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Ingeniería Industrial Instituto Tecnológico Superior de Tamazunchale Productividad humana Trabajo: Antología final Unidad 4 Factores humanos que afectan la productividad Catedrático: Gabriela Jaramillo Herverth Entrega: HECTOR RAMON HENRIQUEZ NUÑEZ Ingeniería Industrial SEMESTRE: VII GRUPO: M2

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IngenieríaIndustrial

Instituto Tecnológico Superior de

Tamazunchale

Productividad humana

Trabajo: Antología final Unidad 4

Factores humanos que afectan la productividad

Catedrático: Gabriela Jaramillo Herverth

Entrega:

HECTOR RAMON HENRIQUEZ NUÑEZ

Ingeniería Industrial

SEMESTRE: VII GRUPO: M2

Factores que afectan la productividad

Productividad puede definirse como la relación entre la cantidad de bienes y

servicios producidos y la cantidad de recursos utilizados.

El único camino para que un negocio pueda crecer y aumentar su rentabilidad (o

sus utilidades) es aumentando su productividad. Y el instrumento fundamental que

origina una mayor productividad es la utilización de métodos, el estudio de tiempos

y un sistema de pago de salarios.

Como se aprecia el hombre puede transformar las condiciones naturales, las

necesidades y sus tareas pero no puede obviar que ellas se rigen por leyes que son

vínculos indisolubles que están fuera e independiente de su conciencia. Asociado a

esta conciencia esta el factor subjetivo, que no es mas que "aquéllos que dependen

de los hombres". Dentro de ellos se destacan:

la actividad de las masas,

de las clases,

de los partidos,

del estado,

de los individuos,

su conciencia, su voluntad, su manera de actuar.

Referido a este ultimo factor es interés de este trabajo la siguiente definición:

"Cuando se habla de productividad no solo está referida al nivel de la empresa, sino

la que debe lograr cada trabajador en su puesto de trabajo, brigada, planta, y donde

no es posible calcular el valor agregado bruto la productividad puede medirse en

unidades físicas, en horas de trabajo, cumplimiento de coeficientes de disponibilidad

técnica, entre otras". (Tabloide especial: Parte I ,2007).

Se precisa un mayor incremento de la productividad del trabajo y alcanzar los

niveles que permitan reducir significativamente los costos; para lo cual existen

enormes reservas en la disciplina laboral, el aprovechamiento de la jornada y la

organización del trabajo, sin que sea necesario invertir más recursos que los que ya

existen.

Cuando se analizan todos estos factores se destaca que en nuestro país "en el

último decenio la productividad incrementó a un ritmo promedio anual inferior al

salario medio, creciendo más rápidamente la distribución de la riqueza creada que

su producción, lo que a la larga no es sostenible". (Tabloide especial: Parte I ,2007).

En el párrafo anterior se habla de la disminución de la productividad no obstante

considero se debe aclarar que la medición de la productividad permite lograr su

mejora. Su importancia radica en que:

"Provee una base de datos para establecer metas de crecimientos y define objetivos

de mejora y desarrollo.

Ayuda a conocer problemas en el proceso de producción (técnicos organizativos,

de capacitación, de seguridad y medio ambientes, etc.)

Constituye una herramienta de aprendizaje, participación y motivación para los

trabajadores.

Puede usarse como una forma para medir el desempeño.

Contribuye a la forma de decisiones más precisas.

Genera una base objetiva para mejorar la retribución". (Tabloide especial Parte I

,2007).

La problemática del incremento de la productividad trasciende su simple medición

para convertirse en objetivo primordial de la empresa, para lo cual es esencial el

empleo racional y optimización del capital humano.

El primer paso para el mejoramiento de la productividad es el establecimiento de

indicadores y su análisis. De ello se infiere que "el éxito de la medición y el análisis

de la productividad dependen en gran medida de que las partes interesadas

(dirigentes, trabajadores, organizaciones sindicales) tengan una clara conciencia de

por qué el incremento de la productividad es importante para el país, la empresa y

el colectivo".(Tabloide especial: Parte I ,2007).

El diagnostico de la Productividad del Trabajo constituye la principal fuente para

detectar los problemas y sus interrelaciones que frenan la productividad de la

empresa. Permite comparar sus propios resultados de períodos anteriores con los

actuales y con los de empresas similares, así como permite evaluar los resultados

con todos los trabajadores en aras de resolver los problemas identificados y trazar

las tareas necesarias a ejecutar para resolver los mismos.

El análisis profundo de los procesos de trabajo permite identificar una gama variada

de problemas, entre los que pueden encontrarse:

"Métodos ineficaces de trabajo.

Mala disposición y utilización del espacio.

Inadecuada manipulación de los materiales.

Deficiente planificación de las necesidades de recursos.

Deficiente planificación del mantenimiento.

Despilfarro o utilización inadecuada de materias primas materiales, energía,

combustible.

Uso irracional y/o despilfarro de recursos humanos.

Deficiente organización de los servicios que se prestan.

Deficiente aplicación o no existencia de controles de calidad.

No aplicación de normas de rendimiento o las que existen están desactualizadas.

Altos índices de ausentismo, impuntualidades o abandono del puesto de trabajo.

Incumplimientos del tiempo de trabajo y desaprovechamiento de la jornada laboral.

Existencia de riesgos de accidentes de trabajo o enfermedad profesional.

Indefinición de los planes de capacitación de los trabajadores.

Deficiencias o inexistencia de sistemas de gestión o control de la calidad".

Al respecto ha expresado el compañero Fidel Castro Ruz "En la disciplina está el

secreto de la productividad en la tecnología, en la organización racional, eficiente;

en el uso racional y eficiente de las máquinas, de los recursos humanos. Por eso

nosotros tenemos que tener disciplina, tenemos que desarrollar métodos científicos,

verdaderamente, de organización y dirección, y tenemos que dominar la tecnología.

Por esa vía podemos hacer mucho más de lo que pueden hacer los capitalistas,

cuando nosotros perfeccionemos nuestro método de organización, y cuando

nosotros seamos capaces de saber dirigir a los hombres -que es donde está el

secreto- por los métodos revolucionarios". (Castro, 1992).

Muchos son los factores que influyen en el crecimiento de la productividad del

trabajo. Algunos tienen que ver con la tecnología utilizada, es decir con las

maquinarias, equipos, instalaciones, el grado de mecanización y automatización de

los procesos, los medios de transportación, y de comunicación, la informatización,

etc.

4.1.-Condiciones de empleo

La a naturaleza o propiedad de las cosas y el estado o situación en que se encuentra

algo reciben el nombre de condición, un término que procede del vocablo

latino condicĭo. El trabajo, por su parte, es una actividad productiva por la que se

recibe un salario. Se trata de una medida del esfuerzo que realizan los seres-

humanos.

La condición de trabajo, por lo tanto, está vinculada al estado del entorno laboral. El

concepto refiere a la calidad, la seguridad y la limpieza de la infraestructura, entre

otros factores que inciden en el bienestar y la salud del trabajador.

Cuidar las condiciones de trabajo tiene múltiples ventajas para el empleador y para

el Estado, desde económicas (ya que las malas condiciones implican un mayor

gasto por el pago de tratamientos médicos, seguros, etc.) y legales (las condiciones

mínimas están tipificadas en el derecho civil y el derecho penal)

hasta morales(ningún trabajador debería estar en riesgo por desarrollar una

actividad laboral que le permite satisfacer sus necesidades básicas).

Puede decirse que las condiciones de trabajo están compuestas por varios tipos de

condiciones, como las condiciones físicas en que se realiza el trabajo (iluminación,

comodidades, tipo de maquinaria, uniforme), las condiciones

medioambientales (contaminación) y las condiciones organizativas (duración de la

jornada laboral, descansos).

Los sindicatos y organizaciones que se encargan de proteger a los trabajadores a

todos los niveles y, en este caso concreto, en lo que respecta a las condiciones de

trabajo tienen muy en cuenta una serie de aspectos fundamentales para que el

empleado pueda desarrollar su labor de la manera más confortable posible y sin

poner en peligro su integridad.

Así, por ejemplo, entre los elementos que se encargan de vigilar, para poder

desarrollar sistemas de prevención de riesgos laborales, se encuentran el ruido, la

iluminación, las dimensiones del área de trabajo o la termorregulación.

Y es que estos elementos, si no cumplen las normativas exigidas al respecto,

pueden llevar a que el empleado sufra desde pérdida auditiva hasta cuadros de

fatiga nerviosa pasando por enfermedades de distinta tipología.

En este sentido, asimismo hay que recalcar que existen otra serie de aspectos que

también se convierten en fundamentales a la hora de conseguir que cualquier

persona goce de las condiciones de trabajo más favorables. En concreto, entre

aquellos estarían el estado de las maquinarias que se deben utilizar, la correcta

ventilación de la empresa, el disponer de las herramientas de seguridad

necesarias…

Para lograr el ambiente de trabajo perfecto en todos los sentidos, en España hay

que resaltar que no sólo existen normativas específicas y profesionales dedicados

a hacer que estas se cumplan, sino que además están a disposición de empresarios

las NTP, que son unas guías de buenas prácticas. En ellas se abordan cuestiones

tan importantes al respecto como el entorno físico, la carga mental, el tiempo de

trabajo o aspectos psicosociales, entre otros.

Un ejemplo de una mala condición de trabajo suele darse en el ámbito de la minería.

Los trabajadores se desempeñan en un ambiente insalubre, muchas veces sin el

descanso adecuado. Las empresas, para ahorrar costos, no implantan todas las

medidas de seguridad necesarias, como la construcción de salidas alternativas o la

instalación de sistemas de monitoreo y alarma.

4.2.-Carga de trabajo

La carga de trabajo es el conjunto de requerimientos a los que se ve sometida la persona

a lo largo de su jornada laboral. Estos requerimientos pueden ser de tipo físico y/o mental.

Históricamente, el trabajo implicaba la realización de trabajos con altas exigencias físicas,

pero actualmente a raíz de la mecanización y automatización de los sistemas de trabajo,

las exigencias físicas han disminuido siendo cada vez más frecuentes los puestos de

trabajo con mayores exigencias psicológicas.

La Ergonomía y Psicosociología Aplicada es la técnica preventiva cuyo objetivo es el de

ajustar estos requerimientos físicos y/o psicológicos del trabajo a las capacidades,

limitaciones y necesidades de la persona, evitando los riesgos para la salud que puede

sufrir el trabajador si no se da este ajuste. A continuación vamos a ver los riesgos derivados

de la carga física y mental de trabajo, así como algunas pautas preventivas.

Carga Física

Las exigencias físicas del puesto de trabajo suponen una serie de esfuerzos por parte del

trabajador que requiere un consumo de energía tanto mayor cuanto mayor sea el esfuerzo

solicitado, a este consumo de energía se le denomina "metabolismo de trabajo".

La capacidad física para realizar un trabajo puede variar en función de factores como: el

entrenamiento, el sexo, la edad, la constitución física, la carga mental, la alimentación,

trabajos a turnos y/o nocturnos o las situaciones ambientales desfavorables.

Cuando hay una carga de trabajo excesiva se produce la fatiga. La fatiga es la disminución

física del individuo después de haber realizado un trabajo durante un tiempo determinado.

Cuando aparece la fatiga, el trabajador baja el ritmo de actividad, nota cansancio, los

movimientos se hacen más torpes e inseguros, se acompaña de sensación de malestar e

insatisfacción, y una disminución del rendimiento en cantidad y calidad.

Cuando las exigencias físicas de trabajo sobrepasan la capacidad de la persona, puede

llevar a ésta a una situación de fatiga muscular. Si esta situación se mantiene en el tiempo,

la fatiga no sólo puede tener efecto sobre los músculos implicados directamente en la

ejecución del trabajo, sino que puede pasar de un deterioro pasajero de la capacidad de

trabajo de ciertas partes del cuerpo y que es fácilmente reversible a través del descanso, a

una fatiga crónica o patológica con graves repercusiones de carácter general sobre el

cuerpo humano, y difícilmente reversible, que puede dar lugar a toda una serie de trastornos

de tipo musculoesquelético.

Cada vez son más numerosos los trastornos crónicos de tipo musculoesquelético,

originados por la acción repetida o mantenida de forma prolongada, de movimientos o

posturas que demandan ciertas tareas. La prevalencia de estos trastornos se incrementa

considerablemente si tales situaciones implican la aplicación de fuerza interna.

Tanto los síntomas como las causas son tan variadas que es más propio hablar de

"conjunto de síndromes producidos por distintos tipos de trabajo". Otra característica es

que, aunque los trastornos se alivian con el descanso, es posible considerar una

acumulación del daño causado por el tiempo trabajador en un puesto de terminado.

4.3.-Sobrecarga de trabajo

La sobrecarga de trabajo surge cuando una persona se ve obligada a realizar una

serie de actividades o resolver más problemas de los que está acostumbrada. En

un sentido estricto sería el caso de aquel que se ve incapaz de satisfacer todas sus

exigencias laborales. Por ejemplo, en los trabajos en cadena, hay que trabajar a un

ritmo concreto; si una persona no es capaz de seguir dicho ritmo se puede decir que

ese trabajo es una sobrecarga para ella; pero generalmente, la sobrecarga proviene

de un aumento transitorio de trabajo, que, en algunas ocasiones, se prolonga

durante espacios de tiempo dilatados.

Las repercusiones psicológicas más frecuentes en este tipo de situaciones son, en

primer lugar el estrés, y los trastornos por ansiedad, que se manifiestan en forma

de sensación de tensión psíquica, irritabilidad, tendencia a sobresaltarse por

cualquier estímulo externo (ruidos, etc.), susceptibilidad frente a los demás,

pesimismo, presentimientos de que en cualquier momento ocurrirá alguna

desgracia inesperada, dificultad para relajarse, inseguridad, etc. Se ha comprobado

que una cierta ansiedad consecutiva a la sobrecarga de trabajo aumenta los

rendimientos de las personas que se ven sometidas a ella, hasta que llega un

momento en que ocurre todo lo contrario, como si estas personas se desplomasen

por completo.

La sobrecarga, pues, conduciría a una situación, si se prolonga suficientemente, de

fracaso en los rendimientos laborales, creando una impresión interior de zozobra

intensa y profunda. Estas personas suelen tomar entonces la decisión de interrumpir

su trabajo tomándose unas vacaciones o causando baja que intentan justificar como

sí se tratase de una enfermedad corporal común (gripe, trastornos digestivos, etc.).

El reposo y la desconexión con el trabajo puede lograr un rápido restablecimiento,

pero si el problema de sobrecarga continúa en el trabajo, lo más probable es que al

cabo de muy poco tiempo se reproduzca una situación similar. Después de varias

de estas crisis, con el estado de tensión emocional que suponen, se puede llegar a

producir una depresión (depresión por estrés o por agotamiento) que obliga a estas

personas a dejar de trabajar durante períodos de tiempo más prolongados que en

ocasiones anteriores. Es frecuente en estos casos que exista una cierta dificultad

en la reincorporación a la actividad laboral, ya que se teme una recaída como

consecuencia de la vuelta al trabajo, pudiéndose, incluso, establecer una auténtica

fobia al mismo.

4.4.- Fatiga mental

El síndrome de fatiga crónica (SFC) también conocido como EM/SFC (encefalopatía

miálgica/síndrome de fatiga crónica), y para el que ahora se recomienda el

nombre encefalomielitis miálgica1 2 (ya usado en el pasado para esta condición) es

una enfermedad clasificada por la OMS con el número G 93.3.en el CIE-10, dentro

de enfermedades neurológicas; la Organización Mundial de la Salud lo considera

como una enfermedad neurológica grave y aparece en la lista americana de

enfermedades infecciosas nuevas, recurrentes y resistentes a los medicamentos.

Puede afectar de manera progresiva al sistema inmunitario, el neurológico,

el cardiovascular y el endocrino, y se caracteriza por causar una fatiga severa,

febrícula o fiebre, sueño no reparador, intolerancia a la luz (fotofobia), al sonido

(hiperacusia) y a los cambios de temperatura, dolor muscular y en las articulaciones,

sensibilidades químicas múltiples, sensibilidad electromagnética y a otros factores

ambientales, sensación de estado gripal permanente, faringitis crónica, pérdida

sustancial de concentración y memoria, desorientación espacial, intolerancia

al estrés emocional y a la actividad física, entre otras manifestaciones.

Actualmente, se estima que la enfermedad afecta a alrededor de un 0,5% de la

población mundial y que la proporción por género es de nueve mujeres por cada

hombre. Aunque no se considera una enfermedad grave o mortal, es probable que

exista un número elevado de decesos debidos a ella, ya que las causas de la muerte

de estos enfermos suelen estar ligadas a fallo cardíaco, cáncer o suicidio, por lo que

es difícil reconocerlas en su origen. Suele estar muy ligada a otras enfermedades

similares denominadas disautonomía, fibromialgia, Síndrome de Ehlers-

Danlos, síndrome químico múltiple y síndrome de la Guerra del Golfo, si bien se

presentan tantos casos de padecimiento de dos o más de ellas a la vez que se las

considera de hecho como variedades, sintomatologías prevalentes o subtipos de

una posible misma enfermedad.

El 20 de junio de 2006, en Gran Bretaña, se declaró un deceso causado por esta

enfermedad. La víctima fue una mujer de 32 años, Sophia Mirza, que durante 6 años

padeció la enfermedad y luchó para que la reconocieran como una enfermedad

física y no mental. Se declaró como causa de muerte un fallo renal causado

por deshidratación; aunque también se observó inflamación en la médula espinal y

cambios en su ganglio dorsal. Pese a ello, fue ingresada contra su voluntad en un

hospital psiquiátrico y tratada con medicamentos psicotrópicos. Este suceso

conmocionó a la comunidad anglosajona de enfermos y se desató una lucha por los

derechos de los enfermos y el reconocimiento de la enfermedad por parte de los

médicos y los gobiernos y administraciones de salud.

4.5.-Elementos del estrés humano

Es obvio que muchas dificultades de los trabajadores, que afectan a su salud y al

desempeño de su tarea, se originan en el trabajo, debido en parte a que

permanecen la mayor parte del tiempo en él y en él se relacionan y desarrollan.

La respuesta eficaz a. estrés representa una adaptación exitosa. Pero el organismo.

No siempre responde perfectamente o de forma adecuada; cuando esto sucede,

sobreviene un resultado físicamente negativo o un padecimiento de adaptación.

Este tipo de padecimiento puede afectar al corazón, los vasos sanguíneos y el riñón,

e incluye ciertos tipos de artritis y afecciones de la piel.

Las posibles consecuencias del estrés en la salud quedan incompletas, si no se

mencionan los efectos del estrés en la salud mental. A la frustración, la ansiedad y

la depresión que pueden experimentar quienes están sometidos al estrés, hay que

añadir otras formas en que éste puede manifestarse: alcoholismo,

farmacodependencia.

Hospitalización v. en casos extremos, suicidio. Inclusive. las alteraciones

mentales es poco importantes producidas por el estrés, como la capacidad para

concentrarse.

Para tomar acciones en el ambitó de la organización. El costo significativo, en forma

de disminución de la eficiencia y de la efectividad.

El sabotaje, el absentismo y la rotación reflejan a menudo estrés ocasionado por la

insatisfacción; y un sinnúmero de variables pueden contribuir, aunque sea

indirectamente.

Aparecen de forma aislada; por regía general aparecen conjuntamente.

El mecanismo implicado en el desarrollo de un trastorno psicofisiológico asociado

al estrés es principalmente el desgaste excesivo de uno o varios órganos que son

activados de forma muy intensa y duradera. No pudiéndose recuperar de este

desgaste.

Las características físicas del organismo, su estado de salud y factores

de predisposición determinarán la aparición pronta o tardía del problema.

Las consecuencias del estrés pueden ser muy diversas y numerosas. Algunas

pueden ser primarias y directas; otras. la mayoría, pueden ser indirectas y constituir

efectos secundarios.

Gran parte de las consecuencias son disfuncionales, provocan desequilibrio y

resultan potencialmente peligrosas.

A continuación, se muestran algunas de las manifestaciones relacionadas con el

estrés; algunas de ellas tienen una relación directa; otras colaboran para que se

mantenga o avance.