bien común y teología

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SIN LA VERDAD CRISTIANA, EL BIEN COMÚN SE CONVIERTE EN MERA ÉTICA SOCIAL Entrevista con el director del Observatorio Internacional Cardenal Van Thuan ROMA, viernes, 13 julio 2007 (ZENIT.org).- El bien común necesita una razón pública que no excluya la verdad de la fe cristiana, necesita de católicos que no reduzcan su fe a buenos sentimientos, sino que también testimonien su carácter de verdad, reafirma el director del Observatorio Internacional Cardenal Van Thuân sobre Doctrina Social de la Iglesia. Del 18 al 21 de octubre próximo, los católicos italianos celebrarán su 45ª Semana Social, cuyo tema –según su Documento Preparatorio- es “El bien común hoy: un compromiso que viene de lejos”. Promovida por primera vez en 1897 por Giuseppe Toniolo, figura muy significativa del laicado católico entre los siglos XIX y el XX, la Semana Social cumple 100 años (la primera tuvo lugar en Pistoia, en septiembre de 1907). Stefano Fontana, director del citado Observatorio, expresa en esta entrevista concedida a Zenit su deseo para esa cita de “más valor para afrontar los verdaderos puntos cruciales”. --¿Qué le parece la elección del título de la ya cercana convocatoria? --Fontana: El título de la Semana Social incluye la expresión: “que viene de lejos”. Esta expresión puede y debe entenderse en sentido histórico, pero también para usar una expresión más densa teológicamente, en el sentido de la “tradición”. Si aquel “venir de lejos” tiene este significado, entonces conduce directamente al problema teológico del encuentro del Verbo con la historia, de la «sobrenaturaleza» con la naturaleza, que es el núcleo del mensaje transmitido por la tradición, motivación última del compromiso del cristiano en la historia. El interés del cristianismo por el bien común está directamente ligado al anuncio de la Encarnación y de la Resurrección del Verbo. Reconducido así a sus orígenes más profundos, el tema del bien común no puede ser afrontado sin haber resuelto la cuestión de la relación entre naturaleza y sobrenaturaleza, entre construcción de la historia –política en sentido amplio- y teología. Este es el problema decisivo, y sin embargo sobre esto, a pesar de la claridad del Magisterio, se viven todavía muchas incertidumbres que impiden al mundo católico colaborar unitariamente por la

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Teología

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SIN LA VERDAD CRISTIANA, EL BIEN COMN SE CONVIERTE EN MERA TICA SOCIAL

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Sin la verdad cristiana, el bien comn se convierte en mera tica social

Entrevista con el director del Observatorio Internacional Cardenal Van ThuanROMA, viernes, 13 julio 2007 (ZENIT.org).- El bien comn necesita una razn pblica que no excluya la verdad de la fe cristiana, necesita de catlicos que no reduzcan su fe a buenos sentimientos, sino que tambin testimonien su carcter de verdad, reafirma el director del Observatorio Internacional Cardenal Van Thun sobre Doctrina Social de la Iglesia.

Del 18 al 21 de octubre prximo, los catlicos italianos celebrarn su 45 Semana Social, cuyo tema segn su Documento Preparatorio- es El bien comn hoy: un compromiso que viene de lejos.

Promovida por primera vez en 1897 por Giuseppe Toniolo, figura muy significativa del laicado catlico entre los siglos XIX y el XX, la Semana Social cumple 100 aos (la primera tuvo lugar en Pistoia, en septiembre de 1907).

Stefano Fontana, director del citado Observatorio, expresa en esta entrevista concedida a Zenit su deseo para esa cita de ms valor para afrontar los verdaderos puntos cruciales.

--Qu le parece la eleccin del ttulo de la ya cercana convocatoria?

--Fontana: El ttulo de la Semana Social incluye la expresin: que viene de lejos. Esta expresin puede y debe entenderse en sentido histrico, pero tambin para usar una expresin ms densa teolgicamente, en el sentido de la tradicin. Si aquel venir de lejos tiene este significado, entonces conduce directamente al problema teolgico del encuentro del Verbo con la historia, de la sobrenaturaleza con la naturaleza, que es el ncleo del mensaje transmitido por la tradicin, motivacin ltima del compromiso del cristiano en la historia. El inters del cristianismo por el bien comn est directamente ligado al anuncio de la Encarnacin y de la Resurreccin del Verbo.

Reconducido as a sus orgenes ms profundos, el tema del bien comn no puede ser afrontado sin haber resuelto la cuestin de la relacin entre naturaleza y sobrenaturaleza, entre construccin de la historia poltica en sentido amplio- y teologa. Este es el problema decisivo, y sin embargo sobre esto, a pesar de la claridad del Magisterio, se viven todava muchas incertidumbres que impiden al mundo catlico colaborar unitariamente por la construccin del bien comn. Es de esperar que la Semana Social no gire en torno a l, sino que lo afronte con decisin.

--En su opinin, el cristianismo es visto como til, pero no necesario para el bien comn?

--Fontana: Goza todava de notable circulacin entre los catlicos una visin de la relacin de la naturaleza con la sobrenaturaleza a escalones. La naturaleza sera un orden completo en s y autnomo, al que se aade luego la dimensin sobrenatural. El origen de esta visin se debe, de lejos, a una cierta Escolstica (pero no a Santo Toms) y, ms en general, al deseo de distinguir, ciertamente con la buena intencin de unir pero sin lograrlo, en cuanto que el esquema de los escalones puede como mucho llegar a una yuxtaposicin por aadidos.

La conocida expresin de Toms La gracia no destruye la naturaleza sino que la perfecciona es frecuente y errneamente entendida como si la naturaleza existiera ya antes y fuera de la Gracia, con una constitucin propia autnoma y una propia operatividad, y no estuviera en cambio ya como naturaleza impregnada de Gracia y orientada a la Gracia, aunque en su orden. La razn es considerada autosuficiente, capaz de llegar por s misma a las propias verdades, salvo para detenerse luego en un cierto punto por incapacidad de ir ms all y dejar por tanto el campo a la fe, segn el esquema ya visto de los escalones, o, si queremos, del paso del testigo.

Como la fe entra en juego cuando la razn est cansada, el creyente que quiera usar slo la razn y no ya la fe puede hacerlo, basta que prescinda de ella, que descienda un escaln. Es ms, esto se considera obligado para el dilogo con los otros. No es posible usar argumentos racionales permaneciendo al mismo tiempo en la fe y la verdad de la fe se aade a la verdad de la razn pero no la compenetra de s misma.

A nivel de la concepcin de la laicidad, este enfoque considera que la fe puede dar su propia aportacin a la razn, pero como un plus, en cuanto que la razn no lo necesita en s. sta, la razn, es capaz de construir el bien comn, al que la fe, en todo caso, podr concurrir, pero no en modo decisivo. Al mximo es difcil que la razn pueda conseguir plenamente el bien comn sin la fe, si no imposible.

La naturaleza funciona tambin sin la fe, de otro modo los niveles no seran ya distintos y se caera en el integrismo. El mundo tiene su propia capacidad de salvacin y el hombre puede ser plenamente tal, incluso si no es cristiano. Por esto los cristianos, en su trabajo por el bien comn, deben atenerse a las razones razonables de la propia fe, mostrar en el dilogo con los otros que la propia fe tiene tambin motivos de racionalidad y sobre estos, no sobre la fe, dialogar.

Segn el padre B. Sorge, los catlicos no deben contraponer la propia visin a la de los otros exasperando la confrontacin, sino participar en una bsqueda hecha juntos... tanto ms importante hoy que la nueva comprensin del bien comn presenta graves problemas inditos de tica pblica, que no se pueden afrontar ni resolver sin el encuentro y la colaboracin de todos, ms all de las diferencias de cultura y de confesin religiosa.

Dado este enfoque, los catlicos no deberan recurrir a sus motivos de fe, sino slo a las argumentaciones racionales, evitando imponer a los otros sus visiones influyendo sobre leyes estatales, renunciando a la existencia de valores no negociables. Dicho en otras palabras; la fe es un ir ms all de la razn, por tanto el creyente puede incluso volver atrs a la razn descender un escaln--, quitar a las verdades de fe el vestido de la fe y expresarlas slo con el de la razn, dialogando y argumentando con todos los dems sin la presuncin de verdad de la fe.

Pero ste es el punto: la razn sin la fe ser ya razn? El bien comn sin la caridad ser todava bien comn? El punto es teolgico: la naturaleza sin sobrenaturaleza es an naturaleza? El pecado original ha debilitado o no la naturaleza humana? La prxima Semana Social no podr dejar de medirse con este problema, de lo contrario las ambigedades seguirn como en el pasado.

--El problema de fondo, por tanto, es si la pretensin cristiana debe mantenerse an firme?

--Fontana: La pretensin cristiana es que el punto de partida es la Revelacin, justo porque slo la fe me dice si tengo una naturaleza capaz o incapaz, corrupta o incorrupta. No puede ser slo la razn la que me diga si la razn es autosuficiente o no, ser en cambio la fe, y justo por esto la fe cristiana postula una metafsica, que la razn filosofando en la fe- deber conocer y explicitar. En el origen est la fe y esto vale tanto para el creyente cristiano como para quien rechaza de modo racionalista la fe cristiana: cada hombre debe de alguna manera tomar posicin frente al sector de las decisiones fundamentales y ningn hombre es capaz de hacerlo sino agarrndose a una fe (Ratzinger, Introduccin al Cristianismo).

Segn Augusto Del Noce: El proceso debe ir de la fe a la razn, porque el Dios de la fe no es el Dios de la razn ms algo. Hay un salto porque todos los conocimientos filosficos juntos sobre Dios no pueden hacernos alcanzar al Dios Redentor. En razn de esto, en lugar de hablar de una fe que se sobrepone al conocimiento racional, habr que hablar de una fe que salva la razn liberndola de la idolatra de s misma, del racionalismo.

Este verbo salva remite a la palabra purificacin, querida a Benedicto XVI, que la usa ampliamente en la Deus caritas est. Tambin Del Noce la haba usado, afirmando que si la filosofa cristiana tiene un historia, no es la de la deshelenizacin, sino la de la purificacin del racionalismo. Sin la pretensin de ser a pesar de s mismos- portadores de esta salvacin, los cristianos pueden hacer bien poco por el bien comn.

Se han publicado en estos das las Actas del primer Seminario preparatorio de la Semana Social, celebrado en Treviso el 20 de junio de 2007. Podemos decir que la problemtica que he indicado ahora fue afrontada en aquel Seminario? Ciertamente lo fue en la conferencia introductiva de monseor Giampaolo Crepaldi [secretario del Consejo Pontificio Justicia y Paz.Ndr] que conclua as su intervencin: El bien comn necesita una razn pblica que no excluya la verdad de la fe cristiana. Necesita catlicos que no reduzcan la propia fe a buenos sentimientos sino tambin que testimonien su carcter de verdad. Necesita que caridad y verdad se encuentren para un servicio inteligente al hombre, expresin de aqul gran s que en Jesucristo ha dicho Dios al hombre y a su historia.

La misma utilizacin de la Doctrina Social de la Iglesia encuentra plena y adecuada expresin dentro de una perspectiva similar; de lo contrario siempre estara en peligro de transformarse en simple tica social.