega La Colina de Maip: Vasija de hormign para 1.600.000 hl Vasija metlica para 1.290.000 hl integrados por 38 tanques revestidos en su interior con pintura epoxi y 22 con una lmina metlica autoadhesiva de acero inoxidable producida en Estados Unidos. Bodega General Alvear: 180.000 hl en vasija de hormign Bodega de San Rafael: 317.500 hl en tanque metlico En slo cuatro meses entre marzo y julio de 1975- se construyeron estos tanques, despus requiri cuatro aos, entre 1976 y1979, para concluir el revestimiento de pintura epoxi. Fueron inaugurados el 20 de septiembre de 1979. Las obras estuvieron a cargo de numerosas empresas contratistas a las cuales la Empresa Giol adjudic los trabajos de acuerdo a las instrucciones de la Comisin Asesora de Adjudicaciones. El financiamiento estuvo a cargo del Banco Nacional de Desarrollo, con el aval del Ministerio de Economa de la Nacin y el gobierno de la Provincia. Resultados alcanzados: El primer aspecto a destacar es el de los efectos socioeconmicos que se perseguan con esta obra de extraordinaria magnitud. Al iniciarse la vendimia de 1975 Giol estuvo en condiciones de comprar toda la produccin de pequeos y medianos productores. Con crditos concedidos por el gobierno nacional abon a los mismos 50% al contado y 50% a slo 90 das. Cumpliendo de este modo su funcin reguladora, Giol permiti que el mercado libre de uva fijara en 2.40$/kilo el precio del producto. Se salvaguard la produccin mendocina, el vino no debe correr por las acequias, los pequeos y medianos productores obtienen precios retributivos, el efecto multiplicador trasciende a todas las actividades econmicas, los peridicos de la poca reconocen soluciones para el asombro, el justicialismo es consecuente con sus postulados de independencia econmica y justicia social. Como corresponde a una inicua tradicin que difama a los que construyen, el Dr. Antonio Cafiero tambin lo fue. Pero existen elementos objetivos que si bien no reparan la ofensa inferida, ratifican la inobjetable concepcin econmica, tcnica y jurdica con que desempe su gestin. En un medio y en una fecha insospechables de parcialidad, Diario Los Andes del 29 y 30 de marzo de 1977, se da cuenta de la visita a Giol del doctor Carl Wilhelm Gartel, presidente de la Organizacin Internacional de la Vid y el Ing. Paul Mauson director de la misma. Particularmente la atencin de los visitantes estuvo centrada en la observacin de las vasijas de metal y de las construcciones de almacenamiento de hormign. Con la capacidad de 4.000.000 hl, Giol pasa a ser el establecimiento vitivincola ms grande del mundo. Tanto el Dr. Gartel como el Ing. Mauson se mostraron impresionados por la magnitud de la empresa y formularon consultas respecto a los detalles tcnicos. Al trmino de su visita concluy el Dr. Gartel: Esta bodega es un orgullo para los argentinos. En lo jurdico, el Dr. Antonio Cafiero asumiendo lo que crey siempre su obligacin moral volvi al pas desde Roma, donde haba asumido la Embajada ente la Santa

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Sede, para presentarse ante la justicia. Segn auto del 8/9/76 fue dictaminado su sobreseimiento definitivo, lo que exime de todo comentario.

El nuevo Ministro de Economa, doctor Mosso Furlotti, que tom funciones en el gobierno que me sucedi encabezado por el Dr. Luis Mara Rodrguez, expres: Nosotros estamos en la lnea de seguir lo que podramos llamar la poltica de Cafiero, porque en realidad es de la Nacin aunque implementada de comn acuerdo con el gobierno de la provincia. Estamos satisfechos por los resultados obtenidos por este plan en su aplicacin durante la ltima cosecha, ya que ha permitido que el productor cosechara y llevara lo obtenido a la bodega, evitando de este modo el pnico que se produca en otras pocas cuando existan grupos que se negaban a comprar uva sino que ni siquiera queran elaborar el vino. Por eso la actitud del gobierno ha sido eficaz en la medida que ha permitido adquirir volumen de uva que de lo contrario hubiera quedado en la cepa o por el que se hubieran pagado precios insignificantes. Nosotros queremos seguir esa lnea econmica. Ante la pregunta del periodista sobre cmo definira el plan Cafiero Mosso Furlotti afirm. Se podra definir como un plan destinado a la integracin del viatero en el proceso vitivincola, eliminando el mercado de uva. Eso ha sido una de las grandes aspiraciones de los pequeos y medianos productores porque siempre ese mercado perjudica a la parte ms dbil. Por lo dems, en este momento Giol est en condiciones de regular eficazmente el mercado de traslado con el volumen que ha adquirido y de exigir el pago de los precios oficiales, con lo que en alguna medida terminara el perjuicio que sufran los pequeos viateros que elaboraron por cuenta de terceros y estaban obligados a vender a precios irrisorios. La entrevista finaliz en estos trminos: Creo que no solo debe seguirse con el criterio sustentado frente a Giol sino que debe incrementarse el papel que este tiene. () (Soy optimista) porque creo que la gente va a apoyar mi gestin y porque el gobierno se orienta en medidas y soluciones de carcter popular. Una de ellas es, por ejemplo, contemplar la ayuda al pequeo y mediano productor: por eso el pueblo apoya el plan de Cafiero que tenda, sin lugar a dudas, a su defensa. Si, nosotros estamos en la misma tesitura de defender al pueblo controlando los precios y evitando la especulacin y el desabastecimiento. 1 Los bodegueros ms importantes de Mendoza no me perdonaron nunca porque el viatero entregaba las uvas a las bodegas y cobraba recin al ao cuando el vino ya estaba producido. Yo tuve la osada de documentar esa deuda y hacerle pagar intereses a los bodegueros. Los viateros eran pequeos y sin fuerza, entregaban la uva y la cobraban al ao. A partir de mi gestin, tuvieron un documento en sus manos y cobraron los intereses. Esto nunca ms se modific. Hoy siguen los viateros entregando la uva y cobrando un documento con intereses. Algunos de los ms poderosos bodegueros dijeron: Esta es la destruccin de la historia de Mendoza. Pero hubo otros empresarios y lderes polticos que se manifestaron abiertamente a favor de la obra realizada. Tal fue el caso de Facundo Surez 2 quien, ante los ataques1 2

Diario Los Andes, 2/6/1974. Facundo Surez. Dirigente notable del radicalismo. Con Pern mantuvo una relacin amistosa, en aos de profunda antinomia entre radicales y peronistas. Segn el recuerdo de sus amigos, siempre fue un convencido de la lucha por la unin nacional a partir de la superacin de esas diferencias. Se desempe en la SIDE en los difciles aos de la transicin democrtica, desde 1986 a 1989. Desde all le toc

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que comenzaron a sucederse a los funcionarios peronistas preanunciando el golpe militar, escribi a Eduardo Setti 3 : Ha quedado demostrado que la diligente eficacia de su gestin levant el precio de la uva desde los fantasmales 90 pesos a la realidad de 300 pesos el quintal. Ello promueve una reflexin para consolidar en la conciencia popular, y es cun difcil (y hasta perjudicial) les resulta a los argentinos, tratar de resolver problemas que hagan a la buena salud econmica de la comunidad. El caso particular que le ha tocado protagonizar a Usted en su importante funcin exhibe una gran peligrosidad como antecedente en la administracin de la cosa pblica y es que, una vez ms, otorga la razn a aquellos que asumen la actitudes de dejar pasar dejar hacer en la certeza de que si no hacen nada, pues nada les suceder, aunque el pas y sus riquezas se derrumben. Por ello no he vacilado en enviarle estas lneas, ya que como viatero me he sentido respaldado por su gestin y no quiero sumarme a quienes por ausencia de solidaridad social, o por temor, esquivan los compromisos aun con el propio pas. Estimado amigo, le reitero que estas palabras no persiguen otro destino que el expresarle mi reconocimiento por lo que hizo para salvar el precio de la uva que en definitiva es lo mismo que salvar a Mendoza. Simultneamente, me preocup por alentar la exportacin de vinos mendocinos a distintos pases. Durante mi gestin en el Ministerio de economa, en febrero de 1976, se anunci una venta a Rusia por 12.000.000 de litros de vino blanco escurrido que sumaba ms que todas las exportaciones de vinos que se haban realizado desde nuestro pas al exterior. Fue una venta rcord. En ese nterin, un crdito solicitado en nuestra gestin pudo concretarse de tal modo que el interventor Lucero anunci que Giol estara a punto de consolidar su deuda. Al momento de finalizar la intervencin, funcionaba la Comisin Nacional Vitivincola que era la encargada de resolver definitivamente las crisis cclicas del sector. Con su impulso alentamos la investigacin para la diversificacin de la produccin vitcola: llegamos a establecer los costos industriales, de construccin y equipamiento de plantas elaboradoras de protenas de uva y productos como pan y tabletas de uva y de soja. Luego, durante la dictadura militar, Juan Alemann, Secretario de Hacienda de la Nacin, bajo la ola neoliberal que comenzaba a propiciar la privatizacin de las empresas pblicas, se refiri a las inversiones realmente disparatadas que estaran provocando el dficit del presupuesto nacional y seal a la gigantesca ampliacin de la vasija de la Bodega Giol llevada a cabo durante la intervencin federal. No fue un peronista quien le retruc. En el diario Clarn4 , el ex gobernador de Mendoza durante la presidencia de Arturo Frondizi, doctor Ernesto A. Ueltschi y el expresidente de la Cmara de diputados de esa provincia, Doctor Rodolfo Calvo, publicaron una carta refirindose a las acusaciones de Alemann: El hecho de que la mayora de los productores aboguen por la continuacin de Giol en el mbito estatal es prueba fehaciente de la funcin econmica y social que esa empresa desempea, ya que lejos de contrariar la economa de mercado la preserva y lejos de agredir a la actividadparticipar en crisis de seguridad interna, levantamientos carapintadas y la aparicin de agentes secretos sospechados de actividades ilegales. Fue presidente de la UCR de Mendoza, miembro del Comit Nacional y de la Convencin Nacional de la UCR.3 Diario Mendoza, 21/3/1976. Pag. 54

Diario Clarn, 16 de agosto de 1979. Rplica en una polmica entre Alemann y Frigerio.

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privada, concita su adhesin. Y no est en juego el dficit pblico, pues cuando el secretario Alemann afirma que Giol gravit pesadamente sobre el erario pblico, est reconociendo que ya no es as, puesto que su deuda con la Tesorera fue cancelada. Para mas data sobre lo que se hizo con Giol despus de la intervencin federal del gobierno justicialista cabe recodar que a seis aos de instalada la dictadura militar, en el acto de asuncin de su nuevo interventor, Sr. Gonzlez Villanueva, el ministro de Economa de la Provincia, Ariosto Falaschi, expres: La deuda de Giol al 31 de enero de 1982 alcanza a 500.000 millones de pesos. () los resultados econmicos de los ejercicios comprendidos entre 1973 y 1981, salvo alguna excepcin, significan una cadena de progresivos quebrantos cuya mayor expresin se ubica en el ejercicio 1981 y explica la circunstancia de que al 31 de enero de 1982 la deuda de Giol alcance a 500.000 millones de pesos que incluyen 62.000 millones provenientes de la construccin de la vasija vinaria. 5 A estas afirmaciones le respondi el general Lucero, ex interventor, que Es indispensablemente necesario agregar otra aclaracin a esos aos olvidados por el seor ministro: en marzo de 1976 estaba terminado el noventa por ciento de la vasija vinaria en construccin y, meses antes, el gobierno de la Nacin haba otorgado a Giol un prstamo reembolsable en 15 aos al 8% de inters anual por la suma de 750 millones de pesos con lo que la obra sera terminada. A fines del ao 76 se paralizaron las obras. Desconozco los motivos y el destino de ese crdito. Hubo otros perodos de administracin honrada y exitosa de Giol que no me toca defender pero que me adelanto a decir que tambin han sido silenciados por el seor ministro. 6

Gestin de Gobierno Durante mi gestin se encauzaron las finanzas de la Provincia: las recaudaciones fiscales y no tributarias durante el perodo de septiembre a diciembre del ao 1975 fueron del orden de los 96.3 millones de pesos promedio mensual, frente a los 50,5 millones de pesos que se recaudaban mensualmente durante el perodo de enero a agosto de 1974 merced a los procedimientos encarados de verificacin y control de los contribuyentes. Este era uno de los temas que ms preocupaba al gobierno nacional. En cuanto al presupuesto 1975, para 3.764 millones de recursos se previeron $4912 millones de erogaciones lo que da un dficit de $1.148 millones con $1.419 millones para obra pblica, $623 millones para educacin y $620 millones para salud. Por lo cual el presupuesto provincial afrontara ms del 80% de los gastos de salud y educacin, hecho este que no ocurra en las dems provincias. Comenzamos a construir el estadio de ftbol, donde se jugaran los partidos del Mundial de 1978. Esa obra tuvo una placa conmemorativa que alguien arranc posteriormente. El primer nombre que le asignamos al estadio fue Argentina 2000, poniendo de relieve el horizonte estratgico con que se conceban las decisiones polticas de coyuntura. Y lo hicimos sobre una roca trada por trabajadores de Vialidad Provincial desde la precordillera y que pueblos originarios de la regin haban utilizado para la molienda de granos para su alimentacin Para nosotros constitua un smbolo importante del vnculo de pasado, presente y futuro.5 6

Diario Mendoza. Martes 16 de febrero de 1982. Diario Mendoza. 21 de febrero de 1982.

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Por otra parte haber logrado la subsede para Mendoza fue producto de dos factores: la excelencia tcnica del proyecto, elaborado por dos profesionales mendocinos, funcionarios del ministerio de Obras Pblicas, al que dimos pleno apoyo ante las autoridades deportivas y la visita de Joao Havelange, entonces presidente de la FIFA. La segunda, la que inserta esta realizacin en la concepcin integral del peronismo, es la de su justificacin econmica y social. Frente a la pertinaz oposicin de algunos medios locales que lo vean como un factor de alteracin del uso del Parque General San Martin, al pie del Cerro de la Gloria, destacamos sus efectos en la promocin del desarrollo y en la generacin de empleo. En el primer aspecto Mendoza, que en los aos 50 haba sido el tercer centro turstico del pas, despus de Mar del Plata y Crdoba, contaba en 1974 con menos plazas de hotelera que, por ejemplo, Carlos Paz. La obtencin de la subsede determin, con posterioridad, el otorgamiento de lneas de financiamiento preferenciales para la construccin hotelera y el significativo incremento del turismo. Planteamos entonces que colocar la imagen de Mendoza nevada en las pantallas de televisin de millares de hogares europeos en pleno verano iba a constituir el mejor mecanismo de promocin turstica. En segundo lugar, resultaba necesario expandir la capacidad de creacin de trabajo para 7000 jvenes mendocinos que cada ao se incorporaban al mercado de trabajo. Una actividad agrcola restringida en su expansin por las limitaciones de la existencia de agua y una industria constituida en casi un 70% por la vitivinicultura y el petrleo en ambos casos con tecnologas de capital intensivas - , poda encontrar fuentes genuinas de creacin de empleo solo en los servicios y, especialmente, en el turismo. Se lanz un plan de obras especialmente dirigidas al mantenimiento de la infraestructura y por las caractersticas de la Provincia a dejar en condiciones todos los canales antialuvionales. No hubo que lamentar ningn hecho de inundacin por deficiencia de los mismos. El lector interesado encontrar al final de este captulo una sntesis de la obra de gobierno de la intervencin federal.

El Gato Malla si le pisan la cola. Los diarios de la oligarqua como La Prensa siempre fueron proclives a dar cuenta a la opinin pblica de falencias, reales o supuestas, de los gobiernos peronistas. En varias oportunidades se ocup de mi gestin como interventor en Mendoza. Tambin un pasqun editado por Miguel Bonasso, Noticias, public infundios sobre mi persona en aquella poca. En Mendoza aparecieron una serie de folletines de estilo off de record, con informacin sin fuente probada ni autorizada sino proveniente de usinas de rumores y chimentos, estilo propio del mundo de la farndula. Entre ellos haba uno denominado El gato Malla si le pisan la cola, propiedad del Sr. H. Rodrguez Pappa. En este libelo se ridiculizaba a las autoridades, a polticos y dirigentes gremiales por medio de dibujos y expresiones. Toda la informacin se basaba en supuestos redactados en modo condicional e interrogaciones que aseveraban falsas denuncias. Esta deformacin de la de la realidad lindaba con el abuso. Pues bien, este canallesco peridico y otros que

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aparecan de la misma manera, fueron artfices de una campaa de difamacin sobre mi persona en la que comenz a circular el tema del robo del piano. A esta altura de mi vida poltica, y despus de haber soportado juicios y prisiones bajo el estado de dictadura militar, considero que adems de trabajar por la libertad de prensa, es mucho lo que la prensa independiente tiene que hacer para prestigiar su labor desmerecida y vilipendiada por estos pasquines. Sobre este tema me referir en el captulo denominado La honra del poltico. La despedida de Mendoza. En el contexto de aquella poca y por las condiciones en las que me hice cargo de la provincia, me considero completamente satisfecho por la labor desempeada. En el aspecto poltico, algunos grupos peronistas que haban sido desplazados pregonaron el resentimiento pero tuve una preocupacin constante por propiciar un amplio clima de convivencia entre los diversos grupos sociales y polticos de la Provincia permitiendo transitar del estado de hostilidad permanente que prevaleca a un clima de paz y tranquilidad general del que dan cuenta fehaciente las crnicas de la poca. Mantuve contacto con todos los partidos polticos reconocidos en el distrito. Sus representantes eran: Partido Justicialista, Mauricio Scatamacchia, Unin Cvica Radical, Alberto Ricardo Day, Partido Demcrata, Eduardo Vicchi, Movimiento de Integracin y Desarrollo, Rodolfo Calvo, Frente nico de la Juventud, Isaas Nobel, Frente de Izquierda Popular, Marcelo Hctor Palero, Nueva Fuerza, Luis N. DIgia Cano, Movimiento Popular Mendocino, Alberto Seru Garca, Conservador Popular, Rafael Hugo Gardey, Partido Demcrata Progresista, Juan Jos Ruiz Garasino. La gestin que heredamos era compleja y, tal vez, se vio empalidecida por mi necesidad de viajar continuamente a Buenos Aires en bsqueda de soluciones que muchas veces encontraban escollos. Cabe decir tambin que Isabel Pern acudi solcita y afectiva siempre para tratar de solucionar los problemas de la comunidad mendocina. A cinco meses de gestin de gobierno provincial, en una entrevista con el Ministro de Economa, Alfredo Gmez Morales, me pregunt cmo marchaban las cosas. Mi respuesta sincera fue que, a pesar de las dificultades y limitaciones, iban bien. Su respuesta, entonces desconcertante para m fue: Demasiado bien, Cafiero, demasiado bien. Mi partida estuvo rodeada de emocin y de afecto a mi persona, la que fue recogida por el periodismo. As lo expres a la prensa: La receptividad de los mendocinos para la obra realizada es manifiesta y cordial. Hemos dejado de ser sapos de otro charco para integrarnos a este clima de paz y de trabajo que se respira en Mendoza y he de confesar que si de m dependiera, no dejara a esta provincia por nada del mundo. Mi esposa se siente feliz, mis hijos estudian en colegios mendocinos y nos hemos integrado a una comunidad con la que tenemos coincidencias esenciales. Salvo en la siesta, agrega el redactor del diario, porque el horario de trabajo de los hombres del equipo de Cafiero es ininterrumpido desde las 9 de la maana hasta las 9 10 de la noche, con una breve pausa para comer, que se cumple generalmente en los lugares de trabajo. 7

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Sumplemento Diario Mendoza, 3 de mayo de 1975

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En ese entonces deca La Razn: Que el doctor Cafiero supo granjearse muchas simpatas y amigos a su paso por Mendoza es cosa sabida. Cuando descendi las escalinatas desde los ventanales de los distintos pisos numerosos empleados vivaron su nombre. el lustrabotas que diariamente llegaba a su despacho para atenderlo, Ramn Vidable, se abri paso y lo abraz. Se vio entonces llorar a Cafiero, visiblemente emocionado por el gesto, mientras llegaba hasta el vehculo abrazado a su servidor, entre los aplausos de los presentes.8 El 10 de mayo, el peridico Mendoza public el siguiente artculo, titulado El hombre que se gan el corazn de un pueblo: Ganarse el corazn de un pueblo tradicionalmente aptico para revelar sus sentimientos, como el mendocino que casi un ao atrs prcticamente no lo conoca y que debi conformarse con aceptar la opinin de algunos que decan era un interventor de lujo; que, a regaadientes, y con desconfianza, vio llenar los cuadros gubernativos con tcnicos porteos a los que se supona ajenos a Mendoza y sus problemas; que, tras muchos cabildeos, apel a viejos por as decirlo peronistas mendocinos para completar su gabinete; que en un comienzo se aisl en sus dependencias del cuarto piso de la Casa de Gobierno para empezar precisamente a conocer al pueblo que deba gobernar y ms an, al que deba devolverle la confianza perdida y rescatar de la incertidumbre en su futuro, no era sin duda una empresa fcil. Y el Dr. Antonio Francisco Cafiero no lo ignoraba. Pero sus intenciones y sus planes apuntaban amucho ms alto que aquellas suspicacias y veleidades muy humanas que el tiempo se encargara de transformar en sentimientos de admiracin y respeto, ms todava que por el hombre por el estadista que no prometi, realmente, nada y sin embargo consigui para la provincia recursos y soluciones para el asombro, ya que no para el elogio que, con sencillez de militante entregado a una causa con profunda conviccin, rehuy convencido de que no haca nada ms ni nada menos que cumplir con un deber. El pueblo mendocino, en enorme mayora, as lo fue comprendiendo y, de muy diversas maneras, expres su agradecimiento. No obstante, en la azarosa trayectoria de la vida institucional de la provincia, pocas veces ese pueblo esper a un ex mandatario para demostrarle en la partida su afecto conseguido autnticamente por propios mritos - con la espontaneidad y elocuencia con que lo hizo en la vspera, cuando el Dr. Cafiero, que ya haba entregado el mando, sala por la puerta grande de la Casa de Gobierno (qu exacto juego de palabras para reflejar una gran verdad), para alejarse de Mendoza a cumplir, disciplinadamente, las nuevas funciones que le fueron asignadas por un movimiento que l, como militante, contribuy a hacer grande y popular. En los pasillos del palacio gubernativo, en el largo (o breve?) trayecto alfombrado hasta donde lo esperaba el modesto vehculo particular en que emprendi el viaje hacia nuevos destinos, desde las ventanas de las dependencias oficiales, en la explanada, hubo ruidosas expresiones de adhesin, que se hicieron extensivas a la esposa que, con gran parte de su familia, se haba radicado tambin en esta provincia. All, seguramente, el Dr. Cafiero pudo captar, en su exacta dimensin, el alcance de su hazaa: ganarse en poco tiempo y en buena ley el corazn del pueblo mendocino, representado por quienes haban sido sus subalternos; por quienes fueron solo a eso: a despedirlo y para los que no lo conocan y al verlo por primera y ltima vez se sumaron a la manifestacin, porque por sus obras los conoceris saban que el que parta haba sido uno de los buenos gobernantes que tuvo Mendoza. Y lo sentan. Cuando las lgrimas asomaron a los ojos del ex interventor y respondi con varonil llanto a tanto afecto, sta que era ya su Mendoza comenzaba8 La Razn del 9/5/75.

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a ser nostalgia en su corazn de hombre. Nada tuve que ver con la redaccin o publicacin de este artculo, contra lo que pudiera creerse. No era mi estilo. Regres a Buenos Aires expectante por la situacin del pas. Consign en mis diarios personales mis apreciaciones sobre la difcil coyuntura que atravesaba el gobierno de Isabel Pern. Viernes 23 de Mayo de 1975. Buenos Aires. Ya hace ms de una semana que hemos vuelto de Mendoza. Todo parece un sueo hermoso lo que qued atrs. Sepultados esos terribles momentos de angustia y depresin y luego la despedida triunfal. Jams me lo imagin! Alfredo Gmez Morales renuncia (en oposicin a Lpez Rega) y a pesar de su no muy lucido papel, sale bien. Celestino Rodrigo, el sucesor. Lo llevar a Zinn detrs. Todo un peligro pblico, en medio de la grave crisis econmica (inflacin, dficit fiscal, prdida acelerada de reservas). El plan ortodoxo de Rodrigo haba sido concebido por razones ideolgicas ms que como un intento de desestabilizar el gobierno. Mirando a la distancia, ese plan fue la primera tentativa neoliberal que se produjo en la Argentina, que luego se comenz a plasmar con la dictadura militar y tuviera, ms tarde, amplia presencia en la dcada del 90. Escrib en mis diarios: Domingo 15 de Junio de 1975. Buenos Aires. () el avance de Lopez Rega convertido en centro de referencia de la poltica nacional. Al incluir a Rodrigo en el gabinete, todos hemos tomado nota de su creciente poder. Por supuesto, los efectos sociales y polticos del rodrigazo han avivado el odio de la gente, pero no es menos cierto que muchos sectores de derecha ven en l un aliado y un sostenedor del proceso antizurdo. Lorenzo Miguel se siente desplazado. El hombre gremial de esta nueva constelacin de poder sera Papagno de la Construccin. Los militares guardan silencio y aquiescencia al poder institucional. Las incgnitas del proceso son: 1) Qu pasar con la poltica de Rodrigo? Tendr xito, se desmoronar, provocar reacciones insostenibles, se asentar con el tiempo?; 2) La suerte de Jos Lpez Rega est atada al proceso Rodrigo? No lo creo. Mientras gobierne Isabel, Daniel est seguro; 3) Un desmoronamiento del eje Lopez Rega Rodrigo, arrastrara a Isabel? Tampoco parece probable. Lo cierto es que este desplazamiento hacia la derecha econmica va acompaado de la intensificacin de relaciones con Estados Unidos, que ha apoyado el nombramiento de Orfila en la OEA y tal vez preste la asistencia financiera que se necesita. Ello, por supuesto, no es un buen dato para nuestra gestin en Europa. Lo grave que me queda pocos das y pocos interlocutores vlidos para hacer un anlisis de este tema y tener alguna suerte de directiva concreta. En fin, como siempre, la incertidumbre por delante.

Embajador ante el Mercado Comn Europeo y Reino de Blgica. Est dems decir que fue increblemente fugaz mi paso por la Embajada. Apenas presentadas las cartas credenciales ante el rey Balduino I y la reina Fabiola de Mora y Aragn tuve que partir raudamente con destino a Buenos Aires para cumplir una de las misiones ms difciles de mi vida pblica. As narr los acontecimientos de aquellos agitados das. Jueves 3 de Julio de 1975, Bruselas. Una semana de acontecimientos. Paro y movilizacin CGT ante 17

inminente derogacin por decreto de los porcentajes de aumento logrados en paritarias (la UOM ya haba festejado con una concentracin en Plaza de Mayo, Isabelita presente y agradecida. El viernes lluvia - la Plaza llena de estribillos graves contra el Brujo y Rodrigo. Estuve con Zinn pero casi no pudimos hablar por los gritos y puteadas que se oan. Gran desconcierto generalizado. Sbado, ltimas compras en el centro y expectativa por el discurso con que Isabel contestar a los gremialistas. Impoltico, duro pero realista. 50% ahora y 15% en octubre ms 15% en enero. El domingo partimos mientras las incgnitas flotaban en el ambiente: Cmo reaccionarn los gremios? Habr eleccin de Presidente del Senado? Crisis total? Me visitan Busacca y Conte Mac Donnell: piensan en m como el hombre salvador del peronismo. Ms tarde Sanchez Sorondo y Lalo Paz con la misma cantinela, pero ms orientado al aspecto econmico del asunto. Cuatro horas de demora del avin y finalmente partimos. Llegamos a Pars a las 20.30 hs del lunes. De all en auto a Bruselas. Del Pino no fue autorizado a esperarme. Significa algo de parte de Vignes que se sumara a su reto sobre mis palabras en el Crculo del Plata acerca de Europa vs. Estados Unidos? Primer contacto con la gente de la Embajada. La casa tiene todas las comodidades. Al da siguiente martes- primer da de trabajo en la oficina de la cancillera. Tanteando el ambiente, los temas y el trabajo. Hoy me recibi, brevemente, el Ministro de Relaciones Exteriores, un flamenco cuyo nombre no recuerdo. Pero el centro del asunto, lo que me altera el aparato digestivo, es lo que est ocurriendo en Buenos Aires. Otero reemplazado por Conditti. Massera, con el apoyo de los almirantes, parece que discuti violentamente con Lpez Rega quien le habra hablado del complot para derribar a la Presidente. Los gremios se debaten entre las huelgas salvajes y la decisin (parece) de intervenir la CGT. El Senado da marcha atrs en su decisin de elegir Presidente. Hay amenaza de las tres A. Rodrigo explica la grave situacin del pas. El PP Cristiano pide la renuncia del Gabinete. Isabel se asla. Balbn se lo reprocha. Y la pregunta obligada: Cmo termina esta crisis gravsima? Impondr Isabel su criterio? Con qu fuerzas cuenta? Y si no fuese as, no nos deslizaremos hacia el caos? Mircoles 9 de Julio de 1975, Bruselas. Flores en monumento a San Martn y copa en la Embajada. Hoy las noticias hasta mencionan licencia de la Presidente por sesenta das. Luder, elegido Presidente Provisional del Senado, a pesar de las expresas directivas en contrario de Isabel. Todo da la impresin de una derrota en cascada del lopezrreguismo. Pero dnde se detiene la bola? Momentos difciles y graves que me encuentran alejado del escenario creo que por primera vez en los ltimos veinte aos. Esta semana habr definiciones. Recompondr el tablero Isabel? Quedar Lopez Rega como Secretario Privado? O la ofensiva sindical poltica ir hasta el final? Tiemblo de pensar que pueda ser llamado a un rol en estas circunstancias. Domingo 13 de Julio, Bruselas. En Buenos Aires salen Rocamora y Savino (los menos adictos a Lopez Rega) y entra Bentez a Interior, Corvaln Nanclares a Justicia y Garrido a Defensa. Al parecer quedan Vignes, Rodrigo, Conditti e Ivanissevich. Lopez Rega reemplazado por Villone en Bienestar Social y por Gonzlez en la Secretaria Privada. Formalmente Isabel ha cedido a la presin, pero el equipo Lopez Rega mantiene el poder. Esto anticipa nuevas crisis en el futuro no muy lejano. Y esto, como es inevitable, a costa del pas. Por mi parte, siento el pual de la lejana. No me consuela el pensar que estoy lejos del ojo de la

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tormenta. Debo convencerme que en estas circunstancias es lo mejor que puede pasarme. No habr un da de paz en mi futuro? Lunes 21 de Julio. Bruselas. Da nacional belga. Te Deum y desfile. Mientras tanto, las cosas en Buenos Aires corren de manera alucinante. Renuncia Cairoli, despus los secretarios de Estado en una accin concertada - para provocar la cada de Rodrigo. As sucede. La ofensiva sobre Lopez Rega contina. La Presidente se enferma de gripe. Noticias y rumores sobre su posible licencia que no se concretan. Ayer y hoy: noticias y/o rumores con mi nombre para Economa y para que salgan los otros tres ministros lopezreguistas que quedan en el Gabinete: Conditti, Villone, Vignes. Lopez Rega sale del pas como enviado especial de la Presidente. Acaba de llegar a Espaa. Me llaman Norberto y Leonardo: los rumores sobre mi nombre continan; los otros candidatos seran Ares y Pallarea. Estoy sumamente preocupado y nervioso. Las prximas cuarenta y ocho horas son decisivas para el pas y para mi futuro. Llegar la ofensiva gremial poltica hasta sus ltimas consecuencias? Me llamarn? Y si fuese as qu hacer? La situacin es tan dramtica que me aterra pensarme en ella.

Ministro de Economa Se viva una grave crisis de gobernabilidad: los candidatos a ministros de Economa desistan a los pocos das, haba estallado un conflicto con el campo, prcticamente no exista una poltica econmica y la inflacin pareca indetenible. Calabr, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, que estaba vinculado al golpismo, hablaba de la posibilidad de un milln de desocupados, la prensa extranjera, con ttulos tipo catstrofe denunciaba que la Argentina estaba al borde de la bancarrota, no haba prcticamente reservas en el Banco Central, los compromisos externos parecan impagables, mientras se acumulaban dficits en la balanza comercial y en las cuentas fiscales. A todo esto se sumaba la amenaza de un golpe militar. Fue entonces, en los primeros das de agosto de 1975, cuando recib un llamado telefnico de Rodolfo Frigeri que se desempeaba en el Ministerio de Obras y Servicios Pblicos de la Nacin, informndome que en breve recibira del nuevo Ministro del Interior, Coronel Vicente Damasco, la propuesta de hacerme cargo del Ministerio de Economa. Efectivamente, Damasco realiz el llamado. La sorpresa fue cuando al da siguiente, el diario La Opinin reproduca textualmente en primera plana las dos comunicaciones que haba tenido. Se tomaron las medidas para averiguar cmo se haba filtrado esa informacin. Finalmente el encargado de prensa del Ministerio, Julio Ramos, que luego se convirti en dueo y director del diario mbito Financiero, fue separado de su cargo. Domingo 17 de agosto de 1975. Buenos Aires. Vrtigo. Llamada de Damasco el martes. Un si que me hunde en un pozo de desesperacin. El viaje y pensando como deshacer el compromiso. La llegada. El mensaje de Massera: No acepte. La inminencia del golpe. La conversacin con Robledo: no hay escapatoria (hay que aceptar). Damasco. nuestra logia de los rosarios. Un si arrancado. Isabel: Pinselo bien, seora. Un juramento apotetico. Una primera reunin de gabinete. Una sensacional referencia periodstica. Los primeros hombres del equipo. Reunin con el equipo saliente: la dramtica verdad de la realidad. Formacin del equipo (tarea hasta ahora no definida). Seor: haz que 19

salga de esto con vida. Lbrame del mal y protgeme de mis enemigos. Bendice a tu pueblo. No me hagas morir, Seor! Otro si: soy el hombre de mayor responsabilidad histrica del peronismo. Par el golpe? Por cunto tiempo? Tengo que confesar que en un principio pens en rechazar la propuesta. Decid viajar a Buenos Aires con toda la intencin de explicar las obvias razones de mi desistimiento. Pero al llegar me estaban esperando en Ezeiza numerosos dirigentes de las 62 Organizaciones. Tambin Gelbard y otros lderes empresarios. La opinin era unnime, de la que tambin participaban los editoriales de algunos medios de comunicacin: Cafiero es el nico que puede resolver esta crisis. Si Cafiero no acepta, se cae el Gobierno. Damasco, el ltimo argumento que me dio para que aceptase el cargo, fue el de la necesidad de fundar una logia de los rosarios para combatir la masonera que, a su juicio, dominaba al Gobierno. A esto no le prest la ms mnima atencin. S se la otorgu a sus continuas referencias a que un desistimiento de mi parte traera aparejado el fin del orden institucional. Finalmente, me convenc que no poda, a riesgo de reprochrmelo hasta el fin de mis das, negarle mi colaboracin a la Presidente constitucional de los argentinos en momentos tan decisivos, cualesquiera fueran los riesgos personales que deba asumir. Y acept desempear el cargo de Ministro de Economa. Previamente, le haba dicho a Isabel: Pinselo bien, seora, tal vez yo no sea el ms indicado para ocupar ese cargo, me acusarn de depender de la patria metalrgica y de profesar una ideologa estatista. (((((((((((((((TESTIMONIO DE ISABEL: MADRID, LINARES. ORGANIZAR VIAJE. EN LOS TEMAS, RECORDAR CABJ. ARMAR AGENDA.)))))))))))))))))))))

Convoqu a colaborar a Guido Di Tella en el cargo de Viceministro, Secretario de Programacin y Coordinacin Econmica; Gerardo Mendoza, Secretario de Comercio; Leopoldo Tettamanti, Secretario de Comercio Exterior y Negociaciones Econmicas Internacionales; Rodolfo Frigeri, Secretario de Hacienda; Luis Vasallo, Secretario de Desarrollo Industrial; Eduardo Setti, Secretario de Estado de Energa; Lucio G. Reca, Secretario de Agricultura y Ganadera de la Nacin; Augusto Conte Mac Donell, Subsecretario de Recursos Naturales y Ambiente Humano; Gerardo J. Mendoza, Secretario de Comercio; Secretario de Transporte y Obras Pblicas, Hugo Guillamon; Secretario de Comunicaciones, Ernesto Della Croce; Roberto Vezzoni, Presidente de la Junta Nacional de Granos; Presidente de la Junta Nacional de Carnes: Alberto Schilling; Presidente del Banco Central: Emilio Modelli; Presidente del Banco Nacin, Roberto Ares; Presidente del Banco Nacional de Desarrollo, Armando Blasco; Presidente de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro, Angel Miel Asquia; Presidente del Banco Hipotecario, Guillermo C. Velasco; Presidente Corporacin de Empresas Nacionales, Jos Vistali.

Guido Di Tella

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Sin duda, la personalidad descollante del nuevo equipo econmico era Guido Di Tella. Lo distingua su formacin econmica, su talento, su capacidad de trabajo y, sobretodo, su creatividad. Miembro de una importante y distinguida familia de exitosos empresarios industriales, su verdadera vocacin no eran los negocios privados. Desde muy joven se interes en los temas pblicos y en la poltica. Fue uno de los fundadores de la Democracia Cristiana en nuestro pas y particip activamente en su desarrollo. Haba sido gorila en los aos cincuenta, cuando form parte de los comandos civiles y seguramente haba sido un adherente a la Libertadora y probablemente haba tomado las armas en contra de Pern en aquellos das tempestuosos de 1955. En la dcada del 60, haba viajado a Madrid para entrevistarse con Pern quin lo elogi y tuvo gratos recuerdos para su familia de empresarios industriales. Integr, a mi propuesta, la lista de acompaantes que viajamos en el avin del regreso. Puede decirse que ya estaba convertido en un peronista ortodoxo. Le ofrec su primer escaln poltico: Diputado Nacional por el peronismo en las elecciones legislativas de 1987. La chiflatina que sigui al anuncio de su candidatura en el Congreso Provincial, fue impresionante. Guido la recordaba con el humor que le era caracterstico. Cuando fundamos la Renovacin Peronista, Guido fue uno de nuestros primeros adherentes y escribi varios artculos en los diarios en su apoyo. Enfrent duramente a Herminio Iglesias y poco falt para que alguno de sus hijos se trompeara con l. Estos antecedentes me resultaban suficientes para avalar su candidatura, amn de lo ms importante: su reconocida formacin, capacidad y talento que prestigiaba nuestra representacin parlamentaria. En febrero de 1991, Menem lo nombr Ministro de Relaciones Exteriores. Mi despedida fue: Id y predicad el evangelio peronista en tierra de infieles. Di Tella inscribi su apellido en el listado de frases famosas de Argentina, cuando describi como carnales a las relaciones entre nuestro pas y Estados Unidos. As lo recuerda Juan Carlos de Pablo: Candidato a la chanza por su forma de expresarse, y no por su contenido, su pensamiento puede sintetizarse as: la aceptacin de liderazgos polticos de parte de una gran potencia de predominio natural en la regin del mundo en que un pas est ubicado, lejos de indignidad, es sensatez... Qu duda cabe que para muchos gobernantes y dirigentes polticos, los gestos de desafo a los grandes del mundo generan un intenso placer? Nosotros renunciamos a esa gratificacin porque estamos conscientes de que ese beneficio emocional es para el gobernante, mientras que los costos generados por esos gestos los debe soportar el pueblo (Di Tella, 1991); uno de los problemas bsicos de Argentina fue, durante muchos aos, su poltica de aislamiento con respecto a las corrientes mundiales culturales, econmicas y polticas... Esta actitud aislacionista llev a tener tambin una actitud de confrontacin con los principales pases del Mundo... Lo que hemos hecho, bsicamente, empezando en 1982, pero sobre todo en 1989, fue un cambio de alianzas o de perspectivas. Nos veamos con problemas comunes con los pases del llamado Tercer Mundo, y nos regodebamos en una situacin que tiene que ser visualizada por todos los pases del mundo, como una situacin transitoria no deseada... Con Estados Unidos estuvimos al borde de celebrar 100 aos de mala relacin. Esto, en las dcadas de 1920 o 1930, no tena costo alguno para Argentina, despus empez a tener costos crecientes... No puedo pedir que ahora alguien d las gracias por el gran invento argentino de mantener buenas relaciones con Chile y con Estados Unidos... Algunos dicen que nuestra poltica es frvola. Bueno, en

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cierto sentido lo es. No hablamos de grandes principios, de grandes glorias, sino de cosas prcticas: de cunto nos prestan, a qu tasa de inters y estamos apoyando gestiones como las del Plan [Nicholas F.] Brady... Argentina se ha vuelto hoy un pas claramente confiable en el Mundo, bajo estndares de confiabilidad que existen en el mundo, es decir, no inventamos un estndar de confiabilidad especial para nosotros (Di Tella, 1996). En la misma lnea cabe inscribir su poltica de seduccin a los kelpers, envindoles ositos y tarjetas de navidad. Otra vez, proceder gran candidato a ser tomado en solfa, como cuando aclar, en uno de los ltimos reportajes que concedi, prefiero que los kelpers nos consideren boludos a peligrosos. 9 Pero cometi algo que todava me sigue siendo imperdonable. En una de mis disputas con Menem, el NO LO ENCONTRpblicamente (mbito Financiero) adhiri a las opiniones del ex Presidente, en oposicin a las mas, en trminos para m inaceptables:. Se haba pasado al menemismo con armas y bagajes. No obstante, no interrumpimos nuestras relaciones amistosas que continuaron hasta el da de su prematuro fallecimiento el 31 de Diciembre de 2001.

Estado de situacin Har un racconto de la situacin econmico social a mi llegada al Ministerio de Economa con el anlisis realizado por Norberto Raffoul 10 con fecha 15 de agosto de 1975, oportunidad en la que me hice cargo del Ministerio. La Estrategia econmica del equipo Gelbard: La estrategia econmica del equipo de Jos Ber Gelbard para el sector externo se basaba en tres aspectos fundamentales: a) La apertura de nuevos mercados, en particular en el rea de los pases socialistas; b) El desarrollo de las exportaciones no tradicionales e industriales a travs de todos los regmenes de estmulos (poltica de reembolso); c) el proyecto de expansin de la produccin agropecuaria que se basaba tanto en aspectos impositivos (impuesto a la renta normal potencial de la tierra) como estructurales (el anteproyecto de la ley agraria de Giberti). El marco internacional de junio de 1973 era favorable tanto en lo que hace a la demanda como a los precios de los productos agropecuarios. Los resultados de dicha poltica, que de alguna manera aprovechaba esta situacin global, fue un extraordinario saldo favorable de la balanza comercial; en 1973 se exporta por 3.266 millones de u$s, se importa por 2.235 millones de u$s es decir que queda un saldo positivo de 1.031 millones de u$s. Sin embargo, en Octubre de 1973, estalla la crisis del petrleo 11 cuyasRevista Contexto 647; Enero 1, 2002 Norberto Raffoul. Proceso Econmico Argentino (1973-1975) Cuadernillo Ce.D.E.L. / S.U.E.T.R.A., 15/8/1975. 11 Al respecto Alfredo Gmez Morales dijo: La crisis del petrleo creo que fue algo ms que la gota que desbord el vaso, pero sin duda fue un factor adicional a un proceso que de todos modos se hubiera producido por una expansin exagerada, evidente, del consumo y de las caractersticas de una sociedad de consumo y hasta de derroche. Es decir, ha habido un derroche deliberado y un despilfarro descomunal que fue de alguna manera acumulndose y disimulndose y financindose de una manera ficticia. Fue sumando factores que evidentemente en algn momento tenan que estallar. Yo dira que la cuestin del petrleo fue el detonante de una situacin preexistente, sin querer negar lo que eso significa, porque evidentemente una transferencia de fondos del mundo desarrollado al subdesarrollado, de 70 100 mil millones de dlares, era algo absolutamente imprevisible que ningn economista sospech y por consiguiente no calcul en sus consecuenciasSi esto hubiese pasado de un sector desarrollado del mundo a otro sector desarrollado, la cuestin no sera tan importante. Pero al caer a un sector subdesarrollado,10 9

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consecuencias comenzaran a afectarnos a partir de mediados de 1974. Es que los pases desarrollados intentarn trasladarnos los efectos de sus crisis: as se encarecern nuestras importaciones; caern algunos precios agropecuarios y fundamentalmente se cerrarn importantes mercados para la colocacin de nuestras carnes y lanas). Con todo, durante el desarrollo del primer semestre de 1974, el ciclo favorable continu al punto que las reservas de nuestro pas crecieron hasta alcanzar la cifra rcord de 2.000 millones de dlares. La muerte de Pern y la cada del equipo Gelbard: Si las circunstancias externas se presentaban poco favorables, la muerte del Teniente General Pern, principal respaldo de la poltica desarrollada por el equipo econmico de Gelbard, producir un debilitamiento que agudizar las crticas que sobre el mismo se concentraban, originadas por varias vertientes: a) los intereses agropecuarios que cuestionan airadamamente el proyecto Giberti. b) los sectores empresarios que resisten la poltica del control de precios y c) los sectores sindicales y polticos que proponen peronizar el gobierno; critican el Pacto social, etc. Gelbard intentar negociar para evitar su cada: congela el anteproyecto agrario; dispone una flexibilizacin de precios. Pero ser intil. La Estrategia de Gmez Morales: Gmez Morales se hace cargo del Ministerio en octubre de 1974, en una situacin que en mbito externo comienza a insinuarse difcil. Con la consigna de que no ha de producirse ninguna devaluacin, mantiene esta situacin hasta marzo de 1975, cuando el proceso de crecimiento de los costos internos indicaba razonablemente la necesidad de hacer algunos ajustes al tipo de cambio para mantener la corriente de exportaciones (en particular las industriales). Con Gmez Morales, la poltica de apertura de mercados pierde impulso. Se modifica totalmente la estrategia de expansin agraria: se la hara depender de los incentivos de precios y por lo tanto, se archiva el proyecto Giberti; se suspende la aplicacin del impuesto a la renta potencial de la tierra que deba regir en 1975 y se desmantela el equipo tcnico que preparaba su implementacin. No obstante, los resultados del Balance Comercial para 1974 son favorables: Exportaciones: 4.005 millones de dlares, Importaciones: 3.571 millones de dlares, Saldo 434 millones de dlares.

hay un problema de digestin de todo ese proceso acumulativo. Esos pases no pueden absorber aunque quieran instrumentar planes de desarrollo. El desarrollo es una cosa complicada, no es solamente una mera disposicin de fondos. Tampoco tienen una cultura inversionista a largo plazo, de manera que estn realizando colocaciones a corto plazo en su gran mayora e indudablemente con eso no provocan lo que ha dado en llamarse reciclaje, adecuado de los fondos a los pases que los pueden utilizar en una accin productiva que pueda contrarrestar en parte este desplazamiento inicial. Todo esto ha engendrado un desorden fenomenal que ha hecho casi olvidar la reforma monetaria y todo aquello en que se vena trabajando. Ha sido tremendamente desconcertante. (...) Ustedes han estado tocando el captulo del presupuesto, y es evidente que ac no se trata solo del efecto demostrativo que la poltica presupuestaria pueda tener, sino del hecho de que el 40% de nuestra economa la mueve el sector pblico. (...) Ac no se trata de ser monetarista; pero en las condiciones actuales, no podemos financiar ese dficit con recursos reales ms que hasta cierto lmite, el resto, la mayor parte, es emisin. Monetarista o no, en alguna forma en lo inmediato esa emisin es una forma de recortar el poder adquisitivo. Es tan grave como trasladar el aumento de salarios a los precios, como factor acelerador de la inflacin. Esto hay que hacerlo comprender. Vamos a pactar que el aumento no sea trasladado a los precios, que sea absorbido por el sector empresario. Pero debemos admitir que si al menos una parte de este esfuerzo no lo absorbe el sector publico, este est provocando lo que queremos evitar en el sector empresarial: es decir, un factor de aceleracin de todo el proceso inflacionario. . Discurso con motivo de la Reunin de Ministros de Economa y Hacienda Provinciales. 25/2/1975

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En 1975, la situacin comienza a agravarse: Comienza a registrarse una cada importante en las exportaciones, donde se prevee que no podrn alcanzarse los totales de 1974; se registra un crecimiento inusitado de las importaciones donde se observa tanto un incremento de los valores pagados (mayores precios internacionales, sobrefacturacin) como un incremento en el volumen (acumulacin de stocks de elementos importados dado el precio favorable que determina el tipo de cambio vigente). Se registran importantes vencimientos de la deuda externa, tanto pblica como privada con estimaciones del orden de los 2.800 millones de dlares. Todo ello produce una alarmante cada de las reservas que llegan a junio de 1975 a los 700 millones de dlares. Este es el panorama del sector externo, en el momento de la asuncin de Rodrigo al ministerio. Corresponde analiza la evolucin de la situacin interna. 1) La Poltica Econmica del Gobierno Popular: la estrategia econmica elegida por el General Pern se planteaba los siguientes objetivos: a) asegurar una poltica de pleno empleo, eliminando la desocupacin; b) promover una poltica de redistribucin del ingreso, comenzando por asegurar el de los trabajadores. Esta estrategia se basaba en la expansin del mercado interno y el control de la inflacin. Para lograr esto ltimo, se propuso el Pacto Social, tenazmente defendido por el propio Pern, al tiempo que se instala un severo control de precios. Completan la descripcin de esta estrategia, las formulaciones del Plan Trienal para la Reconstruccin y Liberacin Nacional lanzado a fines de 1973. Esta poltica comienza a dar sus frutos a poco de implementarse. Mientras los ndices que reflejan el crecimiento de los precios caen a niveles mnimos, se registra una mayor demanda por el aumento del consumo popular que da lugar a una mayor produccin y a una utilizacin plena de la capacidad productiva instalada que hasta ese momento operaba al 70 u 80%. Ello da lugar a que en 1974 se logre un aumento del producto bruto interno del 7,2%, el ms alto de los ltimos nueve aos, superando las previsiones del Plan Trienal. Las dificultades que encuentra esta poltica: Sin embargo, a comienzos de 1974 esta poltica comienza a tener sus primeras dificultades, que centralmente las podemos ubicar con origen en: a) La situacin de crisis internacional que produce escasez de determinados productos que adquirimos e incrementa su precio. b) Las maniobras de los sectores empresarios que se oponen a esta poltica y tratan de sabotearla por diversos medios. Comienzan a aparecer dos fenmenos: el desabastecimiento y el mercado negro (sobre precios). El desabastecimiento real se produjo porque las siguientes razones: a) la utilizacin plena de la capacidad instalada provoc cuellos de botella sectoriales, es decir, algunos productos no se producan en la cantidad necesaria para satisfacer la demanda. La forma de resolver la situacin es realizando nuevas inversiones o reinvirtiendo las utilidades para aumentar la capacidad instalada. Los sectores empresarios omiten efectuarlo tratando de sabotear, a mediano plazo, la poltica econmica. b) La falta de algunos elementos importados ya mencionada. El desabastecimiento artificial se gener a partir de la actividad especulativa de algunos sectores y prcticas de contrabando entre Argentina y algunos pases limtrofes. El mercado negro. Este fenmeno, (la aparicin de sobreprecios que no se facturan por contravenir los precios aprobados oficialmente), a su vez est determinado por: a) el desabastecimiento real y artificial, ya mencionado. b) la aparicin de

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aumentos en los precios internacionales (inflacin importada) que encuentra rigidez oficial en la poltica de precios que pretende que las empresas absorban los mayores precios (costos). Las consecuencias del mercado negro son de varios tipos: incremento en los precios que pese a no estar en los ndices oficiales existe en la realidad, es decir, provoca inflacin; generacin de una masa de dinero que escapa al circuito econmico. No se reinvierte en las empresas sino que se dirige a actividades especulativas (remesas al exterior, compra de dlares, inversiones inmobiliarias, autos, etc.). Esto trajo perjuicios al Estado, ya que aumenta la evasin impositiva disminuyendo sus ingresos e incrementando, por consiguiente, el dficit presupuestario. Este ltimo, junto con la desactualizacin de las tarifas de los servicios pblicos determina la lenta ejecucin del Programa de Obras pblicas previsto en el Plan Trienal. Para defender el salario real de los trabajadores, el General Pern convoc a la Gran paritaria nacional y dispuso el aumento general de los salarios en el mes de marzo. A mediados de 1974, Pern habla con toda claridad en su discurso del 12 de junio llamando a los trabajadores a la defensa del Gobierno. Para restaurar el poder adquisitivo de los trabajadores respald la asignacin de medio aguinaldo complementario. Al morir Pern, se debilit completamente la estrategia econmica del equipo de Gelbard que queda inerme a las crticas de todos los sectores. Gelbard intent realizar algunas concesiones, pero debe finalmente alejarse en octubre de 1974. La poltica econmica de Gmez Morales. Si la estrategia del equipo Gelbard se basaba en la concertacin entre empresarios y obreros, aunque el papel de los trabajadores era reducido a aspectos formales, Gmez Morales, ms all de las declaraciones har abandono de esa concepcin y se manejar con criterios propios o a lo sumo respondiendo a las presiones de los distintos sectores. Ya mencionamos que otro de los elementos que caracteriz la gestin de Gmez Morales fue la poltica de conciliacin con los sectores agropecuarios y volver a los tradicionales incentivos de precios. Pero la preocupacin fundamental de Gmez Morales fue la de incrementar la inversin para aumentar la capacidad instalada. Para ello parti de la idea de que exista una falta de rentabilidad de las empresas motivada por la rigidez de la poltica de precios. Entonces, para alentar las inversiones haba que ofrecer mayores utilidades; para ello dispone la flexibilizacin de los precios que ejecutar desde la Secretara de Comercio. Esta situacin anmala (ya que las empresas no registraban obviamente en sus balances deficitarios o en rojo las operaciones realizadas en negro) provoc que el proceso inflacionario se acentuara, tanto a travs de las autorizaciones oficiales de aumentos de precios como el desborde o descontrol empresario que increment los niveles de desabastecimiento y mercado negro, con todas las consecuencias a la vista. Tanto es as que se produce una inevitable reaccin sindical en defensa del salario real de los trabajadores. La Gran Paritaria Nacional que ya haba dispuesto un nuevo aumento en octubre de 1974, al iniciar la gestin Gmez Morales, debi volver a reunirse en febrero de 1975. En el medio, la gestin Alloati, provoca violentas crticas por parte de la CGT pese a lo cual, su accionar sigui vigente. Otro elemento que caracteriz la gestin de Gmez Morales fue el tratamiento que dio al tema de las inversiones extranjeras, ya que se manej con una postura diferente a la sustentada hasta ese momento. As paraliz los proyectos de nacionalizacin de Siemens, Italo y Standard Electric, insinu la necesidad de suavizar las disposiciones de la Ley de Inversiones Extranjeras sancionada en 1973 por el Congreso, viaj a Estados Unidos para promover dichas inversiones, realiz contactos con el Fondo Monetario Internacional para concretar un prstamo stand by.

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Finalmente, ante la situacin crtica que se presenta en el sector externo, presenta un plan econmico en abril de 1975, centrado fundamentalmente en la necesidad de reducir el exceso de la demanda (es decir reducir el consumo popular) e incrementar la rentabilidad de las empresas por la va de fijar topes a las paritarias. Gmez Morales no obtiene el respaldo poltico necesario para llevar adelante su plan y renuncia los ltimos das de mayo de 1975. El 2 de julio de 1975 asume el Ing. Celestino Rodrigo, un hombre clave del grupo de Lpez Rega que haba ocupado el cargo de secretario de Seguridad Social en el Ministerio de Bienestar Social adems de dirigir la Cruzada de la Solidaridad. En la Secretara de Programacin y Coordinacin Econmica, prcticamente en el cargo de Viceministro, fue designado Ricardo Mansueto Zinn, y entre los asesores del nuevo ministro se encontraban Nicols Catena y Pedro Pou. El diagnstico de este equipo no difiere mayormente del que haba realizado Gmez Morales. Se diferencia en el hecho de que opone a las tesis gradualistas de este ltimo, un tratamiento de shock que provocar en poco menos de un mes el desquiciamiento de la economa. Las medidas ms importantes tomadas por Rodrigo fueron las siguientes: a) la devaluacin de la moneda, dirigida a incrementar las exportaciones y disminuir las importaciones -super el 100 por ciento-; b) el aumento de la tarifa de los servicios pblicos (combustibles, transportes, gas y electricidad se incrementaron entre 40 y 75%), para disminuir drsticamente el dficit estatal y la liberacin de los controles de precios, provocan junto con el aumento de los precios importados, un alza del costo de vida. Si a este aumento del costo de vida, le sumamos el intento de poner topes a las paritarias, la consecuencia inevitable fue la disminucin del salario real y el menor consumo interno. El tipo de cambio deba ser el precio con mayor aumento, seguido por las tarifas pblicas, luego los precios de los bienes, y en ltimo lugar los salarios. La reduccin del salario real era vista como una condicin imprescindible para lograr el ajuste. Tenemos as un cuadro de recesin (menor renta, menor produccin) al que se sum la aplicacin de restricciones crediticias (aumento de las tasas de inters) con lo cual las pequeas y medianas empresas entraron en virtual situacin de quiebra siendo absorbidas por las grandes empresas con el consecuente proceso de concentracin de capital. Adems el proceso recesivo, en tanto la pequea y mediana empresa son las que emplean mayor mano de obra, gener desocupacin que junto con la disminucin del salario real, mejor los ndices de la productividad de la mano de obra contribuyendo a favorecer la rentabilidad empresaria. El programa de ajuste obtuvo el apoyo del establishment como los que se nucleaban en el Consejo Empresario Argentino, presidido por Jos Alfredo Martnez de Hoz, y tambin sectores agropecuarios. En el plano monetario, las consecuencias del shock haban reducido la cantidad real de dinero en la economa. A pesar de ello, la vigencia de tasas de inters nominales inferiores a la altsima inflacin desatada y la existencia de activos reales y financieros que se apreciaban con los precios muy por encima del costo del crdito, haban convertido a la city en un veldromo donde rampantes circulaban las ms diversas bicicletas: la especulacin, el atesoramiento de divisas, el agio y el desabastecimiento estaban a la orden del da.

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Ante esta situacin, todos los sectores tratan de preservar la participacin del ingreso. Los sectores empresarios producen una tremenda escalada de aumentos de precios en parte por el incremento de los costos que significan estas medidas pero fundamentalmente tratando de cubrirse preventivamente ante la expectativa inflacionaria planteada. El Movimiento Obrero reacciona consiguientemente, desbaratando en sucesivas instancias la maniobra de establecer topes a las escalas salariales de las paritarias que culmina con un paro de la C.G.T el 7 y 8 de julio que termina con la homologacin de las paritarias y la renuncia del gabinete. El plan Rodrigo queda desarticulado. Hay un intento de perpetuarlo (se realiza una nueva devaluacin de la moneda) pero la suerte de Rodrigo, ligada a la de Lpez Rega, est echada. Deja el Ministerio en el momento en que Lpez Rega abandona el pas. Si el plan Rodrigo buscaba iniciar un proceso con reduccin del consumo y recesin, que generar desocupacin y una recomposicin de la estructura productiva a favor de las grandes empresas, la cada del Ministro, en la medida en que no se implementan contramedidas, no modific las consecuencias del Plan. Tal es la caracterstica de la gestin de Pedro Bonani, que dur tan solo tres semanas y que no pas de las buenas declaraciones, por lo que el Plan Rodrigo permaneci vigente. En primer lugar, durante los meses de junio y julio, los sectores populares que deban hacer frente a los nuevos precios vigentes, con los sueldos del mes de mayo, apenas incrementados por el cobro del aguinaldo, restringieron su consumo y lo reorientaron a fin de atender las mnimas necesidades de subsistencia. Esto provoc una cada de la demanda, que es particularmente notoria en algunos sectores de la actividad econmica (desde los automotores hasta la indumentaria, pasando por los artculos del hogar.) A fines de julio, las empresas se encuentran, por lo tanto, con que sus ingresos han disminuido y no pueden hacer frente al pago de los nuevos niveles de remuneraciones. El crdito bancario, cuando llega, resulta insuficiente. Comienzan a registrarse suspensiones y despidos. Algunos empresarios optan por renegociar los convenios con las comi