ABRIL 2012 Año 3 – número 35

Día Hora Actividades

Sábados 19 h. Eucaristía

Domingos y fiestas de recepto 12 h. Eucaristía

Sábados y domingos 1 h. antes de

la misa Confesiones

Sábados 17 h. Grupo de liturgia

Jueves 19 h. Celebración de la Palabra

Domingos 11 h. Catequesis niños

Domingos 11 h. Reunión de padres catequesis

(Domingos alternos)

ACTIVIDADES OTRAS ACTIVIDADES

Calendario del mes: Abril 2012

ACTIVIDADES FIJAS SEMANALES

Día Hora Actividades

1, domingo 12 h. Bendición Ramos, Procesión y Eucaristía

3, martes 19 h. Pilar con los mayores

5, jueves 18 h. Celebración de la Cena del Señor. Se puede visitar al

Santísimo toda la tarde del jueves y la mañana del viernes.

6, viernes 17 h. Celebración de la Pasión del Señor.

6, viernes 19 h. Viacrucis

7, sábado 20 h. Vigilia Pascual

8, domingo 12 h. Celebración de la Resurrección del Señor

10, martes 19 h. Exposición Santísimo, Rosario y Bendición

15, domingo 9,30 h. Reunión del Consejo Pastoral

16, lunes 19,30 h. Día Internacional contra la Esclavitud Infantil.

Concentración en Puerta del Sol. Hay Intérprete

17, martes 19 h. Curso Biblia (Luis Gonzalo)

24, martes 19 h. Actividad con los mayores

28, sábado 12 h. Bautismo niños sordos

"Aquel día, oirán los sordos las palabras del libro; sin tinieblas ni oscuridad verán los ojos

de los ciegos. Los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor, y los pobres se llenarán de

júbilo en el Santo de Israel" (Isaías 29:18-19)

Lectura del santo evangelio según S. Lucas En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos estaban cerca de Jerusalén. Y Jesús dijo a sus

discípulos: Id al pueblo que está cerca. Veréis un burro atado. Traedlo. Y si alguna

persona os pregunta por qué lo hacéis, le decís: “El Señor lo necesita”. Los discípu-

los se fueron y encontraron un burro igual que había dicho Jesús. Lo cogieron y vino

el dueño y les preguntó por qué se lo llevaban. Los discípulos dijeron “El señor lo ne-

cesita”. Llevaron el burro a donde estaba Jesús y le ayudaron a montar. Por el ca-

mino, muchas personas echaban sus mantos en el suelo y también ramas cortadas

de los árboles. Y gritaban dando gracias a Dios por las cosas maravillosas que ha-

bían visto hacer a Jesús. Y decían: “Bendito el que viene como un rey. Bendito el

que viene en el nombre del Señor. Paz y gloria en el cielo”.

Domingo de Ramos, 1 de abril

Lectura del Santo Evangelio según S. Juan El día primero de la semana, por la noche, estaban los discípulos en una casa con

las puertas cerradas, porque tenían miedo a los judíos. Y entró Jesús, se puso en me-

dio y les dijo: Paz a vosotros. Luego les enseñó las manos y el costado. Y los discípu-

los se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús dijo otra vez: Paz a vosotros. Lo mis-

mo que el Padre me ha enviado, también os envío yo. Y sopló sobre ellos y les dijo:

Recibid el Espíritu Santo; a las personas a las que perdonéis los pecados, les están

perdonados; a las que no se los perdonéis, no se les perdonan. Tomás, uno de los

Doce, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: Hemos

visto al Señor. Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si

no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no

lo creo. Ocho días después, estaban otra vez los discípulos en la casa y Tomás también estaba con ellos.

Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás:

Aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; no tengas dudas, sino fe. Contestó Tomás:

¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo: Has creído porque me has visto. Felices las personas que crean sin ha-

ber visto.

Domingo II de Pascua, 15 de abril

Viernes Santo: 6 de abril

Jueves Santo: 5 de abril

Lectura del santo Evangelio según San Juan

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que ya era la hora de pasar de este

mundo al Padre, después de haber amado a los suyos que estaban en el mundo,

siguió amándolos hasta el final. Estaban cenando y Jesús, sabiendo que el Padre le

había dado todas las cosas, sabiendo que venía de Dios y otra vez volvía a Dios, se

levanta de la mesa, se quita el manto y, tomando una toalla, se la puso a la cintu-

ra; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavar los pies a los discípulos, secán-

doselos con la toalla. Cuando llegó delante de Pedro, éste le dijo: -Señor, nunca

me lavarás los pies tú a mí. Jesús le contestó: -Las cosas que yo hago ahora, tú no

las entiendes, pero las entenderás más tarde. Pedro le dijo: -No me lavarás los pies

nunca. Jesús le contestó: -Si no te lavo los pies no eres amigo mío. Pedro le dijo: -

Señor, sólo los pies no, lávame también las manos y la cabeza. Jesús le dijo: -Una

persona que se ha bañado solo necesita lavarse los pies, porque ya está limpio.

También vosotros estáis limpios, pero no todos. (Jesús dijo esto porque sabía quién

lo iba a entregar) Cuando acabó de lavarles los pies, se puso el manto otra vez y

les dijo: -¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis «El

Maestro» y «El Señor», y decís bien porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os

he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he da-

do ejemplo para que las cosas que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo

hagáis.

La lectura de la Pasión según (S. Juan 18, 19-42)

Lectura del santo Evangelio según S. Mateo El primer día de la semana, todavía de noche, fueron María la Magdalena y la otra

María a ver el sepulcro. Y de pronto la tierra tembló muy fuerte, pues un ángel del

Señor, bajando del cielo y acercándose, quitó la piedra y se sentó encima. Su cara

era muy brillante era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centine-

las temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres: -

Vosotras no tengáis miedo, ya sé que buscáis a Jesús. No está aquí: HA RESUCITA-

DO, como había dicho. Venid a ver el sitio donde estaba su cuerpo muerto e id

aprisa a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va por delante

de vosotros a Galilea. Allí lo veréis.» Las mujeres se marcharon a toda prisa del sepul-

cro; asustadas y llenas de alegría corrieron a decírselo a los discípulos. De pronto, Jesús les

salió al encuentro y les dijo: - Alegraos. Ellas se acercaron, se arrodillaron delante de Él y

abrazaron los pies. Jesús les dijo: -No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea;

allí me verán.

Lectura del Santo Evangelio según S. Marcos En aquel tiempo, el primer día de la semana, todavía de noche, antes de salir el

sol, algunas mujeres fueron al sepulcro. Y hablaban diciendo: -¿Quién nos quitará

la piedra a la entrada del sepulcro? Al llegar vieron que la piedra estaba corrida, y

eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la

derecha, vestido de blanco. Y se asustaron. El joven les dijo: -No os asustéis.

¿Porqué buscáis entre los muertos a Jesús, que ya vive? No está aquí. HA RESUCITA-

DO. Mirad el sitio donde lo pusieron. Ahora id a decir a sus discípulos y a Pedro que

Jesús va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis, como os dijo.

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor , 8 de abril

Sábado Santo: Vigilia Pascual, 7 de abril

Lectura del Santo Evangelio según S. Lucas En aquel tiempo los discípulos contaban las cosas que habían visto y cómo reco-

nocieron a Jesús en el partir el pan. Estaban hablando, y Jesús apareció en medio

de sus discípulos y les dijo: -Paz a vosotros. Y llenos de miedo, creían ver un fantas-

ma. Jesús les dijo: -¿Por qué os asustáis?, ¿por qué dudáis? Mirad mis manos y mis

pies: soy yo. Tocadme y fijaos que un fantasma no tiene carne y huesos, como yo

tengo. Luego les enseñó las manos y los pies. Y como dudaban por la alegría, y

seguían asustados, les dijo: -¿Tenéis algo que comer? Le dieron un trozo de pez asa-

do. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: -Esto es lo que os decía cuando estaba

con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas acerca de mí, debía

que cumplirse. Así estaba escrito: el Enviado de Dios morirá, resucitará de entre los

muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los

pueblos.

Domingo III de Pascua, 22 de abril

Lectura del Santo Evangelio según S. Juan En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos: -Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la

vida por las ovejas; la persona que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al

lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las mata; porque a la persona que no es

pastor no le preocupan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a mis ovejas

y ellas me conocen a mí, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo

doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este rebaño;

también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño un

solo Pastor.

Domingo IV de Pascua, 29 de abril