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#112+1 Quincenario amoroso Editor: Francisco Trejo Corona autonomia.lja.mx TU FEED DE MÚSICA DIARIA ultramarinos.co LOS PUNSETES ENTREVISTA: "EL NUEVO LP ES COMO UN PUÑETAZO EN LA CARA" Por Uziel Palomino / En alianza con Ultramarinos.co Cortante e incisivo, el quinteto madrileño le ha sacado filo a su distin- guido sonido y lo ha estampado en su nueva placa titulada ‘LP IV’, misma que a través de una composición cruda y una distorsión brutal contro- lada mediante la producción de El Guincho, despliega en su caratula a una agrupación que al paso de una década, se siente fresca e incansable. Sus letras, igual de ásperas y creadas por estos genios españo- les, continúan reflejando uno de los mayores atractivos de la banda: su singular y apreciada narrativa… una que se exprime en cada uno de los once cortes de su cuarto y gran logrado lanzamiento. Hablamos con Ariadna y Antonna (Manu Sánchez) sobre dicho LP. Aseguran que este álbum es dife- rente a los demás, pero retomaron temáticas conocidas en su com- posición, especialmente en “Me Gusta Que Me Pegues”… Al principio hubo un rechazo general con el primer sencillo, nos decían que se trataba de lo mismo y que ya es- tábamos repitiendo fórmulas, aunque veníamos de un álbum menos explícito y más conceptual. Cuando escuchas el nuevo disco como un todo te das cuenta de la potencia, la energía y la crudeza. Lo podemos definir así: el ‘LP IV’es como un buen puñetazo en la cara, hombre. Ya han pasado diez años desde que grabaron sus primeras ma- quetas, ¿Qué buscaban en este nuevo disco? Teníamos muy claro que queríamos ha- cer un material muy directo, sin rodeos, con argumentos muy pop y un sonido agresivo y fresco; ha sido un camino muy sencillo ya que anteriormente no podíamos concretar muchas ideas y en esta ocasión las canciones fueron más crudas, creemos que es muy notorio. La portada del ‘LP IV’ también es muy diferente al arte que so- lían plasmar en sus discos, in- cluso aparecen ustedes por pri- mera vez… ¿Lo notaste también?, en este punto sólo buscábamos renovar visualmente a la banda: siempre habíamos utilizado ilustraciones ajenas a nosotros y creía- mos que era el momento de mostrar el verdadero sentir del disco, creemos que la parte visual corresponde completa- mente con el nuevo sonido, es la distor- sión de nosotros mismos. Además, ¡Ya era hora de que saliéramos en alguna portada! ¿De quién fue la brillante idea del hombre piñata que aparece en el video de su primer sencillo? Eso fue trabajo de la disquera, de CA- NADA, aunque realmente todos nues- tros videos nacieron de los realizado- res, nosotros sólo contribuimos en la medida en que la canción los puede inspirar. Hemos flipado igual que tú cuando vimos el video, está ge- nial, ¿O no? Repiten con El Guincho como productor del álbum… Siempre hemos intentado trabajar con personas que se sientan identificadas con nuestras canciones, y Pablo, más allá de eso, se ha declarado fanático de la banda. Es bueno tener una opinión externa por dos razones: en primer lugar, evitamos pelear como lo hemos hecho en cada grabación y por último, el ta- lento del productor es un goce, especialmente con un artista como El Guincho, a veces parece que disfruta más las canciones que nosotros mismos. Cambiaron de bajista y de disquera, ¿Fue una transición complicada? El primer cambio fue con la disquera: habíamos terminado contrato y por prudencia optamos por más posibilidades, además, la gente de CANADA nos transmitió muchas ideas y sobre todo nos demostra- ron una pasión por sacar al grupo adelante. Acerca de la alineación, ha sido decisión del bajista salir de la banda, lo respetamos, pero teníamos que seguir sin él aunque fuera complicado. Hablando acerca de la industria musical en España, ¿es Madrid el lugar más difícil para sobresalir en dicha escena musical? El problema con Madrid es la falta de lugares para tocar, se han cerrado muchas salas y con eso se re- dujeron muchos foros de exposición para bandas emergentes. Cuando formamos la banda existían lugares pequeños que podías llenar fácilmente y seguir creciendo, ahora no existen y los grupos no saben dónde iniciar. No tenemos ese problema, pero es duro ver a músicos con talento perderse de esa forma. Siempre he pensado que la genialidad de sus letras los hace un conjunto único en España, pero, ¿Cuál sería una frase emblemática de este nuevo álbum? Vaya, el disco está plagado de muchas frases, es algo que siempre hemos disfrutado, pero una que nos gusta mucho es: “La gente está buscando en internet tu opinión de mierda”. Por otro lado, si escuchas “Bonzo”, la segunda canción del disco, es una letra muy reveladora (risas), te podríamos decir que toda la canción es muy fuerte, pero, ahmm, “Me Gusta Que Me pegues” es una carta abierta a una violencia subjetiva, o algo así: “Afílate los puños en mi cara / Hoy tienes 2×1 en mi mejilla”… es fuerte, pero así son Los Punsetes. @ultramarinosco | @uzielpalomino * Torreblanca más bien le suena a la colonia Am- pliación Torreblanca

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Entrevista con Los Punsetes | Cultura pop en LJA

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Page 1: AUTONOMÍA 113

#112+1Quincenario amorosoEditor: Francisco Trejo Corona

autonomia.lja.mx

TU FEEDDE MÚSICA DIARIAultramarinos.co

LOS PUNSETESENTREVISTA: "EL NUEVO LP ES COMO UN PUÑETAZO EN LA CARA"

Por Uziel Palomino / En alianza con Ultramarinos.co

Cortante e incisivo, el quinteto madrileño le ha sacado filo a su distin-guido sonido y lo ha estampado en su nueva placa titulada ‘LP IV’, misma que a través de una composición cruda y una distorsión brutal contro-lada mediante la producción de El Guincho, despliega en su caratula a una agrupación que al paso de una década, se siente fresca e incansable. Sus letras, igual de ásperas y creadas por estos genios españo-les, continúan reflejando uno de los mayores atractivos de la banda: su singular y apreciada narrativa… una que se exprime en cada uno de los once cortes de su cuarto y gran logrado lanzamiento. Hablamos con Ariadna y Antonna (Manu Sánchez) sobre dicho LP.

Aseguran que este álbum es dife-rente a los demás, pero retomaron temáticas conocidas en su com-posición, especialmente en “Me Gusta Que Me Pegues”…

Al principio hubo un rechazo general con el primer sencillo, nos decían que se trataba de lo mismo y que ya es-tábamos repitiendo fórmulas, aunque veníamos de un álbum menos explícito y más conceptual. Cuando escuchas el nuevo disco como un todo te das cuenta de la potencia, la energía y la crudeza. Lo podemos definir así: el ‘LP IV’es como un buen puñetazo en la cara, hombre.

Ya han pasado diez años desde que grabaron sus primeras ma-quetas, ¿Qué buscaban en este nuevo disco?

Teníamos muy claro que queríamos ha-cer un material muy directo, sin rodeos, con argumentos muy pop y un sonido agresivo y fresco; ha sido un camino muy sencillo ya que anteriormente no podíamos concretar muchas ideas y en

esta ocasión las canciones fueron más crudas, creemos que es muy notorio.

La portada del ‘LP IV’ también es muy diferente al arte que so-lían plasmar en sus discos, in-cluso aparecen ustedes por pri-mera vez…

¿Lo notaste también?, en este punto sólo buscábamos renovar visualmente a la banda: siempre habíamos utilizado ilustraciones ajenas a nosotros y creía-mos que era el momento de mostrar el verdadero sentir del disco, creemos que la parte visual corresponde completa-mente con el nuevo sonido, es la distor-sión de nosotros mismos. Además, ¡Ya era hora de que saliéramos en alguna portada!

¿De quién fue la brillante idea del hombre piñata que aparece en el video de su primer sencillo?

Eso fue trabajo de la disquera, de CA-NADA, aunque realmente todos nues-tros videos nacieron de los realizado-res, nosotros sólo contribuimos en la

medida en que la canción los puede inspirar. Hemos flipado igual que tú cuando vimos el video, está ge-nial, ¿O no?

Repiten con El Guincho como productor del álbum…

Siempre hemos intentado trabajar con personas que se sientan identificadas con nuestras canciones, y Pablo, más allá de eso, se ha declarado fanático de la banda. Es bueno tener una opinión externa por dos razones: en primer lugar, evitamos pelear como lo hemos hecho en cada grabación y por último, el ta-lento del productor es un goce, especialmente con un artista como El Guincho, a veces parece que disfruta más las canciones que nosotros mismos.

Cambiaron de bajista y de disquera, ¿Fue una transición complicada?

El primer cambio fue con la disquera: habíamos terminado contrato y por prudencia optamos por más posibilidades, además, la gente de CANADA nos transmitió muchas ideas y sobre todo nos demostra-ron una pasión por sacar al grupo adelante. Acerca de la alineación, ha sido decisión del bajista salir de la banda, lo respetamos, pero teníamos que seguir sin él aunque fuera complicado.

Hablando acerca de la industria musical en España, ¿es Madrid el lugar más difícil para sobresalir en dicha escena musical?

El problema con Madrid es la falta de lugares para tocar, se han cerrado muchas salas y con eso se re-dujeron muchos foros de exposición para bandas emergentes. Cuando formamos la banda existían lugares pequeños que podías llenar fácilmente y seguir creciendo, ahora no existen y los grupos no saben dónde iniciar. No tenemos ese problema, pero es duro ver a músicos con talento perderse de esa forma.

Siempre he pensado que la genialidad de sus letras los hace un conjunto único en España, pero, ¿Cuál sería una frase emblemática de este nuevo álbum?

Vaya, el disco está plagado de muchas frases, es algo que siempre hemos disfrutado, pero una que nos gusta mucho es: “La gente está buscando en internet tu opinión de mierda”. Por otro lado, si escuchas “Bonzo”, la segunda canción del disco, es una letra muy reveladora (risas), te podríamos decir que toda la canción es muy fuerte, pero, ahmm, “Me Gusta Que Me pegues” es una carta abierta a una violencia subjetiva, o algo así: “Afílate los puños en mi cara / Hoy tienes 2×1 en mi mejilla”… es fuerte, pero así son Los Punsetes.

@ultramarinosco | @uzielpalomino

* Torreblanca más bien le suena a la colonia Am-pliación Torreblanca

Page 2: AUTONOMÍA 113

Existen personajes de la literatura que sobrepasan la obra que les dio vida y al autor que los concibió, y terminan por convertirse en arquetipos de la cultura cotidiana: modelos con los que nos com-paramos nosotros mismos, o ejemplos de lo que se tiene o no se tiene que hacer, o de lo que queremos hacer pero la sociedad no nos deja hacer. Un arquetipo literario que resulta particularmente relevante e importante en estos días en los que la ingeniería ge-nética es una realidad, en los que el de-bate sobre los transgénicos se vuelve más álgido y los horrores de las armas biológi-cas se hacen más patente, es el arquetipo encarnado en la figura de Frankenstein, al que se puede añadir su versión judía: el Golem. Ambos representan, en el ima-ginario popular, las catástrofes o las abo-minaciones que puede producir un hom-bre que quiere imitar la creación divina, que juega a ser dios; en otras palabras, lo que una práctica científica alejada de los valores, religiosos principalmente, puede causar. Por su puesto, así como otros ar-quetipos de la literatura, Frankenstein ha sido alterado y modificado. Los cambios experimentados por el personaje creado por Mary Shelly son múl-tiples: para empezar, llamamos Frankens-tein a la criatura artificial, cuando en realidad es el apellido de Víctor, el joven científico que encarna al moderno Prome-teo; la criatura jamás recibe un nombre. Otra alteración es el método que Víctor utiliza para construir y dar vida a la cria-tura: en las versiones cinematográficas

lo vemos tomando partes de diferentes cuerpos muertos (un brazo de aquí, una pierna de allá), y animándolo por medio de un complejo sistema eléctrico. En la novela Víctor jamás se atreve a revelar el método por el cual construyó y animó a su criatura, no desea que su error se vuelva a cometer, si bien se puede dedu-cir que empleó conocimientos y técnicas de la “ciencia moderna”: descomponía los cuerpos en sus elementos para sintetizar órganos nuevos, y tomó el cerebro de una persona para completar su obra, ya que no pudo crear uno sintético, pero no usó el de un asesino, por lo que la criatura no es violenta por “naturaleza”. Ese es pre-cisamente uno de los tópicos más impor-tantes de la novela y de sus adaptaciones cinematográficas: la naturaleza o esencia de las “creaciones” científicas, tópico que es opacado sólo por otro: el de la perver-sión del científico que carece de valores morales.

Cuando Mary Shelly escribió “El moderno Prometeo”, pensaba, como mu-chos otros románticos de la época, que los avances científicos estaban deshuma-nizando al hombre, que la ciencia había terminado por romper el delicado vínculo entre el ser humano y dios, y que el hom-bre de ciencia se convertía en un ser so-berbio con deseos de usurpar el lugar del creador supremo, del que primeramente había renegado, para después descubrir, como Prometeo, que la desgracia es lo que aguarda a quienes actúan en contra de la voluntad divina. Aunque la autora quiere ejemplificar todo lo anterior y achacar todos los males de Víctor a su propia soberbia y su curiosidad, la novela parece ir en una dirección algo diferente: son los prejuicios y los temores religio-

sos los que ocasionan la dolorosa caída del moderno Prometeo. Al momento de despertar, la criatura es más cercana a un niño pequeño que a una bestia salvaje e incontrolable, pero a Víctor le parece una abominación porque considera que no tiene la belleza ni el alma que sólo un creador divino pudo haberle dado, por lo que huye de su laboratorio, dejando a la criatura desprotegida y sin guía. La historia de Víctor se convierte en el recuento de sus remordimientos teológicos y sus deseos de huir de las consecuencias de sus actos. Al final, el personaje de Víctor es uno por quien no se puede sentir mucha simpatía: no se hace responsable de sus actos, está lleno de prejuicios, sus sufrimientos resultan ser bastante burgueses y no es capaz de utilizar su inteligencia prodigiosa de ma-nera astuta. La historia de la criatura, por su parte, resulta ser una muy triste: des-pués de dejar las habitaciones de Víctor, huye hacia el bosque, donde observa em-belesado al mundo. Como su cerebro no es el de un asesino, su mayor deseo no es el cometer actos violentos, sino el de en-contrar compañía y dejar de sentirse solo. Sin embargo, los seres humanos huyen de él al ver su aspecto antinatural, aun cuando la criatura les ayuda y muestra ser bondadosa: recibe amenazas y golpes a cambio de sus buenas intenciones, lo que termina por convertirlo en un ser lleno de odio, pero no hacia el género humano sino hacia el creador que lo abandonó a su suerte, sin explicarle quién era y por qué había sido creado. La historia ideada por Shelly ejemplifica mejor los males ocasio-nados por los prejuicios religiosos y mo-rales, más que la soberbia del científico y su desprecio por la creación divina

Si consideramos que Frankenstein ilustra los peligros que la ciencia puede acarrear al hombre, el cual debe optar por una vida religiosa, más cercana a la divinidad y a la naturaleza, o esa era la pretensión de los románticos, existe otra historia que ejemplifica los peligros de la religión: la leyenda del Golem. ->->->

EL GOLEM DE FRANKENSTEINO LA CREACIÓN SIN ALMA Por Pável Ernesto Zavala Medina

• Ultron, de los cómics de Marvel, es una inteligencia artificial que se sale de control y decide matar a la humanidad. Ah va.

• La Antorcha Humana original, la de la era dorada de Marvel, fue la primera anomalía en dicha continuidad. Se encontró rechazada por la sociedad a causa de ser "diferente". Un ente sintético y consciente.

• Frankenstein, más allá de la horrenda película del año pa-sado, ha tenido una representación digna en la obra reciente con Benedict Cumberbatch y Jonny Lee Miller. Sí, ambos han sido Sherlock Holmes.

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A diferencia de la creación de Víctor, el Golem está hecho a partir de barro o arcilla, y para darle vida se necesita de un hombre santo que conozca los secre-tos de la cábala, y que pueda realizar los ritos sagrados. El Golem, a diferencia de la criatura del moderno Prometeo, carece completamente de pensamiento e inicia-tiva: al ser una creación imperfecta tiene vida pero no tiene alma o pensamiento propio, sólo puede cumplir órdenes es-critas en un papel, que se coloca en su boca junto a otro en donde está escrito el nombre de dios; las órdenes tienen que ser muy claras y precisas pues el Golem realiza al pie de la letra lo que está es-crito. Por eso solamente un hombre puro, un rabino, puede darle vida: sus órdenes serán siempre en beneficio de su pueblo y no para alcanzar un objetivo egoísta. Cabe mencionar también que el Golem no

puede pasar mucho tiempo despierto, de lo contrario deja de obedecer órdenes y se convierte en una fuerza destructora y violenta: un recordatorio de que las crea-ciones humanas son pobres imitaciones de la creación divina. En la versión Gustav Meyrink, el Golem está asociado a eventos paranor-males que ocurren cada treinta y tres años en el gueto de Praga: desde ventanas rotas hasta asesinatos incomprensibles. Según Meyrink, el Golem no es un mons-truo al que le haga falta un alma, sino un espíritu es busca de un cuerpo para ocu-par: Athanasius Pernath, un reparador de libros viejos, recibe la visita de un hom-bre muy extraño, silencioso y con rasgos mongoloides, que le deja un libro con ins-cripciones que nunca antes había visto; tras dicha visita, Pernath descubre que su cuerpo se mueve por una voluntad ajena,

como si no fuera más suyo; sus amigos le dicen que así es precisamente como co-mienzan las apariciones del Golem, con alguien perdiendo su voluntad. Si asu-mimos que el Frankenstein de Shelly es una metáfora de los peligros de la ciencia practicada por hombres ensoberbecidos por su conocimiento, y que se han alejado de la tradición y sus valores, el Golem de Meyrink ilustra la contraparte: la del hombre cuya voluntad se ha rendido ante la tradición, ante fuerzas místicas que lo llevan a realizar acciones de las que puede no estar del todo consciente: como los extremistas, fundamentalistas y tra-dicionalistas intransigentes, Pernath está dominado por una fuerza que no puede comprender y que lo lleva al mismo final que tiene Víctor.

@moduspavel

ALGO QUE DECIR_VIERNES 20.30 HORAS / 94.5 FM RADIO UAA

FRANKENSTEIN (cont.)

• La desastrosas consecuencias de jugarle a ser el creador. | En el cine: Age of Ultron, Pinocho, Godzilla y Chappie.

Page 4: AUTONOMÍA 113

Cada vez es más común encontrar en los cómics temas que se alejan de la ficción del superhéroe, y toparnos con personajes más cercanos a la realidad. Son los propios au-tores quienes trascienden las ataduras que el medio de las historietas impone al trata-miento de las temáticas que se ofrecen con la finalidad de vender, esto es: atendiendo a modas o tendencias, y al reciclaje de fór-mulas que han probado su efectividad en distintas épocas. Trabajos de corte independiente como: The Breakfast Afternoon (Andi Wat-son), Strangers in Paradise (Terry Moore), Ghost World (Daniel Clowes), Never Liked You (Chester Brown), Shortcomings (Adrian Tomine), Blankets (Craig Thomp-son), e incluso Love & Rockets (Gilbert y Jaime Hernandez); y tampoco podemos evitar mencionar Maus (Art Spiegelman), al hablar de este show de la realidad que nos presenta la historieta Indie. Trabajos que se nutren de la experiencia cotidiana de sus autores, en ocasiones evidenciando el tono autobiográfico, o indudablemente influenciados por el contexto que les tocó vivir. En este rubro podemos mencionar nombres como: Robert Crumb, Harvey Pe-kar, Eddie Campbell, Joe Matt, o el ya ci-tado Chester Brown. Recientemente el cómic de “marca” también ha sido alcanzado por esta tenden-cia. Y gracias a la sobre oferta de narrativa gráfica que actualmente se vive en México, podemos disfrutar de obras que en otra época parecería impensable encontrar en los puestos de revistas. Basta con citar los cómics de la línea Vertigo (en especial los tomos de The Sandman), para entender de lo que se habla. En esta ocasión destaca la reciente publicación de una rareza en lo que a for-mato de grapas se refiere. Sex Criminals, del sello Image, editado en nuestro país por Kamite, es algo completamente dife-rente a lo que estamos acostumbrados. Me atrevo a secundar la opinión emitida por un conocido, cuando le pregunté su im-presión acerca del primer número que ha salido hasta este momento: “Esto no es un cómic, es otra cosa”. Lo primero que destaca es el diseño de la portada, que sin duda nos remite a un libro más que a una historieta. Sobre un fondo rosa intenso, apreciamos a la prota-gonista del relato (apenas reconocible en

un trazo silueteado), cruzada de brazos y sosteniendo en sus manos un látigo y una pistola. Si la imaginamos desnuda, sus pe-chos son cubiertos por los brazos cruzados, y su zona genital aparece conveniente-mente oculta por un libro de portada negra abierto de par en par. Podría seguir y dar una interpretación de lo que sugieren los círculos concéntricos de la parte superior (donde aparecen título, nombres de los autores y número del capítulo), pero dejo a la imaginación de cada lector dicha inter-pretación. Igualmente la contraportada no podía ser más minimalista y a la vez reve-ladora, continúa el fondo rosa intenso y la leyenda con letras que llenan la mitad de la contratapa: “Para lectores maduros, DAH. No le vendas esto a un niño. ¿Qué estás loco?” El único referente que podrían tener los lectores, es el nombre del guionista: Matt Fraction. Conocido en nuestro país principalmente por sus trabajos para Mar-vel: The Invincible Iron Man, en una larga etapa dibujada ininterrumpidamente por el español Salvador Larroca (cuya publica-ción coincidió con el estreno de la primera película que protagonizara Robert Downey Jr. como Tony Stark); Hawkeye, serie acla-mada por la crítica, ganadora de premios y cuyo carisma se debe principalmente al di-bujo del también español David Aja; o una no tan memorable etapa en los X-Men. Pero, de qué trata Sex Criminals. Desde la portada nos enteramos del nom-bre del primer capítulo: “Suzie en la Tran-quilidad”. Básicamente nos es contada la historia del despertar sexual de Suzie, que comienza en la pubertad, cuando ella expe-rimenta su primer orgasmo al encontrarse en la bañera, con el chorro de agua cayendo sobre su cuerpo. Tal relato podría quedar en la mera anécdota de no ser porque en el preciso instante de la “petite mort”, Suzie es capaz de detener el tiempo, y ella es li-bre de seguir en movimiento mientras todo a su alrededor está quieto, de ahí que tenga a bien llamar aquél estado como: “la Tran-quilidad”. Lo interesante de esta historia —y que precisamente la emparenta con las obras y autores citados al principio de este artículo—, es la manera en que la pro-pia Suzie nos relata el proceso de duda, reflexión y autoconocimiento por el que pasó para encontrar una explicación que conectara sus orgasmos con el suceso de acceder a “la Tranquilidad” (muchas veces, y de forma bastante hábil, Suzie rompe la cuarta pared y le habla directamente al lector, en un tono de complicidad). In-tentará resolver sus dudas preguntándole a las niñas malas de la escuela. Luego irá con sus maestros, preguntará a su doctor y a su madre. Finalmente encontrará en los libros, mientras experimenta ella misma como sujeto de prueba, el medio idóneo para entender el por qué de su peculiar habilidad. En el proceso de ir desenvol-viéndose con distintas parejas sexuales, sufrirá una y otra vez la desilusión, no de la experiencia sexual, sino de no encontrar a alguien que comparta su capacidad de ac-ceder a la Tranquilidad, hasta que… en una fiesta para reunir fondos que le permitan

salvar los libros de la biblioteca que está a punto de ser embargada por el banco, co-noce a Jon, y lo conoce de forma por demás sugerente, pues él empieza a recitar las pri-meras líneas de Lolita, novela de Vladimir Nabokob:

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por la ma-ñana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Do-lly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.

Basta decir que luego de ese primer en-cuentro, por demás novelesco, Suzie y Jon hacen el amor, y lo siguiente que vemos es a ambos accediendo a la Tranquilidad (además de que apreciamos algunas partes de su anatomía brillar como faro en medio de la tempestad). En la siguiente escena vemos a la feliz pareja, “saliendo del baño de mujeres” y a punto de robar un banco. Por último destacar el arte del dibu-jante Chip Zdarsky, de quien nos enteramos en la introducción del cómic, es el pseudó-nimo del canadiense Steve Murray, y cuyo trazo en Sex Criminals es fundamental para engancharnos a leer las aventuras de Suzie y Jon en la Tranquilidad (o Cumworld, que es como Jon llama al lugar que va luego de tener un orgasmo), pues dota a sus perso-najes de una expresividad que nos identi-fica con ellos y nos conmueve. Sex Criminals no es otra historieta guarra sobre sexo, ni siquiera es otro có-mic, sino algo más. Si bien en siguientes números veremos a nuestros protagonistas inmersos en Cumworld (una sex shop), o a Suzie cantando Fat Bottomed Girls de Queen; es la viveza con que se desenvuel-ven los personajes, la naturalidad y em-patía que nos transmiten lo que hace esta pequeña obra un paso adelante respecto a la historieta tradicional.

* Al editor le ocultan la identidad del au-tor, quién es más misterioso que el tipo de cabello chino de Juego de Tronos. Ese wey.

SEX CRIMINALS: ESTO NO ES UN CÓMICPor J.S. Cainiz