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E n España hay casi 20.000 clubes fede-rados (19.585) que dan forma a casi 47.000 equipos (46.807). Los datos

corresponden a la temporada 2010/2011, lo que significa que ahora podría haber alguna variación, aunque no significativa. La Territorial con mayor número de clubes de fútbol, según dichos datos, es la de Andalucía, con 4.475. Aragón es la segunda, con 2.765. Las cifras de Andalucía son seis veces más altas que las de Madrid (756), a la que triplica Aragón (2.765). En la Territorial que preside Eduardo Herrera juegan 7.532 equipos, superada por la Cata-lana(8.101), que, sin embargo, en el primero de los aspectos tan solo alcanza la cuarta

plaza (1.664 clubes), superada también por Castilla-La Mancha (2.164) y por Castilla y León (1.907). Los 1.664 clubes catalanes alumbran nada menos que 8.101 equipos, ligeramente por encima de los andaluces (7.532), cifra que significa que como media cada club de Cata-luña tiene cinco equipos de fútbol, mientras en Andalucía no llegan a dos. El porcentaje clubes/equipos en Valencia es similar al de Cataluña: 1.013/5.069, es decir que también los quintuplican.

El concienzudo trabajo de la situación del fútbol modesto español es obra de la Terri-torial del Principado de Asturias y se halla en manos de todas las federaciones de ámbito

Un giganteque hay que sostenerEl fútbol

aficionado español acoge

a un total de 19.585 clubes que cuentan

con un total de 46.807 equipos.

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autonómico desde su finalización. La obra y su enjundia se corresponden con la impetuo-sidad y preocupación de Maximino Martínez, presidente de aquella, que hace dos meses y en estas mismas páginas advirtió sobre los peligros que la crisis y otros efectos podrían tener a un plazo que él fija en ocho años en el más popular de nuestros deportes. “Si no cambiamos, nos queda ese tiempo”, señaló “Maxi”, alarmado por ,los efectos de la crisis, los horarios de partidos televisados que privan de espectadores al fútbol modesto, la enorme intensidad de esa oferta televisiva, la desapa-rición de clubes y, por ende, el adiós a la acti-vidad de miles de directivos. Acostumbrado a poner el dedo en la llaga y a no andarse con tapujos, el presidente del fútbol asturiano decidió un día que lo mejor que podía hacerse para probar los peligros que asomaban y la importancia de lo que había en juego, en

definitiva la supervivencia de ese fútbol y de todo los que significa en todos los sentidos era un estudio en profundidad. Y es el que les brindamos.

Las cifras que ofrece el rigurosísimo trabajo de la Territorial de Asturias Martínez no dejan lugar a dudas. El número de licencias de juga-dores en España era en aquellos momentos (2010/11) de 680.981; el de jugadores de fút-bol sala, 99.902. Ambos llevan a un total de 780.883. Andalucía y Cataluña son líderes en número total de licencias, 113.785 y 109.530, respectivamente, seguidas por Valencia con 75.750; Ceuta y Melilla son, naturalmente, las que menos. La primera apenas sobrepasa los dos mil; la segunda se acerca a los 3.000. Alevi-nes y aficionados ocupan los mayores espacios por categorías. Todos ellos son dirigidos por un total de 53.043 entrenadores. Las dimensiones de la Territorial de Andalucía también se notan

Hay 680.981 licencias de fútbol y 99.902, de fútbol sala, además de 53.000 entrenadores.

El informe elaborado por la Real Federación del Principado de Asturias no deja lugar a dudas sobre la importancia del fútbol aficionado, del que Maximino Martínez, presidente de la Territorial, hace bandera.

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en ese aspecto. Son casi diez mil (9.675) en las diecinueve federaciones de ámbito autonómico.

El fútbol español es arbitrado por un total de 17.565 colegiados, de ellos 3.905, en fútbol sala. En este campo se da una curiosidad. Es la Federación de Madrid (800) la que cuenta con mayor número de colegiados en la especiali-dad de sala muy por delante de cualquier otra Territorial. Cataluña, la segunda, solo cuenta con 500. La hegemonía andaluza-catalana-valenciana se mantiene en este aspecto global, si bien Madrid consigue superar a Valencia en los totales: 1.882 por 1.753.

Todo ese fútbol es dirigido por casi 220.000 directivos, la inmensa mayoría de ellos anónimos. Ellos son los que se encargan de la organización de los miles de partidos que se disputan por semana (23.399) y al cabo de la tem-porada (678.571). Como es natural, y así lo demuestra el estudio, el número de entrenamientos hasta llegar al de encuentros disputados es diez veces mayor. Nuestros jugadores han de realizar al cabo del año nada más y nada

menos que 6,1 millones de entrenamientos. Cataluña, que supera ligeramente el millón (1.069.332) es la más activa en ese aspecto, seguida muy de cerca por Andalucía (994.224).

Un gran entramado socio deportivo es absolutamente indispensable para mantener esos niveles y los resultados de este fútbol del que ahora gozamos. Los números cantan por sí mismos su trascendencia y lo sumamente importante que debería ser tratar de mantenerlos para que los frutos sigan siendo, aproximándose o incluso mejorándolos, los actuales. Es de suponer que Maximino Martínez no acabará clamando en el desierto de aquellos que ven los éxitos del fútbol español como algo puntual, como algo surgido de la nada. No fue así cuando los resultados no eran lo que son y, desde luego, no es así ahora. Quienes prefieran mirar hacia otro lado o, sencillamente, meter la cabeza bajo el ala, esta-rán cometiendo un gravísimo error de consecuencias impre-visibles. Para que el fútbol español sea lo que es ha sido necesario recorrer un larguísimo camino en el que durante

Más de 220.000 directivos se entregan en cuerpo y alma a este deporte,en el que pitan 17.565 árbitros.

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decenios quedaron arrumbados muchos sue-ños y esperanzas. Acostumbrados durante a las angustias de lo que no éramos capaces de conseguir sería un suicidio hoy no escuchar a los que piden reflexionar sobre este fútbol, sus urgencias y necesidades, sobre lo que le espera y a los que lo hacen desde el respeto que históricamente se merecen, y ganado, sin duda alguna, a pulso. Un respeto que, trasla-dado al plano material, tal y como se refleja en el estudio de la Territorial del Principado de Asturias, añade un valiosísimo detalle. El fútbol modesto español se gasta al año más de ¡1.000 millones! de euros en su sostenimiento, dividido casi a partes iguales entre lo que cuesta que sobrevivan sus clubes y los gastos que las familias de los jugadores y éstos deben soportar para seguir jugando a algo que hace tan felices a millones de españoles.

Al cabo de cada temporada se disputan 678.571 partidos de fútbol. El número de entrenamientos previos asciende a más de seis millones.

Electricidad y agua, los mayores gastosEl mantenimiento de los clubes de fútbol constituye un gran ejercicio de equilibrio para compensar ingresos y gastos, algo materialmente imposible…o poco menos. Los datos manejados por la Territorial de Asturias con clubes de su Federación señalan que por término medio sus clubes gastan 45.224 euros por temporada. El capítulo más costoso, el 19,63% del total, lo causan los consumos de electricidad y de agua, 8.877 euros por campaña, seguido muy de cerca por los desplazamientos y manutención, 8.136 euros.

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1.705 licencias de jugadores profesionalesEn España había expedidas en la campaña 2011/2012 un total de 1.705 licencias de jugadores profesionales. A pesar de que en ellos se refleja lo mejor de nuestro fútbol, como es lógico y como está probado, ese dato supone únicamente el 0, 002% del total de licencias. El número mayor de ellas, 77%, corresponde a futbolistas menores de 18 años. Este grupo alcanza un total de 604.486 jugadores, lo que representa más del 20% de la población española de entre seis y ocho años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El 18% de aquellos lo forma el grupo de benjamines y pre benjamines (seis/nueve años), el 30%, alevines e infantiles (10/13 años) y el 29% son cadetes o juveniles. Un 23% del total son jugadores aficionados no profesionales.

100 millones de euros, en material deportivoUna equipación de un niño que juega al fútbol en un equipo federado viene a costar 55 euros; por 20, es decir, por 75 más se viste un adulto y por 77, un técnico. La media del gasto en ese sentido es superior a 60 euros, pero en él no aparecen ni botas ni espinilleras, que pueden costar otros tantos o más. Una familia que deba que vestir a un futbolista por temporada se dejará en torno a 123 euros.Las empresas de material deportivo también tienen un interés muy especial en este campo. Todo lo que descienda afectará a sus balances. El fútbol modesto es un comprador excepcional y hay que cuidarle. Los 123 euros de los que hablamos se convierten en más de 102 millones de euros si los multiplicamos por el número total de licencias (780.883) y el de técnicos (53.043). Sin esos compradores las multinacionales sufrirían un tremendo bocado en sus ingresos.

Clubes, jugadores y familiasse gastan por campaña algo más de

¡mil millones! de euros.