bajo el yugo de cristo

1 Por: Diana Fernanda Vásquez S. Tel: 315 309 9114 Escríbenos: [email protected] *Ilustraciones: Cortesía de Fano

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“Cargad mi yugo sobre vosotros, aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mt. 11:29-‐30)

Cuando nos convertirnos no nos enyugamos automáticamente a Dios. No tenemos la menor idea de lo que esto implica. Creemos que es dejar esto o aquello, orar, tener una relación con él, ir a la iglesia, hacer obras de caridad, pertenecer a un ministerio, obedecer sus mandamientos y así es, pero no pensamos en lo más difícil y lo más importante: Someternos a Él. Jesús nos invita a estar bajo su yugo; ¿pero sabemos que significa? Este texto bíblico siempre me llamó la atención porque Dios a través de la historia luchó por la libertad de su pueblo y Jesús en el nuevo testamento nos invita en repetidas ocasiones a que seamos hombres libres; es más, murió para asegurar nuestra libertad. En el texto del inicio nos sugiere llevar una carga que implica sometimiento y un peso; cuando en el texto anterior a este nos dice: “Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos y yo os aliviaré”.

Estar bajo el yugo es estar sujetos, que a su vez es someterse. Si apelamos a una simple

definición del verbo someter, entendemos que es la acción por medio del cual una persona subordina sus decisiones a otra, en griego la palabra “ligero” significa encajar bien. Jesús nos invita a ser parte de su yunta, porque su “yugo es ligero”. La yunta la conforman dos animales unidos por un yugo, que son unos aparatos que se colocan sobre el cuello y deben aprender a andar y a trabajar con ellos. En este proceso los animales aprenden a conocerse, acostumbrarse el uno al otro y a permanecer unidos por su yugo hasta que termine el tiempo de su trabajo. Para saber de qué está hablando el Señor vamos a imaginar que usted es uno de los animales que conforman la yunta y Cristo el otro; experimente mental y sicológicamente cuál es su proceso de adiestramiento y sujeción al plan Divino de Dios para usted.

Puntos de Interés: Concepto de yugo • Adiestramiento • Temperamento del animal • Fases del proceso • En el establo el adiestrador debe…



Concepto de Yugo

Los datos de los pasos para amansar y adiestrar bovinos jóvenes para yuntas, los tome de un curso que la Fundación Agro-‐Biológica colombiana presente en internet.

Yugo es un artefacto de madera al cual, formando yunta, se unen las mulas o los bueyes, y en el que va sujeta la lanza o pértiga del carro, el timón del arado, etc. El término proviene del latín iugum, el cual a su vez deriva de una raíz indoeuropea que aparece en el sánscrito como yug, 'unión'. A dos bueyes que trabajan aunados, unidos por un yugo, se denomina yunta. La expresión deriva de esta última palabra y también se aplica, por extensión, a otros animales que trabajan unidos, o a un par de personas que hacen lo mismo. Por extensión, se aplica en sentido figurado a aquellas circunstancias o situaciones que obligan a permanecer donde no se permanecería, en caso de disponerse de la libertad para ello.

Materiales • Yugos de amansar y de trabajo. 1

yugo de cabeza o de cruz (Cuello), de 0,80 m. 1 yugo de cabeza o de cruz de 1,60 m

• Frentera.

• Palo educador.

• Un falso timón de 1,60 m.

• Un tronco de árbol de 40Kg, de 1m.

• Sogas para riendas y para atarlos en el establo.

Aperos o arneses para facilitar el manejo: son los aparejos que se ponen sobre el cuerpo del animal, como cabezal, nariguera (argolla en la nariz), cuerdas frontales, riendas, yugo, etc. Los aperos permiten controlar los animales. La cuerda frontal y las riendas se fijan al cabezal y/o a la nariguera.

Cabezal: Puede notar que lo primero que se coloca al animal es un amarre alrededor de su hocico y alrededor de su cabeza. Mirando con ojos espirituales lo que primero nos ordena el Señor sujetar es la boca (lengua) y la cabeza que es donde están pensamientos. Porque a dónde van los pensamientos vamos nosotros haciendo estragos con la lengua.



Nariguera: Después del cabezal se puede usar nariguera. (Ya aprendido a dominar la lengua y los pensamientos nos ponen nariguera), para mantenernos enfocados en nuestra labor, siempre hacia adelante.

Cuerdas frontales y riendas: Son dos tipos de cuerdas que se fijan al cabezal o a la nariguera. La cuerda que se utiliza como frontal mide 2 m y la que se utiliza como riendas mide 16 m. Si la cuerda frontal es demasiado corta los animales no pueden tener la cabeza recta y si es demasiado larga se pueden enredar sus patas en ella.

El yugo liga a los dos animales. Todas las herramientas se fijan a él por medio de la cadena de tracción, el yugo largo puede adaptarse a diferentes trabajos.

Los animales deben responder a ciertos criterios entre otros:

1-‐ Presencia en puntos permanentes de pastoreo.

2-‐ El sitio del adiestramiento debe instalarse cerca del caserío para facilitar el cuidado de los animales. La cercanía del caserío tiene un efecto demostrativo para el conjunto de habitantes.

La instalación de infraestructuras comprende:

1-‐ Un conjunto de establos para el mantenimiento de animales.

2-‐ Uno o varios sitios de compostaje para el estiércol, según el número de animales.

3-‐ Un lugar para el vigilante y los accesorios. (Cuerdas, yugos, herramientas, etc).

4-‐ Un sitio de capacitación para los observadores y en este caso para los animales (que somos nosotros).

Alimentación de los animales

Una buena alimentación es indispensable para mantener la fuerza y la salud de los animales. Los alimentos son el combustible que un animal transforma en potencia de trabajo. Los animales que no reciben los alimentos apropiados en cantidades suficientes muestran cansancio crónico, pierden su capacidad de trabajo y son más sensibles a las enfermedades.



Selección de los animales

“No ararás con buey y con asno juntamente” Deuteronomio 22:10 Es necesario que los animales que conforman una yunta tengan la misma altura para que el yugo este a su medida y equilibrado. Los animales deben ser fuertes, pesados, de buena salud, dóciles e inteligentes. Deben ser tranquilos pero no perezosos. La mejor edad para empezar el adiestramiento es cuando el animal tiene entre dos años y medio y tres porque: los animales que tienen menos de dos años no son lo suficientemente potentes para el esfuerzo que necesita el adiestramiento y para el trabajo en tierra que viene después del adiestramiento. Los animales que tienen más de tres años pueden ser violentos y ariscos (bravos), por su peso y su potencia,

son más difíciles para adiestrar y pueden ser peligrosos. En el proceso los animales pueden resultar heridos, por esa razón el guía o adiestrador mantiene un botiquín donde encontrará toda clase de elementos necesarios para la curación y sanación.

Temperamento del animal

Un buen animal de tiro debe ser activo, despierto y bien animado.

Un animal demasiado tranquilo, y en consecuencia fácil de adiestrar, puede ser perezoso en el trabajo.

Un animal activo es más difícil de adiestrar que un animal tranquilo pero después, durante el trabajo, bastará controlarlo: no se necesitará empujarlo, ni arrastrarlo…



Reglas fundamentales del adiestrador

Para aquellos que no saben, los bueyes se utilizan en las fincas como instrumentos para arar y preparar la tierra para sembrar. Se necesita de una persona que adiestre y conduzca a los animales, al que llamaremos guía o capacitador, en este caso Dios.

Es paciente con los animales. Da tiempo suficiente para aprender paso a paso, es amable y ajusta su ritmo al de los animales.

Avanza etapa por etapa. No es agresivo en un momento de enojo. Al principio del adiestramiento, basta con estimularlos con un palo para obtener obediencia. Los métodos normales de mando son: la voz, los gestos y las riendas al tiempo que el bastón que se reemplaza una vez obtenidos los resultados.

¿Cómo se acerca a sus animales?

De frente o de lado. Nunca llega por detrás. Los llama por su nombre para que puedan oírlo y reconocerlo. Al comienzo los atrae con sal en la mano o con otras golosinas. Acaricia sus orejas, el cuello, los costados y les habla amablemente. Se muestra confiado y firme cuando se ocupa de sus animales. “Una mano de hierro es guante de seda”. Así los animales conocerán rápidamente su propio nombre se convertirán en sus amigos y entenderán bien las etapas del adiestramiento. El adiestramiento está dividido en diferentes fases. Solo cuando los animales han entendido una fase podrán pasar a la siguiente.

El guía empieza a trabajar con sus animales muy temprano en la mañana. Durante este periodo más fresco del día los animales tienen más fuerza. Da órdenes sencillas y evita gritar. No aguijonea demasiados los animales cuando trabajan. Utiliza las riendas, que se hacen sonar en los costados para estimular los animales. Quita todos los aperos una vez terminado el trabajo del día.



En el establo el amansador debe…

Atar los dos animales al establo durante 4 días para acostumbrarlos al vaivén de la finca. Acariciar los animales y llamarlos por su nombre, y hacerles cosquillas de la cabeza a la cola, para acostumbrar a los animales al amansador para que obedezcan a las órdenes.

Alimentar y abrevar, mañana, mediodía y noche para que los animales conozcan su amansador. Ocuparse de los animales todo el día acariciándolos para evitar ulteriores patadas y formar un equipo con la yunta.

Se encierran los animales juntos en el corral de adiestramiento; un animal siempre a la izquierda y otro a la derecha. (En la misma posición tendrán la yunta. Se les debe hablar, alimentarlos, sacarles las garrapatas y ser condescendientes.

Cuando el animal se ha acostumbrado a las cuerdas, al cabezal, al adiestrador, al corral y

sobre todo el uno al otro, está listo para la segunda fase.

Contacto y puesta del yugo en el establo: alimentar y abrevar para acostumbrar a cada animal al yugo y a la presencia del otro.

Poner el yugo quitar el yugo de 7:30 a 9:30, de la mañana, siempre hablando; si los animales están muy nerviosos dejar el yugo más tiempo para que se cansen. Quitar y pone el yugo durante el día por espacios de dos horas, el yugo cansa, deben acostumbrarse al peso y al cansancio. Ir colocando riendas, para acostumbrarlos a las riendas. Todo el tiempo hablando. Alimentar, abrevar, llamarlos por su nombre. Acariciar los animales en el establo.



En el establo los dos…

“Animales”

“Examíname, Señor, y reconoce mi interior, explórame y conoce mis pensamientos; mira si voy por buen camino y guíame por el camino eterno” Salmo 139, 23-‐24.

Antes de empezar el adiestramiento deben ser emparejados. Los dos animales deben tener el mismo tamaño, la misma altura, el mismo peso y también el mismo temperamento.

El que no se toma su tiempo a solas con el señor no logrará someterse a él. Ese es un riesgo que corre un servidor en una iglesia, cuando tiene muchas ocupaciones en varios ministerios o en tantas actividades, que pierde por completo el contacto real con la presencia viva de Dios.

El silencio y la soledad son los mejores momentos con nuestro Señor. Es conocer su

olor, sentir su presencia, aprender que quiere de mí, es llorar, reclamar, quejarse, es darle a conocer nuestra impotencia ante ciertos eventos que nos afectan, es sentir en la soledad su presencia y a veces su ausencia, es desierto, es creer y dudar, es amar y pedir amor, es llorar sin saber por qué, es sentir tristeza por los errores y el peso de los daños ocasionados.

¡Cómo olvidarlo! si su nombre está en el aire y sopla en nuestras neuronas. Es saber que estamos y no poder escapar, es saber que somos libres, y aún así estamos atados a nuestra naturaleza humana, es permitir que él vea en nuestro tormento que así es como lo amamos.

El resto es tu historia con él… “Señor, tú me has examinado y me conoces; sabes cuándo me acuesto y cuando me levanto, desde lejos te

das cuenta de mis pensamientos; tú ves mi caminar y mi descanso, te son familiares todos mis caminos; no está todavía la palabra en mi lengua y ya, Señor, tú la conoces por entero.

Tu sabiduría es un misterio para mí, es tan sublime que no puedo comprenderla. ¿A dónde podría ir lejos de tu espíritu? A dónde podría huir lejos de tu presencia?” Salmo 139, 1-‐7



Adiestramiento Estos son apartes de una rutina de adiestramiento: Alimentar, abrevar, poner yugo pequeño, caminar en un sendero, el sendero es la guía, dejando flotar las cuerdas de amarre; para que los animales aprendan que pueden caminar. Tirando las cuerdas de amarre, sea a la derecha o a la izquierda, para orientar la yunta en la pista a un paso normal regular para no cansar y acostumbrar a los animales a un paso de trabajo; quedándose siempre detrás de los animales para acostumbrarlos a ser guiados por detrás y con la voz. El guía enseña a los animales a caminar derecho y en orden; en yunta bajo yugo. El mantiene las riendas, da las órdenes, hace andar la yunta y la controla. Utiliza las riendas para forzarlos a caminar en línea recta. Aprender a obedecer al gesto, hablando “pare” “adelante” para que obedezcan a la voz. Cada vez que va a dar una orden y una vuelta, un giro. Es importante la voz del guía, pues de saber escuchar depende nuestro progreso en ese proceso de adiestramiento, para poder sujetarnos al yugo de Cristo. El sometimiento es un tratamiento y debemos estar dispuestos y preparados para poder hacer su obra.

El objetivo: hacerse obedecer

Sacar los animales del rebaño. Atar, alimentar, abrevar en la finca o en el establo.

1-‐ Poner el yugo: Estar en contacto con los animales, poner el yugo en el establo y poner las riendas.

2-‐ Hacerse obedercer: Caminar en un sendero guiando con las riendas, otro día con el falso timón, caminar un sendero con el falso timón y el tronco de un árbol, caminar entre dos surcos.

3-‐ Caminar por un campo aporcado. (Es cuando hay maticas con tallo alto y se le cubre parte del tronco con tierra o arena para reforzar su base). Caminar por camellones, (áreas altas aptas para cultivos). Caminar en campo plano y en campo cruzado, (donde el factor suelo obliga a formar grupos homogéneos en dos direcciones, puede ser una pendiente).

4-‐ Perfeccionarse; trabajar con las herramientas agrícolas todos los días progresivamente.



Informe

Todos los días, el adiestrador (Dios), anota las informaciones relativas al desarrollo del curso, por cada yunta individual: los logros realizados, los atrasos, las observaciones. Al terminar el curso el guía hace un informe sobre la última fase del curso, acerca del grado de dominio alcanzado por cada yunta en la ejecución de las labores. Este insiste sobre la importancia de poner progresivamente los animales a trabajar todos los días con el fin de perfeccionar su adiestramiento y enseñarles a trabajar con las herramientas agrícolas.

Importante

La experiencia ha demostrado que, después de los 6 primeros días de trabajo los animales se muestran cansados y aburridos y cuestionan la necesidad de los ejercicios ejecutados sobre largas distancias. Momentos de descanso y distracciones deben organizarse con el fin de motivar a los animales y a los observadores con: proyección de películas o diapositivas, comidas, fiestas, deportes, música, etc.

Este fenómeno se repite por lo general durante varios periodos, por esto se recomienda indispensablemente mucha oración, personas que apoyen, respeten y crean en su proceso, un consejero espiritual de confianza y con conocimiento del tema,

quien lógicamente haya pasado ya estas etapas. (Pídaselo al Espíritu Santo).

Sería aconsejable llevar un diario donde pueda anotar sus avances, sus dificultades y sus metas a corto y largo plazo. También es necesario anotar aquellas cosas desagradables suyas que desea cambiar y que le cuesta para ponerlas en oración ante el Señor.

El desertar forma parte del proceso y el adiestrador está dispuesto a comenzar las veces que sean necesarias hasta que se adapte al sistema de sometimiento que pide nuestro compañero de yunta.



No estén sujetos al yugo de la esclavitud

Ahora debe saber que cuando Dios le coloque el amarre sobre su cabeza que es una forma de hacer sentir la autoridad y el control, lo más probable es que no le guste, se incomode, pero forma parte de imponer reglas. Cuando llegue el momento de colocar el yugo probablemente va a corcovear como lo hace el ganado y dará patadas y moverá la cabeza de un lado para otro con el fin de deshacerse del yugo, brincará, se revolcará, pero esa es la manera de conseguir estar a la altura del Señor.

Y como todos sabemos es cuestión de tiempo, de perseverancia, de ganas, de actitud de cambio, de sacrificio, de valor, de disciplina y sobre todo grandes deseos de agradar al Señor; porque haciendo lo que agrada al Señor logramos mantener el reino de Dios aquí en la casa, en el trabajo, en los diferentes sitios de encuentro; nuestras relaciones con los demás, con la naturaleza y con nosotros mismos mejorarán.

Por esta razón pidamos a él nos abra los ojos espirituales, los oídos espirituales, nuestro corazón espiritual, para que podamos obedecer a su voz sin necesidad de golpes, ni de palos, solo con sus riendas, y él dirigiendo nuestras vidas. No es fácil, pero de eso se trata y si puede un buey, porque no nosotros, se supone que somos seres racionales.

Para ser un buey de trabajo del Señor no se puede correr, es una decisión diaria y Dios

respeta nuestros tiempos. Necesitamos sentir la autoridad del Señor y sujetarnos a ella, y esta es la propuesta que él nos hace.

Tú decides: mantienes una relación de “amiguitos con derechos” con el Señor o tienes una relación de pareja con él. ¡Piénsalo!!! ¿Qué crees que desea Dios?

“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”. Gálatas 5:1

bajo el yugo de cristo

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