caleidoscopio ciencia ficción

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  • Jovn Bentez / @Jovan_BenitezDireccin General

    Alejandra Olgun / @aleOlguinDireccin Editorial

    Jovany Cruz / @JovanyCFDiseo Editorial

    Alejandra Canchola / @canchola_aleColumnista

    Alejandra IslaColumnista

    Marianne E. Castillo / @maryludensPrensa Quertaro

    Daniel Garca / @Garcia_DanyelPrensa Pachuca

    Teresa Cuevas / @teresaysPrensa Pachuca

    Colaboradores

    Vctor Valencia, Arturo Pagola, Lorena Aguirre, Crocuta Crocuta, Pablo Alfredo Diosdado, Daniela Frutos, Alejandro Galindo, Fernando Torres

    Contacto

    Comentarios, colaboraciones y venta de espacios:[email protected]

    Los comentarios e imgenes que aparecen en este medio de comunicacin, son responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente la ideologa de Caleidoscopio. La reproduccin total o par-

    cial del contenido de esta revista sin previa autorizacin queda estrictamente prohibida.Algunas imgenes incluidas en esta edicin fueron tomadas de Freepik.com

    En portada: Alunizaje interiorTcnica: Mixta

    Mariana Alcntara, 2016, CDMX

    Imagen basada en el concepto de la cuarta dimensin, donde el interior es tambin el ex-terior. La luna estuvo todo el

    tiempo dentro de nosotros.Concepto inspirado en Viaje al centro de la Tierra y De la Tierra a la Luna de Julio Ver-ne y un homenaje a Georges

    Mlis.

  • Daniela Guadalupe Frutos Granados

    Pablo Alfredo Diosdado Vallejo

    Vctor Valencia

    Arturo Pagola Trigueros

    Lorena Aguirre

    Marianne Castillo

    Jovn Bentez

    Alejandro Galindo Sandoval

    Crocuta Crocuta

    Daniel Garca

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  • EDITORIAL

    El ser humano siempre ha buscado la forma de ir un paso ms all, y la literatura y el cine han sido los caminos preferidos para lograrlo. Por eso, en esta edicin aterriza-mos las naves en distintos espacios, pocas y llegamos hasta un asteroide; contamos tam-bin con las colaboraciones de dos magnfi-cos ilustradores que encontramos andando por distintas dimensiones.

    Disfrute, estimado lector.

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  • Daniela Guadalupe Frutos GranadosMorelia, Michoacn

    Apagu la msica, sonaba ms o menos como lo ms a rtmico que escuch desde hace ya mu-cho tiempo, lo ms inestable de una vida estaba en esa cancin.

    Cerr aqul viejo libro porque; Quin en su sano juicio lee un cuen-to que comienza con: haba una vez?, esta-ba harta, soar no era una opcin, la vida era lo que estaba pasando y no sirve de nada leer una historia cuando sabes que ser mentira. Somos diminutos en este mundo, y si el sistema solar es pequeo, el planeta que poblamos es ms pequeo entonces t y yo, somos nada dentro de la nada que est justo dentro de un sistema solar que viene siendo nada y si te pones a pensar, ah es donde comienza a cobrar sentido que

    leamos sueos escritos en papel, y aunque sabemos que cuando terminen ser una mentira, los guardamos en el alma una y otra vez.

    As de confundida ca-minaba entre las calles cubiertas de hojas por el otoo, hay muchas his-torias que merecen ser contadas, como aquella vez que mir las alas que le colgaban de la espalda a esa seora, eran gran-des, yo saba que poda haber volado los 40 aos

    anteriores de su vida; nadie las vea y yo no encontraba la razn, eran enormes de color blanco, pero un blanco puro, un blanco brillante, de ese blanco que no existe y que nadie va a conocer.

    Nadie le vea sus alas!, era un ngel siempre lo supe, tal vez no de esos que te cuentan

    El ngel, viva justo enfrente de mi habitacin, me gustaba mucho ver cuando cepillaba sus alas, poda tardar todo el da ah sentada en el balcn con mi caf en la mano izquierda viendo hacia su ventana, si no fuera por ese da.

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  • que caen del cielo, s que puedes imaginarte lo hermosas que pudieron ser esas alas si no se las hubieran cortado.

    Estas cuatro paredes no me dejan recordar bien como era mi vida all afuera, estas puertas de acero y los cinturones que envuelven mis manos, cada vez que me dejan libre escribo una huella en papel de que esta historia existi.

    Mis 25 aos de vida fueron en esa calle larga y angosta, donde cada otoo eran incontables las hojas que caan de los r-boles, y ella, el ngel, viva justo enfrente de mi habitacin, me gustaba mucho ver cuando cepillaba sus alas, poda tardar todo el da ah sentada en el balcn con mi caf en la mano izquierda viendo hacia su ventana, si no fuera por ese da.

    Como todas las maanas apagu la msica, s, esas canciones que dejan al descubierto las inestables vidas de las personas, asom la mitad de la cabeza por el balcn, haca fro y poda resfriarme, esa maana su ventana estaba cerrada, la puerta abierta y el aire era diferente. Algo no iba bien, decid tomar mi capa azul, y salir de mi casa; en cuanto cerr mi puerta levant la mirada y vi lo ms sorprendente que un ser humano haya podido ver en toda su existencia, las alas tiradas en el suelo, el ngel amarrado con una cadena en la entrada y a su lado una especie de ngel mismo pero este era de color negro, el negro ms oscuro que mis ojos hayan podido ver, sonrea y se burlaba cuando la vea tirada en el piso. En ese momento el viento me empez a hablar, Lo juro!...

    Entonces despert, el sudor me recorra de pies a cabeza, era el sueo ms cruel que haba tenido en mi vida, la piel estaba erizada, cuando me levant vi mis ma-nos llenas de sangre, mi ropa desgarrada, entonces pens; Fue este un sueo o?, quien iba a saberlo en la casa todo segua igual, el desayuno en la mesa, la nota de mi madre, el refrigerador vaco y el vien-to era tan frio como el de ese sueo; no me fij pero tom la capa azul, apagu la msica, asom mi cabeza por el balcn tir la taza de mi mano izquierda, estaba pasando todo lo que en mi sueo haba pasado, tena miedo de ver ese ngel en la casa de enfrente que no exista, pero tena miedo de ver la ventana cerrada, suspir, tom el valor necesario y sal a ver que suceda.

    Fue ah cuando todo cobraba sentido, la sangre, la ropa no estaba en mi casa, estaba en la casa que so.

    Mi enfermera me dice que todo lo que hablo es una ilusin, yo no lo creo, ellos me tienen aqu Te digo cual es la razn?, a ellos no les conviene que se sepa que el ngel negro era yo

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  • 8Naturaleza del Cambio, Tcnica digital, 2015

    Fernando Torres Rojo

  • Asteroide5-CoraCrocuta CrocutaPachuca, Hidalgo

    Cuentan los ignorados ancianos que existi un acontecimiento im-portante que destruy para siempre la vida en el asteroide 5-Cora; Tres especies habitaban en el planetoide: los astutos Zngarev (cazadores infatigables, hambrientos, estranguladores de siete pupilas); los indomables Krojuros (parduzcos colosos y guerreros) los anlidos Lrala (creadores de vegetacin por sus altas capacidades herbolarias). Las dos primeras especies pronto desestabilizaron al ecosistema pues se sobrealimentaron de los Lrala hasta casi acabar con ellos.

    Fue entonces que los Zngarev liderados por el hipnotista Xlendra atacaron a los Krojuros para subsistir. Tras largos meses de intenso com-bate, el fuerte de Frakrurej y sus valientes soldados Krojuros se vieron derrotados. Xlendra, qu hars con mi pueblo? Xlendra! qu has hecho? , gritaba Frakrurej encadenado. Ravpaqah estar satisfecho, dijo Xlendra T QUE SABES DE LOS DIOSES!. Los Krojuros varones fueron desangrados en honor a Ravpaqah, Dios del engao; se organiz un festn en el que los Krojuros hembra cocinaron a sus cros, maldiciendo las infancias robadas.

    La gula de los Zngarev termin por provocar la extincin de los Krojuros: Los Zngarev obligados a nutrirse se tragaron a sus hermanos, padres e hijas; uno a uno fueron muriendo. Dicen que Xlendra se escondi en los purpreos desiertos. El asteroide, desolado, se llen de inmundicia.

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  • 10

    Testigo del Tiempo, Tcnica digital, 2014

    Fernando Torres Rojo

  • Daniel GarcaPachuca,Hidalgo

    El da en que Ocaso se convirti en adulto, la humanidad celebraba la extincin del tiempo. No era el fin de la lnea de tiempo de los humanos, ms bien, se celebr el decreto mundial que abola el uso de medidas de tiempo. Ni segundos, minutos o aos volveran a ser mencionados o usados, aunque si-guieran haciendo efecto sobre la vida en la Tierra. La ltima fecha registrada en un calendario fue el jueves primero de mayo del ao 2092.

    Sonriente, limpio y engredo, Ocaso co-menz su habitual viaje a la Unidad Admi-nistradora de Tiempo (UAT) que quedaba a 25 minutos desde su edificio. Cuando su reloj marc las 7:54, descendi los 2 kilmetros desde su habitacin hasta la acera en sus habituales 40 segundos. Ocaso cambi la sonrisa por una mueca parecida a una sonrisa, producto de saber que era el ltimo da que le preocupaba cuanto tiempo le tomaba hacer algo. No saba si se senta feliz o si extraara la rutina.

    Ocaso lleg 8:03 a la estacin de Cohe-tes de Corto Alcance, cansado de seguir manteniendo la mueca que simulaba una

    sonrisa. Despus de caminar unos cientos de metros y ver decenas de los nuevos vehculos amarillos, subi al viejo Dragon V12, aquella cpsula roja y desgastada que lo haba llevado a la luna por 7 aos inin-terrumpidos, y cambi su mueca agridulce por una cara llena de dolor; la espalda ne-cesitaba pldoras de tiempo urgentemente.

    Por primera vez en 40 aos, Ocaso entr desesperado a la UAT. Observ su mueca, y su dolor se contrarrest con la sensa-cin de alegra al ver que su reloj-injerto marcaba las 8:19. Una vez ms estaba a tiempo pero la mueca que lo acompa al descender por su edificio lo volvi a lle-nar, aunque esa mueca evolucion en una expresin de miedo: nunca ms sentira lo que era ser puntual.

    El nuevo adulto lleg a la Sala de Sumi-nistro, una bodega de 200 metros cua-drados, y se dirigi hacia las ventanillas que atendan 25 ancianas. Cuando lleg a la ventanilla 13, no perdi tiempo en descargar su frustracin.

    Necesito dos pldoras Cronos de 500 miligramos, Y las quiero rpido!

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  • Gladis, inexpresiva (como las otras 24 ancianas), tom su escner ocular, apunt hacia Ocaso y despus de ver los resultados del anlisis de pupila, grit:

    Tres Letargo de 500 miligramos, ventanilla trece!

    5 segundos despus del grito, Gladis dio de mala gana 2 pldoras de color verde fluorescente a Ocaso.

    Esto no es lo que ped. Dije Cronos, las blancas, largas y as-querosas.El escner dice que hoy cumples 50 aos. Dejas de ser un nio, las normas de la UAT dictan que no se le puede proporcionar la pldora que acelera el tiempo a los mayores de medio siglo.

    Ocaso se march furioso de la UAT, pero no poda hacer algo, ya que despus de 50 aos de educacin por almacenamiento digital, lo que mejor saba era obedecer.

    Al llegar a su habitacin, Ocaso ingiri la primera Letargo. Se sent a observar su pecera, que contena especies extintas hace millones de aos en miniatura, tradas de vuelta gracias a las mentes menos brillantes de su poca. Despus de lo que l crea haba sido una hora de observar sus criaturas, pas de su habi-tacin a la cocina para hidratar algunos alimentos.

    Se acerc al balcn a observar el reloj kilomtrico que atravesaba el cielo y comenz a llorar al ver que slo haban pasado 2 minu-tos desde que observ la pecera. Triste y desesperado, viaj por un da (25 minutos reales) con destino a la UAT. Suplic que le otorgaran cientos de Cronos, pero ninguna anciana pudo hacer algo. Regres a la Tierra y busc por das una sola pastilla que hiciera digerible el tiempo que viva.

    Despus de dos das de bsqueda, Ocaso se rindi ante el cambio y tom en un solo trago las dos Letargo sobrantes. Si ya no haba tiempo por medir, Qu sentido tena seguir preocupndose por cmo se senta su paso?

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  • Pablo Alfredo Diosdado VallejoCelaya, Guanajuato

    En el ao 2063 el presidente de los Estados Latinos Americanos, Mi-guel Corona Domnguez, anunci su renuncia ante las represalias por parte del Gobierno Mundial. Al poco tiempo se decret el cierre al libre comercio entre Amrica y Europa. La purificacin de oxgeno dej de ser gratuita en las zonas afectadas por las Guerras de Pilar, aconte-cimiento nuclear en el ao 2021 por la falta de recursos alrededor de todo el mundo.

    El Gobierno Mundial era conformado por los pases ms poderosos, y por otros pocos que pudieron sobrellevar la desgra-cia de la masacre de la guerra. Dos aos despus de que Latinoamrica se quedara sin su ms grande lder, y sin un espacio en el gobierno mundial, se anunci una noticia devastadora; un meteorito cho-cara contra la Tierra en el ao 2067, y ste traa consigo el olor a muerte para todo el continente Africano. Las nume-rosas protestas comenzaban a brotar en las fronteras de Europa y Asia, los pue-blos africanos buscaban una mirada de compasin de sus vecinos, sin embargo, las intenciones de contencin eran otras. La sobrepoblacin era un problema gra-

    ve, el trabajo escaseaba, la salud pblica estaba en el fondo de lo ms oscuro. La construccin de muros gigantescos pareca un acto de egosmo, pero lo que para los africanos era muerte, para los europeos era su salvacin. Norteamrica al poco tiempo comenz a emitir protesta, sin embargo la tensin entre las ms grandes naciones concluy en un acuerdo, algo sumamente despiadado: entre menos humanos, ms espacio para habitar.

    Lleg el da del gran impacto; todos alre-dedor del mundo prendan sus televisores, fuera de madrugada, fuera de maana. Los ojos del planeta se posaron sobre la devastacin de la cuna de la humanidad, de un continente entero y, en un instan-te, ms de sesenta mil millones de almas fueron consumidas en el abrazador fuego y tierra del golpe de aquel coloso. Pasaron cuatro meses, las naciones ms poderosas entraron al continente africano a tomar sus territorios correspondientes, a descon-taminar las zonas para ser habitadas por nuevos ciudadanos. Las cenizas marcaron el comienzo de una nueva era, una era que pronto se tornara en una tirana global.

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  • Los restos del meteorito podan verse desde las praderas ms lejanas; el Gobierno Mun-dial encontr una estructura dentro del enorme cuerpo celeste que se desmoronaba a pedazos, la instalacin no era humana. En distintas exploraciones gubernamentales fueron extradas armas, mquinas, recursos e incluso algunos experimentos aliengenas que pronto fueron adoptadas por los humanos. Como si el hombre hubiera dado un gran salto dos mil aos en el futuro. La devastacin y la represin global comenz. La burguesa aliada al gobierno comenz a emerger como la sociedad ms pura de la humanidad, los pobres y los de clase media comenzaban a ser marginados a zonas poco habitables y en condiciones deplorables alrededor de todo el mundo. La medi-cina dio un salto enorme en el tiempo, pero slo los ricos podan pagar los nuevos tratamientos, el SIDA y el cncer se volvieron como la lepra lo era en el siglo XX.

    El meteorito estaba hecho de un recurso no renovable, Melirio le llamaban, tres gra-mos de este mineral tena la capacidad de alumbrar a media Asia, lo ms exquisito para los inversionistas, careca de radiacin. Pronto se comenz a contrabandear este material, adems de las transacciones legales. Hasta que todo el mundo fue alimentado por este recurso latente en virus. En el ao 2081 una sepa de virus brot en Europa, los infectados presentaban indicios de rabia y carencia de razonamiento, los sntomas comenzaban con salpullido en la espalda, de pronto la piel comenzaba a carcomerse sola hasta presentar los sntomas ms graves: descontrol del cuerpo y hostilidad. Despus el virus atac Asia y pronto Amrica. El virus fue llamado RONAT-2, o RT-2. Los cientficos trataban de encontrar una cura para esta nueva pandemia que acosaba el mundo.

    Ao 2083, algunas mutaciones del RT-2 han comenzado a cambiar a las nuevas gene-raciones de humanos, los nios no presentaban sntomas de enfermedad, sin embargo se detect en mltiples experimentos que los nios infectados tenan una fuerte ac-tividad mental; algunos eran capaces de comunicarse por telequinesis, otros podan manipular la mayora de las energas en su entorno. El pueblo aclamaba a estos nios

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  • como los salvadores de la nueva era; la tirana del Gobierno Mundial comenzaba a opacarse. No fue hasta que los lderes mundiales dieron un comunicado: se recluira a todos estos nios hasta que se supiera, por medio de estudios, que eran inofensivos; todos sabamos que el Gobierno tena miedo a perder su control. Como el viento, no tard en hacerse escuchar un rumor; los nios que eran capturados o entregados, eran asesinados. Grupos rebeldes comenzaron a emerger, a criar a los nios en las sombras del secreto. Las comunicaciones eran limitadas, pues el Gobierno Mundial tena un sistema de vigilancia que contaminaba hasta las aguas de los mares. Pronto en el canal mundial se anunci que el virus RT-2 en realidad era propagado por los nios infectados, se les denomin Le Enfant Inferno o LEI por sus siglas, y se dijo en una conferencia global que no se tolerara que solaparan o escondieran a estos nios, se castigara con la muerte por traicin a la humanidad. Los rebeldes dudaron un poco

    Ao 2103, los nios LEI haban crecido, unos tena 23 aos, otros 27, bien entrenados por exmilitares rebeldes. La situacin en la Tierra haba empeorado, los infectados por el RT-2 contaminaron a un tercio de la poblacin mundial, de los cuales la mitad se volvan bestias hostiles. El primer golpe de los nios LEI se dio en una cede del Gobierno Mundial en Madrid, las televisoras fueron saboteadas, el mundo presenci el poder de los LEI. Como el alba, esto desencaden revueltas en todas las ciudades. El Gobierno Mundial trataba de suprimir los grandes nmeros de personas por la fuerza, las maquinas Diemas tenan un poder de supresin de hasta 2000 personas por minuto, slo un arma de todo un arsenal. La guerra haba comenzado. Los re-beldes tenan sus apuestas en los nios LEI, el gobierno tena su poder supresor, los infectados marginados por el virus. La tierra se estremecera con esta cuarta guerra mundial, la historia del mundo pareca llegar a su fin.

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  • Re-tornoJos Arturo Pagola TriguerosPachuca, Hidalgo

    Ubicacin?.Desconocida, capitn.

    Haba aprendido a apreciar aquella voz artificial, aunque le diera nicamente respuestas fras y pesimistas, despus de todo era lo nico que escuchaba desde que se averiara el transmisor haca ya tres semanas, de cualquier forma desde el escape slo se oa ruido y voces entrecortadas apenas audibles, quiz, slo quiz la falla de comunicacin se debiera a la enorme distancia a la que se encontraba de cualquier cosa, lo cual no era en absoluto ms alentador pero era una esperanza a la cual aferrarse, podran ubicarlo con base en la transmisin, pero sin ella Era curioso que con tan fascinante tecnologa an pudieran tener desperfec-tos los aparatos, a pesar de los avances, a pesar de las pruebas, supona que simplemente el campo elctrico que protega a la nave no resista el ataque brutal de un can lser disparando a quemarropa, ni el impacto abrasador al salir de la atmsfera a gran velocidad, pensndolo bien se alegraba de que slo fa-llaran el navegador automtico, el sistema de posicionamiento universal, el campo elctrico de proteccin y la comunicacin, aunque empezaba a preocuparle la velocidad con que se consuma el combustible a pesar de que haba dejado de utilizar los pro-pulsores dos semanas atrs cuando decidi que no haba forma de reparar el sistema de ubicacin, en fin, se encontraba ciego, perdido e incomunicado, con la nica compaa de aquel viejo androide de servicio sin protocolos de navegacin.

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  • Si tan slo hubiera tenido ms tiempo, si tan slo hubiera visto las seales de lo que se avecinaba, si hubiera prestado ms atencin. Ya era tarde, los dems deban estar igual que l, perdidos, alejados, su-mergindose cada vez ms en la inmen-sidad o muertos, no lograron llegar a la estacin principal, el ataque se adelant como caba esperar, pero ni siquiera eso lo anticip, cada uno tuvo que arreglrselas, buscar medios de transporte, recolectar provisiones. La ferocidad del ataque y la expulsin vehemente y repentina del planeta acab por dispersarlos, si tan slo se hubiera mantenido consciente para no perder de vista a los dems y mantener una ruta conocida, si tan slo hubiera lo-grado presentar batalla, si tan slo hubiera podido despedirse, si tan slo pudiera ver sus ojos una vez ms.

    Mir por la ventana por ensima vez, la vista era impresionante, espectacular y sobrecogedora, el silencio y la inmen-sidad eran casi asfixiantes, la pasmosa tranquilidad, inquietante; una oscuridad profunda extendida hasta el infinito, slo interrumpida por millones de minsculas motas brillantes regadas por doquier, un laberinto imposible de luz y polvo, polvo que formaba de pronto densas nubes de colores inimaginables que hacan volar la imaginacin, mirando aquel maravilloso y apabullante paisaje se perda en sus re-cuerdos, recuerdos de tiempos mejores, de ilusiones, de sonrisas, de miradas, su mirada, recordaba su rostro, amable y apacible, su sonrisa amplia a juego con sus grandes ojos oscuros, expresivos y tiernos, recordaba su piel suave y sus ca-ricias dulces

    Un fuerte estruendo lo despert de sus sueos, mir alrededor, pero no vio nada alarmante, un golpe an ms fuerte lo sor-prendi y luego otro y otro.

    Hemos entrado en una lluvia de aste-roides capitn, tenemos numerosas fallas, perdemos combustible dijo el androide presionando botones y girando la cabeza de una pantalla a otra a gran velocidad. No es posible encender los propulsores.Se precipit hacia el medidor de combusti-ble y le dio un vuelco el corazn, sin escudo protector los asteroides haban impactado de lleno en la nave, ocasionando rupturas en el fuselaje y una fuga masiva de com-bustible, el tanque estaba vaco, todo haba terminado.

    Se alej de los controles y se dej caer en el suelo ignorando las intiles alertas y afirmaciones del androide, cerr los ojos e intent perderse de nuevo en sus recuerdos

    Hola abri los ojos, la voz era clara, vena del interior de la nave, pero no era del androide, era una voz conocida, se le-vant y se precipit a toda velocidad hacia el transmisor Hola repiti la voz, no era posible, deba estar soando, s, seguramente segua perdido en sus sueos.

    An as, presion el botn para comuni-carse y tom aire.

    Hola

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  • Vctor Valencia GarcaPachuca, Hidalgo

    Tena un cometa azul en el cabello, ojos castaos que brillaban como las estrellas, y viva en Marte.Paralizado en medio de un jardn impo-sible, el comandante segundo Herrera esforzaba cada neurona para evitar que colisionaran, chorreaba sudor dentro de su caso. Herrera, responda, dnde diablos se encuentra? Informe su ubicacin.

    Ella se acercaba con suavidad, fluctuando como hierba fresca, un jaguar que oscilaba al acecho con sus ojos estelares clavados en los de Herrera. Ella, que viva en una cueva de Marte sin ningn equipo visi-ble de sustentacin vital, entre plantas aliengenas de colores extravagantes tan improbables como la vida misma. Ella, que estaba ah desde slo la creacin saba cundo, y que ahora se acercaba despacio e imparable como el amanecer hacia el comandante segundo Herrera. Carajo! Responda, debemos partir de inmediato.

    Bienvenido, dijo una suave voz dentro del casco del astronauta, una voz que evocaba el sonido del terciopelo azul des-

    garrndose despacio, muy despacio. El cerebro de Herrera estaba al borde del colapso. Por favor, no tengas miedo, su-surr ella dentro de la cabeza de Herrera, soy consciente que esto parece demasiado fantstico para una criatura como t, pero no tengas miedo.

    Esta vez no es el intercomunicador, pens, ella me est hablando directo en mi mente. Fuese el tono de su voz, los ojos que evoca-ban noches en calma, o el mechn azul de su largo cabello, pero Herrera se calm, la respiracin se desaceler hasta moderarse. A su paso, ella toc con sus finos dedos el ptalo azul con lunares carmess de lo que pareca un tulipn, tan grande que le llegaba por el hombro. El tulipn pareci hacer un gesto de reconocimiento, se in-clin y sigui a la figura ondulante.

    Qutate el casco, la peticin tena ma-tices de mandato; una parte de la razn de Herrera deca que eso era suicidio, tranquilo, ests aqu, conmigo, nada te pasar, ella estaba a cinco, a dos, a un paso, al alcance de la mano enguantada del traje. Carajo! Responda, dnde cuernos

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  • se encuentra?! Respon...! El siseo del aire escapando cuando Herrera liber el seguro del casco silenci los bramidos del intercomunicador, luego el casco rebot contra la piedra marciana de la cueva, despus el astronauta cay de rodillas y, por un instante, pens que mora...

    El aire, aunque escaso, era respirable, como si estuviera a 5 mil metros sobre el nivel del mar all en su natal Tierra. Tard bas-tantes bocanadas en habituarse, mientras ella lo observaba a sus pies respirar con agitacin. Cmo es posible?, quiso pregun-tar, pero la voz de terciopelo en su cabeza lo interrumpi: porque tenemos fisiologa en comn, este jardn que te rodea da aire suficiente para mi supervivencia y de un invitado, es pequeo, pero con el tiempo crecer lo necesario para albergar a una raza completa.

    An de rodillas, Herrera vio los pies de ella, fue subiendo la vista despacio: los tobillos, las rodillas, la piernas, la cadera... Sin la proteccin del casco mir que ella estaba cubierta por una fina capa de pe-lambre y nada ms, como un gato recin nacido, de colores que variaban las tona-lidades del azul. De pie, vio que el rostro careca de bello, y el azul se acentuaba en un mechn de su largo cabello, los ojos de estrellas le sostenan la mirada.

    Trat de dar explicaciones, pero de nuevo fue interrumpido, no es necesario, s que ests aqu porque tu planeta est murien-do, s que la humanidad busca un nuevo hogar donde esparcir sus semillas, s que debes volver pronto con tu tripulacin o quedars varado en este planeta rojo, y tambin s que me deseas... Las pupilas

    de Herrera se dilataron, ella no necesit mover los labios para hablarle, pero por la madre Tierra!, deseaba que esos labios se movieran sobre los suyos. Herrera su-fri un ataque de desesperacin, quera tomarla en ese momento, en ese jardn extraterrestre, la mente apagada por el nico anhelo de ser uno con ella.

    Embisti hacia su cuerpo, unos dedos finos pero firmes lo zanjaron al momento. No, as no, debes estar por completo seguro, no slo tu cuerpo, sino tambin tu mente, de lo contrario no funcionar. Se concentr en olvidar todo, la razn del por qu estaba ah, olvidar que era la ltima esperanza de una humanidad canbal que haba destrui-do la Tierra, que buscaba una escapatoria, un nuevo planeta donde habitar. Slo tienes que estar seguro por completo, decir que s tambin con la mente.

    Desech todo su entrenamiento, sus ob-jetivos, desech a toda la humanidad: s, dijo Herrera. Entonces ven. El fino pelambre lo tom de la mano encaminn-dolo entre gladiolas purpreas, dientes de len cuyos colores simulaban eclipses lunares, una boca de dragn tan roja como la arena marciana, girasoles inverosmiles de un amarillo opaco... y todas las plantas parecan seguir su paso.

    Llegaron a un claro de tierra suave, en un extremo del jardn, ella le comunic que se despojara de su traje, lo hizo lo ms rpido posible, luego se recostaron juntos, Herrera bes con fiereza eso labios que hablaban sin moverse, pas su mano por el cometa azul del cabello de ella, acari-ci todo el suave pelambre, y ni siquiera escuch el rugido de la nave que parta...

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  • Cuando despert, la paz lo inundaba. No saba si era de da o de noche cmo saber-lo? Siquiera conoca cunto haba dormido. Busc el cuerpo de ella, y la vio parada a su lado, vertiendo lquido amarillento de un pote de forma extravagante alrededor de Herrera. Quiso levantarse para atraerla a su lado, pero sus piernas parecan ancladas a la tierra rojiza. Tranquilo, es ms fcil si lo tomas con calma. Trat de hablar sin poder hacerlo. Vers, no son la nica raza en bsqueda de nuevos hogares. Y tambin, por si an no lo comprendes, no son los primeros en llegar aqu.

    Ella termin de verte el lquido, dej el pote y tom un recipiente de donde extrajo un fino polvo que esparci sobre el cuerpo de Herrera. El astronauta, abandonado en el planeta rojo, intent levantarse, utiliz toda su fuerza, su voluntad, quiso correr hacia su traje para volver con la tripulacin y advertirles, pero era demasiado tarde, sus pies comenzaban a enraizar a la tierra y en su boca germinaban botones de flores.

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  • Lorena AguirreGuadalajara, Jalisco

    Est obscuro y mi cuerpo se ha parali-zado. Estoy consciente; dormito con los ojos abiertos. El techo me parece ms cercano, como si pudiera sostenerlo al estirar la mano, a cada pulsacin y sen-sacin de derrumbe.

    La habitacin luce esta noche ms pequea y sombra. La cortina pareciera ser color negra con lgubres y enfermos matices ilusorios. La ventana entreabierta como siempre me ha gustado y tambin, como siempre, se encuentra parada del otro lado aquella sombra delgada a la que no se le percibe mirada.

    Me resulta una rutina predecible. Cierro los ojos y en esa realidad mi reloj de mueca marca las cuatro quince de la madrugada.

    Surrealistas y horrorficas han resultado las ultimas veladas, sueo o no sueo?

    Procedo a despertar o quizs a soar. Mi boca se encuentra seca, mi cuerpo hierve. Tomo del bur la jarra de barro, lleno tan solo medio vaso y me conforto dicindome:

    - Con eso basta. Repito, Sueo o no sueo?

    Hacia arriba poco a poco me hago. Dejo caer mis pies al suelo, abandono la cama y camino rumbo a la ventana. Las luces rojas y verdes siguen ah, danzan, como los enjambres de mosquitos y moscas sobre m. La luna sigue plateada. Pienso que parece ser ste el sueo; retrocedo y se me pierde el habla, mi vientre hierve y el calor se extiende.

    Terminado aquel efecto, con pesadum-bre, regreso a la cama a gritos ahogados. Tendido all de nuevo dormito. La sombra sigue ah, esta vez no la veo pero la puedo sentir, lo abarca todo.

    Plido de nervios sonri al techo latente. Siento cmo se acerca, cmo se aleja. Aprieto los prpados y se vuelve aun ms fuerte, cae todo el peso de mi vida sobre m. Ese cuerpo inmvil que es el mo, que se encuentra en la cama en la que me tend, parece no obedecer pero aun as siento cmo se mueve.

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  • Desesperado pataleo y berreo. Como sombras se duplican mis extremidades, mi brazo derecho etreo abandona mi brazo de-recho fsico a cada extensin del mismo. Encorvo mi espalda y abandona a mi otra espalda. Giro la cabeza sobre la almohada y queda opuesta a mi cabeza. Cuatro piernas, cuatro brazos, dos torsos, dos cabezas

    Peleo por mover mi carne y resulta en vano.

    Acptalo, mor, me digo, pero en ese instante todo se vuelve a repetir

    El techo, la habitacin, la cortina, la ventana, la sombra, el reloj

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  • Marianne CastilloQuertaro

    Mi decepcin comenz con la mujer a mi lado que no paraba de hablar en fuertsimos susurros. Quera, con toda honestidad, apualarla. Slo un fino corte en la garganta y quiz retomara hilo de la historia. Dios, cmo extraaba ese cine. El cine acribillado y a quien ya nadie guardaba el debido respeto. Ese cine tan reciente pero tan olvidado al que an puedo oler pudrindose en mi memoria.

    Llmenme sentimental, pero extrao ese cine; el evento maravilloso; el lugar sa-grado sin quince minutos de anuncios ni propaganda poltica. Ya saben donde la gente chiflaba y gritaba ccaro como un necesario rito de inicio.

    Ya sospechaba el inicio de una nueva era con el descarado aumento en la tarifa de entrada, pero nada me prepar para verle convertirse en otra fra y dura industria; sedienta y arrogantes.

    No crec en una gran ciudad, as que com-plejos con pantalla grande eran escasos. Y si bien los estrenos era mejor dicho lo viejo de Hollywood, esperar a disfrutar

    del estreno era toda una experiencia Qu hermoso era entrar al complejo bajo la hipnosis en la que te sumerga el olor a mantequilla derretida! Ahora son miles de complejos, todos sin alma. Miles de pelculas, pero sin magia; el refrito del refrito del refrito.

    Pero eso no es lo que me decepciona. Son, en realidad, los pequeos detalles que me sacan de quicio como que ahora hay que ir forrado con ms de ciento cincuenta pesos para que a cambio te den un ho-rrible boleto, tan frgil que con el menor movimiento se rompe. Adis al placer de coleccionar los viejos boletos de cartn. Antes cada centavo vala la pena. Ahora, hasta por respirar cobran. Recuerdas cuando haba una barra con condimentos para tus palomitas? Olvdalo. Quieres cheedar?; cele con cuatro pesos. Los nachos te los sirven en bolsa! Y el queso extra? Pfft! Si antes ya venan baados en caliente y deliciosa consistencia amarilla. Cada que mi formo en la fila de caja, me hago a la idea de hacerme de voluntaria para un asalto.

    Qu le pas al cine? 23

  • Despus llega la hora de entrar a la sala. Honestamente, el nico cambio que ha sido para bien de la experiencia es la asignacin de asientos. Aunque admito haba algo de aventurero en eso de marcar territorio con ayuda de amigos y sudaderas, sobre todo si la sala estaba llena. Tener que negociar con el vecino para no acabar separado del grupo en algn horrible asiento trasero. En fin, ahora uno llega y se aplasta y PUM! Vienen los quince minutos de cortos. A veces, en ese lapso, me da una especie de amnesia y no s si estoy realmente en una sala con sonido surround o en la sala de mi casa, con el altavoz de mi televisin. Dios, y yo que me mora de la risa cuando vea un filme de los cincuenta y descubra antes les obligaban a ver anuncios publicitarios en vez de avances de otros filmes.

    Lo ms triste de todo, y lo que me arrastr a esta melanclica reflexin de lo que alguna vez fue el cine en primer lugar, es que en definitiva la magia se ha perdido y la gente prefiere estar en su telfono que en la historia. Y s, esas cosas ocurran antes. Pero acaso no era un evento fuera de lo comn? Ver toda una sala unida en la expulsin de algn escandaloso... Ahora hasta es raro escuchar un shh!, por-que ya nos hemos resignado a vernos distrados por la fra luz que proviene de la pantalla de un mvil, el horrible golpe arrtmico en nuestro respaldo y, como me ocurre ahora a m: el descarado cuchicheo que pretende ser un susurro. Qu tanto le dices mujer? S, es bueno comentar pero al menos comenta algo interesante.

    Nunca me haba visto obligada a proferir Shh! en toda mi vida. Y aun as, la mujer continu, reflejo de su desinters con lo que sola ser el respeto a la experiencia de ir al cine. Quisiera matarla, pero gracias a Dios existe la moral y la ley. Apenas y pude entender la trama de la pelcula. Ah van mis doscientos pesos

    Qu le pas al cine?

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  • CeremoniaLa primera presentacin en Mxico de Nas, el regreso del do

    britnico Disclosure y el reencuentro del grupo mexicano Titn son las sorpresas que esperan a los asistentes de la 4ta edicin del

    Festival Ceremonia este 2016.

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    Alejandra Canchola

  • El Foro Pegaso ser testigo de la presentacin de bandas como Nas, Flume, Gesaffestein y la reunin, despus de once aos, de Titn, banda de rock electrnico conformada por Jay de la Cueva, Emilio Acevedo y Julin Lede.

    El cartel del festival es encabezado por la banda inglesa Disclosure, cuyo regre-so a Mxico es de los ms esperados del ao, gracias a la fama que los hermanos Lawrence han ganado entre los amantes del gnero electrnico.

    Al evento asistirn grupos de Chile, Fran-cia, Reino Unido y Mxico que han sido invitados por su msica y no tanto por su venta de boletos. En Ceremonia aposta-mos por esas bandas que estn cambiando el juego al rededor del mundo, dijo Hugo Daz, curador del festival.

    Ceremonia se mantiene como festival responsable al impulsar talento mexicano con los showcases de las disqueras emer-gentes Platino Records y Finess Records; y al ofrecer Transporte Seguro: camiones que saldrn desde 5 puntos de la Ciudad de Mxico.

    Los boletos de Transporte Seguro esta-rn a la venta en los mismos puntos que los boletos del festival: Ticketmaster y la taquilla del Auditorio BlackBerry. Es una manera de disfrutar el festival, pues conoces gente y regresas seguro a tu casa, recomend Daz.

    El festival, que desde su primer ao apues-ta al Hip-hop y la msica electrnica, se llevar acabo en el Foro Pegaso (Estado de Mxico) el prximo 9 de abril a partir de las 12:00 horas.

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  • 27

  • Jovn BentezQuertaro

    La ciencia ficcin es un tema recurrente en la pantalla grande, gracias a este genero es que se exploran nuevos mundos, sensaciones fuera de lo normal y sobre todo la difcil tarea de crear escenarios que obviamente no son de este mundo.

    Durante aos, los productores de estas pelculas nos mostraron que en verdad se poda viajar desde una butaca al espacio o a algn laboratorio de un cientfico loco. Pero si algo podemos rescatar, fuera de los efectos especiales, es la msica, pues Qu sera de una pelcula sin msica? As que aqu les traigo el top 5 de las mejores canciones para pelculas de ciencia ficcin.

    5- Put On Your Sunday Clothes (Wall- E)

    El simptico robot Wall-E nos ensea un mundo no muy alejado de lo que puede pasar si seguimos tratando a nuestro plane-ta como hasta ahora. Esta cancin si bien no tiene un tono espacial, nos permite entender un poco de la personalidad del personaje principal y su apego a la cultura humana.

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  • 4- Come and get your love (Guardianes de la Galaxia)

    Para mi, esta es una de las pelculas mas entraables de la franquicia MARVEL, en ella podemos ver a los malos que, al final, se convierten en los buenos de la historia. Fuera del guin, es uno de los soundtracks que ms disfruto escuchar, Una gran can-cin para empezar el trabajo sucio?

    3 Jhony B. Good (Volver al futuro)

    Y claro que esta es una pelcula de ciencia ficcin, el ir y venir de una poca a otra, alterando el flujo constante del tiempo y las consecuencias que esto puede traer al mundo de Marty y el Doc. Quin no re-cuerda la escena en la que Marty interpreta un rock and roll que, segn la historia, despus sera interpretado por Chuck Berry. Go go go Johny go go.

    2- Over the moon ( E.T )

    Clsico de clsicos, E.T el extraterrestre es de esas cintas que pueden pasar los aos y simplemente no dejan de sorprender, con una orquesta impresionante esta pelcula nos hace vibrar en todas y cada una de las escenas, y para este top 5 no poda dejar pasar esta cancin que se puede escuchar justo cuando E.T va en la bicicleta y de fondo se puede ver una magnfica luna.

    1- The Imperial March ( Star Wars )

    El cine de ciencia ficcin no sera lo mismo sin esta franquicia, Star Wars es una revo-lucin en cuanto a guin, efectos y msica. Puede que no seas muy fan de las pelculas, pero si escuchas esta cancin estoy casi seguro que sabes de qu pelcula se trata May the force be whit you.

    Es posible que se me pasaran muchas canciones y pelculas en este top, pero creo que lo mas importante es que sin estos soundtracks no podramos disfrutar de nuestras pelculas de la misma manera, y es que no basta con sonidos ambientales, si no se tiene una buena cancin de fondo es muy poco probable que el pblico la pueda recordar.

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  • Tripulados

    Viajar sobre el espacio estelar en globo es menos descabellado que atravesar un agujero de gusano que, segn la teora de la relatividad general, permitira una excursin por el tiempo o, mejor an, unir Universos lejanos.

    La ciencia es con frecuencia desafiada por los sueos que recurren al cine. Ciencia y Cine sostienen un vnculo amoroso que a la luz de la lgica parece un imposible. Pero la distancia es un factor que fortalece sus lazos. En este caso siempre es as.

    La ciencia est enamorada del cine y ofrece todo de s para aceptar el desafo y con-quistarlo. Tambin reta, trabaja sin reposo para destruir al imposible que se mofa de ella sentado en el sof, como si disfrutara de un espectculo.

    Es posible que demore, pero est consciente que el tiempo es relativo, y cuando uno va despacio camina con la seguridad de llegar lejos.

    los cientficos en un globo imposible convertido en una nave posible, inician la historia que no termina porque tarda lo que una vida. As transcurre Interestelar, el filme de los hermanos Nolan (Christopher y Jonathan) que hacia 2014 lleg a ser comparada con la ficcin-no-ficcin de la Gravedad del mexicano Alfonso Cuarn.

    Interestelar, ms que una sarta de fanta-sas, es un gran mensaje a la humanidad, primero, para entender que aunque nos creamos dueos del Universo, poseemos apenas una pizca de la punta del tmpano en trminos de las cualidades de un mons-truo, para el que constituimos apenas la fraccin de un grano de mostaza.

    Alejandro Galindo SandovalPachuca / Quertaro

    Imagina un globo que viaja entre las estrellas

    buen juego de semntica el que ahora pienses en viajes interestelares cuando siempre te encuentras en uno

    Ciencia y Cine en romance

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  • No obstante estemos lejos de ser el centro, en nuestra naturaleza respira el poder de realizar el sueo de habitar la belleza de la estrella que supone al amor platnico: inalcanzable, fuera de foco, como qui-siera la voz del buen Cerati a partir de la Persiana americana.

    Entonces la fantasa de los Nolan es ficcin fallida cuando quisieron que sus sueos estuvieran fundados en las ecuaciones que buscan la luz de la verdad. Un guion que acude a la exactitud cientfica del fsico terico Kip Thorne, quien adems fungi como productor ejecutivo.

    Bien servira el proyecto cinematogrfico como un noble producto de divulgacin cientfica que ayuda a entender la com-plejidad de las teoras sobre las estrellas, que establece incluso un puente con los fenmenos que cuando escapan de nuestro dominio se tornan experiencias sobrena-turales, cuentos de fantasmas.

    Despus de ver Interestelar, queda algn residuo de emocin compartida, un sa-bor a intriga, la sensacin de eureka! del cientfico loco que acaba de resolver el misterio, el latido de un corazn que atraviesa el horizonte de sucesos para hacerse uno con el amor imposible.

    Entonces la demora y la fe de la Ciencia por robar el corazn del Cine amado co-bran relevancia, callan bocas incrdulas y revierten papeles: la ciencia antes desa-fiada vence y pide ms a los motores de la imaginacin porque esta ficcin dej de serlo.

    Frontera del espacio-tiempo, tal que los eventos a un lado de ella no pueden afectar a un observador

    situado al otro lado

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  • Fernando Torres Rojo

    Diseador Grfico, amante de la ilustracin y el

    diseo editorial. Su trabajo ha sido distinguido

    en los libros Amazing Layout Design (China) e

    Impacto Latino por la Universidad de Palermo.

    Arturo Pagola Trigueros

    Licenciado en Diseo Grfico por la universi-

    dad La Salle Pachuca; colaborador frecuente

    e integrante del equipo editorial de la revista

    CUADRO ULSAP de 2012 a 2014. Ha participado

    en exposiciones y concursos como el Concurso

    Literario El mundo se acaba maana en 2011,

    en el cual obtuvo el primer sitio con su cuento

    corto Explosiones.

    Lorena Aguirre

    Estudiante de la Licenciatura en Artes Audiovisua-

    les de la Universidad de Guadalajara. Ha fungido

    como guionista de dos cortometrajes premiados

    a nivel nacional en concursos lanzados por el

    Instituto de Transparencia e Informacin Jalisco

    y Mercedes-Benz Mxico.

    Pablo Alfredo Diosdado Vallejo

    Estudiante en la licenciatura de Derecho de la

    Universidad de Celaya. Se ha dedicado a escribir

    pequeos cuentos. Ha tenido mltiples participa-

    ciones en diversas convocatorias.

    Vctor Valencia

    Nufrago de la instruccin universitaria desde inicio

    del siglo, francotirador sistemtico de concursos

    literarios, antologado en publicaciones forneas,

    actual reportero en la revista Acrpolis (Hidalgo),

    le gusta el chocolate.

    Alejandro Galindo Sandoval

    Editor de La Recoleta, pluma silente y amante de

    lo ajeno.

    Daniela Guadalupe Frutos Granados

    Estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la

    Comunicacin por la UVAQ, originaria de Tacm-

    baro Michoacn, actualmente radica en la Capital

    Michoacana. Ha ganado premios en concursos de

    cuento a nivel escolar. Amante de la danza y la

    literatura como la mejor forma de expresin para

    el ser humano.

    Crocuta Crocuta

    Psicpata, estudiante de las artes oscuras. Amigo

    de monstruos y depravados. Herido de muerte

    exhala sus frustraciones en escritos.

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    [email protected]