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Año 2015
C.24
“Reditum ad vestra cutis”“Reditum ad vestra cutis”“Reditum ad vestra cutis”“Reditum ad vestra cutis”
“ ….. Imagino como hundes tu cara en mi cuello mientras saboreas las gotas de naranja que resbalan por mi piel. Siento
como aspiras el perfume que despide el zumo por todo mi cuerpo. Oigo como dices en susurros: "Me gusta como hueles a
naranja. Ninguna colonia podría igualar el perfume que despide tu piel en estos momentos. Y me gusta como sabes".
Por eso dejo de escribir y elijo de entre todas las
hacía el fregadero y cojo el cuchillo que está encim
despacio. Sé que cuando te llegue el olor vendrás. Vendrás y te diré: "Soy tu regalo. Te ofrezco todo lo que soy hasta
que..."
Oigo como apagas el ordenador en la sala de estar. Algunas gotas ya
interior de mi muñeca derecha. Cierro los ojos. Presiento que me estás viendo ya desde la puerta.
Me gusta sentirte así, acercándote.”
Qué extraña razón nos empuja a
extraña fuerza nos ilumina los ojos y nos despierta esa chispa en la mente para volver a medir
nuestras posibilidades mundanas
autoestima, el éxito, el reconocimiento, el resarcimi
un sueño … todas o varias de ellas.
más esfuerzo te exige, mas te libera y mas te llena.
El caso es que una vez tranquilizados los ecos de mi primera Madrid Segovia en septiembre
de 2014, y recordando “Year of the cat” de
paisajes de montañas de un video que proyectaron cuando
quedó grabado ese paisaje de montaña
como nace el sol de sus entrañas,
alborada. Quería, tenía que ir otra vez a
aquella anterior era el zenit de mis carreras y
más hondo. Que ingenuo, pero que inocente eres Juan…
quiero volver a pisar mis huellas, ….
“Reditum ad vestra cutis”“Reditum ad vestra cutis”“Reditum ad vestra cutis”“Reditum ad vestra cutis”
VOLVER A TU PIEL.
como hundes tu cara en mi cuello mientras saboreas las gotas de naranja que resbalan por mi piel. Siento
como aspiras el perfume que despide el zumo por todo mi cuerpo. Oigo como dices en susurros: "Me gusta como hueles a
gualar el perfume que despide tu piel en estos momentos. Y me gusta como sabes".
Por eso dejo de escribir y elijo de entre todas las naranjas del frutero la que me parece que tendrá mejor zumo. Me dirijo
hacía el fregadero y cojo el cuchillo que está encima del mármol. La corto por la mitad. Empiezo a desnudarme
despacio. Sé que cuando te llegue el olor vendrás. Vendrás y te diré: "Soy tu regalo. Te ofrezco todo lo que soy hasta
Oigo como apagas el ordenador en la sala de estar. Algunas gotas ya han llegado al suelo. Acerco la nariz a la parte
interior de mi muñeca derecha. Cierro los ojos. Presiento que me estás viendo ya desde la puerta.
empuja a volver a enfrentarnos a un reto de estas dimensiones, que
extraña fuerza nos ilumina los ojos y nos despierta esa chispa en la mente para volver a medir
mundanas; que puede ser, sabes??? …. la autosuperación, la
autoestima, el éxito, el reconocimiento, el resarcimiento de la anterior prueba, una promesa,
un sueño … todas o varias de ellas. Que tendrá este tipo de reto que cuanto más
esfuerzo te exige, mas te libera y mas te llena.
una vez tranquilizados los ecos de mi primera Madrid Segovia en septiembre
recordando “Year of the cat” de Al Stewart, me vienen a la mente las
de un video que proyectaron cuando yo tenía poco mas de 20
paisaje de montaña; montañas que veo con admiración cada mañana,
como nace el sol de sus entrañas, como las abrazan las nubes, como las dora el tibio sol de la
Quería, tenía que ir otra vez a correr la Madrid Segovia 2015, aun
era el zenit de mis carreras y que no podía haber ninguna otra que me calara
más hondo. Que ingenuo, pero que inocente eres Juan… Quiero volver a recorrer tus caminos,
quiero volver a pisar mis huellas, …. quiero volver a sentir tu piel.
“Reditum ad vestra cutis”“Reditum ad vestra cutis”“Reditum ad vestra cutis”“Reditum ad vestra cutis”
como hundes tu cara en mi cuello mientras saboreas las gotas de naranja que resbalan por mi piel. Siento
como aspiras el perfume que despide el zumo por todo mi cuerpo. Oigo como dices en susurros: "Me gusta como hueles a
gualar el perfume que despide tu piel en estos momentos. Y me gusta como sabes".
del frutero la que me parece que tendrá mejor zumo. Me dirijo
a del mármol. La corto por la mitad. Empiezo a desnudarme
despacio. Sé que cuando te llegue el olor vendrás. Vendrás y te diré: "Soy tu regalo. Te ofrezco todo lo que soy hasta
han llegado al suelo. Acerco la nariz a la parte
interior de mi muñeca derecha. Cierro los ojos. Presiento que me estás viendo ya desde la puerta.
e estas dimensiones, que
extraña fuerza nos ilumina los ojos y nos despierta esa chispa en la mente para volver a medir
la autosuperación, la
ento de la anterior prueba, una promesa,
más sufrimiento y
una vez tranquilizados los ecos de mi primera Madrid Segovia en septiembre
me vienen a la mente las imágenes de
poco mas de 20 años. Me
montañas que veo con admiración cada mañana,
como las abrazan las nubes, como las dora el tibio sol de la
correr la Madrid Segovia 2015, aun pensando que
haber ninguna otra que me calara
Quiero volver a recorrer tus caminos,
Embarcado en esta aventura con Alberto, mi inseparable amigo y mi “enseñador”, para mi es
la segunda para él, ….. es su ¡¡¡¡ 4ª edición!!!!!, y todas terminadas. Nos inscribimos nada más
abrirse el plazo. Esta vez actué con rapidez y no hubo sorpresas. Comienza la planificación de
entrenos, descansos, alimentación, mentalización, adaptación al medio y al clima, tiradas
largas, cuestas, gimnasio, etc, etc,. Poco a poco vamos subiendo los kilómetros semanales,
habituándonos a correr con la camelbak, el cinto con botella de liquido, la prenda de cabeza, la
vaselina y la crema protectora; a comer los frutos secos, pasas y gominolas en carrera, al
sonido de la aplicación, “….lleva 23 km recorridos, a un ritmo de 5,30 …”.
La primavera se iba haciendo madura allá por finales de mayo y va dando paso a un incipiente
verano. Días más largos, Primeros entrenos en Segovia de mañana, acompañados de otros
rodajes al caer la tarde en Valladolid. Unimos y hermanamos los circuito de Matabueyes,
Senda Verde y Lastrilla-Zamarramala con Contiendas, Circunvalación, Pinar de Antequera.
Para completar con los recorridos en Carbajo. Rutas en la Sierra, ruta del Rio Tajo. Sendas y
caminos de distinto terreno donde pusimos a tonos las piernas y las ilusiones. Por distintas
obligaciones no se pudo entrenar y hacer la cantidad de kilómetros que requiere esta prueba,
solo podía entrenar día si, día no, hay que alternar con otros trabajos que no les podía dejar
aparcados. Trabajo de albañil, ….si de albañil en mi casa del pueblo, preparar los olivos para la
temporada de aceituna, que este año se presenta bastante buena, si llueve claro, siempre
dependemos de otros; subir sacos de cemento, paladas de arena, bajar escombros, todas y
cada una de las tareas desde que sale el sol hasta entrada la noche, pasando por el ecuador
del mediodía con casi 40 grados de calor en la vieja Extremadura, acompañado solo con el
sombrero de paja y el botijo de agua. No es entrenamiento muscular para los 100 km. Pero si
es entrenamiento de adaptación al calor, a las inclemencias del tiempo, del espíritu de
sacrificio, de superación, … todo en esta vida es entrenamiento, debemos saber leerlo en
nuestro día a día. Funciona el Efecto Pigmalión aunque sea uno mismo el mentor que se lo
haga ver. La Biblia suena distinta dependiendo donde se rece. A pesar de todo, se sacó tiempo
y fuerzas de donde pude, el descanso era mínimo con lo que llegué a estar tan saturado que
pensé en abandonar la carrera. De hecho pasé 10 días sin apetito atlético, 10 días sin dar un
paso, 10 días sin ponerme las zapas. Bloqueo mental, y hastío de la carrera. Tu capacidad para
conocer la felicidad, depende en mucho de tu capacidad de soportar el dolor y el sufrimiento.
Los 15 días antes de la carrera se ultimó la preparación en Segovia y Valladolid, recorrimos y
nos familiarizamos otra vez con los últimos 40 km desde Cercedilla hasta Segovia, pasando por
el Alto de la Fuenfría, Fuente la Reina, Matabueyes, siempre me ha traído muchos y buenos
recuerdos cuando pienso en este tramo.
Viernes 18 de septiembre. Ya preparado el “jato” en 3 bolsas diferente parto a la tarde en AVE
hacia Madrid. En mi asiento del tren repasamos cada zancada, estudiamos el mapa, revisamos
el equipo y los recuerdos, visualizamos los tramos y los sueños, recorremos las sendas y las
ilusiones. Visiones ….. que son recuerdos y premonición de las aventura del recorrido. Allí haré
noche, en casa de mi entrañable amiga Lides; que bien me he sentido cuando me dijiste que:
“¡¡¡ Como te vas a quedar en otro sitio, teniendo aquí mi casa!!! Un acierto. Después de
recoger el 223 de Dorsal y la bolsa de corredor junto a Alberto, me espera Lides en Chamartín
para ir a San Sebastián de los Reyes. “¡¡¡ Vamos Juan, corre que se nos va el tren !!! En la via 4
!!! Llegamos a la estación de Sanse. Nos toca bajarnos. ¡¡¡¡¡Oye, Lides, que yo no he sacado
billete!!! Tu no te preocupes y haces lo que yo te diga. Vamos ponte pegando al cristal de la
barrera de salida y cuando yo meta el billete sales rápido y yo detrás. ¡!!!!. Ahoraaaa ¡!!! Como
dos adolescentes salimos corriendo por el vestíbulo entre sus risas y mis voces de exclamación
desaparecimos por la escalera de salida. Esa tarde después de pasear un rato y tomar una
cerveza cenamos. Pero solo se pudo descansar un par de horas, a las 3,30 de la mañana me
esperaba el taxi que me trasladaría hasta Plaza de castilla, puerto donde damos la salida a esta
nueva aventura. Lides no sabes cuánto bien me has hecho y cuanto te agradezco que en
momentos previos a este reto encuentres un lugar y unas manos amigas que te arropen como
a un niño indefenso.
Plaza de Castilla. (Puerta de de Castilla). A las 5 de la mañana cuando la ciudad aun duerme,
mirando al cielo, casi contando a la vez los minutos y las estrellas …… soñando…. En estos
momentos hay cosas que uno solo sabe y vive. Se da la salida. Pocos familiares y amigos
aplauden y despiden en la fresca y solitaria madrugada. Calles cortadas al discurrir por
Fuencarral, el foco frontal no ha empezado a iluminar, hay bastante visibilidad. Los grupos de
corredores expulsan los últimos nervios entre chascarrillos y comentarios, los espaldas
plateadas se colocan en cabeza, ha comenzado la aventura, muchos llegaran, más o menos
cansados y maltrechos, otros quedaran en algún lugar del recorrido, pero todos son unos
héroes por plantarle cara a la carrera.
Salimos de las iluminarias artificiales de la ciudad y surcamos los primeros caminos a oscuras,
las lógicas precauciones se notan en la seguridad de las zancadas y el ritmo algo más lento,
aunque al marchar en grupo la zona iluminada es más grande está en contra los
deslumbramientos que provocan algunos corredores que lleva más potencia de luz que un
Mercedes.
Km. 15. (1 h 20 mn.) 6, 20 h a. m. Tres Cantos. Primer punto de control. El año pasado al ser
de día ya en este punto me esperaban mi hermana y su familia, esta vez hay poco personal, es
de madrugada. Se hace rápido esta primera parada, sin apenas repostar ni comer. Solo un
selfie que me hago con Alberto en el puente que cruza la autovía. Sin más dilación salimos
hacia Colmenar Viejo, el camino lo recorremos solo dos juntos, los grupetos se van separando.
Nos topamos con algún árbol, varios riachuelos debemos cruzar, zanjas, agujeros, piedras, ….
todo de noche es inesperado e incierto. Hacia adelante un rosario de luces rojas, hacia atrás
los destellos blancos de los frontales nos muestran el itinerario de los caminantes de la noche.
Aunque llevo puesto un cortavientos, con el sudor en el estomago, el frio me castiga en esta
zona. Malestar que me hace ir toda la carrera con la sensación de que mi estomago no admite
bien los líquidos y comida que ingerimos. La aurora va abriéndose paso al nocturno.
Km 27. (2 h 54 mn.) 7,55 h a.m. Colmenar Viejo. Allá por Colmenar Viejo el sol viene a
buscarnos. Segundo punto de control. Fichamos sobre la posición 40. Aquí tenemos la primera
mochila para cambiarnos si se desea. – Por favor, la numero 223 ??? Pues no la veo. – Es negra y
que pone BOOST !!!!! Pues aquí no está !!!. - Pero puede ser !!!!!. Alberto ha repostado y se ha
cambiado. -Marcha si quieres. No me esperes. ¿Qué hago yo hasta Cercedilla. Hasta el km 65, con
la ropa sudada, sin cambiarme de calcetines, pantalón camiseta. Donde dejo el cortavientos,
frontal, ????.- Mire por favor en el grupo de las sin numero. ???. Pues reclame. Por aquí yo no la veo.
!!!!! Me quedo resignado y cara de incredulidad. Bien empezamos ….. pufffff.
No sé qué santo se apiadó de mí, porque aparece la señorita con la bolsa en la mano. Aquí está.
Estaba colocada con otro grupo de bolsas. La cojo sin dilación y en un santiamén me cambio de ropa,
vaselina en los pies y zonas delicadas del cuerpo y dejo las prendas de este primer tramo. Alberto con
un gesto de generosidad como pocos me ha esperado. Pero saldremos sobre la posición 250. Hemos
perdido mucho tiempo, una media hora.
Partimos de Colmenar ya con luz del Lorenzo. Queda poco tramo hasta el siguiente punto de
control. Puente Medieval. No se hace pesado. Todavía hay fuerzas de sobra. Peligrosa
carretera para cruzar con mucha circulación aunque apoyada por agentes de circulación.
Km 34. (3 h 30 mn.) 8,30 h a.m. Puente Medieval. Debido al tiempo perdido en Colmenar no
puedo parar mucho tiempo en los siguientes puntos de control, aunque hubiera sido bueno
haber repartido mejor el tiempo de descanso. Solo bebo un poco de isotónica y cojo unos
trozos de plátano, que voy comiendo a la vez que inicio la marcha. Las obras que se efectúan
en el puente han dejado a la vista las enormes piedras de la antigua calzada. Allí me junto a
Miguel, un corredor sudamericano que me comenta que a él también le han perdido su bolsa
en Colmenar y no se la han encontrado. Me dice. “Voy con el agua que me queda y hasta donde el
cuerpo aguante”.- Si quieres llevo isotónica y algo de frutos secos y gominolas “. No, gracias no estoy
acostumbrado a comer en carrera. Por los caminos que nos acercan a la sierra de Guadarrama y
por donde ya no se divisan en el horizonte las cuatro Torres Business. Miguel me cuenta que
ha participado en todas las ediciones anteriores de la Madrid Segovia, entrando casi siempre
entre los 20 primeros de la general. Yo le miraba y con la “estampa o tipo ” que llevaba me
resultaba algo más que increíble. Pero luego me descubrió el misterio de su figura. “¿¿Sabes
que pasa ?? Es que me he echado novia y claro cuando me levanto de la cama para ir a entrenar, ella me
dice dónde vas Miguelito, me agarra de la mano, me vuelve a la cama y ya sabes…. Luego por las tardes
dice que la lleve al cine y comemos bolsas de maíces y después hamburguesas y patatas. Pero lo bueno
es que ella me dice Miguel, estas mas gordito, yo te conocí mas musculado.- Pero como no voy a estar
gordito, mi reina. Claro que si me voy a entrenar otro me la lleva al cine. Miguel no puede seguir el
ritmo y deseándonos suerte le dejo unos 4 kms antes de llegar a Manzanares el Real. La
llegada a esta población es de más me impresiona, por la montaña y la mole de enormes
piedras que la respaldan, piedras de miles de tonalidades grises e infinidad de formas
redondeadas, digno de admirar. Tras una fuerte bajada y atravesar el puente de pantano de
Manzanares entramos en el pueblo.
Km 41,9. (4 h, 20 mn.) 9,20 h. a.m. Manzanares el Real. Misma actitud que en Puente
Medieval. El rápido sellado, comer un poco de fruta (plátano y sandía), salida rápida hacia el
siguiente control. Una calle bastante empinada nos aconseja que salgamos andando mientras
comemos. Aquí tomo mi primer gel, a sorbitos lo ingiero y bebo agua para que baje rápido al
estomago y vaya haciendo su efecto. El fin de semana va cobrando vida en la sierra madrileña,
deportistas, jubilados, parejas, amigos, domingueros, todos van dando actividad a los caminos
y carreteras.
Nos dirigimos al ecuador de la carrera por caminos de campo a través bastantes sinuosos y
con multitud de pedruscos que nos hacen desfilar en fila de a uno, no se puede avanzar mas
rápido. Es comprobado que los carreristas que salimos juntos de Manzanares serán las mismas
caras que nos encontraremos en lo que resta para llegar a Segovia. Los kilómetros ya nos han
indicado nuestro lugar y situación en carrera, bien si no ocurre un contratiempo. Tengo por
costumbre en esta carrera no mirar el crono ni el ritmo, solo me fijo llegar al próximo punto de
control. La mentalización es importante, pilar fundamental en la practica deportiva.
Km 50. (5 h, 27 mn.) 10,27 a.m. Mataelpino. Ya en las calles de esta localidad me gritan unos
niños. “¡¡¡¡Venga Corchado!!!!”. Entre sorprendido y contento veo que son los hijos y sobrinos
de Alberto, que le están esperando. Más adelante Marta, su mujer me hace unas fotos.
Simpática y encantadora como siempre. Se oye el jolgorio cercano de la plaza del pueblo, allí el
arco del ecuador de la prueba, kilometro 50, en bromas le digo a Cristina, fotógrafa de la
carrera.¡¡¡Qué bien!!!, ¿¿¿esta es la meta verdad???. Me mira en principio extrañada y me
suelta riéndose. “No es la mitad. Si quieres puedes darte la vuelta.” Paso bajo el arco y
ofrecemos con gestos el camino recorrido para que inmortalice en la instantánea.. El speaker
arenga a los participantes y anima al público. Sellamos y comemos algo solido. Estiro músculos
de las piernas mientras mastico los alimentos. Me dirijo al del micro y le dijo: “Anuncia que soy
un corredor de Extremadura” Así lo hace: “Señores, también tenemos un corredor que ha
venido de Extremadura, “matizando “de Carbajo, provincia de Cáceres.” Me despide diciendo:
“Esperamos volver a verte corriendo el año que viene”, a lo que contesto: “Y yo esperando que
estés aquí animándonos con el micro en la mano. “
El calor va cayendo por la sierra. Comenzamos el tramo que se me hace más pesado y duro.
Subida a La Barranca. Camino de subida constante de unos 5 km. Desolado e interminable. Los
corredores acusan la temperatura y el kilometraje. El ritmo es cansino y casi mortecino.
“ El ciego sol, la sed y la fatiga.“ El ciego sol, la sed y la fatiga.“ El ciego sol, la sed y la fatiga.“ El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellanaPor la terrible estepa castellanaPor la terrible estepa castellanaPor la terrible estepa castellana
Al destierro, con doce de los suyosAl destierro, con doce de los suyosAl destierro, con doce de los suyosAl destierro, con doce de los suyos
Polvo, sudor y hierro, el Cid cabalga.”Polvo, sudor y hierro, el Cid cabalga.”Polvo, sudor y hierro, el Cid cabalga.”Polvo, sudor y hierro, el Cid cabalga.”
No somos Minaya Alvar Fañez, ni Martín Antolinez, pero todos a la vez partimos esta mañana
de nuestro particular Monasterio de San Pedro.
Km 58. (6 h, 35 mn.) 11,35 a.m. La Barranca. El rostro y semblante de los corredores se va
descomponiendo por momentos. La buena entrega y amabilidad de los voluntarios nos ayuda
y reconforta en parte. El desgaste es mucho, nos miran y nos animan, pero tenemos la ilusión
intacta, ganas de llegar al final, somos felices con este deporte, y no nos gusta, nos apasiona.
Es nuestra fuerza, no rendirnos. Mi meta. Otro sello en forma de concha. Unos descansan sus
posaderas en sillas, otros en algún pedrusco del lugar. Partimos en poco tiempo por la
carretera asfaltada que nos acercara a Cercedilla, hito importante. Corro unos kilómetros con
Pablo Solinís (629), campeón por equipos en los 100 km de Cantabria. Le llevo el ritmo y me
dice que voy estupendamente. Así es me encuentro genial.
Km 65. (7 h, 25 mn) 12,25 p.m. Cercedilla. Que recuerdos Cercedilla, Cercedilla, desde la
primera vez que hicimos el recorrido Alberto y yo, me trae muy buenas sensaciones, aunque
todavía quedan 36 km, de los cuales 15 km hasta subir al Alto de la Fuenfría, a sus 1.796 m. Se
nota la animación de esta población que nos acompañan y nos escoltan con aplausos y arengas
hasta el Polideportivo Municipal. Los familiares y amigos llevan carteles con todo tipo de
leyendas: “Vamos papa, eres mi ídolo”, “Enorme, Dani, mi héroe”, “Correr es un deporte
mental, y vosotros estáis muy, muy locos”. Vuelve a funcionar el surtidos de las lagrimas, no
están dedicados a uno, pero lo hacen extensivo a todo aquel corredor que pasa a su lado.
Indescriptible, apasionante, Allí tenemos nuestra segunda mochila, esta vez sin problemas, nos
atienden un grupo de chicos de educación especial, amabilísimos y serviciales. Parada un poco
más larga de lo ejercido hasta ahora. Me cambio por completo de equipación, me embadurno
los pies con vaselina, y también las partes sensibles del cuerpo, una simple rozadura durante
muchos kilómetros puede un calvario y llegar a ser mortal; ahora sí cambio de calzado, han
sido 65 km con la misma zapa, se han portado genial, también hay que darlas el relevo y hora
de que descansen. Nos ofrecen un plato de paella, la verdad la del año pasado estaba más rica.
No lo acabo, la sensación de devolver en mi estomago no remite, voy notando el empacho del
sabor de la isotónica y el dulzor del gel. Pero hay reponerse, en este tipo de carreras sabemos
que va haber momentos duros, sí. Si. Hay que saber sobreponerse. Pero también hay que
saber regular los momentos de euforia. El camino es largo y “no podemos quemar los disparos
al principio de la fiesta”. Partimos con la sonrisa entre los dientes como el que sabe que lleva ¾
partes del recorrido. Se me hace larga la salida del pueblo. Viramos hacia la carretera de
subida, hasta el Sanatorio llamada carretera Purichelli, 4 km. y los 11 km restantes llamada
carretera de la Republica hasta el Alto de la Fuenfría. Prefiero ir unos tramos andando. Es difícil
ponerse a trotar después del descanso, paella y km recorridos. Pero también hay tramos con
mucha pendiente. No quiero vaciarme.
Km 72. ( 8 h, 51 mn ). 13,51 p.m. Calzada Romana. A medio recorrido y en lateral de la
carretera de la República tenemos la mesa de control. Son mas los excursionistas con los que
nos topamos que con otros corredores. Muchos en bicicletas, familias enteras, grupos de
amigos. Muchos nos animan. Recuerdo especialmente un ciclista que al pasar justo a nuestro
lado nos grita en la misma cara con todas sus fuerzas: “Vosotros si que sois unos putos
maquinas”. Se me pone la carne de gallina. La subida se me atraganta. Corro 1 km, otro
andando, asi voy subiendo. Me encuentro fatigado, no me encuentro con fuerzas suficientes
para hacerlo todo corriendo como año pasado. Me sobrevuela la ansiedad que produce la
incertidumbre. Momento malo, hay que amoldarse a las circunstancias, lo he entrenado. Sigo
con mis problemas de estomago. Aunque estamos en lo mas alto de la sierra, el sol es
castigador y plomizo. Mirador de Jorge Manrique, mirador de los poetas, dedicado a Cela, :
“Caminante antes de Nobel”. Reza en una piedra. Hay que ir desgranando despacio el
recorrido. Puerta de Guadarrama. Ahora solo queda pensar llegar hasta Segovia.
Km. 80 ( 10 h, 22 mn ) 15,22 p.m. Alto de La Fuenfría. La tinta se plasma en el cuadrito de la
cartulina. Solo quedan 3 recuadros. Comemos y nos aprovisionamos con la alegría de pasar a la
vertiente segoviana de la sierra. No hay agua hasta Fuente la Reina. Algunos compañeros van
en las ultimas; exhausto veo apoyado en una mesa a Javier Ayuso (130) lleva 60 km con peores
problemas de estomago que yo. Su cara y su respecto lo dice todo. Gran coraje el de él, es
capaz de reponerse y llegar a meta con 12,58 h. poco después que yo. Si no arriesgamos y
luchamos no sabremos donde podemos llegar. Siempre me ha sorprendido la heroicidad de la
gente humilde, y en contraposición a la cobardía veces de los que tenemos por héroes. Ahí un
ejemplo. Lanzados por el camino segoviano de bajada hasta Fuente la Reina. Estos 5 km se me
hacen un calvario. Debo de pisar de lado, el camino está sembrado de piedras y aunque llevo
las Salomon que se me clavan en la planta del pie que va “cocida” y muy sensible. Es muy
doloroso pero sé que más abajo a unos 18 km veré Segovia. Paso por Fuente la Reina, me
acuerdo especialmente de una persona. Grito al cielo. “Bravo, campeón. Por tí”. El camino
pedregoso se ha convertido en un serpenteante asfalto por medio del inmenso pinar de
Valsain. Alcanzo a Israel Gras (157), Baja cojeando y sigue como puede. Lleva así bastantes
kilómetros. Pero tampoco se rinde. Le animo diciendo: “Me sorprendes la fuerza que
tienes.!!!!!” “Gracias compañero. No sabes cuanto te agradezco que me digas esto y te hayas
dado cuenta. Me ha levantado el ánimo.” Acompasamos nuestras zancadas y compartimos
kilómetros y sentimientos, Con trote regular nos dirigimos hasta el Corral de la Desesperada.
Cuanto mas es el sufrimiento y la dureza de los momentos, mas fuerte son los lazos que se
crean entre las personas. Me cuenta que al comienzo de la carrera, allá por la salida de Tres
Cantos aun de noche en un camino no bien señalizado varios corredores tomaron otra ruta.
Han hecho unos 4 km mas relegandoles de las primeras posiciones de la carrear a estar sobre
el 250 en Colmenar. Pero el sigue con todo el entusiasmo porque tiene a sus hijos y su mujer
esperándoles en meta. Merece la pena el esfuerzo. Así de cercanos, vamos solos entre el
bosque de pinos.
Km 88 ( 11 h, 22 mn ) 16,22 p.m. Corral de la Desesperada. La arenga de los voluntarios al
llegar a su punto de control es. “Venga campeones, que ya está cerca Segovia y os espera el
cochinillo”. Bajamos la fuerte pendiente que nos deja a los pies de Matabueyes. Vemos los
edificios de la ciudad como un enorme barco en la distancia. Otras veces desde esta vista nos
parece lejano, hoy está a vista de pájaro. Cuanta veces en la vida las circunstancias las miramos
de manera distinta dependiendo de donde vengamos. De un suspiro enorme se llenan
nuestros pulmones. “¡¡ Lo tenemos ahí Isra!!. ¡Es nuestro!. ¡¡¡Lo vamos a conseguir!!!. Han
pasado muchas horas, muchos kilómetros y mucho esfuerzo para esto. Isra se adelanta
mientras yo comunico por wassap mi posición. Bajada muy técnica hasta Fuente de San Pedro.
Segovia se acerca.
Km. 93. ( 11 h, 52 mn ) 16,52 p.m. Riofrio. Ultimo control. En la cartulina, tantas conchas como
piedras del camino. Comemos y nos hidratamos poco. Con lo que llevamos es suficiente. No
queremos perder mucho tiempo y tenemos las mismas ansias de llegar que un niño para abrir
su regalo de cumpleaños. Cruzo el puente de la vía del AVE, ese camino de hierro que en estos
años a acunado y mecido mis sueños. Se acerca la ciudad. Camino de los tanques, tantas veces
recorridos en los entrenos diarios. Veo algunos corredores a lo lejos, en la distancia me siguen
otros. Los sentimientos y sensaciones que han permanecido aletargados van despertándose,
las buenas sensaciones van ganando terreno en mi mente al sufrimiento y al cansancio. En el
horizonte y balanceando los brazos distingo a Yago y Silvia, preparados para hacer conmigo un
último tramo. Es enorme el chute de adrenalina que dan cuando en estas condiciones las
personas te animan y reconocen tu trabajo. Se han cambiado los papeles, esta vez son ellos los
que me animan y me llevan en volandas. Pasamos por el lugar de mi Vía Crucis, donde caí el
año pasado, estatua en honor del Pastor, en la misma entrada de Segovia. Otro amigo está allí,
Sebastián, me saluda y me da un AQUARIUS, Enorme Sebas, que has dejado tu siesta y tu
tiempo de ocio para venir a recibirme. Recogemos a dos carreristas que van andando, les
animamos y se juntan a nosotros. Yago se va adelantando a cortar la circulación en los pasos
de peatones. Bajando por la calle de José Zorrilla corremos por la acera que se nutre de gentío,
algunos te animan, otros se sorprenden. La emoción va en aumento, al ver como tantas veces
he soñado poder terminar una hazaña como esta. Plaza de Somorrostro, quedan unos 300 m.
Yago y Silvia se van hacia la zona de meta. Tengo que ponerme a andar unos metros, los
gemelos están a punto de subirse. ¡¡ He aguantado 101 km sin que se me subiera un solo
musculo!!!. Al chico del Azabache le digo que prepare unas cervezas. Calle de San Francisco.
Bendita Calle de San Francisco, estrecha y con un duende especial. Se agolpa de gente a un
lado y a otro, que te gritan a menos de un metro, te aplauden en tu cara, te animan como a
sus ídolos, te admiran como tantas veces tú has mirado a los grandes. Cuantas veces te has
preguntado que siente un héroe. Aquí está la respuesta. Tu corazón late más deprisa, tu mente
es incapaz de controlar las lagrimas y la alegría, los gestos, y tampoco quieres; deseas que se
desate, mostrar toda tu fuerza, una extraña sensación te recorre el estomago y llega a inundar
todos los poros de tu cuerpo. Por tu cabeza en un momento te pasan mil imágenes e infinidad
de recuerdos. El pasillo se estrecha aun mas y mas, los niños te chocan las manos, algunos te
golpean en la espalda. Quieres y no deseas que esto termine. Ríes, lloras, saltas, alzas los
brazos sin coordinación,……. La voz del speaker anuncia tu llegada. Paso por el arco de meta,
lanzo un grito de liberación que retumba en los arcos de Acueducto y sube por la escalera de
Jacob. Por unos momentos siento que el tiempo ha dejado de existir y el cielo ha ocupado su
lugar.
Detrás del arco de meta una gratísima sorpresa me espera. Carmen, mi mujer, Arturo y Mario,
mis hijos están esperándome para verme llegar. No lo sabía y cuanto deseaba que
compartirián conmigo este momento, en una prueba que significa tanto para mí. No me han
dejado solo. Arturo, con su cámara me inmortalizo en una instantánea que es digna de Franz
Cappa,. Supo recoger los sentimientos que afloran en ese momento y plasmarlos en una
instantánea que me encanta. Que gran sorpresa les agradezco infinitamente que hayan
venido.
A Alberto que tanto me ha enseñado y del que tengo tanto que aprender.
A Lides que me puso el camino de rosas para comenzar esta aventura.
A Yago, Silvia y Sebastián que dejaron su tiempo para compartir el mío.
A todos mis amigos que sin ellos no habría tenido un motivo para iniciar esta aventura. Juan
Carlos, Toñin, Gerardo, Sheila, Leti, Luismi, Mila, Dani y Vanesa, Quico, Emilio, David, Turi, Plaza,
Edu, Juan Carlos, Agustín, Isma, Nestor, Juan y demás del Club AAPP, Pedrolas, Juanjo, Cesar,
Andrés, Virginia, Nuria, Cristina, Manuel, Angelina, amigos del 11. Alejandro, Moncho, Esteban,
Paco, Nacho, los Barriches,
Gracias a mi lema: Mi Meta no Rendirme
Datos técnicos. Distancia. 101 km 390 m.
Tiempo. 12 h 53 mn 22 sg.
Puesto en la clasificación general.: El 90 de 745 llegados a meta.
C.D. ATLETAS POPULARES VALLADOLID
Meta no Rendirme.
Datos técnicos. Distancia. 101 km 390 m.
Puesto en la clasificación general.: El 90 de 745 llegados a meta.
Tardé 12 h 53 minutos en recordarlo.
Tardé 5 h 30 minutos en relatarlo.
Tardaré toda una vida en olvidarlo.
C.D. ATLETAS POPULARES VALLADOLID -------
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