PROYECTO:

Seminario-Taller:

“Horas Extras”

Hombres de la Colonia Morelos reflexionando en torno a la masculinidad.

Propuesta de ednica, I.A.P. que se presenta a la consideración del CONEVyT, para participar en el

1er. Concurso Nacional de Prácticas Innovadoras de Educación y Capacitación.

(Categoría “B”, Temática: “Educación Comunitaria”)

México, Distrito Federal, Octubre de 2003.

CONTENIDO

I. INTRODUCCIÓN. II. ANTECEDENTES. III. PROBLEMÁTICA EDUCATIVA O DE

CAPACITACIÓN A RESOLVER. IV. OBJETIVO GENERAL. V. ELEMENTOS DESCRIPTIVOS DEL

SEMINARIO-TALLER. VI. PERFIL DE LOS PARTICIPANTES. VII. FACTORES ADICIONALES DEL

SEMINARIO-TALLER.

VIII. PROGRAMA DE ACTIVIDADES

IX. ANEXO

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Seminario-Taller: “Horas Extras”. Hombres de la Colonia Morelos reflexionando en torno a la masculinidad.

I. INTRODUCCIÓN. El propósito fundamental de este proyecto es realizar un Seminario-Taller con un conjunto de hombres interesados en discutir, vivenciar y revisar el tema de la masculinidad, con la finalidad adicional de detectar y analizar los posibles factores de riesgo contenidos en la expresión de sus actitudes o comportamientos que, eventualmente, puedan propiciar la expulsión a la calle de niños/as cercanos/as a su entorno familiar (hijos, hijastros, sobrinos, parientes, etc.). En tal sentido, la línea de acción que enmarca este reto es la de la prevención desde el ámbito de la sociedad civil. Asimismo, por el carácter de las temáticas que se abordarán y de la forma en que se llevarán a cabo las acciones previstas, identificamos la violencia y la participación como los terrenos de intervención en los que incidiremos. La viabilidad para la ejecución de esta iniciativa se apoya en el hecho de que ednica ha venido aplicando su modelo de intervención comunitaria en la Colonia Morelos durante los últimos dos años. Esta circunstancia permite la posibilidad de lograr el mínimo de participación que se tiene previsto para la realización del Seminario-Taller, gracias a la confianza que hemos ganado a través de los diversos programas y proyectos que se han venido realizando en esa zona, bajo un enfoque que privilegia la participación de distintos actores de la propia comunidad. II. ANTECEDENTES El proyecto que proponemos a la consideración del CONEVyT se enmarca dentro de las acciones que, desde el año 2001, el equipo de ednica ha venido realizando en un popular barrio localizado a un costado del Centro Histórico de la Ciudad de México. La particularidad de esta colonia (Colonia Morelos) radica en que es una zona con un problema grave de pobreza urbana y de fragmentación del tejido social que afecta a todos los grupos de población que ahí convergen. Los impactos de esta prolongada situación de pobreza alcanzan de manera importante a las familias con presencia importante de jóvenes y menores, quienes, a su vez, conforman los grupos de población más numerosos, exponiéndolos a una situación de vulnerabilidad que se caracteriza por un potencial y permanente influjo de la calle como polo “alternativo” de atracción. La colonia se ubica dentro de la Delegación Venustiano Carranza, la cual se localiza en la zona centro-oriente de la Ciudad de México. Cuenta con una superficie de 34 kilómetros cuadrados, lo que representa el 2.24% del territorio

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del Distrito Federal. Esta colonia es una de las más grandes y antiguas de la capital, tomando en cuenta que su fundación data del 16 de noviembre de 1882. Si bien es cierto que para efectos de la magnitud de la problemática que se vive en esta zona, no es fácil establecer una relación simple de causa y efecto, sí es posible distinguir una serie de circunstancias que se reflejan en la conformación de la problemática comunitaria y de la población que hemos elegido como el principal objetivo de nuestro Seminario-Taller, a saber:

• Deterioro de la infraestructura urbana, toda vez que gran parte de las construcciones son viejas y existe un déficit de áreas públicas suficientes y adecuadas para el sano desarrollo de los habitantes de la colonia (faltan jardines, parques, alumbrado, acotamientos, etc.).

• Migración de los habitantes con algunos recursos económicos más estables hacia zonas periféricas de la ciudad.

• El abandono de amplios espacios que durante mucho tiempo sirvieron de vivienda a gran número de familias. Muchas de estas construcciones han quedado totalmente abandonadas o son habilitadas como bodegas de mercancías legales e ilegales.

• El crecimiento de cierto tipo de actividad comercial informal e ilícita, con una oferta de todo tipo de mercancía ilegal (bienes contrabandeados y/o robados, droga) e incluso prostitución.

• Creciente inseguridad que se traduce en una alta incidencia de asaltos y robos a transeúntes, comercio establecido, vehículos y transporte de mercancía, etc.

La Colonia Morelos empezó a ser conocida como “barrio bravo” debido, entre otras cosas, a que limita con el barrio de Tepito, el cual tiene un origen similar a aquella: a finales de los años 20, como consecuencia del prolongado conflicto de la guerra cristera, llegaron a la Ciudad de México importantes grupos de inmigrantes procedentes de la región del Bajío y de los estados de Jalisco y Guanajuato, que decidieron alojarse en Tepito. Este fenómeno migratorio implicó el desarrollo de un proceso en el que los nuevos habitantes fueron optando por quedarse a vivir en las inmediaciones de estas colonias. Primero llegaron en visitas de aproximación, a través de las redes familiares; luego incursionaron durante temporadas más largas gracias a la obtención de empleos eventuales para, finalmente, pasar a un arraigo más permanente y/o definitivo, situación que con el tiempo atrajo problemas de vivienda y urbanización en la zona.

Estos asentamientos se desarrollaron bajo las siguientes características: viviendas precarias, carentes de servicios públicos, familias extensas con altos grados de analfabetismo y, principalmente, un contexto sin grandes perspectivas laborales, lo que implicó que gradualmente se establecieran trabajadores que dominaban diversos oficios de manera independiente, a través de talleres: carpinteros, vidrieros, mecánicos, herreros, plomeros, etc.

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El proceso de industrialización que se estaba experimentando en el D.F. durante el periodo histórico denominado “desarrollo estabilizador”, provocó que, en los años 50, esta zona se beneficiara con el levantamiento de infraestructura con el apoyo del entonces Departamento del Distrito Federal que, durante los sexenios de los presidentes Adolfo Ruiz Cortines y Miguel Alemán, impulsó la construcción de mercados públicos en toda la ciudad. La tradición y fama comercial de este sector de la ciudad fue creciendo cada vez más hasta convertirse en un lugar en el que se podía encontrar "de todo": desde ropa, muebles y aparatos usados, hasta la mayor variedad de zapatos, todo a precios bastante accesibles. En este proceso se vio inmersa también la Colonia Morelos.

A partir de los años 70, con la tecnología mexicana en decadencia y con las intensas restricciones aduanales para el ingreso de mercancía importada al mercado nacional, Tepito consolidó su fama como punto de venta clandestina de artículos procedentes del extranjero introducidos ilegalmente al país, denominados popularmente como "fayuca". Con el contrabando llegaron también otros problemas que poco a poco fueron caracterizando a la zona como un espacio violento. La fayuca, por ejemplo, es el inicio del surgimiento de las grandes mafias que han controlado la zona desde entonces. La expansión de estas condiciones rebasó los límites de Tepito y alcanzó a otros barrios o colonias aledañas, como La Lagunilla, La Candelaria, la Moctezuma o la propia Colonia Morelos. La corrupción propició que alrededor de este mercado clandestino, se desarrollara un modelo de vida popular con características muy propias: luego de las tradicionales pulquerías emergieron las cantinas, los bares y algunos cabarets. Se institucionalizaron las peleas de box, deporte-espectáculo que se consolidó como una importante alternativa de esparcimiento (o como estrategia local para buscar ascender en la escala social) y que por décadas generó ilusiones y ambiciones en la población joven de la colonia. De manera simultánea se fortalecieron las redes de “comerciantes organizados” en diferentes giros populares, creándose con ello una compleja trama de intereses económicos; asimismo, las innumerables vecindades que remarcaron la dimensión popular de la zona, se fueron consolidando. Con el paso del tiempo, algunos de los aspectos negativos se fueron acentuando al amparo de la indiferencia de los gobiernos en turno y se consolidó la imagen de “barrio bravo”, sin gobierno, condenado al descuido permanente, sin futuro. Esto se ve reflejado actualmente en la reproducción de determinados patrones culturales y sociales en la comunidad, en la familia y en los individuos. Se vive cotidianamente la carencia y/o el escaso acceso a servicios básicos de calidad como salud, educación, recreación, vivienda, trabajo y falta de alternativas para los niños y jóvenes. Así, por las distintas relaciones, dinámicas y condiciones materiales de existencia experimentadas por los habitantes de la Colonia Morelos, hoy día ésta se presenta como una colonia marcada por diversos matices asociados a la problemática social inherente a los entornos populares de las grandes metrópolis, como los siguientes:

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• Alto índice de indigencia en personas adultas y familias. • Familias trabajadoras en la calle. • Niños y jóvenes viviendo en la calle (hay que resaltar que el origen de

muchos de ellos, es de familias que viven dentro de la colonia). • Falta de oportunidades de trabajo. Existen pocas oportunidades para el

desarrollo personal, predomina el inmediatismo, el autoempleo que está “atenido” a la ganancia del día. En otras palabras, no hay un ingreso fijo que permita la planeación sostenida para el mejoramiento de las condiciones de vida familiar.

• Alto índice de comercio informal (ambulantes de diferentes categorías como chachareros y tianguistas que no son de la colonia).1

• Expresiones de delincuencia individual y organizada (a todas horas del día). • Contrabando de mercancía, mafias organizadas, tráfico y consumo de

drogas. • Los niños y jóvenes son utilizados como distribuidores de droga (burreros). • Aunque hay muchos edificios construidos después de los terremotos de

1985, que dan abrigo a familias nucleares, todavía es muy común encontrar a un buen número de familias ocupando espacios tipo “vecindad”, es decir, lugares en los que existe más de una familia dentro de cada hogar conviviendo en el hacinamiento.

• Violencia expresada en todos los ámbitos: intrafamiliar, en la relación entre comerciantes, entre las bandas, entre los niños y en el sistema educativo.

• Rezagos en materia educativa: deserción escolar, baja escolaridad, falta de prioridad por la educación, falta de perspectivas a futuro, alta predominancia de la inmediatez.

• Falta de espacios recreativos y de sano esparcimiento (jardines, parques, museos, etc.).

• Falta de organización social en la comunidad de manera positiva. • Pobreza urbana en sus diferentes niveles.2 • Abuso sexual y prostitución. • Alcoholismo. • Drogadicción. • Contaminación de todo tipo. • Alto grado de tolerancia (indiferencia) ante la problemática en general. La confluencia de estos problemas propicia que la zona sea atractiva para la llegada de bandas delictivas especializadas en contrabando, prostitución, narcotráfico, etc., lo cual facilita o potencia la permanencia y salida de niños y jóvenes a la calle, así como también el surgimiento de nuevos grupos organizados que delinquen, en un círculo perverso que se repite de manera constante en el tiempo.

1 Para el segundo trimestre del año 2002, la tasa de subempleo y desempleo de la Delegación es del 16.1 % de la PEA. 2 De la PEA (Población económicamente activa) delegacional el 41.12 % recibe hasta 2 salarios mínimos, en tanto que el 18.73 % recibe hasta 1 salario mínimo. El salario mínimo para el D.F. es de $ 42.00 diarios (4.2 dólares por día).

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Vinculados a este difícil panorama, los habitantes (sobre todo las habitantes) de la Morelos reconocen otro tipo de problemas generados originalmente en el ámbito de las vidas privadas pero que, con el tiempo, han logrado alcances estructurales, tales como la violencia, la delincuencia y el consumo de drogas, detectados como los principales problemas que enfrenta actualmente la comunidad. Identifican que esta situación inicia con la violencia doméstica, como producto de las relaciones de inequidad que se experimentan al interior de los hogares, donde todos los privilegios son para los hombres y donde éstos imponen su ley a través del ejercicio de actitudes violentas basadas en su “necesidad” de control y autoridad. Esta problemática se extiende por las calles bajo formas más agresivas, entre los comerciantes, y se traduce también en asaltos, robos y crímenes diversos. La conjugación de estos factores torna la atmósfera de la Colonia Morelos un tanto insegura y pesada para los niños que habitan en ese contexto.

La inseguridad adquiere muchas y variadas formas: peligro de dejar a los niños jugando en la calle, peligro de que se relacionen con traficantes de drogas, peligro de que sean molestados por adultos. Peligro de que al intentar denunciar las consecuencias sean muy amargas. Con respecto a la venta y consumo de drogas, es un hecho en la vida cotidiana: todos saben dónde y quién la vende. Quienes las consumen están en muchos lados: los callejeros que usan el “activo”; los jóvenes que consumen mariguana en los parques; los narcos que lo hacen en sus autos lujosos o de manera ostentosa en bares locales. Incluso los habitantes de la colonia sufren socialmente el estigma de ser considerados delincuentes por los moradores de otras colonias tan sólo por el hecho de vivir ahí, sin que se considere el hecho de que la mayoría de la población se compone de personas trabajadoras que enfrentan la vida de manera honesta. En tal sentido, nuestra propuesta para abordar de manera gradual el cambio de estas condiciones, es fortalecer el tejido social de esa zona y activar acciones de organización comunitaria tendientes a mejorar las condiciones de los habitantes de la Colonia Morelos y, de manera especial, de las poblaciones callejeras que ahí convergen. En ednica consideramos que la situación del niño callejero y en riesgo es un asunto que involucra la responsabilidad de toda la sociedad. Así, una de las líneas de acción que hemos desarrollado es la de la prevención y es ahí donde se inserta esta iniciativa, pues al avanzar en la reflexión de las formas en que los hombres de la colonia entienden y asumen su masculinidad, estaremos desarrollando también la posibilidad de incidir en la modificación gradual de actitudes violentas en sus ámbitos domésticos y, con ello, reducir el riesgo de que más niños de esa zona elijan la calle como opción de vida. Es de esta manera que, con base en la información hasta aquí desarrollada, proponemos la realización de un breve Seminario-Taller dirigido a hombres, cuya finalidad está centrada en la posibilidad de incidir de manera positiva en la

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identificación de factores de riesgo3 de expulsión de niños a la calle, así como de las fortalezas para retenerlos, que se puedan desprender del análisis de las actitudes masculinas de los hombres participantes a partir del uso de un enfoque de género. Sin embargo, es pertinente aclarar que la brevedad temporal que se propone para la ejecución del proyecto no limita la posibilidad de continuidad, pues la intención a largo plazo es que, a partir de una evaluación de esta primera etapa, se propicie la creación de un espacio permanente para que los hombres de esa zona puedan continuar con este proceso si así lo desean y bajo los elementos temáticos y metodológicos que ellos mismos aporten. III. PROBLEMÁTICA EDUCATIVA O DE CAPACITACIÓN A RESOLVER A lo largo de ocho sesiones reflexionaremos sobre lo que significa “ser hombre” en la sociedad mexicana y, más concretamente, en el contexto de la Colonia Morelos. Analizaremos también los procesos de construcción social de la masculinidad, así como el papel de la familia, la religión, la cultura, etc., en la misma; y, de manera simultánea, observaremos las ventajas y las desventajas del modelo dominante de ser hombre en este país, es decir, el machismo. Se pretende que esta experiencia conlleve una dinámica de intercambios, no sólo de hechos concretos de la vida de cada participante, sino también de argumentos para el análisis crítico de nuestras actitudes y de nuestros valores y comportamientos como hombres. La dimensión vivencial que proponemos para el desarrollo de este Seminario-Taller, significa tocar sentimientos y emociones que nos permitan expresar lo que somos y lo que vivimos cotidianamente, en un espacio de intimidad creado por/para nosotros mismos, mediante el uso de dinámicas pedagógicas diseñadas para abordar el análisis de los temas sugeridos desde puntos de vista distintos a los tradicionales. Esta propuesta de espacio de discusión/comprensión tiene su fundamento en los postulados que se desprenden de la perspectiva de género, categoría de análisis desarrollada desde el feminismo que, a su vez, conlleva conceptos cualitativamente útiles para profundizar en el conocimiento de la realidad social y de la vida cotidiana, dimensiones en las que se articulan desigualdades y jerarquías basadas en las características biológicas de los cuerpos humanos, con sus propios mecanismos de construcción y reproducción. El género ha estado sujeto a transformaciones en el curso de su desarrollo histórico y, como dimensión de diferenciación social, se interrelaciona con otras categorías que establecen distancias sociales y ordenan la realidad sociocultural e individual (como clase, religión y raza), o cualquier otro aspecto relevante de cada sociedad particular.4 3 Entendemos como factores de riesgo en una comunidad urbano popular, aquellos que, conjugados entre sí, determinan la salida de los niños a la calle, ya sea de manera paulatina o violenta. La evidencia demuestra que los niños no salen a la calle por un sólo factor; aún cuando este predomine entre los demás, un niño llega a la calle porque convergen en su proceso varios factores, mismos que pueden ser de índole comunitaria, familiar o individual. 4 Teresita de Barbieri, “Acerca de las propuestas metodológicas feministas”, en: E. Bartra (comp.), Debates en torno a una metodología feminista, UAM, México, D.F., 1998. Páginas 103-139.

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De ese enfoque de análisis retomaremos el término masculinidad como un vehículo para analizar el conflicto que los hombres enfrentamos ante los cambios en la identidad masculina, derivados a su vez de los profundos cambios sociales, económicos, políticos y culturales que en México hemos venido experimentando durante las últimas décadas y que hoy día nos confrontan con los modelos tradicionales de ser hombres que nos han sido heredados. En la Conferencia Internacional de Población de El Cairo (1994) se señaló que para lograr los objetivos de desarrollo, y en especial para alcanzar una mayor equidad entre hombres y mujeres, era necesario reconocer que en la mayoría de las sociedades los varones ejercen un poder preponderante en todas las esferas de la vida.5 En el caso del proyecto que proponemos, nos interesa asociar el alcance de este reconocimiento al análisis del fenómeno callejero desde un enfoque preventivo, pues es muy recurrente el hecho de que, al hacer reconstrucciones de historias de vida de los niños y jóvenes callejeros, se hagan referencias a experiencias de violencia intrafamiliar, propiciadas principalmente por algún adulto del sexo masculino al interior de su hogar, como elementos situacionales que, en combinación con otros factores, tienen un papel determinante en su decisión de salir a la calle. Por lo tanto, es un requisito esencial, en aras de una mayor equidad y de un intento por analizar el impacto de tales actitudes en el proceso de expulsión de chicos/as a la calle, trabajar en la transformación de las percepciones, actitudes, prácticas, representaciones y normas a partir de las cuales se relacionan los hombres de esta colonia con los integrantes de sus familias. Al entender mejor las fuerzas condicionantes que desde muy niños nos enseñan conductas que nos llevan a competir entre nosotros mismos, así como a discriminar y marginar a las mujeres, niños, ancianos, y a otros hombres que no se apegan al esquema machista, estaremos en condiciones de proponer y estimular cambios de actitud y, con ello, de avanzar en la búsqueda de relaciones y prácticas más justas, equitativas y humanas que prevengan la salida de más niños o niñas a la calle. Pero como no es suficiente sólo con reconocer o descubrir las posibilidades de cambio en el plano individual, sino que también se requiere asumir el reto de la transformación social, queremos extender a los participantes una invitación para mantener una línea de continuidad, orientada hacia el seguimiento de los resultados de este ejercicio. Lo anterior se fundamenta en la premisa de que es necesario avanzar, tanto de manera individual como colectiva, en la construcción de paradigmas de masculinidad más auténticos y humanos que contribuyan al sustento de mejores relaciones interpersonales, en específico, de los hombres participantes y sus familias. De hecho, todas las acciones dirigidas a la transformación sociocultural y subjetiva de los hombres, impulsarán gradualmente el desarrollo social y el bienestar de todos y todas en la sociedad.

5 A. Germain y R. Kyte, El consenso de El Cairo: El programa acertado en el momento oportuno, International Women’s Health Coalition, Nueva York, 1995.

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Es por ello que, sin evadir la posibilidad de ampliar las acciones que desde ednica queremos realizar en este sentido en el futuro, para efectos de este proyecto, la convocatoria al Seminario-Taller está dirigida a un número reducido de posibles participantes (15), toda vez que la idea es avanzar gradualmente en la apertura de un espacio que permita sentar bases sólidas para un trabajo con alcances comunitarios que beneficie a otros hombres de la Colonia Morelos y a sus familias y también a hombres de otros entornos comunitarios. Finalmente, el proceso y las reflexiones que se desarrollen a lo largo de este Seminario se recogerán en un documento que, a su vez, será el testimonio de un grupo de hombres interesados en activar cambios de actitud personales y, además, impulsar estrategias con impactos más amplios. En este sentido, se espera que esa memoria sea útil, en primer lugar, para fortalecer el compromiso adquirido por los participantes; en segundo lugar, como un instrumento para impulsar la replicabilidad de esta iniciativa en otros contextos; y, en tercer lugar, como una herramienta de reflexión y debate para otros hombres y también para las mujeres interesados/as en la temática y comprometidos/as con la creación de nuevas relaciones entre sí. IV. OBJETIVO GENERAL. Crear un espacio de intimidad para hombres de la Colonia Morelos en el que, a partir de dinámicas vivenciales, se logre informar, sensibilizar y reflexionar sobre la construcción de las identidades masculinas desde un enfoque de género, con el fin de contribuir al desarrollo de actitudes orientadas hacia la equidad en los participantes con su entorno familiar. OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 1. Detectar y analizar los factores de riesgo de expulsión de niños a la calle,

que puedan estar contenidos en las actitudes masculinas de los hombres participantes en su entorno familiar.

2. Promover cambios de actitud que favorezcan la equidad de los hombres participantes con respecto a sus interacciones familiares y sociales.

3. Ampliar la participación masculina en las acciones del modelo de intervención comunitaria que ednica desarrolla en la Colonia Morelos.

4. Documentar la experiencia a través del levantamiento de una memoria que rescate el desarrollo de las ocho sesiones previstas.

V. ELEMENTOS DESCRIPTIVOS DEL SEMINARIO TALLER. PRIMERA PARTE: IDENTIDADES MASCULINAS. Temas a desarrollar (tres sesiones en febrero del 2004): ⇒ Identificar y analizar los elementos fundamentales de la masculinidad: ¿qué

significa “ser hombre” en la Colonia Morelos y en la Ciudad de México?;

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fuerza, inteligencia y libertad como caraterísticas de la masculinidad; lo que asumimos como propio y lo que rechazamos, etc.

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Reflexionar sobre lo positivo y lo negativo de nuestras identidades masculinas: la fuerza física; las normas de vestir y apariencia física; revisando nuestra libertad sexual y social; la homosexualidad; la violencia machista; la división sexual del trabajo y las relaciones de poder, etc. Reflexionar sobre la supuesta “superioridad masculina” y analizar cómo esta creencia incide en la opresión de las mujeres y niños (y de otras personas): analizando nuestros temores, prejuicios, vergüenzas y mitos, etc. Profundizar sobre los aportes teóricos del feminismo a la formulación de la perspectiva de género.

SEGUNDA PARTE: MASCULINIDAD Y VIOLENCIA. Temas a desarrollar (tres sesiones en febrero-marzo del 2004): ⇒

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Analizar los rasgos de violencia contenidos en nuestro proceso de formación (juegos, escuela, familia, religión, etc.), como elementos constructores de nuestra masculinidad. Analizar la incidencia y causas de la violencia en nuestra historia personal: tipos de violencia, causas y efectos. Reflexionar en torno a la violencia contenida en los distintos medios de comunicación y sobre sus víctimas más frecuentes. Profundizar en los efectos de la violencia y conocer algunas acciones organizadas en contra de ella (Modelo POCOVI y Modelo CORIAC). Proponer acciones para transformar esta realidad desde lo personal, lo familiar, lo social, lo laboral, etc.

TERCERA PARTE: ALTERNATIVAS PARA TRABAJAR CON LOS DEMÁS. Temas a desarrollar (dos sesiones, en marzo del 2004): ⇒

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A partir de un recuento de los temas anteriormente tratados, profundizar en nuestra comprensión de las relaciones de poder y género, con énfasis en la dominación masculina, para revisar nuestro papel individual y colectivo. Proponer acciones individuales y colectivas para contribuir a la construcción de relaciones más justas/equitativas entre hombres y otros individuos: niños/as, mujeres, ancianos, etc. Identificar algunas pistas metodológicas y de futuro trabajo con y entre hombres.

VI. PERFIL DE LOS PARTICIPANTES. Este Seminario/Taller está dirigido a hombres de la Colonia Morelos que tengan interés en sumarse, con ánimo respetuoso, creativo y propositivo, a un proceso de reflexión amplio en torno a la masculinidad. El rango de edad oscilará entre los 18 y los 45 años, sin importar su estado civil ni su orientación sexual. Lo importante es que sean individuos que estén dispuestos a fortalecer sus vidas y enriquecer sus relaciones familiares, y ampliar sus campos de conocimiento,

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asumiendo el compromiso de poner en práctica (de manera responsable), los temas que aquí se compartirán. VII. FACTORES ADICIONALES DEL SEMINARIO-TALLER.

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Este Seminario-Taller se realizará en las instalaciones del Centro Morelos que ednica está habilitando en la misma colonia y será facilitado por el Mtro. Mauro Antonio Vargas Urías, Director General de esa institución (se anexa Currículum Vitae). Esta es una iniciativa dirigida a hombres pero cuyos resultados podrán ser consultados y/o compartidos con cualquier persona o colectivo que demuestre interés y ánimo de colaboración y/o de replicabilidad. Dado que se pretende llevar a la práctica una dinámica vivencial durante algunas etapas del proceso, los participantes deberán comprometerse al inicio con un pacto de confidencialidad sobre los aspectos personales que se puedan compartir en las sesiones. Este será un encuentro en el que se promoverá una dinámica totalmente horizontal, un espacio en el que tendrán privilegios el respeto y la tolerancia como valores fundamentales. Serán ocho sesiones entre febrero y marzo del 2004, cada una tendrá una duración de dos horas. El día de la semana y el horario se definirán tomando en cuenta las condiciones laborales de los posibles participantes. La convocatoria se realizará a lo largo de los meses de diciembre del 2003 y de enero del 2004, a través de un folleto que circulará en la colonia. Se establecerá una fecha límite para inscribirse (30 de enero del 2004) y el cupo estará limitado a 15 participantes. Materiales: se entregarán lecturas al inicio de cada uno de los tres módulos, así como los insumos necesarios para las dinámicas que se vayan a realizar. Es posible que en algunas sesiones participe algún facilitador o conferencista invitado, si el tema lo requiere y las circunstancias lo permiten. Se entregará un reconocimiento simbólico a todos los participantes (una constancia de participación). Para la elaboración de la memoria, se contará con el apoyo de un compañero voluntario (distinto a los participantes). Nada de lo expresado como testimonio personal por los hombres participantes podrá ser publicado sin su previa autorización. No se pretende cobrar ninguna cuota, sólo se promoverá la aportación voluntaria de los participantes con la finalidad de generar un costo de recuperación para el servicio de cafetería por las 16 horas de trabajo.

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VIII. PROGRAMA DE ACTIVIDADES (*) Enero – Junio 2004

Seminario-Taller “Horas Extras”

(Hombres de la Colonia Morelos reflexionando en torno a la masculinidad)

MES Y SEMANA (2004) ACTIVIDAD ENERO FEB. MARZO ABRIL MAYO JUNIO

Elaboración de la convocatoria X Distribución de la convocatoria X X X X Inscripción X X X Realización de la sesión 1 X Realización de la sesión 2 X Realización de la sesión 3 X Realización de la sesión 4 X Realización de la sesión 5 X Realización de la sesión 6 X Realización de la sesión 7 X Realización de la sesión 8 X Sistematización de la memoria X X X X Socialización de la memoria X Evento de cierre o clausura X Elaboración de un plan de seguimiento

X X

Informe final X X (*) Las fichas descriptivas de cada sesión ya han sido elaboradas y contienen el diseño de las dinámicas que se realizarán durante las dos horas de cada sesión, así como el tipo de materiales que serán utilizados. Los ajustes pertinentes de sus tales contenidos se revisarán entre noviembre y diciembre del año en curso, es por ello que estas acciones no están consideradas en el presente programa de actividades, mismo que se concentra fundamentalmente en la propia realización del Seminario-Taller.

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ANEXO