todos estabamos a la espera de Álvaro cepeda samudio: ¿origen de la literatura neocolombiana?
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7/23/2019 Todos Estabamos a La Espera de lvaro Cepeda Samudio: Origen de la literatura neocolombiana?
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Jonathan Tittler
Las fotos que ilustran estearticulo forman parte del Archivo
Alvaro Cepeda Samudio. y fueron cedidas por la seora
Teresa de Cepedaen exclusividad a Huellas.
duda. por decirlo
de un modo pre-
posmoderno. lo
gana en espritu
democrtico. en
apertura a un
espectro de re-
gistros y cues-
tiones anterior-
mente callados.
En nuestras
universidades.
por ejemplo, ya
no discutimos si
los departamen-
tos que ensean
materias del m-
bito hispnico
deben mantener
paridad entre
cursos sobre li-
teratura y cul-
tura peninsu-
lares e hispa-
noamericanos.
Esa batalla ya se
luch durante
los aos de mi
formacin uni-
versitaria. con la
clara ascenden-
cia. en Estados,~var
CepedaSamudio un sbado de carnaval en La Cueva. (Foto de Nereo). Unidos. por lo
menos, de lo his-
panoamericano, gracias, en parte. al "boom" de su
novela y. en parte. a la eclosin demogrfica de gente
Huellas 40. Uninorte. Barranquilla
pp. 7-13. Abril. 1994. ISSN0120-2537 7
la caterva de
el debate
y su
el pos-
motivo de
e incluso
cierta sana
de auto-
que ha
el dis-
aos ha
a una
dispersin de in-
in que, al des-
oncertarnos por
exigir que reca-
pacitemos sobre
los cnones que
determinan lo
que leemos, es-
cribimos y ense-
amos, tambin
ha dado paso a r
una mayor am-
plitud de voces y de temas de investigacin. Lo que
pierde nuestro discurso cultural en cohesin. sin
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espaola en los pases de Norteamlica,
la
mayor parte de quienes proceden ms
de este mismo hemisfelio. Ahora,
aos despus, se ve amenazada la
del recin coronado boom por pro-
literaturas poco representadas, tales
la afrohispnica, la esclita por mujeres, la
con los llamados gneros populares o la
ispano-norteamelicana. Mirando con
observamos que esta ltima
consiste en tres grandes facciones
y la cubana, adems de una
borrosamente incluye a los rela-
ecuatolianos, y de los dems pases de la
idiomtica y culturalmente hispana (debera
todos. pero por limitaciones de tiempo
puedo hacer). Es en una parte de
larga "etctera" (precisamente ese espacio
o "neo-colombiano") que
quiero concentrar en 10 estante de mi presen-
algunos relatos del vallecaucano Silvio Martnez
Palau -mordazmente satricos en cuanto a su nue-
va realidad circundante- con otros del antioqueo
Andrs Berger-elegacas y entraables remem-
branzas de su niez en las calles del entonces
paradisaco Medellin. 3 Con estos ntentos creo que
he hecho constancia de la existencia del corpus tex-
tual neo-colombiano, sugiriendo su verdadera
diversidad y facilitando su estudio como una
subdisciplina dentro de o hispano-norteamericano.
Hasta el momento. sin embargo. ese campo ha
carecido de historia: no ha habido ninguna
narracin acerca de su desarrollo a travs del
tiempo. Con Todos estbamos a la espera, un
esbelto volumen de nueve cuentos del costeo
(cienaguero de nacimiento y barranquillero de
crianza) Alvaro Cepeda Samudio. empezamos a
remediar esa falta. 4
Lo que provee esta coleccin de cuentos, y sobre
todo el relato "Un cuento para Saroyan," es un
posible punto de partida para lo que despus ira a
ser, mediante treinta aos ms de migracin y
produccin cultural, la narrativa neo-colombiana.
Constituye una fugaz muestra de compenetracin
con a realidad norteamericana, apropiando algunos
de sus motivos sin designarloscomo completamente
ajenos, que indica la cosmovisin mixta, hibr-
dizada, propia al gnero. Permtaseme describir un
poco el cuento y su contexto para que se saque
una nocin del grado y la cualidad de la relacin
con la cultura norteamericana.
En algunos trabajos previos he intentado
la existencia e importancia de la
* distinguindola de sus
colombiana y norteamericana,
por su dimensin bicultural. He
las novelas de Jaime Manrique, autor de
y la recin publicada Latn Moon in
-ambas escritas en ingls y con una
a estereotipar 10 colombiano para lograr
a lectores anglodominantes-, en con-
a la de Boris Salazar. La otra selva. que,
puesta en Nueva York y narrada por
maneja no slo el idioma de su pros
tambin una imaginera mucho ms
y matizada en 10 que al mundo hispano
De manera semejante he yuxtapuesto
Cepeda encabeza su librito con el siguiente
epgrafe,que, al revelar su procesode creacin. ogra
explicar por lo rrenos un significado del titulo:
Estos cuentos fueron escritos, en su gran mayoria,
en New York, que es una cilldad sola. Es una so-
Clarkson N. Potter, 1983); y Jaime Manrique, Latm Moon m
Manhattan (Nueva York: Sto Martin's Press, 1992); Boris Salazar,
La otra selva (Bogot: Tercer Mundo Editores. 1991).
3 Sllvio Martinez Palau, Made m USA; Estudio en naturalezas
muertas (Hanover, NH: Ediciones del Norte. 1986); Andrs
Berger, "El afilador", Revista Chicano-riquea 10 (1982): 171-79.
1 Ver Jonathan Tittler. "Pacific Ethnics: The Neo-Colom-
Stories of Andrs Berger and Silvio Martinez Palau", en
Chicanos o chilenos: Hispanic Culture on the paclfic Coast
Americas. ed. Grinor Rojo (Long Beach, CA: California
University at Long Beach. 1992) (en prensa); y Jonathan
Literature: For a Imse Canon". Dispositio
.Existe una traduccin del articulo "Neo-ColombianUtera-
a Loose Canon". con el titulo "La literatura neo-
canon suelto" en Huellas No. 35 agosto.
(N. del E.).
4Alvaro Cepeda Samudlo. Todos estbanws a la espera
(Bogot: Plaza y Jans. 1980 (1954). Referencias parentticas
en mi texto se remiten a esta edicin. La Importancia de este
texto ya ha sido sugerida en un contexto ms angosto por Alfredo
Arango-Franco en un estudio Indito. "Literatura colombiana
de Nueva York: De la sombra a la marginalldad". Agradezcoa
Alvaro PIneda Botero su ayuda en localizar ese estudio.
2 Jaime Manrique. Colombian Go/d: A Novel 01Power and
Corruption. tr. Sara Nelson y Jaime Manrique (Nueva York:
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ledad sin solucin. Es la soledad de la espera.
Los personajes son hombres y mujeres que yo he visto
en un pequeo bar de Alma, Michigan; esperando en una
estacin de Chatanooga. Tennessee; o simplemente
viviendo en Cinaga. Magdalena. Y las palabras son
inferiores a ellos.
Adems del gesto becqueriano concluyente. lo que se
ac es una suerte de equiparidad o in ter-
entre todos los lugares que ha visitado el
autor. Obviamente. dirigido a un lector
(quin ms sabe en qu pas queda el
del Magdalena?). Cepeda refuerza
esa indistincin entre lo del norte y lo del
al incorporar el nombre ingls de la ciudad que ms le
impresionado (un ejemplo del "code switching" propio a
personas verdaderamente bilinges o biculturales). En
investigaciones. el colombianlogo francs Jacques
ha encontrado que slo tres de los cuentos ("Vamos a
los gaticos". "Jumper Jigger" y "El piano blanco") en
escritos mientras Cepeda estaba en la gran
(el autor haba ido all para estudiar periodismo en
University, y casi no resisto la tentacin de titu-
ponencia "Entre Colombia y Columbia", pero en este
quincentenario de tanta "colonizacin" decid pasar por
el jueguito). 5 Lo cierto es que el libro entero (con una
"Hay que buscar a Regina" , que evoca la
tropical que marca Crnica de una muerte
de Garca Mrquez -ora por epgrafes sacados
autores norteamericanos como Saroyan, Capote o
ora por referencias a la vida urbana (fra.
solitaria) de este pas- est permeado de un
que tiene que caerles como extico o por lo menos
a los lectores de la Costa Atlntica de Colombia de
Facsrnilesde las portadas de la primera
edicin de Todos estbamos a la espera,
que edit en Barranquilla la Librera Mundo.
Los dibujos son de Cecilia Porras.
El relato en cuestin, "Un cuento para Saroyan" ,
una apoteosis de esta tendencia norteame-
.Como es una obrita no muy conocida -de
manejo-, me permito resumir algunas de sus
Un joven de nombre "Al" narra en
persona y tiempo presente cmo sale de clase en
exigido que compre si el joven quiere pasar el
Despus de detenerse en un restaurante, un bar y
para "mamar gallo" con algunos amigos,
de los cuales cree que realmente va a comprar el
llega a la librera de Mr. Schneider donde trabaja una
Sandy que le gusta. Al recomendarle sta un libro de
5Jacques Gllard. "Prlogo: Los cuentos de Cepeda Samudlo", en Cepeda
estbamos a la espera, 9-44.
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calle 148 (significativamente Al dice Mla
148M.pero en mi rol de intrprete me veo
en la necesidad de explicar la referencia
localista). El compromiso del autor con su
medio es tal que. cuando hace mencin de
un partido de ftbol entre Columbia y
Cornell. deja entendido que. como siempre.
va a ganar Cornell (es cierto: excepto por
los aos setenta tempranos. cuando Ed
Marinaro se desempeaba estelarmente
como fullback. Cornell ha podido contar
con ganar nicamente a Columbia en sus
lides en la legendaria Liga deYedra). y siAl
conoce su medio. su medio lo conoce a l.
ya que. como he mencionado. nadie cree
que va a comprar el libro exigido por el
profesor. el cual. en efecto. no acaba
comprando. La compenetracin es
profunda: el sujeto dentro de su medio
ambiente. el medio ambiente dentro del
sujeto. Incluso bromea con sus inter-
locutores (la prueba de fuego de dominar
un idioma extranjero. si no es el poder hacer
clculos aritmticos en l).
Quieren ms evidencia del status neo-
colombiano del texto? (no quiere decir que
no sea colombiano tambin; sino algo ms,
y esa cosa "ms", indicativa de vivencias
que trascienden el mbito cultural y
lingustico especficamente colombiano.
cuando el narrador no es Alvaro sino Al. es
lo que quiero expli citar)
Miremos otro texto de Cepeda. un poema
recogido por Daniel Samper Pizano en una
antologa pstuma publicada por el
Instituto Colombiano de Cultura. 6 Est
escrito. como se ver en seguida. en ingls.
estn aparte poemas y canciones que
compuso el talentoso escritor. al otro lado
de la barrera idiomtica. El texto es el
siguiente:
Alvaro Cepeda Samudio en la terraza de un bar de La Habana.
en una escala voluntaria, rumbo a Columbia University.
(Foto de Enrique Scopell).
de Saroyan e invita a cenar a la nia con el
igera culpabilidad por la imprudencia de la compra.
sentimiento palidece ante la voluptuosa
ilusin de conocer la ficcin de Saroyan. ya
Desde as primeras frases estamos en un mundo
frreamente neoyorquino: se mencionan
lares. el tiempo frio. la revista The New Yorkel;
ctores de cine de la poca como Mickey Rooneyy
hipdromo en Jamaica. Los
migos tienen nombres tpicos. como Mack. el res-
taurateul; y Johnny Saxon. el dueo del bar en la
6 Alvaro Cepeda Samudio. Antologa. Seleccin y prlogo
de Daniel Samper Pizano (Bogot: Instituto Colombiano de
Cultura. 1977).99-101. Agradezcoa Teresa Manotas de Cepeda
el haberme facilitado varios textos y mucha informacin para
la elaboracin de este estudio.
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mIS BALAD [SIC] IS 1'0 BE WHISPERED WlTH WVING UPS
AND SO MUCH TENDERNESS AS NOT 1'0 DISTURB mE SWEET
SMIUNG SLEEP OF mE BEAlfl'IFUL GIRL
Where could the manflnd the words to begin this blissful
Wednesday?
In the whizzing wind its resoundignIorest 01 ambulatory
Leaves opening sharp tunnels 01 music in the dense darkness 01 the night?
In the green-blue-gray oJ the tame and silent sea?
In the tight blackness oJ the complacent night, piercingly wounded
Ten times a thousand times by the ancient light oJ the stars?
In the changing sand burning with insidious thorns?
In the soft and delicate curoe oJ the receding hills?
Where the music, where the sound, where the color; where the light.
Where the Jorm to construe the words with which the man could
TeU the beautiful girl about the rife, the world and the
Wonderment that were born anew this blissful Wednesday?
The man searched everywhere ior the words: in the music oi
The wind. in the variable color oi the sea. in the light oi the night:
And he couldfind none.
And the man, a master 01 earthly words. was suddenly deserted by the
Sound 01 the languages 01 earth.
Then, the beautijul girllooked at the man and in the purity 01 her
Eyes he Iound the word to describe the new and limpid universe
Around them
The word was Joan..
And since then aU the things 01 the world can be named withjust
One word: and the word is Joan..
(This isjust to teU you that 1 love you. But then your (sic] already knew that).
enseadentro de nuestros departamentos de ingls.
si los textos son asequibles en ese idioma) o de la
literatura hispanoamericana. As que su pedazo de
gloria es casi penosamente modesta. Aun as
(porque estas relaciones de dominio y subaltemidad
son a fondo polticas, y la poltica institucionaJ ha
cambiado mucho en la ltima generacin y puede
cambiar con una mayor velocidad en el futuro).
merece a pena retratarlo en algn detalle. Es, an-
tes que nada, hasta ahora un personaje ficticio, el
Alvaro del ltimo captulo de Cien aos de soledad
que forma con Germn. Gabriel y Alfonso el crculo
de amigos de Aureliano Babilonia, el penltimo de
la estirpe Buenda de Macondo, padre del que nace
con una cola de cerdo. el mismo que descifra los
pergaminos de Melquades. Este personaje Alvaro
est basado, a su vez, en el Alvaro CepedaSamudio
que con Germn Vargas. Gabriel Garca Mrquez.
Alfonso Fuenmayor (y su padre Jos Flix
Fuenmayor) configuraron el (ya mtico) "Grupo de
Quizs un tanto abusivo de la aliteracin, y, para
gustos actuales, sexista en el uso del "hombre"
a la "muchacha" (mucho ms notable en
que en espaol), pero el ms que competente
del ingls (me llama la atencin esa
de "diez veces mil veces", a la vez ar-
innovadora, redundante y nica en su
expresividad) est fuera de cuestin. El que
estos versos es el mismo autor de "Un
para Saroyan" , el que parece haber dado
a la llamada literatura neocolombiana.
Como le atribuyo tanta importancia. pueden
quin es Alvaro Cepeda Sa-
Qu ms ha hecho? Por qu no hemos
su nombre antes? Recuerden que
o propongo como un posible originador de una
sub disciplina de la literatura hispano-nor-
eamericana. en s una astilla marginal de o la
literatura norteamericana (frecuentemente se
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Alvaro CepedaSamudio
frente a la biblioteca
de Columbia University.
(Foto de Enrique Scopell).
de los 1930. responsable por traer la
literaria a Colombia cuando el pas
de la Violencia. con V mayscula. arranca
de 1948) que asimilar los para-
Woolf. Joyce. Kafka. Hemingway y
mejor. muchos conocenya a Cepeda
decir. el Cepeda extual y legendario)sin saberlo.
dimensin genial que pareca encerrar.
Como hemos venido diciendo. Todos estbamos
a la espera, tan elptica en su tcnica y parca en
su desarrollo, no hace sino insinuar el riqusimo
mundo bicultural que escritores neo-colombianos
como OIga Elena Matiei. Armando Romero.
Teobaldo Noriega, Luis Zalamea. Alvaro Gmez
Monedero, Eduardo Mrceles Daconte. Adela de
Luppi. Miguel Falquez-Certain, entre otros,
representan en sus diversas obras.
A ese mismo Alvaro CepedaSamudio (en su ava-
de escritor) se le atribuye haber escrito una de
novelas modernas en Colombia
es de Rayrnond Leslie Williams) la
es La casa grande. recin traducida muy
nuestro anfitrin Seyrnour Menton;
el verano, del
Gabriel Garca Mrquez. 7 Ms all
Cepeda ha publicado otro libro de relatos.
cuentos de Juana, mucho periodismo. fue
Sporting News de San Luis,
una especiede hombre renacentista,
espritu libre y anrquico que se meta en mil
y nunca careca de proyectos pero que. como
el temperamento para
En mi subtitulo encierro la figura de Cepeda con
signos de interrogacin. como si el papel fundamen-
tal y fundacional que le atribuyo no le
correspondiera.Hay problemas,vamos a confesarlo.
Cepeda nunca fue emigrante, sino estudiante. en
Norteamrica (es cierto que volvi a Nueva York,
como lo haba hecho Jos Eustasio Rivera. para
morir, pero esono fue por nostalgia sino una medida
prctica en una emergencia mdica). Tan pronto
como obtuvo su diploma. volvi a Barranquilla con
su bal de experiencias y algunos textos escritos
para resumir su vida de parrandero y creador
costeo. En esecontexto. os Estados Unidos le siIVe
como motivo literario o quiz como hobby, pero
dista mucho del campo de lucha diaria que es para
Salazar, Manrique, Berger y Martnez Palau.
Tampoco uce el Lazarillo de Tormes, sin embargo.
todas las caractersticas propias del gnero
picaresco que encabeza. As que no me preocupa
sobremanera esa igera distincin entre prototipo y
seguidores.
7Alvaro CepedaSamudio. La casa grande (Bogot:Ediciones
1962); edicin en ingls. La casa grande. tr. Seyrnour
University ofTexas Press. 1991); Hctor Rojas
Respirando el verano (Bogot:Ediciones Tercer Mundo.
Gabriel Garcia Mrquez. La hojarasca (Bogot:Ediciones
No es tanto el carcter de Cepeda (o el de su
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