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Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento filosófico de Albert Camus en relación con el movimiento existencialista de la época, y examinar desde el panorama existencial la vinculación del filósofo del absurdo a esta corriente filosófica. Se ana- lizarán aspectos fundamentales de la filo- sofía existencial en general para determi- nar si Camus es o no existencialista. Para ello haremos un recorrido de los temas principales de la filosofía camusiana como por ejemplo el absurdo, la nostalgia huma- na, la existencia, la rebelión, etc. INTRODUCCIÓN La vigencia del pensamiento filosó- fico existencial de Albert Camus en el comienzo del siglo XXI es verda- deramente impresionante; dentro de un marco político, social, econó- mico, moral, religioso, saturado por ambigüedades e interpretaciones subjetivas de libros y textos sagra- dos, visiones del mundo impositi- vas por parte de los máximos pode- res mundiales, cobra suma impor- tancia retomar el análisis del pensa- miento camusiano. Los tratados de paz (a los que tan- to les dio importancia Camus) los tratados y convenios económicos- tecnológicos, la temática sobre los valores humanos, ya sean perso- nales o sociales, los efectos de la denominada globalización, la edu- cación y la cultura del ciudadano del futuro, sus medios y fines, la moral y la política como instru- mentos de poder social sobre los pueblos son algunos de los temas actuales controversiales y que de una manera o de otra son discuti- dos y analizados por Camus a lo largo de toda su obra. Un pensamiento que se dedique o se consagre a defender al ser hu- mano en su existencia plena, y a valorar la vida como un valor su- premo digno de respeto, es un pensamiento actual y, más que eso, es una filosofía vivencial con- creta para nada abstracta. La existencia en Camus Una de las ideas fundamentales de la filosofía existencial es que el hombre –ante todo– es existencia y * Licenciado en Filosofía. Actualmente es encargado de la Cátedra de Filoso- fía de la Educación de la Universidad Estatal a Distancia y profesor de Ética en la Universidad de Costa Rica. APORTES

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Page 1: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

Camus y el existencialismo 121

Camus y el existencialismoFrancisco Gutiérrez Sánchez*

RESUMEN

El propósito de este artículo es analizar elpensamiento filosófico de Albert Camus enrelación con el movimiento existencialistade la época, y examinar desde el panoramaexistencial la vinculación del filósofo delabsurdo a esta corriente filosófica. Se ana-lizarán aspectos fundamentales de la filo-sofía existencial en general para determi-nar si Camus es o no existencialista. Paraello haremos un recorrido de los temasprincipales de la filosofía camusiana comopor ejemplo el absurdo, la nostalgia huma-na, la existencia, la rebelión, etc.

INTRODUCCIÓN

La vigencia del pensamiento filosó-fico existencial de Albert Camus enel comienzo del siglo XXI es verda-deramente impresionante; dentrode un marco político, social, econó-mico, moral, religioso, saturado porambigüedades e interpretacionessubjetivas de libros y textos sagra-

dos, visiones del mundo impositi-vas por parte de los máximos pode-res mundiales, cobra suma impor-tancia retomar el análisis del pensa-miento camusiano.

Los tratados de paz (a los que tan-to les dio importancia Camus) lostratados y convenios económicos-tecnológicos, la temática sobre losvalores humanos, ya sean perso-nales o sociales, los efectos de ladenominada globalización, la edu-cación y la cultura del ciudadanodel futuro, sus medios y fines, lamoral y la política como instru-mentos de poder social sobre lospueblos son algunos de los temasactuales controversiales y que deuna manera o de otra son discuti-dos y analizados por Camus a lolargo de toda su obra.

Un pensamiento que se dedique ose consagre a defender al ser hu-mano en su existencia plena, y avalorar la vida como un valor su-premo digno de respeto, es unpensamiento actual y, más queeso, es una filosofía vivencial con-creta para nada abstracta.

La existencia en Camus

Una de las ideas fundamentalesde la filosofía existencial es que elhombre –ante todo– es existencia y

* Licenciado en Filosofía. Actualmentees encargado de la Cátedra de Filoso-fía de la Educación de la UniversidadEstatal a Distancia y profesor de Éticaen la Universidad de Costa Rica.

AP

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TES

Camus y el existencialismo 121

Camus y el existencialismoFrancisco Gutiérrez Sánchez*

RESUMEN

El propósito de este artículo es analizar elpensamiento filosófico de Albert Camus enrelación con el movimiento existencialistade la época, y examinar desde el panoramaexistencial la vinculación del filósofo delabsurdo a esta corriente filosófica. Se ana-lizarán aspectos fundamentales de la filo-sofía existencial en general para determi-nar si Camus es o no existencialista. Paraello haremos un recorrido de los temasprincipales de la filosofía camusiana comopor ejemplo el absurdo, la nostalgia huma-na, la existencia, la rebelión, etc.

INTRODUCCIÓN

La vigencia del pensamiento filosó-fico existencial de Albert Camus enel comienzo del siglo XXI es verda-deramente impresionante; dentrode un marco político, social, econó-mico, moral, religioso, saturado porambigüedades e interpretacionessubjetivas de libros y textos sagra-

dos, visiones del mundo impositi-vas por parte de los máximos pode-res mundiales, cobra suma impor-tancia retomar el análisis del pensa-miento camusiano.

Los tratados de paz (a los que tan-to les dio importancia Camus) lostratados y convenios económicos-tecnológicos, la temática sobre losvalores humanos, ya sean perso-nales o sociales, los efectos de ladenominada globalización, la edu-cación y la cultura del ciudadanodel futuro, sus medios y fines, lamoral y la política como instru-mentos de poder social sobre lospueblos son algunos de los temasactuales controversiales y que deuna manera o de otra son discuti-dos y analizados por Camus a lolargo de toda su obra.

Un pensamiento que se dedique ose consagre a defender al ser hu-mano en su existencia plena, y avalorar la vida como un valor su-premo digno de respeto, es unpensamiento actual y, más queeso, es una filosofía vivencial con-creta para nada abstracta.

La existencia en Camus

Una de las ideas fundamentalesde la filosofía existencial es que elhombre –ante todo– es existencia y

* Licenciado en Filosofía. Actualmentees encargado de la Cátedra de Filoso-fía de la Educación de la UniversidadEstatal a Distancia y profesor de Éticaen la Universidad de Costa Rica.

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Page 2: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

que ésta se da en la determinacióny en la realización del ser comoproyecto existencial.

Camus, identificado en algunaspartes con esta manera de pensar,no concibe un paraíso divino des-pués de la muerte como justifica-ción al dolor y a la miseria en estatierra. No es posible un Dios queacepte y permita la destrucción yel dolor humano. El hombre estásólo en este mundo y construye suexistencia con base en su libertad.

En cuanto a si Camus es o no exis-tencialista lo iremos analizandopoco a poco, retomando mucho delo que nos legó en sus obras y, porsupuesto, analizando sus ideas fi-losóficas en relación con el movi-miento existencialista, que tuvo sumayor auge al acercarse la mitaddel presente siglo, son muchas laspartes de su temática en las queplasma su pensamiento, una obrabastante extensa y variada, rica enmensajes, conflictos, angustias; sinfaltar esa lucidez y honestidad quelo caracterizó.

En medio de una serie de convul-siones sociales y políticas empiezaa desarrollar su intelecto y su inte-rés por la filosofía (aunque al igualque otros pensadores, no le gusta-ba que lo llamaran filósofo). Unode sus rasgos más característicosera su pasión por el periodismo

crítico, dentro del cual mantienecon firmeza una posición honestay profunda en pro de la vida hu-mana.

Algunos consideran a Camus comoun hombre trágico, quizá por lasobras escritas en sus primeros añosde literato, una etapa difícil en quetuvo que definirse políticamenteante un momento en que la angus-tia hacia su aparición y la convul-sión social se desbordaba en las ca-lles. Una etapa en donde tiene queaceptar situaciones escabrosas yexistir con ese pesado fardo que aveces se torna la existencia, cuandoel absurdo y la desesperación aso-man sus filosas garras.

Para poder definir a Camus es ne-cesario conocer toda su obra y elmomento histórico en el cual sedesenvolvió. A veces podemospensar en descripciones acomoda-ticias acerca de su personalidad ysu obra literaria, tal vez, por noprofundizar en su evolución filo-sófica.

Albert Camus, nació en Argeliacolonia francesa, el 7 de noviem-bre de 1913. Su padre era de ori-gen francés y su madre era de as-cendencia española.

Sufre a muy temprana edad lamuerte de su padre, quedando alcuidado de su madre, la cual no

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que ésta se da en la determinacióny en la realización del ser comoproyecto existencial.

Camus, identificado en algunaspartes con esta manera de pensar,no concibe un paraíso divino des-pués de la muerte como justifica-ción al dolor y a la miseria en estatierra. No es posible un Dios queacepte y permita la destrucción yel dolor humano. El hombre estásólo en este mundo y construye suexistencia con base en su libertad.

En cuanto a si Camus es o no exis-tencialista lo iremos analizandopoco a poco, retomando mucho delo que nos legó en sus obras y, porsupuesto, analizando sus ideas fi-losóficas en relación con el movi-miento existencialista, que tuvo sumayor auge al acercarse la mitaddel presente siglo, son muchas laspartes de su temática en las queplasma su pensamiento, una obrabastante extensa y variada, rica enmensajes, conflictos, angustias; sinfaltar esa lucidez y honestidad quelo caracterizó.

En medio de una serie de convul-siones sociales y políticas empiezaa desarrollar su intelecto y su inte-rés por la filosofía (aunque al igualque otros pensadores, no le gusta-ba que lo llamaran filósofo). Unode sus rasgos más característicosera su pasión por el periodismo

crítico, dentro del cual mantienecon firmeza una posición honestay profunda en pro de la vida hu-mana.

Algunos consideran a Camus comoun hombre trágico, quizá por lasobras escritas en sus primeros añosde literato, una etapa difícil en quetuvo que definirse políticamenteante un momento en que la angus-tia hacia su aparición y la convul-sión social se desbordaba en las ca-lles. Una etapa en donde tiene queaceptar situaciones escabrosas yexistir con ese pesado fardo que aveces se torna la existencia, cuandoel absurdo y la desesperación aso-man sus filosas garras.

Para poder definir a Camus es ne-cesario conocer toda su obra y elmomento histórico en el cual sedesenvolvió. A veces podemospensar en descripciones acomoda-ticias acerca de su personalidad ysu obra literaria, tal vez, por noprofundizar en su evolución filo-sófica.

Albert Camus, nació en Argeliacolonia francesa, el 7 de noviem-bre de 1913. Su padre era de ori-gen francés y su madre era de as-cendencia española.

Sufre a muy temprana edad lamuerte de su padre, quedando alcuidado de su madre, la cual no

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Page 3: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

sabia leer ni escribir; trabajaba co-mo mujer de limpieza para ganar elsustento de la familia. Podría decir-se que esta situación económica pu-do ser un obstáculo para la forma-ción de Camus, pero la gratituidadde la escuela francesa le permitiódesarrollar sus capacidades.

Camus se distinguió desde tem-prana edad. En la adolescencialeía algunos de los grandes auto-res, entre ellos a Malraux y Dos-toievski, los cuales influirán en suobra posterior.

Siente gran afición por el fútbol y lanatación, siendo esta última algo sa-grado para él, hecho que podemoscorraborar al leer sus obras y al verla importancia que da a esos mo-mentos de placer en el agua en todasu obra: el sol, el mar, las playas y lanaturaleza en sí ocuparán un lugarpreponderante. La naturaleza es co-mo una madre que cobija y da alivioen los momentos difíciles y sirve derefrescante aliento, que revitaliza lasenergías para poder enfrentar la vi-da con mayor fuerza.Tal es el casode su obra: La mujer adúltera, que seentrega a la noche en toda su pleni-tud.

Sus estudios secundarios los reali-za en el Liceo de Argel. A los die-cisiete años sufre de tuberculosis,lo cual hace que tenga que aban-donar su hogar e ingresa luego en

la Universidad de Argel. En ellaempieza a inclinarse por el mundode la Filosofía.

En cuanto a política se refiere, és-ta ocupará gran parte de su ju-ventud y madurez. Empieza consu adhesión a un movimiento an-tifascista, participa en varias ma-nifestaciones y se dará a conocercomo un antiimperialista de tin-te socialista.

Poco después contrae matrimoniopero éste dura muy poco. Este he-cho repercutirá más adelante en suobra, pues son muy comunes lashistorias de amor en su obra queno concluyen de modo romántico:Meursault y María en El extranje-ro, por ejemplo.

En 1934 ingresa al partido comu-nista de Argel y se le responsabili-za de la propaganda política (enese país). En 1945 se retira de di-cho partido aduciendo que el co-munismo se interesaba muy pocopor el colonialismo, silenciaba susinjusticias y poco había hecho porlos argelinos que estaban sufrien-do grandes calamidades. Tambiénen El hombre rebelde nos hablarácon gran profundidad de los desa-cuerdos que fueron surgiendo,haciendo énfasis en algunas otrasexperiencias políticas y sociales.

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sabia leer ni escribir; trabajaba co-mo mujer de limpieza para ganar elsustento de la familia. Podría decir-se que esta situación económica pu-do ser un obstáculo para la forma-ción de Camus, pero la gratituidadde la escuela francesa le permitiódesarrollar sus capacidades.

Camus se distinguió desde tem-prana edad. En la adolescencialeía algunos de los grandes auto-res, entre ellos a Malraux y Dos-toievski, los cuales influirán en suobra posterior.

Siente gran afición por el fútbol y lanatación, siendo esta última algo sa-grado para él, hecho que podemoscorraborar al leer sus obras y al verla importancia que da a esos mo-mentos de placer en el agua en todasu obra: el sol, el mar, las playas y lanaturaleza en sí ocuparán un lugarpreponderante. La naturaleza es co-mo una madre que cobija y da alivioen los momentos difíciles y sirve derefrescante aliento, que revitaliza lasenergías para poder enfrentar la vi-da con mayor fuerza.Tal es el casode su obra: La mujer adúltera, que seentrega a la noche en toda su pleni-tud.

Sus estudios secundarios los reali-za en el Liceo de Argel. A los die-cisiete años sufre de tuberculosis,lo cual hace que tenga que aban-donar su hogar e ingresa luego en

la Universidad de Argel. En ellaempieza a inclinarse por el mundode la Filosofía.

En cuanto a política se refiere, és-ta ocupará gran parte de su ju-ventud y madurez. Empieza consu adhesión a un movimiento an-tifascista, participa en varias ma-nifestaciones y se dará a conocercomo un antiimperialista de tin-te socialista.

Poco después contrae matrimoniopero éste dura muy poco. Este he-cho repercutirá más adelante en suobra, pues son muy comunes lashistorias de amor en su obra queno concluyen de modo romántico:Meursault y María en El extranje-ro, por ejemplo.

En 1934 ingresa al partido comu-nista de Argel y se le responsabili-za de la propaganda política (enese país). En 1945 se retira de di-cho partido aduciendo que el co-munismo se interesaba muy pocopor el colonialismo, silenciaba susinjusticias y poco había hecho porlos argelinos que estaban sufrien-do grandes calamidades. Tambiénen El hombre rebelde nos hablarácon gran profundidad de los desa-cuerdos que fueron surgiendo,haciendo énfasis en algunas otrasexperiencias políticas y sociales.

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Page 4: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

Camus desde sus inicios literariossintió un gran aprecio por su pue-blo, Argel, y a la vez amaba aFrancia. Su ingreso al partido co-munista lo hizo por la necesidadde un cambio de condiciones so-ciales para Argel, pero éste no sedaba por ninguna parte.

Camus siempre fue claro en susdisposiciones y algo que nuncaabandonó fue su incondicional lu-cha por la libertad y la justicia. Nopodía aceptar que la misma iz-quierda se tambaleará ante hechostan claros como las muertes sinjustificación y mucho menos el te-rrorismo de Estado. Sus obras sonel fiel reflejo de esta clara posición,como es el caso de su obra de tea-tro titulada Los Justos.

León Pacheco, en su ensayo sobreEl mito de Sísifo, nos dice que :

Nos percatamos que Albert Ca-mus odió toda ideología farsa dela historia, porque amó los hechosconcretos más acá de las abstrac-ciones y de los mitos (1968:157).

En este sentido Camus fue inclau-dicable. Nada puede justificar lamuerte ni el dolor humano; lasideologías se equivocan al fulmi-nar leyes e implantar estados desitio, no se puede ser neutral anteel terrorismo. El hombre comoexistente tiene derecho a la vida, a

ser libre y responsable, con uncompromiso vital de existir hastalas últimas consecuencias.

Camus tuvo que trabajar ardua-mente en diferentes oficios con elfin de continuar sus estudios de Fi-losofía en la Universidad; trabajócomo vendedor, obrero de fábrica yoficinista. Su situación económicaera muy difícil y había que buscarel mejor medio para realizar su co-metido, que era obtener un títulooficial que lo amparara.

La elección existencial

Sus primeros escritos datan de1935, en ese mismo año funda elteatro del trabajador. Al año si-guiente escribe su primera obra deteatro titulada: Revolución en Astu-rias. Luego el periodismo se cons-tituirá en uno de los principalesmotivos de su vida.

Debido a su salud no puede ejer-cer el trabajo de profesor de Filo-sofía, lo que le impidió impartirlecciones en la universidad. Sinembargo no se frustra y sigue ade-lante hasta convertirse en uno delos intelectuales más comentadosen Europa. Cabe destacar tambiénque por su labor artística se con-vierte en uno de los principalescríticos de la época, y también de-

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Camus desde sus inicios literariossintió un gran aprecio por su pue-blo, Argel, y a la vez amaba aFrancia. Su ingreso al partido co-munista lo hizo por la necesidadde un cambio de condiciones so-ciales para Argel, pero éste no sedaba por ninguna parte.

Camus siempre fue claro en susdisposiciones y algo que nuncaabandonó fue su incondicional lu-cha por la libertad y la justicia. Nopodía aceptar que la misma iz-quierda se tambaleará ante hechostan claros como las muertes sinjustificación y mucho menos el te-rrorismo de Estado. Sus obras sonel fiel reflejo de esta clara posición,como es el caso de su obra de tea-tro titulada Los Justos.

León Pacheco, en su ensayo sobreEl mito de Sísifo, nos dice que :

Nos percatamos que Albert Ca-mus odió toda ideología farsa dela historia, porque amó los hechosconcretos más acá de las abstrac-ciones y de los mitos (1968:157).

En este sentido Camus fue inclau-dicable. Nada puede justificar lamuerte ni el dolor humano; lasideologías se equivocan al fulmi-nar leyes e implantar estados desitio, no se puede ser neutral anteel terrorismo. El hombre comoexistente tiene derecho a la vida, a

ser libre y responsable, con uncompromiso vital de existir hastalas últimas consecuencias.

Camus tuvo que trabajar ardua-mente en diferentes oficios con elfin de continuar sus estudios de Fi-losofía en la Universidad; trabajócomo vendedor, obrero de fábrica yoficinista. Su situación económicaera muy difícil y había que buscarel mejor medio para realizar su co-metido, que era obtener un títulooficial que lo amparara.

La elección existencial

Sus primeros escritos datan de1935, en ese mismo año funda elteatro del trabajador. Al año si-guiente escribe su primera obra deteatro titulada: Revolución en Astu-rias. Luego el periodismo se cons-tituirá en uno de los principalesmotivos de su vida.

Debido a su salud no puede ejer-cer el trabajo de profesor de Filo-sofía, lo que le impidió impartirlecciones en la universidad. Sinembargo no se frustra y sigue ade-lante hasta convertirse en uno delos intelectuales más comentadosen Europa. Cabe destacar tambiénque por su labor artística se con-vierte en uno de los principalescríticos de la época, y también de-

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Page 5: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

bido a su posición libertaria, equi-dad en el trato humano, y unién-dose a las luchas políticas de Arge-lia por una mayor justicia en lacondición social de sus habitantes.Atacó con vehemencia los camposde concentración y el racismo.

Camus ingresa en la resistenciamotivado por la ejecución de Ga-briel Péri por los alemanes. Esdestacable el hecho de que desdemuy joven sentía gran abomina-ción por las ejecuciones y las criti-ca en toda su obra. En 1943 se ha-bía integrado a un movimientoclandestino llamado “combat“. Apartir de ese momento su obra li-teraria y filosófica es más fecunda,aparecen muchas de sus principa-les obras tales como La peste, Elhombre rebelde, La caída, etc.

Al aparecer el ensayo El hombre re-belde trae consigo el rompimientocon Sartre, del cual había sidoamigo íntimo. Se han dado mu-chas explicaciones acerca de esteacontecimiento, pero no está muyclaro el asunto; sin embargo la ma-yoría de críticos concuerdan conque el rompimiento o desacuerdoentre estos dos grandes filósofos,fue de carácter moral e ideológicopues Camus no justificaba la vio-lencia en la revolución.

Ya al final de su vida, estando aúnjoven, se nota una renovación en

sus obras, en que la esperanza bri-lla como una alternativa ante laconvulsión en que se mueve elmundo; esperanza que se truncaal fallecer en un accidente auto-movilístico, el cuatro de enero de1960, tres años después de obtenerel premio Nobel de literatura.

Con su muerte se cerró un capítu-lo de la literatura y filosofía fran-cesa, pues perdía en Camus no so-lo un gran esteta, sino un pensa-dor que con brillo propio cuestio-nó muchas de las formas de convi-vencia humana que estaban lle-vando a la destrucción del hom-bre, esto trajo como consecuenciaque este filósofo tomara decisio-nes claras y profundas, pues la vi-da no podía seguir siendo avasa-llada por ideologías nefastas, y elcrimen basado en principios totali-tarios o justificado por las ansiasde poder.

Tiempos modernos

Era el reto de los nuevos tiempos,se trataba de curar al hombre delos males que le acosan, como loproclama Rieux en La peste.

Después de haber hecho un reco-rrido por la vida de Albert Camuspodemos decir que su vida no lefue fácil y que eso lo motivó paraque en algún momento desarrolla-

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bido a su posición libertaria, equi-dad en el trato humano, y unién-dose a las luchas políticas de Arge-lia por una mayor justicia en lacondición social de sus habitantes.Atacó con vehemencia los camposde concentración y el racismo.

Camus ingresa en la resistenciamotivado por la ejecución de Ga-briel Péri por los alemanes. Esdestacable el hecho de que desdemuy joven sentía gran abomina-ción por las ejecuciones y las criti-ca en toda su obra. En 1943 se ha-bía integrado a un movimientoclandestino llamado “combat“. Apartir de ese momento su obra li-teraria y filosófica es más fecunda,aparecen muchas de sus principa-les obras tales como La peste, Elhombre rebelde, La caída, etc.

Al aparecer el ensayo El hombre re-belde trae consigo el rompimientocon Sartre, del cual había sidoamigo íntimo. Se han dado mu-chas explicaciones acerca de esteacontecimiento, pero no está muyclaro el asunto; sin embargo la ma-yoría de críticos concuerdan conque el rompimiento o desacuerdoentre estos dos grandes filósofos,fue de carácter moral e ideológicopues Camus no justificaba la vio-lencia en la revolución.

Ya al final de su vida, estando aúnjoven, se nota una renovación en

sus obras, en que la esperanza bri-lla como una alternativa ante laconvulsión en que se mueve elmundo; esperanza que se truncaal fallecer en un accidente auto-movilístico, el cuatro de enero de1960, tres años después de obtenerel premio Nobel de literatura.

Con su muerte se cerró un capítu-lo de la literatura y filosofía fran-cesa, pues perdía en Camus no so-lo un gran esteta, sino un pensa-dor que con brillo propio cuestio-nó muchas de las formas de convi-vencia humana que estaban lle-vando a la destrucción del hom-bre, esto trajo como consecuenciaque este filósofo tomara decisio-nes claras y profundas, pues la vi-da no podía seguir siendo avasa-llada por ideologías nefastas, y elcrimen basado en principios totali-tarios o justificado por las ansiasde poder.

Tiempos modernos

Era el reto de los nuevos tiempos,se trataba de curar al hombre delos males que le acosan, como loproclama Rieux en La peste.

Después de haber hecho un reco-rrido por la vida de Albert Camuspodemos decir que su vida no lefue fácil y que eso lo motivó paraque en algún momento desarrolla-

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Page 6: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

ra situaciones absurdas en algunasde sus obras, lo que le valió que sele considerara existencialista, peroél siempre fue enfático en rechazaresta calificación. Lo cierto es queexisten rasgos que lo caracterizandentro de la corriente existencia-lista, haciendo énfasis en su amis-tad con Sartre y Simone de Beau-voir, pues marcan en parte su te-mática en sus obras.

Existe un detalle digno de analizary es que se ha visto el existencialis-mo como una moda, como lo diráSartre en su libro El existencialismoes un humanismo. Creemos que elmismo Camus tenía un mal con-cepto de esta corriente; lo que su-cedió fue que ésta alcanzó unagran popularidad y la llevó a unacierta vulgarización de algunostérminos existencialistas y modosde pensar.

Camus, a pesar de ser un hombremoderado en su pensamiento eraun hombre exaltado, apasionadoen algunos de los campos artísti-cos como en el caso del teatro quese debate entre el abuso del racio-nalismo y la irracionalidad, queparece, a veces, tener la existencia.

Yo grito que no creo en nada yque todo es absurdo, pero no pue-do dudar de mi grito y tengo quecreer por lo menos en mi protesta.(1981:15)

He aquí una de sus más claras re-presentaciones de su pensamientoque lo retomaremos más adelante.El individuo tiene que darse su lu-gar, no se puede negar todo, puesel nihilismo es también un modode suicidio.

Pareciera que la misma situaciónque Camus vive en Argelia le mar-ca un poco el futuro, lo que haceque algunas manifestaciones pa-rezcan desesperadas. Pero hay ensus intenciones algo básico queconsiste en mantener lucidez,cuando la desesperación y la an-gustia parecen derramarse y con-tagiarlo todo . En su novela La pes-te por ejemplo al principio la gen-te corre sin saber hacia dónde va,es la desesperación ante la posibi-lidad de morir; pero en contraste aello, existe la acción de hombrescomo Rieux y Tarrou que buscanla salida al problema y que luchanpor una solución a la tragedia.Son ellos conocedores de su desti-no, los únicos responsables de suexistencia y saben que no bastacon tener esperanza, hay que ac-tuar:

Sí, tengo un corazón, me sirve pa-ra aguantar veinte horas por día,durante las que se ve morir hom-bres hechos para vivir. Nos sirvepara recomenzar cada jornada.Por lo demás, un corazón no bas-

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ra situaciones absurdas en algunasde sus obras, lo que le valió que sele considerara existencialista, peroél siempre fue enfático en rechazaresta calificación. Lo cierto es queexisten rasgos que lo caracterizandentro de la corriente existencia-lista, haciendo énfasis en su amis-tad con Sartre y Simone de Beau-voir, pues marcan en parte su te-mática en sus obras.

Existe un detalle digno de analizary es que se ha visto el existencialis-mo como una moda, como lo diráSartre en su libro El existencialismoes un humanismo. Creemos que elmismo Camus tenía un mal con-cepto de esta corriente; lo que su-cedió fue que ésta alcanzó unagran popularidad y la llevó a unacierta vulgarización de algunostérminos existencialistas y modosde pensar.

Camus, a pesar de ser un hombremoderado en su pensamiento eraun hombre exaltado, apasionadoen algunos de los campos artísti-cos como en el caso del teatro quese debate entre el abuso del racio-nalismo y la irracionalidad, queparece, a veces, tener la existencia.

Yo grito que no creo en nada yque todo es absurdo, pero no pue-do dudar de mi grito y tengo quecreer por lo menos en mi protesta.(1981:15)

He aquí una de sus más claras re-presentaciones de su pensamientoque lo retomaremos más adelante.El individuo tiene que darse su lu-gar, no se puede negar todo, puesel nihilismo es también un modode suicidio.

Pareciera que la misma situaciónque Camus vive en Argelia le mar-ca un poco el futuro, lo que haceque algunas manifestaciones pa-rezcan desesperadas. Pero hay ensus intenciones algo básico queconsiste en mantener lucidez,cuando la desesperación y la an-gustia parecen derramarse y con-tagiarlo todo . En su novela La pes-te por ejemplo al principio la gen-te corre sin saber hacia dónde va,es la desesperación ante la posibi-lidad de morir; pero en contraste aello, existe la acción de hombrescomo Rieux y Tarrou que buscanla salida al problema y que luchanpor una solución a la tragedia.Son ellos conocedores de su desti-no, los únicos responsables de suexistencia y saben que no bastacon tener esperanza, hay que ac-tuar:

Sí, tengo un corazón, me sirve pa-ra aguantar veinte horas por día,durante las que se ve morir hom-bres hechos para vivir. Nos sirvepara recomenzar cada jornada.Por lo demás, un corazón no bas-

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ta para eso. Los hombres no pue-den prescindir de los hombres.(1973:323)

Había en el ambiente histórico querodeaba a Camus, un aire cargadode angustia y desesperación comoconsecuencia de una guerra que es-taba carcomiendo al mundo; se sa-lía a la calle entre bombardeos yasesinatos, la muerte parecía serama y señora, la vida se sacrificababajo cualquier pretexto. Esto haceque muchos hombres se aíslen y sedesilusionen de un universo queparece no tener remedio.

Albert Camus plantea soluciones,no se trata de evadir, hay que ha-cer un frente común donde se rei-vindique al ser humano. Es claropara Camus que no existe un Diosque recompense y que tampocoexiste trascendencia que justitiquelos valores por los cuales los hom-bres luchan.

De ahí que la posición de Rieux esla posición de Camus; hay un hu-manismo existencial en ambos, elcual consiste en darle al hombre laoportunidad de vivir dignamente.Se trata de realizarse para llevar acabo el proyecto de la vida y de

servir al prójimo sin otra satisfac-ción más que la solidaridad.

En Carnets, Camus nos dice lo si-guiente:

Llegado el absurdo y cuando setrata de vivir consecuentemente,un hombre comprueba siempreque la conciencia es la cosa másdifícil de mantener del mundo.Las circunstancias casi siempre seoponen a ello. Se trata de vivir lalucidez en un mundo donde ladispersión es regla”. (1980:17 )

Todos hemos tenido que llegar aesta conclusión en algún momentode la vida. Es nuestro ser, es nues-tra existencia lo que entra en jue-go. Si se opta por la vida se hacela clara elección por existir. Siem-pre nos elegimos, nos dice Sartre,cualquier toma de decisión es yauna elección. Las circunstanciasnos determinan en cierta manera yaunque la realidad a veces se nospresenta dispersa se hace necesa-rio ordenar ciertos elementos deella y actuar; no se trata de escaparde esa realidad sino de enfrentarlacon todas sus consecuencias. Lahumanidad pasaba por un mo-mento difícil, dos guerras mundia-les ensombrecían el ambiente. Só-lo una mente muy lúcida podríaadaptarse en parte a ese mundo yCamus lo asume como un reto dela existencia; hay una honradezdesesperada en él. Cualquier hom-bre puede sentir esa angustia deverse atrapado por el absurdo. Pe-

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ta para eso. Los hombres no pue-den prescindir de los hombres.(1973:323)

Había en el ambiente histórico querodeaba a Camus, un aire cargadode angustia y desesperación comoconsecuencia de una guerra que es-taba carcomiendo al mundo; se sa-lía a la calle entre bombardeos yasesinatos, la muerte parecía serama y señora, la vida se sacrificababajo cualquier pretexto. Esto haceque muchos hombres se aíslen y sedesilusionen de un universo queparece no tener remedio.

Albert Camus plantea soluciones,no se trata de evadir, hay que ha-cer un frente común donde se rei-vindique al ser humano. Es claropara Camus que no existe un Diosque recompense y que tampocoexiste trascendencia que justitiquelos valores por los cuales los hom-bres luchan.

De ahí que la posición de Rieux esla posición de Camus; hay un hu-manismo existencial en ambos, elcual consiste en darle al hombre laoportunidad de vivir dignamente.Se trata de realizarse para llevar acabo el proyecto de la vida y de

servir al prójimo sin otra satisfac-ción más que la solidaridad.

En Carnets, Camus nos dice lo si-guiente:

Llegado el absurdo y cuando setrata de vivir consecuentemente,un hombre comprueba siempreque la conciencia es la cosa másdifícil de mantener del mundo.Las circunstancias casi siempre seoponen a ello. Se trata de vivir lalucidez en un mundo donde ladispersión es regla”. (1980:17 )

Todos hemos tenido que llegar aesta conclusión en algún momentode la vida. Es nuestro ser, es nues-tra existencia lo que entra en jue-go. Si se opta por la vida se hacela clara elección por existir. Siem-pre nos elegimos, nos dice Sartre,cualquier toma de decisión es yauna elección. Las circunstanciasnos determinan en cierta manera yaunque la realidad a veces se nospresenta dispersa se hace necesa-rio ordenar ciertos elementos deella y actuar; no se trata de escaparde esa realidad sino de enfrentarlacon todas sus consecuencias. Lahumanidad pasaba por un mo-mento difícil, dos guerras mundia-les ensombrecían el ambiente. Só-lo una mente muy lúcida podríaadaptarse en parte a ese mundo yCamus lo asume como un reto dela existencia; hay una honradezdesesperada en él. Cualquier hom-bre puede sentir esa angustia deverse atrapado por el absurdo. Pe-

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Page 8: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

ro ante un hecho concreto, ante elsufrimiento de un niño no se pue-den buscar justificaciones ni optarpor decir: “No es conmigo el asun-to”.

El papel principal de la elecciónexistencial consiste en permitir alhombre el pasaje a la existencia,donde se concrete el proyecto deexistir a cabalidad. El absurdopuede surgir en cualquier momen-to, pero esto es solo una parte deun todo que es la vida humana:hay días tristes y días de alegría.Quizá la felicidad en sí no exista,pero hay instantes en que se pue-de disfrutar.

En la obra de Camus, a veces apa-recen personajes que se divierteny en algunas ocasiones parecenser irónicos, pero en realidad sonuna manera de aliviar el cansan-cio diario.

Camus no encontró justificación alas injusticias cometidas por los re-gímenes totalitarios en su época,habrá que buscar soluciones y unade ellas era el compromiso social ypolítico de cada individuo ante losgobiernos de opresión. En cuantoa la literatura se refiere, no era ha-cer simplemente un cierto tipo deliteratura o una literatura al servi-cio de una determinada ideología,se trataba, más bien, de hacer unaliteratura social, en donde el com-

promiso interno del individuo conla sociedad es lo fundamental; ten-go que saberme dueño de mis ac-tos y por lo tanto asumir las conse-cuencias que de ellos se deriven.Si yo soy libre, soy el garante deesa libertad.

Ignacio Lepp en su libro La existen-cia auténtica nos dice que :

Mientras el hombre no contraigaun compromiso que ligue irrevo-cablemente todo su ser con todassus situaciones pasadas presentesy futuras, permanecerá inevita-blemente en la condición infrae-xistencial, en estado de depresióny pasividad”. (1977:126)

En el caso de Camus las palabrasde Lepp se hacen ciertas. Su luchapolítica, su discurso moral, sus es-fuerzos en favor de la humanidadlo hacen un hombre íntegro. Ca-mus no solo compromete su pala-bra sino su propio ser. Concientede que está inmerso dentro de unasociedad, no como un objeto de és-ta sino como un sujeto.

En toda la obra de Camus se reve-la la preocupación por la realiza-ción personal. Tarrou en La pestese pregunta ¿Cómo se puede sersanto aún sin creer en Dios? Rieuxlucha por sanar esa humanidadcontaminada por la peste. Todoslos problemas modernos están

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ro ante un hecho concreto, ante elsufrimiento de un niño no se pue-den buscar justificaciones ni optarpor decir: “No es conmigo el asun-to”.

El papel principal de la elecciónexistencial consiste en permitir alhombre el pasaje a la existencia,donde se concrete el proyecto deexistir a cabalidad. El absurdopuede surgir en cualquier momen-to, pero esto es solo una parte deun todo que es la vida humana:hay días tristes y días de alegría.Quizá la felicidad en sí no exista,pero hay instantes en que se pue-de disfrutar.

En la obra de Camus, a veces apa-recen personajes que se divierteny en algunas ocasiones parecenser irónicos, pero en realidad sonuna manera de aliviar el cansan-cio diario.

Camus no encontró justificación alas injusticias cometidas por los re-gímenes totalitarios en su época,habrá que buscar soluciones y unade ellas era el compromiso social ypolítico de cada individuo ante losgobiernos de opresión. En cuantoa la literatura se refiere, no era ha-cer simplemente un cierto tipo deliteratura o una literatura al servi-cio de una determinada ideología,se trataba, más bien, de hacer unaliteratura social, en donde el com-

promiso interno del individuo conla sociedad es lo fundamental; ten-go que saberme dueño de mis ac-tos y por lo tanto asumir las conse-cuencias que de ellos se deriven.Si yo soy libre, soy el garante deesa libertad.

Ignacio Lepp en su libro La existen-cia auténtica nos dice que :

Mientras el hombre no contraigaun compromiso que ligue irrevo-cablemente todo su ser con todassus situaciones pasadas presentesy futuras, permanecerá inevita-blemente en la condición infrae-xistencial, en estado de depresióny pasividad”. (1977:126)

En el caso de Camus las palabrasde Lepp se hacen ciertas. Su luchapolítica, su discurso moral, sus es-fuerzos en favor de la humanidadlo hacen un hombre íntegro. Ca-mus no solo compromete su pala-bra sino su propio ser. Concientede que está inmerso dentro de unasociedad, no como un objeto de és-ta sino como un sujeto.

En toda la obra de Camus se reve-la la preocupación por la realiza-ción personal. Tarrou en La pestese pregunta ¿Cómo se puede sersanto aún sin creer en Dios? Rieuxlucha por sanar esa humanidadcontaminada por la peste. Todoslos problemas modernos están

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Page 9: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

aquí presentes, entre el silencio delmundo y el grito desesperado delos oprimidos.

Nos falta definir un poco más larelación entra Camus y el existen-cialismo.

Camus y el existencialismo

Albert Camus nunca quiso aceptarque los críticos lo ubicasen dentrodel existencialismo, más bien teníaun mal concepto acerca de esta co-rriente filosófica. Sin embargo elexistencialismo no es una corrien-te homogénea, existe un gran tre-cho entre un pensador y otro, loshay más moderados como KarlJaspers y más extremos como JeanPaul Sartre.

Lo que sucedía era que a media-dos del siglo XX, a todo aquel queutilizara cierto lenguaje o maneja-ra algunas ideas existenciales se leconsideraba existencialista. Elmismo hecho de poseer un tipo deateísmo permitió que se identifi-cará a muchas personas con esacorriente filosófica, aunque en elfondo nada había en común.

Por ejemplo Charles Moeller nosdice lo siguiente :

Ignoro cómo se ha podido embar-car a Camus en la galera del exis-tencialismo. El barullo de los pri-meros años de la postguerra in-fluyó indudablemente en ello.Por entonces, basta escribir laspalabras absurdo, sin sentido pa-ra ser encuadrado en la tropa he-teróclita mandada por el patriarcadel Café de Flore “.(1955:35)

Podemos decir que Camus real-mente no fue existencialista, el he-cho de que empleará conceptosafines al existencialismo, no signi-fica que se adhiera a esta corrientefilosófica.

Bien sabemos en nuestros días queel devenir humano es dialéctico.Nuestra vida es una eterna con-tradicción, existimos entre luchasy peripecias. Es ahí donde el sertiene que enfrentarse a cada ins-tante a circunstancias distintasque ponen obstáculos a la realiza-ción personal.

Ignacio Lepp cuando hace referen-cia al ser nos comenta que el hom-bre no puede desatenderse de lasluchas, combates, sufrimientos yaspiraciones de la humanidad,aunque el camino o el proyecto dela vida de cada individuo se lepresente lleno de incertidumbre.

Por tal motivo tiene razón Sartre aldecir que elegimos siempre, y que

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aquí presentes, entre el silencio delmundo y el grito desesperado delos oprimidos.

Nos falta definir un poco más larelación entra Camus y el existen-cialismo.

Camus y el existencialismo

Albert Camus nunca quiso aceptarque los críticos lo ubicasen dentrodel existencialismo, más bien teníaun mal concepto acerca de esta co-rriente filosófica. Sin embargo elexistencialismo no es una corrien-te homogénea, existe un gran tre-cho entre un pensador y otro, loshay más moderados como KarlJaspers y más extremos como JeanPaul Sartre.

Lo que sucedía era que a media-dos del siglo XX, a todo aquel queutilizara cierto lenguaje o maneja-ra algunas ideas existenciales se leconsideraba existencialista. Elmismo hecho de poseer un tipo deateísmo permitió que se identifi-cará a muchas personas con esacorriente filosófica, aunque en elfondo nada había en común.

Por ejemplo Charles Moeller nosdice lo siguiente :

Ignoro cómo se ha podido embar-car a Camus en la galera del exis-tencialismo. El barullo de los pri-meros años de la postguerra in-fluyó indudablemente en ello.Por entonces, basta escribir laspalabras absurdo, sin sentido pa-ra ser encuadrado en la tropa he-teróclita mandada por el patriarcadel Café de Flore “.(1955:35)

Podemos decir que Camus real-mente no fue existencialista, el he-cho de que empleará conceptosafines al existencialismo, no signi-fica que se adhiera a esta corrientefilosófica.

Bien sabemos en nuestros días queel devenir humano es dialéctico.Nuestra vida es una eterna con-tradicción, existimos entre luchasy peripecias. Es ahí donde el sertiene que enfrentarse a cada ins-tante a circunstancias distintasque ponen obstáculos a la realiza-ción personal.

Ignacio Lepp cuando hace referen-cia al ser nos comenta que el hom-bre no puede desatenderse de lasluchas, combates, sufrimientos yaspiraciones de la humanidad,aunque el camino o el proyecto dela vida de cada individuo se lepresente lleno de incertidumbre.

Por tal motivo tiene razón Sartre aldecir que elegimos siempre, y que

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Page 10: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

somos los únicos responsables denuestra existencia. Ante el hechode enfrentarnos a nuestra propiaimagen no podemos cruzarnos debrazos, tenemos que optar por unadecisión responsable.

Camus se encuentra inmersodentro del panorama anterior-mente descrito. No trata simple-mente de analizar el absurdo y elsin sentido de la Vida, sino másbien de superarlos:

La conclusión última del razona-miento absurdo es, en efecto, elrechazo del suicidio y el manteni-miento de esa confrontación de-sesperada entre la interrogaciónhumana y el silencio del mundo”.(1981:12)

La angustia existencial se presentapor la situación difícil de la vida yella se alimenta de la irracionali-dad en que se desenvuelve la so-ciedad. Cuando el sufrimiento delos niños y de los inocentes no tie-ne ninguna justificación lógica, es-tamos ante el absurdo.

El hombre es la única criatura quese niega a ser lo que es, reflexionaCamus en El hombre rebelde. Elsentirnos arrojados en un mundodonde parecemos ser extranjeros,trae consigo ese desarraigo quenos quebranta la fe y a veces la es-peranza. Pero el rebelde de Ca-

mus desafía, más que niega, no sedeja atrapar por el nihilismo nitampoco acepta las condicionesque lo envuelven ante determina-do hecho. El rebelde no opta porel suicidio sino por la revuelta queconduzca al cambio de condicionesde vida, tratando de no apartarse delos principios de la rebelión.

Lo que ha sucedido a la Europa demediados de siglo y lo que sucedehoy, es que la vida se ha converti-do en una costumbre más, muy le-jos de disfrutarla intensamente entodo lo que tiene de su esplendor.

En alguna oportunidad leíamosun cuento popular que se refería ala historia de un músico que porandar de serenata en serenata, defiesta en fiesta, se cansó y destruyósu guitarra, maldiciendo el momen-to en que aprendió a tocar ese ins-trumento. El nihilismo cobra fuer-za cuando el espíritu se abate y to-do comienza a oscurecerse. Meur-sault, en El extranjero ha perdidotodo, pareciera insensible, casarseo no casarse, morir o no morir,ocupa el mismo lugar en su exis-tencia. De ahí que se haya queridover a este personaje como algúnreflejo fiel de Camus, lo cual comohemos venido apuntando no guar-da ninguna o muy poca relación.

Un aspecto destacable en Camuses que sus obras de ficción son

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somos los únicos responsables denuestra existencia. Ante el hechode enfrentarnos a nuestra propiaimagen no podemos cruzarnos debrazos, tenemos que optar por unadecisión responsable.

Camus se encuentra inmersodentro del panorama anterior-mente descrito. No trata simple-mente de analizar el absurdo y elsin sentido de la Vida, sino másbien de superarlos:

La conclusión última del razona-miento absurdo es, en efecto, elrechazo del suicidio y el manteni-miento de esa confrontación de-sesperada entre la interrogaciónhumana y el silencio del mundo”.(1981:12)

La angustia existencial se presentapor la situación difícil de la vida yella se alimenta de la irracionali-dad en que se desenvuelve la so-ciedad. Cuando el sufrimiento delos niños y de los inocentes no tie-ne ninguna justificación lógica, es-tamos ante el absurdo.

El hombre es la única criatura quese niega a ser lo que es, reflexionaCamus en El hombre rebelde. Elsentirnos arrojados en un mundodonde parecemos ser extranjeros,trae consigo ese desarraigo quenos quebranta la fe y a veces la es-peranza. Pero el rebelde de Ca-

mus desafía, más que niega, no sedeja atrapar por el nihilismo nitampoco acepta las condicionesque lo envuelven ante determina-do hecho. El rebelde no opta porel suicidio sino por la revuelta queconduzca al cambio de condicionesde vida, tratando de no apartarse delos principios de la rebelión.

Lo que ha sucedido a la Europa demediados de siglo y lo que sucedehoy, es que la vida se ha converti-do en una costumbre más, muy le-jos de disfrutarla intensamente entodo lo que tiene de su esplendor.

En alguna oportunidad leíamosun cuento popular que se refería ala historia de un músico que porandar de serenata en serenata, defiesta en fiesta, se cansó y destruyósu guitarra, maldiciendo el momen-to en que aprendió a tocar ese ins-trumento. El nihilismo cobra fuer-za cuando el espíritu se abate y to-do comienza a oscurecerse. Meur-sault, en El extranjero ha perdidotodo, pareciera insensible, casarseo no casarse, morir o no morir,ocupa el mismo lugar en su exis-tencia. De ahí que se haya queridover a este personaje como algúnreflejo fiel de Camus, lo cual comohemos venido apuntando no guar-da ninguna o muy poca relación.

Un aspecto destacable en Camuses que sus obras de ficción son

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Page 11: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

bastantes diferentes a sus ensayos,y eso es lógico; podríamos decirque su verdadero pensamiento esel que se refleja en sus ensayos yartículos de periódico y que susficciones reflejan parte de esa so-ciedad en que habita y ante la cualse rebela, tratando de encontrarleun valor a la existencia.

León Pacheco, a pesar de tener elcriterio de que Camus es existen-cialista nos dice lo siguiente, locual aprueba en cierto modo loque pensamos:

El escritor, después de haber pu-blicado El extranjero, entró a la re-sistencia,y fue en los contactoshumanos, en esa aventura llenade riesgos, que encontró que elhombre es digno de un destinohumano, precisamente porque vi-ve entre los demás hombres.”(1968:199)

Es muy posible que León Pachecotenga razón, en que hubo un mo-mento en que Camus se debatió enuna crisis existencial, que lo pusoal borde del precipicio de la indife-rencia, pero un corazón sensiblecomo el de Camus no podía ce-rrarse ante una realidad evidenteque le mostraba que hacían faltahombres que levantaran su voz,su protesta, ante la injusticia y la

muerte de inocentes. Su angustiase debió sobre todo a la claridadde conciencia que poseía.

Para una persona insensible ni si-quiera el absurdo presenta pro-blema:

Todo hombre que se contente conla inautenticidad de su existencia,hace traición a la humanidad, re-husa asumir la trascendencia ab-soluta de su yo sobre la naturale-za, se cosifica. (Lepp, 1977:26)

Esta opinión de Ignacio Lepp nosparece adecuada de acuerdo conlo que estamos tratando porqueel pensamiento existencial no sig-nifica negación sino acción, y por-que al estar el ser en un constantehacerse le da sentido al proyectode su vida. Es por eso que el serhumano en su constante hacerse,realiza su mayor proyecto, existir.

Un espíritu paciente y racional

Continuando con nuestro objeti-vo, hacemos referencia a Guiller-mo de Torre, historiador de la lite-ratura que nos dice lo siguiente:

Indudablemente Camus no fueexistencialista. Sin embargo, co-mo quiera que sea, ciertos temasmanejados por Camus, o más

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bastantes diferentes a sus ensayos,y eso es lógico; podríamos decirque su verdadero pensamiento esel que se refleja en sus ensayos yartículos de periódico y que susficciones reflejan parte de esa so-ciedad en que habita y ante la cualse rebela, tratando de encontrarleun valor a la existencia.

León Pacheco, a pesar de tener elcriterio de que Camus es existen-cialista nos dice lo siguiente, locual aprueba en cierto modo loque pensamos:

El escritor, después de haber pu-blicado El extranjero, entró a la re-sistencia,y fue en los contactoshumanos, en esa aventura llenade riesgos, que encontró que elhombre es digno de un destinohumano, precisamente porque vi-ve entre los demás hombres.”(1968:199)

Es muy posible que León Pachecotenga razón, en que hubo un mo-mento en que Camus se debatió enuna crisis existencial, que lo pusoal borde del precipicio de la indife-rencia, pero un corazón sensiblecomo el de Camus no podía ce-rrarse ante una realidad evidenteque le mostraba que hacían faltahombres que levantaran su voz,su protesta, ante la injusticia y la

muerte de inocentes. Su angustiase debió sobre todo a la claridadde conciencia que poseía.

Para una persona insensible ni si-quiera el absurdo presenta pro-blema:

Todo hombre que se contente conla inautenticidad de su existencia,hace traición a la humanidad, re-husa asumir la trascendencia ab-soluta de su yo sobre la naturale-za, se cosifica. (Lepp, 1977:26)

Esta opinión de Ignacio Lepp nosparece adecuada de acuerdo conlo que estamos tratando porqueel pensamiento existencial no sig-nifica negación sino acción, y por-que al estar el ser en un constantehacerse le da sentido al proyectode su vida. Es por eso que el serhumano en su constante hacerse,realiza su mayor proyecto, existir.

Un espíritu paciente y racional

Continuando con nuestro objeti-vo, hacemos referencia a Guiller-mo de Torre, historiador de la lite-ratura que nos dice lo siguiente:

Indudablemente Camus no fueexistencialista. Sin embargo, co-mo quiera que sea, ciertos temasmanejados por Camus, o más

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Page 12: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

bien a su manera de encararlos,no dejan de mostrar semejanzascon otros de los existencialistas.(1973:74 )

Camus era de un espíritu pruden-te, eso lo sabemos, capaz siemprede no dejarse dominar por lasabstracciones inhumanas, de nocegarse ante las ideologías y afir-mar la supremacía de la dignidadde la persona por encima de todaotra cosa. Por eso dice Guillermode Torre que Camus salta del nihi-lismo a la esperanza.

Los hombres mueren y no son feli-ces había dicho Calígula una vez.El hombre busca la felicidad en to-das partes, pero ésta se le niega.La angustia que ocasiona el anhe-lo insaciado de bienestar hace quemuchos hombres le nieguen valora la existencia, o por el contrariosacrifiquen toda una vida en arasde un paraíso donde sí existe laverdadera felicidad. Esta idea noes nueva, la han vivido millonesde hombres.

Camus no está de acuerdo con quese sacrifique esta vida por un pa-raíso del cual nada puede afirmar-se. El doctor Rieux, Tarrou, Meur-sault, Clamence y muchos otrospersonajes lo reflejan en su visiónde la vida, en su ideario. Son hijosde esta tierra como el mismo Ca-mus, que no aspiran a trascender,

pero que sí anhelan una santidadsin Dios, donde el fin es el hombrepor el hombre.

Aún así Jonás el pintor es feliz, eldoctor Rieux se siente realizado yla mujer adúltera se siente biencon la naturaleza, aquí existe unaire de felicidad que contradice elabsurdo.

Guillermo de Torre refiriéndose aCamus nos comenta lo siguiente:

En suma, al situarse más allá delnihilismo, da paso a la esperanza,avista los dominios de la lucidezpara desembocar, finalmente enel último capítulo del Hombre re-belde, donde su espíritu medite-rráneo clásico, afirma el sentidode la medida y creación, frente ala desmesura y destrucción.(1974:87)

Cuando se lee El hombre rebelde yse compara con obras anteriores,se nota la clara evolución de Ca-mus, pues en esta obra afirma sudeseo de alejarse de posicionescomplicadas, y de tomar posiciónradical por los desposeídos, perono al estilo socialista o capitalista,sino guardando la medida. Don-de no se le da paso a la violencia,la cual nunca podrá tener defen-sores.

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bien a su manera de encararlos,no dejan de mostrar semejanzascon otros de los existencialistas.(1973:74 )

Camus era de un espíritu pruden-te, eso lo sabemos, capaz siemprede no dejarse dominar por lasabstracciones inhumanas, de nocegarse ante las ideologías y afir-mar la supremacía de la dignidadde la persona por encima de todaotra cosa. Por eso dice Guillermode Torre que Camus salta del nihi-lismo a la esperanza.

Los hombres mueren y no son feli-ces había dicho Calígula una vez.El hombre busca la felicidad en to-das partes, pero ésta se le niega.La angustia que ocasiona el anhe-lo insaciado de bienestar hace quemuchos hombres le nieguen valora la existencia, o por el contrariosacrifiquen toda una vida en arasde un paraíso donde sí existe laverdadera felicidad. Esta idea noes nueva, la han vivido millonesde hombres.

Camus no está de acuerdo con quese sacrifique esta vida por un pa-raíso del cual nada puede afirmar-se. El doctor Rieux, Tarrou, Meur-sault, Clamence y muchos otrospersonajes lo reflejan en su visiónde la vida, en su ideario. Son hijosde esta tierra como el mismo Ca-mus, que no aspiran a trascender,

pero que sí anhelan una santidadsin Dios, donde el fin es el hombrepor el hombre.

Aún así Jonás el pintor es feliz, eldoctor Rieux se siente realizado yla mujer adúltera se siente biencon la naturaleza, aquí existe unaire de felicidad que contradice elabsurdo.

Guillermo de Torre refiriéndose aCamus nos comenta lo siguiente:

En suma, al situarse más allá delnihilismo, da paso a la esperanza,avista los dominios de la lucidezpara desembocar, finalmente enel último capítulo del Hombre re-belde, donde su espíritu medite-rráneo clásico, afirma el sentidode la medida y creación, frente ala desmesura y destrucción.(1974:87)

Cuando se lee El hombre rebelde yse compara con obras anteriores,se nota la clara evolución de Ca-mus, pues en esta obra afirma sudeseo de alejarse de posicionescomplicadas, y de tomar posiciónradical por los desposeídos, perono al estilo socialista o capitalista,sino guardando la medida. Don-de no se le da paso a la violencia,la cual nunca podrá tener defen-sores.

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La violencia ha sido ama y señorade la humanidad. Todas las revo-luciones han terminado asesinan-do; por eso el pensamiento delmediodía debe ser aquel en que serespete al ser humano y por endela vida. Es aquí donde más se ale-ja Camus del existencialismo paraoptar por una moral, contrario aSartre que pensaba que ésto no eraposible.

El padre Paneloux, en La peste, vis-lumbrado por los nuevos modosde pensar, casi, en un gesto heréti-co, expresa:

Hermanos, ha llegado el momen-to de aceptar todo o negarlo todo.(1987:145)

Paneloux dice esto al ver avanzarla peste y al observar la muerte demuchos inocentes. Negarlo todosignifica reconocer que la fe no erasuficiente. Hay representada unaimpotencia religiosa, pero está sucontraparte, la del doctor Rieux.

Nuevamente aquí Camus se vuel-ve hacia los hombres como fin.Charles Moeller en su ensayo so-bre Camus, titulado La honradezdesesperada nos dice lo siguiente:

No es en su dimensión trágica co-mo se manifiesta en Camus el te-ma de la condición humana, con-dición y no naturaleza. El polo de

su universo es la búsqueda de ladicha; esa especie de felicidad oalegría que enriquece sus obras,Camus debe ser situado en la lite-ratura de la dicha, no en el de lasalvación. (1955:47)

Si el papel principal de la elecciónexistencial tiene como objetivopermitir al hombre integrar su ser,a partir de sus propios actos en unaccionar consciente y responsable,permitir al hombre aliviar la car-ga que presenta la existencia. Elexistente en vez de negarlo todo,llena su espíritu con esas situacio-nes donde la naturaleza es un ali-ciente y la ternura desemboca engestos que dignifican a la persona.Camus es el filósofo de la dicha,no de la salvación.

Meursault, en El extranjero, a pesarde sufrir la muerte de su madredisfruta del mar. No es que nosienta la muerte de su madre, sinoque sabe que nada remedia conllorar o desesperarse.

Si la condición del ser es la de es-tar en un mundo que a veces nosdoblega, el objetivo del hombreentonces será buscar esos instan-tes que lo recompensan. Camusamaba la naturaleza y todos lospersonajes de sus obras disfrutande ella. Pero la dicha no es solo

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La violencia ha sido ama y señorade la humanidad. Todas las revo-luciones han terminado asesinan-do; por eso el pensamiento delmediodía debe ser aquel en que serespete al ser humano y por endela vida. Es aquí donde más se ale-ja Camus del existencialismo paraoptar por una moral, contrario aSartre que pensaba que ésto no eraposible.

El padre Paneloux, en La peste, vis-lumbrado por los nuevos modosde pensar, casi, en un gesto heréti-co, expresa:

Hermanos, ha llegado el momen-to de aceptar todo o negarlo todo.(1987:145)

Paneloux dice esto al ver avanzarla peste y al observar la muerte demuchos inocentes. Negarlo todosignifica reconocer que la fe no erasuficiente. Hay representada unaimpotencia religiosa, pero está sucontraparte, la del doctor Rieux.

Nuevamente aquí Camus se vuel-ve hacia los hombres como fin.Charles Moeller en su ensayo so-bre Camus, titulado La honradezdesesperada nos dice lo siguiente:

No es en su dimensión trágica co-mo se manifiesta en Camus el te-ma de la condición humana, con-dición y no naturaleza. El polo de

su universo es la búsqueda de ladicha; esa especie de felicidad oalegría que enriquece sus obras,Camus debe ser situado en la lite-ratura de la dicha, no en el de lasalvación. (1955:47)

Si el papel principal de la elecciónexistencial tiene como objetivopermitir al hombre integrar su ser,a partir de sus propios actos en unaccionar consciente y responsable,permitir al hombre aliviar la car-ga que presenta la existencia. Elexistente en vez de negarlo todo,llena su espíritu con esas situacio-nes donde la naturaleza es un ali-ciente y la ternura desemboca engestos que dignifican a la persona.Camus es el filósofo de la dicha,no de la salvación.

Meursault, en El extranjero, a pesarde sufrir la muerte de su madredisfruta del mar. No es que nosienta la muerte de su madre, sinoque sabe que nada remedia conllorar o desesperarse.

Si la condición del ser es la de es-tar en un mundo que a veces nosdoblega, el objetivo del hombreentonces será buscar esos instan-tes que lo recompensan. Camusamaba la naturaleza y todos lospersonajes de sus obras disfrutande ella. Pero la dicha no es solo

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una satisfacción física, sino un es-tado anímico donde el hombre sesiente realizado.

Clamence, en La caída después dehacer un acto de contrición sienteuna dicha, y esa se refiere al hechode haber adquirido conciencia delo que ha sido su vida.

Camus sabía que el hombre no po-día hacerlo todo, que muchas co-sas ni siquiera están en sus manos,pero que esto no era motivo parano luchar.

León Pacheco, refiriéndose al ensa-yo El hombre rebelde y comentandola forma de discurso que utiliza Ca-mus en dicho libro nos dice que:

Si Camus, por lo menos en estealegato abandona el círculo vicio-so de sus concepciones-existen-ciales razón y no razón, absurdo yesperanza, nada y ser, es para ha-cerle frente al problema humanode porqué en menos de cincuentaaños se han asesinado más de se-tenta millones de seres para justi-ficar ideologías crueles, aducien-do siempre el principio de que elhombre es libre. (1966:179).

Aunque León Pacheco razonabien, lo que hay que aclarar es queCamus no simplemente abandonael lenguaje existencial, sino quehay toda una nueva disposición.

Camus ha adquirido conciencia dela situación del hombre en el mun-do y como tal la enfrenta. Comogran escrutador del alma humana,trata no sólo de analizar el proble-ma social sino individual y tam-bién profundiza el porqué de mu-chas actitudes.

CONCLUSIONES

La obra de Camus fue siempre unsemillero de sugerencias, y unavoz de alerta ante los abusos delos gobiernos totalitarios, obraque quedó inconclusa con sumuerte , pero que aún hoy nos si-gue induciendo al diálogo entrelos hombres.

Camus debe gran parte de su obrabásicamente a tres pensadores.Andre Gide, de quién hereda susinquietudes estéticas, Nietzschede quien recoge el vitalismo, la de-fensa del hombre como hombre, yluego de Dostoievsky, el arma conque succiona el alma humana y lohace capaz de crear escenas con-flictivas, donde el ser humano contodas sus fuerzas y debilidades esel principal actor, y las pasioneshumanas se desbordan y los senti-mientos florecen amparados porla rebelión.

Camus no era muy original en sustemas, muchos los tomó del mis-

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una satisfacción física, sino un es-tado anímico donde el hombre sesiente realizado.

Clamence, en La caída después dehacer un acto de contrición sienteuna dicha, y esa se refiere al hechode haber adquirido conciencia delo que ha sido su vida.

Camus sabía que el hombre no po-día hacerlo todo, que muchas co-sas ni siquiera están en sus manos,pero que esto no era motivo parano luchar.

León Pacheco, refiriéndose al ensa-yo El hombre rebelde y comentandola forma de discurso que utiliza Ca-mus en dicho libro nos dice que:

Si Camus, por lo menos en estealegato abandona el círculo vicio-so de sus concepciones-existen-ciales razón y no razón, absurdo yesperanza, nada y ser, es para ha-cerle frente al problema humanode porqué en menos de cincuentaaños se han asesinado más de se-tenta millones de seres para justi-ficar ideologías crueles, aducien-do siempre el principio de que elhombre es libre. (1966:179).

Aunque León Pacheco razonabien, lo que hay que aclarar es queCamus no simplemente abandonael lenguaje existencial, sino quehay toda una nueva disposición.

Camus ha adquirido conciencia dela situación del hombre en el mun-do y como tal la enfrenta. Comogran escrutador del alma humana,trata no sólo de analizar el proble-ma social sino individual y tam-bién profundiza el porqué de mu-chas actitudes.

CONCLUSIONES

La obra de Camus fue siempre unsemillero de sugerencias, y unavoz de alerta ante los abusos delos gobiernos totalitarios, obraque quedó inconclusa con sumuerte , pero que aún hoy nos si-gue induciendo al diálogo entrelos hombres.

Camus debe gran parte de su obrabásicamente a tres pensadores.Andre Gide, de quién hereda susinquietudes estéticas, Nietzschede quien recoge el vitalismo, la de-fensa del hombre como hombre, yluego de Dostoievsky, el arma conque succiona el alma humana y lohace capaz de crear escenas con-flictivas, donde el ser humano contodas sus fuerzas y debilidades esel principal actor, y las pasioneshumanas se desbordan y los senti-mientos florecen amparados porla rebelión.

Camus no era muy original en sustemas, muchos los tomó del mis-

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Page 15: Camus y el existencialismo · Camus y el existencialismo 121 Camus y el existencialismo Francisco Gutiérrez Sánchez* RESUMEN El propósito de este artículo es analizar el pensamiento

mo Dostoievsky, pero les da un to-que personal inigualable. No envano recibió el premio Nobel de li-teratura en 1957.

Analizado por nosotros y auxilia-dos por otros pensadores pode-mos derivar algunas conclusiones.Una de ellas es que Camus defini-tivamente no fue existencialista alestilo de un Sartre o un Heideg-ger, pero que sí utilizó lenguajeexistencial en muchas de sus obrascon originalidad.

Otra conclusión y que no es solonuestra, es que no se puede gene-ralizar que el existencialismo es unmovimiento negativo, ni tampocose puede juzgar a Camus sólo poralgunas obras como es el caso deEl extranjero o Calígula, ya que supensamiento es una clara evolu-ción que lo hace cambiar de temá-tica y presentarse como un defen-sor de los derechos humanos y dela justicia.

En conclusión diremos que Camusvivió con una honda convicción:

Nada hay más allá de esta vida yque no se puede sacrificar la liber-tad humana por un Dios que noslimite. (1955:43 )

Hay un rechazo claro de las reli-giones, que para Camus son alie-nadoras del ser.

En lo político tenemos que decirtambién que Camus no fue unhombre de ideologías absolutas.Dejó el socialismo y aborreciósiempre la sociedad burguesa capi-talista, ya que no aceptaba sus in-justicias. Aborrece las dictaduras yel crimen, hace de su vida una lu-cha sin fin contra el despotismo. Afin de cuentas importa más sumensaje de justicia que el hecho desi fue o no existencialista.

A manera de conclusión general ycomo apuntábamos en la intro-ducción a este artículo, la impor-tancia y la vigencia del pensa-miento de Camus se refleja tantoen su concepción moral y políticade este mundo como también en elpropósito principal de su visiónde la vida y que es el diálogo comofuente primordial para salvar vi-das a costa de las guerras y las en-fermedades. La problemática so-bre qué mundo iremos a formar enel futuro, es un tema central y desuma importancia. Por ello la im-portancia del estudio de las ideasexistenciales de Albert Camus es-triba en la escogencia que el hom-bre determine en su propia exis-tencia para su proyecto de vida, yen cuanto a los pueblos serán dosalternativas: la primera será unaalternativa de sujeción y explota-ción o la otra como la formulaciónde un proyecto político común.Por supuesto Camus abogará por

Camus y el existencialismo 135

AP

OR

TES

mo Dostoievsky, pero les da un to-que personal inigualable. No envano recibió el premio Nobel de li-teratura en 1957.

Analizado por nosotros y auxilia-dos por otros pensadores pode-mos derivar algunas conclusiones.Una de ellas es que Camus defini-tivamente no fue existencialista alestilo de un Sartre o un Heideg-ger, pero que sí utilizó lenguajeexistencial en muchas de sus obrascon originalidad.

Otra conclusión y que no es solonuestra, es que no se puede gene-ralizar que el existencialismo es unmovimiento negativo, ni tampocose puede juzgar a Camus sólo poralgunas obras como es el caso deEl extranjero o Calígula, ya que supensamiento es una clara evolu-ción que lo hace cambiar de temá-tica y presentarse como un defen-sor de los derechos humanos y dela justicia.

En conclusión diremos que Camusvivió con una honda convicción:

Nada hay más allá de esta vida yque no se puede sacrificar la liber-tad humana por un Dios que noslimite. (1955:43 )

Hay un rechazo claro de las reli-giones, que para Camus son alie-nadoras del ser.

En lo político tenemos que decirtambién que Camus no fue unhombre de ideologías absolutas.Dejó el socialismo y aborreciósiempre la sociedad burguesa capi-talista, ya que no aceptaba sus in-justicias. Aborrece las dictaduras yel crimen, hace de su vida una lu-cha sin fin contra el despotismo. Afin de cuentas importa más sumensaje de justicia que el hecho desi fue o no existencialista.

A manera de conclusión general ycomo apuntábamos en la intro-ducción a este artículo, la impor-tancia y la vigencia del pensa-miento de Camus se refleja tantoen su concepción moral y políticade este mundo como también en elpropósito principal de su visiónde la vida y que es el diálogo comofuente primordial para salvar vi-das a costa de las guerras y las en-fermedades. La problemática so-bre qué mundo iremos a formar enel futuro, es un tema central y desuma importancia. Por ello la im-portancia del estudio de las ideasexistenciales de Albert Camus es-triba en la escogencia que el hom-bre determine en su propia exis-tencia para su proyecto de vida, yen cuanto a los pueblos serán dosalternativas: la primera será unaalternativa de sujeción y explota-ción o la otra como la formulaciónde un proyecto político común.Por supuesto Camus abogará por

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la posibilidad de crear nuevos es-pacios de identificación y de parti-cipación en todos los niveles de lavida social y por lo pronto ese seráel legado que nos dejará el autorde El extranjero.

BIBLIOGRAFÍACamus, Albert. (1979) El extranjero. Tra-

ducción de Bonifacio Del Carril. Nove-na edición. Buenos Aires: Emecé Edito-res.

Camus, Albert. (1981) El hombre rebelde. Tra-ducción de Luis Echáverri. Décima edi-ción. Buenos Aires: Editorial Losada,S.A.

Camus, Albert. (1987) La peste. Traducciónde Rosa Chacel. Cuarta edición. Méxi-co. D.F.: Ediciones Hermes, S. A.

Camus, Albert. (1973), Obras Completas Tra-ducción de Carlos Saínz de Robles. Ter-cera edición. México D.F.: EditorialAguilar, S.A.

Camus, Albert. (1980). El mito de Sísifo.Traducción de Luis Echáverri. Décimaedición. Buenos Aires: Editorial Losada,S.A.

Camus, Albert. (1980) Carnets. Traducciónde Luis Echáverri. Décima edición. Bue-nos Aires: Editorial Losada, S. A.

Copleston, Federico. (1976) El existencialis-mo. Traducción de Eduardo Valenti. Se-gunda edición. México: Editorial Tradi-ción, S.A.

De Torre, Guillermo. (1974) Literatura deVanguardia. Edición Tercera. Madrid:Editorial Guadarrama.

Ellison, David. (1990) Entendiendo a Camus.Edición primera. Editorial Columbia,Universidad del Sur de Carolina.

Lepp, Ignace. (1977) La existencia auténtica.Traducción de Alicia B. Gómez. Bue-nos Aires: Editorial Carlos Lohlé, S.A.

Mccarthy, Patrick. (1991). The Plague in Al-bert Camus. Editorial Harrold Bloom,New York.

Moeller, Charles. (1955). Literatura del sigloXX y Cristianismo. Madrid: EditorialGredos, S.A.

Pacheco, León. (1968). Tres ensayos apasio-nados. Segunda edición. San José, Cos-ta Rica: Editorial Costa Rica.

Rigobello, Armando. (1961). Camus. Tra-ducción de Albert Vaccaro. Tercera edi-ción. Buenos Aires: Editorial Columba,S.A.

Tarrou, Susan. (1985). El exilio y el Reino:Un estudio político de Albert Camus. Ala-bama University.

Todd, Oliver. (1998). Albert Camus: A LifeBenjamin Ivry. Carroll and Graff.Georgia Atlanta.

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la posibilidad de crear nuevos es-pacios de identificación y de parti-cipación en todos los niveles de lavida social y por lo pronto ese seráel legado que nos dejará el autorde El extranjero.

BIBLIOGRAFÍACamus, Albert. (1979) El extranjero. Tra-

ducción de Bonifacio Del Carril. Nove-na edición. Buenos Aires: Emecé Edito-res.

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