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Diócesis de San Juan de la Maguana

Valor del Mes:

Responsabilidad

Lema del Mes:

“Asumió la condición humana”(Fil. 2, 7)

Plan de PastoralMarzo 2018

Colaboradores: José Danilo Piña (Diócesis San Juan de la Maguana, Hna. Dra. Santa Angela Cabrera, Angela de León, P. Valerio Baines Sanz, OAR, Pbro. Gregorio Santana, Pbro. Daniel Lorenzo Vargas Salazar (Arquidiócesis de Santo Domin-go).

Coordinadora: Eugenia López

Diagramación y Arte final: Jesús Pérez

Portadas: Giantfranco Santos

Impresión: Editora Amigo del Hogar / Manuel María Valencia No. 4, Santo Domingo, D. N. / Tel.: 809.548.7594 / Para contacto Vicaría de Pastoral, Correo Electrónico: guiamensual.vipastoral@arzsd., [email protected] Teléfonos: 809-682-0815, 809-685-3141, Ext. 261-262, 809-221-3126 Redes Sociales: www.facebook.com/vicariadepastoralsantodomingo

Acción Significativa del Sector:

Caminata penitencial llevando como símbolo una cruz.

Acción Significativa Familiar:

Vía Crucis por familia resaltando el valor de la responsabilidad, asumiendo su cruz.

Índice

Primera Parte:24 Horas con el Señor. 9 y 10 de Marzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3Encuentros de Evangelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .24Caminata Penitencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30Celebración Viernes de Dolores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35Meditaciones para Retiro Semana Santa, Lunes, Martes y Miércoles Santo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .42

Segunda Parte:Lecturas Diarias, Celebraciones Dominicales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50Triduo Pascual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .113

Plan de Pastoral - Marzo 2018

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24 horas con el Señor9 de Marzo al 10 de Marzo del 2018

“De ti procede el perdón” (Salmo 130,4).

Cada año el Papa Francisco nos invita a vivir esta iniciativa de las 24 horas con el Señor, en este camino de conversión personal y comunitaria que es la Cuaresma para llegar a la Pascua del Señor Resucitado. Él desea parroquias abiertas para acoger a los hermanos y hermanas, dispuestos a dejarse tocar por el amor y a transformar sus vidas desde el espejo de Dios. Su objetivo con esta llamada es que no se enfríe el amor y que emprendamos con celo el camino de la cuaresma, sostenidos por la limosna, el ayuno y la oración.

Nos asegura el santo padre que el corazón de Dios no se apaga, pues siempre nos da una nueva oportunidad. De aquí la llamada a “celebrar el Sacramento de la Reconciliación, en un contexto de adoración eucarística”, iluminados en torno a las palabras del Salmo 130,4: “De ti procede el perdón”. Les proponemos estos esquemas para vivir intensamente estas 24 horas con el Señor que pueden repetirse a lo largo de este tiempo de gracia y bendición.

Primera Hora:

Iniciamos con la Eucaristía o la Celebración de la Palabra.

Introducción General de las 24 horas:El Papa Francisco nos propone “la iniciativa de las 24 horas con el Señor”

a celebrarse durante este viernes 9 de Marzo y sábado 10 de Marzo, antes del cuarto Domingo de Cuaresma. En estas 24 horas con el Señor se nos invita de manera especial a lo siguiente:

• A escuchar la Palabra de Dios, de modo que sea una experiencia donde se pueda “reencontrar el camino para volver al Señor”, “vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida”

• Acercarnos al sacramento de la Reconciliación en estas 24 horas y si no es posible hacerlo en este momento nos preparamos para celebrar este sacramento en cuanto nos sea posible.

Con esta intención, iniciamos en este momento estas 24 horas con el Señor que viviremos durante todo el día y la noche hasta el nuevo día. Pongamos todo nuestro interés y toda nuestra disponibilidad a la obra del Señor que hará con nosotros.

Esperamos que Jesús no tenga que decir lo que dijo a los discípulos que se dejaron llevar por el cansancio y el sueño: “¿De modo que no pudieron permanecer despiertos ni una hora conmigo? Estén despiertos y recen para que no caigan en la tentación. El espíritu es animoso, pero la carne es débil.” (Mt 26,41). Sino que al contrario nos diga: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor “ (Mt. 25,24).

Comenzamos con esta Celebración de la Palabra de Dios (o donde se pueda celebrando la Eucaristía) para que sea el Señor a través de su Espíritu

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Asumió la condición humana

quien nos conduzca en este día de gracia. (Se toman las lecturas del día 9 de marzo y se sigue todo como está establecido celebrar la Eucaristía o la Celebración de la Palabra).

Segunda Hora:

Jesús Sacramentado: en tus angustias nuestros sufrimientos.Adoración Eucarística.

1. Canto

2. Motivación: Adoremos al Señor junto con María su MadreEn la historia de salvación comprobamos que los sufrimientos de María

hundieron sus raíces en la causa de Jesús. Ella no sólo supo adorar al Hijo en el pesebre, como la testimoniaron los Magos, sino que también le adoró en el momento que una espada atravesaba su corazón, a los pies de la cruz.

María personifica la adoración perpetua. Contempló el Hijo crucificado, rechazado. Y al mismo tiempo sintió su dolor de madre. Ella supo lo que fue una adoración dolorosa, abandonada en la confianza. Aquella que ha permanecido fiel es digna de ser acogida con la misma altura que nos es ofrecida, una madre. Y si la madre adora perpetuamente, nosotros, los hijos y las hijas, llevados por su mano, también nos ponemos a sus pies, para hacer lo que Él nos diga.

3. Entremos en la Adoración: Iniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra fe.

Lo haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia. Recemos juntos: El Credo.El Padrenuestro.

4. Canto

5. Oremos: ¡Oh, Santísimo Jesús, que aquí eres verdaderamente Dios escondido; ¡concédeme desear ardientemente, buscar prudentemente, conocer verdaderamente y cumplir perfectamente en alabanza, y gloria de tu nombre todo lo que te agrada! Ordena, ¡oh Dios mío!, el estado de mi vida; concédeme que conozca lo que de mí quieres y que lo cumpla como es menester y conviene a mi alma. Dame, oh Señor Dios mío, que no desfallezca entre las prosperidades y

adversidades, para que ni en aquellas me ensalce, ni en éstas me abata. De ninguna cosa tenga gozo ni pena, sino de lo que lleva a Ti o aparta de Ti. A nadie desee agradar o tema desagradar sino a Ti. Séanme viles, Señor, todas las cosas transitorias y preciosas todas las eternas. Disgústeme, Señor, todo gozo sin Ti, y no ambicione cosa ninguna fuera de Ti.


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Séame deleitoso, Señor, cualquier trabajo por Ti, y enojoso el descanso sin Ti. Dame, oh Dios mío, levantar a Ti mi corazón frecuente y fervorosamente, hacerlo todo con amor, tener por muerto lo que no pertenece a tu servicio, hacer mis obras no por rutina, sino refiriéndolas a Ti con devoción. Hazme, oh Jesús, amor mío y mi vida, obediente sin contradicción, pobre sin rebajamiento, casto sin corrupción, paciente sin disipación, maduro sin pesadumbre, diligente sin inconstancia, temeroso de Ti sin desesperación, veraz sin doblez; haz que practique el bien sin presunción que corrija al prójimo sin soberbia, que le edifique con palabras y obras sin fingimientos.

Dame, oh Señor Dios mío, un corazón vigilante que por ningún pensamiento curioso se aparte de Ti; dame un corazón noble que por ninguna intención siniestra se desvíe; dame un corazón firme, que por ninguna tribulación se quebrante; dame un corazón libre que ninguna pasión violenta le domine.

Otórgame, oh Señor Dios mío, entendimiento que te conozca, diligencia que te busque, sabiduría que te halle, comportamiento que te agrade, perseverancia que confiadamente te espere, y esperanza que, finalmente, te abrace. Dame que me aflija con tus penas aquí por la penitencia, y en el camino de mi vida use de tus beneficios por gracia, y en la patria goce de tus alegrías por gloria. Señor que vives y reinas, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén (Oración atribuida a Santo Tomás de Aquino).

7. Hagamos en silencio esta oración nuevamente. Marquemos la frase que cada uno hace suya (5 minutos de silencio). Luego el que quiera repite esa frase que ha elegido.

8. Contemplemos el Primer Misterio Doloroso: La oración en GetsemaníA. Leamos el texto bíblico. “Jesús se apartó de los discípulos como

un tiro de piedra, y, puesto de rodillas, oraba diciendo Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. En medio de su angustia oraba con mayor insistencia” (cf. Lucas 22, 39-42).

2. Reflexionando ante Jesús SacramentadoB. Meditemos sobre este primer misterio doloroso. Tu sufrimiento

Jesús es una consecuencia de tu vida fiel y obediente a la voluntad de tu Padre. El justo e inocente cae mal en cualquier estructura de pecado. Tu vida molesta e incómoda, porque recuerda lo que los demás deben de hacer y no hacen, deben decir, y no dicen, deben de ser y no son… Lo más práctico para los necios es deshacerse de aquel que hace remover la conciencia. Tu coherencia es la fuerza de tu persona y de tu palabra. En Ti, persona y palabra son la misma cosa.

C. Adorarte, es acompañarte en ese pausado camino, desde las horas amargas en el Monte de los Olivos hasta la Exaltación: … Por eso el Padre te exaltó y te otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al decir tu nombre toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre (Filipenses 2,9-11). No estamos adorando a un muerto. Te estamos adorando a Ti que estás vivo y presente.

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Desde tu experiencia nos aconsejas: - “Oren para que no caigan en tentación” (Lucas 22,40). Tú nos enseñas que cuando falta la oración no hay fuerzas para resistir a las propuestas del enemigo. Ellas engañan porque son seductoras. Cuando falta oración se relativizan las cosas de Dios, se va aguando el vino, llega la comodidad, y con todo, la tibieza espiritual. Nos vamos agarrando de las cosas, del dinero, de los bienes materiales, del autoritarismo, del poder, de la mentira… Cuando no te vemos por ningún lado, entonces echamos mano de lo que nos pueda ofrecer “seguridad”.

Tu oraste de rodillas al Padre (Lucas 22,41). Así nos mostraste que adorar también es “ponerse de rodillas”, no sólo físicamente, sino interiormente. Nos ponemos de rodillas para reconocer la autoridad del Adorado. Eres el Señor, que nos llama “amigos”, pero esta confianza no impide que te reconozcamos como “El Señor”, así lo testimonian los que estuvieron más intimidad contigo y tú no los corregiste. Tú dijiste al Padre: “Si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22,42). La adoración en Espíritu es aquella Verdadera, la que se dispone a conceder al Otro la decisión última. Nos diste a conocer que podemos presentar al Padre nuestras necesidades, deseos, motivaciones, pero no insistir para que se cumplan nuestras propuestas, encerrándonos a cualquier otra posibilidad.

Te destacaste por tu obediencia, y reconociste que tu Padre tiene una mirada más amplia, unos designios mayores, a los que Él, en ese momento preciso, lograba alcanzar. Tu misión es entonces, creer más allá de lo que pudiste o no comprender. Interesa destacar que, en esa agonía sudorosa, y siempre, un ángel del cielo te confortaba (cfr. Lucas 22,42). Esto es fe, confianza. Cuando los sufrimientos provienen por causa de tu Reino, el Padre es un constante bálsamo consolador.

D. Presentemos nuestras intenciones al Señor: Hagamos presente ante el Señor todas las personas inocentes que sufren, marcadas por un sistema de injusticia. A los pobres explotados, con salarios insuficientes para vivir con dignidad. A los enfermos. A las personas que sufren por falta de medicinas, por servicios hospitalarios deficientes. A las estructuras gubernamentales seducidas por la corrupción. Que este corazón no sea indiferente a tales realidades, y pueda comprometerme, en comunidad cristiana, con el proyecto de Dios, guiado por santidad y justicia.

E. Recemos las diez avemarías

9. Momento de silencio (20 minutos).

8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: Romanos 12, 1-2“Les exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, a que se

ofrezcan a ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Tal debería ser su culto espiritual. Y no se acomoden a la forma de pensar del mundo presente; antes bien, transfórmense mediante la renovación de su mente, de forma que puedan distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto” (Romanos 12,1-2).


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10. Escuchemos la voz del Señor en el silencio caminando a la conversión (15 minutos)Lector 1: Sintamos que el Señor nos dice, a manera personal: ¿Traes

ahora mismo algún proyecto? ¿Qué te preocupa? ¿Qué piensas? ¿Qué deseas? ¿Quieres hacerle algún bien a tu prójimo? ¿Qué cosa llama hoy tu atención? Cuéntame tus tristezas ¿quién te hirió? Acércate a mi corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo, y acabarás en breve por decirme que, a semejanza de mí, todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición (Tomado de los 15 minutos con Jesús Sacramentado).

Lector 2: Este es tu espacio de silencio. El más hondo al que puedas llegar. Para caminar sobre tu conciencia, descalzo, desnudo, o sea, con sencillez y transparencia. No hay crecimiento sin transparencia. Abre tus rincones, los más escondidos, deja que la Luz del Señor los ilumine. Ponle nombre a todas las cosas. Las que no vienen de Él, enuméralas para que las coloques en la confesión, un sacramento de gracia reconciliadora.

11. Canto

12. Momento de hablar con el Señor dando gracias, alabando al Señor que hace suyos nuestros sufrimientos y nos libera.

13. Despertando la conciencia pastoralEste es el momento de sintetizar y considerar las luces que la adoración

te ha concedido. Es el momento de identificar cómo tu vida iluminada se hará luz para tus hermanos y hermanas, aquellos de la comunidad, y los que no están en ella también. Te vas con las manos llenas. Eres con el Señor, pan para ser partido y repartido. Elabora tu propio compromiso.

Se tienen 5 minutos de silencio. Se puede escribir el compromiso y luego decirlo en voz alta en forma de oración.

Canto final.

Tercera Hora:

Jesús sacramentado: en los maltratos sufridos por Ti están nuestras humillaciones.

Motivación: Adoremos al Señor junto con María su MadreEn esta tercera hora nos acercamos con María a contemplar a su Hijo

maltratado con saña, burla y maldad. La podemos situar presente en ese momento sufrido por su Hijo. Podemos preguntarnos: ¿qué vivía la madre cuando el Hijo pasaba por las más crueles humillaciones? Con certeza, por los datos que tenemos de ella en el Nuevo Testamento, la imaginamos en oración intensa, lágrimas, serenidad y confianza en el Dios de la vida. Fue una reconocedora de Dios en medio de la oscuridad y el silencio.

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Entremos en la AdoraciónIniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra fe. Lo

haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia. Recemos juntos El Credo y El Padrenuestro.

Canto

Oremos con un corazón despierto rezando o cantando este Salmo 130 (129) Desde lo hondo a ti grito, Señor: / 2 ¡Señor, escucha mi clamor! ¡Estén atentos tus oídos a la voz de mis súplicas! 3 Si retienes las culpas, Señor, / ¿quién, Señor, resistirá?4 Pero el perdón está contigo, / para ser así respetado. 5 aguardo anhelante al Señor, / espero en su palabra; 6 mi ser aguarda al Señor más que el centinela a la aurora; más que el centinela a la aurora, / 7 aguarde Israel al Señor. El Señor está lleno de amor, / su redención es abundante; 8 él redimirá a Israel de todas sus culpas.

Contemplemos el Segundo Misterio Doloroso: la flagelación de Jesús.

A. Leamos el texto bíblico:

“Todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y le decía: Haz de profeta. Y los criados lo recibieron a bofetadas”. “Pilato tomó a Jesús y mandó que lo azotaran” (Mar-cos 14, 65; Juan 19, 1).

B. Meditemos sobre este segundo misterio doloroso¿De dónde te llegó Jesús la firmeza en medio de semejante prueba de

fuego? Lo más sencillo es que renegaras. Que dijeras: fue un error. Me equivoqué. Pero así piensa la gente, no Dios. Con todo, Tú, siendo humano, nos diste ejemplo de fidelidad en medio de los maltratos y las humillaciones. Nos enseñaste a poner la otra mejilla, cuando la pusiste primero. Esto, justamente, te dio autoridad a Tus palabras.

¿Cómo reaccionaste Jesús cuando te irrespetaron? ¿Cómo te comportaste cuando te avergonzaron, golpearon, y denigraron públicamente? Esto te ocurrió en un contexto donde la auto-imagen ya era endiosada. Donde el honor de una persona se asemejaba al valor de su vida. ¿Qué salió de Ti cuando te exprimían? Solo sale hacia fuera lo que se lleva dentro… De Ti brotó un: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23,34).

Te adoramos Santo de los santos. A Ti que enseñas a morir a toda carne, y a vivir en la carne ungida por el Espíritu. Jesús, no es fácil vivir esto. Es un lenguaje muy duro, como dijeron tus seguidores (cfr. Juan 6,60). Por eso te


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negaron, se marcharon, la comunidad de los doce estaba dispersa. Pero una vela permanecía encendida, la fe de María, tu Madre.

Al intentar adentrarnos en este misterio de tu amor, nos faltan las palabras. Al faltar las expresiones para transmitir lo experimentado, entonces llega el momento de callar ante Ti. Silenciar. Es el momento de adorarte. Porque Tú eres el Señor. Nos enmudeces con tu presencia, más grande que nuestros pensamientos e inteligencia. Transbordas de bondad, tanta bondad no cabe en razones humanas. Sabes amar hasta el extremo recibiendo no sólo odio, sino golpes y sentencia de muerte. Sabes interceder a favor de tus asesinos. Te adoramos oh Cristo y te bendecimos.

C. Presentemos nuestras intenciones al Señor: Hagamos presente ante el Señor a los hogares que sufren violencia

intrafamiliar, la situación de feminicidios, agresión social. A los moribundos y víctimas de atropello, para que nos duela el sufrimiento de los hermanos pequeños y como Jesús, nos impliquemos comunitariamente en levantarles del polvo, en devolverles la dignidad.

D. Recemos las 10 Ave Marías. Canto.Momento de silencio (20 minutos).

8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: Apocalipsis 3, 20-21 “Ten en cuenta que estoy a la puerta y voy a llamar; y, si alguno oye mi

voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos los dos. Concederé al vencedor que se siente conmigo en mi trono, pues yo también, cuando vencí, me senté con mi Padre en su trono” (Apocalipsis 3,20-21).

10. Escuchemos la voz del Señor en el silencio caminando a la conversión (15 minutos)

Lector 1: Examinémonos ante el Señor¿Cómo reacciono cuando soy lastimado? ¿Qué le dice Jesús a mi

vida?¿Qué pautas aprendo de Jesús para contrarrestar el odio y

comprometerme con una cultura de paz?Un niño preguntó a la Virgen María: ¿cómo puedo ser un poco más

dulce con mi familia? ¿Estoy necesitando también más dulzura con mis seres queridos? ¿Y también con aquellos que no son tan queridos?

¿Necesito promover, como nos recomienda nuestro Papa Francisco, la ternura? ¿Dónde está la fuente del amor cuando no lo recibo, de las personas, para dar?

Lector 2: Caminando a la conversión. A esta altura de la reflexión me dispongo para examinar la conciencia. Es interesante repasar la vida a la luz Cristo. ¿Hacia dónde me empuja? ¿Su vida remueve mi comodidad? ¿Qué tengo que podar en mi interior para ser más parecido a Él? Él es mi modelo,

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el único a seguir. Es por eso que las cosas que hago bien hechas me hacen sentir dichoso, y las que no hago bien me avergüenzan, quisiera esconderlas de mi propia sombra. Pero no quiero la maldad para este corazón que cargo conmigo. Conscientemente, si tengo que escoger, prefiero la vida, que es Él mismo. Entonces, voy a recoger mis miserias y entregárselas a quien sabe perdonar sin límites. Haré una buena confesión. Me abriré a su gracia, porque creo en la santidad que se me ofrece.

11. Canto

12. Momento de hablar con el Señor pidiéndole que ante los maltratos que recibimos nos libere del odio y de la venganza

13. Canto

14. Despertando la conciencia pastoralToda adoración da frutos de vida. Escoge tú mismo el compromiso que

Dios ha puesto en tu corazón. Recuerda que dicho compromiso ha de dar frutos sanos para ti, la comunidad, agradando a Dios. Se tienen 5 minutos de silencio. Se puede escribir el compromiso y luego decirlo en voz alta en forma de oración.

Cuarta hora:

Jesús sacramentado: en tus espinas están nuestros pesares

15. Canto final

1. Motivación: Adoremos al Señor junto con María su MadreEn esta cuarta hora nos acercamos con María a contemplar a su Hijo coronado

de espinas en las que están nuestros pesares. Las espinas incomodan. Ellas hincan, torturan, y hasta sacan sangre. Las espinas son dolorosas. Cuando una madre contempla el martirio de su hijo, quisiera evitárselo a él, acogiendo en sí misma el sufrimiento. María no estuvo distante de los padecimientos de Jesús. Lo fue acompañando. Ella nos enseña a caminar contemplando al mismo Dios en el sufrimiento, en el trago amargo que no se puede evitar. Ella es escuela de fe, maestra espiritual, madre confidente. Antes de ser coronada con rosas, comulgó con la coronación de espina de Jesús. María nos mira a nosotros, en nuestros padecimientos, y no sólo nos mira, sino que derrama gracia hecha luz para salir de la muerte a la vida.

2. Entremos en la Adoración: Iniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra fe. Lo haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia. Recemos juntos El Credo y El Padrenuestro.


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3. Canto

4. Oremos con un corazón despierto De nuevo aquí me tienes Jesús mío, /confuso y humillado ante tu altar.

Sin saber que decirte ni que hablarte.Ansioso solamente de llorar./ Vengo del mundo, vengo del combate, Cansado de sufrir y de luchar.

Traigo el alma llena de tristezas, / y hambriento el corazón de soledad. De esa soledad dulce, divina, /que alegra tu presencia celestial. Donde el alma tan solo con mirarte, / te dice lo que quiere sin hablar.

Mis miserias Señor aquí me traen, / mírame con ojos de piedad. Soy el mismo de siempre, dueño mío, / un triste pecador siempre caído, que llora desconsolado su orfandad. Y gime bajo el peso de sus culpas, / y ansía recobrar su libertad. Soy un alma sedienta de ventura,/un corazón que muere por amar. Y abrazarse a la llama inextinguible,/ del fuego de tu eterna caridad.

Concédeme Señor que a ti me acerque,/ permite que tus pies llegue a besar. Déjame que los riegue con mi llanto,/ y sacie en ellos mi ardoroso afán. Oh, qué bien se está aquí mi dueño amado, / ante las gradas de tu santo altar. Bebiendo de la fuente de aguas vivas, / que brota de tu pecho sin cesar. Quién pudiera vivir eternamente, /en aquella divina soledad.

Gozando de tu amor y tu hermosura,/ En un éxtasis dulcísimo de paz (Tomado de un autor desconocido).

5. Contemplemos el Tercer Misterio Doloroso: la coronación de espinas

A. Leamos el texto bíblico: Juan 19, 2-3.Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la

cabeza y le vistieron un manto de púrpura; después se acercaron a él y le decían: “Salve, rey de los judíos”, al tiempo que le daban bofetadas. Volvió a salir Pilato y les dijo: Aquí lo tienen

B. Meditemos sobre este tercer misterio dolorosoPilato te mandó a azotar, convencido de que te entregaba. Nos llama

la atención que Tú sostengas que nadie te quita la vida; sino que Tú la das voluntariamente. Pues tienes poder para darla y poder para recobrarla, autoridad que has recibido del Padre (cfr. Juan 10,18).

Jesús Tú eras un hombre libre. Se trata de una libertad muy honda, algunas veces poco comprendida. Porque se refiere a una libertad que va más allá del cuerpo físico. Las autoridades del pueblo te pudieron tomar y burlar “tu cuerpo”, coronándolo y vistiéndolo irónicamente, para “reconocer” con sarcasmo tu reinado. No comprendieron ni quién era ese rey, ni de qué reino se trataba.

Los poderosos pensaron que te tenían preso, pero no pudieron apresar tu voluntad, tu entereza, tu confianza, tu fidelidad, tu obediencia. La comunión que tenías con el Padre, no pudieron alcanzarla. Viviendo en esta hondura, dejando pasar las ironías, permaneciendo en las raíces de tu fe, viviste un sufrimiento paciente. Con una paciencia que incomodaba.

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Adorarte es introducirse en Ti, fuente de libertad. De tu Fuente, manan las vitaminas necesarias para el camino de santidad y justicia. “Sin Cristo tu vida es amarga. Hay que estar contigo”. Ciertamente, en tus espinas descansan nuestros pesares. El verdadero adorador, adoradora, sabe escoger tus luchas. No pelea por cualquier cosa. Adquiere, al contemplarte, madurez espiritual. Sabe priorizar las causas en las cuales invertirá sus energías. Las reserva para el proyecto del Reino. Todos tus sufrimientos son engendrados por esta causa.

Las personas que adoran en Espíritu y en Verdad, viven desde la Verdad, que eres Tú mismo, Jesús. No se amargan porque los ignoren, los critiquen o calumnien, porque les levanten falsos testimonios… Sufre, contrariamente, cuando la gente dispersa no te reconoce Señor, cuando pone en juego su salvación, cuando el sistema de muerte roba los espacios de vida, y faltan fuerzas suficientes para frenar la marcha… sin embargo, no se detiene, porque más allá de los pronósticos, la última palabra de tu Padre es la vida.

Cuando preguntamos ¿Por qué sufre el inocente? Podemos considerar que ni a Ti su propio Hijo el Padre te evadió los kilómetros de angustia. Pero con qué paciencia se llevan tales angustias, cargadas en tu consuelo y presencia, por una vida digna y santa.

D. Presentemos nuestras intenciones al Señor: Hagamos presente ante el Señor a los pobres, víctimas de salarios abusivos e injustos. A todas las personas que viven un eterno viacrucis. Para que los cambios empiecen muy cerca, practicando yo la justicia con las personas más cercanas. Recuerdo a aquellas que dependen, en algún aspecto, de mí.

E. Recemos las 10 Ave Marías.

6. Canto.

7. Momento de silencio (20 minutos)

8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: Apocalipsis 3, 20-21“Entonces les dijo: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quédense

aquí y velen conmigo” (Mateo 26,38).


Lector 1: Examinémonos ante el Señor: Nadie es tan espiritual, que diga: -ya oro lo suficiente. La oración nunca es suficiente. La vida cristiana es una vida destinada a la oración. Se saca un tiempo especial para orar, aun cuando se piense que no hay tiempo. No se ora cuando sobra tiempo. El tiempo es oración. El espacio de oración personal, ejercita para orar el día entero, como una actitud permanente. Si falta el primer momento, ¿Dónde está la vitamina para contemplar todo el día? La oración personal se parece a la bomba o estación de gasolina. Nosotros somos el carro. Sin gasolina no se avanza, no se trabaja. Me pregunto:


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¿Soy persona de oración? ¿De actitud contemplativa?¿Hago el ejercicio de buscar a Dios aun en las realidades donde no se ve?Las pruebas en la vida llegan: cómo las vivo desde la oración, cómo sin ella.

Lector 2: Caminando a la conversión. ¿Alguna vez le ha pasado que se ha cansado de ser bueno, que la gente

le decepciona? ¿Usted se ha dicho, hay que ir a misa, pero no hay que afanarse tanto, porque las cosas no se toman tan en serio? ¿Qué tan serio tomo las cosas de Dios? Las cosas santas se tratan con santidad…

Hago una revisión sobre mi conciencia para indagar las veces que interiormente he tirado la toalla en las cosas de Dios. Observo cuándo mido mis fuerzas y mi compromiso haciéndome de la vista gorda, para no esforzarme. ¿He dicho que sí al Señor con todas las consecuencias? He querido seguirle, pero ¿Bajo qué condiciones? ¿Deseo seguir así poniéndole condiciones a Dios? O bien prefiero tomar conciencia de que no tenemos a nadie más hacia dónde ir, porque sólo él, como dijo Pedro, tiene palabras de vida eterna (Juan 6,68). Medito y busco la verdad en el fondo de mi ser. Preparo una buena confesión, sabiendo que Él me ama, y sólo quiere que reconozca mis miserias.

11. Canto.

12. Momento de hablar con el Señor pidiéndole que ante tantos pesares que sufrimos nos libere del cansancio, del dejarlo todo o acomodarnos al tiempo presente.

13. Canto

14. Despertando la conciencia pastoralEn este momento intenta buscar alguna acción significativa, en el

horizonte de tu propia meditación. Esta acción será para ti como la señal de que deseas crecer humana y espiritualmente. Mirándole a Él, no hay manera de quedarse estático. Nos seduce, y nosotros nos dejamos seducir.Se tienen 5 minutos de silencio. Se puede escribir el compromiso y luego decirlo en voz alta en forma de oración.

15. Canto final

Quinta Hora:

Jesús sacramentado: en tu cruz nuestras cargas

1. Motivación: Adoremos al Señor junto con María su MadreEn esta quinta hora nos acercamos con María a contemplar a su Hijo

cargando la pesada cruz. ¿Usted ha pensado en cómo María contemplaba a su hijo mientras éste cargaba su propia cruz? ¿Sería esta contemplación, la cruz de María? María tampoco dejó su carga. Su cruz era, ciertamente, contemplar la cruz del Hijo.

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También tuvo cirineos: las mujeres que seguían a Jesús, compartiendo con ella parte de su dolor, porque rigurosamente, el de ella fue más hondo, además de seguidora era madre. Dónde encontró fuerzas para dar los pasos suficientes y llegar a la Hora.

Los textos no dicen en ningún momento que se desmayó de tanto sufrir. Bebió gotas amargas sin dejar de contemplar la hora triste. Como madre, siempre santa, bendita entre todas las mujeres, sabe muy bien cómo acompañarnos para contemplar a Dios desde nuestras cargas.

2. Entremos en la Adoración: Iniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra fe.

Lo haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia. Recemos juntos El Credo y El Padrenuestro.

3. Canto

4. Oremos con un corazón despierto el Salmo 22 (21):2 ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado? Estás lejos de mi queja,

de mis gritos y gemidos. 3Clamo de día, Dios mío, y no respondes, también de noche, sin ahorrar palabras. 4 ¡Pero tú eres el Santo, entronizado en medio de la alabanza de Israel! 5 En ti confiaron nuestros padres, confiaron y tú los liberaste; 6 a ti clamaron y se vieron libres, en ti confiaron sin tener que arrepentirse.

7 Yo en cambio soy gusano, no hombre, soy afrenta del vulgo, asco del pueblo; 8 todos cuantos me ven de mí se mofan, tuercen los labios y menean la cabeza: 9

«Se confió a Yahvé, ¡pues que lo libre, que lo salve si tanto lo quiere!». 10 Fuiste tú quien del vientre me sacó, a salvo me tuviste en los pechos de mi madre; 11 a ti me confiaron al salir del seno, desde el vientre materno tú eres mi Dios.

12 ¡No te alejes de mí, que la angustia está cerca, que no hay quien me socorra! 13 Novillos sin cuento me rodean, me acosan los toros de Basán; 14 me amenazan abriendo sus fauces, como león que desgarra y ruge. 15 Como agua me derramo, mis huesos se dislocan, mi corazón, como cera, se funde en mis entrañas. 16 Mi paladar está seco como teja y mi lengua pegada a mi garganta: tú me sumes en el polvo de la muerte.

17 Perros sin cuento me rodean, una banda de malvados me acorrala; mis manos y mis pies vacilan, 18 puedo contar mis huesos. Ellos me miran y remiran, 19 reparten entre sí mi ropa y se echan a suertes mi túnica. 20 Pero tú, Yahvé, no te alejes, corre en mi ayuda, fuerza mía, 21 libra mi vida de la espada, mi persona de las garras de los perros; 22 sálvame de las fauces del león, mi pobre ser de los cuernos del búfalo.

23 Contaré tu fama a mis hermanos, reunido en asamblea te alabaré: 24 «Los que están por Yahvé, alábenlo, estirpe de Jacob, respétenlo, témanlo, estirpe de Israel. 25 Que no desprecia ni le da asco la desgracia del


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desgraciado; no le oculta su rostro, le escucha cuando pide auxilio». 26 Tú inspiras mi alabanza en plena asamblea, cumpliré mis votos ante sus fieles.

27 Los pobres comerán, hartos quedarán, los que buscan a Yahvé lo alabarán: «¡Viva por siempre vuestro corazón!». 28 Se acordarán, volverán a Yahvé todos los confines de la tierra; se postrarán en su presencia todas las familias de los pueblos. 29 Porque de Yahvé es el reino, es quien gobierna a los pueblos. 30 Ante él se postrarán los que duermen en la tierra, ante él se humillarán los que bajan al polvo. Y para aquel que ya no viva 31 su descendencia le servirá: hablará del Señor a la edad 32 venidera, contará su justicia al pueblo por nacer: «Así actuó el Señor».

5. Contemplemos el Cuarto Misterio Doloroso: Jesús carga con la cruz

A. Leamos el texto bíblico: Juan 19, 16-17; Lucas 23, 27 “Tomaron a Jesús, y él, cargando con la Cruz, salió al sitio llamado de la Calavera”. “Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por él”.

Meditemos sobre este cuarto misterio dolorosoLas mujeres te seguían Jesús en fidelidad, encabezadas por tu madre.

Esto hace pensar en la inversión que Tú hiciste en su corazón. Tú invertiste tiempo, enseñanza, sanación, liberación, dignidad en las mujeres. Tú no las quieres como sirvientas, sino como servidoras.

Entonces, los hombres que desean parecerse a Ti, han de tener, como Tú, una nueva masculinidad. Y los hombres y las mujeres que deseen parecerse a las adoradoras a los pies de la cruz, han de amarte hasta el extremo. Han de tener memoria agradecida. Tú buscaste unidad entre hombres y mujeres, porque sabías que, para la realización del Reino, debía existir unidad. Adorarte es aceptar la comunión, en unidad con tu cuerpo.

Nos enseñaste que la cruz que hemos de cargar como cristianos no se lleva solitariamente. Por eso insististe que es muy importante que los de casa estemos unidos, y no formemos equipos divisorios por pequeñeces. El corazón del apóstol no está hecho para pequeñeces. Tu cruz es grande. Es la cruz de tu proyecto.

En este momento de adoración dejamos que Tú desde tu cruz nos contemple. Que nos inyectes unción divina para no desfallecer en el camino. Que Tú nos cobijes de tu paciencia para no dramatizar la cruz que nos ha tocado. Contemplándote a Ti el manso y humilde de corazón, nuestras quejas débiles se convertirán en acciones de gracias. Tú nos contemplas y nosotros te contemplamos. Tú miras nuestra carga y nosotros miramos la tuya. ¿De dónde proceden? Hay cargas que tienen sentido y otras que sólo entorpecen.

Tu cruz, Jesús, es esperanzadora. Porque es el peso más exigente de tu obediencia. La prueba más profunda de tu fidelidad. Lo que parece un fracaso es un momento sublime. El que obedece a quien debe obedecer nunca se equivoca. Contemplamos tu conciencia. Tu precioso discernimiento. Verdadero e inequívoco discernimiento. Muchas veces esquivaste a tus perseguidores. Pero en un momento consideraste que todo estaba hecho.

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No había nada más para hacer. Consideraste que era el momento de cargar tu propia cruz. Cargar la propia cruz. Sólo Tú, con los ojos fijos en el silencio del Padre, has podido enseñarnos tales cosas.

C. Presentemos nuestra intención: Hagamos presente ante el Señor a los pueblos que son víctimas de guerra, presa de los intereses de los países más poderosos. A tantos niños y niñas mutilados, privados de su infancia. A la creación que gime por los malos tratos, el deterioro de los ambientes naturales. Para que alcancen salud, libertad y puedan tener vida plena.

D. Recemos las 10 Ave Marías.

6. Canto.


8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: Juan 6,67-69“Jesús dijo entonces a los Doce: “¿También ustedes quieren marcharse?”

Le respondió Simón Pedro: “Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”.


Lector 1: Examinémonos ante el SeñorJesús, en su cruz, asumió todas nuestras cruces. Puedo preguntarme: ¿Qué actitud tengo frente a la cruz que cargan mis hermanos y mis

hermanas? ¿He sido cirineo cuando uno de los crucificados de hoy va caminando

con su carga? ¿Descubro en los oprimidos el rostro de Cristo camino al calvario?

¿Cómo me interpela?

Lector 2: Caminando a la conversión. Dialogo con mi conciencia para preguntarme cosas que permitan tomar el

pulso de mi propia vida. En los momentos de aprieto ¿Dónde me refugio? ¿En qué me refugio? ¿En quién me refugio? Puedo señalar estas respuestas sin temor a ser condenado. En la condena de Jesús se sumergen todas las nuestras. Él sólo está presente para escuchar, sanar, liberar. Ponles nombre a todas las cosas.

Si alguna vez te llega la ansiedad, porque la realidad se escapa de tus manos, no te preocupes, cuéntale todo eso. No se escandaliza. Porque, de hecho, ya sabe todas esas cosas, pero desea que las enumeres, porque cuando le pones nombre, entonces creces en conciencia y lo aceptas como Misericordia. Puedes recoger todas las debilidades, las infidelidades que has tenido, no dejes ni una. Limpia tu interior, porque para adorar al Señor, lo mejor es tener el corazón preparado. Una buena confesión limpia la conciencia, y agrada a nuestro Dios.


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11. Canto

12. Momento de hablar con el Señor pidiéndole que ante la carga de la cruz no desfallezcamos y hagamos de nuestra cruz una oportunidad de amar al Padre y a nuestros hermanos.

13. Canto

14. Despertando la conciencia pastoralEn forma de síntesis voy elaborando mi propio compromiso. Él nace de

todo el recorrido de reflexión. Tengo presente que este compromiso que deseo realizar ha de estar a favor de la vida de las personas.


15. Canto final

Sexta Hora:

Jesús sacramentado: en tu muerte, nuestra esperanza

1. Motivación: Adoremos al Señor junto con María su MadreEn esta sexta hora nos acercamos con María a contemplar a su Hijo

Crucificado. Un fraile franciscano, dijo una expresión muy hermosa en una predicación: - “¿Quién se atreve a sacar a María del lugar que quiso darle la Santísima Trinidad”?

Ella no buscó ese puesto, ni siquiera fue mujer de influencia conforme a los criterios de aquella sociedad, sino que fue una mujer de campo, muy sencilla, cuya obra maestra fue “Hágase en mí tu Palabra”. Entonces, ese lugar privilegiado que ocupa le da la merced para engraciarnos y transformar nuestras frustraciones en esperanza, porque Ella es madre de la esperanza. Quien confía cuando nada se entiende, entonces puede recibir tales honores. Adoremos con Ella a su Hijo cuya muerte es nuestra esperanza.

2. Entremos en la Adoración: Iniciaremos rezando pausadamente oraciones que distinguen nuestra fe. Lo haremos lentamente, sin prisa, para gustar el vino que contienen. No se trata de repetir, sino de vivir aquello que se pronuncia, dejando que cale al corazón cada palabra. Ellas poseen una fuerza histórica de vida y de fe transformante. Edifican y empujan a una actitud de permanente conversión. Porque cuando el Hijo de Dios llega al corazón para habitarlo, nada que le sea extraño puede estar en su presencia. Recemos juntos El Credo y El Padrenuestro.

3. Canto

4. Oremos con un corazón despierto rezando o cantando este Salmo 130 (129) Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo

estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde

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totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén. (Compuesta por Santo Tomás de Aquino).

5. Contemplemos el Quinto Misterio Doloroso: la crucifixión y muerte de Jesús

A. Leamos el texto bíblico: Juan 19, 18-30“Lo crucificaron a él y, con él, a otros dos, uno a cada lado y Jesús en

medio. Junto a la cruz de Jesús estaba su Madre. Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo”.

B. Meditemos sobre este segundo misterio dolorosoTe acompañamos Jesús hasta el Calvario. A Ti, el Señor que adoramos

en santidad implacable fuiste el mismo que bajaste al abismo del dolor: el dolor físico, el dolor espiritual, ¿Cuál de los dos más profundos? Sufriste un dolor humano, porque no hiciste teatro en tu carne, y un dolor teológico, porque el pueblo no aceptó la propuesta que el Padre había soñado. Porque era objeto de intercesión ante el pecado que cometían.

Con todo, los textos nos repiten una y otra vez: y… él cargando su cruz. Fuiste crucificado con dos ladrones. Esto, en una sociedad que promovía el privilegio social que consistía en compartir con “grandes” autoridades, estar rodeados de intelectuales, gente de prestigio, buena reputación, fama, honor, dinero.

A Ti a quien estamos adorando estabas al lado de gente que fue castigada por algunos delitos, gente que era repudiada. No sabemos si estaban ahí los familiares de estos hombres. Es posible que sintieran vergüenza de ellos, o tal vez, observaran de lejos. No se sabe nada. Lo cierto es que Tú no les rechaza. Ni en la cruz marginaste a nadie.

Los dos bandidos crucificados a tu lado tuvieron diversas reacciones: Uno de ellos te insultaba: “¿No eres tú el Cristo? ¡Pues sálvate a ti y a nosotros!” Otro, sin embargo, le increpó: “¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio éste nada malo ha hecho”. Y te pedía: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino”. Tú le contestaste: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”. (Cfr. Lucas 23,39-43).


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Adorarte es reconocer que Tú eres bueno, que tienes autoridad para salvar. Para que Tú salves es necesario aceptarte en tu autoridad divina. Uno de ellos pudo contemplarte traspasado por los clavos y ver en Ti a tu Padre. ¡Qué fe tan grande! Grande es reconocerte cuando no lo pareces, más allá de las apariencias. Este hombre contempló tu gloria, y la pidió, encima de toda certeza. Más firme aún es la fe tuya, quien se la promete, aún estado atado en la cruz. Dichosos los que han creído en Ti sin ver.

C. Presentemos nuestras intenciones: Hagamos presente ante el Señor A todas las personas que mueren, sin nadie que les entierre, les llore, les recuerde. A todas aquellas que mueren antes de tiempo, víctima de la violencia. Para que no sean solo cifras en noticiero, sino que lancen a promover una cultura de paz. Las traigo presente confiado de que ellas también gozan de las promesas de nuestro Señor.

D. Recemos las 10 Ave Marías.

6. Canto.


8. Canto

9. Escuchemos la Palabra: 1Corintios 11,23-26Porque yo recibí del Señor lo que les transmití: que el Señor Jesús, la

noche en que era entregado, tomó pan, dio gracias, lo partió y dijo: “Éste es mi cuerpo, que se entrega por ustedes; hagan esto en memoria mía”. Asimismo, tomó el cáliz después de cenar y dijo: “Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la beban, háganlo en memoria mía”. Pues cada vez que coman este pan y beban de este cáliz, anuncian la muerte del Señor, hasta que venga.


Lector 1: Examinémonos ante el SeñorCargar la cruz en esperanza significa sacar los ojos de uno mismo. El

Papa Francisco ha insistido mucho en esto. Considera que la vida cristiana es un éxodo, una salida hacia los demás, no un viaje a la propia persona. Entonces, esta vez, en mi examen de conciencia, puedo identificar las veces que pongo mi ser delante, y a las demás personas en segundo plano. Reconozco las ocasiones cuando me enojo porque no han tenido la delicadeza conmigo, y me contemplo a mí, sin sacar levantar la mirada hacia Él. Puedo identificar también todas las demás faltas que pueda tener, porque la confesión es sinceridad del alma, humildad, y al mismo tiempo, liberación, porque un corazón quebrantado el Señor no lo desprecia.

11. Canto

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12. Momento de hablar con el Señor pidiéndole que sepamos cargar nuestra cruz y hacerla esperanza de vida y salvación.

13. Canto

14. Despertando la conciencia pastoralLa vida cristiana es un camino hacia la santidad. La santidad no es otra

cosa que conciencia de pertenecer a Dios, de ser su hijo, hija; y en esta intimidad, corresponderle como el Padre espera. Santidad es conciencia de pertenencia. Actuar en esta sintonía. En este sentido, acojo un compromiso para sembrar las semillas que ha dejado en mí este tiempo de adoración. Quien ha acogido al Señor en su corazón lo lleva donde quiera que va. Que este amor encendido se note. Pero que el objetivo no sea que se note, sino que se lleve, para contagiar el mundo de esperanza.


15. Canto final.

Séptima Hora:

De Ti, procede el perdón

1. Motivación:El lema de estas 24 horas con el Señor es la frase del Salmo 130: “De

ti procede el perdón”. Y ya que uno de los grandes objetivos de estas 24 horas con el Señor es ofrecer el Sacramento de la Reconciliación a todos los que son movidos por El a reconocer sus pecados y a pedir perdón a través del ministerio de la Iglesia. Por eso, en esta hora de oración nos centraremos en este Sacramento en el que Dios manifiesta su misericordia de una manera abundante. Escuchemos con atención esta invitación del Apóstol Pablo; “Déjense reconciliar por Dios” (2Cor 5,20) y acerquémonos arrepentidos a darnos este baño espiritual que nos limpia, nos renueva, nos purifica, nos restaura y nos santifica.

2. Canto: Vengo a Ti, mi Señor… 3. Oración ante el Señor

Señor Jesús, el Padre te ha dado todo poder para perdonar nuestros pecados. Así lo hiciste en medio de tu pueblo y lo sigues haciendo a través de la Iglesia y de tus ministros. Tú has dispuesto que tu perdón llegue a nosotros a través de este hermoso sacramento de la reconciliación y de la Penitencia al decir: «Reciban el Espíritu Santo; a quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados» (Jn 20,21-23).

Así nos enseñas que el perdón es un don tuyo que se pide a Ti a través de tu Iglesia y tus ministros. El perdón no es algo que podamos darnos nosotros mismos. El perdón no es fruto de nuestros esfuerzos, sino que es un regalo tuyo, es un don de tu Espíritu Santo, que nos llena de la purificación de


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misericordia y de gracia que brota incesantemente de tu corazón abierto de par en par.

Sólo si nos dejamos reconciliar contigo, con el Padre y con los hermanos podemos estar verdaderamente en la paz. Sólo en Ti hay vida y salvación. Regálanos tu Espíritu para que nos haga descubrir todos nuestros pecados y nos mueva a dejarnos reconciliar contigo y con tu Padre.

4. Escuchemos la Palabra: Juan 20, 19-23. 5. Meditemos con el Papa Francisco:

“A través de los sacramentos de iniciación cristiana, el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, el hombre recibe la vida nueva en Cristo. Ahora, todos lo sabemos, llevamos esta vida «en vasijas de barro» (2 Cor 4, 7), estamos aún sometidos a la tentación, al sufrimiento, a la muerte y, a causa del pecado, podemos incluso perder la nueva vida. Por ello el Señor Jesús quiso que la Iglesia continúe su obra de salvación también hacia los propios miembros, en especial con el sacramento de la Reconciliación y la Unción de los enfermos, que se pueden unir con el nombre de «sacramentos de curación».

El sacramento de la Reconciliación es un sacramento de curación. Cuando yo voy a confesarme es para sanarme, curar mi alma, sanar el corazón y algo que hice y no funciona bien. La imagen bíblica que mejor los expresa, en su vínculo profundo, es el episodio del perdón y de la curación del paralítico, donde el Señor Jesús se revela al mismo tiempo médico de las almas y los cuerpos (cf. Mc 2, 1-12; Mt 9, 1-8; Lc 5, 17-26).

Ante todo, el hecho de que el perdón de nuestros pecados no es algo que podamos darnos nosotros mismos. Yo no puedo decir: me perdono los pecados. El perdón se pide, se pide a otro, y en la Confesión pedimos el perdón a Jesús. El perdón no es fruto de nuestros esfuerzos, sino que es un regalo, es un don del Espíritu Santo, que nos llena de la purificación de misericordia y de gracia que brota incesantemente del corazón abierto de par en par de Cristo crucificado y resucitado. En segundo lugar, nos recuerda que sólo si nos dejamos reconciliar en el Señor Jesús con el Padre y con los hermanos podemos estar verdaderamente en la paz. Y esto lo hemos sentido todos en el corazón cuando vamos a confesarnos, con un peso en el alma, un poco de tristeza; y cuando recibimos el perdón de Jesús estamos en paz, con esa paz del alma tan bella que sólo Jesús puede dar, sólo Él.

No basta pedir perdón al Señor en la propia mente y en el propio corazón, sino que es necesario confesar humilde y confiadamente los propios pecados al ministro de la Iglesia. En la celebración de este sacramento, el sacerdote no representa sólo a Dios, sino a toda la comunidad, que se reconoce en la fragilidad de cada uno de sus miembros, que escucha conmovida su arrepentimiento, que se reconcilia con Él, que le alienta y le acompaña en el camino de conversión y de maduración humana y cristiana.

Uno puede decir: yo me confieso sólo con Dios. Sí, tú puedes decir a Dios «perdóname», y decir tus pecados, pero nuestros pecados son también contra los hermanos, contra la Iglesia. Por ello es necesario pedir perdón a

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la Iglesia, a los hermanos, en la persona del sacerdote. No tener miedo de la Confesión. Uno, cuando está en la fila para confesarse, siente todas estas cosas, incluso la vergüenza, pero después, cuando termina la Confesión sale libre, grande, hermoso, perdonado, blanco, feliz. ¡Esto es lo hermoso de la Confesión! Jesús está allí, y Jesús es más bueno que los sacerdotes, Jesús te recibe, te recibe con mucho amor. Sé valiente y ve a la Confesión. (Catequesis en la Audiencia General del 19 de febrero de 2014).

6. Silencio para meditar sobre este sacramento de la misericordia (15 minutos)

7. Canto: Pequé, Pequé, Dios mío

8. En silencio hagamos un sincero examen de conciencia: En este momento mirémonos `por dentro dejándonos guiar por el Espíritu Santo, nuestro maestro interior (15 minutos). Ayudados por estas preguntas pidamos misericordia. (Algunos pueden ir leyendo despacio estas preguntas).

Lector 1: En relación a Dios¿Solo me dirijo a Dios en caso de necesidad? ¿Participo regularmente

en la Misa los domingos y días de fiesta? ¿Comienzo y termino mi jornada con la oración? ¿Tomo en vano el nombre de Dios, de la Virgen, de los santos? ¿Me he avergonzado de manifestarme como católico? ¿Qué hago para crecer espiritualmente, cómo lo hago, cuándo lo hago? ¿Me revelo contra los designios de Dios? ¿Pretendo que Él haga mi voluntad? ¿Pongo en mi primer lugar a personas, cosas, dinero? ¿Creo y practico la brujería, hechicería, magia? ¿Me he desesperado ante situaciones difíciles y no he confiado el poder y el amor del Padre? ¿Leo todos los días la Palabra del Señor?

Lector 2: En relación al prójimo¿Sé perdonar, tengo comprensión, ayudo a mi prójimo? ¿Juzgo sin

piedad tanto de pensamiento como con palabras? ¿He calumniado, robado, despreciado a los humildes y a los indefensos? ¿Soy envidioso, colérico, o parcial? ¿Me avergüenzo de mis hermanos, me preocupo de los pobres y de los enfermos? ¿Soy honesto y justo con todos o alimento la cultura del descarte? ¿Incito a otros a hacer el mal? ¿Observo la moral conyugal y familiar enseñada por el Evangelio? ¿Me dejo llevar de mis deseos sexuales de manera desordenada? ¿Me dejo llevar de la codicia, de malos vicios?¿Cómo cumplo mi responsabilidad de la educación de mis hijos? ¿Honoro a mis padres? ¿He rechazado la vida recién concebida procurando el aborto? ¿He colaborado a hacerlo? ¿Respeto el medio ambiente, el agua, los árboles, el silencio? ¿Tiro basura en la calle? ¿He caído en la envidia? ¿He dicho mentiras? ¿He caído en la corrupción robando lo que no es mío y favoreciendo negocios ilegales? ¿Soy orgulloso? ¿En qué he sido egoísta? ¿He promovido el chisme, la calumnia, la difamación, las peleas, divisiones?


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¿He sido desleal con las personas que han confiado en mí? ¿Me preocupo por el desarrollo integral de mi sector donde vivo? ¿Soy indiferente ante las personas y las cosas malas que existen a mi alrededor? ¿Doy a cada quien lo que le corresponde?

Lector 3: En relación a mí mismo¿Soy un poco mundano y un poco creyente? ¿Como, bebo, fumo o me

divierto en exceso? ¿Me preocupo demasiado de mi salud física, de mis bienes? ¿Cómo utilizo mi tiempo? ¿Soy

11. Pidamos perdón guiados por el Salmo 130 (129)Cada uno toma el versículo de este salmo que más le llegó, lo lee y hace

su propia petición de perdón. Se concluye con el Yo confieso.

12. Oración final: Jesús mi Señor y Redentor, / yo me arrepiento de todos los pecados

que he cometido hasta hoy y me pesa de todo corazón porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.

13. Canto final: Perdona a tu pueblo Señor.

Octava Hora: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Se hace como la Segunda HoraNovena Hora: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Se hace como la Tercera HoraDécima Hora: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Se hace como la Cuarta HoraDécimo Primera Hora: . . . . . . . . . . . . . . . . Se hace como la Quinta HoraDecimosegunda Hora: . . . . . . . . . . . . . Se hace como en la Sexta HoraDecimotercera Hora: . . . . . . . . . . . . . Se hace como en la Séptima HoraDecimocuarta Hora: . . . . . . . . . . . . .Se hace como en la Segunda HoraDecimoquinta Hora: . . . . . . . . . . . . . .Se hace como en la Tercera HoraDecimosexta Hora: . . . . . . . . . . . . . . . .Se hace como en la Cuarta HoraDecimoséptima Hora: . . . . . . . . . . . . .Se hace como en la Quinta HoraDécimo Octava Hora: . . . . . . . . . . . . . . Se hace como en la Sexta HoraDécimo Novena: . . . . . . . . . . . . . . . . Se hace como en la Séptima HoraVigésima Hora: . . . . . . . . . . . . . . . . .Se hace como en la Segunda HoraVigésima Primera: . . . . . . . . . . . . . . Se hace como en la Tercera Hora.Vigésima Segunda: . . . . . . . . . . . . . . .Se hace como en la Cuarta HoraVigésima Tercera: . . . . . . . . . . . . . . . . . . Se hace como la Quinta HoraVigésima cuarta Hora: . . . . . . . Eucaristía o Celebración de la Palabra

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Primer Encuentro de EvangelizaciónLa Responsabilidad

Semana del 5 al 10 de marzo 2018

“Asume la responsabilidad de todo lo que hagas, no permitas que otros manchen tu reputación”. Eclo 33,23

AmbientaciónEstamos en el mes de marzo y sus carteles

del Valor y del Lema deben colocarse en un lugar visible para todas las personas participantes en el Encuentro. Se pueden poner unas imágenes de personas cumpliendo con sus obligaciones.

También se tiene a una o dos personas que dan la bienvenida a quienes llegan. A las personas que vienen con puntualidad las saludan y después les dicen: “Les damos gracias y alabamos su puntualidad”.

Cantos de acogidaAdemás de los cantos de acogida, antes de la oración inicial, una persona

saluda a las demás y nombra a quienes han sido puntuales diciendo algo parecido a esto: “Alabamos y agradecemos a… por su puntualidad, porque una de las muestras de responsabilidad es ser puntuales para llegar a sus obligaciones”.

Oración inicialCon antelación se ha elegido una persona para preparar la oración de

este día. Sería conveniente realizar una oración muy participada.

Canto: Somos un pueblo que camina….

Introducción al temaEn este mes de marzo nos corresponde reflexionar sobre la

Responsabilidad. Deseamos que esta reflexión nos lleve a ser unas personas responsables en toda nuestra vida.

La palabra Responsabilidad proviene del término latino responsum (ser capaz de responder, corresponder con otro). La responsabilidad es el fiel cumplimiento de las obligaciones; es tener cuidado en hacer o decidir lo que se debe; sabiendo que el resultado de lo que sucede recae sobre uno mismo. Se trata de una característica positiva de las personas que son capaces de comprometerse y actuar de forma correcta.

Una persona responsable es aquella que tiene la virtud, no sólo de tomar una serie de decisiones de manera consciente, sino también de asumir las consecuencias que tengan esas decisiones y de responder de las mismas ante quien deba hacerlo.

Convertirse en una persona responsable significa ser capaz de tomar decisiones positivas conscientemente, llevar a cabo conductas que persigan


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mejorarse a uno mismo y ayudar a los demás. Persona responsable es también quien tiene conciencia sobre las consecuencias de que sus decisiones y de todo lo que hace o deja de hacer, es decir asume los resultados. Si le preguntásemos a un niño, que significa ser responsable, dirá algo como “hacer las cosas bien”, y nosotros le añadimos: “y asumir sus consecuencias”.

Iluminación bíblica: Romanos 15,1-8Después de leer el texto una vez lo volvemos a leer, pero ahora fijándonos

en qué nos dice sobre la responsabilidad. No aparece esta palabra, pero ¿en qué sentido habla de responsabilidad? ¿En qué sentido Cristo fue responsable? ¿Para quién y con quien fue responsable? ¿Nos pide que imitemos a Cristo? ¿En cuántos sentidos no pide ser responsables?

Canto: Antes que te formaras dentro del vientre de tu madre…

ReflexiónEsta reflexión tiene tres partes. Cada una de las partes debería ser tema

de un solo Encuentro, pero no tenemos tiempo, por eso las desarrollaremos brevemente: 1.) Responsabilidad personal. 2.) Responsabilidad eclesial. 3.) Responsabilidad social.

(Existen otras muchas responsabilidades: familiar, comunitaria, civil, penal, etc.)

La responsabilidad personal es la más importante, porque las decisiones y las acciones, sean en la familia, la iglesia, la sociedad… son tomadas o realizadas por las personas. Por eso decimos que la familia, escuela, iglesia, país… será bueno o malo dependiendo de las actuaciones de las personas que lo forman. La única persona que te puede asignar la responsabilidad de tu vida eres tú. Y precisamente por eso es tan importante pedirnos responsabilidades a nosotros mismos. Por eso es tan importante que tú y yo asumamos nuestra responsabilidad personal.

La persona humana no nace con un sentido de responsabilidad, y tampoco lo adquiere automáticamente, sino que se logra poco a poco; y como todas las demás habilidades, y virtudes, debe practicarse para llegar a dominarse.

Debemos aclarar que no debemos confundir culpabilidad con responsabilidad. Es decir, la culpa de las cosas es de quien las hace (u omite hacerlas). De aquél por cuya conducta han sucedido los hechos. Responsabilidad es la capacidad de que las cosas salgan de una determinada manera u otra. Y hacerte responsable normalmente es una elección. Pongamos un ejemplo: si alguien me insulta, es culpa suya, porque es él quien me ha insultado; pero yo seré responsable si le he provocado, también seré responsable de cómo me siento después del insulto y de la respuesta que dé: odio, golpes o perdón. Otro ejemplo: si los políticos que hemos elegido roban y son corruptos es culpa de los políticos, pero es responsabilidad mía por haberlos elegido y por dejar que se mantengan ahí impunes.

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Responsabilidad eclesial: no nos detenemos mucho tiempo porque este tema lo tocamos en muchas ocasiones de la vida eclesial. Solo un par de ideas. Somos personas sociales por naturaleza y eclesial por la fe. Ser cristiano es un don y una responsabilidad. La fe me lleva a una serie de compromisos; el cumplir esos compromisos es lo que me hace tener una responsabilidad eclesial. Entre estos compromisos destacamos:

• Formarnos, en la fe, en el conocimiento de la iglesia, en la realidad que debemos evangelizar y en el compromiso adquirido por el bautismo.

• Orar, celebrar, participar en las actividades eclesiales, cumplir las normas eclesiales.

• Colaborar en las tareas de la Iglesia en sus diversas comunidades, ministerios, pastorales, comisiones….

• Contribuir al mantenimiento material de la propia iglesia y de sus obras, sobre todo las de ayuda a los necesitados.

• Evangelizar o atraer a otras personas al conocimiento de Cristo.• Evangelizar la sociedad trabajando por cambiar la realidad y hacer un

mundo mejor.• Ser testigos con las propias acciones y palabras.

Responsabilidad social: La responsabilidad es un valor que está en la conciencia humana; la

responsabilidad social será ese valor que le lleva al compromiso y sentido de pertenencia dentro de la sociedad en que se desarrolla o vive.

Responsabilidad social es la cumplir con el deber, compromiso u obligación que tienen los miembros de una sociedad, como individuos o como miembros de algún grupo, tienen entre sí y para la propia sociedad. Dicho de otra manera, el ser humano, por necesidad, se debe relacionar con otros; ello supone cumplir una serie de reglas y comportamientos, dependiendo del lugar y el tiempo en el que se encuentre; estas obligaciones, que cada individuo debe cumplir con los demás, se les denomina responsabilidades sociales.

Canto: Cuando rezamos, cuando cantamos…. Siempre es Pentecostés

Reflexión comunitaria¿Qué entendemos por responsabilidad? ¿Quién es una persona

responsable? Podemos poner algunos ejemplos de personas que conocemos y consideramos responsable, ¿por qué son responsable? ¿En qué se diferencia de las demás personas? ¿En qué se diferencian de mí en cuanto a la responsabilidad? ¿En qué me comprometo a ser más responsable? ¿Qué responsabilidad vamos a tomar como comunidad o sector para mejorar nuestro barrio?

Oración final

Canto final: Yo siento tu voz, Señor, muy dentro de mí….


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Segundo Encuentro de EvangelizaciónEucaristía y Responsabilidad

Semana del 12 al 17 de Marzo

Ambientación Como en todos los Encuentros, ponemos los carteles del mes en lugar

visible para ser leídos por todas las personas participantes.Podemos poner los signos de la Eucaristía: pan, vino, agua, espigas,

uvas… Al final de la reunión se le puede dar a cada persona participante un poco de pan y unos granos de uva…

Cantos de acogida

Oración inicialPadre eterno, que nos enviaste a tu Hijo, nacido

de la Virgen María para conocerte y salvarnos, danos la fuerza de tu Santo Espíritu, haz que tu Hijo, al entregársenos, en forma de pan y vino, sea alimento que nos fortalezca en la misión evangelizadora del mundo para forjar una vida más humana y digna.

Concédenos que la Eucaristía fructifique en el abrazo y el perdón que nos reconcilie contigo y con el prójimo, y nos haga instrumentos de tu paz, mientras que, como Iglesia peregrina, esperamos llegar hasta Ti, para alabarte con los ángeles y los santos en el eterno gozo de Jesucristo resucitado. Amén.

Canto: El Señor nos ha reunido junto a Él

Introducción al temaLa Eucaristía ¿tiene alguna relación con la Responsabilidad? Va a

depender de cómo entendemos y vivimos la Eucaristía, si es un rito, un culto, un encuentro individualista con Cristo, una adoración para alejarnos de este “mundo corrompido y pecador” … no cabe duda de que no tiene ninguna relación. Pero si a la Eucaristía vamos llevando nuestra vida, y salimos de ella fortalecidos y animados para echar adelante con la vida, no cabe duda de que hay una relación tan directa que no podremos celebrarla si no somos responsables, y no la celebraremos bien si no nos hace mucho más responsables.

Nuestras celebraciones eucarísticas comienzan pidiendo perdón a la misericordia de Dios; de hecho, el “Señor te piedad” puede ser una de las oraciones más repetidas por los católicos. Al realizar esta oración estamos reconociendo que nos sentimos culpables de la situación. Hacer esta oración en la Eucaristía supone que aceptamos la responsabilidad en el mal que nos rodea y nos afecta. Hacer esta oración de petición de perdón en las Eucaristías supone aceptar que los conflictos personales, familiares, del barrio, del país y del mundo son nuestros conflictos, y que aceptando

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esa nuestra responsabilidad, los llevamos a la Eucaristía para cambiar la realidad, la nuestra y la que nos rodea.

Iluminación bíblica: 1 Corintios 10,15-17Texto breve, muy corto, por eso conviene leerlo y releerlo las veces

necesarias para entender qué nos está diciendo esta Palabra de Dios con relación a la Eucaristía y qué responsabilidad supone participar en ella. Hagamos la relación entre Cuerpo de Cristo como Eucaristía y Cuerpo de Cristo como comunidad. ¿Qué nos dice el texto con relación a este tema? ¿Podemos entrar en comunión con Cristo si no estamos en comunión con los demás y con la comunidad?

Canto: Todos unidos formando un solo cuerpo, un pueblo que….

ReflexiónDel texto de 1 Corintios que hemos reflexionado hace un momento

podemos concluir que la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo tiene el poder de establecer una comunión tan fuerte entre quienes creen en Él que aleja del corazón humano la indiferencia y la división, que la vida está metida de lleno en esa participación de Cristo. La Eucaristía es Cuerpo de Cristo, la comunidad es Cuerpo de Cristo del que él es la cabeza, por tanto, no podemos separar Eucaristía de Comunidad.

La Eucaristía es pan para vivir y para cambiar. Cambio y vida que comienza por lo personal, la Eucaristía es alimento de la propia vida espiritual de quien participa en ese sacramento. Esta es una reflexión muy repetida por los tres últimos papas en sus documentos sobre la Eucaristía: ella debe estar metida de lleno en la vida diaria; ella debe influir cada vez más en la vida cotidiana, para que los católicos y católicas sean testigos creyentes en sus familias, ambientes de trabajo y en toda la sociedad. Mientras en la sociedad actual se trata de sacar a Dios de la vida, y de vivir sin Él; participar de la Eucaristía debe llevar a las personas católicas a meter a Cristo en sus vidas (comunión con Cristo), y esa presencia en la propia persona, supone la responsabilidad de meter a Cristo en el ambiente donde se desarrollan las personas católicas, porque Cristo no es una “convicción privada o una doctrina abstracta sino una persona real cuya entrada en la historia es capaz de renovar la vida de todos” (SC 77, de Benedicto XVI).

Por su parte, el papa Francisco ha denunciado con frecuencia la indiferencia como una de las grandes faltas de responsabilidad de nuestro tiempo. El olvido de Dios y de los hermanos está alcanzando dimensiones tan profundas en la convivencia social que podemos hablar de una “globalización de la indiferencia”. Pues bien, la Eucaristía debe convertirse en la fuerza que nos responsabiliza a dar el paso de la globalización de la indiferencia a la globalización de la caridad. Como miembros del Cuerpo de Cristo, la Eucaristía nos hace descubrir que el gesto de compartir y la vivencia del amor es el camino más adecuado para superar la indiferencia y globalizar la solidaridad.

También nuestros obispos, en su carta del 21 de enero de este año nos dan a entender que la Eucaristía nos lleva a responsabilizarnos en responder a las


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necesidades concretas de nuestra realidad: 37. La Eucaristía nos desafía a reconocer y confrontar las estructuras de pecado. Estas estructuras incluyen la violencia social e intrafamiliar, los feminicidios, los abusos a menores, el tráfico de seres humanos, drogas y armas, la corrupción, la impunidad, la manipulación en la administración de la justicia, la equidad en la distribución de los bienes, la carencia de la solidaridad y todas las demás degradaciones sistemáticas de la vida o en contra de la dignidad humana. Cristo resucitado presente en la Eucaristía actúa como «urgencia de renovación interior, dirigida a cambiar las estructuras de pecado en las que los individuos, las comunidades, y a veces pueblos enteros, están sumergidos».

Porque la Eucaristía es el sacramento de la comunión y del amor, participar en ella nos responsabiliza para quitar la enemistad y de los enfrentamientos, buscar y trabajar por la justicia, la reconciliación, el perdón y una defensa radical de la naturaleza. Y de esta toma de conciencia “nace la voluntad de transformar también las estructuras injustas para restablecer el respeto de la dignidad del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios». Y esto no de manera suave, superficial, sino con fuerza y responsabilidad en virtud del mismo misterio que celebramos.

Canto: El amor es nuestro canto

Reflexión comunitaria ¿Qué relación hay entre Eucaristía y Responsabilidad? La celebración y

participación en la Eucaristía, en las adoraciones… ¿influye algo en mi vida personal? ¿Influye en mi relación con las demás personas? ¿Influye algo en mi compromiso por una sociedad mejor? ¿Qué podemos hacer para mejora las celebraciones de la Eucaristía?

Oración finalGracias, Señor, por este don admirable, sacramento de tu presencia viva

entre nosotros y de comunión con Dios y los hermanos.No permitas que nos dejemos vencer por la indiferencia. Que nadie

tenga la tentación de estar contigo, de amarte y de servirte, sin estar con los pobres, amar a los que sufren y servir a los necesitados.

Que nuestra contemplación, adoración y participación en el misterio de la Eucaristía nos identifique contigo, nos ayude a superar la indiferencia y a globalizar tu amor y tu misericordia.

Canto final: El Señor, Dios, nos amó como nadie amó jamás

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Caminata Penitencial Cuaresmal 2018Abracemos la conversión pastoral, caminemos hacia Cristo

dejando atrás lo caduco

OrientacionesUna buena parte de nuestra tradición

católica en República Dominicana, y en buena parte del mundo católico también, tiene en el movilizarse un modo particular de expresar su fe y convicciones cristianas sometiendo su voluntad a una praxis que no necesariamente es confortable o divertida, al tiempo que se vuelve testimonio público de las creencias personales. Por eso existen las peregrinaciones, procesiones, romerías, caminatas, marchas, que ponen de manifiesto nuestra condición de pueblo de Dios siempre en camino. El caminar es una metáfora de la propia vida, somos eternos caminantes, y en el caminar nos vamos fortaleciendo y renovando, dejando atrás lo pasado, el pecado, el mal, abrazando a quien va delante, Cristo (Filipenses 3,13). Para un mayor provecho de esta acción de fe se recomienda:

1. Elegir un punto de partida y de llegada (una parroquia distante, otro pueblo o paraje, un santuario o lugar de peregrinación, una montaña, bosque o valle, etc.).

2. Prever equipo de sonido y equipo de primeros auxilios.3. Es conveniente hacerlo en un horario tranquilo que no incida en el

desenvolvimiento o la movilidad de las otras personas (horas pico).4. Prever los distintos momentos de meditaciones en el trayecto que

implique una parada para la misma (aunque puede ayudar a que mientras se camina, por grupos se pueden ir meditando los misterios del Santo Rosario o las estaciones del Vía crucis).

5. Prever equipos para las lecturas, animación musical, logística y orden, promoción…

6. Asegurar el carácter penitencial de la caminata, para no confundir con acción de fitness o recreación.

IntroducciónCon el lema “Abracemos la conversión pastoral caminemos hacia Cristo

dejando atrás lo caduco”, realizamos hoy nuestra caminata penitencial cuaresmal. Nuestro Plan de Pastoral ya ha cumplido su primer ciclo y nos preparamos para su Segunda Etapa y queremos ser fieles a la invitación de nuestros obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida, hacen ya más de 10 años, y a nuestro papa Francisco hoy de vivir una real conversión pastoral, o sea que nuestra Iglesia renueve su manera de trabajar para llegar a todos y todas.

Nuestro plan pastoral, que es también de evangelización, lleva ya un buen tiempo, pero todos sabemos de la resistencias personales y comunitarias para realizar las labores pastorales que requieren hoy de nuevas expresiones y metodología, como profetizó Juan Pablo II en esta isla hacen ya 35 años. Como Iglesia y como creyentes tenemos que pedirle perdón al Señor por


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todo lo que ha sido de nuestra parte resistencia, dureza, dejadez, miedo, frialdad y falta de fe ante las insinuaciones, mociones e inspiraciones del Espíritu Santo que guía a nuestra Iglesia, sus fieles y sus pastores.

Bajemos nuestras cabezas, hagamos penitencia e invoquemos la misericordia de Dios sobre nosotros y nuestro pueblo, para que renovados consigamos nuevas fuerzas para ir detrás de Cristo y no vivir apegados a lo antiguo y pasajero. Nos dejaremos acompañar por la enseñanza del apóstol en la carta a los Filipenses capítulo 3. Cada uno puede también ofrecer personalmente esta caminata por algunas necesidades particulares, por las personas que nos piden oración o por alguna intención de la comunidad.

Canto Penitencial

Inicio

La o El que preside:En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Canto al Espíritu Santo.

La o El que preside:El tiempo de cuaresma es un momento especial de gracia del Señor para

movernos interior y exteriormente y procurar modificar en nosotros todo aquello que se opone a Dios y al bien y felicidad querido por Dios para todos nosotros. Para ello se propone esta Caminata Penitencial con el ánimo de que sea un modo concreto de hacer sacrificios y penitencia por nuestros pecados y también una manera de orar por nuestras necesidades. (Se invita a cada participante a meditar brevemente en cuál va a ser su intención personal para esta caminata). Se inicia la caminata con un canto penitencial o salmo de subida.

Primera Parada:

Conviértete a la alegría del Evangelio

La o El que preside: Conviértete a la alegría del Evangelio

Todos: Corramos hacia Cristo dejando atrás lo caduco.

Lector/a: De la Carta a los Filipenses (3,1-6)Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. A mí no me cansa

escribirles las mismas cosas y para ustedes es una seguridad. ¡Cuidado con los perros, cuidado con los malos obreros, cuidado con los mutilados! Nosotros somos los verdaderos circuncidados, los que servimos a Dios en espíritu, ponemos en Cristo nuestra gloria y no nos apoyamos en méritos corporales.

Si bien yo podría apoyarme en tales cosas. Nadie tendría más razones que yo para confiar en ellas, circuncidado el octavo día, israelita de raza, de la tribu de Benjamín, hebreo hijo de hebreos; respecto a la ley, fariseo, celoso perseguidor de la Iglesia; en cuanto al cumplimiento de la ley, irreprochable. Palabra de Dios.

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Lector/a:Para Pablo su alegría es Cristo. Él se ha convertido a esa alegría, dejando

atrás otras cosas que le daban tal vez cierta seguridad y fama de hombre creyente, pero que eran meras expresiones humanas. Hoy para nosotros, se hace urgente que también nos convirtamos a esa alegría que brota de servirle a Cristo, no a los hombres, que implica dejar atrás las comodidades corporales o las lealtades a grupos y personas antes que al Señor.

(La o El que preside): Pidamos perdón por las cosas de las que nos hemos apegado y que al

defenderlas solo generan iras y discordias y se alejan de la alegría que solo Dios puede dar. (Se deja un momento de silencio y luego espontáneamente algunos pueden expresar su petición del perdón a la que se responde: Perdón, Señor perdón). Padre nuestro, ave María

Canto Penitencial o cuaresmal

Segunda Parada

Conviértete cambiándolo todo por el conocimiento de Cristo

La o El que preside: Conviértete cambiándolo todo por el conocimiento de Cristo


Lector/a: De la Carta a los Filipenses (3,7-8)[Pero] lo que para mí era ganancia lo consideré, por Cristo, pérdida. Más

aún, todo lo considero pérdida comparado con el bien supremo de conocer a Cristo Jesús mi Señor; por él doy todo por perdido y lo considero basura con tal de ganarme a Cristo. Palabra de Dios.

Lector/a:Hoy como miembros de la Iglesia necesitamos esta sabiduría de Pablo,

que nos ayude a darnos cuenta de que el conocimiento cierto y verdadero, del cual pudiéramos sentirnos seguros, es de Cristo. Nuestra manera de hacer pastoral, apostolado o evangelización tiene que aspirar a conocer a Cristo y a considerar todo lo demás siempre como algo secundario o sin valor comparado con Él. Reconozcamos el pecado de creer que nuestra ganancia es hacer lo que siempre se ha hecho, olvidándonos de quienes necesitan el conocimiento de Cristo por conservar nuestros antiguos esquemas y estructuras ya caducados.

La o El que preside:Elevemos a Dios súplicas de intercesión por nuestro pueblo y sus

pastores, por todos los agentes de pastoral para que busquen siempre nuevas maneras para que el Evangelio de Jesucristo, el conocimiento de su persona llegue a todas y a todos. (Se canta o responde a cada súplica: ¡Oh Señor, escucha y ten piedad!) Padre nuestro…


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Canto sobre la Iglesia o de cuaresma.

Tercera Parada

En la fe asumamos los sufrimientos de Cristo y alcanzaremos la Meta

La o El que preside: En la fe asumamos los sufrimientos de Cristo y alcanzaremos Meta.


Lector/a: De la Carta a los Filipenses (3,10-12)

Lo que quiero es conocer a Cristo, y sentir en mí el poder de su resurrección, tomar parte en sus sufrimientos; configurarme con su muerte 11con la esperanza de alcanzar la resurrección de la muerte. No es que haya alcanzado la meta ni logrado la perfección; yo sigo adelante con la esperanza de alcanzarlo, como Cristo [Jesús] me alcanzó. Palabra de Dios.

Lector/a:Nuestra Meta es la misma vida de Cristo, y ello no es algo difícil o imposible,

sino más bien un camino largo. Y como decimos popularmente, En el camino se arregla la carga, una sabia expresión para indicar que nuestro caminar, la vida con su dinamismo nos hace ir cambiando estratégicamente para llegar, porque como reza otros dicho Lo importante no es llegar, sino saber llegar. Y eso es lo que desde nuestro Plan Nacional de Pastoral vamos haciendo, cada año, cada mes, cada semana, trata de ser un paso más de hacia esa meta que es Cristo.

Pero para avanzar siempre descubrimos cosas en las que tenemos que mejorar, otras en las que debemos insistir porque nos encaminan y otras de las que desistimos porque nos atrasan el caminar. Demos gracias a Dios por el caminar de estos 13 años y pidamos un nuevo vigor para la próxima etapa de 10 años.

La o El que preside:Expresemos nuestra gratitud a Dios por su misericordia, por su

perdón, que, a pesar de nuestras resistencias, siempre hay entre nosotros caminantes, compañeros de camino que nos animan en el largo caminar de la Iglesia. (Después de un breve silencio se hacen oraciones de acción de gracias, se responde a cada una aclamando ¡Gracias Señor Jesús, muchas gracias!). Padre nuestro…

Canto: Somos un pueblo que camina.

Cuarta parada

La conversión es siempre hacia delante, nunca para atrás

La o El que preside:La conversión es siempre hacia delante, nunca para atrás.


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Lector/a: De la Carta a los Filipenses (3,13-16)Hermanos, yo no pienso haberlo alcanzado. Digo solamente esto:

olvidándome de lo que queda atrás, me esfuerzo por lo que hay por delante y corro hacia la meta, hacia el premio al cual me llamó Dios desde arriba por medio de Cristo Jesús. Por tanto, los que somos maduros, debemos pensar así; y si alguno piensa de otro modo, Dios se lo revelará. Ahora bien, el punto al que hemos llegado nos marcará la dirección. Palabra de Dios.

Lector/a:La vida y Dios nos esperan siempre delante de nosotros. Los hombres y

mujeres de Dios siempre están adelantados como testigos en el caminar de Dios y ellos nos señalan el camino. Cuando el camino no es desconocido o nos parece largo o con obstáculos, la primera tentación es mirar hacia atrás, al pasado, a los tiempos anteriores, ignorando que mirar atrás azara (turba, encoge y trastorna), como dice con sabiduría la gente, SALA, es lo que le pasó a la mujer de Lot que por resistirse a caminar miró hacia atrás (Gn 19,15-17.26).

Mirar hacia atrás es un acto de desconfianza en Dios, es quitar la mirada, es darle la espalda al Señor. Para todos nosotros llamados a la evangelización, al apostolado es apremiante dejar lo antiguo y caduco atrás y obedecer la voz de Dios que nos llama a ser odres nuevos que acogen el vino nuevo del evangelio (Lc 5,38) y a tener pendiente la advertencia del Señor: “el que pone la mano en el arado y mira hacia atrás no es apto para el Reino de Dios” (Lc 9,62).

La o El que preside: Cada uno, cada una, en silencio meditemos en la tarea a la que

hemos sido llamados, en la misión en la que me he comprometido o la Iglesia me ha encomendado. (Luego los que sean de una misma comunidad, sector o comisión de trabajo, a ser posible, se juntan para orar brevemente unos por otros y pedir la gracia de ir siempre hacia delante, poner la mirada en Dios). [En este momento se puede poner de fondo la canción Pa´lante del Ministerio Alfareros] Terminemos nuestra caminata con la exhortación final del Apóstol San Pablo.

Lector/a: De la Carta a los Filipenses (3,17-21)Hermanos, sigan mi ejemplo y pongan la mirada en los que siguen el

ejemplo que yo les he dado. Muchos –se lo decía frecuentemente y ahora se lo digo llorando– viven como enemigos de la cruz de Cristo: su destino es la perdición, su dios es el vientre, su honor lo que es vergonzoso, su mentalidad es terrena. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos recibir al Señor Jesucristo; él transformará nuestro cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su cuerpo glorioso, con el poder que tiene para dominar todas las cosas. Palabra de Dios. Padre nuestro…

Canto: Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor.Se entra a la Iglesia, capilla, santuario o lugar final (Se puede concluir con

la Eucaristía o alguna paraliturgia que se considere oportuna).


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VIERNES DE DOLORESCaminata de los 7 Dolores de la Virgen

23 de Marzo 2018

María y su dolor nos hacen responsables para sanar nuestros dolores

AmbientaciónEn este viernes de Dolores en que meditamos

la vida de María como un camino, como el de su Hijo Jesús, a la cruz. Ella nos recuerda que la vida está llena de escollos, dificultades, limitaciones, que con las actuaciones de quienes obran de parte del mal hacen más doloroso nuestro caminar terreno. Pero ella nos enseña a sacar fuerzas y sacar provecho aún de nuestros dolores para que no sean sufrimiento inútil y nos haga ver que la vida vale la pena y vale los riesgos.

Al meditar en Los 7 dolores de la Virgen María queremos hacer de esta caminata un camino de oración por el rosario de dolores que traviesa nuestro pueblo dominicano y que de alguna manera también nos afecta como Iglesia, pues, aunque estemos llamados a ser fermento de una sociedad nueva, nosotros somos también un reflejo de la sociedad. Nuestro diagnóstico de la realidad eclesial y social nos dice que el problema fundamental de nuestro país y de nuestra Iglesia cosiste en la desorganización, desarticulación e indefinición, en este año nos preparamos para dar un nuevo impulso en la solución de este a través de nuestro Plan Nacional de Pastoral y con ello ser una acción contundente que se vuelva germen de una sociedad nueva donde impere la justicia y el bienestar social y ambiental para todos.

“El hombre irresponsable en sus asuntos es el hermano del que destruye” (Pr 18,9) en este mes dedicado al valor de la responsabilidad, hagámonos corresponsables de las cosas de nuestro pueblo, nuestra Iglesia y nuestra gente.

Que María nos acompañe en nuestros dolores para que los mismos sean asumidos en la cruz del Señor y en su vitoria. Amén. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

PRIMER DOLORLa profecía de Salomón, “Una espada traspasará tu corazón”.

Heridos por el doble filo de la espada de la corrupción e impunidad

Del Evangelio según san Lucas: “Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! A fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»” (Lc 2,34-35)

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ReflexiónHoy la corrupción y la impunidad están presagiados en cada acto social

y ciudadano. Nuestro pueblo no encuentra amparo, protección ni seguridad jurídica. Es un escándalo ver como se juega con los bienes del Estado. El pasado mes de febrero el Papa Francisco nos invitó a levantar la voz en contra de la cadena de mal y de muerte que es la corrupción:• “¿Qué hay en la raíz de la esclavitud, del desempleo, del abandono de

los bienes comunes y la naturaleza? • La corrupción, un proceso de muerte que nutre la cultura de la muerte.• Porque el afán de poder y de tener no conoce límites. • La corrupción no se combate con el silencio. • Debemos hablar de ella, denunciar sus males, comprenderla para poder

mostrar la voluntad de hacer valer la misericordia sobre la mezquindad, la belleza sobre la nada.

• Pidamos juntos para que aquellos que tienen un poder material, político o espiritual no se dejen dominar por la corrupción.” (Papa Francisco, Intenciones de oración febrero 2018).

OraciónMaría, madre de Dolores, tu que, si sabes de nuestros sinsabores,

de las madres y sus temores, de la ineficiencia pública que a causa de la corrupción a los pobres solo le quedan los clamores; cúbrenos con tu manto de consuelo y esperanza, para que, aunque el futuro se nos muestre adverso, nuestro compromiso y responsabilidad muevan a nuestros líderes empresariales, políticos, sociales y espirituales a desmarcarse y no seguirse dejando dominar con su silencio del flagelo de la corrupción. Amén. Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre …

Canto: Me alegro en Dios. Cantos Marianos y penitenciales.

Segundo DolorLa Huida a Egipto: “Muestren amor al extranjero, porque extranjeros

fueron en la tierra de Egipto” (Dt 10,19)Que nuestra responsabilidad resuelva nuestro problema

fundamental, la desorganización

Del Evangelio según san Mateo: “Después que [los magos] se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.»

Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo. (Mt 2, 13-15)

ReflexiónComo Iglesia en estos últimos 13 años hemos estado trabajando en

nuestro Tercer Plan Nacional de Pastoral con el interés de hacer frente


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a uno de nuestros principales dolores cabeza como institución, que es la desorganización. Ciertamente muchas personas han colaborado con entusiasmo e ilusión para hacer que nuestra Iglesia se destaque por una mejor organización de labor pastoral y su servicio al país.

Tristemente falta mucha responsabilidad eclesial para que este problema fundamental se resuelva y no carguemos más con el dolor de tantas labores que podemos hacer en bien de nuestros hermanos y que por esa deficiencia no la hacemos. Por ejemplo, cuánto bien pudiéramos nosotros hacer como Iglesia en favor de los migrantes en nuestro país, que como María y José huyen de sus tierras para salvar sus familias.

OraciónMadre María, madre de los Dolores, haz que nosotros nos comprometamos

con una Iglesia más organizada y al servicio de la evangelización y de las gentes. Que sepamos acoger a los migrantes y desplazados en su dolor y desolación. Amén. Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre …

Canto: Ven con nosotros a caminar.

Tercer DolorLa pérdida del Niño Jesús en Jerusalén

Responsablemente decimos NO a la cultura de muerte

Del evangelio según san Lucas: “Los padres [de Jesús] iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres.

Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.

Al cabo de tres días, lo encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban asombrados por su inteligencia y sus respuestas.

Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.» Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.” (Lc 2,41-52).

ReflexiónMaría y José extravían al niño, ya adolescente, Jesús, en la confianza

de quienes lo acompañaban. Muchas de nuestras madres confían sus hijos menores de edad a tantas personas e instituciones: familiares, amigos,

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vecinos, maestros, catequistas, escuelas, iglesias, clubes culturales y deportivos, etc. Pero cuánto dolor y trauma se ocasiona cuando las personas e instituciones atentan, por descuido o deliberadamente, contra la integridad moral, afectiva y física de nuestros infantes.

Nos entristece y llena de dolor los planes macabros de algunas ONGs y personal de algunos ministerios del Estado que se empeñan en querer implementar una falsa educación sexual a nuestros, cuando en el fondo se trata de ideologizarlos para que comiencen a dudar de su orientación e identidad sexual y disponerlos para práctica sexual centrada en el disfrute. Y no digamos ya de la solución del aborto para los embarazos en adolescentes promovidos a la promiscuidad.

Oración María madre Jesús, virgen madre nuestra, danos fuerzas para cuidar de

nuestros hijos, para luchar contra la cultura de la muerte que solo promueve tristeza vestida de soluciones, dolores disimulados en falsas compasiones. Haz que nuestras madres no sufran y tomen el trago amargo del abuso a sus hijos, que ellos sean librados de la ideologización y que nuestra responsabilidad los haga estar siempre más seguros a nuestro lado y en nuestros entornos. Amén. Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre …

Canto: Madre afligida

Cuarto DolorMaría encuentra a su Hijo camino del Calvario.

El dolor de un pueblo que transita el vía crucis de la indefinición

Del Evangelio según san Lucas: “Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por él.

Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. Porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron!” (Lc 23,27-29).

ReflexiónOtro de los indicadores del problema fundamental de nuestra sociedad y

nuestra Iglesia es la indefinición, que podemos entender como falta de la más elemental claridad u orientación que toman los asuntos de nuestra nación. Nuestra gente sufre el dolor de no saber para dónde vamos como nación, no se ven proyectos claros que vislumbren un futuro o algo en lo que podamos confiar. Vivimos ciertamente el drama de un pueblo que solo recibe parches para sus males y nuestros líderes no nos pueden mostrar la solución a un solo problema real y sentido en estos últimos 55 años de vida democrática.

También en nuestras iglesias nuestros fieles sufren el dolor de tener al frente de sus comunidades a personas que no parecen saber lo que tienen entre manos haciendo de su gestión o apostolado campo de improvisaciones


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e indefiniciones que no dan una orientación clara de lo que se persigue como Iglesia y como cristianos. Pidamos para que a todas nuestras comunidades católicas y protestantes llegue una verdadera conversión pastoral.

OraciónMadre tú que sabes de caminos, de rutas de dolores, de vías de amargura y

desolación, mira a este pueblo y su indefinición, a sus líderes imprecisos en su orientación, a sus pastores tímidos en la acción, míranos a cada uno que muchas veces no sabemos para donde vamos y solo sufrimos la angustia de la desorientación. Que nuestra fe abrace como brújula a la Cruz redentora de tu Hijo y nuestra responsabilidad ayude a enrutar nuestra nación y sus instituciones. Amén. Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre …

Canto: Dolorosa

Quinto DolorLa muerte de Jesús en la cruz.

El dolor de la injusticia en el Gólgota de nuestro sistema judicial.

Del evangelio según san Juan: “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.

Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dice: «Tengo sed.» Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: «Todo está cumplido.» E inclinando la cabeza entregó el espíritu. (Jn 19, 25-30)

Momento de silencio profundo

Reflexión El Gólgota erigido en tribunal popular para matar moralmente al inocente

Jesús. Es el escenario que mixtura la comedia con tragedia. Y es lo que experimenta nuestro sistema de justicia, sin presupuesto y sin doliente, un puchero de sentencias y procedimientos que solo acusan ineficiencias e indelicadezas en manejo de las cosas públicas, cuya gruta más sagrada han de ser sus recintos de justicia, pero no podrá honrarse esa sacralidad si no se puede ni mínimamente asegurar decentemente un defensor público o elementales espacios para impartir justicia.

Un juicio en República Dominicana parece el apocalipsis del juicio final, pero sin justicia ni esperanza. Sin elementales condiciones materiales y humano-profesionales nuestra justicia es el burlesco y grosero Gólgota negador de derechos, verdugo de infelices hombres y mujeres de a pie. Se dice que la justicia es ciega, pero seamos responsables y reconozcamos que aquí los ciegos son otros.

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OraciónMadre intercede por nosotros, Némesis de la justicia divina, que

acomodamos, cambiamos, permitimos, callamos, mentimos… Tú sabes que también nosotros somos injustos, que buscamos nuestro interés y conveniencia, que minimizamos el mal que acarrean los que nos son afectos y queridos, que preferimos juzgar y condenar al pobre, al campesino, al guagüero, a los prietos y bembones del barrio, al pipero y a ladronzuelo, mas somos indulgentes con los poderosos y potentados. Madre de Dolores, ayúdanos para que seamos responsables de nuevo régimen de justicia e igualdad para todas y todos. Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre …

Cantos: Ved la cruz de salvación. Victoria. Al pecho llevo una cruz

Sexto DolorMaría recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz.

El dolor de la desarticulación

Del evangelio según san Marcos: “Y ya al atardecer, como era la Preparación, es decir, la víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro respetable del Consejo, que esperaba también el Reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús. Se extrañó Pilato de que ya estuviese muerto y, llamando al centurión, le preguntó si había muerto hacía tiempo. Informado por el centurión, concedió el cuerpo a José, quien, comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca; luego, hizo rodar una piedra sobre la entrada del sepulcro” (Mc 15, 42-46).

ReflexiónJesús en brazos de María su madre yace inerte y sin vida, le han

separado del lugar de los vivos, su muerte pareciera romper los lazos que su predicación anudó en torno a la verdad, la justicia y la libertad. Hoy también sufrimos el dolor de un pueblo y una Iglesia dispersos en sus fuerzas y en sus actores, lo que hemos sabido identificar como parte de nuestro problema fundamental: la desarticulación.

Muchas iniciativas, instituciones y obras hermosas tenemos en el Estado, la diócesis, el municipio, la parroquia, pero no encuentran la manera de aunarse en torno a un objetivo común de bien para todos y así la dispersión acciones y tareas no parecen más que palos al viento, que no hacen más que seguir atomizando nuestros tejidos sociales y eclesiales, haciendo causa con Aquel cuyo único oficio es dividir.

OraciónMaría, Esposa del Espíritu Santo, dile al Espíritu paráclito que venga en

nuestra ayuda, que se junten todas nuestras coyunturas y como una sola vara (Ez 37) nuestros pastores y líderes conduzcan a nuestro pueblo a vivir no solo unidos entre nosotros, sino también a vivir unidos al Padre, articulados en alianza de amor a Él y a todos los hombres. Que nuestra viva no se rompa y se articule con la vida Eterna que anuncia con su muerte tu


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Hijo Jesús. Amén. Se hacen peticiones y se termina con Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre …

Canto: María música de Dios.

Séptimo DolorSepultura de Jesús. La agresión minera y ambiental sepulta la vida.

Del evangelio según san Juan: “Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar. En el lugar donde había sido crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el que nadie todavía había sido depositado.

Allí, pues, porque era el día de la Preparación de los judíos y el sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús” (Jn 19,40-42).

ReflexiónMaría, nuestra Señora de los Dolores ve sepultar a su Hijo y con Él es

sepultado su corazón, todo se vuelve angustia y desolación, y es que la muerte de un hijo es la muerte de la propia madre, es como morir en vida, pero sin privación de dolor. La madre tierra nuestra también sufre los agravios de quienes arrebatan la vida natural y perturban el equilibrio ecológico del medio ambiente. Con dolor tenemos que decir que no nos deja tranquilo el acoso pertinaz de las empresas mineras, el sector de agregados de la construcción y de otros depredadores a menor escala de nuestros bosques y especies animales, que con sus prácticas van sepultado poco a poco nuestra vida. Confiamos en que María nos cuide y nos haga responsables de nuestra casa común. Escuchemos este mensaje del Papa Francisco:

“María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Así como lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder humano. Ella vive con Jesús completamente transfigurada, y todas las criaturas cantan su belleza. Es la Mujer «vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Ap 12,1). Elevada al cielo, es Madre y Reina de todo lo creado. En su cuerpo glorificado, junto con Cristo resucitado, parte de la creación alcanzó toda la plenitud de su hermosura. Ella no sólo guarda en su corazón toda la vida de Jesús, que «conservaba» cuidadosamente (cf Lc 2,19.51), sino que también comprende ahora el sentido de todas las cosas. Por eso podemos pedirle que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios” (Papa Francisco, Laudato si, 241).

Oración Madre que tu alegría no se apague en mis penas. Que tus penas apaguen las

de mis días. Que tus días ya no sean mis días, sino tu eternidad. Que en mi llanto escuche tu canto. Y vencida la muerte y su espanto. En un abrazo me funda contigo y tu Hijo Santo. Amén. Padre nuestro, Ave María, Gloria al Padre

Canto: Santa María de la esperanza

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Meditaciones para Retiro de Semana Santa Lunes 26, Martes 27 y Miércoles 28

La conversión pastoral para arder en la flama del amor divinoSiguiendo la tradición de ofrecer durante la semana santa noches de

meditaciones, reflexiones y retiros para toda comunidad, como una manera de comprender a profundidad los misterios de la pasión, muerte y resurrección del Señor y así disponer para un mayor provecho de la celebración del Triduo Pascual, se ofrecen estas meditaciones siguiendo el mensaje del Papa Francisco para esta cuaresma y el énfasis en la necesidad de la Conversión Pastoral.

Así las cosas, los misterios de la Semana Santa nos recuerdan la primera gran conversión Dios, que decide salvarnos y hacer alianza con nosotros ya no por medio de enviados, mensajeros y profetas, sino a través de su propio Hijo en persona, en Él Dios renuncia a ser Dios para quedarse bajo nuestra condición humana (Flp 2,6-7). Meditemos en esta conversión extrema de Dios, que no pide ya sacrificios, sino que nos sacrificó a su propio Hijo (Jn 3,16).

Lunes Santo

Frente a los falsos profetas, una Iglesia en salida

1. Ambientación: Hacer una cartelera o mural, o presentación, con imágenes que evoquen los falsos profetas de hoy.

2. Cantos: Profeta (Ve por el mundo grita a la gente).

3. Introducción:El Papa Francisco en su mensaje de cuaresma habla de los falsos profetas,

contra quienes Jesús, en la inminencia de su ausencia terrena, prevenía a la gente, decía que incluso usurparían su nombre (Mt 7,15). Hoy sentimos el desafío cómo Iglesia de hacer frente a tantos engaños y mentiras a los que está sometido el mundo. Para ello necesitamos cambiar la manera en como evangelizamos y cumplimos nuestra misión bautismal que es profética. El Papa nos propone una revolución pastoral: Iglesia en salida.

4. InicioEn el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Invocación al Espíritu Santo cantada.

5. Mensaje del Papa Francisco (facilitar una copia de la cita a cada uno en media página). Escuchemos este pasaje y preguntémonos: ¿qué formas asumen los

falsos profetas?


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Son como «encantadores de serpientes», o sea, se aprovechan de las emociones humanas para esclavizar a las personas y llevarlas adonde ellos quieren. Cuántos hijos de Dios se dejan fascinar por las lisonjas de un placer momentáneo, al que se le confunde con la felicidad. Cuántos hombres y mujeres viven como encantados por la ilusión del dinero, que los hace en realidad esclavos del lucro o de intereses mezquinos. Cuántos viven pensando que se bastan a sí mismos y caen presa de la soledad.

Otros falsos profetas son esos «charlatanes» que ofrecen soluciones sencillas e inmediatas para los sufrimientos, remedios que sin embargo resultan ser completamente inútiles: cuántos son los jóvenes a los que se les ofrece el falso remedio de la droga, de unas relaciones de «usar y tirar», de ganancias fáciles pero deshonestas. Cuántos se dejan cautivar por una vida completamente virtual, en que las relaciones parecen más sencillas y rápidas pero que después resultan dramáticamente sin sentido. Estos estafadores no sólo ofrecen cosas sin valor, sino que quitan lo más valioso, como la dignidad, la libertad y la capacidad de amar. Es el engaño de la vanidad, que nos lleva a pavonearnos… haciéndonos caer en el ridículo; y el ridículo no tiene vuelta atrás. No es una sorpresa: desde siempre el demonio, que es «mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8,44), presenta el mal como bien y lo falso como verdadero, para confundir el corazón del hombre. Cada uno de nosotros, por tanto, está llamado a discernir y a examinar en su corazón si se siente amenazado por las mentiras de estos falsos profetas. Tenemos que aprender a no quedarnos en un nivel inmediato, superficial, sino a reconocer qué cosas son las que dejan en nuestro interior una huella buena y más duradera, porque vienen de Dios y ciertamente sirven para nuestro bien.

(Francisco, Mensaje de cuaresma 2018).

6. Reflexión (Ahora volvamos sobre el mensaje del Papa. Fijándonos en las palabras que llaman la atención).Hay una descripción de los falsos profetas, hay palabras que son fuertes:

encantadores de serpientes, gente que no se le puede dejar hablar porque te enredan, charlatanes y estafadores, pero también hay unas características de las gentes que caen en sus mentiras. Podemos hasta hacer un cuadrito (se pueden explicar o poner énfasis en las características dando participación incluso).

Falsos profetas Situación de sus víctimas• Encantadores de serpientes• Charlatanes• Estafadores • Esclavizan • Quitan la dignidad, la libertad y

la capacidad para amar.• Mentiras, engaños• Confunden

• Personas muy emocionales• La fascinación por el placer• La ilusión del dinero• Egoísmo y centralismo (se bastan

a sí mismos).• Sufrimiento • Ganancias fáciles • Vida virtual• La vanidad

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Como podemos ver los falsos profetas tienen terreno fértil. Porque si nos fijamos bien en las características de las posibles víctimas de los falsos profetas, muy pocos escapamos de ese esquema bajo el cual está diseñada nuestra sociedad. Gente muy bien formada y estudiada, pero muy frágiles, pusilánime, delicada y caprichosa, muy complicada, que lo quiere todo fácil y que se creen más que nadie, porque saben, porque tienen, porque… Pero cuando menos se espera están enredados por cualquier “bejuco”.

7. Textos bíblicos: Mateo 7,15-20; Marcos 13,21-23. ¿Cuáles falsos profetas podemos identificar hoy en nuestro país?

Estos textos nos hablan de gente a los que muchas otras gentes no solo consideran como profetas, sino que hasta lo confunden con Dios mismo y su mensaje. Hoy hay muchos falsos profetas, gentes que manipulan nuestra manera de pensar, a los que escuchamos todos los días con el mismo güiri-güiri, que creen saberlo todo, que se creen que debemos seguirlos y obedecerlos.

Tristemente como Iglesia no estamos haciendo ni lo adecuado ni lo suficiente para hacer frente a quienes prácticamente se han robado la audiencia. Ya no somos la Iglesia y la sociedad de 60 años atrás, donde muchas veces el centro de información y formación eran nuestras parroquias, a través del sermón y los avisos. Hoy en las palmas de las manos desde el más pequeño hasta el más grande recibe todo tipo de información e invitación, buenas y malas. Allí donde no llegamos como Iglesia es campo abierto para tantas cosas.

Por eso hoy hablamos en la Iglesia de dos términos para cumplir con nuestra misión profética, de anunciar la verdad y mover a la esperanza, Conversión Pastoral e Iglesia en salida. Lo cual significa que como Iglesia debemos responder con nuevas estrategias para nuestra misión y que como Iglesia no podemos quedarnos sentados esperando a que las gentes vengan, hemos de ir hacia ellos.

En los negocios, la educación, algunos trabajos, el cine y la diversión, hasta ver a los seres queridos, ver un deporte o espectáculo, ir al banco, pagar los recibos o facturas, para ello muchas personas ya no tienen ni siquiera que salir de sus casas. Ya ustedes se pueden imaginar todo el potencial que tenemos para ir a las personas y llegar a todos y todas.

8. Oración finalUna de las armas contra los falsos profetas, dice el Papa Francisco, es la

oración, vamos a ponernos de pie y orar en silencio por nuestra Iglesia para que se renueve en su praxis pastoral, para que nosotros nos ofrezcamos voluntariamente para trabajar en la evangelización y seamos esa Iglesia en salida que da los frutos que identifican a los verdaderos profetas del Señor (Breve silencio). Del Profeta Jeremías (1,4-10)

El Señor me habló así: Antes de formarte en el vientre te conocí; antes que salieras del seno te consagré, te constituí profeta de las naciones. Yo dije: ¡Ah, Señor, mira que no sé hablar, ¡pues soy un niño! Y el Señor me respondió: No digas: “Soy un niño”, porque irás adonde yo te envíe y dirás


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todo lo que yo te ordene. No les tengas miedo, pues yo estoy contigo para librarte, oráculo del Señor. Entonces el Señor alargó su mano, tocó mi boca y me dijo: “Mira, pongo mis palabras en tu boca: es este día te doy autoridad sobre naciones y reinos, para arrancar y arrasar, para destruir y derribar, para edificar y plantar”. Palabra de Dios. Padre nuestro. Ave María.Bendición final.

9. Avisos

Martes Santo

Frente al mal de la frialdad y la indiferencia, pasión por las personas

1. AmbientaciónCon el escrito “Pasión por las personas” hacer una cartelera, mural o

presentación, con rostros diversos o situaciones de diversas personas.

2. Cantos: Viva la gente // Danos un corazón grande para amar

3. IntroducciónCon el lema «Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría»

(Mt 24,12), el Papa Francisco tituló su mensaje cuaresmal para este año 2018. Ciertamente realidades en las que la gente pones su confianza y terminan siendo defraudados nos hace insensibles e indiferentes ante las necesidades o situaciones de los demás, aun nuestros vecinos o co-parroquianos nos resultan extraños y no nos parecen importar las personas.

Frente a esa realidad se impone en nosotros un amor renovado por y para el prójimo que vuelva pasión por las personas, esta sensibilidad apasionada por las gentes es el verdadero ardor al que queremos apelar para la conversión pastoral que seguimos necesitando.

4. InicioEn el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

Canto al Espíritu Santo

5. Mensaje del Papa FranciscoEscuchemos el mensaje del Santo Padre y luego volvamos a releer

personalmenteDante Alighieri, en su descripción del infierno, se imagina al diablo

sentado en un trono de hielo; su morada es el hielo del amor extinguido. Preguntémonos entonces: ¿cómo se enfría en nosotros la caridad? ¿Cuáles son las señales que nos indican que el amor corre el riesgo de apagarse en nosotros?

Lo que apaga la caridad es ante todo la avidez por el dinero, «raíz de todos los males» (1 Tm 6,10); a esta le sigue el rechazo de Dios y, por tanto, el no querer buscar consuelo en él, prefiriendo quedarnos con nuestra desolación antes que sentirnos confortados por su Palabra y sus

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Sacramentos. Todo esto se transforma en violencia que se dirige contra aquellos que consideramos una amenaza para nuestras «certezas»: el niño por nacer, el anciano enfermo, el huésped de paso, el extranjero, así como el prójimo que no corresponde a nuestras expectativas.

También la creación es un testigo silencioso de este enfriamiento de la caridad: la tierra está envenenada a causa de los desechos arrojados por negligencia e interés; los mares, también contaminados, tienen que recubrir por desgracia los restos de tantos náufragos de las migraciones forzadas; los cielos —que en el designio de Dios cantan su gloria— se ven surcados por máquinas que hacen llover instrumentos de muerte.

El amor se enfría también en nuestras comunidades: en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium traté de describir las señales más evidentes de esta falta de amor. estas son: la acedia egoísta, el pesimismo estéril, la tentación de aislarse y de entablar continuas guerras fratricidas, la mentalidad mundana que induce a ocuparse sólo de lo aparente, disminuyendo de este modo el entusiasmo misionero.

(Papa Francisco, Mensaje de cuaresma 2018)

6. ReflexiónEl mensaje distingue entre las causas de la frialdad del amor y las

características que la hacen notar:

Causas de la frialdad (¿Por qué hay frialdad?)

Características (¿En qué se nota el amor frío?)

• Viene de Satán• Avidez (deseo) por el

dinero• Rechazo de Dios• Abrazar la propia

desolación y no querer ayuda de Dios

• Mentalidad mundana

• Violencia• Ver en “los otros” amenazas (niño por

nacer, anciano enfermo, el desconocido, el extranjero, el que es distinto a uno)

• El daño ecológico a la tierra y al mar.• Guerras • Acedia egoísta, el pesimismo estéril, el

aislamiento.• Vivir de la apariencia• Poco entusiasmo misionero

Entonces podemos hablar de dos azotes a los que nos enfrentamos, ayer vimos los estragos que causan los falso profetas, gentes que están de parte de la mentira y solo confunden, dañan, engañan y tuercen las vidas de otros; hoy vemos otra cara de la misma realidad y es la frialdad en el amor, que se traduce en indiferencia a los demás. Los primeros le importan las personas solo para engañarlos, los segundos ni siquiera les afectan las personas, lo cual es caldo de cultivo para que otros actores se ocupen de las personas descuidadas y estas sean a su vez presa de sus desmanes.

Por ejemplo, a nadie parece importarle quiénes viven a su lado o en su mismo edificio, más que nada para que no tengan ocasión luego de buscar una amistad, una cercanía. Imagínese la mentalidad de los residenciales y torres de apartamento, cuyas entradas parecen más una aduana o chequeo


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migratorio que las puertas a personas; o en los barrios o parajes donde el desconocido es ya una amenaza que invita a estar “mosca”.

Como creyentes estamos llamados a vivir un amor apasionado por Jesús, en el DOMUND del 2015 el Papa Francisco decía que la fe genera una pasión por Jesús y por su pueblo, por las gentes. He aquí un examen acerca de si nosotros estamos fríos o calientes en el amor, el ardor misionero, la evangelización, la acción pastoral. Anoche hablamos de conversión pastoral, y de eso se trata cambiar nuestro modo de ser y de conducir la Iglesia, dejando que actúe Espíritu, y así podremos dejarnos afectar por las situaciones del mundo y de las personas.

7. Texto bíblico: Apocalipsis 2,1-5; 3,14-20; Lucas 10, 29-37.Meditemos estos textos. Las palabras del Señor a las iglesias de Éfeso

y Laodicea, a una le echa en cara haber olvidado el amor primero, como veíamos ayer eso es dar la espalda, y a la otra su falta de fervor, la tibieza. Por tanto, hermanos la fe es una cuestión también de las tripas, de las entrañas, del corazón, de los sentimientos. Una fe seca es una ideología, una religión sin afectos y sensibilidad es mero teatro. El evangelio nos da otra clave de fervor, ardor, fuego de amor: acercarse.

En definitiva, todo parte del amor y tiende al amor. Conocemos el amor gratuito de Dios mediante el anuncio del Evangelio. Si lo acogemos con fe, recibimos el primer contacto –indispensable– con lo divino, capaz de hacernos «enamorar del Amor», para después vivir y crecer en este Amor y comunicarlo con alegría a los demás.

(Benedicto XVI, Mensaje de cuaresma 2013)

8. OraciónEn este momento de fe y de amor ardiente por Jesús y por las personas,

cada cual personalmente delante del Señor hacer un compromiso de acercarse a alguien para mostrar amor ardiente y unirse a una acción pastoral para vivir el ardor misionero de comunicar a otros el Amor de Dios. Padre nuestro. Ave María. Bendición final.

9. Avisos

Miércoles Santo

El fuego de la pascua, llama de amor

1. AmbientaciónAmbientar el lugar con imágenes sobre la cruz y la luz.

2. Cantos: Un mandamiento nuevo nos da el Señor

3. IntroducciónLlegamos hoy al último día de nuestro Retiro o Meditaciones de Semana

Santa. Hoy nuestra mirada se dirige a la pascua como acontecimiento fundamental que pone de manifiesto el amor eterno del Padre al hacernos

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el Don de su Hijo en la cruz, supremo y extremo testimonio de amor y de entrega.

La vida de la Iglesia nace y se renueva en la pascua. De modo que todo lo hace y dice la Iglesia tiene su raíz en el acontecimiento de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor, centro de nuestra fe y fuente inagotable del amor y la caridad. Como hemos visto en las dos sesiones pasadas, los falso profetas y la frialdad e indiferencia no tendrán lugar en nosotros y en nuestras gentes sin el pecho y actuar nuestro existe la llama ardiente del amor cristiano hecho servicio y predicación.

4. InicioEn el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Canto al Espíritu Santo.

5. Mensaje del Papa FranciscoSi en muchos corazones a veces da la impresión de que la caridad se ha

apagado, en el corazón de Dios no se apaga. Él siempre nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de nuevo.

En la noche de Pascua reviviremos el sugestivo rito de encender el cirio pascual: la luz que proviene del «fuego nuevo» poco a poco disipará la oscuridad e iluminará la asamblea litúrgica. «Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu», para que todos podamos vivir la misma experiencia de los discípulos de Emaús: después de escuchar la Palabra del Señor y de alimentarnos con el Pan eucarístico nuestro corazón volverá a arder de fe, esperanza y caridad.

(Papa Francisco, Mensaje de cuaresma 2018).

6. ReflexiónHoy sufrimos mucho los que los teólogos y eclesiólogos llamar pastoral

de conservación, con lo que quieren señalar el trabajo de la Iglesia que solo se limita a evitar que bajen el número de fieles poniendo énfasis en hacer lo que siempre se ha hecho (misas, bautizos, procesiones, fiestas patronales y ya). Por eso se le llama pastoral de conservación porque se queda en querer conservar tradiciones, vestidos o antigüedades y se pierde el interés por la gente y las situaciones del mundo imposibilitando que se encienda la llama del amor fraterno que se hace caridad, ágape, entrega por el otro.

Como dice el Papa da la impresión de que se ha apagado el corazón y el amor como que ya no prende, sin embargo, el amor de Dios nunca se apaga y ofrece la oportunidad a los corazones para que vuelvan a encenderse de amor ardiente. Y eso es la Pascua un incendio de amor en la vida del creyente, una vuelta al amor primero, el amor siempre vivo y activo en la cotidianidad que vence el miedo, es el volver a Galilea (Mt 28,10), a la vida cotidiana donde Dios nos espera y el mundo nos espera para que nuestro amor sea consuelo, bálsamo y seguridad en medio de oscuridades y desesperanzas.

Nuestra liturgia católica tiene la sabiduría de hacernos comprender toda


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nuestra vida como una liturgia pascual: que, en el tormento y la dificultad de la cruz, puede cantar victoria, y ser luz que orienta el caminar de los demás. Nuestra praxis pastoral será pascual, cuando haga el cambio, cuando se convierta de una pastoral de conservación a una pastoral de Iglesia en salida, llena de alegría y amor, anunciado la vida eterna para quienes crean en el Resucitado.

1. Texto bíblico: Lucas 24,13-25.¿Qué elementos negativos de los que hemos dicho estos días

encontramos en los discípulos de Emaús? ¿Qué cosas podemos encontrar como referentes de lo que hemos reflexionado estos días? ¿Se pueden establecer en el texto aspectos que hablen de cambios? ¿Quién, y cómo, hace conversión pastoral o de Iglesia en salida?

Cierto que los discípulos de Emaús inicialmente cumplen con el perfil de los que se dejan llevar de rumores y se afectan (lunes, falsos profetas) y quienes se desaniman, pierden el interés y enfrían sus corazones. Jesús es el modelo de lo que debemos ser nosotros. Él se convierte, no sale a predicar a hacer milagros a que lo oigan, al contrario, se hace compañero de camino, se interesa por lo que les angustia, escucha, no tiene que decir yo soy tal o cual, porque ya no importa eso en la intimidad del amor fraterno y ardiente por el otro. Es Iglesia en salida que anuncia el mensaje no en la sinagoga, ni en una plaza pública ni siquiera a un grupo, sino a dos individuos, dos realengos que han perdido la seguridad en el señorío de su “falso mesías”, explica las escrituras en el camino, en la realidad de la vida y les devuelve la llama de la fe que les hace arder el corazón.

2. Oración (Todos repitiendo)Señor Jesús, hombre de Nazareth.Víctima, sacerdote y profeta en JerusalénEnciende en nosotros la llama de tu corazón apasionadoCon el fuego cuya flama calienta, pero no quema, alumbra, pero no encandila, ilumina, pero no opaca, transforma, pero no aniquila, arde, pero no irrita, acrisola, pero no mata.Recuérdanos la pascua, el fuego del amor de Dios, don y misión del Espíritu Santo Paráclito. Amén.

3. Avisos

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Lecturas Marzo 2018Las lecturas están tomadas del Calendario Litúrgico de la Conferencia

del Episcopado Dominicano 2018

1 Feria de Cuaresma

Jueves Morado

Lectura del libro de Jeremías 17,5-10Así dice el Señor: «Maldito quien confía en el hombre, y busca el apoyo de

las criaturas, apartando su corazón del Señor. Será como cardo en la estepa, no vera llegar el bien; habitará la aridez del desierto, tierra salobre e inhóspita.

Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que alarga a la corriente sus raíces; no teme la llegada del estío, su follaje siempre está verde; en año de sequía no se inquieta, ni dejará por eso de dar fruto. Nada hay más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo conoce? Yo, el Señor, examino el corazón, sondeo el corazón de los hombres para pagar a cada cual su conducta según el fruto de sus acciones.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial 1, 1-2.3.4 y 6R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche/. R

Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 16,19-31En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: – «Había un hombre rico

que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.

Sucedió que se murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.

Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:

– “Padre Abrahán, ten piedad de mi y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas.” Pero Abrahán le dijo:

– “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.


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Y además, entre nosotros y ustedes se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia ustedes no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros.” Él dijo: – “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”. Abrahán le dice: – “Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen”. Pero él le dijo:

– “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán.”Abrahán le dijo: – “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se

convencerán ni aunque resucite un muerto.”» Palabra del Señor

Meditación

Esta parábola muestra un contraste dramático entre un hombre muy rico, que vivía distraído en grandes fiestas y comilonas, indiferente a la dura realidad de otro hombre muy pobre, que desfallecía del hambre frente a sus ojos, a las puertas de su casa.

El rico vestía la ropa más costosa y fina, mientras que el miserable, en total desamparo, enfermo, esperando la sobra de los banquetes del afortunado, recibía más atención de los perros callejeros que de este, quien no reparaba en las necesidades del pobre llamado Lázaro.

Esa cruda realidad de pobreza material que hiere el corazón de los más sensibles, sin embargo, también en nuestros días deja indiferente a tanta gente como a aquel rico, que se conforma con ser buena gente, que trabaja, estudia, sostiene a su familia, progresa cada vez mas, y luego se dedica a sus asuntos, sin reparar en el prójimo.

Y están esos otros, dentro de los indiferentes, que asiste a la Iglesia, pero en los que la caridad y la misericordia no han penetrado a lo íntimo de su corazón y viven muy tranquilos de conciencia. Olvidan que la vida es un ratito, nada más. Porque la parábola tiene una dimensión escatológica, es decir, de la vida que no termina, más allá de esta vida, en la que aspiramos disfrutar de la presencia de Dios, el día menos esperado.

En esa hora tendremos que rendir cuenta de nuestros actos y de nuestras omisiones, de las tantas veces cuando pudimos hacer un bien, acompañar, dar aliento, desprendernos de un bien material, pero se impuso: el desdén, el egoísmo, la vanidad, la indiferencia que nos hizo, antes “botar el golpe”, que detenernos a cumplir con esa otra dimensión nuestra que es el prójimo, necesitado, hambriento.

En la sabiduría ancestral del dominicano se dice que “en el hospital, la cárcel y la desgracia, es que se conocen los verdaderos amigos, ¿Recuerdas la última vez que fuiste a visitar a ese enfermo que ve agotarse sus posibilidades de vida en la cama de un hospital?

O socorriste a ese menesteroso que deambula en las calles, sucio, maloliente, débil, disminuidas sus facultades mentales; o al otro que enfrenta en la cárcel los rigores de la justicia… ¿le has asistido mínimamente?

Desde la perspectiva del cielo es mil veces preferible estar en la situación de Lázaro antes que, en la comodidad del rico de la historia,

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ya que el primero sufrió un ratito, en comparación con toda la eternidad separados de la gracia de Dios.

Este es el dilema que hoy nos plantea Cristo: la comodidad y buena vida de los indiferentes, o el consuelo y la caridad de los compasivos. ¿En cuál lado del abismo de la lectura prefieres estar?

2 Feria de Cuaresma

Viernes Morado

Lectura del Libro del Génesis 37,3-4.12-13a.17b-28 José era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le

hizo una túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás, empezaron a odiarlo y le negaban el saludo. Sus hermanos trashumaron a Siquén con los rebaños de su padre.

Israel dijo a José: «Tus hermanos deben estar con los rebaños en Si-quén; ven, que te voy a mandar donde están ellos.»

José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos. Antes de que se acercara, maquinaron su muerte.

Se decían unos a otros: «Ahí viene el de los sueños. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en que paran sus sueños.»

Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus manos, dijo: «No le quite-mos la vida.»

Y añadió: «No derramen sangre; échenlo en este aljibe, aquí en la es-tepa; pero no pongan las manos en él.»

Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre. Cuando llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica con mangas, lo cogieron y lo echaron en un pozo vacío, sin agua. Y se sentaron a comer. Levantando la vista, vieron una caravana de ismaelitas que transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto.

Judá, propuso a sus hermanos: «¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano y con tapar su sangre? Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pondremos nuestras manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne nuestra.»

Los hermanos aceptaron. Al pasar unos comerciantes madianitas, tiraron de su hermano, lo sacaron del pozo y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas. Estos se llevaron a José a Egipto. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 104, 16-17.18-19.20-21R “Recuerden las maravillas que hizo el Señor”

Llamó al hambre sobre aquella tierra: cortando el sustento de pan; por delante había enviado a un hombre, a José, vendido como esclavo. R/

Le trabaron los pies con grillos, le metieron el cuello en la argolla, hasta que se cumplió su predicción, y la palabra del Señor lo acreditó. R/.

El rey lo mandó desatar, el señor de pueblos le abrió la prisión, lo nombró administrador de su casa, señor de todas sus posesiones. R/.


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Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 21,33-43.45-46 En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del

pueblo: «Escuchen esta parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo, diciéndose: “Tendrán respeto a mi hijo.” Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: “Éste es el heredero: vengan, lo matamos y nos quedamos con su herencia.” Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?» Le contestaron: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.»

Y Jesús les dice: « ¿No han leído nunca en la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”. Por eso les digo que se les quitará a ustedes el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»

Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta. Palabra del Señor.

Meditación

Esta parábola nos presenta la imagen de Dios como dueño de una viña y la sublevación de los viñadores que contrata, para sintetizar la historia de la salvación de la humanidad y los fracasos del Pueblo de Dios en aceptar sus planes. Dios que es Padre -no paternalista-, una vez completada la obra de su creación, ha otorgado libertad -se marchó de viaje, de acuerdo a la parábola- dejando a sus criaturas ocasión para fructificar, crecer y multiplicarse.

Sin embargo, no pocas veces han torcido el rumbo que esperaba el dueño de la viña -o dueño de la vida- rechazando sus planes originales, negándole, acallando las voces que denuncian tal despropósito.

En sentido estricto alude al pueblo elegido de Israel, al que Dios ha enviado tantos profetas que han sido rechazados, matando a muchos de ellos. Pero en sentido amplio retrata la realidad del mundo, que le ha dado la espalda a Dios, lo ignora, lo niega y reniega de El.

Como muestra de la grandeza de su amor, una y otra vez Dios ha enviado a un mensajero tras otro, hasta que decide enviar a su Hijo Único, con la esperanza de que se compadezcan de este y le escuchen, por ser heredero, pero ya sabemos que tampoco hacen caso y le matan con crueldad.

Precisamente, estamos situados en plena Cuaresma, conmemorando la ruta crítica del Hijo de Dios, reviviendo el misterio de su itinerario de sufrimiento, muerte y gloriosa Resurrección que alcanza el culmen celebrativo en la Semana Santa, los días litúrgicos más importantes de la cristiandad, propicios para santificarnos.

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En contraposición, hemos sido testigos desde finales de los años ochenta del grado de irrespeto a esos días santos por parte de una porción de la sociedad, que se afana por ignorar su sentido cristiano, prefiriendo antes la diversión, incluso la sospechosa, las excursiones a ríos y playas, antes que asumir el silencio, la reflexión, la oración y la penitencia.

Resulta lastimoso escuchar historias de auténticas bacanales en las que prima el desenfreno, con alta dosis de alcohol, drogas y sexo. ¿Qué celebran los que así actúan? Celebran, a no dudarlo, el rechazo a la piedra angular en la construcción de sus vidas y la sinrazón de perderse un milagro patente del que habla la parábola: participar de la mayor proeza de Jesucristo, que muere y vuelve a la vida venciendo la muerte de una vez y para siempre, para que tengamos vida en abundancia.

Podemos considerarnos bienaventurados, siempre que esta lectura no interpele nuestro comportamiento de cara a aceptar, plenamente, al propietario de la viña, al dueño de la vida.

Alégrate si esta lección de vida del propio Jesús te coloca en el Pueblo que produce buenos frutos, que confía en la Palabra del Señor, sabiendo de que Dios no está ausente de su obra y de sus criaturas y que, de modo especial le podemos acompañar en estos días santos.

Que el Señor de la vida no hable de ti del otro modo, como hablaba de aquellos escribas y fariseos.

3 Feria de Cuaresma

Sábado Morado

Lectura de la profecía de Miqueas 7,14-15.18-20Señor, pastorea a tu pueblo, con tu cayado, al rebaño de tu heredad,

que anda solo en la espesura, en medio del bosque; que se apaciente como antes en Basán y Galaad. Como cuando saliste de Egipto, y te mostraba mis prodigios. ¿Qué Dios hay como tú, capaz de perdonar el pecado, de pasar por alto la falta del resto de tu heredad? No conserva para siempre su cólera, pues le gusta la misericordia. Volverá a compadecerse de nosotros, destrozará nuestras culpas, arrojará nuestros pecados a lo hondo del mar. Concederás a Jacob tu fidelidad y a Abrahán tu bondad, como antaño prometiste a nuestros padres. Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 102,1-2.3-4.9-10.11-12R/. El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor, todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R/.

El perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa, y te colma de gracia y de ternura. R/.

No está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas. R/.

Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre los que lo temen; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.


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Lectura del santo evangelio según san Lucas 15,1-3.11-32En aquel tiempo, se acercaron a Jesús todos los publicanos y los

pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos».

Jesús les dijo esta parábola: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.

Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.

Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas y echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.

Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus criados:

“Saquen enseguida la mejor túnica y vístansela; pónganle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traigan el ternero cebado y sacrifíquenlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”. Y empezaron a celebrar el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano y tu padre ha sacrificado e! ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”.

Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”.

El padre le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”». Palabra del Señor.

Meditación

Podríamos recurrir a un verbo muy de moda para calificar la misión de Jesús entre los hombres al despojarse de su condición divina: se desempoderó, haciéndose un hombre igual en todo a los demás hombres menos en el pecado.

Pudo venir al mundo con toda majestad y poder, rodeado de una corte de ángeles, pero en cambio nació en un lugar marginado del imperio de

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Roma; creció en una aldea donde abundaban los campesinos dedicados a sembrar o al pastoreo, y sentía especial predilección por gentes que no eran bien mirados en aquel conglomerado humano.

La misión de Jesús atrae a todos, grandes multitudes que ven en él un alivio a sus cargas existenciales, llamándoles su atención su actitud tan misericordiosa y santa, que les tanto les inspiraba como invitaba a un cambio en sus vidas. La parábola contenida en el Evangelio de este día, sintetiza la misión de Jesús: Recuperar la condición perdida de hijos de Dios, la filiación divina, recobrada por su perdón de nuestros pecados.

Fue pronunciada en momentos en que los fariseos y maestros lo acusaban, emitiendo fuertes críticas públicas a Jesús, pretendiendo ponerlo en ridículo tachándolo de farsante porque compartía con publicanos, que recaudaban dinero para el imperio romano y a otras personas que eran excluidas por evidentes situaciones de pecado.

Este pasaje cuenta como Jesús atraía a estas personas criticadas por la sociedad, o las buscaba, incorporando a muchos a su grupo de seguidores, generando así la desaprobación de los conocedores de la Ley, cuyo espíritu juzgaba que quien comía con una persona contaminada, también se contaminaba. Pone de relieve la grandeza del amor y la infinita misericordia de Dios personificada en él, que espera por sus hijos que han perdido el rumbo, como lo relata la parábola, quien al ver al hijo a lo lejos dispone celebrar una fiesta por su regreso.

Empero, esta parábola no fue pronunciada por Jesús para denunciar exclusivamente a los escribas, fariseos y maestros de la ley, sino que además toca, de manera particular, a cada uno de nosotros, también nos implica cuando actuamos como tales.

Cuestiona esa dimensión de muchos de nosotros, en la que nos damos permiso de juzgar a nuestros hermanos, de creernos más puros que los otros, con derecho a malgastar de forma vana la inagotable bondad del Padre, o la simple actitud malsana de hacernos sordos y ciegos de propósito a las oportunidades de tender una mano a hermanos para que superen una situación de pecado que les haga sentirse perdonados reincorporándose al servicio a la Iglesia.

Si alguna vez has apuntado el dedo acusador contra cualquiera, antes que ayudarlo a superar una situación de pecado que le mantiene alejado de Dios, también esta parábola te toca. Mira hacia adentro y lo descubrirás.

4 III Domingo de Cuaresma

III Semana Liturgia de las Horas Morado

Jesucristo, Templo de la Nueva Alianza nos ha hecho su Templo

Orientaciones para esta Celebración: Colocar el lema del mes en un lugar visible: “Asumió la condición humana”(Fil.2,7) con su valor a vivir “ responsabilidad” y resaltar el lema de este domingo /motivar en los sectores a las familias y a todos, para que de nuestros ayunos compartamos con


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los más necesitados de nuestra comunidad/ animar para que en los sectores todos participen en la acción significativa , en los viacrucis , en la caminata penitencial llevando como símbolo la Cruz. Motivar para realizar el próximo viernes 9 las 24 horas con el Señor. Se pueden presentar los 10 mandamientos en la homilía o en las ofrendas, un Crucifijo y una comunidad completa como Templo vivo del Señor.

Monición ambiental:Hermanos y hermanas: nos reúne el Señor en este Tercer Domingo de

Cuaresma, para que, fortalecidos por la Eucaristía, seamos su Templo vivo en medio de este mundo, es decir, lugar de encuentro con El y El con nosotros. Para esto, es necesario tenerlo a El como la fuerza y sabiduría del Padre y realizar con responsabilidad sus mandatos cada día y en cada momento.

Es el ejemplo que nos da Jesús, quien asumió nuestra condición humana y a quien el Padre lo ha hecho el nuevo Templo de la Nueva Alianza. Por eso, hoy se nos presenta en una actitud responsable, profética y enérgica frente a los vendedores y cambistas que convertían en mercado la Casa de su Padre, que es Casa de Oración.

Ahora, somos nosotros su Iglesia viva a quien nos toca ser el Templo visible del Dios Uno y Trino y ser ese lugar donde la gente puede encontrarlo a El y El a la gente.

Oremos al Señor en esta eucaristía fuente de comunión, para que nos dé la sabiduría y fuerza de Dios, para asumir con responsabilidad esta misión de ser su Templo vivo. Puestos de pie recibamos a Jesucristo, quien llega a nosotros en la persona de quien preside.

1. Oración ColectaDios misericordioso, fuente de toda bondad, que nos has propuesto como

remedio del pecado el ayuno, la oración y las obras de misericordia, mira con piedad a quienes reconocemos nuestras miserias y estamos agobiados por nuestras culpas, y reconfórtanos con tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.

2. Liturgia de la Palabra

Primera Lectura: Éxodo 20 ,1-17 El Señor a través de Moisés comunica a su pueblo el Decálogo, los diez

mandamientos, a los que invita a vivir con responsabilidad como pueblo elegido y como templo vivo donde El habita. Escuchemos

Lectura del libro del Éxodo 20,1-17En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: «Yo soy el

Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y biznietos, cuando me aborrecen. Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y

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guardan mis preceptos. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificarlo. Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos. Y el séptimo día descansó: Por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.» Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 18,8.9.10.11R/. Señor, tú tienes palabras de vida eterna

La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.

Más preciosos que el oro, más que el oro fino; más dulces que la miel de un panal que destila. R/.

Segunda Lectura: 1 Corintios 1.22-25Pablo nos recuerda que, en Cristo crucificado, que asumió la condición

humana está el centro de nuestra vida, la fuerza y sabiduría de Dios, que estamos llamados a predicar con responsabilidad a toda la gente. Escuchemos.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,22-25Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros

predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados –judíos o griegos–, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Palabra de Dios.

Aclamación Juan 3,16Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único. Todo el que

cree en El tiene vida eterna

Evangelio: Juan 2,13-25La irresponsabilidad de los Mercaderes de hacer del templo de Dios un

mercado, hace que Jesús lleno de celo por la casa de su padre los expulse con autoridad. El que siendo Dios asumió la condición humana con su resurrección, se levanta como el templo nuevo de la nueva alianza, en el cual podemos encontrarnos con su Padre y ser sus adoradores en espíritu y verdad Escuchemos.


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Lectura del santo evangelio según san Juan 2,13-25Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y

encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quiten esto de aquí; no conviertan en un mercado la casa de mi Padre.»

Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.» Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?» Jesús contestó: «Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré.» Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»

Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que había dentro de cada hombre. Palabra del Señor.

Oración de los Fieles:El que preside: Padre Santo nos acercamos a tu Templo Nuevo y Eterno

que es Jesucristo tu Hijo y te suplicamos diciéndote: Padre, purifica tu Iglesia que es tu Templo visible.

Por el Papa Francisco, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Consagrados y Consagradas, y todos los que realizan algún servicio dentro de la Iglesia, para que Cristo el Templo de la nueva alianza les haga servidores responsables de su pueblo. Oremos

Por nuestras autoridades, para que guiados por la Ley del Señor sean servidores responsables que cumplen las tareas para las cuales fueron de-signados y trabajen por el bienestar de todos. Oremos

Para que las instituciones públicas y privadas, la Iglesia y los diversos grupos sociales, respondan con responsabilidad realizando acciones de so-lidaridad a favor de los pobres y todos los que sufren. OremosPor nosotros, para que en esta Cuaresma con actitud de renovación, cada día, demos testimonio más claro de reconciliación, de servicio fraterno y de culto en espíritu y verdad. Oremos.

Por los catecúmenos que se preparan para el bautismo: para que purifi-cados por el Señor haga de ellos piedras vivas de tu Templo vivo que es la Iglesia. Oremos

El que Preside: Recibe oh Padre Santo las suplicas que te hemos pre-sentado por Jesucristo Nuestro Señor.

RITO DE ELECCION E INSCRIPCION DE LOS CATECUMENOS (ver Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos)

3. Oración sobre las ofrendasQue esta Eucaristía, Señor, nos obtenga a quienes imploramos tu perdón, la

gracia de saber perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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4. Oración después de la ComuniónTú que nos has alimentado, ya desde esta vida, con el pan del cielo,

prenda de nuestra salvación, concédenos, Señor, manifestar en todos nuestros actos el misterio de tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.

5 Feria de Cuaresma

Lunes Morado

Lectura del libro del Éxodo 17, 1-7En aquellos días, la asamblea de los israelitas se marchó del desierto

de Sin, por etapas, según las órdenes del Señor y acamparon en Refidim, donde el pueblo, sediento, no encontró agua.

Le reclamaron a Moisés, diciendo: «Danos agua para beber.» Moisés les contestó: «¿Por qué se quejan contra mí?, ¿por qué tientan al Señor?» Pero el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés: «¿Por qué nos has hecho salir de Egipto? ¿Para que ahora muramos de sed con nuestros hijos y nuestros animales?»

Clamó Moisés al Señor y dijo: «¿Qué puedo hacer con este pueblo?; por poco me apedrean.». Respondió el Señor a Moisés: «Preséntate al pueblo, lleva contigo algunos ancianos de Israel, lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el río Nilo y vete, que allí estaré yo ante ti sobre la peña, en Horeb, golpearás la peña y de ella saldrá agua para que beba el pueblo. » Moisés lo hizo así, a la vista de los ancianos de Israel. Y puso por nombre a aquel lugar Masá y Meribá , por la reyerta de los hijos de Israel y porque habían tentado al Señor diciendo: «¿Está o no está el Señor en medio de nosotros,?»” Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 94, 1-2. 6-7. 8-9

R. Ojalá escuchen hoy la voz del Señor: «No endurezcan su corazón».Vengan, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R.Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R.Ojalá escuchen hoy su voz: «No endurezcan el corazón como en Meribá,

como el día de Masá en el desierto; cuando sus padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R.

Lectura del santo evangelio según san Juan 4, 15. 19b-26. 39a. 40-42En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca

del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob.Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era

alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «—Dame de beber». (Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida). La Samaritana le dice: «—¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (porque los judíos no se tratan con los samaritanos)». Jesús le contestó:


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«—Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva». La mujer le dice:

«—Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?».

Jesús le contesta: «—El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna».

La mujer le dice: «—Señor, dame esa agua, así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla».

«—Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y ustedes dicen que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén».

Jesús le dice: «—Créeme, mujer, se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén darán culto al Padre. Ustedes dan culto a uno que no conocen; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.

Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así. Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad».

La mujer le dice: «—Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga él nos lo dirá todo». Jesús le dice: «—Soy yo, el que habla contigo».

En aquel pueblo muchos samaritanos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer:

«—Ya no creemos por lo que tú dices, nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo».Palabra del Señor.

Meditación

El Evangelio de hoy nos convoca a descubrir una escena entre Jesús y una samaritana, que trata de responder a esa sequedad interna de muchas personas de nuestro tiempo. La mujer samaritana ve a Jesús como un pobre judío que le pide de beber; pero Jesús le habla sobre sí mismo, sobre quién es. “Si supieras lo que Dios da y quién es el que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él, y él te daría agua viva.”

Puede que muchos hermanos y hermanas en la fe se olviden de este magnífico texto de gran hondura espiritual. Muchas veces nos han educado para que nos ofrezcamos a Dios, para llevarle las manos llenas de frutos a Dios. La verdad es bien distinta. La vida cristiana tiene que ser una continua acción de gracias al Padre porque hemos descubierto “lo que Dios da... y su agua viva”. La cosa no está en intentar hacer méritos ante Dios. El tema es que después de descubierto al Señor en nuestra vida no podemos hacer otra cosa que vivir para Él.

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La conversación de Jesús con la mujer se centra en estos puntos: el agua, el marido, el lugar de culto y el Mesías. Además de todo el mundo simbólico de estos temas no es menos cierto que Jesús se acerca a la realidad de aquella mujer y por extensión a la del pueblo de Israel. Dios no está en las nubes ni escondido. Dios está en la realidad diaria, en el abanico de posibilidades de encuentro que nos ofrece la jornada que vivimos.

Adorar en espíritu y verdad es un acto de fe. Una persona puede estar todo el día metido en una catedral o en cualquier templo queriendo descubrir a Dios y, en cambio, su corazón estar espiritualmente a miles de kilómetros de distancia. Para descubrir a Jesús en el sagrario, en la Eucaristía o en la Palabra hay primero que adecuar un sitio en nuestro interior; y tener un oído espiritual más que atento, para escucharle y hacer vida su palabra.

Te invito a que el sagrario, la Eucaristía y la Palabra no estén solo en los muros de tu Iglesia, sino que tengan sede en tu corazón. El auténtico templo de culto es Jesús o la Palabra de Jesús que fructifica en el corazón de las personas por medio del Espíritu Santo. Dios está por encima de los lugares. Nuestro verdadero contacto con Dios es la persona de Jesús. Quien quiera encontrar a Dios, lo encontrará en Jesucristo.

6 Feria de Cuaresma

Martes Morado

Lectura del profeta Daniel 3,25.34-43 En aquellos días, Azarías oró al Señor diciendo: «Por el honor de tu nom-

bre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia. Por Abrahán, tú amigo; por Isaac tu siervo; por Israel, tu consagrado; a quien prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas. Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humil-lados por toda la tierra a causa de nuestros pecados. En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocausto, ni sacrificios, ni ofren-das, ni incienso; ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar miseri-cordia. Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados. Que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confían no quedan defraudados. Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro, no nos defraudes, Señor. Trátanos según tu clemencia, y tu abundante misericordia. Líbranos con tu poder maravilloso y da gloria a tu nombre, Señor.». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 24, 4-5ab. 6 y 7bc.8-9R “Señor, recuerda tu misericordia”

Enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y salvador. R/.

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.


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Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18,21-35 En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi

hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?» Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Les propuso esta parábola: Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustar-las, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.” El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes.” El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.” Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?” Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con ustedes mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su her-mano.» Palabra del Señor.

Meditación

Perdonar no siempre resulta fácil, porque cada recuerdo reaviva de nuevo la ofensa sufrida en nuestro orgullo, sentimos abrirse de nuevo las heridas, causando dolor, despecho y deseos de venganza, que dificultan que la cambiante marea emocional vuelva a su nivel.

En cualquier ámbito en que interactúen seres humanos es menester someter a un ajuste ideas, criterios, conceptos y opiniones, que no siempre armonizan y sin duda se experimentarán momentos de tensión. Además, las personas pasamos por altibajos emocionales y en ocasiones perdemos el control para someter nuestros gestos, palabras y hasta silencios, y también la sensibilidad para juzgar adecuadamente el trato de los demás.

Entre la comunidad de los apóstoles de Jesús no era la excepción, y por eso Pedro le pregunta a Jesús cuántas veces debemos perdonar al que nos ofende… ¿tantas como siete, el número perfecto, es decir siempre?

La respuesta de Jesús no puede ser más novedosa por inesperada y desconcertante: No siete, sino setenta veces siete, es decir, perdonar sin límites, setenta veces siempre.

Contó entonces una alegoría de un rey que fue clemente con un siervo deudor, pero que en cambio, el perdonado no supo tener misericordia como lo hicieron con él, exigiendo hasta llevar a la cárcel a otro siervo compañero suyo, que le debía cien veces menos que la deuda que mantuvo con el gobernante y que le fuera perdonada.

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Todos nosotros, hemos atravesado ese territorio de la sensibilidad en que se entrecruzan las ofensas y el perdón, estando expuestos siempre a estas dolorosas situaciones. El aprendizaje, conforme al mensaje de Jesús, es el de perdonar siempre para ser perdonados sin límites. Sin embargo, el perdón también tiene sus caricaturas. Se le confunde a menudo con la excusa, que más bien consiste en dejar pasar una falta transitoria, mientras que la ofensa que requiere perdón tiene un carácter trascendente.

No hay comparación posible entre las ofensas que alguna vez recibimos y la gratuidad del perdón que recibimos continuamente de Dios, quien perdona nuestras ofensas aun antes de que pidamos perdón.

Alguna vez habremos escuchado la expresión: “escribo tu ofensa en piedra y tu solicitud de perdón en hielo”; o “te perdono, pero no olvido”.

Se ha dicho que perdonar no consiste en olvidar la ofensa, sino en recordar sin dolor. El perdón, cuando es sincero, tiene un carácter liberador, para quien ofende como para el agraviado. De ahí la lección que encierra esta parábola de Jesús. También acontece que al perdonar nos perdonamos también a nosotros mismos, pues supone una falta de considerables consecuencias solicitar el perdón de Dios, y volver a caer en el mismo pecado una y otra vez. Un ejercicio práctico puede ser el de ponernos la piel del que ofende y tratar de hallar alguna justificación a sus ofensas.

El sacramento de la confesión es una manera privilegiada de experimentar el perdón en estos 40 días de penitencia de la Cuaresma, en que podemos estar interiormente abrazados a la cruz, con un sentimiento de triunfo, sabiéndonos reconciliados con Dios.

7 Feria de Cuaresma

Miércoles Morado o Rojo

Se puede hacer la conmemoración de Santas Perpetua y Felicidad, Mártires

Lectura del libro de Deuteronomio 4, 1.5-9 Moisés habló al pueblo diciendo: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y

decretos que yo les mando cumplir: Así vivirán y entrarán a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de nuestros padres, les va a dar.

Miren, yo les enseño los mandatos y decretos que me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumplan en la tierra donde van a entrar para tomar posesión de ella. Pónganlos por obra, que ellos son su sabiduría y su inteli-gencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos dirán: “Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente. ”

Y, en efecto, ¿Hay alguna nación y tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y ¿Cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy les doy? Pero, cuidado, guárdate muy bien de olvidar los sucesos que vieron tus ojos, que no se aparten de tu memoria mientras vivas; cuéntaselo a tus hijos y a tus nietos». Palabra de Dios.


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Salmo Responsorial: 147, 12-13.15-16.19-20R. “Glorifica al Señor, Jerusalén.”

Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión. Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

Él envía su mensaje a la tierra, y su Palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza. R.

Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel. Con nin-guna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. R

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «No crean que he venido

a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Les aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más última letra o tilde de la ley.

El que salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo en-señe así a los hombres, será el menos importante en el Reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe, será grande en el Reino de los cielos». Palabra del Señor.

Meditación

Jesús fue acusado muchas veces de transgredir o no respetar la Ley de Moisés, que era un cuerpo de cientos de reglas, normas y leyes inflexibles tomadas del Antiguo Testamento, que regulaban al pueblo de Israel. Podríamos recordar, entre otras, la Ley del sábado en que hasta el número de pasos debían ser contados en día de sábado y la pregunta -¿qué es más importante, la Ley o el hombre?, la del Talión que ordenaba apedrear a la mujer adúltera, y así muchas más.

Fue acusado por las autoridades de entonces de no ser fiel a la Ley de Moisés y a los profetas, acusación misma que pesaba contra sus seguidores, por ello ante la inquietud de sus discípulos subraya que “ni siquiera una tilde de la Ley dejará de ser vigente”.

Las palabras históricas de los profetas son aprobadas plenamente por Jesús, quien las lleva hasta la perfección porque El, su Palabra permanece para siempre y la salvación es para todos aquellos que prestan atención a la advertencia profética. Entre las comunidades cristianas que van surgiendo, algunas proclaman que no era necesario observar fielmente las leyes, ya que se imponía únicamente la fe en Jesús como única norma; otros, en cambio, basaban la observancia en el mandamiento del amor.

Ante eso Jesús responde: “No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento”. Por eso les pide a sus discípulos dar un paso más allá de la simple observancia y además enseñar la fidelidad a la Ley a los más pequeños y que quien así lo hiciere tiene la promesa de que “será grande en el Reino de los Cielos”. No se trata de que la presencia de Jesús entre los hombres trajera novedades, es que El es la novedad; una corriente de novedades atraviesa todo el Evangelio, superando esquemas rígidos de comportamiento, mentalidades obsoletas que escondían un sistema de

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injusticias y abriendo nuevos horizontes de comprensión que mostraban un rostro misericordioso de Dios, entre ellos la buena noticia de que es Padre antes que un juez condenador.

Ante tantos prejuicios, Jesús tuvo que inaugurar una lógica nueva del trato entre hermanos, derribando conceptos y prejuicios inaceptables, como aquellos de que un enfermo padecía todo lo que merecía, si no por el pecado suyo, por lo menos por el pecado de sus padres o hasta de sus abuelos, pues los efectos del pecado se extendían durante generaciones, conforme a los criterios ampliamente aceptados en aquellos días.

En lo que compete a nosotros hoy, hemos perdido casi toda relación con ese antiguo cuerpo de legislaciones, que se sintetizan en los dos primeros: amar de todo corazón a Dios y al prójimo, porque como dice el propio Jesús en Mateo 22, 40: “…de estos dos mandamientos pende la Ley y los profetas.” Aquí podríamos llegar a una reflexión acerca de los diez mandamientos y de los mandamientos de la Iglesia: ¿los recuerdas?, ¿eres observante de ellos? Acaso en esta Cuaresma convenga interiorizarlos en tu vida.

8 Feria de Cuaresma

Jueves Morado

Lectura del Profeta Jeremías 7, 23-28 Así dice el Señor: «Esta fue la orden que di a mi pueblo: Escuchen mi

voz. Yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo; caminen por el camino que les mando, para que les vaya bien. Pero no escucharon ni prestaron oído; caminaban según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, me daban la espalda y no la frente.

Desde que salieron sus padres de Egipto hasta hoy, les envié a mis sier-vos, los profetas, un día y otro día; pero no me escucharon, ni prestaron oído: endurecieron la cerviz, fueron peores que sus padres.

Ya puedes repetirles este discurso, que no te escucharán; ya puedes gri-tarles, que no responderán. Les dirás: Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios y no quiso escarmentar. La sinceridad se ha perdido, se la han arrancado de la boca». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 94, 1-2.6-7.8-9R. “Ojalá escuchen hoy la voz del Señor: no endurezcan su corazón.”

Vengan, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva. Entremos en su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R.

Entren, postrémonos por tierra bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, el rebaño que el guía. R.

«No endurezcan el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando sus padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 14-23 En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio que era mudo y ap-

enas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero


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algunos de ellos dijeron: «Si echa los demonios es por el arte de Belzebú, el príncipe de los demonios».

Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. El leyendo, sus pensamientos, les dijo: «Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo echo los demonios con el poder de Belzebu y ustedes, hijos, ¿por arte de quien los echan? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero si viene otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama». Palabra del Señor.

Meditación

Un grupo escribas, de los que tenían el poder en Jerusalén, defensores de la tradición, viaja a Galilea y se une a los doctores de la Ley, fariseos y saduceos, que frecuentemente colocan trampas a Jesús buscando algún argumento que lo desacreditara, pues estaban temerosos de que su buena fama, que cada vez crecía más, les hiciera perder a ellos la posición de liderazgo y autoridad que tenían entre las gentes.

En esta ocasión, reaccionan a la curación de un muchacho que un mal espíritu lo tenía mudo, y que, una vez efectuada la expulsión de ese demonio que dominaba, comenzó a hablar, lo que maravilló a todos cuantos fueron testigos, pero los escribas atribuyeron el milagro a que ,Jesús lo hizo en nombre de Belcebú, príncipe de los demonios.

Jesús desmonta tan grave acusación con argumentos lógicos: Satanás no puede obrar contra si mismo, porque un reino en una guerra civil, como una casa dividida, no se mantiene y cae. Si dentro del muchacho había un demonio, ¿Cómo es que lo puede expulsar otro del reino del demonio? A un demonio solo lo puede expulsar uno que represente a Dios, de ahí que –concluye Jesús-: “¿y los discípulos de ustedes que dicen expulsar demonios, en nombre de quien lo hacen? Pues, asimismo, si por el dedo de Dios yo expulso los demonios, significa que ha llegado hasta ustedes el reino de Dios; el que no está conmigo está contra mi y quien no recoge conmigo, desparrama” y les exige: ¡contesten y expliquen!

Esta última afirmación de Jesús encierra una gran lección, no solamente para los que no le querían bien y buscaban desacreditarlo, sino también para nosotros mismos en el mundo de hoy, en que el mal parece haberse multiplicado de mil formas, algunas de ellas muy sofisticadas. Ante ese florecimiento del mal, que parece ganarle la batalla al bien, con la publicidad que también se multiplica en contra de la Iglesia, debemos recordar con que “las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella”. (Mt 16, 18).

Para los que obran el mal, la buena nueva del reino que se predica en la Iglesia, no es buena noticia para ellos. Difunden informaciones para causar desánimos en la grey del Señor, se unen para trabajar dispersando a los

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cristianos; para causar confusión dicen que no obramos en nombre de Dios inventándose cada cosa. La buena nueva de Jesús molesta al maligno hoy más que nunca. No debemos preocuparnos y seguir recogiendo con el Señor, para no dispersar contra Él.

Pero se impone cuestionarnos: Yo, ¿asumo mi pequeño milagro de recoger con el Señor…o en cambio, disperso?, ¿Causo aliento o desanimo?, ¿trabajo o critico?

9 Feria de Cuaresma

Viernes Morado

Lectura del Profeta Oseas 14, 2-10 Así dice el Señor Dios: «Conviértete, Israel, al Señor Dios tuyo, porque

tropezaste por tu pecado. Preparen su discurso y vuelvan al Señor y díganle: “Perdona del todo la iniquidad, recibe benévolo el sacrificio de nuestros labios. No nos salvará Asiria, no volveremos a montar a caballo, no volveremos a llamar dios a la obra de nuestras manos. En ti encuentra piedad el huérfano”.

Yo curaré sus extravíos, los amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de ellos. Seré rocío para Israel; florecerá como azucena, arraigará como un álamo. Brotarán sus vástagos, como de olivo será su esplendor, su aroma como del Líbano.

Volverán a descansar a su sombra, cultivarán el trigo, florecerán como la viña, será su fama como la del vino del Líbano. Efraín, ¿Qué me importan los ídolos? Yo le respondo y lo miro: Yo soy ciprés frondoso, de mi proceden tus frutos. ¿Quién será el sabio que lo comprenda, el prudente que lo entienda? Rectos son los caminos del Señor, los justos andan por ellos, los pecadores tropiezan en ellos». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 80, 6c-8ª.8bc-9.10-11ab. 14 y 17 R. “Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.”

Oigo un lenguaje desconocido: «Retiré sus hombros de la carga, y sus manos dejaron la espuerta. Clamaste en la aflicción, y te libré. R/.

Te respondí oculto entre los truenos, te puse a prueba junto a la fuente de Meribá. Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti; ¡ojalá me escuchases, Israel! R/.

No tendrás un dios extraño, no adorarás un dios extranjero; yo soy el Señor, Dios tuyo, que te saqué de la de Egipto. R/.

¡Ojalá me escuchase mi pueblo y caminase Israel por mi camino! Los alimentaría con flor de harina, los saciaría con miel silvestre.» R/.

Lectura del Santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34 En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: - «¿Qué

mandamiento es el primero de todos?» Respondió Jesús:- «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único

Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. “ El segundo es éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay mandamiento mayor que éstos». El escriba replicó:


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- «Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: - «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Palabra del Señor.

Meditación

Un letrado de la ley se acerca con sinceridad a Jesús para escuchar de él su opinión acerca de cuál de las leyes para con Dios es el mandamiento más importante. Llama la atención que un conocedor al detalle de todas las normas de los judíos para regular la práctica de los mandamientos, le haga una pregunta de esa naturaleza. Existían diversas corrientes y cada una de ellas tenía sus obligaciones para cada ley, que conllevaba en algunos casos el cumplimiento de sacrificios, de contribuciones al culto o determinados rituales en el Templo, y le asignaban más importancia a unas que a otras, de ahí surge la pregunta del doctor de la Ley.

Jesús le responde que el primero de todos, el más importante y prioritario es el de amar a Dios por encima de todas las cosas, con lo cual respondía al requerimiento del doctor de la Ley; sin embargo, complementa con un segundo mandamiento tomado del libro del Levítico: y amar al prójimo como a uno mismo. Al mismo tiempo le explica al letrado que ambos mandamientos resumen toda la Ley y los profetas y funde ambos en uno solo: el mandato del amor. Decir que cumplimos el mandamiento más importante de la Ley, amando a Dios por sobre todas las cosas puede parecer fácil, no obstante, rendir todo nuestro corazón, inteligencia, pensamientos, propósitos, y poner todo esto en la práctica del amor al prójimo, ya lo hace de más difícil cumplimiento.

Con estos dos mandamientos resumidos en uno solo, Dios está a la misma distancia de nosotros, que a la distancia que estemos nosotros del prójimo. ¿Quién es el prójimo? El más cercano, que necesita nuestra entrega con inteligencia, corazón, pensamientos y propósitos.

Después de Dios, el “otro” debe convertirse en la dimensión más importante de nuestras vidas, y de esa dimensión el prójimo es el otro más cercano, más necesitado, más urgido de mi apoyo, solidaridad, compromiso. Vivimos una época, donde tenemos oportunidad de tantas distracciones, que nos olvidamos de aspectos fundamentales de la vida. Hemos hallado una distracción con el celular, que ha desplazado en orden de preferencia a la televisión, al cine, la radio, los juegos, la música y el computador, porque nos ofrece todos esos elementos a la mano. No pocos han caído en el individualismo con el celular.

Botar el golpe, como decimos para referirnos a eliminar un poco de la tensión diaria no está mal, siempre que no nos lleve a olvidarnos de nuestras obligaciones para con Dios y de nuestro compromiso con el prójimo.

Si decimos amar a Dios, pero preferimos la distracción del teléfono, por ejemplo, cuando el prójimo necesita de nosotros, entonces amamos

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a Dios en ideas, en nuestra mente, no como el oxígeno de nuestro espíritu, y nos estamos engañando –pero no a Dios- aunque hagamos promesas, asistamos a la misa, participemos de las procesiones, rosarios y peregrinaciones. Esta cuaresma, participar en todo eso puede tener mayor sentido, como un camino al prójimo.

10 Feria de Cuaresma

Sábado Morado

Lectura de la profecía de Oseas 6,1-6Vamos, volvamos al Señor. Porque él ha desgarrado, y él nos curará; é

l nos ha golpeado, y él nos vendará. En dos días nos volverá a la vida y al tercero nos hará resurgir; viviremos en su presencia y comprenderemos.Procuremos conocer al Señor.

Su manifestación es segura como la aurora. Vendrá como la lluvia, como la lluvia de primavera que empapa la tierra». ¿Qué haré de ti, Efraín, qué haré de ti, Judá? Su amor es como nube mañanera, como el rocío que al alba desaparece.Sobre una roca tallé mis mandamientos; los castigué por medio de los profetascon las palabras de mi boca.

Mi juicio se manifestará como la luz. Quiero misericordia y no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 50,3-4.18-19.20-21abR/. Quiero misericordia, y no sacrificios

Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.

Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. El sacrificio agradable a Dios es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.

Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jeru-salén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 18,9-14En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola a algunos que confiaban en sí

mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:

“Oh, Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.

El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Oh, Dios!, ten compasión de este pecador”.

Les digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». Palabra del Señor.


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Meditación

Con frecuencia olvidamos que Dios ve lo más escondido de nuestro corazón, en esa dimensión situada mas allá de los juicios humanos, El está dentro de mi adentro mas que yo mismo, de ahí la inutilidad de creerme mejor que los demás.

La sicología ha establecido que quien se cree mejor que los otros, en el fondo lo que trata es de apaciguar el sentimiento de que es menos que ellos, y que necesita sanar de esa imagen propia, porque lo cierto es que somos iguales ante los ojos de Dios, si no hemos perdido nuestra relación con El.

En el caso de la parábola del publicano y el fariseo, este último se creía superior porque oraba de pie en el templo, posiblemente fruncía el ceño y hacia gestos que a ojos de los demás le hacían parecer en profunda oración ante Dios. Pero hacia comparaciones juzgando a los demás, con el publicano, que estaba no muy lejos de él. Hasta se permitía recordarle a Dios sus cumplimientos cultuales y de sacrificios: cuanto diezmo pagó, cuantas veces ayunó, al parecer no era consciente de que Dios sabe todo eso, aun con mayor profundidad que él mismo.

En cambio, el publicano rezaba sabiéndose ante Dios, reconociéndose pecador, dolido por sus faltas, pecados o debilidades, y pidiendo misericordia, no se atrevía a alzar sus ojos hacia el altar, dice la parábola.

Es importante hacer de cada ocasión en que disfrutemos del cada vez más escaso silencio exterior, en la calle, en el trabajo, en los centros de estudio, antes de iniciar la misa, camino a casa, de un momento de oración personal, que puede comenzar con pedir humildemente perdón y terminar con un ¡Gracias, Señor!

Se presentan en el diario vivir tantas razones para pedir la compasión del Señor, como tantas buenas razones para expresar gratitud a Dios, sin tener que plantar rodilla en tierra o darnos golpes en el pecho. A ejemplo de Jesús, nuestra vida debería transcurrir en una plegaria o en una alabanza. Si la plegaria no saca a relucir nuestra pequeñez, entonces estamos ciegos ante la grandeza de Dios.

Si estamos criando en nosotros el pecado de la autosuficiencia espiritual, de creernos más que los demás, superiores a ellos en el plano humano, entonces ahí es cuando llega el momento de pedirle que sane nuestra soberbia, que precisamos un poco de humildad, porque no tenemos una imagen real de quienes somos y menos aún de hablar frente a Dios.

En los tiempos actuales tanta gente se ha acostumbrado a vivir en la superficie de sus vidas, que sienten temor a participar de algún retiro, que les permita sumergirse en las corrientes de fondo de sus vidas, rehuyendo un encuentro con Dios. Y acaso asisten a la Iglesia, y se sientan en un banco y rezan, pero su mente divaga de un lado a otro de sus recuerdos, porque no se aventuran a ir más profundo. Esta cuaresma es una magnífica oportunidad para un encuentro con Dios de tu a tú.

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11 IV Domingo de Cuaresma (Laetare)

IV Semana Liturgia de las Horas Rosado o Morado

Prefiramos con responsabilidad la Luz que es Jesucristo

Orientaciones para esta Celebración: Colocar el lema del día en un lugar visible/Continuar motivando a las familias y a todos para que de nuestros ayunos compartamos con los más necesitados de nuestra comunidad/ recordar el lema del mes “asumió la condición humana “Fil. 15,18 con su valor Responsabilidad /Se puede colocar una cruz en un lugar visible para recordar que esa cruz la llevaremos por todos los sectores en el Vía Crucis /se puede presentar una antorcha como signo de la luz que ilumine en nuestras familias, sectores y comunidades y para que el tiempo que aún nos queda de cuaresma se aproveche con los medios que la iglesia nos ofrece para llegar a la pascua y vivirla a plenitud. Se hace por familias una oración ante la Cruz y tomando la luz en la mano pidiendo su iluminación en la verdad.

Monición ambiental:Hermanos y hermanas: Seguimos caminando hacia la gran fiesta de la

Pascua del Señor Jesús, fortalecidos con la Palabra y la Eucaristía, fuente de comunión. Hoy proclamamos la gran misericordia del Padre que en su gran amor nos envió a su Hijo único, Jesucristo nuestro Redentor, quien “asumió la condición humana”(Fil. 2,7) y levantado en la Cruz, cargó con nuestros sufrimientos y nuestros pecados y con su resurrección, se convierte en fuente de vida y salvación para todos.

Sólo El nos pide creer en El y aceptarlo como nuestro Señor, dejándonos llenar de su Luz que es la verdad, prefiriéndola frente a la tinieblas del mal y haciéndonos misioneros responsables para iluminar con El, camino, verdad y vida.. De pie aclamemos con el canto de entrada a Jesús que nos ilumina con su Palabra y quien se hace presente entre nosotros a través de quien preside esta celebración.

Oración ColectaDios nuestro, que has reconciliado contigo a la humanidad entera por

medio de tu Hijo, concede al pueblo cristiano prepararse con fe viva y entrega generosa a celebrar las fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo.

Liturgia de la Palabra

Primera Lectura: 2 Crónicas 36, 14-16 . 19-23En esta primera lectura se nos narra las infidelidades del pueblo elegido

de Dios, y a pesar de sus pecados, que lo llevó a la destrucción y al exilio, Dios cuya misericordia no tiene límite perdona su pueblo suscitando un líder, para que pudieran recuperen su libertad .Escuchemos

Lectura del segundo libro de las Crónicas 36, 14-16. 19-23En aquellos días, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo multiplicaron

sus infidelidades, según las costumbres abominables de los gentiles, y mancharon la casa del Señor, que él se había construido en Jerusalén.


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El Señor, Dios de sus padres, les envió desde el principio avisos por medio de sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su morada. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras y se mofaron de sus profetas, hasta que subió la ira del Señor contra su pueblo a tal punto que ya no hubo remedio.

Los caldeos incendiaron la casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén; pegaron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos. Y a los que escaparon de la espada los llevaron cautivos a Babilonia, donde fueron esclavos del rey y de sus hijos hasta la llegada del reino de los persas; para que se cumpliera lo que dijo Dios por boca del profeta Jeremías: “Hasta que el país haya pagado sus sábados,

descansará todos los días de la desolación, hasta que se cumplan los setenta años». En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de la palabra del Señor, por boca de Jeremías, movió el Señor el espíritu de Ciro, rey de Persia, que mandó publicar de palabra y por escrito en todo su reino: «Así habla Ciro, rey de Persia: «El Señor, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. Él me ha encargado que le edifique una casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre ustedes pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él, y suba!»». Palabra de Dios.

Salmo responsorial: 136, 1-2. 3. 4. 5. 6

R. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia de

Sión; en los sauces de sus orillas colgábamos nuestras cítaras. R/.Allí los que nos deportaron nos invitaban a cantar; nuestros opresores, a

divertirlos: «Cántennos un cantar de Sión». R/.¡Cómo cantar un cántico del Señor en tierra extranjera! Si me olvido de ti,

Jerusalén, que se me paralice la mano derecha. R/.Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti, si no pongo

a Jerusalén en la cumbre de mis alegrías. R/.

Segunda Lectura: Efesios 2, 4-10San Pablo nos recuerda que la salvación ofrecida por Cristo es gratuita

y a pesar de nuestra propensión al pecado e irresponsabilidades, El nos ofrece su perdón y misericordia. Esto exige que con responsabilidad nos dediquemos a las obras buenas que practicó Jesús. Escuchemos

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2, 4-10Hermanos: Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó,

estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo —por pura gracia están salvados—, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

Porque están salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a ustedes, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir.

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Pues somos obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos. Palabra de Dios.

Aleluya Juan 3, 16

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único.Todo el que cree en él tiene vida eterna.

Evangelio: Juan 3, 14-21.El Evangelio nos habla del gran amor de Dios, manifestado en la entrega

de su Hijo, quien asumiendo la condición humana pasó por la humillación y la muerte en la cruz por nuestra salvación. Es nuestra responsabilidad responder a ese sacrificio supremo con fe caminando en la luz de Cristo. Aclamemos cantando a Jesucristo, quien levantado en la Cruz nos salva y nos habla para escuchar la proclamación del Santo Evangelio.

Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 14-21En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:—«Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que

ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.

Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas.

Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.

En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios». Palabra del Señor.

Oración de los FielesEl que preside: Presentemos confiados al Padre que nos ha amado tanto

hasta entregar a su Hijo nuestras súplicas diciéndole: Padre, ilumínanos con tu verdad.

Por la Iglesia y sus pastores, para que, manteniéndose firmes en la fe e iluminados con la verdad de Cristo, lleven a todo el mundo el mensaje de luz, salvación, justicia y paz. Oremos.

Por los gobernantes de las naciones, y de nuestro país, para que el Señor en su luz, los oriente decididamente hacia la verdad y puedan destruir las tinieblas de la mentira, de la corrupción y de las desigualdades de todo tipo. Oremos.

Por todos cuantos necesitan de una mano amiga y solidaria y una luz que les ilumine en la incertidumbre del dolor, el sufrimiento y la miseria,


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para que encuentren en Cristo a través de nosotros esa luz que les ilumine y sostenga. Oremos.

Para que todos nosotros perseveremos en el esfuerzo cuaresmal, reforcemos nuestro ayuno, penitencia, y oración y así iluminados más y más por Cristo alcancemos una verdadera conversión para llegar purificados a las fiestas de Pascua, Oremos.

Para que Dios aumente en su Iglesia vocaciones a la Vida Religiosa y Sacerdotal, que puedan iluminar las propias generaciones. Oremos.

El que preside: Escucha Padre nuestras oraciones y haz que siempre nuestros pasos se dirijan hacia la Luz verdadera que es Jesucristo y seamos portadores de esa luz en medio de las tinieblas del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Rito de exorcismo y unción con el óleo de los Catecúmenos a los que serán bautizados en la Pascua. Después de esta oración son despedidos de la Asamblea porque todavía no pueden participar de la Eucaristía. Un catequista los acompaña y sigue con ellos en otro lugar profundizando la Palabra de Dios que han escuchado.

Oración sobre las ofrendasTe presentamos, Señor, llenos de alegría, estas ofrendas para el sacrificio

y pedimos tu ayuda para celebrarlo con fe sincera y ofrecerlo dignamente por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la ComuniónDios nuestro, luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo,

ilumina nuestros corazones con el resplandor de tu gracia, para que nuestros pensamientos te sean agradables y te amemos con toda sinceridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Lunes Morado

Lectura del Profeta Miqueas 7, 7-9“Yo miro atento al Señor, espero en Dios mi salvador, mi Dios me

escuchará. No te alegres de mi desgracia, oh enemiga mía, pues si he caído, me levantaré; si ahora estoy a oscuras, el Señor será mi luz. Soportaré la ira del Señor, pues pequé contra él, en tanto juzga mi causa y me hace justicia, me conducirá a la luz y veré la justicia. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 26, 1.7-8ª.8b-9abc.13-14R. El Señor es mi luz y mi salvación

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar?

Escúchame, Señor, que te llamo, ten piedad de mí, respóndeme. Oigo en mi corazón: “Busquen mi rostro”. R/.

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Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tu eres mi auxilio. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 9, 1-41En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento.Y sus discípulos le preguntaron: —«Maestro, ¿quién pecó, éste o sus

padres, para que naciera ciego?». Jesús contestó: —«Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día, tenemos que hacer las obras del que me ha enviado; viene la noche, y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo».

Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: —«Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado)». Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: —«¿No es ése el que se sentaba a pedir?». Unos decían: —«El mismo». Otros decían: —«No es él, pero se le parece». Él respondía: —«Soy yo». Y le preguntaban: —«¿Y cómo se te han abierto los ojos?». Él contestó: —«Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo que fuese a Siloé y que me lavase. Entonces fui, me lavé, y empecé a ver». Le preguntaron: —«¿Dónde está él?». Contestó: —«No sé».

Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista. Él les contestó: —«Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo». Algunos de los fariseos comentaban: —«Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado». Otros replicaban: —«¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?». Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: —«Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?». Él contestó: «Que es un profeta».

Pero los judíos no se creyeron que aquél había sido ciego y había recibido la vista, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron:

—«¿Es éste su hijo, de quien dicen ustedes que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?».

Sus padres contestaron: —«Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos nosotros, y quién le ha abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Pregúntenselo a él, que es mayor y puede explicarse».

Sus padres respondieron así porque tenían miedo los judíos; porque los judíos ya habían acordado excluir de la sinagoga a quien reconociera a Jesús por Mesías. Por eso sus padres dijeron: «Ya es mayor, Pregúntenselo a él».

Llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: —«Confiésalo ante Dios; nosotros sabemos que ese hombre es un pecador». Contestó él: «Si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo». Le preguntan de nuevo:

—«¿Qué te hizo, ¿cómo te abrió los ojos?». Les contestó:—«Se lo he dicho ya, y no me han hecho caso; ¿para qué quieren oírlo

otra vez?; ¿también ustedes quieren hacerse discípulos suyos?».


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Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron: —«Discípulo de ése lo serás tú; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos de dónde viene».

Replicó él: —«Pues eso es lo raro: que ustedes no saben de dónde viene y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que es religioso y hace su voluntad. Jamás se oyó decir que nadie le abriera los ojos a un ciego de nacimiento; si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder».

Le replicaron: —«Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?». Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: —«¿Crees tú en el Hijo del hombre?». Él contestó: —«¿Y quién es, Señor, ¿para que crea en él?». Jesús les dijo: —«Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es». Él dijo: —«Creo, señor». Y se postró ante él. Jesús añadió:

—«Para un juicio he venido ya a este mundo; para que los que no ven vean, y los que ven queden ciegos». Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le preguntaron: —«¿También nosotros estamos ciegos?». Jesús les contestó: —«Si estuvieran ciegos, no tendrían pecado, pero como dicen que ven, su pecado persiste». Palabra del Señor.

Meditación

Ya lo dice muy bien el refranero popular: no hay peor ciego, que aquel que no quiere ver. Porque además de los que han perdido la visión física, como el ciego de Siloé, hay otros tipos de ciegos, como el que se deslumbra y enceguece con lo que ve o el que ve lo que quiere. Y están esos otros que, aunque poseen el sentido de la vista no tienen visión para los detalles fundamentales. Son los que a propósito se hacen ciegos.

En el caso del ciego de este evangelio, hay interés de sanarlo por parte del propio Jesús, quien pasa y lo ve sentado. La sanación del pobre hombre que estuvo mendigando por esa causa toda su vida, despierta como siempre el recelo de los fariseos, quienes buscan todo tipo de pretextos para no admitir que el hombre carente del sentido de la vista, que tantas veces han visto ellos, ha sido sanado milagrosamente por Jesús.

Someten a toda suerte de preguntas, le examinan, y una vez comprobado el milagro, llegan a la conclusión de que Jesús no viene de Dios, porque ha efectuado la sanación en sábado. He ahí su ceguera, no quieren ni pueden ver lo evidente. Todavía muchos se atreven a negar que Jesús es verdaderamente el hijo de Dios, que tiene la misión de salvar a la humanidad y que por nosotros los hombres fue crucificado y que venció a la muerte. Estamos en el tiempo litúrgico de la Cuaresma, rememorando aquel acontecimiento fundamental en la vida de todos.

Jesús no realiza milagros para maravillar y ganarse la atención de los hombres, más bien es una manera de conducirnos hasta Dios, de ser testigos de la luz verdadera, de ver más allá de las apariencias, de abrir el corazón a lo trascendente con una nueva perspectiva de lo sobrenatural.

A todos alguna vez nos habrá pasado, que nuestra fe ha transitado en ocasiones caminos de incertidumbre que nos hacen dudar. También en

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esos momentos hemos sido como los fariseos ciegos, que no queremos ver la grandeza de Jesús.

Esta Cuaresma tenemos la oportunidad de rezar por todos los ciegos de propósito, por los que aún no ven, se resisten a ver la misión de Jesús, de rezar también por los que prefieren que los demás no vean.

Tu también puedes trazarte la meta de dejar de ser ciego y de confiar plenamente en el Señor, aunque la solución a cualquiera de tus males -cualquiera que fuese- no esté, por el momento, a la vista. Deja que sea el Señor quien guie tus pasos, aunque por momentos te parezca que caminas por senderos de incertidumbre. Únicamente dile con entera confianza: “Es que también soy ciego, Señor, sáname, creo, quiero creer”.


Martes Morado

Lectura del Profeta Ezequiel 47, 1-9.12 En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo el Señor.

De debajo del umbral del templo corría agua hacia el este - el templo miraba a levante -. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar. Me hizo salir por el pórtico septentrional y me llevó por fuera hasta el pórtico exterior que mira al este. El agua corría por el lado derecho.

El hombre que llevaba el cordel en la mano salió hacia el este, midió quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta las rodillas. Midió todavía otros quinientos metros y me hizo atravesar el agua que me llegaba hasta la cintura. Midió otros quinientos metros: era ya un torrente que no se podía vadear, sino cruzar a nado. Entonces me dijo: - «¿Has visto, hijo de hombre?» Después me condujo por la ribera del torrente. Al volver vi en ambas riberas del torrente una gran arboleda.

Me dijo: - «Estas aguas fluyen hacia la zona oriental, descienden hacía la estepa y desembocan en el mar de la Sal. Cuando hayan entrado en él, sus aguas serán saneadas. Todo ser viviente se agita, allí donde desemboque la corriente, tendrá vida; y habrá peces en abundancia. Porque apenas estas aguas hayan llegado hasta allí, habrán saneado el mar, y habrá vida allí donde llegue el torrente. En ambas riberas del torrente crecerá toda clase de árboles frutales; no se marchitarán sus hojas ni se acabarán sus frutos; darán nuevos frutos cada mes, porque las aguas del torrente fluyen del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 45, 2-3.5-6.8-9 R. “El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el

Dios de Jacob.” Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro.

Por eso no tememos, aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar. R/.

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada. Teniendo a Dios en medio, no vacila; Dios la socorre al espuntar la aurora. R/.


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El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Vengan a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 5,1-3.5-16En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a

Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.

Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: - «¿Quieres quedar sano?». El enfermo le contestó: - «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».

Jesús le dice: - «Levántate, toma tu camilla y echa a andar». Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar. Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano: - «Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».

El les contestó: - «El que me ha curado es quien me ha dicho: Toma tu camilla y echa a andar». Ellos le preguntaron: - «¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?» Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado. Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: - «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».

Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado. Palabra del Señor.

Meditación

Los milagros de Jesús siguen ocurriendo y en una oportunidad en la que viaja otra vez a la ciudad santa de Jerusalén, se fija en un hombre paralitico, que está echado junto a la piscina llamada Betesdá, esperando que alguno sienta compasión y le ayude a entrar al agua que se le atribuyen poderes de curación. Decenas de enfermos de diferentes dolencias esperaban esa oportunidad de sentir el agua moverse, para ser los primeros en entrar a la piscina y quedar sanados, pero el paralitico tenía dificultades para lograrlo debido a sus limitaciones físicas y esperó durante 38 años sin atreverse a salir de cierta zona de confort.

Esa oportunidad llega cuando Jesús lo encontró y le dijo que tomara su camilla y se marchara. El hombre lo hizo, y sanó. Pero era sábado, y llovieron las acusaciones de los fariseos, alegando su irrespeto a la Ley que ordenaba no trabajar ese día.

Conviene preguntar ¿Dónde estaban los críticos y acusadores que durante 38 años no prestaron ayuda al paralitico? No dudemos que en algún momento se burlaran del pobre hombre en lugar de ser los que lo ayudaran a entrar a la piscina. Lo mismo ocurre en nuestros días, con muchos

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afectados de inercia sicológica que cambian cuando surge una presencia que moviliza la comunidad en la solución de algún mal, y aun sin enterarse de los pormenores, aparecen las lenguas agiles de los criticones de oficio.

La iglesia tampoco está exenta de que operen en su seno modernos maestros de la ley que actúan igual, reaccionando al mínimo acontecimiento en el que no sean los protagonistas; son aquellos (o aquellas) que ni hacen ni dejan hacer. Los milagros de Jesús tienen el sentido de comunicar la misericordia de Dios por sus hijos y en otro aspecto tiene la misión de preanunciar que el reino de Dios ya está entre nosotros, que Dios no quiere que suframos por nuestros pecados y nos sana perdonando las faltas cometidas.

En el fondo de nuestro ser, todos somos de algún modo, paralíticos que sufrimos alguna duda o temor, acaso una comodidad que nos impida salir de nuestra zona de confort a saltar a las aguas desafiantes de la realidad, exigiéndonos romper con la rigidez de las ideas.

El llamamiento de Jesús: “levanta tu camilla, vete y no peques más”, también aplica para nosotros. Es impostergable que hagamos conciencia de que somos pecadores, si es que queremos ser sanados por Jesús. Pero para ello es preciso abrirnos a un encuentro con el Señor que quiere darnos apoyo, que no escatima día, hora o circunstancia para venir a tu encuentro y levantarte de la parálisis de acción que te mantiene postrado. Pero tan importante como eso dar una mano a los demás, para ayudarlos en vez de caer en las críticas a los que ayudan a los otros.


Miércoles Morado Lectura del Profeta Isaías 49, 8-15

Así dice el Señor: «En tiempo de gracia te he respondido, en día de la salvación te he auxiliado; te he defendido y constituido alianza del pueblo, para restaurar el país, para repartir heredades desoladas, para decir a los cautivos: “Salgan “, a los que están en tinieblas: “Vengan a la luz.”

Aun por los caminos pastarán, tendrán praderas en todas las dunas; no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el bochorno ni el sol; porque los conduce el compasivo y los guía a manantiales de agua. Convertiré mis montes en caminos, y mis senderos se nivelarán. Mírenlos venir de lejos; mírenlos del Norte y del Poniente, y los otros del país de Sin.

Exulta, cielo; alégrate, tierra; rompan a cantar, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de los desamparados». Sión decía: «Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado» ¿Puede una madre olvidar al niño que amamanta, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré.». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 144, 8-9.13cd-14.17-18R. “El Señor es clemente y misericordioso.”

El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R/.


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El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan. R/.

El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones. Cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. R/.

Lectura del santo Evangelio: según san Juan 5, 17-30 En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: - «Mi Padre sigue actuando, y

yo también actúo».Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo

quebrantaba el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.

Jesús tomó la palabra y les dijo: - «En verdad, en verdad les digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino lo que viere hacer al Padre. Lo que hace este, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que esta, para su asombro.

Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo todo el juicio, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.

En verdad, en verdad les digo: quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.

En verdad, en verdad les digo: llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre.

No les sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a recibir una sentencia. Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió». Palabra del Señor.

Meditación

Este pasaje del Evangelio de Juan contiene varias lecciones importantes conforme a las afirmaciones de Jesús: - mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo. Jesús está siempre en comunión con el Padre de los cielos. De la misma manera que aprendió el oficio terrenal de carpintero gracias a que imitaba a José, su padre adoptivo, de la misma manera, los lazos que le unen a Dios le hacen actuar como El, con infinita misericordia por los corazones arrepentidos en todo tiempo y lugar.

- El Hijo no puede hacer nada por su cuenta: como buen hijo se comporta con absoluta obediencia; recordemos las horribles horas cercanas a la Pasión en el jardín de Getsemaní y su oración: si es posible, pase de mi este

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cáliz. El trago amargo que sabía venir le atormentaba, sin embargo, confió en los designios del Padre, diciendo: que se haga tu voluntad, no la mía.

¿Cómo nos reconocemos hijos del Padre en el Hijo en una relación de tú a Tú? Por la Gracia que nos otorga el bautismo, que no se trata de un acto social al término del cual nuestros padres compadrean y disfrutan una fiesta con sancocho incluido. Es mas, mucho mas que eso. Es un acto sagrado que nos asemeja a Cristo, de la misma manera que Cristo proclama en esta lectura que se asemeja al Padre. De la misma manera, estamos determinados a reflejar ser hijo en nuestras acciones, comportamientos y testimonio.

La comunión que refleja Cristo con su Padre, como el sarmiento unido a la vid, reveladas en sus obras, nos debe impulsar a imitarle y a estar firmemente unidos a Cristo por méritos de la Gracia del bautismo, dando frutos abundantes en bien de nuestros hermanos y de la Iglesia.

-¿Son tus frutos abundantes y reavivan a tus hermanos en la fe? A medida que nos adentramos en el misterio de la Cuaresma, las lecturas nos van mostrando los actos de Jesús como signos, para que caigamos en la cuenta de que El es el Hijo de Dios, como si llegáramos a la conclusión lógica: dime que haces y te diré quién eres. -A propósito: ¿Qué signos haces tú, cuál es tu “trabajo” para edificar el Reino? l El Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo! Afirma Jesús. ¿Te permites juzgar?


Jueves Morado21º Aniversario de la Ordenación episcopal de Mons. Francisco

Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo26º Aniversario de la Dedicación de la Catedral de La Vega

Lectura del libro del Éxodo 32,7-14En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: - «Anda, baja del monte, que se

ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: “Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto “». Y el Señor añadió a Moisés: - «Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo».

Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios: - «¿Por qué Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder y mano robusta? ¿Por qué han de decir los egipcios: “Con mala intención los sacó, ¿para hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra”? Aleja el incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo: “Multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a su descendencia para que la posea por siempre». Entonces se arrepintió el Señor de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo. Palabra de Dios.


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Salmo Responsorial: 105,19-20.21-22.23 R/. Acuérdate de nosotros, por amor a tu pueblo

En Horeb se hicieron un becerro, adoraron un ídolo de fundición; cambiaron su gloria por la imagen de un toro que come hierba. R/.

Se olvidaron de Dios, su salvador, que había hecho prodigios en Egipto, maravillas en la tierra de Cam, portentos junto al mar Rojo. R/.

Dios hablaba ya de aniquilarlos; pero Moisés, su elegido, se puso en la brecha frente a él, para apartar su cólera del exterminio. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 5,31-47En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: - «Si yo diera testimonio de mí

mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí. Ustedes enviaron mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron gozar un instante de su luz.

Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.

Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca han escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en ustedes, porque al que él envió no le creen.

Estudian las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no quieren venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, los conozco y sé que el amor de Dios no está en ustedes.

Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibieron; si otro viene en nombre propio, a ese si lo recibirán. ¿Cómo podrán creer ustedes que aceptan gloria unos de otros y no buscan la gloria que viene del único Dios? No piensen que yo los voy a acusar ante el Padre, hay uno que los acusa: Moisés, en quien tienen su esperanza. Si creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dan fe a sus escritos, ¿cómo van a dar fe a mis palabras?». Palabra del Señor.

Meditación

Jesús, en su condición de hombre era de la raza judía, sin embargo, a medida que se fue revelando su naturaleza divina, las autoridades judías le veían más como una amenaza, por poner en entredicho valores cultivados por ellos durante cientos de años, que si bien le daban identidad, al propio tiempo los alejaba de Dios.

He aquí que el Hijo de Dios, vale decir Dios mismo, mediador entre el cielo y los hombres, como el Mesías esperado, se encarna entre ellos y no le reconocieron como tal, porque tenían elaborado un sistema de ideas en torno a Dios, a quien trataban como un ser lejano, pero jamás prepararon su corazón para tratarle como a un hombre, cercano, accesible.

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Jesús se ve obligado por las circunstancias a hablar de si mismo. Ha dado pruebas de que hace las obras del Padre, pero a esta gente nos les basta eso. El Bautista, conocido de ellos, ha dado testimonio de Jesús, pero tampoco es suficiente el testimonio de otro hombre, pese a que Juan es considerado el testigo de la luz, que anticipó la venida del Señor al mundo. Llegaron a pensar que Juan era el Mesías porque bautizaba, sin embargo, el bautismo con agua no se compara con el de ese Enviado de Dios que viene al mundo, quien bautizará con el fuego del Espíritu. Pero ellos no comprendieron.

Lo mismo pasó con el testimonio de Moisés, profeta y líder espiritual, quien les habló del Dios desconocido cuando se le presenta en el desierto en una zarza ardiente como “yo soy El que soy”. Pues tampoco reconocen a Jesús como esa voz del Padre.

Buscaban a Dios y al Mesías cuyos rasgos se les habían borrado, en el lenguaje de las escrituras y confundidos en la maraña de la tradición, y aunque el mismo Padre le revela en las obras que Jesús, tampoco le comprenden. La luz vino a ellos, pero el apagón de sus prejuicios era tan grande que se deslumbraron y no le conocieron. A partir de ese momento Jesús tiene muy claro que la suerte está echada, porque sabe que al no acoger esta gente el testimonio de la verdad, se acerca su muerte como cumplimiento de las escrituras.

Lo mismo pasa hoy con la novedad siempre fresca del evangelio, que no siempre aceptamos porque prevalecen mas las ideas deformadas que el encuentro personal con Jesús. La Cuaresma debería ser un tiempo de conversión. Hemos visto tantas veces hacerse realidad los signos que preanunciaban a Jesús, pero se nos hace difícil aceptar a un Dios humilde, que se hace tan cercano, que pone tan cerca de nosotros la salvación, que tampoco lo comprendemos. Pero aún nos queda el signo de la cruz, que podemos abrazar en este tiempo litúrgico. La cruz en sentido espiritual, pero también la cruz que podemos tocar. Cristo dijo: “El que quiera seguirme, tome su cruz y sígame”. Toma tu cruz, déjate tocar por ella. Allí está Dios esperándote.


Viernes Morado

Lectura del libro de la Sabiduría 2, 1a.12-22 Se dijeron los impíos, razonando equivocadamente: «Acechemos al justo,

que nos resulta fastidioso: se opone a nuestro modo de actuar, nos reprocha las faltas contra la ley y nos reprende contra la educación recibida; presume de conocer a Dios y se llama a sí mismo hijo de Dios. Es un reproche contra nuestros criterios, su sola presencia nos resulta insoportable. Lleva una vida distinta de todos los demás y va por caminos diferentes. Nos considera moneda falsa y nos esquiva como a impuros.

Proclama dichoso el destino de los justos, y presume de tener por padre a Dios. Veamos si es verdad lo que dice, comprobando cómo es su muerte.


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Si el justo es hijo de Dios, él lo auxiliará y lo librará de las manos de sus enemigos. Lo someteremos a ultrajes y torturas, para conocer su temple y comprobar su resistencia. Lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues según dice, Dios lo salvará».

Así discurren, pero se equivocan, pues los ciega su maldad. Desconocen los misterios de Dios, no esperan el premio de la santidad, ni creen en la recompensa de una vida intachable. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 33 , 17-18.19-20.21 y 23R. “El Señor está cerca de los atribulados.”

El Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su recuerdo. Cuando uno grita, el señor lo escucha y lo libra de todas sus angustias. R/.

El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. Aunque el justo sufra muchos males, de todos los libra el Señor. R/.

El cuida de todos sus huesos, ni uno solo se quebrará. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él. R/.

Lectura del Santo Evangelio según san Juan 7, 1-2.10.25-30 En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por

Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las tiendas. Después que sus parientes se hubieron marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas. Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron:

- «¿No es éste el que intentan matar? Pues miren cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene». Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: - «A mí me conocen, y conocen de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese ustedes no lo conocen; yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado». Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora. Palabra del Señor.

Meditación

Ya están armando la trama contra Jesús; lo buscan en Judea para matarle, porque ha ido revelando poco a poco su identidad y su misión; pero él se va escondido, porque allá celebraban la fiesta de las Tiendas o de los Tabernáculos, que anunciaba el final de la cosecha, rememorando los días de precariedad de Israel en el desierto, cuando debían vivir en cabañas provisionales. Era una fiesta de agradecimiento a Dios, porque el destino de todo el año estaba decidido. También el destino de Jesús ya está decidido, por el cielo y por los hombres.

Los discípulos también han abandonado a Jesús, pero a pesar del peligro, él continúa su misión, predicando a las gentes que se sienten atraídas por su mensaje, pero que a la vez cuestionan escandalizados, porque habla de Dios como nadie lo había hecho. Jesús les habla a la

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gente de su origen “saben de donde soy”, es decir, ustedes conocen donde nací, quienes son mis padres y familiares, cual ha sido mi oficio. Sin embargo, no se dirige a ellos por cuenta propia, sino por encargo de Dios, conocido por él pero desconocido para ellos.

Nacer en Nazaret, un pueblecito marginado del gran imperio, no parecía ser un lugar con las condiciones para que de allí surgiese el Mesías, que a oídos de la tradición debía aparecer envuelto en un velo de misterio. Recordemos la discusión aquella entre Natanael y Felipe: ¿“De Nazaret puede salir algo bueno? Jn 7, 52.

Hablar así de Dios supone una afrenta para quienes lo escuchan, precisamente cuando están celebrando una de las tres fiestas más importantes del pueblo judío, y viene este hombre atreviéndose a decir que ellos no conocen a Dios. No solo son ellos del pueblo de Dios, sino que además ese Dios vive en su Templo, tiene entre ellos su morada. ¡Cuánto atrevimiento tiene Jesús!

Por eso se preguntan por qué no lo apresan. La guardia que custodiaba el Templo estaba avisada, pero no se sentían completamente seguros de llevar a cabo el apresamiento. Ellos no podían comprenderlo, pero es que no había llegado su hora, porque no era decisión puramente humana. El es quien la escoge, como desde antiguo lo había predicho Malaquías 3, 1: “Entrará en el santuario el Señor que buscan”.

La discusión se centraba, entonces, en que Jesús se definía como “Enviado de Dios”. Hoy en día se discute acerca de otros enviados. Así como Jesús resaltaba su semejanza con el Padre que lo envió, todo aquel que se hace llamar seguidor de Cristo, debe sentirse, actuar, pensar y ser un enviado. Cristo es la revelación última, la Palabra definitiva del Padre que lo envió. Palabra, doctrina, Evangelio, tienen la misma misión. En el presente, cada enviado tiene la misión de comunicarlas a los hombres. Pero debe hacerlo dando testimonio, es decir, que no haya contradicción entre esa Palabra y su vida. ¿Te consideras Enviado?


Sábado Morado

Lectura del libro del profeta Jeremías 11, 18-20 : El Señor me instruyó y comprendí, me explicó lo que hacían, yo

como cordero manso, llevado al matadero, no sabía los planes homicidas que contra mi planeaban. “¡Destruyamos el árbol cuando aún tiene savia; ¡arranquémoslo de la tierra vital, que su nombre no se pronuncie más!”

Pero tú, Señor de los ejércitos, juzgas rectamente, pruebas las entrañas y el corazón; veré mi venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa. Señor Dios Mío. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 7, 2-3.9bc-10. 11 -12R/ “Señor, Dios Mío, a ti me acojo.”

Señor, Dios mío, a ti me acojo, líbrame de mis perseguidores y sálvame; que no me atrapen como leones, y me desgarren sin remedio. R/.


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Júzgame, Señor, según mi justicia, según la inocencia que hay en mí. Cese la maldad de los culpables; y apoya tu al inocente, tú que sondeas el corazón y las entrañas, tú, el Dios justo. R/.

Mi escudo es Dios, que salva a los rectos de corazón. Dios es juez justo, Dios amenaza cada día. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 7,40-53En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos

de Jesús, decían: «Este es de verdad el profeta». Otros decían:- «Este es el Mesías». Pero otros decían: «¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?». Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.

Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron:

«¿Por qué no lo han traído?» Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie así.». Los fariseos les replicaron: - «¿También ustedes se han dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos». Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: «¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?». Ellos le replicaron:

«¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas». Y se volvieron cada uno a su casa. Palabra del Señor.

Meditación

A diferencia de las lecturas de días anteriores, en este pasaje no aparecen palabras en boca del propio Cristo, sino de otros, refiriéndose a él, con opiniones divididas como en un gran foro de discusión, en el que cada quien emite su parecer. Parece un diálogo de sordos en el que únicamente los dirigentes judíos unifican criterios, pero los demás que discuten no se ponen de acuerdo y cada uno se va para su casa con su idea.

Mientras unos lo llamaban profeta, otros le daban el titulo mesiánico de él Cristo, en oposición a quienes dudaban de esa afirmación, porque Cristo debía ser descendiente de David en Belén, no de Nazaret; en fin, un debate confuso sobre Jesús, que sigue siendo la figura más discutida de la historia y, con razón, resulta inagotable porque no ha dejado de ser una interrogante. Y pese a todo, seguían escuchándole, porque Jesús a nadie deja indiferente. Por la gran cantidad de público que le seguía para escucharle, las autoridades no se atrevían a apresarle. Aunque sus palabras causaran discusiones, las opiniones estaban muy divididas, pero una mayoría se inclinaba a favor de su mensaje. Acaso por eso, los fariseos se refirieron a la muchedumbre como unos malditos.

Incluso Nicodemo, uno de ellos, quien movido a inquietud sostuvo un dialogo con Jesús, se atreve a sugerir que no se le persiga sin antes escucharlo. Su actitud cambió a partir de sostener ese encuentro con

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Jesús. Y los policías enviados a detenerle justificaban su prudencia exclamando: Jamás otro hombre ha hablado como él. También ellos quedaron impactados y experimentaron un cambio después de escucharle.

En la sociedad contemporánea también hay un diálogo de sordos en torno a Jesús, en el que quienes se dicen seguidores suyo no terminan de ponerse de acuerdo y no permiten que se escuche la voz del Señor. Es el escándalo de nuestro tiempo. Cada vez surgen más iglesias tratando de subir la voz a un tono más alto que los demás, causando mayor confusión en el escándalo, con las teorías más extrañas acerca del Hijo de Dios.

En la discusión se confrontan las ideas de unos y otros, pero la realidad seria completamente diferente, si en vez de discutir todos ellos acerca de Jesús, hablaran entre ellos con Jesús y como Jesús, decidiesen escucharle a El, que es la Palabra de vida eterna del Padre.

En lo que resta de la Cuaresma, una penitencia podría consistir en el ejercicio de sostener un diálogo sobre Cristo, con alguna persona conocida que pertenezca a otra corriente del cristianismo diferente de la nuestra -por supuesto, que califique como interlocutor válido, sin posiciones intransigentes ni extremistas-, para escuchar sin reacción su testimonio de cuánto ha cambiado su vida a partir del encuentro con el Señor. El criterio de ese diálogo -no discusión- debe ser testimoniar lo que nos une dejando de lado lo que nos separa. Y entre ambos interlocutores, elevar una petición de unidad corta a Dios.

18 Domingo V de Cuaresma

Primera Semana Liturgia de las Horas Morado57º Aniversario de la Ordenación Presbiteral de Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, Arzobispo Emérito de Santo Domingo

y Mons. Jesús María de Jesús Moya, Obispo Emérito de San Francisco de Macorís

Aprendamos a obedecer al Padre con responsabilidad como Jesús

Algunas orientaciones para esta celebración: Resaltar el lema del día/ se puede presentar una Cruz, como signo de la nueva y definitiva alianza del nuevo pacto que Dios ha hecho con toda la humanidad, a través de la muerte y resurrección/ se puede presentar una semilla con tierra simbolizando la semilla que al morir produce frutos /recordar el lema del mes “Asumió la condición humana”Fil.2,7) con su valor responsabilidad. Se pueden presentar hijos obedientes con sus padres o a personas de la comunidad que han demostrado obediencia al Señor y responsabilidad en su misión.

Monición de entrada Con la alegría de los hijos e hijas de Dios, nos congregamos como iglesia,

hoy Quinto Domingo de Cuaresma, para participar de la Eucaristía fuente de comunión y Misterio de nuestra fe, para prepararnos a vivir con intensidad el Misterio Pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.


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Jesús, por amor a nosotros asumió la condición humana, con lágrimas y sufrimientos cumple la voluntad del padre. Como el grano de trigo, la muerte de Cristo lo convierte en esa semilla que al morir da el fruto de la nueva y eterna alianza con toda la humanidad. El dio su vida por nosotros y Dios, su Padre, le glorifica con la resurrección.

Recordemos que en este Quinto Domingo de Cuaresma la Iglesia peregrina en la República Dominicana, nos invita a la generosidad y colaborar para ayudar a nuestros hermanos y hermanas que necesitan más de nosotros mediante la “Colecta del Sacrificio”.

Oremos, para que esta Eucaristía nos de la fortaleza que necesitamos para ser obedientes hasta la cruz, haciendo en todo su voluntad y entregándonos hasta morir al pecado y a nosotros mismos. Iniciemos nuestra celebración, cantando a Jesucristo que llega en la persona del que preside.

Oración ColectaTe rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos ayude, para que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura: Jeremías 31,31-34La Primera lectura, nos anuncia el nuevo pacto de Dios con su pueblo. Es

en Jesús que se cumple esta promesa y es El que asumiendo la condición humana sella esa alianza de amor y perdón. Escuchemos.

Lectura del libro de Jeremías 31, 31-34«Miren que llegan días —oráculo del Señor—en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva.

No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor —oráculo del Seño—.

Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días —oráculo del Señor—: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: “Reconoce al Señor”.

Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande—oráculo del Señor—, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados».Palabra de Dios.

Salmo responsorial: 50, 3-4, 12-13. 14-15 R. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.

Devuélveme la alegría de tu salvación afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. R/.

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Segunda Lectura: Hebreos 5,7-9 Cristo, sufriendo aprendió a ser obediente a la voluntad del Padre y con

amor, responsabilidad y fidelidad no se negó al sufrimiento para regalarnos la salvación. Aprendamos a obedecer aceptando con amor y responsabilidad la misión que nos encomienda el Padre. Escuchemos

Lectura de la carta a los Hebreos 5, 7-9

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado.

Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna. Palabra de Dios.

Aleluya Jn 12, 26El que quiera servirme, que me siga —dice el Señor—, y donde esté

yo, allí también estará mi servidor.

Evangelio: Juan 12,20-33 Jesús reconoce que ha llegado la hora de morir, y como sabía que sobre

El estaba la responsabilidad de rescatar la humanidad caída, obedeció aceptando morir para dar el fruto de nuestra salvación. Ahora nos toca a nosotros sus seguidores la responsabilidad de obedecer, prefiriendo la gloria del Padre y no la de los hombres. Aclamemos de pie y cantando a Jesucristo quien nos hablará.

Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 20-33

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: —«Señor, quisiéramos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.

Jesús les contestó: —«Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.

Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre». Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado y volveré a glorificarlo». La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.

Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por ustedes. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí». Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir. Palabra del Señor.


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Oración de los FielesEl que preside: Presentemos al Padre que prefirió entregar a su Hijo para

salvarnos diciendo: Padre, enséñanos a obedecerte como Jesús.Por la Iglesia universal: Por el Papa Francisco, los obispos, Sacerdotes,

Diáconos, Religiosos y Religiosas, para que a ejemplo de Cristo, aun con lágrimas y gritos asumamos el valor de la responsabilidad de atraer a todos hacia El. Oremos.

Por los gobernantes de las Naciones, los que legislan y administran justica, para que obedezcan a Dios y así sean defensores de la vida en todas sus manifestaciones y busquen con verdadera responsabilidad el bien de todos. Oremos.

Por todos los que sufren a causa de la violencia, el hambre, el odio, el desplazamiento y la injusticia para que su sufrimiento despierte nuestros corazones y nos conduzca a la solidaridad. Oremo.

Por todos nosotros, para que en estos días de Cuaresma expresemos nuestra sincera conversión en el Sacramento de la Reconciliación. Oremos.

Por nuestros queridos, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez y Monseñor Jesús Moya al celebrar sus 57 años de vida y ministerio sacerdotal, para que fortalecidos por el Señor sigan testimoniando a Jesucristo entre nosotros y surjan las vocaciones sacerdotales y religiosas que necesitamos. Oremos.

Por todos aquellos que dan la vida, e incluso la pierden, por amor a los demás para que sean, como Cristo, el grano de trigo que cae en la tierra para dar muchos frutos. Oremos.

El que preside: Acoge Padre nuestras peticiones y danos la gracia de obedecerte aún con lágrimas y sangre. Haznos capaces de perder nuestro yo y nuestros intereses para entregarnos a Ti y a los demás. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendasEscúchanos, Dios todopoderoso, tú que nos has iniciado en la fe cristiana,

y purifícanos por la acción de este sacrificio. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la comuniónTe pedimos, Dios todopoderoso, que nos cuentes siempre entre los

miembros de Cristo, cuyo Cuerpo y Sangre hemos comulgado. Por Jesucristo nuestro Señor.

19 Solemnidad: San José, Esposo de la Virgen María

Lunes Blanco

5º Aniversario del Inicio del Ministerio del Papa Francisco

Lectura del segundo libro de Samuel 7,4-5a.12-14a.16 En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: “Ve y dile

a mi siervo David: “Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que

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saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre.” Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 88, 2-3.4-5.17 y 29R “Su linaje será perpetuo”

Cantaré eternamente las misericordias del Señor, / anunciaré tu fidelidad por todas las edades. / Porque dije: “Tu misericordia es un edificio eterno, / más que el cielo has afianzado tu fidelidad.” R/.

Sellé una alianza con mi elegido, / jurando a David, mi siervo: / “Te fundaré un linaje perpetuo, / edificaré tu trono para todas las edades.” R/.

Él me invocará: «Tú eres mi padre, / mi Dios, mi Roca salvadora.» / Le mantendré eternamente mi favor, / y mi alianza con él será estable. R/.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 4,13.16-18.22 Hermanos: No fue la observancia de la Ley sino la justificación obtenida por

la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: “Te hago padre de muchos pueblos.”

Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: “Así será tu descendencia.” Por lo cual le valió la justificación. Palabra de Dios.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 1,16.18-21.24ª Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús,

llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: “José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.” Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor. Palabra del Señor.

Meditación

La genealogía de Jesucristo introduce el pasaje del anuncio del ángel, para destacar que José era el esposo de María y dejar fuera de plano que era el padre de Jesús. Porque, aunque María estaba comprometida con él, es


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decir que habían establecido una especie de pre-contrato matrimonial serio, no se había celebrado todavía la ceremonia de la boda, que de acuerdo a la ley judía, permitía que vivieran en intimidad, juntos en la misma casa.

Entonces ocurre el anuncio del ángel a María, ocurriendo la intervención sobrenatural del Espíritu Santo que la deja encinta de Jesús, pidiéndole no acuñar el temor y surge el dilema de José, con su idea de romper el pre-contrato nupcial, devolviéndola a casa de sus padres, pero sin llamar la atención, porque de hacerlo, María debía ser muerta a pedradas.

Otra aparición del ángel, esta vez a José que estaba debatiéndose en la duda de qué y cómo hacer, le devuelve la tranquilidad al hombre porque le aclara las cosas, revelándole que María concibe en sus entrañas al salvador del mundo y su misión en lo adelante será protegerlo.

En ambos casos, en el prodigio de humildad de María que le hace dar el “si” que cambia radicalmente el rumbo que llevaba la historia de la humanidad, y la docilidad de José, que se abandona sin cuestionar a la voluntad del Padre, triunfó la fe sobre la razón humana.

El mensajero de Dios le dice a María “no temas” y a José “no dudes”. José demostró en su papel de padre de crianza de Jesús, que Dios no se equivoca y que la fe, la respuesta eficaz al amor de Dios, comienza en donde termina la certeza de la razón, porque su fe consistió en este caso en “ver” con los oídos y escuchar con el corazón.

De no haber sido José receptivo al llamado del Señor a través de su mensajero celestial, la historia tendría otro desenlace. Hoy veneramos la memoria de San José porque hizo honor a su nombre, que significa justo en plenitud. Por ser justo en plenitud supo convertirse en el guardián de la Sagrada Familia, porque como dicen las escrituras, Jesús creció sano y fuerte en un hogar ejemplar. Cuando hubo de resguardarlo del rey Herodes, huyendo a Egipto, también lo protegió. La Cuaresma nos ofrece, como ningún otro tiempo litúrgico, la ocasión de participar en retiros, momentos de adoración, actos litúrgicos o encuentros, para escuchar con el corazón y ver con los oídos como lo hizo San José.

Si escuchas en tu corazón la voz del Señor, que te pide lo que parece improbable, no temas y no dudes en acogerla porque El es el Dios de lo imposible. Piensa bien, ¿Qué te pide el susurro de la voz de Dios en tu corazón?


Martes Morado

Lectura del libro de los Números 21,4-9En aquellos días, desde el monte Hor se encaminaron los hebreos hacia

el mar Rojo, rodeando el territorio de Edom. El pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: “¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.”

El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:

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“Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.”

Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: “Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla.” Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 101, 2-3.16-18.19-21R/. Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti

Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti; no me escondas tu rostro el día de la desgracia. Inclina tu oído hacia mí; cuando te invoco, escúchame en seguida. R/.

Los gentiles temerán tu nombre, los reyes del mundo, tu gloria. Cuando el Señor reconstruya Sión y aparezca en su gloria, y se vuelva a las súplicas de los indefensos, y no desprecie sus peticiones. R/.

Quede esto escrito para la generación futura, y el pueblo que será creado alabará al Señor. Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario, desde el cielo se ha fijado en la tierra, para escuchar los gemidos de los cautivos y librar a los condenados a muerte. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 8,21-30En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: “Yo me voy y me buscarán y

morirán por su pecado. Donde yo voy no podrán venir ustedes.” Y los judíos comentaban: “¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde yo voy no podrán venir ustedes”?”

Y él continuaba: “Ustedes son de aquí abajo, yo soy de allá arriba: ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón les he dicho que morirán por sus pecados: pues, si no creen que yo soy, morirán por sus pecados.” Ellos le decían: “¿Quién eres tú?”

Jesús les contestó: “Ante todo, eso mismo que les estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en ustedes; pero el que me envió es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él.” Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: “Cuando levanten al Hijo del hombre, sabrán que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada.” Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él. Palabra del Señor.

Meditación Los fariseos quieren asegurarse de quién es Jesús, aunque se han ido

dando cuenta poco a poco y lo presienten, pero admitir que se trata del Mesías esperado significa trastornar todo su orden de cosas, y además sufrir la vergüenza de que uno que no pertenece a los poderosos de Israel, a los cuales ellos pertenecían, les hiciera perder sus privilegios.

Jesús insiste en que su muerte les revelará la verdad sobre su condición divina y les anuncia su partida adonde ellos no pueden ir, lo que les hace


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pensar en un posible suicidio. Como ellos no conocían el horizonte abierto de la Gracia, vivían sin abrir su corazón a Dios, aunque participaban de los rituales en el templo, daban ofrendas escrupulosamente contadas para su mantenimiento y ayunaban, pero no podían entender el mensaje de salvación. No aceptaban un concepto de pecado que afectara sus intereses materiales.

Adoptaban una fe eminentemente ritual, memorística, superficial, basada en leyes y normas, pero que no calaba profundo en el corazón, mientras que el hombre de Nazaret rompe con esos esquemas promoviendo una identificación con Dios basada en una relación en que Dios es su Padre y él es el Hijo. Al decir Jesús “cuando levanten al Hijo del hombre”, a ellos se les ocurre pensar que se trata literalmente de subir, mientras que Jesús se refiere a la cruz y a la glorificación o exaltación. Para entender el mensaje de Jesús, hoy como ayer, se hace imprescindible asumir con Dios un dialogo permanente, en todo momento y lugar, que se hace posible en la oración, es decir, la interiorización del amor de Dios en nuestras vidas. Vivir hacia adentro nos dará esa visión de profundidad que nos permite un dialogo de tú a tú con el Señor como entre padre e hijo.

Vivir al estilo de Jesús: sobrio, sin ambigüedades, practicando el bien a los demás y, en comunión con todos, vivir por Dios, con Dios y para Dios. De seguro que ya has adoptado parte de esta manera de vivir, pero cada día es una oportunidad de ser mejores y cada Cuaresma podemos subir un poco más a ese lugar elevado de que habla Jesús.

Dicen que desde lo alto de la cruz se ve el cielo, por eso al ladrón al que Cristo le prometió el Paraíso, no se le hizo difícil verlo. Por supuesto, que las críticas vendrán de parte de los fariseos de hoy, nadie dijo que es fácil. Pero los sacrificios que te llevan a Dios, a veces, son difíciles.


Miércoles Morado Lectura de la profecía de Daniel 3,14-20.91-92.95

En aquellos días, el rey Nabucodonosor dijo: «¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abdénago, que no respetan a mis dioses ni adoran la estatua de oro que he erigido? Miren si al oír tocar la trompa, la flauta, la citara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, están dispuestos a postrarse adorando la estatua que he hecho, háganlo; pero, si no la adoran, serán arrojados al punto al horno encendido, y ¿qué dios los librará de mis manos?»

Sidrac, Misac y Abdénago contestaron: «Majestad, a eso no tenemos por qué responder. El Dios a quien veneramos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos. Y aunque no lo haga, conste, majestad, que no veneramos a tus dioses ni adoramos la estatua de oro que has erigido.»

Nabucodonosor, furioso contra Sidrac, Misac y Abdénago, y con el rostro desencajado por la rabia, mandó encender el horno siete veces más fuerte que de costumbre, y ordenó a sus soldados más robustos que atasen a Sidrac, Misac y Abdénago y los echasen en el horno encendido.

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El rey los oyó cantar himnos; extrañado, se levantó y, al verlos vivos, preguntó, estupefacto, a sus consejeros: «¿No eran tres los hombres que atamos y echamos al horno?» Le respondieron: «Así es, majestad.»

Preguntó: «¿Entonces, cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el horno sin sufrir nada? Y el cuarto parece un ser divino.»

Nabucodonosor entonces dijo: «Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a sus siervos que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y prefirieron arrostrar el fuego antes que venerar y adorar otros dioses que el suyo.» Palabra de Dios

Salmo Responsorial: Dn 3, 52.53.54.55.56.R/. A ti gloria y alabanza por los siglos

Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres, bendito tu nombre santo y glorioso, a el gloria y alabanza por los siglos. R/.

Bendito eres en el templo de tu santa gloria. A ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres sobre el trono de tu reino. R/.

Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas los abismos. A ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en la bóveda del cielo. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 8,31-42En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si se

mantienen en mi palabra, serán de verdad discípulos míos; conocerán la verdad, y la verdad les hará libres.» Le replicaron: «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “serán libres”?»

Jesús les contestó: «Les aseguro que quien comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo los hace libres, serán realmente libres. Ya sé que son linaje de Abrahán; sin embargo, tratan de matarme, porque no dan cabida a mis palabras. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero ustedes hacen lo que le han oído a su padre.» Ellos replicaron: «Nuestro padre es Abrahán.»

Jesús les dijo: «Si fueran hijos de Abrahán, harían lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratan de matarme a mí, que les he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Ustedes hacen lo que hace su padre.» Le replicaron: «Nosotros no somos hijos de prostitutas; tenemos un solo padre: Dios.» Jesús les contestó: «Si Dios fuera su padre, me amarían, porque yo salí de Dios, y aquí estoy. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió.» Palabra del Señor.

Meditación

No todos los judíos rechazaban el mensaje de Jesús y Juan continuaba desglosando el diálogo entre Jesús y los judíos que son seguidores suyos. La lógica del evangelista es como dar vueltas en torno a un eje para ir profundizando cada vez más. El eje sobre el que gira el mensaje de Jesús en el presente caso es de ser libres en Dios.

Jesús que es reflejo fiel del Padre, afirma ser el camino, la verdad y la vida. La verdad quiere decir en el lenguaje de Juan, conocimiento cercano e íntimo de


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Dios. Dios es la causa sin causa de todas las causas y principio sin principio de todos los principios. Únicamente siendo fieles a su palabra podemos ser libres, librarnos de las limitaciones y ataduras que esconden la verdadera realidad.

Los fariseos, por no poner interés a Jesús, tienen un conocimiento limitado y estrecho de la realidad, porque rechazan al Verbo de Dios, por quien todo ha sido creado. Por eso, por la oscuridad que nubla su entendimiento, es que le buscan para matarle. Son esclavos del pecado.

Sin embargo, los judíos que siguen a Jesús insisten en declararse libres por Abrahán, a lo que él les reprocha que si se consideran hijos de Abrahám, deben hacer las obras de Abrahám, quien respondió a la llamada de Dios y le obedeció en todo, aun en aquella ocasión en que el Señor le ordena sacrificar a su hijo Isaac. El prepara el altar de sacrificio y ya a punto de sacrificar al muchacho, Dios le detiene. Así pues, si Abrahán fue fiel a Dios hasta el último momento, se espera también que los hijos de Abrahám hagan lo mismo. Precisamente, tener fe es creer y Abrahán es el padre de los creyentes. Por esa razón Jesús se declara hijo de Abraham, porque Jesús es el hijo de la promesa del que habló Abraham, quien supo ponerse en marcha siguiendo la voz de Dios; florecer teniendo un hijo siendo muy viejo y hacer florecer en el seco desierto un pueblo tan numeroso como las estrellas del cielo. Por su fe, porque solo la fe da vida.

Una de las razones por las que los judíos seguidores de Jesús rechazaban sus enseñanzas, es porque le escuchan a través de sus antiguas tradiciones, que tienen valor, pero no pueden sustituir a la Palabra viva de Dios que es Jesús. Nosotros también estamos llamados a ser hijos de Abraham. La verdad debe hacernos libres, a diferencia de aquellos judíos, no como la sociedad que fabrica esclavos que se creen libres. Esclavos de las bebidas, del sexo desenfrenado, del juego, del internet y las redes sociales, del consumismo, de la indiferencia del dolor de los demás, pero la publicidad lo justifica a través de todos los medios posibles y lo hace ver como actitudes normales e incluso tildan de anormal al que no sigue ese modelo de comportamiento. Solo el que escucha la voz de Dios en su conciencia y le es fiel, no cae en el gancho. ¿Eres libre?


Jueves Morado

Lectura del libro del Génesis 17, 3-9 En aquellos días, Abrán cayó de bruces y Dios le dijo: “Mira este es mi

pacto contigo: serás padre de muchedumbre de pueblos. No te llamarás ya Abrán, sino Abrahán, porque te hago padre de muchedumbre. Te haré crecer sin medida, sacando pueblos de ti y reyes nacerán de ti. Cumpliré mi pacto contigo y tu descendencia en futuras generaciones, como pacto perpetuo. Seré tu Dios y el de tus descendientes futuros. Les daré a ti y a tus descendientes futuros la tierra en que peregrinas, como posesión perpetua; y seré su Dios”. Dios añadió a Abrahán: “Guardarás mi alianza, tú y tus descendientes, por siempre.” Palabra de Dios

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Salmo Responsorial: 104, 4-5-6,7.8-9 “El Señor se acuerda de su alianza eternamente.”

Recurran al Señor y a su poder, busquen continuamente su rostro. Recuerden las maravillas que hizo, sus prodigios, las sentencias de su boca. R/.

Estirpe de Abrahán, su siervo, hijos de Jacob, su elegido: el Señor es nuestro Dios, el gobierna toda la tierra. R/.

Se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones; de la alianza sellada con Abrahán, del juramento hecho a Isaac. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 51-59 En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Les aseguro: quien guarda mi

palabra no sabrá lo que es morir para siempre». Los judíos le dijeron: «Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: “Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para siempre”? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?».

Jesús contestó: - «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien ustedes dicen: “Es nuestro Dios”, aunque no lo conocen. Yo sí lo conozco, y si dijera: “No lo conozco” sería, como ustedes, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, su padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría». Los judíos le dijeron: - «No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?» Jesús les dijo: «: Les aseguro que antes que naciera Abrahán existo yo. » Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo. Palabra del Señor.

Meditación

Podemos ver en esta lectura, cómo Jesús va elevando el tono y profundizando su revelación en la controversia con los fariseos, cuando dice: el que guarda mi Palabra no verá la muerte jamás. Esa afirmación es razón suficiente para que lo crean un loco. Hasta ese momento, los doctores de la Ley han logrado contenerse, soportando de él cada afirmación. No verá la muerte significa en este caso, que, si cree en su Palabra, aunque haya muerto vivirá, pero estos judíos lo toman en sentido muy literal, la palabra por la palabra, y piensan que habla de la muerte física.

Pero lo que les resulta inconcebible es que Jesús les diga que ellos no conocen a Dios. Precisamente a ellos, que se conocen las Escrituras palmo a palmo, que podían citar de memoria cualquier pasaje, que conocían una por una las leyes y las guardaban. Hasta ahí llega su paciencia.

Pero Jesús va más allá, cuando les dice que hasta su padre Abraham quería ver su día, que lo vio y se regocijó. ¿Cómo es eso, si Abraham murió mucho antes de Jesús nacer? La posible explicación la encontramos en Génesis 24, en que Dios le concede a Abrahán una visión profética del futuro, lo mismo que le permitió a Moisés y a otros profetas.

Aquello ya es el colmo para ellos, escuchar que Jesús se sitúa en un plano superior al del patriarca, y les dice: Antes de Abrahán ser, yo soy.


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Entonces los fariseos cogen piedras para tirárselas, y el huye de la entrada del Templo y se esconde en el monte. Si recordamos el encuentro de Moisés con la zarza ardiente, cuando este trata de establecer la identidad del Dios que se esconde tras ese milagro, El le responde eso mismo: Yo soy, una confirmación más de la eternidad del hijo de Dios: por quien todo fue hecho, que es el mismo ayer, hoy y siempre, por eso lo proclamamos en el Credo, inspirado en Colosenses 1, 16 y en Hebreos 11, 13, porque todas las cosas fueron creadas por medio de él y para él.

Esta controversia con los judíos seguidores de Abraham debe servirnos de lección a nosotros también hoy. Podemos hablar de seguir a Cristo, leer la Palabra con frecuencia, ir a misa, rezar, guardar las fiestas, cumplir con todo eso, que es importantísimo, pero lo es únicamente cuando la Palabra se ha hecho carne y sangre con nosotros, penetrando a nuestro corazón y a nuestra conciencia. Cristo es la Palabra que nos conduce hasta Dios, es el Verbo, la segunda Persona de la Trinidad, preexistente a todo lo que existe, de quien dijo Juan Bautista que vino de Él pero era antes de Él.

Tenemos el privilegio de ser escuchados por Jesús, por eso en estos días vamos a dedicarnos más profundamente a la intimidad con Dios, tan cercano, que hasta lo podemos tocar. Jesús está aquí, entre nosotros y la Cuaresma nos ofrece grandes momentos para acompañarle en su Pasión, que padeció por nosotros.


Viernes Morado Lectura del libro del profeta Jeremías 20, 10-13

Oía el cuchicheo de la gente: «“Pavor-en-torno”, delátenlo, vamos a delatarlo». Mis amigos acechaban mi traspiés: «A ver si se deja seducir y lo violaremos, lo cogeremos y nos vengaremos de él .» Pero el Señor está conmigo, como fuerte soldado: mis enemigos tropezarán y no podrán conmigo. Se avergonzarán de su fracaso, con sonrojo eterno que no se olvidará.

Señor de los ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo íntimo del corazón, ¡que yo vea la venganza que tomas de ellos, porque a ti te encomendé mi causa! Canten al Señor, alaben al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los impíos. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 17,2-3ª.3bc-4.5-6.7 R/ “En el peligro invoqué al Señor y me escuchó.”

Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza, Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoco al Señor de mi alabanza. y quedo libre de mis enemigos. R/.

Me cercaban olas mortales, torrentes destructores me aterraban, me envolvían las redes del abismo, me alcanzaban los lazos de la muerte. R/.

En el peligro invoqué al Señor, grité a mi Dios: desde su templo él escuchó mi voz, y mi grito llegó a sus oídos. R/.

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Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 31-42 En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.

El les replicó: «Les he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedrean?». Los judíos le contestaron: - «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios». Jesús les replicó: «¿No está escrito en su ley: “Yo les digo: son dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede faltar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿dicen ustedes:” que blasfema porque dice que es Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean, pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que comprendan y sepan que el Padre está en mí, y yo en el Padre».

Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.

Muchos acudieron a él y decían: Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: «Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad». Y muchos creyeron en él allí. Palabra del Señor.

Meditación

En esta página del Evangelio de Juan, la situación de tensión entre Jesús y los judíos llega a un punto muy alto. Imaginemos a los apóstoles que han huido por el miedo a los fariseos. Jesús está solo frente a una multitud que lo escucha con fascinación, pero también con temor. Este hombre no habla mucho, tan solo responde a las interrogantes de los hombres de letras, grandes conocedores de las Escrituras que han ido apilando piedras amenazadoramente. Sin embargo, cada palabra y cada gesto entre una afirmación y otra no encuentran manera de contradecirlas.

“He hecho muchas obras buenas…” Ciertamente, durante su ministerio terrenal Jesús solo hizo el bien, sanó enfermos, como era su costumbre asistió a cada celebración en el Templo y leyó para la comunidad las escrituras, cuando apenas salía de la niñez se fue escondido de sus padres y dio una catequesis a los sabios, acompañó en su dolor a sus amigos, rió y lloró con ellos, resucitó muertos, exorcizó endemoniados. Paramos la lista, porque dicen las propias Escrituras que de escribirse todo lo que hizo, esos libros no cabrían en las bibliotecas. ¿Por cuál de sus obras querían apedrearlo?

Jesús se revela en sus obras, como el árbol se conoce por sus frutos. “…porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios», responden sus acusadores. Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, aunque a mí no me crean, crean por las obras. ¿Tan difícil se les hacía a ellos descubrir, por sus prejuicios, la grandeza de la unión entre Dios y Jesús a través de sus obras? y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre».


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Faltan pocos días en esta Cuaresma, para que nos rindamos a la evidencia de que Jesús es Dios mismo, es el Mesías que ellos se negaban a reconocer. Lo que a unos alumbra a otros deslumbra. Solo la luz de la fe puede llevarnos a la convicción, definitiva y definitoria en nuestras vidas, de que Dios se hizo hombre por nosotros. Jesús es la humanidad de Dios que vino a dar su vida para que podamos divinizarnos, que podamos llegar a Dios.

La manera de lograrlo es entrando en una relación personal con Cristo, convirtiendo la oración en la manera privilegiada de entrar en un dialogo permanente con El, buscando espacios de silencio con las Escrituras, viviendo en comunión en tu comunidad. Procurando la inspiración del Espíritu Santo, por cuya intervención Dios no te deja solo. Dios, que te creó sin ti, no te puede salvar sin ti. Entonces depende de ti.

24 Solemnidad: La Anunciación del Señor

Sábado Azul o Blanco

Lectura del Profeta Isaías 7,10-14; 8,10 En aquel tiempo, el Señor habló a Acaz: “Pide una señal al Señor, tu Dios:

en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.” Respondió Acaz: “No la pido, no quiero tentar al Señor.” Entonces dijo Dios: “Escucha, casa de David: ¿No les basta cansar a los hombres, que cansan incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, les dará una señal: Miren, la virgen está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 39,7-8ª.8b-9.10.11R”Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, / y, en cambio, me abriste el oído; / no pides sacrificio expiatorio, / entonces yo digo: “Aquí estoy.” R/.

“-Como está escrito en mi libro- / para hacer tu voluntad.” / Dios mío, lo quiero, / y llevo tu ley en las entrañas. R/.

He proclamado tu salvación / ante la gran asamblea; / no he cerrado los labios: / Señor, tú lo sabes. R/.

No me he guardado en el pecho tu defensa, / he contado tu fidelidad y tu salvación, / no he negado tu misericordia y tu lealtad / ante la gran asamblea. R/.

Lectura de la carta a los Hebreos 10,4-10 Hermanos: Es imposible que la sangre de los toros y de los machos

cabríos quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: “Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.”

Primero dice: “No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias”, que se ofrecen según la Ley. Después añade: “Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.” Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre. Palabra de Dios

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Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1,26-38 A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de

Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.

El ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.” Y María dijo al ángel: “¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?”

El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.” María contestó: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.” Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.

Meditación

¡Si, hágase! Con esta respuesta tan corta entra Dios a la historia de la humanidad, a tu historia y a la de todos. Y ya no es sólo historia, es historia de salvación. La respuesta dócil de María no es un permiso a Dios, sino una rendición absoluta a su divina voluntad. Inaugura el cumplimiento de la promesa. De esa manera une al cielo con la tierra. Encarna al Verbo y con ello hace visible la Trinidad a los hombres, haciendo que en Jesús habite corporalmente la plenitud divina. Actualiza la alianza de Dios con el género humano. Redime el pecado de Eva, por quien entró la perdición al mundo, entrando ahora por ella la salvación. El ¡Si, hágase! de María, por su prodigiosa humildad la convierte en luz celestial que refleja sin sombras, sin mancha, el amor de Dios.

El anuncio del Ángel para una mujer en una sociedad como aquella, machista, patriarcal y misógina (que no confiaba en las mujeres y las desprecia), fue profundamente conturbador, pero la muchacha virgen confió, hondamente impresionada, asustada, pero sin asomo de dudas, en El Señor. No opone resistencia al poder de la Gracia. Aunque no comprende bien el significado y el alcance de la oferta de Dios, y no alcanza a ver sus consecuencias, responde ¡Si, hágase! Porque ninguna cosa es imposible para Dios. ¡Si, hágase! Es una respuesta de fe, comparable a probar la profundidad de un rio caudaloso metiendo los dos pies en el agua.

Hoy, celebramos la solemnidad de la anunciación del Señor en la víspera del inicio de la Pasión de Jesús y antes de ponernos en marcha con él al Gólgota, echamos un vistazo atrás al inicio de esta aventura celestial. Hemos compartido la Revelación del Hijo de Dios, reflexionando en torno a su itinerario. Apreciamos los rasgos admirables de este hombre y ahora debemos concluir en que fueron forjados por María. Ella no solo le dio el ser, sino que además fue su formadora.


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María es maestra de sutilezas, por eso Jesús sabia hablar en parábolas, exponiendo las más grandes verdades de manera sencilla y comprensible para cualquiera. Igual que María confió en la más extraordinaria de las propuestas, sabemos que Jesús aprendió de ella a confiar en su Padre: “Hágase tu voluntad, no la mía”. Que sea esta una lección inolvidable para nosotros, que lo sea también para ti: No hay límites para el Dios de lo imposible. Si aprendes a confiar en Dios a estilo de Jesús y a responderle al modo de María, descubrirás que imposible es tan solo una palabra.

Dios espera de ti la respuesta inaudita para que puedas lograr lo insólito. Procura en esta Semana Santa pasar momentos a solas con Dios, por si El habla, lo escuches con claridad y sepas que no habla a otro que a ti. Y si te habla, da una respuesta de fe.

25 Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

II Semana Liturgia de las Horas RojoDía de Renovación del Compromiso de los Sectores.

53º Aniversario de la Ordenación Presbiteral de Mons. Rafael Leónidas Felipe Núñez, y Mons. Fabio Mamerto Rivas Santos,

Obispos Eméritos de Barahona

Proclamemos responsablemente con palabras que Jesucristo es el Señor

Algunas orientaciones para la Celebración: Se adorna el Templo con abundantes Ramos /Todos los sectores saldrán para reunirse en un lugar previamente preparado para el inicio y la bendición de los Ramos /preparan letreros de los sectores para la procesión /Se preparara todo lo de la liturgia: los lectores que van a proclamar /Equipo de sonido, el coro prepara cantos adecuados / la procesión: agua bendita, la Cruz, incienso /Organizar bien la procesión hacia la Parroquia donde se llegará aclamando ¡Hosanna en el cielo!

Monición de EntradaBuenos días hermanos y hermanas sean bienvenidos a la solemne

celebración del Domingo de Ramos y de esta manera iniciamos la semana Santa, que nos conduce a la Gran fiesta de la Pascua. Jesús, habiendo asumido la condición humana es condenado a muerte, padece, sufre y muere en la Cruz, pero Dios nuestro padre lo resucitó, para que viva siempre y así sea nuestro Señor y Rey.

Después de habernos preparado desde el principio de la cuaresma con nuestra penitencia, obras de caridad y la oración, hoy nos reunimos para iniciar unidos con la iglesia, la celebración anual de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, Misterios que empezaron con la entrada de Jesús a Jerusalén.

Proclamemos la victoria del Señor, acompañemos con fe y devoción a nuestro Salvador en su entrada triunfal a la Ciudad Santa, para que participando ahora de su cruz, podamos participar un día de su gloriosa resurrección y de su vida. Que esta Eucaristía nos ayude verdaderamente a vivir en profundidad este misterio que celebramos

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EVANGELIO+ Lectura del santo Evangelio según san Marcos 11, 1-10

Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, y Jesús mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles:

—«Vayan a la aldea de enfrente y, en cuanto entren, encontrarán un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganmelo. Y si alguien les pregunta por qué lo hacen, contéstenle: “El Señor lo necesita y lo devolverá pronto”».

Fueron y encontraron el borrico en la calle, atado a una puerta, y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron: —«¿Por qué tienen que desatar el borrico?».

Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se lo permitieron.Llevaron el borrico, le echaron encima sus mantos, y Jesús se montó.

Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás gritaban: —«Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. ¡Hosanna en el cielo!». Palabra del Señor.

Breve homilía

Procesión con los ramos:El que preside dice: Como la muchedumbre que aclamaba a Jesús,

acompañemos también nosotros con júbilo al Señor.- Se inicia la procesión con este orden: el que lleva el incienso va delante,

el que lleva la Cruz adornada con ramos en medio de dos ministros con velas encendidas, luego el sacerdote con el diácono y los ministros y a continuación todos los fieles cantando.

- Cantos apropiados: Salmos 23; 46, himnos a Cristo Rey, himnos de alabanza a Cristo.

Llegada al Templo: Al llegar a la Parroquia, el celebrante llamará a cada sector y los invitará a

que expresen su aclamación al Señor. Luego, les preguntará sobre su deseo de seguir adelante con su compromiso como Sector, con estas palabras:

Párroco: Levanten los ramos todos los coordinadores de sectores y respondan estas preguntas:¿Están dispuestos a seguir animando sus sectores promoviendo la

participación de todos en la Evangelización?¿Están dispuestos a coordinar y promover las diferentes actividades

parroquiales de nuestro Plan de Pastoral en sus sectores?¿Están dispuestos a trabajar unidos a su párroco, a los demás sectores,

a las diferentes Comisiones Pastorales y a trabajar en conjunto para que el Evangelio llegue a todos y a todas?

Párroco: Levanten sus ramos, ahora, todos los que forman los diferentes sectores. (Si quiere puede llamarlos por su nombre). Les pregunto:


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¿Están dispuestos a seguir participando en las diferentes actividades del Sector para unirnos más en el Señor y entre nosotros?

¿Están dispuestos a realizar las acciones significativas de evangelización en sus familias y en su sector?

¿Están dispuestos a participar de la Eucaristía de los Domingos?

Párroco: El Señor les bendiga y les conceda ser fieles hasta el final. Que todos y todas seamos en cada sector ramos vivos que aclaman al Señor y formemos su pueblo santo. Amén.

Oración colectaDios todopoderoso y eterno, tú quisiste que nuestro salvador se hiciese

hombre y muriese en la cruz, para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad; concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio, y que un día participemos en su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.

Segundo momento: Inicio de la Pasión de Cristo

Primera Lectura: Isaías 50, 4-7El profeta Isaías nos presenta el testimonio del Siervo que aún en medio

del sufrimiento fue fiel a su Dios, asumió la condición humana y aceptó con responsabilidad la misión encomendada por su padre, aun en medio de las dificultades. Ese Siervo es Jesucristo a quien nosotros estamos llamados a seguir hoy, realizando su misión. Escuchemos.

Lectura del Profeta IsaíasMi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido

una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído. Y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos.

El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24R. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Al verme, se burlan de mí, hacen visajes, menean la cabeza: «Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; que lo libre, si tanto lo quiere.» R/.

Me acorrala una jauría de mastines, me cerca una banda de malhechores; me taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos. R/.

Se reparten mi ropa, echan a suertes mi túnica. Pero tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R/.

Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré. Fieles del Señor, alábenlo; linaje de Jacob, glorifíquenlo; témanle linaje de Israel. R/.

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Segunda Lectura: Filipenses 2, 6-11 .Jesús no se aferró a su condición divina, sino que se despojó de

todo, asumiendo la condición humana, realizando con responsabilidad su misión abrazando la cruz para nuestra salvación, por lo que Dios lo glorificó haciéndolo rey de todo el universo. Escuchemos.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios.

Versículo antes del Evangelio Flp 2, 8-9

Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre».

Evangelio: Marcos 14 ,1-15 .47Jesús es el Siervo de Yahvé que nos presenta el Profeta, quien llegó a una

entrega total en la Cruz, por puro amor, aceptó asumir esa responsabilidad de cargar con tal sufrimiento, para redimir la humanidad. El relato de la Pasión que ahora escucharemos, nos presenta el camino que recorrió Jesús hasta llegar a la muerte en el calvario y llevándonos a la victoria de la resurrección.

De pie aclamamos al Señor, nuestro Rey y Mesías, que escuchamos con atención. Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos 14,1-15,47. Palabra del Señor.

Oración de los FielesEl que preside: Llenos de fe pidamos al Padre por nuestras necesidades

diciéndole: “Padre, por la Pasión de tu Hijo, escúchanos”.Por la Iglesia, esposa de Cristo, para que se purifique más plenamente,

por la sangre de Cristo y asuma cada vez más la responsabilidad de dar a conocer al mundo a Cristo nuestro Salvador. Oremos.

Por nuestros gobernantes, para que promuevan la paz, la justicia, el respeto a la vida desde su concepción y sepan que es su responsabilidad gobernar por el bien de todos, especialmente por los más necesitados, aunque les cueste sacrificios. Oremos.

Por todos los que participan de la pasión de Cristo, por la enfermedad, el sufrimiento por la violencia, la marginalidad y la falta de oportunidades, para que descubran el poder salvador de sus dolores unidos a los de Cristo y nosotros toquemos las llagas de Cristo en ellos con nuestra solidaridad. Oremos.

Por nosotros, que hemos vitoreado al Señor con palmas y cantos, como nuestro Rey y que nos disponemos a celebrar la Pascua, para que por su pasión y muerte lleguemos a la gloria de la resurrección. Oremos.


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Por los jóvenes, que se preparan para celebrar la Pascua Juvenil 2018, para que se reavive en ellos su opción por Jesucristo y sepan que la responsabilidad es un valor para asumir cada día. Oremos.

El que preside: Escucha Padre nuestras súplicas para que siempre aclamemos a tu Hijo como nuestro Señor y Rey y así nos comprometamos más y más en la realización de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendasPor la pasión de tu Hijo sé propicio a tu pueblo, Señor, y concédenos, por

esta celebración que actualiza el único sacrificio de Jesucristo, la misericordia que no merecen nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión

Fortalecidos con tan santos misterios, te dirigimos esta súplica, Señor: del mismo modo que la muerte de tu Hijo nos ha hecho esperar lo que nuestra fe nos promete, que su resurrección nos alcance la plena posesión de lo que anhelamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

26 Lunes Santo

Lunes Morado

Lectura del libro del profeta Isaías 42, 1-7 Así dice el Señor: «Miren a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en

quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas.

Así dice el Señor Dios, que creó y desplegó los cielos, consolidó la tierra con su vegetación, da el respiro al pueblo que la habita y el aliento a quienes caminan por ella:

«Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te cogí de la mano, te he formado y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas». Palabra de Dios.

.Salmo Responsorial: 26,1.2.3. 13-14

R/ “El Señor es mi luz y mi salvación.” El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa

de mi vida, ¿quién me hará temblar? R/. Cuando me asaltan los malvados para devorar mi carne, ellos, enemigos

y adversarios, tropiezan y caen. R/.Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la

guerra, me siento tranquilo. R/.Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el

Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/.

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Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 1-11 Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro,

a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: «¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?».

Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando.

Jesús dijo:- «Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán». Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús. Palabra del Señor.

Meditación

Faltaban seis días para la Pascua, cuando Jesús decide descansar algunas horas en Betania con sus discípulos, en casa de la familia querida de Lázaro, el mismo que resucitara de la muerte, donde le ofrecen una cena. Esta visita es particularmente peligrosa, sobre todo retornando al hogar que fue escenario del acontecimiento por el que los judíos han tomado la decisión de matarlo. Revivir a Lázaro fue una demostración de poder sobre la muerte que los poderosos no soportaron.

En la casa familiar reside Lázaro junto a sus dos hermanas Marta y María, las dos muy agradecidas por haber vuelto a la vida a su hermano. En algún momento, mientras la primera sirve la mesa, he aquí que María toma un perfume de nardo, lo derrama en los pies de Jesús y los seca con sus cabellos, provocando la reacción de Judas, que era el tesorero de la comunidad de apóstoles, criticando el gesto de la mujer.

Para Judas, que se derrame un perfume tan costoso, equivalente a lo que ganaba un obrero en un año, era un derroche sin sentido, sin embargo para la mujer tenía el significado de un reconocimiento a su autoridad, un acto, de gratitud. Jesús le responde al discípulo valorando el gesto de María como anticipación a su muerte, ya que la Ley prohibía ungir el cuerpo de los condenados. Jesús sabe que cada día le acerca más a su muerte y también que Judas ha estado coqueteando con quienes lo quieren matar.

Pero si lamentable es la traición de Judas, más lamentable aun es la ambición que lo está empujando a ponerle precio al amor sin medida de Jesús: ese perfume, si se vende, serviría para darle el dinero a los pobres –de lo que se beneficiaría robando parte de la venta-, pero, más todavía, ¿si vende a Jesús, cuánta ganancia obtendría? Mientras Judas murmura durante la cena criticando a María, esta no dice una sola palabra y se limita al gesto de devoción. Y es que el auténtico servicio a los demás


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no necesita de muchas palabras. No es infrecuente que quienes hablan mucho de su afán de servicio al prójimo, en realidad tan solo traten de comprar la conciencia de los demás; ese era el caso de Judas.

No debemos olvidar que cuanto somos y tenemos lo debemos a la gratuidad de la misericordia de Dios, que siempre excede nuestro merecimiento de ella. En esta Semana Santa, cuando estés en el templo y llegue hasta ti el olor a incienso, grato perfume que sube hasta Dios, piensa en cuántas veces has sido, durante la presente Cuaresma, perfume agradable para ungir a Jesús, quien desciende a la tumba por ti.

Pidamos a María, la Madre de Jesús, que fue modelo de servicio a los demás, y la principal servidora del reino al darnos a su hijo, que interceda por nosotros para no caer en la tentación de traficar con los gestos de generosidad, pensando en negociarlos para ganar beneficios materiales.

27 Martes Santo

Martes Morado

Lectura del libro del profeta Isaías 49, 1-6 Escúchenme, islas; atiendan, pueblos lejanos: El Señor me llamó desde

el vientre materno, de las entrañas de mi madre, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: «Tú eres mi esclavo, Israel, de quien estoy orgulloso».

Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas». En realidad el Señor defendía mi causa, mi recompensa la custodiaba Dios. Y ahora dice el Señor, el que me formó desde el vientre como siervo suyo, para que le devolviese a Jacob, para que le reuniera a Israel; he sido glorificado a los ojos de Dios. Y mi Dios era mi fuerza: «Es poco que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de vuelta a los supervivientes de Israel. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra». Palabra de Dios

Salmo Responsorial: 70,1-2.3-4ª.-6ab.15 y 17 R/ “Mi boca contará tu salvación, Señor”

A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame. R/.

Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú. Dios mío, líbrame de la mano perversa. R/.

Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías. R/.

Mi boca contará tu justicia, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 21-33. 36-38 En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en

su espíritu y dio testimonio diciendo: «En verdad, en verdad les digo: uno de

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ustedes me va a entregar». Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía. Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía. Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: - «Señor, ¿quién es?». Le contestó Jesús: «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado». Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote.

Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: «Lo que vas hacer, hazlo pronto». Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche.

Cuando salió, dijo Jesús: - «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con ustedes. Me buscarán, pero lo que dije a los judíos se lo digo ahora a ustedes: “Donde yo voy, ustedes no pueden ir”» Simón Pedro le dijo: - «Señor, ¿a dónde vas?». Jesús le respondió:- «Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde».

Pedro replicó:- «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti». Jesús le

contestó:- «¿Con que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará

el gallo antes de que me hayas negado tres veces». Palabra del Señor.

Meditación

Jesús decide pasar las contadas horas que le quedan con sus discípulos, y ahora comparte con ellos el momento de la cena cuando, de repente, entera al grupo de seguidores que será traicionado por uno de los doce. ¿Quién es el traidor? Todos quieren saberlo. Entonces, Jesús advierte que se trata de aquel a quien dará una porción de pan que previamente remojará. Se trata de Judas Iscariote.

El corazón de Judas se había endurecido poco a poco, según nos enteraba el evangelio de ayer, comenzado por robar el dinero que administraba y que pertenecía al grupo. Incurrir en ese pecado fue debilitando cada vez más su fuerza de voluntad, hasta que finalmente la convicción moral que debía acompañar al seguidor de Jesús, se derrumbó. Judas tenía apetencias políticas y veía en Jesús a un mesías político que, una vez se enseñoreara del poder, le daría a él la oportunidad de un puesto de honor y manejaría grandes riquezas.

Sin embargo, su decepción creció cuando Jesús comenzó a dar muestras de que no estaba interesado en adueñarse del poder político, que no eran sus planes desplazar a la clase gobernante de Israel, ni política ni religiosa. El mal habitó en su corazón y terminó por negociar la captura de Jesús, por el mismo precio estipulado para vender a un esclavo, de un amo a otro: 30 monedas de plata.


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Triste historia la de Judas, tantas veces repetidas, arrastrando al delito a gente que, teniendo la oportunidad de servir, terminan sirviéndose de recursos y posiciones privilegiadas.

Jesús invitó más de una vez a sus discípulos a estar alertas, insistiéndoles en velar día y noche ante las asechanzas del maligno y la importancia de hacerle caso al sabio consejo de que debían mantenerse en vigilia, a no descuidarse; pero el grupo va a ser sacudido por otra prueba, apenas acabando de salir Judas del cenáculo a traicionarlos. Ahora Jesús pronuncia un discurso acerca de su glorificación y de la separación temporal que tendrá con ellos al morir y de que no podrán acompañarle. Todos escuchan y comentan por lo bajo, sin embargo, Pedro le manifiesta su disposición, no solamente de acompañarle donde fuere necesario, determinado incluso a dar la vida por él. Entonces Jesús profetiza que, antes de que el gallo cante tres veces precisamente él, el mismo Pedro, lo habrá negado igual número de veces.

No serán estas dos las únicas ni las últimas traiciones que sufra en aquel tiempo Jesús, también será abandonado por casi todos en el momento crucial, llegando a gritar: “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?, quedando únicamente acompañado por María, el apóstol Juan y un puñado muy pequeño de seguidores.

La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo y todavía lo seguimos traicionando. Cada pecado que cometemos, cada tentación a la que cedemos se convierte en una traición para Cristo, en una actualización del sacrificio supremo que lo elevó a la cruz.

Cada vez que abandonaste a Jesús, quedaste vulnerable a las trampas del pecado. Si vas de la mano con María ante la cruz, no caerás.

28 Miércoles Santo

Miércoles Morado

Lectura del profeta Isaías 50, 4-9ª Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido

una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca de mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Miren, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará? Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 68R. “Señor, que me escuche tu gran bondad en el día de tu favor.”Por ti he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro. Soy un

extraño para mis hermanos, un extranjero para los hijos de mi madre; porque

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me devora el celo de tu templo, y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R/.

La afrenta me destroza el corazón y desfallezco. Espero compasión, y no la hay; consoladores, y no los encuentro. En mi comida me echaron hiel, para mi sed me dieron vinagre. R/.

Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias. Mírenlo, los humildes, y alégrense, busquen al Señor y revivirá su corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. R/.Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 26, 14-25

En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, a los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué están dispuestos a darme, si se lo entrego?»

Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.

El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»

Él contestó: «Vayan a la ciudad, a casa de Fulano, y díganle: «El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos.»»

Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: «Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar.»

Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?» Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre! más le valdría no haber nacido.»

Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?» Él respondió: «Tú lo has dicho.» Palabra del Señor.

Meditación

La trama para apresarlo y matarlo ya está montada y Jesús lo sabe. Y en cualquier momento se puede producir la entrega, pero fiel hasta el final enfrenta resuelto su destino. En dominicana decimos que no hay peor cuña que la del mismo palo. La traición de Jesús es fruto de la cobardía, la ceguera y el egoísmo de uno de los suyos, que ha disfrutado de su compañía, su confianza -hasta el grado de hacerlo tesorero-, que lo ha visto realizar milagros y hacer el bien.

Pero Judas tenía una intención oculta. Con sus ambiciones personales rompía con la comunión del grupo que seguía a este hombre singular, que en sus actos reflejaba a Dios. Precisamente en el detalle de la traición, el abandono y su soledad es que se revelará la esencia de iglesia naciente, pues si Jesús no asume su Pasión, que culmina con su muerte en la cruz, no se produciría su glorificación. Si huía, El, que era víctima del abandono, nos habría abandonado. Gracias a la Pascua de Jesús, con todas sus dolores, pruebas y dificultades, no queda duda de que se trata del Hijo


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de Dios, como lo reconocería el centurión romano: “verdaderamente este hombre era hijo de Dios” (Mc 27, 54). Jesús sigue siendo víctima del abandono de los suyos. Hoy mismo son muchos los que rompen la comunión de su cuerpo místico que es la iglesia.

Mí tiempo está cerca; dice el Señor en esta lectura en tu casa voy a celebrar la Pascua. Considérate, no ya un invitado, sino un anfitrión de los acontecimientos que permitieron hacer realidad la obra de salvación que hoy se desarrolla, latiendo en la realidad como en nuestro interior, porque el cenáculo eres tú.

¿Te atreves a preguntar al Señor: ¿Acaso soy yo, Señor? Si nos sentimos debilitados por la insistencia del pecado que nos tienta una y otra vez, abramos nuestro corazón a todas las gracias que nos trae el sacramento de la reconciliación, con el Hijo de Dios que nunca falla. Si buscas profundamente en tu conciencia, descubrirás que tu historia ha sido un constante ir y venir entre la fidelidad y la traición a Cristo. Eso es la Pascua: sobreponernos a nuestras debilidades humanas, para fortalecernos con la divinidad de Cristo, el traicionado en la cruz por nuestros pecados. Pidamos a María, la siempre fiel, que no permita que abandonemos a su Hijo, y nos abandonemos confiados a su voluntad.

SANTO TRIDUO PASCUAL

29 Misa Vespertina en la Cena del Señor

Jueves Santo Blanco

Con la fuerza de la Eucaristía vivamos el amor fraterno con responsabilidad

Orientaciones para la celebración: Resaltar el Lema del día/ todo debe estar preparado con esmero, con alegría para la gran fiesta de la Cena del Señor /-Para el lavatorio de los pies tener presente las 12 personas elegidas de la comunidad, tener poncheras, agua y toallas para el lavatorio de los pies y para el que preside se lave las manos/ disponer de vasos sagrados/tener bien preparado el monumento/ hacer un programa y las personas que estarán participarán en la adoración. Tomar en cuenta que es el día de la institución del Sacerdocio Ministerial, por lo que puede haber un gesto de cariño a los Presbíteros de la Parroquia.

Se reciben los oleos y el Santo Crisma que deben ir en la procesión de inicio de la Celebración, llevados por los que participaron en la Misa Crismal / Durante el Gloria donde sea posible puede hacerse sonar las campanas y/o campanillas que no se tocan hasta el gloria de la Vigilia Pascual.

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Monición de EntradaHermanos y hermanas nos reunimos en esta noche memorable, en que

entramos en la celebración de los días santos, es decir del Triduo Pascual, que es una única Celebración que iniciamos hoy y se prolonga hasta la Celebración de las Vísperas del Domingo de Resurrección.

Hoy nos reunimos para celebrar lo que Jesús vivió en la cena de despedida con los discípulos reunidos en el Cenáculo, en la víspera de la pasión, regalándonos el don de la Eucaristía, fuente de comunión, el Sacramento por excelencia y el don del Ministerio Sacerdotal así como el mandato del amor. Todas las lecturas de este día evocan la entrega de Jesús, que se hace pan partido y compartido para todos, que cumple con el viejo rito de la antigua pascua ofrece su cuerpo en lugar del cordero y proclama el mandamiento del amor.

Hoy acogemos con gozo los Santos Oleos de los Catecúmenos y de los enfermos, que significan y comunican a Jesucristo, fuerza en el camino hacia el bautismo o en la enfermedad. También recibimos el Santo Crisma consagrado (por nuestro Arzobispo o nuestro obispo) en la Misa Crismal en la Catedral que significa y comunica el Espíritu Santo. Con el lema: “asumió la condición humana”(Fil.2,7) “celebramos como Iglesia, los grandes Misterios de nuestra salvación, unidos a Jesucristo, con aclamaciones para recibirlo en su entrada a nuestra Celebración que El preside a través de su ministro.

Canto de entrada y procesión

Recepción de los Óleos: Luego el Sacerdote que preside introduce la liturgia con éstas o semejantes

palabras: Hermanos: en esta noche santa estamos reunidos para iniciar la celebración del Triduo pascual. Unidos con la Iglesia en todo el mundo, conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

En la Misa Crismal nuestro Obispo, reunido con su Iglesia Local, bendijo los Oleos y consagró el Santo Crisma que usaremos en los Sacramentos, por medio de los cuales El continúa su tarea santificadora que inició con su muerte y resurrección dándonos el perdón, la sanación, la nueva vida y el don de su Espíritu. Cada año se renuevan el Santo Crisma y los Santos Oleos antes de la Noche Santa porque cada Pascua que celebramos es nueva y en ella renace la Iglesia.

Presentación a la comunidad Cuando la persona que lleva las vasijas enseña el óleo, lo levanta. Él

sacerdote lo presenta con algunas palabras. Luego, la asamblea canta: “Bendito seas por siempre Señor” o “Demos gracias a Dios”

Sacerdote o un ministro dice: Óleo de los enfermos Éste es el óleo de los enfermos, bendecido por nuestro Obispo para

sanar el cuerpo, la mente y el espíritu. Los que sean ungidos con este óleo, experimentarán la compasión de Cristo y su amor salvador.

Sacerdote o un ministro dice: Óleo de los catecúmenos Éste es el óleo de los catecúmenos, bendecido por nuestro Obispo para

la unción de los que se preparan para el bautismo. Los ungidos con este óleo


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son fortalecidos por el Espíritu Santo para resistir el poder de Satanás y del mal en todas sus formas, cuando van a sumergirse en las aguas salvadoras del bautismo.

Sacerdote o un ministro dice: Santo Crisma Éste es el Santo Crisma, óleo perfumado, consagrado por nuestro Obispo.

Será usado para ungir a los bautizados después del bautismo, a los que serán confirmados y también en la ordenación de los obispos y sacerdotes; en los altares e Iglesias en el rito de su dedicación y para los cálices. Todos y todo los que serán ungidos con este óleo pasan a ser propiedad exclusiva del Señor y están llamados a ser signos y testigos del amor y de la fidelidad de Dios.

Todos dan un aplauso como signo de acogida a Jesucristo presente en estos signos sacramentales. Se pueden colocar en una mesa cercana a la fuente bautismal, o en su repositorio habitual. La Eucaristía continúa con el canto del “Gloria.

Oración ColectaSeñor Dios nuestro, nos has convocado hoy (esta noche) para celebrar

aquella misma memorable Cena en la que tu Hijo, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el banquete de su amor, el sacrificio nuevo de la alianza eterna; te pedimos que la celebración de estos santos misterios nos lleve a alcanzar plenitud de amor y de vida. Por nuestro Señor Jesucristo.


Primera Lectura: Éxodo 12, 1-8, 11-14 Para conmemorar el paso de Dios por su pueblo y su liberación de la

esclavitud de Egipto, los Israelitas, celebran con gran alegría la cena pascual. Es la misma Última Cena que Cristo, realiza con sus discípulos, que es anuncio de la nueva y definitiva pascua que realizó por nosotros y que celebramos en cada Eucaristía Escuchemos

Lectura del libro del ÉxodoEn aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto:

«Este mes será para ustedes el principal de los meses; será para ustedes el primer mes del año. Digan a toda la asamblea de Israel: “El diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardarán hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Tomarán la sangre y rociarán las dos jambas y el dintel de la casa donde lo hayan comido. Esa noche comerán la carne, asada a fuego, comerán panes sin fermentar y verduras amargas. Y lo comerán así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y se lo comerán a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor. Esta noche

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pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos, de hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre será su señal en las casas donde estén: cuando vea la sangre, pasaré de largo; no les tocará la plaga exterminadora cuando yo pase hiriendo a Egipto. Este día será para ustedes memorable, en él celebrarán la fiesta al Señor, ley perpetua para todas las generaciones.”». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 115R/. El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. R/.

Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava; rompiste mis cadenas. R/.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. R/./

Segunda Lectura: Corintios 11, 23-26 Jesús el cordero, que asumiendo la condición humana se inmoló en

la cruz, para liberarnos de la muerte, quiso quedarse entre nosotros en el Sacramento de la Eucaristía, fuente de comunión, para alimentarnos y fortalecernos para realizar con responsabilidad la misión. Escuchemos.

. Lectura de la primera carta de san Pablo a los Corintios: Hermanos: Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a

mi vez les he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía.» Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; hagan esto cada vez que lo beban, en memoria mía.» Por eso, cada vez que coman de este pan y beban del cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva. Palabra de Dios.

Aclamación Jn13, 34Les doy el mandamiento nuevo: que se amen mutuamente, como yo

los he amado

Evangelio: Juan 13, 1-15Jesús celebra la pascua con sus amigos, la víspera de su Pasión y

Muerte; y poniéndose en las manos del Padre, transforma esos ritos sellando la nueva y definitiva Alianza de Dios con su Pueblo, Alianza que se hace presente cada vez que los suyos somos capaces de lavarnos los pies unos a otros, de servirnos con responsabilidad y dar la vida como El lo hizo. Nos ponemos de pie para aclamar a Jesucristo quien nos hablará en este Santo Evangelio.


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Lectura del santo Evangelio según san Juan, 13, 1-15Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora

de pasar de este mundo al Padre, y habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido. Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»

Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.» Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.»

Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la

cabeza.» Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También ustedes están limpios, aunque no todos.»

Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos están limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman “el Maestro” y “el Señor”, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros; les he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con ustedes, ustedes también lo hagan.» Palabra del Señor.

Oración de los FielesEl que preside: Imploremos al Padre con todo amor y confianza

diciéndole: Padre, que la Eucaristía nos impulse a la misión.Por la iglesia, para que en ella todos sepamos servir con amor y asumamos

con responsabilidad la enseñanza que hoy nos deja Jesús. Oremos.Por el Papa Francisco, nuestros obispos y sacerdotes, para que vivan su

ministerio sacerdotal, como servicio incansable y humilde, imitando a Jesús que lavó los pies a sus discípulos. Oremos.

Por nuestro Párroco N________ (y nuestro Vicario Parroquial), para que reciba los dones del Espíritu Santo y renovado su compromiso para el trabajo pastoral, le acompañe siempre la bendición del Señor y la protección de la Virgen Madre. Oremos.

Por los que tienen la responsabilidad de gobernar, para que sean verdaderos servidores de sus pueblos y sepan asumir esa responsabilidad, siempre a favor de la justicia, la paz y el progreso integral de toda la sociedad. Oremos.

Por los enfermos y por todos los que sufren, para que alcancen fortaleza y la paz del Señor y encuentren siempre ayuda fraterna en nosotros los cristianos. Oremos.

Por nosotros, que compartimos el pan de la Eucaristía, para que nos dejemos lavar los pies por Jesús y estemos dispuestos a compartir los bienes de este mundo con los más pobres que nosotros. Oremos.

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El que Preside: Acoge, Padre, estas súplicas que te presentamos en este día en que has manifestado tu gran amor hacia nosotros a través de tu Hijo. Haznos participar de esta alegría que surge de la entrega generosa a Ti y a nuestros hermanos, especialmente, a los más pobres. Por Jesucristo nuestro Señor.

Monición antes del lavatorio de los piesEn este momento, queridos hermanos, como una expresión máxima del

amor de Cristo, damos inicio al rito del lavatorio de los pies. El Sacerdote como lo hizo Jesús con sus discípulos, imitando ese gesto de humildad y servicio lo hará con doce personas de nuestra comunidad. Con este gesto Jesús nos enseñó que tenemos que amarnos los unos a los otros y servirnos con responsabilidad de unos con otros.

Oración sobre las ofrendasConcédenos, Señor, participar dignamente en estos santos misterios,

pues cada vez que celebramos este memorial de la muerte de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comuniónConcédenos, Dios todopoderoso, que la Cena de tu Hijo, que nos

alimenta en el tiempo, llegue a saciarnos un día en la eternidad de tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Procesión hacia el monumento. Concluida la Eucaristía se realiza la procesión hacia el monumento y

terminada ésta se retiran del Altar los manteles y las flores y se cubren las cruces e imágenes que haya en la Iglesia.

Adoración Eucarística. Se organizan turnos para adorar al Señor presente en la Eucaristía, acompañando al Señor en su Pasión. Para la Adoración se pueden usar los esquemas utilizados en las 24 horas con el Señor.

Nota: Quienes se retiran lo hacen en silencio. Hoy no se termina la Celebración, sino que se continúa mañana Viernes Santo.

30 Celebración de la Pasión del Señor

Viernes Santo Rojo

Día de Ayuno y Abstinencia

El asumió nuestra naturaleza y se entregó con responsabilidad hasta la Cruz

Algunas orientaciones: Hoy la liturgia se centra en la Cruz, la que usemos hoy deberá ser grande y después de besarla, la colocaremos en


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un lugar visible, el templo debe estar sin flores, la imágenes tapadas con paños morados, el altar vacío, sin manteles ni velas, el sagrario debe esta vacío.

Monición ambientalHermanos y Hermanas: Continuamos la Celebración del Triduo Pascual

iniciada ayer con la institución de la Eucaristía, del ministerio sacerdotal y del mandato del amor. En esta Liturgia del Viernes Santo se hace realidad el sacrificio de Jesús por puro amor y siendo responsable de hacer siempre y en todo la voluntad del Padre.

La Iglesia hoy no Celebra la Eucaristía, sino la Liturgia de la palabra que contiene cuatro partes: Lectura de la Palabra de Dios, Oración de los fieles, Veneración de la Cruz y la distribución de la comunión reservada anoche, que nos dispondrá para celebrar mañana el memorial de Jesucristo, muerto y resucitado en la Solemne Vigilia Pascual. Nos ponemos ahora de pie

Como es continuación de la Celebración de ayer hoy no se inicia, sino que entramos de nuevo en el segundo día del Triduo Pascual en silencio total, postrándonos, arrodillándonos en presencia de Dios. Es momento de tomar conciencia de que Jesucristo murió en la cruz por ti y por mí y de renovar nuestro compromiso ante el crucificado de seguirle y asumir con responsabilidad, nuestro compromiso cristiano.

PRIMERA PARTE: LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura: Isaías 52,13-53,12 El profeta Isaías en este poema, como un retrato anticipado nos describe

todo el sufrimiento que debe soportar Jesucristo, el siervo de Dios fiel, responsable y obediente, para cumplir con la misión a él encomendada. Es el camino que le espera a todos los que hemos sido hecho siervos del Padre en Cristo Jesús. Escuchemos.

Lectura del libro del profeta Isaías 52,13-53,12 Miren, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho. Como muchos se

espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano; así asombrará a muchos pueblos: ante él los reyes cerrarán la boca, al ver algo inenarrable y contemplar algo inaudito.

¿Quién creyó nuestro anuncio? ¿A quién se reveló el brazo del Señor? Creció en su presencia como un brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado.

Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable vino sobre él, sus cicatrices nos curaron.

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Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como un cordero llevado al matadero, como una oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron. ¿Quién meditó en su destino?

Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. Le dieron sepultura con los malhechores; porque murió con los malvados, aunque no había cometido crímenes, ni hubo engaño en su boca. Él Señor quiso triturarlo con el sufrimiento.

Cuando entregue su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años; lo que el Señor quiere prosperará por sus manos. A causa de los trabajos de su alma, verá y se hartará; con lo aprendido, mi Siervo justificará a muchos, cargando con los crímenes de ellos. Por eso le daré una parte entre los grandes, con los poderosos tendrá parte en los despojos; porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, y él tomó el pecado de muchos e intercedió por los pecadores. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 30, 2,6.12-13.15-16.17R/. Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.

A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo, ponme a salvo. A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. R/.

Soy la burla de todos mis enemigos, la irrisión de mis vecinos, el espanto de mis conocidos; me ven por la calle, y escapan de mí. Me han olvidado como a un muerto, me han desechado como a un cacharro inútil. R/.

Pero yo confío en ti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.» En tu mano están mis azares; líbrame de los enemigos que me persiguen. R/.

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. Sean fuertes y valientes de corazón, los que esperan en el Señor. R/.

Segunda Lectura: Hebreos 4,14-16;5,7-9 Cristo nuestro sumo Sacerdote que asumiendo la condición humana

pasó por todos los sufrimientos, ofreció su Sacrificio por nosotros y nos abrió el camino hacia la salvación.

Todo aquel que acepta valiente y responsablemente seguirle a Él saldrá victorioso. Escuchemos

Lectura de la Carta a los Hebreos: Hermanos: Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un

sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente. Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en


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su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna. Palabra de Dios.

Aclamación Flp 2, 8-9Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de

cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el « Nombre-sobre-todo-nombre»

Lectura de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Juan 18, 1-19,42

Escuchemos ahora el relato de la pasión y muerte de Cristo según San Juan. Fijemos toda nuestra atención en Jesús y dejémonos llenar de su amor para entender ese sacrificio, que El voluntariamente asumió por nuestra salvación. Hagamos de este día una ocasión propicia para poner todo nuestro esfuerzo e interés, para que con responsabilidad y con todas sus consecuencias asumamos nuestra misión.

Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan 18, 1-19,42

Monición a la Oración de los FielesHoy, ante Jesús que da la vida por la humanidad entera, nuestra oración

debe ser más intensa, para que a todos llegue la salvación que nace de la cruz. Y dejémonos tocar el corazón por la pasión que viven tantos hermanos y hermanas en todo el mundo. Unámonos, pues, ahora, en oración para que el fruto de la salvación alcanzada por Cristo en la cruz llegue a toda la humanidad. (El presidente inicia desde el Misal o el Libro de la Sede la Oración Universal, especial para hoy).

Introducción antes de la veneración de la Cruz:Para los cristianos, la cruz es el instrumento elegido por Cristo para

nuestra salvación. Es el signo del amigo que entrega su vida por aquel que ama. Desde la Cruz Cristo es proclamado Redentor y Salvador. Recibamos ahora, en medio de nuestra asamblea, la cruz de Jesucristo. En él está nuestra salvación, nuestra vida, nuestra resurrección. Dispongámonos a adorar a nuestro Salvador, porque él ha muerto para darnos vida, y al dar un beso a la Cruz sea una expresión de nuestra responsabilidad de continuar la misión del Reino que Él nos dejó.

Después del beso o un gesto de veneración a la Cruz, como signo de solidaridad con nuestros hermanos cristianos que viven en tierra Santa, de Jerusalén y sus alrededores, que viven en situación social, económica y política muy difícil, haremos nuestro aporte, para que unidos al de tantos católicos, sea un apoyo para aliviar sus necesidades.

Monición antes de la comunión Nos disponemos para participar de la comunión, esto significa

participar en la victoria de Cristo sobre la muerte. También significa

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seguirlo a El, en el camino del sacrificio y del servicio responsable a los demás. Recibiremos a Cristo que nos da la fuerza y nos ayuda en nuestro caminar hacia el Padre.

Nos retiramos en silencio hasta mañanaTerminada la Comunión y después de nuestro celebrante rezar la oración

sobre la Asamblea, dado los avisos se despoja el altar y todos salimos en paz y en silencio, sin despedirnos. Seguiremos en nuestros hogares con recogimiento acompañando a Jesús en su sepulcro.

Procesión del Santo Entierro.Siguiendo una hermosa y antigua tradición vivamos la experiencia de

acompañar a Jesús en el sepulcro y de realizar aquel gesto de amor de José de Arimatea y de Nicodemo. Acompañemos a María y con Jesús a todos nuestros familiares difuntos y pidamos para que gocen de su resurrección. Pidamos por tanta gente sepultada en el pecado, en sombras de maldad y del crimen, así como de la corrupción, para que resuciten con Cristo.

31 Vigilia de la Pascua de la Resurrección del Señor

Sábado Blanco

Ha vencido la obediencia responsable y decidida de Jesús

Orientaciones para esta Celebración: Con mucha alegría se comienza la Vigilia Pascual fuera de la Iglesia para allí hacer la Liturgia de la Luz /-preparar bien el cirio pascual, que debe ser nuevo, bien adornado y preparar el porta cirio/preparar el fuego: la hoguera o anafre, en el lugar donde se va a dar inicio a la vigilia, para desde ahí salir en procesión con la luz hacia el templo/ si es posible lejos del templo donde se va a hacer el resto de la celebración , para así poder tener una procesión con la luz de Cristo representada en el Cirio Pascual y en las velas de todos los participantes. Que todos lleven sus velones o velas para encender /preparar bien el pregón pascual /Preparar bien el programa para los lectores, para que las lecturas sean bien proclamadas, sus moniciones y salmos/ Destacar el canto del gloria, tocar la campana, crear un ambiente. Festivo/ Si hay bautismos preparar bien el signo del agua en lugar destacado y adornado/Enfatizar la renovación de las promesas bautismales/ Preparar los vasos sagrados suficientes para la comunión bajo las dos especies.

Al final momento se hace un compartir de toda la comunidad que ha participado de la Celebración

Monición de Entrada Hermanos y Hermanas, ¡buenas noches! Nuestra comunidad cristiana se

regocija ante la presencia de todos ustedes, sean bienvenidos y bienvenidas a celebrar la Vigilia Pascual 2018.


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Hoy es la fiesta de las fiestas cristianas, celebramos el hecho fundamental de nuestra fe que es Jesucristo. Esta es la noche de las noches, La noche por excelencia, las tinieblas se desvanecen, la oscuridad queda derrotada, la muerte es vencida de modo definitivo y Cristo se alza victorioso ante su pueblo. Por ello, nos reunimos en vigilia de oración a la espera de Cristo resucitado, para escuchar la palabra de Dios, para participar en los Sacramentos de la Iglesia, para celebrar con Cristo el Banquete pascual.

La Liturgia de esta noche contiene cuatro partes: Primera parte el Lucernario o liturgia de la luz, que iniciaremos con la bendición del fuego, y termina con el cantico del Pregón pascual. Segunda parte, la liturgia de la palabra con la proclamación de las siete Lecturas del antiguo Testamento y dos del Nuevo Testamento. La Tercera parte de la Celebración es la Liturgia Bautismal en la que serán bautizados nuestros catecúmenos (si los hay) y renovación de nuestras promesas bautismales y la cuarta parte la Liturgia Eucarística.

Con mucha alegría damos inicio a esta noche gloriosa

PRIMERA PARTE: EL LUCERNARIO 1. Bendición del fuego / 2. Pregón Pascual

SEGUNDA PARTE: Liturgia de la Palabra Cada lectura lleva su monición, su salmo cantado preferiblemente y su

oración.

PRIMERA LECTURA: Génesis 1,1-31;2 1-2 Salmo 103, 1-2ª.5-6,10.12.13-14.24 y 35´ ó Salmo 32,4-5.6-7.12-13.20 y 22

Oración del Celebrante

SEGUNDA LECTURA: Génesis 22,1-18 Salmo 15,5.8.9-10.11 / Oración del Celebrante

TERCERA LECTURA: Éxodo14,15--15,1 Responsorial. Éxodo 15,1-2.3-4,5-6.17-18 / Oración del Celebrante

CUARTA LECTURA: Isaías 54,5-14, Salmo 29,2.4.5-6.11.12ª y 13b / Oración del Celebrante

QUINTA LECTURA: Isaías 55,1-11 Salmo Isaías 12, 2-3, 4bcd.5-6 / Oración del Celebrante

SEXTA LECTURA: Baruc 3,9-5,32-38;4,1-4 Salmo 18, 8.9.10.11 / Oración del Celebrante

SEPTIMA LECTURA: Ezequiel 36,16-28 Salmo 41,3.5bcd;42, 3.4 o salmo 50,12-13.14-15.18-19

Oración del Celebrante

Terminada esta oración se encienden los cirios del altar y se canta el Glo-ria. Luego el celebrante procede a la Oración Colecta. Terminada la oración nos sentamos.

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Lectura Romanos 6, 3-11 Acabada la lectura todos se levantan, y el sacerdote entona solemnemente

el Aleluya que repiten todos.

Salmo Responsorial: 117, 1-2.16ab-17.22-23R/ Aleluya, Aleluya, Aleluya

Evangelio: Marcos 16, 1-7

Tercera Parte: Liturgia BautismalSe procede al Bautismo de los elegidos y renovación de las promesas

bautismales

Cuarta Parte: Liturgia Eucarística Se sigue la Eucaristía como de costumbre. Se puede tener al terminar

una fiesta de gran alegría. Se invita a todos a celebrar en sus casas con gran alegría esta Pascua con una comida buena y abundante.

1 Domingo de Pascua en la Resurrección del Señor

ABRIL Blanco

ALELUYA. HA VENCIDO LA VIDA SOBRE LA MUERTE. ALELUYA.

Algunas orientaciones: Colocar el lema del mes de abril “He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” Juan 10,10) con su valor La vida / resaltar el lema del día/adornar el altar con flores de colores que inviten a la alegría/ Los signos de hoy son el Cirio Pascual y el Agua bautismal /Es importante recordar que las personas que asisten a la celebración de hoy, generalmente no vinieron a la Vigilia Pascual, por lo que es bueno que ellos experimenten la alegría de la resurrección /Se hace la aspersión del agua y se destaca la renovación de las promesas bautismales/ preparar cantos alegres/ hacer vivir ese momento de alegría, pues ha resucitado el Señor y estamos alegre aleluya, aleluya/Puede haber un compartir a la salida de la celebración/ invitar para que en cada familia se encienda un cirio con la biblia abierta/ Al final cada familia se acerca al Cirio Pascual para adorar al Resucitado y pedir su bendición.

Monición de Entrada

FELIZ PASCUA DE RESURRECCION. Hermanos y hermanas: Cristo el Señor ha Resucitado para darnos vida -UN APLAUSO PARA EL SEÑOR RESUCITADO y felicitémonos unos a otros diciéndonos: Feliz Pascua del Señor. Cristo ha resucitado. Verdaderamente ha resucitado.

Con ese espíritu festivo, damos inicio a esta gran celebración de hoy Domingo de Resurrección y primer Domingo de Abril que tiene como lema


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“He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 10,10), con su valor “la vida”.

Las lecturas de hoy, tienen como elemento común la alegría y el gozo de la Resurrección de Jesús, es el milagro del comienzo de una vida nueva, del triunfo de la vida sobre la muerte, la victoria del amor. Es el punto inicial del tiempo de Pascua, que empieza en la Vigilia, comprende la cincuentena pascual y concluye, después de siete semanas, en Pentecostés.

El misterio pascual, es decir la muerte y resurrección de Jesús, es el contenido básico y la verdad fundamental de la fe cristiana, la piedra angular de todo el edificio, la columna vertebral de toda la revelación y del proyecto salvífico de Dios.

Hoy tenemos agua nueva para el bautismo, que es principio de una vida nueva, para quien lo recibe en nombre de Jesús y un fuego nuevo, el del Cirio pascual, que iluminará nuestro caminar hacia la plenitud del Reino de Dios. Con el gozo que nos da la resurrección y la paz que él nos ha dejado, recibamos al ministro que preside esta celebración, de pie y cantando junto al coro.

Oración colectaSeñor Dios, que en este día nos has abierto las puertas de la vida por

medio de tu Hijo, vencedor de la muerte, concede a los que celebramos la solemnidad de la resurrección de Jesucristo, ser renovados por tu Espíritu, para resucitar en el reino de la luz y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.


Primera lectura: Hechos 10, 34a.37-43San Pedro, testigo de la resurrección anuncia con valentía que Cristo, que había sido crucificado ha resucitado. Es la realidad que da sentido a la vida comunitaria de los primeros cristianos y a nosotros hoy nos impulsa a realizar su misión de dar vida y vida en abundancia. Escuchemos

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Ustedes conocen lo

que sucedió en el país de los judíos, comenzando por Galilea, cuando Juan predicaba el bautismo.

Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con Él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero.

Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo sino a los testigos que Él había escogido: a nosotros, que hemos comido y bebido con Él después de que resucitó de entre los muertos.

Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que cuantos creen en Él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados». Palabra de Dios.

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Salmo Responsorial: 117 R/. Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. R/

La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. R/

La piedra que desecharon los arquitectos, es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido es un milagro patente. R/

Segunda Lectura: Colosenses 3, 1-4 San Pablo nos recuerda que los que resucitamos con Cristo, estamos

llamados a buscar la vida y a promover la vida y vida en abundancia, es decir, a Jesucristo. Escuchemos

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Colosenses: Hermanos: Ya que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de allá

arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios, aspiren a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque han muerto, y su vida está con Cristo, escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nueva, entonces también ustedes aparecerán, juntamente con Él, en gloria. Palabra de Dios.

Secuencia de PascuaDespués de la segunda lectura y antes del aleluya, se proclama la secuencia (mejor cantada).

Ofrezcan los cristianos / ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima / propicia de la Pascua. /Cordero sin pecado / que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables / unió con nueva alianza. /Lucharon vida y muerte / en singular batalla, /y, muerto el que es la Vida, / triunfante se levanta. «¿Qué has visto de camino, / María, en la mañana?»

«A mi Señor glorioso, / la tumba abandonada, /los ángeles testigos, / sudarios y mortaja. / ¡Resucitó de veras / mi amor y mi esperanza!

Vengan a Galilea, / allí el Señor aguarda; /allí verán los suyos / la gloria de la Pascua.» Primicia de los muertos, / sabemos por tu gracia / que estás resucitado, la muerte en ti no manda. / Rey vencedor, apiádate /de la miseria humana / y da a tus fieles parte en tu victoria santa. AMEN

Aleluya 1 Cor 5, 7-8Ha sido inmolada nuestra victima pascual: Cristo. Así pues,

celebremos la Pascua

Evangelio: Juan 20,1-9La Iglesia, proclama hoy con gran alegría, que la muerte ha sido vencida

en Jesús que ha resucitado de entre los muertos y vive para siempre en medio de nosotros. El es el viviente que nos hace vivir una nueva vida, sin miedo a la muerte, capaces de amar siempre y sin medida. Alegres en Cristo lo aclamamos con el Aleluya. .


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Lectura del Santo Evangelio según San Juan: El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer,

cuando estaba todavía oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo a quien quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro. Vio las vendas en el suelo y el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús, no con las vendas por el suelo, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido las Escrituras: que Jesús había de resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor.

RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES.Después de la homilía quien preside siguiendo el texto de la Vigilia

Pascual invita a todos a renovar las promesas bautismales. Se hace la aspersión con el agua bautismal.

Oración de los Fieles

El que preside: Llenos de alegría invoquemos al Padre diciendo: Padre, danos vida en abundancia

Por el Papa Francisco, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos, consagrados y consagradas, Laicos y Laicas comprometidos, para que Jesús resucitado les llene de fortaleza y santidad. Oremos.

Por los que gobiernan las Naciones, para que iluminados por Cristo, trabajen por la paz la fraternidad y la justicia en todos los pueblos de la tierra. Oremos.

Por la humanidad que sufre , especialmente , los pobres, enfermos , abandonados, para que el Señor resucitado , encienda en ellos la luz de la esperanza y en nosotros amor hacia ellos que da vida . Oremos.

Por nuestros sectores parroquiales que hoy recibirán el Cirio pascual, como signo de Jesús Resucitado y que visitará en esta cincuentena pascual nuestros hogares, para que con oración, reflexión y la participación de todos nos preparemos para la segunda Etapa del Plan Nacional de Pastoral. Oremos.

Por todos los que en este tiempo de Pascua reciben los sacramentos de iniciación cristiana, para que al recibirlos puedan experimentar el gozo que produce el don de la paz. Oremos.

Por nuestros hermanos difuntos que han dejado este mundo, para que resucitados con Cristo ya estén en paz disfrutando de la presencia del padre. Oremos .

Por nosotros aquí reunidos, renacidos del agua y del Espíritu, que nos disponemos a participar del banquete de la Pascua, para que en este

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tiempo, vivamos a plenitud el gozo y la alegría que nos ofrece Jesús con su Resurrección. Oremos.

El que preside: Escucha nuestras súplicas que te presentamos llenos de alegría deseando que el Resucitado haga surgir en nosotros una gran fiesta que se manifieste en el amor fraterno que llene de vida a todo nuestro pueblo. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendasRebosantes de gozo pascual, celebramos, Señor, estos sacramentos

en los que tan maravillosamente ha renacido y se alimenta tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comuniónProtege, Señor, a tu Iglesia con amor paternal, para que, renovada ya

por los sacramentos pascuales, llegue a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.

VIVAMOS INTENSAMENTE LA OCTAVA DE PASCUA La Octava de Pascua: son los días que siguen al primer Domingo

de Resurrección. Todos los días de la Octava de Pascua para la liturgia constituyen como un mismo día con el Domingo de Resurrección.

Sigue la alegría sana y profunda, se omiten todas las celebraciones del Santoral. Son días privilegiados, se equiparán a las solemnidades del Señor y tienen misa propia, por tanto, sugerimos que se elija un horario adecuado para todos, porque todos debemos participar. Es la semana del compartir fruto de la resurrección del Señor.

Tiempo Pascual “La celebración de la Pascua se continúa durante el tiempo Pascual.

Los cincuenta días que van del Domingo de Resurrección al Domingo de Pentecostés se celebran con alegría, como un solo día festivo, más aún, como el “gran Domingo”. (Carta Circular de la Congregación para el Culto Divino sobre la preparación y celebración de las fiestas Pascuales del 16 de Enero del 1988, no. 100).

Como se podrá notar en estas semanas más que reflexionar sobre temas, lo que interesa es que celebremos con gozo la Victoria del Resucitado. De ahí que la temática que se presenta es propiamente festiva. En la Pascua, es celebrando que aprendemos y crecemos en la fe. Buena y fecunda Pascua para cada uno y para todos de modo que salgamos renovados en el espíritu y en la mente.

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