arte liturgia y contemporaneidad la presente relacion entre la iglesia y los artistas y sus frutos

26 de septiembre, 2015

Arte, Liturgia y Contemporaneidad:

La presente relación entra la Iglesia y los artistas,

y sus frutos

Héctor Balvanera Alfaro/ ID 3372140

Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla

Función y Sentido de los Bienes Culturales

de Origen Eclesiástico

Si el Señor no construye la casa,

en vano trabajan los que la construyen;

Si el Señor no custodia la ciudad,

en vano resguardan los que la custodian.

Salmo 126, 1


La presente relación entra la Iglesia y los artistas, y sus frutos

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El efectivo y abundante testimonio del arte para y de la Iglesia, esta

suficientemente documentado, por lo que podemos afirmar que la intervención de los

creativos es necesaria para la vivencia de la fe cristiana, en función del culto, la

catequesis y la caridad. El presente análisis sobre la relación actual entre la Iglesia y los

artistas, responde a la atención de un tema, que estando ligado profundamente a la gestión

de las artes y el patrimonio eclesiástico, es indispensable para dar cumplimento a la

misión evangelizadora de la Iglesia.

Se proponen las siguientes preguntas para perfilar esta exploración: ¿Cuál es la

relación actual entre la Iglesia y los artistas? ¿Qué frutos se han obtenido de esta

relación? ¿Cómo se ha avanzado en la resolución de los retos de ésta relación? Además

del magisterio ¿Cuáles han sido las acciones apostólicas para este propósito?

Partiendo del discurso de Benedicto XVI a los artistas el 21 de noviembre de

2009, encontramos que la propuesta de la belleza1 como camino para encontrar, expresar

y vivir la fe, abre la puerta de un recorrido que nos pone de frente ante un reto

evangelizador que ha permanecido sin adecuada atención por lo menos durante las

últimas tres generaciones.

Resulta indicativa la insistencia que cuatro de los últimos seis pontífices, tres de

ellos elevados a los altares, se hayan ocupado por un ámbito que pareciera ser accesorio

en nuestros días. Así, según se deduce por la forma y expresiones, los discursos de San

Juan XXIII (IX Semana de Arte Sacro, 1961), del Beato Pablo VI (Misa de los Artistas,

1964) y de San Juan Pablo II (Carta a los Artistas, 1999), son proclamados a un mundo de

las artes eminentemente secular que mantiene distancia e incluso divergencia ante la

Iglesia y sus enseñanzas.

1 Consejo Pontificio de la Cultura: La Via Pulchritudinis: Camino de Evangelización y de Diálogo, Documento Final de la Asamblea

Plenaria, 2004: http://www.cultura.va/content/cultura/es/archivio/documenti/ViaPulchritudinis.html



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Por otra parte, es igualmente sintomático el llamado2 de un grupo de artistas “por

el retorno de un arte sagrado auténticamente católico” que resume la percepción de

incertidumbre de algunos artistas e intelectuales como Mosebach (Eresia dell'informe,

20093) y Radaelli (Ingresso alla belleza, 20074). Ésta propuesta representa algunas de las

posturas que el mundo del arte mantiene, como la New Liturgical Movement5 (NLM) y al

Institute for Sacred Architecture6, asociaciones que reúnen a clérigos, catedráticos y

profesionales con sólida formación dogmática e intelectual, que aunque traen a la palestra

análisis profundos y serios sobre la problemática del arte cristiano de nuestro tiempo, han

recibido la severa crítica internacional en tanto que promulgan la reutilización del

lenguaje historicista como solución formal7. Así pues, la vigencia8 del arte sacro

figurativo9 ha sido patrocinada principal, aunque no exclusivamente, por sectores

eclesiásticos vinculados a la hermenéutica de la continuidad y a la forma extraordinaria10

del Rito Romano.

Es justo hacer referencia a la valiosa aportación teórica en ambos casos, a partir

de los análisis y críticas científicas que han compilado y publicado, en sus respectivas

2 Magister, Sandro: "Santísimo Padre, en esta era de barbarie irracional…": Artículo sobre el “Pedido al Beatísimo Padre Benedicto

XVI por un arte auténticamente católico”, 5 Noviembre, 2009.: http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1340851

3 Mosebach, Martín: Eresia dell'informe: la liturgia romana e il suo nemico, Cantagalli, 2009.

4 Radaelli, Enrico María: Ingresso alla belleza: fondamenti a un'estetica trinitaria, Fede & cultura, 2007.

5 http://www.newliturgicalmovement.org/

6 http://www.sacredarchitecture.org/

7 Dentro del grupo de creativos vinculados al New Liturgical Movement y the Sacrad Art Foundation podemos mencionar a los

arquitectos Duncan Stroik (EEUU, 1962), y los artistas H. Reed Amstrong (Greenwich, Connecticut, 1937), Dony MacManus (Dublín

1971) y Raúl Berzosa (Málaga, 1979) con la contribución del teórico Denis McNamara (EEUU,) del Instituto de Liturgia, en

Mundelein, Illinois.

8 En el caso español de Raúl Berzosa (Málaga,1979), cuya obra ha sido patrocinada en gran medida por el mundo cofrade, como los

murales de la Santa María Reina of the Hermandad de las Penas en su natal Málaga, se observa la insatisfacción de importantes

sectores de la Iglesia española por las producciones abstractas: New Catholic (2014, septiembre, 30): Traditional Western Christian

Art Still Being Made, obtenido el 23 de septiembre de 2015, de: http://rorate-caeli.blogspot.com/2014/09/traditional-western-

christian-art-still.html

9 Heidemann, S. (2009) Sacred Art of Today: Is It Art and Is It Sacred?, The Institute for Sacred Architecture, Vol. 15, 28

[Recurso electrónico] obtenido el 24 de septiembre de 2015, de:

http://www.sacredarchitecture.org/images/uploads/volumesPDFs/Issue_15_2009.pdf

10 Conforme expresa el Motu Propio Summorum Pontificum,(Benedicto XVI, 7 de julio de 2007), por el cual se declaró la vigencia

del Rito Romano según el Misal Romano de 1962, promulgado por S. Juan XXIII, en continuidad con el llamado Misal Tridentino.



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páginas electrónicas y revistas, que en el caso de the Sacred Architecture Journal, incluye

cada uno de los temas del arte cristiano.

Es de destacar la obra teórica emprendida por Rodolfo Papa, artista plástico, que

ha tratado sobre los distintos aspectos del arte, y en especial del arte sacro, incluyendo lo

filosófico, teológico, estético, histórico, iconográfico e iconológico, compendio que se

constituye en un verdadero referente.

La promoción de las asociaciones de fieles, como respuesta colectiva, no ha sido

necesariamente un medio eficaz para encausar la actividad creativa, como muestran la

gran cantidad de organizaciones de músicos católicos cuyas producciones y

composiciones distan de cumplir la función propia del culto divino.

La escena católica musical, ejemplifica la inmediatez, como dinámica, que ha

permeado la vida eclesiástica. La comprensión de la propuesta conciliar de promover la

participación activa de la feligresía11, se ha respondido con una solución temporal: donde

un grupo de personas “ambientan” la celebración litúrgica a costa de la sacralidad. Si en

algún caso se ha pronunciado abundantemente y a todos los niveles el magisterio

contemporáneo, ha sido sobre la música litúrgica, sin que esto haya acallado los

instrumentos profanos, los acordes seculares e incluso los contenidos doctrinalmente

dudosos. Es un síntoma del problema estético que vivimos cotidianamente en la

celebración sacramental, en la que los oídos intentan separar las melodías del rythm &

blues de la acción sagrada y cósmica del altar. Igualmente, la citada inmediatez,

promueve sin discreción la competencia desleal entre los artistas y las producciones

industriales o semi industriales ¿Cómo pretendemos que los creativos ocupen su lugar en

la Iglesia, si en los actos rechazamos la posibilidad de sustento al dedicar sus talentos al

arte cristiano? A éste problema debemos añadir otro de tipo ecológico-litúrgico, que se

presenta en el eventual conflicto que constituye la disposición última de objetos

11 Concilio Vaticano II (1964): Sacrosanctum Concilium, No 14, Libreria Editrice Vaticana, Roma.



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religiosos, que no solo carecen de calidad estética sino que constituyen en un futuro daño

ambiental, por estar hechos principalmente de materiales artificiales no degradables.

En las manifestaciones de las artes plásticas verdaderamente católicas hay una

coincidencia general, independiente de las propuestas de soluciones estéticas, que

consiste en la batalla común contra lo iconoclasta y abstracto12, en el camino de la

recuperación de la identidad del arte para la fe.

Las obras de arte contemporáneas patrocinadas por la Iglesia siguen evidenciando

gran parte de la problemática que el Beato Pablo VI intentó atajar y San Juan Pablo II y

Benedicto XVI corregir. A este respecto, se registran importantes proyectos diseñados

por artistas no creyentes o que siendo bautizados no profundizan en la complejidad

simbólica y teológica, despreciando aspectos fundamentales como la piedad popular, la

iconografía e incluso las propias rúbricas; la autosuficiencia es un factor común dentro

de estos artistas, cuya capacidad técnica y profesional pretende resolver cualquier

proyecto de arte eclesiástico sin la intervención de los eclesiásticos mismos. Así, los

ejemplos de ésta tensión, que caracteriza gran parte de la realidad de los proyectos de arte

litúrgico actual, se verifican desde los casos como: la Basílica de María Reina del

Universo13, en Orlando, Florida (Rogers, Lovelock y Fritz, 1993); la catedral de Los

Ángeles (Moneo, 2006); catedral Christ the Light, en Oakland (Hartman, 2008); ; la

catedral católico-ucraniana de la Resurrección (Kiev, 2013); la Christ Cathedral, en

Orange, California (reciclaje de una obra de 1981 de Philip Johnson, 2014), o la iglesia

de S. José María Escrivá (Sordo Madaleno, Guerrero, Krasowsky, 2010), donde el

formalismo del contendedor no tiene una cabal correspondencia con el mobiliario

litúrgico y el arte religioso o sacro del interior14. Los polémicos casos de la llamada

12 PAPA, Rodolfo: Puede ser el arte el abstracto también arte sacro?, Artículo, Aleteia.org, Julio 16, 2015:

http://es.aleteia.org/2015/07/16/puede-ser-el-abstracto-tambien-arte-sacro/

13 Las obras de arte sacro de la Basílica de Orlando, es heterogeneo, destacando las obras de los escultores Giancarlo Biaggi y Jill

Burkee, principalmente la correspondiente a las puertas en bronce (2009-), de gran calidad técnica y estética,.

14 En El caso de la Catedral de N. Sra. de los Ángeles, en California, la obra de Moneo, pese al logro de algunas áreas, como el

bautisterio y parcialmente con la vinculación con el exterior, el gran dramatismo de la iluminación cenital en el presbiterio, pierde la

atención del monumental altar y el detalle del despiece centrifugo del piso. El arte sacro, a excepción de los bien logrados tapices de



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iglesia del Jubileo (Richard Meier, 1999) 15 o la nueva iglesia del Santuario de S. Pío de

Pietrelcina (Renzo Piano, 2004) que llegó a niveles sensacionalistas en la crítica

internacional, como resultado de la postura del propio autor16, quien afirma que el arte

constituye una ideología en si misma, a lo que suma la controversial participación del

escultor Arnaldo Pomodoro (Morciano, 1926) y del jesuita Rupnik,17 con la cruz de

bronce y la decoración de mosaico respectivamente. El mayor antagonista de las actitudes

antes mencionadas la encontramos en el genio humilde del Siervo de Dios Antoni

Gaudí18, cuya obra es un escándalo para la inmediatez de nuestra actualidad, ya que

además de la admiración que sigue provocando, la cualidad catequética kerigmática de la

misma, llevó al escultor japonés Etsuro Sotoo (1953) a la conversión, medio siglo

después de la muerte del llamado arquitecto de Dios.

A pesar del medio siglo de dificultades, persiste una interpretación del Concilio Vaticano

II, descontextualizada de la Tradición. Bajo esta premisa, se construyó un puente, en cuyo

medio se encontraron la Iglesia y el Mundo como iguales, asimilando la primera el arte

secular hasta llevarlo al ambiente sacro. Por tanto, se puso en segundo plano el propósito

evangélico de iluminar las artes con la verdad de Cristo y transformarlos para el servicio

de su Amada, la Iglesia.

John Nava(1947) con el tema de la Comunión de los Santos (2001) tienden a una disposición más museográfica que de piedad

popular, pues el antiguo retablo barroco de la Virgen y otras obras, se suceden sobre el amplio nártex- pasillo-deambulatorio, sin

contar con un espacio propio para la piedad, tan necesaria en una comunidad multiétnica, con una representación de

hispanoamericanos y filipinos muy extensa, por lo que resulta que la obra más apreciada en el recinto es el crucifijo de tamaño

natural (Toparovsky, S. 2000), fundido en bronce detrás del altar, que inmediatamente terminan la celebraciones es rodeado por los

devotos para tomarle una foto, besar o tocar sus manos y pies, los cuales han perdido la pátina original, indicando la necesaria

integración de la religiosidad popular en las grandes obras.

15 50 chiese per Roma fue una iniciativa de la Diócesis del Papa dentro de la celebración del Gran Jubileo del Año Santo (2000);

del conjunto de obras, la más discutida es la de Richard Meier dedicada a Dios Padre Misericordioso:

http://www2.chiesacattolica.it/cci/diocesi/id_169/old/opera.htm

16 Glancey, Jonathan: In the Name of the Padre, The Guardian, Lunes 30 Septiembre 2002:

http://www.theguardian.com/artanddesign/2002/sep/30/architecture.artsfeatures

17 Marko Ivan Rupnik, S.I. (1954, Zadlog, Eslovenia),sacerdote, intelectual y artista distinguido por su obra en mosaico de

inspiración neo-bizantina, los cuales han sido fuertemente cuestionados, tanto en su obra más famosa, la Capilla Redemptoris

Mater(1996), en el Palacio Apostolico (Roma), así como en el caso del nuevo Santuario de San Pío(San Giovanni Rotondo, 2009)

por el dispendio del uso de teselas de oro en el recinto que resguarda las reliquias del santo, cuya vida se distinguió por su humildad.

18 Antonio Gaudí i Cornet (Reus, 1852- Barcelona, 1926), su proyecto culmen, la Sagrada Familia en la Ciudad Condal, iniciada en

1886 y el cual luego de muchas visicitudes continua en proceso de construcción.



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El común denominador del arte ajeno a la función sagrada se fundamenta en una

visión individualista del constructivismo19 en donde la referencia ideológica tiene como

protagonista al autor, sin tener en cuenta ni al cliente (Dios), ni a los usuarios (los fieles).

El artista asume que educará al pueblo cristiano- como el bolchevique al proletariado-,

inculto y supersticioso, con el simple producto del contacto con su obra; es una obra

dirigida al hombre inmerso en el caos bajo un orden egoísta, alienado por un sistema

social caduco y sin esperanza: conceptos todos ellos contrapuestos a la alegre esperanza

del evangelio del Amor. La autorreferencia personal del creativo proclama una

contemplación relativista concentrado la atención subjetiva en la “no” presencia de lo

simbólico y figurativo; en arquitectura, los manejos de la luz en alto contraste o la

competencia de efectos distractores en elementos secundarios opacan a los presbiterios,

resueltos a lo minimalista, propio de un falso dogma que persigue la eliminación de la

representación iconográfica; lo tectónico del edificio se significa en objeto de culto, como

ídolo.

Con el supuesto de difundir los conceptos propios, si a caso, de monasterios

contemplativos, se impone la solución como ley no escrita que descarta las posibilidades

que no se ajusten al concepto mas cercana filosóficamente a la espiritualidad orientalista,

de ausencia, vacío, abstracto: como las imágenes del Crucificado sin el madero o puestos

en huecos en forma de cruz, teología del hombre que se hace dios, redimiéndose a sí

mismo sin la intervención de su Creador, sin conexión alguna a la experiencia de la

mística cristiana de la cual se dicen promotores.

La implementación del magisterio pontifico requiere una atención directa, que

llegue a la médula del artista, que apele su sensibilidad con métodos más allá del

discurso. Sin duda, la reflexión individual del magisterio es un medio para el

acercamiento a los artífices, pero la experiencia cotidiana de la fe es un asunto que no

debe dejarse al buen ánimo y a la ocasión.

19 El constructivismo constituyo en el arte de la revolución rusa, vigente aun a través del deconstructivismo, propulsor de la teoría de

los fractales o del caos.



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La propuesta apuntaría al acompañamiento pastoral para que el creativo

experimente la necesaria metanoia, una fe encarnada en su corazón, que permita que la

semilla del evangelio produzca abundantes frutos. San Juan Pablo II hace nos recuerda en

Fides et Ratio, una máxima que luego profundizo ampliamente Benedicto XVI, para

explicitar la relación necesaria entre la fe y la razón, tema en el cual los artistas son

hábiles y asiduos promotores. La sensibilidad del creativo no reduce su percepción de las

realidades del sentimiento como motor, mas bien, esta condición lo hace proclive a la

búsqueda de las respuestas existenciales, que en nuestro tiempo ha sido abonado por el

sistema educativo laicista.

En lo general, el proyecto del presbiterio y retablo (Gantous Arquitectos) de la

catedral de Zacatecas es un ejemplo (2010) del ejercicio por integrar una obra

contemporánea dentro de un contexto histórico, en el que la obra asume un protagonismo

tal que por momentos sobresale de las antiguas piezas coloniales o neoclásicas de

alrededor, aunque en el detalle de las imágenes de la serie iconográfica, el escultor Javier

Marín, no logró contener sus típicas marcas que entrecortan los cuerpos, que

conceptualmente contrastan con el modelo del santo cristiano, que es testimonio de la

integridad eterna.

En el arco de la historia es necesario recordar, para no repetir, el expolio del

patrimonio histórico, en que la lectura iconoclasta del Vaticano II descartó incontables

obras de arte. Estos hechos lamentables siguen verificándose todavía, de lo cual debemos

reflexionar para hacer realmente efectiva del llamado a los artistas apostados en la

trinchera del agnosticismo, el ateísmo o de otras confesiones, cuando no se custodia

adecuadamente la obra creativa del ayer.

La singular catedral inconclusa de Zamora (Santuario de N. Sra. de Guadalupe,

Diócesis de Zamora, México), obra neogótica iniciada en 1898, cuya fábrica fue

paralizada por las revoluciones del primer tercio del siglo XX, finalmente consagrada en

2008, que ha logrado integrar obra contemporánea como la serie de santos en los nichos



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de las columnas y la Capilla del Sagrario, el conjunto del presbiterio, bautisterio,

confesionario de la autoría de Fray Gabriel Chávez de la Mora, O.S.B20.

El papel de los obispos y los clérigos es fundamental en esta tarea, porque son los

agentes que de primera mano pautaran el camino de las diversas realidades específicas de

la Iglesia. Pareciera que bajo la consigna: dejemos a la Providencia que actúe-, se pierde

el talento extraordinario, cuasi sacramental -según diría San Juan XXIII-, de los artistas.

A la par, es necesaria la activa participación de la universidad eclesiástica en la pastoral

para las artes. La universidad, como institución nacida en el seno de la Iglesia, compite

hoy con entidades no católicas en las cuales son formados la mayoría de los creyentes, y

que por lo general promulgan visiones y filosofías ajenas u opuestas a la fe. Por ello, es

menester desde éstas instituciones, promover y proveer espacios académicos para las

artes cristianas, y a partir de ello, hacerlas accesibles, no sólo a los académicos e

investigadores, sino también a la formación de los futuros profesionales, especialmente

en los del campo de las artes y las humanidades.

En cuanto a las diócesis y las provincias eclesiásticas, podemos observar casos

todavía aislados de la acción pastoral dirigida al medio de los artistas, siendo todavía

insuficiente. La conformación de los comités de arte sacro, vínculo privilegiado para la

atención de las nuevas creaciones del arte cristiano, según dispone la Constitución

Sacrosanctum Concilium (No. 46), comporta situaciones irregulares, algunas excepciones

como Italia, España y Alemania, en Europa; México; Chile, con su ejemplar producción

de subsidios; Perú, Colombia, Costa Rica y Brasil en Latinoamérica.

En el caso de Estados Unidos, hay una tendencia a delegar en los consultores

litúrgicos, asociados como gremio, quienes dependiendo de la tendencia estética a la que

pertenezcan será la propuesta de artistas que recomendarán para los encargos de arte. La

20 Gabriel Chávez de la Mora (Guadalajara, México, 1929,) sacerdote benedictino, arquitecto egresado de la primer generación de

la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara, fundada y dirigida por el tapatío Ignacio Díaz Morales (1905-1992); el

también, teórico y artista cuya trayectoria ha dejado quizás la obra de arte sacro mas prolifica en el país, incluyendo la Nueva

Insigne y Nacional Basílica de S. María de Guadalupe,la cual aportó significativamente al proyecto de Pedro Ramírez Vázquez(Cd.

de México, 1919-2013) y José Luís Benlliure (Madrid, 1898-1981).



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estructura organizacional estadounidense publicó una normativa general interpretativa21

(Built of Living Stones: Art, Architecture, and Worship, 2000) que delinea con mucha

puntualidad los procesos para el proyecto de arte, pero respecto a la dinámica pastoral es

igual de variopinta que el general del mundo, prueba de ello son los proyectos

historicistas de la últimas dos décadas del entorno de los antes mencionados New

Liturgical Movement y el Institute of Sacred Architecture22. En el caso de Puerto Rico, la

única diócesis que ha contado con un órgano de esta categoría ha sido la Arquidiócesis de

San Juan, donde la mayoría de sus componentes han sido peritos calificados, catedráticos

y con credenciales doctorales, pero no ha resultado efectiva, en cuanto la mayoría de los

miembros no han tenido una participación activa, convirtiendo la comisión en un Foro de

jueces que emiten opinión pero que no se involucran ni con los artistas, ni con las

realidades pastorales cotidianas.

En una visión esperanzadora podemos definir el pasado cuarto de siglo como un

periodo en que la Iglesia en su conjunto ha documentado y preparado orgánicamente los

medios básicos para atender las artes y a sus creadores, los artistas.

Metafóricamente, aunque una buena parte de los efectivos del bastión de las artes

se mantiene en un campo enemigo, con singulares excepciones, ya se han abierto otros

nuevos frentes, y ya no solo desde la cátedra de Pedro o de las sedes episcopales, sino

también de parte de los seglares y de clérigos que desde lo individual o asociados se han

apostado comprometidamente. Son artistas e intelectuales, con formación doctrinal y

profesionalmente probada. Esta batalla incluso ya ha ganado un castillo con el inicio del

programa de Bienes Culturales de Origen Eclesiástico en la UPAEP, porque con ello se

extiende la alianza fuera de Europa, en el continente de la Esperanza. El material teórico

que se ha producido, con la ayuda de los medios electrónicos nos proveen armas en

número suficiente para ir a por ellos, los hijos de Dios que con sus sensibles talentos

21 Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos: Built of Living Stones: Art, Architecture, and Worship, Ed. USCCB

2000.

22 El caso más relevante son Duncan Stroik, catedrático de la Universidad de Notre Dame, autor de la capilla del Tomas Aquinas

College (2009) y del santuario de N. Sra. de Guadalupe en La Crosse (2008).



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expresan la profunda verdad de la Revelación, como notas que canta el Creador a sus

criaturas, anunciando la hora de la Salvación.

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