bajo el Árbol de madeleine

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Poemario, Gustavo Campos

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  • bajo el rbol de madeleine

  • D.R. Gustavo Campos Gustavo Campos Correo electrnico:[email protected] www.gustavo-campos.blogspot.com www.naggynell.nixiweb.com

    Primera edicin: Editorial Nagg y Nell. 2012. San Pedro Sula, Honduras, C.A.

    Diseo de cubierta: Editorial Nagg y NellIlustracin de portada: David SotoFotografa de solapa: Claudia SevillaDiseo y diagramacin de interiores:

    Ilustracin de la p. 143:Saul Steinberg, Untitled, c. 1954Fingerprints on paper The Saul Steinberg Foundation/Artists Rights Society (ARS), NY

    ISBN:978-99926-44-14-0

    No est permitida la reproduccin total o parcial de este libro, ni su tratamiento informtico, ni la transmisin de ninguna forma o por cualquier otro medio, ya sea electrnico, mecnico, por fotocopia, por registro u otros mtodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

  • bajo el rbol de madeleinegustavo campos

  • 7Prlogo

    Cada vez que pienso en Bajo el rbol Madeleine, en el tiem-po que fue concebido y la primera idea para su construc-cin, all por el 2006, viene a mi cabeza un rompecabezas, la reconstruccin de un rompecabezas, la reconstruccin biogrfica de un lter ego creado con ese fin, piezas que encajan y piezas que no encajan, un engranaje imperfecto, fragmentario, un pin de luz que apenas encajaba con la corona esttica, pero al fin y al cabo una transmisin que andaba y que se rega por sus propias leyes y reglas en ese ambiente, en esa forma de ejercicio esttico en donde las pa-labras rechinaban entre ellas y terminaban por extinguirse, la reconstruccin de recobrar ese sentido donde biografa, lter ego, poema e invencin convergen, donde el persona-je central, Madeleine, est siempre presente como figura, adquiriendo y nutrindose de los atributos de la locura, convirtindose en la poesa misma, poesa y locura conver-gida en un solo nombre: Madeleine, nombre que se le dio a la primera ala siquitrica que se destin a los locos en la Francia del siglo XVI, lugar o recinto que antes serva para albergar y olvidar a los leprosos; Madeleine es ese hospicio trasmutado, transformado, ya no el juego de mscaras y el

  • 8dilogo entre locos, poesa y artistas, sino el conocimiento, la bsqueda de la luz, la experiencia vivida e inventada, el lenguaje potico en entredicho, renuente a s mismo, pe-leando consigo, y cada vez Madeleine fue escapndose, no dejndose escribir, escribindose e interrumpindose; fic-cionando sobre ella misma, reinventndose iba construyn-dose con su propia voz, y esa voz y presencia se distanciaba del personaje potico inmerso en ese paisaje fracturado, un personaje que podra entenderse como un Artaud o como un Pound, espejo de Leopoldo Mara Panero y de cuan-to artista pudiere reconocerse y multiplicarse en un espejo que iba fragmentndose e ideando nuevas perspectivas des-de donde actuar, fragment su sentido para que el lector o intrprete pudiera reconstruir a su antojo o a lo que su conciencia o su expertise le viniera en gana, y cuando in-tent publicarlo la primera vez junto a Desde el hospicio, su libro gemelo y a la vez antagnico, no sali, hubo una maqueta suya con una portada que tena por ilustracin El rbol con cuervos de Friedrich Gaspar, pero su primera portada, concebida por idea y por inherencia era un detalle del mural Inferno de Giovanni da Mdena, as que pien-so que quizs esta haya sido la primera vez cuando tuvo la oportunidad de publicarse y declin, no quiso salir con ese rostro, un rostro que yo haba impuesto y no el mismo libro, luego con los aos, en el periodo de 2008 a 2009, decidi publicarse pero virtualmente, como si el formato impreso nunca hubiera sido su mejor opcin, siempre fiel a esa idea etrea de obra incapturable, algunos amigos se ofrecieron a elaborar el prlogo y contratapa, creyendo en l, porque el libro les pareca accidentado y tumultuoso, echado a andar misteriosamente, echado a renovarse cons-

  • 9tantemente, echado a perder y echado a ganar, condenado a extinguirse como un cigarro o a perdurar en sus efme-ras e nfimas y ardientes cenizas que iluminaban todo ese conjunto apotesico de la poesa y de la vida, Madeleine entonces dej de ser lo que se crea la base de una construc-cin imaginaria y se volvi el espejo contrario de Desde el hospicio: su libro paralelo, opuesto tanto en lenguaje como en conformacin, pero idntico y refractario; aqu les dejo el libro: Madeleine, una experiencia, una historia, la voz de la poesa, cruda y amoral

  • 10

  • y no obstante, sin arredrarme,

    me llev el cuerno a los labios y sopl.

    Robert Browning

  • 12

  • 13

    y los hombres que antes creyerondnde los escondes?

    y los relatos que no ayudaron al hombre?y la poesa que es como la vida,puede restaurar a un hombre?

  • 14

    Paisajes fracturados

    Las ideas producen pavor.A. Artaud

    Me asignaron ser el ltimo heredero de la peste y respir en lo ms hondo,en lo ms hondo de un sol cado. Suspir la brisa en la miseria y me llamaron monstruo. Monstruo porque donde hubo rostros imagin el mo. Monstruo porque de mis suspiros cenizas recibieron.Jams me interes hablar de pobres. Siempre oscurec los nombres y me enternecieron los locos. Me eligieron yerro y pecado. Fui capaz de corromper al hombre. La corrupcin del hombre borra la huella del fracaso.

  • 15

    Monstruo porque dej la amapola en la piedra, la piedra en la sombra, su sombra en la luz. Fui mi umbral de ruina y mis sobras la tierray mis lenguas la vida. Monstruo al fin y al cabo porque ninguna estructura pudo acreditarme; porque jams supliqu a la sombrano derramarse en los prpados rojos de un pueblo que saba la hora exacta de su muerte. No dej a un pueblo mirar por mis ojos. La esperanza castiga los sueos opresores. Soar es un obstculo, no un principio. Y destru, porque ese era mi comienzo. Mi destino. Devolver la belleza a la belleza despojndola de su silueta estilizada de pstulas y lceras de mrmol de carne saludable. Y la escuch gritar. Despus gemir. La violacin es un acto de absoluta sinceridad. El pensamiento es mi verdugo. Grit un poema y naci la ciudad. Un valle de zorzales y ngeles zanates. Me juzgaron despectivosy me aisl. Una variedad de voces fluy y ste acto fue su inicial argumento contra m. Hoy mis ojos sin vida miran sin regreso. Monstruo. Para quin? Monstruo sin mayor explicacin. El implacable verdugo degoll el sentido. Ningn silencio pudo. Ningn grito. Ningn cuerno pudo asemejrsele.

  • 16

    La conciencia es un destino inevitable. Quin en este mundo soplar el cuerno de la catstrofe? El hombre? Pero s l debe desaparecer sin llegar a alzarse. Aparecer dentro de la imagen. Debe volver en otros ecos. Ha sido el pensamiento He sido. Me obligaronLa confesin es invencin del hombre. Y ese camino debe ser borrado. Una vida ajena es un viaje anticipado. Algunos lo entendieron, pero un hombre repiti las frases que deban olvidarse. Las mismas de atao. Y dijo, solemne, apocalptico, angustiado, trgico: Me asignaron ser el ltimo heredero de la peste y respir en lo ms hondo,en lo ms hondo de una orqudea, cuerno de luz y sangresol de un valle!

  • 17

    0

    Y si rompes un acorde? Reses, reses son los hombres. Y si alguien los confunde? Heces, heces son los hombres.Y si rompes al hombre, si mejor lo rompes?Voces, voces son los nombresY si el hombre no era hombre?

  • 18

    1

    su voz es el comienzo de nuestra historiay Madeleine creci en m como un rostrohoy faltan quince aos bajo un rbol sin retoo un da vendrsy ser el comienzo de nuestra herencia

    oh, Madeleine, no te reprocho a ti sino a Ofelia disculpa si aoro el recuerdo de mis tristes miserias

    un da vendrsy qu ser de las tristezas viejas?

    un da vendrsy no sers tan importante!

    vendrsy tu mscara compensar la ausencia

    y si vienes cubre mi rostro y si vienes crece en m como un rbol sin retoo

  • 19

    De antemano

    de todos los favores que pude prometertete debo la locura.

    Leopoldo Mara Panero

    De antemano estuve condenado a este hospicio, no era genio y careca de talento. El zapato estar siempre en la silla o en la mano. El zapato estar siempre ajeno al ser humano.

  • 20

    1.1

    Por qu nos mientes, Madeleine? La escritura es un engao. Desmoronamiento adrede, eso es lo que eres.

  • 21

    2

    Dijiste ser violencia y que engendraras palabras tiernas. Ser violencia, la escritura si no se hace, es tambin engaoPrometiste algn da dir palabras tiernas. Promesas!Yo profetizo engaos. Y abro los ojos a la inocencia. Ser esperanza, acto, espanto, monstruo, la honesta pera de vergas, el extravo a corto tiempo y largo plazoSi sers violencia, Madeleine, no vuelvas. Yo sello los ojos que miraron desde una piedra.La escritura cuando espanta tiene la figura de tu espalda. Y escribirs de esto escribirs, gritaron al unsono los hombrestras acariciar el imperio desnudo debajo del arco de mrmol que los extravi en palabras. No escribiremos ms, gritaron los ltimos hombres sentados sobre la faz de la prudencia.

  • 22

    2.1

    Pound: tiene mano dura, porque adivina sus engaos.

  • 23

    De extravos y de voces

    y si por accidente te extravas en voces que no responden en huesos que lo olvidan todoescndete en la tinta y no en los librosy acmodate en el sof contiguo

  • 24

    3adnde fuiste con mi mano?la masturbacin al igual que la poesa es un acto involuntarioy qu me dices de la infancia?su corazn est hecho de ignoranciapero bebes pus de su corazasu corazn es como un sueo de alabanzacomo si estuviera hecho de palabras?ms bien como una estrella ignorada

  • 25

    3.1 En qu me has convertidosi antes slo fuiste un ala?

  • 26

    Instrumento

    decid negarte el amor de hijoy ca del prpado de un muerto como un ladrillo de un muro

    fui herencia del abismoy mi rechazo y mi exceso y ms que destino fui proyectoy le pertenec al hombre como la desesperacinel rechazo y el delirio

  • 27

    4.3

    el hombre cree, es creencia, su carencia, su proyecto;el hombre cree hacerse mito, e imposta al genio;el hombre es iluminacin, tempestad, proceso...qu es el hombre sin orculo?qu es el hombre sin su imagen?qu es el hombre sin el estallido de una frase?

  • 28

    4

    Quien grita cree en la sutileza del lenguaje. Quien mira esconde espanto tras sus prpados. Quien cree es perverso y habita en el rechazo. Quien se excluye teje acordes sin saber sus claves.

  • 29

    4.2

    En qu te has convertido?Sutil, sutil es el lenguaje. Y por qu lo gritas?Romp el acorde del espanto?Ms bien una rama de aquel viejo rbolEn qu te has convertido?En un romance con sus claves!O en un verso de Madeleine?

  • 30

    Bajo el rbol de Madeleine

    Habr una grandsima pestexodo, 9,3.

    en el dcimo rbol sin hojas ya ni saviaque nadie sabe ya por qu est en pie en la tierra

    L. M. Panero

    bajo el rbol habitaron como grandsima pestea los quince das Madeleine acerc su cuerposu cuerpo sin fuegoy dej caer las piedras y saci el misterio de la vieja inocencia a las quince piedras bajo el cuarto rbol

  • 31

    4.4

    Para tan ostentoso ttulo, no eres nadie. Qu es eso de rboles y pestes, de peces ignorados, de piedras inocentes que caen a la sombra de cualquier viejo rbol?

    Slo a m se me ocurre leerte cuando hilvanas dos o tres frases.

  • 32

    5

    la historia se hace de rganos desparramadoslas monedas para Sophie y la leche ranciay este es el paisaje: muchos ojos castoscomo almendras sern secadosa los hombres honestos los encierranpero usted no era un idiotaes un ser humano un poetasoy mi verga!la inocencia es un espantapjarosy la infancia hay que recorrerla

  • 33

    Revelaciones tardas

    un decreto del Parlamento, en 1606, ordena que los mendigos sean azotados en la plaza pblica, marcados en el hombro, rapa-dos, y finalmente expulsados de la ciudad; para impedirles regre-sar, una ordenanza de 1607 establece en las puertas de la ciudad compaas de arqueros que deben prohibir la entrada a todos los

    indigentes.Historia de la Locura en la poca Clsica. M. Foucault.

    Divis los viejos horizontes y los cuerpos flechados con el sol de medioda. Desde la demencia asciende el hombre y desde el sur emerge el bho. Y estos, signados del tero a la tumba, signados en sus vidas, azotados en las plazas pbli-cas, aparecen y son revelacin tarda.

  • 34

    6

    nunca supo dnde estuvo el rostronunca supo dndeunos tenan mscaras y otros nombresunos contuvieron el aliento otros fueron apagndoseotros supieron dnde estuvo el rostro de la vbora y se les fue cayendo el almaotros fueron desgajndosecuando la luna resumi sus vidas.

  • 35

    Misterios

    y con los aplausos de la ladilla y de la vboradefec durante tres das sobre su augusto rostro!

    Conde de Lautramont

    Dios les ense a correr en el camino de la ira.

    Y les rob su voluntad. Y los lav en el yerro.

    Una luna revel que fue resentimiento.

    Y luego no import las veces que firmaran nuestras frentes. O quin defecara los misterios. Ni qu destino habra en el camino.

  • 36

    7

    Se lavaron en el vicio. S, se lavaron. Cuidaron sus rostros. Los cuidaron. Vinieron y se fueron. Pero regresaron. Rompieron los violines. No debieron. Huyeron en secreto y fueron escindidos. Por resentimiento. Por destino. Fueron otros. Y otros vinieron. Tan pronto llegaron, que los mismos crecieron.Creyeron en su rostro? Creyeron en sus vicios. A quin, a quin le interesa ser otro o no dejar de ser l mismo?

  • 37

    Cara al nacimiento

    eso se llamaeso no se llamaexcrementodebamos morir contigonacer en tien un movimiento secretoy saber que debamos morir por ms de un sigloentre las llamasy saber que murieron en una horaescondidos entre el fatal guio del destinoexcrementodebamos nacer en una horay algunos se quedaron por ms de un sigloen movimiento secretoy en adelante los misterios del nombramiento y de la cada de los cuerpos cara al nacimiento

  • 38

    8

    y cuando todo oscurezca enciende tu almay cuando ests perdido pierde una mscarahay quien ha visto estas cosas en un rayo de soly por ms de un siglo

  • 39

    Entre los ptalos de la bestia

    y los cuervos salieron a buscarla...era la mujer, y la historia de las piedras,era la mujer, y no estaba ms con ella, Madeleine, deca una almendra,a los hombres honestos los encierran!

  • 40

    9

    y todo ocurre como un Apocalipsis de cntaros entre los ptalos de la bestia la tormenta es un dilogo

  • 41

    Puente

    hundirme hundirme deshacer mis rasgosToms Segovia

    Al ver un guila ves una porcin de genio.W. Blake

    cuando la tempestad no abre los sellos y los brazos del sitio se mantienen cerrados errar es el nico sitio el ro su nico caminoque engaa a alguien ajeno ya ajenosumido en la oscuridad en las horasun rbol de calamidad condena los ojosalimenta las visiones y deshace los recuerdoscuando se ha dicho amor slo para expulsarlo de las bocas y dejarlo en soplo en palabras en lgrimasa merced del tiempo de nadaesperando que caiga el rbol de una hojay roer la coherencia desde las garras del guila muriendo a pesar de las voces que surgen como el humo en la razn y el relmpago es un puente que transitar de nochela indiferencia es como un rostro y el maana las piedras de tropiezola raza de dilogo de monstruos

  • 42

    fijar sus ojos alegremente solos como Artaud antes que l la demencia roe con sus dientes de acrimonia la esperanzaal hombre mismo a la palabrahay que escucharlo de la misma manera como hay que ver un rayoy en la espera se deshacen los propios rasgos como se borra una huella

  • 43

    10

    de qu horizonte vienes?sus manos lo olvidarony desdibujaron el cuarto rbolpara que no llegaran ms cantos

  • 44

    Obligados a vivir

    Nada puedo hacer por m; que me acepten o me destierren.

    Alain Bosquet

    nos obligaron a vivir

    jams me dejaron seguir la senda ya vendr el milagro, dijerony la angustia fue el milagro

    nos obligaron a vivir

    me tend en las calles a los indiferentes que pasaron les grit inhumanos

    yo estuve reencontrando un amor lejanocon mi barba parecida al tiempo

    nos obligaron a vivir

    el fuego siempre fue mi amigocomo la irreflexin y los impulsoshoy ando con mi cuerpo incinerado

  • 45

    me obligaron a masturbarme en pblicoy amarraron mi cuerpo a un poste y los golpes fueron ms fuertes que los dados al peruano

    se burlaron de nuestras depresionesnos llamaron haraganes y en contexto fue una necesidad ajenala que nos oblig a buscar visiones no escogimos las pesadillasel exilioerrar eternamente soloslas convulsioneso delirioso inventar un nuevo dilogo

    nos obligaron a vivirquienes nos obligaron a morir

  • 46

    11

    devulvanme a cualquier horizonte y ocltenme con flores

    busquen despojarme de m mismo y niguenme

    y si llevas una flor y traes piedras?y si llevas una piedra?y si llevas una sola piedra?

    en qu horizonte las cenizas ya son piedrasy hay rboles y una flor pequea para vivir en la memoria?

  • 47

    Testamento

    los hombres desaparecern en los bosquesy los bosques en el horizonte saciarn el hambre de un rosa errante

    el hombre es la frontera entre las erasy en los das de tormentael lenguajeser un instante de tristezas venideras

    algunos avanzarncomo el silencio y crecern como una sombraen avenidas y calles

    otros leern a Fontenelle en barrios bajo caricias honestas de la carencia

    y quizs haya ternura en sus miradasy quizs cese la tormentay los hombres vuelvan con una rosaen la memoria

  • 48

    12.1

    y si es Madeleine quien viene?y si es Madeleine quien teme?

  • 49

    Caa una hoja

    cosa naciente: en m vendrs a inventarteAlain Bosquet

    caa una hoja y como una tormenta no tenas por qu errar solaantes ya haban errado otras

    entiendo pero la razn es una hojaque encubre rostros y el perro lejos lejos

    se acaban las palabras en el pensamiento se esfumaronla expresin sobrevive y ya oscuro lejos lejosotras palabras errando en el sentido como el ladrido de un perrocomo el fruto de un rbol

  • 50

    13

    de las hojas cadas se levant el murode una ilusin de antao de hojas muertasrojas como los ptalos manchados rojo como un lago ensangrentado

  • 51

    400 aos de piedra

    de todos los hombres que vuelvenvendr uno a retomar el dilogo y desvestir a un santo y se vestir de harapos

  • 52

    14

    Ser siempre quien presagi la extincin de las hojas la cada del rbolun verso cadoun eco sensatola vozel gritoun hueso rodo en las manos de Madeleinepresagiando la lluvia de albatros

  • 53

    Dios me perdone: y era mi madre

    Dios me perdone, no podra besar su mano sucia;sent un ascocapaz de corromper al hombrecuando vi su frente y sus cansados y tiernos ojos mirarme. Dios te perdone, madre, por amarme;ojal algn da no te encuentrellorando el recuerdo de mi infancia, tus prpados enloquecidos de sigloscorrompiendo mi cadver.

  • 54

    15.1

    y haces del hombre una carroa y lo enfangasy le haces creer que tiene en sus manos la clavey le haces odiary le haces creery le haces amaraunque sea nadaaunque no haya nadaaunque no posea nada

  • 55

    16

    otras vendrn a inventarse pero no la necesariaotras vendrn a esfumarsetan pronto como las ganasde inventarse nuevamente aparezcan para olvidar la condena de generaciones anteriores de nadala nada que heredaron sus hijoscuando no pudieron ver ni or ni venir por eso otras vendrn pero no oyendo nadapor eso otras vendrn aunque sin justificaciones necesariaspor eso otras vendrn tan pronto como las ganas de inventarse nuevamente aparezcan para recordarlas mismas mseras palabras que acabarn por ser nada

  • 56

    La casa del DOLOR

    pero esta es su casa, hombre indiferente, madre beata, la que construyeron sus padres de palabras ornadas, yo conoc esos rayos brillantesque sufren en los ojos humanoscon ellos ilumin las calles y los faros y conduje su miedo hacia la alboradapero esta es su casa, hombre indiferente, madre beata, suya es la nostalgia; yo sellar sus labios con la mano de otro siglo

  • 57

    y olvidarn la ternuray olvidarn la casa, y sabrnqu sabrn? Nada.

    17

    Y una criatura suplic bajo la alborada:sacien mi vientre, aunque sea con nada Madeleine, velas su rostro, velas su muerte?

  • 58

    Matricidio

    sus gritos de madre los oblig a preguntarse si una pesadilla y un ltimo suspiro despojan la luna de su brilloy bajo una luna cualquiera la madre dijo: habr un da en el mundo en el que mi sonrisa les har faltacomo siempre les hizo falta mi cario!

  • 59

    18

    madre, a quin perteneces? cada hombre cosecha lo que merece?

  • 60

    L. M. P. Al poeta de Mondragn.

    los zorzales de la muerte los detenidos en el da o en la nocheal borde siempre del instantepara saciar el hambrede la autodestruccin secreta de las hojas negrasque arriesgan el poema como la bondad lo arriesga

    los zorzales vuelan en las venas rojos como la sangredetenidos en el grito detenidos en la noche detenidos en una hora secreta una voz grita en los odos y desgarran con sus garras la esperanzay parecen bestiasy graznan y destruyen el quinto rbolpara saciar el hambrede la autodestruccin secreta de las hojas negrasque arriesgan el poema como la bondad lo arriesga

  • 61

    18

    los amigos deben existir slo en tu cabezano los busques no los tengas no arriesgues ms la libertad que corre por tus venas

    no los busques no los tengas los amigos deben existir slo en tu cabeza

  • 62

    19

    su voz es el final de nuestra historiay han pasado viejas inocencias como nuevashombres que no desearon las tristezas hombres disfrazados de hombreshombres que jams seran hombresfueron removidos por el vientopero algunos hombres huyeron porque huir es parte de la herencia

  • 63

    Ecos

    Son a ella desde que aparecen. Siempre.Edilberto Cardona Bulnes

    Desaparecen. Su formacin es en exilios. Vuelven. Son la propuesta de la nada.

    Sufren el horror de estar al borde del abismo. Cada hombre es su propio Apocalipsis. Relmpago.

    Dominaron la venganza y la amargura. la tristeza y la esperanza.

    Orfeo desciende con la antorcha apagada. Ariadna y su cegador hilo de anzuelo.

    Para ellos no hay luz ni fuego. Eurdice. Relmpago. Y el viaje nunca es largosino la barca. Nave de los locos que naufraga.

    Del ovillo de Ariadna nacen ros. Desmadejados estn el Sena y Mar del Plata. Nckar. Todos los ros son de Ariadna.

  • 64

    20

    Amigos, desmientan sus entraas, la precisin es importante si pretenden crear relmpagos. Amigos, expongan sus entraas,qutenle a la piedra las palabrasy a la arena la coherencia, y si existe Dios, hganlo nevar cual solen nuestras manos.

  • 65

    22

    yo slo quise guiarlos. yo slo quise y qu hice? slo hice lo que estaba en mis manos.

  • 66

    El sello

    quise guiarlos adonde el mar se niega al polvo, adonde el mundo es mundo y le falta algo, adonde ocult los labios y un verano extrao,vido de viento, abati pesaresadonde el hombre queda como rbol sin saviaa la espera de un ro o a la espera de s mismo

  • 67

    Esbozo Y hablar del mundo como de otro mundo

    E. C. B

    Me levant en la oscuridad. Deba velarme. Estuve tantas veces hacindome el amor. Era alguien. Un ojo aparece, un ojo duerme. Y sin embargo habl de otro mundo, con otras voces.Cuando fui, ya no era necesario. No era nadie.

  • 68

    El da de todos los regresos

    No haca falta decir que el banco era rojo, o que el da era rojo sangre, o que el cigarro encendido en mis manos era como un faro,rojo sangre, por supuesto, haca falta olvidar los das y mi vida tan injusta, renegar de mi familia, de su apariencia fugitiva, haca falta una temporada al ras del suelo que era como barro, rojo sangre, por supuesto, o rojo barro, sin embargo, un recuerdo es un Dios, y Dios un acto, un pjaroque en su pico lleva las cenizas de un cigarro, rojo como un faro, apagado como un prpado.

  • 69

    28

    Y el hombre ha ascendido en todo tiempo. Ha descendido a diario. Y el hombre ha escrito en todo tiempo. Se ha cansado. Depravacin, horror, aberracin:Sophie, Liz y Madeleine. Los ojos castos impiden que caiga la colilla del cigarro. Aparece entonces Madeleine bajo el dcimo rbol. Su voz es el comienzosu voz es un entonces.

  • 70

    dirn que el mundo ha sido destruido y un eco vendr a prevenirlosslo entonces acercars tu odo slo entonces los hombres abrirn espejosy medirn sus lmitesalgunos tendrn miedoy seguirn el camino y no habr quien tenga amor en su destinootros abrirn las rosasy olern espejos porque la fragancia del espejo es de rosa y la rosa es ya un animal muerto

  • 71

    para que el hombre vuelva a su camino, basta una mano y una tumba:ser esclavo de su sombraslo aqul que more en ella, aguardar el final, y har de todos los llantos uno de este siglo, slo l quedarsin mujer y sombrassin amigosslo entonces lo querrnslo entoncessolo al fin

  • 72

    Paisajes fracturados

  • 73

    Adis, Madeleine

    la perfeccin feroz no es un vientreinsensato, esfurzate en vivir alegremente

    la imperfeccin es como la muertesalvar tu corazn aunque tu voz quede inerte

  • 74

    Testimonio segundo.

    No olvides su silencio despus de la catstrofe,sus arrugas de resquebrajado pavimento. Jams digas que fue poeta, sed sensato como su miseria. Los hombres que jams seran hombres lo entienden.

  • 75

    II

    Sensatez, hombres de este mundo!Slo eso os pido!Mas no misericordia para aquellos que sufren en mise-riasSensatez, hombres de este siglo, Slo eso os pido!

  • 76

    Dame un rostro

    No huyas de m, repulsin, s mi rostro y mis manos.Debo ser como me he pensado. No huyas de m, corazn, s la ternura que tanto he deseado. O djame ser amargo o no ser nada.O djame ser ese alguien al que no aman.

  • 77

    II

    No huyo de m, sonrisa, sino de un rostro desvanecidoy de la primera voz que me rasg como garra.Huyo de la desgracia de ser comn, del lugar comn que es la cama, donde dos cuerpos soterradosse miran con horrorosa esperanza;de una mirada sin roas ydel primer beso huyo, como toda esperanzade su esperanza.

  • 78

    Aunque ame

    Dame un rostroy ser mi desgracia,un camino y ser mi mirada, una miradauna virtud incapaz de admirarse;dame todo cuanto hallespudrindose,que tan asqueroso ser siempreaunque ame.

  • 79

    Ejercicios futuros para un fracasado

    El verdadero enemigo del tiempo es el lenguaje.Karl Kraus

    por amorbeb hasta fallarmepor ese amor cabizbajo e instrumentodel rechazopor la vidabeb hasta fallarmepor esa vida debajo de los huesospor experiencia y ejercicio aprend a fallarmepor tormento por amor a ellos y a sus voces por amor a aqul que vendr preguntando por amor a quien vendr sin vidacon un lenguaje enemigo del tiempoa l dejo este ejercicioquerr continuarlo?

  • 80

    Utopas

    Hubo un obstculo que distorsion los actos y formas de mi vida. Un obstculo que con frecuencia me detena al hablar.

    C. Cavafis

    De joven me jur fracasar mientras durase mi vida. Despus de vivir unos aos,me hago otro juramento, el ms difcil: no pensar ms en lo que pude haber hechoo en lo que jams har por destino, creencia o decisin.De joven dije cosas de las que pude en el futuro arrepentirme. De joven segu el camino equivocado. Pero es hora de hacerme la pregunta de Raymond Carver. Cul era su pregunta?

  • 81

    Pabelln de oro

    Lo que relato es la historia de los prximos dos siglos.Describo lo que viene

    F. Nietzsche

    Lo que ms ams debs destruirlo. El primer destino del hombre es destruirse a s mismo.

    Pero siempre hay que intentar lograr algo,incluso consolidarse en los fracasos.

    Si la demencia roe el pensamiento, bienvenida sea la sensacin de hasto.

    Yo conoc al hombre que cit a Derriday agoniz, sin esperanza, amordazado como un bicho.

    Gracias a l descubr que no haba belleza incorruptible. La salvacin viene por computadora y libros.

    Los bares y glorietas se abastecen de todas las tristezas. Y los amigos son la nica herencia que nos hacen sonrer en la miseria. Alguna vez en el desierto, bajo el sol de tu destino, comete el error de juzgar el cansancio de los ltimos dos siglos.

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    Te quedar la sensacin de haber logrado algo, de haber perdido, y tu alma borrar el recuerdo clido de amigos, de aquellos familiares como das hoy perdidos.

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    Que algo nos calme, un rbol de Arbus

    me dije hace un tiempo en otro tiempos por quin saldr y por quin descruzar los brazosser por la misma que me condujo al hospiciome dije en otro tiempo hace un tiempoquisiera deconstruir un rbol en rostros decir hoy se teji lo que Rilke jams pudoestando soloy regres al final del ocaso y vi cuervos y monstruos a Rimbaud luchando en un cuadro del Boscodetrs de los ojos la sangre de un prpado cado del murodel ltimo muro que dejaron mis ltimos ojosque vieron fluir un poema en la bruma antes del fin de las musas fui desposado de un rostro deshacindosedesasindose de una soga que fue un verso o una vozpoeta vos no sabas amar y sin embargo debas amarme y amaste como nunca antes mi fro estaba muerta asquendome siempre supiste que ella amaba a otro que no eras ni podras ser muerte mire mis ojos tambin soy Arbusvos no eras en ese entonceseras ladrillo y caas de vos mismo a cuando eras pisode lo que fuimos nosotros hace un tiempoforjndonos pesadillas en garras de guilasno tenamos nada qu hacer y decir y decamos estupideces

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    un verso flojo una palabra una mentirainventamos mierda y jams dijimos nadaquisimos escribir y escribir y suscribirnos a algoquisimos que un hueso rodo lo olvidara todohacer un recorrido y ser proyectoporque fuimos argumento para nosotros mismosy hablamos del delirio y de la savia y de aquella noche en los prximos ojoshablamos de vidas posibles de revisiones y de la importancia de Thomasde relatos que inventamos y no ayudaron al hombrede aquellos hombres que bebieron noches y vomitaron sombraspero tambin de aquellos cigarros apagados de Dante y de Hlderlin de la msica de Mahler y del Jons de Bulnespero en quin debamos anclarnos? eso nunca lo supimos y se burlaron de nuestras depresionestodo escrito aburra y ramos cerdosde joven sobreviv con un poema de Hernndez y supe que ver y or a un triste enfaday que escribir nada es nada era solicitar el aplauso la fama hoy la poesa me ha desterrado cuando fui su lpida que siga con su monlogo y metarrelato de jirafasque siga siendo lilas y las yermas palabras nada no sabs nada de poesa pero soy un cerdono s nada de poesa y vos del hombrey vinieron las grandes tristezas las pesadillas las desgraciaspero algn rbol en algn viejo horizonte estar esperandoalgn rbol con una sombra enterrada

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    algn rbol con ojos y lgrimasla bsqueda de la felicidad nos deparar desgraciasla bsqueda nos deparar palabrasla bsqueda nos deparary habr yo y ustedeshabremos ascendido secretamente como un rboly como un guio de un prpado cerrado naceremosuna pupila mirar y ser tero y un pesado ladrillo caer en su ltima gana all van y llevan piedras no palabras ni rbol ni cantos all l dialog con las tormentasac el dilogo de monstruos he aqu la historia de las piedrasde las bestias y de las camisas de fuerza he aqu una lgrima se arriesgacomo una palabra rasga una antigua palabra que fue cadver corrompo mi palabra y prescindo del mensaje rasgar y rasgar y an carroa pero poeta no soy poeta y no hay poetas en una res quemadala felicidad no es absoluta y el dolor es regresivohabr la necesidad de sumergirse hasta en la mierdahabr la necesidad de expresaralgo que nos calme antes de rompernosten cuidado no vaya a cogerte deca Prapoobscenidad erotismo poemas todo es espectculo algo que nos calmeno construyas argumentos, s tu argumento Doktor Faustus el arte s aborrece la apariencia de las formasDoktor Faustus una msica una despedida una fuga savia hasta

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    Confesin de Madeleine

    Lleg la hora en que forme al ltimo poeta a imagen y semejanza de la locura.

    Lleg la hora en que mis manos ahuyenten al lector sagrado.

    Lleg la hora de envejecer los sueos como agoniza un pjaro en el tejado.

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    Los consejos de Artaud 117Seguir leyendo 123Con lupa 127Clis 133El trayecto poda continuar 143

    Este libro se imprimi enSu tiraje consta de

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