Análisis Económico de Chile

1880-1930

Introducción

La economía de Chile a lo largo del tiempo ha sufrido diversas variaciones producidas por las circunstancias internas y externas, tales como independencia de las colonias hispanas y portuguesas como también de los procesos que se dieron en el viejo continente producto de las revoluciones liberales e industriales que condicionaron el panorama económico de la época (De Ramón- Larraín 1982).

El panorama interno de Chile había provocado una sucesión de gobiernos que iban de lo conservador o autoritario con grandes avances en lo técnico y educativo, a lo liberal con mayores libertades públicas e individuales que permitieron un gran avance en el campo económico principalmente con las exportaciones que habían aumentado de forma considerable después de la Guerra del Pacífico (Millar 1974), el escenario previo había permitido que el país se apropiara de las zonas que estaban dentro de los tratados firmados con los países vecinos con el fin de aumentar la producción de nitrato y su exportación hacia Europa que estaba pasando por su más grande expansión imperialista, la cual superaba con creces a la iniciada por España y Portugal en el siglo XV (Hobsbawm 2001)

Tras los conflictos internacionales, Chile recibe uno de los grandes golpes a su economía durante la Gran Guerra debido a la puesta en marcha de un nuevo producto creado en Alemania, que reemplazará al salitre nacional generando así la primera caída del producto estrella del país, pero gracias a una serie de propuestas, el gobierno evita el daño con nuevas políticas públicas.

Durante el gobierno parlamentario (1891-1920) la economía en Chile estuvo marcada por la profunda agitación social debido a las malas condiciones de los estratos más bajos de la sociedad, dando paso al fenómeno conocido como “cuestión social” lo que derivó en el surgimiento de un nuevo movimiento alimentado por las demandas de trabajadores, grupos feministas, universitarios y militares. Estos últimos fueron los principales actores del movimiento que llevó a Arturo Alessandri Palma a la presidencia del país derrotando al candidato Barros Borgoño tanto en las urnas como en el parlamento (De Ramón 2003).

Las disputas por el poder, llevaron a que los militares llegasen al sitio ocupado por la oligarquía chilena tras varios años, siendo su máximo representante Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931), pero sus políticas de gobierno, mezcladas con la agitación social por la gran presión y censura, solo preparaban el camino para lo que sería el fin del ciclo económico más importante de Chile hasta ese momento.

Panorama interno previo (1833-1861)

Uno de los pilares del conservadurismo heredado tras la constitución de 1833 fue el estabilizar la economía nacional mediante el pago de las deudas externas mediante el estanco del tabaco (Villalobos et al 1983), pero sus negocios al mando de Diego Portales en su empresa Portales y Cea no dieron a vasto debido a la poca presencia del gobierno de Ramón Freire en el tema del tráfico que aún no tenía un alto definitivo, perdiendo así recursos que quedaban en manos de los negociantes ilegales que no pagaban impuestos.

Otro problema que se hacía presente durante el gobierno de José Joaquín Prieto fue el conflicto con el vecino país del Perú, el cual mantenía la rivalidad del puerto del Callao en contra del Valparaíso (Silva et al 1983). Tras los enfrenamientos como la batalla de Yungay donde el general Bulnes (futuro presidente y sobrino de Prieto) regresa triunfal estableciendo un pacto de amistad entre ambos puertos pero se conserva el temor y la desconfianza ante la unión de Perú y Bolivia durante el conflicto, relación que prevalecerá en el tiempo,

Es durante el mandato de Bulnes, donde Chile posee dos caminos a seguir, el primero era arriesgarse e invertir en la economía industrializada como lo eran Inglaterra y los países del resto de Europa, salvo España por su dependencia al sector agrícola, el segundo camino era especializarse en la exportación de materias primas, lo que no requería una gran inversión por parte del Estado, pero sí de los empresarios privados los que llegarían a involucrarse de manera directa en la política nacional ocasionando mas de un conflicto interno (Salazar y Pinto 2003).

De igual forma, se vivió un tímido proceso de industrialización provocado durante la revolución industrial en Europa, la cual estaba en pleno auge y requería de materias primas en abundancia. Es aquí cuando el gobierno de turno decide por uno de los dos caminos iniciando ya en 1850 (finalizando el gobierno de Bulnes).

Entre los años 1820 y 1880, la economía de Chile estaba condicionada por el auge y decadencia de la necesidad de materias primas por parte de los países extranjeros. La producción de aquel periodo se basó en dos áreas: la agricultura y la minería, las que se vieron afectadas por las alzas y bajas del mercado. Los principales puntos compradores de estas materias primas fueron Inglaterra, en el caso de la minería y Perú, California y Australia en el caso del trigo. Este sistema fue conocido como el “Crecimiento hacia afuera” logrando así un mayor desarrollo del puerto de Valparaíso gracias a las políticas de comercio sin restricciones lo que permitió la instalación de casas comerciales principalmente de Inglaterra, Francia y EE.UU.

De esta forma el Estado chileno, realizó importantes cambios para permitir el incremento de la producción y actividad comercial en Valparaíso (Imagen 1), así nace la primera Bolsa de comercio que tuvo el país y para agilizar el transporte desde y hacia Santiago se dispuso la creación de líneas férreas a cargo de privados extranjeros y nacionales.

En esta etapa previa a la economía salitrera podemos ver como el país genera su” Despegue Económico Hacia Afuera” lo cual fue producto de la minería (plata, cobre, carbón) y la agricultura (trigo para California y Australia), todo ello fue gracias al desarrollo de la infraestructura que tuvo como principal protagonista el acceso a vías de comunicación más eficientes, como también la utilización del telégrafo eléctrico comercial entre Santiago y Valparaíso.

Imagen 1: la frecuencia de naves aumentó gracias a las necesidades de materias primas y desciende entre 1910-1921 por la construcción del canal de Panamá.

El interés privado y del gobierno por mejorar la economía de Chile, llevaron a cabo un ambicioso proyecto de desarrollo del sistema financiero (Salazar y Pinto: 2002), entre las medidas es posible mencionar la creación de la Caja de crédito Hipotecario, la fundación del Banco de Chile, el de Valparaíso y la puesta en marcha de la ley de Bancos de 1860. Esto provocó que el Estado asumiera desde un principio un rol preponderante en el desarrollo económico del país, buscando favorecer e incrementar esta actividad, permitiendo el desarrollo de un sistema financiero moderno, donde la banca, a través del crédito y el manejo de circulante se constituyó en un pilar fundamental en el desarrollo económico de los nuevos empresarios mineros y agrícolas.

La economía del salitre

Durante el siglo XIX, la economía chilena logró consolidarse y posicionarse a nivel internacional pero manteniendo el sistema mono exportador de materias primas a las potencias de Europa y a Estados Unido (Imagen 2). Todo aquello fue posible debido a la buena administración estatal, medidas proteccionistas y el descubrimiento de nuevos yacimientos minerales, lo que provocó que el país tuviese (durante 1860) una economía en pleno desarrollo.

Imagen 2: la economía de Chile al ser altamente dependiente del mercado internacional fue más afectada por la crisis de 1870 (Fuente: Braun y Díaz 2000)

Pero, estos sistema mono-exportadores son sumamente susceptibles a los cambios que se viven en un sistema basado en el capitalismo, debido a la gran dependencia ante el mercado internacional, siendo la crisis de 1870 un fuerte golpe a la economía nacional, traduciéndose en el descenso del valor de las materias primas y el cierre de mercados para las exportaciones.

Pese a las consecuencias de la caída tras crisis de 1870, la economía nacional pudo recuperarse gracias al salitre. En 1880 comienza a intensificarse la actividad minera en el despoblado de Atacama (Fernández 1981). Esto da inicio a un nuevo ciclo económico que encuentra su punto más alto durante la Guerra del Pacifico gracias a la incorporación de las provincias de Tarapacá y Antofagasta, en esta nueva etapa, también considerada “ciclo salitrero” o economía del salitre, Chile experimentó una reactivación económica transversal, pues otras aéreas productivas como la agricultura, la minería del carbón y el comercio, se vieron beneficiadas.

Las características de la nueva empresa del salitre se enfocaron en mantener y profundizar el modelo de desarrollo hacia fuera debido al auge de la explotación y comercialización del salitre aumentó nuestra dependencia ante las fluctuaciones del mercado internacional pues durante esta etapa, la concentración a Chile en un país monoexportador (Imagen 3). La creciente demanda internacional del salitre motivó la inversión en nuevos complejos mineros que pasaron de manos chilenas a británicas, está gran apertura de empleos en la pampa movilizó a una gran cantidad de personas provocando, no solo mano de obra, sino también profesionales de distintos rubros en estos territorios antes deshabitados.

Imagen 3: Después de la Guerra del Pacífico se duplicaron las exportaciones hacia el extranjero. (Fuente: Cariola, Sunkel 1990)

Tras el desarrollo económico estimulo la movilidad social y provocó el fortalecimiento de nuevos grupos sociales (Salazar y Pinto 2002). Las nuevas empresas y yacimientos requerían personal calificado y la expansión de la administración pública llevó al crecimiento de los sectores medios, y la demanda de trabajadores en el norte generó el surgimiento del proletariado cada vez más numeroso. En la otra orilla podemos ver como el creciente desarrollo económico dio a luz a un grupo clasificado como burgués que al mezclarse con la antigua aristocracia, da como resultado a la oligarquía chilena.

La explotación del salitre que si bien se remonta a 1840, el acelerado crecimiento de la población europea hizo necesario aumentar la producción de alimentos (Hobsbawm 2001). Por este motivo se buscaron abonos más eficientes, que dieron como resultado el descubrimiento de las propiedades del salitre. Esta gran industria se acrecentó durante 1970 en Perú, Bolivia y Chile los que junto a capitales privados permitieron la introducción de nuevas tecnologías como también la creación de redes ferroviarias que agilizaron el traslado del mineral hacia los puertos, principalmente a Valparaíso.

Entre 1880 y 1920 la industria salitrera vivió su máximo apogeo gracias al aumento de la demanda internacional por este producto, lo que se tradujo en la proliferación de oficinas salitreras en el desierto y en un significativo aumento en el volumen de extracción y exportación de este mineral. La expansión de la actividad minera, permitió que el Estado de Chile administrar los recursos que se obtenían mediante los impuestos a las salitrera.

El impacto del Salitre

A partir de 1880 el Estado chileno recaudaba grandes impuestos que provenían de la industria salitrera, comenzando con menos de un millones de dólares, los que en 1918 alcanzaban los 40 millones de dólares. En la etapa de máximo esplendor del salitre, las ganancias aduaneras llegaron a constituir más del 50% del presupuesto nacional (Villalobos et al 1983).

Los recursos del Estado habían aumentado en tal cantidad durante la época de auge del salitre, que se decidió abolir las contribuciones de las otras áreas de recaudación, por ejemplo el impuesto a la renta y el aplicado a los haberes y herencias. Si bien el Estado no participo directamente en la industria salitrera (por encontrarse en manos de privados), por tanto solo se encargó de administrar los recursos generados a partir de los impuestos aduaneros (Imagen 4). Este escenario económico provocó tensiones en el gobierno, sobre todo en entre el poder Ejecutivo y Legislativo debido a los cuestionamientos sobre el destino de los recursos (Silva 1983).

Imagen 4: La administración de recursos se dispuso en forma de potenciar las áreas que el gobierno consideraba más relevantes. (Fuente Cariola, Sunkel 1990)

Además de ellos, los recursos, como se muestra en la tabla, hicieron posible el impulso a la educación, sobre todo en la escuela primaria y se logró ampliar el aparato estatal con el aumento del número de funcionarios públicos a lo pargo del país.

En las últimas décadas del siglo XIX, el puerto de Valparaíso alcanzó una gran relevancia debido al constante intercambio comercial entre regiones, esto se debía a la gran cantidad de casas comerciales (chilenas y extranjeras) que tenían sus oficinas en la zona central del país, la causa era para vigilar de forma más directa las transacciones, las que pasaron de compra y venta de productos a la entrega de créditos con elevadas tasas de interés.

Esto era provocado por la reducida industrialización que había alcanzado Chile a la fecha, por tanto el intercambio de productos sumado a la dependencia económica monoexportadora generó el ingreso de manufacturas, maquinarias y bienes de consumo, todo ello entraba por Valparaíso, eso explica la concentración de las compañías en la ciudad portuaria, que sumada a la inversión en vías férreas provocó el traslados de el centro de actividades comerciales a dicha zona.

La primera consecuencia de esta masiva concentración comercial en el puerto, surgieron nuevas instituciones financieras, como también se vieron beneficiadas las ya existentes tales como el Banco de Chile y el Valparaíso. Este auge generó varias sociedades anónimas quienes reunían capitales de forma particular para llevar a cabo una empresa. Se crea a su vez el Código de Comercio quien reconocía la instauración de las sociedades pero no regulaba sus transacciones, las cuales muchas veces incurrían en el abuso de los prestamistas. Por tal motivo se crea la Bolsa de Comercio (tanto en Santiago como en Valparaíso) la cual tenía por objetivo organizar el mercado, convirtiéndose en el mayor centro de transacciones bursátiles del país (Silva 1983).

Las transformaciones económicas de la época que se desarrollaron durante la segunda mitad del siglo XIX, estas provocaron la modificación social alterando el estilo de vida de los grupos que componían la sociedad salitrera. De esta forma surge la Burguesía, un resultado de la unión de la aristocracia y de los empresarios que aprovecharon el nuevo mercado. Muchas veces estas relaciones se establecían mediante alianzas matrimoniales o a través de la participación conjunta en negocios (Salazar y Pinto 2002).

Otro grupo que surge de la economia salitrea, son los sectores medios, los que estababan conformados por militares, brurocratas, comerciantes menores, y profesionales los cuales habitaban en los principales centros urbanos del país. Este grupo surgió mediante el impuslto que realizó el Estado en el área de educación (ver imagen 4), de esta forma, los hijos de campesinos o de trabajadores accedieron a la educación pública logrando de esta forma mayores posibilidades laborales y ascenso social.

El Estado al requerir mas trabajadores en el sector público, estó generó que una gran cantidad de profesionales y técnicos que lograron estabiliad econmica y su desempeño tuvo un papel fundamental en el desarrollo cultural del país.

La expansión económica que si bien tuvo varios efectos, no llegó de la misma forma a todos los habitantes del país. Ejemplo de ello fueron los sectores populares (imagen 5), los que se componian de obreros, trabajadores y campesinos los que consitutuían un 57% de la sociuedad (1907).

Imagen 5: obreros moviendo carros con caliche para su descarga, Ofician Solferino, Tarapacá, 1889. Fuente: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-82512.html

De esta forma surge el Proletariado, un grupo que nació del exodo rural, donde los campesinos que perdieron sus tierras por el sistema de latifundios buscaron una mejor vida en las pampas o en los nucleos urbanos. Aunque el desarrollo economico del pais tenia su base en el trabajo de estas personas, las inexistentes leyes laborales permitió que las jornadas laborales se extendieran por mas de 12 horas con una escasa secguridad ademas de que en las salitreras el pago se realizaba con fichas las cuales soo podian ser cobradas en la misma oficina sin dar la posiblidad de ahorro.

La situación obrera provocó un descontento generalizado entre los trabajadores del país, quienes comenzaron a manifestarse exigiendo reivindicaciones mediante protestas y huelgas las cuales eran reprimidas por la autoridad, este proceso de la historia econimica del pais como “la cuestión social” (De Ramon 2001)

El desenvolvimiento económico (1925-1930)

Tras la caída del parlamentarismo chileno con la victoria de Alessandri dejó de manifiesto la incapacidad del congreso para dar solución a los temas sociales que habían visto su piedra de tope en la ineficiencia legislativa de quienes controlaban el poder. Debido a las prácticas parlamentarias y a la corrupción del congreso (Millar 1992) que defendía a sus socios, no pudieron responder ante el nuevo escenario económico mundial que se tradujo en las crisis económicas de 1919-1929.

Tras el golpe de Estado de 1925 los militares solicitaron la implementación de la Misión Kemmerer, la cual estableció cuatro puntos para ser ejecutados durante el retorno a la presidencia del exiliado Arturo Alessandri, estos proyectos eran: una nueva ley monetaria, establecimiento de un Banco Central, una ley de Bancos y una ley orgánica de presupuesto (con establecimiento de límites para su aprobación). Con algunas modificaciones y con el promulgación oficial de la nueva carta fundamental de la República estas nuevas leyes se llevaron a cabo entre agosto y noviembre de 1925 (Silva 1983).

En el extranjero las cosas que hasta entonces iban desarrollándose de manera vertiginosa provoco una gran especulación financiera y movimiento constante de capitales en forma de préstamos para las naciones que no querían quedar fuera de este desarrollo. Pero, este escenario se vino abajo debido a la incapacidad de estos países para devolver sus créditos provocando la crisis de 1929 y la gran depresión que le siguió. De estos países Chile fue el más afectado.

Esta crisis generó el cierre de oficinas salitreras que en 1930 tuvieron su efecto en la política del gobierno de Ibáñez debido a su ineficiencia para reducir el gasto público y recuperar la economía del país. Si bien el gobierno intentó detener la crisis mediante la compra de salitreras mediante de la creación de la COSACH, pero sus resultados no hicieron más que profundizar la caída de la economía y provocar la salida de Ibáñez del poder dando por finalizado el segundo siclo económico del país.

Bibliografia:

Sergio Villalobos, Osvaldo Silva, Fernando Silva, Patricio Estelle, Historia de Chile, tomos 3-4. Editorial Universitaria. Santiago de Chile 1983.

Armando de Ramón, Historia de Chile: desde la invasión incaica hasta nuestros días, Editorial Catalonia, Santigo de Chile, 2001.

Gabriel Salazar, Julio Pinto, Historia Contemporanea de Chile tomo 1-2, Editorial LOM, Santiago de Chile, 2002

Manuel Fernandez, El enclave salitrero y la economía chilena 1880-1914, Revista nueva historia n°3, Londres, 1981

Eric Hobsbawm, Historia del Siglo XX, Editorial Penguin group, Reino Unido, 1994.

Eric Hobsbawm, La era del imperio, Editorial Critica, Madrid, 2001.

Rene Millar, El parlamentarismo chileno y su crisis 1981-1924, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago 1992.