Antoni Tàpies

Corpus estético muy variado:

1. El Romanticismo alemán (inculcado por su padre): pintura, filosofía y música (Brahms y Wagner).

2. Textos de científicos como : Plank, Schrödinger, Heisenberg.

3. El psicoanálisis de Freud a través del doctor Sarró.

4. El libro de Carl Gustav Jung “El yo y el inconsciente” donde se estudiaban los arquetipos (imágenes o esquemas congénitos con valor simbólico que forma parte del inconsciente colectivo) y el inconsciente colectivo.

5. La revista de arte “D’ací i D’allà” , donde descubre la obra de artistas tales como: Joan Miró, Duchamp, Hans Arp, Braque, Severini, Mondriand, Dalí, etc.

6. Durante su ingreso en 1939 en el sanatorio Puig d’Olena, lee a autores como: Thomas Mann, Wölfflin , Tagore, Tolstoi, Baroja, Stendhal, Maupassant, Anatole France, Guide, Proust, Hölderlin, Kleist, Nietzsche, Spengler, Kant, Hegel, etc.

7. gran admirador del escritor místico Ramon Llull (del que realizó un libro de grabados entre 1973 y 1985), así como del Románico catalán y la arquitectura modernista de Antoni Gaudí .

8. Es un admirador del arte y la filosofía orientales, que como Tàpies diluyen la frontera entre materia y espíritu, entre el hombre y la naturaleza. Influido por el budismo , muestra en su obra cómo el dolor, tanto físico como espiritual, es algo inherente a la vida.

Sus comienzos se enmarcan dentro de la férrea dictadura franquista de los años 40, época en la que pocas influencias francesas o americanas llegan a España.

Formación autodidacta con 22 años asiste a la Academia Valls de Barcelona durante 2 meses. Había estudiado derecho pero abandonó la carrera poca antes de terminarla.

Obra pictórica

Según Juan Eduardo Cirlot, pasa por distintas etapas heterogéneas:

1. Collages inspirados en Klee con distintos materiales como cuerdas, alquitrán, pigmento pictórico. Trabajaba haciendo incisiones profundas en la tela y grattages (rayado de superficies), técnica que se desarrollará en la época informalista.

“Zoom” (1946), óleo y blanco de España sobre tela.

2. En 1948 funda junto con Joan Ponç, Joan Josep Tharrats, Arnau Puig, Modest Cuixart y Joan Brossa la revista Dau al set, de contenidos

estrictamente artísticos. En esta época su mundo artístico está claramente influenciado por el surrealismo, que le había interesado a raíz de la visión de la obra de Joan Miró. El universo mironiano de signos y colores aparece plasmado en las composiciones de aquella época.

“Parafaragamus” (1949), óleo sobre tela.

3. En 1949 se inicia la etapa de transverberación (según Alexandre Cirici i Pellicer), son composiciones que irradian misterio y que se hallan bajo el influjo de la confusión y la magia. Aparecen personajes deformes, cabezas invertidas, círculos que envuelven hogueras muy intensas, bestias fabulosas, crecientes lunares. La influencia de Wagner se hace patenten en sus títulos.

“La barberíe de los malditos y los elegidos” (1950), óleo sobre tela.

4. En 1952, Tàpies decide suprimir cualquier elemento figurativo de sus composiciones a favor de la abstracción total. Inicia su etapa informalista. La materia se erige como protagonista. Utiliza técnicas como el grattage, empaste (polvo de mármol, arcilla y arena). El aspecto matérico predomina, la materia llena la composición, una materia rugosa, carente de forma, que sobresale de un modo liso.

La apariencia de muro subyace en sus obras, dando a sus obras un aspecto duro y frío. El muro es símbolo de distancia, frialdad, tristeza, separación, incomunicación, pero también del lugar en el que la gente expone sus opiniones, su forma de pensar libremente.

“Forma negra sobre cuadrado gris” (1960), procedimiento mixto sobre tela.

5. A partir de los años 70 Tàpies se inclinará por obras más conceptuales, en las que prima el objeto cotidiano sobre todas las cosas. En su obra de finales de los años 60 ya había empezado a incorporar figuras de objetos y de partes del cuerpo a sus obras. Los ready made de Duchamp (al que conoce en Pittsburg en 1958) son los antecedentes de sus obras conceptuales de los años 70, pues tratan de la descontextualización del objeto.

“Armari” (1973), objeto tapiz.

Obra gráfica

La obra gráfica de Tapies se asemeja, en cuanto a su carácter y su desarrollo, con su pintura y escultura, ya que el enfoque artístico es fundamentalmente el mismo:

1. Un trabajo personal donde prima la inscripción, una escritura no basada en la palabra sino en símbolos y signos ideados por el autor en el que aparecen jeroglíficos, garabatos, grafittis, cruces, números o letras imposibles en una grafía exclusivamente material.

2. Cuando el pintor se sumerge en el papel, parece suavizar su habitual potencia expresiva, aislando cada motivo iconográfico en una especie de ejercicio de precisión.

3. Tapies ha trabajado siempre la litografía y el aguafuerte. Combinando la técnica del collagraph, el carborundo, el flocado y el collage tradicional.

4. Representa objetos del entorno cotidiano. Su repertorio está formado por cosas tan concretas como tijeras, prendas de vestir, utensilios hogareños, muebles e incluso trozos de cuerda. También aplicó collages hechos con objetos o grabó sus contornos.

“Table” (1967), litografía, 44x62 cm, número de ejemplares 75

Representación de un objeto cotidiano

“Estisores 2” (1979), grabado al aguafuerte, aguatinta y carborundum, 5 planchas (1 de cobre y 4 de hierro), 83x69 cm, tirada de 75 ejemplares.

Objeto cotidiano, en este caso unas tijeras.

“Camisa” (1972), grabado al aguafuerte y carborundum, 60x77 cm, tirada de 75 ejemplares.

Prenda de vestir, otra constante en su obra. Las prendas de vestir aportan la más directa referencia al ser humano, sobretodo porque Tàpies las representa con frecuencia como si estuvieran usadas.

“Chaussette” (1980), litografía, 25x24 cm, tirada de 200 ejemplares, numerada HC y firmada a mano.

“Composición” (1973), Litografía, 50x65 cm, tirada de 100 ejemplares

Grafías, líneas, letras aisladas. Uno de sus motivos más frecuentes es la combinación de la “A” con la “T” o la representación de cada una de ellas en solitario. Al igual que otras letras sueltas, la A y la T se pueden leer como letras del alfabeto o como portadoras de un significado personal. Son no sólo las iniciales de Tapies sino también las primeras letras de su nombre y del de su esposa Teresa. A menudo Tàpies utiliza la letra “X” como una variación de la “T” y cuando se encuentra sola, ésta actúa como una marca.

“AT” (1982), litografía, 76x57 cm, número de ejemplares 150.

“Cloché tibetaine” (1991), litografía, 120x80 cm.

“Mà” (1975), aguafuerte y carborundum, 63,5x90 cm, tirada de 75 ejemplares

Otro de sus temas iconográficos son las partes del cuerpo aisladas. En este caso una mano, pero más concretamente este grabado nos recuerda las pinturas de las cuevas paleolíticas, un arte primitivo y esencial.

“Peu roig” (1983), aguafuerte y carborundum en varias tintas, 56x76 cm, tirada de 75 ejemplares.

“La cama” (1975), grabado al aguafuerte, 56x76 cm, tirada de 75 ejemplares.

“Boques” (2006), litografía, 70x50 cm

“Les vostres mans” (1989), aguatinta, 56x75 cm

“Poema” (1975), litografía, 84x63 cm, tirada de 500 ejemplares.

Sus obras siempre se caracterizaron por un gran amor a su tierra, en ellas desvela su espíritu catalán.

“Gran X (serie negre i roig)”, (1976), grabado al aguafuerte y carborundum, 56x76 cm, tirada de 75 ejemplares.

La influencia de la caligrafía oriental, una de sus pasiones, se evidencia en muchos de sus grabados.

“Signes negres (serie negre i roig)” (1976), grabado al aguafuerte y carborundum,56x76 cm, tirada de 75 ejemplares.

“Sac” , grabado al aguafuerte (1988), 56x76 cm, tirada de 99 ejemplares

“70” (1979), grabado al aguafuerte, aguatinta y carborundum, 56x73 cm, tirada de 75 ejemplares.Formas geométricas básicas, siempre irregulares, son también constantes de su obra

“U no es ningún: Cercle” (1979), grabado al aguafuerte y aguatinta, 72,5x56 cm, tirada en romanos de 82 ejemplares.

“Cercle” (1981), grabado al aguafuerte, azúcar y carborundum, 80x122 cm, tirada de 50 ejemplares.