banda del pueblo completa

7/18/2019 Banda Del Pueblo Completa

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BANDA DEL PUEBLO

Por José de La Cuadra

Eran nueve, en total: ocho hombres y un muchacho de catorce años. Elmuchacho se llamaba Cornelio Piedrahita y era hijo de RamónPiedrahita, que golpeaba el bombo y sonaba los platos !anuel!endo"a, soplaba el cornet#n $os% &lancay, el requinto 'egundo&lancay, el bar#tno Esteban Pacheco, el bajo Redentor !iranda, el

trombón 'evero !ariscal, sacud#a los platos sobre el cuero templado delredoblante y, (a"ario !oncada )era chi*iaba el "ar"o.

Corneli Piedrahita no soplaba aparato alguno de viento, ni hac#aestr%pito musical ninguno pero, en cambio, ea quien llevaba la botellade mallorca, que los hombres se pasaban de boca en boca, como unapipa de pa", con recia asiduidad, en todas las oportunidades posibles.&dem+s aunque contra su voluntad, el muchacho hab#a de ayudar aconducir el armatoste instrumental del padre, cuando a %ste, cada d#acon m+s recuencia, lo venc#an los accesos de su tos h%tica. Era, as#

imprescindible, y ormaba parte principal de la banda.

Por cierto que los m-sicos utili"aban al muchacho para los m+s variadosmenesteres y, como %l era de natural amable y servicial, cuando no lotocaba el mal humor... prest+base de buena gana a los mandados.

a -nica cosa que le disgustaba en realidad, era al"arse a cuestas elbombo. /e resto, d+bale lo mismo ir a entregar, hurt+ndose a los perrosbravos y a los ojos avisores, una carta amorosa de Pacheco, que era eltenorio l#rico de la banda, a cualquier chola guapetona o adelantarse,asi corriendo, cuadras y cuadras, al grupo, para anuncuar como heraldola llegada o, en 0n, aventurarse por las mangas yerbosas en busca deun ternero, un chivo, un chandho, o cualquier otro 1animal de carne1, alque hund#a un largo cuchilloal que pun"aba el cora"ón, si no era que leseccionaba la yugular... para satisación los nueve estómagos



hambrientos, en las ocasiones, no muy raras, en que 1los rejoles seve#an lejos1.

Cuando andaban por "onas +ridas de cerca al mar, Cornelio Piedrahitaten#a que hacer mayor uso de sus habilidades de or"ado abigeo.

2 Estos cholos de Chanduy son unoh ragaoh 2 dec#a (a"ario !oncada)era, contando y recontando las monedillas de n#que, 2 3re4 sucreh,hemo4 sacao.

'evero !ariscal, era tan alegre como los golpecillos de su tamborcuando tocaba diana, opon#a, esperando:

2 Pero en 'ant4 Elena noh ponemoh lah botah, 5eso en gente abierta6 57aver+n6 7o hey estao otras veces, en la banda der 0nao !erqu#ade 'anta

Cru...

2 8Er peruano9

oliviano era. e dec#an peruano, de insulto. Er se calentaba.

2 5&h6...

Redentor !iranda inquir#a, angustiado:

2 uenos 8y la comida9 de aqu# a 'ant4 Elena hay trecho.

(a"ario !oncada )era permanec#a silencioso, pensativo. Resolv#adespu%s:

2 !e creo que deboh4 ir a lo4 sitio: Engunga, Enguyina, Er !anantial, 4&"-car; /espu%sh tumbamo pa 'ant4 elena.

2 Como sea.

'egundo alansay no se satisac#a:

2 87 l4 agua9 8<uiersde l4 agua9

2 En !anantial venden.

2 87 la plata9 8<uiersde la plata9



3odo %l era di0cultades lo contrario de su hermano $os%, para quien nilos obst+culos verdaderos le merec#an reparo.

!anuel !endo"a, sentencioso, sabio de vieja ciencia montubia, dec#a la-ltima palabra:

Pa la seh, lo que hay eh la sandiya...'andiyah no artan en estoh lao...

Redentor !iranda insist#a:

2 Pero, seh no m+h no he lo que siente uno... 8=nde hayanih er tumbe9

Redendor !iranda se parec#a, en su aha, a su trombón. Era e>pliable suansiedad.

Pero, estaba ah# !anuel !endo"a, oportuno:

2 7 loh chivo9 8=nde me dejan loh chivo9 (ohay plata pa mercarloh...5bueno6... 8y ónde me dejan a 1tejón macho19 8=nde me lo dejan9

Con esto de 13ejón !acho1 se reer#a a Cornelio. Pidrahita, que ten#a esteapodo desde antaño, cuando era chiquitin y viv#a aun en su pueblo natalde /os Esteros.

El muchacho sólo les permit#a a !endo"a que era su padrino, y a

!oncada )era, que lo llamaran por el mote. & los dem+s les contestabacualquier chabacanada.

Ramón Piedrahita miraba a su hijo amorosamente con sus ojosproundos, brillosos, a0ebrados.

2 5!e lo est+n dañando ar chumbote6 2dec#a2 57a quieren que se robeotro chivo6 3an envici+ndomelo6

'uspira y añad#a:

2 Cuando me muera y naidien me lo vea, va4 a parar a la c+rcel...

!anuel !endo"a interven#a, en%rgico:

2 87 nosotroh9 8=nde noh dejah4 a nosotroh9 87 yo9 =nde me deja4 a m#9



&rrugaba el entrecejo al agregar:

2 & voh, compadre, l4 enermed+ t4 est+ volviendo pendejo. 57 no hayderecho6 5(o hay derecho, compadre6

Contando al muchacho, eran siete de la costa y dos de la sierra.

'e hab#an ido conjuntamente al a"ar, al a"ar de los caminos y, ahora,los un#a prietamente un la"o uerte de solaridad, que no sub#a a la boca,en las palabras mal pronunciadas, en los giros errados del lenguaje, enla sinta>is ingenua de su ignorancia cmpesina pero que por muchomejor, se signi0caba a cada momento en los gestos, en los actos.

?ueron, primero, tres: (a"ario !oncada )era, Esteban Pacheco y 'evero!ariscal. @n "ar"o, un bajo y un redoblante.

Aac#an unas tocatas inames. & las personas entendidas ocurr#aseles, deescucharlos, que se hab#an desatado en la tierra los ruidos espantososdel in0erno o una abierta tempestad de mar de altura.

2 Pero, la gente bailaba 8verd+ Pacheco9

2 5Claro6

2 57 d+bamo sereno6

2 (oh contrataban por noche. !i4 acuerdo que don Pepe 'oto, er mentao1Bambo j+yaro1 noh pasó treinta sucreh una veh para que toc+ramo enuna tambarria q4 hi"o onde la !artine... 8Conocista voh, !endo"a, a lah!artine9

2 57 memo6 8!e creeh de que soy gringo9 8(o eran lah4entenada deoyo 'ilva, que leh dec#an lah 17egua meladah19

2 ah mesmah.

2 5&h6.... Corrieron gayo lah doh... a mayor di"que vive con un raile enla provincia ... a otra i"que se murió de mal...

2 '#... Esa eh la qu4interesaba 1Bambo j+yaro1...Camila... (o laaprovechó... @na mo"a que b#a dejao por eya 1Bambo j+yaro1 l4hi"o er



daño en un pañolón bordao que le mandó a vender con un turcosenciyero, d4sos que andan en canoa... El turco arcagDetió la cosa...

2 &h+...

Eran as# los recuerdos de la %poca, ya lejana, de los tres.

2 /espu%h te noh4apegaste voh, !endo"a.

2 8Cómo 1&pegaste19 5Rogao ni santo que ju#6

2 Aum...

2 5Claro6

Re#an anchamente las bromas.

2 & Redentor !iranda lo cogimo pa una 0esta de 'an &ndr%h, en oca4eCaña.

2 !ejor dicho, en el estero de Bap+n.

2 Como a lagarto.

3ornaban a re#r.

2 )oh, Piedrahita, te noh4untastes en /aule, pa una 0esta de mi 'eñor deloh !ilagro. )o4habi+h bajado de /os Esteros buscando trabajo.

2 '#... $u% ese año de loh dos4inviernoh que s4encontraron... Ese año semurió la mada de m4hijo... <ued% solo y le garr% grima ar pueblo...

'e pon#a triste con la memoria dolorosa.

&ñad#a:

2 Er d#a que me ven#a a /aule ju% que me regaron.. 5Porque a m# loe quem4hicieron eh daño, como a Camila !art#ne", la 17egua melada16... 7o nome jalaba con mi primo 3om+h !ac#a, y ese d#a, cuando m%ibaembarcar, me yamó y me dijo: 1=iga, sujeto1, dej%mono de vaina yvamo dentrando en amist+. 1ueno, sujeto1, le dije yo porque as# nohtratamo con %r, de 1sujeto1F, y noh dimo lah mano... En seguida m%invitó



unoh tragoh onde er chino Pedro... 7 en la mayorca me amoló... /esdeentonce no se me arrancan lah toseh... 57 ve que m4hey curao6 5Porqueyo me hey curao6

!anuel !endo"a cortaba el discurso:

2 7a te lo hey dicho, compadre. Pa voh todav#a hay remedio, porque tumar no4 st+ pasao. =nde pueda4irte a 'anto /omingo de loh Colorao,loh4indio te curan.

2 Este verano voy.

&s# era siempre.. El pró>imo verano se iba Ramón Piedrahita a curarsede su tos en las montañas de los Colorados... El pró>imo verano... Pero,no part#a nunca... (o ue nunc all+... & otra parte ue...

2 Con loh4&lancayeh noh completamos en abahoyo pa una 0esta de mi'eñora de lah !ercedes...

2 5&ha6

os hermanos &lancay hab#an bajado desde la prov. de ol#var y ten#anuna historia un poco distinta de las de sus otros compañeros...

os hermanos &lancay eran oriundos de uaranda, y, cuando

muchachos, hab#an trabajado en los latiundios, al servicio de losgamonales de la provincia de ol#var. Creyendo mejorar escaparon a osR#os y buscaron contrato en una hacienda donde se e>plotaba madera.

Era la %poca del concertaje desenmascarado y de la prisión por deudas.

os &lancay, sin saber cómo, se encontraron con que, tras un año delabor ruda y continuada, no guardaban nada ahorrando, apenas sihab#an comido, estaban casi desnudos, y, para remate, ten#an con elpatrón una cuenta de cien sucres cada uno.

&cobardados, huyeron de nuevo, rumbo a sus sierras natales. Esperabanque les ir#a menos mal que en la llanura, a pesar de todo.

es ue igual, si no peor.

Entrampados, ugaron por tercera ve", encimin+ndose a Riobamba.



?eli"mente para ellos, ard#a el pa#s en una guerra intestina, ynecesitaban gente re"ca en los cuarteles.

'e metieron de soldados. El jee del cuerpo los deendió cuando laautoridad civil, a nombre de los patronos acreedores, los reclamó.

Baaron as#. a esclavitud militar los libró de la esclavitud bajo elr%gimen eudal de los terratenientes y, el l+tigo soportado encima de lacureña del cañón, a r#tmicos golpes compasados por los tambores, en lacuadra de la tropa..., los libró del l+tigo surido con m+s los tormentos dela barra o del cepo )argas, en las bodegas o en los galpones de lashaciendas y sin m+s m-sica que el respirar jadeante del capata"...

'acaron heridas leves y un gran cansancio, un cansancio tan grande, tangrande, que sent#an que ya nada les importaba mayor cosa y que la vidamisma no val#a la pena.

Esto lo sent#an oscuramente, sin alcan"ar a interpretarlo a semejan"ade esos dolores opacos, proundos, radiados, que se sienten en lo hondodel vientre y de los cuales uno no acierta a indicar el sitio preciso.

3ranscurrió mucho tiempo para que se recobraran pero, en plenitud, jam+s se recobraron.

En la pa" cuartelera aprendieron m-sica por notas. legaron a tocarbastante bien, en cualquier instrumento de soplo, las partituras m+sdi#ciles, con poco repaso. as composiciones sencillas las pon#an aprimera vista.

os ingresaron en la banda de la unidad.

Entonces, ser de la banda era casi un privilegio, y los soldados sedisputaban porque los admitieran al aprendi"aje de la m-sica.

os &lancay se consiguieron sus barraganas entre las cholas querecuentaban los alrededores del cuartel. $unto con las dem+s guarichas,sus mujeres segu#an al batallón cuando, en cambio de guarnición, eradestacado de una pla"a a otra.

os dos hermanos se consideraban, ya, casi venturosos yendo de ac+para all+, conociendo pueblos distintos y viendo caras nuevas.



El rancho era pasable ten#an hembras para el olgar, dinero al bolsillo,ropa de abrigo, y, el trabajo era soportable y les agradaba hacerlos.8<u% ms9

Pero, de su tranquilidad los despla"ó bruscamente la noticia de otra

revolución.

El ambiente cuartelero no los hab#a militari"ado, y guardaban, vivo yperenne, el recuerdo de la anterior campaña.

Por eso, al saber la orden de movili"ación de su unidad, desertaron.

& prevención, llev+ronse dos instrumentos, los que m+s a mano toparon:un requinto y un bar#tono pero, como en pago, abandonaron susguarichas al antojo de los compañeros.

Erraron meses y meses por las montañas perdidos a veces, miserables,hambrientos, pero satisechos de estarlo antes de arrostras las penuriasy los peligros de la campaña contra los montoneros, que hac#an unadestro"adora guerra de guerrillas.

En los alde-cas de indios, en los sitios de peones, tocaban el requinto yel bar#tono, acompañ+ndose como pod#an. /espu%s, recog#an lasmonedicas.

Eran casi mendigos.

@n d#a, en abahoyo, toparon con la banda popular que ya por entoncesdirig#a (a"ario !oncada )era.

es propuso %ste que ingresaran en ella, y los &lancay, gustos#simos,aceptaron.

&-n cuando los hermanos &lancay eran los que m+s sab#an de m-sica ydirig#an y enseñaban a los dem+s, la jeatura la conservó siempre, aunpor encima del viejo !endo"a, (a"ario !oncada )era.

Este se dec#a nacido en las pro>imidades de Cone y pretend#a ser de unamilia de bravos yuguacheños que siguieron al general !ontero en todassus aventuras, complet+ndole las ha"añas. &seguraba que, en un solo



combate, pelearon con el partido del general nada menos que siete!oncadas, ormando parte de su amosa caballer#a.

2 7o no hey arcan"ao esoh tiempoh... & m# me tocó la mala, cuando ju% lade parder, en la cerrada de 7aguachi... &h# m4hirieron en un bra"o... @na

bla me pasó atocando...

En eecto. (a"ario !oncada )era era casi inv+lido de un bra"o a cuyacircunstancia atribu#a sus di0cultades con el instrumento.

&nteh tocaba m+h mejor. 7o hey sido m-sico de l#nea, como loh&lancayeh...

Contaba que en la acción de 7aguachi, ya herido, hubo de ocultarse,huyendo del enemigo, debajo del altar de 'an $acinto, en la iglesia

parroquial, y que, en su escondrijo permaneció dos d#as sin poder salir.

(oh ca"aban como a "orroh... =nde hoh garraban, noh remataban laculatalimpia... 5Eso era coco6... &h#, voh !endo"a, que te la dah demacho, te bierah cagao loh car"oneh...

Parec#an tener sus 1picos pendientes1 con !endo"a, porquerecuentemente se echaban chinitas.

El viejo dec#a:

2 5(o me caracoleeh6 53ir+mela en paro, que ya no te l4aguanto6

Re#an y no ocurr#a nada.

/e !oncada )era se reer#an en vo" baja historias poco edi0cantes.

2 Comevaca ha sido.

2 En la c+rcel de uayaquil estuvo.

2 Pero ju% por pol#tico.

2 87 en al+pagoh9 8Por qu%4stuvo en al+pagoh9

2 5Por comevaca, pueh6



2 (o...

2 &uto motivado tiene...

2 87 cómo no la garra la Rurar9

2 8(o saben9 lo deendió un abogao gaya"o... Cuando le cayó automotivado, lo hi"o pasar por muerto y presentó er papel de la dejuncióncomo que hab#a muerto en aba... (o se yama (a"ario... ?elm#n sellama... 5Pero, loh que sabemoh sabemoh6...

2 5&h6...

2 'ea como uere, (a"ario !oncada )era hablaba mucho de su pasao.!as, es lo cierto que a menudo se contradec#a.

!ostr+base orgulloso de su origen, y este lado *aco se lo e>plotaba elviejo !endo"a.

2 3odo yaguacheño, amigo, lo que eh.... eh ladrón...

2 5!entira6

2 87 er dicho9 8=nde me dejah4er dicho9 8<u% dice es dicho9 &nda arobar a la boca de 7aguachi...1 8/ice u no dice9

2 5(o me lah rasqueh4en contra, !endo"a6...

En otras ocasiones se gloriaba de sus paisanos ribereños, que antañoueron temidos piratas de r#o.

2 5Eso eran hombreh, caray6

(a"ario !oncada )era sab#a tanto de monte como el propio !endo"a ym+s y m+s que los otros compañeros.

Pose#a, sin duda, el don de los caminos, y resultaba un gu#a inallable.Era, en una sola pie"a, br-jula, plano topogr+0co y carta de rutas. /e<uevedo a alao y de oliche a allenita, no hab#a undo r-stico, opoblado, por chico que uera, donde careciera de relaciones y noconociera, por lo menos a alguno o a sus antecesores. En todas partesten#a amigos, compadres o 1cuñados1.



Ae aqu# una escena.

legaba de noche la banda a una csuca paji"a, 1a*ojada en mediasabana como cabayuno d4engorde1.

adraban los perros.

&rriba apagaban el candil, y la casa quedaba cautelosamente a oscuras.

!oncada )era gritaba:

2 5&migo6

'ilencio

2 5&migo6

'ilencio

&l 0n, aburrido, dec#a:

2 (o sean *ojoh... 5'oy yo, !oncada )era, con la bande4e m-sica6

&rriba not+base un movimiento apenas perceptible. &lguien separapetaba tras la ventana entreabierta. )e#ase, en la oscuridd, rebrillar

el 0lo del 1raboncito1 o el cañón de la 1garabina1.

7 despu%s de unos instantes, una ve" jubilosa daba la bienvenida:

2 5&dioh, compadre (a"ario6

2 8(o me conoc#an9

2 Con la escurana, no, compadre. /ispense. 57 como hay tanto mañoso6'uba, compadre, con loh cabayeroh...

'uced#a que, al cabo de los años, (a"ario moncada )era hab#a hallado asu compadre Remanso (oboa, con quien, de seguro, habr#an estadomucho tiempo juntos en alguna parte, y con quen har#an, mano a mano,memorias de las pellejer#as que, juntos tambi%n, le habr#an hecho aalguna mujer o a alg-n hombre...



2 5)ea como son lah cosah6

Pod#a ser otra la escena.

Estaba la banda en una aldea en0estada. (a"ario !oncada )era

necesitaba un caballo 1pa4un menester urgente1.

Pasa un joven jinete.

2 =iga, amigo6

El jinete se revolv#a.

2 8qu% se l4orece9

2 8(o eh4ust% de loh Reinoso de la ocana9

2 (o soy de loh4&rteaga de R#o Perdido

2 5&h6... 8Aij4e 3erencio9

2 (o de elisario2.

2 5&h6... 8/e mi cuñao elih...9 5&hi4st+ la pinta6

/espu%s de poco, (a"ario moncada )era, trepado en el caballo deldesmontado jinete, ir#a a despachar su asunto, dej+ndolo al otro a pie ysatisecho de servir al 1cuñado1 de su padre.

Estas condiciones de (a"ario !oncada )era obraban, sin duda, paramantenerlo a perpetuidad en la jeatura de la banda.

Casi no se separaban los m-sicos.

En ocasiones, alguno de ellos qued+base cortos d#as en su casa, de

tenerla, con los suyos o, si no, en la de alg-n amigo o pariente.

os que escond#an por ah# su 1cualquier cosa1, eran quienes mayortiempo disrutaban de vacaciones.

En especial, 'evero !ariscal.



(a"ario !oncada )era le dec#a, cuando el del tambor le comunicaba suintención de 1tomarse una largona1.

2 57a va4empreñar orguna mujer, amigo6 5@st% eh4 a la 0ja6

7 era as# inallable.

& los nueve meses de la licencia hab#a en el monte un nuevo !ariscal.

'evero se gloriaba:

2 5Para m% no hay mujer machorra6

a verdad es que tampoco hab#a, para %l, mujer despreciable: de losdoce años para arriba, sin l#mite de edad...

2 o que hay que ser eh dentrador 2 repet#a.

Cuando trat+base de una chicuela, se justi0caba diciendo:

2 a carne tierna p4al diente *ojo.

Cuando ocurr#a lo contrario dec#a:

2 (o crea, amigo: gayina vieja echa gDen cardo...

=, tambi%n:

2 Eh er gDeso que da gusto a la chicha...

'e burlaba de Esteban Pacheco, cuyos amores eran casi todosplatónicos.

o aconsejaba:

2 5/entra. Pacheco6 & la mujer hay que entrarle.

Re#a:

2 & m# no se me pasan ni las comadreh...

Pacheco argD#a, t#mido:



2 3e vah4a regar.

2 7o me limpio con la vaina de loh castigoh.

&l o#r estas discusiones, !anuel !endo"a terciaba, seg-n costumbre,

inclin+ndose siempre a avor de 'evero !ariscal, en contra de EstebanPacheco.

2 5/%jalo, 'evero6 2dec#a2 a Pacheco no le agrada m4ah bajo que suestrumento.

7 re#a con su risita aguda, que era 2seg-n e>presión de Redentor!iranda2 1calentadora1...

En la temporada seca, la banda iba generalmente completa.

2 P4al invierno, bueno que gorren... Pero p4al verano hay que ajuntarse 2dec#a (a"ario !oncada )era.

2 Cierto. Eh que en verano cai toda la 0ester#a...

&penas se les escapaba 0esta algura de pueblo, por apartado queestuviera de las v#as de comunicación m+s transtadas y, no sólo en laprovincia del uayas, sino en la de os R#os y aun en la parte sur de lade !anab#, en las "onas que colindaban con la del uayas.

'obre todo, eran inaltables en las m+s importantes: 'anta &na, de'amborondón 'an oren"o, de )inces 'an $acinto de 7aguachi 'antauc#a, de 'anta uc#a la )irgen de la !ercedes, de abahoyo El 'eñorde los !ilagros y 'anta Clara de /aule 'an Pedro y 'an Pablo, de'abana rande de uayaquil 'an &ntonio de alao a (avidad, del!ilagro...

El año anterior a la muerte de Ramón Piedrahita, ueron por primera ve"a uayaquil, para celebrar la 'emana 'anta en la barriada porteña de laiglesia de a )ictoria. es ue bien y pensaban volver el año siguiente.

a banda era n-mero de importancia en los programas pueblerinos. Enlos anuncios que, suscritos por el prioste o encargado, aparec#an en losdiarios guayaquileños invitando 1a los devotos, turistas y p-blico engeneral a contribuir con su presencia a la solemnidad de la 0esta1 se



dec#a, al pie de los datos sobre lidia de gallos, carrusel de caballitos,circo, carrera de ensacados, etc., que ameni"ar#a los actos 1el amosogrupo art#stico musicl que dirige el conocido maestro (a"ario !oncada)era, con sus reputados proesores, poniendo las mejores pie"as de sunumeroso y selecto repertorio, tanto nacional como e>tranjero.

Era, en verdad, nutrido el repertorio.

(o hab#a pasillo que la banda no tocara desde el remoto 'uicida hasta&usencia, pasando por otas de &jenjo, &lma en los labios, =jos verdes,)aso de l+grimas, !ujer lojana, etc., es decir, por toda la abundante *orade esas composiciones populares.

En materia de valses, la banda preer#a oca de amor, 'obre las olas,'urir y m+s surir, Gdolatr#a y otros semejantes.

(o 0guraban en la lista de pie"as m+s tangos que $uli+n y !uchacha delcirco pero, los &lancay hab#an cambiado de tal modo los compases, queya de tangos sólo les restaba el nombre y pod#an ser bailados como elm+s atraagado y saltar#n de los pasillos.

3ambi%n se tocaba sanjuanes andinos, en especial uno que comen"aba:

'an $uanito, nito,

de Pul#, pul#...

5'+cate los ojos6

5/+melos a m#6

Bambas, rumbas, marineras, chilenas, boleros, de todo hab#a en elrepertorio pero, con estas pie"as ocurr#a, poco m+s o menos, lo que conlos tangos.

Para las serenatas, los m-sicos escog#an canciones, de esas viejascanciones cuyo origen se ha perdido en la no escrita historia de loscampos, y las que, si bien algunas ueron tra#das de Cuba o 7ucat+n enel pasado siglo, remontan su origen, en la mayor#a, a la %poc colonial ycalentaron de amor la sangre criolla de las bisbuelas...



Para acompañar los entierros de los montubios pudientes, dedicabanuna suerte de pasodoble tristón, en el introduc#an, alternandoconte>tura, tro"os de sanjuanes, de bambucos y aun de jotasaragonesas...

Cuando 1&l"aban a 'anto1 en la misa mayor de las aldeas en0estadas, labanda entraba por una machicha brasileña que los &lancay aprendieronen el cuartel y enseñaron luego a sus compañeros.

Aab#a mucha machicha en la ceremonia de descendimiento del +ngel,para la pascua de Resurrección el +ngel 2representado siempre por lam+s guapa chica del pueblo2 bajada, atado de una soga encintada a laespalda, desde la ventana m+s alta del campanario, sobre el pretil de laiglesia... Callados los sones de la m-sica, anunciaba a las p+vidas gente

que /ios, aunque pareciera mentira, esta vivo y m+s robusto que nuncadespu%s de su cruci0>ión y entierro... os cohetes y las palomitas decolores 2debidos a la mani0cencia de los chinos acatolicados2e>presaban luego el j-bilo de los circunstantes por la e>traordinarianoticia... 7, de nuevo la machicha brasilerña.

?ianlmente, la banda sab#a el himno nacional ecuatoriano y unaarrancada r+pida, a paso de polHa, con intermedios de ataque.

(a"ario !oncada )era dec#a que esta arrancada que %l cali0caba de

marcha guerrera, ue la -ltima que tocaron las uer"as militaresrevolucionarias en la boca de 7aguachi....

a banda utili"aba todas las v#as posibles para trasladarse de un punto aotro.

=ra viajaban los m-sicos en lanchas o vapores *uviales, en segundaclase, sobre las rumas de sacos de cacao para e>portación o junto algnado que se llevaba a los cmales ora, en canoas de montaña, a puntade palanca contra corriente, o a golpe de remom, a avor en las bajadas

ora, por alta alguna ve", en las balsas enormes que se desli"an por elr#o, al capricho de las mareas conduciendo rutas, desde las lejanascabeceras para los mercados ciudadanos.

Cuando incursionaban en las poblaciones de junto al mar, viajaban enbalandras y, cierta ocasión que los contrataron para una 0esta de 'antaRosa, en la provincia de El =ro, se embarcaron a bordo de un caletero.



Pero, por lo general, marchaban a pie por los caminos reales o por lossenderuelos de las haciendad y, muchas veces, abriendo trochas en lamontaña cerrada.

Cuando la noche o la lluvia se les ven#a encima, buscbn un reugio

cualquiera bien se apelotonaban bajo un +rbol rondoso bien bajo ungalpón o coberti"o bien en alguna cho"a abandonada, de esas quesuelen hacer los desmonteros de arro" para el pajareo y la cosecha y losmadereros para el corte.

Eso no ocurr#a con recuencia: casi siempre (avarro !oncada )eraarreglaba el itinerario de tal modo que hicieran noche en alg-n pueblo ohacienda, o, siquiera en la casa de alguna persona comodada que lesprestara hospedaje gratuito.

Precisamente, alojdos en una de esas mansiones rurales 2en la que losPita 'antos, de oca de Pula2 se encontraban la tarde en que murióRamón Piedrahita.

Este acontecimiento doloroso cerró una etapa de la historia sencilla de labanda, y abrió otra nueva.

o anterior a ese acaecido pertenece al pasado el presente sigue, desdeentonces... y seguir+... manso, sereno e igual...

as cartas amorosas de Pacheco... a conquistas de 'evero !ariscal ylos hijos consecuentes... a ciencia montubia de !endo"a... asdi0cultades de 'egundo &lancay.... El hambre insaciable de Redentor!iranda... o mismo... E>actamente, lo mismo...

Continuar+ la aventura la banda por los caminos del monte. Gr+n losm-sicos en busca de 0estas poblanas que alegran con su alharacainstrumental, de entierros que acompañan, de serenatas que orecer, de+ngeles que ver descender, no del cielo, pero de la ventana m+s alta de

los campanarios rurales... Gr+n en busca de todo eso mas ir+n tambi%n,con eso en busca del pan cotidiano... que los hombres hermanos seempeñan en que no de la tierra generosa para todos... sino para unoscuantos...



Cuentan el tiempo los m-sicos por el triste acaecido de la uga delcompañero t#sico que sonaba el bombo roncador y los platillosrechinantes...

2 Eso ju% anteh de que muriera Ramón Piedrahita...

2 (o ju% despueh... 7a lo4bia reempla"ado 13ejón macho1. !4acuerdoporque en $ujan no pudimoh tocar el himno nacional... 13ejón macho1 nolo b#a prendido todav#a...

2 /e verah...

Era el atardecer.

os -ltimos rayos del sol 21<ue hab#a jalao de 0rme, amigo1.2

jugueteaban cabrillos en las ondas blancosucias del riachuelo.

Redentor !iranda dijo, aludiendo a los re*ejos luminosos en el agua:

2 5Parecen bocachicos nadando con la barriga p4encima6

!anuel !endo"a ue a replicar, pero se contuvo.

2 Aasta la gana de hablar se le quita a uno con esta viana 2 murmuró:

Gba el grupo, silencioso, por el sendero estrecho que segu#a las curvas dela ribera, hermanando rutas para el trajinar de los vecinos.

& lo lejos 2al 0n del camino2 distingu#ase el rojo techo de tejas de unacasa de hacienda, cobijada a la sombra de una rutadela, sobre cuyos+rboles las palmas de coco, atacadas de gusano, desvencijaban susest#pites podridos, negruscos, ruinosos...

2 5ay6 Esa eh la posesión de loh Pita 'antoh

2 a mesma

2 5&rcansaremo a yegar9

2 Aumm...

Aablaban bajito, bajito... 'usurraban las palabras...



2 Er t#sico tiene o#do de comadreja.

Esteban Pacheco preguntó, ingenuamente:

2 83#sico, dice9 8Pero eh que Piedrahita ta4ectado9 8(o dec#an que era

daño9

(a"ario !oncada )era lo miró.

2 5(o sea pendejo, amigo6 2replicó2 os ojos si4hn hecho para ver... 8@st%ve u no ve9

Ramón Piedrahita no pod#a m+s.

Gba casi en guando, conducido por 'evero !ariscal y Redentor !iranda.

/elante marchaba su hijo, lloroso, con el bombo a cuestas... Pero, ahoraiba el muchacho casi contento de llevarlo... Pensaba vagamente, quedeber#a haberlo llevado siempre... 7 quer#a, acaso, que pesaba m+smucho m+s...

& cada paso se revolv#a:

2 5Pap+6 8Cómo se siente pap+9 8'e siente mejorado, pap+9 5pap+6

Ramón Piedrahita no respond#a. Aubiera, s#, deseando responder. 'e leadvert#a en el gesto de la a" l#vida, demacrada, mascarilla de cad+ver...un desesperado esuer"o por hablar... Pero, no hablaba... Aac#a una horaque no hablaba ya...

!anuel !endo"a reprend#a al muchacho:

2 5)e que mi ahijao6 5'e 0ja que mi compadre est+ debilitao y le haceconversación6 5/eja que se recupere6

os dem+s sonre#an a hurtadillas, l-gubremente.

Aac#an los &lancay la retaguardia del grupo. Cambiaban rases entre s# ycon !endo"a, cuando %ste se les acercaba para satisacer su ración decharla inevitable.



2 & m# nadie me convenció nunca jam+s de que el Piedrahita estabaamaliado. 5Picado del pulmón estaba6

2 7o ni me le apegaba, por eso. /e lejitos...

!endo"a terciaba magistralmente:

2 @steh, como no son d4estoh laoh, no saben esta cosa de loh maleh queli hacen ar cristiano... Puede que mi compadre tenga picao er pulmón,no digo de que no pero, ha de ser que 3om4ah !ac#a que ju% er que lo jodió, le metió arguna poliya en la mayorca... 5(o li han o#do cómocuenta9

os &lancay otorgaban, respetuosos:

2 5&s# ha de ser, don !endo"a6 Cuando usted lo a0rma...

2 5)aya que lo 0rmo6

(a"ario !oncada )era iba de un lado para otro.

2 5&p-rense6 5(oh va4garrar la noche6 5Ese hombre necesita tranquilid+6

'e acercó a los que conduc#an a Piedrahita...

2 A+ganle mah mejor, siya4 e mano. &rrecu%stenlo un rato en er suelo paque se acondicionen y el enermo se entone.

!iranda y !ariscal depositaron en un cama de yerbas el cuerpo casie>+mine de Piedrahita.

3odos lo rodearon.

3en#a ya el pobre la respiración estertorosa de la agon#a: cuando habr#alos ojos, buscando ansiosamente al hijo, se le clavaba la mirada vidriosa

de las pupilas medio parali"adas... 3os#a, aun... Era la suya una tos seca,que parec#a salir sólo de la garganta una tos chiquita apenasperceptible... absurdamente semejante al arrullar de la paloma deCastilla en los nidales alto.

(a"ario !oncada )era llamó aparte a !ariscal y a !iranda.



/e que repose un rato 2ordenó2 li hacen la siya e mano... Pero, andencon cuidado... Cuando tuesa, revuervan la cara pa que no leh sarpique lababa....

5&h6...

2 5(o eh que yo sea asquiento pero, la enermed+ eh la enermed+... Elhombre que va a morir, suerta toda la aver#a que tiene adentro...

5&h6...

Ramón Piedrahita se hab#a agravado de un momento a otro. Aasta el d#aanterior, aun se val#a de sus piernas. 'e atigaba pero avan"aba.

Aab#an procurado dejarlo en varias partes, m+s %l quer#a seguir seguir...

/ec#a:

2 /%jenme llegar aonde !elasio )ega. Ese hombre sana.

!elasio )ega era un curandero amoso, cuya vivienda estaba a cuatrohoras a caballo, justamente de la casa de los Pita 'antos, adonde seapro>imaba el grupo.

Ramón Piedrahita ya no pensaba en los indios brujos de 'anto /omingo

de los Colorados. 'e contentaba con que lo 1medicara1 !elacio )ega...

2 !ilagro hace6 ju% %r que sarvó a 3irburcio enavide, ques4 taba piorque yo...

2 5&h+6...

os compañeros no se atrevieron a negarle a Piedrahita la satisacciónde su empeño. 7 siguieron adelante.

Comentaban:

(o avan"a.

2 =nde loh &rriaga se noh queda.

2 pasa. =nde loh /uarte, tarveh.



2 5(o6 mah lejo...

2 8=nde9

2 =ndeloh Calderoneh

2 (o onde loh Pita 'otoh no m+h

Esto lo dijo (a"ario !oncada )era. 7 adivinó.

2 !+h mejor que sea ay#, lo meno si est+ mi compdre Rumuardo...

2 <ui%n sabe est+ en lah lomah con er ganadito...

2 (o al4 hijo grande manda. Er se queda reposando. 7a4 st4+ viejo mi

compadre Rumuardo.

2 &h+...

7 ahora estaban ah#, en las inmediaciones de la hacienda de los Pita'antos, con el moribundo.

2 5(i qu#4 hubiera apostado conmigo pa4 hacerme ganar6 2repet#a (a"ario!oncada )era.

/espu%s de un rato, ordenó:

2 5C+rguenlo6

7 en la oreja de los conductores, musitó, recalcando el concejo de antes:

2 cuando tuesa, viren la cara pa que no los4 atoque er babeo.

entamente 21como procesión en pla"a4 e pueblo chico12 adelantó elgrupo hasta la cas de los Pita 'antos, en cuyo portal hi"o alto.

(a"ario !oncada )era, gritó:

2 5Compadre Rumuardo6

Rumualdo Pita 'antos se asomó a la a"oteilla que se abr#a en un la deledi0cio.



2 5)a, compadre6 2e>clamó en tono alegre2 5?eliceh los4 ojo que lo ven,compadre6

Enseguida inquirió:

2 57 qu% milagro eh por aqu# en mi modesta posesión9

!oncada )era respondió, !uesqueando un guiño triste:

2 Por aqu#, compadre, andamo con el socio Piedrahita que si4ha puestoun poco adolecente.. 7 venimoh pa que noh d% ust% una posadita hastamañana...

2 5Cómo no, compadre6 7a sabe ust% que %sta es su casa.

2 8=nda noh4arreglamo, compadre9

2 &rriba no hay lugar, porque tenemoh posanteh: unoh parienteh de sucomadre, ue han venido a4hcerce ver con !elasio )ega... Pero, abajo, enla bodega, pueden acomodarse.

2 =nde se sea.

2 /entro, pueh, compadre, con la compañ#a que yo vi4hacerle prepararun tente 2empi% p4al cansancio que tren... seguro...

2 raciah, compadre6

Ramón Piedrahita ue colocado en unos gancohos, sucios de c+scara dearro" y ca%, sobre el suelo de tablas de la bodega. @na vieja monturasirvió para almohada. Encima del cuerpo le hecharon un poncho.

a mujer de Rumualdo Pita 'antos 2ña $uanita, una cuentona robusta yguapota,2bajó a apersonarse del enermo.

Cornelio Piedrahita se quedó a la cabecera de su padre pero, losm-sicos no entraron en la bodega, sino que se encaminaron a la orilladel r#o, y en el elevado barrancal se ueron sentando, uno al aldo delotro, enmudecidos, junto a los enmudecidos instrumentos.

Por un instante, las miradas de todos convergieron en el gordo bomboque Cornelio Piedrahita dejara abandonado en el portal.



En lo #ntimo se ormularon pregunta semejante:

2 8<ui%n lo tocar+ despu%h9

Pero, no se respondieron.

3ranscurrieron as# muchos minutos, una hora qui"+s. as sombras sehab#an venido ya cielo abajo, sobre la tierra ennegrecida, sobre lasaguas ennegrecidas...

En la bodega estaban ahora, adem+s de ña $uanita, sus hijas: tres chinasde carne del color y la dure"a de los manglares roji"os... (o obstante laamargura que los embargaba, al contemplarlas Esteban Pachecoresolvió escribirlas, aun cuando uera a las tres, una carta de amor, y'evero !ariscal creyó que hab#a en ellas campo abonado para el

*orecimiento de nuevos !ariscales...

!as, las muchachas ni los saludaron, siquiera.

Penetraron, de prisa, en la bodega para acompañar a su madre y ayudaral enermo a bien morir.

Era a esto que hab#an bajado, porque se escuchaban sus voces quere"aban los au>ilios...

/ec#anI

2 5lorios#simo 'an !iguel, pr#ncipe de la milicia celestial, ruega por %l65'anto &ngel de su guardia glorioso 'an $os%, abogado de los que est+nagoni"ando, rogac por %l6

/espu%s re"aron letan#as. a madre invocaba: las hijas coreaban...

2 'an &bel... Coro de los $ustos... 'an &braham... 'antos Patriarcas yProetas... 'an 'ilvestre... 'antos !+rtires... 'an &gust#n... 'antosPont#0ces y Conesores... 'an enito... 'antos !onjes y Elmitaños... 'an $uan... 'anta !ar#a !agdalena... 'antas )#rgenes y )iudas...

2 5Rogac por %l6... 5Rogac por %l6... 5Rogac por %l6...

!+s tarde recomendaban su alma:



2 5'al en nombres de los Jngeles y &rc+ngeles en nombre de los 3ronosy /ominaciones en nombre de los Principados y Potestades en el de los<uerubines y 'era0nes6...

Esto ue lo -ltimo. Cesaron las voces.

os m-sicos se estremecieron.

&pareció en el umbral de la puerta de la bodega, la 0gura de ña $uanita.

2 57a4cabó6 2 dijo.

Prendido a su alda, Cornelio Piedrahita, ahora m+s pequeño, vuelto m+sniño ahora, sollo"aba...

2 5Pap+6... 5Pap+6...

(ada m+s.

os m-sicos guardaron su silencio.

7 transcurrieron nuevos minutos. Parec#a como si todas la gente hubieraperdido la noción del tiempo.

7, de improviso, sucedió lo no esperado.

@no de los hombres 2despu%s se supo que ue &lancay, el del bar#tono2sopló en el instrumento. El instrumento contestó con un alarido tristón.

os dem+s m-sicos imitaron inconscientemente a su compañero... 'equejaron con sus gritos peculiares el "ar"o, el trombón, el bajo, elcornet#n...

7, a poco, sonaba pleno, aullante, ormidable de melancol#a, un sanjuanserraniego... !e"cl+banse en %l tro"os de la marcha -nebre que

acompañaba los entierros de los montubios acaudalados y tro"os depasillos dolientes...

loraban los hombres por el amigo muerto lloraban su partida pero, lohac#an sinceros brutalmente sinceros, por boca de sus instrumentos, enlas notas clamorosas...



!as, algo altaba que restaba concierto vibrante a la m-sica la armon#aacompañadora del bombo, el sacudir rechinante de los platos.

?altaba.

Pero, de pronto, advirtieron los m-sicos que no altaba ya.

'e miraron.

8<ui%n hac#a romper su calma al instrumento enlutado9

2 5&h6...

Cornelio Piedrahita golpeaba ritmicamente la mano de madera contra elcuero tenso...

2 5&h6...

... &rriba, Romualdo Pita 'antos, desentendido del muerto, sepreocupaba e>clusivamente del tente2en2pie.

2 -squemen, Pintado, unah gayinah gordah. Aay que hacer un aguao.Eh lo m+h mejor pa un velorio... /espu%h va4comprarme ca% pa estilar,onde el guaco ópeh... 5&h, y mayorga6 @n trago nunca est+ dem4+g.

Cuando oyó la m-sica que sonaba en el barranco, e>clamó:

2 Aan garrao estoh gayoh a moda de la sierra... 5ueno6... <ue haigam-sica... Pero, baile no aguanto... Cuando se baila a un muerto, semalea la casa...

/irigi%ndose a una mujer que animbaba el uego del ogón con unenorme abanico, e>igió con0rmación:

2 8)erd+, comadre Gnacita, ust% que eh tan sabedora d4eso9

a interpelada contestó, convencida:

2 &s# eh, don Pita.

...&bajo, las mujeres musitaban re"os junto al comedor.



a m-sica cesó.

as -ltimas notas las dieron unas lechu"as que ten#an su nido en el alerodel edi0cio.

&l o#r los chirridos de los animaluchos, el viejo !anuel !endo"acomentó:

2 Esah son lah que han cortao la mortaja pa mi compadre Piedrahita...5/esgraciadah6...

Como los pajarracos continuaran en sus l-gurbres gritos, mientrasrevoloteaban sobre la casa, agregó:

2 7 sigue er vortejeo... eh ha sobrao tela pa otra mortaja, se ve...

'antigDensen, amigoh, no sea que noh atoque a arguno de nosotroh...5!aldita sea6

3odos, incluso (a"ario !oncada )era, se persinaron contritos.

banda del pueblo completa

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