cairo - tesis i

297
FACULTAD DE CIENCIAS POLíTICAS Y SOCIOLOGíA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID TESIS DOCTORAL EIU EEMEr.rrIzIs IJN~. (EirIjF’CIL. It Ti C~ Y Lt~ 1 r~z U t~. 0 SrF~?LJccTIjr~1 SIJCTt~iIL rzhIEL CCINWLrcrcl TEEFZ~F? [TflF~Tt%L AF?rart~Ur It ¡‘JO— flF~ Ir T~AIJ 1 CO Heriberto CAIRO CAROU Director: Dr. D. Jesús J. OYA Departamento de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Políticos y Sociales 1 y Geografía Humana. 1993

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  • FACULTAD DE CIENCIAS POLTICAS Y SOCIOLOGA

    UNIVERSIDAD COMPLUTENSEDE MADRID

    TESIS DOCTORAL

    EIU EEMEr.rrIzIs IJN~. (EirIjFCIL. It Ti C~

    Y Lt~1 r~z

    U t~. 0 SrF~?LJccTIjr~1 SIJCTt~iIL

    rzhIEL CCINWLrcrcl TEEFZ~F? [TflF~Tt%L

    AF?rart~Ur It JO flF~ Ir T~AIJ 1 CO

    Heriberto CAIRO CAROU

    Director: Dr. D. Jess J. OYA

    Departamento de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Polticosy Sociales 1 y Geografa Humana.

    1993

  • Para Adela,

    que ha padecido la elaboracin de esta tesis,

    aunque no hubiera sido posible realizarla

    sin su apoyo y ayuda.

  • .I/..1.it

    Entre las personas cuyo estimulo y ayuda han permitido la

    realizacion de esta tesis quisiera mencionar especialmente a

    Mara Gonzlez Encinar, que me ha apoyado y alentado ms

    all de lo que se podra esperar, y cuyos comentarios sobre

    el trabajo han resultado de particular utilidad; y al

    de la tesis, Jess Oya,

    me ha ayudado de fo

    producto final. Tambi

    Victor Mat sobre al

    ayuda en la obtenc

    utilizados, En esta

    grado Claudio Lobeto,

    Stephan, Manolo Ortuo

    amable ayuda de las

    Ciencias Polticas y

    rma dec

    n quier

    guna de

    in de

    tarea t

    Carlos

    y Cha

    bib i

    Socio

    que, adems de orientarme,

    isiva a hacer inteligible

    o agradecer los comentarios

    las partes de la tesis y

    algunos de los materia

    ambin cooperaron en dive

    Allones, Carlos Castro, 1-le

    ro Otegui, y tambin recib

    otecaras de la Facultad

    logia, en especial Marivel

    el

    de

    su

    les

    rse

    ike

    la

    de

    y

    Margarita. En

    Jess Palanco.

    el trabajo de reproduccin final colabor

    La Consejera de Educacin de la Comunidad de Madrid

    mediante la concesin de una Ayuda para estancias breves en

    centros de investigacin en 1988 permiti mi desplazamiento

    al Scott Polar Research Instituto de la Universidad de

    Cambridge, donde comenc a plantear en toda su complejidad

    el conjunto de problemas que intento analizar en este

    trabajo. En el Scott quiero mencionar especialmente a Bob

    Headland por las sugerencias para la investigacin, as como

    por su amable acogida; asimismo el conjunto de

    investigadores, estudiantes y personal administrativo del

    Instituto me ayudaron en diferente medida, e hicieron que mi

    estancia all fuera un periodo agradable y fructfero.

    Director

  • .1. Y

    Pero seria injusto olvidar a todos los que de un modo u

    otro han estado a mi lado durante el periodo de elaboracin

    de la tesis, porque puedo afirmar sin dudas que esta tesis

    no hubiera llegado a completarse sin el aliento y afecto de

    mis amigos y companeros. Por ltimo, hay que hacer constar

    que sin el apoyo constante de mis padres no me hubiese

    podido siquiera plantear la realizacin de este doctorado

    que ahora se pretende culminar. Gracias por ello a todos

    .

  • 11 r4 EJ III O r~jJ

  • Y...INRI U

    PREFACIO xiii

    1 PARTE: ELEMENTOS PARA UNA GEOPOLTICA CRTICA DE LAGUERRAY LA PAZ

    INTRODUCCION

    NOTAS

    CAPITULO 1. EL CONTEXTO CIENTIFICAMBIO EN LA GEOGRAFA POLTICA

    1.1. LA GEOGRAFA POLTICA

    1.1.1. Orgenes e institucionalidisciplina

    1.1.2. La Geografa Poltica y la

    1.1.3. La Geografa Poltica y la

    1.1.4. Una disciplina intermedia.

    1.2. LA GEOPOLTICA

    1.2.1. La Geopoltica: estudio deespaciales exteriores de los Es

    1.2.2. Otras formas de entender la

    1.2.3. Cdigos geopolticos

    1.2.4

    1.3.

    1.3.1si

    1.3.2

    1.3.3

    1.3.4Ge

    1.4.

    Geopoltica y Geoestra

    UNA GEOPOLTICA CRTICA.

    - La economa polticastemasmundiales

    - La geografa del poder

    - La Geografa Poltica

    - Elementos para definiropol itica crtica

    GEOPOLTICA Y RELACIONES

    2

    6

    CO: TRADICION

    zacin de

    Geo gr af a

    Ciencia Polti

    las relaciontados

    Geopoltica.

    y modelos geopoltic

    tegia

    y el anlisis

    humanista

    y desarrollar

    INTERNACIONALES.

    1.4.1. El tratamiento de los factores geogrfen Relaciones Internacionales

    1.4.2. La Geopoltica y el realismo

    Y

    la

    ca.

    es

    os.

    de

    un a

    icos

    7

    9

    lo

    13

    18

    20

    23

    23

    32

    40

    42

    44

    45

    50

    55

    57

    64

    65

    68

  • Vi. 3.

    1.4.3. La Geopoltica y la investigacin para lapaz

    NOTAS

    71

    73

    CAPITULO 2.- EL MARCOTEORICO: POR UNA GEOPOLTICACRITICA DE LA GUERRA Y LA PAZ

    2.1. GEOGRAFA DE LA VIOLENCIA Y LA PAZ (UNAPRECISION CONCEPTUAL>

    2.1.1. Contradiccin, conflicto y guerra

    2.1.2. Violencia estructural Violencia conductual

    .

    2.1.3. Paz negativa - Paz positiva o activa

    2.2. LA GUERRA ENTRE ESTADOS Y LA GEOGRAFAPOLTICA CLASICA

    2.2.1. El conflicto permanente por la supervivenciade los Estados en tanto que organismost e r r i t o r i a 1 es

    2.2.2. El conflicto metafsico derivado de laposicin de las tierras emergidas

    2.2.3. El conflicto como accidente resultado de lafriccin con Estados vecinos

    98

    99

    - .106

    .111

    .112

    .114

    - .119

    .124

    2.3. LASSOBRE

    2.3.1. La

    CORRIENTES DE REFLEXION GEOGRAFICA CRTICALOS PROBLEMASDE LA GUERRA Y LA PAZ

    tradicin geogrfica radical: KROPOTKIN yRECLUS

    132

    135

    2.3.2. La

    2.3.3. La

    2.4. POR

    2.4.1. El

    2.4.2. Elcapi ta

    2.4.3. Lasimbliterrito

    Geografa pacifista.

    s nuevas Geopolticas c

    UNA GEOPOLTICA CRTICA

    Estado territorial y el

    espacio planetario delista y la guerra

    legitimidad jurdicacos de justificacin deriales

    r it i cas

    DE LA GUERRA

    militarismo

    la economamundo

    y los discursoslas reclamaciones

    138

    142

    148

    151

    156

    160

    2.4.4. La funcin del espacio, su valor y losconflictos sobre la soberana territorial en elsistema de Estados de la coanomamundo capitalista.

    2.5. ELEMENTOS PARA GEOESTRATEGIAS DE PAZ

    .169

    .179

    95

  • 2.5.1. La resolucin de conflictos y la GeografaPoltica

    2.5.2. Medidas espaciales de desarme: Zonas Libresde Armamento Nuclear y Zonas de Paz

    2.5.3. Geoestrategia de paz planetaria: Un soloEstado mundial

    NOTAS

    Y Y t Y

    .180

    - . . .181

    - . . .186

    .189

    CAPITULO 3.- PROBLEMAS METODOLOGICOS Y TECNICAS DEINVESTIGACION EN EL ESTUDIO GEOGRAFICO DE LOSCONFLICTOS 218

    3.1. LA ELECCION DEL METODO: IMPLIDECISION CLAVE

    3.1.1. Mtodo cientfico y otrconocimiento

    3.1.2. Eclecticismo en las tcnicas

    3.1.3. La cuestin de la formuladde investigacin

    3.2. EL PROBLEMA DE LA ESCALA:DIATOPICO

    3.2.1. Reconstruir el razonamiento

    3.2.2.eco

    La estrucnom 1 a~mundo

    tura geogrficacapital ista

    3.2.3. El anlisis diatpico y el e

    3.3. EL PROBLEMA DE LA COMPARACION:SINTOPICO

    3.3.1. Las comparaciones en el espac

    3.3.2. La estructura geogrfica horieconomamundo capitalista

    3.3.3. El falso dilema entre geogrageografa regional

    3.4. EL PROBLEMA DEL CAMBIO:GEOGRAFICO-HISTORICO

    3.4.1. El componente temporal deanlisis. La periodizacin

    3.4.2. El tiempo espacial

    NOTAS

    CACIONES DE UNA

    as formas de

    de investigacin.

    n de hiptesis

    EL ANALISIS

    estratgico

    vertical de la

    spacio concreto.

    EL ANALISIS

    lo

    zontal de la

    fa general y

    EL ANALISIS

    la matriz de

    220

    .221

    .223

    225

    226

    227

    230

    232

    233

    234

    235

    236

    238

    239

    240

    243.

  • INI? fi ~

    II PARTE: LA CONSTRUCCIONSOCIAL DEL CONFLICTO TERRITORIALANGLO-ARGENTINO EN EL ATLANTICO SUDOCCIDENTAL Y LA ANTARTIDA

    INTRODUCCION

    La evolucin del conflicto territorial...

    El problema de la toponimia

    247

    251

    261

    Los conjuntos es pa c ial es implicadosinvestigacin

    en la264

    NOTAS

    CAPITULO 4.- EL ATLANTICOSISTEMA MUNDIAL MODERNO

    SUR Y LA ANTARTIDA

  • INRI /7/.:

    CAPITULO 5.- NACIONALISMO E IMPERIALISMO ENARGENTINA Y GRAN BRETAA

    5.1. EL NACIONALISMO TERRITORIAL EN ARGENTINA Y LOSCODIGOS GEOPOLITICOS DEL PROCESO

    5.1.1. Algunas ficciones directrices de la Nacinargentina

    5.1.2. La conformacin definitiva de un nacionalismoterritorial patolgico

    5.1.3. La Geopoltica terica en Argentina

    5.1.4. Los cdigos geopolticos del Proceso deReorganizacin Nacional

    5.1.5. El nacionalismo territorial y los discursospolticos antiimperialistas

    5.1.6. El nacionalismo territorial y lasdificultades para construir la paz tras la guerra..

    5.2. LAS TRANSFORMACIONES DEL IMPERIALISMO COMOIDEOLOGA TERRITORIAL Y LOS CODIGOS GEOPOLITICOSDEL GOBIERNO THATCHER

    5.2.1. La prdida del impulso ntimo: del Imperiocomo ficcin directriz al trauma de la hegemonaperdida

    5.2.2. El grupo de presin pro-Falklands en el ReinoUnido, la reafirmacin moral de Gran Bretafia y suinfluencia sobre la poltica gubernamental

    5.2.3. Los cdigos geopolticos del Gobiernoconservador de la Sra. Thatcher

    5.2.4. El derecho a elegir el estilo propio de vidaen el lugar donde se habita y la repulsa de lainvasin

    5.2.5. La evolucin de los compromisos britnicosen el rea, tras la guerra de 1982

    5.3. LAS ESTRUCTURAS DE LEGITIMACION DE LARECLAMACION TERRITORIAL

    5.3.1. Los argumentos tradicionales sobre el derechode propiedad del territorio

    5.3.2. Los nuevos argumentos para la descolonizaciontras la II Guerra Mundial: autodeterminacinfrente a integridad territorial

    5.3.3. El rechazo legal de la agresin territorial

    365

    .368

    .370

    383

    392

    397

    .410

    .415

    .418

    .420

    .426

    .431

    .438

    .440

    .442

    .444

    .448

    .450

  • INI??! ff~xi.

    NOTAS 452

    CAPITULO 6.- LAS ISLAS FALKLAND/MALVINASI LAANTARTIDA Y LAS ISLAS GEORGIAS DEL SUR YSANDWICH DEL SUR (DINAMICA GEOPOLTICA DELCONFLICTO EN LA ESCALA GRANDE

    >

    6.1. LAS ISLAS FALKLAND/MALVINAS: EN EL OJO DELHURACANDEL CONFLICTO TERRITORIAL

    6.1.1. Las caractersticas del medio, la poblaciny el poblamiento de la Colonia

    6.1.2. El sentido de pertenencia de los isleEos y suterritorialidad: identidad kelper y britanidad....

    6.1.3. Los kelpers y el conflicto territorial. Lasperspectivas de la Colonia tras la guerra

    6.2. LA ANTARTIDA: LA ZONA DE PAZ

    6.2.1. Las condiciones de la actividad humana en laAntrtida y las consecuencias para su poblamiento.

    6.2.2. La territorialidad humana en la Antrtida

    6.2.3. El Trtado de Washington y la consagracindel Continente a la paz

    6.2.4. La Zona de Paz antrtica y el conflictoargentino-britnico

    6.3. LAS ISLAS GEORGIAS DEL SUR Y SANDWICH DEL SUR:EL CAMPUSMARTIUS

    6.3.1. La actividad humana en una regin de fronteraextrema

    472

    .474

    .477

    .485

    .496

    .499

    .502

    .505

    .517

    .523

    .527

    531

    6.3.2. El estatuto jurdico territorial deGeorgias del Sur y Sandwich del Sur....

    6.3.3. El conflicto territorial enarchipilagos y la guerra de 1982

    las Islas533

    los dos535

    NOTAS

    CAPITULO 7.

    -

    CONEL1 CTOLAS GEOESTRATEGIAS DE PAZ PARA ELTERRITORIAL

    COOPERACIONCOMO POSIBILIDAD DE REDUCCION DEINTENSIDAD DEL CONFLICTO (LAS GEOESTRATEGIASPAZ DE COURTE DUREE> 551

    7.1 LALADE

    537

    .550

    7.1.1. La experiencia de los alios 70 .552

  • IAII2!17/

    7.1.2. La gestin compartida de la Zona Exteriorde Conservacion Pesquera

    7.1.3. La posibilidad de gestin compartida enotros mbitos territoriales

    7.2. LAS GEOESTRATEGIAS DE PAZ DE MOYENNEDUREE.

    7.2.t. La relacin de la Antrtida con otras ZonasDesnuclearizadas y Zonas de Paz

    7.2.2. La ampliacin espacial del Tratado Antrtico

    559

    560

    562

    7.2.3. La Zona de Paz y Cooperacin en el AtlnticoSur

    7.3. PERSPECTIVAS PARA GEOESTRATEGIAS DE PAZ DELONGUE DUREE

    7.3.1. Una evasin de soberana ulterior:concepto de Parcue Mundial en la Antrtida.

    7.3.2. El protocolo de Madrid de 1991..

    NOTAS

    CONCLUSIONES

    1. SOBRE EL MODELOANALTICO PROPUESTO.

    b65

    566

    el- .. 568

    572

    574

    579

    2. SOBRE LA CONSTRUCCION SOCIAL DELTERRITORIAL ARGENTINO-BRITANICO

    BIBLIOGRAFA

    CONFLICTO586

    1 PARTE 603

    II PARTE 625

    CARTOGRAFA . eografia.de ~a vieler)ca conductual y de la estructural e 1 mundoex~resi~n e~!rl~n1s~a e uontlcte en la geogratia poltica clascaare de con ~ ~ ~efi~l~Wan ~ dW~tes~1g2o !o~ ra ajos es

    topo7~s

    mperiogriv t~t - cuje para el~ ~hlj~is: la ~lantir&ida

  • fl OTO

  • PREJ
  • pflf.::fl4~Yffj :< te-

    muestra de esa atencin; atencin que se debe principalmente

    al deseo de reorientar una disciplina tradicionalmente

    ligada a la guerra hacia nuevos derroteros, dando por otra

    parte un nuevo sentido a la siempre buscada relevancia de

    las investigaciones. Pero no se trata, en nuestro caso, de

    la pretensin de seguir una moda, ni tampoco de practicar un

    agradable ejercicio intelectual de incierto alcance, ya que,

    por un lado, la moda, si es que cabe hablar de ella, es

    minoritaria, quizs porque aleje a sus autores de la

    posibilidad de llevar a cabo investigaciones, ciertamente

    mas remuneradoras en lo econmico, en las reas denominadas

    de seguridad y defensa del Estado, y, por otro lado, se

    pueden encontrar, desde luego, temas que resultan

    relativamente ms fciles de abordar para desarrollar una

    tesis doctoral.

    A la hora de comenzar una investigacin, siempre es

    necesario hacer explcitos los puntos de partida del

    investigador. No hay duda de que en caso contrario se

    estara de algn modo ocultando al lector una parte

    importante del tema el proceso que lleva a enfrentarse con

    un problema, pero, adems, es fundamental realizar un

    anlisis previo donde cada uno evale cules son los

    presupuestos iniciales, lo que ayuda a impedir las posibles

    parcialidades y deformaciones. En este sentido, la

    problemtica por seguir la recomendacin terminolgica de

    RAFFESTIN

  • pflf:f.V,4/ J/) . Pensamos que tanto una como otra faceta son

    importantes en una investigacin como la presente, que

    adopta una perspectiva de conocimiento en proceso de

    determinacin; adems de que entendemos que, por lo general,

    abordar el estudio de casos sin una fundamentacin terica y

    analtica previa es tan intil como intentar desarrollar

    teoras sin ninguna base emprica. Ciertamente, el

    planteamiento puede ser arriesgado, pero no irracional.

  • PRCF4C,T/.7 cvi. ..

    La eleccin del anlisis del conflicto territorial

    argentinobritnico, adems de ser un intento de cerrar un

    ciclo personal de reflexin e investigacin, representa una

    decisin que podramos calificar de fcil, en el sentido de

    que en este conflicto aparecen con cierta claridad el

    conjunto de elementos espaciales que entendemos que

    contribuyen a conformar una situacin blica, y, en

    comparacin con otros, relativamente ms asequible de

    analizar desde una perspectiva geopoltica, dado que, como

    seflala SEACKLETON:

    Si ha habido alguna vez un problema que reclame una comprensingeogrfica, se ha sido la cuestin de las Islas Falkland. Esnecesario considerar el -reciente conflicto tanto en relacin conlas Islas Falkland en si mismas como a la vista del rea msamplia del Atlntico Sur, en particular el Mar de Weddell y lapennsula de la regin Antrtica (4).

    Adems, las caractersticas diferentes de las tres porciones

    geopolticas del territorio en conflicto una deshabitada,

    bajo un rgimen funcional efectivo de administracin

    internacional; otra, tambin desahabitada, pero administrada

    por un solo Estado, y una tercera, habitada, que constituye

    una colonia tradicional nos permiten estudiar los diversos

    aspectos de las dinmicas geopolticas de carcter

    conflictivo que pueden conducir a la guerra, as como los

    factores que las pueden inhibir.

    En cuanto a la trascendencia del objeto de investigacin,

    algunos pensarn que los conflictos territoriales y las

    guerras son hechos estrictamente aislados en el presente

    sistemamundial, y que la situacin habitual es la paz, pero

    no es se nuestro punto de partida, porque en todo momento

    los massmedia nos ponen ante la evidencia de la generalidad

  • t>PE/4AC.Zt1 X%,tLi.1

    de los conflictos en el planeta. Ms an, nos encontramos

    ante una realidad, que afortunadamente ya hemos llegado a

    comprender al parecer, no todos, que se ha convertido en

    la amenaza ms formidable para la supervivencia de la

    especie humana: una guerra nuclear podra provocar lo que

    BUNGE denomin acertadamente autoespeciecidio (solf

    speciescide> (5>; de ah que la bsqueda de las condiciones,

    estructuras, sistemas, etc., que permitan la paz no sea slo

    un problema moral, tico o ideolgico, sino que se ha

    convertido en una condicin fundamental para la

    supervivencia. Por ello nos interesa investigar tambin las

    acciones, acuerdos o situaciones que supongan una ruptura

    temporal y espacial de la carrera de armamentos, sobre todo

    de los nucleares, y eso es lo que se pretende con la

    instauracin de las denominadas Zonas Desnuclearizadas y

    Zonas de Paz. En la segunda parte de la tesis, esa

    investigacin sobre las rupturas espaciales de la carrera de

    armamentos se va a fijar fundamentalmente en un espacio

    determinado: la Antrtida o, si se quiere ser ms explcito,

    en el rea cubierta por el Tratado Antrtico, donde se

    encuentra desde 1958 una de esas Zonas, que es en realidad

    la nica plenamente efectiva en la actualidad. Este hecho,

    que se puede calificar de singular, y no menos tambin de

    trascendental, ha provocado en buena medida nuestro inters

    por el tema, que en nuestro caso va ms all de la mera

    curiosidad cientfica, y se nos aparece cono ejemplo de

    modelo de posible aplicacin en otros contextos, incluido el

    planetario.

    Por ltimo, afladiremos que no es nuestro propsito

  • xii. x

    realizar una de esas investigaciones al uso en la que el

    autor, desde su torre de marfil, se regodea en la certeza de

    su mtodo y teora. En efecto, no pretendemos simplemente

    explicar u ofrecer los fundamentos racionales para predecir

    las pautas geogrficas del potencial poltico del sistema

    poltico internacional . Si tal hiciramos, podramos

    considerar baldo el esfuerzo, porque nuestra labor como

    cientficos sociales quiere articularse con el conjunto de

    la sociedad humana y no con determinados grupos que aspiran

    a mantener sus privilegios, sean stos los que fueran. Por

    ello, no basta con explicar y predecir, hay que deconstruir

    los discursos y las prcticas de poder sobre las que se basa

    el presente estado de cosas, especialmente inhumano. El

    nimo de nuestra investigacin se corresponde ms bien con

    el de propuestas del tipo de la que no hace mucho apuntaba

    FOUCAULT, cuando sefialaba que

    est por escribir una historia completa de los espacios, desdelas grandes estrategias de la Geopoltica a las pequeflastcticas del hbitat (. . .) [y esa historia ha de ser] unahistoria de los poderes, [ya que] el espacio esfundamental para el ejercicio del poder (7)

    Y, en suma, la nuestra aspira a ser una aportacin a esa

    historia del ejercicio de Los poderes en una porcin

    determinada del espacio terrestre el Atlntico

    Sudoccidental y la Antrtida, desde la perspectiva de una

    Geopoltica crtica

    .

    NOTAS

    El ttulo de la Memoria de Licenciatura era: El conflicto de lasIklv-inas, en la carrera por la Antrtida? El caso del Com de Beagle.Dirigida por el Prof. Dr. D. Jess J. Oya.

    Para RAFFFSTIN una problemtica no es slo un conjunto de probleuasque se plantean en el seno de una disciplina cientfica, sino que

  • tm9r4Uf1) MX

    implica un demarche qui consiste & dterminer, pralablement & touteanalyse, le statut dintelligibilit capable de rendre compte dunsystme [un procedimiento que consiste en determinar, previamente acualquier anlisis, las condiciones de comprensibilidad capaces deexplicar un sistema] (Claude RAFFESTIN: Ptur une gographie & pouvoir,Pars, Liteo. 1980, p.25>.

    (3> Muchos gegrafos polticos anglosajones tienden a hacer mshincapi en el desarrollo de teoras, mientras que los franceses connotables excepciones, como CLAVAL o RAFFESTIN- han dedicadopreferentemente su atencin al estudio de casos concretos.

    (4) If ever there vms a problem that called for geographicalunderstanding, such has been the Falkland Islands issue. It is necessaryto consider the recent conf lict both in relation to the Falkland Islandsthesnselves and in regard to the wider area of the South Atlantic, inparticular the Weddell Sea and the peninsula of the Antarctic region.

    (5) Vase William BOlEE: Nuclear Ver Atlas, Oxford, Basil Blackwell.1988, p.xv.

    (6> to explain or to provide a rational basis for predictinggeographic patterns of political potential in the internationalpolitical system A whole history remains to be written of spaces, f roe the greatstrategies of geopolitics to the little tactios of the habitat ahistory of powers, (...> space is fundamental to the exercise of power(Michel H)UCAULT, oit. en Derek GREX3ORYAreal differentiation and post-modern Human Geography, en D. GREXJORV y It. WALFT)RD, eds.: Horizoas iiiIkunnGeography, Londres, Macmillan, 1989, p.84>.

  • 1 F~ TE

    ELEMENTOS FARA LN~Ot SEOPOCIT ICA

    CNITTC~ OE L~ SLJEFWOB -r L~j~h PAhZ

  • 1 I%UrF~ODLJCC 1 3M

    The earths stzrface as the horne of manis geographers definition of theirflaid of study, btU Is this planet theborne of Horno sapiens, or hisgraveyard? (BUNGE. 1973)

  • .TN rpoDucj,:.wN a

    En esta primera parte nos vamos a ocupar de establecer

    los elementos para proceder al anlisis de la guerra y la

    paz desde una perspectiva geogrficopoltica. Con tal fin

    entendemos que debemos precisar, en primer lugar, cules son

    las caractersticas de esa perspectiva de conocimiento, para

    luego concretar los elementos de carcter terico que han de

    informar el procedimiento analtico y el mtodo y las

    tcnicas de investigacin que emplearemos.

    En cuanto a la perspectiva de conocimiento, de saber,

    desde la que se pretende desarrollar el quehacer que nos

    proponemos, este trabajo reivindica su pertenencia a una

    disciplina cientfica: la Geografa Poltica, y, ms

    concretamente, a la Geopolitica. Adems, quiere incluirse en

    el campo de las Investigaciones para la Paz. No hay duda de

    que la combinacin resultar sorprendente para muchos

    investigadores quizs ms para aquellos que se sitan en la

    disciplina de las Relaciones Internacionales, pero

    la Geografa, en tanto que sujeto interdisciplinar y que noest limitada por barreras (ya sean fsicas, polticas oculturales), es enemiga del aislamiento. Es una materiaprctica, que aprecia el mando cmo es, verrugas inclusive ysabe que puede parecer muy diferente cuando se la observa desdeel Sahara o desde la cima del monte Everest (2>

    Y, en parte por estas caractersticas, BUNGE llega a

    considerar a la Geografa como Reina de las Ciencias de la

    Paz

  • ENTRODUCC.TIJN 4

    Pero por qu situar una Geopoltica en el campo de las

    rnvestigaciones para la Paz, alejada de su mbito

    tradicional del realismo poltico?. Para algunos, la

    respuesta podra parecer evidente: algn prejuicio

    ideolgico nos induce a tomar esa decisin y aleja el

    resultado de nuestro trabajo del mbito de lo que consideran

    ciencia pura. Nosotros quisiramos entenderlo de otra forma.

    fro pretendemos desarrollar un investigacin libre de

    valores; si deseamos enmarcar la presente investigacin

    -cuya adscripcin disciplinar es la Geopoltica en el campo

    de las Investigaciones para la Paz, es porque entendemos que

    as es relevante socialmente; es decir, que es relevante

    desde la perspectiva del conjunto de la sociedad humana que

    habita el planeta Tierra.

    Antes de seguir adelante, convendra aclarar que, aunque

    reclamemos que el trabajo que aqu se expone es cientfico

    ,

    no pretendemos que ste sea el nico mtodo vlido de

    conocimiento objetivo. En un sentido parecido hay que

    entender que el paso, necesario para la aparicin de una

    Geografa cientfica, que se da entre la mera descripcin y

    la explicacin, no se ha de confundir con la profusa

    utilizacin de un lenguaje cientifista, o de apariencia

    cientfica

  • ENrRntIccInN 5

    tambin, de algn modo, la superacin del reduccionismo

    cientifista del positivismo.

    Decamos que ibamos asimismo a intentar precisat un

    conjunto de proposiciones tericas que nos permitiese

    abordar el estudio de los problemas concretos.

    Evidentemente, un anlisis total de las razones que conducen

    a la guerra, o al xito en la creacin y mantenimiento de

    una Zona Desnuclearizada o una Zona de Paz, tendra que

    tomar en cuenta todos los elementos estructurales, sean

    stos espaciales o no, que intervienen en la misma. Sin

    embargo, aunque ciertamente hay que seflalar que existe la

    posibilidad terica y prctica de realizar una lectura

    espacial de cualquier elemento estructural, en esta

    investigacin se ha optado por abordar fundamentalmente el

    estudio de los elementos ms especficamente espaciales, sin

    pretender, entonces, que todo es geografa y aspirando slo

    a realizar una contribucin terica desde una perspectiva

    geogrficopol itica.

    Por ltimo, haremos una breve referencia a la forma de

    proceder en la investigacin, es decir, al mtodo y a las

    tcnicas de investigacin. En este caso, ms que de un

    trabajo de sntesis del quehacer colectivo e indagacin

    personal, se trata de facilitar al lector una descripcin

    informativa de los pasos que ha seguido el autor, a fin de

    permitirle tener ms datos, y ms claros, para poder

    enjuiciar la obra.

  • INTRLJ/XJGC.UJN 6

    NOTAS

    Geography. es an interdisciplinary subject. and one not limnited bybarriers

  • CARI TLJLSJ 1~

    EL CONTEXTOCIENTIFICO: TRADICION Y CAMBIO EN

    LA GEOGRAFIA POLTICA

    Because of the militaris tic con text ofthe introduction of the subject ofgeopolitics, most pesco geographers

    totally dismiss the subject out ofhand. Rut this is a mistake

  • CAF.ET/iLfl Ji 8

    Se trata, en primer lugar, de establecer cul es el

    contexto cientfico, la tradicin donde queremos enmarcar el

    trabajo. No es tanto un esfuerzo de posicionainiento

    doctrinal, lo que a la larga resultara estril, sinO ms

    bien de una reflexin, aunque breve, sobre los conocimientos

    cientficos -los saberes, s se prefiere a partir de los

    cuales se pretende desarrollar esta investigacin. Y ello

    porque entendemos que el conocimiento no es fruto de un solo

    individuo, sino que es un producto de la interaccin de

    comunidades. Ms concretamente, el conocimiento cientfico

    es un saber acumulativo y los nuevos desarrollos no pueden

    dejar de lado olmpicamente los anteriores. Esta reflexin

    se hace ms importante en una disciplina como en la que

    queremos situar esta investigacin: la Geografa Poltica,

    generalmente mal definida y peor comprendida, que muchos

    consideramos que se encuentra a caballo entre la Geografa y

    la Ciencia Poltica, por lo que precisamente se presta ms a

    la confusin y, en ocasiones, el desatino.

    Se tratara, en fin, de una reflexin crtica sobre la

    tradicin de la Geografa Poltica, una tarea de objetivos

    similares a los que propona no hace mucho ORTEGACANTERO:

    Intentar saber dnde estamos y qu es lo que hoy podemos ydebemos entender por conocimiento geogrfico. Se trata, en suma,de indagar acerca de la razn de ser de la Geografa en nuestrotiempo (3)

    Por otro lado, la comunidad cientfica no ha alcanzado

    todava un acuerdo sobre qu se ha de entender por Geografa

    Poltica y por Geopoltica, ni tampoco existe un consenso

    sobre cules son las relaciones existentes entre ambas. Por

  • y

    esta razn, tambin intentaremos aqu esclarecer este tema,

    o, al menos, procuraremos establecer cul es nuestra

    posicin al respecto. Dicha posicin parte de la base de que

    actualmente se ha llegado o se est llegando a un

    acuerdo, bastante amplio, que considera a la Geopoltica

    como una parte especializada de la Geografa Poltica

    .

    Pero no se trata exclusivamente de establecer cul es la

    tradicin en la que se pretende actuar, sino tambin de

    hacer explcito el punto de partida del trabajo a la luz de

    los cambios ocurridos desde finales de los afios 60 en

    nuestra disciplina. El surgimiento de una Geopoltica

    crtica (4), que pretende liberarse del fetichismo del

    Estado, y-a a marcar una ruptura radical con la reflexin

    geopoltica tradicional y abre nuevos senderos que, sin

    duda, merece la pena recorrer.

    Tambin creemos que es necesario precisar cules han sido

    y cules son las relaciones entre la Geopoltica y la

    disciplina de las Relaciones Internacionales; pero, sobre

    todo, hay que intentar indagar sobre los posibles beneficios

    mutuos que se puedan derivar de una colaboracin, de una

    interfecundacin, si se nos permite el trmino.

    1.1. LA GEOGRAFIA POLTICA

    Esta investigacin se enmarca, como ya hemos seuialado,

    dentro de una tradicin cientfica conocida como Geografa

    Poltica, tradicin que hace no muchos anos pareca

    abandonada. Era considerada una corriente estancada que

  • DAF E VIII /1 7 .rc?

    mora segn la expresin tantas veces citada de BERRY (5),

    pero desde los afios 70, como trataremos de describir y

    analizar ms adelante, ha resurgido con renovado vigor.

    Vamos a ocuparnos a continuacin del surgimiento e

    institucionalizacin de una disciplina cientfica, la

    Geografa Poltica; tambin de cmo entronca con la

    Geografa, entendida como saber estratgico, as como de

    cul ha sido su relacin con la Ciencia Poltica; o dicho de

    otra forma, situaremos la Geografa Poltica en el contexto

    de la geografa de los profesores y de la geografa de

    los estados mayores (6), sin olvidarnos de hacer una

    referencia a sus relaciones con otros saberes y disciplinas

    cientficas.

    1.1.1. Orgenes e institucionalizacin de la disciplina

    La institucionalizacin de la Geografa como disciplina

    cientfica durante el siglo XIX en Europa (7> signific la

    delimitacin de varios campos dentro de la misma. Uno de

    esos campos es la Geografa Poltica, que estuvo

    estrechamente ligada en sus inicios a la Geografa Comercial

    y a la Geografa Colonial.

    Las razones que condujeron a dicha institucionalizacin,

    como sefiala CAPEL.

    hay que buscarlas no tanto en la lgica interna delconocimiento cientfico como en la accin de factores, en estmulos procedentes de la sociedad de la poca(8).

    Estos estmulos no se pueden reducir exclusivamente a uno

  • LZ4PITIJLU it it.

    ; sin embargo, si se puede afirmar que la Geografa

    Poltica y no menos la Colonial y Comercial se

    desarrollaron, fundamentalmente, por mor de los intereses

    nacionalistas e imperialistas de las pujantes burguesas

    europeas; en otras palabras, una y otras fueron instrumentos

    de las nuevas clases dominantes, tanto para perfeccionar el

    control polltico interno del territorio de cada Estado, como

    para competir en las mejores condiciones con otros Estados

    por el dominio de otros territorios.

    En general, se considera que la aparicin formal de la

    Geografa Poltica en sentido moderno (10) coincide con la

    publicacin en 1897 de la obra con tal titulo de Friedrich

    RATZEL ; aunque, en sentido estricto, habra que seflalar

    el afio anterior, cuando aparece su conocido artculo sobre

    Las leyes del crecimiento espacial de los Estados

  • CAPf~/itt) 1 12

    Geografa Poltica de RATZEL es de hecho una Geografa del

    Estado y es el vehculo. implcitamente, de una concepcin

    totalitaria, la de un Estado todopoderoso , se

    ocuparan exhaustivamente de diversos aspectos de la

    Geografa Poltica.

    A partir de la anterior exposici6n no podemos, ni mucho

    menos debemos, deducir que fuese sta la primera vez que

    abordaba el ser humano reflexiones sobre las relaciones

  • i$s$P,tTUL!) it -fa

    entre lo poltico y lo geogrfico. Se pueden citar

    numerosos antecedentes a este respecto (19>, desde HERODOTO,

    o incluso ARISTOTELES

  • CAPETULO 1 14

    Es un hecho ampliamente sealado (25>. sin embargo, que

    la Geografa Poltica, en tanto que subdisciplina acadmica,

    entra en una severa crisis a raz del descrdito en el que

    cay debido a los indudables excesos de la Geopolitik

    alemana ms adelante nos ocuparemos de ella durante el

    rgimen nacionalsocialista. Sin embargo creemos que este

    factor no puede explicar, por s solo, la decadencia de la

    reflexin geogrficopoltica en los ambientes cientficos,

    Ho eran HAIJSHOFER, sus colegas y discpulos los nicos

    pensadores que haban desarrollado esta tradicin, y, no

    obstante, es slo su labor la considerada por algunos como

    el factor desencadenante de la crisis (26>. Creemos que es

    acertado seflalar que los gegrafos polticos de los aos

    cincuenta y sesenta intentaron permanecer fuertemente

    anclados en el campo cientfico de la Geografa evitando

    la peligrosa esfera de lo poltico, a fin de superar el

    callejn sin salida al que haba llegado la Geopolitik, a la

    vez que se intentaba buscar un camino menos controvertido a

    la subdisciplina. En cualquier caso, pensamos que de ningn

    modo se puede atribuir la responsabilidad a este nico

    factor.

    Asimismo, en la decadencia de la Geografa Poltica

    influy un hecho relacionado con el propio desarrollo

    cientfico de la Geografa. A partir del decenio de los aos

    50 y en este sentido, suele seflalarse un conocido trabajo

    de SOHAEFER (27) como el punto de partida-, se impone un

    modelo de ciencia que se encuentra obsesionada por la

    bsqueda de una neutralidad imposible, para la que, en buena

    lgica, todo lo que sonase a poltico era tab. De este

  • CAPE TUL!? 1 :15

    modo, los trabajos de Geografa Poltica son relativamente

    escasos e intentan desarrollar una Geografa Poltica

    apoltica; como seala SHORT, en le nueve Geografa

    el nfasis de la economa neoclsica en sealar la economacomo un sistema armnico, que se autorregula, donde cada factorde produccin recibe su justa recompensa, ignoraba lascuestiones del conflicto y de la distribucin desigual, y elobjetivo del positivismo lgico enfoca su atencin sobreafirmaciones empricamente verificables en particular y alanalisis de datos en general, lejos de donde operan las msinmateriales relaciones de poder dentro de la sociedad. Unaverdadera Geografa Poltica no poda florecer en un clin as(28).

    Un pequeo nmero de gegrafos, en cualquier caso, sigui

    practicando la subdisciplina. Son notables los casos de

    GOTTMANN(29), HARTSHORNE (30> y JONES , que desde un

    enfoque funcionalista desarrollaron las escasas innovaciones

    de este momento; aunque, como seala SMITH, continuaron

    concentrando su objeto de estudio de modo ms o menos

    exclusivo en el Estado

  • /)APETULt? :1 18

    ausente de la Geografa acadmica, ausencia que se acenta

    en la medida en que sus practicantes se aislen, en mayor o

    menor medida, en sus torres de marfil. Se habra producido,

    segn LACOSTE, un divorcio entre los gegrafos acadmidos y

    los gegrafos empleados por la Administracin civil y

    militar, entre la Geografa de los profesores y la de las

    estados mayores .

    Pero esta afirmacin creemos que, en cierta medida, es

    excesiva. No slo la Geografa de los estados mayores

    como el mismo LACOSTE reconoce, tanto hoy como antes,

    recurre a los resultados de las investigaciones cientficas

    emprendidas por los universitarios (35>. sino que tambin

    las investigaciones de los profesores tienen, en mayor o

    menor medida, una intencin de intervencin poltica, sea

    inmediata o no. Adems, no se puede olvidar que existe una

    movilidad de gegrafos profesionales entre ambos mbitos,

    cuando menos en determinadas circunstancias como, por

    ejemplo, durante los conflictos blicos (36).

    En ltima instancia, creemos que esta posicin de LACOSTE

    responde a una concepcin especfica, en cierta medida

    reduccionista, del poder; ste estara concentrado en el

    Estado y slo desde esta instancia se puede asignar sentido

    al saber. Considerar el poder como algo que se puede

    conquistar, mantener o perder, supone independizarlo de

    las relaciones sociales, que entonces se podran en teora

    constituir al margen del poder; implicara poco menos que

    entenderlo como un botn que genera guerras por su

    captura. Pero, como seala FOUCAULT, la humanidad es

  • CAP.E TuL 0 it 17

    efecto e instrumento de relaciones de poder complejas, cuerposy fuerzas sometidos por dispositivos de encarcelamientomltiples, objetos para discursos que son ellos mismos elementosde esta estrategia tel subrayado es mIo)

    y los cientficos, universitarios o no, no son ajenos a

    esa realidad, son efecto e instrumento, pero tambin sujeto

    en las relaciones de poder. Entendemos, en definitiva, que

    estas relaciones son ms complejas que como las concibe

    LACaSTE, y es ese reduccionismo el que le conduce, segn

    creemos, a la concepcin pasiva del cientfico.

    Nos parece tambin arriesgado, a la vista de lo

    antedicho, afirmar, como hace LACOSTE, que la Geografa

    acadmica -y, en especial, la Geografa Poltica acadmica

    tienen fundamentalmente una funcin ideolgica, que sirve

    para apuntalar, con la nebulosidad de sus conceptos.

    cualquier tesis poltica (38). A nuestro entender, las

    posiciones tericas que ven en el discurso poltico o

    geopoltico un mero instrumento justificador de una

    determinada prctica olvidan que el discurso ideolgico goza

    de una autonoma que genera unas relaciones de poder propias

    que en numerosas ocasiones conducen, por encima de otras

    consideraciones, a la toma de determinadas decisiones.

    Creemos que intervenciones, como las de los Estados Unidos

    en Corea o en Vietnam y muchas otras durante la llamada

    guerra fra, no se pueden explicar si no se tienen en

    cuenta no de forma exclusiva, pero s en gran medida los

    cdigos geopolticos mantenidos por los Estados Unidos en

    aquellos momentos; cdigos geopolticos en cuya elaboracin

    cobra una gran importancia un modelo geopoltico, que

    podemos calificar de ideolgico, como es el que elabor Sir

  • CA/-RE rut ti 1

    Halford MACRINDER (41> ha supuesto una incorporacin

    completa y efectiva de esta disciplina (42). Situacin que

    redunda en una frgil comprensin del politlogo del rol o

    roles que desempea el espacio en la constitucin de su

    objeto de estudio.

    Dos revisiones bastante exhaustivas de la literatura en

    Ciencias Polticas, realizadas desde diferentes perspectivas

    y en diferentes momentos, llegan a las mismas conclusiones:

    PRESCOTT seala que los politlogos han realizado una

    contribucin mucho menor al campo [de la Geografa Poltica)

    que los gegrafos ; y LAPONCE, tras un estudio de los

    flujos entre la Geografa y la Ciencia Poltica, concluye

    que

    entre 1975 y 1981 la densidad de trfico interdisciplinario hasufrido un fuerte incremento, pero, tanto en 1981 como en 1975,los lazos entre la Geografa y la Ciencia Poltica son todavadbiles. Si en 1981 la Geografa importa de la Ciencia Polticaun poco ms de lo que lo haca en 1975. sta ltima, tanto en1981 como en 1975, ignora a la Geografa

  • CARI EIJLO 1 19

    acuerdo con lo que afirmbamos anteriormente.

    Entre otros motivos que explican esta ignorancia de la

    Ciencia Poltica, estamos de acuerdo con LAPONCE en qu hay

    que sealar el hecho de que los trminos del razonamiento de

    un gegrafo y de un politlogo son diferentes: el primero

    busca las relaciones que puedan existir entre lugares,

    mientras que el segundo analiza fundamentalmente

    instituciones que no parecen tener soporte en ningn lugar

    caracterstico . Pero, por otra parte, es sorprendente

    esta falta de atencin, si tenemos en cuenta que el objeto

    de estudio al menos, en las versiones tradicionales de la

    Geografa Poltica y de la Ciencia Poltica es comn: el

    Estado.

    Puede que sea ms fructfero indagar en la lgica de

    formacin e institucionaliacin de las Ciencias Sociales a

    la hora de explicar la falta de inters de la Ciencia

    Poltica por la Geografa Poltica. La Ciencia Poltica ha

    sufrido, como todas las Ciencias Sociales, la primacia

    terica de la historia sobre la geografa

  • C4P.t 77JL0 1 jo

    segn la califica SOJA Ciencia Social crtica ha sido capaz

    de reincorporar una hermenutica espacial a la hermenutica

    histrica. Esta puede ser una de las vas que transforme la

    disposicin actual de la Ciencia Poltica hacia la

    Geografa Poltica, cuya conexin, como veremos a

    continuacin, ofrece una posicin sumamente valiosa para el

    cientfico social.

    1.1.4. Una disciplina intermedia

    Las ciencias sociales, por ms que algunos lo pretendan,

    no constituyen compartimentos estancos y, lo que es ms

    importante, una actitud de rgida separacin es muy poco

    fecunda. Deca FOUCAULTque

    todas las ciencias humanas se entrecruzan y pueden siempreinterpenetrarse las unas a las otras, que sus fronteras sedesvanecen, que las disciplinas intermedias y mixtas semultiplican indefinidamente (48)

    Una de estas disciplinas la constituye o deberla

    constituirla, a nuestro juicio, la Geografa Poltica.

    Evidentemente, esta posicin no es aceptada de forma

    universal por los practicantes de la disciplina. Como hemos

    visto, desde los que defienden a toda costa el mtodo

    geogrfico como sea de identidad de la disciplina hasta

    los que la rechazan por su partidismo poltico, muchos

    consideran que debe ser estrictamente Geografa o Ciencia

    Pal t i ca.

    No obstante, el deseo de vincular la Geografa con la

    Ciencia Poltica se encontraba ya, sin lugar a dudas, en los

    padres fundadores de la Geografa Poltica; as RATZEL, en

  • IAP.E TI/LO it 21

    la Introduccin a su obra seminal, escriba, refirindose a

    la misma: Si pudiese contribuir a un acercamiento entre las

    Ciencias Polticas e Histricas, de una parte, y la

    Geografa, de otra, me sentira generosamente recompensado

    por mi trabajo (49).

    Pero no siempre ha sido sta la actitud ms generalizada

    en el campo de la Geografa, y mucho menos en las Ciencias

    Polticas. La importancia de definir con precisin las

    disciplinas que se generan en los siglos XVIII y XIX es

    consecuencia, en ltima instancia, de la lucha por lograr

    extender la influencia en el mbito acadmico y, por lo

    tanto, el dominio que conduce a una situacin privilegiada,

    ya sea desde un punto de vista econmico o desde cualquier

    otro. En este sentido, la agria disputa, mantenida en

    trminos cientficos, que a principios de siglo enfrent a

    DURRHEIM y VIDAL DE LA BLACHE, as como a varios de sus

    discpulos, no puede entenderse al margen de los intereses

    institucionales de unos y otros (50>.

    Desde una perspectiva cientfica, este tipo de actitud es

    completamente estril, pues no slo no conduce a una mayor

    precisin explicativa, sino que a la postre en numerosas

    ocasiones los rivales desvirtan por completo los argumentos

    cientficos en aras de una mayor contundencia. Con irona

    denuncia PIATIER este tipo de conductas:

    El mandarn que en la Universidad pasa ms tiempo defendiendola frontera de su disciplina que desbrozndola no es muydiferente del mono que marca los limites de su zona reservadacon sus excrementos

    Esta satrica comparacin no hace ms que poner en evidencia

  • >9IrAn TIlLO 1

    una necesidad: si se quiere defender una disciplina hay que

    practicarla, y se habrn de traspasar los lmites que sean

    necesarios en aras del perfeccionamiento de la descripcin y

    explicacin de los hechos.

    Ms aun, no se trata aqu slo de tener un prejuicio

    negativo hacia la separacin de los saberes, sino que creo

    que hay que superar las barreras, establecerse en las zonas

    intermedias como mejor modo de lograr avances en el

    conocimiento; como seala REYNAUD:

    Razonar en trminos de interseccin es ciertamente msfructfero que considerar las relaciones entre las cienciassociales en trminos de todo o nada

  • CAPE tUL!? .li 23

    1.2. LA GEOPOLTICA

    Es importante establecer desde un principio qu se

    entiende por Geopoltica, dado que la denominacin se ha

    utilizado desde mltiples perspectivas y con un significado

    a menudo contradictorio.

    No es uno de los propsitos de este trabajo, como ya

    hemos sealado antes, realizar un estudio pormenorizado de

    la evolucin de la Geopoltica como disciplina (53), No

    obstante, s que es importante establecer cules son sus

    presupuestos bsicos, as como cules han sido sus escuelas

    principales, es decir, el corpus de conocimiento donde se

    inscribe, a fin de poder fijar mejor la perspectiva con la

    que abordamos el presente trabajo. Tampoco es ociosa la

    precisin sobre las caractersticas del anlisis

    geopoltico, a la vista de la escasez de ejemplos en el

    quehacer cientfico espaol . Las causas de este hecho

    podran ser objeto por si mismas de otra tesis doctoral, ya

    que es sorprendente que, al menos durante un rgimen con

    tantas similitudes al nacionalsocialista alemn o al

    fascista italiano, no se conformase, ms all de espordicas

    aportaciones, una Geopolitik de parecidas caractersticas a

    las desarrolladas en los antedichos Estados.

    1.2.1. La Geopoltica: estudio de las relaciones

    espaciales exteriores de los Estados

    El trmino Geopoltica ha sido usado, de forma precisa,

    por EAST & MOODIE

  • CARI TI//O it 24

    para referirse convenientemente a las relaciones geograficasexternas de los Estados y, ms especficamente, a los aspectosgeogrficos de esas relaciones exteriores y los problemas de losEstados que afectan a todo el mundo .

    En trminos generales, se va a utilizar en este trabajo en

    ese sentido. Pensamos que esta definicin recoge el conjunto

    de elementos en cuyo estudio se ha ido conformando una

    peculiar tradicin, que es fundamentalmente moderna, aunque

    entronca con la tradicin ms antigua de la Geografa en

    tanto que saber estratgico, a la que ya nos hemos

    referido con anterioridad.

    En la medida en que se acepte la anterior definicin, la

    Geopoltica tiene que ser entendida entonces como una

    subdivisin de la Geografa Poltica y no una disciplina

    paralela . De esta forma, se podra afirmar que todo

    estudio de carcter geopolitico estara englobado dentro del

    campo de la Geografa Poltica, pero que el objeto de

    estudio de esta ltima seria ms amplio. Por ello, sobre

    todo, entendemos que la definicin antedicha expresa de una

    forma bastante precisa cul es el objeto general de estudio

    de lo que en la actualidad conocemos como Geopoltica, que

    no puede ser otro que la escena internacional desde un

    punto de vista espacial o geocntrico (57).

    Hay que sealar, tambin, que desde sus principios la

    Geopoltica va a concentrar su atencin en el entendimiento

    del todo (58); por lo tanto, la escala global es su nivel

    analtico fundamental. Este hecho constituye para algunos

    una seria deficiencia en la virtualidad explicativa de la

    Geopoltica y, sobre todo, de su capacidad crtica; en este

  • CAPET//t 0 1 25

    sentido, es notable la crtica de RAEFESTIN, que seala

    precisamente que la Geopoltica

    no es un enfoque utilizable con todas las escalas Eyaque] se trata de un mtodo que entraa una concepcin del poderque proviene directamente de un determinismo geogrfico (..> ElEstado, con mayscula, es el nico actor que la Geopolticatiene en cuenta. Retomar, sin darle otra forma, el modo derazonamiento geopoltico significa negar de antemano lasposibilidades de la poblacin para reencontrar su propio poder(59>.

    En nuestra opinin, no se puede pretender continuar sin ms

    las prcticas de la Geopoltica clsica de ello nos

    ocuparemos ins adelante. Ahora, slo quisieramos aqu

    adelantar que no creemos que sea una tradicin completamente

    desdefiable dentro de la perspectiva de una Ciencia Social

    crtica, y tal entendemos que es el sentido de la

    apreciacin de RAFFESTIN: no se puede retomar la Geopoltica

    sin conformara de otra manera; porque, desde luego, no cabe

    pensar en desechar la disciplina slo sobre la base de

    determinada prctica clsica, pues seria poco til

    desaprovechar su potencial analtico.

    La Geopoltica, cuyas caractersticas definitorias ms

    importantes acabamos de sealar, se fue conformando

    inicialmente desde la obra del britnica MACKINDER; a pesar

    de que fue el sueco KJELLEN , en 1899, el autor que

    acu el trmino Geopolitik, que apenas seria conocido

    antes de la Primera Guerra Mundial.

    Algunos autores (61> citan asimismo al norteamericano

    MAHAN como otro de los padres fundadoresde la Geopoltica.

    Este oficial de la Armada

  • I.~API71/LO .7 26

    Amrica, public en 1890 una de las primeras y ms

    relevantes obras sobre el tema (63). En ella sealaba que

    el podero naval era el fundamental en un Estado, y, que tal

    poderlo se deriva de una Marina de Guerra fuerte, que slo

    poda desarrollarse ntimamente ligada al comercio martimo,

    cuyo auge se originara en la posesin de colonias ni que

    decir tiene que el modelo inspirador no era otro que la

    Armada britnica. Tambin examin los factores que

    condicionan la potencia naval, agrupndolos en seis tipos:

    posicin geogrfica, conformacin fsica, extensin del

    territorio, cantidad de poblacin, carcter del pueblo y

    carcter del gobierno, y escrutando en cada uno de ellos las

    posibilidades de los Estados Unidos -pas del que, no

    olvidemos, era ciudadano en tanto que potencia naval.

    Tambin se suelen situar los trabajos de RATZEL en el

    origen de la Geopoltica. En alguno de ellos se ocup de

    problemas similares a los de MAHAN

  • CARI Tiff. 0 1 27

    surgimiento de la Geopoltica. Estamos de acuerdo con PARKER

    en que fue MACKINDER, no obstante, quien trenz estos

    diferentes cabos de pensamiento para producir lo que L.S.

    AMERY llam una idea comprensiva . Es decir, que fue

    MACRINDERquien conform la subdisciplina tal y como hoy la

    conocemos; l fue precisamente quien encaj las piezas del

    conjunto.

    No es casualidad que la obra de MACKINDER se desarrollase

    en plena poca de expansin imperial britnica, situacin

    que dio lugar a un creciente inters por los problemas de

    ultramar. Su preocupacin por las ventajas geoestratgicas

    de la potencia terrestre sobre la potencia martima para el

    dominio del planeta era, en gran medida, reflejo de un

    hecho: se habla completado el reparto colonial de los

    territorios libres ultramarinos, y diversas potencias

    comenzaban a reclamar la realizacin de uno nuevo,

    disconformes con lo injusto del anterior, cuando no

    pasaban directamente a la accin desalojando a viejos

    imperios de sus dominios coloniales sin ir ms lejos, la

    agresin norteamericana a los restos del imperio espafiol en

    1898- para apoderarse de los mismos. El propio MACRINDER

    sealaba que los inicios del siglo XX marcaban el fin

    de la poca colombina, durante la cual la exploracin

    geogrfica del planeta se haba terminado prcticamente, y,

    lo que era ms importante an, ya no existan territorios

    cuya posesin pudiera realizarse de forma pacfica, por eso

    consideraba que

    De aqu en adelante, en la era poscolombina, nos hallaremos conun sistema poltico cerrado y, lo que no tiene menosimportancia, la esfera de accin del mismo ser el mundo entero

  • CARTEL/LO it 28

    Considero, en consecuencia, que en la dcada actual nosencontramos por primera vez en condiciones de intentar ladeterminacin ms o menos completa de la correlacin que existeentre las ms amplias generalizaciones geogrficas e histricas

    y podemos buscar una frmula que expresar, hasta ciertopunto, algunos aspectos de la causalidad geogrfica en lahistoria universal o corazn continental (Heartland>,

    segn la versin de 1919 dentro de Eurasia podra ejercer

    una influencia decisiva sobre la vida poltica del mundo

    entero. A fin de contrarrestar esta superioridad

    geoestratgica, MACRINDER prescriba a la potencia martima

    en aquellos momentos, el Reino Unido una poltica de

    equilibrio de poder en el cinturn interior que rodea al corazn continental de Eurasia, ya

    que si esta masa llegase a ser dominada por la potencia

    terrestre, sta dominara inevitablemente el mundo .

    Una formulacin de este tipo se presta a una fcil

    crtica por su determinismo; es sencillo deducir de los

    escritos de MACKINDER que los procesos geopoliticos

    importantes estn determinados por la posicin que ocupan en

    el planeta las diferentes potencias que intervienen en

    ellos. Esta concepcin recuerda mucho a la interpretacin

    que hace RAIZEL del evolucionismo darwinista; sin embargo,

    no se ajustan a ese fatalismo las frmulas de accin

    prescritas por MACRINDER que, como seala PARKER,

    presuponan un alto grado de potencial emancipador de

  • CARI 77/LI? it 99

    aquellas ataduras ambientales que tanto se haban apretado

    histricamente .

    No obstante, la mayor parte de las criticas que se han

    realizado al modelo sobre todo, las contemporneas parten

    de un malentendido fundamental:

    MACKINDER est escribiendo sobre un sistema global que estapareciendo [de forma clara], en un momento en el que se pensabatodava [slo] en trminos de un sistema continental .

    La percepcin de ese sistemamundial, que se haba comenzado

    a gestar cuatrocientos aos antes, probablemente no se

    pudiese realizar antes de que se hubiera cerrado el sistema,

    pero lo que no se le puede perdonar al cientfico social es

    que contine realizando su labor como si ese sistema no

    existiese -

    Esta tradicin geopoltica, que es como hemos visto

    necesariamente moderna, tiene sus continuadores (73>. Tras

    MACKINDER hay que mencionar, entre los ms importantes, al

    norteamericano de origen holands SPYKMAN , que a

    finales de los aos 30 se adentr en el anlisis de las

    relaciones entre geografa y poltica exterior ,

    expresando de nuevo la frmula que desde Napolen fascina a

    todo hombre de Estado realista: La Geografa es el factor

    condicionante ms fundamental en la formulacin de una

    poltica [exterior] nacional porque es el ms permanente

    (76>. Pero SPYKMAN es especialmente conocido por dos libros

    , escritos con intencin explcita de intervencin en la

    formacin de la poltica exterior norteamericana. En ellos,

    partiendo de la consideracin de que

    la sociedad internacional es (...> una sociedad sin una

  • 1$APT TIlLO .7 30

    autoridad central para mantener la ley y el orden y sin imainstancia oficial que proteja a sus miembros en el disfrute desus derechos [SPYKMANplantea que] una acertada polticaexterior para los Estados Unidos debe desarrollar unaestrategia global tanto para la guerra comopara la paz basada en las implicaciones de su localizacingeogrfica en el mundo

    Esta declaracin de realismo poltico se encuentra en

    la base del desarrollo de la escuela realista de las

    Relaciones Internacionales, de la que nos ocuparemos ms

    adelante; pero, sobre todo, plantea descarnadamente la

    cuestin del deseo de los autores que escriben de

    Geopoltica de modelar o influir en la poltica exterior de

    su pas, lo que conduce necesariamente a una elaboracin

    tendenciosa de los modelos geopoliticos desde una

    perspectiva nacional .

    La importancia de SPYKMAN, vista desde una perspectiva

    actual, radica tambin en su papel de puente entre MAHAN y

    MACKINDER y la Geopoltica conservadora que reaparece con

    vigor en los aos 70 ; hay que resaltar especialmente

    los trabajos de GRAY

  • CAPfTIJLO 1 31

    otras una justificacin intelectual de objetivos

    nacionalistas espurios; MAOKINDERestaba tan obsesionado, al

    menos, como HAUSHOFERcon la intencin de influir en la

    poltica exterior de su propio pas; en otras palabras, la

    Geopoltica tradicional es una disciplina prescriptiva.

    Tampoco creemos que haya que vincular la tradicin a la obra

    de MACKINDER. y no a otros, debido a que su modelo ha sido

    el ms conocido y el que ms influencia ha tenido en el

    siglo XX. La clave para entender la originalidad del

    pensamiento de MAOKINDER reside, a nuestro juicio, en el

    hecho de que el punto de partida de su anlisis es el mundo

    en tanto que sistema poltico ya cerrado; la historia ya no

    puede seguir siendo slo europea, ha de ser universal, y

    slo desde esta aseveracin puede desarrollarse la

    Geopoltica.

    No olvidemos, por ltimo, que esta Geopoltica

    clsica, que como hemos sealado consideramos parte de la

    Geografa Poltica, sufre los mismos problemas que sta;

    as, la categora fundamental de su anlisis, por no decir

    la nica, es el Estado. Las limitaciones que conleva esta

    fetichizacin del Estado ya las hemos sefialado antes, pero

    adems hay que entender que, en la medida que son

    considerados como entidades autnomas cuyo objetivo es

    aumentar su poder, la funcin de esta Geopoltica no puede

    ser otra que la de informar y aconsejar a los conductores

    del Estado y, en ltima instancia, movilizar al pueblo

    encuadrado en dicho Estado. Pueblos y Estados que son

    considerados realidades dadas, son los actores del drama o

    de la comedia, y no cabe ir ms all.

  • CARI TLIL 0 it 32

    1.2.2. Otras formas de entender la Geopoltica

    En otro lugar sealbamos Geopoltica cono ciencia del Estado: la Geopolitik

    Los practicantes de la Geopolitik adoptaron, con mayor o

    menor fidelidad segn el autor, la definicin dada por el

    que acufi el trmino, el sueco KJELLEN (87>, que consideraba

    que la Geopoltica estudiaba

    la influencia de los factores geogrficos, en la ms ampliaacepcin de la palabra, sobre el desarrollo poltico en la vidade los pueblos y Estados .

  • CAP]? it/LO it .113

    En efecto, esta definicin ampla y a la vez centra

    excesivamente el objeto de estudio: no se ocupara slo de

    las relaciones externas de los Estados, sino de todas las

    actividades del mismo y, por otro lado, adoptara una

    perspectiva ultradeterminista centrada en el estudio de la

    influencia del medio sobre la accin poltica.

    Las anteriores son dos de las caractersticas principales

    de lo que se pretendi ciencia del Estado

  • CA/RE Ti/LO Ji 34

    Conviene sealar, tambin, la importancia de esta

    tendencia para nuestro estudio, ya que en varios pases del

    Cono Sur americano este tipo de estudios han mantenido plena

    vigencia (97) y, lo que es ms importante como veremos, gran

    influencia entre los integrantes del estamento militar (98),

    sobre todo.

    E> La Geopoltica reducida a Geopolitik

    Durante la II Guerra Mundial y en el decenio posterior

    sobre todo, un buen numero de gegrafos (99> asimil la

    disciplina de la Geopoltica con la prctica de la escuela

    alemana, considerando que va mas all del estudio objetivo

    de los factores geogrficopolticos y es una pseudociencia

    aplicada con objetivos muy cuestionables . Entonces,

    distinguiran esa despreciable geografa de Estado

    de la respetable Geografa Poltica que, por el contrario,

    constituira una autntica ciencia. Pero ni la distincin ni

    la descalificacin tienen mucho sentido. Por un lado, las

    investigaciones realizadas en otras subdivisiones de la

    Geografa Poltica como, por ejemplo, la Geografa Electoral

    han sido utilizadas para manipulaciones polticas as el

    caso del gerrymandering (102)- sin que ello haya conducido

    a un rechazo de la misma. Por otra parte, a la luz de

    estudios realizados recientemente , el carcter

    instrumental de la Geopolitik respecto al rgimen

    nacionalsocialista alemn es cada vez ms discutido, y no

    parece ajustarse a una controvertida realidad la versin que

    los primeros crticos formulaban, en la que los ejrcitos de

    Hitler eran poco menos que el brazo armado de los

  • 35i.A1-ITULL? .1

    geopoliticos.

    Estos crticos, como sefiala SPENCER rechazara no slo el trmino Geopoltica, sinotambin ese cuerpo de investigacin que el trmino habacomprendido previamente .

    Dejando, de este modo, el razonamiento geopoltico

    exclusivamente en manos de los estados mayores, a los que

    se refera LACOSTE, como hemos visto ms arriba.

    O) La Geopoltica como una Ciencia Poltica

    Algunos politlogos han intentado diferenciar Geografa

    Poltica y Geopoltica asignando a cada una un nfasis

    diferente; la primera estudiara los aspectos polticos de

    los fenmenos geogrficos, mientras que la segunda dara una

    interpretacin geogrfica de los fenmenos polticos .

    Semejante separacin se intenta imponer, principalmente,

    en el contexto del enfoque autodenominado Ecologa Poltica

    , que se desarroll, bsicamente, en Norteamrica en

    los aRos 50 y 60. Se propona estudiar tanto lo geogrfico

    que est detrs de la poltica, como lo poltico que est

    detrs de la geografa; lo que propicia una aproximacin

    bastante descriptiva y superficial a los problemas. Incluso,

    lejos de ser una base adecuada para solucionar los problemas

    de la relacin entre Geografa Poltica y Geopoltica, como

  • CAPE/tILO Ji 36

    seala SMITH, ello no hizo ms que reafirmar el dilema

    acerca < . . . > de cul era el objeto del que se ocupaba la

    disciplina .

    D> Geopoltica: una -ciencia dinmica

    Siguiendo un cierto paralelismo con los tericos de la

    Geopolitik, algunos gegrafos especulan con el carcter

    supuestamente ms esttico de la Geografa Poltica frente a

    la dinamicidad de la Geopoltica. En este sentido, MASSI

    considera que

    la primera estudia ms estticamente los Estados sobre la basede sus contenidos territoriales, buscando tipos yclasificaciones en conexin con las caractersticas ambientales;la segunda tiene por objeto los espacios polticos, msdinmicos en su desarrollo, ya sea microespacios en el interiorde una frontera poltica, ya sea macroespacios que puedensuperar los confines estatales .

    Esta definicin llevar a MASSI a comparar la Geopoltica y

    la Poltica Econmica: aqulla es a la Geografa Poltica,

    lo que sta es a la Economa Poltica .

    Al entender de este modo la Geopoltica como geografa

    voluntaria se adopta una posicin, como ya hemos sealado,

    que est en lnea con la pretensin de la Geopolitik de ser

    un auxiliar del arte de gobernar. Desde luego, consideramos

    que entre los objetivos de las obras de la Geopoltica

    tradicional se encuentra el de influir en la poltica de los

    Estados de sus autores; como seala TAYLOR la mayor parte

    de los escritores geopolticos han querido practicar la

    Geopoltica . Esto ha sido una fuente continua de

    problemas en el seno de la disciplina, por lo que no parece

    el mejor cauce para el desarrollo de la misma.

  • LAPETI/LI? ji 37

    Hay que tener en cuenta que todo discurso ayuda a

    conformar unas determinadas relaciones de poder y en esa

    medida, de cualquier Geopoltica se derivan necesariamente

    estrategias, implicitas o explcitas, de accin. Por ello

    diferenciar a la Geografa Poltica y a la Geopoltica sobre

    estas bases podra conducir a un proceso esterilizante de

    separacin entre teora y prctica, anlisis y aplicacin.

    Adems, en cualquier caso, aunque se pueda estar de acuerdo

    con el hecho de que para realizar un estudio geopolitico sea

    necesario considerar la evolucin de su objeto, ello no

    tiene por qu constituir una caracterstica diferencial

  • C.4P.E TI/LI) .1 38

    configuraciones geogrficas, a la vez fsicas y humanas

    (114), y que puede ser utilizada tanto a escala

    internacional como a escala regional, en tanto que se trata

    de un razonamiento tctico y estratgico (115>: +

    Hablar de Geopoltica a propsito de las rivalidades de lasgrandes potencias

  • CARI TI./L. (3 .1 La Geopoltica como estudio de la rivalidad entre

    potencias

    Para algunos, la Geopoltica debera reducirse al estudio

    de determinadas relaciones externas, fundamentalmente las

    rivalidades entre superpotencias; una forma de usar el

    trmino similar al utilizado por KISSINGER, en su

    popularizacin en los aos 70

  • t$ulPI TUL!? .1 40

    Ambas estructuras estn relacionadas, segn TAYLOR, ya que

    la rivalidad en el centro se produce a fin de dominar la

    periferia.

    No encontramos til la reduccin del objeto de estudio

    que realiza TAYLOR: por un lado, dificultarla la comprensin

    de las relaciones existentes en el sistema de Estados

    nacin, ya que habra una sobredeterminacin de las mismas

    por parte de las superpotencias; por otro, la ruptura con la

    tradicin geopoltica, en este aspecto, no facilitara la

    percepcin de las continuidades existentes.

    1.2.3. Cdigos geopolticos y modelos geopoliticos

    Va a ser importante, tanto para el anlisis que

    acometeremos en la segunda parte del trabajo como para una

    definicin precisa de la Geopoltica, distinguir entre lo

    que TAYLOR, siguiendo a AGNEWy OTUATHAIL, denomina cdigos

    geopolticos y modelos geopolticos. A partir de la

    definicin que hacen stos de la Geopoltica como

    una forma particular de razonamiento que evala y ordenalugares en trminos de la seguridad de un solo Estado o grupo deEstados

  • CAPITL/L/3 1 41

    los intereses del Estado, una identificacin de las amenazasexternas a ese inters, una respuesta planificada a talesamenazas y una justificacin para esa respuesta .

    Se tratara, en otras palabras, de una geopoltica prctica

    necesaria en todo momento para conducir la poltica exterior

    de cualquier Estado.

    No cabra pensar en ningn pas sin un cdigo

    geopoltico, que, dependiendo de la importancia de aqul,

    tendra mayor o menor amplitud de miras. As, de los tres

    niveles de cdigo geopoltico que distingue TAYLOR local

    regional y global .

    todos los Estados, por ms pequeos que fueran necesitaran

    un cdigo geopolitico local que evaluara los intereses y

    amenazas de los Estados vecinos; los cdigos de nivel

    regional son necesarios para los Estados que aspiran a

    proyectar su potencia ms all de sus vecinos ms

    inmediatos (126>; mientras que slo unos pocos potencias

    de mayor rango tendran codigos globales que evaluasen

    todos los espacios del planeta. Esta multiplicidad de

    niveles de un cdigo provocara que un mismo suceso como,

    por ejemplo, una guerra respondiese a ms de una lgica en

    su desarrollo.

    En cambio, al hablar de modelos geopolticos se est

    haciendo referencia al razonamiento geopoltico formal,

    donde las ideas prcticas se organizan en teoras en los

    escritos geopolticos acadmicos

  • CAPITULO 1 42

    contexto donde se generan. Se trata, fundamentalmente, de la

    produccin por lo general, acadmica realizada en la

    prctica de esa subdisciplina que estamos intentando

    definir: la Geopoltica.

    Cdigos y modelos no estn desvinculados en mundos

    aparte; aquellos que elaboran modelos querran que stos se

    convirtiesen en cdigos, es decir, pretender influir en la

    poltica exterior de su pas

  • API TUL/3 .1 43

    o sus colonias (131)

    Sera entonces una especialidad de la Geografa Poltica

    que, desde luego, recuerda mucho a la Geopoltica, tal como

    la hemos definido antes.

    El origen del equivoco se encuentra muy probablemente en

    el empleo que hace COHEN de los trminos regin

    estratgica y regin geopoltica ,

    mientras que el segundo, en cuanto subdivisin de la

    anterior, expresa la unidad de caractersticas geogrficas

    . Este uso particular se recoge en el proceso de

    recuperacin de la Geografa Poltica, quizs a fin de

    evitar los problemas del uso del trmino Geopoltica,

    hablndose de este modo sobre las investigaciones

    gecestratgicas de Sir Halford MACKINDER o de el

    resurgimiento de los estudios geoestratgicos , y creemos, como

    FOUCHER, en la necesidad de conservar ese sentido al trmino

  • CARI TUtU 1 44

    (140>. Entendiendo, as, que

    la Geoestrategia no es entonces una ciencia social, sino unaprctica concreta en los lugares que son analizados coso teatrosde operacin, reales o eventuales. La Geoestrategia afronta lasconfiguraciones espaciales con arreglo a la guerra y a ladefensa

  • CAP.E TUL(3 .1 45

    Por otra parte, es necesario sealar que esta renovacin

    de la Geopoltica, en cualquiera de sus versiones, no

    supondra una ruptura total con la anterior; existen

    continuidades y tambin rupturas, las primeras predominan en

    la nueva Geopoltica conservadora, mientras que las

    segundas abundan en la Geopoltica critica; pero ello no

    supone que nos encontremos ante una nueva disciplina, antes

    bien, mediante esa renovacin, se contina extendiendo la

    tradicin geopoltica moderna. Es importante sealar que,

    incluso en el caso de la Geopoltica crtica, hay una

    continuidad de la tradicin moderna, que es asumida, aunque

    al hacerlo se muestran sus limitaciones con el fin de

    superarlas.

    Entre los varios enfoques no conservadores de la

    Geopoltica que han surgido recientemente vamos a

    detenernos, con mayor insistencia, en los tres que

    consideramos fundamentales en la reaparicin y nueva

    conformacin de la Geopoltica: el de la economa poltica,

    en especial el anlisis de sistemasmundiales; el de las

    relaciones de poder, y el cultural humanista, As, ms

    adelante, podremos definir los elementos fundamentales que

    entendemos conforman esa Geopoltica crtica.

    1.3.1. La economa poltica y el anlisis de sistemas

    mundiales

    Diversos autores introducen la Economa Poltica en la

    explicacin geopoltica como elemento constitutivo

    fundamental de la mismat incorporacin que no va a ser una

  • L$4P.ETULU 1 46

    excepcin en el panorama global de la Geografa Humana

    .

    De ello deduce una geopoltica del capitalismo, o mejor,

    como l mismo expresa, las consecuencias geopolticas de

    vivir bajo un modo de produccin capitalista . En

    otras palabras, las estructuras geopolticas hunden sus

    races en la forma y condiciones en las que se realiza la

    produccin de bienes -en el caso del capitalismo,

    mercancas, que es histricamente variable. No existe,

    entonces, un espacio o un tiempo absoluto; desde esta

    perspectiva

    cada formacin social construye concepciones objetivas delespacio y del tiempo suficientes para sus propias necesidades ypropsitos de reproduccin material y social, y organiza susprcticas materiales de acuerdo con estas concepciones .

    Aqu es importante tener en cuenta que HARVEY no est

    hablando de percepciones subjetivas cambiantes de una

    realidad que pudiese estar por encima de las relaciones

  • API TI It. 1? 1 47

    sociales, sino de la construccin de concepciones

    objetivas, de estructuras espaciales y temporales

    especficas de cada formacin social.

    Pero, sin duda, el autor que ms influencia ha tenido en

    los ltimos aos en la renovacin econmicopoltica de la

    Geopoltica, y de la Geografa Poltica en general, ha sido

    Peter TAYLOR que, descontento con los enfoques

    neopositivistas imperantes, reclam a principios de los 80

    una reorientacin de la disciplina (150> hacia un enfoque

    neomarxista: el anlisis de sistemasmundiales de

    WALLERSTEIN.

    TAYLOR define el anlisis de sistemas-mundiales como

    un enfoque materialista del estudio del cambio socialdesarrollado por Irmnanuel WALLERZI7EIN. Este enfoque se elabora apartir de tres tradiciones de investigacin: el estudio de ladependencia, la escuela de los Amules y la teora y prcticamarxista

  • I4P[fl/L13 1 48

    modo los fundamentos de la misma. No se trata de sustituir

    en la explicacin de la gnesis del cambio social histrico

    un conflicto por otro, sino que lo que asume es que

    la Geopoltica no se puede entender completamente sinconsiderar las dinmicas de la economa global, ya sea entrminos de relaciones EsteOeste o NorteSur

  • .4/! TULO it 49

    TAYLOR son numerosas. Desde perspectivas tradicionales se ha

    llegado a discutir su parcialidad ideolgica (158).

    mientras que desde posiciones radicales su heterodoxia es

    descalificada . Tienen mayor importancia, para nuestros

    objetivos, las criticas desde posiciones radicales; las dos

    ms relevantes, desde nuestro punto de vista, tienen que ver

    con el papel de los Estados en el sistemamundial y, ms

    especficamente, con la importancia de lo econmico en dicho

    sistema.

    En cuanto al primer conjunto de crticas realizadas desde

    posiciones radicales, se apunta que la autonoma de los

    Estados no ha sido completamente suprimida en el actual

    sistema mundial. Tal y como la formula CORBRIDGE,

    los verdaderos cambios en la economa rmmdial capitalista queen un sentido han erosionado la soberana nacional, en otrosmbitos han alentado y hecho posible la planificacin econmicanacional, as como ofensivas econmicas y polticas nacionales(leo).

    Creemos que en la medida que consideremos la realidad como

    algo cambiante, y no como una categora congelada en

    equilibrio ms o menos permanente, es importante tener en

    cuenta la crtica de CORBRIDGE. Los procesos no se

    desarrollan linealmente, sino de forma contradictoria,

    engendrando permanentemente su anttesis; por eso el proceso

    de desarrollo de una economamundo capitalista no significa

    la desaparicin de los Estados, sino que, por el contrario,

    el sistema de Estados es consubstancial a la misma. Desde

    luego, la crtica de CORBRIDGEva ms all, y sefiala que no

    se puede hacer abstraccin del papel de los Estados en la

    economa, por ms que sta sea cada vez ms global; pero

    creemos que no invalida las bases fundamentales sobre las

  • CAPITULO .1 .50

    que se puede desarrollar la perspectiva geogrficopoltica

    de la economa-mundo , que pretende TAYLOR.

    El segundo conjunto de criticas hace referencia tambin

    al papel del Estado, y repara esta vez en una interpretacin

    economicista por parte de TAYLOR y WALLERSTEIN:

    Al centrarse sobre la escala internacional y al tomar lasfuerzas econmicas como determinantes de las relacionesentre Estados hay, sin embargo, una tendencia a relegar losprocesos polticos y culturales que se producen a escala estatalcomo si estuvieran relacionados causalmente con las fuerzaseconmicas, cuando de hecho pueden desempear un papelimportante e independiente en el modelado de las relacionesinternacionales .

    No cabe duda de que, cuando menos, la acusacin es reflejo

    de un peligro latente en el anlisis de los sistemasmundo.

    En la medida que se intenta investigar la dinmica global de

    la economamundo, se pasa a un segundo plano,

    conscientemente o no, el papel de otras fuerzas, de otros

    procesos en el desarrollo de la dinmica geopoltica. Por

    ello, nos parece sumamente oportuna la crtica, y

    entendemos que el desarrollo de una Geopoltica crtica no

    puede anclarse slo en la Economa Poltica.

    1.3.2. La Geografa del poder

    Junto a las Geopolticas que han construido su

    argumentacin principalmente en torno a la Economa

    Poltica, se hacen or tambin en los 70 aquellos que creen

    que se ha hecho poco caso de las dimensiones espaciales de

    los actos de poder . Seala CLAVAL

  • ARE rut fl t .51

    la comunicacin; pero, indudablemente, sern los trabajos de

    FOUCAULT, sobre todo en el caso de la propuesta de geografa

    del poder de RAFFESTIN , los que pongan sobre el tapete

    la posibilidad de realizar un anlisis espacial de las

    relaciones de poder. En ltima instancia, esta aproximacin

    a la Geografa entroncara con una perspectiva ms amplia

    dentro de las Ciencias Sociales, que pretende continuar

    determinados aspectos de la obra de NIETZSCHE.

    Estos gegrafos entienden que el poder es algo que

    circula, que aparece en todas las relaciones sociales como

    elemento constitutivo de las mismas:

    En toda relacin circula el poder, que no es ni poseido niadquirido, sino pura y simplemente ejercido por actoresprovenientes de [la] poblacin < . . . > Estos producen elterritorio partiendo de esta realidad primera dada que es elespacio (166>.

    De este modo, las relaciones espaciales son en ltima

    instacia relaciones de poder, y stas constituyen la

    problemtica

  • CARI TUL.. 1~7 1: 52

    posterioridad , esta perspectiva de la Geografa del

    poder: Paul CLAVAL y Claude RAFPESTIN. Ambos consideran,

    como acabamos de sealar, que la Geografa Poltica debe

    centrarse en lo poltico, en las relaciones de poder; los

    dos parten de la base de que estas relaciones no se pueden

    reducir, de ningn modo, al mbito de lo estatal (170); pero

    el valor de las aportaciones de uno y otro, en relacin con

    la posibilidad de una Geopoltica crtica, es muy diferente.

    Para RAFFESTIN, la Geografa Poltica,

    en tanto que reveladora del poder, puede contribuir a poner encuestin este proceso de hacer naturales los fenmenos dedominacin que se presentan como necesarios para lasupervivencia del grupo

  • flsiRTflJ/fl 7 5,.?

    asegurar la viabilidad de una arquitectura social compleja,

    y la misin de la Geografa Poltica entonces no podra ser

    otra que, en primer lugar, mostrar a los hombres esa

    necesidad y en consecuencia, hacer aceptar a los

    idealistas esa realidad, a fin de que no continen

    sacrificando la organizacin de la sociedad por alcanzar

    una utopa; o lo que es lo mismo, convencer a aquellos que

    se oponen al orden social existente que no intenten

    superarlo, porque en una sociedad tan numerosa la defensa

    del individuo implica la autoridad.

    En cualquier caso, no podemos dejar caer en saco roto los

    problemas que seala CLAVAL respecto de los proyectos

    sociales liberadores; hoy en da es ms cierta que nunca su

    afirmacin de que las ideologas igualitaristas estn

    llenas de contradicciones, cuya importancia se comienza a

    medir

  • APITUL.(3 54

    explicaciones econmicas , aunque no puedan abarcar

    todas las situaciones que presenta la vida poltica en la

    actualidad; sta constituye una posicin ms abierta y,

    desde luego, menos reduccionista de lo que caba imaginar a

    partir de la afirmacin reseada a principio del prrafo, De

    este modo, la explicacin poltica se complementara con la

    explicacin econmica, y la Geopoltica puede as continuar

    incorporando el anlisis de los elementos que constituan la

    esencia de su enfoque tradicional sobre una nueva base, ya

    que

    poder, autoridad e influencia son aspectos consubstanciales contoda la vida social dentro de una rea definida: se derivan dela desigual distribucin de los recursos, de la existencia deposiciones estratgicas, de las ventajas que otorga eltransporte y los servicios de comunicacin y todo tipo deintercambios

    Por otro lado, es fundamental para la Geopoltica el

    hecho de poder reconsiderar las relaciones polticas como

    relaciones de poder , que van ms all de las

    relaciones constituidas en torno al Estado. As pues, la

    Geopoltica puede trascender en su enfoque el Estado y

    constituirse en disciplina demistificadora, liberadora; lo

    que no resulta una ilusin, a pesar de las advertencias de

    RAFFESTIN , cuando seala el discurso geopoltico como

    discurso totalitario; creemos que se trata de incorporar al

    anlisis las perspectivas de otros actores, adems de los

    estatales, para cambiar la unidimensionalidad del discurso

    tradicional.

  • /.;4n1ft/t/i? 1 55

    1.3.3. La Geografa poltica humanista

    Se viene produciendo en los ltimos tiempos un creciente

    nmero aunque, a nuestro juicio, todava insuficiente de

    aportaciones a la subdisciplina de la Geografa Poltica por

    parte de gografos que podemos considerar humanistas, es

    decir, que buscan reconciliar la ciencia social y el

    hombre, acomodar comprensin y juicio, objetividad y

    subjetividad, y materialismo e idealismo . En otras

    palabras, consideran al individuo como parte integrante

    fundamental de la explicacin en Ciencias Sociales, y aunque

    no rechazan, ni mucho menos, la existencia de estructuras

    subyacentes, pretenden realizar una ciencia social

    antropocntrica, es decir, que en la misma la accin y la

    conciencia humana desempean un papel activo y central.

    En una de las propuestas ms elaboradas para el

    desarrollo de una Geografa Poltica humanstica, BRUNN y

    YANARELLA la definen como aquella que se ocupa de

    poner de manifiesto los procesos sociales dinmicos por mediode los que las dimensiones espaciales del mundo social y naturalson organizadas y reorganizadas en campos geogrficamentedelimitados y simblicamente significativos por gruposnacionales y transnacionales

    El procedimiento que se propone para esta tarea pone el

    nfasis en las dimensiones fenomenolgicas y experienciales

    de la realidad social. Se tratan de forma especial los

    problemas de las ideologas territoriales, o si se prefiere,

    el significado del territorio para los actores polticos, y

    conceptos como los de sentido del lugar , iconografa estatal o

    nacionalismo

  • CAPIUJLL) .7 56

    anlisis. Por tanto, los problemas de percepcin del

    territorio constituyen una de las columnas de la geografa

    humanstica, pero junto a ellos aparece la preocupacin por

    el modo en el que se ha construido socialmente el espacio,

    que no se puede considerar como una estructura previa

    determinante.

    Una aproximacin cultural humanista a la Geopoltica

    tiene un gran inters, ya que nos permite vincular la

    sociedad civil, y en ltima instancia el individuo, con el

    Estado, pero no de arriba abajo, es decir, como sbditos o

    ciudadanos de este ltimo, sino en sentido contrario, como

    constructores de esa entidad espacial. Como seala SMITH,

    este tipo de enfoque examina la base sobre la que el Estado

    se funda y organiza, y a travs de la cual justifica sus

    acciones territoriales, tanto domstica coma globalmente

  • CA(->1 TUi 1? 1 57

    1.3.4. Elementos para definir y desarrollar una Geopoltica

    crtica

    Tras haber repasado, someramente, en primer lugar, cmo

    se conforma la tradicin geopolitica moderna, y ahora,

    cules son las corrientes que estn contribuyendo a

    recomponer la Geopoltica, ya nos encontramos en disposicin

    de enfrentarnos a la tarea de delimitar qu cabe entender

    como una Geopoltica crtica.

    Ya hemos mencionado antes (186> que la expresin

    Geopoltica crtica fue utilizada por primera vez al

    menos, en lo que alcanzamos a conocer por OTUATHAIL y por

    DALBY. Este ltimo se propuso el desarrollo de una teora

    crtica de la Geopoltica, que defini como

    la investigacin de cmo un conjunto particular de prcticasllega a ser dominante y excluye otro conjunto de prcticas. Endonde el discurso convencional acepto las circunstanciasactuales como dadas, naturalizadas, una teora crtica seplantea preguntas sobre cmo han llegado a ser tal cual son

  • C.41-rr/ILL7 58

    el anlisis centra, as, la atencin sobre cmo estos discursosse usan en poltica; y se enfoca en las prcticas discursivas,o, en otras palabras, en cmo se construye y usa el discurso

  • CARL TUTU .7 59

    constituye parte integrante fundamental sin el que no se

    puede explicar el sistema completo.

    A fin de comprender el espacio global, planetario,

    tambin como producto social hay que superar las dos

    disimulaciones que sealaba LEFEBVRE (194): la ilusin de

    la transparencia~~ y la ilusin realista, es decir, la

    creencia en la explicacin simblica o en la materialista,

    exclusiva y excluyentemente. Una aproximacin ms holstica

    a la Geopoltica crtica parece ser necesaria entonces, y en

    este sentido el enfoque que propone OTUATHAIL puede sernos

    de suma utilidad El concepto de una cultura de la Geopoltica es una posicinontolgica mucho ms slida porque no reifica ni lo econmiconi lo poltico, sino que postula una relacin dialctica(interconectada) entre los dos (mbitos] dentro de ini contextohistrico de prcticas significantes

  • CARITULLJ 1 60

    planteaban las Geopolticas clsicas.

    La cuestin surge con fuerza en el momento de la

    renovacin crtica de la Geopoltica a resultas de la

    consideracin de que el espacio es un producto social. Al

    entenderlo como algo que se produce, el proceso de

    produccin ha de partir de alguna materia prima, que, como

    seala LEFEBVRE, no puede ser otra que la naturaleza

    (197); podra parecer entonces que cabria la posibilidad de

    distinguir entre un espacio natural, preexistente, y un

    espacio social , resultante, eso s , de un proceso de

    produccin mucho ms complejo que el de cualquier otra

    mercanca

  • APITUL 0 1 81

    indiferenciado fsicamente, sin variaciones climticas, de

    vegetacin, de relieve, etc.; peculiaridades cuyo uso.

    impacto o significado ser determinado, a su vez, por

    procesos econmicos, polticos, culturales, etc.; es decir,

    que no se pueden entender los unos sin los