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Curso de Pintura de Figuras Página 1

Este “curso” de pintura está en principio encaminado a la pintura de figuras de metal en la escala de 54 mm. Únicamente de la habilidad de las manos del modelista depende el poder trasladarlo a escalas diferentes. CONSIDERACIONES GENERALES.

Debe darse una capa de imprimación a la figura antes de comenzar el posterior proceso de pintura. Preferiblemente esta capa no debe ser blanca ya que la figura sería muy luminosa bajo la luz de trabajo y cansaría la vista. El color Marrón Cubierta (Vallejo 986) es un color muy adecuado para dar la capa de imprimación. Deben darse las capas de imprimación diluida necesarias para cumplir por completo la figura. Hay que tener cuidado con la disolución de la pintura, una capa demasiado espesa haría que la figura perdiera detalle, y probablemente quedarían marcas erróneas en la figura por el trazo del pincel. Es mucho mejor dar 3 manos finas que una gruesa, exactamente igual que con el resto de la pintura posterior. Esta imprimación desvelará además posibles errores en la figura, tales como rebabas del molde o uniones incorrectas. En tal caso corregiremos dichos problemas para volver a dar imprimación y seguir con el proceso de pintura.

Antes de empezar a pintar, la figura debe fijarse en una peana, taco de madera o similar, mediante pernos y masilla A+B preferiblemente, lo cual nos permitirá manipularla y sujetarla sin tocar la figura directamente. De esta forma el trabajo será más cómodo y a la vez mantendremos la figura limpia de huellas dactilares y de la grasa característica de nuestras manos, que da a la pintura un aspecto satinado muy lejano del acabado mate que se busca en la mayoría de las ocasiones. Es recomendable unir la figura a la peana en la que quedará instalada finalmente. Usaremos los pernos para dejar los pies de la figura un poco separados de la peana, y pondremos un poco de masilla A+B para unir. Gracias a esto solo tendremos que añadir más masilla alrededor en la base de la peana para conformar el terreno.

Para pintar, la postura más cómoda y recomendable es hacer que ambas manos descansen sobre el filo de la mesa, cercanas la una a la otra. De esta forma reducimos al mínimo el efecto de nuestro más que probable mal pulso.

En todo momento mientras se está pintando es recomendable tener a mano un folio de papel. Tras coger pintura con el pincel, pasar el mismo sobre el papel a la vez que lo giramos con los dedos es una maniobra simple que nos ofrece muchas ventajas: descargamos el exceso de pintura del pincel, comprobamos la disolución de la pintura, comprobamos el ancho del trazo y “afilamos” la punta del pincel, dejándolo en óptimas condiciones para empezar a pintar.

El tamaño del pincel debe ir en consonancia con la superficie que va a pintar. Asimismo hay que intentar cubrir las diferentes zonas o paños con trazos de tamaño aproximadamente igual a la superficie, de forma que vayamos cubriendo uniformemente. Debe evitarse lo contrario, pasar el pincel por la misma zona repetidas veces por ejemplo. Esto solo nos servirá para emplastar la pintura mientras empieza a secar y dejar marcas y surcos con el pincel.

Para aclarar / oscurecer un color no es recomendable usar blanco / negro, ya que más que al mismo color aclarado / oscurecido el color resultante tenderá cada vez más al gris.


1. Los Ojos. Es recomendable empezar por los ojos de la figura; luego pintaremos la cara recortando los “sobrantes” con el color base de la piel. De esta forma los ojos se quedarán pintados y no tendremos que preocuparnos de estropear el trabajo de pintura de la piel al pintar los ojos. El blanco de los ojos no es tal. Es decir, no es recomendable usar blanco puro, ya que ni siquiera en la realidad es así. El color hueso o el mismo color de la imprimación un poco aclarado con hueso son más adecuados para el fondo de los ojos. La pupila puede pintarse del color que se desee: marrón, negro, azul… Siempre será mejor utilizar un tono oscuro del color que se desee, ya que salvo en algunas zonas geográficas es muy raro encontrar ojos de color realmente claro. Basta con fijarse en nuestros propios ojos en el espejo para hacernos una idea de cómo hay que pintarlos. No llegan a ser siquiera una circunferencia centrada, mas bien se parecen al siguiente dibujo:

Una vez completada la tarea de pintar la pupila del ojo que más cómodo nos resulta (el izquierdo de la figura para los diestros y el derecho para los zurdos), debemos completar la tarea pintando el otro. Es muy importante que esté en consonancia con el primero, ya que estamos definiendo la mirada de la figura. Para que nos resulte relativamente mas fácil puede establecerse un punto e ir expandiendo el ojo a partir de el.


Pueden aplicarse dos puntitos de blanco (usando la pintura muy diluida) para imitar la vidriosidad de los ojos. Al igual que la posición de las pupilas, ambos puntos deben ir en consonancia el uno con el otro:

Para finalizar el trabajo en los ojos de la figura ha de perfilarse con negro el borde superior, para imitar de esa forma el párpado y las pestañas (en los dibujos anteriores el contorno exterior de los ojos era simplemente una guía). Este perfilado debe tocar el iris en su parte superior. Cuando finalicemos el trabajo con los ojos de la figura deben tener este aspecto aproximado:

La pintura de los ojos depende bastante de la escala. En escalas inferiores a 1/35 los ojos casi no se distinguen; en escalas más grandes hay que detallar más el iris, la pupila, el lagrimal, etc.


2. La piel. Para el color base de la piel utilizaremos una mezcla de bermellón (947) + uniforme inglés (921) + carne dorada (845). Es recomendable empezar por una mezcla de los dos primeros e ir añadiendo después carne dorada hasta obtener el tono deseado. Deben cubrirse las zonas de piel con las manos necesarias de esta mezcla diluida correctamente. En el caso concreto de la cara, tendremos además que recortar cuidadosamente los ojos ayudándonos de un pincel fino. Una vez aplicado el color base pasaremos a definir las luces y las sombras. Luces y Sombras. Las luces y sombras, tanto en la cara como en las demás partes de la figura (donde se seguirá un proceso similar), tienen como objetivo pronunciar y resaltar los diferentes volúmenes. Básicamente buscamos imitar con pintura la incidencia de la luz en lo que sería nuestra figura a tamaño natural. Debido al tiempo de secado de la pintura que usamos y la imposibilidad de mezclar la pintura que aplicamos con las luces / sombras con la que ya hay en la superficie de la figura, el procedimiento a seguir es el de ir aplicando diferentes capas cada vez mas claras / oscuras para crear nosotros mismos la transición del color base a la luz o la sombra. El siguiente esquema muestra aproximadamente lo que buscamos hacer, por ejemplo con una zona de luz, aplicando seis subidas:

PARA APLICAR LUCES LA DISOLUCIÓN DE LA PINTURA DEBE SER UN

POCO MAYOR DE LA NORMAL. PARA APLICAR SOMBRAS DEBE DILUIRSE AÚN UN POCO MÁS QUE PARA APLICAR LUCES.


El secreto de las luces y las sombras para obtener el resultado deseado es su correcta colocación. Para hacernos una rápida idea podemos aplicar sobre nuestra figura una luz cenital, mediante nuestra luz de trabajo por ejemplo, y de esa forma comprobar donde incide más la luz y donde se producen zonas sombreadas. En el caso concreto del rostro de una figura, normalmente se aplicarán una o dos luces generales en los volúmenes de la cara (pómulos, frente, nariz, cuello, orejas, frente, barbilla…). Con las siguientes dos o tres subidas de luz definiremos aún más dichos volúmenes, dirigiendo la subida de luz hacia los puntos de luz máxima. En dichos puntos será donde se apliquen las últimas luces. Para las luces de la piel se añadirá carne dorada (845) progresivamente a la mezcla del color base. Para las últimas luces se añadirá a la mezcla carne base (815). Esto es, para un ejemplo de seis subidas de luz: 1ª Luz: Color base + Carne dorada 2ª Luz: 1ª luz + Carne dorada 3ª Luz: 2ª luz + Carne dorada 4ª Luz: 3ª luz + Carne dorada 5ª Luz: 4ª luz + Carne base 6ª Luz: 5ª luz + Carne base Una vez aplicadas las luces, pasaremos a definir las sombras en el rostro. De la misma forma que con las luces, aplicaremos primero una o dos sombras generales donde la luz incidiría menos (la mayor parte del cuello, parte inferior de los volúmenes, bajo la nariz, bajo las pestañas, el interior de las orejas, la parte baja de las arrugas…). Con las siguientes sombras, al igual que con las luces, iremos definiendo las subidas de oscuridad hasta los puntos de máxima sombra. En dichos puntos aplicaremos las últimas sombras, las más oscuras. Para las sombras usaremos una mezcla de bermellón (947) + uniforme inglés (921), que inicialmente deberemos mezclar para que sea poco más oscura que el color base que utilizamos para la piel. Para las sombras sucesivas se añadirá a la mezcla uniforme inglés (921), y para las últimas sombras usaremos una mezcla de bermellón (947) + negro (950). Esto es, para un ejemplo de 6 sombras: 1ª Sombra: Bermellón + Uniforme inglés 2ª Sombra: 1ª sombra + Uniforme inglés 3ª Sombra: 2ª sombra + Uniforme inglés 4ª Sombra: 3ª sombra + Uniforme inglés 5ª Sombra: Bermellón + Negro 6ª Sombra: 5ª sombra + Negro IMPORTANTE. Aprovecharemos la mezcla de la última sombra para:

Aplicar un sutil perfilado en la línea que separa la piel de los demás elementos de la cabeza: gorro, casco, pelo…

“Pintar” el labio superior.


Otras posibles mezclas de colores para distintos tonos de piel. Tonos base: Efecto deseado Mezcla Observaciones Piel tostada, morena, oscura

Marrón Corcho (843) +

Bermellón (947), 3 puntas +

Uniforme inglés (921) 4 puntas

Marrón corcho es el color principal de la mezcla, debe utilizarse mucha más cantidad de este color que de los otros.

Piel clara, anaranjada Carne medio (860) +


Uniforme inglés (921), 4 puntas

En este caso el color predominante es el carne medio, debe estar en la mezcla en mayor cantidad que los otros dos colores.

Piel de tono medio, la más común

Arena marrón (876) +

Carne medio (860) +


Uniforme inglés (925), 4 puntas

Como en los casos anteriores, la mezcla de los dos primeros colores debe ser muy predominante en la mezcla.

Colores para matizar los tonos de base: Efecto deseado Añadir al tono de base: Observaciones Piel gris, mortecina, o en ambientes muy fríos

Azul verde (808)

Añadir poca cantidad, ya que oscurece bastante el tono de base.

Piel rosácea, como las de tipo nórdico

Púrpura (959) Añadir poca cantidad.

Piel morena o dorada por el sol (árabes, mediterráneos)

Oliva dorado (857)

Añadir poca cantidad.

Distintas combinaciones para las luces: Efecto deseado Colores a utilizar: Ejemplo de subida de luz: Tono general rosáceo

Carne dorada (845) Carne clara (928)

1ª luz = Base + carne dorada 2ª luz = 1ª luz + carne dorada + carne clara 3ª luz = 2ª luz + carne dorada + carne clara 4ª luz = 3ª luz + carne clara 5ª luz = Carne clara

Tono general pálido Carne dorada (845) Hueso (918)

1ª luz = Base + carne dorada 2ª luz = 1ª luz + carne dorada + hueso 3ª luz = 2ª luz + carne dorada + hueso 4ª luz = 3ª luz + hueso 5ª luz = hueso


Distintas combinaciones para las sombras: Efecto deseado Colores a utilizar: Ejemplo de sombreado: Sombra normal Bermellón (947)

Uniforme inglés (925) Pardo negro (822)

1ª sombra = Bermellón + uniforme inglés 2ª sombra = 1ª sombra + pardo negro 3ª sombra = 2ª sombra + pardo negro

Sombra algo más clara que la anterior

Bermellón (947) Uniforme inglés (925) Cuero oscuro (871)

1ª sombra = Bermellón + uniforme inglés 2ª sombra = 1ª sombra + cuero oscuro 3ª sombra = 2ª sombra + cuero oscuro 4ª sombra = cuero oscuro

Acabado del rostro / efectos.

Con una mezcla bastante diluida de bermellón y algún tono de púrpura / violeta, pintamos sutilmente el labio inferior de la figura.

Si se desea pueden sonrojarse ligeramente los mofletes de la figura. Para ello

usaremos el color bermellón muy diluido, y aplicaremos lavados en los pómulos. Trabajamos con el color muy diluido ya que de esta forma serán necesarias varias capas para que empiece a notarse el añadido de rojo en la zona, esto nos ayuda a controlar fácilmente el aspecto que vamos dándole a la figura y a no echar por tierra todo el trabajo anterior por convertir repentinamente en Heidi a nuestra miniatura.

También si se desea (y dependiendo de la figura y su ambientación) puede pintarse

la barba de la figura. Para ello hacemos mezclamos el color base de la piel con algún verde o azul oscuro y aplicamos lavados muy diluidos por las zonas adecuadas: bigote, patillas, barbilla, mentón, cuello… Al igual que en el punto anterior la mayor disolución de la pintura nos ayuda a decidir cuando debemos parar. También podemos oscurecer levemente la mezcla en dos o tres pasos con negro, y aplicarla como una bajada de luz dirigiendo la oscuridad a la parte inferior del mentón.


3. El Pelo. Una vez finalizado el rostro y en último lugar pintamos el pelo de la figura. Uno de los tonos de cabello más comunes, el castaño, podemos conseguirlo mezclando bermellón (947) + uniforme inglés (921) + negro (950). Para las luces añadimos a la mezcla más uniforme inglés y para las sombras empleamos negro. El siguiente cuadro muestra distintas mezclas posibles de colores para obtener diferentes tonos de cabello: Color de cabello Mezcla base Luces Sombras Rubio Uniforme japonés (923)

+ una pizca de negro (950)

Añadimos amarillo hielo (858) para las primeras luces y hueso (918) a las últimas.

Negro (950)

Castaño Uniforme inglés (921) +

una pizca de negro (950)

Añadimos uniforme inglés (921) y ocre verde (914).

Negro (950)

Moreno Negro (950), 2 partes +

uniforme inglés (921), 1 parte

Añadimos gris piedra (884) y azul prusia oscuro (899).

Negro (950)

Pelirrojo Uniforme japonés (923), 1 parte +

uniforme inglés (921), 1 parte +

negro (950), 1 parte

Añadimos marrón dorado (877).

Sombra tostada (941), escarlata (817) y negro (950)


4. Pintura de la vestimenta y accesorios.

4.1. Pintura de uniformes de un solo color. La pintura de uniformes monocromáticos puede llevarse acabo siguiendo la misma teoría utilizada para pintar la cara o el cabello. Una vez obtengamos el color de base deseado, trazamos con un pincel fino el contorno de la zona que vamos a pintar de ese color para separarla de otras zonas de piel o colores distintos (trazamos tantas veces como sea necesario). Después cubrimos la zona interior con un pincel del tamaño adecuado, de nuevo daremos las capas necesarias para cubrir totalmente. El siguiente paso será hacer las subidas necesarias de luces. Trabajando como lo hicimos en el rostro, aplicaremos luces en las zonas expuestas a una imaginaria luz cenital, dirigiendo las subidas hacia los puntos de luz máxima. De la misma forma aplicaremos las sombras, en la parte inferior de las arrugas, bajo los brazos, etc. En sombras muy definidas, como la costura de la manga de una camisa o la solapa de un bolsillo, las luces y sombras no suelen ser suficientes para acentuar esos elementos. Por ello preparamos una mezcla muy diluida de gris oscuro y marrón chocolate con la que perfilamos dichos detalles.

4.2. Pintura de uniformes de camuflaje. Aunque a simple vista pueda parecer muy difícil pintar uniformes de camuflaje de varios colores y obtener un acabado realista, es más cuestión de la paciencia que se ponga en ello que de la dificultad en si misma. En primer lugar y si queremos guardar fidelidad con algún uniforme histórico, es importante disponer de alguna fotografía o de algún dibujo fiel para tener una referencia de la forma aproximada del camuflaje y, quizás aún más importante, del tamaño de las manchas. Podemos usar como referencia porciones corporales de la fotografía (distancia cadera – rodilla, rodilla – tobillo, hombro – codo…) para así saber cuantas manchas de camuflaje deben ir en ese espacio, por ejemplo. Básicamente hemos de trabajar con los colores del camuflaje por separado, integrándolos en el esquema inferior aplicando las luces y sombras necesarias., dependiendo también de los tonos y del tamaño de las manchas. Veamos un posible ejemplo con el diseño de camuflaje alemán de la segunda guerra mundial Laubmuster.


PASO 1. Aplicamos el color 1.

PASO 2. Aplicamos las luces y sombras necesarias al color 1.


PASO 4. Aplicamos las luces y sombras necesarias al color 2.



PASO 7. Aplicamos luces a los dos colores distribuidos anteriormente, aclarando la última mezcla.

PASO 8. Este paso no afecta al pintado del camuflaje; en este paso perfilamos costuras y detalles de la forma habitual.

PASO 9. Para finalizar el camuflaje, aplicamos un sombreado general. Debe escogerse un color neutral, un tono oscuro que combine adecuadamente con el resto de colores que forman el camuflaje.


4.3. Pintura de complementos. En la mayoría de elementos se sigue el mismo procedimiento que hemos estado utilizando: capa de base, subida de luces, sombras y perfilado. Diversas consideraciones y consejos para determinados elementos “especiales”:

Pueden presentarse elementos como correas, cinturones o arneses que en la realidad suelen estar fabricados con materiales rugosos y toscos tales como lona o nylon, que además suelen desteñir y presentar un aspecto gastado. Podemos intentar imitar dicho aspecto dando reflejos con la técnica de pincel seco.

El cuero negro tan común en cinturones, pistoleras o botas puede imitarse de la

siguiente forma: pintamos dichos elementos con negro, y aplicamos unas subidas de luz con negro y un poco de marrón cuero oscuro y tierra mate. Finalmente aplicamos una capa de barniz satinado sobre estos elementos para imitar el brillo del cuero. Los elementos de piel deben parecer suaves y tener un cierto brillo, pero demasiado relucientes parecerían demasiado brillantes, incluso tratándose de unos zapatos de paseo o de parte del uniforme de gala de un oficial. En botas, zapatos o bordes de determinados elementos puede pintarse el desgaste de las piezas con un poco de pincel seco muy sutil.

Superficies de cristal / brillantes. Muchas figuras presentan gafas de sol por

ejemplo, también tiene un acabado brillante el visor de algunos cascos de pilotos de aviación. Utilizaremos como base un tono oscuro de verde o gris. Para darle a estos elementos un verdadero aspecto brillante puede usarse cera acrílica para suelos. El resultado puede ser excelente si se tiene la paciencia necesaria para dar varias capas de cera hasta que aparezca el brillo deseado.


Accesorios de metal. En la tabla de mezclas al final del presente documento se especifican las mezclas y colores mas adecuados para pintar los metales y darles un aspecto realista. En el caso de que nuestra miniatura sea de metal podemos aprovecharlo para dar un aspecto muy realista muy fácilmente. Primero pulimos el metal, de forma que quede uniforme y brillante. Podemos utilizar para ello lana de alambre no demasiado basta o un cepillo de latón junto con la Dremel o herramienta similar. Una vez pulido el metal, lo pintamos con Tamiya X-19 (color “humo”). Es una especie de barniz brillante de un tono muy oscuro. Dejará “salir” el brillo natural del metal a la vez que oscurecerá ligeramente para dar un aspecto realista. Con la misma pintura podemos dar sombras donde sea necesario, simplemente aplicando mas capas de la misma en esa zona.

Pintura de cruces, emblemas heráldicos, etc. Para la pintura de estos elementos

tendremos en cuenta principalmente su tamaño y la proporción con la que deben encajar en la parte de la figura correspondiente (escudos, capas…). En primer lugar marcaremos en dicha zona los puntos importantes de lo que vamos a dibujar, ajustándonos a su tamaño para luego “encajarlo”. En el caso de una cruz por ejemplo marcaremos sus cuatro puntas, si fuera un león rampante marcaríamos por ejemplo dónde irían la cabeza, los pies y la cola. Una vez establecido el lugar iremos pintando de dentro a fuera, es decir, marcando el “esqueleto” del dibujo con finos trazos y expandiendo dichos trazos hasta dar la forma que debe tener el dibujo final. Hasta este momento habremos estado trabajando con la pintura muy diluida, pues solo estamos ubicando nuestro dibujo y dándole su forma. Una vez dibujado trabajaremos con la pintura con la disolución normal y rellenaremos el dibujo inicial. Evidentemente al dibujo habrá que darle sus luces y sombras respectivas para que encaje con el paño donde lo hemos pintado. A continuación un ejemplo simple de cómo pintar una cruz:


4.4. Realización de un pequeño terreno bajo los pies de la figura. Para realizarlo seguiremos los siguientes pasos:

o Con ayuda de una pequeña espátula o herramienta similar, aplicamos a la base de la peana alrededor de los pies de la figura una capa de unos dos milímetros de masilla A+B. Si mantenemos mojada la espátula mientras trabajamos con la masilla, se quedará pegada bastante menos y trabajaremos más fácilmente.

o Mediante una pequeña piedra de superficie más o menos plana y rugosa, la cual mojaremos para trabajar más fácilmente, aplastaremos un poco la masilla contra la peana para que agarre totalmente y para comenzar a texturizar la superficie.

o Para terminar de conferir una textura rugosa a la superficie usaremos una pequeña porción de estropajo cogido con unas pinzas, apretándolo al igual que hiciéramos con la piedra.

o En caso necesario y con ayuda de una cuchilla mojada, recortamos los sobrantes de masilla que sobresalgan de la peana.

o Añadiremos pequeñas piedrecitas de tamaño adecuado a la base, presionándolas ligeramente sobre la masilla. Espolvorearemos sobre la base arena de grano muy fino para completar la apariencia rugosa.

o Como toque final podemos añadir alguna pequeña raíz a modo de rama caída.

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