canadá y estados unidos

41
TEMA 15 CANADA Y EE.UU.: ASPECTOS FISICOS Y HUMANOS

Upload: fmming

Post on 10-Jul-2016

25 views

Category:

Documents


12 download

DESCRIPTION

Geografía

TRANSCRIPT

Page 1: Canadá y Estados Unidos

TEMA 15

CANADA Y EE.UU.:

ASPECTOS FISICOS

Y HUMANOS

Page 2: Canadá y Estados Unidos

Esquema.

1. INTRODUCCION. 1.1. Rasgos generales.

- Gran disponibilidad de superficie. - Grandes unidades de relieve. - Ocupación del territorio marcada por el fenómeno

colonial. - Area con grandes contrastes demográficos.

- Abundantes recursos y materias primas. - Acusado proceso industrializador.

1.2. Conexiones.

1.3. Esquema.

2. ASPECTOS FISICOS DE CANADA Y ESTADOS UNIDOS. 2.1. Canadá. a) Relieve (este-oeste). - Unidades estructurales: montañas hercinianas (Apalaches), escudo canadiense, llanuras interiores y montañas jóvenes (Rocosas).

Page 3: Canadá y Estados Unidos

- Evolución geológica (describir en cada unidad de relieve). b) Clima y vegetación (norte-sur): ártico (tundra), subártico (taiga), continental (gramíneas), templado pacífico y templado atlántico (bosque). c) Fluviología. - Rasgos generales. - Ejemplo significativos de ríos: San Lorenzo, Yukón. - Importantes zonas lacustres.

2.2 Estados Unidos. a) Relieve (este-oeste).

- Unidades estructurales: llanuras costeras atlánticas, montañas antiguas (Apalaches), llanuras interiores, montañas jóvenes (Rocosas), llanuras costeras del Pacífico. - Evolución geológica (describir en cada unidad de relieve).

b) Clima y vegetación (norte-sur): continental (gramíneas), tropical húmedo (bosque tropical), templado atlántico (bosque caducifolio), templado pacífico (bosque mediterráneo de pináceas), desértico. c) Fluviología. - Rasgos generales. - Ejemplo significativo: Missisipi. - Grandes Lagos.

3. ASPECTOS HUMANOS. 3.1. Canadá. a) Poblamiento y colonización. b) Movimientos naturales de la población. - Natalidad. - Mortalidad. - Crecimiento vegetativo. c) Conflictos humanos actuales: el nacionalismo de Quebec, la problemática de los pueblos autóctonos.

3.3. Estados Unidos. a) Poblamiento y colonización. b) Movimientos naturales de la población. - Natalidad. - Mortalidad. - Crecimiento vegetativo. c) Conflictos humanos actuales: conflictos raciales, religiosos y culturales (asimilación anglosajona), problemática de los pueblos autóctonos.

Page 4: Canadá y Estados Unidos

4. GRANDES AREAS DE CONCENTRACION HUMANA Y SU CONEXION ECONOMICA. * Ejemplo significativo: Grandes Lagos*. (*) - Localización, densidad y ciudades más importantes. - El factor industrial como motor del asentamiento de la población: + Origen histórico. + Situación actual.

5. CONCLUSIONES.

6. BIBLIOGRAFIA Y MATERIAL DIDACTICO.

7. PLANTEAMIENTO DIDACTICO.

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────1. INTRODUCCION

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────

Si algo caracteriza a estos dos países objeto de nuestro estudio es la gran disponibilidad de superficie. De una superficie total del continente americano de 42.083.606 km2, América del Norte, que comprende las tierras situadas al norte del istmo de Panamá, repartidas entre México, EE.UU., Canadá y Groenlandia, abarca 23.471.000 km2. Es decir, más de la mitad de la superficie total la constituye estos cuatro países, la mayor parte EE.UU. y Canadá, repartiéndose el resto del territorio un gran número de

Page 5: Canadá y Estados Unidos

países.

Pero no es la gran extensión la única característica compartida por estos gigantes del Norte, sino que es posible encontrar toda una lista de rasgos generales comunes: grandes unidades de relieve, ocupación del territorio marcada por el fenómeno colonial, áreas con grandes contrastes demográficos, abundantes recursos y materias primas y un acusado proceso industrializador.

El relieve de América del Norte está compuesto por cuatro grandes unidades: el escudo canadiense, las montañas de plegamiento herciniano, las estructuras horizontales y subhorizontales del interior, y las montañas de plegamiento alpino. De ellas hablaré con mayor profundidad en el apartado correspondiente. Los rasgos del relieve, junto al clima, determinarán en gran medida que sean países con grandes contrastes demográficos, con zonas densamente pobladas y zonas prácticamente deshabitadas por su inhospitalidad.

Teniendo en cuenta también el papel que va a tener en este tema el fenómeno colonial respecto al poblamiento, introducido por el este y desplazador de la población autóctona hacia el interior, y posteriormente a reservas o a zonas poco atractivas para el hombre blanco. Este siempres se ha sentido atraido por las zonas de abundantes recursos y materias primas (tierras fértiles, minería, etc.) en primer lugar, y más recientemente, por las zonas industrializadas, tieniendo en cuenta que son países desarrollados con un acusado proceso industrializador.

Una vez expuestos los rasgos generales que caracterizan a Canadá y Estados Unidos, decidir que estructura se le da al esquema tiene gran importancia didáctica. Considerándola, es por lo que me ha parecido más asequible hablar de estos dos países por separado, en dos grandes puntos, obedeciendo al título del tema. Con lo que primero expongo los aspectos físicos del uno y a continuación los del otro, y así respectivamente, ofreciendo la doble posibilidad de ver sus semejanzas y diferencias, sin basarme en ninguna de las dos.

Por último, se pueden establecer conexiones con los siguientes temas del temario:

Tema 9: Las actividades terciarias en las economías desarrolladas.

Tema 10: El proceso de urbanización en el planeta. ...

Tema 16: Los países iberoamericanos: problemática...

Tema 42: Imperialismo y expansión colonial. Los conflictos internaciona les antes de 1914.

Tema 66: Independencia y desequilibrios en el mundo actual. Desarrollo y subdesarrollo. Desarrollo sostenible.

Page 6: Canadá y Estados Unidos

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────2. ASPECTOS FISICOS DE CANADA Y EE.UU.

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────

2.1. Canadá.

a) Relieve (este-oeste).

Entramos ya directamente en la descripción del relieve canadiense, siguiendo una orientación determinada: este-oeste. En ese orden encontraremos las siguientes unidades de relieve:

1. Apalaches.2. Región de los Grandes Lagos y del San Lorenzo.3. El Escudo Canadiense.4. La Llanura de la Bahía de Hudson.5. Las praderas.6. Las Montañas Rocosas.7. La costa del Pacífico.

Page 7: Canadá y Estados Unidos

8. La región de las islas árticas al norte del país.

El centro de todo el país y centro-este se hallan ocupados por una inmensa plataforma, el Escudo Canadiense, que cubre 4.533.760 km2, y se deprime en torno a la Bahía de Hudson. Es de edad precámbrica, y constituye la pieza clave de la parte septentrional del continente. Sobre el escudo canadiense se han labrado amplísimas llanuras, tan sólo accidentadas por relieves muy poco acusados, que resaltan las diferencias biológicas y la dureza del roquedo, o por escarpes y fosas tectónicas que, en ciertos lugares, alcanzan una grandiosidad inigualable.

Al SE del Escudo se levantan los Apalaches; desde Terranova hasta la frontera con EE.UU., se extiende la porción canadiense de los Apalaches. Plegados a fines del Primario, por el plegamiento herciniano, fueron posteriormente arrasados para ser rejuvenecidos después por la tectónica alpina, con el consiguiente encajamiento de la red fluvial. Los valles sumergidos forman bahías y fiordos, y los anticlinales arrasados proyectan penínsulas y cabos. Las mayores elevaciones de la cordillera nunca sobrepasan los 2.500 metros de altitud. Separan las planicies costeras del Atlántico de las llanuras del interior. Forman una cadena montañosa muy erosionada y boscosa, originada por un choque de placas hace unos 245 millones de años.

Al mediodía no existe reborde montañoso de la zona central, sustituido al Este por los Grandes Lagos y el estuario del San Lorenzo, y al Oeste por las llanuras estadounidenses.

Amplias zonas de llanuras y colinas tienen origen terciario. Las bajas tierras del San Lorenzo, la más reducida de las porciones de la cobertera, contienen depósitos cuaternarios que se extienden sobre más de 100.000 km2 y desempeñan un papel esencial en esta área vital para el Canadá moderno: Sur de Quebec y de Ontario.

Al Oeste, Las Rocosas bordean las llanuras del interior y forman una ingente masa montañosa en la que se distinguen tres grandes unidades: la cadena de las Cascadas (las Canadian Rockies), situadas en el interior, que elevan sus cimas alpinas y dentelladas sobre los 3.000 y 4.000 metros (Albata, 4.144 m.). En el litoralo se alinea la Coast Range, con altitudes de hasta 2.500 metros, descendiendo a una costa de profundos fiordos que limitan del lado del mar al archipiélago de la Reina Carlota y a la isla de Vancouver. Entre ambas unidades hay mesetas y macizos cubiertos a mediodía por lavas volcánicas y drenados por el río Frases.

Dos rasgos morfológicos hay que destacar entre otros muchos. En primer lugar, la importancia de las superficies de erosión que arrasan tanto el Escudo como las cimas y valles de los Apalaches, las cordilleras y las cadenas árticas. En segundo lugar, la trascendencia de las formas y depósitos glaciares que explican a su vez, especialmente en el Escudo y en las montañas, la densidad geográfica de ríos y lagos que hacen de Canadá un enorme bastión de agua dulce no sólo en los Grandes Lagos, sino también en gran parte de la superficie del país.

Page 8: Canadá y Estados Unidos

b) Clima y vegetación (norte-sur).

A causa de las dimensiones de Canadá y de la diversidad de sus regiones geográficas, el clima presenta características muy variadas. En general, a la influencia de la latitud y de la elevación sobre el nivel del mar, hay que añadir la de los vientos, que soplan a menudo preferentemente del Oeste, y que contribuyen a transformar el clima canadiense de cálido a templado durante el verano, y de templado a frío, en el invierno. También influye en el clima la maciza configuración del territorio, privado del beneficio de mares que se adentren en el interior; la disposición de las cadenas montañosas, norte-sur, las corrientes marinas, que bañan de modo diverso trechos de costa del Atlántico y del Pacífico; y, por último, el régimen de lluvias tan variado.

* Artico (tundra).-

La región ártica comprende los archipiélagos del Norte y gran parte de Canadá, hasta abarcar, si bien no con excesivo rigor, la península del Labrador y el escudo hudsoniano. Supera un clima frío, con inviernos muy largos y rigurosos, sobre todo a lo largo del Atlántico, bañado por la corriente fría del Labrador, mientras que en el Pacífico se deja sentir todavía el influjo benéfico de la corriente templada de Alaska.

En este norte, que abarca una vasta área de 4 millones de km2, lo que equivale más o menos a media Europa, se extiende la interminable zona de la tundra, o bien bajo el blanco velo de la nieve, aunque de poco espesor, porque en esta latitud son escasas las precipitaciones, o bien aflorando entre musgos y líquenes multicolores, cuando el hielo se retira de la superficie. El subsuelo permanece perennemente duro y helado, incluso durante el breve verano, porque la suma de calor y de luz de la larga jornada estival no logra penetrar mucho en profundidad. Desolador paisaje en su conjunto, aunque a los largos meses invernales sigan después los breves meses de verano, en los cuales la tundra aparece aquí y allá revestida de verde y de flores, de rojas saxífragas y, a veces, incluso de abedules y sauces enanos.

Media de 4ºC en julio y mínima absoluta de -53ºC en enero.

* Subártico (taiga).-

El valle del Mackenzie y el cuerpo principal del escudo soportan un clima subártico: dos meses de verano presentan una media superior a 10 ºC, con algunos días calurosos. Los inviernos son largos y rigurosos (media de -25 a -30ºC en enero) con poca nieve en el noroeste, pero con nieve abundante y violentas tormentas en Ungava-Labrador.

En los límites meridionales de la tundra el bajo manto vegetal cede lugar poco a poco, a plantas de troncos más altos, bajo la influencia de temperaturas estivales más

Page 9: Canadá y Estados Unidos

altas y de mayor pluviosidad. Las bajas hierbas y los matorrales le dan al paisaje un característico aspecto de estepa.

También pertenecen al dominio de la taiga el bosque boreal, donde predominan al norte los pinos y los alerces, al sur los álamos, las encinas, las hayas y sobre todo los arces.

* Continental (gramíneas).-

Las tres provincias de las praderas (Manitoba, Saskatchewan, Alberta) tienen clima continental con vientos que barren en cualquier estación la inmensa llanura escasamente arbolada. En invierno, las tempestades de nieve, acompañadas de un frío intenso, llegan a paralizar toda actividad, mientras que, en primavera, el viento Chinook, que sopla del mediodía, ocasiona rápidos e imprevistos deshielos. El verano en estas provincias es cálido de día, fresco o frío de noche; las lluvías no son abundantes, pero suelen caer bien distribuidas (es decir, en la tardía primavera) para los cultivos de los cereales.

El fértil suelo negro se ha formado gracias al depósito de sedimentos a lo largo de los tiempos y permite el cultivo de una amplia gama de cereales y granos. Bajo la superficie hay yacimientos de petróleo y gas.

Los extremos más avanzados de los bosques de coníferas se encuentran en las márgenes de los ríos que penetran en el corazón de la tundra. Estos alerces y abetos son el primer anuncio del bosque boreal, que cubre, en el centro, la gran llanura, al este, las tierras que confinan con el valle del San Lorenzo y al oeste, las inclinadas vertientes de las montañas Rocosas. En este área se concentra una enorme riqueza de madera, sólo en una mínima parte destruida por el hombre. Unicamente en las riberas de los Grandes Lagos canadienses y, en parte, a lo largo del San Lorenzo, la tala ha cambiado casi por completo el primitivo aspecto de la región para dar paso a una amplia área agrícola.

Limitando la selva boreal por occidente está el alto umbral de las montañas Rocosas, que detiene a los húmedos vientos del Pacífico, y encierra en las mesetas del centro una vegetación formada por bajas hierbas y matorrales que confieren al paisaje el característico aspecto de estepa.

El bosque boreal de coníferas es el protagonista fundamental del Escudo, cubriendo bastante más de la superficie de Canadá.

* Templado pacífico (bosque subalpino predominante).-

En las Montañas Rocosas el bosque subalpino de coníferas deja paso hacia la costa al bosque caducifolio, al que hace posible la influencia marítima.

Page 10: Canadá y Estados Unidos

La región del Pacífico comprendida entre las Rocosas y el océano, es una de las más variadas y complejas. Se trata de un conjunto de valles pintorescos, con grandes extensiones de bosques y blancas cascadas, subdividido por numerosos grupos de montes, entre los cuales destaca la llamada Cadena Costera (Coast Mountains), que no tiene el carácter de una barrera ininterrumpida, sino más bien de un festonado montañoso que corre paralelo al océano Pacífico. Una segunda cadena, al exterior, ha quedado en parte sumergida por el mar, y deja sobresalir, acá y allá, entre fiordos y canales ramificados, las cimas de las islas. Ríos impetuosos aseguran amplias disponibilidades de energía hidroeléctrica, pero las industrias se concentran sólo en la gran ciudad de Vancouver.

Las nieves perpetuas que cubren la cadena costera llegan a bajar, a veces, hasta los 500 metros de altitud, y las blancas cimas son visibles, con frecuencia, en las inmediaciones del mar.

Al otro lado de las Montañas Rocosas está, en la vertiente del Pacífico, el mejor clima de todo el Canadá: en Victoria, en la isla de Vancouver, generalmente no hiela ni siquiera en enero. El verano es fresco en la costa, más cálido en el interior; las lluvias son copiosas en el litoral (que reciben mayores precipitaciones que el del atlántico) y en los montes, y, en conjunto, escasas en el resto de la provincia de Columbia.

* Templado Atlántico (bosque caducifolio).-

Las provincias atlánticas (desde Nueva Brunswick a Terranova) muestran en mayor medida que las demás la influencia de los vientos sobre la temperatura invernal: el clima de Terranova puede considerarse continental, a pesar de que se trate de una isla de dimensiones no muy grandes. Las masas de aire procedentes del interior de Canadá, ejercen en ella un influjo predominante, mientras que la influencia marítima sólo se deja sentir durante la primavera y al comienzo del verano cuando tienen lugar las grandes nieblas. El otoño es la región más lluviosa en la costa atlántica.

La región de los Lagos y del San Lorenzo tiene un clima más favorable. Los veranos son, a veces, cálidos; pero, más frecuentemente, se ven refrescados por las lluvias; el otoño y la primavera son templados; los inviernos más bien rigurosos, pero con variaciones de la temperatura no muy relevantes. Conviene tener presente que esta región, o sea, la parte meridional de las dos provincias de Ontario y Quevec, comprenden cerca de los 3/5 de la población canadiense.

Mientras en las cordilleras pacíficas son predomiantes las gigantescas coníferas como la tuya y el abeto Douglas, en los Apalaches y zonas circunvecinas predominan los árboles de hoja ancha; como el arce, la encina, el castaño, el chopo y el haya.

c) Fluviología.

Con razón se ha hablado de la geografía del agua en el Canadá. Los ríos reunen

Page 11: Canadá y Estados Unidos

casi un 10% del caudal de todos los ríos del mundo. Añádese la abundancia de lagos. El agua dulce ocupa un 17% de la superficie del país. Es un rasgo que vale la pena subrayar.

En el interior se encuentran los ríos más largos y las mayores cuencas hidrográficas. Destacan el Mackenzie (4.600 km.), el Yukón y el San Lorenzo. Este último es el emisario del lago Ontario, el más oriental de los Grandes Lagos, que junto con el superior, Michigan, Hurón y Erie (246.400 km2), contienen una masa de agua superior a la del Báltico. El Erie y el Ontario se comunican entre sí por medio de las cataratas del Niáraga. Los ríos de la vertiente atlántica, de menor longitud y régimen regular, afluyen casi siempre a profundas bahías. En la vertiente pacífica la longitud es mayor y los regímenes son más irregulares.

En conjunto, la red es muy densa, lo que unido a la proliferación de lagos, explica el papel que ha ejercido en la canalización del poblamiento, y el hecho de ser hoy clave para el desarrollo del país proporcionando energía, transporte y una base para la industrialización.

2.2. Estados Unidos.

a) Relieve (este-oeste).

En líneas generales, las unidades del relieve de los Estados Unidos son sencillas. Se disponen en torno al núcleo estructural del semicontinente americano (el Escudo Canadiense) en zonas dispuestas en el sentido de los meridianos. Al Este, el sistema de los Apalaches, viejas montañas rejuvenecidas; al Oeste, un sistema más reciente y complejo, que ocupa el 30% del territorio, y entre ambas unidades, la gran llanura, drenada por el Mississippi, que se ve interrumpida por dos macizos montañosos semejantes a los Apalaches (montes Ozark y Ouachita), que marcan el límite entre las llanuras del norte, constituidas por materiales más antiguos y las llanuras litorales, de composición más reciente, que se extienden por el golfo de México y bordean los Apalaches hasta sumergirse a la altura del cabo Cod.

El Escudo Canadiense sólo aparece en Wisconsin y un fragmento del reborde meridional, elevado que constituye los montes Adirondacks, en donde alcanza los 1.500 metros de altitud. El reborde meridional de este escudo fue sometido a una intensa erosión y acumulación glaciar, produciendo una desorganización de la red de drenaje y una secuencia en el sistema de desagüe de los Grandes Lagos que obligó en un principio a circular hacia el Mississippi, a través de la depresión de Champlain-Hudson, y más tarde, cuando el casquete de hielo dejó al descubierto el valle de Ottawa, éste quedó lo suficientemente deprimido para actuar de emisario del sistema de los Grandes Lagos. Al levantarse más tarde esta depresión del Ottawa, como consecuencia de un nuevo retroceso del casquete de hielo, el sistema de drenaje de los Grandes Lagos se constituyó tal y como se produce en la actualidad a través del valle del San Lorenzo.

Page 12: Canadá y Estados Unidos

Las llanuras costeras atlánticas y del golfo de México se extienden desde el cabo de Cod hasta el río Grande. Es una llanura dependiente, imperceptible que se prolonga, sumergida en el mar, hasta Terranova, en donde, origina los famosos bancos pesqueros. En el golfo de México tiene su mayor extensión, 500 km., y va perdiendo anchura a partir del NO de Florida. Los materiales que constituye esta unidad de relieve son variados según la estabilidad del continente limítrofe, la red de drenaje y la naturaleza de las rocas del continente.

Los Apalaches. Bajo este nombre genérico un sistema de montañas antiguas que se han ido formando a lo largo del Ordovícico, Devónico y Pérmico y que constituye un amplio cinturón montañoso de 3.600 km, dispuesto de NE-SO, desde Terranova hasta el centro de Alabama. Esta región de carácter diverso sólo tiene como rasgo común su evolución geológica. Dentro de este sistema montañoso, cabe distinguir tres sectores: meridional, desde el Hudson hasta el centro de Alabama o Apalaches propiamente dichos; el sector de Nueva Inglaterra y Maine, y, por último, una tercera unidad que se desarrolla totalmente en Canadá.

Mississippi-Grandes Lagos. La región de los Grandes Lagos, que ocupa algo menos de la mitad de España, está constituida por rocas que van del Cámbrico al Carbonífero, y sobre ellas se forman cubetas cuyo centro está en la península de Míchigan. En torno a este centro los estratos se disponen en aureolas, labrándose depresiones en los materiales blandos. Este relieve se formó a partir de una penillanura; sobre esta forma de relieve se excavan en los materiales blandos depresiones que serán ocupadas por el hielo glaciar, y que más tarde formarán el sistema de los Grandes Lagos.

Las grandes llanuras. El criterio de delimitación de esta región es botánico (zonas de hierbas cortas), climático (menos de 500 mm.) y topográfico. Estructuralmente están formadas por pliegues truncados por una penillanura que ocupa la mitad de esta región y por materiales terciarios procedentes de la destrucción de la Rocosas. Las grandes llanuras llegan a los 1.500 metros de altitud al pie de las Rocosas, y descienden gradualmente hacia el Este hasta los 300 metros en el escarpe. Estas grandes llanuras se prolongan hacia el norte en Canadá, hasta la proximidad de la costa ártica.

Las Rocosas. A finales del Cretácico, la fase orogénica Laramide produjo en este sector occidental un fuerte levantamiento de los depósitos que se habían acumulado sobre el escudo precámbrico, acompañado de pliegues y fallas y actividad volcánica. La elevación de esta región produjo una fuerte fase erosiva durante el Terciario, lo que determinó en algunos sectores el desmantelamiento de la cubierta y que aflorase, en algunos puntos, el escudo precámbrico. En otras partes de las Rocosas la cubierta sedimentaria permaneció casi siempre en fosas tectónicas poco alteradas. El plegamiento determinó dos alineaciones que van de norte a sur. El sector meridional de las Rocosas se desarrolla ampliamente en la cuenca del Colorado, donde se dan las mayores elevaciones que superan los 4.000 metros y va descendiendo hacia el norte. Todas las Montañas Rocosas han estado sometidas a un intenso vulcanismo, ejemplo del cual encontramos en el parque Yelowstone. Resaltar dentro de las mesetas interiores el Gran Cañón del Colorado.

Cordilleras del Pacífico. Está formada por dos alineaciones paralelas a la costa, separadas por una depresión central que corre desde México hasta Alaska, con una

Page 13: Canadá y Estados Unidos

interrupción en Los Angeles. El fenómeno orogénico que comenzó a finales del Jurásico y comienzos del Cretácico, para resurgir a finales del Terciario, sigue vigente en la actualidad. La cadena interior del Pacífico toma diversos nombres, y así se llama Sierra Nevada en California, Cadena de las Cascadas en Oregón y Cadenas Costeras al Norte, donde se encuentran mayores altitudes. Las Cadenas Costeras forman una alineación continua rota sólo en la Golden Gate, San Francisco. El sector meridional está constituido por rocas precámbricas muy falladas, y es aquí donde se encuentra la célebre falla de San Andrés, responsable del terremoto de 1906 en San Francisco.

b) Clima y vegetación (norte-sur).

* Continental del interior (gramíneas):

Alejado de las influencias de los océanos, sus amplitudes térmicas son muy acusadas, oscilando entre 25º-35º. Los inviernos son muy fríos, con temperaturas entre -10º y 5ºC, debido a la influencia anticiclonal, sin casi precipitaciones. Por el contrario, los veranos son cálidos a causa de la baja presión que se instala en la zona, y que atrae los vientos del océano, produciendo ligeras precipitaciones, casi siempre de origen tormentoso. La vegetación natural es esencialmente herbácea y arbustiva. El árbol sólo aparece en las riberas de los ríos o en las vertientes de las colinas favorecidas por las lluvias.

* Tropical (bosque tropical):

En el SE, en la zona litoral del golfo y de la península de Florida se da un clima de temperaturas altas y uniformes a lo largo del año y precipitaciones intensas, que originan una vegetación de manglares y vegetación anfibia.

* Templado atlántico (bosque caducifolio):

Este tipo de clima abarca mayor extensión que en su correspondiente en el Pacífico, ya que los Apalaches no son un obstáculo insalvable para los vientos del Atlántico. Se pueden distinguir dos variedades: una zona templada fresca que se extiende por los Grandes Lagos y Nueva Inglaterra, entre los 40 y 50º de latitud norte y que se caracteriza por el rigor de sus inviernos (temperaturas medias inferiores a 0º) como consecuencia de la acción de los vientos fríos y secos del anticiclón continental. La corriente fría del Labrador subraya el rigor de los inviernos y el mar llega a helarse a la altura de Terranova. En el verano las temperaturas son algo más elevadas que las de la fachada pacífica, y los vientos soplan del océano al interior; las precipitaciones están bien distribuidas y se originan principalmente por el frecuente paso de las borrascas. La vegetación da un bosque de frondosas y se dispone formando cuatro estratos: el arbóreo, de 7-25 metros de altura, con predominio de robles y hayas, nogales silvestres, arces, castaños, etc.; un segundo piso arbustivo que alcanza un máximo de 4 metros, con un sotobosque herbáceo y ya en el suelo musgos y líquenes asociados. Más al Sur, aparece

Page 14: Canadá y Estados Unidos

el bosque mixto, en donde predomina el pino amarillo y los cipreses.

* Templado pacífico (bosque mediterráneo de pináceas):

El clima de la costa pacífica, afecta a una estrecha faja costera entre los 40º-49º latitud norte y sus características son muy semejantes a las del clima océanico de Europa y Nueva Zelanda, aunque con veranos más secos. La vertiente húmeda de la costa pacífica es el dominio de las gigantescas coníferas, destacando la Sequoia, que llega a alcanzar los 100 metros de altura y los magníficos abetos Douglas de la costa de Oregón y Washington.

* Desértico:

Incluye dos pequeñas fajas, al Suroeste: Arizona, y al Sur del paralelo 30º, en la Baja California, el Suroeste de los Estados Unidos se convierte en un desierto semejante en origen y características a los costeros existentes en Africa y Australia. Los veranos son muy calurosos y los inviernos templados; la falta de nubosidad origina una irradiación rápida, por lo que las amplitudes térmicas son intensas. Existe una vegetación xerófila, como la artemisa y los cactus.

c) Fluviología.

El gran colector de Estados Unidos es el Mississippi. Este tiene su origen al Oeste del Lago Superior, allí donde se dividen las cuencas del Atlántico; es, por antonomasia, el río de EE.UU., pues los atraviesa de Norte a Sur en toda su extensión, recogiendo las aguas de su inmensa región central y que, juntamente con el Misouri, tiene una longitud de 6.230 km., sólo superada por el Nilo y el Amazonas.

Los lagos son numerosísimos en todo el territorio y hay estados cuyo número supera el de 30.000, como acontece en Florida, y de 11.000 en Michigan. De los cinco grandes lagos que son peculiaridad tan notable en la geografía de la América del Norte (Superior, Michigan, Hurón, Erie y Ontario), sólo uno, el Michigan, pertenece por entero a EE.UU., mientras que los restantes, en mayor o menor medida, son comunes con Canadá.

Page 15: Canadá y Estados Unidos

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────3. ASPECTOS HUMANOS.

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────

3.1. Canadá.

a) Poblamiento y colonización.

Canadá se hallaba habitado en principio por dos pueblos, además de los autóctonos, de origen francés e inglés. Los franceses comenzaron la ocupación del bajo Canadá a partir del siglo XVII. Roturaron los bosques de las llanuras que rodean Montreal, según el esquema rang. Con anterioridad hay que pensar en tramperos y contrabandistas de pieles como únicos europeos en la zona, que solían convivir pacíficamente con los indios, que nos los veían como enemigos, puesto que no se asentaban en ninguna parte. Pero los colonos crearon las granjas a lo largo de los ríos, de acuerdo con lotes de tierras rectangulares y transversales a la vía fluvial. De esta forma poblaron también la Acadia y las provincias marítimas. Los ingleses se establecieron en las mejores tierras del alto Canadá, a partir de la independencia de los Estados Unidos, fijándose sobre las márgenes septentrionales de los lagos Ontario y Erie, alrededor de Toronto. La colonización se efectuó según el sistema town, es decir, mediante la división de la tierra en cuadrados de una milla de longitud, divididos entre cuatro, seis u ocho granjas. En el Pacífico no comenzó el poblamiento hasta mediados del siglo XVIII. A todo esto los indios habían sido masacrados para echarles de sus tierras y continuamente desplazados. Entre la California española y Alaska, penetrada por los rusos, Vancouver fue ocupada por los ingleses a principios del siglo XIX. En 1846 se vieron obligados a dividir con USA esta zona, conservando el sector costero de la actual Columbia Británica. Entre tanto, la pradera interior quedó vacía hasta 1860: en 1846, un acuerdo angloamericano limitó el Canadá a los territorios situados al norte del paralelo 49. El poblamiento en la pradera fue muy tardío: en 1881, no había más que 62.000 habitantes de los que buena parte procedían de los Estados Unidos. La llanura se dividió en cuadrados, dedicándose los granjeros al cultivo del trigo.

El Estado se fundó a lo largo del siglo XIX. Desde que en 1763 el Tratado de París colocó al Canadá bajo la tutela inglesa, las diversas provincias no tuvieron entre sí otra

Page 16: Canadá y Estados Unidos

relación que la puramente originada por dicha dependencia. La configuración morfológica y, sobre todo, las distancias suponían obstáculos enormes para la aparición de una política unitaria. Al este, el Alto y Bajo Canadá se hallaban divididos por la religión, la lengua y el recuerdo de las viejas luchas. Sin embargo, ambas regiones recibieron un status de autonomía en 1867. A dicho condominio, con la ayuda del gobierno londinense, se asociaron paulatinamente las otras regiones.

La unidad ha sido realmente resultado de diversos factores. En 1880 los canadienses empiezan la construcción de ferrocarriles transcontinentales, vinculando en primer lugar las tierras de cereales de la pradera con Vancouver y el lago Superior. En 1885, el Canadian Pacific Railway queda terminado; en 1886, se acaba al norte el Canadian Northern. De esta forma la Pradera se fue poblando a base de inmigrantes europeos o americanos y de colonos procedentes del Alto Canadá. En 1901 contaba ya con 420.000 habitantes atraidos por las extraordinarias riquezas del norte: el Escudo contiene yacimientos muy ricos de níquel, cobre y metales raros, y la abundancia y densidad de los bosques atrajo a grandes compañías. Además, en las provincias de Quebec y Ontario, se inició la construcción de obras hidraúlicas y por si fuera poco, se descubrió en la Pradera petróleo y gas. La aparición de estas vinculaciones económicas a larga distancia, junto con la incorporación de los nuevos medios de transporte, aviación y carreteras, fueron otros resortes que acabaron de consolidar la unidad del país. De todas formas, en la larga historia migratoria del Canadá, otros pueblos han intervenido para producir un mosaico étnico que, de mayor a menor proporción, son los siguientes: británicos, franceses, alemanes, ucranianos, italianos, holandeses, escandinavos, húngaros, polacos, amerindios y esquimales, judíos, asiáticos, rusos, otros.

Es decir, el 27% de la población no es de origen francés, ni inglés. Como prueba de esta diversidad está el hecho de que se editan regularmente 180 publicaciones en 27 lenguas extranjeras. No obstante, las sucesivas olas migratorias no han bastado en absoluto para satisfacer las necesidades de hombres. Salvo las ciudades, en las que viven la mayoría de la población, el país aparece con un gran vacío humano. El poblamiento presenta manchas discontinuas entre espacios desolados. El Escudo y las Rocosas están prácticamente deshabitadas: aparte algunas pequeñas aglomeraciones, son el escenario por donde aparecen poblaciones nómadas de cazadores, prospectores de minas, o esquimales. Sólo puede hablarse de cuatro grandes áreas de poblamiento: 2 millones en las provincias marítimas, 12 en las de San Lorenzo, que constituye el corazón de Canadá, 3 en la Pradera, y 1,5 en la Columbia Británica. Es decir, por la repartición de los hombres, es como una modesta prolongación de las grandes directrices del poblamiento de EE.UU.

Ingleses y franceses se mezclan en las ciudades industriales de los Grandes Lagos y en la Pradera, con las poblaciones recién inmigradas, en especial, alemanes e italianos que adoptan, antes o después, la lengua inglesa.

La población inmigrante, de acuerdo con el censo de 1961, ha pasado por diversas etapas. Antes de 1930 el país recibió un total de 1.216.999 personas. En la década siguiente entraron 87.703. Entre 1941 y 1945 la cifra descendió a 32.445, como consecuencia de la segunda guerra mundial. Desde entonces se ha elevado de nuevo la cantidad, de tal forma que hoy hay más de 2 millones y medio de inmigrantes. El año cumbre fue 1957, en que entraron nada menos que 282.164 personas. Esta inmigración, acabada la contienda mundial, representa hoy más del 12% de la población activa.

Page 17: Canadá y Estados Unidos

Aunque la mayoría sean ocupados como obreros y especialistas, de acuerdo con el gran movimiento industrial de postguerra y el dinamismo actual, ha ido aumentando el porcentaje de profesiones liberales. Es interesante señalar, por otra parte, que entre 1950 y 1964, más de 14.000 inmigrantes se han convertido en propietarios de empresa, en las que se han invertido unos 160 millones de dólares y en las que trabajan cerca de 60.000 obreros y empleados.

b) Movimientos naturales de la población.

El crecimiento demográfico, aunque rápido (300.000 habitantes por año), resulta del todo insuficiente. Hasta 1960 era alto el crecimiento vegetativo, pero en los últimos años se observa una tendencia cada vez más marcada hacia el descenso de las tasas de natalidad.

Mientras la tasa de natalidad permaneció entre 1946 y 1960 en torno a un 27,29 por mil, el retroceso posterior ha sido muy rápido, aunque el número de matrimonios haya crecido. Si se toma el número de mujeres con edades de 15 a 44 años, se comprueba que ha pasado de 3.720.000 en 1961 a 4.150 en junio de 1966, lo que representa un aumento de un 11,5% en cinco años. Pero a lo largo del mismo periodo, la tasa bruta de fecundidad ha disminuido del 3,4 al 2,8. Todas las provincias han padecido esta regresión: la baja ha sido mínima en Manitoba, con un 5,8; y máxima en Terranova, con un 8,4. Este proceso continúa en la misma linea hasta la actualidad.

Sin embargo, la población es aún joven. Como muestra de este fenómeno,y de acuerdo además con el elevadísimo nivel de higiene y medicina, Canadá da una de las tasas de mortalidad más bajas del mundo (7,5 por mil). El crecimiento vegetativo es, pues, alto, aunque la inmigración sea, a pesar de todo, el principal recurso para paliar un efectivo demográfico tan escaso.

c) Conflictos humanos actuales: el nacionalismo de Quebec, la problemática de los pueblos autóctonos.

* El nacionalismo de Quebec.

En conjunto, la provincia de Quebec reúne a una cuarta parte de la población y de

Page 18: Canadá y Estados Unidos

la producción canadiense, pero el elemento que constituye a perfilar más su originalidad es la francofonía. Quebec es una provincia de etnia y cultura francesas, ya que el 80% de la población tiene dicha composición y origen. Sin embargo, desde hace unos cuantos años, el hecho de que la minoría anglófona desempeñe el liderazgo industrial y financiero explica los problemas recientes en este centro de un antiguo imperio francés.

Así pues, la denominada "cuestión de Quebec" es un problema que ha dominado la vida política reciente. Remontándonos un poco en el tiempo podemos observar un desarrollo progresivo del proceso. Tras la toma de Quebec por los británicos en 1759, los canadienses franceses trataron de evitar la asimilación a la sociedad inglesa y de mantener vivo su idioma. En el siglo XIX comenzó a crecer el nacionalismo de los canadienses francófonos, que llevó al conflicto con el Canadá anglófono. En 1967 el presidente francés Charles De Gaulle lanzó un "Vive le Quebec libre" desde el Ayuntamiento de Montreal, reforzando los sentimientos nacionalistas de Quebec. La victoria en las urnas del Parti Quebecois, abiertamente secesionista, en 1976 trasladó una vez más la disputa a la agenda política, donde Otawa y Quebec discutieron enérgicamen-te sobre cuestiones relacionadas con el idioma y los derechos de las provincias.

En la década de 1980 Quebec se ha esforzado por conseguir más soberanía de la Confederación, y en la actualidad el gobierno provincial disfruta de gran autonomía en aspectos como impuestos e inmigración. Además, el francés disfruta hoy de prioridad absoluta en Quebec, en virtud de una ley especial sobre idiomas aprobada en 1977.

Pero los quebeceses no están satisfechos. Aunque, jurídicamente, Quebec sólo sea una de las diez provincias canadienses, los quebeceses francófonos se consideran como una nación distinta de la nación canadiense y exigen un estatuto de acuerdo a esta definición. Pero la igualdad de las dos naciones choca con la igualdad de las provincias, incluida en la Constitución de 1982. De ahí la grave crisis política que viene sufriendo Canadá desde el fracaso del Acuerdo del Lago Meech en junio de 1990, pensado justamente para reconocer el carácter diferenciado de Quebec.

En abril de 1991, tras una amplia consulta, el gobierno de Quebec daba a conocer su nueva estrategia: concedía a Canadá una última posibilidad de proponer una renovación del federalismo canadiense que recogiera las aspiraciones quebecesas. Si esas ofertas formales resultaban satisfactorias serían sometidas a referendum en Quebec antes del final de octubre de 1992. En caso contrario, se organizaría un referendum sobre la soberanía de Quebec y, por tanto, se rompería la Federación Canadiense. Tal es la esencia de la ley 150 aprobada por la Asamblea Nacional de Quebec en junio de 1991.

El gobierno federal refunfuñó..., pero puso manos a la obra. La primera versión de las propuestas federales se presentó en septiembre de 1991 y se entregó a una comisión parlamentaria que recorrería todo el país para recoger las opiniones de grupos de ciudadanos cuidadosamente escogidos, y que a principios de marzo de 1992 remitió su informe, el informe Beaudoin-Dobbie. Sólo quedaba integrar a las provincias en el proceso, lo que prolongaría las discusiones hasta el 7 de julio, pero Quebec no estuvo formalmente presente en el debate.

Estas discusiones resultaron singularmente complicadas por la "necesidad" de llegar a una nueva Constitución que satisfaciera a todo el mundo, y no sólo a Quebec. Las

Page 19: Canadá y Estados Unidos

provincias menos pobladas reivindicaron enérgicamente un Senado "igual, elegido y eficaz" lo que significaba una radical transformación del Senado canadiense, cámara alta del Parlamento cuyos miembros son nombrados por el gobierno federal. El principio de elección de los senadores por sufragio universal fue aceptado, pero el de la igualdad de cada una de las 10 provincias fue considerado herético por las dos más importantes, Quebec y Ontario. Este nuevo Senado podía bloquear las leyes adoptadas por la Cámara de los Comunes.

Por lo demás, aparte de lo que aparecía en el difunto Acuerdo del lago Meech, y pese a las concesiones, Quebec continuó reivindicando el traspaso de varias competencias ejercidas por el nivel federal, mucho más allá de lo que el Canadá inglés estaba dispuesto a considerar. Este rechazó a la vez todo debilitamiento significativo del gobierno central y cualquier idea de "federalismo asimétrico". En definitiva, la cuadratura del círculo. Un problema insoluble que el primer ministro canadiense, Brian Mulroney ha intentado solucionar sin resultado.

* La problemática de los pueblos autóctonos.

En Canadá viven hoy unos 300.000 indios registrados y aproximadamente 200.000 metis (mestizos, mezcla de indios y franceses). Se hablan unos 50 idiomas y dialectos indios. La población más numerosa de indios y metis se encuentra en Manotiba, provincia fronteriza con Estados Unidos. Los indios registrados -los que figuran en las listas de las tribus- están exentos del pago de impuestos y cruzan libremente la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Todo esto no nos puede hacer pensar en un presente consonante con el nivel de vida del país ni en un futuro prometedor para estas tribus reducidas a reservas en 1867; lo que para muchos constituyó perder su identidad. Con lo que es usual en la actualidad que los indios de las reservas sufran los efectos del alcohol, el desempleo y la crisis de la vida familiar.

También la vida ha cambiado para los inuit (esquimales), ya prácticamente ninguno vive en iglús, habitan en casas de madera con calefacción central y conducen trineos motorizados en lugar de reatas de perros. La tecnología ha llegado al norte y los inuit han tenido que hacer frente al desafío de adaptarla a sus necesidades. Los enormes proyectos de desarrollo económico suponen una amenaza para la continuidad de la existencia de las culturas del norte. El debate de la posibilidad de construir un oleoducto en el valle del río Makenzie hizo que mucha gente conociera la amenaza que se cierne sobre el norte.

Sólo hace unos pocos años que los pueblos indígenas lograron hacer valor con firmeza sus derechos constitucionales. Ha aumentado el apoyo a sus reclamaciones sobre las tierras. Los pueblos de la nación Dene, que viven principalmente en los Territorios del Noroeste, han encabezado el movimiento que reclama más autonomía.

Los pasos dados por Quebec para reformar la Constitución basada en la distribución en provincias y en su igualdad y traspasarla a las naciones con un estatuto conforme a la nueva situación, supuso también para las comunidades autóctonas que concibieran la posibilidad de un gobierno propio. Las comunidades indígenas, repartidas

Page 20: Canadá y Estados Unidos

en más de 100 reservas y que representan el 3% de la población canadiense, aprovecharon su nuevo peso político para participar -por primera vez en su historia- en las negociaciones constitucionales y así de paso que se les reconociera el derecho "inherente" a gobernarse a sí mismas, en el propio interior de Canadá. Este nuevo nivel de gobierno sustituiría al arcaico sistema que hacía del gobernador federal un "goberna-dor" de los autóctonos. Pero la aplicación concreta de este principio sembró la inquietud en varias provincias, Quebec entre ellas, ya irritada por la eficaz campaña realizada por los autóctonos de Bahía James (los Cris) contra el proyecto hidroeléctrico de Grandes-Baleine. A pesar que este territorio ya no les perteneciera. En 1975 los indios Crees del norte de Quebec firmaron un acuerdo con el gobierno federal por el que se les concedía el dominio sobre extensas zonas de territorio como compensación por la pérdida de sus terrenos de caza tradicionales, para propiciar el desarrollo de la Bahía de James, Quebec. La participación en activides ecologistas de defensa de la naturaleza por parte de los indígenas es bastante conocida en Canadá.

De todas formas no se ha llevado a cabo ningún cambio político en su situación debido al fracaso del acuerdo de reforma constitucional de 22 de agosto de 1992.

3.2. Estados Unidos.

a) Poblamiento y colonización.

Se estima que al llegar los primeros europeos a América del Norte en el siglo XVI, existían un millón de aborígenes (de los cuales 200.000 habitaban en el Canadá) que estaban constituidos en tribus y practicaban la caza y una agricultura rudimentaria apoyada en el maíz, dándose las mayores concentraciones en California, sudoeste de Estados Unidos y llanuras litorales del Atlántico. El contacto con los europeos diezmó esta población, que fue reducida, conforme avanzaba la expansión hacia el oeste, a las zonas más áridas, hasta llegar a reúnir unos 100.000 indios en el territorio que hoy constituye el estado de Oklahoma; en 1881 se les concentró en reservas, donde conservan sus costumbres y llevan una vida miserable; en la actualidad se calculan unos 800.000 indios, de los que 500.000 viven en 280 reservas, en pueblos de Nuevo México, en colonias de Nevada y en rancherías de California. Existen además unos 300.000 fuera de las reservas, de los que más de la tercera parte están en Los Angeles.

Sobre este sustrato nativo muy disperso llegaron desde finales del siglo XVI hasta 1970 unos 56 millones de europeos, y es esta oleada inmigratoria la que explica el espectacular crecimiento de los Estados Unidos.

A principios del siglo XVII, Inglaterra no poseía colonias en el Nuevo Mundo. Una primera tentativa de implantación acababa de fracasar: la metrópoli no era lo bastante poderosa, ni ultramar lo bastante atractivo. En 1763, al terminar la guerra de los Siete Años, el imperio norteamericano de Inglaterra se extendía desde la costa atlántica hasta el valle del Mississippi, y desde Florida hasta la bahía de Hudson.

En el cuso de aquellos ciento cincuenta años, Inglaterra fundó colonias de población. Virginia y la colonia de Plymouth, absorbida por Massachusetts en 1691, contaban con 2.000 blancos en 1625, con 50.000 en 1640 y con 450.000 en 1715. En

Page 21: Canadá y Estados Unidos

1775, se calculaba su población en 3 millones de habitantes. En 1790, el primer censo atribuyó a la joven república 4 millones de habitantes.

En vísperas de la revolución, el 20% de los colonos no eran de origen británico. Desde 1608, los virginianos llamaron a los polacos y a alemanes para trabajar la madera y el vidrio y extraer potasa. Carolina del Sur abrió sus puertas a los hugonotes franceses, víctimas de la revocación del edicto de Nantes (1685). Unos holandeses se habían implantado sólidamente en la isla de Manhattan y a lo largo del valle de Hudson. Junto a ellos vivían valones y españoles de religión protestante, daneses, noruegos, suecos, judíos de origen ibérico. Los alemanes constituían la minoría étnica más numerosa. Luteranos o disidentes se agrupaban en Pennsylvania, donde representaban, en 1790, un tercio de la población. Su talento y su ingenio hicieron que triunfaran een campos tales como la producción artesanal.

Hablemos ahora de los negros. El primer convoy llegó en 1619. Después fueron importados con regularidad de Guinea y de las Indias Occidentales. En 1760 eran 400.000, de los que 150.000 habitaban en Virginia. Los negreros eran comerciantes al principio holandeses y después ingleses. Cierto que hubo blancos reducidos a la esclavitud hasta mediados del siglo XVIII, pero su servidumbre terminaba cuando podían reembolsar el precio de su pasaje de Europa a América. En cambio, la emancipación de los negros era muy rara: éstos eran importados como esclavos y seguían siéndolo, salvo pocas excepciones.

La formación de las colonias británicas fue tan original como su población. Colonias de propiedad particular, reales o con carta de privilegio, tenían todas ellas caracteres comunes. Heredaron, de la madre patria, la afición al parlamentarismo. En grados diversos, practicaban el self-government. Como sentían la necesidad de recibir nuevos colonos, hacían de la libertad política y religiosa, si no un derecho, al menos una realidad cotidiana. Cierto que el rey era la fuente de toda autoridad y propietario eminente de todas las tierras; pero la administración británica brillaba por su ausencia. Las asambleas locales se asemejaban a pequeños parlamentos, cuyas decisiones eran raramente discutidas en Londres por el Board of Trade.

En un solo punto impuso Inglaterra su ley. El sistema mercantilista regía las relaciones de la metrópoli y debían comprar a éstas los productos manufacturados; todo el comercio con el extranjero pasaba por los puertos ingleses. Este régimen limitaba la expansión industrial y comercial de las colonias, pero le daba -garantía inestimable- acceso privilegiado al mercado más importante de la época. Y, en la práctica, los comerciantes americanos no vacilaron en corromper a los agentes de aduanas, que cerraban los ojos cuando se producía una vulneración del mercantilismo.

En cambio, las colonias de América se vieron amenazadas por los enemigos de Inglaterra. Los indios no constituían un gran peligro: dispersos y perjudicados por su retraso tecnológico, no podían impedir el avance de esos "hambrientos de tierras" que eran los colonos ingleses: como máximo, consiguieron dar algunos golpes de mano, antes de sucumbir a la decadencia física provocada por las bebidas alcohólicas y las enfermedades.

Los españoles estaban presente en América del Norte desde principios del siglo

Page 22: Canadá y Estados Unidos

XVI. A finales del siglo XVIII, España poseía todo lo que está al oeste del Mississippi y había recobrado Florida. Pero ya no tenía fuerza para extenderse. Se contentaba con conservar lo conseguido.

Los holandeses se habían mantenido en Manhattan durante cuarenta años y habían absorvido Nueva Suecia en la desembocadura del Delaware. Pero, en 1664, fueron vencidos por los ingleses, que, en honor del duque de York, convirtieron Nueva Amsterdam en Nueva York.

Los enemigos más peligrosos eran, pues, los franceses. La expansión francesa comenzó con Jacques Cartier que, en 1534, remontó el San Lorenzo. A principios del siglo XVIII se colonizó Luissiana. Los franceses trataban de adquirir zonas de pesca y de comprar pieles en América; no fundaban colonias de población. Por esto sostenían buenas relaciones con los indios y hacían muchas conversiones. Pero su inferioridad numérica fue, en tiempo de guerra -y las guerras europeas tuvieron su prolongación en las colonias-, un obstáculo insuperable. Las derrotas de Francia en el curso de la guerra de los Siete Años dieron a Inglaterra el Canadá, los Grandes Lagos, y, en una palabra, la América francesa. La primacía británica se quedó sólidamente establecida.

Desaparecido el peligro francés (desde 1763), ya nada impedía a los colonos instalarse entre los Apalaches y el Mississippi. Los americanos sentían menos las ventajas que los inconvenientes de la protección británica. En efecto, el gobierno británico carecía de dinero, puesto que la guerra había vaciado las arcas reales, y Londres decidió establecer nuevos impuestos, que gravaban tanto a los colonos como a los metropolitanos. En 1765, un impuesto sobre el papel y, después, sobre el té y otras mercancías, recordó a los colonos que el mercantilismo no había muerto. Esta y otras medidas fueron generando un gran descontento que derivó en protesta económica y política: los colonos se negaron a pagar los impuestos que no habían votado, ya que no estaban representados en el Parlamento de Londres. Llegamos así, tras varias revueltas, a la proclamación en 1776 de la independencia de las colonias americanas. Los representantes de Gran Bretaña huyeron y las colonias se dotaron de constituciones, formando cada una de ellas un estado. En junio de ese mismo año se proclamó una Declaración de Derechos, al tiempo que se levantaba un ejército formado por millares de voluntarios y mandado por el general Washington.

Si bien la independencia sólo trastornó débilmente las estructuras económicas y sociales, obligó, en cambio, a elaborar una nueva organización política. Ahora bien, los estados eran soberanos: cada uno de ellos poseía su constitución escrita, que reconocía en el pueblo el origen de toda autoridad política y proclamaba la separación de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.

En setenta y cinco años, Estados Unidos experimentó una profunda transformación, tanto en el espacio como en el número de sus habitantes. La superficie de su territorio pasó de 2.300.00 km2, en 1787, a 7.800.000, en 1860, gracias a la compra de Luissiana a los franceses, a la adquisición de Florida y a la anexión de Texas, de Oregón y de los territorios mexicanos al norte del río Grande. Cuando se hubo comprado Alaska a los rusos y anexionado el archipiélago de Hawai, Estados Unidos alcanzó sus dimensiones actuales.

Las corrientes inmigratorias fueron, hasta 1813, graduales, y afectaron

Page 23: Canadá y Estados Unidos

especialmente a anglosajones seguidores de la reforma protestante, puritanos, irlandeses del Ulster, escoceses, galeses y también alemanes. Más importante que el número, fueron las consecuencias que tuvieron en la organización social del territorio. Tras la independencia de las colonias, la inmigración procede especialmente de las regiones celtas de las islas británicas, y sus efectivos anuales eran de 100.000, pero esta inmigración se ve detenida por las guerras napoleónicas, reanudándose en 1815 con gran intensidad, de forma que en 100 años llegaron a Estados Unidos más de 30 millones de inmigrantes en varias etapas: de 1815 a 1860 la ruina del artesanado europeo y los movimientos de enclosure, así como las persecuciones religiosas, llevan a América unos seis millones de personas procedentes en su mayoría de los países del Mar del Norte (50% británicos). De 1860 a 1890, y por las mismas causas, llegan alemanes (250.000 en 1882), suizos y escandinavos; a partir de 1890 y hasta la I Guerra Mundial, la inmigración se hace masiva, pero será la Europa oriental y mediterránea la que proporcione los mayores contingentes (en 1907 el 81% de los inmigrantes procedía de estas áreas: 286.000 italianos, 340.000 austrohúngaros).

En esta etapa se formó el famoso crisol cultural (Meltingpot), ya que hasta entonces el predominio cultural y económico era marcadamente anglosajón. Los años de la guerra frenaron la inmigración, y para mantener la hegemonía del mundo sajón se pasaron una serie de leyes restrictivas (Quota Acts 1921 y 1924), según la primera de las cuales los países no podían enviiar un número de emigrantes superior al 3% de los residentes de esta nacionalidad en los Estados Unidos en 1910 (ley de 1921) y en 1890 (ley de 1924). A partir de 1929 se fijó un máximo de 150.000 inmigrantes, de los que el 43% se asignaba al Reino Unido, el 14% a Alemania y el 11% a Irlanda. A partir de los años 30 la inmigración se detiene, y desde entonces este fenómeno supone muy poco en el crecimiento demográfico del país. En efecto, si de 1800 a 1890 la inmigración representa el 42,9% del crecimiento total, porcentaje que se mantiene de 1900 a 1910, de 1920 a 1930 descendió al 22,4%, y en el decenio siguiente al 5,9%. A partir de los años 40 las leyes inmigratorias son más flexibles, y afectan especialmente a asiáticos y a refugiados políticos (por ejemplo, más de medio millón de cubanos). Por último, en la actualidad, los controles a la inmigración son mu estrictos.

En cuanto a la inmigración no europea, el origen de la población negra está, como hemos dicho, en el tráfico de esclavos efectuado desde 1619. Al comenzar la revolución de las colonias había 500.000 negros, casi todos en el sur; en 1808, al prohibirse la importación de esclavos, el tráfico era de unos 20.000 anuales, y no se puso término a esta inmigración forzada hasta la abolición de la esclavitud tras la guerra de Secesión. El crecimiento de la población negra, a pesar de su fuerte tasa de natalidad, fue en principio muy lento, debido a las severas condiciones de vida, pero a partir de 1930, al mejorar las condiciones sanitarias y aumentar el nivel de vida, el dinamismo demográfico de la población de color es muy superior al de la población blanca. Si hasta el siglo XIX los negros se localizan preferentemente en el sur, desde comienzos del siglo XX se produce un fuerte trasiego hacia el norte y los centros urbanos del oeste; en 1950, un tercio de la población negra se encontraba en las zonas rurales del sur, otro tercio en las ciudades de esta región, y el resto en las ciudades del norte y del oeste. En la actualidad continúa la emigración al norte y oeste, con una tendencia a concentrarse en las grandes urbes, de tal forma que en 1910 el 75% vivía en el campo, y en 1970 el 80% de los negros vive en las ciudades, generalmente en ghetos (Nueva York, Chicago, Detroit, Washington, Los Angeles, Baltimore, etc.).

Page 24: Canadá y Estados Unidos

La llegada de orientales a Estados Unidos fue muy escasa hasta el siglo XX; acudían como mano de obra contratada, especialmente al Pacífico, donde buena parte de la infraestructura del estado de California fue hecha por chinos, de los que llegaron 300.000 entre 1850 y 1882, pero esta población regresaba a su país de origen al finalizar su contrato. La Chinese Exclusion Act, a finales del siglo XIX, cortó la inmigración amarilla y en nuestros días existen unos 200.000 chinos en San Francisco, Seatle, Los Angeles, Nueva York y Chicago, formando los barrios chinos (Chinatown).

Los japoneses que trabajan la caña de azúcar en Hawai, pudieron penetrar en Estados Unidos al incorporarse las islas en 1898; se establecieron preferentemente en California. También las Quota Acts restringieron esta inmigración, y en la actualidad, incluyendo los residentes en Hawai, no llegan a 250.000.

Por último, varios millones de mexicanos, de inmigración legal o clandestina, viven en el sudoeste, en Tejas, en California y en las grandes ciudades, donde forman minorías mal asimiladas (chicanos); también entraron en el país unos dos millones de puertorriqueños, de los que la mitad se encuentran en la ciudad de Nueva York; y finalmente, tras el triunfo de Castro en Cuba, se establecen unos 500.000 cubanos en Miami, Nueva York y Chicago.

* La marcha hacia el Oeste y la distribución actual de la población.

Hasta 1775 el territorio ocupado por los colonos no pasaba la línea divisoria de aguas de los Apalaches; el hábitat era esencialmente rural y las ciudades eran puertos y puntos de enlace entre el exterior y los pequeños "hiterlands" agrícolas (Filadelfia, 10.000 habitantes; Boston, 7.500; Nueva York, 5.000). Este territorio estaba rodeado por la Luisiana francesa y las tierras septentrionales del imperio español; a finales del siglo XVIII la frontera se adentra hasta los Grandes Lagos por el norte y hasta los Apalaches por el sudoeste, con lo que la superficie aumento en un 50%, instalándose en el interior 500.000 colonos. Desde el momento de la independencia hasta la guerra civil (1861-65), se producen oleadas de expansión, que responden a las oleadas inmigratorias, y se pueden distinguir varias etapas:

1800-1825. Con la adquisición de la Luissiana francesa, la frontera atraviesa el Mississippi; también se adquiere de España el territorio de Oregón, y Lewis y Clark llegan en sus expediciones hasta la desembocadura del Columbia. De esta forma se dobla el territorio de los Estados Unidos, y aplicando la ley de 1786 y poniendo en venta lotes de tierra de hasta 120 ha, a dos dólares el acre, se facilita la colonización de estas tierras casi vacías.

1825-1850. Continúa la colonización del interior y se consolida el dualismo económico norte-sur; en las tierras del interior surgen las especializaciones trigueras y maiceras, mientras que en el sur se afianza la caña de azúcar, el algodón y el tabaco, creándose así economías complementarias: el interior tiene excedentes de carne, leche y cereal para abastecer al sur y aquellos núcleos en los que se implanta la industria (textil, hierro, maquinaria pesada, etc.). El país conoció, por otra parte, un gran desarrollo industrial al incorporarse en 1845 la república Texas, separada en 1835 de México; en

Page 25: Canadá y Estados Unidos

1848 se incorpora California hasta el río Grande, y en 1846 se reajustan los límites septentrionales siguiendo el paralelo 49º latitud N.

1850-1875. En este período se produce la máxima afluencia de "inmigrantes viejos" (británicos y alemanes); y es también de este momento la colonización mormona y la fundación de Salt Lake City, así como el auge de los enclaves mineros de California, Nevada, Idaho y Montana. La guerra civil consolida el poder económico del norte, y Lincoln propugna la expansión de los ejes ferroviarios para integrar al norte la llanura interior. En 1853 se anexiona el territorio de río Grande, y en 1867 Alaska se incorpora al territorio estadounidense.

1875-1900. El frente de colonización avanza hasta las grandes llanuras, en donde se implanta la ganadería extensiva (ranching), aumentándose espectacularmente la producción agraria, debido a los rendimientos producidos por las fértiles tierras negras. El ranching era la actividad adecuada a las condiciones áridas de las grandes llanuras y a las grandes explotaciones (de hasta 2.000 ha), existentes en la antigua república de Texas. Sin embargo, a finales de esta etapa, se propugna uan colonización agrícola, abriéndose así al trigo los territorios de Nebraska y los Dakotas, cultivos que fueron abandonados tras la sequía de los años 1880 y 1890, en beneficio de la ganadería extensiva, beneficiada con la introducción del transporte frigorífico.

Si hasta 1800 más del 90% de la población se localizaba en la fachada atlántica, esta cifra ha disminuido al 50%, y a finales del siglo XIX, al 40%, como consecuencia de la progresiva ocupación de las tierras del centro y del oeste.

Actualmente cabe distinguir dos dominios: en primer lugar, una zona al oeste del meridiano 100º 0, con densidades de población inferiores a la media del país, que es de 22,7 hab./km2, aunque en esta zona haya que exceptuar la costa del Pacífico y la depresión central. La población se agrupa en los pequeños oasis de las mesetas intramontanas o en emplazamientos con recursos mineros.

Al este del citado meridiano aparece un territorio más poblado, cuya densidad es de 40-50 hab./km2. A menor escala, podemos distinguir los estados del nordeste, los de los Grandes Lagos, Nueva Inglaterra, con densidades semjantes a las de Europa occidental, y sólo los Apalaches registran densidades muy bajas, como corresponde a un medio montañoso con una agricultura pobre.

El sudeste de los Estados Unidos es la zona de mayor densidad rural, y dentro de ella cabe distinguir dos cinturones muy poblados, en donde se encuentra la mayoría de las ciudades: el litoral y los ejes de comunicación.

Las montañas del oeste constituyen un espacio vacío con densidades inferiores a 2 habitantes por km2, y sólo el gran valle y el litoral, junto con los oasis agrícolas del interior, constituyen áreas de intenso poblamiento.

b) Movimientos naturales.

Si la inmigración fue esencial en el desarrollo de los Estados Unidos, no hay que

Page 26: Canadá y Estados Unidos

olvidar el propio dinamismo demográfico interno; en efecto, de 1800 a 1950 Estados Unidos creció en 145 millones de habitantes, de los que sólo el 26% procedía de la inmigración. Al comenzar el siglo XX la tasa de natalidad estaba en torno al 30 por mil, y la mortalidad en torno al 18 por mil, cifras que se mantienen hasta la gran crisis económica de 1930, que hace descender la natalidad a 18,4 por mil, volviendo a recuperarse tras la II Guerra Mundial (baby boom); el máximo se alcanza en 1947, con un 26,6 por mil y se mantiene muy alta hasta 1957, fecha en que comienza el descenso por debajo del 20 por mil (1966, 18,4 por mil; 1973, 14,9 por mil).

La tasa de mortalidad alcanzó valores bajos a partir de 1940 (10 por mil), y en la actualidad está en torno a 9 (1973, 9,4 por mil). Naturalmente, estos valores oscilan regional y socialmente, lo que produce un crecimiento natural diferenciado; así, por ejemplo, si la natalidad entre la población blanca oscila entre el 15 y 17 por mil, en la población negra lo hace entre el 22 y 25 por mil, con lo que el peso relativo de esta última es cada vez mayor.

c) Conflictos humanos actuales: conflictos raciales, religiosos y culturales (asimilación anglosajona), problemática de los pueblos autóctonos.

Estados Unidos ha sido definido a menudo como un crisol de culturas, quizás dé esa impresión su apariencia externa, pero al mirarlo de cerca, el "meltin-pot" o amalgama de culturas no es un concepto que haya tenido mucho éxito a tenor de los continuos conflictos raciales, religiosos y culturales.

Como hemos visto desde su fundación, Estados Unidos fue una nación de inmigración, pero ya en el XIX y el XX se mostró incapaz de aceptarla sin distinguir entre grados aceptables e inaceptables de extranjería. El nacionalismo de los "WASP", los protestantes anglosajones blancos, se manifestó, como ya hemos visto, a partir de 1880 en una tendencia hacia el control de la inmigración que acabó con el triunfo de las restricciones de 1917 a 1924. Anteriormente, en 1882 cerró el camino a los chinos y en 1907 a los japoneses.

A los inmigrantes que pasaban el control los nacionalistas ofrecían su adaptación al modelo anglosajón, la anglo-conformity, dado que los Estados Unidos se desarrollaron a partir de unas colonias creadas y dominadas por los protestantes británicos. Pero la anglo-conformity, era en el fondo un fraude. El esfuerzo por aprender inglés, la modificación de sus costumbres e incluso de sus nombres, Bodinski por Boden, Rugiero por Roger, Giovanni Salvini en John Sullivan, acabarían por chocar con los prejuicios de una sociedad cerrada. Los nacionalistas pensaban cuando hablaban de asimilación, de "asimilación de comportamiento", esto es la adopción de los modelos de comportamiento cultural de la sociedad receptora, en ningún momento de "asimilación estructural", es decir, el acceso de los inmigrantes y de sus descendientes a los grupos sociales, a las organizaciones, a las instituciones y, en general, al proceso social y político. La desilusión y exasperación hacían acto de presencia cuando se llegaba a la comprensión de que todo esto les estaba vedado. Si eso les ocurría a los europeos, que después de varias generaciones conseguían homogeneizarse más o menos, había otros grupos que por sus características raciales nunca podrían pasar por "WASP", a pesar de haber seguido los

Page 27: Canadá y Estados Unidos

pasos necesarios para su americanización. Es el caso de los japoneses, a los que los nacionalistas criticaban por adoptar las tradiciones de su nueva patria, por convertirse en protestantes británicos "honorarios". Por el contrario a los chinos se les atacaba por no esforzarse en imitar a quienes eran "superiores" a ellos. Qué decir, por último, de los negros, cuya inmigración, como hemos visto, es más antigua.

Me he remontado a finales del XIX y principios del siglo para intentar facilitar la comprensión de una sociedad en la que existen lugares de residencia de carácter étnico, que sin perder su carácter, sufre variaciones. No es lo mismo el "ghetto dorado" de los judíos de Providence, que Harlem o algún Chinatown. Organizaciones de inmigrantes que en principio se ocupaban de ayudar a necesitados de su grupo en caso de apuro financiero, enfermedad o paro, y asegurar la observancia de los ritos funerarios adecuados y que en la actualidad son clubs de reunión.

El alto grado de endogamia entre los grupos étnicos constituye uno de los ejemplos más visibles de segregación estructural.

Iglesias y escuelas separadas, los judíos acudían a sus sinagogas, lo que es comprensible, lo que no lo es tanto son las parroquias étnicas católicas contra las que ni siquiera el Papa ha conseguido acabar, ya que eran un producto más de las necesidades culturales de los inmigrantes. Al lado de esas parroquias aparecieron escuelas que hicieron escuelas aún más difíciles la asimilación cultural al perpetuar las diferencias lingüísticas y mantener la separación entre protestantes y nativos. Las escuelas judías y católicas gozan de inmejorable salud en la actualidad, junto a las deprimidas escuelas marginales para negros.

Por último, la participación en el proceso político, lo que ha dominado la vida política americana y sigue haciéndolo, han sido los criterios étnicos y religiosos, y no la conciencia de clase. Todos los grupos étnicos acabaron por tener sus representantes a nivel estatal y federal siempre que se le propusieron. Gradualmente la mayoría de los grupos ha ido promocionando a sus líderes políticos, especialmente a partir de la II Guerra Mundial.

Lo mismo ocurre en economía, entre los altos ejecutivos de las más importantes compañías americanas predomina los de origen británico, lo que pone de relieve la potencial cordialidad inherente a la sociedad americana para los de aquel origen. En el extremo opuesto, la acogida dispensada a los inmigrantes mexicanos sigue siendo por lo general tan hostil que incluso la asimilación de comportamiento ha sido muy lenta. Muchos angloamericanos del sudoeste consideran en la actualidad que el mexicano es virtualmente inasimilable y ello en base a argumentos tan peligrosos como las diferencias raciales. Los puertorriqueños del nordeste parecen hallarse en mejor situación comparativa, dado que son preferidos a los negros, pero el elevado índice de retornos a su patria indica lo exigüo de su ventaja. Los chinos y japoneses han adoptado una actitud tan discreta que resulta difícil generalizar sobre su actual situación. Recordar que durante la II Guerra Mundial, japoneses que se consideraban ciudadanos americanos por su grado de asimilación y haber nacido muchos ya en América, fueron encerrados en campos de concentración. Por lo cual ahora parecen contentarse con mantenerse aparte e iguales. La ininterrumpida supervivencia de los chinatown de San Francisco y otros lugares permiten pensar que su asimilación estructural ha sido escasa.

Page 28: Canadá y Estados Unidos

En cuanto al presente de los norteamericanos negros, suponiendo algo más de la décima parte de la población de los Estados Unidos, todavía representan casi la cuarta parte de las personas que viven debajo de la línea de la pobreza. En algunos barrios bajos de los centros urbanos la pobreza y la falta de puestos de trabajo continúan afectando como mínimo al 50% de los negros.Frente a esta realidad irrefutable de las cifras tenemos las excepciones de los que han conseguido convertirse médicos, abogados, etc. y salir de los guettos, incluso algunos son destacadas figuras políticas como el alcalde de Los Angeles, Tom Bradley, o el fallecido Harold Washington (1922-1987), que fue el primer alcalde negro de Chicago en 1983, o el caso de Jesse Jackson, nombrado candidato por el Partido Demócrata a la Presidencia en 1984 y 1988. Es el final de un largo camino recorrido desde la abolición de la esclavitud en 1865, su posterior emigración al norte en busca de trabajo y la creación de guettos como Harlem, el nacimiento del movimiento pro derechos civiles de 1950 y 1960, de carácter no violento encabezado por clérigos y estudiantes negros para acabar con la segregación en el sur (Martin Luther King) que finalmente se conseguiría con la aprobación en 1964 por el Congreso de la Ley de Derechos Civiles.

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────4. GRANDES AREAS DE CONCENTRACION HUMANA Y SU CONEXION

Page 29: Canadá y Estados Unidos

ECONOMICA───────────────────────────────────────────────────────────────────────────

El área de los Grandes Lagos.

Tomaremos como ejemplo significativo esta región estrechamente asociada en el plano económico a la región de los Apalaches. Las dos son ricas en recursos mineros y forman la primera zona de industria pesada de EE.UU., proporcionando el 67% del acero, 58% de las máquinas y dos tercios del material de transporte de la Unión.

La región de los Grandes Lagos es una gran región económica, y su éxito proviene, en principio, de la presencia de una admirable vía de penetración tan amplia como el mar Negro: los Grandes Lagos. Aguas abajo, los lagos Ontario y Erie forman un surco SO-NE orientado hacia el Atlántico, como su emisario el San Lorenzo. Aguas arriba, los lagos Hurón, Michigan y Superior están ya en las grandes llanuras. Las caídas de agua no son un obstáculo para la navegación desde que un canal que evita el Salto de Santa María, une los lagos del Hurón y Superior, y el canal Welland loos de Ontario y Erie, bordeando las cataratas del Niáraga. Sólo el hielo invernal interrumpe el colosal tráfico de trigo, hierro y carbón (los dos primeros productos) hacia el este, y el carbón hacia el oeste. El tráfico en el canal de Santa María iguala al de los canales de Panamá y Suez juntos.

La ordenación del San Lorenzo, por otra parte, ha hecho de los Grandes lagos la salida de una gran vía marítima. Esta ordenación, deseada tanto por el centro-oeste como por Canadá, han llevado a Detroit y a Chicago el término de la navegación marítima, que anteriormente se detenía en Montreal. La nueva vía favorece especialmente a la Pradera canadiense y al centro-oeste, puesto que la navegación procedente de Europa puede alcanzar con el mismo esfuerzo Chicago que Nueva Orleans. Las industrias se han instalado en los cruces de las vías de comunicación. El mineral de hierro cargado en Duluth es descargado en Toledo, en Cleveland, en Buffalo, para llegar después a Pitssburgo y a la costa noratlántica. Los barcos retornan cargados de carbón. En las orillas del Ontario y del Erie, y a lo largo del Mohawk, las fábricas se han especializado en producciones de alta calidad: electrónica, material fotográfico (Kodak, en Rochester), productos farmaucéticos, químicos, etc. Buffalo (1,3 millones de habitantes) utiliza la electricidad del Niáraga para su electrometalurgia. Cleveland (2 millones) se especializa en metalurgia pesada y en fabricación de maquinaria.

Al oeste del Erie, en torno a Toledo y especialmente en torno a Detroit (4,3 millones de habitantes), todas las fábricas están al servicio de la industria del automóvil, que ocupa a un tercio de los obreros industriales de la región. La General Motors, Ford y Chrysler producen más del 95% de los casi 12 millones de vehículos anuales. Akrib es ka capital mundial del neumático, desde que Goodyear en 1869 inventó el vulcanizado. Milwaukee agrupa a 1.400.000 habitantes y sus industrias (maquinaria agrícola fundamentalmente), recuerdan a las existentes en la metrópoli regional: Chicago, que en el extremo meridional del lago Michigan, se beneficia a la vez de la actividad del nordeste y de la prosperidad de una amplia región agrícola. Puerto de los Grandes Lagos, Chicago es también un puerto fluvial unido por un canal al Mississippi, y nudo ferroviario y aéreo de importancia. Esta pequeña vía del siglo XIX se ha convertido en la segunda ciudad de

Page 30: Canadá y Estados Unidos

la Unión, con 3.300.000 habitantes y 6.700.000 si incluimos el gran Chicago.

Las primeras industrias establecidas en esta ciudad fueron las alimenticias. Los mataderos de Chicago recibían millones de animales, enviados desde el centro oeste y las grandes llanuras; allí se preparaba carne en conserva, jamón, salchichas... Las fábricas de harina trabajaban el trigo procedente del Wheat Belt. Hoy estas actividades, todavía importantes, no representan más que el 14% de la producción industrial de la ciudad. La petroquímica está en pleno desarrollo, las refinerías tratan el petróleo procedente del sur, máquinas agrícolas, material rodante, máquinas-herramientas, etc.

La región septentrional de los Grandes Lagos es un país forestal ampliamente explotado por las fábricas de papel y colonizado por ganaderos. Los suelos ácidos y pobres en materia orgánica, formados sobre arenas y depósitos glaciares, soportaban espléndidos bosques de coníferas, hoy arruinados. Los colonos americanos, alemanes y escandinavos han creado las explotaciones agrícolas de los estados de Michigan y de Wisconsin, y agrupándose en cooperativas, venden a las ciudades grandes cantidades de leche, mantequilla y queso. Más al sur, el cultivo del maíz permite la cría del ganado. Ya en las proximidades de los Grandes Lagos, con suelos negros, profundos, se cultivan frutas y primicias.

* ANEXO. Ver fotocopias referidas al Tratado de Libre Comercio.

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────5. CONCLUSIONES.

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────

Como hemos podido observar a lo largo de este tema, Estados Unidos y Canadá tienen bastantes semejanzas tanto en los aspectos físicos como humanos. Estos dos gigantes, poblados por europeos fudamentalmente y con una población autóctona, se caracterizan por tener una gran disponibilidad de superficie y compartir grandes unidades de relieve.

La ocupación del territorio, como hemos visto, marcada por el fenómeno colonial,

Page 31: Canadá y Estados Unidos

constituye un área con grandes contrastes demográficos. Abundantes recursos y materias primas y un acusado proceso industrializador, son otros rasgos que definen a ambos países.

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────6. BIBLIOGRAFIA.

───────────────────────────────────────────────────────────────────────────

6.1. Bibliografía.

a) Bibliografía general.

* Casas Torres, J.M. y otros: Geografía Descriptiva. volumen III América. Ed. Magisterio Español, S.A. Madrid, 1979.,

* Tierras y gentes. Geografía humana universal ilustrada. tomo 1: América del Norte y América Central. Ed. Debate, Barcelona, 1990.

* Anuario 1993 Akal.

b) Bibliografía específica.

Page 32: Canadá y Estados Unidos

* División de Relaciones Federales y Media, de Estadística de Canadá: Anuario Canadá. Canadá, 1983.

* Asimov, Isaac: La formación de América del Norte. Ed. Alianza. Madrid, 1988.

* Adams, Willi Paul: Los Estados Unidos de América. Ed. Siglo XXI. Madrid, 1990.

* Jacquin, Philippe: El Ocaso de los Pieles Rojas. Aguilar Universal. Madrid, 1990.

6.2 Material didáctico.

* Documentales sobre recursos físicos y humanos de América del Norte.

* Cartografía.

* Películas sobre la población indígena de América del Norte: - La matanza, D.W. Griffith, 1912. - Murieron con las botas puestas, Raoul Walsh, 1941.

- Flechas rotas, Delmer Daves, 1950. - Un hombre llamado Caballo, Eliot Silverstein, 1969. - El jinete pálido, Clint Eastwood, 1985. - Bailando con lobos, 1989.