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Las afasias

Alfredo Ardila

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

2005

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Primera edición, 2005D.R.© 2005, UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

Coordinación EditorialFrancisco Rojas González 131Col. Ladrón de Guevara44600 Guadalajara, Jalisco, México

Producción:Centro Universitario deCiencias Sociales y HumanidadesEditorial CUCSH-UdeG

Guanajuato 1045Col. La Normal44260, Guadalajara, Jalisco, México

Centro Universitario deCiencias Biológicas y AgropecuariasInstituto de NeurocienciasRayo 2611, Col. Jardines del Bosque44520, Guadalajara, Jalisco, México

Impreso y hecho en MéxicoPrinted and made in Mexico

ISBN 970-27-0761-7

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I DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE AFASIA

Periodo preclásicoPeriodo clásicoPeriodo modernoPeriodo contemporáneo

II ¿QUÉ ES AFASIA?Clasificacion de las afasias

III DAÑO CEREBRAL EN LA AFASIA

Accidentes cerebrovascularesClasificaciónSintomatologíaTerritorios vasculares

Traumatismos craneoencefálicosClasificaciónSintomatología

TumoresClasificaciónSintomatología

InfeccionesClasificasiónSintomatologíaTratamiento

Enfermedades nutricionales y metabólicasEnfermedades degenerativasExámenes clínicos y paraclínicosCaso 1: Tumor parietal izquierdo

Historia de la enfermedadEvaluación del lenguaje

1313152528

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454546495053545556565858596161626264676768

ÍNDICE

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Pruebas aplicadasResultados de la evaluaciónConclusión

Caso 2: Traumatismo craneocencefálico cerradoHistoria de la enfermedadEvaluación del lenguajePruebas aplicadasResultados de la evaluaciónConclusión

IV ERRORES LINGÜÍSTICOS EN LAS AFASIAS

ParafasiasRepeticiónDenominación

Anomia en producción de las palabrasAnomia en la selección de las palabrasAnomia semánticaTipos especiales de anomia

V AFASIAS PERISILVIANAS

Afasia de Broca Afasia de conducción Afasia de Wernicke

Caso 3: Afasia de Broca con acento extranjeroHistoria de la enfermedadEvaluación del lenguajePruebas aplicadasResultados de la evaluaciónConclusión

Caso 4: Afasia de WernickeHistoria de la enfermedadEvaluación del lenguajePruebas aplicadasResultados de la evaluaciónConclusión

696971727273737376

7777818586888989

939398

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VI AFASIAS EXTRASILVIANAS

Afasia extrasilviana motoraAfasia extrasilviana motora tipo IAfasia extrasilviana motora tipo II

Afasia extrasilviana sensorialAfasia extrasilviana sensorial tipo IAfasia extrasilviana sensorial tipo II

Afasia extrasilviana mixtaTrastornos del lenguaje y el habla de origen subcortical

Afasia del cuadrilátero de MarieAfasia estriato-capsularEnfermedades de Huntington y de ParkinsonAfasia talámicaParticipación de la ínsula en el lenguajeTrastornos del lenguaje de origen cerebeloso

Caso 5: Afasia del área motora suplementariaHistoria de la enfermedadEvaluación del lenguajePruebas aplicadasResultados de la evaluaciónConclusión

VII ALEXIA

Desarrollo históricoSíndromes aléxicos clásicos

Alexia parieto-temporalAlexia occipitalAlexia frontalAlexia espacial

Otras variedades de alexiaAlexias afásicasHemialexiaAlgunas formas especiales de alexia

123123125128129132133135

136138140145145148149151151152152152154

155156160160161164165171171173173

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Modelos psicolingüísticos y cognitivos de las alexias

Alexias (dislexias) centralesAlexias (dislexias) periféricas

Caso 6: Alexia sin agrafiaHistoria de la enfermedadEvaluación del lenguajePruebas aplicadasResultados de la evaluaciónConclusión

VIII AGRAFIA

Desarrollo históricoModelos agráfios clásicos

Agrafias afásicasAgrafias no afásicasOtras alteraciones en la escritura

Modelos psicolingüísticos de las agrafiasAgrafias (disgrafias) centralesAgrafia (disgrafias) periféricas

Caso 7. Agrafia progresivaHistoria de la enfermedadEvaluación del lenguajeConclusión

IX TRASTORNOS ASOCIADOS

HemiparesiaDefectos sensoriales

Defectos somatosensorialesDefectos en el campo visual

ApraxiaApraxia del lenguaje

AgnosiaAcalculia

Acalculia primaria

174177183188188189190190191

195195197197203210213213216218218218222

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Acalculias secundariasAcalculia aléxicaAcalculia agráficaAcalculia frontalAcalculia espacial

Síndrome de GerstmannCaso 8. Apraxia verbal

Historia de la enfermedadEvaluación del lenguajePruebas aplicadasResultados de la evaluaciónConclusión

X EXAMEN DE LAS AFASIAS

Batería de pruebasPrueba de Boston para el diagnóstico de las afasiasExamen multilingüe de las afasiasPrueba de Minnesota para el diagnóstico diferencial de las afasiasÍndice Porch de habilidad comunicativa (PICA)Batería de las afasias de WesternPrueba de afasia para bilingües

Examen de habilidades lingüísticas específicasPrueba de denominación de BostonPrueba de las fichasPruebas de lectura, escritura y gramática en españolPruebas de fluidez verbal

XI RECUPERACIÓN Y REHABILITACIÓN

Recuperación espontáneaEtapas en la recuperaciónFactores que influyen sobre la recuperaciónEfectos de la rehabilitación

237239241242243243245245245246246248

251254

254255258259259260262262262263

265268

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Metas de la rehabilitacionAlgunos métodos de terapia en las afasias

Técnica de facilitación de los estímulosTécnicas de aprendizaje programadoTécnica de desbloqueoReorganización del sistema funcionalTerapia melódica entonacionalSistemas alternos de comunicaciónEmpleo de computadores en la rehabilitación de pacientes afásicos

Lenguaje de signosCaso 9: Rehabilitación de la lectura en el síndrome de Balint

Historia de la enfermedadEvaluación del lenguajePruebas aplicadasResultados de la evaluaciónPrograma de rehabilitación

XII PROBLEMAS ESPECIALES EN LAS AFASIAS

Aspectos psiquiátricos de la afasiaAfasia e inteligenciaAfasias en bilingüesAfasias infantiles

Afasia en niños como consecuencia de un daño cerebral focalSíndrome de Landau-Kleffner

Caso 10: Afasia disociada en un bilingüe tardíoHistoria de la enfermedadEvaluación del lenguajePruebas aplicadasResultados de la evaluaciónConclusión

Bibliografía

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292292293293293296

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CAPÍTULO 1Desarrollo histórico del concepto de afasia

El estudio acerca de la organización cerebral del len-guaje y el análisis de sus alteraciones en caso de patolo-gía cerebral tiene apenas un poco más de un siglo,aunque el material producido ha sido enorme en su can-tidad y polémico en su contenido. Este tipo de análisisha permitido avanzar notoriamente en nuestra compren-sión acerca de la organización del sistema nervioso.

Distinguiremos cuatro periodos en el desarrollo delos conceptos acerca de las relaciones cerebro-lenguaje:el periodo preclásico abarca hasta 1861; el periodo clási-co de 1861 a 1945, aproximadamente hasta la SegundaGuerra Mundial; el periodo moderno o posterior a laSegunda Guerra Mundial de 1945 a 1975, y el periodocontemporáneo desde 1975 hasta la fecha, aproximada-mente, desde la introducción de las técnicas imageno-lógicas contemporáneas.

PERIODO PRECLÁSICO

Se considera que la primera referencia conocida sobreuna alteración del lenguaje en caso de daño cerebralapareció en Egipto hacia el año 3500 a.C., pero la pri-mera referencia que reconoce claramente el papel delcerebro en las pérdidas verbales se encuentra en el cor-pus de Hipócrates, alrededor de 400 a.C. (Benton, 1964).Hipócrates se refiere a dos tipos diferentes de altera-ciones: afonos y anaudos como subtipos de pérdidas lin-güísticas. Durante el periodo romano, Valerius Maximum

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LAS AFASIAS

describió el primer caso de alexia traumática. En esemomento histórico, sin embargo, la actividad cognos-citiva se relacionaba más estrechamente con los ven-trículos cerebrales que con el cerebro mismo (1981).

Durante los siglos XV-XIX se publicaron diferentesreportes relacionados especialmente con patologías dellenguaje. Antonio Guaneiro describió en el siglo XV dospacientes afásicos, uno de ellos con un lenguaje fluenteparafásico y el otro con una afasia no fluida. La primeradescripción de un caso de alexia sin agrafia se encuen-tra en Gerolamo Mercuriale. Johann y Peter Schmitt,en el siglo XVII describieron varios pacientes afásicoscon diferente sintomatología, incluyendo la incapacidadpara denominar y repetir. Durante el siglo XVIII se re-portaron diferentes trastornos cognoscitivos, especial-mente verbales: anomia y jerga (Gesner), agrafia (Linné),capacidad preservada para cantar (Dalin), y aun diso-ciación en la habilidad para leer en diferentes lenguas(Benton, 1981; De Bleser, 2001).

Durante el siglo XIX aparecieron múltiples descrip-ciones referentes a las secuelas posibles del daño cere-bral sobre la actividad comportamental. Bouillaud, en1825, distinguió dos tipos de patologías del lenguaje co-rrespondientes en general a las formas motora y senso-rial de afasia: el articulatorio y el amnésico. En 1843,Lordat propuso una dicotomía similar al distinguir lapérdida en la habilidad para producir palabras (asinergiaverbal) de la pérdida en la habilidad para recordar pala-bras (amnesia verbal). Ogle, en 1867, utilizó el términoagrafia para referirse a la pérdida adquirida en la capa-cidad para escribir.

Hacia finales del siglo XVIII y comienzos del sigloXIX, Franz Gall formuló una nueva doctrina particular-mente influyente durante el siglo XIX: los hemisferioscerebrales del hombre están compuestos por varios ór-

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DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE AFASIA

ganos independientes que sustentan sus diferentes cua-lidades intelectuales y morales. El lenguaje, por ejem-plo, depende de la región orbital de los lóbulos frontales;esta región se encuentra anormalmente aumentada yconlleva a la protrución de los ojos (ojos de buey) en per-sonas con excelente memoria verbal, pero también contalento para el lenguaje y la literatura. El punto de vistade Gall, llamado frenología, ha sido frecuentemente ri-diculizado por lo ingenuo que nos parece hoy en día ala luz de los conocimientos científicos actuales. Sinembargo, poco se ha enfatizado en el papel decisivo quejugó al plantear en forma explícita que toda la actividadcognoscitiva, por compleja que sea, es una resultantede la actividad cerebral.

PERIODO CLÁSICO

Como parte de un prolongado debate en una reuniónde la Sociedad Antropológica de París, se presentó acomienzos de 1861 un cráneo primitivo, con el supues-to de que existía una relación directa entre la capaci-

FIGURA 1Franz Gall y su mapa de las áreas cerebrales relacionadas con

distintos procesos psicológicos

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dad intelectual y el volumen limitado del cerebro. Enabril del mismo año, falleció un paciente que habíaperdido el lenguaje y que fue estudiado por uno de losmiembros de la sociedad. El examen posmortem demos-tró una gran lesión frontal posterior y Paul Broca (1863)presentó este caso como evidencia a favor de un puntode vista localizacionista, sugiriendo que ya que el pa-ciente había perdido el lenguaje (afemia) luego de unalesión frontal, la capacidad para hablar podía localizar-se en la porción inferior posterior del lóbulo frontal, almenos en este caso. Naturalmente, esta aseveración des-encadenó un gran debate, pero se vio reforzada por elreporte posterior de nuevos casos similares. Más tarde,Broca llamó la atención del mundo científico sobre elhecho de que solamente el hemisferio izquierdo se en-contraba alterado en caso de pérdidas del lenguaje. Pro-puso que cuando un paciente perdía la capacidad parahablar, la patología se localizaba en el hemisferio iz-quierdo, en tanto que las lesiones que comprometíanla misma región en el hemisferio derecho, no llevabana una pérdida en la capacidad lingüística. En 1865 de-claró: “La afemia se relaciona con lesiones de la terceracircunvolución frontal del hemisferio izquierdo del ce-rebro” (p. 200). Actualmente se acepta que este dramá-tico hallazgo había sido ya reportado unos 25 años antespor Dax, pero que su trabajo nunca fue publicado y sureporte permaneció virtualmente desconocido hasta laépoca de Broca.

Un acalorado debate se desarrolló en torno a cómodenominar esta alteración en el lenguaje, inicialmentedesignada por Broca como afemia. Lordat había emplea-do previamente el término alalia, y Trousseau (1865) des-acreditó el nombre de afemia, el cual, según su opinión,era un sinónimo del término infamia, y lo remplazó porla palabra afasia. El término afasia finalmente triunfó.

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DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE AFASIA

FIGURA 2Paul Broca

El segundo gran avance en el enfoque localizacio-nista del lenguaje, y por ende de toda la actividad cog-noscitiva, se presentó con la publicación de la tesisdoctoral de un estudiante alemán, Karl Wernicke, en1874. Wernicke propuso la existencia de dos tipos deafasia: motora y sensorial, separables clínicamente; apo-yó su punto de vista con base en correlaciones clínico-anatómicas. Posteriormente postuló un tercer tipo deafasia que denominó afasia de conducción, basándose

FIGURA 3Karl Wernicke

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en la descripción diagramática de las áreas del cerebroque participan en el lenguaje. Más tarde, propuso juntocon Lichtheim un modelo de clasificación de las afasiasusualmente conocido como el esquema de Lich-theim-Wernicke.

Luego de la presentación inicial de Wernicke, se hi-cieron populares, tanto la búsqueda de correlacionesclínico-anatómicas de las diferentes variedades de afasia,como el empleo de diagramas para explicar las altera-ciones en el lenguaje. Aparece en esta época toda unaplétora de esquemas y clasificaciones de diferentessíndromes neuropsicológicos. Los localizacionistas su-ponían que áreas específicas del cerebro (centros) eranesenciales en aspectos particulares de la actividad psi-cológica, y demostraban este supuesto a través de corre-laciones entre defectos específicos y exámenesposmortem, enfatizando que la patología se localizabaen sitios específicos del cerebro. Los hallazgos clínicosusualmente se expresaban utilizando el lenguaje psico-lógico de la época (imágenes auditivas, impercepción,esquemas verbales, ceguera psíquica, etc.) y las asocia-ciones clínico-anatómicas usualmente se referían a losefectos de la patología cerebral sobre estas supuestasfunciones. Se propuso un centro glosoquinético, un centrode la escritura, un centro de las imágenes auditivo-verbales,un centro de la lectura, etc., supuestamente demostradosa través de correlaciones clínico-anatómicas. Entre losmuchos investigadores que aportaron a este enfoqueinicial deben mencionarse Lichtheim (1885), Charcot(1877), Bastian (1898), Kleist (1934) y Nielson (1936).

La primera descripción sobre alteraciones perceptua-les consecuentes al daño cerebral la realizó Munk en1881. Munk observó que los perros con una destrucciónparcial pero bilateral de los lóbulos occipitales no po-dían reconocer (reaccionar apropiadamente) ante los

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objetos previamente conocidos, a pesar de que lograbanevitar los obstáculos colocados en su camino. Munk in-terpretó esta incapacidad para reconocer visualmente,en ausencia de ceguera, como una pérdida de la memo-ria de las imágenes de la experiencia visual previa, y serefirió a este fenómeno como ceguera psíquica. Lissauer(1890) presentó una primera descripción detallada deeste fenómeno a nivel humano. Y Freud (1891) introdu-jo el término agnosia, que finalmente reemplazó la de-nominación de ceguera psíquica utilizada por Munk,asimbolia utilizada por Finkelnburg (1870), e impercep-ción propuesta por Jackson (1864). Más tarde el términoagnosia se utilizó para referirse no sólo a alteracionesperceptuales en el sistema visual, sino también a las al-teraciones perceptuales auditivas (agnosias auditivas); alos trastornos perceptuales somatosensoriales (agnosiastactiles), a los defectos en la percepción del propio cuer-po (agnosias somáticas o asomatognosias), y a las fallasen el reconocimiento espacial (agnosias espaciales).

Durante este periodo de las correlaciones clínico-ana-tómicas, un grupo importante de investigadores se adhi-

FIGURA 4Esquema de Lichtheim-Wernicke

Existen siete formas diferentes de afasia.Una afasia puede ser motora (m) o sen-sorial-auditiva (a). En cada uno de estoscasos puede ser subcortical (5,7) cortical(1,2) o transcortical (4,6). Existe ademásla afasia de conducción (3).

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rió a otro punto de vista bastante diferente sobre los tras-tornos consecuentes al daño cerebral, partiendo de unainterpretación más holística y global sobre el cerebro.Hughlings Jackson (1864), neurólogo inglés, consideráestas alteraciones cognoscitivas desde un punto de vistadinámico y psicológico, más que estático y neuroanató-mico; se refirió a lo que denominó como síntomas dedecremento (pérdida específica resultante del daño) y sín-tomas de incremento (aumento de otras funciones comoconsecuencia del decremento de una función particular)en caso de daño cerebral. Lo que encontramos en el pa-ciente no es únicamente el efecto de la lesión en un sitioparticular del cerebro, sino la resultante de los cambiosglobales que ha sufrido el cerebro. La opinión de Jacksonno fue aceptada durante muchos años, y mucho menosintegrada en la literatura, pero finalmente logró una in-fluencia considerable. Igualmente, Sigmund Freud, en sumonografía sobre las afasias publicada en 1891, recibióuna gran influencia de Jackson y criticó abiertamente alos constructores de diagramas. Su monografía, sin embar-go, mereció muy poca atención (se vendieron únicamen-te 257 copias en 10 años), y fue sólo hasta la presentacióndramática de Pierre Marie, en 1906, que el punto de vistaholístico recibió suficiente atención. Marie presentó unartículo irreverentemente denominado “La tercera cir-cunvolución frontal no desempeña ningun papel espe-cial en las funciones del lenguaje”, el cual reabrió unantiguo desacuerdo. Se llevó entonces a cabo un nuevodebate similar al realizado en 1861, en el que Dejerine,un proponente del punto localizacionista clásico, se opu-so al punto de vista holístico de Marie. Aunque no se lo-graron acuerdos importantes, la influencia del punto devista holístico creció notoriamente, logrando un númeroimportante de adherentes durante la primera parte delsiglo xx, entre los cuales debe mencionarse a Head

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DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE AFASIA

(1926), Wilson (1926), Pick (1931), Weisenburg y McBride(1935), Wepman (1951) y Bay (1962).

En 1900, Liepmann introduce el concepto de apraxia,como una incapacidad para realizar determinados mo-vimientos bajo la orden verbal, sin que exista parálisisde la extremidad correspondiente. Sin embargo, ya en1871, Steinthal se había referido a los trastornos en larelación entre los movimientos y el objeto a que con-ciernen, y en 1880, Gogol había señalado que la utiliza-ción errónea de los objetos puede originarse entrastornos gnósicos. Posteriormente, Wernicke (1874)utilizó el término desaparición de las representacionesmotrices para describir la incapacidad para realizar mo-vimientos previamente aprendidos. Finkelnburg, en1885, se refirió a la asimbolia como una incapacidad parautilizar los signos convencionales, tanto del lenguajecomo de otros sistemas simbólicos, dando como conse-cuencia, la existencia de diferentes formas de asimbo-lia. Meynert, en 1890, se refirió específicamente a laasimbolia motora, como la incapacidad para utilizar ob-jetos debido a una imposibilidad en el “surgimiento delas imágenes de inervación”. Sin embargo, se reconocea Liepmann como el autor del concepto de apraxia.Liepmann (1900) distinguió tres tipos diferentes deapraxia: meloquinética, ideomotora e ideacional.

Se ha considerado que Rieger, en 1909, fue el pri-mer investigador que llamó la atención sobre el hechode que algunos pacientes con daño cerebral presentandificultades en el ensamblaje de figuras. Más tarde Kleist(1912) y posteriormente Poppelreuter (1917), se refirie-ron a una apraxia óptica para describir las dificultadesque tienen algunos pacientes para realizar actividadesque requieren un adecuado control visual de los movi-mientos, tales como dibujar, es evidentemente diferen-ciable de la apraxia idemotora. Diez años después, Kleist

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introdujo el término apraxia construccional para desig-nar las alteraciones en las actividades formativas talescomo ensamblaje, construcción y dibujo, donde la for-ma espacial del producto es inadecuada, sin que existaapraxia para los movimientos simples (apraxia ideomo-tora); existe además una buena percepción visual deformas y adecuada capacidad para localizar los objetosen el espacio, ya que no se trata propiamente ni de unaapraxia ni de una agnosia, por lo que algunos autoresconsideraron que era más adecuado calificarla como unaapractoagnosia (Lange, 1936).

En 1914, Dejerine introdujo el concepto de “área dellenguaje” en el cerebro, la cual incluye la región poste-rior inferior del lóbulo frontal izquierdo (área de Bro-ca), la parte posterior superior del lóbulo temporal yparte del lóbulo parietal. Tal concepto es integrado porlos distintos investigadores en el área. Aunque no todaslas descripciones son exactamente coincidentes, si hayun acuerdo en que la actividad verbal depende del áreaperisilviana del hemisferio izquierdo. Algunas veces seincluye un área limítrofe, cuya destrucción originaríalas llamadas afasias transcorticales.

FIGURA 5Área del lenguaje

Se incluye una región central perisilviana, responsable de los síndromes afási-cos centrales y un área limítrofe responsable de las afasias transcorticales.

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DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE AFASIA

Hacia los años veinte se distinguieron nuevas for-mas de alteraciones en la organización de los movimien-tos. Marie, Bouttiery y Bailey (1922) utilizaron el términoplanotopoquinesia pare referirse a un síndrome que in-cluye además de las dificultades para orientar los movi-mientos espaciales requeridos para vestirse, trastornosen el cálculo y en la orientación en mapas. Posterior-mente esta dificultad para orientar los movimientos re-queridos para vestirse es analizada por Brain (1941),quien se refiere a una forma específica de apraxia delvestirse, definida como la incapacidad para ubicar sinerror la vestimenta en el propio cuerpo.

Henry Head (1926) presenta una aproximación clí-nico-psicológica en el estudio de las afasias. Sin embar-go, muchos afasiólogos, cuyos puntos de vista puedenacertadamente considerarse como clínico-psicológicos,reconocen que el daño en ciertas localizaciones neuroa-natómicas se asocia consistentemente con ciertas for-mas de sintomatología afásica, pero su aproximación allenguaje enfatiza más la evidencia psicológica y lingüís-tica que los hallazgos neurológicos o anatómicos. Lamayoría de los “holistas” mencionados utilizan correla-ciones psicológicas para abordar el problema clínico delas secuelas del daño cerebral.

Von Monakow (1914) afirmó que no existen afasias(o amnesias o agnosias o apraxias), sino pacientes afá-sicos (o amnésicos o agnósicos o apráxicos). Postulóque toda patología cerebral se acompaña de una granárea circundante alterada (efecto de diasquisis), respon-sable de la variabilidad en los cuadros clínicos obser-vados. Aceptó que las lesiones en áreas específicas delcerebro eran responsables de síndromes específicos, peroconsideró que la diasquisis podía comprometer porcio-nes tan variables del cerebro, como para hacer imposi-ble en casos particulares la localización de la patología

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subyacente a la función alterada. El concepto de dias-quisis ha tenido una particular importancia desde en-tonces.

Los psicólogos de la gestalt, mejor ejemplificados porGoldstein (1948) y Conrad (1949), promovieron el enfo-que holístico en neuropsicología. El daño cerebral in-terfiere con la función básica (gestalten), con unasintomatología variable derivada de las variación en laalteración de la organización cerebral total. El enfoquegestáltico substituyó los conceptos psicológicos de lasteorías neuroanatómicamente basadas, y logró una graninfluencia en todas las esferas de la psicología, inclu-yendo las explicaciones psicológicas de las alteracionesdel lenguaje. El apoyo científico para el enfoque holísticoprovino también de la experimentación animal deLashley (1929). Sus trabajos iniciales sugirieron que lafunción cerebral no era el producto de una estructuraneuroanatómica específica, sino que resulta de la parti-cipación integrada de una masa extensa de tejido cere-bral. Lashley y sus seguidores introdujeron medicionesestrictas y técnicas observacionales en psicología, peroal final, estos estudios terminaron afirmando la impor-tancia de estructuras cerebrales específicas en diferen-tes funciones psicológicas. En tanto que la mayoría delos estudios contemporáneos sobre las afasias no pue-den aceptar el punto de vista completamente gestálticopropuesto inicialmente, algunos autores mantienen aúncierta posición holística, o aceptan porciones del enfo-que dinámico, holístico. Su influencia continúa siendoen alguna medida importante.

Hacia mediados del siglo XIX, ya se habían descritola mayoría de los síndromes neuropsicológos, y se co-nocía suficientemente la participación de cada hemis-ferio cerebral en diferentes procesos neuropsicológicos(tabla 1).

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DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE AFASIA

TABLA 1Principales síndromes observados en caso de lesiones

del hemisferio derecho e izquierdo

Función Hemisferio derecho Hemisferio izquierdo

Lenguaje oral Aprosodia AfasiaEscritura Agrafia espacial Agrafia afásicaLectura Alexia espacial Alexia globalCálculo Acalculia espacial Acalculia primariaMúsica Amusia Análisis musicalPraxis Apraxia construccional Apraxia ideomotoraPercepción espacial Agnosia topográfica Agnosia simultáneaPercepción corporal Hemiasomatognosia AutotopagnosiaMemoria Amnesia experiencial Amnesia semánticaAfecto Reacción indiferente Reacción catastrófica

PERIODO MODERNO

Durante el periodo de la Segunda Guerra Mundial y enlos años posteriores, no sólo en los países europeos sinotambién en todo el resto del mundo, el flujo crecientede pacientes heridos de guerra con alteraciones lingüís-ticas resultantes de lesiones cerebrales, incrementó lademanda de procedimientos diagnósticos y rehabilita-tivos. El primer resultado importante posterior a la Se-gunda Guerra Mundial fue la aparición del libro de A.R. Luria La afasia traumática publicado en ruso, en 1947,y en inglés en 1970, el cual presenta una serie de pro-puestas originales acerca de la organización cerebral dellenguaje y de su patología, basadas en la observaciónsistemática de centenares de pacientes heridos de gue-rra durante el periodo bélico. Su influencia en las inter-pretaciones teóricas y clínicas de las afasias ha sidoinmensa. Los puntos de vista de Luria fueron posterior-mente sistematizados en sus libros El cerebro humano ylos procesos psicológicos (1966), Las funciones corticalessuperiores en el hombre (1976), El cerebro en acción (1974)y Fundamentos de neurolingüística (1976).

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LAS AFASIAS

Luria adoptó un punto de vista intermedio entre ellocalizacionismo y el antilocalizacionismo. Señaló quelos procesos psicológicos representan sistemas funciona-les complejos, que requieren de muchos eslabones dife-rentes para su normal realización En condicionesnormales, suponen la participación simultánea de múl-tiples áreas corticales. Cada área cortical se encuentraespecializada en una forma particular de procesamien-to de la información, pero tal procesamiento específicopuede participar en diferentes sistemas funcionales. Así,por ejemplo, la primera circunvolución temporal delhemisferio izquierdo participa en la discriminaciónfonológica, y su daño implica dificultades en todos lossistemas funcionales que requieren de la discriminaciónfonológica. Propone entonces una clasificación de lostrastornos afásicos basada en qué nivel específico dellenguaje se encuentra alterado. También propone unametodología para la evaluación de los trastornos del len-guaje fundamentada en el análisis de los errores: el cri-terio de correcto-incorrecto en una prueba no es tanimportante como el análisis de las características de loserrores producidos por el paciente y de los errores aso-ciados con otras habilidades (análisis sindromático).

Desde mediados de los años sesenta, las interpreta-ciones clínicas y teóricas de los procesos cognoscitivosen general y del lenguaje en particular, estuvieron enEstados Unidos y en gran parte del mundo occidentaldirigidas por N. Geschwind y el denominado Grupo deBoston. Geschwind adoptó una explicación de lossíndromes corticales en términos de trasmisión de in-formación entre centros corticales. Su enfoque conexio-nista ha sido particularmente influyente durante lasúltimas décadas. En 1962, publicó su primer artículo enesta dirección, y en 1965, apareció su trabajo más clási-co “Disconnection syndromes in animals and man”. Este

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DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE AFASIA

año organizó en el Boston Veterans Administration Hos-pital, el Centro de Investigación de las Afasias, que nosólamente dirigió las interpretaciones teóricas y lasaproximaciones clínicas a las afasias, sino que tambiénentrenó una miríada de profesionales provenientes dediferentes partes del mundo. Además de sus interpreta-ciones de los síndromes corticales como síndromes dedesconexión, Geschwind desarrolló fuertemente lasideas clásicas de Wernicke. Su clasificación de lostrastronos afásicos, claramente sigue la interpretaciónclásica de Wernicke-Lichtheim.

Durante este periodo en diferentes países se desa-rrolla notoriamente la investigación. En Francia Hécaen(1962, 1964, 1976, 1978) realiza importantes contribu-ciones en diversas áreas pero especialmente en el estu-dio de la asimetría cerebral y la organización dellenguaje. En Italia, De Renzi, Vignolo y Gainotti traba-jan sobre alteraciones afásicas del lenguaje y habilida-des construccionales y espaciales en particular. Poeck,en Alemania, realiza aportes significativos en múltiplesáreas, particularmente en el campo de las afasias y lasapraxias. En 1958 se crea en el Instituto de Neurologíade Montevideo (Uruguay) el llamado “Laboratorio de

FIGURA 6Alexander

Romanovich Luria

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LAS AFASIAS

Afecciones Corticocerebrales”. En Inglaterra, Weigl,Warrington y Newcombe trabajan sobre lenguaje, y al-teraciones perceptuales. En España, bajo la direcciónde Barraquer-Bordas, se crea un importante grupo detrabajo. Y en general, en todos los países europeos sedesarrollan grupos de investigación dedicados al análi-sis de la organización cerebral de la actividad cognosci-tiva y en particular del lenguaje.

PERIODO CONTEMPORÁNEO

Desde mediados de 1975, la afasiología ha tenido un cre-cimiento notorio en aspectos, tanto teóricos como prác-ticos, relativos a la organización cerebral del lenguaje ysu trastornos en caso de patología cerebral. Estos avan-ces se podrían sintetizar en los siguientes puntos:

* Surgimiento de las imágenes cerebrales.* Utilización de pruebas estandarizadas en el diagnós-

tico.

FIGURA 7Harold Gioodglass y Frank Benson

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DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE AFASIA

* Fortalecimiento del área de la rehabilitación.* Aumento en el número de publicaciones.* Integración conceptual.

La introducción y difusión de las técnicas image-nológicas contemporáneas, especialmente de la esca-

FIGURA 8Henri Hécaen

FIGURA 9TAC correspondiente a un paciente con una afasia de Broca

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30

LAS AFASIAS

nografía cerebral o tomografía axial computarizada (TAC),implicaron una verdadera revolución en todas las cien-cias neurológicas. Muchos conceptos acerca de la orga-nización cerebral del lenguaje son al menosparcialmente redefinidos. Se obtuvieron correlacionesclínico-anatómicas más precisas para diferentessíndromes y se introdujeron nuevas distinciones y cla-sificaciones (Kertesz, 1983, 1994; Damasio y Damasio,1989). El interés en la patología del lenguaje se extien-de mucho más allá del área perisilviana clásica del len-guaje descrita por Dejerine. Aunque aún no se disponede respuestas definitivas, y el debate continúa, es cla-ro que se ha presentado en cierta medida un replan-teamiento general acerca de la organización cerebralde los procesos verbales.

Durante los años noventa se fortalece la investiga-ción utilizando imágenes, ya no anatómicas sino fun-cionales, en particular, la resonancia magnética

FIGURA 10Superposición tomográfica sobre una plantilla estandar de las

lesiones de 13 pacientes con afasia de Wernicke

Fuente: Ardila, Rosselli y Pinzón (1989).

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31

DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE AFASIA

funcional (FMRI) y la tomografía por emisión depositrones (PET), que han permitido visualizar la acti-vidad cerebral durante la realización de diferentes ta-reas verbales (hablar, leer, pensar en palabras) (figuras11 y 12). Además, surgió un nuevo modelo en la inter-pretación de la organización cerebral de la cognición:el modelo funcional, pues hasta este momento se habíautilizado un modelo lesional.

Se ha observado igualmente un empleo crecientede procedimientos estandarizados de evaluación. Algu-nas pruebas y baterías de pruebas de evaluación hanllegado a ser extensamente utilizadas en diferentes paí-ses, por ejemplo: la prueba de Boston para el diagnósti-co de las afasias, la prueba de las fichas (token test), laprueba de denominación de Boston, etc. Un gran esfuer-zo se ha dedicado a la normalización y estandarizaciónde estas pruebas de diagnóstico, tanto en poblacionesnormales como patológicas.

La rehabilitación de las secuelas verbales de lesio-nes ha atraído un enorme interés últimamente. Se hanpropuesto nuevas técnicas, como la terapia melódico-entonacional y los centros de rehabilitación y entrena-miento se han multiplicado notoriamente a través detodo el mundo. Igualmente, el número de pacientes afá-sicos que siguen procedimientos rehabilitativos ha au-mentado considerablemente.

Durante los últimos años, la cantidad de publicacio-nes internacionales, tanto en forma de libros como de re-vistas especializadas, ha crecido en forma, sorprendente,dando testimonio de la importancia cada vez mayor de laafasiología dentro del mundo científico contemporáneo:

American journal of speech language pathologyAnnals of neurologyAphasiology

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32

LAS AFASIAS

Archives of neurologyBrainBrain and languageCortexJournal of communication disordersJournal of neurolinguisticsJournal of psycholinguistic researchJournal of speech, language, and hearing researchJournal of the international neuropsychological societyNeurologyNeuropsychologiaNeuropsicología, neuropsiquiatría y neurocienciasRevue de neurologie

Progresivamente se ha logrado un cuerpo de cono-cimientos básicos en neuropsicología acercándonos auna integración conceptual. Diferentes modelos teóri-cos han florecido y actualmente se hace un esfuerzopor integrar las observaciones obtenidas en pacientescon patologías cerebrales, con más observaciones resul-tantes de imágenes funcionales del cerebro (métodolesional y método funcional). Las discrepancias sobre lainterpretación teórica de la organización del lenguajeen el cerebro son cada día menores.

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33

DESARROLLO HISTÓRICO DEL CONCEPTO DE AFASIA

FIGURA 11Resonancia magnética funcional (FMRI)

Fluidez verbal semántica

Encontrar palabras correspondientes a una categoría semántica. Se encuentraactivación de la región posteior del lóbulo temporal medio.Fuente: www.mch.com/clinical/radiology/fmri con permiso de sus autores,Altman N. y Bernal B.

FIGURA 12Resonancia magnética funcional (FMRI)

Fluidez verbal fonológica

Encontrar palabras que empiecen con una letra particular. Se observa activa-ción en la parte anterior del área de Broca y en el área 37 de Brodman.Fuente: www.mch.com/clinical/radiology/fmri con permiso de sus autores,Altman N. y Bernal B.

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CAPÍTULO 2¿Qué es afasia?

Afasia es una alteración en la capacidad para utilizar ellenguaje (Bein y Ovcharova, 1970); un déficit en la co-municación verbal resultante del daño cerebral (Hécaen,1977); una pérdida adquirida en el lenguaje como resul-tado del algún daño cerebral, caracterizada por erroresen la producción (parafasias), fallas en la comprensióny dificultades para hallar palabras (anomia) (Kertesz,1985); o simplemente, una pérdida o trastorno en el len-guaje causada por un daño cerebral (Benson, 1979).

Afasia se refiere, en consecuencia, a una alteraciónadquirida en el lenguaje oral. Las afasias pueden pre-sentarse durante o después de la adquisición del len-guaje. Se deben distinguir dos tipos diferentes deanormalidades en el lenguaje infantil: disfasia de desa-rrollo, un retardo o trastorno en la adquisición normaldel lenguaje y afasia infantil, una pérdida del lenguajeresultante de algún tipo de daño cerebral, producidoantes de que se alcance su adquisición completa (Woods,1985b).

CLASIFICACIÓN DE LAS AFASIAS

Desde los tiempos de Wernicke, los investigadores clíni-cos han mostrado una tendencia notoria a separar va-riedades de afasia con base en las características dellenguaje. Sin embargo, un síndrome exacto es tan infre-cuente en la afasia como en cualquier otro trastornoneuropsicológico o neurológico. De hecho, al menos la

[35]

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36

LAS AFASIAS

mitad de los trastornos afásicos hallados en la prácticaclínica, deben considerarse como afasias mixtas.

Diferentes variedades de afasia han sido propuestasen la literatura. Más aún, un mismo nombre ha llegado aser utilizado en dos clasificaciones distintas para referir-se a síndromes clínicos radicalmente diferentes. Losantilocalizacionistas, por otra parte, siguiendo la tradi-ción de Marie, han intentado estudiar las afasias sin dife-renciar grupos de síndromes, para hallar que aun así serequiere alguna sistematización. Se necesita un análisiscuidadoso de las clasificaciones de los síndromes afási-cos para entender a cabalidad sus características clínicas.

Una forma de simplificar el problema ha sido utili-zar dicotomías sencillas. La mayoría de los investigado-res contemporáneos utilizan una o varias de estasdicotomías (tabla 1). La más frecuente quizás es la dico-tomía expresivo-receptivo utilizada por Weisenburg yMcBride (1935). Otra dicotomía ampliamente utilizadaes la división entre trastornos de tipo motor y trastornosde tipo sensorial, propuesta inicialmente por Wernicke.Las regiones posteriores de la corteza se relacionan conel procesamiento sensorial y las regiones anteriores des-empeñan un papel motor; esto hace que la dicotomíaasocie el lenguaje con una localización anatómica bási-ca. Aunque de utilidad, esta dicotomía desconoce mu-chas características propias de diferentes tipos de afasias.Lo mismo podría decirse de dos dicotomías frecuente-mente utilizadas en décadas anteriores: la dicotomíafluente-no fluente (Benson, 1967), y anterior-posterior(Goodglass y Kaplan, 1972). Jakobson (1964) proponeuna dicotomía puramente lingüística entre trastornosparadigmáticos y trastornos sintagmáticos del lenguaje,posteriormente incorporada por Luria (1980).

En conjunto, se encuentran más de 20 clasificacionesdiferentes de las afasias. La tabla 2 presenta las principa-

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¿QUÉ ES AFASIA?

TABLA 1Principales dicotomías señaladas en la literatura

para distinguir las dos grandes variantes de las afasias

Expresiva ReceptivaMotora SensorialAnterior PosteriorNo fluida FluidaTrastorno sintagmático Trastorno paradigmáticoTrastorno en la codificación Trastorno en la decodificaciónTipo Broca Tipo Wernicke

les clasificaciones propuestas. Sin embargo, es importan-te tener presente dos puntos: algunas de estas clasifica-ciones han jugado un papel sobresaliente en la prácticaclínica y la investigación fundamental y las confusionesparten básicamente de la denominación y la separaciónde los grupos de afasias, más que de los perfiles clínicosde los trastornos en el lenguaje. Cualquier afasiólogoaceptaría que el daño en la tercera circunvolución fron-tal izquierda y las áreas adyacentes se asocia con un tras-torno caracterizado por un lenguaje agramático nofluente, no importa que se denomine afasia de Broca,afasia motora eferente, o afasia expresiva. Durante losúltimos años se ha logrado un avance considerable en elestablecimiento de correlaciones clínico-anatómicas delos diferentes tipos de afasia, gracias especialmente a laintroducción de las técnicas imagenológicas contempo-ráneas, como son la tomografía axial computarizada(TAC) y la resonancia magnética funcional (FMRI), resul-tando de ello una tendencia creciente a distinguir subti-pos al interior de los distintos síndromes afásicos.

Indudablemente algunas clasificaciones han sidoampliamente aceptadas y utilizadas. Esto es cierto conrespecto a la clasificación de Luria en la antigua UniónSoviética, en los países de Europa Oriental y en Latino-américa. Esto también es cierto con relación al Grupo

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LAS AFASIAS

de Boston (Geschwind, Benson, Goodglass, entre otros)y al mundo angloparlante. La clasificación de Luria par-te del análisis del nivel del lenguaje alterado en unaforma particular de afasia. La clasificación del grupo deBoston utiliza y desarrolla las ideas de Wernicke, y susdos distinciones entre afasias fluentes y no fluentes poruna parte, y afasias corticales, transcorticales y subcor-ticales, por la otra.

El Grupo de Boston (Albert et al., 1981; Benson, 1979;Benson y Geschwind, 1971, 1985; Geschwind, 1967;Goodglass y Kaplan, 1972) distingue tres tipos básicosde afasias corticales: afasia de Broca, afasia de Wernic-ke* y afasia de conducción. Inicialmente propuesta porWernicke en 1874 y descrita por Lichtheim en 1885, paraexplicar las dificultades en el lenguaje repetitivo, la afasiade conducción se basa en una supuesta desconexiónentre las áreas motoras y sensoriales del lenguaje, in-cluyendo las afasias transcorticales o afasias de las áreaslimítrofes del lenguaje.

Lichtheim (1885) denominó como afasia transcor-tical a la habilidad conservada para repetir, asociadacon una notoria reducción del lenguaje espontáneo; pro-puso que la separación patológica entre un área intac-ta del lenguaje y un área cortical no lingüísticadifusamente representada, un supuesto centro concep-tual, constituye la base de las afasias transcorticales.Wernicke aceptó la propuesta de Lichtheim desde suspuntos de vista clínico y teórico. Esta denominaciónfue utilizada posteriormente por varios autores e inte-

* Nombres utilizados para denominar las formas motora y senso-

rial de afasia cortical desde hace varias décadas; el síndrome

lleva el nombre de quien inicialmente lo describió, es decir, Bro-

ca y Wernicke, como es de uso amplio en diferentes áreas de la

ciencia.

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¿QUÉ ES AFASIA?

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996.

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40

LAS AFASIAS

grada dentro del modelo de las afasias del Grupo deBoston (Geschwind, 1967).

Luria (1976, 1977a, 1980) propuso distinguir seis (osiete) tipos de trastornos afásicos. Hasta las años sesen-ta distinguió claramente seis tipos diferentes de afasia:motora eferente o quinética; motora aferente o quines-tésica; acústico-agnósica; acústico-amnésica; semántica,y dinámica. Señaló la posible existencia de un séptimotipo: amnésica (Luria, 1966). Posteriormente, distinguióclaramente siete tipos de trastornos afásicos (Luria,1980). La razón de esta ambigüedad es que Luria no es-taba completamente seguro de si la afasia amnésica eraen realidad un síndrome afásico independiente, o debe-ría incluirse dentro de la afasia semántica y/o acús-tico-amnésica. En sus últimas publicaciones Luria decideconsiderar la afasia amnésica como un cuadro afásicoindependiente. La clasificación y los nombres propues-tos por Luria se basan en el nivel del lenguaje que seencuentra alterado: la discriminación fonémica (acústi-co-agnósica), la memoria léxica (acústico-amnésica), laselección léxica (amnésica), la comprensión de las rela-ciones entre palabras (semántica), la actividad quines-tésica (motora aferente), la realización de movimientosfinos requeridos para hablar y la secuenciación de ele-mentos (motora eferente), y la iniciativa verbal (diná-mica) (tabla 3). Aunque Luria interpretó el lenguajecomo un sistema funcional, desarrolló ampliamente co-rrelaciones clínico-anatómicas. De hecho Luria es pre-cursor del procedimiento de superposición de lesionespara hallar áreas críticas del cerebro responsables deun tipo particular de trastorno afásico.

La existencia de procedimientos cada día mássofisticados para realizar correlaciones clínico-anatómi-cas y los avances en la lingüística durante los últimosaños, ha permitido realizar distinciones cada vez más

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41

¿QUÉ ES AFASIA?

TABLA 3Factores subyacentes a los diferentes síndromes afásicos

Tipo de afasia Factor alterado

Acústico-agnósica Discriminación fonémicaAcústico-amnésica Memoria verbalAmnésica Estructura semántica de las palabrasSemántica Comprensión de relaciones lógico-gramaticales

Estructuras cuasi-espacialesMotora aferente Discriminación de articulemasMotora eferente Trastornos en la melodía quinética del hablaDinámica Iniciativa verbal

Fuente: Luria (1976).

finas en los diferentes síndromes afásicos. Aunque real-mente no han aparecido nuevas clasificaciones durantelos últimos años, exceptuando a Lecours, Lhermitte yBryan (1983), y la propuesta de reclasificación presen-tada por Benson y Ardila (1996), se han distinguido sub-tipos para prácticamente todos los síndromes afásicos.Esto es válido para la afasia de conducción (Benson etal., 1973; Kertesz, 1979, 1982, 1985; Shallice y Warrington,1977; Caplan et al., 1986; Feinberg et al., 1986; Caramazzaet al., 1981); la afasia sensorial transcortical (Kertesz,1982, 1983; Coslett et al., 1987); la afasia motora trans-cortical (Ardila y López, 1984; Rubens y Kertesz, 1983);la afasia de Wernicke (Kertesz, 1983, 1985; Huber et al.,1975; Lecours y Rouillon, 1976; Lecours et al., 1981;Brown, 1981), y aun la afasia de Broca (Levine y Sweet,1983; Alexander et al., 1989). Cada día parece más claroque los síndromes afásicos clásicos no representan ti-pos invariables y unificados de afasia y que es posiblehallar variantes o subtipos de ellos. Más aún, para algu-nos de ellos se han hallado topografías considerablemen-te diferentes, además de manifestaciones clínicas ytrastornos asociados diferentes. Esto es particularmen-te cierto en relación con la afasia de conducción y laafasia motora transcortical.

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42

LAS AFASIAS

Surge la pregunta, ¿si dos subtipos de afasia, la mo-tora transcortical y de conducción, representan dossíndromes clínicos suficientemente diferenciables, fre-cuentemente asociados con topografías disímiles dedaño, deben continuar considerándose como un tipoúnico de afasia simplemente porque comparten un sig-no clínico básico: la reducción del lenguaje espontáneoen la afasia motora transcortical y los defectos en la re-petición, en la afasia de conducción? Una consideraciónsimilar podría hacerse con relación a la afasia de Wer-nicke, y aun en la afasia transcortical sensorial.

Algunos nombres son francamente inapropiadosdesde un punto de vista estrictamente anatómico. Estoes particularmente cierto con respecto a las afasiastranscorticales. El nombre transcortical fue propuesto porLichtheim y adoptado por Wernicke; pero el trastornoen el lenguaje no es transcortical, sino simplementeextrasilviano; está más allá del área central del lenguajepropuesta por Dejerine (1914) (área perisilviana) y con-firmada reiteradamente en la literatura. Eventualmen-te podría ser más apropiado denominar a este grupo deafasias como afasias extrasilvianas en vez de afasiastranscorticales. Esto permitiría establecer una distinciónentre afasias perisilvianas y afasias extrasilvianas(Benson y Ardila, 1996).

Una forma de superar esta dificultad en la forma dedenominar los diferentes trastornos afásicos del lenguajepodría ser asociando los síndromes afásicos consíndromes anatómicos. Incluso, si se seleccionan crite-rios estrictamente clínicos para separar diferentes as-pectos alterados en el lenguaje, las clasificacionesbasadas anatómicamente deben llegar a los mismosubgrupos afásicos. Así, si se dividen las afasias corticalesutilizando como criterio la habilidad para repetir, y pos-teriormente se subdividen entre las afasias primariamen-

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43

¿QUÉ ES AFASIA?

te fluidas y parafásicas y las afasias primariamente nofluidas, debe emerger la misma distinción desde unpunto de vista anatómico.

La tabla 4 presenta una clasificación de los trastor-nos afásicos partiendo de dos criterios anatómicos: pri-mero, la afasia puede ser prerrolándica (anterior, nofluida) o posrrolándica (posterior, fluida), y segundo, selocaliza la afasia en el área perisilviana del lenguaje, ose encuentra más allá de esta región central (extrasil-viana). Para la mayoría de los síndromes afásicos se in-troducen subtipos, basados en la literatura publicadarecientemente. Además, las afasias se relacionan consíndromes anatómicos.

En los capítulos siguientes se analizarán los diferen-tes síndromes afásicos, tomando como punto de partidala caracterización clínica de Benson y Ardila (1996).

TABLA 4Clasificación de los trastornos afásicos

Prerrolándica Posrrolándica

Perisilviana Broca tipo I Conducción(síndrome triangular) (síndrome parietal-insular)

Broca tipo II Wernicke tipo I(síndrome triangular- (síndrome insular posterior-opercular-insular) istmo temporal)

Wernicke tipo II(síndrome circunvolucióntemporal superior y media)

Extrasilviana Extrasilviana motora tipo I Extrasilviana sensorial tipo II(síndrome prefrontal (síndromedorsolateral izquierdo) temporo-occipital)

Extrasilviana motora tipo II Extrasilviana sensorial tipo II(síndrome del área motora (síndrome parieto-occipitalsuplementaria) angular)

Fuente: Benson y Ardila (1996).

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[45]

CAPÍTULO IIIDaño cerebral en la afasia

El funcionamiento normal del cerebro puede verse afec-tado por diferentes patologías neurológicas. Dentro delas principales condiciones neurológicas potencialmen-te capaces de producir alteraciones en el lenguaje seencuentran: a) los accidentes cerebro-vasculares (ACV);b) los traumatismos craneoencefálicos (TCE); c) los tu-mores cerebrales; d) las infecciones del sistema nervio-so; e) las enfermedades nutricionales y metabólicas, y f)las enfermedades degenerativas. En el presente capítu-lo se examinarán cada una de estas patologías del siste-ma nervioso, señalando sus características principalesy su forma de evolución.

ACCIDENTES CEREBRO-VASCULARES

Los problemas vasculares constituyen una de las cau-sas más frecuentes de las afecciones neurológicas en eladulto. Se estima que aproximadamente 50% de las pa-tologías en un hospital neurológico general están repre-sentadas por problemas cerebrovasculares.

Se da el nombre de enfermedad cerebrovascular acualquier alteración en el funcionamiento cerebral ori-ginado en alguna condición patológica de los vasos san-guíneos. La patología vascular puede observarse en lasparedes de los vasos, por acumulación de material, porcambios en la permeabilidad o por ruptura de sus pare-des. Puede ocluirse el flujo sanguíneo por la presencia

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46

LAS AFASIAS

de un trombo o un émbolo, o por un incremento en laviscosidad de la sangre (Adams y Victor, 1985).

El cerebro es uno de los órganos más dependientesde la cantidad apropiada de oxígeno para su adecuadofuncionamiento. Los ACV producen una marcada reduc-ción en la cantidad de glucosa y de oxígeno, interfierendocon el metabolismo celular normal; una interferenciade este metabolismo superior a cinco minutos es sufi-ciente para que las células de la región afectada mue-ran, resultando un infarto o necrosis isquémica y, porlo tanto, un daño irreversible.

ClasificaciónDentro de los ACV se distinguen dos grandes grupos: losaccidentes isquémicos y los accidentes hemorrágicos.

En los ACV isquémicos los síntomas aparecen debi-do a un decremento o interrupción del flujo sanguíneoen el tejido cerebral. Esta disminución puede ser accio-nada por: a) trombosis, creación de una formación queinterrumpe el flujo sanguíneo en el sitio mismo de suformación; b) embolismo, coágulo, burbuja de aire, gra-sa, o cualquier otra colección de material que taponanun vaso pequeño después de haberse trasportado por eltorrente circulatorio de los vasos de mayor calibre, y c)reducción en el flujo sanguíneo cerebral, debida frecuen-temente al endurecimiento de las arterias (arterioscle-rosis), o a la inflamación de los vasos (vasculitis).

Se utiliza el término accidente isquémico transitorio(AIT) para referirse a la presencia de signos neurológicosfocales, cuya recuperación completa, o aparentementecompleta, aparece dentro de las primeras 24 horas dehaberse originado la sintomatología. Estos accidentespueden ser de carácter recurrente. El paciente presentala pérdida súbita de una función neurológica y/o neuro-psicológica por un periodo corto de tiempo. Es frecuen-

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DAÑO CEREBRAL EN LA AFASIA

te la pérdida de la visión (amaurosis fugaz) y del lengua-je (afasia). Durante el accidente, los signos neurológicosy neuropsicológicos son indistinguibles de los signosobservados durante la formación de un infarto cerebral.En el caso de los accidentes isquémicos transitorios re-currentes la recuperación entre un accidente y otro esvirtualmente completa.

Cuando hay isquemia cerebral permanente se pro-duce un infarto cerebral y muerte neuronal. La muerteneuronal parece ser resultante de las toxinas que se pro-ducen cuando a la célula le falta la irrigación sanguíneanormal. La isquemia produce una estimulaciónexcitatoria en los receptores NMDA (N-metil-d-aspartato).Esta sobre-estimulación de los receptores es tóxica y llevaa la muerte neuronal. El bloqueo de estos receptorespuede reducir significativamente el tamaño del infartoproducido por la isquemia.

Los ACV hemorrágicos son secundarios a la rupturade un vaso que permite la filtración de sangre dentrodel parénquima cerebral. La severidad puede variar des-de una hemorragia pequeña, a veces asintomática, has-ta una hemorragia masiva que produzca la muerte.

La causa más frecuente de los ACV hemorrágicos esla hipertensión arterial. Las hemorragias producidas porhipertensión generalmente son intracerebrales. Cuandose trata de hemorragias grandes, se produce el desplaza-miento de otras estructuras cerebrales y frecuentemen-te la sangre invade los ventrículos cerebrales. El tipo delesión vascular que se produce con la hipertensión noestá claramente comprendida; sin embargo, parece rela-cionarse con la disminución en la resistencia de las pa-redes arteriales. Las hemorragias producidas porhipertensión rara vez se observan en la corteza cerebral,siendo usualmente subcorticales; por lo tanto, susintomatología inicial es casi siempre puramente

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48

LAS AFASIAS

neurológica y rara vez neuropsicológica. Los accidenteshemorrágicos afectan frecuentemente los núcleosbasales, el tálamo, el cerebelo y la protuberancia (Adamsy Victor, 1985).

La segunda causa más frecuente de ACV hemorrági-cos es la ruptura de un aneurisma. Los aneurismas serefieren a protusiones o embombamientos en las pare-des de las arterias debido a defectos en la elasticidad delas mismas. Se observan como bolsas cuyas paredes seencuentran más delgadas que la pared del vaso normaly, por lo tanto, presentan una mayor probabilidad deromperse. Los aneurismas son frecuentemente obser-vados en arterias grandes como la carótida interna y enlos demás vasos que integran el polígono de Willis (figu-ra 1), particularmente a nivel de la arteria comunicanteanterior y de las arterias comunicantes posteriores. Apesar de ser los aneurismas usualmente defectos de ori-gen congénito, se pueden desarrollar por hipertensión,arteriosclerosis, embolismos o infecciones.

Dentro de los síntomas frecuentes del sangrado deun aneurisma está la cefalea y los signos y síntomasfocales correspondientes a los sitios lesionados comoconsecuencia de la presión focal y la hemorragia.

Los angiomas son malformaciones arteriovenosas delos capilares que resultan en anormalidades en el flujosanguíneo cerebral. Estas malformaciones pueden va-riar en tamaño desde unos pocos milímetros de diáme-tro, hasta grandes dimensiones, que pueden producirun efecto de masa. Al igual que los aneurismas, presen-tan paredes delgadas, y por lo tanto, fácilmente se rom-pen. La ruptura de una malformación grande puedeproducir una hemorragia intracerebral o una hemorra-gia subaracnoidea.

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FIGURA 1Polígonos de Willis

SintomatologíaLa forma de presentación de los ACV es bastante carac-terística. Producen de manera súbita un déficit neuroló-gico focal (hemiplejia, afasia). En casos severos se puedepresentar asociado con un estado de coma. La instala-ción del déficit neurológico puede durar segundos, mi-nutos, horas, o en ocasiones días, dependiendo del tipode ACV. En los ACV embólicos, el comienzo es muy súbi-to y el déficit neurológico alcanza rápidamente su ma-nifestación clínica máxima. En los ACV trombóticos yen las hemorragias por hipertensión, el déficit neuroló-gico puede desarrollarse durante un periodo de minu-tos u horas. La pérdida de conciencia es usual en losACV hemorrágicos, pero no en los ACV oclusivos.

La recuperación se observa durante las horas, días osemanas siguientes al accidente vascular. Con la dismi-nución del edema y la diasquisis, la sintomatología seva reduciendo a las secuelas focales. El déficit neuroló-

Arteria comunicante anterior

Glándula pituitariaLóbulo

temporal

Arteriacomunicante

posterior

Arteria basilar

Cerebelo

Arteria cerebralanterior

Arteria carótida interna

Arteria cerebralmedia

Arteria cerebralposterior

Puente

Médula

Arteria vertebral

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gico y/o neuropsicológico refleja el sitio y el tamaño dela lesión. En ocasiones se puede inclusive determinarla rama de la arteria comprometida. La tomografía axialcomputarizada (TAC) y la resonancia magnética funcio-nal (FRMI) pueden demostrar la presencia de hemorra-gias, infartos, aneurismas y deformidades ventriculares.La arteriografía descubre la presencia de oclusiones delos grandes vasos al igual que aneurismas y malforma-ciones vasculares.

Territorios vascularesDos sistemas arteriales diferentes suministran la irriga-ción sanguínea cerebral: el sistema de las dos arteriascarótidas internas (sistema carotídeo) y el sistema de lasarterias vertebrales (sistema vertebral o vertebro-basilar).Las arterias carótidas internas ingresan al cráneo por labase, cada una por un lado, dividiéndose en numerosasramificaciones secundarias: arteria oftálmica, arteriacoroidal anterior y arteria comunicante posterior, y endos arterias principales: la arteria cerebral media y laarteria cerebral anterior. La arteria cerebral anterior irri-ga la cara anterior, superior y medial del lóbulo frontal,y la porción superior y medial del lóbulo parietal (tabla1). La cara lateral de los lóbulos frontal, temporal yparietal son territorios de la arteria cerebral media (figu-ra 2). La arteria cerebral media suministra aproximada-mente 75% de la sangre de los hemisferios cerebrales.

Las arterias vertebrales ingresan separadamente porla base del cráneo y se unen a la altura de la protube-rancia para formar la arteria basilar. De la arteria basilaremergen numerosas arterias cerebelosas formando lasarterias cerebrales posteriores. La arteria cerebral pos-terior proporciona el suministro sanguíneo al lóbulooccipital y a la porción inferior, basal y a la cara internadel lóbulo temporal. La arteria cerebral media y la arte-

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TABLA 1Suministro arterial de las principales estructuras cerebrales

1. Lóbulo frontal:* Superficie lateral - Arteria cerebral media* Superficie medial - Arteria cerebral anterior* Superficie Inferior - Arterias cerebrales media y anterior

2. Lóbulo temporal:* Superficie lateral - Arteria cerebral media* Superficie medial - Arterias cerebrales posterior, media, coroidea

y comunicante posterior* Superficie inferior - Arteria cerebral posterior

3. Lóbulo parietal:* Superficie lateral - Arteria cerebral media* Superficie medial - Arteria cerebral anterior

4. Lóbulo occipital:* Todas las superficies - Arteria cerebral posterior

5. Cuerpo calloso - Arteria cerebral anterior

6. Hipocampo - Arterias coroide anterior, ramas de la arteria coroide posterior de la cerebral posterior

7. Fornix - Arteria cerebral anterior y arteria cerebral posterior

8. Cuerpos mamilares - Arteria cerebral posterior y comunicantes posteriores

ria cerebral posterior se unen entre sí por medio de laarteria comunicante posterior, y las dos arterias cere-brales anteriores se unen por medio de la arteria comu-nicante anterior. Esta interconexión de arteriasconstituyen el llamado polígono de Willis. El polígonode Willis sirve para equilibrar la distribución de sangreen los dos lados del cerebro y compensa en casos en loscuales el flujo sanguíneo disminuya en alguno de loslados. Si ocurre algún bloqueo en alguna parte del polí-gono, puede darse un traspaso sanguíneo a través deotra parte del polígono. La adecuación de este proceso

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dependerá del tamaño de los vasos ocluidos y del tama-ño y naturaleza de la vía alterna. Estas vías alternas re-ciben el nombre de anastomosis. La oclusión lentasecundaria a arteriosclerosis permitirá una circulaciónanastomótica mientras que la oclusión de un vaso porun émbolo probablemente no.

Los efectos de los ACV dependen del territoriovascular afectado (tabla 2). Generado en las alteracio-nes observadas, este daño cerebral corresponde a unterritorio vascular particular y produce déficit neuroló-gicos y neuropsicológicos específicos. Los ACV de la ar-teria cerebral media izquierda producen en la mayoríade los casos afasia, en tanto que isquemias de las arte-rias cerebrales anteriores tienden a producir cambioscomportamentales. Las alteraciones de memoria y los

Lateral surface

Median surface

Anterior cerebral arteryPosterior cerebral arteryMiddle cerebral artery

Figura 2Irrigación sanguínea

del cerebro

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defectos en el reconocimiento visual son más típicamen-te observadas en casos de compromisos de territoriosde la arteria cerebral posterior.

TABLA 2Tipo de afasia observada en dependencia del territorio vascular

Ubicación del daño Tipo de afasia

Tronco principal de la arteria cerebral media Afasia globalOrbitofrotal, prerrolándica Afasia de BrocaRolándica DisartriaParietal anterior Afasia de conducciónParietal posterior, angular Extrasilviana sensorialTemporales Afasia de WernickePerforantes Disartria, afasia subcortical

Arteria cerebral anterior Afasia del área motora suplementaria

Arteria cerebral posterior Alexia sin agrafia

TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS

Los TCE son la causa más frecuente de daño cerebralen personas menores de 40 años. Los TCE puede afec-tar el cerebro de varias maneras: a) el traumatismo puedelesionar directamente el cerebro, como en el caso deuna herida por arma de fuego; b) puede interrumpir elflujo sanguíneo cerebral, dando origen a isquemia yen algunos casos a un infarto; c) puede causar hemo-rragias y hematomas, incrementando la presiónintracerebral; d) al igual que en cualquier tejido, en elcerebro se produce inflamación como consecuencia deltrauma (edema), llevando igualmente a un incremen-to en la presión intracerebral; e) si se fractura el cráneo(traumatismo abierto) se incrementa la posibilidad deinfección, y finalmente, f) las cicatrices que deja el TCE

pueden convertirse en un foco epiléptico, cuyas mani-

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festaciones clínicas sólo aparerecerán meses despuésdel traumatismo.

El daño cerebral producido por un TCE puede serprimario debido a la contusión, laceración y hemorra-gia, o secundario a isquemia, anoxia, edema y hemo-rragia intracraneal.

ClasificaciónLos TCE pueden dividirse en dos grandes grupos: abier-tos y cerrados.

En los TCE abiertos el cráneo ha sido penetrado y enocasiones fragmentos del hueso penetran en el parén-quima cerebral. Generalmente las personas que sufreneste tipo de traumatismo no presentan pérdida de laconciencia y usualmente las alteraciones neurológicasy neuropsicológicas que presentan son secundarias a lalesión cortical focal. Este tipo de TCE es común en casosde heridas por arma de fuego.

En los TCE cerrados el cerebro sufre por los efectosmecánicos de la rápida aceleración y desaceleración(concusión o conmoción), como sucede típicamente, porejemplo, en un accidente de tránsito. A pesar de que nohaya fractura de cráneo, el cerebro puede sufrir una seriede lesiones debidas, en primer lugar, al efecto del golpey el contragolpe que eventualmente puede afectar prin-cipalmente los lóbulos frontales y temporales; el impactocontra el ala menor del esfenoides que divide la fosaanterior de la fosa media del cráneo, se asocia con con-tusión cerebral (figura 3). El movimiento del cerebrocausa hemorragias pequeñas que pueden formarhematomas, los cuales unidos al edema, son una causapotencial de presión sobre otras estructuras cerebrales.Generalmente en los TCE cerrados se produce pérdidade la conciencia probablemente como consecuencia dealteraciones en las estructuras del tallo cerebral. En TCE

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leves, la pérdida de la conciencia puede presentarse porun periodo de tiempo muy breve.

SintomatologíaGeneralmente los TCE dejan como secuelas defectos enla memoria: amnesia principalmente anterógrada, perotambién retrógrada, cambios comportamentales (irrita-bilidad) y defectos cognoscitivos más difusos (bradipsi-quia, defectos atencionales, disminución en la capacidadde concentración, etc.).

Las secuelas cognoscitivas y comportamentales de-penden de la severidad del TCE. Los TCE leves puedendejar secuelas mínimas que no imposibilitan al indivi-duo en su vida laboral y social. Los TCE severos, sinembargo, pueden dejar secuelas importantes que impi-den una adecuada adaptación ulterior del paciente. Paramedir la severidad de los TCE se utilizan diversos crite-rios, como son: el puntaje obtenido en la escala deGlasgow, la duración del estado de coma y la extensióndel periodo de amnesia postraumática.

FIGURA 3Efecto típico de un traumatismo craneocefálico cerrado

La fuerza mecánica del golpe y el contragolpe se trasmiten principalmente a labase del lóbulo frontal y la cara interna del lóbulo temporal.

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Los defectos en el lenguaje y el habla se correlacio-nan con la gravedad y extensión de las lesiones traumá-ticas. Si el efecto focal del traumatismo afecta las áreasdel lenguaje, es natural esperar una sintomatologíaafásica. En traumatismos cerrados, lo más frecuente esque se presente el signo afásico más evidente, un ciertogrado de anomia.

TUMORES

La palabra tumor se refiere al crecimiento anormal decélulas, organizadas en forma atípica que crecen a ex-pensas del organismo, pero que no cumplen un propó-sito dentro del organismo (Walsh, 1990). Se les denominatambién como neoplasias (formaciones nuevas).

ClasificaciónLos tumores o neoplasias pueden ser benignos o malig-nos. Los tumores benignos pueden crecer fuera del cere-bro (tumores extracerebrales), como sucede en el casode los meningiomas, que son tumores derivados de lasmeninges. Su crecimiento es típicamente lento y pue-den alcanzar un gran tamaño sin que se observe necesa-riamente una sintomatología evidente. La sintomatologíaaparece generalmente como consecuencia del efecto demasa sobre otras estructuras cerebrales. Los tumoresbenignos permanecen bien definidos y no se infiltrandentro del parénquima cerebral; por lo tanto, su resec-ción quirúrgica es relativamente fácil y una vez extraí-dos no vuelven a desarrollarse. Sin embargo, un tumorbenigno situado en un lugar de difícil acceso quirúrgicopuede causar la muerte al paciente por herniación deltallo cerebral.

Los tumores malignos, por otra parte, crecen másfrecuentemente de las células gliales, se infiltran y se

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confunden con el tejido cerebral, por lo que su resec-ción es más difícil. Generalmente reaparecen en loscasos en los que se logra resecarlos. Los gliomas repre-sentan los tumores malignos más frecuentes, aproxima-damente 45% de los tumores cerebrales; sin embargo,su grado de malignidad es variable. Dentro de los gliomasse pueden mencionar los astrocitomas, los oligodendrio-gliomas y los glioblastomas. Los astrocitomas puedentener un bajo grado de malignidad y un crecimiento re-lativamente lento. Los oligodendriogliomas representanun tipo de tumor particularmente lento en su crecimien-to. Los glioblastomas son altamente malignos, con unarápida velocidad de crecimiento. Pueden considerarsecomo gliomas de alta malignidad.

Una proporción pequeña de tumores cerebrales sonmetástasis, es decir, las células tumorales han sido tras-portadas desde otro punto de origen diferente del cere-bro (los pulmones, el sistema digestivo, etc.), y por esoreciben el nombre de tumores secundarios, en contra-posición a los tumores primarios que han tenido su ori-

TABLA 3Clasificación de los tumores cerebrales

Tumor Porcentaje

Gliomas:Glioblastoma 20Astrocitoma 10Ependimoma 6Oligodendioglioma 5Meduloblastoma 4

Meningioma 15Tumores metastáticos 10Adenomas 7Neurinoma 7Craniofaringioma 4Angiomas 4Sarcomas 4Otros 4

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gen dentro del sistema nervioso mismo. Los tumoresque más frecuentemente producen metástasis al cere-bro son los tumores del pulmón y del seno. Los tumoresmetastásicos son generalmente múltiples y su pronósti-co es muy reservado. La tabla 3 presenta una clasifica-ción general de los tumores cerebrales.

SintomatologíaLa presentación clínica de un tumor es variable y de-pende de la localización del mismo. Las crisis convulsi-vas son la primera manifestación clínica en muchos delos pacientes con neoplasias; en otros, las primerasmanifestaciones pueden incluir: disminución en la ca-pacidad de concentración, lentificación en la compren-sión y en la capacidad cognoscitiva general. Es frecuentela cefalea, el vómito, la presencia de papiledema (au-mento del disco óptico), y diplopía (visión doble) encasos de hipertensión endocraneana. Algunos pacien-tes presentan alteraciones neurológicas y/o neuropsi-cológicas muy focales, que permiten no solamentesospechar con una probabilidad alta la presencia de untumor, sino también diagnosticar con cierta precisiónsu localización en el cerebro. Tumores situados en áreasdel lenguaje se manifiestan usualmente con unasintomatología afásica. Sin embargo, mientras más len-to sea su crecimiento, menor será la sintomatología.

INFECCIONES

Una infección se presenta cuando el cuerpo es invadidopor un microorganismo patógeno productor de una en-fermedad. Dentro de los agentes infecciosos están losvirus, las bacterias, los hongos y los parásitos. Las infec-ciones cerebrales generalmente tienen el foco infeccio-so de origen por fuera del cerebro, en sitios tales como

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los oídos, la nariz y la garganta. En ocasiones, tiene unorigen hematógeno, un trombo infectado o un émbolode bacteria que penetra a través de la sangre en las es-tructuras cerebrales. En un número inferior de casos lainfección es introducida directamente como resultadode una punción lumbar, TCE o de una cirugía.

Las infecciones pueden afectar el tejido cerebralpor varias razones. En primer lugar, pueden interferirsobre el flujo sanguíneo cerebral, generando trombo-sis o hemorragias de los capilares; tienen, además, lacapacidad de alterar seriamente el metabolismo de lascélulas o las características de la membrana celular,alterando las propiedades eléctricas de la misma. Eledema que generalmente aparece como consecuenciade la infección puede comprometer diversas estructu-ras cerebrales, alterando su función normal. La reac-ción de defensa del organismo contra la infección esfuente potencial de alteraciones dentro del sistemanervioso. La producción de pus, fluido compuesto bá-sicamente de células blancas, modifica el líquidoextracelular y su producción puede incrementar la pre-sión dentro del cerebro.

ClasificaciónLas infecciones se pueden dividir, dependiendo del tipode huésped infeccioso, en: virales, bacterianas, micóticasy parasitarias.

Infecciones virales. Un virus es un agregado encapsuladode ácido nucléico que puede estar constituido de DNA oRNA. Algunos virus, llamados neurotrópicos, tienen unaafinidad particular por el sistema nervioso, como es elcaso de los virus que producen la poliomelitis y la rabia.Los virus pantrópicos, como el virus del herpes simple,atacan todo el cuerpo, incluyendo el sistema nervioso.

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Las células del sistema nervioso presentan una sus-ceptibilidad diferencial a los diferentes virus. Esta sus-ceptibilidad depende de la presencia de receptoresespecíficos en la membrana sobre los cuales se fija elvirus. Los efectos del virus sobre el sistema nerviosodependerá de la susceptibilidad diferencial que presen-tan las células al virus. Si se fijan en las meninges, sepresenta una meningitis; si compromete célulasparenquimatosas del cerebro o la médula, pueden darorigen a trastornos aún más severos como la encefalitisy poliomelitis respectivamente (Adams y Victor, 1985).

Infecciones bacterianas. La palabra bacterium se refiere acualquier microorganismo, generalmente de una solacélula, que no posee clorofila y que se multiplica porsimple división celular. Las infecciones bacterianas delsistema nervioso son resultantes de una invasión de estosmicroorganismos generalmente por vía sanguínea. Lasinfecciones bacterianas producen generalmente menin-gitis y, en ocasiones, pueden formar abscesos cerebra-les. Los abscesos se inician como pequeños focos debacteria purulenta (productora de pus) que causanecrosis (muerte) de las células de la región afectada. Amedida que las bacterias se multiplican y destruyen elnúmero mayor de células, el absceso actúa como unamasa ocupando espacio y produciendo un incrementode la presión intracraneana.

Infecciones micóticas. Son producidas por hongos queingresan al sistema nervioso. El sistema nervioso cen-tral es usualmente resistente a las infecciones micóticas,sin embargo, estas defensas pueden romperse en perso-nas que sufren enfermedades importantes como tuber-culosis y leucemia.

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Infecciones parasitarias. Se le asigna el nombre de pará-sito al organismo que vive a expensas de otro (el hués-ped). Diferentes tipos de parásitos pueden invadir elsistema nervioso central; los más importantes son lamalaria, que puede producir el paludismo cerebral; lasamebas, que al ingresar al cerebro pueden producir unaencefalitis y abscesos cerebrales, y el cisticerco, quepuede producir signos neurálgicos focales (incluyendoafasia), y aun deterioro cognoscitivo generalizado.

SintomatologíaMuchas de las infecciones del sistema nervioso son se-cundarias a infecciones originadas en otras partes delcuerpo y por esto se asocian con síntomas como fiebre,malestar general e hipotensión. Desde el punto de vistaneuropsicológico, generalmente se evidencia un síndro-me confusional agudo, caracterizado por desorientacióntemporo-espacial, defectos atencionales, fallas en lamemoria, olvido de palabras y ocasionalmente agitaciónpsicomotora. Dentro de los síntomas observados en ca-sos de hipertensión endocraneana se incluyen: cefalea,vértigo, náusea y convulsiones. En los casos de encefa-litis por herpes simple son frecuentes las alteracionescomportamentales (desinhibición, impulsividad) y lasalteraciones graves de la memoria. Las dificultades parahallar palabras representan el signo afásico más impor-tante en caso de infecciones cerebrales.

TratamientoEl tratamiento varía según el tipo de infección. Las en-fermedades virales son difíciles de tratar y generalmen-te se espera a que la enfermedad siga su curso. En elcaso de la rabia se administra la vacuna antirrábica conel fin de producir inmunidad antes de que la infecciónalcance el cerebro. Una vez que se inicia la enferme-

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dad, presenta inevitablemente un desenlace fatal. El tra-tamiento para las infecciones bacterianas es la adminis-tración de antibióticos.

ENFERMEDADES NUTRICIONALES

Y METABÓLICAS

La desnutrición puede llegar a producir defectos neuro-lógicos y neuropsicológicos graves. La falta de nutrientesespecíficos como las vitaminas, al igual que las anorma-lidades circulatorias secundarias a la desnutrición, pue-den dejar secuelas neurológicas importantes. El alcoholes un factor generador en las enfermedades nutriciona-les, debido su acción inhibidora sobre la absorción detiamina y a la frecuente asociación entre disminuciónen la ingestión de alimentos y alcoholismo. El síndro-me de Korsakoff constituye una de la enfermedadesnutricionales más importantes.

Muchos trastornos cerebrales son resultantes dedisfunciones en otros órganos, como los riñones, el hí-gado, el páncreas y las glándulas endocrinas. Trastor-nos metabólicos, como es el caso de la hipoglicemia o lafalla hepática, pueden presentarse como estados de comao síndromes confusionales agudos. Otras enfermedadesmetabólicas, como el hiperparatiroidismo, son causapotencial de demencia y psicosis.

ENFERMEDADES DEGENERATIVAS

Las enfermedades degenerativas implican una pérdi-da progresiva de las células nerviosas, que resultan ensignos y síntomas neurológicos. Dentro de las enfer-medades degenerativas se encuentran los síndromesde demencia progresiva, como es el caso de la enfer-medad de Alzheimer, los síndromes de demencia pro-

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gresiva asociados con otras anormalidades neurológicas,como son la enfermedad de Huntington y la enferme-dad de Parkinson, y los síndromes caracterizados poralteraciones de la postura, de los movimientos o depérdidas sensoriales progresivas sin defectos cognosci-tivos evidentes.

Las enfermedades neurológicas degenerativas asocia-das con la pérdida progresiva de las funciones cognosci-tivas (lenguaje, memoria, atención, pensamiento,habilidades espaciales y construccionales) y comporta-mentales, se denominan como demencias. La demenciade tipo Alzheimer representa aproximadamente 60% detodas las demencias. Los estudios patológicos de los pa-cientes con enfermedad de Alzheimer muestran unapérdida significativa de neuronas colinérgicas particu-larmente en el núcleo basal de Meynert. Se describenigualmente degeneración de células en la corteza cere-bral y el hipocampo, con un aumento significativo deplacas seniles. Desde el punto de vista del lenguaje, seinicia con el olvido de nombres (anomia) asociado conparafasias semánticas, y más adelante también parafasiasfonológicas. El lenguaje tiende a simplificarse. La com-prensión disminuye progresivamente. Sin embargo, larepetición y la gramática se conservan hasta estadiosavanzados de la enfermedad.

La enfermedad de Huntington se asocia con un de-fecto genético de carácter autosómico dominante y secaracteriza por la aparición de movimientos coreicos yalteraciones de tipo demencial. Estudios patológicos handemostrado una degeneración de los núcleos basales(particularmente el núcleo caudado), y de la corteza fron-tal. Aparentemente el neurotrasmisor más estrechamen-te asociado con esta enfermedad es el ácido gama aminobutírico (GABA), que actúa como inhibidor en el sistemanervioso central.

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El temblor, la rigidez (o hipoquinesia) y la hipertoníacaracterizan a la enfermedad de Parkinson. Los pacien-tes con enfermedad de Parkinson presentan una pérdi-da progresiva de neuronas dopaminérgicas, debido a unadegeneración de la sustancia negra. Tanto en la enfer-medad de Huntington, como en la enfermedad de Par-kinson, la disartria es pronunciada, pero los signosafásicos son menores.

EXÁMENES CLÍNICOS Y PARACLÍNICOS

Las personas que sufren alguna patología del sistemanervioso deben ser sometidos rutinariamente a un exa-men neurológico. Se recoge inicialmente una historiaclínica con el fin de obtener información detallada so-bre el problema que es motivo de consulta y su evolu-ción. Después de realizar un examen físico general, seprocede a evaluar detalladamente el sistema motor (in-cluyendo los reflejos) y sensorial, los pares craneanos yel estado mental general del paciente. A continuaciónse presenta el resumen de la información usualmenterecogida en un examen neurológico estándar.

1. Datos demográficos2. Historia del paciente:

* Condiciones actuales* Historia médica* Historia del desarrollo (en niños)* Historia familiar

3. Examen médico general4. Estado mental5. Marcha6. Función motora:

* Tono* Fuerza

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* Signos cerebelosos* Anormalidades (temblor, etc.)

7. Reflejos:* Tendiniosos (profundos)* Viscerales* Superficiales* Patológicos

8. Función sensorial:* Sensibilidad general* Propiocepción* Grafestesia* Estereognosis

9. Nervios craneales:* I Olfatorio* II Óptico* III-IV-VI Oculomotor, troclear, abduceno* V-VII Trigeminal, facial* VIII Auditivo vestibular* IX-X Glosofaringeo, vago* XI Espinal accesorio* XII Hipogloso

Dentro de los exámenes paraclínicos que comple-mentan al examen neurológico se encuentran la pun-ción lumbar, varias técnicas electrofisiológicas como elelectroencefalograma (EEG), los potenciales evocados,y el electromiograma; algunas técnicas radiológicascomo la angiografía, la neumografía, la tomografía axialcomputarizada y la resonancia magnética.

El EEG consiste en obtener una muestra de la activi-dad eléctrica de la corteza cerebral por medio de elec-trodos colocados sobre el cuero cabelludo. Existe unsistema estandarizado para colocar los electrodos cono-cido como el sistema internacional 10-20. Cada uno delos 21 electrodos tiene un nombre dependiendo de su

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localización. Las fluctuaciones eléctricas registradas porlos electrodos son amplificadas y registradas en un polí-grafo. A pesar de ser el EEG una medida muy gruesa dela actividad eléctrica cerebral, puede detectar anorma-lidades en la actividad eléctrica. El EEG puede ser útilen casos de epilepsia, y aun de neoplasias.

Los potenciales evocados son los cambios en la acti-vidad eléctrica que surgen como respuesta a un estímu-lo sensorial, por ejemplo, un click o un flash. Lospotenciales evocados difícilmente se observan en el EEG

de rutina, ya que generalmente su amplitud es menor ala actividad de las ondas de actividad cerebral de fondo.Para obtener los potenciales evocados es necesario pro-mediar la actividad eléctrica después de muchas pre-sentaciones del mismo estímulo. Los sujetos normalestienden a presentar respuestas similares ante estímulosvisuales, auditivos y táctiles. En estas respuestas se ob-servan un número determinado de picos que puedenser positivos (P) o negativos (N) y presentan una latenciadeterminada. Un potencial evocado anormal puede pre-sentar un incremento en esta latencia o un cambio enla amplitud de los picos. Midiendo los potenciales evo-cados visuales, auditivos y táctiles es posible obtenerinformación sobre el funcionamiento de estas vías.

La actividad eléctrica de los músculos se mide pormedio de el electromiograma (EMG), colocando un elec-trodo en el músculo. En un músculo relajado se registrapoca actividad eléctrica, pero su contracción genera unpatrón eléctrico característico. El EMG se utiliza en eldiagnóstico de enfermedades en la inervación muscular.

El uso de rayos X después de haber inyectado unlíquido de contraste a las arterias carótida o vertebral,se denomina angiografía. Esta es una técnica útil en eldiagnóstico de aneurismas, malformaciones arteriove-nosas y, en ocasiones, de tumores, si se percibe algún

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desplazamiento arterial. En la neumoencefalografía, setoma una radiografía de cráneo después de haber intro-ducido aire en el sistema ventricular. Esta técnica per-mite descubrir obstrucciones en el flujo del líquidocefalorraquídeo, como en el caso de la hidrocefalia.

Sofisticadas técnicas computarizadas han sido apli-cadas a la radiología. La TAC o escanografia cerebral,permite obtener una imagen que se aproxima a unarealidad tridimensional. La TAC detecta cambios de den-sidad en el tejido cerebral y es de gran utilidad en eldiagnóstico de tumores, ACV, traumatismo y para de-tectar la presencia de atrofia cerebral. La tomografíapor emisión de positrones (PET) mide la actividadmetabólica en diferentes regiones cerebrales. La téc-nica consiste en inyectar un líquido radioactivo quese adhiere a la glucosa. Cuando el cerebro metabolizala glucosa, un detector especial capta el líquidoradioactivo. La radioactividad se hallará más concen-trada en áreas cerebrales que metabolicen una canti-dad mayor de glucosa. La resonancia magnética nuclear(RMN) produce imágenes muy semejantes a la TAC, apesar de que la técnica de producción de la imagen esdiferente. En la RMN se pueden observar los alrededo-res de la célula mientras que la TAC revela exclusiva-mente su densidad, convirtiéndose la RMN en una técnicaradiológica mucho más sensible a cualquier cambiodel tejido cerebral.

CASO 1:TUMOR PARIETAL IZQUIERDO

Historia de la enfermedadMujer de 43 años, con una escolaridad de 12 años, quientrabajaba como secretaria ejecutiva. Según el cónyugede la paciente, la enfermedad se inició dos años antes

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del examen actual cuando la paciente presentó una pér-dida súbita de conciencia, por lo cual fue llevada a unexamen neurológico. Se le realizó entonces una TAC ce-rebral que fue reportada como normal y un EEG anor-mal. Se le formuló tegretol. Los únicos síntomas duranteel año siguiente fueron sensación de cansancio y depre-sión. Un año más tarde la paciente vuelve a control neu-rológico, se le toma un nuevo EEG y continúa con elmismo tratamiento. Cinco meses más tarde se da cuen-ta que presenta substituciones de palabras en su len-guaje espontáneo, y durante los meses siguientes seincrementa la sensación de cansancio y se observa des-cuido personal. Seis meses más tarde se realiza nuevaTAC; se describe una neoplasia parietal izquierda. Es in-tervenida quirúrgicamente para biopsia y le extraen 20%del tumor, que según el reporte de neurocirugía, se en-contraba en región angular izquierda. El reporte de pa-tología señala un oligoastrocitoma anaplásico grado III.Se inicia radioterapia y quimioterapia durante el añosiguiente. En el último control topográfico se reportacalcificación de la lesión neoplásica y discreta reduc-ción en su tamaño sin que se observen signos de activi-dad. La paciente manifiesta recuperación de su estadoemocional y expresa como único síntoma ocasionalessubstituciones de palabras. En el momento del examenla paciente se encuentra con medicación anticonvulsio-nante.

Evaluación del lenguajePaciente diestra, colaboradora, bien orientada en perso-na, espacio, y tiempo. Presenta un lenguaje espontáneofluido, gramaticalmente correcto, sin signos afásicosevidentes. No se observa ningún déficit motor o senso-rial. La paciente se muestra ansiosa y llora mientrasdescribe su enfermedad.

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DAÑO CEREBRAL EN LA AFASIA

Pruebas aplicadas* Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasias.* Curva de memoria (aprendizaje verbal).* Prueba de fluidez verbal (fonológica y semántica).* Pruebas lectura, escritura y cálculo.* Prueba de habilidades espaciales.* Prueba de praxis ideomotora e ideacional.* Prueba de conocimiento digital.* Orientación derecha-izquierda.

Resultados de la evaluaciónA pesar de que su lenguaje conversacional es adecuadoy no se evidencian parafasias ni interrupciones en sudiscurso por olvido de palabras, en la evaluación formalde la denominación se observaron ocasionales parafasiasverbales y fonológicas para palabras de baja frecuenciaen aproximadamente 15% de los casos.

La comprensión y la repetición se encontró den-tro de los límites normales. No se encontró ningúnsigno de alexia o agrafia en su lenguaje escrito. La es-critura por copia, al dictado y espontánea fue apropia-da para su edad y su nivel de educación. La fluidezverbal semántica y fonológica se encontró dentro delímites normales inferiores (28 y 32% respectivamen-te). No se evidenciaron intrusiones ni perseveracionesen ninguna de las pruebas de lenguaje o de memoriaverbal. En la subprueba de vocabulario de la escala deinteligencia de Wechsler su ejecución es normal supe-rior (puntaje escalar 12).

Se encontraron signos menores de apraxia ideomo-tora pero no ideacional. Se le pidió a la paciente realizar12 movimientos que incluían diferentes segmentos cor-porales (bucofaciales, con las manos y con el tronco) yque correspondían a diferentes tipos (transitivos eintransitivos; reflexivos y no reflexivos); sólo se observó

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una tendencia clara a la utilización de la mano comoinstrumento.

No se observaron componentes de agnosia visual,táctil o auditiva. La paciente reconoció adecuadamentey sin dificultad figuras superpuestas, denomina fácilmen-te los objetos presentados a una u otra mano y no hayevidencia de errores en el reconocimiento de sonidosnaturales, voces o melodías. No se encontró extinciónante la doble estimulación simultanea (táctil, auditiva ovisual). No se encontró agnosia digital: la paciente nom-bró y reconoció adecuadamente los dedos de la mano, ypudo señalar correctamente los dedos mostrados por elexaminador. No se observó desorientación dere-cha-izquierda y la paciente ejecutó correctamente órde-nes simples y cruzadas en su cuerpo y en el examinador.

Se halló, sin embargo, algún grado de acalculia par-ticularmente para operaciones aritméticas escritas. Losproblemas aritméticos simples presentados oralmentepudo solucionarlos mejor. Pero en la realización escritade operaciones aritméticas presentó fallas leves paraseguir correctamente la secuencia de la operación y paramanejar las cantidades que se llevan o se prestan. Seobservaron entonces algunos errores en los resultadosobtenidos en tareas de cálculo.

En la escala de memoria de Wechsler la pacienteobtuvo un coeficiente de memoria de 110 (normal). Nose observó diferencia entre la capacidad de memoriapara material verbal y no verbal. La única subpruebadiscretamente disminuida con relación a la capacidadintelectual y de memoria de la paciente, fue la subpruebade retención de dígitos, probablemente asociada con susdificultades de cálculo. En las pruebas de memoria noverbal (figura compleja de Rey-Osterrieth) se notó unamuy discreta negligencia hemiespacial derecha. No seencontraron problemas de almacenamiento de informa-

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ción: la memoria diferida para material, tanto verbalcomo no verbal, se halló dentro de los límites normales.

En la escala de inteligencia de Wechsler se observóuna integridad en su capacidad intelectual general,mostrando un coeficiente total de inteligencia superior(CI = 121). No hubo diferencias significativas entre elcoeficiente de inteligencia verbal (CIV = 121) y el coefi-ciente de inteligencia de ejecución (CIE = 121). En prue-bas de velocidad motora (subprueba de dígito-símbolo)se observó una ligera disminución en su ejecución conrelación a la ejecución observada en otras subpruebas.

Desde el punto de vista comportamental se obser-vó cierto aumento en los tiempos de reacción, claraconciencia de enfermedad y adecuada integridad com-portamental. Sin embargo, la paciente estuvo particu-larmente ansiosa durante el examen.

ConclusiónSe trata de una paciente de 43 años, quien desde dos añosatrás presenta síntomas asociados con la presencia deuna neoplasia parietal izquierda. Ha respondido satisfac-toriamente a la radioterapia y quimioterapia. Clínica-mente la paciente presenta defectos afásicos muy sutiles,sólo reconocibles a través de una evaluación especial dellenguaje, pero no evidentes en su lenguaje conversacio-nal espontáneo. La fluidez verbal estuvo dentro del límitenormal inferior y se observó lentitud en sus respuestas.Se encontró una leve acalculia y cierta apraxia ideomoto-ra. Su capacidad intelectual se encontró dentro de los lí-mites normales. No se halló apraxia construccional oideacional, agnosia o defectos de memoria.

En resumen, la paciente al momento de la evalua-ción presenta una apraxia ideomotora leve, una acalculialeve y una anomia leve. El resto de la evaluación se en-cuentra dentro de los límites normales. A pesar de la

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LAS AFASIAS

larga historia del tumor, la sintomatología afásica halla-da es leve.

CASO 2:TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO CERRADO

Historia de la enfermedadPaciente de 28 años, diestro, albañil de profesión, con unnivel de escolaridad de seis años y sin antecedentes neu-rológicos o psiquiátricos previos. El paciente fue hospita-lizado debido a pérdida de conocimiento de dos horas deduración, luego de sufrir un traumatismo craneoencefáli-co al caerse de su propia altura en estado de embriaguez.Al recuperar la conciencia el paciente permanecesomnoliento, sin déficit neurológicos evidentes, pero convómito y cefalea. Presenta un puntaje en la escala deGlasgow de 11/15. En el examen neurológico se encuen-tra hiperrreflexia generalizada, signo de Babinski bilate-ral y rigidez nucal, sin signos de lateralización. Una TAC

cerebral demuestra contusión hemorrágica fron-to-parieto-termporal izquierda y un hematoma epiduraltemporo-parietal derecho (figura C2.1). Tres días despuésdel traumatismo, se realiza drenaje de los hematomasderecho e izquierdo. El paciente presenta una evoluciónsatisfactoria durante los días siguientes.

FIGURA C2.1Esquema de lesión

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Evaluación del lenguajeDos semanas después del traumatismo craneoencefáli-co, el paciente es remitido para valoración del lengua-je. Se encuentra un paciente alerta, colaborador, conun lenguaje fluido, pero con numerosas parafasias fo-nológicas y también verbales, además de neologismosque conforman una jerga afásica. La comprensión dellenguaje se halló limitada dentro del lenguaje conver-sacional. El comportamiento general del paciente fueun tanto desinhibido, con dificultades para mantenersu nivel atencional y para realizar las tareas que se lepresentaron.

Pruebas aplicadas* Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasias.* Prueba de las fichas.* Prueba de lectura, escritura y cálculo.

Resultados de la evaluaciónEl perfil obtenido por el paciente en la prueba de Bostonpara el diagnóstico de las afasias correspondió a unaafasia de tipo Wernicke. Todas las subpruebas de com-prensión auditiva y denominación mostraron puntajesnotoriamente reducidos con relación a los puntajes es-perados para la edad y el nivel educacional del pacien-te. Aparecieron particularmente limitadas la subpruebade discriminación de palabras, la comprensión de ele-mentos complejos, la denominación por confrontacióny la habilidad para nombrar animales. Sin embargo, entodas las subpruebas de comprensión auditiva y deno-minación se encontraron varias desviaciones estándarpor debajo de lo esperado y fueron francamente patoló-gicas. Igualmente, fueron sobresalientes sus defectos enel lenguaje repetitivo; en tales subpruebas, la ejecucióndel paciente fue prácticamente nula. Sin embargo, se

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LAS AFASIAS

halló una adecuada conservación del lenguaje automá-tico, que se reflejó en sus puntajes normales en la pro-ducción de secuencias automáticas y recitado.

TABLA C2.1Resultados del paciente en la prueba de Boston

para el diagnóstico de las afasias

Subprueba Puntaje paciente Puntaje normativo

1. Fluidez: * Longitud de la frase 5.0 7.02. Comprensión auditiva: * Discriminación de palabras 50.0 63.5 * Identificación de partes del cuerpo 10.0 17.5 * Órdenes 9.0 15.0 * Comprensión elementos complejos 4.0 7.53. Denominación: * Denominación objetos 21.0 29.0 * Dominación por confrontación 44.0 98.0 * Nombrar animales 0.0 10.5 * Denominar partes del cuerpo 15.0 21.04. Lectura oral: * Lectura de palabras 21.0 29.0 * Oraciones 5.0 9.55. Repetición: * De palabras 2.0 10.0 * Alta probabilidad 0.0 7.0 * Baja probabilidad 0.0 6.06. Lenguaje automático: * Secuencias automáticas 7.0 6.5 * Recitado 2.0 2.07. Comprensión de lectura: * Discriminación simbólica 10.0 8.0 * Reconocimiento de palabras 7.0 7.0 * Comprensión deletreo oral 0.0 4.0 * Colocar nombre a figura 5.0 8.5 * Oraciones y párrafos 6.0 5.58. Escritura: * Mecánica 3.0 2.5 * Escritura seriada 26.0 39.5 * Dictado elemental 5.0 11.5 * Confrontación nombre escritos 7.0 8.5 * Deletreo al dictado 0.0 8.0 * Oraciones al dictado 0.0 9.5 * Escritura narrativa 1.0 2.0

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En la prueba de las fichas el paciente obtuvo unpuntaje de 17.5/36 que corresponde a un déficit mode-rado en la comprensión del lenguaje. El paciente ejecu-tó las órdenes simples, pero falló sistemáticamente enla realización de órdenes complejas.

La lectura de letras y sílabas estuvo bien conservada,cometiendo sólo 3/20 errores en la primera y 1/12 erro-res en la segunda. El reconocimiento de letras y sílabasestuvo alterado presentando un número considerable-mente mayor de errores. Fue entonces más fácil para elpaciente leer, que reconocer las letras o sílabas que se lepiden, probablemente como consecuencia de su defectode comprensión auditiva. La lectura de palabras de altafrecuencia fue adecuada, pero en la lectura de palabrasde baja frecuencia y logotomas se encontraron paragra-fias literales en aproximadamente 20% de los casos. Lacomprensión de órdenes escritas y de párrafos fue nula.

La agrafia del paciente corresponde a una agrafiaafásica. A pesar de que su caligrafía fue adecuada, en laescritura al dictado todas las palabras incluyeronparagrafias particularmente literales. La escritura a lacopia fue completamente normal. La escritura espontá-nea fue imposible y el paciente no intentó siquiera rea-lizarla. En la escritura de series, no pudo escribir lasecuencia del abecedario, aunque si la secuencia de losnúmeros cuando ésta fue iniciada por el examinador.

En pruebas de cálculo se observó que el pacientelee y reconoce adecuadamente números, presentandoocasionales substituciones por jerarquía. La escritura denúmeros al dictado fue casi imposible y se hallaronsubstituciones de números. En ocasiones escribió canti-dades completamente diferentes al número dictado.Reconoció adecuadamente los conceptos de mayor ymenor. El cálculo mental fue imposible; en el cálculoescrito se observaron errores en la realización de opera-

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ciones aritméticas, aunque el paciente conservó el pro-ceso aritmético que se debe seguir en la realización deuna operación matemática.

ConclusiónEl paciente presenta, no sólo un déficit amplio en suactividad cognoscitiva general consecuente a su trau-matismo craneoencefálico, sino también déficit focales.Existen toda una serie de fallas difusas y amplias que semanifiestan en un deterioro cognoscitivo difuso. Sinembargo, superpuesto a este déficit cognoscitivo globalmoderado, existe una franco compromiso afásico dellenguaje que se refleja en defectos importantes en lacomprensión, errores en la denominación, imposibili-dad para repetir y olvido de palabras.

Asociado con su defecto en el lenguaje oral, el pa-ciente presenta una alexia y una agrafia importantes. Laimposibilidad casi total para repetir apunta a la existen-cia de defectos en la discriminación fonológica del len-guaje; esto se ve reforzado por la observación de que elpaciente presenta un número mayor de errores en el re-conocimiento de los objetos (discriminación auditiva)que en la denominación; es decir, el rendimiento delpaciente es particularmente pobre cuando la tarea seencuentra mediada por instrucciones verbales. Sin em-bargo, en ambos casos los errores son evidentes y no sepuede considerar que el paciente presente un déficit li-mitado a un aspecto particular del lenguaje. Es llamativotambién que la denominación de letras fue superior a sureconocimiento y que la escritura al dictado fue defec-tuosa por la inclusión constante de paragrafias literales.

El paciente presenta, además, una diversidad dedéficit globales asociados con la etiología de su lesión,como lentificación motora, defectos atencionales,desinhibición comportamental y amnesia.

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CAPÍTULO IVErrores lingüísticos en las afasias

En los pacientes afásicos existen algunos defectos en ellenguaje que merecen un análisis especial. Frecuente-mente las palabras utilizadas son incorrectas desde elpunto de vista de su selección y composición. Tales des-viaciones se denominan parafasias. Por otro lado, la re-petición ha sido considerada por algunos autores comoun criterio central en la clasificación de las afasias(afasias con defectos en la repetición, o afasias perisil-vianas versus afasias sin defectos en la repetición o afasiasextrasilvianas). Finalmente, las dificultades en la deno-minación (anomia) ha sido uno de los problemas queha atraído una atención mayor en el estudio de lasafasias. A continuación se examinarán estos puntos.

PARAFASIAS

Las desviaciones afásicas fueron originalmente descri-tas por Wernicke (1874). Kussmaul (1877) acuñó el tér-mino parafasia y distinguió las parafasias literales y lasparafasias verbales. En el primer caso existe una confu-sión de los fonemas que conforman una palabra; en elútimo caso, las dos formas presentan entre sí algunasimilitud semántica. Jakobson (1964) interpretó lasparafasias como un error paradigmático en el procesode selección. Lecours y Lhermitte (1969) mostraron quehay muchos tipos diferentes de errores en el lenguagede los pacientes afásicos y es posible distinguir diversostipos de parafasias.

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Los errores a nivel fonético ([t] - [t’]) usualmente nose denomianan como parafasias fonéticas, sino comodesviaciones fonéticas (Ryalls et al., 1988). El nombreparafasia no se aplica a tales errores fonéticos, ya queno constituyen errores del lenguaje, sino una actualiza-ción errónea de los fonemas. Como regla general, en lasafasias motrices las desviaciones fonéticas son abundan-tes. Sin embargo, algunas de las supuestas parafasiasfonológicas halladas en las afasias motrices podrían re-sultar de desviaciones fonéticas tan pronunciadas, quelos fonemas se perciben erróneamente (Buckingham,1989; Lecours y Caplan, 1975).

Se pueden distinguir diferentes tipos de parafasias(Ardila y Rosselli, 1993). A continuación se presenta unresumen de las principales desviaciones en el lenguajeencontradas en las afasias.

1. Distorciones fonéticas (percibidas como tales porel oyente)

2. Parafasias literales:a) Parafasias fonémicas:

* Omisiones* Adiciones* Desplazamientos* Substituciones

b) Parafasias articulatorias (percibidas comoparafasias fonémicas)

3. Parafasias verbales:a) Parafasias verbales formales (relación fonológica)b) Parafasias verbales morfológicasc) Parafasias verbales semánticas

(relación semántica)* Mismo campo semántico* Antónimos* Superordinado

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ERRORES LINGÜÍSTICOS EN LAS AFASIAS

* Proximidadd) Parafasias verbales inconexas

4. Parafasias sintagmáticas5. Circunlocuciones:

a) Descripción del objetob) Función instrumental

6. Anaforas indefinidas7. Neologismos

Las parafasias pueden resultar de una secuencia in-adecuada de los fonemas. Este tipo de parafasia se de-nomina literal (o fonémica o fonológica). Los erroresfonológicos pueden ser debidos a omisiones, adiciones,desplazamientos o sustituciones de fonemas.

Una parafasia verbal formal es una trasformación enla cual la palabra substitituyente y la palabra substuidason similares en términos de su forma, no de su signifi-cado (cajetilla - carretilla). Las parafasias verbales forma-les se podrían considerar como un tipo particular deparafasia fonológica.

Parafasia verbal morfémica se refiere a una palabrainapropiada que ha sido construida utilizando morfemasque pertenecen al inventario del lenguaje (nochemente)(Lecours y Lhermitte, 1972; Lecours, 1975). La palabraresultante puede ser aceptable desde el punto de vistadel lenguaje, pero inaceptable en su contexto actual. Es-tas innovaciones (creación de una palabra combinandomorfemas existentes en una forma nueva) se observanespecialmente en la afasia de Wernicke. Cuando la pala-bra resultante es inaceptable desde el punto de vista dellenguaje (desviaciones algunas veces conocidas comoneologismos o mezclas, o híbridos o telescopages), estopuede deberse a lo siguiente: a) utilización incorrecta deafijos, b) codificación simultánea de dos elementoslexicales fonológicamente relacionados pero que no

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LAS AFASIAS

guardan similitud semántica, c) codificación simultáneade dos palabras relacionadas semánticamente que tam-bién pueden asociarse semánticamente, d) perseveracióno anticipación de parte de la palabra en la secuencia dela frase (Buckingham, 1981b).

Una parafasia verbal semántica se refiere a una tras-formación afásica en la cual las palabras substituyentey substituida guardan una relación semántica (mesa -silla). Las parafasias verbales semánticas observadas enpacientes afásicos pueden corresponder a uno de lossiguientes grupos: a) la palabra substituyente y la pala-bra substuida pertenecen a un mismo campo semántico(león - tigre), b) son palabras antónimas (grande - peque-ño), c) la palabra es remplazada por una palabrasuperordenada (león - animal); de hecho, los pacientesafásicos frecuentemente recurren a palabras de un altonivel de generalidad pero con un contenido bajo (cosa),d) existe una proximidad ambiental entre la palabrasubstituyente y la palabra substituida (cigarrillos - fósfo-ros) (Ryalls et al., 1988).

Además de estos tres tipos de parafasias verbales (for-males, morfémicas y semánticas), en ocasiones el pa-ciente puede introducir una palabra, que dentro delcontexto actual no parece relacionarse fonológica osemánticamente con la palabra requerida. Este tipo dedesviación se denomina parafasia verbal inconexa, porejemplo: las personas se corroboran en la plaza (Green,1969; Buckingham, 1989).

Una parafasia no siempre se refiere a una sola pala-bra. Las substituciones pueden aparecer en unidadeslingüísticas más complejas (acuario del pez - la jaula delleón). Este último tipo de substitución representa unaparafasia sintagmática.

Existen otros tipos de desviaciones en el lenguajeafásico. Frecuentemente se observan descripción del ob-

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ERRORES LINGÜÍSTICOS EN LAS AFASIAS

jeto (moneda - eso redondo, de metal) y de su función ins-trumental (reloj - para saber la hora). Anáfora es una pala-bra que tiene un referente que ocurre antes o después.Los afásicos en ocasiones utilizan anáforas en las que noexiste un referente (anáfora indefinida). Por ejemplo: loleí; si previamente no se ha señalado que se trata de unlibro, un periódico o una carta; es una anáfora indefinida.

Un neologismo es una forma fonológica en la cual esimposible recuperar con un grado razonable de certezaalgún o algunos elementos del vocabulario que supues-tamente tuvo el paciente antes del comienzo de su en-fermedad (Buckingham y Kertesz, 1976). En otraspalabras, es imposible identificar la palabra que supues-tamente se intentaba producir. Casi siempre es posibleidentificar la categoría gramatical partiendo de su posi-ción y sus inflecciones. Un neologismo puede deberse aun doble error: una unidad lexical incorrectamente se-leccionada que se distorsiona fonológicamente antes deque logre su realización oral.

Jerga afásica es un término descriptivo para referir-se a un lenguaje fluido, bien articulado, pero sin ningúnsignificado desde el punto de vista del oyente. La au-sencia de significado es un resultado de la cantidad sig-nificativa de parafasias y neologismos. Se han distinguidodistintos tipos de jergas: jerga fonológica, jerga semánti-ca y jerga neologística (Kertesz, 1985). Sin embargo, lostres tipos de jerga en general, aparecen simultáneamen-te, aunque uno de ellos puede predominar. La jerganeologística y semántica ocasionalmente puede confun-dirse con un lenguaje psicótico (Benson y Ardila, 1996).

REPETICIÓN

La habilidad para repetir se ha convertido en uno de losaspectos más importantes en la clasificación de las

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afasias. Los diferentes grupos de afasias se pueden dis-tinguir, según su conservación de la capacidad para re-petir en las afasias extrasilvianas (transcorticales), o sudefecto en el lenguaje repetitivo (afasias perisilvianas).Sin embargo, la habilidad para repetir depende de unaserie de variables, tales como la composición fonológica,la categoría gramatical, la longitud, la forma sintácticay la predictibilidad (Albert et al., 1981; Martín, 2001).Esto es cierto, tanto en sujetos normales como en pa-cientes afásicos. De hecho, la repetición puede utilizar-se como un criterio básico en la clasificación de lostrastornos afásicos (tabla 1).

A pesar de la enorme importancia de la repeticiónen la afasia, hay sólo unos pocos estudios dedicados es-pecíficamente al análisis de los defectos de la repeti-ción en pacientes afásicos. La repetición no se puedeconsiderar como un fenómeno simple. Goldstein (1948)subrayó que la repetición implica percepción adecua-da, capacidad motora para producir el lenguaje, lengua-je interno, comprensión del lenguaje, cierta actitud y niveleducativo por parte del paciente, además de un contex-to particular en el cual se produce la repetición. SegúnLuria (1966, 1976) la repetición requiere un proceso deanálisis auditivo (fonético), un control sobre la articula-ción del habla y una memoria audioverbal conservada.Luria enfatizó que la repetición de diferentes tipos demateriales puede requerir la participación de diferen-tes sustratos neuroanatómicos.

Garder y Winner (1978) analizaron los defectos enla repetición en 41 pacientes afásicos divididos en ochogrupos: anómicos, transcortical sensorial, transcorticalmotora, síndrome de aislamiento, afasia de Broca, afasiade Wernicke, conducción y anterior mixta. Utilizaronuna prueba consistente en 11 tipos de reactivos y doscondiciones (repetición inmediata y repetición diferi-

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TABLA 1Clasificación de los diferentes síndromes afásicos de acuerdo con los

criterios de repetición, fluidez y comprensión

Repetición Fluidez Comprensión

Afasia de Broca Pobre Pobre BuenaExtrasilviana motora Buena Pobre BuenaAfasia de conducción Pobre Buena BuenaAfasia de Wernicke Pobre Buena PobreExtrasilviana sensorial Buena Buena PobreExtrasilviana mixta Buena Pobre PobreAfasia global Pobre Pobre Pobre

da). En la condición inmediata el grupo mixto anteriorpresentó el número mayor de errores (cerca de 50%),seguido de Broca (cerca de 35%), conducción (cerca de32%), Wernicke (cerca de 30%), transcortical motora(cerca de 20%), transcortical sensorial y aislamiento(cerca de 10%), y anomia (cerca de 3%). Se encontróque la ejecución dependía de la longitud y significativi-dad del material. La condición diferida usualmente fuefavorable para los pacientes con afasia de Broca y desfa-vorable para los pacientes anómicos. Desafortunadamen-te, en este estudio sólo se utilizaron elementos cortos(entre una y ocho sílabas).

Ardila y Rosselli (1992) seleccionaron 41 pacientesafásicos diestros y analizaron los errores en la repeticiónen tres tareas tomadas de la prueba de Boston para eldiagnóstico de las afasias (Goodglass y Kaplan, 1979): re-petición de palabras, repetición de oraciones de alta pro-babilidad y repetición de oraciones de baja probabilidad.Encontraron que los errores en la repetición, en la afasiamotora extrasilviana, resultaban de parafasias verbales ycambios en el orden de las palabras; cuando se utilizabanoraciones largas, estos pacientes tendían a omitir ciertoselementos. Estos errores fueron particularmente eviden-tes en la repetición de oraciones de baja probabilidad.

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Frecuentemente las oraciones se cambiaban para hacer-las más usuales y simples. Los errores en la afasia de Bro-ca se debían a parafasias literales (anticipaciones yomisiones) en la repetición de palabras, y a omisiones depalabras en la repetición de oraciones. La frases repeti-das eran agramáticas, con una eliminación evidente delos conectores gramaticales. En la afasia de conducciónse hallaron errores literales, autocorrecciones y aproxi-maciones. Se observó una diferencia importante entre larepetición de oraciones de alta y baja probabilidad. Entanto que los puntajes en la repetición de oraciones dealta probabilidad fueron más altos que en la afasia de Bro-ca, los puntajes en la repetición de oraciones de baja pro-babilidad fueron sólo la mitad de los observados en laafasia de Broca. En la afasia de Wernicke, los pacientescon defectos significativos en la discriminación fonológi-ca (sordera a las palabras) fracasaron completamente entodas las tareas de repetición. En otros afásicos de Wer-nicke, se hallaron parafasias fonológicas en todas las con-diciones. En pacientes anómicos se encontraron erroressolamente en la repetición de oraciones, particularmen-te en la repetición de oraciones largas. Los errores se de-bieron a omisión de palabras y parafasias verbales. Latabla 2 presenta los porcentajes de repetición correctahallados en los diferentes grupos de afasia.

En conclusión, todos los grupos de pacientes afási-cos presentan al menos algunos errores en el lenguajerepetitivo. Estos errores son no solamente cuantitativasino también cualitativamente diferentes. Dependien-do de la tarea específica, los errores pueden ser eviden-tes o mínimos en un grupo particular de afasia. Algunospacientes tienen dificultades resultantes de sus limita-ciones en su memoria verbal (en la anomia); otros pa-cientes pueden presentar dificultades en la producciónfonológica (en la afasia de Broca y de conducción). Otros

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TABLA 2Porcentaje de repetición correcta en varios grupos de pacientes

afásicos en las tres pruebas de repetición de la prueba de Boston parael diagnóstico de las afasias

Broca Wernicke Conducción Extrasil- Anómicaviana motora

Palabras 46.0 74.0 63.0 98.0 100.0Alta probabilidad 50.0 45.0 53.7 95.0 71.2Baja probabilidad 45.0 22.2 21.2 67.5 52.5

Fuente: Ardila y Rosselli (1992a).

más pueden tener defectos en la comprensión gramati-cal (afasia de Broca) y en el uso de la sintaxis compleja(afasia extrasilviana motora).

DENOMINACIÓN

Las alteraciones en la denominación representan el de-fecto más común en las afasias. Prácticamente todos lospacientes afásicos presentan alteraciones en la denomi-nación: sin embargo, las características actuales de lasdificultades pueden variar considerablemente en losdiferentes sindromes afásicos.

Ante todo, es necesario tener presente que anomiaes un término con un doble significado en afasiología.Por una parte, puede considerarse equivalente a altera-ción o falla en la denominación. En este sentido ampliotodos los pacientes afásicos son anómicos, aunque eldefecto puede manifestarse en formas bastante diferen-tes. De hecho, la denominación representa el factor ge-neral más importante subyacente en los trastornosafásicos (Schuell et al., 1962). Así, la anomia sola es depoco valor con relación a la topografía del daño (Bensony Geschwind, 1985). Además, las dificultades en la de-nominación representan el déficit residual permanente

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más importante en afásicos crónicos. Por otra parte, enun sentido más restringido, la anomia ha sido conside-rada equivalente a la dificultad para encontrar palabrascon presencia de circunloquios y frecuentementeparafasias verbales, observada en algunos afásicos pos-teriores. En esta acepción restringida, anomia se ha he-cho equivalente a afasia anómica (Benson y Geschwind,1972; Goodglass y Kaplan, 1972; Kertesz, 1985), afasianominal (Head, 1926), o afasia amnésica (Héaen, 1972;Luria, 1977).

Se han adelantado algunos intentos de clasificaciónde las anomias (Benson, 1979, 1988; Benson y Ardila,1996; Gainotti, 1987; Gainotti et al., 1986; Luria, 1966).Todos enfatizan la existencia de diferentes subtipos dealteraciones en la denominación en pacientes afásicos.La tabla 3 presenta una propuesta de clasificación ade-lantada por Benson y Ardila (1996). Según tal clasifica-ción, es posible distinguir los siguientes defectos en ladenominación.

Anomia en producción de las palabrasLas dificultades en la producción de las palabras se ob-servan en casos de lesiones frontales, particularmentecuando se localizan en el área de Broca (área 44 deBrodmann), en el área motora suplementaria izquier-da, y en el área anterior y superior al área de Broca. Esposible distinguir diferentes tipos:

Anomia frontal. Los pacientes con lesiones prefronta-les izquierdas dorsolaterales y afasia extrasilviana mo-tora, pueden presentar tres tipos principales de erroresen la denominación: a) fragmentación, errores de laparte por el todo (Kohn y Goodglass, 1985); b) perseve-ración, un nombre previamente producido se repiteen un nuevo contexto, y c) ocasionalmente pueden

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ERRORES LINGÜÍSTICOS EN LAS AFASIAS

TABLA 3Clasificación de los defectos en la denominación

Tipo de Anomia Trastornos afásicos (oagnósicos) asociados

1. Anomia en producción de las palabrasa) Anomia frontal Extrasilviana motora Ib) Anomia en la iniciación articulatoria Extrasilviana motora IIc) Anomia por la reducción articulatoria Afasia de Brocad) Anomia parafásica Afasia de conduccióne) AnomiaDesintegración fonémica Afasia de Wernicke

2. Anomia en la selección de las palabras Extrasilviana sensorial I

3. Anomia semántica Extrasilviana sensorial II

4. Tipos especiales de anomia:a) Anomia de categoría específica:

* Anomia al color Agnosia al color* Anomia digital (corporal) Autotopagnosia* Otros tipos especiales de anomia

b) Anomia de modalidad específica:* Anomia visual Agnosia visual* Anomia táctil Astereognosia* Anomia auditiva Agnosia auditiva no verbal* Anomia gustativa Agnosia gustativa* Anomia olfatoria Agnosia olfatoria

c) Anomia por desconexión callosa

Fuente: Benson y Ardila (1996).

observarse las así llamadas, parafasias extravagantes,probablemente resultantes de asociaciones libres deideas.

Anomia en la iniciación articulatoria. En el segundo tipode afasia extrasilviana motora, por compromiso del áreamotora suplementaria, el paciente no logra iniciar elacto verbal-articulatorio. Las palabras se producen conesfuerzo evidente por parte del paciente. Eventualmentese observan parafasias literales (Ardila y López, 1984).

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LAS AFASIAS

Anomia por reducción articulatoria. En casos de afasia deBroca, los errores en la denominación son diversos. Lospacientes con afasia de Broca presentan un defectoarticulatorio que se manifiesta en su producción verballenta y esforzada, simplificación de conjuntos silábicosy asimilaciones fonémicas; un fonema previamente pro-ducido aparece erróneamente en una sílaba subsecuen-te o se anticipa un fonema correspondiente a una sílabaposterior.

Anomia parafásica. Es la anomia encontrada en la afasiade conducción. Las parafasias literales son frecuentesdurante las tareas de denominación, aunque el pacien-te intenta autocorregir las desviaciones y produce aproxi-maciones progresivas a la palabra buscada (Ardila, 1992).El lenguaje automático se produce sin ningún esfuerzoaparente. El nombre imposible de producir durante latarea de denominación puede facilmente aparecer du-rante la conversación informal o cuando se incluye enuna secuencia automática.

Anomia por desintegración fonémica. En la afasia deWernicke es posible observar una desintegraciónfonémica del lenguaje. Tal desintegración puede ser tansevera que la producción aparece como una jergafonológica. La denominación es defectuosa como resul-tado de la cantidad abundante de parafasias fonémicas.

Anomia en la selección de las palabrasLa anomia por selección de las palabras se asocia conuna función lingüística normal, exceptuando algunaspausas por dificultades para encontrar palabras, cincun-loquios y fracasos evidentes en denominar. La repeti-ción es normal, la comprensión relativamente normaly el defecto en el lenguaje sólo se evidencia durante la

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ERRORES LINGÜÍSTICOS EN LAS AFASIAS

denominación. Sin embargo, cuando se le pide al pa-ciente señalar objetos su ejecución es rápida y correcta;más aún, el paciente puede describir el uso del objeto,subrayando que no se trata de un defecto agnósico. Casiinvariablemente la patología compromete la porcióninferior posterior del lóbulo temporal izquierdo (área37 de Brodmann) (Benson, 1988).

Anomia semánticaEn este caso el paciente no sólo no puede denominarlos objetos, tampoco puede reconocerlos cuando se lepresentan los nombres correspondientes. En otras pala-bras, constituye un defecto en dos direcciones. Laanomia semántica se encuentra en caso de lesionesparieto-occipitales y particularmente, cuando la circun-volución angular izquierda se encuentra comprometi-da. Ha sido algunas veces considerada como uno de loscomponentes de la afasia semántica (Luria, 1977). Laanomia semántica se ha descrito en las afasias asocia-das con la demencia de tipo Alzheimer (Cummings etal., 1985).

Tipos especiales de anomiaAlgunos tipos paticulares de anomia merecen especialconsideración.

Anomia de categoría específica. Se refiere al trastorno enel cual las unidades pertenecientes a una categoría es-pecífica son más difíciles de denominar que las unida-des pertenecientes a otras categorías. La anomia al colores el ejemplo por excelencia. Otras categorías específi-cas pueden también hallarse comprometidas. En casosde lesiones parietales izquierdas y autotopagnosia se en-cuentra una dificultad máxima para denominar partescuerpo, especialmente los dedos de la mano, en tanto

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LAS AFASIAS

que la denominación de colores y de objetos externoses significativamente superior (Frederiks, 1985).

Goodglass et al. (1986) estudiaron una serie grandede pacientes en cinco categorías de nombres: objetos,letras, números, acciones y colores. Observaron que laalteracion o conservación selectiva de categorías espe-cíficas era más la regla que la excepción. Diferentes re-portes han corroborado la observación de que losdefectos en la denominación pueden ser distintos paradiferentes categorías de palabras (Bernt, 1988).Warrington (1981) reporta que algunos pacientes pre-senta una dificultad selectiva para entender palabrasabstractas y no palabras concretas, y que otros pacien-tes presentan el patrón opuesto. Algunos pacientes pre-sentan dificultades selectivas para denominar animalesy alimentos, pero no objetos inanimados (Warrington yShallice, 1984). Un paciente pudo utilizar las categoríasde animales, flores y alimentos, pero no de objetos in-animados (Warrington y McCarthy, 1983). Hart, Bernt yCaramazza (1985) describieron un paciente con un dé-ficit muy específico para denominar frutas y vegetales.Temple (1986) reportó un paciente de 12 años con unaanomia que afectaba particularmente la categoría deanimales. De esta manera, las dificultades en la deno-minación pueden encontrarse limitadas a alguna cate-goría semántica específica. Ardila y Rosselli (1994)hallaron una paciente incapaz de denominar acciones,pero con una ejecución normal en la denominación deobjetos y partes del cuerpo.

Anomia de modalidad específica. Se refiere a la incapaci-dad para denominar algunos objetos cuando se presen-tan a través de una modalidad sensorial, pero no cuandoel mismo objeto se presenta a través de otra modalidadsensorial diferente.

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ERRORES LINGÜÍSTICOS EN LAS AFASIAS

Las anomias gustativa y olfativa han sido apenasmencionadas en la literatura (Konorski, 1969), aunqueteóricamente deberíamos esperar que se presentasen.Vale la pena reportar el caso de un paciente con lesionesoccipito-temporales bilaterales quien afirmaba que cuan-do se encontraba comiendo, no podía reconocer ni deno-minar lo que estaba comiendo, a pesar de que el pacienteno presentaba angustia y podía facilmente reconocer losalimentos agradables y desagradables; de hecho, conser-vaba sus preferencias alimenticias previas. La denomi-nación visual, aunque discretamente alterada, eramucho mejor. Era más fácil para el paciente denominaruna manzana presentada visualmente, que cuando se laestaba comiendo. Además, señalaba que cuando veía di-ferentes alimentos, no podía imaginarse su gusto (Loperay Ardila, 1992). Quizás este podría ser un ejemplo deuna anomia gustativa (y eventualmente olfativa).

Anomia por desconexión callosa. Los pacientes concallosotomías presentan una incapacidad para denomi-nar correctamente los objetos colocados en su mano iz-quierda (hemianomia izquierda) (Geschwind y Kaplan,1962; Gazzaniga et al., 1962). Sin embargo, tales pacien-tes pueden seleccionar posteriormente el objeto coloca-do en su mano izquierda entre un grupo de objetos,demostrando que se logró un reconocimiento del obje-to, pero que es imposible verbalizar su nombre. Se hapropuesto que el hemisferio derecho es capaz de anali-zar correctamente la información táctil, pero que su ais-lamiento del hemisferio verbal izquierdo no le permiteparear la representación del objeto con su nombre. Estadificultad también se puede encontrar en casos de acci-dentes vasculares de la arteria cerebral anterior y par-cialmente en casos de hidrocefalia, como resultado dela compresión de las fibras del cuerpo calloso. Además

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LAS AFASIAS

de esta bien conocida hemianomia izquierda en casosde callosotomia, vale la pena mencionar que estos pa-cientes también evidencian fallas al denominar fotogra-fías de personas. Presentan la descripción completa ycorrecta de la persona, pero no pueden hallar el nom-bre correspondiente (es la fotografía de un escritor colom-biano muy famoso, que ganó el Premio Nobel; lo conozcomuy bien, pero no puedo encontrarle el nombre). Teórica-mente, hallar el nombre que corresponde a la fotografíade una persona requiere una participación de amboshemisferios cerebrales.

En resumen, los errores en la denominación repre-sentan uno de los signos afásicos más sobresalientes. Elanálisis de estos errores puede suministrar informaciónimportante sobre las características del trastorno afásicoparticular.

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CAPÍTULO VAfasias perisilvianas

Las tres primeras formas de afasia perisilviana señala-das en la tabla 4 del capítulo 2 presentan dos similitu-des importantes. Todas ellas se caracterizan por undefecto notorio en el lenguaje repetitivo, y anatómica-mente los sitios de las lesiones se localizan alrededor dela cisura de Silvio del hemisferio izquierdo. Se describi-rán las principales características clínicas de estos tressíndromes afásicos y se analizarán algunas de las va-riantes que pueden presentar; finalmente, se señalarásu evolución y sus correlaciones anatómicas.

AFASIA DE BROCA

La afasia de Broca (síndrome triangular-opercular) fuedenominada inicialmente por Broca como afemia y hasido conocida como afasia motora eferente o quinética(Luria, 1966, 1970); afasia expresiva (Hécaen y Albert,1978; Pick, 1913; Weisenburg y McBride, 1935); afasiaverbal (Head, 1926); afasia sintáctica (Wepman y Jones,1964), o afasia de Broca (Nielsen, 1938; Brain 1961;Benson y Geschwind, 1971; Benson, 1979; Lecours etal., 1983). Las características principales de la afasia deBroca se presentan en la tabla 1.

La afasia de Broca se caracteriza por un lenguajeexpresivo no fluido, pobremente articulado, compuestopor expresiones cortas y agramaticales y producido congran esfuerzo. Está compuesto básicamente desustantivos con una marcada deficiencia o ausencia de

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LAS AFASIAS

TABLA 1Características de la afasia Broca

1. Características básicas del lenguaje:* Lenguaje conversacional No fluente* Comprensión del lenguaje Relativamente normal* Repetición Anormal* Señalar Relativamente normal* Denominar Anormal* Lectura en voz alta Anormal* Lectura de comprensión Relativamente normal* Escritura Anormal

2. Signos neurológicos asociados:* Sistema motor Usualmente hemiparesia severa* Disartria Usualmente severa* Pérdida de sensibilidad cortical Frecuentemente presente* Apraxia Simpática* Campo visual Normal* Agnosia visual Ausente

Fuente: Benson y Ardila (1996).

estructura sintáctica y afijos (agramatismo). El defectoen la articulación ha sido denominado de diversas ma-neras (apraxia del habla, desintegración fonémica, etc.)(Buckingham, 1981, 1989). Ocasionalmente sólo se ob-serva un ligero acento extranjero. La tabla 2 presenta al-gunos ejemplos de errores típicos encontrados enpacientes con afasia de Broca.

TABLA 2Ejemplos de errores en el lenguaje

encontrados en pacientes con afasia de Broca

1. Errores verbales articulatorios:* Simplificación silábica tres - tes* Anticipación tela - lela* Perseveración peso - pepo* Substitución de fonemas fricativos

(f, s, z, j) por oclusivos (p, b, d, t, k, g) seda - teda

2. AgramatismoLos perros están en el jardín - perro jardín

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AFASIAS PERISILVIANAS

El nivel de comprensión del lenguaje es siempresuperior a la producción verbal, aunque nunca normal,especialmente con relación a la comprensión gramati-cal. Los pacientes con afasia de Broca fácilmente identi-fican objetos o partes del cuerpo, pero si se les pide queseñalen múltiples objetos o partes del cuerpo en un or-den determinado, sólo logran realizarlo hasta un nivelde unas dos o tres palabras. Igualmente, presentan fa-llas notorias en la comprensión de las estructuras gra-maticales del lenguaje. Sin embargo, el déficit en laproducción gramatical es más severo que su defecto enla comprensión.

La repetición es inadecuada, con presencia de des-viaciones fonéticas y parafasias fonológicas, simplifica-ciones de los conjuntos silábicos e iteraciones. A pesarde esta dificultad, el lenguaje repetitivo puede ser supe-rior al lenguaje espontáneo. Es interesante observar queexiste un defecto selectivo en la repetición de estructu-ras gramaticales, ausentes igualmente en su lenguaje es-pontáneo. Así, por ejemplo, cuando al paciente se le pideque repita el niño camina por la calle, sólo puede repetirniño camina calle, omitiendo los elementos con una fun-ción puramente gramatical. En ocasiones, solamente lo-gra repetir los elementos nominativos (niño, calle).

La producción de series automáticas (contar, días dela semana, etc.) es superior al lenguaje espontáneo. Elcanto también frecuentemente mejora la producciónverbal en estos pacientes; sin embargo, es poca la gene-ralización entre el canto o el lenguaje automático y laproducción espontánea.

Señalar y denominar siempre es deficiente. Sin em-bargo, señalar es superior a denominar. Si se exceptúala comprensión sintáctica (el perro muerde al gato, el gatomuerde al perro), ocasionalmente la comprensión lingüís-tica puede aparecer como prácticamente normal. Du-

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LAS AFASIAS

rante la denominación, sin embargo, es usual encon-trar dificultades articulatorias (desviaciones fonéticas)que pueden aparecer como parafasias literales, al igualque omisiones y simplificaciones fonológicas. La pre-sentación de claves fonológicas puede ayudar a la ini-ciación de la articulación. Igualmente, al completarfrases de alta probabilidad (yo escribo con un...) puedellevar a una producción correcta del nombre deseado.

La mayoría de los pacientes con afasia de Broca tie-nen grandes dificultades para la lectura en voz alta. Sinembargo, su nivel de comprensión es notoriamente su-perior a la lectura en voz alta.

La escritura con cualquiera de las dos manos estáseriamente alterada. Típicamente, la escritura se reali-za con letras grandes, pobremente formadas, con erro-res en el deletreo y omisiones de letras. La escrituracon la mano izquierda es notoriamente inferior a la queproduciría un sujeto normal al escribir con la mano nopreferida. El defecto en la escritura afecta, tanto su es-critura espontánea, como al dictado, y aun a la copia.La escritura de palabras significativas es notoriamentesuperior a la escritura de logotomas. La escritura espon-tánea suele ser virtualmente imposible. Es interesanteobservar que los pacientes con afasia de Broca, aunquehemiparéticos, pueden escribir mejor desde el puntode vista lingüístico (no motor) con su mano hemiparética(con ayuda de un aparato especial), que con su manoizquierda. Esta observación se ha interpretado en el sen-tido de que en la agrafia observada con la mano izquier-da, no sólo existen elementos de una agrafia afásica,sino también en alguna medida de una hemiagrafia pordesconexión interhemisférica.

El examen neurológico muestra en la mayoría delos casos algún grado de hemiparesia derecha y en ca-sos extremos, una hemiplejia. La paresia es usualmente

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AFASIAS PERISILVIANAS

máxima en el miembro superior derecho y menor en elmiembro inferior. Frecuentemente se encuentrahiperreflexia y reflejos patológicos en el hemicuepoderecho. Es frecuente encontrar apraxia ideomotora enel lado izquierdo no parético del paciente (apraxia sim-pática). Las anormalidades sensoriales no son consis-tentes, pero pueden hallarse también en pacientes conafasia de Broca. Igualmente, en ocasiones se encuentrauna desviación conjugada de la mirada hacia la izquier-da o cierto grado de paresia ocular que puede desapare-cer en el curso de días o semanas.

Aunque existe cierto desacuerdo sobre la topografíaexacta de las lesiones responsables de la afasia de Broca,parece evidente que las lesiones limitadas estrictamenteal área de Broca no son suficientes para producir el sín-drome; en caso de lesiones específicamente limitadas alárea de Broca (área 44 de Brodmann) usualmente sólo seobservan defectos leves en la agilidad articulatoria, ciertoacento extranjero y una habilidad reducida para hallar pa-labras. La hemiparesia y apraxia suelen ser mínimas.Esta forma restringida de afasia de Broca podría denomi-narse como afasia de Broca tipo I (o afasia de Broca me-nor, o afasia del área de Broca). La forma extensa o el

FIGURA 1Área de la afasia de Broca

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LAS AFASIAS

síndrome completo de la afasia de Broca sólo se observasi adicionalmente el daño se extiende a la región opercu-lar, la circunvolución precentral, la ínsula anterior y lasustancia blanca paraventricular y periventricular (figura1). Esta forma de afasia de Broca podría denominarsecomo afasia de Broca completa o afasia de Broca tipo II.

AFASIA DE CONDUCCIÓN

La afasia de conducción (síndrome parietal-insular) hasido conocida como afasia motora quinestésica o aferente(Luria, 1966, 1980); afasia central (Goldstein, 1948);afasia de conducción eferente (Kertesz, 1985); afasia deconducción suprasilviana (Von Keyserlingk et al., 2001),o simplemente como afasia de conducción (Benson yArdila, 1994,1996; Benson, 1979; Hécaen y Albert, 1978;Lecours et al., 1983; Wernicke, 1874).

La afasia de conducción fue descrita inicialmentepor Wernicke, en 1874, y aún hoy en día constituye unode los síndromes afásicos más polémicos. Usualmentese define como una afasia caracterizada por un lengua-je espontáneo relativamente fluente, buena compren-sión, pobre repetición con presencia de parafasiasliterales. Benson, Sheretoman, Bouchard, Segarra, Pricey Geschwind (1973) señalan tres características básicasy cinco características secundarias de la afasia de con-ducción: a) lenguaje conversacional fluente pero para-fásico, b) comprensión casi normal, c) alteracionesimportantes en la repetición. La afasia de conducciónmuy frecuentemente incluye también: a) defectos en ladenominación (desde la contaminación parafásica has-ta la incapacidad total para producir la palabra apropia-da), b) alteraciones en la lectura (la comprensión esnotoriamente superior a la lectura en voz alta), c) alte-raciones en la escritura (desde defectos leves en el dele-

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AFASIAS PERISILVIANAS

treo hasta una agrafia severa), d) apraxia ideomotora, ye) anormalidades neurológicas (cierta hemiparesia de-recha y pérdida de sensibilidad cortical).

El sine qua non del síndrome lo constituye el defectoen la repetición. Sin embargo, este defecto podría serexplicado de diferentes maneras. La primera y más fre-cuente explicación ha sido propuesta en términos dedesconexión (Wernicke, 1874; Geschwind, 1965; Dama-sio y Damasio, 1983b). Otros autores, sin embargo, pre-fieren interpretar la afasia de conducción en términosde un defecto apráxico (Ardila y Rosselli, 1990b; Brown1972, 1975; Luria 1966, 1980). Dada esta segunda inter-pretación, la afasia de conducción podría considerarsecomo una apraxia verbal, una apraxia ideomotora parael acto de hablar o como una apraxia quinestésica delhabla (Ardila, 1992a).

La posibilidad de varios mecanismos capaces de ori-ginar defectos en la repetición ha conducido a lapostulación de diferentes formas de afasia de conduc-ción cada una de ellas capaz de originar defectos en larepetición: eferente-aferente (Kertesz, 1979, 1985), o re-producción-repetición (Shallice y Warrington, 1977;Caplan et al., 1986). El tipo eferente-reproducción impli-ca la organización fonológica y la representación de laspalabras y se correlaciona con daño parietal e insular, entanto que el tipo aferente-repetición implica defectos enla memoria verbal a corto término, afecta la repeticiónde secuencias largas y aparece como consecuencia dedaño del lóbulo temporal. Luria (1980) considera que loque ha sido denominado como afasia de conducción co-rresponde en realidad a dos tipos diferentes de defectoslingüísticos. Utiliza el término afasia motora aferentepara referirse al tipo de afasia de conducción parietal; eldefecto en la repetición se derivaría de la inhabilidadpara analizar y apreciar los rasgos que componen los

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LAS AFASIAS

movimientos requeridos para producir los sonidos dellenguaje (articulemas, según Luria) y lo interpreta comouna apraxia quinestésica verbal. El segundo tipo se in-cluiría dentro de la afasia acústico-amnésica.*

La tabla 3 resume las principales características dela afasia de conducción. El paciente presenta un núme-ro considerablemente alto de parafasias literales, espe-cialmente durante las tareas de repetición. El lenguajeespontáneo puede fluctuar y en ocasiones es fluido, yen otras ocasiones no fluido, parafásico y difícil en suproducción. El paciente puede producir una o varias fra-ses sin mayor dificultad, pero al llegar a una palabraparticular es completamente incapaz de continuar. Es-trictamente hablando, se podría considerar como unaafasia fluida o como una afasia no fluida, aunque usual-mente se interpreta como una forma de afasia fluida.Aunque el paciente puede presentar desviaciones foné-ticas y parafasias verbales, la mayoría de los cambios enel lenguaje oral corresponden a parafasias literales. Lasparafasias se observan más frecuentemente durante larepetición, particularmente durante la repetición delogotomas, palabras de composición fonológica comple-ja y palabras de baja frecuencia.

Hay algunos aspectos del lenguaje en estos pacien-tes que merecen ser enfatizados: los pacientes presen-tan aproximaciones sucesivas a la palabra buscada yautocorrecciones, señalando el hecho de que la imagenascética de la palabra se encuentra preservada. Más aún,el paciente reconoce fácilmente palabras correctas yerróneas. Algunas veces es totalmente incapaz de pro-

* Nos referiremos en este capítulo como afasia de conducción

exclusivamente al primer tipo, parietal-insular o afasia motora

aferente. El segundo será incluido dentro de la afasia de Wer-

nicke.

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AFASIAS PERISILVIANAS

TABLA 3Características de la afasia de conducción

1. Características básicas del lenguaje:* Lenguaje conversacional Fluente, parafásico* Comprensión del lenguaje De bueno a normal* Repetición Severamente anormal* Señalar De bueno a normal* Denominar Anormal* Lectura en voz alta Anormal* Lectura de comprensión De bueno a normal* Escritura Anormal

2. Signos neurológicos asociados:* Sistema motor Leve hemiparesia* Disartria Ausente* Pérdida de sensibilidad cortical Presente* Apraxia Verbal, ideomotora* Campo visual Normal* Agnosia visual Ausente

Fuente: Benson y Ardila (1996).

ducir una palabra dentro de su lenguaje espontáneo orepetitivo y un momento más tarde puede producirlasin ningún esfuerzo aparente (Benson y Ardila, 1994).

El lenguaje conversacional es fluido, pero la canti-dad de lenguaje producido es menor que en la afasia deWernicke. El paciente no sólo produce menos lenguaje,sino que también hace más pausas, usualmente vacila-ciones, aproximaciones y autocorrecciones en la pro-ducción de palabras. Característicamente, su produccióntiene una cualidad interrumpida, disprosódica. Produ-ce una o varias frases en forma correcta y sin dificultad,frecuentemente cliché, pero las frases son demasiadovariables para ser calificadas como estereotipos. La pro-ducción fonémica es muy superior a la encontrada enla afasia de Broca. El lenguaje seriado es adecuado si alpaciente se le ayuda en su iniciación. Igualmente, laproducción de palabras es mejor durante el canto queen el lenguaje conversacional.

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LAS AFASIAS

La comprensión del lenguaje es sorprendentemen-te buena en la afasia de conducción. En ocasiones esprácticamente normal; en otros casos sus dificultadesestán limitadas a la comprensión de estructuras grama-ticales complejas o expresiones que contienen múlti-ples frases. En general, el nivel de comprensión en laafasia de conducción es completamente adecuado parael lenguaje conversacional (Benson y Ardila, 1994).

En contraste con su buen nivel de comprensión, elpaciente presenta problemas evidentes en su lenguajerepetitivo. La repetición se caracteriza por aproximacio-nes con múltiples parafasias literales, pero si se le piderepetir números o nombres de colores, puede presentarsubstituciones verbales. Cuando fracasa en la repeticiónde una palabra o frase, el paciente puede producir unaexcelente parafasia semántica. Igualmente, aunque esincapaz de repetir una palabra o frase, fácilmente laproduce en un contexto conversacional diferente. Latabla 4 presenta algunos tipos de errores observados enpacientes con afasia de conducción.

TABLA 4Características de las parafasias literales en la afasia de conducción.

Frecuencia relativa de los diferentes tipos de cambiosy mecanismos utilizados

Frecuencia relativa (porcentajes)1. Tipo de cambio:

* Forma de articulación 55* Punto de articulación 35* Sonoro / sordo (oclusivos) 5* Cambios vocálicos 5

2. Mecanismos utilizados:* Substitución 52* Omisión 25* Substitución duplicativa 15* Adición 4* Adición duplicativa 3* Intercambio 1

Fuente: Ardila (1992).

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AFASIAS PERISILVIANAS

Los pacientes con afasia de conducción muestranuna disociación entre señalar y nombrar. Señalar (mués-treme) es adecuado, correlativo con su buen nivel decomprensión. Sin embargo, durante la denominaciónaparecen abundantes parafasias literales, al igual quedurante la repetición (Benson y Ardila, 1994). En oca-siones se observa una verdadera inhabilidad para hallarpalabras.

La lectura en voz alta se caracteriza por interrupcio-nes constantes con gran cantidad de paralexias litera-les. En contraste, su lectura silenciosa es notoriamentesuperior y en ocasiones prácticamente normal. Muchospacientes que no logran leer una frase completa en vozalta, leen sin embargo novelas, periódicos y textos cien-tíficos con un adecuado nivel de comprensión. La escri-tura, sin embargo, está siempre alterada. Usualmentepueden escribir algunas palabras sencillas, pero se ob-servan paragrafias literales y omisiones de letras. Laagrafia encontrada en este tipo de afasia fue denomina-da por Luria como agrafia motora aferente, consideran-do que los errores en la escritura paralelizan los erroreshallados en el lenguaje expresivo, los cuales consecuen-temente, es posible considerarlos como manifestacio-nes de un mismo defecto subyacente. Frecuentementela afasia de conducción se asocia con una agrafiaapráxica, en la cual el paciente es incapaz de realizarlos movimientos requeridos para formar las letras.

El examen neurológico en la afasia de conducción esvariable. En ocasiones puede ser normal; sin embargo,es frecuente hallar paresia (especialmente monoparesiasuperior derecha) en un grado variable. Generalmentese encuentra una pérdida sensorial que descubre un sín-drome de dolor seudotalámico, consistente en un dolormenos intenso que el dolor talámico, constante, pero noexacerbable con los estímulos externos. En contraste, al-

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LAS AFASIAS

gunos pacientes presentan asimbolia bilateral al dolor.No es frecuente hallar defectos en los movimientos ex-traoculares o limitaciones en el campo visual, pero pue-de ocasionalmente aparecer una cuadrantanopsiainferior.

Al menos cierto grado de apraxia ideomotora se en-cuentra en estos pacientes, especialmente evidente enlos movimientos bucofaciales. Esta asociación ha lleva-do a proponer que la afasia de conducción puede consi-derarse como una apraxia verbal, una apraxia pararealizar los movimientos requeridos para hablar. Loserrores lingüísticos en la afasia de conducción podríanentonces interpretarse como errores de tipo apráxico yla afasia de conducción como una apraxia ideomotorasegmentaría, o una apraxia quinestésica para la produc-ción del lenguaje (Ardila, 1992; Ardila y Rosselli, 1990;Luria, 1977).

La afasia de conducción aparece en caso de dañoparietal (circunvolución poscentral y supramarginal) einsular (figura 2). Algunos autores suponen que debeexistir un compromiso del fascículo arqueado, el haz defibras que se origina en la parte posterior del lóbulo tem-poral y se dirige a través del fascículo longitudinal su-perior a la corteza premotora en el lóbulo frontal. Eldaño del fascículo arqueado de la circunvoluciónsupramarginal produciría una separación entre las áreassensoriales y motrices del lenguaje, y la afasia de con-ducción representaría una desconexión entre las áreasde Wernicke y de Broca. Sin embargo, muchos autoresinsisten en que no es necesario el compromiso del fas-cículo arqueado para que se presente la afasia de con-ducción. La polémica aún continúa.

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AFASIAS PERISILVIANAS

FIGURA 2Área de la afasia de conducción

AFASIA DE WERNICKE

La afasia de Wernicke ha sido denominada como afasiasensorial, afasia receptiva, afasia central, y muchos otrosnombres. Sus características clínicas son suficientemen-te evidentes y bien definidas en la literatura. La tabla 5presenta las principales características en el lenguajeencontradas en la afasia de Wernicke.

TABLA 5Características de la afasia de Wernicke

1. Características básicas del lenguaje:* Lenguaje conversacional Fluente, parafásico* Comprensión del lenguaje Anormal* Repetición Anormal* Señalar Anormal* Denominar Anormal* Lectura en voz alta Relativamente normal a anormal* Lectura de comprensión Relativamente normal a anormal* Escritura Anormal

2. Signos neurológicos asociados:* Sistema motor Normal* Disartria Ausente* Pérdida de sensibilidad Ausente* Apraxia Ausente* Campo visual Normal o cuadrantanopsia superior* Agnosia visual Ausente

Fuente: Benson y Ardila (1996).

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LAS AFASIAS

El lenguaje expresivo en la afasia de Wernicke tieneuna fluidez normal, y aun puede existir un número ex-cesivo de palabras por minuto. Puede observarse un in-cremento en su lenguaje por adición de sílabas a laspalabras y de palabras a las frases. La producción puedeser tan excesiva (logorrea) que el paciente continúa ha-blando a menos de que sea interrumpido por el exami-nador. Según Jakobson (1964) esto se debe al hecho deque se han perdido los límites de la frase y las oracionesnunca se terminan. La estructura gramatical usualmen-te es aceptable, aunque puede existir un número exce-sivo de elementos gramaticales (fenómeno denominadoparagramatismo). La prosodia y la articulación son ade-cuadas. Hay una ausencia casi invariable de palabrassignificativas, de tal manera que a pesar de la gran can-tidad de palabras producidas, no es posible reconocerlas ideas que el paciente trata de expresar, fenómenoconocido como habla vacía.

Otro fenómeno sobresaliente en la afasia de Wernic-ke es la presencia de parafasias. Las parafasias puedenser literales o verbales, y los neologismos son frecuen-tes. Si el lenguaje del paciente incluye un número altode substituciones parafásicas de los tres tipos, la pro-ducción se hace completamente incomprensible, con-dición que es conocida como jergafasia. Sin embargo, lajerga puede ser predominantemente literal, verbal oneologística. Usualmente se encuentran los tres tiposde substituciones en una proporción variables. Jergafasiaes un término descriptivo y no exactamente un síndro-me afásico (Buckingham y Kertesz, 1976).

Una segunda característica significativa en este tipode afasia es el defecto en la comprensión del lenguajeoral. En casos extremos, el paciente simplemente noentiende nada; más comúnmente, se encuentra ciertonivel de comprensión limitado a palabras simples o fra-

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AFASIAS PERISILVIANAS

ses sencillas. Habitualmente, el paciente puede com-prender varias palabras cuando se le presentan, pero sise incrementa el número de palabras, no logra una com-prensión adicional, y por el contrario, cesa su compren-sión de los elementos iniciales (fenómeno de fatiga). Elpaciente logra seguir un tópico particular, pero si el tó-pico se cambia, su comprensión cae, y sólo después decierto tiempo adquiere de nuevo cierta comprensión.Además, la comprensión sólo puede mantenerse porintervalos de tiempo cortos y requiere de un gran es-fuerzo por parte del paciente. La interferencia (ruidos,conversaciones de fondo) impide la comprensión. Al-gunos pacientes con afasia de Wernicke muestran fallasen la discriminación de fonemas (percepción fonémica),particularmente de fonemas acústicamente cercanos.

Muchos pacientes con afasia de Wernicke fallan enalgunas tareas de comprensión y presentan una ejecu-ción superior en otras. La calidad de la ejecución puedevariar de un paciente a otro, pero curiosamente, la ma-yoría de los pacientes con afasia de Wernicke logran eje-cutar órdenes que se refieran a movimientos corporales.La repetición está invariablemente alterada en formacorrelativa a su defecto en la comprensión. Los pacien-tes que entienden poco o nada repiten poco o nada, perosi existe cierto nivel de comprensión, existirá tambiéncierto nivel de repetición. Sin embargo, la habilidad pararepetir varía considerablemente entre los diferentessubgrupos de pacientes con afasia de Wernicke.

Los pacientes con afasia de Wernicke suelen fraca-sar al pedirles que denominen objetos, partes del cuer-po, etc., presentados visualmente; en ocasiones,presentan respuestas francamente parafásicas. Señalar(muéstreme) es usualmente más fácil que denominar.

La lectura se encuentra frecuentemente alterada demanera paralela a su defecto en la comprensión del len-

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guaje oral. Muchos investigadores han enfatizado la va-riación en el defecto en la comprensión entre el lengua-je oral y escrito. Algunos pacientes presentan un defectomáximo en la comprensión del lenguaje oral (sorderaverbal), en tanto que otros muestran un defecto noto-riamente mayor en la comprensión del lenguaje escrito(ceguera verbal). Esta diferencia fundamenta la distin-ción entre diferentes subtipos de afasia de Wernicke.Cuando existe una relativa mejor comprensión auditiva,las lesiones tienden a situarse más posteriormente, enel área de Wernicke, respetando la corteza auditiva pri-maria y sus conexiones. Cuando existe una relativa mejorcomprensión del lenguaje escrito, las lesiones tiendena situarse más anteriormente, respetando las conexio-nes entre las áreas visuales y del lenguaje.

La escritura es también anormal en la afasia de Wer-nicke, pero la agrafia hallada es completamente dife-rente de la observada en la afasia de Broca. Los pacientespresentan una escritura fluida, con letras bien forma-das, que se combinan para formar aparentes palabras.Sin embargo, las letras están combinadas en una formano significativa. Las palabras correctas son escasas yabundan las combinaciones ininteligibles. La escrituraes similar a la producción oral, con abundantesparagrafias literales, verbales y neologismos.

El examen neurológico puede ser negativo. Hay pocao ninguna paresia (aunque es frecuente encontrar ini-cialmente una paresia transitoria). Puede existir ciertogrado de pérdida de sensibilidad cortical, pero ésta esmás la excepción que la regla. Usualmente no existendefectos en los movimientos extraoculares, pero unacuadrantanopsia superior aparece en un porcentaje sig-nificativo de casos. Esta ausencia de hallazgos positi-vos puede llevar a un diagnóstico errado de demencia,y aun de psicosis.

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El síndrome completo de afasia de Wernicke se en-cuentra en lesiones extensas de las regiones temporalposterior superior, incluyendo la circunvolución tem-poral superior y media, y frecuentemente se extiende alas regiones angular, supramarginal e insular (figura 3).Las lesiones profundas que interrumpen las aferenciasa la corteza temporal (lesiones del istmo temporal) pue-den causar un defecto similar en el lenguaje.

El síndrome de la afasia de Wernicke indica un com-promiso de la región posterior de la circunvolución tem-poral superior y media, una área considerada comocorteza auditiva de asociación y frecuentemente deno-minada área de Wernicke. Se encuentra adyacente a lacorteza auditiva primaria (circunvolución de Heschl),la cual puede o no estar comprometida en la afasia deWernicke. Existe una gran variabilidad en los síntomasde este tipo de afasia, debido parcialmente a la localiza-ción precisa del daño de su extensión. Su extensión pos-terior aumenta la probabilidad de una afasia sensorialextrasilviana, anomia y agnosia visual. En la práctica,muchas afasias consideradas como afasias de Wernickemuestran un daño estructural que supera la extensióndel área de Wernicke. Debido a la variabilidad anatómi-

FIGURA 3Área de la afasia de Wernicke

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ca y clínica de la afasia de Wernicke es posible distin-guir al menos dos subtipos de ella, los cuales denomi-naremos simplemente como afasia de Wernicke tipo I yafasia de Wernicke tipo II.

Afasia de Wernicke tipo I (síndrome insular posterio-ristmo temporal). Este trastorno ha sido conocido comoafasia acústico-agnósica (Luria, 1966, 1977a, 1980), sor-dera a las palabras (Kleist, 1934; Gazzaniga et al., 1973),agnosia verbal auditiva (Vignolo, 1969), y correspondea uno de los subtipos de afasia de Wernicke propuestopor Kertesz (1983, 1985), y a un subtipo de afasia senso-rial señalado por Hécaen y Albert (1978).

La sordera a las palabras se refiere a la incapacidadpara identificar los sonidos del lenguaje, aunque la au-dición está conservada y el paciente es capaz de identi-ficar sonidos significativos no verbales. El paciente nologra comprender el lenguaje oral, ya que no puede dis-criminar sus componentes significativos (fonemas). Lalectura en voz alta y la comprensión de la lectura seencuentran conservadas, lo cual hace que la comunica-ción por escrito sea más fácil que la comunicación oral.Esto indicaría que el lenguaje mismo no está alterado,sino su reconocimiento auditivo. La escritura espontá-nea es normal, pero la escritura al dictado está seria-mente alterada por la incapacidad para discriminar elcontenido del dictado. La repetición está severamentealterada por la misma razón. El paciente no puede dis-criminar los sonidos utilizados en el lenguaje (fonemas)y consecuentemente este defecto puede considerarsecomo una agnosia auditiva verbal.

Desde el primer caso reportado en la literatura(Liepmann y Storck, 1902), la sordera a la palabras seha asociado con lesiones temporales profundas, inclu-yendo la ínsula posterior y muy probablemente el ist-mo temporal. Esta topografía ha sido aceptada en la

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literatura. Hécaen y Albert (1978) relacionan la sorderaa las palabras con lesiones profundas que incluyan T1.Esta topografía ha sido corroborada por los casos recien-tes que se han publicado durante los últimos años.

Afasia de Wernicke tipo II (síndrome de la circunvo-lución temporal superior y media). Este síndrome hasido conocido como afasia impresiva (Pick, 1913); afasiareceptiva (Weisenburg y McBride, 1935); afasia senso-rial (Goldstein, 1948, Hécaen y Albert, 1978); afasiaacústico-amnésica (Luria, 1966, 1974a); jerga fonémica(Kertesz, 1985), o simplemente afasia de Wernicke(Benson, 1979; Geschwind y Benson, 1971, 1985).

En la afasia de Wernicke tipo II la producción verbales fluida con un número normal, y aun excesivo de pa-labras (logorrea). La articulación y la prosodia son nor-males. La estructura gramatical es adecuada, pero puedecontener un exceso de morfemas gramaticales (paragra-matismo). El contenido de la expresión verbal muestraun decremento en la significatividad y una relativa au-sencia de palabras nominativas (habla vacía). Existe unacantidad notoria de parafasias (usualmente literales) yneologismos. La comprensión es siempre deficiente,pero puede fluctuar. La repetición puede ser normal paraelementos cortos (sílabas, palabras), pero es siempreanormal para secuencias largas (frases, oraciones). Co-rrespondería al segundo tipo de afasia de conduccióndescrito en la literatura. La lectura y la escritura parale-lizan el defecto en la comprensión y la producción dellenguaje oral. La denominación está alterada, y usual-mente se encuentran parafasias; la presentación de cla-ves fonológicas no facilita la recuperación de las palabras.En lesiones extensas es usual encontrar una jergafonológica.

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CASO 3AFASIA DE BROCA CON ACENTO EXTRANJERO

Historia de la enfermedadEl paciente es un hombre de 26 años, fuertemente dies-tro sin historia familiar de zurdera, estudiante del octa-vo semestre de ingeniería. Siempre ha vivido en unmedio hispanoparlante y nunca ha viajado fuera del país.Sólo conoce algunos rudimentos de inglés y ocasional-mente lee textos universitarios en inglés, pero no pue-de hablarlo ni siquiera al nivel necesario para manteneruna conversación simple. Dos meses antes de la evalua-ción actual, durante las horas de la mañana y luego devarios días de cefalea, el paciente perdió súbitamente laconciencia y cayó al suelo. Posteriormente se evidencióuna monoparesia superior derecha, un facial centralderecho e imposibilidad para hablar. Una semana mástarde se tomó una TAC cerebral que mostró una peque-ña zona de hipodensidad frontal izquierda correspon-diente al área de Broca. Se hizo un diagnóstico de unaccidente cerebral embólico consecuente a una cardio-patía congénita. El paciente permaneció hospitalizadodurante una semana. Durante las siguientes semanaspresentó una recuperación progresiva de su lenguajeexpresivo, aunque nunca recibió terapia del lenguaje.Al final del primer mes pudo producir algunas palabras.Posteriormente apareció un marcado estilo telegráficode expresión. El déficit motor disminuyó y finalmentedesapareció.

Evaluación del lenguajeAl momento del examen el paciente no presenta ningúndéficit neurológico. Su lenguaje espontáneo es discreta-mente no fluido, con utilización de frases cortas (en pro-medio cinco palabras), moderado agramatismo,

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disprosodia y muy marcado acento extranjero. El pacien-te se siente preocupado y molesto con este acento ex-tranjero. Señala que se ha convertido en el centro deatracción en todas partes y los demás se dirigen a él comosi fuese extranjero. Su acento se identifica con el acentode un angloparlante nativo hablando español como se-gunda lengua. En su lenguaje espontáneo se observandesviaciones fonéticas y eventuales parafasias literales.Los errores gramaticales aparecen con una frecuenciade aproximadamente uno en cada 30 palabras. El pacien-te presenta cambios fonéticos-fonológicos que afectanaproximadamente 5% de los fonemas (tabla C3.1). Estoscambios eventualmente resultan en sonidos inexistentesen español. Además, el paciente muestra una inadecua-da utilización de los rasgos suprasegmentales del len-guaje (inadecuada delimitación de los conjuntosacentúales que producen una transición inapropiadaentre las sílabas que componen una unidad acentual;defectos en la entonación del lenguaje que se manifies-tan como aprosodia, y alteraciones en el ritmo, duración,intervalos y unión de sílabas del lenguaje).

TABLA C3.1Algunos ejemplos de los cambios fonéticos-fonológicos

observados en el paciente

Ejemplo Tipo de cambio

/ningún/ - [nengún] /i/ - [e]/tiró/ - [tirá] /o/ - [a]/okupáda/ - [okopáda] /u/ - [o]/unanimál/ - [unanumál] /i/ - [u]/béstia/ - [bésta] /i/ - 0/bolbí/ - [bwelbí] /o/ - [we]/trabaxár/ - [tarabaxár] /tra/ - [tara]/túbo/ - [túdo] /b/ - [d]/éra/ - [éna] /r/ - /n//xamás/ - [amás] /x/ - 0

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Pruebas aplicadas* Escala de inteligencia de Wechsler para adultos.* Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasias.* Prueba de las fichas.* Prueba de lectura, escritura y cálculo.* Prueba de denominación de Boston.* Prueba de fluidez verbal.

Resultados de la evaluaciónSe trata de un paciente colaborador, bien orientado ycrítico de su defecto. Obtiene un CI total de 102 puntos,sin ninguna diferencia apreciable entre el CI verbal y elCI de ejecución (102 y 101 respectivamente). No se ob-servaron dificultades espaciales o construccionales: supuntaje en la copia de la figura compleja de Rey-Osterrieth fue de 34/36 correspondiente al percentil 72de acuerdo a su edad y su nivel educacional.

En la prueba de Boston para el diagnóstico de lasafasias no se observan errores en la denominación deobjetos o partes del cuerpo. Aunque no presenta erro-res evidentes en la repetición de palabras y frases, si sereconocen errores ocasionales en la repetición de pala-bras de muy baja frecuencia. El perfil obtenido en laprueba de Boston para el diagnóstico de las afasias co-rresponde con una afasia de Broca leve. Su buen nivelde comprensión del lenguaje se manifiesta en un puntajede 34/36 (normal) en la prueba de las fichas.

Su lectura en voz alta es lenta y el paciente presentanumerosas paralexias literales que el mismo pacienteautocorrige. En la lectura de textos tiende a omitir losartículos, las conjunciones y las preposiciones (omitedos conectores gramaticales en un párrafo de 103 pala-bras). Realiza una lectura silenciosa con el doble de lavelocidad observada en la lectura en voz alta. La com-prensión en la lectura se encuentra bien conservada,

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como se evidencia en sus puntajes en las secciones delectura de la prueba de Boston para el diagnóstico de lasafasias (10/10 en discriminación simbólica, 8/8 en reco-nocimiento de palabras, 8/8 en comprensión de dele-treo oral y 10/10 en la lectura de frases).

ConclusiónSe trata de un hombre joven quien asociado a una car-diopatía congénita presentó un pequeño infartoembólico restringido al área de Broca. Inicialmentemostró una monoparesia superior derecha y una impo-sibilidad para hablar. Su déficit motor evolucionó rápi-damente. Su defecto en el lenguaje se manifestóposteriormente como una marcada afasia de tipo Broca,con severo agramatismo resultante en un estilo telegrá-fico que expresa en pérdida notoria de la fluidez, reite-raciones, simplificaciones silábicas y reducción, tantoen la longitud y complejidad de las frases, como en lacantidad total de su producción. Sin embargo, en elmomento del examen, dos meses después del acciden-te, sólo se observa una discreta lentitud en su lenguaje,desautomatización y leve agramatismo.

Es sobresaliente en este estadio de su evolución sumuy marcado acento extranjero, resultante de la pérdidaleve en la fluidez verbal, los cambios fonéticos-fonológi-cos que evidencia el paciente, el uso inadecuado de losrasgos suprasegmentales del lenguaje, y probablementetambién el discreto agramatismo residual existente.

CASO 4AFASIA DE WERNICKE

Historia de la enfermedadEs un paciente de 63 años con una escolaridad de cuar-to de bachillerato, contador por profesión, quien traba-

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jaba ayudando en la elaboración de declaraciones derenta. Varios meses antes del examen actual súbitamentepresentó pérdida del conocimiento; posteriormente vó-mito acompañado de desorientación, cambios en su ex-presión verbal caracterizados por una producciónincoherente en su lenguaje que correspondía a una jer-ga. De acuerdo con sus familiares, la comprensión dellenguaje se hallaba notoriamente alterada y el pacienteera incapaz de seguir aun una conversación simple. Fuellevado entonces a un hospital local. El examen neuro-lógico, exceptuando su defecto en el lenguaje, se encon-tró dentro de límites normales. Fue remitido entoncespara valoración del defecto en su lenguaje.

Evaluación del lenguajeEn el examen se encuentra un paciente colaborador,atento, con un lenguaje espontáneo abundante, fluido,prosódico, con numerosas parafasias verbales, literalesy frecuentes neologismos (tabla C4.1). Su nivel de com-prensión está notoriamente reducido en el lenguaje con-versacional.

TABLA C4.1Lenguaje espontáneo del paciente.

Respuesta a la pregunta, ¿qué fue lo que le sucedió a usted?

Yo estaba por allá en una parte, y iba a misa, y bajaba...y me dió una cosacomo una gestión, y me dio y eso me cayó como que no, como pensativo,y entonces me dieron, y no sé, no puedo asegurar; y después fue cuandoseguí enfermo, y entonces me vine en el hospital, y después, eso sí, mellevaron aquí para hacer la arutiba mensualmente y hacerme la gestial; asílos médicos, otro y otro, y la doctora aquí, a sus órdenes.

Pruebas aplicadas* Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasias.* Prueba de las fichas.* Prueba de lectura, escritura y cálculo.

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Resultados de la evaluaciónLos puntajes del paciente en la prueba de Boston parael diagnóstico de las afasias corresponden a una afasiade tipo Wernicke (tabla C4.2). Su longitud de la frase esnormal. Todas las subpruebas de comprensión auditiva

TABLA C4.2Resultados del paciente en la prueba de Boston

para el diagnóstico de las afasias

Subprueba Puntaje paciente Puntaje normativo

1. Fluidez: * Longitud de la frase 7.0 7.02. Comprensión auditiva: * Discriminación de palabras 53.0 63.5 * Identificación partes del cuerpo 4.0 17.5 * Órdenes 9.0 15.0 * Comprensión elementos complejos 4.0 7.53. Denominación: * Denominación objetos 9.0 29.0 * Confrontación de nombres 58.0 98.0 * Nombrar animales 2.0 10.5 * Denominar partes del cuerpo 0.0 21.04. Lectura oral: * Lectura de palabras 21.0 29.0 * Oraciones 7.0 9.55. Repetición: * De palabras 9.0 10.0 * Mayor probabilidad 1.0 7.0 * Menor probabilidad 0.0 6.06. Lenguaje automático: * Secuencias automáticas 8.0 6.5 * Recitado 2.0 2.07. Comprensión de lectura: * Discriminación simbólica 9.0 8.0 * Reconocimiento de palabras 6.0 7.0 * Comprensión deletreo oral 0.0 4.0 * Colocar nombre a figura 7.0 8.5 * Oraciones y párrafos 3.0 5.58. Escritura: * Mecánica 3.0 2.5 * Escritura seriada 44.0 39.0 * Dictado elemental 14.0 11.5 * Confrontación nombre escritos 4.0 8.5

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(discriminación de palabras, identificación de partes delcuerpo, órdenes y comprensión de elementos comple-jos) muestran puntajes disminuidos.

Su ejecución es particularmente pobre (4/20), en laidentificación de partes del cuerpo y en la comprensiónde elementos complejos (4/12), con una ejecución demás de tres desviaciones estándar por debajo del puntajenormativo. Igualmente, todas las subpruebas de deno-minación se encuentran por debajo de los puntajes es-perados para su edad y su nivel educacional. Sonespecialmente notorios los déficit sobresalientes paradenominar partes del cuerpo y objetos, en tanto que ladenominación por confrontación está relativamentemejor preservada (tabla C4.3), aunque de todas mane-ras presenta varias desviaciones estándar por debajo delpromedio esperado para su edad y su nivel educativo.

TABLA C4.3Algunos ejemplos de respuestas en la denominación

Nariz - narizOreja - el ojo, la nariz, no el...la cabeza. No me acuerdoLa ore... - la orejaCejas - la nariz, la oja, el ojo del ejeLas cej... - la nariz, las cejasAguja - la nariz, el ojo, que sirve para ponerla en el agua, para ponerla al

sol, que sirve para ponerla en la nariz, en cualquier parteTijeras - una, un...se parece mucho a veces, no para echarle a una parteUnas ti... - una tienda, una tierra, para tomas los tes, para tomar los tejidosTije... - los tejeros, tejeras, tejiras, tejerasAnillo - un aparato para meterse en el dedo, para echarse aquí aquí en

el...un reloj...Un ani... - aliento. ¿Está bien dicho?Bolígrafo - un especta... ah no. Aparato para hablar, para decir, para escribirLlaves - la parte de la...para entrar a una parte. Una salida, o sea un aparato

para abrir una puerta, para gestionarUnas lla... - llantas, llaves

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Sus defectos sobresalientes en la comprensión dellenguaje se hacen evidentes igualmente en su bajopuntaje en la prueba de las fichas, en la que obtuvo 11/36 correspondiente a un defecto grave en la compren-sión del lenguaje.

La lectura de letras y sílabas es adecuada: no pre-senta ningún error en la lectura de 20 letras y única-mente un error en la lectura de 12 sílabas. En la lecturade logotomas se presentan aproximaciones fonológicas,pero finalmente logra una lectura correcta. Lee correc-tamente ocho palabras y cinco frases. Sin embargo, noes capaz de seguir órdenes escritas como resultado desu defecto en la comprensión del lenguaje. En otras pa-labras, la mecánica de la lectura se encuentra relativa-mente conservada, pero su comprensión del materialescrito es particularmente deficiente, como resultadode su defecto lingüístico.

La escritura se encuentra abundante, fluida, con bue-na caligrafía, buena organización espacial y una veloci-dad de producción normal. Al dictado se observanocasionales paragrafias literales. En la escritura de fra-ses se evidencia un defecto importante en la memoriaverbal operativa y el paciente requiere que se le repitavarias veces cada frase dictada, ya que sólo logra reteneraproximadamente cuatro palabras de la frase. La escritu-ra por copia es adecuada. En la escritura espontánea seobserva paragramatismo, numerosas substituciones se-mánticas y un lenguaje escrito vacío (jergoagrafia) queparaleliza su lenguaje oral (figura C4.1).

En pruebas de cálculo se demuestra un buen reco-nocimiento de números, adecuada lectura y escriturade cantidades. En ocasiones, cuando los números se ledictan, el paciente escribe una cantidad diferente a ladictada, probablemente como consecuencia de su noto-rio defecto en la comprensión auditiva del lenguaje. No

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hay acalculia escrita, pero sí oral, resultante de la pérdi-da del sentido del lenguaje. Debido a sus defectos en lacomprensión en el lenguaje y a sus fallas en la memo-ria operativa, no logra solucionar problemas aritméti-cos simples presentados oralmente, pero si los realizaadecuadamente si se le presentan por escrito. En otraspalabras, sus defectos en el cálculo se derivan de susfallas en la comprensión auditiva del lenguaje, pero elpaciente no presenta déficit primarios en sus habilida-des aritméticas.

FIGURA C4.1 Muestra de la escritura espontánea del paciente

Descripción de la lámina 1 de la prueba de Boston para el diagnóstico de laafasias.

ConclusiónSe trata de un paciente que como consecuencia de unaccidente vascular presenta un déficit muy notorio enla comprensión del lenguaje, con una producción ver-bal abundante, parafásica e incomprensible (jergaafásica). En la prueba de Boston para el diagnóstico delas afasias, su puntaje en la subprueba de discrimina-ción de palabras, aunque menor de lo esperado (aproxi-madamente 85% de lo esperado para su edad y su niveleducacional), no se encuentra tan seriamente decremen-

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tado como sus puntajes en las subpruebas de denomi-nación (31% de lo esperado) y de confrontación de nom-bres (60% de lo esperado). Es decir, el paciente logra unmejor reconocimiento de las palabras cuando éstas sele presentan oralmente. Igualmente, su habilidad pararepetir palabras es prácticamente normal. Lo anteriorimplicaría que la capacidad de discriminación fonológi-ca se encuentra relativamente bien conservada. Sin em-bargo, su capacidad para repetir frases es prácticamentenula. Esto se relaciona con la dificultad observada en laescritura al dictado de frases con más de cuatro pala-bras, situación en la cual requiere una repetición per-manente por olvido casi inmediato del material dictado.El defecto central del paciente parece entonces derivar-se claramente de una alteración en la memoria de laspalabras (secuencia de fonemas que forman la palabra)y de un déficit en la memoria verbal operativa.

Es llamativo en el paciente el defecto sobresalienteque presenta para identificar y denominar partes delcuerpo (autotopagnosia); en esta última tarea (denomi-nar), su ejecución es nula, en tanto que la capacidadpara identificar partes del cuerpo es notoriamente (unastres veces y media) inferior a la capacidad para identifi-car y reconocer el significado de otro tipo de palabras(objetos, acciones, colores, figuras, números).

Su habilidad para leer se encuentra relativamenteconservada, pero su nivel de comprensión es paralelo asu nivel de comprensión del lenguaje oral. Es decir, sulectura en voz alta es claramente superior (siendo casinormal) a la comprensión de la lectura; el defecto no sederiva de una inhabilidad para convertir el código escri-to en un código oral y viceversa, sino en la incapacidadpara comprender el código verbal; es decir, no entiendeel lenguaje escrito no porque sea incapaz de leer, sinoporque el material verbal que deriva de la lectura es

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LAS AFASIAS

incomprensible. Su alexia es entonces una alexia afásica.Presenta también una evidente agrafia afásica: su escri-tura por copia es normal, mostrando que no existendefectos en el reconocimiento perceptual del lenguajeescrito. Aparecen algunos errores literales mínimos enla escritura al dictado; sin embargo, su escritura espon-tánea paraleliza la jerga hallada en su lenguaje oral, co-rrespondiendo, en consecuencia, a una jergoagrafia. Suserrores en el cálculo se derivan igualmente de su defec-to fundamental en el lenguaje.

En resumen, al momento de la evaluación el pacien-te presenta una afasia de Wernicke tipo II (afasia acústi-co-amnésica), agrafia afásica, acalculia afásica, alexiaafásica y autotopagnosia.

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CAPÍTULO VIAfasias extrasilvianas

Existe un número de síndromes afásicos en los cuales larepetición es normal o relativamente normal y cuyapatología se encuentra por fuera del área perisilvianadel hemisferio izquierdo (Berthier, 1999) (figura 1 delcapítulo 5). El área implicada se localiza en la zonavascular entre los territorios de las arterias cerebralmedia y cerebral anterior o posterior. El término afasiatranscortical fue inicialmente sugerido por Wernicke(1874) y Lichtheim (1885) y este grupo de afasias fuedetalladamente analizado por Goldstein (1917). Sin em-bargo, como el mismo Goldstein subraya, el términotranscortical es arcaico e inapropiado. Sin embargo, hasido ampliamente utilizado para designar este grupo desíndromes afásicos. Estrictamente, no se trata de afasiastranscorticales sino simplemente extrasilvianas, por locual deberían, para ser más exactos, denominarse de estemodo. Muy probablemente, en un futuro cercano el tér-mino transcortical sea abandonado definitivamente.

AFASIA EXTRASILVIANA MOTORA

Diferentes denominaciones han sido sugeridas para estesíndrome afásico, incluyendo afasia dinámica (Luria,1966) y síndrome de aislamiento anterior (Benson yGeschwind, 1971), pero la denominación afasia trans-cortical motora ha sido la más aceptada en la literaturaoccidental. Alexander, Benson y Stuss (1989) distinguendiferentes alteraciones del habla y el lenguaje en caso

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de patología frontal. El daño frontal dorsolateral se aso-cia con la afasia motora extrasilviana (tabla 1), aunqueel daño medial frontal y prefrontal se correlacionaríacon reducción en el lenguaje y aun con el mutismo.

TABLA 1Trastornos de la comunicación

en caso de lesiones frontales izquierdas

Localización del daño Tipo de trastorno

Corteza motora interior y opérculo posterior AfemiaTodo el opérculo más la corteza motora inferior Afasia del área de BrocaFrontal dorsolateral Afasia transcortical motoraFrontal medial MutismoPrefrontal Producción verbal reducida

discurso empobrecido

Fuente: Alexander, Benson y Stuss (1989).

La afasia extrasilviana motora se caracteriza por unlenguaje no fluido, buena comprensión y repeticiónnormal o casi normal. La prosodia, la articulación y lagramática se encuentran preservadas. Sin embargo, elpaciente presenta latencias largas en la iniciación ver-bal, expresiones poco elaboradas y en ocasionesparafasias verbales. La respuesta a las preguntas del tiposi-no es relativamente normal, pero la respuesta a pre-guntas abiertas es lenta, incompleta y con tendencia ala repetición de los mismo elementos utilizados por elexaminador en la pregunta. Durante la fase aguda elpaciente puede presentar mutismo. Ecolalia y perseve-ración se encuentra durante los primeros estadios de larecuperación (Berthier, 1999). Es inusual encontrar he-miparesia o apraxia.

Este déficit en el lenguaje se asocia con lesiones pre-frontales izquierdas. Sin embargo, es posible encontraralgunas diferencias dependiendo de la localización pre-cisa de la lesión. Los signos neurológicos asociados va-

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rían también en dependencia del sitio preciso de la le-sión.

Afasia extrasilviana motora tipo I(síndrome dorsolateral prefrontal izquierdo)

Este síndrome ha sido denominado como afasia diná-mica (Luria, 1966, 1980); pérdida de la iniciativa verbal(Kleist, 1934), o simplemente como afasia transcorticalmotora (Goldstein, 1948; Hécaen y Albert, 1978; Bensony Geschwind, 1971; Benson, 1979).

Se caracteriza por una ausencia o decremento im-portante en el lenguaje espontáneo. Los pacientes pre-sentan una tendencia a utilizar el número mínimo depalabras al responder a las preguntas, utilizando lasmismas palabras y estructura gramatical contenidas enla pregunta (tendencia a la ecolalia) y frecuentementea presentar perseveraciones. En ocasiones, comienzanuna frase pero no la terminan. Su producción en tareasde generación verbal es muy baja, existe una reducciónen la complejidad de la sintaxis utilizada y dificultadespara inhibir asociaciones tangenciales. Generalmenteno existen defectos articulatorios evidentes (tabla 2).

Las series automáticas se producen sorprendente-mente bien. Si un paciente no logra contar ante la or-den verbal la serie, frecuentemente continúa de maneracorrecta si el examinador le presenta uno o dos núme-ros iniciales. Lo mismo sucede con los días de la sema-na o los meses del año. Frecuentemente la imposibilidaden la producción de series puede atribuirse a la tenden-cia a la perseveración-incapacidad para detener la pro-ducción continua de la misma palabra. Igualmente, laacción de completar frases se ejecuta usualmente demanera satisfactoria.

La comprensión del lenguaje es adecuada. Sin embar-go, pueden tener fallas en el manejo de material comple-

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LAS AFASIAS

TABLA 2Características de la afasia extrasilviana motora tipo I

1. Características básicas del lenguaje:* Lenguaje conversacional Escaso, ecolálico* Comprensión del lenguaje Relativamente normal* Repetición Buena a normal* Señalar Normal* Denominar Ligeramente anormal* Lectura en voz alta Defectuosa* Lentura de comprensión Frecuentemente buena* Escritura Defectuosa

2. Signos neurológicos asociados:* Sistema motor Reflejos patológicos* Disartria Ausente* Pérdida de sensibilidad Ausente* Apraxia Ausente* Campo visual Normal* Agnosia visual Ausente

Fuente: Benson y Ardila (1996).

jo y dificultades en la comprensión de sintaxis compleja.Debido a su apatía general, el examen de la comprensiónpuede ser difícil en este grupo de pacientes. Estos pacien-tes pueden presentar dificultades en el control de res-puestas a las preguntas del tipo si-no, resultanteigualmente de su perseveración. Parecen no tener inte-rés en la utilización del lenguaje, y como Luria señala(1970), hay una pérdida del control comportamental através del lenguaje; en este sentido, a un déficit en el ni-vel pragmático del lenguaje. Es entonces evidente queestos pacientes tengan gran dificultad para seguir órde-nes verbales. Entienden la orden verbal, pero su conduc-ta no se encuentra controlada por el lenguaje.

La repetición constituye el rasgo más sobresalientede este síndrome. Siempre es buena y frecuentementeexcelente. En ocasiones pueden presentar verdaderaecolalia, aunque usualmente corrigen afirmacionesgramaticalmente incorrectas y rechazan las sílabas sinsentido y las oraciones absurdas.

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AFASIAS EXTRASILVIANAS

La producción de nombres por confrontación estálimitada. Existen latencias prolongadas para iniciar larespuesta, pero las claves contextuales o fonológicaspueden ayudar. Se encuentran tres tipos de errores so-bresalientes en tareas de repetición: a) perseveración,el paciente continúa dando la misma respuesta anteestímulos diferentes; b) fragmentación, el paciente res-ponde a un sólo rasgo del estímulo, no al estímulo total,y c) parafasias extravagantes, el paciente en vez de res-ponder con el nombre apropiado, presenta una asocia-ción libre ante el estímulo, resultando una desviaciónextravagante, por ejemplo, en vez de decir el nombredel dedo meñique responde con el que uno se rasca laoreja. Señalar (muéstreme) se encuentra prácticamentedentro de límites normales. La ejecución en tareas defluidez verbal es deficiente; más aún, el paciente no sólotiene dificultades para producir palabras pertenecien-tes a una determinada categoría, sino también paramantener la categoría, por ejemplo, cuando se le pideque nombre frutas, puede responder manzana, pera, to-mate, papa, ensalada, etc.

La lectura es superior a la escritura, como en gene-ral la comprensión del lenguaje es superior a su pro-ducción en voz alta. La lectura en voz alta es lenta ydifícil de mantener. Sin embargo, su nivel de compren-sión es prácticamente normal, exceptuando el materialcomplejo. La escritura es casi siempre defectuosa. Hayuna producción escasa, y se pueden encontrar letras for-madas torpemente. Las oraciones no siempre se com-pletan y el paciente debe estimularse constantementepara que continúe escribiendo.

Los hallazgos neurológicos son variables. Puede ha-ber una hemiparesia transitoria. Generalmente no seobservan defectos articulatorios. Sin embargo, es usualencontrar la presencia de reflejos patológicos. No hay

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LAS AFASIAS

defectos sensoriales ni limitaciones en el campo visual.Sin embargo, pueden hallarse dificultades en la realiza-ción de movimientos oculares, particularmente bajo laorden verbal, desviación conjugada de la mirada y cier-ta negligencia espacial derecha.

Este tipo de afasia ha sido asociada con lesiones an-teriores y superiores al área de Broca (áreas 45, 46 yparcialmente 9 de Brodmann). Esta área corresponde allóbulo prefrontal posterior (dorsolateral) y las caracte-rísticas clínicas encontradas en este tipo de afasia com-parten los rasgos clínicos generales del síndromeprefrontal izquierdo (apatía general, adinamia, tenden-cia a la perseveración, etc.), pero relacionado específi-camente con los procesos verbales.

Afasia extrasilviana motora tipo II(síndrome del área motora suplementaria)

Este subtipo ha sido conocido como afasia motora trans-cortical (Kertesz, 1979, 1985); síndrome de la arteria ce-rebral anterior (Alexander y Schmitt, 1980; Benson, 1979;Rubens, 1975, 1976), o simplemente afasia del área mo-tora suplementaria (Ardila y López, 1984).

Las características clínicas de este tipo de alteracióndel lenguaje han sido estudiadas especialmente porRubens (1975, 1976). Su etiología más frecuente es laoclusión de la arteria cerebral anterior; sin embargo, lostumores y las etiologías traumáticas han sido tambiénreportadas con características clínicas similares. En ca-sos de oclusión de la arteria cerebral anterior izquierdase observa un defecto en el lenguaje caracterizado por:a) un periodo inicial de mutismo (2 a 10 días) que llevaa una afasia caracterizada por, b) una incapacidad casitotal para iniciar el lenguaje, en contraste con, c) unarepetición prácticamente normal, d) una comprensiónconservada, y e) ausencia de ecolalia. En tanto que la

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AFASIAS EXTRASILVIANAS

lectura en voz alta es casi normal la comprensión de lalectura está seriamente limitada. Al menos en español,se ha descrito una incapacidad total para la lectura lite-ral en palabras significativas (Ardila y López, 1984). Laescritura es lenta con ocasionales paragrafias literales.

Los hallazgos neurológicos en casos de compromisomesial del área premotora son notables. Hay paresia,signo de Babinski, y pérdida sensorial en el miembroinferior derecho, con una discreta disminución de lafuerza del hombro derecho. Los pacientes usualmentepresentan una recuperación muy notable en el lengua-je en el curso de unos cuantos meses. La tabla 3 presen-ta las características clínicas de este tipo de afasia.

TABLA 3Características de la afasia extrasilviana motora tipo II

1. Características básicas del lenguaje:* Lenguaje conversacional Escaso, con esfuerzo* Comprensión del lenguaje Normal* Repetición Buena a normal* Señalar Normal* Denominar Algunas parafasias lietarales* Lectura en voz alta Defectuosa* Lectura de comprensión Frecuentemente buena* Escritura Lenta, con paragrafias

2. Signos neurológicos asociados:* Sistema motor Hemiparesia inferior derecha* Disartria Discreta* Pérdida de sensibilidad Ausente* Apraxia Ausente* Campo visual Normal* Agnosia visual Ausente

Fuente: Benson y Ardila (1996).

AFASIA EXTRASILVIANA SENSORIAL

La afasia extrasilviana sensorial comparte con las afasiasextrasilvianas motoras la característica de la buena con-servación del lenguaje repetitivo. El lenguaje conversa-

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LAS AFASIAS

cional es fluente, contaminado por una cantidad noto-ria de parafasias (substituciones neologísticas y semán-ticas), y con características de habla vacía. Existe unaexcelente repetición y frecuentemente ecolalia. Usual-mente los pacientes incorporan palabras y frases pre-sentadas por el examinador dentro de su producción,sin lograr aparentemente comprender el sentido de es-tas palabras; a veces el paciente es simplemente inca-paz de omitir las palabras del examinador. El pacienterepite estructuras sintácticas incorrectas, logotomas, yaun frases en otro idioma. Hay alguna tendencia a lalogorrea. El lenguaje seriado, una vez iniciado por elexaminador, es notoriamente bueno.

Sin embargo, el nivel de comprensión es deficiente,y en ocasiones es prácticamente nulo, lo cual contrastacon la facilidad que pueden presentar para repetir loque dice el examinador. Tareas tales como denominar,señalar, seguir órdenes verbales y responder preguntasdel tipo si-no pueden ser imposibles para estos pacien-tes. La tabla 4 resume las características clínicas de estegrupo de afasias.

En contraste con el notorio defecto en la compren-sión, la repetición es usualmente buena y en ocasionesexcelente. El volumen de memoria a veces puede en-contrarse moderadamente limitado, lo cual dificulta larepetición de secuencias verbales largas, pero ocasio-nalmente es también excelente. El paciente tiende arepetir todo lo que se le dice, incluyendo logotomas, fra-ses incorrectas, y aun expresiones en otros idiomas, conaparente falta de conciencia de lo que está repitiendo.En otras palabras, la fonología se encuentra conserva-da, pero la semántica está gravemente alterada. La de-nominación, sin embargo, siempre es defectuosa en laafasia sensorial extrasilviana. Estos pacientes no lograndenominar un objeto ante su presentación visual ni iden-

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AFASIAS EXTRASILVIANAS

TABLA 4Características de la afasia extrasilviana sensorial

1. Características básicas del lenguaje:* Lenguaje conversacional Fluente, parafásico, ecolálico* Comprensión del lenguaje Defectuosa* Repetición Normal* Señalar Defectuoso* Denominar Defectuoso* Lectura en voz alta Defectuosa* Lectura de comprensión Defectuosa* Escritura Defectuosa

2. Signos neurológicos asociados:* Sistema motor Normal* Disartria Ausente* Pérdida de sensibilidad Ausente* Apraxia Usualmente ausente* Campo visual Normal a defectuoso* Agnosia visual Usualmente leve

Fuente: Benson y Ardila (1996).

tificarlo cuando se les presenta el nombre. En ocasio-nes presentan parafasias semánticas y circunloquios ensus intentos de denominación.

La lectura en voz alta puede estar conservada, perola comprensión de la lectura está seriamente alterada.En ocasiones presentan substituciones paraléxicas alintentar leer. La escritura está también alterada y mues-tran una agrafia con características similares a la halla-da en la afasia de Wernicke.

Estos pacientes usualmente no presentan ningúndéficit motor. Las anormalidades sensoriales suelen sermenores y prácticamente inexistentes. Algunas vecesse encuentran defectos en sus campos visuales, usual-mente una cuadrantanopsia. En algunos pacientes nose encuentra ninguna anormalidad neurológica. Estohace que eventualmente puedan ser diagnosticadoscomo pacientes psicóticos.

Durante los últimos años se han distinguido dos va-riantes de la afasia sensorial extrasilviana. Me referiré a

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LAS AFASIAS

ellas simplemente como afasia extrasilviana tipo I yafasia extrasilviana tipo II.

Afasia extrasilviana sensorial tipo I(síndrome temporo-occipital izquierdo)

Corresponde a la afasia amnésica (Luria, 1980; Hécaeny Albert, 1978); afasia anómica (Kertesz, 1979; Benson,1988), anomia (Brown, 1972), y al primero de los subti-pos de afasia transcortical sensorial descrito por Kertesz(1982, 1983). Se caracteriza por un lenguaje espontáneofluido, pobre comprensión y adecuada repetición. Ellenguaje conversacional se encuentra contaminado porparafasias semánticas, y frecuentemente, por sustitucio-nes neologísticas. La comprensión es considerablemen-te defectuosa. La denominación está seriamentealterada: el paciente no logra denominar los objetos niidentificar un objeto cuando se le presenta su nombre;sin embargo, las claves fonológicas pueden ser útilespara recuperar la palabra buscada. La lectura en voz altapuede hallarse conservada, pero la comprensión de lalectura es defectuosa. Los defectos en la escritura sonvariables.

La presencia de parafasias semánticas y la utilidadde las claves semánticas apuntan al hecho de que laspalabras no están perdidas, simplemente es imposiblerecuperarlas. La percepción visual no desencadena unapalabra específica. De la misma manera, una palabrano evoca una imagen visual, y el paciente es incapaz derepresentar el significado de las palabras (dibuje un pe-rro). Existe una desconexión entre las percepciones vi-suales y el repertorio léxico. Estos pacientes usualmentepresentan también cierta agnosia visual de leve a mo-derada y defectos en su campo visual derecho.

El daño se localiza en el área temporo-occipital(aproximadamente el área 37 de Brodmann). El daño

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AFASIAS EXTRASILVIANAS

en esta región ha sido siempre asociado con la presen-cia de un gran número de parafasias semánticas en ellenguaje (Cappa et al., 1981) y con jerga semántica(Kertesz, 1983). Algunos autores han señalado que estetipo de afasia evoluciona hacia una afasia anómica, omás exactamente, se podría decir que este tipo de afasiadebe considerarse como una afasia anómica. El defectosubyacente correspondería a una anomia en la selec-ción de las palabra (Benson, 1988).

Afasia extrasilviana sensorial tipo II(síndrome angular y parieto-occipital izquierdo)

Este subgrupo corresponde al segundo tipo de afasiasensorial transcortical descrito por Kertesz (1982, 1983)y parcialmente corresponde a la afasia semántica (Head,1926; Luria, 1966, 1980; Ardila et al., 1989; Brown, 1972)y a la anomia semántica (Benson, 1979, 1988).

Las lesiones angulares han sido asociadas con ciertaamnesia verbal, que se manifiesta en un lenguaje flui-do con pocas parafasias semánticas y ausencia deparafasias literales, comprensión relativamente adecua-da para el lenguaje oral, excelente repetición y fallasnotorias en el encuentro de palabras. El paciente pre-senta un habla vacía resultante de la ausencia de ele-mentos significativos y gran cantidad de circunloquios.Su lectura y su escritura pueden encontrarse alteradaspor su posible asociación con el síndrome de Gerstmann.

La llamada afasia semántica ha sido poco analizadaen la literatura reciente. Sólo unos pocos casos se hanreportado en la literatura durante los últimos años(Ardila et al., 1989, 2000; Hier et al., 1980). Head (1926)definió la afasia semántica como una incapacidad parareconocer simultáneamente los elementos en una ora-ción. Luria (1980) propuso que en la afasia semánticase encuentran errores en los siguientes aspectos del len-

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LAS AFASIAS

guaje: a) oraciones que incluyen un sistema complejode cláusulas subordinadas sucesivas, particularmenteformas que incluyen la conjunción que y preposiciones;b) construcciones reversibles particularmente de tipotemporal y espacial (el círculo se encuentra debajo del cua-drado); c) construcciones con una doble negación; d)construcciones comparativas (un perro es más grande queun elefante); e) construcciones pasivas (la Tierra es ilumi-nada por el Sol); f) construcciones con verbos transiti-vos, y g) construcciones con relaciones atributivas (elpadre de mi hermano, el hermano de mi padre).

La afasia semántica representa un defecto en la com-prensión de estructuras lógico-gramaticales. El pacien-te es incapaz de entender el sentido total de la oración yla relación existente entre sus elementos. El lenguajeconversacional es adecuado, con una tendencia al olvi-do de palabras. Como trastornos asociados presentaacalculia, agnosia digital, desorientación derecha-izquier-da y frecuentemente agrafia (síndrome de Gerstmann).Se encuentra en caso de patología de la circunvoluciónangular izquierda (Ardila et al., 2000). Estudios recien-tes enfatizan los defectos espaciales-verbales en caso depatología de la circunvolución angular, asociados con ladesorientación derecha-izquierda, la agnosia digital, laacalculia y la agrafia (Levine et al., 1988). Se ha pro-puesto que estas alteraciones subyacen a la afasia se-mántica (Luria, 1977a, 1980) y consecuentemente seríarazonable proponer que la afasia semántica se asociacon el síndrome de Gerstmann. Ardila, López y Solano(1989) proponen que el síndrome de Gerstman y la afasiasemántica representan un síndrome único encontradoen caso de lesiones de la circunvolución angular.

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AFASIAS EXTRASILVIANAS

AFASIA EXTRASILVIANA MIXTA

Ciertas patologías, como la hipoxia, envenenamiento conmonóxido de carbono, oclusión carotídea aguda, parocardíaco transitorio, etc., pueden causar una hiperfusiónsanguínea en las áreas limítrofes entre dos territoriosvasculares mayores. En tales casos, es factible que el in-farto incluya el territorio limítrofe entre la arteria cere-bral anterior y cerebral media, y entre la arteria cerebralposterior y cerebral media. En estas circunstancias apa-recerá una afasia extrasilviana mixta que ha sido deno-minada como síndrome de aislamiento del área dellenguaje, o afasia transcortical mixta. Sus característicasclínicas se presentan en la tabla 5, sólo se distingue deuna afasia global en que el lenguaje repetitivo se encuen-tra conservado. Estrictamente hablando, no representaun síndrome afásico diferente, sino un síndrome afásicomixto resultante de una patología vascular específica.

TABLA 5Características de la afasia extrasilviana mixta

o síndrome de aislamiento

1. Características básicas del lenguaje:* Lenguaje conversacional No fluente con ecolalia* Comprensión del lenguaje Severamente defectuosa* Repetición Buena* Señalar Defectuoso* Denominar Defectuoso* Lectura en voz alta Defectuosa* Lectura de comprensión Defectuosa* Escritura Defectuosa

2. Signos neurológicos asociados:* Sistema motor Variable, reflejos patológicos* Disartria Usualmente ausente* Pérdida de sensibilidad Usualmente ausente* Apraxia Usualmente ausente* Campo visual Normal defectuoso* Agnosia visual Usualmente leve

Fuente: Benson y Ardila (1996).

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LAS AFASIAS

El paciente con una afasia extrasilviana mixta nopresenta lenguaje espontáneo y su expresión está prác-ticamente reducida a la repetición de lo que oye(ecolalia). Sin embargo, curiosamente puede completarlas frases presentadas por el examinador. La articula-ción es sorprendentemente clara. La producción de se-ries es buena una vez iniciada la tarea. Su nivel decomprensión se encuentra gravemente alterado. En lamayoría de los casos reportados, no existe ninguna evi-dencia de comprensión.

La repetición a pesar de ser virtualmente la únicafunción lingüística conservada, permanece por debajodel nivel normal; el número de palabras que puede re-petir en una frase se limita a sólo unas tres o cuatro. Sinembargo, logran repetir logotomas y palabras, aun enuna lengua extranjera.

La denominación es imposible, aunque se puedenobservar neologismos y parafasias semánticas. Igualmen-te, se observa una incapacidad prácticamente total paraleer y escribir. Como cuadro afásico, sólo se distinguede una afasia global en su conservación del lenguajerepetitivo.

Los hallazgos neurológicos son variables. En ocasio-nes se observa una cuadriparesia espástica. Otros pa-cientes presentan una alteración motora unilateral y unapérdida sensorial evidente. En algunos de los casos re-portados se ha encontrado una hemianopsia homónimaderecha. La mayoría de los pacientes descritos en la lite-ratura han mostrado poca recuparación con el tiempo.

TRASTORNOS DEL LENGUAJE

Y EL HABLA DE ORIGEN SUBCORTICAL

Durante mucho tiempo se ha aceptado que los síndromesafásicos clásicos aparecen usualmente como resultado

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de lesiones combinadas corticales y subcorticales, perosólo recientemente se ha propuesto explícitamente quelas afasias puedan resultar de lesiones exclusivamentesubcorticales. Los avances tecnológicos recientes, parti-cularmente la utilización extensa de la tomografía axialcomputarizada (TAC) y la resonancia magnética funcio-nal (FMRI), han permitido lograr una mayor precisiónde la extensión de las lesiones en pacientes afásicos.Esto ha llevado a proponer nuevos síndromes afásicosde origen específicamente subcortical. Casi sin excep-ción, estos supuestos síndromes afásicos aparecen cuan-do se comprometen las estructuras cerebrales izquierdas(tálamo, estriatum, etc.). Las alteraciones en el habla seinician generalmente con un cuadro de mutismo, se-guido de hipofonia, producción lenta pobrementearticulada y amelódica. Los defectos en el lenguaje sonmenos específicos, pero algunas características, parti-cularmente la producción parafásica, contrastan gene-ralmente con una repetición relativamente normal.

Sin embargo, el concepto de afasia subcortical debeconsiderarse en el mejor de los casos apenas como tenta-tivo (Benson y Ardila, 1996). Se requieren aún observa-ciones clínicas sistemáticas. Más aún, su interpretaciónes polémica. Usualmente aparecen como consecuenciade hemorragias profundas y un efecto de masa que seasocia con una disfunción cerebral amplia y difusa. Nonecesariamente estos síndromes deben interpretarse enel sentido de que las estructuras subcorticales desempe-ñen un papel específico en el lenguaje. Las lesiones sub-corticales frecuentemente producen síntomascaracterísticos de alteraciones situadas a cierta distanciadel sitio actual de la lesión, sugiriendo que la corteza ce-rebral del hemisferio izquierdo pudiese estar comprome-tida (Metter, 1987; Metter et al., 1981). Aún no podemosafirmar con seguridad si estos síndromes son realmente

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LAS AFASIAS

una consecuencia de la patología subcortical o simple-mente un efecto a distancia, o un efecto de desconexiónde áreas corticales.

Una dificultad adicional surge de la confusión fre-cuente entre daño profundo y subcortical. Muchas vecesestos términos son utilizados como sinónimos, los tras-tornos en el lenguaje resultantes de daño profundo soninterpretados como resultantes de daño subcortical. Estaconfusión es espacialmente evidente con respecto a laínsula. Desde Wernicke se sabe que la ínsula juega unpapel importante y quizá central en el lenguaje. La ín-sula es parte de la corteza cerebral, aunque inmersa enel lóbulo temporal. Una consideración similar podríahacerse con relación a otras estructuras corticales pro-fundas.

El uso extenso de las técnicas neuroradiológicas con-temporáneas ha permitido precisar más exactamente laslesiones subcorticales asociadas con alteraciones en elhabla y el lenguaje. Dos regiones específicas han sidoasociadas con defectos en el habla y el lenguaje: la re-gión estriato-capsular y el tálamo (Kuljic-Obradovic,2003). Sin embargo, sus características clínicas son va-riables y merecen consideración especial.

Afasia del cuadrilátero de MarieEl interés por las alteraciones del lenguaje y el habla encaso de daño subcortical comienza con Marie (1906).Marie sugiere que la afasia descrita por Broca no es enrealidad una afasia sino más exactamente un defectoarticulatorio. Propone que los pacientes con afasia deBroca presentan consistentemente lesiones que ocupanlas regiones subyacentes a la ínsula, en un espacio co-nocido posteriormente como cuadrilátero de Marie (fi-gura 1). Marie propuso entonces que la única afasiaverdadera era la afasia de Wernicke y que la patología

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en el cuadrilátero señalado no producía afasia sinoanartria. Para que un paciente con daño en el área deBroca presentase afasia, sería necesario que la patolo-gía se extendiese posteriormente para comprometer elárea de Wernicke o sus conexiones al tálamo. La demos-tración de la existencia de problemas específicos en lacomprensión y expresión de construcciones gramatica-les en los pacientes con afasia de Broca parece desapro-bar definitivamente la propuesta de Marie en el sentidode que la afasia de Broca no es una verdadera afasia. Sinembargo, algunos autores continúan promoviendo unpunto cercano al de Marie en el sentido de la existenciade un sólo tipo de afasia y consideran que los pacientescon lesiones limitadas al cuadrilátero de Marie o al áreade Broca son anártricos, no afásicos. Desafortunadamen-te, Marie no presentó una descripción clínica precisa delos defectos consecuentes a las lesiones del espacio cua-

FIGURA 1Cuadrilátero de Marie

Anterior

Posterior

Ventrículo

Núcleo caudado

Putamen

Cápsula interna

Tálamo

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LAS AFASIAS

drilátero. El daño en esta área, casi siempre ocasionadopor una hemorragia profunda, produce un mutismo agu-do y una hemiplejía densa (Schiff et al., 1983). SegúnMarie, la presencia de afasia, demostrada por un defec-to en la comprensión del lenguaje, indicaría una exten-sión posterior de la lesión que comprometería el istmotemporal.

Afasia estriato-capsularLos pacientes con lesiones en la región estrato-capsularpresentan defectos evidentes en la articulación. La pre-gunta surgida durante los últimos años es si además delos defectos puramente articulatorios (disartria) existentambién alteraciones propiamente en el lenguaje(afasia). La evidencia es aún escasa y sólo se han publi-cado unas pocas series que incluyen un número grandede pacientes (Alexander et al., 1987; Alexander y Benson,1991; Naeser et al., 1987). En general, los trastornos enel lenguaje reportados en caso de lesiones estrato-capsulares incluyen defectos en la producción, buenacomprensión y buena repetición. El lenguaje puede es-tar truncado, pero no es usual observar agramatismoevidente. Se encuentra los defectos en la articulación yla prosodia hallados en la afasia de Broca y la afemia. Lacomprensión es buena para el lenguaje conversacional,pero deficiente cuando se utiliza una sintaxis compleja.Se encuentra también anomia y ocasionalmenteparafasias semánticas.

No se conoce con suficiente seguridad el papel rela-tivo que desempeña el daño gangliobasal y el daño delas vías nerviosas subcorticales. Se ha propuesto que lasvías corticobulbares que descienden del hemisferio iz-quierdo son críticas para la fluidez del lenguaje (Schiffet al., 1983). Se supone que el daño estriatal es respon-sable de la hipofonía, en algo similar a lo que sucede en

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AFASIAS EXTRASILVIANAS

la enfermedad de Parkinson. Otros defectos en el len-guaje han sido atribuidos al compromiso de las conexio-nes entre la corteza frontal dorsolateral y el núcleoestriado, o al daño propiamente del núcleo estriado.

Es importante anotar que estos déficit no suelen serestrictamente lingüísticos. Es frecuente encontrar de-fectos cognoscitivos generalizados en enfermedadesdegenerativas del núcleo estriado y la región dorsolateraldel lóbulo frontal. El defecto en el lenguaje podría re-presentar apenas uno de los componentes del defectocognoscitivo generalizado.

Los trastornos asociados son variables. La hemipa-resia y los defectos hemisensoriales son comunes perono invariables. Generalmente se encuentra apraxia bu-cofacial, pero la apraxia ideomotora es leve. Sin embar-go, si la lesión se extiende profundamente en el lóbuloparietal, es posible encontrar una apraxia severa.

TABLA 6Alteraciones del lenguaje y el habla de origen subcortical

* Trastorno del cuadrilátero de Marie(síndrome anterior putaminal-núcleo caudado)

* Afemia(síndrome de la circunvolución frontal inferior-cápsula interna)

* Afasia motora extrasilviana tipo II con extensión subcortical(síndrome de la substancia blanca paraventricular anterior superior)

* Afasia estriato-capsular(síndrome estriato-capsular)

* Afasia de Wernicke tipo I con extensión subcortical(síndrome putaminal posterioristmo temporal)

* Afasia de conducción con extensión subcortical(síndrome putaminal-insular)

* Afasia talámica(síndrome talámico izquierdo)

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LAS AFASIAS

Alexander, Naeser y Palumbo (1987) proponen dis-tinguir seis tipos diferentes de afasia estriato-capsular,dependiendo del sitio preciso de la lesión:

1. Las lesiones limitadas al putamen y a la cabeza delnúcleo caudado (cuadrilátero de Marie) no conlle-van a alteraciones significativas en el lenguaje o sólose encuentra una discreta dificultad para encontrarpalabras. Cuando el putamen está extensamentecomprometido, se observa hipofonía. En consecuen-cia, las lesiones limitadas del putamen y el núcleocaudado no implican una afasia, sino una disartria.

2. Lesiones pequeñas limitadas a la región anterior dela cápsula interna no implican alteraciones en elhabla o el lenguaje. Similarmente, el compromisolimitado de la sustancia blanca paraventricular noresulta en defectos en el habla o el lenguaje.

3. El compromiso de la sustancia blanca anterior supe-rior paraventricular implica una reducción en el len-guaje expresivo, pero no anormalidades evidentes enel lenguaje. Muy probablemente esta reducción sedebe a una desconexión del área motora suplemen-taria y del área de Broca. Una afasia no fluente conagramatismo requiere un compromiso completo delas estructuras paraventriculares y periventriculares,presumiblemente debido a la ininterrupción de to-das las vías subcorticales del lóbulo frontal (límbicas,de asociación, callosas y eferentes). Con lesiones ex-tensas anteriores y medias de la sustancia blancaparaventricular el lenguaje puede reducirse a la pro-ducción de estereotipos, pero con lesiones menores,el paciente puede producir palabras y al menos fra-ses cortas.

4. Lesiones extensas del núcleo estriado, de la porciónposteromedial de la parte anterior de la cápsula in-

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terna y de la sustancia blanca paraventricular ante-rior posterior, representan la mínima lesión capazde producir anormalidades en el lenguaje (dificulta-des para encontrar palabras, ocasionales parafasiasliterales, y defectos menores en la comprensión),más disartria.

5. Cuando la lesión del putamen presenta una exten-sión posterior a través del istmo temporal, apareceuna afasia fluente con una producción neologísticay defectos en la comprensión, tanto de palabras comode oraciones.

6. Si el daño es lateral al putamen (corteza insular, cáp-sula externa, claustro y cápsula extrema) el defectoen el lenguaje se caracteriza por la presencia deparafasias literales que se incrementan durante larepetición, similar a lo que sucede en la afasia deconducción. Consecuentemente, las parafasias lite-rales en las afasias subcorticales dependen de la ex-tensión lateral de la lesión en la sustancia blancasubyacente al lóbulo parietal, a la cisura de Rolandoy a la cápsula extrema.

En consecuencia, es posible encontrar diferentesvariedades de alteraciones en el lenguaje y el habla encaso de patología subcortical. Algunas veces estas sesemejan más a una afasia agramática no fluente; otras aun trastorno fluente parafásico del lenguaje. Es impor-tante tener presente que la patología puramentesubcortical usualmente sólo produce defectos articula-torios, hipofonia y disprosodia, pero no afasia. La difi-cultad para encontrar palabras representa el trastornomás frecuente de naturaleza puramente lingüística, perosería discutible afirmar que esta dificultad representade por sí un signo afásico. El paciente con lesiones sub-corticales importantes usualmente presenta lentitud

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comportamental y aparentes cambios cognoscitivos ex-tensos. Si la actividad cognoscitiva es más lenta, es na-tural encontrar dificultades para encontrar palabras.

Los diferentes tipos de trastornos propuestos porAlexander y colaboradores frecuentemente incluyen unaextensión cortical, y por lo tanto deberían interpretarsemás exactamente como alteraciones del habla y el len-guaje cortico-subcorticales. Las afasias puramente sub-corticales requieren lesiones extensas que incluyen elnúcleo estriado, la región posteromedial de la porciónanterior de la cápsula interna y de la sustancia blancaanterior superior paraventricular (trastorno estriato-capsular tipo 4). Tal daño extenso presumiblemente in-terrumpe muchas vías corticales involucradas en ellenguaje.

Los diferentes tipos de afasia córtico-subcortical des-critos por Alexander y colaboradores podrían asimilar-se con ciertas afasias corticales, dependiendo de laextensión del daño. La afasia cortical-subcortical tipo 3correspondería a una afasia extrasilviana motora tipo II(síndrome del área motora suplementaria) con exten-sión subcortical. La afasia córtico-subcortical tipo 5 co-rrespondería a una afasia fluente de tipo Wernicke conuna extensión subcortical, y la afasia córtico-subcorticaltipo 6 a una afasia de conducción (compromiso de lacorteza insular) con una extensión subcortical. El tras-torno subcortical tipo 1 es apenas una alteración en elhabla y no en el lenguaje correspondiente a la disartriadel cuadrilátero de Marie, algunas veces asociada conrasgos de una afasia de Broca. Finalmente, el tipo 2 noes tampoco una afasia, sino una disartria y correspon-dería más exactamente a una afemia (Schiff et al., 1983).

En resumen, además de los defectos evidentes en elhabla, es posible observar algunas alteraciones en el len-guaje en caso de lesiones estriato-capsulares. Sin em-

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bargo, en estos casos, además del daño subcortical, fre-cuentemente se observa una extensión cortical. Paraobtener una afasia puramente subcortical se requiereun compromiso extenso de la región estriato-capsular.

Enfermedades de Huntington y de ParkinsonAdemás de sus trastornos en el habla, los pacientes conprocesos degenerativos en los ganglios basales, tambiénpresentan anormalidades en el lenguaje. Los pacientescon enfermedad de Huntington tienen produccionesverbales cortas, una proporción menor de construccio-nes gramaticales elaboradas y una cantidad aumentadade frases simples (Murray, 2000). Los pacientes conenfermedad de Huntington también tienen produccio-nes más cortas y sintácticamente más sencillas que lospacientes con enfermedad de Parkinson. La diferenciamás imporante entre los pacientes con enfermedad deParkinson y los sujetos normales es la menor propor-ción de oraciones gramaticales.

Afasia talámicaDurante muchos años se ha discutido el posible papeldel tálamo izquierdo en la afasia. Numerosos estudiosindican la existencia de alteraciones en el lenguaje encaso de daño talámico izquierdo, particularmente delnúcleo pulvinar izquierdo. Sin embargo, muchos otrosreportes insisten en que la patología talámica no produ-ce afasia. En tanto que las auténticas alteraciones en ellenguaje en caso de daño talámico no parecen ser fre-cuentes, los reportes de casos positivos han mantenidoabierta la polémica. Usualmente las hemorragiastalámicas producen un cuadro clínico de hemiplejia,pérdida hemisensorial, defectos en el campo visual de-recho, alteraciones en el nivel de conciencia, y auncoma. El posible trastorno en el lenguaje incluye mutis-

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mo o semimutismo y ocasionalmente una jergaparafásica. La anomia puede ser severa, pero la com-prensión está relativamente conservada y hay un buenlenguaje repetitivo. Existe alexia y agrafia, pero no tansevera como en casos de afasias fluentes o alexia sinagrafia. Los cambios en el lenguaje tienden a ser transi-torios. La recuperación tiende a presentarse en un lap-so de días o semanas. La recuperación de la paresiapuede ser también rápida, pero las pérdidas hemisenso-riales son más persistentes.

Se ha propuesto que la patología talámica produceun cuadro clínico agudo y catastrófico, con hemiplejia,pérdida hemisensorial y alteraciones en el nivel de con-ciencia (Benabdeljlil et al., 2001). El mutismo represen-ta la anormalidad inicial en el lenguaje, el cualtípicamente evoluciona hacia un lenguaje parafásico yabundante pero hipofónico. La anomia frecuentementees grave. Aunque la afasia talámica tiene ciertas simili-tudes con otras afasias fluentes, los pacientes con afasiastalámicas muestran una disminución en la comprensión.Cuando tratan de repetir su lenguaje es mucho mejorque durante el lenguaje conversacional.

A pesar de que los casos de afasias (o cuasi-afasias)talámicas no se ajustan a un cuadro afásico específico,algunos autores han señalado sus similitudes con laafasia sensorial extrasilviana. Este patrón de alteraciónpodría resumirse en los siguientes puntos: a) reducciónen el lenguaje espontáneo, b) algunas dificultades paraencontrar palabras, c) parafasias verbales, d) repeticiónconservada y e) comprensión parcialmente deficiente(Basso et al., 1987).

Aunque su etiología más frecuente es la hemorragiatalámica, se han reportado casos de accidentes isquémi-cos con características similares. Algunos autores hanenfatizado que las alteraciones del lenguaje observadas

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en caso de daño talámico se presentan sólo en caso dedesactivación cortical, y consecuentemente el trastornoen el lenguaje no es un resultado del daño talámico perse, sino de la desactivación cortical asociada con la des-conexión tálamo-cortical. El núcleo pulvinar presentaproyecciones corticales extensas, particularmente al ló-bulo parietal, pero también temporal, y la afasia talámicasemeja un trastorno en el lenguaje consecuente a unalesión parieto-temporal. Más aún, lesiones talámicas sue-len asociarse con déficit atencionales y cognoscitivossuperpuestos a los defectos puramente lingüísticos.

Alexander y Benson (1991) proponen distinguir di-ferentes tipos de trastornos en el lenguaje en caso dedaño talámico:

1. Lesiones en el área tálamica paramedial, incluyen-do los núcleos dorsomedial, centromedia y la lámi-na intramedular se asocian con defectos atencionalesy de memoria, en tanto que los defectos en el len-guaje se limitan a cierta anomia atribuible a lainatención.

2. Lesiones en el tálamo anteromedial se asocian condefectos específicos en el lenguaje. Cuando la lesiónincluye los núcleos anterior, ventroanterior, dorso la-teral, ventrolateral y anterior dorsomedial, el perfilafásico se semeja a una afasia extrasilviana mixta osensorial. El lenguaje es gramatical pero escaso, conecolalia, buena repetición y comprensión alterada.La alexia, la agrafia y la anomia suelen ser severas.

3. Lesiones a lo largo del tálamo lateral pueden aso-ciarse con déficit en el lenguaje. Frecuentemente seobserva una leve anomia, pero ocasionalmente unaafasia severa. Estas lesiones incluyen el globuspallidus, la región posterior de la cápsula interna yeventualmente el núcleo talámico reticular. Usual-

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mente se encuentra hemiparesia, pérdida hemisen-sorial y defectos del campo visual.

También se han presentado otras propuestas de cla-sificación. Por ejemplo, Crosson (1999) sugirió que lostrastornos del lenguaje consecuentes a lesiones talámicaspodrían categorizarse en tres subtipos: a) mediales (áreatalámica paramedial, incluyendo los núcleos dorsome-dial y centromediano), b) anterior (núcleo anterolateralizquierdo) y c) lateral (tálamo lateral izquierdo). Se hasugerido que los núcleos y sistemas talámicos partici-pan en múltiples procesos que directa o indirectamenteapoyan las funciones lingüísticas corticales: funcionesléxico-semánticas, memoria de trabajo, procesamientovisual durante la lectura y denominación.

En resumen, es razonable suponer que el dañotalámico izquierdo puede clínicamente producir algunosdefectos en el lenguaje y consecuentemente es posibleencontrar un síndrome afásico talámico. Cualquiera quesea su interpretación, es razonable suponer que las he-morragias (o isquemias) talámicas izquierdas, algunasveces se asocian con anormalidades en el lenguaje, y queéstas tienen ciertas características distintivas y merecenconsideración especial. Podría ser que el tálamo izquier-do organiza las redes corticales que participan en el pro-cesamiento lingüístico (Metz-Lutz et al., 2000).

Participación de la ínsula en el lenguajeDurante el siglo XIX se consideró que la ínsula proba-blemente participaba en los procesos verbales. De he-cho, el primer caso de afasia de conducción descrito porWernicke se refería a un paciente con una lesión insu-lar. Sin embargo, cuando Dejerine (1914) propuso elconcepto de área del lenguaje incluyó la parte posteriorinferior de la tercera circunvolución frontal y la zona

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circundante, incluyendo la parte inferior de la segundacircunvolución frontal, probablemente extendiéndosehasta la ínsula; la parte posterior de la primera y segun-da circunvolución temporal, y la circunvolución angu-lar. El concepto de área del lenguaje fue aceptado por losautores posteriores, introduciendo generalmente modi-ficaciones menores. El resultado final fue que la ínsulapasó al olvido como un área involucrada en el lenguaje.

Con el desarrollo de la TAC se realizaron numerososestudios tendientes a establecer correlaciones clínico-anatómicas entre trastornos del lenguaje y patologíacerebral (Ardila et al., 1989; Kertesz, 1983). Frecuente-mente se encontró que la ínsula estaba comprometidaen distintos síndromes afásicos. Esto llevó a un replan-teamiento de la posible participación de la ínsula en losprocesos verbales (Ardila et al., 1997; Ardila, 1999). Seobservó que la ínsula anterior podría participar en laafasia de Broca, la ínsula media en la afasia de conduc-ción y la ínsula posterior en la afasia de Wernicke. Esdecir, la ínsula sería un área básica en los procesos ver-bales, ya que frecuentemente se encontraba una pato-logía insular en los síndromes afásicos perisilvianos.Dronkers (1996) mostró claramente que la apraxia delhabla (uno de los dos componentes básicos de la afasiade Broca) se correlacionaba en forma inequívoca conuna patología insular: si existía una lesión en la ínsulaanterior el paciente presentaba apraxia del habla; si tallesión estaba ausente, no se observaba apraxia del ha-bla. Con estas observaciones resurgió el interés en laínsula, y hoy parece claro que el área cortical del len-guaje se extiende hasta la ínsula.

Trastornos del lenguaje de origen cerebelosoSe ha propuesto que el cerebelo contribuye al procesa-miento cognitivo, particularmente al procesamiento del

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lenguaje (Leiner et al., 1991, 1993). El cerebelo presentaconexiones anatómicas con la corteza cerebral que pue-den afectar la función lingüística. El área cerebelosaneodentada proyecta a través del tálamo a los lóbulosfrontales, en particular a la corteza prefrontal y al áreade Broca. Los lóbulos frontales se conectan con el áreaneodentada a través de diferentes vías. Este circuitocerebeloso frontal puede afectar el procesamientocognoscitivo, en particular, las funciones lingüísticas. Eldaño cerebeloso se ha asociado con trastornos en la gra-mática y fluidez verbal disminuida (Akshoomoff et al.,1992; Silveri et al., 1994).

Abe, Ukita, Yorifuji y Yanagihara (1997) selecciona-ron 15 pacientes con afasia de Broca crónica. Utilizandoimágenes de SPECT, dividieron a los pacientes en dosgrupos: con (grupo 1) y sin (grupo 2) diasquisis cerebe-losa cruzada. Luego se compararon las habilidades lin-güísticas de los dos grupos. Los pacientes del grupo 1mostraron los síntomas clásicos de la afasia de Broca,en tanto que los pacientes del grupo 2 presentaron prin-cipalmente dificultades para encontrar palabras. Los pa-cientes con diasquisis cerebelosa cruzada tenían infartosque incluían la parte inferior de la circunvolución fron-tal, pero no así los pacientes sin diasquisis cerebelosacruzada, sugiriendo que esta región puede tener conexio-nes anatómicas y funcionales con el cerebelo.

Schatz, Hale, Myerson y Cerebellar (1998) observa-ron cierta lentitud en el procesamiento cognoscitivo,particularmente en el procesamiento del lenguaje, aso-ciado con patología cerebelosa. Hubrich-Ungureanu,Kaemerer, Heen y Braus (2002) utilizaron imágenes deresonancia magnética en un sujeto diestro y en un suje-to zurdo. Se detectaron las regiones activadas luego derealizar en forma silenciosa una tarea de fluidez verbal.En el sujeto diestro hallaron una activación de la corte-

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za fronto-parieto-temporal izquierda y el hemisferiocerebeloso derecho. En el sujeto zurdo la activación seobservó en la corteza fronto-parieto-temporal derecha yel hemisferio cerebeloso izquierdo. Los autores conclu-yeron que sus resultados demostraban que la activacióncerebelosa es contralateral a la activación de la cortezafrontal, aun en diferentes condiciones de dominio dellenguaje.

Wollmann, Barroso, Manton y Nieto (2002) analiza-ron los defectos cognoscitivos en un grupo de pacientescon ataxia de Friedreich. El examen neuropsicológicomostró una reducción en el volumen verbal, defectosen la fluidez verbal de letras, trastornos en la adquisi-ción y consolidación de información verbal, efecto deinterferencia proactiva y alteraciones en tareas visoper-ceptuales y visoconstruccionales.

Todas estas investigaciones juntas apoyan la hipóte-sis de que el cerebelo presenta conexiones anatómicascon la corteza cerebral, particularmente el lóbulo fron-tal, que pueden afectar la función lingüística.

CASO 5AFASIA DEL ÁREA MOTORA SUPLEMENTARIA

Historia de la enfermedadHombre de 66 años con 12 años de escolaridad. Desdehace dos años se encuentra retirado y vive con su espo-sa. Presenta historia positiva de hipertensión. No fumani consume alcohol. Antes de la hospitalización actual,realizaba normalmente sus actividades de la vida diaria.

Súbitamente presentó debilidad del hemicuerpo de-recho y dificultades para hablar. Fue llevado a un hospi-tal local. En su examen de ingreso se señala que elpaciente se encontraba confuso. Una resonancia mag-nética del cerebro reportó un infarto agudo en el terri-

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torio de la arteria cerebral anterior izquierda, incluyen-do la corteza parasagital de los lóbulos frontal y parietal.No se encontraron hemorragias. Posteriormente fue tras-ferido a una unidad de rehabilitación.

Evaluación del lenguajeLa evaluación del lenguaje se realizó cinco días despuésde su accidente vascular. Se encontró un paciente cola-borador con un buen nivel de atención. No se encontra-ron defectos visuales o auditivos evidentes. No se hallónegligencia espacial en las diferentes pruebas utiliza-das. No se evidenciaron defectos en la motricidad grue-sa o fina de los miembros superiores. El paciente, sinembargo, presentaba una paresia evidente de su piernaderecha. La lengua protuia en una posición media. Nose encontró asimetría facial. Los movimientos con lalengua y la cara se encontraban dentro de los límitesnormales. El paciente espontáneamente señaló no pue-do decir frases largas y durante el examen varias vecesanotó que tenía dificultades para poner sus pensamien-tos en palabras y crear frases.

Pruebas aplicadas* Batería multilingüe de las afasias.* Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasias.* Prueba de denominación de Boston.* Prueba de fluidez verbal.

Resultados de la evaluaciónEl lenguaje espontáneo se encontró disminuido. El volu-men, la velocidad y la prosodia fueron normales para suedad. No se notaron defectos articulatorios. Los movi-mientos con la lengua fueron normales. No se hallarondesviaciones fonéticas. No se encontraron parafasias ver-bales o fonológicas durante el lenguaje espontáneo. La

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agilidad oral y verbal fue normal. El paciente pudo pro-ducir rápidamente secuencias verbales (tip-top; mamá-mamá). El lenguaje automático, por ejemplo contar, seencontró dentro de los límites normales. Utilizó 12 pala-bras para describir la lámina 1 de la prueba de Bostonpara el diagnóstico de las afasias y exploró la figura si-guiendo una secuencia de izquierda a derecha. No seevidenció negligencia espacial y el paciente pudo apro-piadamente integrar la figura. No se notó agramatismo oparagramatismo. El paciente pudo seguir órdenes ver-bales simples y complejas y reconoció correctamentederecha-izquierda en su cuerpo y en el cuerpo del exa-minador. La repetición de palabras y frases fue normal.

La cantidad de lenguaje espontáneo se encontró dis-minuida. En la prueba de fluidez verbal el paciente lo-gró encontrar 12 nombres de animales en un minuto.En la condición fonológica, utilizando las letras A y F

pudo encontrar un total de cuatro palabras.La habilidad para hallar nombres se encontró dentro

de los límites normales para su edad y nivel educacio-nal. Pudo denominar correctamente 55/60 figuras de laprueba de denominación de Boston. Se registró unaparafasia semántica. No se encontraron errores en la de-nominación de partes del cuerpo, incluyendo los dedos.

La lectura de palabras en voz alta fue relativamentenormal. En la lectura de frases largas, sin embargo, sehallaron paralexias literales. La lectura literal, leer lasletras que forman una palabra, fue correcta. Utilizó sumano derecha en la escritura. Al escribir las palabras yfrases dictadas, se observó lentitud y cierta micrografía.Los rasgos fueron imprecisos en algunas letras y en ge-neral la caligrafía fue pobre. La distribución espacial delas palabras y frases, sin embargo, fue adecuada.

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ConclusiónEl paciente ha presentado una recuperación muy acele-rada durante los cinco días siguientes a su accidentevascular. Según se reporta en su historia, su defecto lin-güístico inicial era grave y el paciente era prácticamen-te incapaz de comunicarse. En el momento se encuentraun decremento en su fluidez verbal y algunos defectosen la lectura y la escritura. Su trastorno en el lenguajecorresponde a una afasia del área motora suplementa-ria. Como regla general, se considera que la afasia delárea motora suplementaria presenta una recuperaciónrápida y significativa en un lapso de tiempo corto. En elcaso actual, es interesante anotar que el paciente esconciente de su incapacidad para crear produccionesverbales largas y para expresar su ideas en una formaverbal. Se espera que estos defectos residuales conti-núen mejorando.

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CAPÍTULO VIIAlexia

Las alteraciones en el lenguaje oral (afasias), usualmentese acompañan de defectos en la habilidad para leer(alexias), escribir (agrafia) y realizar cálculos numéri-cos (acalculias). En este capítulo se examinarán los de-fectos en la lectura asociados con lesiones cerebrales.

Alexia se refiere a una alteracion en la lectura y puededefinirse simplemente como una pérdida parcial o totalen la capacidad para leer resultante de una lesión cere-bral (Benson y Ardila, 1996). Es, en consecuencia, un de-fecto adquirido. Por el contrario, la dislexia es definida porla Federacion Mundial de Neurología (1968) como

un trastorno que manifiesta la dificultad para aprendera leer, a pesar de existir una instrucción adecuada, inte-ligencia normal y oportunidad sociocultural para ello;dependen entonces de un defecto cognoscitivo funda-mental, frecuentemente de origen constitucional(Critchley, 1985: 105).

La dislexia representa entonces un problema espe-cífico en el aprendizaje. Alexia literal se refiere a unadificultad relativa para leer (denominar) las letras delalfabeto y fue originalmente conocida como ceguera alas letras. La alexia verbal implica la incapacidad paraleer palabras (en voz alta y para su comprensión) y fueinicialmente conocida como ceguera a las palabras.

Durante los últimos años se ha hecho relativamentefrecuente utilizar la distinción entre dislexia adquirida y

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dislexia de desarrollo. Esto ha sido particularmente evi-dente en los enfoques psicolingüísticos de las alexias.El término dislexia (implícitamente, de desarrollo) hatendido a predominar dentro de esta aproximación. Eneste capítulo, sin embargo, se utilizará la terminologíamás frecuente en afasiología, según las definiciones pre-sentadas en los dos párrafos anteriores.

DESARROLLO HISTÓRICO

Los primeros reportes sobre casos de alexia antecedenconsiderablemente a la época de Broca. Sin embargo, elmomento más importante en el estudio de las alexiasdata de los años 1891 y 1892, cuando Dejerine publicados casos de alexia. En 1891, Dejerine describe el casode un paciente que sufrió un accidente vascular acom-pañado de una incapacidad para leer. Además de sualexia, el paciente perdió totalmente su habilidad paraescribir, con la excepción de su firma. Los defectos afá-sicos asociados evolucionaron rápidamente, pero el pa-ciente permaneció aléxico hasta su muerte acaecidavarios años más tarde. En su examen posmortem se en-contró un antiguo infarto que comprometía la cortezade la circunvolución angular izquierda y se extendíasubcorticalmente hasta el ventrículo lateral. Dejerineconsideró que la destrucción de la circunvolución an-gular era responsable de su analfabetismo adquirido.

En 1882, Dejerine describió el caso de un pacienteque súbitamente perdió su capacidad para leer sin alte-raciones asociadas en el lenguaje oral. A diferencia delprimer paciente, podía leer algunas letras y escribía sindificultad. Adicionalmente, presentaba una hemianopsiahomónima derecha. Más tarde, el paciente sufrió unnuevo accidente vascular y falleció 10 días después. Ensu examen posmortem se encontraron dos infartos clara-

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FIGURA 1Alexia con agrafia

Fuente: Dejerine (1891).

mente diferenciables en el hemisferio izquierdo. Unode ellos comprometía la región angular y aparentemen-te era un infarto reciente. El segundo comprometía laregión medial e inferior del lóbulo occipital izquierdo eincluía el esplenio del cuerpo calloso. Dejerine propusoque el primer infarto había destruido la conexiones vi-suales en la corteza visual izquierda, produciendo unahemianopsia homónima derecha, y que la lesión delcuerpo calloso había separado las áreas visuales del he-misferio derecho sano, de las áreas del lenguaje del he-misferio izquierdo, igualmente conservadas. De estamanera, el paciente presentaba una incapacidad parainterpretar símbolos lingüísticos, sin defectos en su len-guaje oral. Varios casos similares fueron publicados du-rante los años siguientes. Desde este momento se aceptóla existencia de dos tipos básicos de alexia: alexia conagrafia asociada al daño parietal posterior izquierdo yalexia sin agrafia, resultante de lesiones en el lóbulooccipital izquierdo.

Desde tiempo atrás se conoce que los pacientes conafasia de Broca presentan defectos sobresalientes en la

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lectura. Esto ha llevado a la propuesta de una terceravariedad de alexia denominada como alexia frontal(Benson, 1977). Además, las dificultades de tipo espa-cial en la lectura pueden ser tan importantes en caso delesiones hemisféricas derechas, que bien merecen serconsideradas como un cuarto tipo de alexia o alexia es-pacial (Ardila y Rosselli, 1994; Hécaen y Albert, 1978).

Durante la década de 1970 y muy especialmente de1980, surgió un nuevo enfoque en el análisis de lasalexias. Los investigadores comenzaron a interesarsesobre la naturaleza de los defectos cognoscitivos y lin-güísticos responsables por las dificultades observadasen la lectura (Beauvois y Dérouesné, 1979, 1981;Coltheart, 1980; Coltheart et al., 1983; Friedman, 1988;Friedman y Albert, 1985; Marshall y Newcombe, 1973;Patterson, 1978; Patterson y Kay, 1982; Shallice yWarrington, 1980; Shallice et al., 1983). El interés cam-bió de los correlatos anatómicos de los trastornos adqui-ridos en la lectura, a los mecanismos funcionalesresposables de las alexias o dislexias adquiridas, comousualmente se designan dentro de este enfoque. En elárea de las alexias, hoy en día es frecuente hacer una

FIGURA 2Alexia sin agrafia

Fuente: Dejerine (1892).

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distinción entre los enfoques neurológicos o clásicos, oanatómicamente basados, por una parte, y los enfoquescognoscitivos y psicolingüísticos, por la otra. En los pri-meros se enfatizan las correlaciones clínico-anatómicasy la sintomatología clínica del paciente aléxico; en lossegundos, la arquitectura funcional del proceso de lec-tura y los niveles en los cuales puede situarse el defectoen la lectura.

A continuación se presentan las dos clasificacio-nes de las alexias. Inicialmente, se examinarán las for-mas clásicas de alexia o clasificaciones neurológicas(síndromes aléxicos basados anatómicamente). Poste-riormente, se considerarán las aproximacionespsicolingüísticas y cognoscitivas de los trastornos ad-quiridos en la lectura.

1. Clasificación clásica (basada anatómicamente)a) Alexia parieto-temporal (alexia central)b) Alexia occipital (alexia posterior)c) Alexia frontal (alexia anterior)d) Alexia del hemisferio derecho (alexia espacial)e) Otras variedades de alexia:

* Alexias afasicas* Hemialexia* Algunas formas especiales de alexia

2. Clasificación psicolingüísticaa) Alexias (dislexias) centrales

* Alexia fonológica* Alexia superficial* Alexia profunda

b) Alexias (dislexias) periféricas* Lectura letra por letra* Alexia por negligencia* Alexia atencional

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SÍNDROMES ALÉXICOS CLÁSICOS

Es posible distinguir dentro de esta aproximación cua-tro formas básicas de alexia: alexia parieto-temporal,alexia occipital, alexia frontal y alexia espacial (alexiaasociada con lesiones hemisféricas derechas). Se exa-minará cada una de ellas.

Alexia parieto-temporalEsta forma de alexia ha sido conocida también comoalexia con agrafia, alexia central, alexia asociativa, alexiasecundaria o alexia afásica. Su caracaterística principales la presencia simultánea de alexia y agrafia. La difi-cultad es evidente, tanto en la lectura en voz alta comoen la lectura silenciosa. El paciente no logra tampocoreconocer las palabras deletreadas en voz alta, lo cualimplica una alteración en el conocimiento de los códi-gos del lenguaje escrito.

El defecto en la escritura presenta una severidadsemejante. Aunque el paciente en ocasiones logre es-cribir algunas letras o combinaciones de letras, es inca-paz de formar palabras. La escritura por copia esnotoriamente superior a la escritura al dictado. Sin em-bargo, el paciente es incapaz de cambiar el tipo de le-tras (mayúsculas, minúsculas, cursiva, molde). Estaforma de alexia representa, en otras palabras, un verda-dero analfabetismo adquirido. La escritura y la lecturade números se encuentran alterados de manera equiva-lente. En consecuencia, estos pacientes presentarán unaacalculia aléxica y agráfica. También pueden observar-se dificultades en la lectura de otros sistemas simbóli-cos, como son las notas musicales y fórmulas químicas.

El examen neurológico puede ser normal. Algunasveces puede encontrarse alguna hemiparesia transito-ria. Frecuentemente se encuentra una pérdida senso-

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rial del hemicuerpo derecho y una cuadrantanopsia in-ferior derecha. El lenguaje del paciente puede presen-tar características de una afasia fluente, con parafasias,defectos en la comprensión, dificultades en la repeti-ción y anomia. Frecuentemente se asocia con uno ovarios signos del síndrome de Gerstmann.

Numerosos reportes han confirmado que la alexiacon agrafia se correlaciona con lesiones de la circunvo-lución angular izquierda y las áreas adyacentes, tal comofue inicialmente propuesto por Dejerine. La extensiónde la patología a las regiones circundantes puede acom-pañarla de una variedad de hallazgos asociados. Diver-sas etiologías pueden producir el síndrome de la alexiasin agrafia. La más común podría ser la oclusión de larama angular de la arteria cerebral media izquierda. Esfrecuente también encontrarla como consecuencia deheridas traumáticas y tumores cerebrales. A pesar deque representa un síndrome con una alta frecuencia, esusual encontrarla combinada con defectos lingüísticosmás extensos, como son una afasia de tipo Wernicke oextrasilviana sensorial, además de apraxia y acalculia.

Alexia occipitalEsta forma de alexia ha sido denominada también comoalexia sin agrafia, ceguera a las palabras, alexia poste-rior, alexia agnósica, alexia pura, o lectura letra por le-tra. Por definición, representa un trastorno en la lecturacon una conservación de la habilidad para escribir. Estosupone la existencia de sistemas y mecanismos diferen-tes para la lectura y la escritura. El paciente con alexiapura, escribe, pero es incapaz de leer lo que escribe. Lamayoría de los pacientes pueden reconocer algunaspalabras comunes, como su propio nombre, el nombrede su país, y otras palabras de muy alta frecuencia. Igual-mente pueden leer todas o la mayoría de las letras del

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alfabeto; frecuentemente, al leer las letras individualesque forman una palabra en voz alta, logran decifrar lapalabra formada. Igualmente, reconocen fácilmente lasletras escritas sobre la palma de su mano y cambian sindificultad el tipo de letra (mayúscula, minúscula, etc.).Estos pacientes presentan una alexia verbal severa, perosólo una leve alexia literal.

Las paralexias morfológicas se observan frecuente-mente en sus intentos por leer palabras; reconocen lasprimeras letras y deducen el resto de la palabra (peinilla-peinado). Los morfemas iniciales se leen invariablemen-te mejor que los morfemas finales. El paciente no lograleer tampoco números compuestos por varios dígitos pre-sentando igualmente una lectura superior de la mitadizquierda, por ejemplo, al tratar de leer 4728 leen 47, aso-ciándose en consecuencia con una acalculia aléxica.

Cuando la palabra es deletreada en voz alta por elexaminador, el paciente fácilmente la reconoce, contras-tando notoriamente con lo que sucede en la alexiaparieto-temporal. Frecuentemente, el paciente intentarealizar una lectura literal (mesa - m, e, s, a) tratando dedescubrir la palabra escrita. No es inusual que el pa-ciente intente seguir la palabra con su dedo para facili-tar el seguimiento de las letras. El deletreo en voz altade palabras es adecuado. Todo esto indica que el pacienteconserva el conocimiento de los códigos escritos del len-guaje, pero no puede reconocerlos ante su presentaciónvisual. Podría en consecuencia considerarse como unaagnosia visual para la lectura (alexia agnósica).

A pesar de que la agrafia no es evidente, durante laescritura pueden observarse eventuales omisiones ysubstituciones de rasgos y letras y, en ocasiones, erro-res en la escritura de letras, particularmente de letrascomplejas. Sin embargo, no es infrecuente que estospacientes escriban parráfos largos o cartas personales,

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al final de los cuales no pueden leer lo que han escrito.La escritura espontánea es siempre superior a la escri-tura por copia, lo cual constituye un rasgo distintivo deeste tipo de alexia.

La inmensa mayoría, pero no todos los pacientes,presentan una hemianopsia homónima derecha. La ma-yoría de los casos no acompañados de hemianopsia hansido observados en tumores cerebrales, meningiomas ogliomas. Por el contrario, los casos de etiología vascular,generalmente oclusión de la arteria cerebral posteriorizquierda, se acompañan de hemianopsia. Además deldefecto en el campo visual, estos pacientes muestrandificultades en la realización de movimientos oculareshacia la derecha, requeridos para la lectura en las len-guas occidentales y, por lo tanto, son incapaces de reali-zar una exploración visual adecuada de la palabra escrita.Algunos autores suponen que este defecto (parálisis la-teral de la mirada) es responsable de este tipo de alexia;la alexia sin agrafia sería entonces una forma desimultagnosia o agnosia simultánea (Luria, 1980).

El daño cerebral se centra alrededor de la regiónoccipital medial inferior, comprometiendo usualmentela circunvolución fusiforme y lingual y el segmento pos-terior de la vía genículo-calcarina. Usual, pero no nece-sariamente, el esplenio del cuerpo calloso se encuentratambién comprometido. La anomia al color y lahemiacromatopsia pueden incluirse en el síndrome,dependiendo de si la lesión se extiende hasta la uniónde la circunvolución lingual y parahipocámpica.

Aunque el lenguaje del paciente puede ser normal ocasi normal, muchos pacientes con alexia occipital tie-nen dificultades especiales para denominar colores. Notodos los pacientes con alexia sin agrafia tienen dificul-tades en la denominación de colores, pero cerca de 70%de ellos la presentan. Muchos pacientes con esta forma

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FIGURA 3Resonancia magnética en un paciente con alexia pura.

Se observa una lesión occipital izquierda.

de alexia tienen defectos anómicos leves para otras cate-gorías, aunque menores que los encontrados para deno-minar colores, pero de todas formas evidentes (figura 3).

Alexia frontalDesde tiempos atrás se ha señalado que los pacientescon afasia de Broca presentan defectos muy prominen-tes en la lectura. Existen toda una serie de rasgos sufi-cientemente distintivos en la alexia unida a la afasia deBroca que pueden ameritar su consideración como untercer tipo de alexia (Benson, 1977). Aunque la mayoríade los pacientes con afasia de Broca presentan algún ni-vel de comprensión del material escrito, usulamente éstese encuentra limitado a palabras aisladas, generalmentenombres. Si el significado de las palabras depende de suposición en la oración, la comprensión se hace difícil. En

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contraste con la alexia occipital. Estos pacientes puedenleer algunas palabras, pero no pueden leer las letras alinterior de la palabra (alexia literal). El paciente conafasia de Broca presenta entonces una alexia literal seve-ra y una alexia verbal más moderada. Presentan, ade-más, algunos errores morfológicos durante la lectura ypueden ocasionalmente reconocer algunas palabras de-letreadas en voz alta, pero usualmente fallan.

Esta alexia se acompaña de agrafia. Las letras estánpobremente formadas y el deletreo es defectuoso. Pue-den copiar algunas palabras, pero su ejecución es parti-cularmente pobre, y aun en este caso, existe la tendenciaa la omisión de letras y elementos gramaticales.

Los déficit asociados incluyen una afasia no fluen-te de tipo Broca. Sin embargo, la comprensión del len-guaje oral es usualmente superior a la comprensión dellenguaje escrito. Existe una hemiparesia de un gradovariable y frecuentemente cierta pérdida de sensibili-dad cortical. En la afasia de Broca, la alexia puede re-presentar un defecto residual más importante aun, quelas limitaciones en el lenguaje oral.

Alexia espacialA pesar de que la alexia se ha relacionado clásicamentecon lesiones hemisféricas izquierdas, las alteraciones dela lectura en caso de daño derecho pueden ser lo sufi-cientemente prominentes para ser consideradas comoun tipo especial de alexia (Ardila y Rosselli, 1988, 1994;Gloning et al., 1955; Hécaen y Albert, 1978). Leer nosólo es una tarea lingüística (decodificar el lenguaje),sino también espacial. En caso de lesiones izquierdas lalectura como tarea lingüística se ve alterada; en caso delesiones derechas se altera como tarea espacial. Leerimplica no sólo el reconocimiento de un sistema de sím-bolos (letras), sino también su integración dentro de un

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LAS AFASIAS

conjunto de elementos significativos (palabras). Existeuna distribución espacial, también significativa en lalectura. Se lee siguiendo una secuencia de izquierda aderecha, las letras están separadas por espacios y laspalabras por espacios mayores. Cada vez que leemosuna línea, debemos regresar al extremo izquierdo y des-cender un renglón.

Hécaen (1972) menciona que encontró una alexiaespacial en 23.4% de los casos en una serie de 146 pa-cientes con lesiones hemisféricas derecha. SegúnHécaen, la alexia espacial se carateriza por: a) incapaci-dad para fijar la mirada en una palabra o texto y despla-zarse de una línea a la otra, y b) negligencia del ladoizquierdo del texto. Kinsbourne y Warrington (1962) es-tudiaron seis pacientes diestros con lesiones derechasque presentaban negligencia durante la lectura. Tres delos pacientes presentaban una hemianopsia homónimaizquierda. Los errores por negligencia consistieron enreemplazar las letras iniciales de las palabras por otrasletras. La alexia espacial usualmente se asocia con agrafiaespacial, acalculia espacial y otros tipos de defectos es-paciales (Ardila y Rosselli, 1994; Hécaen, 1972; Hécaeny Marcie, 1974).

Ardila y Rosselli (1994) observaron en una muestrade 21 pacientes con lesiones hemisféricas derechas quetodos los pacientes presentaban errores en la lectura detextos y aproximadamente dos terceras partes en la lectu-ra de palabras y frases. Los errores en la lectura de textosfueron evidentes en el seguimiento de líneas y en la ex-ploración completa del lado izquierdo del texto. Frecuen-temente los pacientes debían seguir las líneas con lamano para evitar perderse. Algunas veces los pacientesjuntaban palabras pertenecientes a dos líneas diferentesdentro de una sola frase. Algunos pacientes aun señala-ban que las palabras se me van cuando intento leerlas.

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ALEXIA

La alexia espacial se observa espacialmente en casode lesiones retrorrolándicas derechas. En caso de lesio-nes prerrolándicas, aunque se observan también difi-cultades espaciales en la lectura, éstas no suelen ser tanevidentes.

La negligencia hemiespacial representa el factor másimportante responsable de las dificultades en la lecturahalladas en pacientes con lesiones hemisféricas dere-chas. Generalmente se lee en forma correcta el morfe-ma final de la palabra (recreación-creación), partiendo lapalabra no por la mitad sino en unidades siginificativas.Las palabras tienden a completarse y consecuentemen-te el paciente confabula sobre su mitad izquierda (pa-pel-pincel). Ocasionalmente cada palabra en la oraciónes fragmentada, pero la frase total se completa, por ejem-plo, el niño llora se lee como el baño de la cara; el pacien-te sólo lee el no ra y completa el resto de la oración. Loslogotomas se leen como palabras significativas, confa-bulando acerca de su mitad izquierda (tar-mar). Es par-ticularmente díficil interpretar el valor de los espaciosentre las letras y las palabras. La casa con árboles puedeser leída como laca saco nárboles. Muchas veces las difi-cultades en la comprensión de textos se derivan de lainadecuada separación de las palabras. Existe ademásuna dificultad en el reconocimiento de los signos depuntación y en el seguimiento del ritmo dado por lapuntuación. El paciente no se detiene en los puntos, nohace pausas en las comas, no cambia la prosodia con lossignos de interrogación. La lectura se hace entoncesmonótona y caótica.

Algunas veces aparecen omisiones y adiciones derasgos en las letras y de letras en las palabras especial-mente en la mitad izquierda del texto. Las omisiones yadiciones de rasgos en la lectura de letras llevan a laaparición de paralexias literales. Esto es particularmen-

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LAS AFASIAS

TABLA 1Alexia espacial

Ejemplos de algunos tipos de errores observados durante la lectura

1. Errores en la lectura de letras, sílabas y palabrasa) Errores en la lectura de letras

* h - n; n - u; k - xb) *ustituciones literales

* fama - camac) Sustituciones de sílabas y seudopalabras por palabras

* tas - gasd) Adiciones de letras

* dentro - adentroe) Omisiones de letras

* plazo - lazof) Negligencia hemiespacial en la lectura de palabras

* soldado - dadog) Confabulación en palabras

* tiene - contieneh) División de palabras

* convertir - con vertir

2. Errores en la lectura de oraciones y textosa) Negligencia hemiespacial en oraciones

* El hombre camina por la calle - camina por la calleb) Sustituciones de palabras

* Las personas se reunen en el parque - Las personas se sientan en el parque

c) Adiciones de palabras* La cantina es de Juan - La cantina es de don Juan

d) Omisiones de palabras* Las personas se reunen en el parque - Las personas en el parque

e) Confabulación en oraciones* Las personas se reunen en el parque - Yo estuve en el parque

f) Agrupamiento* con tener - contener

Fuente: Ardila y Rosseli (1994).

te cierto con relación a la m y la n. La tabla 1 presentaun resumen de los defectos encontrados durante la lec-tura en pacientes con lesiones hemisféricas derechas.

Según Ardila y Rosselli (1994) la alexia espacial secaracteriza por:

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ALEXIA

1. Algunas dificultades en el reconocimiento espacialde las letras.

2. Negligencia hemiespacial izquierda. Durante la lec-tura la negligencia no se limita a las palabras situa-das al lado izquierdo del texto; derecha e izquierdadependen del segmento específico que el sujeto in-tenta leer.

3. Cierta tendencia a completar el sentido de las pala-bras y las oraciones: las sílabas y seudopalabras sehacen significativas; las adiciones y substitucionesde letras y palabras confieren significado al mate-rial escrito; la negligencia hemiespacial izquierdafrecuentemente puede asociarse con cierta confa-bulación de letras y palabras.

4. Inhabilidad para seguir los renglones durante la lec-tura de textos y consecuentemente explorar orde-nadamente la distribución espacial del materialescirto: las letras y sílabas se saltan durante la lec-tura; las palabras perteneciantes a diferentes ren-glones se juntan dentro de una sola frase; no serespeta la puntuación y la lectura se hace simple-mente caótica.

5. Agrupamiento y fragmentación de las palabras, pro-bablemente como resultado de la incapacidad parainterpretar correctamente el valor relativo de los es-pacios entre las letras (los espacio simples separanlas letras pertenecientes a una misma palabra; losespacios dobles separan las palabras).

Además de las dificultades espaciales durante la lec-tura, estos pacientes presentan defectos visoespaciales,que incluyen la escritura (agrafia espacial), el cálculo(acalculia espacial) y las habilidades construccionales(apraxia construccional); también puede presentaragnosia topográfica y/o prosopagnosia.

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ALEXIA

OTRAS VARIEDADES DE ALEXIA

Alexias afásicasEn general, los pacientes afásicos pueden presentar di-ficultades en la lectura resultantes de su defecto lin-güístico.

Los pacientes con afasia de Wernicke usualmentetienen dificultades en la lectura. Si el daño se extiendeal lóbulo parietal, presentarán una alexia parieto-tem-poral central. Si el daño se extiende hacia el lóbulooccipital, seguramente mostrarán errores en la denomi-nación por confrontación visual y eventualmente ciertaalexia occipital posterior. Sin embargo, los pacientes conafasia de Wernicke no sólo presentan fallas evidentesen la comprensión del lenguaje escrito, sino que tam-bién muestran omisiones y adiciones de letras, y aununa lectura neologística. Ocasionalmente se observa unalectura literal (casa - c, a, s, a). Parear figuras y palabrasescritas es una tarea particularmente difícil para estospacientes y seguir órdenes verbales escritas puede serimposible, especialmente en el caso de órdenes com-plejas. Sin embargo, si el trastonro afásico se limita a ladiscriminación fonológica (sordera a las palabras), nose esperan defectos importantes en la lectura.

En la afasia de conducción, aunque los pacientes nopresentan un defecto aléxico primario al leer en voz alta,se manifestan los mismo defectos encontrados en su len-guaje oral: desviaciones (paralexias) literales, aproxima-ciones y autocorrecciones. La comprensión de la lecturaes notoriamente superior a la lectura en voz alta. Lalectura de frases significativas y palabras de alta frecuen-cia es notoriamente más fácil que la lectura de palabrasinusuales y de material semánticamente vacío. Estospacientes fracasan sistemáticamente en la lectura delogotomas (seudopalabras), los cuales eventualmente

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LAS AFASIAS

pueden ser leídos como palabras significativas. Los erro-res en la lectura en voz alta incluyen substituciones,adiciones y omisiones de grafemas (tabla 3).

TABLA 3Principales tipos de errores en la lectura

y la escritura encontrados en pacientes con afasia de conducción

Frecuencia relativa(porcentajes)

1. Lectura:* Substituciones de letras 30* Anticipaciones 10* Lectura literal 10* Seudopalabras a palabras 10* Omisiones literales 10* Adiciones literales 10

2. Escritura:* Sustituciones de letras 30* Omisiones de letras 25* Neologismos 25

Fuente: Ardila et al., (1989).

Los pacientes con afasia extrasilviana motora aso-ciada con daño prefrontal, presentaran déficit frontalesdurante la lectura. Pueden evidenciar errores debido aperseveración; estos pacientes tienden también a hacersignificativo lo que no tiene sentido (Luria, 1980). Leenlogotomas como si fuesen palabras significativas. Ya queen estos pacientes es difícil controlar la conducta a tra-vés del lenguaje, muestran una incapacidad para seguirórdenes verbales, ya sean orales o escritas.

La afasia extrasilviana sensorial se asocia con difi-cultades en la lectura en un grado variable. Los pacien-tes pueden presentar un olvido del significado de laspalabras y la comprensión de la lectura hacerse imposi-ble. La afasia extrasilviana sensorial usualmente se aso-cia con una alexia central de una severidad variable. Encaso de lesiones parieto-temporo-occipitales se espera

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ALEXIA

que el déficit sea evidente. Si la patología es mástemporo-occipital, la lectura puede encontrarse mejorconservada, y si el daño se extiende hacia el lóbulooccipital, se espera algún grado de alexia posterior.

HemialexiaSe han reportado algunos casos en la literatura de sec-ción del esplenio del cuerpo calloso sin daño asociadode los lóbulos occipitales. En algunos de estos casos nose han evidenciado dificultades para leer. Otros repor-tes (Gazzaniga et al., 1962) señalan dificultades para leerel material presentado al campo visual izquierdo. Lahabilidad conservada para leer la información que seencuentra en el campo visual derecho representa unacondición conocida como hemialexia. La hemialexia esmuy poco frecuente y presenta algunas característicassimilares a la alexia espacial. La hemialexia ha sido ob-servada, no sólo en condiciones de sección del cuerpocalloso, sino también en otras condiciones, como en al-gunos casos de tumores del cuerpo calloso.

Algunas formas especiales de alexiaLa alexia ha sido reportada para la lectura Braille ensujetos ciegos, consecuente a lesiones occipitales bila-terales (Hamilton et al., 2000) u occpitales derechas(Perrier et al., 1988). Se han observado paralexias en lalectura Braille en caso de lesiones parietales derecha.Se puede suponer que la lectura Braille en sujetos cie-gos se relaciona con la actividad del lóbulo occipital. Laalexia quinestésica (incapacidad para leer siguiendo lasletras con los dedos) con una conservación de la lecturavisual, se ha encontrado asociada con lesiones parietalesizquierdas (Ihori et al., 2002). Es interesante notar quela lectura quinestésica se ha utilizado como un procedi-miento exitoso en la rehabilitación de la alexia sin agrafia.

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LAS AFASIAS

MODELOS PSICOLINGÜÍSTICOS

Y COGNOSCITIVOS DE LAS ALEXIAS

Progresivamente se hizo evidente que existía una granvariabilidad en las alteraciones en la lectura observadasen los síndromes aléxicos. La distinción clásica entrealexia con agrafia, alexia parieto-temporal (alexia cen-tral o alexia afásica) y alexia sin agrafia, alexia, occipital(alexia posterior o alexia agnósica), más los dos síndro-mes aléxicos descritos posteriormente (alexia frontal yalexia espacial) era insuficiente para explicar la granvariabilidad encontradas en los trastornos adquiridos enla lectura. La alexia afásica particularmente, mostrabauna gran variabilidad con relación a los patrones lin-güísticos de sus defectos (Alajouanine et al., 1960). Enconsecuencia, la alexia central no necesariamente re-presenta un síndrome cerebral unificado y es posibledistinguir diferentes subtipos de alexias.

El primer artículo influyente apareció en 1966.Marshall y Newcombe reportaron un paciente incapaz deleer seudopalabras no pronunciables, pero capaz de leerpalabras pertenecientes a una clase abierta (nombres,adjetivos, verbos) y en un menor grado, palabras pertene-cientes a una clase cerrada (conectores gramaticales).Además, este paciente presentaba un número significati-vo de paralexias semánticas, morfológicas y formales.Este trastorno fue inicialmente denominado como alexialiteral (Hécaen, 1972), y posteriormente como dislexiaprofunda (Marshall y Newcombe, 1973). Con la introduc-ción de este concepto de dislexia profunda comenzó unanueva época en el estudio de los trastornos adquiridos enla lectura y la escritura. Tales modelos han sido desarro-llados especialmente en inglés y parcialmente en fran-cés, dos lenguas con sistemas de escritura bastanteirregulares. La aplicabilidad de estos modelos cognosciti-

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ALEXIA

vos de las alexias y las agrafias a lenguas con sistemas deescritura relativamente regulares como el español, elserbocroata y el hindi, han sido seriamente cuestionadas(Ardila, 1991, 1998; Lukatela y Turvey, 1990; Karanth,2001, 2003).

Este nuevo enfoque en el estudio de las alexias im-plicó el desarrollo de modelos para la lectura normal.Se han propuesto varios modelos, parcial pero no total-mente coincidentes, para la lectura normal (Coltheart,1980; Morton y Patterson, 1980; Friedman, 1988; Marcel,1980; Lecours, 1992; Roeltgen, 1985). En general, se hapropuesto que durante la lectura, luego de la identifica-ción inicial de las letras, puede lograrse la lectura si-guiendo dos rutas diferentes:

1. Directa (léxica). La palabra escrita se asocia con unaforma visual en la memoria léxica. La secuencia deletras se parea con una representación abstracta dela composición ortográfica de la palabra, y es posi-ble entonces lograr el significado de la palabra es-

Lectura fonológicacomprensión de la

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fonológica

Reconocimiento de lapalabra

comprensión de lapalabra

ruta lexicalalteración: alexia

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Denominación deletras

PalabraIdentificación de letras

Figura 4Modelo de lectura

Subsistemas utilizados en la lectura

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LAS AFASIAS

crita. Los sistemas logográficos de escritura, porejemplo, el chino, utilizan la ruta directa, ya que noexiste una correspondencia grafofonémica. En len-guas como el inglés se encuentra una cantidad im-portante de heterografía homofónica (morning-mourning; blue-blow) y frecuentemente es necesa-rio utilizar la ruta directa.

2. Indirecta (fonológica). La palabra escrita se trasformaen una palabra hablada siguiendo un conjunto dereglas grafofonémicas y el significado de la palabrase obtiene a través de su mediación fonológica, demanera similar a como se entiende el lenguaje ha-blado (Marcel, 1980; Friedman y Albert, 1985). Estaruta indirecta se utiliza fuertemente en los sistemasde escritura grafofonémicos, que poseen reglas sufi-cientemente claras de correspondencia entregrafemas y fonemas, como el español.

Cuando estos dos sistemas de lectura se alteran, esposible observar diferentes patrones de errores (Green-wald, 2001; Marshall y Newcombe, 1973; Patterson, 1978;Morton y Patterson, 1980; Shallice, y Warrington, 1980).Tanto la ruta directa como la ruta indirecta pueden verseafectadas, resultando en un patrón específico de erroresen la lectura. Ocasionalmente, ambas rutas se encuen-tran alteradas. La investigación se dirigió durante losaños siguientes al análisis de los errores (paralexias) ob-servadas en pacientes aléxicos y en las propiedades de laspalabras que afectan la probabilidad de su lectura.

El objetivo final de estos enfoques cognitivos ypsicolingüísticos ha sido identificar los componentesde la lectura normal que se encuentran alterados encasos de alexias. (Friedman, 1988). Inicialmente, la alexiapura (o alexia sin agrafia o alexia agnósica) permane-

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ALEXIA

ció inmodificada y la discusión se centró alrededor dela alexia central (alexia con agrafia o alexia afásica). Sedistinguieron tres subtipos de trastornos en la lectura:alexia (dislexia) fonológica, alexia (dislexia) superficialy alexia (dislexia) profunda (Marshall y Newcombe,1973). Posteriormente se introdujo una distinción en-tre alexias (dislexias) centrales y alexias (dislexias)periféricas (Riddoch, 1990; Shallice y Warrington, 1980).Las alexias periféricas incluyen la lectura letra por le-tra (o dislexia de deletreo, correspondiente a la alexiapura), alexia atencional, y alexia por negligencia (par-cialmente correspondiente a la alexia especial) (Ardilay Rosselli, 1994). La tabla 4 presenta una comparaciónentre los síndromes aléxicos clásicos (o síndromes ba-sados neurológicamente o anatómicamente) y los sín-dromes aléxicos con una orientación psicolingüística.

TABLA 4Clasificación comparativa de las alexias

Clasificación neurológica Clasificación psicolingüística

1. Alexias centrales:* Alexia central Alexia superficial

Alexia fonológica* Alexia anterior Alexia profunda

Alexia total2. Alexias periféricas

* Alexia pura Lectura letra por letra* Alexia espacial Alexia por negligencia* Alexia literal Alexia atencional

Fuente: Benson y Ardila (1996).

Alexias (dislexias) centralesEn las alexias centrales el paciente puede percibir co-rrectamente la forma escrita de la palabra, pero tienedificultades con su reconocimiento (identificación), pro-cesamiento semántico o procesamiento fonológico

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(Shallice y Warrington, 1980). Partiendo del análisis delos errores en la lectura, se distinguieron tres tipos dealexias (dislexias). Cada uno de ellos incluye un patrónespecífico de errores (paralexias). Enseguida se presen-ta una clasificación general de los errores en la lecturay la escritura (paralexias y paragrafias) encontrados enpacientes con lesiones cerebrales, adaptada de Lecours,Peña Casanova, Diéguez-Vide y Ardila (1998):

1. Paralexias y paragrafias literalesa) Omisionesb) Adicionesc) Desplazamientosd) Sustituciones

2. Paralexias y paragrafias verbalesa) Paralexias y paragrafias formales

(relación fonológica)b) Paralexias y paragrafias verbales morfémicas:

* Paralexias y paragrafias lexicales(o derivacionales)

* Paralexias y paragrafias morfológicas(o flexionales)

c) Paralexias y paragrafias verbales semánticas(relación semántica):

* Mismo campo semántico* Antónimos* Superordinado* Proximidad

d) Paralexias y paragrafias inconexasE) Paralexias y paragrafias sintagmáticas

3. Otros tipos de paralexias y paragrafiasa) Paralexias por negligencia:

* Omisiones* Sustituciones

b) Paragrafias por negligencia

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c) Paralexias en el deletreod) Paralexias visualese) Paralexias prosódicasf) Paragrafias grafémicasg) Paralexias y paragrafias por regularizaciónh) Paralexias y paragrafias por descomposicióni) Paralexias y paragrafias por agrupamientoj) Neologismos

Alexia fonológica. Se caracteriza por un defecto en lahabilidad para leer seudopalabras legítimas (pronuncia-bles) asociada con una habilidad relativamente conser-vada para leer palabras reales. Este grupo de pacienteses capaz de leer palabras conocidas, ya que estas pala-bras se encuentran almacenadas en la memoria léxica.Las seudopalabras no se encuentran almacenadas en elléxico y en consecuencia son imposibles de leer. La lec-tura de seudopalabras requiere el uso de la ruta no léxica(grafofonémica) que está alterada.

Se supone que entre grupo de pacientes la ruta noléxica, es decir, la ruta fonológica o ruta indirecta, seencuentra alterada, y la lectura se basa exclusivamen-te en la ruta léxica (ruta directa). Se ha propuesto queestos pacientes presentan una incapacidad para utili-zar las reglas de correspondencia grafofonémicas(Beauvois y Derouesnee, 1981; Friedman, 1988; Shallicey Warrington, 1980), en tanto que la ruta léxica estáconservada.

Evidentemente, la frecuencia de las palabras des-empeña un papel crítico en la lectura: es más fácil leercorrectamente las palabras de alta frecuencia que laspalabras de baja frecuencia. Es imposible leer seudopa-labras (Derouesne y Beauvois, 1985; Patterson, 1982).Obviamente, las seudopalabras no están almacenadasen la memoria léxica.

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LAS AFASIAS

La habilidad para leer depende de la clase gramati-cal de la palabra. Patterson (1982) reportó que los erro-res en la lectura de palabras reales ocurren en losconectores gramaticales, en tanto que la lectura de pa-labras pertenecientes a una clase abierta es correcta.Por lo tanto, la lectura se encuentra mediada por la se-mántica, considerando que los conectores y los morfe-mas gramaticales tienen poco valor semántico. Sinembargo, esta diferencia en la habilidad para leer pala-bras pertenecientes a diferentes clases gramaticales noha sido suficientemente corroborada por otros autores(Funell, 1983).

Frecuentemente se observan paralexias visuales. Laspalabras reales se leen como otras palabras que sonvisualmente similares. La similitud, sin embargo, se re-fiere no simplemente a la forma visual, sino más exac-tamente a su composición ortográfica: la palabra escritay el error paraléxico tienen muchas letras en común(Friedman y Albert, 1985), al menos la mitad de ellas(Shallice y Warrington, 1975), por ejemplo, tomar - ma-tar. Friedman (1988) propuso denominar este tipo deerror como paralexia ortográfica en vez de paralexia vi-sual. La alexia fonológica se asocia con defectos en eldeletreo de las palabras (Shallice y Warrington, 1980).

La afasia y agrafia asociadas están claramente defi-nidas. La afasia usualmente no es muy severa y puedecorresponder a diversos tipos; puede ser fluida o no flui-da (Friedman, 1988). Aun se ha reportado en casos depatología hemisférica derecha (Derouesne y Beavois,1985; Patterson, 1982). Se encuentra agrafia, pero usual-mente no es grave (Friedman y Albert, 1985).

Alexia superficial. En ésta las palabras regulares y lasseudopalabras legítimas son más fáciles de leer quelas palabras irregulares (Patterson et al., 1985). El sis-

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ALEXIA

tema de lectura grafofonémica se encuentra conser-vado en estos pacientes, aunque pueden presentarerrores al utilizar este sistema de correspondencia gra-fema-fonema. Se ha supuesto que en estos pacientesel sistema de conversión grafema-fonema, utilizado enlas palabras regulares se encuentra conservado, en tantoque la lectura léxica de palabras irregulares está alte-rada (Coltheart et al., 1983; Deloche et al., 1982; Kay yLesser, 1986; Shallice et al., 1983; Shallice y Warrington,1980).

Se pueden observar algunos tipos específicos deparalexias (Coltheart et al., 1983; Deloche et al., 1982;Marcel, 1980; Shallice y Warrington, 1980). Estos pacien-tes tienden a presentar un número importante de erro-res de regularización y las palabras irregulares se leensiguiendo las reglas grafofonémicas estándar.

En lenguas como el inglés la dicotomía “regularversus irregular” no es simple (Shallice et al., 1983).Algunas palabras irregulares pueden ser más irregula-res que otras, y la regularidad es un asunto de grado.Los pacientes que presentan alexia superficial tienenuna mejor probabilidad de leer palabras levementeirregulares que palabras extremadamente irregulares.Mucho más, la probabilidad de leer una palabra puededepender de su frecuencia: las palabras de alta frecuen-cia se leen mejor que las palabras regulares pero debaja frecuencia.

Alexia profunda. Si tanto la ruta léxica (directa) como laruta fonológica (indirecta) se encuentran alteradas, sólose encontrarán algunos residuos limitados de la capaci-dad de lectura. En la alexia profunda se ha propuestoque tanto la ruta directa como la ruta indirecta de lectu-ra se encuentran alteradas (Jones, 1985) y el pacientepresentará un déficit grave en la lectura.

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LAS AFASIAS

Durante los años recientes se ha observado un graninterés en la alexia profunda. Se ha propuesto que laalexia profunda presenta varias características distin-tivas:

1. La característica más importante de la alexia pro-funda es la presencia de paralexias semánticas du-rante la lectura en voz alta (Coltheart, 1980). Lasparalexias semánticas se refieren a errores en la lec-tura relacionados con el significado de la palabra(revólver - pistola). Se han distinguido diferentes ti-pos de palalexias semánticas: a) el error paraléxicopuede ser un sinónimo de la palabra escrita (médico- doctor); b) puede ser un antónimo (arriba - abajo);c) puede tener una asociación con la palabra escrita(proximidad) (lápiz - papel), o d) puede correspon-der a una palabra superordenada (manzana - fruta)(Friedman, 1988).

2. Estos pacientes no pueden utilizar las reglas de con-versión grafema-fonema y es imposible para ellosleer seudopalabras (Coltheart, 1980).

3. Siempre se encuentran paralexias visuales yderivacionales (paralexias morfológicas verbales).

4. La posibilidad de leer una palabra se correlacionacon: a) la categoría gramatical: los conectores grama-ticales son particularmente difíciles de leer, en tantoque los nombres son mas fáciles de leer que los adje-tivos o verbos. Este patrón de lectura se observa en laafasia de Broca (alexia anterior) y de hecho, la alexiaprofunda usualmente se asocia con afasia de Broca(Coltheart et al., 1980; Kaplan y Goodglass, 1981), y b)los nombres concretos se leer mejor que los nombresabstractos y los errores más frecuentes se observanen palabras abstractas.

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ALEXIA

La aplicación de este modelo de tres alexias a otraslenguas ha sido cuestionada (Ardila, 1991, 1998). Estemodelo parece ajustarse apropiadamente a los sistemasirregulares y mixtos de escritura, como es el inglés, perono parece evidente que puede aplicarse directamente atodos los sistemas de escritura.

Es interesante notar que en pacientes con lesionescerebrales, la habilidad para leer en diferentes sistemasde escritura puede estar al menos parcialmente disocia-da; es decir, la alexia puede afectar solamente, o princi-palmente, a uno de los dos sistemas de lectura. Esto esválido no sólo en los sistemas de escritura claramentediferentes, tales como el sistema silábico kana y el siste-ma logografico kanji (Iwata, 1984; Sasanuma y Fujimura,1971; Yamadori, 1975), sino también para sistemasalfabéticos de escritura más cercanos, como son el ruso(cirílico) y el francés (latino) (Luria, 1966), y aun dentrodel mismo tipo de escritura, por ejemplo, disociación enla habilidad para leer inglés y español (observación per-sonal). La lectura en diferentes lenguas puede represen-tar tareas cognitivas diferentes, y en consecuencia, laorganización cerebral del lenguaje escrito puede ser di-ferente. La alexia puede depender del sistema de escri-tura particular.

Alexias (dislexias) periféricasEn las alexias periféricas el paciente presenta dificulta-des para lograr una forma visual satisfactoria de la pala-bra (Riddoch, 1990; Shallice y Warrington, 1980). Trestipos de defectos se han incluido dentro de estas alexias.

Lectura letra por letra. La lectura letra por letra corres-ponde a la alexia pura (o síndrome de alexia sin agrafiao alexia agnósica). A pesar de que el síndrome de laalexia pura caracterizado por la lectura letra por letra

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LAS AFASIAS

fue inicialmente descrito por Dejerine en 1892, durantela última década la neuropsicología cognitiva ha contri-buido significativamente a una mejor comprensión deeste defecto adquirido en la lectura (Coslett, y Saffran,1989; Friedman y Alexander, 1984; Kay y Hanley, 1991;1982; Price y Humphreys, 1992).

Hay algunas características clínicas de rutina encon-tradas en este grupo de pacientes. La lectura letra porletra (lectura literal) representa quizás el segundo rasgomás característico, el primero, obviamente, es la habili-dad conservada para escribir. Ocasionalmente, sin em-bargo, se encuentran errores en la lectura de letras. Lalectura es asimétrica y la parte inicial de la palabra selee mucho mejor que las letras finales. El número deparalexias morfológicas (derivacionales) es generalmen-te alto.

Según Price y Humphreys (1992) las principales ca-racterísticas de los pacientes diagnosticados como lecto-res letra por letra son: a) su habilidad para leer palabrasutilizando presentaciones taquistoscópicas breves; b) suhabilidad para reconocer la forma semántica de las pala-bras que no pueden leer; c) la presencia de un efecto desuperioridad de la palabra cuando se denominan las le-tras en secuencia; d) la presencia de un efecto de longitudde la palabra en tareas de decisión léxica; e) la habilidadpara leer las letras dentro de una palabra, y f) la presenciade defectos visuales en material no alfabético.

Para la neuropsicología cognoscitiva el principal focode interés en el síndrome de lectura letra por letra hasido lograr una explicación satisfactoria de este trastor-no aléxico. Farah y Wallace (1991) resumen tres hipóte-sis diferentes propuestas para explicar este síndrome.

La explicación más clásica de la alexia pura es lahipótesis de desconexión (Geschwind, 1965). Esta hipó-tesis supone que la lectura consiste en asociar la infor-

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mación visual en el lóbulo occipital con las áreas lin-güísticas en la corteza posterior del hemisferio izquier-do (área de Wernicke). La circunvolución angular jugaríaun papel crítico en las asociaciones multimodales alrelacionar los patrones visuales y sonoros de las pala-bras escritas. La alexia pura resultaría de una desco-nexión entre la corteza visual y la circunvolución angularizquierda.

Una segunda hipótesis propone que la alexia puraresulta de una alteración extensa en la percepción vi-sual (agnosia visual) que no se encuentra limitada a lapercepción de las palabras escritas (Kinsbourne yWarrington, 1962; Luria, 1966). Los pacientes sólo pue-den reconocer una letra a la vez, y en consecuencia, seven forzados a leer letra por letra. La lectura letra porletra es simplemente la manifestación más evidente deun trastorno peceptual que no se encuentra limitado almaterial verbal. Levine y Calvanio (1978) denominaronesta alteración como alexia simultagnosia. Friedman yAlexander (1984) proponen que la alexia pura represen-ta la manifestación comportamental de un déficit en lavelocidad de identificación visual, que no es específicoal material ortográfico. Los pacientes con alexia puratienen dificultades para parear letras, cuando las pala-bras deber ser clasificadas como iguales o diferentes tanrápido como puedan. Sin embargo, su capacidad paraleer palabras aisladas utilizando presentaciones taquis-toscopias, se encuentra al menos parcialmente conser-vada (Bub 1989; Reuter-Lorenz y Brunn, 1990).

Una tercera hipótesis propone que la alexia pura esel resultado de un trastorno en los procesos específicosde la lectura. La lectura requiere que las letras indivi-duales sean agrupadas en unidades de orden mayor,correspondientes a las palabras (Farah y Wallace, 1991).En los pacientes con alexia pura, existe una alteración

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específica en este sistema de forma de las palabras(Shallice y Saffran, 1986). Warrington y Shallice (1980)enfatizan que los pacientes con alexia pura presentanuna percepción visual adecuada de la forma de las le-tras, descartando un defecto de tipo visoperceptual. Tam-bién enfatizan que este gurpo de pacientes presenta unreconocimiento mejor de palabras manuscritas que im-presas. Supuestamente, el reconocimiento de palabrasmanuscritas depende más de la forma general de la pa-labra que el reconocimiento de palabras impresas (enla escritura manuscrita los límites son imprecisos).Patterson y Kay (1982) proponen que el sistema de for-ma de las palabras se encuentra intacto en la alexia pura,pero que la entrada desde el sistema de reconocimien-to de letras se encuentra limitado a una sola letra a lavez. Como consecuencia, se observa una lectura letrapor letra.

Alexia por negligencia. Los defectos espaciales en la lec-tura asociados con lesiones hemisféricas derechas usual-mente se incluyen como parte del síndrome denegligencia hemiespacial. Benson (1979) se refiere a lasparalexias unilaterales, una condición en la cual el pa-ciente fracasa al leer un lado de la palabra u oración.Algunas veces el paciente puede sustituir (confabular)la porción izquierda del campo visual (Friedland yWeinstein, 1977).

La alexia por negligencia (correspondiente a la alexiaespacial) usualmente se asocia con patología hemisféri-ca derecha, particularmente del lóbulo parietal (Riddoch,1990, 1991), pero en algunos casos se encuentra negli-gencia del campo visual derecho (asociada en conse-cuencia con lesiones hemisféricas izquierdas). Tambiénse ha reportado este tipo de alexia por negligencia (Hillisy Caramazza, 1990; Warrington, 1991).

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ALEXIA

Dentro de los enfoques cognoscitivos de las alexias,algunos estudios se han dedicado específicamente alanálisis de los trastornos en la lectura hallados en casode lesiones hemisféricas derechas. La mayoría son re-portes de casos individuales (Behrmann et al., 1990;Caramazza y Hillis, 1990; Ellis et al., 1987; Patterson, yWilson, 1990; Young et al., 1991; Warrington, 1991). Unospocos estudios, sin embargo, han incluido muestras ex-tensas de pacientes con lesiones cerebrales.

Kinsbourne y Warrington (1962) analizaron seis pa-cientes diestros con lesiones hemisféricas derechas aso-ciadas con alexia por negligencia. Tres de los pacientespresentaban hemianopsia homónima izquierda. Loserrores por negligencia se encontraron asociados con latendencia a remplazar las letras iniciales en las palabras.

Se ha propuesto que la negligencia se puede fraccio-nar en una serie de síndromes discretos, cada uno de loscuales se puede hallar asiladamente (Bisiach et al., 1986).Así, un paciente puede presentar una negligencia moto-ra severa, pero una sensación y fuerza normales, y au-sencia de negligencia en el dibujo o en la bisección deuna línea. La negligencia en la lectura se puede hallarsin una negligencia generalizada. Más aún, la alexia pornegligencia también puede fraccionarse. Por ejemplo,formas diferentes del material escrito (textos, palabras,letras) pueden verse afectadas en forma diferente(Riddoch, 1990), y aun se ha reportado una negligenciaaislada para números (Cohen y Dehaene, 1991).

Alexia atencional. La incapacidad para leer las letras alinterior de una palabra con una habilidad conservadapara leer palabras, fue inicialmente descrita hacia fina-les del siglo XIX (Brissaud, 1884; Hinshelwood, 1899) yfrecuentemente ha sido conocida como alexia literal(Hécaen, 1972). Shallice (1988) propuso que existe un

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defecto en la atención, ya que el paciente es incapaz deenfocar la atención visual en una región particular delestímulo.

Shallice y Warrington reportaron en 1977 dos pacien-tes con tumores parietales izquierdos profundos, en loscuales la lectura de palabras se encontraba conservada,pero no así la lectura de las letras que componían laspalabras. Sin embargo, podían leer casi perfectamenteletras cuando se presentaban en forma aislada. Los au-tores sugirieron que su defecto resultaba de una altera-ción específica al nivel en el cual la entrada visual esseleccionada para su análisis visual.

Price y Humphreys (1993) estudiaron un pacientecon un infarto parietal izquierdo, asociado con unahemianopsia derecha, afasia nominal y alexia sin agrafia.El paciente presentaba un defecto para lograr la fonolo-gía a partir de la semántica y un defecto leve para aten-der selectivamente los componentes de los conjuntosvisuales. El paciente era incapaz de nombrar los com-ponentes de un conjunto visual, aunque denominabacada uno de ellos cuando estaba asilado. Warrington,Cipolotti y McNeil (1993) analizaron un caso similar, concaracterísticas asociadas similares y con el mismo tipode patología cerebral.

CASO 6ALEXIA SIN AGRAFÍA

Historia de la enfermedadHombre de 67 años, diestro, con un nivel universitariode educación, sin antecedentes previos de enfermedadneurológica. Un día cuando se encontraba de cacería encompañía de algunos amigos se sentó a descansar y apa-rentemente se quedó dormido. Al despertar sintió unfuerte dolor de cabeza acompañado de vómito, seguido

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de pérdida de conocimiento. Posteriormente presentódesorientación. El paciente notó dificultades en el reco-nocimiento visual. Consultó a un neurólogo quien leencontró una hemianopsia homónima derecha y difi-cultades en la lectura. No se encontró ningún déficitmotor. Una TAC (figura C6.1) demostró una hemorragiaoccipito-parietal izquierda que se continuaba con unhematoma subdural, sin que existiera evidencia de trau-matismo. Se drenó el hematoma que aparentemente sepresentó como consecuencia del sangrado de una mal-formación arteriovenosa. El paciente fue remitido en-tonces para una evaluación del lenguaje.

FIGURA C6.1Diagrama de la lesión encontrada en la TAC

Evaluación del lenguajeDos semanas después del accidente vascular, el pacienteasiste a un examen del lenguaje y se encuentra diestro,alerta, colaborador, con un lenguaje espontáneo, fluido,prosódico, formalmente correcto y con un leve olvido depalabras en el lenguaje conversacional, evidenciable úni-camente en la aparición de latencias excesivamente lar-gas para la evocación de algunos nombres.

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Pruebas aplicadas* Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasias.* Prueba de las fichas.* Prueba de lectura, escritura y cálculo.* Reconocimiento y denominación de colores.* Figura compleja de Rey-Osterrieth.* Reconocimiento de figuras superpuestas.

Resultados de la evaluaciónEn la prueba de Boston para el diagnóstico de las afasiasse encuentran algunos errores en la subprueba de de-nominación por confrontación visual, particularmenteen la denominación de colores. Sin embargo, el pacien-te es capaz de parear correctamente colores y coloreardibujos (por ejemplo, un paisaje, la bandera nacional).A pesar de estas discretas dificultades en la denomina-ción, no puede considerarse que el paciente presenteuna evidente anomia. La comprensión del lenguaje esadecuada, obteniendo un puntaje de 33/36 (dentro dela norma) en la prueba de las fichas. Su ejecución en lasubprueba de comprensión auditiva de la prueba deBoston para el diagnóstico de las afasias se encuentratambién dentro de los límites normales.

Existe una alexia predominantemente verbal, aun-que también parcialmente literal. Logra leer 10/17 letrasy 0/12 sílabas; sin embargo, reconoce 7/12 sílabas. La lec-tura de logotomas (seudopalabras) es imposible. Lograleer correctamente algunas palabras bisilábicas de muyalta frecuencia (por ejemplo, casa). Utilizando palabrasde más de dos sílabas, logra leer únicamente la primerasílaba y deduce el resto de la palabras, observándose enconsecuencia una cantidad considerable de paralexiasmorfológicas. No es capaz de leer ninguna frase. La com-prensión de órdenes escritas es imposible. El pacienteespontáneamente anota: no tengo ninguna idea de lo que

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TABLA C6.1Ejemplos de errores en la lectura

Jaca = h, a, j, aCaballo = capítuloDromedario = drogueríaPrepotencia = procesadorArremolinar = arrendamos

dice ahí, pues miro letra por letra y no puedo entender nada.Durante la lectura el paciente trata constantemente dedeletrear y seguir las palabras letra por letra. Sin embar-go, reconoce palabras deletreadas y es capaz de deletrarcorrectamente palabras corrientes (tabla C6.1).

La escritura de letras, sílabas y palabras al dictadoestá notoriamente mejor conservada. Escribe al dictadocorrectamente 7/14 palabras y 7/10 sílabas. En la escri-tura de palabras se encuentran algunas paragrafias lite-rales. La escritura por copia es prácticamente imposible.A la copia el paciente trata de copia letra por letra comosi se tratara de un diseño, siguiendo cada uno de losrasgos de la letra. La escritura espontánea es fluida, rá-pida, con eventuales paragrafias literales, aproximada-mente una en cada cinco palabras (figura C6.2).

En la copia de la figura compleja de Rey-Osterrieth elpaciente obtiene un puntaje de 17/36 (percentil 12) con-secuente principalmente a la confusión de los espacios ya la superposición de los trazos. Esto sugiere un defectode tipo perceptual más que construccional, lo cual seconfirma con su dificultad notoria en el reconocimientode figuras superpuestas (figuras de tipo Poppelreuter).

ConclusiónLo fundamental en el paciente es su disociación entrela capacidad para leer y la habilidad para escribir. Aun-que existen algunos defectos leves en la escritura, parti-

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FIGURA C6.2Escritura del paciente

(A) espontánea, (B) al dictado y (C) por copia. Arriba el modelo, debajo la copiarealizada por el paciente.

cularmente en la escritura al dictado, la escritura es-pontánea es casi normal, observándose sólo algunasesporádicas paragrafias literales. La lectura, sin embar-go, es prácticamente imposible para todo tipo de mate-rial: letras, sílabas, logotomas, palabras y frases. Al leer,el paciente intenta hacer un seguimiento letra por le-tra, aun utilizando su dedo para seguir las letras, evi-denciando un defecto grave en el seguimiento visual dela palabra. En la lectura de palabras se encuentra unacantidad considerable del paralexias verbales morfoló-gicas: la sílaba o morfema inicial de la palabra es leídacorrectamente, en tanto que las sílabas o morfemas fi-nales son imposibles de leer y con frecuencia simple-mente se deducen.

Llama la atención igualmente la disociación queexiste entre la escritura espontánea y la escritura porcopia. Aunque la escritura espontánea es casi normal,

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en la escritura por copia se evidencia un defectovisoperceptual grave para el reconocimiento del mate-rial verbal; el paciente copia cada rasgo de las letras comosi estuviera dibujando un diseño sin sentido, sin lograrun reconocimiento adecuado del material escrito. Enotras palabras, cuando la escritura se basa en informa-ción visoperceptual se hace imposible, a pesar de su fá-cil ejecución espontánea.

Asociado con su alexia sin agrafia el paciente pre-senta olvido leve de palabras (anomia), particularmen-te de nombres de colores (anomia al color), aunque noexiste una agnsoia al color o una acromatopsia, lo cualse evidencia en su capacidad para parear colores y colo-rear figuras. Se reconoce igualmente cierto nivel deagnosia visual evidente en las fallas para el reconoci-miento de figuras superpuestas y en la dificultad para lacopia de la figura compleja de Rey-Osterrieth.

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CAPÍTULO VIIIAgrafia

Agrafia se puede definir como una pérdida parcial o to-tal en la habilidad para producir lenguaje escrito, causa-da por algún tipo de daño cerebral. La habilidad paraescribir puede alterarse como consecuencia de defectoslingüísticos (afasias), pero otros elementos no relacio-nados con el lenguaje mismo (por ejemplo, motor y es-pacial), también participan en la capacidad para escribir.Escribir supone por lo menos: un conocimiento de loscódigos del lenguaje (fonemas, palabras), una habilidadpara convertir los fonemas en grafemas, un conocimien-to del sistema grafémico (alfabeto), una habilidad parala realización de movimientos finos y un manejo ade-cuado del espacio que permita distribuir, juntar y sepa-rar letras. Es natural que diferentes agrafias puedanencontrarse en la práctica clínica.

DESARROLLO HISTÓRICO

En 1867, Ogle introdujo el término agrafia para refe-rirse a los trastornos adquiridos en la escritura, comoconsecuencia del algún daño cerebral. Exner, en 1881,propuso la existencia de un centro de la escritura loca-lizado en la base de la segunda circunvolución fron-tal, frente al área motora de la mano. Dejerine, en1891, describió el síndrome de la alexia con agrafia.En 1940, Gerstmann propuso que la agrafia, junto conla acalculia, la desorientación derecha-izquierda y laagnosia digital podían aparecer simultáneamente en

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un solo síndrome, actualmente conocido como sín-drome de Gerstmann.

Durante el presente siglo se han realizado diferentesintentos de clasificación de las agrafias. Goldstein (1948)distinguió dos tipos principales de agrafia: apractoamné-sica y afasoamnésica. Luria (1976, 1980) se refirió a cincogrupos diferentes, tres de ellos asociados con trastornosafásicos (agrafia sensorial, agrafia motora aferente yagrafia motora cinética) y dos resultantes de defectosvisoespaciales. Hécaen y Albert (1978) distinguieron cua-tro variedades de agrafia: pura, apráxica, espacial yafásica. Recientemente se han propuesto clasificacionesde tipo lingüístico (Roeltgen, 1985) que incluyen lasagrafias fonológica, lexical, y profunda. A continuaciónse presenta una clasificación de las agrafias:

1. Clasificación clásica de las agrafias.a) Agrafias afásicas:

* Agrafia en la afasia de Broca* Agrafia en la afasia de Wernicke* Agrafia en la afasia de conducción* Otras agrafias afásicas

b) Agrafias no afásicas:* Agrafia motora* Agrafia parética* Agrafia hipocinética* Agrafia hipercinética* Agrafia pura* Agrafia apráxica* Agrafia espacial

c) Otros trastornos en la escritura:* Hemiagrafia* Alteraciones en la escritura de origen frontal* Estados confusionales* Agrafia histérica

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2. Clasificación psicolingüística de las agrafiasa) Agrafias (disgrafias) centrales:

* Agrafia fonológica* Agrafia lexical (superficial)* Agrafia profunda

b) Agrafias (disgrafias) periféricas:* Agrafia espacial (aferente)* Agrafia apráxica

En este capítulo se examinarán inicialmente las for-mas clásicas de agrafia (agrafias afásicas y agrafias noafásicas) y posteriormente se considerarán las clasifica-ciones psicolingüísticas de los defectos en la escritura.Se seguirá el modelo de clasificación propuesto porBenson y Ardila en 1996.

MODELOS AGRÁFICOS CLÁSICOS

Agrafias afásicasLos pacientes con afasia presentan defectos lingüísticosfundamentales que se manifiestan, tanto en su lengua-je oral expresivo, como en su escritura. La agrafia esentonces una consecuencia de este defecto lingüísticoy es paralela a las dificultades en el lenguaje oral.

Agrafia en la afasia de Broca. Los pacientes con afasia deBroca muestran trastornos en su escritura claramentecorrelacionadas con su defecto lingüístico fundamental(tabla 1). Su escritura es lenta, difícil, torpe, abreviada yagramática. Se observan paragrafias literales debidas aanticipaciones o asimilaciones anterógradas (pelo-lelo),perseveraciones o asimilaciones retrógradas (pelo-pepo),y omisiones de letras, particularmente en conjuntossilábicos (libro-libo). Las letras están pobremente forma-

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das y distribuidas. La figura 1 ilustra los defectos en laescritura en la afasia de Broca.

TABLA 1Comparación entre la producción oral y escrita en la afasia de Broca

Afasia de Broca Agrafia de Broca

Producción escasa Producción escasaCon esfuerzo Con esfuerzoArticulación pobre Caligrafía torpeFrases cortas Producción abreviadaDisprosodia ---Agramatismo AgramatismoSimplificaciones silábicas Pobre deletreo

Fuente: Benson y Ardila (1996).

El paciente, frecuentemente hemiparético, se veobligado a escribir con su mano izquierda no preferida.Esto implica una dificultad adicional. Por lo tanto, lasdificultades halladas en su escritura no sólo son el re-sultado del defecto lingüístico (agrafia afásica), sino tam-bién de su torpeza para escribir con su mano nopreferida.

Es corriente observar que el deletreo es inadecuado,hay omisiones, particularmente de elementos gramati-cales, y en general, su escritura es escasa y agramática.Curiosamente, el agramatismo puede ser más evidenteen su lenguaje escrito que en su lenguaje oral. Si el pa-ciente escribe con su mano derecha (utilizando para elloun dispositivo especial) la escritura puede mejorar, sugi-riendo que en su escritura con la mano izquierda, nosólo se encuentran presentes elementos de una agrafiaresultante de su afasia, sino también de una hemiagrafiapor desconexión interhemisférica. En la práctica, las le-siones usualmente se extienden más allá del área de Bro-ca e incluyen conexiones entre la corteza y los gangliosbasales y el área motora primaria de la mano. En conse-

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cuencia, la agrafia en la afasia de Broca podría interpre-tarse, no sólo como una agrafia afásica, sino tambiéncomo una agrafia motora (no afásica), y aun una hemia-grafia por desconexión interhemisférica.

Agrafia en la afasia de Wernicke. El paciente con afasiade Wernicke presenta un trastorno en su lenguaje escri-to caracterizado por una escritura fluente, con letras bienformadas, pero combinadas de manera inapropiada. Sonevidentes sus paragrafias literales (adiciones, sustitucio-nes y omisiones de letras), verbales y neologísticas, sien-do su dificultad en la escritura paralela al trastorno ensu lenguaje oral (tabla 2). El uso de elementos gramati-cales se encuentra conservado y aun puede existir unempleo excesivo de ellos. Las oraciones pueden carecerde límites definidos y los sustantivos encontrarsesubrepresentados. La escritura, aunque fluida, puede sertotalmente incomprensible (jergoagrafia). La figura 2ilustra los defectos en la escritura en la afasia de Wer-nicke.

En la sordera verbal la escritura se encuentra teóri-camente conservada, exceptuando naturalmente, la es-critura al dictado. El paciente puede comprender ellenguaje escrito y su producción verbal (hablada o es-

Figura 1Ejemplo de agrafia en la afasia de Broca

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LAS AFASIAS

crita) se encuentra poco alterada; sin embargo, es usualencontrar al menos algunas paragrafias literales.

En resumen, el defecto en la escritura asociado conla afasia de Wernicke, es paralelo a su defecto oral. Dadoque la afasia de Wernicke es un síndrome relativamenteheterogéneo, es natural esperar también cierta hetero-geneidad en la agrafia. La tabla 2 presenta una compara-ción entre la producción oral y escrita en la afasia deWernicke.

TABLA 2Comparación entre la producción oral

y escrita en la afasia de Wernicke

Afasia de Wernicke Agrafia de Wernicke

Producción fácil Producción fácilBuena articulación Letras bien formadasLongitud de frase normal Longitud de frase normalProsodia normal ---Ausencia de nombres Ausencia de nombresParafasias Paragrafias

Fuente: Benson y Ardila (1996).

FIGURA 2Ejemplo de agrafia en la afasia de Wernicke

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Agrafia en la afasia de conducción. La agrafia asociadacon la afasia de conducción constituye un trastorno com-plejo, pobremente comprendido. Luria (1977a, 1980) serefiere a ella como agrafia motora aferente. Se caracte-riza por una mejor escritura espontánea que al dictado.Aparecen paragrafias literales (substituciones, omisio-nes y adiciones de letras) en secuencias fonológicas com-plejas y en palabras poco conocidas o seudopalabras. Elpaciente reconoce que la palabra se encuentra errónea-mente escrita, pero al tratar de corregirla añade nuevoserrores; la escritura está entonces llena de tachaduras yautocorrecciones. El paciente manifiesta que conoce lapalabra, y aun la repite continuamente para sí mismo,pero no puede recordar como se escribe (Ardila et al.,1989). La escritura es lenta y difícil, ya que puede exis-tir cierta apraxia ideomotora; las letras están pobrementeformadas, pero en general son reconocibles. Su escritu-ra espontánea es, sin embargo, adecuada en cuanto a lagramática y a la selección de las palabras. Una dificul-tad adicional surge del hecho de que frecuentementelas lesiones en la afasia de conducción se extienden enel lóbulo parietal y el paciente presenta una auténticaapraxia para la escritura (agrafia apráxica). En este últi-mo caso, el paciente será incapaz de escribir letras, y altratar de hacerlo, sólo formará garabatos incomprensi-bles. Es este caso, el defecto agráfico es más importanteque el déficit afásico. La figura 3 ilustra los defectos enla escritura en la afasia de conducción.

La agrafia asociada con la afasia de conducción esun tanto variable. En ocasiones el déficit en la escrituraes moderado y sólo se evidencia en la escritura al dicta-do. En otros casos el déficit puede ser tan severo que elpaciente es totalmente incapaz de escribir.

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LAS AFASIAS

FIGURA 3Ejemplo de agrafia en la afasia de conducción

Otras agrafias afásicas. Los pacientes con afasias globalespresentan un defecto grave en la escritura. Su produc-ción es ininteligible, limitada a algunos rasgos o letrasformados en forma perseverativa. En las afasiasextrasilvianas mixtas se observa también un defecto so-bresaliente en la escritura aunque la habilidad para co-piar puede hallarse conservada, al igual que la habilidadpara repetir. La escritura al dictado es imposible.

En la afasia extrasilviana sensorial el paciente pre-senta olvido de nombres, lo que se manifiesta tambiénen su escritura; es usual entonces encontrar paragrafiasverbales en su escritura. Sin embargo, es frecuente en-contrar algún grado de agrafia en estos pacientes debi-do a la posible extensión de la patología al lóbulo parietal.

En la alexia con agrafia hay un decremento impor-tante en la habilidad para escribir. La producción escri-ta puede aparecer como una agrafia fluida. Los trastornoslingüísticos asociados son variables, pero pueden incluir

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componentes de afasia de Wernicke, de la afasia extra-silviana sensorial y muy frecuentemente del síndromede Gerstmann. Ocasionalmente se asocia con ciertaagrafia apráxica.

Agrafias no afásicasAdemás de las habilidades lingüísticas, la escritura de-pende también de un complejo de habilidades motorasy espaciales. Los defectos motores alteran la escrituraen cuanto acto motor y los defectos espaciales causandesarreglos en la organización espacial de la escritura.

Agrafias motoras. Las alteraciones motoras en la escritu-ra pueden aparecer como consecuencia de lesiones enel sistema nervioso central que comprometa los gangliosbasales, el cerebelo y el tracto corticoespinal, o comoresultado de lesiones que afecten los nervios periféri-cos y los aspectos mecánicos de los movimientos de lamano (Benson y Cummings, 1985).

Agrafia parética. Las alteraciones de los nervios periféri-cos, bien sea por una neuropatía o por atrapamiento ner-vioso, pueden alterar la escritura. En particular, elcompromiso de los nervios radial y lunar medial afecta lacapacidad para escribir. La disfunción de la motoneuronainferior puede también afectar la musculatura de la ex-tremidad superior necesaria para escribir. Las lesionesque comprometen la motoneurona superior producenuna rigidez espástica. El paciente con una mano paréticatiende a escribir letras de molde pobremente formadascon caracteres exageradamente grandes.

Agrafia hipocinética. La disfunción extrapiramidal pue-de manifestarse en hipocinesia, como sucede en elparkinsonismo, o en un trastorno hipercinético como

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se observa en la corea, la atetosis, las distonías, la ataxiay el temblor. Se han mencionado dos tipos de microgra-fía, en una de ellas la letra es siempre pequeña, en tan-to que en la otra, hay una disminución progresiva en sutamaño. La primera puede aparecer en caso de lesionescorticoespinales, en tanto que sólo la segunda es carac-terística del parkinsonismo (Benson y Cummings, 1985).

Agrafia hipercinética. Los movimientos hipercinéticos delos miembros superiores alteran la habilidad para escri-bir. Puede deberse a temblores, tics, distonias y corea.De los tres tipos principales de temblor (parkinsoniano,postural y cerebeloso), los dos últimos comprometenespecialmente la habilidad para escribir. Los tembloresposturales pueden aparecer en toda una serie de condi-ciones clínicas y se exacerban durante el estrés. Losmovimientos coreiformes pueden producir una inhabi-lidad total para escribir. La discinesia tardía inducida porneurolépticos frecuentemente incluye movimientoscoreiformes de la mano y los dedos, pero no es usual-mente incapacitante para escribir.

Una patología altamente controvertida en la litera-tura es el llamado espasmo del escribano. Consiste enuna imposibilidad para escribir resultante de una disto-nia. Progresivamente aparece más prematuramentedurante el acto de escribir y frecuentemente se presen-tan en personas que dedican largos períodos de tiempoa escribir. Aunque no se han identificado cambios neu-ropatológicos específicos, parecería que es un resultadoen la disfunción de los neurotrasmisores que cambianla actividad de los ganglios basales (Benson y Cummings,1985).

Agrafia pura. En 1881, Exner propuso la existencia deun centro de la escritura situado en la base de la segun-

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da circunvolución frontal (área de Exner). Desde en-tonces ha existido gran polémica referente a la existen-cia de alguna agrafia pura resultante de una patologíaen el área de Exner. Dubois, Hécaen y Marcie (1969)reportaron seis casos de agrafia pura, cuatro de ellosresultantes de lesiones frontales. Se han publicado algu-nos otros reportes apoyando la existencia de una agrafiapura. Algunos autores, sin embargo, simplemente nie-gan la existencia de una agrafia pura. La observaciónclínica muestra que la escritura es una actividad mássensible que el lenguaje oral. Esto permitiría suponerque eventualmente pacientes con un daño frontal me-nor alrededor del área de Broca pueden manifestar défi-cit lingüísticos mínimos, limitados al lenguaje escrito.

Agrafia apráxica. Desde tiempo atrás se ha mencionadoen la literatura la relación existente entre agrafia yapraxia. Kleist (1923) distinguió varios tipos de agrafiaapráxica: apraxia para manipular los implementos de laescritura, apraxia para el discurso escrito, y apraxia paraformar letras correctamente; Goldstein (1948), se refirióa una agrafia apractoamnésica. Hécaen y Albert (1978)definen la agrafia apráxica como la incapacidad para for-mar normalmente los grafemas, con inversiones y dis-torsiones. El paciente puede retener la capacidad paradeletrear palabras y formar palabras con letras escritasen tarjetas. Los errores en el deletreo y las iteracionesson abundantes. La apraxia es evidente en todas lasmodalidades: escritura espontánea, por copia y al dicta-do. Eventualmente el paciente logra escribir frases cor-tas, pero son evidentes los errores paragráficos. Algunasveces la agrafia apráxica ha sido denominada comoagrafia pura. Hécaen y Albert (1978) separan dos formasde agrafia apráxica: en una de ellas el paciente no pre-senta afasia y alexia asociadas, pero si apraxia ideomoto-

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ra evidente en su mano izquierda y agrafia apráxica consu mano derecha. Más frecuentemente, la agrafiaapráxica se asocia con otros signos del síndrome parietal;la alexia y ciertas dificultades en la comprensión del len-guaje son entonces frecuentes. Sin embargo, la agrafiano depende de la afasia, sino que representan una inca-pacidad para programar los movimientos requeridos paraformas las letras y las palabras. Crary y Heilman (1988)enfatizan que la agrafia puede observarse sin apraxiaideomotora, siendo en consecuencia una agrafia pura.Por esto, la agrafia apráxica se ha equiparado frecuente-mente con la agrafia pura (Auerbach y Alexander, 1981).

Agrafia espacial. La agrafia espacial o visoespacial ha sidoconsiderada como un trastorno no afásico en la escritura,resultante de defectos visoespacial que altera la orienta-ción y secuenciación correcta durante la escritura(Benson y Cummings, 1985). Se ha definido como untrastorno en la expresión gráfica debido a un defecto en lapercepción espacial y que se asocia con lesiones en elhemisferio no dominante para el lenguaje (Hécaen yAlbert, 1978).

Según Hécaen y Albert (1978), la agrafia espacialtiene las siguientes características:

1. Algunos grafemas se producen con uno, dos y aunmás rasgos extras.

2. Los renglones durante la escritura no son horizon-tales, sino inclinados a ángulos variados en formaascendente o descendente.

3. La escritura ocupa sólo la parte derecha de la página.4. Se incluyen espacios en blanco entre los grafemas,

desorganizando la palabra y destruyendo la unidad.

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Usualmente la agrafia espacial se asocia con alexiaespacial, acalculia espacial, negligencia hemiespacial iz-quierda, apraxia construccional y dificultades espacia-les generales (tabla 3). Cerca de 75% de los pacientescon lesiones retrorrolándicas y 50% de los pacientes conlesiones prerrolándicas, muestran algún grado de agrafiaespacial.

La inadecuada utilización de los espacios durantela escritura aparece como una de las características mássobresalientes (el hombre camina por la calle – el hombrecamin aporlaca lle). Hay además un irrespeto a losespacios utilizados y el paciente puede escribir de ma-nera superpuesta a lo que previamente había escrito.La iteración de rasgos en las letras, especialmente la my la n, y de letras en las palabras, especialmente en losgrafemas que utilizan una letra duplicada, rr y ll se ob-serva más frecuentemente en pacientes con lesionesprerrolándicas (carro - carrrro) (Hécaen y Marcie, 1974).Sin embargo, también se encuentran omisiones de ras-gos y letras. Hay además una incapacidad para mante-ner una línea horizontal en la escritura y el pacienteescribe siguiendo una dirección oblicua (figura 4). La

FIGURA 4Ejemplo de agrafia espacial

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utilización de márgenes izquierdos excesivamente gran-des, y su incremento progresivo, lleva a un fenómenode cascada en la escritura (Ardila y Rosselli, 1993). Seencuentra además una tendencia al cambio en el tipode escritura con relación a su escritura premórbida:los pacientes con lesiones derechas tienden a escribirutilizando letra de molde. Este cambio en la caligrafíapodría asociarse con alguna desautomatización gene-ral en el acto de escribir que se manifiesta también enformas de escritura automáticas, como es la firma delpaciente.

La negligencia representa uno de los factores res-ponsables de las dificultades halladas en la escritura enpacientes con lesiones retrorrolándicas derechas, en tan-to que las iteraciones de rasgos, letras, sílabas y aunpalabras, representan el defecto más importante en casode lesiones prerrolándicas (Ardila y Rosselli, 1993). Lanegligencia se manifiesta en la presencia del fenóme-nos antes mencionado de cascada, y aun en la represen-tación mental de las palabras. Un paciente, por ejemplo,cuando se le dictaban palabras y oraciones, tendía a es-cribir únicamente la parte derecha de las palabras (elniño llora - ño ra).

Las iteraciones podrían explicarse como una conse-cuencia de alguna desautomatización motora y la ten-dencia a perseverar, no inhibiendo un movimientoprevio. Los pacientes con lesiones hemisféricas derechastambién tienden a presentar iteraciones en el lenguajeexpresivo (Ardila, 1984), similar a una tartamudez adqui-rida. Se ha propuesto que el fenómeno de la iteracióndurante la escritura en pacientes con lesiones hemisféri-cas derechas puede equipararse a las diferentes formasde perseveración en el habla (Marcie et al., 1965).

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TABLA 3Correlaciones entre diferentes déficit neurológicos y

neuropsicológicos encontrados en pacientes con lesiones hemisféri-cas derechas

Defectos Negligencia Apraxia Agrafia Alexia Acalculiacampos vis espacial construc espacial espacial espacial

Hemiparesia 0.00 0.07 0.14 0.28 0.07 0.00izquierda NS NS NS NS NS NS

Defectos 0.14 0.20 0.11 0.28 0.33campos vis NS NS NS NS NS

Negligencia 0.27 0.36 0.55 0.39hemiespacial NS p<.05 p<.005 p<.05

Apraxia 0.49 0.49 0.22construccional p<.01 p<.01 NS

Agrafia 0.60 0.37espacial p<.002 p<.05

Alexia 0.58espacial p<.002

Fuente: Ardila y Roselli (1993).

Ardila y Rosselli (1993) proponen que la agrafia es-pacial se caracteriza por:

1. Omisiones de rasgos y letras, pero también, adicio-nes de rasgos y letras.

2. Incapacidad para utilizar en una forma correcta losespacios para unir y separar las palabras.

3. Dificultades para conservar una dirección horizon-tal durante la escritura.

4. Incremento progresivo de los márgenes izquierdos(fenómeno de cascada).

5. Irrespeto de los espacios y desorganización espacialdel material escrito.

6. Desautomatización y cambios en el tipo de letra.7. Apraxia construccional para el acto de escribir.

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Los defectos en la escritura en pacientes con lesio-nes derechas serían el resultado de:

1. Negligencia hemiespacial izquierda, que se mani-fiesta en el aumento e inconsistencia de los márge-nes izquierdos.

2. Defectos construccionales en la escritura, que semanifiestan en desautomatización y cambios en eltipo de letra, así como agrupamiento de los elemen-tos de la escritura.

3. Defectos espaciales generales, que se manifiestanen la incapacidad para utilizar correctamente los es-pacios entre las palabras, dificultades para conser-var una línea horizontal durante la escritura ydesorganización del material escrito.

4. Alguna desautomatización motora y tendencia a laperseveración.

A pesar de que los errores en pacientes con lesionesprerrolándicas y retrorrolándicas son similares, en casode lesiones prerrolándicas los errores iterativos (adicio-nes de rasgos y de letras) representan el tipo de defectomás importante en la escritura. En tanto que en caso delesiones retrorrolándicas, el agrupamiento de elemen-tos y las omisiones de letras representan los dos tiposde errores más frecuentemente observados. En el pri-mer caso, las alteraciones son más de tipo motorperseverativo, en tanto que en el segundo, los erroresen la escritura son más una consecuencia de los defec-tos espaciales y visoconstruccionales.

Otras alteraciones en la escrituraHemiagrafia. Los pacientes que presentan secciones delcuerpo calloso escriben en una forma normal con sumano derecha, pero fracasan totalmente cuando tratan

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de escribir con su mano izquierda. Se ha propuesto en-tonces que el hemisferio izquierdo controla las activida-des necesaria para escribir y la escritura con la manoizquierda en sujetos diestros se logra utilizando las fi-bras comisurales del cuerpo calloso (Geschwind, 1965).Este tipo de alteración en la escritura ha sido denomi-nado como hemiagrafia, agrafia por desconexión oagrafia unilateral (Lebrun, 1987).

Alteraciones en la escritura de origen frontal. Aunque pocose ha enfatizado en la literatura, los pacientes con lesio-nes prefrontales pueden presentar una dificultad evi-dente en la escritura. Estos pacientes, sin embargo,presentan una habilidad conservada para leer.

No se trata de un defecto primario en la escritura. Sise les insiste continuamente, eventualmente logran es-cribir. Frecuentemente presentan además un defecto enel lenguaje oral (afasia extrasilviana motora), caracteri-zado por una disminución en el lenguaje espontáneo,con buena repetición y comprensión. Este déficit semanifiesta también en el sistema de lectoescritura. Laagrafia de origen frontal podría denominarse comoagrafia disejecutiva.

Para este grupo de pacientes leer (reconocimiento)es notoriamente superior a escribir (producción). Mu-chas veces es necesario estimular en forma continua alpaciente para que escriba una frase y aun una palabra.Al igual que en el lenguaje oral, la producción escritaes escasa y frecuentemente el paciente no termina loque intenta escribir. La copia puede ser superior a laescritura espontánea. La perseveración se manifiestaen la escritura como en cualquier otro acto motor, ypuede incluir palabras, letras o rasgos de letras. Las le-tras o rasgos repetidos en una palabra pueden estimu-lar la perseveración en el paciente, que no sólo se

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observa en daño frontal focal, sino también en las de-mencias, particularmente en la enfermedad de Pick,asociada con una patología compromiso sobresalientede los lóbulos frontales.

Estados confusionales. Chedru y Geschwind (1972) obser-varon que los pacientes en estados confusionales resul-tantes de diversas etiologías podían hablar, comprendery repetir, nombrar y leer, pero no podían expresar susideas por escrito. La escritura era lenta, torpe y con unsignificado vago. Los autores enfatizan la sensibilidad dela producción escrita ante cualquier alteración de la fun-ción cerebral difusa.

Agrafia histérica. Con una frecuencia alta las parálisishistéricas comprometen el hemicuerpo izquierdo y, enconsecuencia, no es usual reportar agrafia histérica. Laagrafia histérica puede resultar de una reacciónconversiva o de un temblor histérico de la mano (Bensony Cummings, 1985), pero muy probablemente muchosde los casos de agrafia histérica reportados en la litera-tura clásica sufrían de una distonia focal idiopática (ca-lambre o espasmo del escribano). En la parálisis histéricalos reflejos son normales y hay sólo cambios modera-dos en el tono muscular. Algunas veces la sensibilidadse encuentra también afectada.

Ardila (1989) reportó un caso bastante inusual enuna paciente con una personalidad histérica, quien ha-bía entrenado la habilidad extravagante de escribir ha-cia atrás (desde la última hacia la primera letra) y podíafirmar con ambas manos en cualquier dirección. La pa-ciente presentaba además una historia de dificultadesen la adquisición de la lectura y zurdera contrariada.

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MODELOS PSICOLINGÜÍSTICOS DE LAS AGRAFIAS

Durante los últimos años ha existido un gran interés enel desarrollo de modelos psicolingüísticos de las agrafias(Roeltgen, 1993). Se han correlacionado diferentes ni-veles de procesamiento del lenguaje (fonológico, lexical,semántico) con alteraciones particulares en el lenguajeescrito.

En estos modelos es usual separar dos grupos princi-pales de agrafias (disgrafias): centrales y periféricas(Ellis, 1988) similar a la distinción establecida entre ale-xias centrales y periféricas (Shallice y Warrington, 1980).La tabla 4 presenta una comparación entre los síndromesaléxicos clásicos (neurológicos o anatómicos) y los sín-dromes agráficos según la clasificación psicolingüística.

TABLA 4Clasificación comparativa de las agrafias

Clasificación neurológica Clasificación psicolingüística

Agrafias afásicas: Agrafias centrales:Se clasifican según el defecto Agrafia lexical (superficial)lingüístico básico asociadocon la agrafia.

Agrafia en la afasia Agrafia fonológicaBroca (agrafia no fluente)

Agrafia en la afasia de Wernicke (agrafia fluente) etc. Agrafia profunda

Agrafias no afásicas: Agrafias periféricas:Agrafia motoraAgrafia espacial Agrafia espacial (aferente)Agrafia apráxica Agrafia apráxica

Fuente: Benson y Ardila (1996).

Agrafias (disgrafias) centralesLas agrafias centrales afectan uno o más de los procesosimplicados en el deletreo de palabras familiares y nofamiliares (y seudopalabras). Una agrafia central afecta-

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rá entonces el deletreo en todas sus formas de produc-ción: escritura a mano, a máquina, deletreo oral, dele-treo secuenciando las letras escritas en tarjetas, etc. Sedistinguen tres tipos de agrafias centrales: agrafia fono-lógica, agrafia lexical (superficial) y agrafia profunda.

Agrafia fonológica. En este trastorno el paciente conser-va su habilidad para escribir palabras familiares, tantoregulares como irregulares, pero es incapaz de deletrearseudopalabras. Aun en las palabras legítimas de baja fre-cuencia que contienen formas inusuales de deletreo, seobserva una buena ejecución. En contraste con la habi-lidad conservada para escribir palabras regulares e irre-gulares, se encuentra una incapacidad sorprendente paraescribir seudopalabras legítimas al dictado (Bub yKertesz, 1982; Baxter y Warrington, 1985). Los erroresen el deletreo observados en este grupo de pacientesgeneralmente no son de tipo fonológico, sino por simili-tud visual (Roeltgen, 1983; Shallice, 1981).

Roeltgen (1985) relaciona la agrafia fonológica conlesiones de la circunvolución supramarginal y la regióninsular adyacente. Alexander, Friedman, Loverso yFischer (1992), basándose en sus propios casos y los ca-sos previamente reportados en la literatura, concluyeronque la agrafia fonológica puede aparecer como conse-cuencia de lesiones en una extensa región perisilviana,que participa en el procesamiento fonológico central.

Agrafia lexical (superficial). Se ha propuesto que al me-nos en algunas lenguas como el inglés, hay dos siste-mas posibles para el deletreo de las palabras: uno lexicaly otro fonológico (Beauvois y Dérouesné, 1981; Hartfieldy Patterson, 1983; Roeltgen, 1985; Roeltgen et al., 1983;Shallice, 1981). El sistema lexical es necesario para eldeletreo de palabras irregulares, esas palabras que no

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se pueden deletrear utilizando únicamente el sistemadirecto grafofonémico; por ejemplo, knight, y palabrasambiguas (palabras con sonidos que pueden ser repre-sentados por diferentes letras o conjuntos de letras),necesitándose entonces utilizar la imagen visual de lapalabra (Roeltgen, 1985). Sin embargo, el sistema lexicaltambién puede utilizarse para deletrear palabrasortográficamente regulares, que también podrían escri-birse recurriendo al sistema fonografémico. El trastor-no en el sistema lexical ha sido denominado como agrafialexical o agrafia de superficie (superficial). Este trastor-no se caracteriza por dificultades para el deletreo de pa-labras irregulares y ambiguas, con una preservación deldeletreo de palabras regulares.

En la agrafia lexical el paciente no puede deletrearpalabras irregulares, pero la habilidad para deletrearpalabras regulares y seudopalabras legítimas se encuen-tra conservada. La habilidad para escribir decrece alaumentar la ambigüedad ortográfica. Al igual que en laalexia de superficie, la frecuencia de la palabra juega unpapel decisivo, sugiriendo que la vulnerabilidad de lasunidades ortográficas depende de la historia previa delectura del sujeto (Bub et al., 1985).

Generalmente estos pacientes tienden a presentaruna regularización en la escritura: las palabras se escri-ben en forma tal que parecen fonológicamente correctas,a pesar de que su ortografía sea incorrecta. Estos erroressupondrían una sobreutilización del sistema fonografé-mico, asociada con una disminución en la habilidad parautilizar la forma visual de las palabras. Bub y Chertkow(1988), sin embargo, han enfatizado que la agrafia lexicalpresenta cierta variabilidad en la selección de la corres-pondencia ortográfica.

En lenguas con una alta homografía heterofónica,como el francés, se espera que este defecto sea impor-

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tante. En el español, con cierta heterografía homofónica(hasta-asta), pero sin homografía heterofónica, este de-fecto se denomina simplemente como disortografía.

Se ha propuesto que este defecto particular en laescritura aparece en caso de lesiones en la circunvolu-ción angular y el lóbulo parieto-occipital (Roeltgen,1993). Sin embargo, Rapcsak, Arthur y Rubens (1988)reportaron un caso de agrafia lexical con una lesión focalen la circunvolución precentral izquierda. Es interesan-te notar que los defectos ortográficos en español se aso-cian no sólo con la afasia de Wernicke, sino tambiéncon patología hemisférica derecha (Ardila et al., 1996).Se ha propuesto que en español el uso de la ortografíase asocie significativamente con la habilidad paravisualizar la forma escrita de las palabras.

Agrafia profunda. La agrafia profunda se refiere a un tras-torno en la escritura caracterizado por: a) incapacidadpara deletrear seudopalabras y palabras funcionales, b)mejor deletreo de palabras altamente imaginables quede palabras de baja imaginabilidad y c) paragrafias se-mánticas (Bub y Kertesz, 1982). Se ha asociado conagrafia fonológica y en consecuencia, estos pacientespresentan lesiones en la circunvolución supramarginaly la ínsula, pero sus lesiones son significativamente másextensas; se espera, sin embargo, que la circunvoluciónangular se encuentre preservada.

Agrafias (disgrafias) periféricasLas agrafias periféricas afectan una sola modalidad deproducción de la escritura. Generalmente se ha repor-tado un buen deletreo oral asociado con una dificultadpara la escritura (Baxner y Warrington, 1986; Papagno,1992), aunque ocasionalmente se ha encontrado el pa-trón opuesto (Kinsbourne y Warrington, 1965). Se han

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distinguido diferentes tipos de agrafias periféricas. Dehecho, las agrafias periféricas corresponden a las agrafiasno afásicas.

Agrafia espacial (aferente). Generalmente está asociadacon lesiones hemisféricas derechas y ha sido relativa-mente bien analizada en la literatura (Ardila y Rosselli,1993; Ellis et al., 1987; Hécaen et al., 1963;). Lebrun (1976)propuso denominar esta forma de agrafia como agrafiaaferente.

Anteriormente se presentaron ya las característicasprincipales de la agrafia espacial (o aferente).

Agrafia apráxica. En la agrafia apráxica el principal de-fecto del paciente se sitúa al nivel de la implementa-ción de los procesos motores periféricos, los patronesmotores gráficos (Ellis, 1982). La escritura es correctadesde el punto de vista del deletreo, aunque las letraspueden estar seriamente deformadas (Baxter yWarrington, 1986; Papagno, 1992; Roeltgen y Heilman,1983). Generalmente la copia es casi normal. El diag-nóstico de agrafia apráxica supone una alteración en laescritura en ausencia de trastornos en el deletreo, lalectura u otros problemas generales en el lenguaje, ydebe ocurrir en ausencia de dificultades práxicas ovisoespaciales significativas (Baxter y Warrington, 1986).

Papagno (1992) describió un caso bastante ilustrati-vo de agrafia apráxica. El paciente presentaba una le-sión isquémica parietal izquierda. Su habilidad para eldeletreo estaba adecuadamente conservada, no mostra-ba defectos en su lenguaje oral o en otras habilidadescognoscitivas, exceptuando el defecto en su escritura.Tanto en su escritura espontánea como en la denomi-nación escrita y la escritura al dictado, el paciente pre-sentaba duplicaciones de letras y rasgos y errores por

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omisiones. Se observaron también sustituciones de le-tras. La copia y la trascripción de mayúscula a minús-cula estaban también alteradas. La apraxia para laescritura no se asociaba con otras formas de apraxia.

CASO 7AGRAFÍA PROGRESIVA

El caso que se presenta a continuación fue reportadopor Ardila, Matute e Inozemtseva (2003).

Historia de la enfermedadMujer diestra de 55 años, hablante nativa del español,con nivel universitario de educación. Dos años antes dela primera evaluación, la paciente notó dificultades paraescribir las palabras y utilizar correctamente la ortogra-fía. En su trabajo tenía que manejar un presupuesto porlo que también notó errores en la realización de cálcu-los aritméticos. Además, empezó a presentar dificulta-des para encontrar palabras. Debido a estas dificultades,tuvo que dejar su trabajo. Según su familia, sus proble-mas se hicieron particularmente evidentes aproxima-damente un año y medio antes de la primera evaluación.En este momento, consulto a un neurólogo. El examenneurológico fue normal. Una resonancia magnéticamostró una atrofia parieto-temporal izquierda. La pa-ciente fue enviada a un examen de lenguaje.

Evaluación del lenguajePrimera evaluación. Durante la primera evaluación lapaciente se encontraba orientada y presentaba un len-guaje espontáneo normal, exceptuando algunas ocasio-nales parafasias semánticas y circunloquios. Laarticulación, velocidad y volumen del habla eran nor-males. La tabla C7.1 resume los resultados de su prime-

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ra evaluación. Su puntaje total en el neuropsi fue 91,levemente anormal para su edad y nivel educacional.

En la escala de inteligencia Wechsler para adultos seencontró que en sus puntajes en las subpruebas de arit-mética y vocabulario se hallaban dos desviacionesestándar por debajo del puntaje esperado; en el resto delas subpruebas, los puntajes se encontraban en los lími-tes esperados. Sus puntajes en una prueba de denomina-ción en español que incluía 80 ítems tuvo 42 (anormal).

La escritura de la paciente se evaluó utilizando trestipos de tareas: a) escritura espontánea: reportar su his-toria por escrito; b) copiar una historia de 44 palabras yc) dictado de un texto (28 palabras), ocho palabras y 10seudopalabras. La caligrafía de la paciente fue buena yla distribución especial del texto escrito, apropiada. Parareportar su historia la paciente utilizó 130 palabras. Seencontraron 20 correcciones. Los errores ortográficosfueron abundantes (cercanas - sercanas). Se observaronomisiones y adiciones de letras (ortografía - hortogafia),al igual que errores no homófonos (máquina - mágina).No se observaron errores en la lectura de un texto y sunivel de comprensión fue apropiado.

Las habilidades aritméticas fueron anormales. Senotaron errores en las operaciones tanto escritas comoorales. La lectura de números fue correcta. Las escritu-ra de dígitos fue correcta, pero la escritura de númeroscon dos dígitos fue anormal (45-25). Su puntaje en laprueba WRAT fue 7/40, considerado como francamenteanormal. La paciente confundió los signos aritméticosy fue incapaz de utilizar fracciones.

Durante los dos años siguientes la paciente estuvoparticipando en un programa de rehabilitación. La pa-ciente continúo conduciendo su carro sin ninguna difi-cultad topográfica o espacial evidente. Dos años mástarde regresó para una segunda evaluación del lenguaje.

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TABLA C7.1Resultados obtenidos en la primera y segunda evaluación

Prueba Primera evaluación Segunda evaluaciónJunio 1999 Julio 2001

1. Neuropsi: puntaje total 91/130 80/130

2. WAIS:Información 9 5Comprensión 12 4Aritmética 4 3Similitudes 7 6Dígitos 8 4Vocabulario 4 1Digito-símbolo 8 4Figuras incompletas 9 2Diseños con cubos 9 4Historietas 9 6Ensamblaje de figuras 8 5CI verbal 86 65CI manipulativo 103 74CI total 93 67

3. Escala de memoria de WechslerMemoria lógica 11/45 4/45Aprendizaje asociativo 17/30 6/30Reproducción visual 14/14 5/14

4. Prueba de clasificación de tarjetas de WisconsinCategorías 6 0Número total de errores 83 98Errores perseverativos 22 25

5. Prueba de denominación 42/80 32/80

6. WRAT 7/40 7/40

7. Praxis ideomotoraMano derecha - 2/11Mano izquierda - 3/11Oral - 1/4

8. Reconocimientoderecha-izquierda Correcto 2/10

9. Dedos:Denominar Anormal 2/5Señalar Anormal 3/5

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Segunda evaluación. La tabla C7.1 además presentaen forma comparativa los resultados de la primera y lasegunda evaluación. Se observa un decremento impor-tante en la mayoría de las pruebas. El puntaje total en elneuropsi fue 79/130 (severamente anormal). Casi todaslas subpruebas de la escala de inteligencia de Wechslerpara adultos se encontraron dos desviaciones estándarpor debajo de lo esperado. Su puntaje en la subpruebade vocabulario se situó tres desviaciones estándar pordebajo de lo esperado. Todos los puntajes en la escalade memoria de Wechsler disminuyeron con relación ala primera evaluación. Su puntaje en la prueba de deno-minación disminuyó en 10 puntos.

Durante la escritura espontánea (describir su condi-ción) pudo reportar en voz alta lo que supuestamente

Figura C7.1Escritura espontánea durante la primera (A) y segunda (B) evaluación.

A B

Descripción escrita de su condición.

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iba a escribir, pero ninguna palabra fue reconocible. Lasletras estuvieron bien formadas, pero su caligrafía ha-bía cambiado notoriamente con relación al primer exa-men (figura C7.1). No se encontró ninguna relación entrela longitud de su lenguaje oral y la longitud de su escri-tura. La escritura al dictado se evaluó exactamente igualque en el primer examen, teniendo características simi-lares. Aunque la paciente pudo repetir lo que iba a es-cribir, sólo había una relación débil entre lo quesupuestamente iba a escribir y lo que escribía. Por ejem-plo, la primera frase era la mañana era fría y la pacienteescribió la einc el fiea. La escritura a la copia, sin embar-go, fue casi perfecta.

Una nueva resonancia magnética mostró que la atro-fia cerebral se había extendido significativamente y yano se encontraba tan claramente limitada al área perieto-temporal izquierda (figura C7.2).

ConclusiónEl deterioro cognoscitivo en la paciente comenzó condificultades con el uso de la ortografía y errores en larealización de operaciones aritméticas. También se ob-servaban algunas dificultades para encontrar palabras.Al momento de la primera evaluación, sus habilidadesaritméticas eran francamente anormales. La fluidez ver-bal y el conocimiento lexical se encontraban decremen-tados. Sin embargo, las dificultades en la escrituraestaban casi completamente limitadas al uso de la orto-grafía en la escritura espontánea.

Dos años más tarde, es decir, aproximadamente cua-tro años después de iniciarse su sintomatología, la pa-ciente presentaba un deterioro cognoscitivo importante.Sus habilidades especialmente verbales, pero tambiénno verbales, habían disminuido. Sus habilidades dememoria correspondían a un rango patológico. En este

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AGRAFIA

momento la paciente claramente cumplía los criteriosdiagnósticos de demencia. Sin embargo, continuabamanejando y yendo sola a diferentes lugares sin ningu-na dificultad aparente. Podía copiar figuras y letras sinninguna dificultad. En consecuencia, aunque técnica-mente demenciada, no existía aún un deteriorocognoscitivo generalizado, sino un trastorno multifocal.

Sus habilidades de cálculo disminuyeron entre laprimera y la segunda evaluación, aunque de hecho, enla primera evaluación estas habilidades ya se encontra-ban seriamente afectadas. Su habilidad para encontrarpalabras también disminuyó entre la primera y la se-gunda evaluación. La anomia fue evidente durante el

FIGURA C7.2Primera (arriba) y segunda (abajo) resonancia magnética

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LAS AFASIAS

primer examen y aún más grave durante el segundoexamen. Durante el segundo examen también se encon-traron dificultades en la formación de conceptos, apraxiaideomotora, desorientación derecha-izquierda y agnosiadigital.

Durante la segunda evaluación se encontraron va-rias disociaciones que son interesantes: a) disociaciónentre su habilidad para leer y para escribir, b) disociaciónentre su escritura por copia y su escritura al dictado, c)disociación entre su habilidad para leer palabras y seu-dopalabras, d) disociación entre su capacidad para repe-tir y para escribir y e) disociación entre sus habilidadesverbales y espaciales. En tanto que durante la segundaevaluación la paciente presentaba los principalessíndromes asociados con lesiones cerebrales izquierdas,tales como afasia, alexia, agrafia, acalculia y apraxiaideomotora, no se encontraron los síndromes general-mente presentes en patologías cerebrales derechas,como trastornos espaciales generales, prosopagnosia, yagnosia topográfica. Sin embargo, si se observó algúndecremento en sus habilidades visoconstruccionales en-tre la primera y la segunda evaluación. Su puntaje en lasubprueba de diseños con cubos decrementó en más deuna desviación estándar y su puntaje en la subprueba deensamblaje de figuras, en una desviación estándar. Estaobservación apoyaría la hipótesis de que en casos desíndromes cognitivos progresivos, la disfunción cerebralse extiende desde un foco específico a las áreas circun-dantes, finalmente comprometiendo todo el cerebro yresultando en un deterioro cognoscitivo generalizado. Sepodría suponer que en un futuro la atrofia cerebral con-tinuará extendiéndose y el deterioro cognoscitivo se haráaún más severo, aunque se esperaría que algunas habili-dades no verbales serán las últimas en deteriorarse.

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CAPÍTULO IXTrastornos asociados

Los pacientes afásicos pueden presentar toda una seriede trastornos asociados, tales como hemiparesia, defec-tos sensoriales, apraxia, agnosia y acalculia. Dependien-do de la extensión de la lesión, estos trastornos puedenser graves o simplemente estar ausentes.

HEMIPARESIA

La afasia de Broca se asocia usualmente con un defectomotor en el hemicuerpo derecho. La severidad del de-fecto motor puede ser variable, dependiendo de la ex-tensión de la lesión. Algunas veces es mínimo, otrasextremadamente severo. La hemiparesia afecta más lamano y la cara que la pierna. Es también más distal queproximal. Por tratarse de una lesión de la motoneuronasuperior, se trata de una hemiparesia espástica.

En la afasia de conducción es frecuente encontraruna hemiparesia inicial que tiende a desaparecer o almenos a disminuir en su gravedad. En la afasia extrasil-viana motora tipo II (afasia del área motora suplemen-taria) se encuentra usualmente una hemiparesiaevidente en el miembro inferior derecho, con dificulta-des para la marcha.

Los pacientes con afasias de Wernicke y extrasilvia-na sensoriales no suelen presentar defectos motores,pero ocasionalmente se encuentra un defecto motor leveal inicio de la afasia. Los pacientes con afasia extrasil-viana motora tipo I no presentan generalmente hemi-paresia derecha, aunque pueden tener frecuentemente

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LAS AFASIAS

defectos en el control de sus movimientos oculares yfallas en la exploración visual.

DEFECTOS SENSORIALES

Defectos somatosensorialesLa afasia se puede acompañar de defectos somatosenso-riales. Estos defectos son más evidentes en la afasia deconducción, pero pueden también encontrarse en formamenor en la afasia de Broca y la afasia de Wernicke, de-pendiendo de la extensión de la lesión. En la afasia deconducción no es inusual hallar hipoestesia, dificultadesen la discriminación de dos puntos y extinción táctil.

Defectos en el campo visualUn defecto en los campos visuales supone una lesiónposterior. Una hemianopsia homónima derecha es casiinvariable en los casos de alexia sin agrafia. Pero en laafasia de Wernicke en ocasiones se encuentra una cua-drantanopsia superior derecha y en los casos de afasiasparietales, una cuadrantanopsia inferior derecha. En loscasos de afasias extrasilvianas sensoriales en ocasionesse encuentran defectos en los campos visuales, queusualmente no conforman una hemianopsia. La presen-cia de defectos en los campos visuales en caso de lesio-nes parietales y temporales implica una extensiónprofunda o posterior de la patología. Los defectos en loscampos visuales suponen un compromiso de la radia-ción óptica o del área visual primaria.

APRAXIA

La apraxia puede definirse como un trastorno en la eje-cución de movimientos aprendidos en respuesta a unestímulo que normalmente desencadena el movimien-

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TRASTORNOS ASOCIADOS

to, sujeto a la condición de que los sistemas aferentes yeferentes requeridos se encuentren intactos y en au-sencia de trastornos atencionales o falta de cooperación(Geschwind y Damasio, 1985). El punto crucial se refie-re al hecho de que el paciente posee las potencialidadespara la ejecución apropiada del movimiento, y de he-cho lo logra en diversas circunstancias, pero fracasa cuan-do el acto debe ejecutarse en respuesta a la orden delexaminador (De Renzi, 1989). La apraxia supone enton-ces ausencia de dificultades motrices tales como paráli-sis, ataxia y coreoatetosis (Hécaen, 1977), déficitperceptuales, alteraciones graves en la comprensión ydeterioro mental severo. Esto no excluye que los pacien-tes apráxicos puedan tener trastornos motores, lingüís-ticos y/o perceptuales adicionales, pero no lo suficientespara explicar la apraxia. En este capítulo se presentauna clasificación general de las apraxias. Tal clasifica-ción intenta integrar los diferentes subtipos señalados,teniendo en cuenta el segmento corporal comprometi-do (extremidades, cara o tronco), si se presenta en for-ma unilateral o bilateral, y finalmente, si se trata de unaapraxia resultante de trastornos en la realización delmovimiento (apraxias motoras) o se trata de trastornosde naturaleza espacial (apraxias espaciales).

La apraxia se asocia frecuentemente con afasia, cier-tas formas de apraxia se asocian más frecuentementecon ciertos tipos de afasias. En general, se considera quecerca de 40% de los pacientes afásicos presentan unaapraxia ideomotora. Más aún, algunas formas de afasiahan sido interpretadas como apraxias segmentarias. Sepueden señalar algunas reglas generales:

1. La afasia de conducción en un porcentaje alto decasos se asocia con una apraxia ideomotora. Aun seha propuesto que la afasia de conducción podría in-

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LAS AFASIAS

terpretarse como una apraxia ideomotora segmen-taria. En la afasia de Wernicke, la presencia deapraxia ideomotora supone una extensión de la le-sión al lóbulo parietal.

2. Los pacientes con afasia de Broca pueden presentaruna apraxia simpática (apraxia en la mano izquier-da), además de paresia en su mano derecha; es de-cir, dos trastornos motores diferentes, paresia en laderecha y apraxia en la izquierda.

A continuación se presenta la clasificación de lasapraxias:

1. Apraxias motoras:a) Apraxias de las extremidades:

* Bilaterales* Ideomotora* De las extremidades superiores* De la marcha* Ideacional* Unilaterales* Quinética* Simpática* Callosa

b) Apraxia de la cara:* Bucofacial (oral)* Ocular

c) Apraxias axiales:* Troncopedal

d) Apraxias del lenguaje:* Del habla* Verbal

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2. Apraxias especiales:a) Construccionalb) Del vestirse

Existen dos formas de apraxia que alteran la pro-ducción del lenguaje, una frontal quinética (usualmen-te referida como apraxia del habla) asociada con la afasiade Broca, y otra parietal ideomotora (frecuentementedenominada como apraxia verbal) asociada con la afasiade conducción. Luria (1977), por ejemplo, propuso dostipos de afasias motrices (motora eferente y motoraaferente) correspondientes a las dos formas de apraxia:frontal-quinética y parietal-ideomotora. Supuso que eldefecto subyacente, tanto a la afasia de Broca (afasiamotora quinética o eferente), como a la afasia de con-ducción (afasia motora quinestésica o aferente) era undefecto de tipo apráxico. Aquí denominaremos a la for-ma frontal quinética como apraxia del habla y a la for-ma parietal ideomotora como apraxia verbal.

Apraxia del lenguajeApraxia del habla. La apraxia del habla representa untrastorno causado por una alteración en la planeación oprogramación de los movimientos secuenciales utiliza-dos en la producción del lenguaje. Se considera, juntocon el agramatismo, como uno de los dos elementosque subyacen a la afasia de Broca. Se observan distor-siones en los fonemas (desviaciones fonéticas), omisio-nes y substituciones de sonidos. La velocidad deproducción está disminuida. El lenguaje se produce conesfuerzo (Rosenbek et al., 1984). Los errores en la pro-ducción son inconsistentes y el lenguaje automático essuperior. Se puede asociar o no con apraxia oral (buco-facial) y/o disartria. Dronkers (1996) estudió un grupode pacientes con defectos en la planeación de los movi-

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LAS AFASIAS

mientos articulatorios del habla (apraxia del habla) yotros pacientes sin tales defectos. En todos los primerospacientes y en ninguno de los segundos se encontrabauna lesión que incluía la ínsula anterior. En consecuen-cia, se puede considerar a la ínsula anterior como laestructura crítica en la planeación y organización de losmovimientos del habla, y su lesión es responsable de laapraxia del habla.

Apraxia verbal. El término apraxia verbal ha sido un tantoconfuso, ya que se ha empleado en formas diferentes.Buckingham (1991) señala dos formas diferentes deapraxia verbal: prerrolándica y retrorrolándica. Los erro-res fonéticos son diferentes en las dos formas. La pri-mera es común denominarla como apraxia del habla.Algunas observaciones clínicas y experimentales apo-yan esta distinción. La apraxia del habla (frontal) repre-senta una apraxia quinética y se asocia con afasia deBroca, en tanto que la forma posrrolándica se asocia conla afasia de conducción. Incluso se ha propuesto que laapraxia verbal y la afasia de conducción simplementerepresentan el mismo trastorno en el lenguaje (Ardila yRosselli, 1990; Brown, 1972; Luria, 1966, 1976). La lla-mada afasia de conducción sería simplemente unaapraxia ideomotora segmentaria para los movimientosutilizados en la producción del lenguaje.

AGNOSIA

La incapacidad para reconocer un estímulo a pesar deexistir una adecuada sensación del mismo se denominaagnosia. La palabra agnosia proviene del griego y signi-fica desconocimiento (gnosis = conocimiento; a = ne-gación, ausencia). Agnosia es entonces la pérdida de lacapacidad para trasformar las sensaciones simples en

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percepciones propiamente dichas, por lo que el indivi-duo, a pesar de ver, oír o sentir, no puede reconocer losestímulos visuales, auditivos o táctiles. La definición deagnosia supone una integridad sensorial primaria y laausencia de deterioro intelectual global.

Las agnosias se observan en casos de lesiones de lacorteza parietal, temporal y occipital. Las áreas compro-metidas son las llamadas áreas de asociación, que parti-cipan en el análisis e integración de información de unao varias modalidades sensoriales. Se han descrito dife-rentes tipos de agnosia: visuales, espaciales, auditivas,táctiles y del esquema corporal (asomalognosias).

1. Visuales:a) Agnosia visual de objetosb) Acromatognosiac) Alexia ópticad) Prosopagnosiae) Simultagnosia

2. Espaciales:a) Trastornos en la exploración espacial síndrome

de Balintb) Trastornos en la percepción espacial:

* Incapacidad para localizar estímulos* Alteraciones en la percepción de profundidad* Distorsiones en la orientación de líneas* Estimación errónea del número de estímulos

c) Trastornos en la manipulación espacial:* Agnosia espacial unilateral* Pérdida de los conceptos topográficos

d) Trastornos de orientación y memoria espacial:* Agnosia topográfica* Amnesia topográfica

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3. Auditivas:a) Verbalb) No verbal:

* Para sonidos* Amusia

4. Táctiles:a) Astereognosia:

* Primaria* Secundaria* Asimbolia táctil* Amorfosíntesis

5. Asomatognosias:a) Unilaterales:

* Hemiasomatognosia* Anosognosia de la hemiplejía* Somatoparafrenia

b) Bilaterales:* Autotopagnosia* Agnosia digital* Desorientación derecha-izquierda* Asimbolia al dolor

Las agnosias visuales pueden asociarse con afasia.Las dos asociaciones más importantes son: a) en casode anomia semántica, en la que es frecuente la existen-cia de trastorno agnósicos leves o moderados. La anomiasemántica implica dificultades en la revisualización (re-presentación para sí) de los objetos; b) la alexia sin agrafiainvariablemente asociada con agnosia visual, inclusopuede interpretarse como una agnosia visual para la lec-tura. Más aún, la alexia sin agrafia, llamada tambiénalexia agnósica u óptica, resulta de un defecto en la in-tegración de la información visual del lenguaje escrito.

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TRASTORNOS ASOCIADOS

La alexia sin agrafia también suele asociarse conacromatopsia o acromatognosia.

Las agnosias espaciales, por otro lado, usualmenteresultan de alguna patología del hemisferio derecho. Suasociación con afasia es inusual y no se espera en casode lesiones focales. Sin embargo, el síndrome de Balint(lesiones parieto-occipitales bilaterales) si puede asociar-se con dificultades en la lectura y olvido de palabras.

El término agnosia auditiva se refiere a la incapaci-dad para reconocer los estímulos auditivos verbales y/ono verbales, aunque no siempre este término ha sidoutilizado de manera consistente. Para algunos autoresla agnosia auditiva incluye únicamente la incapacidadpara reconocer la naturaleza de los estímulos no verba-les (Hécaen y Albert, 1978). Los defectos agnósicos pue-den observarse entonces en la dificultad para distinguirsonidos naturales, la prosodia del lenguaje (aprosodiasensorial), tonos o melodías (amusia) o para reconocervoces (fonoagnosia). Otros autores incluyen tambiéndentro de las agnosias auditivas las dificultades para re-conocer estímulos auditivos, tanto verbales como noverbales. Existe aún una forma de afasia que ha sidofrecuentemente interpretada como una agnosia auditivaverbal (sordera verbal, afasia acústico-agnósica o afasiade Wernicke tipo I) el término sordera verbal se refiere aun síndrome inusual que implica la inhabilidad para elreconocimiento fonológico del lenguaje, en tanto queen la afasia acústico-agnósica hay dificultades parcialesen la discriminación de los sonidos del lenguaje, asocia-das con otros fenómenos afásicos, como son lasparafasias.

La pérdida en el reconocimiento táctil de objetos,con una adecuada sensibilidad primaria se denominaastereognosia. La astereognosia puede ser primaria osecundaria (Albert y Hécaen, 1978). En la astereognosia

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primaria el paciente presenta una incapacidad para re-conocer las características físicas del objeto, que le im-pide generar imágenes táctiles. En la astereognosiasecundaria, también conocida como astereognosia purao asimbolia táctil, existe memoria de las imágenes tácti-les, pero se encuentran aisladas de otras representacio-nes sensoriales. El término asomatognosia se refiere auna alteración en el conocimiento del esquema corpo-ral como consecuencia de una lesión cerebral. Para al-gunos autores el término esquema corporal es poco claroy los trastornos incluidos bajo esta denominación po-drían interpretarse como alteraciones afásicas y/o es-paciales. Los trastornos del esquema corporal se puedenagrupar en dos categorías generales: las asomatognosiasunilaterales y las asomatognosias bilaterales.

Las asomatognosias unilaterales se refieren a la pre-sencia de asomatognosia solamente en un hemicuerpo,por lo que ha recibido el nombre de hemiasomatognosia.Los pacientes con hemiasomatognosia presentan unainadecuada percepción de la existencia de medio ladode su cuerpo, contralateral a la lesión cerebral. Usual,pero no necesariamente, afecta el lado izquierdo y esproducido entonces más frecuentemente por lesioneshemisféricas derechas. Su asociación con afasia es in-frecuente.

Las asomatognosias bilaterales se observan en am-bos lados del cuerpo, a pesar de ser resultado de unalesión unilateral, usualmente izquierda. Dentro de lasasomatognosias bilaterales se cuentan la autotopagnosia,la agnosia digital, la desorientación derecha-izquierda yla asimbolia al dolor. La agnosia digital y la desorienta-ción derecha izquierda se incluyen, junto con la acalculiay la agrafia, dentro del denominado síndrome deGerstmann. La agnosia digital, la autotopagnosia y aunla desorientación derecha-izquierda, se pueden interpre-

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tar como formas específicas de anomia (anomia parapartes del cuerpo o para las dimensiones laterales delcuerpo). Su asociación con la afasia es evidente. Ocasio-nalmente se ha reportado la asimbolia al dolor asociadacon lesiones parietales-insulares y afasia de conducción.

ACALCULIA

Henschen (1922, 1925) introdujo el término acalculiapara referirse a las alteraciones en las habilidades mate-máticas en caso de daño cerebral. Berger (1926) distin-guió entre una acalculia primaria y una acalculiasecundaria; la acalculia secundaria se refiere a un de-fecto derivado de un déficit cognoscitivo diferente: me-moria, atención, lenguaje, etc. Gerstmann (1940)propuso que la acalculia aparecía junto con la agrafia, ladesorientación derecha-izquierda y la agnosia digital,conformando un síndrome básico conocido en adelantecomo síndrome de Gerstmann.

Hécaen, Angelergues y Houiller (1961) distinguie-ron tres formas de acalculia: a) alexia y agrafia paranúmeros, b) acalculia especial y c) anaritmetia, corres-pondiente a la acalculia primaria. Boller y Grafman(1983, 1985) consideran que las habilidades de cálculopueden alterarse como resultado de: a) incapacidad paraapreciar el significado de los nombres de los números;b) defectos visoespaciales que interfieren con la orga-nización espacial de los números y los aspectos mecá-nicos de las operaciones; c) incapacidad para recordarhechos matemáticos y hacer uso apropiado de ellos, yd) defectos en el pensamiento matemático y en la com-prensión de las operaciones subyacentes. Y tal vez sepodría añadir, inhabilidad para conceptualizar cantida-des (números) e invertir operaciones, como sumar orestar. En consecuencia, es posible distinguir diferen-

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LAS AFASIAS

tes tipos de errores durante la realización de tareasnuméricas.

A continuación se presenta una clasificación de lasacalculias (Ardila y Rosselli, 2002). Se introduce una dis-tinción básica entre acalculia primaria (anaritmetia) yacalculia secundaria. Existe cierta superposición entrelos subtipos propuestos. Por ejemplo, en la anaritmetiaexisten déficit espaciales; la acalculia espacial resultantede daño hemisférico derecho es parcialmente tambiénuna acalculia alexica. Sin embargo, la clasificación pro-puesta permite una descripción y sistematización de losdefectos en el cálculo hallados en caso de daño cerebral:

1. Acalculia primaria:a) Anaritmetia

2. Acalculia secundaria:a) Acalculia afásica:

* En la afasia de Broca* En la afasia de Wernicke* En la afasia de conducción

b) Acalculia aléxica:* En la alexia central* En la alexia pura

c) Acalculia agraficad) Acalculia frontale) Acalculia espacial

Acalculia primariaAnaritmetia. La anaritmetia corresponde a la acalculiaprimaria. El paciente debe presentar una pérdida de losconceptos numéricos, una incapacidad para entendercantidades, déficit en la ejecución de operaciones mate-máticas básicas, inhabilidad para utilizar reglassintácticas en el cálculo, tales como llevar y prestar, y

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TRASTORNOS ASOCIADOS

frecuentemente confusión de signos aritméticos.Hécaen, Angelergues y Houiller (1961) encontraron unasuperposición importante entre la anaritmetia y la alexiay agrafia para números.

No es fácil encontrar casos de anaritmetia pura sindefectos afásicos adicionales. Tales pacientes con ana-ritmetia deben presentar errores en operaciones arit-méticas tanto orales como escritas. Además, debenpresentar fallas en el manejo de conceptos matemáti-cos y utilizar erróneamente los signos aritméticos. Usual-mente se ha considerado que lesiones parietalesposteriores izquierdas se asocian con acalculia, aunqueocasionalmente se han reportado casos de acalculia pri-maria correlacionadas con lesiones cerebrales en otrossitios. La forma de afasia más frecuentemente asociadacon anaritmetia es la afasia de conducción.

Acalculias secundariasAcalculia afásica. Las dificultades de cálculo se puedenobservar en pacientes afásicos, correlacionadas con eldefecto lingüístico. Así, pacientes con afasia de Wernic-ke y defectos de memoria verbal, manifiestan sus de-fectos de memoria verbal en la realización de cálculos.Pacientes con afasia de Broca tienen dificultades paramanejar la sintaxis aplicada al cálculo. En la afasia deconducción los defectos de repetición aparecen en laproducción de secuencias inversas de números. Estosignifica que los defectos en el cálculo se correlacionancon las dificultades lingüísticas generales en los pacien-tes afásicos. Los errores naturalmente dependen del tipoparticular de afasia.

Acalculia en la afasia de Broca. Dahmen, Hartje, Bussingy Strom (1982) observaron que los pacientes con afasiade Broca presentan trastornos en el cálculo de un tipo

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numérico-simbólico derivado de su alteración lingüísti-ca. Los pacientes con afasia de Broca presentan erroresen contar hacia atrás y en la realización de operacionessucesivas (del tipo 100, 93, 86... o, 1, 4, 7,...). Presentanigualmente errores de jerarquía (5 - 50) especialmenteen la lectura, pero también errores de orden, especial-mente en la escritura. En tareas de trascodificacion, seobservan omisiones de partículas gramaticales. Llevares generalmente difícil para este grupo de pacientes.

El empleo de la gramática y la sintaxis es en conse-cuencia difícil en pacientes con afasia de Broca. La afasiade Broca puede interpretarse como un trastorno en lasecuencia del lenguaje. Y no es sorprendente que entareas de cálculo, la producción de secuencias se halleigualmente alterada.

Acalculia en la afasia de Wernicke. Los pacientes con afasiade Wernicke presentan errores de tipo semántico,correlacionados con los errores de tipo lexical en la lec-tura y escritura de números. Luria (1977) enfatiza quelos errores de cálculo en la afasia acústico-amnésica(afasia de Wernicke tipo II) dependen de sus defectosen la memoria verbal. Esto es particularmente evidenteen la solución de problemas numéricos, cuando el pa-ciente requiere recordar ciertas condiciones del proble-ma. Cuando al paciente se le interroga sobre hechosnuméricos (¿cuántos días hay en un año?) son evidenteslos errores parafásicos. El significado de las palabras seencuentra debilitado y esto es válido también para elsignificado de los números. Los errores lexicales sonabundantes en diferentes tipos de tareas. Benson yDenckla (1969) enfatizan la presencia de parafasias ver-bales como una fuente importante de errores de cálculoen estos pacientes. Al escribir números al dictado, lospacientes con afasia de Wernicke pueden escribir nú-

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meros completamente irrelevantes, por ejemplo, se ledicta al paciente 257, él repite 820, y finalmente escribe193, evidenciando una pérdida en el sentido del lengua-je. En la lectura muestran errores por descomposición(463 - 46, 3). Las operaciones mentales, las operacionessucesivas y la solución de problemas numéricos apare-cen igualmente difíciles para estos pacientes (Rosselli yArdila, 1989).

Acalculia en la afasia de conducción. Los pacientes conafasia de conducción presentan errores muy importan-tes de cálculo. Pueden fracasar en la realización de lasoperaciones, tanto mentales como escritas. Tienen se-rias fallas en la realización de operaciones sucesivas yen la solución de problemas. En la lectura de númerosaparecen errores por descomposición, orden y jerarquía.Usualmente fallan en llevar, en el uso general de la sin-taxis del cálculo, y aun en la lectura de signos. Todoesto en conjunto, podría interpretarse como una anarit-metia. De hecho, el sitio de la lesión en la afasia de con-ducción puede ser bastante cercano al sitio del dañoesperado en la anaritmetia. Tanto la afasia de conduc-ción como la anaritmetia se han relacionado con dañoparietal izquierdo. La correlación significativa entreafasia de conducción y acalculia primaria no es enton-ces coincidencial.

Acalculia aléxicaLos defectos en el cálculo pueden correlacionarse condificultades generales en la lectura. Esto representa unaacalculia aléxica o alexia para los números. Se han des-crito cuatro tipos básicos de alexia (pura, central, fron-tal y espacial), pero los errores en el cálculo en la alexiafrontal se analizaron al describir la afasia de Broca; loserrores en el cálculo en la alexia espacial se consideran

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al describir la acalculia espacial. Se analizarán entoncessólo los errores en el cálculo encontrados en la alexiapura (alexia sin agrafia) y en la alexia central (alexiacon agrafia).

Acalculia en la alexia pura. La alexia pura es más unaalexia verbal (alexia para palabras) que una alexia lite-ral (alexia para letras). Es razonable que el paciente pre-sente mayores dificultades en la lectura de númeroscompuestos de varios dígitos que en la lectura de dígitosaislados. Al leer números muestra descomposición (81 -8,1) y algunos errores de jerarquía. Al leer palabras, lalectura es mejor para las letras colocadas a la izquierda;igualmente, en la lectura de números sólo el primero olos primeros dígitos se leen correctamente, y aun seobserva cierta negligencia derecha (3756 - 375). Debidoa la alexia, la realización de operaciones escritas es difí-cil y frecuentemente inexitosa. Debido a los defectos deexploración visual, alinear números en columnas y lle-var son tareas en las cuales el paciente puede fracasar.

Es importante subrayar que la lectura se realiza deizquierda a derecha, en las lenguas occidentales, perola realización de operaciones aritméticas procede dederecha a izquierda. Además de la hemianopsia (o almenos cuadrantanopsia) usualmente asociadas con laalexia pura, hay defectos de exploración visual y al di-rigir la atención a la derecha. Estas dificultades asocia-das hacen muy difícil la realización de operacionesaritméticas escritas. Sin embargo, la habilidad para rea-lizar operaciones mentales se encuentra apropiadamenteconservada.

Acalculia en la alexia central. La alexia parieto-tempo-ral incluye la incapacidad para leer números u otrossistemas simbólicos (como notas musicales). Sin em-

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bargo, en la práctica clínica se observa que usualmen-te la lectura de dígitos o números compuestos por va-rios dígitos puede ser superior a la lectura de letras opalabras. Ocasionalmente, el paciente puede ser inca-paz de decidir si un símbolo corresponde a una letra oa un número. Las operaciones matemáticas escritas seencuentran seriamente alteradas y la ejecución men-tal es notoriamente superior. Sin embargo, aunque ladistinción entre alexia y agrafia para números y ana-ritmetia, es conceptualmente válida, en la práctica esdifícil de establecer. La topografía del daño es similarpara la alexia con agrafia y la acalculia primaria, co-rrespondiendo a la circunvolución angular izquierda.Usualmente la alexia literal para números se asociacon alexia para signos aritméticos.

Acalculia agráficaLos errores de cálculo pueden aparecer como un resul-tado de la incapacidad para escribir cantidades. La difi-cultad específica se correlaciona con el tipo particularde agrafia.

En la agrafia asociada con la afasia de Broca, la agrafiaes una agrafia no fluente para cantidades, con algunasperseveraciones y errores de orden. En tareas de trasco-dificación del código numérico al código verbal, estospacientes presentan omisiones gramaticales y de letras.El paciente presenta dificultades en la producción desecuencias escritas de numeros (1, 2, 3,...), particular-mente en orden inverso (10, 9, 8,...).

En la afasia de Wernicke, la agrafia para números esuna agrafia fluente. Sin embargo, debido a los defectosde comprensión verbal, el paciente presenta errores enla escritura de números al dictado y escribe númerostotalmente irrelevantes (428 - 2530). Se observan confrecuencia errores lexicales (paragrafias verbales numé-

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LAS AFASIAS

ricas). En la escritura al dictado, puede hallarse frag-mentación (25 - 20,5).

En la afasia de conducción es evidente un defectoagráfico en la escritura de números. El paciente pareceincapaz de convertir el número que ha oído y que aunha repetido para sí, en una forma gráfica. Se observanerrores de orden, jerarquía e inversiones. La posibleagrafia apráxica no sólo altera la habilidad para realizarla secuencia motora requerida para escribir letras; tam-bién se manifiesta en la escritura de números. Escribirnúmeros es lento, difícil y aparecen autocorreccionespermanentes.

La agrafia para números en las agrafias motricescomparte las mismas características observadas en laescritura de letras, palabras y oraciones. En la agrafiaparética los números son grandes y burdamente forma-dos. En la agrafia hipoquinética las dificultades para lainiciación del acto motor son evidentes, aparecemicrografia y estrechamiento progresivo de los núme-ros. En la agrafia hiperquinética los números suelen sergrandes, difíciles de leer y distorsionados; frecuentemen-te el paciente simplemente es incapaz de escribir.

En otras palabras, la agrafia se manifiesta igualmen-te en la escritura del lenguaje, como en la escritura denúmeros y en la realización de operaciones escritas.

Acalculia frontalSe han mencionado frecuentemente en la literatura loserrores de cálculo hallados en pacientes con lesionesprefrontales (Ardila y Rosselli, 2002; Luria, 1980; Stussy Benson, 1986). Sin embargo, en la realización de ope-raciones aritméticas simples, tales dificultades puedenpasar inadvertidas. Estos pacientes pueden contar, com-parar cantidades y realizar operaciones aritméticas sen-cillas, especialmente si se les permite utilizar papel y

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TRASTORNOS ASOCIADOS

lápiz. Sin embargo, muestran dificultades evidentes enla realización de operaciones mentales, operacionessucesivas y solución de problemas matemáticos. Elmanejo de conceptos matemáticos complejos es impo-sible para ellos.

Los pacientes con daño frontal pueden presentarfallas en tareas de cálculo como consecuencia de dife-rentes tipos de alteraciones: a) resultantes de defectosatencionales, b) debidas a perseveración, c) consecuen-tes a la pérdida de conceptos matemáticos complejos yd) asociados con la incapacidad para establecer y apli-car una estrategia apropiada en la solución de un pro-blema numérico.

La acalculia frontal se encuentra en la afasia extra-silviana motora tipo I.

Acalculia espacialLos defectos espaciales en el cálculo observados en pa-cientes con daño hemisférico derecho, particularmenteparietal, se correlacionan frecuentemente con negligen-cia hemiespacial, alexia y agrafia de tipo espacial, difi-cultades construccionales y trastornos espacialesgenerales. No se observan dificultades en contar ni enla realización de operaciones sucesivas. Es inusual suasociación con la afasia.

EL SÍNDROME DE GERSTMANN

La acalculia se ha asociado desde hace décadas con otrossignos clínicos como son, agnosia digital, desorienta-ción derecha-izquierda y agrafia (Gerstmann, 1940).Estos tres signos clínicos, junto con la acalculia, con-forman el llamado síndrome de Gerstmann. La exis-tencia de síndrome de Gerstmann ha sido algunas vecescuestionada en la literatura. Generalmente aparece en

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LAS AFASIAS

una forma incompleta o asociado con otros trastornos,especialmente afasia, alexia y defectos perceptuales(Frederiks, 1985).

La presencia del síndrome de Gerstmann (completoo incompleto) sugiere una patología parietal izquierdaposterior (circunvolución angular), y aun se ha propues-to el nombre de síndrome angular para sustituir el nom-bre de síndrome de Gerstmann (Benson, 1979; Strub yGeschwind, 1983). El reporte de Morris, Luckers, Lesse,Dinner y Hahn (1984) sobre la aparición del síndromeGerstmann con estimulación eléctrica de la corteza ce-rebral, apoyaría su localización angular. Varios casos desíndrome de Gerstmann asociados con lesiones angula-res han sido presentados en la literatura (Ardila et al.,2000; Mazzoni et al., 1990; Roeltgen et al., 1983; Strub yGeschwind, 1974; Varney, 1984). En consecuencia, pa-rece razonable su localización angular.

No se espera afasia en los casos de un síndrome deGerstmann puro. Sin embargo, usualmente no se anali-za la presencia de una posible afasia semántica (afasiaextrasilviana sensorial tipo II). Según Strub y Geschwind(1983) la localización del síndrome de Gerstmann seríaangular con una extensión, no hacia el lóbulo occipital,como Gerstmann propuso, sino hacia la circunvoluciónsupramarginal y la circunvolución parietal inferior. Laagrafia correspondería a una agrafia apráxica y noafásica, no necesariamente asociada con alexia.

El síndrome completo es inusual, pero su presenta-ción incompleta es frecuente. En caso de presentacionesincompletas, la agrafia es el signo faltante. Esto puedeser el resultado de que la topografía de la agrafia apráxicano es exactamente angular, sino parietal inferior. Se hapropuesto reemplazar la agrafia por la afasia semánticacomo parte del síndrome angular, o simplemente consi-derar a la afasia semántica como el quinto signo del sín-

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TRASTORNOS ASOCIADOS

drome de Gestmann (Ardila et al., 1989; Ardila et al.,2000). Así, el síndrome de Gerstmann o síndrome angu-lar, incluiría acalculia, agnosia digital o una forma másextendida de autotopagnosia, desorientación derecha-izquierda y afasia semántica. Algunas veces se observatambién agrafia sin alexia, pero la agrafia resultaría deuna extensión parietal inferior de la lesión y no exacta-mente de la patología angular.

CASO 8APRAXIA VERBAL

Historia de la enfermedadHombre de 33 años, diestro, con ocho años de educa-ción formal y zapatero por profesión. Súbitamente pre-sentó hemiparesia derecha, hipoestesia derecha eincapacidad para hablar. Los síntomas comenzaron cuan-do al levantarse un día sintió que su brazo derecho per-tenecía a otra persona; cuando lo tocó lo sintió frío ycomo si fuese de una persona diferente. Fue hospitali-zado cuatro días más tarde. Su examen neurológico deingreso mostró hipoestesia en su miembro superior de-recho y en la hemicara derecha, con defectos evidentesen la producción del lenguaje. En este momento su dé-ficit motor ya había desaparecido. Una semana más tar-de se tomó una TAC cerebral que reveló un infartoisquémico en la corteza insular izquierda, que se exten-día hacia el opérculo parietal, incluyendo la mitad infe-rior de la corteza sensorial y la ínsula.

Evaluación del lenguajePaciente colaborador, bien orientado, con un lenguajeespontáneo lento, en general fluido, aunque ocasional-mente no fluido. Presenta algunas parafasias literalesen su lenguaje conversacional (aproximadamente una

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LAS AFASIAS

en cada 15 palabras) y cierta dificultad esporádica parahallar palabras. Utiliza oraciones de una longitud nor-mal y no se observa agramatismo.

Pruebas aplicadas* Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasias.* Prueba de las fichas.* Prueba de repetición.* Prueba de lectura, escritura y cálculo.* Prueba de praxis ideomotora e ideacional.* Figura compleja de Rey-Osterrieth.

Resultados de la evaluaciónExiste una buena conservación del lenguaje automático.La producción de series de números, días de la semana ymeses del año es correcta. Se observan dos omisiones deletras en la producción del alfabeto. Son adecuadas, tantola producción de secuencias automáticas, tales como ora-ciones y la habilidad para producir melodías como elHimno Nacional. Su perfil en la prueba de Boston para eldiagnóstico de las afasias correspondería a una afasia deconducción. Sus puntajes en las subpruebas de compren-sión auditiva son normales en contraste con sus bajospuntajes en las subpruebas de repetición y con el grannúmero de parafasias literales. En la versión abreviada dela prueba de las fichas el paciente obtuvo un puntaje de32/36 (dentro de límites normales), lo que supone unaconservación en la comprensión del lenguaje.

En una prueba de repetición para hispanoparlantesse evidencia un defecto severo en la repetición particu-larmente de logotomas y de palabras con más de dossílabas (tablas C8.1 y C8.2). En la repetición de frases yoraciones el paciente muestra una buena capacidad dememoria verbal y es capaz de repetir oraciones hastade 18 palabras; sin embargo, las palabras repetidas en

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TRASTORNOS ASOCIADOS

TABLA C8.1Resultados del paciente en la prueba de repetición

Sección Ejemplos Puntaje

Sílabas simples pa, te, lu 16/ 18Sílabas complejas trans, cla, bra 4/ 8Logotomas pataka, badiga 3/ 25Palabras sol, mesa, dactilografía 6/ 18Oraciones Las naranjas crecen en los árboles 2/ 15

TABLA C8.2Algunos ejemplos de errores en la repetición de logotomas y palabras

bafa - fana, fa, fasarada - raratana - taza, gaja, gaza, jarraserrucho - bechucho, gerrucho, escuyo, sesuyo, gerruyodromedario - bromedario, bronedario, drobedario, dobedariodesenmascarar - desempantarar, desempatarar

estas oraciones usualmente incluyen parafasias litera-les y por esta razón su puntaje es bajo.

La lectura en voz alta del paciente fue lenta, con unnúmero equivalente de paralexias literales al encontra-do en su lenguaje espontáneo. La lectura de logotomas yde palabras de más de dos sílabas es particularmente di-fícil y en ocasiones imposible. La comprensión de la lec-tura se halló bien conservada como se evidencia en lalectura de textos y en el seguimiento de órdenes escritas.

La escritura del paciente fue lenta, desautomatizada,con gran dificultad para formar cada una de los grafemas.El paciente mostró además dificultades graves para tras-cribir letras mayúsculas a minúsculas y viceversa. Lo-gró, sin embargo, formar letras a pesar de sus evidentesdefectos apráxicos. Fueron abundantes las paragrafiasliterales y su escritura apareció difícilmente inteligible,no sólo por la pobre calidad de los trazos, sino tambiénpor sus abundantes paragrafias.

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LAS AFASIAS

La realización de cálculos aritméticos sencillos fuecorrecta, pero la realización de cálculos escritos fuedifícil, mostrando el paciente una agrafia para canti-dades.

Al paciente se le pidió realizar cinco movimientospara cada uno de los siguientes grupos: a) movimientosbucofaciales (puntaje 1/5 para orden verbal y 2/5 paraimitación); b) realización de movimientos no significa-tivos por imitación con cada una de las manos (1/5 conla mano derecha y 2/5 con la mano izquierda); c) movi-mientos intransitivos (3/5 para la orden verbal, 4/5 porimitación) y d) movimientos transitivos con utilizaciónde las dos manos (5/5). En consecuencia, se observóuna evidente apraxia ideomotora.

En la copia de la figura compleja de Rey-Osterriethel paciente obtuvo un puntaje de 20/36 (percentil 4),resultante en gran parte de su falta de precisión en lostrazos. No se observaron simplicaciones de elementos odistorsión de la figura; más exactamente se observó tor-peza en el dibujo y en la unión de las líneas. Su defectofue resultado más de su apraxia ideomotora que de unaapraxia construccional.

ConclusiónEl paciente presenta un lenguaje espontáneogramaticalmente correcto con eventuales parafasias li-terales, buena comprensión y un muy notorio defectoen la repetición, particularmente en la repetición delogotomas, correspondiendo en consecuencia a unaafasia de conducción. Su perfil en la prueba de Bostonpara el diagnóstico de las afasias afirma este defecto fun-damental en el lenguaje del paciente. Su lectura en vozalta presenta aproximaciones y autocorrecciones, sien-do frecuentes las paralexias literales; sus errores en lalectura son en consecuencia paralelos a sus errores en

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el lenguaje espontáneo; sin embargo, su nivel de com-prensión de la lectura es adecuada como se evidenciaen la facilidad para seguir órdenes verbales escritas. Enotras palabras, el paciente lee correctamente, pero fallaen la producción del acto verbal articulatorio.

Hay una apraxia ideomotora evidente (aunque nouna apraxia ideacional), en particular una apraxia paralos movimientos bucofaciales y los movimientos rela-cionados con la producción del lenguaje (apraxia ver-bal). Su agrafia se caracteriza por las dificultades paralograr los trazos correspondientes a cada una de las le-tras (agrafia apráxica) y la abundancia de paragrafiasliterales, similares a las parafasias literales en su len-guaje espontáneo o repetitivo (agrafia afásica).

El paciente desarrolla adecuadamente cálculos arit-méticos mentales, pero la realización de operacionesnuméricas escritas es virtualmente imposible, por laincapacidad para escribir las cantidades. Es decir, no haydefectos primarios en el cálculo (acalculia primaria) ylos conceptos aritméticos se encuentran adecuadamen-te conservados. Los defectos hallados en el cálculo re-sultan en consecuencia de su defecto apráxico;representan una agrafia apráxica para cantidades.

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CAPÍTULO XExamen de las afasias

El examen de las afasias utiliza procedimientos clínicos,tomados de la neurología, y psicométricos, heredadosde la psicología. La división entre procedimientos de eva-luación clínica y psicométricas, sin embargo, parece másartificial que real. De hecho, el examen del lenguaje su-pone una observación cuidadosa de sus características,como desviaciones fonéticas, presencia de parafasias,agramatismo, etc., al igual que la utilización de pruebasestandarizadas y normalizadas (psicométricas).

Se podría proponer que la evaluación del lenguaje serealiza buscando uno o varios de los siguientes objetivos:

1. Determinar si el lenguaje del paciente usualmente,aunque no necesariamente, luego de alguna condi-ción patológica, es normal o anormal.

2. Analizar los síntomas (olvido de palabras) y signos(presencia de parafasias) presentes e identificar lossíndromes fundamentales subyacentes.

3. Proponer procedimientos terapéuticos y rehabilita-tivos.

4. Proveer información adicional para efectuar undiagnóstico diferencial entre condiciones aparente-mente similares (afasia y disartria).

5. Proponer posibles patologías subyacentes a ladisfunción lingüística existente.

En la práctica profesional pueden existir muchasrazones adicionales para realizar una evaluación del len-

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LAS AFASIAS

guaje; por ejemplo, para determinar la capacidad labo-ral de un paciente; para realizar un seguimiento de unpaciente y determinar las características de su evolu-ción, o la eficacia de un procedimiento terapéutico par-ticular, o simplemente con fines exploratorios y/oinvestigativos.

Históricamente, Head (1926) fue el primer autor quepropuso la utilización de procedimientos estándar en laevaluación de las afasias. Desde entonces, la normaliza-ción y validación de las pruebas de lenguaje ha consti-tuido una preocupación permanente en el área de lasafasias. Sin embargo, la disponibilidad de normas nosubstituye la habilidad clínica para realizar un análisissindromático; no puede nunca reemplazar el conoci-miento acerca de la organización cerebral del lenguaje.Es necesario tener siempre presente que sobre la ejecu-ción de un paciente en una tarea determinada incidenuna serie importante de factores que es necesario con-siderar cuidadosamente, como son principalmente elnivel premórbido, el nivel de escolaridad y la edad delpaciente. En Colombia, México, España y otros países,se ha llevado a cabo un programa de normalización depruebas y existen ya normas en español para muchasde las pruebas más frecuentemente empleadas en laevaluación de las afasias.

Cuando se trata de comunicar los resultados de unexamen, por ejemplo, cuando se requiere entregar unreporte del paciente, cuando se trata de presentar elcaso a la comunidad profesional o simplemente cuan-do es necesario registrar la evolución del paciente, esaconsejable, además de los procedimientos puramen-te clínicos y cualitativos, emplear procedimientos es-tandarizados y cuantitativos de evaluación, que seanclaros, comprensibles y comparables. Esto aumenta elnivel de intercomunicabilidad y confiabilidad.

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EXAMEN DE LAS AFASIAS

La evaluación clínica de las afasias supone la explo-ración de determinados aspectos del lenguaje, tal comose señala en la tabla 1. Tales aspectos se pueden explo-rar utilizando diferentes procedimientos.

TABLA 1Aspectos del lenguaje generalmente incluidos

en una evaluación de las afasias

Aspecto Tipo de prueba

Producción Lenguaje espontáneo (hay o no lenguaje espontáneo;cantidad; longitud de las frases; fluidez; desviacionesfonéticas; agramatismo-paragramatismo; parafasias;habla vacía; neologismos; jerga; prosodia; característi-cas del habla; agilidad oral y verbal; disartria; apraxiadel habla, etc.)

Comprensión Lenguaje conversacionalSeñalar (objetos, partes del cuerpo, colores, acciones)Órdenes verbales progresivamente más complejas

Repetición Palabras-seudopalabrasPalabras una, dos, tres, cuatro sílabasFrases progresivamente más largas (3, 4, ….18 pala-bras)

Denominación Objetos externosPartes del cuerpoColoresAcciones

Lectura Letras, palabras, seudopalabras, frases, textosComprensiónParalexias, omisionesPalabras concretas-abstractas, nombres-elementos gra-maticales

Escritura FirmaLetras, palabras, frases (caligrafía, uso del espacio, erro-res en la escritura de letras, paragrafias, ortografía)Escritura espontáneaCopia, dictadoEscritura de números

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LAS AFASIAS

En la evaluación de las afasias podemos distinguirlas baterías de pruebas dirigidas a realizar un evalua-ción integral del lenguaje y las pruebas dirigidas a laevaluación de un aspecto específico del lenguaje (porejemplo, denominación). En la tabla 2 se presenta unalista de algunas de las pruebas más frecuentemente uti-lizadas en la evaluación de las afasias en español.

TABLA 2Algunas pruebas de diagnóstico de las afasias

Baterías de pruebas* Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasias* Examen multilingüe de las afasias* Prueba de Minnesota para el diagnóstico diferencial de las afasias* Índice Porch de habilidad comunicativa (PICA)* Batería de las afasias de Western* Prueba de afasia para bilingües

Examen de habilidades lingüísticas específicas* Prueba de denominación de Boston* Prueba de las fichas* Pruebas de lectura, escritura y gramática en español* Pruebas de fluidez verbal (semántica y fonológica)

BATERÍAS DE PRUEBAS

Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasiasEs probablemente la prueba para el diagnóstico de lasafasias más frecuentemente utilizada durante los últi-mos años (Goodglass y Kaplan, 1972, 1986). En españolexisten dos traducciones realizadas por Editorial MédicaPanamericana, en 1979 y 1996. La adaptación españolade la segunda traducción fue hecha por García-Albea,Sánchez Bernardos y del Viso. Existen también dos estu-dios normativos realizados en Colombia, el primero en1990, por Rosselli, Ardila, Florez y Castro y por el segun-do en el año 2000 y por Pineda, Rosselli, Ardila, Mejía,Romero y Pérez (tablas 3 y 4).

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EXAMEN DE LAS AFASIAS

La prueba de Boston para el diagnóstico de las afasiaspermite obtener un perfil general del lenguaje del pa-ciente en diversas áreas:

1. Escala de severidad: se puntúan ocho característi-cas en una escala de siete puntos.

2. Comprensión auditiva: discriminación de palabras,identificación de partes del cuerpo, órdenes, mate-rial ideativo complejo.

3. Expresión oral: agilidad oral, secuencias automati-zadas, recitado y ritmo, repeticiones de palabras, fra-ses y oraciones, lectura de palabras, respuestas dedenominación, denominación por confrontación vi-sual, denominación de partes del cuerpo, nombraranimales, lectura de oraciones en voz alta.

4. Comprensión del lenguaje escrito: denominación deletras y palabras, asociación fonética, emparejar di-bujo-palabra, lectura de oraciones y párrafos.

5. Escritura: mecánica de la escritura, recuerdo de sím-bolos escritos, encontrar palabras escritas, formula-ción escrita.

Examen multilingüe de las afasiasDesarrollado por Benton y Hamsher (1976) representauna batería relativamente fácil y corta de aplicar quepermite un examen comprensivo del lenguaje. Existeuna versión en español (Rey y Benton, 1991). Para lasnormas en español se utilizó una muestra de 234 adul-tos con edades entre los 18 y los 70 años y con niveleseducativos entre cuatro hasta más de 16 años de escola-ridad. La muestra normativa estuvo compuesta por cu-banos, mexicanos y puertorriqueños. El manual de laversión española presenta las normas para diferentesgrupos y los ajustes requeridos en la puntuación, segúnla edad y el nivel de escolaridad del participante.

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LAS AFASIAS

El examen multilingüe de las afasias incluye las si-guientes subpruebas:

1. Nombramiento visual.2. Repetición de oraciones.3. Asociación controlada de palabras.4. Prueba de las fichas.5. Comprensión auditiva de palabras y frases.6. Comprensión escrita de palabras y frases.

Se incluye igualmente una escala de evaluación ar-ticulatoria.

...continúa

TABLA 3Puntajes promedio y desviaciones estándar (en paréntesis) en las

diferentes subpruebas de la prueba de Boston para el diagnóstico delas afasias en diferentes niveles educacionales.

Edad 19-35 años

Subprueba Escolaridad1– 9 años 10–15 años > 16 años

Comprensión:* Discriminación palabras 70.1 (2.0) 70.7 (2.5) 71.1 (1.9)* Identificación partes cuerpo 18.1 (1.5) 18.6 (1.5) 19.3 (1.2)* Órdenes 14.0 (1.1) 14.5 (1.0) 14.3 (1)* Material complejo 8.3 (2.3) 8.9 (1.4) 9.2 (1.5)

Lenguaje automático:* Oraciones automáticas 13.8 (0.7) 13.8 (0.4) 13.8 (0.4)* Recitado y ritmo 1.8 (0.7) 1.9 (0.3) 1.9 (0.4)

Repetición:* Palabras 10.0 (0) 9.9 (0.2) 10.0 (0)* Probabilidad alta 7.6 (0.7) 7.9 (0.4) 8.0 (0)* Probabilidad baja 7.7 (0.7) 9.9 (0.3) 8.0 (0)

Lectura oral:* Palabras 28.2 (5.0) 30.0 (0) 30.0 (0)* Oraciones 8.8 (3.0) 10.0 (0) 9.9 (0.2)

Denominación:* Respuestas de denominación 27.8 (6.7) 29.9 (0.4) 29.1 (4.2)* Denominación confrontación 93.8 (3.2) 95.7 (0.9) 95.8 (0.7)* Partes del cuerpo 26.6 (2.4) 27.1 (2.5) 28.1 (1.9)* Nombrar animales 21.3 (6.0) 26.4 (5.8) 29.6 (4.8)

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EXAMEN DE LAS AFASIAS

TABLA 4Puntajes promedio y desviaciones estándar (en paréntesis) en las

diferentes subpruebas de la prueba de Bostonpara el diagnóstico de las afasias

Edad 36-50 años

Subprueba Escolaridad1– 9 años 10–15 años > 16 años

Comprensión:* Discriminación de palabras 68.9 (3.8) 71.1 (1.3) 71.4 (1.3)* Identificación partes cuerpo 18.4 (1.3) 19.0 (0.9) 19.3 (1.7)* Órdenes 14.0 (1.4) 14.6 (1.0) 14.6 (0.7)* Material complejo 7.9 (2.0) 9.4 (1.4) 9.5 (1.7)

Lenguaje automático:* Secuencias automáticas 13.0 (1.5 13.8 (0.6) 13.8 (0.8)* Recitado y ritmo, 1.8 (0.6) 1.9 (0.5) 1.8 (0.6)

Repetición:* Palabras 10.0 (0) 10.0 (0) 30.0 (0)* Probabilidad alta 7.5 (0.9) 7.9 (0.3) 7.9 (0.3)* Probabilidad baja 7.6 (0.5) 7.9 (0.4) 7.9 (0.4)

Lectura oral:* Palabras 29.9 (0.4) 30.0 (0) 30.0 (0)* Oraciones 10.0 (0) 10.0 (0) 9.9 (0.2)

...continúa

Comprensión escrita:* Discriminación de símbolos 8.8 (2.9) 9.9 (0.2) 10.0 (0)* Reconocimiento palabras 7.9 (0.3) 7.8 (1.2) 7.9 (0.3)* Asociación fonética 5.6 (2.1) 6.6 (1.6) 7.3 (1.1)* Emparejar dibujo-palabra 9.9 (0.3) 10.0 (0) 10.0 (0)* Oraciones, párrafos 8.3 (1.3) 9.4 (0.9) 9.7 (0.5)

Escritura:* Mecánica 5.0 (0) 5.0 (0) 4.9 (0.3)* Escritura seriada 44.7 (7.2) 47.2 (1.5) 47.6 (0.9)* Dictado 13.3 (1.1) 13.7 (1.7) 14.0 (0)* Denom confrontación escrita 8.9 (2.6) 9.9 (0.2) 10.0 (0)* Deletreo al dictado 9.2 (2.3) 9.9 (0.2) 9.9 (0.2)* Oraciones al dictado 10.7 (3.6) 12.0 (0) 12.0 (0)* Escritura narrativa 4.8 (0.7) 4.9 (0.3) 4.9 (0.3)

Adaptado de Pineda et al., (2000).

Subprueba Escolaridad1– 9 años 10–15 años > 16 años

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LAS AFASIAS

Se incluye igualmente una escala de evaluación ar-ticulatoria.

La versión española del examen multilingüe de lasafasias representa quizá la batería más práctica para laevaluación de pacientes afásicos existente en español.

Prueba de Minnesotapara el diagnóstico diferencial de las afasias

Esta prueba (Schuell, 1953, 1973) contiene 59 subprue-bas, agrupadas en cinco áreas diferentes: trastornosauditivos, trastornos visuales y de la lectura, trastornosdel habla y el lenguaje, trastornos visomotores y de laescritura, trastornos de las relaciones numéricas y losprocesos artométicos. Esta extensa batería puede tomarvarias horas en su aplicación. Lo resultados se resumenen una escala diagnóstica dividida en categorías funcio-

Subprueba Escolaridad1– 9 años 10–15 años > 16 años

Denominación:* Respuestas de denominación 30.0 (0) 29.2 (3.8) 29.9 (0.6)* Denominación confrontación 91.1 (5.5) 94.7 (3.0) 95.5 (2.3)* Partes del cuerpo 26.4 (2.7) 28.0 (2.2) 28.5 (2.2)* Nombrar animales 21.0 (4.2) 24.0 (6.9) 28.5 (2.2)

Comprensión escrita:* Discriminación de símbolos 9.4 (1.1) 9.7 (1.0) 9.9 (0.4)* Reconocimiento palabras 8.0 (0) 8.0 (0) 7.9 (0.2)* Asociación fonética 5.3 (2.1) 6.5 (1.5) 7.2 (1.0)* Emparejar dibujo-palabra 10.0 (0) 10.0 (0) 10.0 (0)* Oraciones, párrafos 9.1 (1.3) 9.6 (0.8) 9.6 (0.5)

Escritura:* Mecánica 5.0 (0) 4.9 (0.2) 4.9 (0.2)* Escritura seriada 42.3 (6.8) 47.8 (1.5) 47.4 (1.2)* Dictado 13.5 (0.9) 13.9 (0.3) 13.6 (1.9)* Denom confrontación escrita 9.8 (0.5) 9.9 (0.2) 9.9 (0.4)* Deletreo al dictado 9.4 (1.0) 9.9 (0.3) 9.9 (0.2)* Oraciones al dictado 12.0 (0) 12.0 (0) 11.8 (0.7)* Escritura narrativa 5.0 (0) 5.0 (0) 4.8 (0.7)

Adaptado de Pineda et al., (2000).

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EXAMEN DE LAS AFASIAS

nales. Se espera que los resultados obtenidos sean deutilidad especialmente en la planeación de procedimien-tos terapéuticos.

Índice Porch de habilidad comunicativa (PICA)El Índice Porch (PICA) (Porch, 1983) fue desarrolladopara medir una muestra de habilidades comunicativasen una forma confiable. Contiene 18 subpruebas, cadauna de ellas con 10 ítems, cuatro de ellos verbales, ochogestuales y seis gráficos. El examinador puntúa las res-puestas utilizando un sistema multidimensional de 16puntos. Se supone que su aplicación requiere un entre-namiento riguroso, por razones de confiabilidad en lapuntuación de las respuetas. Se ha señalado que dadosu formato rígido y su sistema de calificación, puedesuministrar un sistema de medida muy sensible a cam-bios menores en las habilidades de comunicación delpaciente. Sin embargo, se le ha criticado, ya que algu-nas habilidades lingüísticas no son apropiadamente eva-luadas, lo cual no permite hacer un diagnóstico de laafasia dentro de una categoría específica.

Batería de las afasias de WesternEn gran medida, representa un desarrollo ulterior de laprueba de Boston, para el diagnóstico de las afasias(Kertesz, 1979, 1982). De hecho, muchos de los ítemsson tomados de la prueba de Boston. Se espera que susresultados sean de utilidad, tanto en el diagnóstico comoen el tratamiento del paciente afásico. La batería incluyecuatro subpruebas de lenguaje oral que permiten deri-var cinco puntajes. Estos puntajes se convierten en unaescala de 10 puntos, permitiendo crear un perfil de eje-cución. Posteriormente, se puede calcular un cociente deafasia multiplicando por dos cada uno de los cincopuntajes escalares y sumándolos. Un puntaje normal o

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LAS AFASIAS

perfecto corresponde a 100. Las discrepancias con estepuntaje total informan sobre la gravedad del trastornoafásico. Se incluyen adicionalmente pruebas de lectura,escritura, aritmética, praxis, habilidades construcionalesy la prueba de matrices progresivas de Raven. Con estose intenta tener una apreciación global sobre el estadogeneral del paciente. Los puntajes de estas últimas sub-pruebas se pueden combinar en un cociente de ejecución.El cociente de afasia y el cociente de ejecución combina-dos permiten derivar un cociente cortical. Se consideraque la batería de las afasias de Western tiene índices deconfiabilidad y validez aceptables y una estructura esta-dística apropiada. Existe una adaptación al español de labatería de las afasias de Western realizada por PascualLeone en España (Kertesz et al., 1990) y ha sido utilizadaen diversos países latinoamericanos, como México.

Prueba de afasia para bilingüesParadis (1987) ha trabajado durante años en el desarro-llo de una batería para el diagnóstico de las afasias ensujetos bilingües. Tal batería se conoce como bilingualaphasia test. La prueba debe ser aplicada en las dos len-guas del sujeto y posteriormente, se debe analizar lahabilidad para traducir de una a la otra lengua. La prue-ba se encuentra disponible para el estudio de decenasde parejas de lenguas, incluyendo la pareja español-in-glés (Paradis y Ardila, 1989).

La prueba de afasia para bilingües incluye cuatromodalidades: escuchar, hablar, leer y escribir. Se inclu-yen las siguientes secciones:

1. Características del bilingüismo (ítems 1-17).2. Lenguaje espontáneo (ítems 18-22).3. Señalar (ítems 23-32).

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EXAMEN DE LAS AFASIAS

4. Órdenes simples (ítems 32-37).5. Órdenes semicomplejas (ítems 38-42).6. Órdenes complejas (ítems 43-47).7. Discriminación auditivo-verbal (ítems 48-65).8. Comprensión sintáctica (ítems 66-152).9. Categorías semánticas (ítems 153-157).

10. Sinónimos (ítems 158-162).11. Antónimos (ítems 163-167).12. Antónimos II (ítems 168-172).13. Juicios gramaticales (ítems 173-182).14. Aceptabilidad semántica (ítems 183-192).15. Repetición y juicio (ítems 193-252).16. Repetición de oraciones (ítems 253-259).17. Series (ítems 260-262).18. Fluidez verbal (ítems 263-268).19. Denominación (ítems 268-288).20. Construcción de oraciones (ítems 289-313).21. Opuestos semánticos (ítems 314-323).22. Morfología derivada (ítems 324-343).23. Descripción (ítems 344-346).24. Aritmética mental (ítems 347-361).25. Comprensión de un texto oído (ítems 362-366).26. Lectura en voz alta de palabras (ítems 367-376).27. Lectura en voz alta de oraciones (ítems 377-386).28. Comprensión de un texto escrito (ítems 387-392).29. Copia (ítems 393-397).30. Dictado de palabras (ítems 398-402).31. Dictado de oraciones (ítems 403-407).32. Comprensión de palabras escritas (ítems 408-417).33. Comprensión de oraciones escritas (ítems 418-427).34. Escritura espontánea.35. Análisis posterior a la aplicación de la prueba.

La prueba de afasia para bilingües es quizá la pruebamejor organizada y más comprensiva en el diagnós-

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LAS AFASIAS

tico de las afasias. Aunque puede utilizarse para ana-lizar la disociación en la afasia existente entre doslenguas, también pueden emplearse para el estudiode la afasia en una lengua particular. En este sentido,es una prueba equivalente en decenas de lenguasdiferentes.

EXAMEN DE HABILIDADES LINGÜÍSTICAS ESPECÍFICAS

Prueba de denominación de BostonA pesar de que existen diferentes pruebas de denomi-nación utilizadas en el diagnóstico de las afasias, estaprueba ha alcanzado una gran popularidad. Se le pre-sentan al sujeto 60 figuras dibujadas en tinta negra so-bre un fondo blanco para que diga su nombre (Kaplanet al., 1978). Las figuras corresponden a diferentes ca-tegorías, tales como objetos, animales, insturmentos,etc. Si el sujeto no logra encontrar su nombre, se lesuministra una clave semántica (es un animal); si aúncon la clave semántica es incapaz de encontrar el nom-bre, se le presenta una clave fonológica (ri). Existe untiempo de 20 segundos para cada respuesta. Las res-puestas correctas son aquellas que el sujeto logra sinclaves o utilizando la clave semántica. El puntaje totales 60. Existe una versión española (García-Albea et al.,1996), en la cual algunas de las figuras se modifica-ron. Se presentan los resultados obtenidos con 40 pa-cientes afásicos.

Algunas de las figuras incluídas no se ajustan al voca-bulario del español latinoamericano. En Colombia seha realizado un intento de estandarización y normaliza-ción de esta prueba (tabla 5). Se han propuesto versio-nes abreviadas con sólo 15 figuras desarrolladasdirectamente en español (Ardila et al., 1994).

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EXAMEN DE LAS AFASIAS

Tabla 5Datos evolutivos en la prueba de denominación de Boston de

acuerdo a la edad, el sexo y el nivel socioeconómicoobtenidos en 233 niños normales

Nivel EdadSocioeconómico 5-6 7-8 9-10 11-12

Alto Niños 35.6 41.7 46.5 50.5(7.0) (3.9) (5.5) (3.3)

Niñas 33.4 37.8 44.6 48.5(6.8) (5.6) (5.7) (3.5)

Bajo Niños 31.0 37.7 45.2 48.6(4.0) (6.1) (5.1) (3.3)

Niñas 29.8 33.2 40.5 47.5(5.0) (5.2) (5.6) (4.8)

Promedio Niños 33.3 39.7 46.9 50.0(5.5) (5.0) (5.3) (3.3)

Niñas 31.6 35.5 42.6 48.8(5.9) (5.4) (5.7) (4.2)

Entre paréntesis se señalan las desviaciones estándar.Fuente: Ardila y Roselli (1994).

Prueba de las fichasEsta prueba de comprensión de lenguaje posee dos ver-siones diferentes: una versión extensa (De Renzi y Vig-nolo, 1962) y una versión abreviada (De Renzi y Faglioni,1978). Las normas de la versión abreviada incluyen unpuntaje de corrección dependiente de la escolaridad delpaciente (Lezak, 1995). Existe una traducción y norma-lización al español (Ardila y Rosselli, 1992). Además deestas dos versiones básicas, existen otras adaptaciones.Por ejemplo, el examen multilingüe de las afasias(Benton y Hamsher, 1976) y el neuropsi (Ostrosky et al.,1999) incluyen versiones especiales de la prueba de lasfichas. A continuación se presenta la versión abreviada(De Renzi y Faglioni, 1978) de la prueba de las fichas,considerada como una prueba particularmente sensi-ble a los defectos en la comprensión del lenguaje, y más

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LAS AFASIAS

extensamente utilizada en el campo, no sólo de lasafasias, sino también de las demencias.

Parte I. Todas las fichas1. Señale un círculo.2. Señale un cuadrado.3. Señale una figura amarilla.4. Señale una figura roja.5. Señale una figura negra.6. Señale una figura verde.7. Señale una figura blanca.

Parte II. Solamente las fichas grandes8. Señale un cuadrado amarillo.9. Señale un círculo negro.

10. Señale un círculo verde.11. Señale un cuadrado blanco.

Parte III. Todas las fichas12. Señale el círculo blanco pequeño.13. Señale el cuadrado amarillo grande.14. Señale el cuadrado verde grande.15. Señale el círculo negro pequeño.

Parte IV. Solamente las fichas grandes16. Señale el círculo rojo y el cuadrado verde.17. Señale el cuadrado amarillo y el cuadrado negro.18. Señale el cuadrado blanco y el círculo verde.19. Señale el círculo blanco y el círculo rojo.

Parte V. Todas las fichas20. Señale el círculo blanco grande y el cuadrado verde

pequeño.21. Señale el círculo negro pequeño y el cuadrado ama-

rillo grande.

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EXAMEN DE LAS AFASIAS

22. Señale el cuadrado verde grande y el cuadrado rojogrande.

23. Señale el cuadrado blanco grande y el círculo verdepequeño.

Parte VI. Solamente las fichas grandes24. Ponga el círculo rojo sobre el cuadrado verde.25. Con el cuadrado rojo señale el círculo negro.26. Señale el círculo negro y el cuadrado rojo.27. Señale el círculo negro o el cuadrado rojo.28. Ponga el círculo verde lejos del cuadrado amarillo.29. Si hay un círculo azul, señale el cuadrado rojo.30. Coloque el cuadrado verde al lado del círculo rojo.31. Señale los cuadrados lentamente y los círculos rápi-

damente.32. Ponga el círculo rojo entre el cuadrado amarillo y el

cuadrado verde.33. Señale todos los círculos, excepto el verde.34. Señale el círculo rojo pero no el cuadrado blanco.35. En lugar del cuadrado blanco, señale el círculo ama-

rillo.36. Además de señalar el círculo amarillo, señale el

círculo negro.

La tabla 6 presenta los datos evolutivos en una po-blación colombiana.

Pruebas de lectura, escritura y gramática en españolDado que todos los sistemas de lectoescritura presen-tan sus peculiaridades y existen principios gramatica-les propios de cada lengua, se ha hecho necesariodesarrollar en español, pruebas de lectura, escritura ygramática (Ardila et al., 1994; Ávila, 1976). Los erroresen la lectoescritura en cada lengua deben interpretar-se de acuerdo a los principios lingüísticos particulares

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LAS AFASIAS

TABLA 6Datos evolutivos en la prueba de las fichas, versión abreviada, de

acuerdo a la edad, el sexo y el nivel socioeconómico obtenidos en233 niños normales.

Nivel EdadSocioeconómico 5-6 7-8 9-10 11-12

Alto Niños 32.9 33.5 34.7 34.8(4.7) (1.6) (1.4) (1.2)

Niñas 34.0 34.4 35.2 35.0(2.3) (1.5) (1.0) (1.3)

Bajo Niños 31.2 33.0 35.1 35.2(7.8) (2.2) (1.9) (0.7)

Niñas 30.1 33.0 34.9 35.2(1.8) (2.0) (1.3) (0.6)

Promedio Niños 32.1 33.3 34.9 35.0(6.3) (1.9) (1.7) (1.0)

Niñas 32.1 33.7 35.1 35.1(2.1) (1.8) (1.2) (1.0)

Entre paréntesis se señalan las desviaciones estándar.Fuente: Ardila y Roselli (1994).

y al sistema de escritura de cada lengua en particular.En las pruebas de lectura y escritura se debe incluir almenos: lectura y escritura de letras, sílabas, logotomas,palabras, frases y textos; cambios en el tipo de letra,deletreo de palabras y reconocimiento de palabras dele-treadas: escritura espontánea, por copia y al dictado;comprensión de órdenes escritas y pareamiento entrematerial escrito y figuras. Lo errores potenciales en lalectura y la escritura hallados en español no son com-pletamente coincidentes con los errores encontradosen otras lenguas, dadas las características propias delsistema escritura del español. Igualmente, los erroresgramaticales sólo pueden interpretarse al interior dela gramática de cada lengua. Existen aspectos grama-ticales que son compartidos por todas las lenguas delmundo, pero existen también características propias

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EXAMEN DE LAS AFASIAS

del agramatismo en cada lengua. La observación clíni-ca señala que:

1. En español la omisión del los artículos representa elsigno más evidente de agramatismo. Es interesanteanotar que los pacientes con afasia de Wernicke, apesar de no poder encontrar los nombres, puedenseleccionar correctamente los artículos, por ejem-plo, pueden ser incapaces de encontrar las palabrasla mesa, pero saben que es la, y no el.

2. El español posee un orden muy flexible de las pala-bras al interior de la oración. En casos de agramatis-mo, la flexibilidad en el orden de las palabras puedeverse alterada. Los pacientes con afasia de Broca pue-den producir y entender oraciones con un orden ca-nónigo de las palabras en la oración, pero fracasanen la comprensión de oraciones que no siguen unorden canónigo.

Benedet, Christiansen y Goodglass (1998) seleccio-naron seis pacientes con afasia de Broca. Se les admi-nistró la versión española de la batería morfosintácticadesarrollada por Goodglass, Christiansen y Gallagher(1993). Encontraron que el orden relativo de dificultad,tanto en la producción como en la comprensión demorfemas gramaticales, fue similar al reportado en in-glés. Sin embargo, se hallaron dos diferencias impor-tantes: a) los afásicos hispanoparlantes tenían una mejorconcordancia sujeto-verbo, y b) la comprensión de ora-ciones activas y pasivas fue peor en español que en in-glés. En español las formas verbales dependen más delpronombre que en inglés (yo tengo, tú tienes, él tiene).Parecería comprensible que las relaciones entre sujetoy verbo pueden ser más fuertes y resistentes en espa-ñol que en inglés. De manera similar, las construccio-

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LAS AFASIAS

nes pasivas son más frecuentes en inglés que en espa-ñol. En consecuencia, parece comprensible que seanmás fuertes y resistentes.

Ostrosky, Ardila y Rosselli (1999) analizaron las es-trategias sintácticas y no sintácticas usadas para la com-prensión de oraciones en pacientes hispanoparlantes conafasia de Broca. Los resultados mostraron diferenciassignificativas en el empleo de estrategias sintácticas yno sintácticas. Los pacientes afásicos solamente usaronmarcas morfosintácticas. No se encontró un efecto sig-nificativo del orden de las palabras. Se observaron dife-rentes estrategias en la comprensión de las oraciones.

En conclusión, aunque existen aspectos universalesdel agramatismo encontrado en la afasia, la forma parti-cular de su manifestación depende de las característi-cas morfosintácticas de cada lengua.

Prueba de fluidez verbalSe ha convertido en una de las pruebas más difundidasen un examen del lenguaje. Consiste, en su condiciónfonológica, en pedir al sujeto que diga todas las palabrasque comienzan con una letra particular, generalmenteF, A, y S, conocida en tales condiciones como pruebaFAS, en un lapso de un minuto. Usualmente se excluyenlos nombres propios y las palabras derivadas. En su con-dición semántica, se le pide al sujeto que nombre todoslos elementos posibles que pertenecen a una categoríadeterminada, generalmente animales, frutas o vegeta-les, en un lapso de un minuto. Además de la produccióntotal, se tiene también en cuenta la conservación de lacategoría, la perseveración en la producción de pala-bras y la utilización de palabras derivadas. Su ejecuciónse encuentra disminuida en pacientes con lesiones pre-frontales. Existen normas desarrolladas en Colombiapara grupos educacionales de rangos de edad (tabla 7).

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EXAMEN DE LAS AFASIAS

TABLA 7Puntajes normativos en la prueba

de fluidez verbal semántica y fonológica(entre paréntesis) obtenidos en 346 sujetos normales

Nivel EdadEducativo 56-60 61-65 66-70 71-75 >75

0-5 años 12.8 12.2 11.2 11.1 9.4(9.4) (8.4) (7.2) (7.2) (7.0)

6-12 años 16.0 15.9 13.3 12.7 11.0(12.2) (12.1) (9.9) (9.3) (7.2)

> 12 años 16.1 16.1 15.8 13.7 11.7(13.3) (12.9) (12.5) (12.4) (9.1)

Fuente: Ardila y Rosselli (1989).

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CAPÍTULO XIRecuperación y rehabilitación

Toda persona que haya vivido en un mundo lingüísticodiferente puede imaginar el sentimiento de aislamientoy soledad que posee el paciente afásico. La pérdida, nosólo del lenguaje, sino también frecuentemente de lamemoria, las habilidades atencionales o la orientaciónespacial, crean en el paciente un sentimiento profundode angustia e invalidez. Las dificultades para comunicar-se, aun con las personas más cercanas, para recorrer elcamino para llegar a nuestra casa, o para recordar siquie-ra en que fecha nos encontramos, son motivo de incapa-cidad para el paciente y desesperanza para su familia.Los pacientes con afasias motoras usualmente presen-tan también un trastorno motor (hemiparesia), lo cualles crea una doble incapacidad: verbal y motora.

Desde las primeras observaciones acerca de los dé-ficit cognoscitivos y comportamentales en pacientes condaño cerebral, la posibilidad de recuperación y rehabi-litación ha tenido un interés central. En el siglo XVI

aparecen ya algunos reportes de recuperación espon-tánea en pacientes con daño cerebral. Sin embargo, sólodurante y después de la Primera Guerra Mundial seorganizan en algunos hospitales, especialmente en Ale-mania, secciones dedicadas específicamente a la reha-bilitación del lenguaje en pacientes con heridascerebrales. Head, Franz, Goldstein y Nielsen son sóloalgunos de los investigadores que intentaron en estaépoca abordar el problema de la rehabilitación. Sinembargo, sólo durante la Segunda Guerra Mundial, la

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LAS AFASIAS

rehabilitación comenzó a ocupar un lugar central. Unavez terminada esta guerra, Luria (1948, 1963) publicóel libro Restauración de las funciones luego del daño cere-bral, el cual se convertió en el libro más clásico que seha publicado sobre el tema de la rehabilitación. Nues-tros conceptos actuales sobre rehabilitación se derivanen gran medida de los trabajos adelantados durante esteperiodo. Durante las décadas posteriores a la SegundaGuerra Mundial, el interés hacia la rehabilitación delas funciones alteradas luego de una patología cerebral,se ha incrementado notoriamente. Esto es particular-mente cierto con respecto a la rehabilitación del len-guaje. Existen varias razones para ello: la terapia dellenguaje se ha convertido en una sólida actividad pro-fesional fuertemente fundamentada en la investigacióny se han desarrollado multiplicidad de tratamientos paralos pacientes afásicos. Un número progresivamente ma-yor de personas con afasias participa en programas dereentrenamiento del lenguaje y durante lo últimos añosse ha publicado una cantidad significativa de artículosy libros dedicados al tema de la rehabilitación de lasafasias (Basso, 2003; Chapey, 2001; Helm-Estabrooks yHolland, 1998), que abordan no sólo sus aspectos clíni-cos, sino también los principios teóricos.

RECUPERACIÓN ESPONTÁNEA

Algún nivel de recuperación espontánea se presenta entodos los pacientes con lesiones cerebrales. Más aún,como claramente lo señalaron Weisenberg y McBride(1935), muchos pacientes organizan y adelantan por símismos sus propios programas de entrenamiento. Ade-más, todos vivimos en un mundo en el cual es necesariorecurrir permanentemente a determinadas habilidadeslingüísticas, y necesariamente existe algún tipo de

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RECUPERACIÓN Y REHABILITACIÓN

reentrenamiento permanente. Sin embargo, una propor-ción importante de la recuperación espontánea es tam-bién el resultado de los procesos neurofisiológicossubyacentes que se llevan a cabo en el cerebro luego dealguna condición patológica (figura 1).

FIGURA 1Curva típica de recuperación espontánea

Existe un acuerdo general sobre el curso de la recu-peración espontánea. Sin embargo, subsiste cierto des-acuerdo sobre el tiempo que toma. Frecuentemente seseñala que los tres primeros meses representan el pe-riodo durante el cual se debe esperar el máximo de re-cuperación (Vignolo, 1964; Kertesz y McCabe, 1977),usualmente cae luego de seis o siete meses y despuésde un año es muy poca la que se presenta. La recupera-ción espontánea representa entonces una curva negati-vamente acelerada con un progreso máximo durante losprimeros meses. Luego de un año, la curva se convierteprácticamente en una asíntota; inicialmente puedeinterpretarse como un resultado de los cambiosneurofisiológicos que ocurren luego del daño cerebral.Aunque la recuperación puede mantenerse durante va-rios meses más, su cantidad es limitada, sin embargo, el

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LAS AFASIAS

desarrollo de estrategias por parte del paciente mismoy la exposición a una práctica permanente, podrían darcuenta de una proporción importante de la recupera-ción espontánea tardía.

ETAPAS EN LA RECUPERACIÓN

Se han distinguido dos estadios diferentes durante larecuperación luego de algún tipo de daño cerebral(Kertesz, 1988):

1. Etapa 1 (recuperación temprana). Luego de cualquierpatología del cerebro, suceden una serie de proce-sos neurofisiológicos que podrían explicar la rápi-da recuperación que inicialmente se observa. Talesprocesos incluyen la disminución del edema, la des-aparición de las posibles hemorragias y la disminu-ción del efecto de diasquisis.

2. Etapa 2 (recuperación tardía). Se supone que existendos factores responsables de la recuperación obser-vada en una etapa tardía: a) reaprendizaje del len-guaje y b) reorganización del lenguaje en el cerebro.

La recuperación temprana se inicia inmediatamen-te después de la patología cerebral. La recuperación alargo término que puede tomar lapsos de meses y aunaños, representa el segundo estadio. Ésta es el resultadoteóricamente de alguna reorganización de las funcio-nes perdidas, la participación aumentada de otras áreascerebrales y el efecto acumulativo del reaprendizaje. Nohace mucho se suponía que después de un periodomáximo de dos a tres años, los déficit observados enpacientes que habían sufrido algún daño cerebral, pre-sentaban ya una secuela permanente e irreversible. Al-gunos autores (Geschwind, 1985) han enfatizado que los

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RECUPERACIÓN Y REHABILITACIÓN

cambios que ocurren luego de alguna condición patoló-gica del cerebro, presentan una gran variabilidad indi-vidual y se pueden observar aún muchos años despuésde la condición inicial. La recuperación puede continuardurante varios años y los procedimientos rehabilitativospueden también ser útiles en pacientes crónicos.

Sin embargo, explicar el segundo estadio de la recu-peración ha sido difícil y diferentes puntos de vista hansido propuestos. Se ha llegado a acumular una gran evi-dencia en el sentido de que el hemisferio contralateral(derecho) puede desempeñar en circunstancias espe-ciales, un papel que previamente no poseía en el len-guaje. Esta idea ha sido propuesta desde Wernicke (1874).Por ejemplo, la hemisferectomía izquierda temprana lle-va a un desarrollo prácticamente normal del lenguaje;sin embargo, de todas formas es posible reconocer, aunen estos pacientes algunos déficit lingüísticos sutiles,como, en la comprensión de sintaxis compleja. La plas-ticidad y equipotencialidad fundamental del hemisfe-rio derecho para adquirir lenguaje, o del izquierdo paraadquirir funciones propias del hemisferio derecho, de-crecen con la maduración sin que desaparezcan total-mente. En pacientes afásicos recuperados, se hademostrado la participación del hemisferio derecho enprocesos lingüísticos; así por ejemplo, si el pacienteafásico luego de alguna recuperación sufre un segundodaño cerebral (derecho), reaparece la afasia. Estudioscon amital sódico han mostrado en afásicos recupera-dos una participación hemisférica derecha en el len-guaje, no observada en sujetos normales (Kinsbourne,1971). Estudios más recientes con imágenes funciona-les cerebrales, apoyan igualmente la participación deáreas derechas en la recuperación de las afasias (Leger,2002). En general, se considera que la participación delhemisferio contralateral en la recuperación de funcio-

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LAS AFASIAS

nes, representa un mecanismo suficientemente bien es-tablecido.

Algunos autores, particularmente Luria (1973, 1980),han enfatizado la reorganización funcional como meca-nismo de recuperación. Reorganización funcional serefiere al desarrollo de nuevas estrategias para compen-sar los déficit debidos al daño cerebral. Las funcionesno alteradas pueden utilizarse como base para compen-sar los defectos existentes (Luria, 1966; Tsvetkova, 1973);es decir, se logra el mismo objetivo siguiendo un proce-dimiento diferente.

FACTORES QUE INFLUYEN SOBRE LA RECUPERACIÓN

Toda una serie de factores influyen sobre la posible re-cuperación de funciones perdidas como consecuenciade daño cerebral. Algunas de ellas, sin embargo, podríanconsiderarse como más importantes que otras.

1. Extensión y localización de la lesión. Ha sido posibledemostrar la existencia de una correlación negativaentre tamaño y localización de la lesión con su re-cuperación. Lesiones extensas dejan pocas habilida-des residuales que permitan fundamentar larecuperación posterior. Esta correlación ha sido es-pecialmente evidente con relación a la recuperaciónde la fluidez del lenguaje (Kertesz, 1988).

2. Edad. La edad, y en consecuencia el nivel de madu-ración biológica, ha sido considerada siempre comoun factor crítico en el aprendizaje e igualmente enel reaprendizaje luego de alguna patología cerebral.Las lesiones cerebrales en niños presentan una me-jor recuperación que en adultos, y éstas a su vez sonde mejor pronóstico que en ancianos. La edad críti-ca para aprender una lengua se ha situado en 12

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años (Lenneberg, 1967), cinco años (Krashen yHarshman, 1972), y aun en edades menores. Se supo-ne que la lateralización de funciones se incrementacon la edad, pero esta lateralización se continúa aúndespués de la pubertad (Bryden, 1983). Esta idea deque los efectos cognoscitivos y comportamentalesconsecuentes al daño cerebral son menos desastro-sos si se suceden en una época temprana y más se-veros si suceden en una época más tardía, se conocecomo el principio de Kennard.

3. Etiología. No existe ninguna duda sobre la impor-tancia de la etiología en la recuperación de funcio-nes luego de algún daño cerebral. En general, lostraumatismos y las hemorragias presentan la mejorrecuperación. Los efectos de los traumatismoscraneoencefálicos son generalmente difusos, perosi no existe una amnesia residual importante, lasposibilidades de recuperación son comparativamen-te buenas. Bien sean debidos a heridas de bala o atraumatismos abiertos o cerrados, estos pacientespresentan una mejor recuperación que aquellos quesufren accidentes vasculares o tumores cerebrales,parcial pero no totalmente debido a la menor edadpromedio de los pacientes. La recuperación deetiologías tumorales depende del curso específicoque presenten. Muchos tumores intracerebrales pre-sentan un pronóstico pobre, en tanto que los tumo-res extracerebrales tienen un excelente pronóstico.Los accidentes vasculares en general tienen una pre-sentación más desastrosa e incapacitante, pero yaque se trata de lesiones estáticas, la recuperaciónulterior en muchas ocasiones es buena.

4. Factores temporales. Los accidentes de instalaciónsúbita presentan déficit mayores que los accidentesde instalación lenta. Este punto de vista ha sido am-

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LAS AFASIAS

pliamente fundamentado y demostrado clínica y ex-perimentalmente (Stein, 1989). Von Monakov (1914)propuso el principio de diasquisis para explicar losefectos pronunciados del daño cerebral súbito. Ladiasquisis implica que el daño agudo al sistema ner-vioso funcionalmente depriva las áreas adyacentes(también distantes) al sitio del daño de la inervaciónprocedente del área patológica. Este efecto a largadistancia en fases agudas ha sido en general confir-mado en la literatura contemporánea (Metter et al.,1983). El efecto difuso de la diasquisis disminuyecon el tiempo, y este es entonces, el factor más res-ponsable de la recuperación. Además, el daño quese desarrolla lentamente permite una readaptaciónpermanente a la condición patológica y unreaprendizaje continuo de las funciones progresiva-mente deficitarias. Un paciente con un tumor encrecimiento durante varios años, en cierto sentidotiene varios años de terapia y rehabilitación.

5. Tiempo desde el accidente. Se ha sugerido que una delas variables fundamentales en el nivel de recupera-ción se refiere al tiempo que trascurre desde el acci-dente hasta el inicio del proceso de rehabilitación.Si el paciente permanece demasiado tiempo inacti-vo, el pronóstico de recuperación en general dismi-nuye.

Encontramos dos factores adicionales frecuentemen-te mencionados en la literatura. Se ha propuesto que lapreferencia lateral (personal y familiar) es un factor per-tinente en la recuperación no sólo del lenguaje, sinotambién de otras habilidades cognoscitivas. Los sujetoszurdos tendrían una representación más bilateral dediferentes funciones cognoscitivas y su recuperaciónluego de algún daño cerebral podría ser más rápida y

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RECUPERACIÓN Y REHABILITACIÓN

mejor. De la misma manera, se han propuesto algunasdiferencias sexuales en el patrón de recuperación: lasmujeres poseerían una representación más bilateral dellenguaje (y en general, de las habilidades cognosciti-vas) y esto facilitaría su mejor recuperación en caso dedaño cerebral (McGlone, 1980). Estos dos últimos facto-res continúan siendo polémicos y no siempre ha sidoposible confirmar su incidencia sobre la rehabilitación.Parecería razonable suponer, que aunque significativosen muestras extensas, estas dos variables sólo tienenun peso menor.

Existen, además, toda una serie de variables indivi-duales que pueden afectar significativamente la recu-peración del lenguaje, como son: a) personalidad yfactores intelectuales, b) motivación y c) existencia detrastornos asociados.

Hoy en día se tienen toda una serie de procedimien-tos alternos para la rehabilitación de pacientes afásicos.Una forma específica de terapia puede ser aconsejable(pero no imperativa) para determinado tipo de trastor-no del lenguaje. Se han intentado desarrollar tipos es-pecíficos de terapias para algunos trastornos afásicosparticulares, como es el caso de la terapia melódicaentonacional, especialmente apropiada para pacientescon afasia de Broca.

Diversos procedimientos terapéuticos han sido apli-cados en casos de afasias. Se ha intentado aún trata-mientos de tipo farmacológico. Se sabe que lospsicoestimulantes tales como el metilfenidato, produ-ce una liberación de norepinefrina aumentando la li-beración de dopamina. Los agonistas de la dopaminapueden inducir una mejoría en la iniciación de una res-puesta particular (Ross y Stewart, 1981). La bromocrip-tina específicamente, ha sido utilizada para mejorar lainiciación de repuestas verbales en casos de afasia.

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LAS AFASIAS

Albert, Bachman, Morgan y Helm-Estabrooks (1988) in-tentaron incrementar la fluidez en el lenguaje en unpaciente con una afasia transcortical motora crónica,tratando sus síntomas de dificultades y retrasos en lainiciación del habla con bromocriptina. Durante la te-rapia (tiempo de administración de la bromocriptina)su ejecución verbal mejoró significativamente; se re-dujo la latencia de las respuestas, disminuyó el núme-ro de parafasias y aumentó la habilidad para encontrarpalabras. Cuando la aplicación de bromocriptina se sus-pendió, su lenguaje regresó a la línea de base. Otrosestudios posteriores han mostrado que la respuesta a labromocriptina es altamente variable.

Darley (1975) señala nueve conclusiones con res-pecto a la terapia del lenguaje en caso de afasia: a) laterapia intensiva ejerce un efecto positivo sobre la recu-peración; b) entre más temprano se instale la terapia,mejores serán sus resultados; c) entre más joven es elpaciente son mejores los resultados; d) los resultadosobtenidos dependen siempre de la etiología del daño; e)los déficit menores tienen una evolución más favora-ble; f) se pueden esperar mejores resultados si el pa-ciente se encuentra libre de complicaciones asociadas;g) la motivación del paciente, su crítica y otros factorespersonales, influyen sobre los resultados; h) ningún fac-tor produce por sí solo una influencia negativa suficien-te para desistir de la terapia, e i) el valor de la terapia nose limita a los progresos del paciente en el área deficita-ria, influye también sobre sus actitudes, valores y rela-ciones sociales en general.

EFECTOS DE LA REHABILITACIÓN

Goldstein (1942) define dos tipos de síntomas en casode patología cerebral:

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1. Directos o negativos (según Jackson). Representan laconsecuencia directa del daño cerebral. Por ejem-plo, dificultades para encontrar palabras.

2. Indirectos o positivos. Se refieren a los cambioscomportamentales o cognoscitivos dirigidos a com-pensar los déficit. Dependen de la personalidad pre-via y las condiciones ambientales existentes. Porejemplo, tratar de utilizar la prosodia y los movi-mientos labiales para incrementar el nivel de com-prensión del lenguaje.

Según Luria (1948, 1963) los procesos cognoscitivosalterados pueden restaurarse utilizando dos estrategias:reentrenamiento (reaprendizaje) y técnicas compensatorias(reorganización del sistema funcional). Las técnicas ima-genológicas contemporáneas apoyan el supuesto de queel lenguaje puede reorganizarse en el cerebro luego deuna condición patológica del hemisferio izquierdo(Leger, 2002). Por ejemplo, practicar una habilidad par-ticular (el lenguaje o cualquier otra) resulta en un in-cremento en el tamaño de esa región cortical (Levin yGrafman, 2000). Las áreas visuales se activan en sujetosciegos como consecuencia de estimulación auditiva(Rosler et al., 1993), háptica o durante la lectura en alfa-beto Braille (Uhl et al., 1993).

En un estudio pionero realizado por Basso, Capitaniy Vignolo (1979) se encontró que como grupo, los pa-cientes afásicos que asistieron a una terapia del lenguajeiniciada en cualquier momento de su recuperación tu-vieron un déficit residual menor en el lenguaje que lospacientes que no recibieron terapia. Estos 281 afásicos(162 reentrenados y 119 controles) fueron sometidos auna segunda evaluación al menos seis meses después dela primera. Se encontró que la terapia mantuvo su efectopositivo en todas las habilidades lingüísticas.

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Luego de este estudio pionero realizado a finales dela década de los años setenta, diversos estudios han de-mostrado claramente que la terapia del lenguaje presen-ta un efecto positivo sobre la recuperación del lenguaje.Este efecto puede ser evidente en cada momento de laevolución del paciente. Mientras más temprano sea suinicio, probablemente mejor será su efecto. Igualmente,mientras más intensa sea la terapia, más evidentes seránsus resultados (Bhogal et al., 2003). Sin embargo, pode-mos suponer que de todas formas el paciente continuarápresentando un defecto residual en su lenguaje, más evi-dente mientras mayor sea la gravedad inicial de la afasia.La figura 2 presenta la evolución que teóricamente seesperaría en un paciente afásico. Se espera algún nivelde recuperación, pero éste será significativamente ma-yor si el paciente asiste a un programa de terapia.

METAS DE LA REHABILITACIÓN

La terapia del lenguaje tiene múltiples metas:

1. Mantener al paciente verbalmente activo.2. Reaprender el lenguaje.

FIGURA 2Recuperación espontánea (cuadros) versus rehabilitación (rombos)

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3. Suministrar estrategias para mejorar el lenguaje.4. Enseñar a la familia a comunicarse con el paciente.5. Dar apoyo psicológico al paciente.

Como en cualquier forma de rehabilitación, el prin-cipio más importante de la rehabilitación de las afasiases mantener al paciente activo. Si el paciente se aisla,no se comunica, la recuperación que se puede esperaren su lenguaje es mínima. Si el paciente está continua-mente expuesto a estímulos verbales, trata de comuni-carse, podemos esperar que su lenguaje mejore. Laestimulación mantenida es el principio básico en la re-cuperación de cualquier función.

Como anteriormente se señaló, la rehabilitación selogra por dos razones diferentes: reaprendizaje y reor-ganización del lenguaje.

A pesar de la edad, un sujeto adulto tiene la posibili-dad de aprender el lenguaje, como aprender el signifi-cado de nuevas palabras o aprender una segunda lengua.Lo mismo sucede con el paciente con una lesión cere-bral. Podemos suponer al menos alguna capacidad paraaprender el lenguaje, a menos que presente lesionesdemasiado extensas. La terapia del lenguaje es parcial-mente un proceso de reaprendizaje del lenguaje. Es ade-más un proceso gradual: de lo más sencillo a lo máscomplejo.

Existen ciertas estrategias que pueden facilitar lacomunicación en un paciente afásico, como son el usode lenguaje automático o la utilización de la prosodiaen la comunicación. Estas estrategias dependen del tipoparticular de afasia y de las condiciones del paciente.Evidentemente es posible enseñar al paciente a utilizarestrategias que mejoren su nivel de comunicación. Na-turalmente, mientras más extenso sea el daño cerebral,más grave será el defecto en el lenguaje y menos habili-

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dades remanentes existirán para compensarlo. Lasafasias globales tienen en consecuencia las posibilida-des más limitadas para su rehabilitación

La comunicación supone un hablante y un oyente.Comunicarse con un paciente afásico requiere ciertahabilidad que la familia o las personas cercanas al pa-ciente frecuentemente no poseen. Es posible desarro-llar una comunicación más efectiva con el paciente sise siguen ciertos principios sencillos, que es fácil ense-ñar a la familia. Por ejemplo, evitar estímulos interfe-rentes, principalmente auditivos, como procurar notener el televisor encendido cuando se habla con el pa-ciente, mantener el tópico de la conversación, utilizarinformación redundante, utilizar en la medida de loposible la prosodia, etc. Es deseable hablarle al pacientedespacio, pero no demasiado despacio, e introducir pau-sas al final de las frases y durante el trascurso de la con-versación. La familia debe también saber que unpaciente afásico presenta una curva de comprensión: ini-cialmente su comprensión es baja, pero si se mantieneel tópico su comprensión se incrementa. Sin embargo,rápidamente se fatiga y luego de 30, 40 o 50 minutos, sunivel de comprensión comienza de nuevo a disminuir.

No menos importante en la terapia del lenguaje, essuministrar apoyo psicológico al paciente. Dado su pro-fundo sentimiento de aislamiento y soledad, la posibili-dad de tener alguna comunicación aparece como unaexcelente posibilidad para el paciente. Los pacientes afá-sicos frecuentemente tienden a desarrollar un vínculomuy fuerte con su terapeuta, ya que éste representamuchas veces la única posibilidad de comunicación quetienen. No es inusual que los pacientes afásicoscomiencen rápidamente a tratar con su terapeuta temaspersonales (conflictos familiares, problemas financieros,etc.). Este papel de apoyo psicológico es inevitable en

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cualquier terapia, pero es particularmente evidente enuna terapia del lenguaje, dado el sentimiento de aisla-miento y frecuente depresión que presenta el paciente.

ALGUNOS MÉTODOS DE TERAPIA EN LAS AFASIAS

A pesar de que desde tiempos atrás existe un gran inte-rés en la rehabilitación de funciones perdidas como con-secuencia de daño cerebral, sólo durante las últimasdécadas se han sistematizado algunos procedimientosespecíficos para la rehabilitación del lenguaje.

Técnica de facilitación de los estímulosWepman (1951, 1955), Wepman y Jones (1964) y Schuell,Jenkins y Jiménez-Pabon (1964) propusieron una seriede principios de rehabilitación que han logrado una granacogida. Wepman enfatiza la necesidad de estimular ellenguaje, con el fin de mejorar la ejecución lingüística.Schuell subraya la importancia de una estimulaciónadecuada, controlando la velocidad de presentación dellenguaje, su complejidad y aun su volumen. Se puedeutilizar una modalidad para estimular otra en un pro-grama secuencial. Es aconsejable utilizar tópicos de in-terés para el paciente y aceptar su producción como lamejor respuesta posible en cada momento. Así, un pro-grama planeado con el paciente, en una atmósfera esti-mulante y con un nivel de dificultad creciente,representa la mejor situación posible para la rehabilita-ción del lenguaje. Wepman (1951) enfatiza tres aspectosen la terapia del lenguaje: a) estimulación: una presen-tación organizada de los estímulos para lograr una res-puesta progresivamente superior, b) facilitación: prácticarepetida para incrementar la eficiencia en las tareasverbales y c) motivación: estimulación del paciente paracontinuar el proceso terapéutico. Estos tres puntos de

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partida representan el núcleo de las técnicas tradicio-nales de terapia.

Técnicas de aprendizaje programadoLuego de la introducción de las técnicas de aprendizajeprogramado, se intentó su utilización con pacientes afá-sicos. Rápidamente se rechazó la premisa original deque un solo programa de reentrenamiento bien diseña-do podía utilizarse con todos los pacientes afásicos. Cadapaciente afásico es único y requiere un programa tera-péutico especial. Sin embargo, muchos principios gene-rales pueden ser aplicables a muchos pacientes. LaPointe(1977) desarrolló un denominado programa de estimula-ción con base-10: cuando se logra una respuesta a ciertonivel crítico, se cambia el estímulo y el paciente comien-za a practicar con un nuevo estímulo hasta alcanzar denuevo el nivel criterio. Se supone que existe un nivelcreciente de reaprendizaje en el paciente afásico y queel lenguaje se desintegra siguiendo un orden inverso alde su adquisición. Shewan (1986; 1988) desarrolló unenfoque rehabilitativo basado en las teorías contempo-ráneas del aprendizaje, específicamente el paradigmaoperante. Su Tratamiento orientado al lenguaje, para pa-cientes afásicos supone que la afasia no representa sim-plemente una pérdida del lenguaje o una imposibilidadde acceso a un sistema lingüístico normal. Por el con-trario, se supone que los aspectos fonológico, semántico,sintáctico, o cualquier combinación de éstos, se encuen-tra alterado.

Técnica de desbloqueoWeigl (1968) promovió el desarrollo de un procedimientoformal denominado desbloqueo que enfatiza el empleode los canales intactos, o menos afectados del lenguaje,para compensar el mal funcionamiento de otros cana-

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les, por ejemplo, la presentación de palabras impresassimultáneamente con la palabra oral, cuando el pacienteentiende mejor por el canal visual que por el auditivo.Cuando se produce una palabra, aumenta la probabili-dad de que se produzca posteriormente en un nuevocontexto, aun en una condición diferente. Así, el pa-ciente con dificultades de denominación, si lee un nom-bre determinado, tendrá mejores posibilidades derecuperar ese mismo nombre en una tarea ulterior dedenominación. El lenguaje en el paciente afásico se en-cuentra bloqueado y la función de la terapia es en granmedida desbloquearlo. El afásico debería utilizar el len-guaje valiéndose de los canales menos alterados. Estofacilita el uso del lenguaje a través de otros canales, yaque hay una actualización del mismo.

Reorganización del sistema funcionalLuria (1963) trabajando conjuntamente con Tsvetkova(1973) introdujo toda una serie de procedimientos parala rehabilitación de pacientes con daño cerebral, parti-cularmente pacientes afásicos. Luria propone que encaso de daño cerebral y defectos cognoscitivos, se re-quiere toda una reorganización del sistema funcionalpertinente. Cada tipo de trastorno requiere su propioprograma de rehabilitación basado en el análisis cuali-tativo de los defectos subyacentes. Los niveles preser-vados se pueden utilizar como punto de partida. Porejemplo, en casos de afasias motoras, el lenguaje auto-matizado y emocional se encuentra mejor conservadoque el lenguaje repetitivo y preposicional. Tales nivelesmejor conservados del lenguaje pueden utilizarse en unaforma progresiva en el paciente afásico.

El lenguaje automático de hecho depende más de laactividad del hemisferio derecho, lo cual exploraría surelativa conservación en caso de afasia. Estudios con-

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FIGURA 3Activación cerebral observada en la resonancia magnética funcional

durante la producción de una secuencia verbal automatizada(decir el juramento a la bandera)

temporáneos que utilizan técnicas imagenológicas apo-yan la participación del hemisferio derecho en el len-guaje automático (figura 3).

La rehabilitación del lenguaje preposicional puedeen gran medida partir del lenguaje emocional y auto-mático, y aun de sonidos no verbales. Los sonidos noverbales (por ejemplo, el sonido de una mosca para pro-ducir el fonema /s/) aparentemente se encuentran or-ganizados en el cerebro en áreas diferentes de los sonidos

Se observa una activación del área motora facial y de la boca, mayor en elhemisferio derecho. Igualmente, en el lóbulo parietal derecho. No se observaactivación en el área de Broca.Fuente: http: //www.mch.com/ clinical/radiology/fmri con permiso de sus auto-res, Altman N. y Bernal B.

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verbales. Desde los estadios iniciales es aconsejable noutilizar palabras individuales, sino palabras incluidas enrelaciones gramaticales con el fin de evitar el agrama-tismo, uno de los déficit residuales más difíciles de su-perar en pacientes con afasia de Broca. Cada palabra sedebe presentar en diferentes contextos.

Los procedimientos rehabilitativos desarrollados porLuria y Tsvetkova parten del supuesto de que en cadadefecto afásico existen niveles particulares del lenguajealterados, en tanto que otros niveles se encuentran con-servados. Y se trata de superar estos déficit fundamen-tales recurriendo a las habilidades mejor conservadas.Así, los pacientes con afasia dinámica, no pueden orga-nizar secuencias expresivas. Sin embargo, si al pacientese le suministra un apoyo externo (por ejemplo, se lepide tocar una secuencia de tarjetas mientras dice el niñocamina) la producción verbal se facilita y posteriormen-te es posible eliminar el apoyo externo. Los pacientescon dificultades de denominación asociadas con afasiaamnésica presentan una desintegración de las relacio-nes jerárquicas de las palabras; las tareas de clasifica-ción de figuras pueden ser potencialmente útiles enellos.

Estos principios se han mostrado exitosos en la re-habilitación de pacientes con daño cerebral y han sidoincorporados en otros programas de rehabilitación(Goodglass, 1987).

Terapia melódica entonacionalDurante los últimos años se han introducido una seriede técnicas nuevas, entre las cuales se cuenta la deno-minada terapia melódica entonacional (Sparks et al.,1974). Se entrena a los pacientes afásicos a llevar el rit-mo de las frases orales, a medida que éstas son entona-das por el terapeuta, y posteriormente el paciente intenta

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producir la frase en tanto que mantiene el ritmo y laentonación. A medida que la terapia progresa el tera-peuta va eliminando la estimulación y el paciente pue-de eventualmente suspender el ritmo en tanto quemantiene la entonación. Los resultados logrados han sidosorprendentes en paciente adecuadamente selecciona-dos. Se ha mostrado, sin embargo, que la terapia meló-dico-entonacional sólo es útil en un grupo limitado depacientes afásicos, específicamente pacientes con de-fectos importante en la producción, pobre agilidad ver-bal, comprensión relativamente conservada y pobrerepetición (esencialmente, pacientes con afasia de Bro-ca). No ha tenido éxito, sin embargo, en pacientes conafasia de Wernicke o afasias extrasilvianas.

Sistemas alternos de comunicaciónSe ha intentado desarrollar sistemas de comunicaciónsimplificados que requieran el uso de una sola mano conun éxito moderado (Skelly et al., 1974). La comunicacióncon signos puede servir como un canal adicional en laestimulación del lenguaje (un canal para el desbloqueo)y así puede ser valioso su uso en conjunción con otrastécnicas de terapia. Y aun en el peor de los casos, elaprendizaje de un medio de comunicación, por limitadoque sea, puede incrementar notoriamente la habilidaddel paciente para interactuar con otras personas.

Sistema de símbolos visuales. El éxito alcanzado con chim-pancés en el aprendizaje de sistemas de comunicaciónbasados en símbolos visuales ha estimulado los inten-tos para desarrollar sistemas similares de comunicaciónen afásicos globales. Los primeros resultados no fuerondemasiado exitosos, pero si suficientes para continuarla investigación en esta dirección. El sistema de comu-nicación basado en símbolos visuales más exitoso re-

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portado (Gardner et al., 1976) utiliza tarjetas individua-les de 5 x 8 cm, cada una de las cuales contiene un sím-bolo no verbal. Cada tarjeta, a través de demostracionesrepetidas, se parea con un objeto, persona o acción. Amedida que se desarrolla un vocabulario es posible lo-grar combinaciones progresivamente más complejas.

Hoy en día estos sistemas de símbolos visuales sehan computarizado y existen máquinas que permitenseleccionar y combinar símbolos para formar frases. Unavez que la frase se ha formado, el computador la con-vierte en una producción auditiva. El computador per-mite una cantidad alta de posibilidades (nombres,acciones, conectores, negaciones, etc.) y potencialmen-te es posible producir un lenguaje relativamente com-plejo. Existen dos limitantes en este sistema: a) aprendera utilizarlo es relativamente complejo y b) los costos deestos sistemas computarizados pueden ser altos.

Empleo de computadores en la rehabilitaciónde pacientes afásicos

Los computadores han sido integrados a prácticamentetodas las áreas de la actividad humana. Los computado-res permiten una presentación, organización y controlsistemático de la información, y en consecuencia, pue-den ser una herramienta de gran utilidad en la terapiadel lenguaje.

Desde los años setenta ha existido un gran interésen incluir computadores en la rehabilitación de pacientesafásicos. Existen programas que se venden comercial-mente encaminados a practicar diferentes habilidadeslingüísticas. Los computadores permiten incluir dife-rentes aspectos de la rehabilitación del lenguaje: com-prensión, denominación, lectura, y otros, además deque no representan un procedimiento específico de re-habilitación, sino una herramienta adicional para la re-

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habilitación de las alteraciones del lenguaje. Algunosaspectos del lenguaje son más fácilmente manejablescon programas computarizados, en tanto que otros pue-den ser relativamente más complejos.

Lenguaje de signosSe ha intentado entrenar a los pacientes afásicos en lautilización de sistemas alternos de comunicación, comoes el lenguaje de signos utilizado por los sordomudos,pero sus resultados han sido muy limitados. Una de lasrazones básicas es que la afasia muy frecuentemente seasocia con apraxia. Además, los lenguajes de signos (yexisten diferentes tipos) requieren aparentemente detanta competencia lingüística como el lenguaje oral. Ellenguaje de signos representa, al igual que el lenguajeoral, un sistema simbólico, que naturalmente se alteraen caso de lesiones cerebrales izquierdas.

Cada vez más pacientes con dificultades en el lengua-je y el habla acuden a la terapia del lenguaje. El interés enla comprensión de los mecanismos neurofisiológicos quesubyacen a la recuperación, luego de lesiones del sistemanervioso, ha crecido y continúa creciendo notoriamente.

CASO 9REHABILITACIÓN DE LA LECTURA

EN EL SÍNDROME DE BALINT

Historia de la enfermedadPaciente de 23 años, profesional, quien sufrió un poli-traumatismo como consecuencia de un accidente auto-movilístico. Fue intervenido quirúrgicamente paracorregir fractura de un fémur. Ocho horas después derecuperar la conciencia luego de la cirugía, comenzó apresentar dificultades respiratorias permaneciendo encoma durante un mes, aparentemente como consecuen-

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cia de una embolia grasa. Continuó hospitalizado du-rante los seis meses siguientes. El paciente presentóposteriormente una evolución positiva, recupera el len-guaje expresivo y la comprensión de órdenes. Sin em-bargo, se observa una pérdida marcada de la visión y sele hace un diagnóstico de un síndrome de Balint. Poste-riormente, la capacidad de atención y concentraciónpresentan mejoría. Una TAC cerebral muestra una atro-fia difusa leve, pero evidente y marcada en la regiónoccipito-parietal bilateral. Doce meses más tarde el pa-ciente es remitido para una evaluación de su lenguajeoral y escrito.

Evaluación del lenguajePaciente diestro, colaborador, bien orientado en perso-na, tiempo y espacio. Presenta un lenguaje sin erroresarticulatorios ni gramaticales evidentes, prosódico yabundante. No hay defectos de comprensión dentro dellenguaje conversacional.

Pruebas aplicadas* Escala de inteligencia de Weschler para adultos (subpruebas verbales).* Escala de memoria de Wechsler.* Fluidez verbal (fonológica y semántica).* Figura compleja de Rey-Osterrieth (copia).* Pruebas de lectura.* Reconocimiento de figuras esquematizadas.* Prueba de apraxia ideomotora e ideacional.* Prueba de denominación de Boston.* Prueba de rastreo.

Resultados de la evaluaciónEn pruebas de fluidez verbal fonológica y semántica seencontró una ejecución dentro de los límites normales

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para su edad y su nivel educacional (15 y 18 palabrasrespectivamente). En la prueba de denominación deBoston obtuvo un puntaje de 42/60 (disminuido para sunivel educacional); las claves semánticas fueron siem-pre efectivas para recuperar las palabras, evidenciándo-se más un defecto de reconocimiento perceptual queun defecto en el lenguaje.

Se observó una alexia verbal total y literal parcialsin agrafia. El paciente logró deletrear palabras adecua-damente y reconoció las palabras deletreadas por el exa-minador. Igualmente, reconoció palabras escritas en sumano y reconoció letras táctilmente. En la escritura nose observó ningún componente de agrafia afásica. Elpaciente escribió espontáneamente o por dictado, perono logró copiar palabras o frases. Dado sus dificultadesvisoperceptuales, la distribución del texto fue errática.

No se encontró agnosia visual para objetos. Se ob-servaron, sin embargo, dificultades y en ocasiones im-posibilidad para el reconocimiento de figurasesquematizadas; el reconocimiento de figuras super-puestas fue imposible. Logró reconocer algunas foto-grafías de personajes famosos, pero frecuentementefalló, a pesar de que las claves semánticas llevaron asu reconocimiento inmediato (reconoció 2/9 fotogra-fías). Fue capaz de nombrar colores adecuadamente.No se encontraron defectos en sus campos visualespero si se hallaron defectos de agudeza visual. No seencontró diplopía horizontal. Dibujó adecuadamenteun reloj y el mapa de Colombia. En general, el dibujoespontáneo se encontró relativamente bien conserva-do, pero el dibujo por copia fue deficiente y en ocasio-nes imposible. Fue incapaz de colocar un punto en elcentro de un círculo. Presentó dificultades graves debúsqueda visual y notoria ataxia óptica. En la descrip-ción de una lámina compleja, sólo describió detalles

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individuales sin lograr un reconocimiento integradode la figura (simultagnosia).

En la escala de memoria de Wechsler, el pacienteobtuvo un coeficiente de memoria por debajo del límiteesperado para su edad, su nivel intelectual y educativo.Se encontró una disminución de su memoria inmediatay de su memoria a corto plazo. La retención de materialverbal estuvo disminuida y presentó una lentificaciónen su capacidad de almacenamiento de frases, palabrasy textos. Se encontró un perfil estereotipado de reten-ción en su curva de memoria, siendo ésta improducti-va. Debido a sus defectos visoperceptuales fue imposiblecomparar la capacidad de memoria verbal y no verbal.

En la escala de inteligencia de Wechsler fue imposi-ble la ejecución en las subpruebas no verbales, comoresultado de sus defectos visoperceptuales, excepto di-seño con cubos (puntaje escalar 9). En las subpruebasverbales sus puntajes se encontraron dentro de los lími-tes normales para su edad y su escolaridad, exceptuan-do aritmética, donde se halló una discreta acalculia,particularmente para problemas y operaciones orales.Esta dificultad sugirió además un problema de concen-tración y control, con conservación de los conceptosnuméricos. Su capacidad de abstracción y análisis desituaciones de la vida diaria, se encontró dentro de loslímites normales.

En resumen, se trata de un paciente de 23 años,quien presentó como secuelas de una embolia grasa unaencefalopatía difusa. En el momento del examen se en-contraron como hallazgos sobresalientes: a) un síndro-me de Balint caracterizado por apraxia oculomotora,ataxia óptica, y simultagnosia; b) alexia pura (sin agrafia);c) agnosia visual para figuras superpuestas y esquemati-zadas; d) disminución en su capacidad de memoria, y e)acalculia leve.

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Se inició entonces un programa de rehabilitación dela lectura, considerando que su alexia representaba eldefecto más incapacitante para el paciente.

Programa de rehabilitaciónUn año después de su accidente, se inició un programade rehabilitación de sus dificultades de lectura con dossesiones semanales durante un año y medio. Las prin-cipales técnicas utilizadas fueron las siguientes:

1. Ejercicios de movimientos oculares: a) seguimientovisual de objetos; b) colocando los dedos índice auna distancia de 15 cm a los extremos de la cara, elpaciente debía mirar 10 veces consecutivas hacia elíndice derecho e izquierdo; c) ejercicios de conver-gencia, desde un punto central a una distancia de 30cm, debía acercar el dedo índice derecho o izquier-do hasta su nariz, manteniendo permanentementeel contacto ocular.

2. Lectura de palabras: inicialmente se elaboraron pa-labras de dos sílabas escritas con letras de un tama-ño de 2 cm; las vocales se escribieron en color rojo ylas consonantes en verde. Se le pidió al paciente queleyera sólamente las vocales utilizando el dedo comoguía. Las letras se fueron disminuyendo progresiva-mente de tamaño y se utilizaron progresivamentepalabras más largas.

3. Relación visoquinestésica: se le mostraban letras queel paciente debía reproducir en el aire y posterior-mente decir el nombre de la letra. Igualmente, al leerpalabras, el paciente debía simultáneamente reali-zar los movimientos de escritura de estas palabras.

4. Ejercicios de búsqueda visual: buscar letras y pala-bras en ensaladas de letras cada vez más complejas.Se contabilizó el tiempo y la precisión.

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5. Ejercicios de escritura, pidiendo al paciente escribircon letra grande para que facilitara posteriormenteleer lo anteriormente escrito. A medida que su lec-tura progresaba, se fue disminuyendo el tamaño delas letras.

Después de un año y medio de terapia el pacientepodía leer los titulares de los periódicos y libros escritoscon letra grande (0.5 cm). Su ejecución en la copia de lafigura compleja de Rey-Osterrieth mejoró considerable-mente al igual que su ejecución en pruebas tales de ras-treo. El reconocimiento perceptual de las figuras de laprueba de denominación de Boston se incrementó tam-bién de manera significativa Su habilidad para recono-cer figuras y fotografías aumentó de manera importante.Al cabo de 18 meses de terapia, el paciente logró unareubicación laboral.

En la tabla C9.1 se resumen los puntajes de las prue-bas aplicadas al paciente inicialmente y 18 meses mástarde, luego de la terapia.

TABLA C9.1Resultados obtenidos en la evaluación inicial y final del paciente

Prueba Puntaje inicial Puntaje final

WAIS: CI Verbal 115 118Escala de memoria de Wechsler: CM 90 92Figura compleja de Rey-Osterrieth (copia) 2/ 36 15/ 36Lectura literal 16/ 20 20/ 20Lectura verbal 0/ 20 18/ 20Reconocimiento de figuras esquematizadas 0/ 15 12/ 15Prueba de apraxia ideomotora e ideacional 10/ 10 10/ 10Prueba de denominación de Boston 42/ 60 50/ 60Prueba de rastreo 15' 1’30'

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CAPÍTULO XIIProblemas especiales en las afasias

Existen algunos puntos especiales en el análisis de lasafasias que requieren una consideración especial, comoson los aspectos psiquiátricos y los aspectos intelectua-les de los pacientes con afasia. Además, existen algunasformas de afasias que afectan a poblaciones especiales.Tal es el caso de las afasias en personas que hablan va-rias lenguas (afasias en bilingües y políglotas) y lasafasias que aparecen durante el desarrollo del lenguaje(afasias infantiles). En este último capítulo se analiza-rán estos cuatro puntos.

ASPECTOS PSIQUIÁTRICOS DE LA AFASIA

Una afasia implica una serie de cambios radicales en laforma de vida del paciente. La pérdida en la habilidadpara comunicarse en forma normal no solamente afec-ta al paciente que la sufre, sino también a todas las per-sonas que le rodean, en particular, a su familia. Elpaciente usualmente es incapaz de continuar realizan-do una actividad laboral, lo cual no sólo tiene implica-ciones psicológicas, sino también económicas y sociales.El paciente puede pasar de ser una persona activa, ca-paz de tomar decisiones, muchas veces al frente de ungrupo familiar y laboral, a ser una persona, al menosparcialmente, dependiente y limitada. Es natural queesto afecte significativamente la autoestima y que consu disminución aparezcan sentimientos de desesperan-za, depresión y minusvalía.

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La depresión en la afasia tiene dos dimensiones di-ferentes. Por una parte, es una depresión reactiva a lanueva condición de desesperanza, invalidez y asilamien-to; y por la otra, es una depresión dependiente de lasáreas cerebrales que se encuentran afectadas, por lo tan-to, es una depresión biológicamente basada (Benson yArdila, 1993).

Como depresión reactiva, se asocia con una situa-ción de duelo en el paciente. La nueva condición lo haprivado de muchas de las cosas y relaciones que teníapreviamente, como pueden ser su trabajo, la posibili-dad de salir, viajar, las relaciones con sus amigos, lasreuniones familiares, la posibilidad de participar nor-malmente en una vida familiar, ir al cine, leer el perió-dico, etc. En este sentido, es un duelo, que seguirá lasetapas que usualmente se tienen en esta situación: ini-cialmente hay una negación, luego aparece la búsque-da desesperada por encontrar soluciones, aparecenentonces la tristeza por la pérdida y finalmente la acep-tación de la nueva situación.

Durante la etapa de adaptación a esta nueva situa-ción, el paciente puede presentar una tendencia noto-ria al aislamiento, un sentimiento de vacío, una carenciade motivación, y aun una ausencia de conductas deautocuidado. El paciente puede tratar de evitar las si-tuaciones sociales, algunas veces se niega a comer eincluso a participar en una terapia. La reacción negati-va puede ser tan intensa, que conduzca a lo que se hadenominado reacción catastrófica (Goldstein, 1948), unarespuesta emocional intensa, en la que el paciente pue-de gritar y llorar por horas, rechazar a su familia, negar-se a tomar sus medicinas y alimentos, y rechazar todocontacto social. La reacción catastrófica no necesaria-mente se presenta en todos los pacientes afásicos y cuan-do aparece se asocia con afasias anteriores.

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PROBLEMAS ESPECIALES EN LAS AFASIAS

Sin embargo, la reacción emocional al trastornoafásico se correlaciona con el tipo particular de afasia,es decir, con la localización de la patología cerebral, yen este sentido es también una respuesta emocionalbiológicamente basada. La depresión y frustración sontípicas de las afasias anteriores, no de las afasias poste-riores. El paciente no sólo es crítico de su situación;puede también sentir que su vida está terminada y notiene ya ninguna esperanza. Mientras más anterior seala lesión, más altas son las probabilidades de depresióny más grave será ésta (Starkstein y Robinson, 1988). Paraexplicar este tipo de depresión se ha sugerido que laalteración en los sistemas de dopamina o norepinefrinapuede mediar este tipo de respuesta emocional.

El suicidio es infrecuente en la afasia, se presentaen cerca de uno de cada 2 000 casos (Benson, 1992),pero los pacientes afásicos pueden al menos considerarel suicidio como una posibilidad. Si se sospecha la posi-bilidad de suicidio, es aconsejable tomar las medidasusuales consideradas en psiquiatría para estos casos: sedeben retirar los elementos potencialmente peligrosos,se debe seguir con cuidado la conducta del paciente, sedeben evitar las situaciones de frustración, se recomien-da manejo psiquiátrico con las medicaciones que se con-sideren apropiadas, etcétera.

Los pacientes con afasias posteriores tienden a teneruna respuesta emocional bastante diferente. Usualmen-te tienen defectos importantes en la comprensión dellenguaje, pero se muestran poco preocupados por ello.Pueden culpar a otras personas por sus dificultades paracomprender el lenguaje, por ejemplo, yo no entiendo por-qué los demás hablan demasiado rápido; pueden frecuen-temente mostrarse impulsivos y despreocupados;pueden tener dificultades para reconocer que su lengua-je no es normal. Así, si al paciente se le graba un frag-

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mento de su lenguaje y posteriormente se le presenta,puede aun negarse a reconocer que ese fragmento degrabación corresponde a su lenguaje, a veces desarrollan-do una respuesta de suspicacia y desconfianza hacia otraspersonas, ya que no logra entenderlas apropiadamente,e incluso puede llegar a afirmar que las otras personasestán utilizando un lenguaje diferente. Estas respuestasde desconfianza y paranoia también pueden hallarse enotras patologías asociadas con dificultades en la com-prensión, como es el caso de la sordera.

Las posibles dificultades para diferenciar un lenguajepsicótico de un lenguaje afásico representa un proble-ma psiquiátrico adicional. Esto es particularmente cier-to en caso de algunas jergas afásicas. Más aún, unaproporción importante de pacientes psicóticos presentadefectos lingüísticos, especialmente defectos en los as-pectos semánticos del lenguaje (Anand et al., 1994). Enla práctica clínica en ocasiones se encuentran pacien-tes con afasias posteriores que inicialmente tuvieron undiagnóstico psiquiátrico, usualmente el de unaesquizofrenia.

Los pacientes afásicos pueden presentar algunoscambios en su conducta, aunque en general tienden amantener una integridad comportamental; es decir, sonlas mismas personas que eran antes, pero privadas deun lenguaje normal. Sin embargo, ciertos rasgos de per-sonalidad premórbido pueden exacerbarse. La afasia tam-bién puede asociarse con cambios intelectuales másgenerales, no limitados a la esfera del lenguaje. Más aún,la afasia frecuentemente se asocia con hemiparesia,apraxia, acalculia, amnesia, agnosia, etc., y esto implicauna capacidad ulterior. En otras palabras, la afasia pue-de tener efectos que van mucho más allá de la habilidadpara comunicarse en una forma normal; efectos psico-lógicos, sociales e intelectuales. La afasia nunca debe

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considerarse como un trastorno que afecta exclusivamenteel lenguaje (Benson y Ardila, 1996).

AFASIA E INTELIGENCIA

El lenguaje representa el principal instrumento de cog-nición. Conceptualizamos el mundo, es decir, organiza-mos el conocimiento que tenemos sobre el mundo,utilizando categorías del lenguaje. Es natural conside-rar que una pérdida en el lenguaje podría tener un efec-to extenso sobre las habilidades cognoscitivas delpaciente. Este ha sido precisamente un tema controver-sial en el área de las afasias.

El conocimiento del mundo no solamente lo logra-mos a través de las categorías lingüísticas que utiliza-mos, sino también, a través de los que se ha llamado ellenguaje interno (Vygotsky, 1962). Este lenguaje internorepresenta un instrumento básico de abstracción y pen-samiento. ¿Debemos suponer que un paciente afásicocarece de un lenguaje interno? La repuesta evidenteparece ser que sí. Esto implicaría que una afasia es másque una pérdida del lenguaje; una afasia implicaría tam-bién una disminución en las habilidades de conceptua-lización y abstracción.

Es natural suponer que utilizando sistemas estanda-rizados de evaluación cognoscitiva, por ejemplo, esca-las de inteligencia, un paciente afásico debe presentarpuntajes disminuidos en todas las pruebas que requie-ren una mediación verbal (inteligencia verbal). La pre-gunta evidente es, ¿y qué sucede con la pruebas noverbales?, por ejemplo, las pruebas construccionales, laformación de conceptos no verbales, o las pruebas dematrices progresivas.

Varios estudios (Lebrun, 1974) han intentado analizarespecíficamente la relación entre afasia e inteligencia.

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Los resultados han sido diversos, apoyando en general elsupuesto de que la afasia representa un trastorno hetero-géneo y existen diferencias individuales importantes.Basso, De Renzi y Faglioni (1973) utilizaron la prueba dematrices progresivas en un grupo de 33 pacientes con le-siones hemisféricas izquierdas. Los resultados mostraronque la correlación entre los puntajes en una prueba delenguaje (denominación y comprensión) fueron prácti-camente cero, señalando que los pacientes afásicos con-servan adecuadamente sus habilidades de pensamientoanalítico. Helm-Estabrooks, Bayles, Ramage y Bryant(1995) encontraron que los resultados en una batería dehabilidades no verbales, no se correlacionaba significati-vamente con la gravedad de la afasia. Van Mourik,Verschaene, Boon y Paquier (1992) seleccionaron 17 pa-cientes con afasias globales y les administraron una bate-ría de evaluación neuropsicológica que incluíasubpruebas de atención-concentración, memoria e inteli-gencia no verbal, además de una prueba de comprensiónauditiva. Aunque los resultados fueron heterogéneos, losautores distinguieron dos grupos de afásicos globales: elprimer grupo estuvo formado por pacientes que ejecuta-ron apropiadamente en la batería neuropsicológica. El se-gundo grupo estuvo formado por pacientes quepresentaban diversos tipos de defectos, por ejemplo, enatención, en habilidades visoperceptuales, etc. Tambiénapareció un tercer grupo que no fue incluido en el estu-dio, por incapacidad para lograr una ejecución básica enla batería neuropsicológica. De nuevo, la conclusión esque existe una heterogeneidad importante; en tanto quealgunos pacientes afásicos muestran un decremento im-portante en pruebas no verbales, otros pacientes presen-tan una ejecución normal.

Recientemente Helm-Estabrooks (2002) seleccionó13 pacientes diestros con accidentes cerebrovasculares

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en el hemisferio izquierdo y les aplicó cuatro tareas lin-güísticas: recuento de hechos personales, denominación,comprensión de un parágrafo y generación de palabras;y cuatro tareas no lingüísticas: cancelación de símbolos,símbolos de rastreo alternantes, memoria de diseños ylaberintos. En las tareas no verbales, los pacientes afási-cos sobre un total de 36 puntos obtuvieron entre 11 y 34puntos, con una media de 23.8 . En una muestra de suje-tos normales, el puntaje promedio de las pruebas no lin-güísticas fue de 32 puntos. Sin embargo, dos sujetosafásicos obtuvieron puntajes por encima del promedioencontrado en sujetos normales y los afásicos en generalmostraron una dispersión importante en sus resultados.Igualmente, la correlación entre los puntajes en las prue-bas lingüísticas y no lingüísticas fue no significativa. Losresultados implican una gran variabilidad en la ejecu-ción en pruebas no verbales en pacientes afásicos.

Los estudios realizados hasta la fecha, en general,muestran una variabilidad significativa en los resulta-dos. Los pacientes afásicos como grupo pueden mostrarpuntajes moderadamente disminuidos en pruebas noverbales, pero se observan variaciones importantes, pro-bablemente dependiendo de factores tales como el tipode afasia y la extensión de la lesión. En general, tiendea considerarse que los pacientes con afasias fluidas pue-den tener mayores dificultades intelectuales que lospacientes con afasias no fluidas (Benson, 1979).

Al interpretar los resultados de estas investigaciones,hay varios factores que deben tenerse en consideración:

1. Una lesión cerebral local tiene un efecto, no sólolocal, sino también difuso, ya que cada región cere-bral se encuentra extensamente conectada con otrasregiones cerebrales (diasquisis). Una lesión hemis-férica izquierda puede crear cierto desequilibrio o

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disfunción en áreas distantes del punto de la lesión,por ejemplo, en áreas hemisféricas derechas.

2. Una lesión cerebral local puede presentar extensio-nes a áreas vecinas que no son inmediatamentereconocibles.

3. Muchas tareas que suponemos son tareas no verba-les, de hecho incluyen elementos verbales (Tóme-la, 2002). Cuando dibujamos, recordamos figuras oejecutamos la prueba de clasificación de tarjetas deWisconsin, es probable que en un mayor o menorgrado utilicemos mediaciones verbales. O al menos,los sujetos capaces de utilizar mediaciones verbalespueden tener alguna ventaja sobre los sujetos inca-paces de hacer uso de tales asociaciones verbales.

AFASIAS EN BILINGÜES

Más de la mitad de la población mundial es bilingüe omultilingüe, aunque el nivel de bilingüismo puede va-riar notoriamente. Esto querría decir que más de la mi-tad de los casos de afasia que encontramos, son casosde afasias en bilingües.

Desde el siglo XIX ha existido algún interés en estu-diar las afasias en sujetos que hablan y entienden másde una lengua. Hoy en día, tenemos ya un conocimien-to relativamente claro de cómo se manifiestan los fenó-menos afásicos en sujetos bilingües, gracias a un cúmulorelativamente importante de investigación, liderada engran medida por el canadiense Paradis.

Los sujetos afásicos puede presentar una afasia diso-ciada; es decir, la afasia puede afectar de manera dife-rente las dos lenguas. Fabbro (2001) reporta que en ungrupo de pacientes afásicos, 65% presentaba un trastor-no similar en ambas lenguas, 20% mostraban una alte-ración mayor en lengua 2 (L2) y en 15% restante la afasia

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era más evidente en lengua 1 (L1). Este puede conside-rarse como la situación más frecuente: la afasia afectade manera similar ambas lenguas, pero en ocasiones seencuentra una disociación; usualmente la lengua másafectada es L2, pero ocasionalmente el defecto mayordel lenguaje se encuentra en L1.

Durante el siglo XIX se propusieron dos principiosfundamentales en la recuperación del lenguaje observa-da en sujetos afásicos: lo que se conoce como la ley deRibot (1883) y lo que se conoce como la ley de Pitres(1895). Lo interesante es que ambas leyes son parcial-mente contradictorias, y sin embargo, parcialmente cier-tas. La ley de Ribot señala que la lengua que mejor serecupera en caso de afasia es la lengua nativa, en tantoque la ley de Pitres afirma que la lengua que el pacienteutilizaba al inicio de la afasia, será la lengua que se recu-pera mejor, a pesar de que no sea la lengua materna.

De hecho, los patrones de recuperación de la afasiaen pacientes bilingües son considerablemente más com-plejos y dependen de una multiplicad de variables talescomo la edad en la cual se adquirieron las dos lenguas,el orden de adquisición de las dos lenguas, el conoci-miento de las dos lenguas, la utilización de las dos len-guas en la vida diaria, y aun la lengua del entorno cuandoel paciente presenta la afasia. Paradis (1977) señala seispatrones diferentes de recuperación del lenguaje en casode sujetos bilingües:

1. Diferencial. Cada lengua se altera separadamente yla recuperación puede producirse a la misma o adiferentes velocidades.

2. Paralela. Las diferentes lenguas se alteran en formasimilar y se recuperan simultáneamente.

3. Antagonista. La recuperación de una lengua progre-sa en tanto que la otra regresa.

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4. Sucesiva. Una de las lenguas no muestra ningunarecuperación hasta que la otra se haya recuperado.

5. Selectiva. Una de las lenguas simplemente no se re-cupera.

6. Mixta. Las lenguas se recuperan en alguna formacombinada.

Fabbro (1999) se refiere a tres patrones básicos derecuperación:

1. Recuperación paralela, observada en aproximada-mente 40% de los casos.

2. Mejor recuperación de la lengua materna, lo que su-cede en aproximadamente 35% de los casos.

3. Hay una recuperación mejor de la segunda lengua,observado en 25% restante de los casos.

Durante los últimos años se ha publicado un núme-ro creciente de casos de afasia en sujetos bilingües(Paradis, 2001). La conclusión general es que existe unagran heterogeneidad y que indudablemente existe unaserie grande de variables potenciales que pueden afec-tar tanto las características de la afasia, como el patrónde su recuperación.

El análisis de las afasias en hablantes bilingües tie-ne implicaciones imperantes desde el punto de vista dela rehabilitación. La decisión de en qué lengua se reali-za la terapia puede tener implicaciones importantes. Sinembargo, parecería que al menos dos variables mere-cen ser tenidas en cuenta: a) cuál es la lengua más fun-cional para el paciente, y b) cuál es su lengua materna.Existe además la posibilidad de generalización de la re-cuperación de la lengua tratada a la lengua no tratada.

Paradis (2000) señala que en realidad los monolin-gües representan un extremo de un continuo, y los bi-

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lingües (o políglotas) que hablan lenguas no relaciona-das en el otro extremo. No existe ninguna función en elsujeto bilingüe que no exista ya en el sujeto monolin-güe. La única diferencia parece ser el grado de utiliza-ción que el hablante tiene de cada uno de los sistemasdel lenguaje.

AFASIAS INFANTILES

Existen dos condiciones que pueden resultar en unaafasia en un niño: a) afasia adquirida en niños comoconsecuencia de un daño cerebral focal, y b) afasia ad-quirida en niños asociada con epilepsia (síndrome deLandau-Kleffner).

Afasia en niñoscomo consecuencia de un daño cerebral focal

Una afasia puede presentarse durante el período dedesarrollo del lenguaje. Los niños están expuestos asufrir diferentes condiciones patológicas, especialmentetraumas de cráneo e infecciones, que potencialmen-te pueden resultar en una pérdida parcial o total dellenguaje. Tradicionalmente se ha señalado que exis-ten algunas diferencias entre las afasias observadasen adultos y las afasias observadas en niños (Alajouaniney Lhermitte, 1965; Hécaen, 1976; Satz y Bullard-Ba-tes, 1981):

1. Las afasias infantiles usualmente son afasias nofluentes (expresivas).

2. Hay una frecuencia aumentada de afasias cruzadas(lesiones derechas).

3. Existe una mejor recuperación de las afasias en ni-ños que en adultos.

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Este punto de vista tradicional ha sido cuestionadopor muchos investigadores durante los últimos años, sinembargo, algunos siguen apoyándolo.

Hertz-Pannier y otros autores (2002) estudiaron unniño con epilepsia intratable y desarrollo normal dellenguaje. Una primera resonancia magnética funcionaltomada a los 6 años muestra una lateralización izquier-da del lenguaje. Debido a su epilepsia intratable el niñoes sometido a una hemisferectomía izquierda a los 9años. Posteriormente se encuentra afasia y alexia seve-ras, con una recuperación rápida del lenguaje receptivopero lenta e incompleta del lenguaje expresivo y la lec-tura. Una nueva resonancia magnética funcional a los10 años muestra cambio del lenguaje al hemisferio de-recho durante el lenguaje expresivo y receptivo. Lasáreas son espejo de las actividades en el hemisferio iz-quierdo (frontal inferior, temporal, parietal). Los auto-res proponen entonces: a) de manera innata el lenguajereceptivo está más bilateralmente distribuido que el len-guaje expresivo y b) el límite de la plasticidad se en-cuentra hacia los 6 años (límite clásico del período críticode adquisición del lenguaje).

Otros autores proponen un punto de vista opuesto.Así, Martins (1997) afirma que el síndrome afásico enniños es más similar a la afasia en adultos de lo quepreviamente se suponía. El pronóstico es menos favora-ble de lo que se consideraba en términos de secuelas enel lenguaje y fallas académicas. El estudio de la afasiainfantil adquirida ha mostrado que las manifestacionesafásicas encontradas en adultos son similares a las ha-lladas en niños con lesiones idénticas y que las mismasáreas cerebrales son necesarias para la recuperación.Paquier y Van Dongen (1996) afirman que existe unavariabilidad notoria en las afasias infantiles, incluyendodefectos en comprensión auditiva, parafasias, neologis-

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mos, logorrea, jerga, fallas en la repetición, alexia yagrafia. La afasia infantil es similar a la afasia en el adul-to. La recuperación es menos completa de lo que se creía.Paquier et al. (2001) realizaron una extensa revisión delos casos publicados de afasia infantil a través de la his-toria. La literatura sobre afasia cruzada en niños, desde1975, reporta cinco casos de afasia cruzada entre 180casos, lo que equivale a 2.7%. Sin embargo, tres casosson ambiguos y sólo dos son evidentes. En consecuen-cia, la frecuencia de afasia infantil cruzada sería 2/180=1.1%, exactamente igual que en adultos.

De manera similar, la frecuencia aumentada deafasias expresivas ha sido recientemente cuestionada.Aunque tradicionalmente se ha dicho que la afasia ad-quirida en niños es expresiva, Van Dongen, Paquier,Creten, Van Borsel y Catsman-Berrevoets (2001) selec-cionaron 24 niños con afasia infantil adquirida aguda(diversas edades y etiologías). Un cluster analysis distin-guió dos grupos diferentes, similares a los encontradosen adultos (fluida y no fluida). En consecuencia, la dico-tomía fluida-no fluida propuesta en adultos es tambiénválida en niños. Estos resultados no apoyarían la hipóte-sis de la equipontencialidad y lateralización progresivadel lenguaje. La organización cerebral del lenguaje en elniño es entonces similar a la hallada en el adulto.

En conclusión, de acuerdo a la literatura reciente sepodría concluir que: a) la afasia cruzada no parece sermás frecuente en niños; b) la plasticidad y la recupera-ción pueden ser menores de lo que se suponía; c) ellenguaje receptivo parece estar más bilateralmente re-presentado, por esto, los trastornos expresivos son másevidentes, y d) es probable que los reportes más anti-guos tengan errores sobre la localización de las lesio-nes, casi siempre, traumatismos resultantes en dañocerebral extenso.

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Síndrome de Landau-KleffnerEl síndrome de Landau-Kleffner (afasia epiléptica ad-quirida) fue inicialmente descrito por Landau y Kleffneren 1957. Estos autores reportaron seis niños con trastor-nos convulsivos y afasia adquirida. Desde entonces, sehan reportado cerca de 200 casos. No se conoce exacta-mente la causa de este síndrome ni la posible predispo-sición genética, aunque presenta manifestaciones biendefinidas. El síndrome de Landau-Kleffner se manifies-ta usualmente entre los 18 meses y los 13 años, aunquemás frecuentemente aparece entre los 3 y los 7 años deedad. La proporción entre niños y niñas es de 2:1 (Tharpey Olsen, 1994).

Utilizando tomografía por emisión de positrones(PET) Maquet, Hirsch, Dive, Salmon, Mavescaus y Franck(1990) encontraron diferencias funcionales en la activi-dad metabólica en los lóbulos temporales en cinco ni-ños con síndrome de Landau-Kleffner. El EEG esinvariablemente anormal, pero las convulsiones clíni-cas no necesariamente se presentan en todos los niños.En 40% a 50% de los casos, las convulsiones se presen-tan antes o coincidiendo con la afasia, en otro 20% a30% los niños se convulsionan luego de iniciada la afasia,y en otro 20% a 30% nunca presentan convulsiones(Paquier et al., 1992). La actividad eléctrica anormal seobserva en uno o ambos lóbulos temporales y parietales,áreas implicadas en el procesamiento del lenguaje. Eltipo de epilepsia puede ser parcial compleja, tónico-clónica generalizada, atónica, o mioclónica.

Hasta el comienzo de los síntomas, el desarrollo dellenguaje suele ser normal. En 75% de los casos la pérdi-da del lenguaje es súbita, en tanto que en 25% hay unaregresión gradual en el curso de meses. El primer sínto-ma usualmente es una dificultad en la comprensión dellenguaje (Layton et al., 2000). Los pacientes suelen pre-

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sentar agnosia auditiva (sordera a las palabras) mani-festada en falta de responsividad ante estímulos verba-les y también no verbales. Hay sin embargo, ciertavariabilidad en la audiometría, yendo desde una audi-ción normal hasta la existencia de una pérdida auditivasignificativa. Típicamente los problemas en el lenguajeexpresivo aparecen como un aumento gradual en lasdificultades articulatorias asociado con un lenguaje pro-gresivamente más simple y aun agramático. El lengua-je se puede deteriorar hasta el punto de la utilización depalabras aisladas, jerga, y en algunos casos, mutismototal (Paquier et al., 1992). Algunos niños conservan unavoz normal; otros desarrollan características atípicas.Algunas veces la voz es similar a la voz de los niñossordos, con frecuencias fundamentales altas y carentede inflexiones.

Los niños con síndrome de Landau-Kleffner frecuen-temente presentan problemas comportamentales, espe-cialmente hiperactividad, atención pobre, depresión,irritabilidad y agresión (Eslava-Cobos y Mejía, 1997). Al-gunos niños presentan episodios de conducta de tipoautista: evitan el contacto, falta de contacto ocular, alte-raciones en el sueño, ataques de agresión, insensibili-dad al dolor y conductas repetitivas. En otros, pérdidadel control de esfínteres y episodios de alteraciones vi-suales (agnosia visual).

Existe una variabilidad importante en la evolucióna largo plazo. Se considera que mientras más tempranoaparece el síndrome, peor es el pronóstico sobre la re-cuperación del lenguaje (Paquier et al., 1992). En gene-ral, el pronóstico es mejor cuando aparece luego de los6 años y cuando la terapia del lenguaje se inicia pronto.Existen, sin embargo, fluctuaciones en su curso (Laytonet al., 2000). Mantovani y Landau (1980) estudiaron nue-ve niños seguidos durante 10 años. Se encontró que cua-

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tro presentaron una recuperación total, uno presentabadificultades menores y los otros cuatro dificultades mo-deradas. Cuando no hay recuperación se encuentrandesde trastornos fonológicos leves hasta dificultades sig-nificativas en la comprensión y expresión del lenguajecomo secuelas a largo plazo (Layton et al., 2000).

CASO 10AFASIA DISOCIADA EN UN BILINGÜE TARDÍO

Historia de la enfermedadMujer diestra de 63 años, con 11 años de educación,hablante nativa del español. Nació en un país sudame-ricano pero ha vivido en Estados Unidos durante 38 años.Nunca estudió inglés formalmente, pero durante su per-manencia en Estados Unidos ha alcanzado un nivel re-lativamente bueno de inglés. Según su esposo, lapaciente puede mantener una conversación sencilla dela vida diaria; su nivel de comprensión de la lectura esde aproximadamente 70%, pero no sabe escribir en in-glés. El lenguaje en su casa es siempre el español. Lapaciente trabaja en labores de aseo en una universidad.

Súbitamente presentó cefalea grave, debilidad en elhemicuerpo derecho e inestabilidad en la marcha. UnaTAC mostró una hemorragia subaracnoidea extensa conhemorragia temporal intracerebral. Se realizó un clipajede la arteria cerebral media izquierda. Una angiografíaposterior mostró dos aneurismas pequeños residuales enla arteria cerebral media. Un mes después de su acciden-te vascular se realiza una evaluación de su lenguaje.

Evaluación del lenguajeSe encuentra que la paciente no presenta ningún defec-to visual o auditivo evidente. No se encuentran defectosen sus campos visuales. No se encuentran defectos evi-

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dentes en su motricidad gruesa o fina. No hay desvia-ción facial y la lengua protruye en una posición media.La paciente presenta un lenguaje espontáneo fluido, res-ponde a preguntas sencillas, pero luego de unas pocaspalabras su lenguaje usualmente se convierte en una jer-ga incomprensible. A pesar de que la evaluación se reali-zó exclusivamente en español, la paciente mostró unaclara tendencia a cambiar permanentemente al inglés.

Pruebas aplicadas* Examen multilingües de las afasias (prueba de las fi-

chas, nombramiento visual, comprensión auditiva, re-petición de oraciones).

* Prueba de Boston para el diagnóstico de las afasias.* Neuropsi.* Prueba de denominación de Boston.* Fluidez verbal semántica y fonológica.* Prueba de discriminación fonológica.* Prueba de praxis ideomotora.

Resultados de la evaluaciónLa paciente presentó un lenguaje espontáneo fluido, sinagramatismo. No se observaron desviaciones fonéticasen su habla. El volumen de la voz fue normal pero suvelocidad se encontró ligeramente disminuida. La pro-sodia se encontró dentro de un rango normal. Al descri-bir la lámina 1 de la prueba de Boston para el diagnósticode las afasias, exploró la figura utilizando una secuenciade izquierda a derecha, pero no se halló negligenciahemiespacial. Utilizó 54 palabras y claramente logró in-tegrar la figura. Frecuentemente mezcló el español y elinglés. Se encontraron neologismos y parafasias. El para-gramatismo fue evidente. Describió la figura en la formasiguiente:

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Los niños están…el niño está cogiendo los dos /kajin/.What is this? Las galletas /bida/…/brila/ a la hermana peroel mudacho vi que la mamá está got the el agua y limpialos /situres/ los platos porque está preocupada del babyque está el /tabiar/ y what is this?

Logró producir todos los fonemas y las combinacio-nes fonémicas del español. Sin embargo, se notó unadisminución en su agilidad verbal. Pudo rápidamenterepetir palabras simples (mamá-mamá), pero fracasó enla repetición rápida de palabras complejas (católico-apos-tólico) y al intentarlo, su lenguaje se hizo una jerga. Pudocontar de 1 a 10, pero no logró contar en orden inverso.No logró decir los días de la semana o los meses delaño. Cuando el examinador inició la secuencia (lunes,martes…) la paciente continuó con una jerga en inglés.

Su nivel de comprensión en el lenguaje conversa-cional se encontró disminuido. Pudo seguir órdenes deun nivel e inconsistentemente órdenes de dos niveles.Su puntaje en la subprueba de comprensión auditiva depalabras y oraciones del examen multilingüe de lasafasias correspondió al percentil 1. Igualmente, supuntaje en la prueba de las fichas también correspon-dió al percentil 1. No se encontraron defectos de discri-minación fonológica.

La habilidad para encontrar palabras se encontró al-terada. En la prueba de denominación de Boston supuntaje en español fue 13/60 y en inglés 18/60 (percentil1). Las claves fonológicas en ocasiones ayudaron a re-cuperar la palabra, enfatizando que se trataba de undefecto afásico, no visoperceptual. Se registraron variasparafasias fonológicas (tijeras-tirofia) y semánticas (ca-mello-llama). Los neologismos fueron abundantes (cac-tus-/ikasu/). También se registró una parafasia porproximidad (copa- wine, champagne). Su puntaje en la

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subprueba de denominación visual del examenmultilingüe de las afasias también correspondió alpercentil 1.

Las dificultades de denominación también se encon-traron en partes del cuerpo. Denominó correctamente3/10 partes del cuerpo y ninguno de los dedos. Al me-nos en una ocasión hizo una amalgama entre el nombreen inglés y el nombre en español (cheek + quijada =chikada). Denominó correctamente los colores. A la pre-gunta: ¿cuáles son los colores de la bandera de Ecua-dor?, respondió amarillo, rojo y the blue.

En las pruebas de fluidez verbal utilizando catego-rías semánticas (animales) logró decir dos palabras enun minuto (percentil 1). En esta prueba respondió en laforma siguiente: my perritos… so, my pajaritos también…No logró encontrar ninguna palabra que comenzara conlas letras F, A, o S.

El lenguaje repetitivo fue normal para palabras cor-tas de alta frecuencia (casa, mesa), pero la repetición depalabras largas de baja frecuencia fue imposible (drome-dario-dromedaro). Sin embargo, pudo repetir una frasede cinco palabras: el auto no encendió ayer. Esta ejecu-ción corresponde al percentil 1.

La paciente logró señalar letras y leer palabras sim-ples. Al intentar leer un texto de 109 palabras, sólo pudoleer correctamente 30 palabras, aunque incluyendo unnúmero significativo de paralexias literales (cayeron-cre-yeron). Después de las 30 primeras palabras, la lecturase hizo una jerga. Al menos una palabra en español seleyó en inglés (uno-one).

Pudo escribir su nombre y algunas palabras sencillasal dictado (casa), pero fracasó en la escritura de palabrasmás complejas (ventana-venjobados; libro-livinbont).

No se encontró apraxia ideomotora o ideacional.

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ConclusiónPaciente de 63 años con una historia reciente de unahemorragia subaracnoidea y hemorragia temporalintracerebral izquierda. En el momento del examen pre-senta:

1. Un defecto importante en la comprensión del len-guaje asociado con fallas graves en la memoria ver-bal de trabajo (afasia de Wernicke tipo III). No seencontraron defectos evidentes en la discriminaciónfonológica.

2. Defectos en el lenguaje repetitivo, asociados conalteraciones en su memoria verbal.

3. Una anomia grave asociada con parafasias fonológi-cas, parafasias semánticas y neologismos, hasta elpunto de que su lenguaje, a pesar de ser fluido, sehace incomprensible (jergoafasia). Los neologismospredominan en su jerga (jerga neologística). El de-fecto en la denominación es más grave en españolque en inglés.

4. Defectos significativos en su lectura y escritura(alexia y agrafia). Su alexia corresponde a una alexiacentral y su agrafia es una agrafia afásica.

Es importante anotar que la paciente es bilingüeespañol-inglés, aunque su nivel de inglés es limitado.Sin embargo, durante la evaluación se observó una ten-dencia evidente a cambiar al inglés. Frecuentementerespondió a las preguntas en inglés, a pesar de que laspreguntas se formularon en español. En las pruebas dedenominación fue más fácil para la paciente encontrarla palabra en inglés que en español. Existe en conse-cuencia una afasia disociada, encontrándose L2 (inglés)mejor conservada que L1 (español).

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BIBLIOGRAFÍA

Las afasiasse terminó de imprimir y encuadernar

en octubre de 2005en los talleres de

Editorial Pandora S.A. de C.V.Caña 3657, La Nogalera

Guadalajara, Jalisco, MéxicoLa edición consta de 500 ejemplares,

más sobrantes para reposición

v

TipografíaGilberto López Aguiar

Cuidado de la ediciónNorma Leticia Atilano