propósitos de la evaluación
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Las evaluaciones persiguen
múltiples propósitos, pueden
ayudar a mejorar continuamente
un programa, a aumentar
conocimiento social, a
demostrar que se ha cumplido
ante la sociedad.
La evaluación es conjunto de
actividades desarrolladas en
forma paralela a las distintas
fases del programa. La
conceptualización y diseño del
programa, la implementación y la
producción son momentos
diferenciados que requieren de
actividades evaluativas
específicas dentro de un proceso
en el que la evaluación no está
restringida al cálculo de la eficacia
sino que presta apoyo a las etapas
previas a la propia intervención:
Conceptos claves:
Propósito de la evaluación: tiene
como objetivo que sus resultados
sean utilizados en la toma de
decisiones. Los propósitos son
variados aunque persiste el ideal de
mejorar las condiciones sociales.
Objeto de la evaluación: se puede
aplicar a múltiples objetos, sin que varíe
mucho su forma en términos generales.
Responsabilidad: quienes dirigen o
ponen en marcha un programa lo hacen
con el compromiso de la buena
utilización de recursos y del logro de los
objetivos.
Desarrollo: los responsables del
programa necesitan información
que los ayuden a resolver los
problemas, la evaluación ayuda al
mejoramiento continuo.
Diseño del programa: La
planificación del programa exige
diseñar las actividades a
realizar, se deben decidir los
objetivos del programa, quienes
son los destinatarios, los
requisitos, etc.
Diseño de evaluación: la
planificación de la evaluación
exige comprender quienes son
las personas interesadas,
cuales son las preguntas, que
métodos se emplearan y quienes
utilizaran los resultados.
Innovaciones: Los programas
innovadores son aquellos que no
se habían implementado antes.
Programas establecidos: Son
aquellos que has sido corregidos
e implementados varias veces,
por lo cual se dispone con mucha
información para tener éxito.
Proceso de intervención –
evaluación: La intervención y
evaluación son actividades
inseparables que se
complementan dentro del proceso
general de intervención social. Se
efectúa durante todo el proceso.
Principales motivos de las
evaluaciones.
Hay variados motivos o propósitos
que justifican la evaluación;
Chelinsky, distinguía:
a) Entre las evaluaciones que tiene
un propósito de gestión y
administración .
b) Las que sirven para valorar la
adecuación de los cambios del
programa.
c) Para mejorar los servicios.
d) Las que persiguen satisfacer
los requisitos de responsabilidad
de los grupos subvencionados.
El propósito fundamental es
diseñar y mejorar los programas
dirigidos a solucionar los
problemas sociales, enriqueciendo
las intervenciones, reduciendo el
gasto público y definiendo
objetivos realistas.
En términos amplios los múltiples
propósitos de la evaluación se
concretan en tres principales:
Evaluación para
responsabilidad: Tiene como
finalidad emitir un juicio de valor
relativo al programa.
Evaluación para el desarrollo:
tiene como objetivo la mejora de
las actividades, fortalecimiento de
la organización, y desarrollo de
capacidades de las personas.
Evaluación para el
conocimiento: esta persigue
comprender los fenómenos bajo
estudio analizando las causas de
los problemas y el porque de los
funcionamientos.
Actividades generales de la
evaluación:
El diseño de las evaluaciones
depende de los propósitos
específicos a los cuales sirven. Si el
programa es nuevo o establecido.
La evaluación sistemática
comprende una serie de
actividades específicas, siendo útil
distinguir tres:
a) La conceptualización y diseño.
b) Dirección y responsabilidad en
la implementación.
DISEÑO DE EVALUACION:
De forma simplificada se podría
comparar a la evaluación, como un
procedimiento de investigación
convencional, por los objetivos, diseño,
recogida y análisis de información. Toda
evaluación se organiza en función de
las necesidades de la información.
En síntesis el diseño de evaluación
implica tomar decisiones respecto
de los siguientes temas:
a) El diseño.
b) La recogida de datos
c) El análisis de datos
DISEÑO SEGÚN EL TIPO DE
INTERVENCION SOCIAL.
El diseño de las evaluaciones debe tener en
cuenta la clase de intervención que está
siendo objeto de estudio, las clases
importantes de intervenciones incluyen:
intervenciones innovadoras, modificaciones
de programas existentes y programas ya
existentes.
A. Evaluaciones de
intervenciones innovadoras:
La mayoría de los programas
que se presentan como nuevos
o innovadores, son
modificaciones de programas ya
existentes.
En concreto el programa es
innovador si no ha estado sujeto
a implementación y valoración,
o bien porque:
1.La intervención en sí misma es
un campo emergente de
investigación y desarrollo.
2. El sistema de dispensa del programa,
o partes del programa, todavía no han
sido adecuadamente comprobado.
3. Los objetivos de los programas son
nuevos o muy amplios.
4. Un programa originalmente
ejecutado en respuesta a un objetivo
se continúa o expande porque tiene
impacto en otro objetivo diferente..
B.Evaluaciones de programas
perfeccionados o refinados: Una
vez puesto en marcha un programa
es interesante comprobar las formas
en que opera para poder mejorar su
eficacia y eficiencia.
c. Evaluaciones de programas
establecidos: Son programas
más o menos estables que se han
desarrollado por un tiempo
determinado en localidades
diferentes, que cuentan con un
financiamiento estable y
estructura de funcionamiento.
El proceso de intervención social
La intervención social es una acción
intencional sistemática y dirigida a
resolver algún problema social.
La intervención debe ajustarse a la
evolución de los problemas
sociales que trata de resolver.
La intervención es un proceso
que se ajusta siguiendo una
perspectiva contingente, en
tanto las decisiones se toman
conforme evolucionan los
problemas sociales.
Según Rebolloso “Asumimos que el
significado de un programa de
intervención social es básicamente
un conjunto de recursos
organizados y acciones dirigidas a
objetivos comunes y que la
ejecución de ese programa incluye
recursos del programa, las
actividades y
los resultados de estas
actividades”.
Entonces la planificación, el
control y el cálculo de la eficiencia
son claves dentro de la concepción
de programas.
En el modelo tradicional de
intervención, la evaluación ocupa
un lugar definido en relación con
tres actividades. La valoración de
las necesidades, el seguimiento,
y valoración de los resultados.
Rebolloso y Fernández, proponen
un modelo sistemático en que
las actividades de evaluación,
se extienden para servir de guía
en todo el proceso de
intervención.
De igual forma da cabida a los
propósitos de la evaluación;
Al definirse como una actividad
subsidiaria de la intervención .
La evaluación orientada al
desarrollo, sirve para alcanzar
conocimientos validos
sobre la solución de problemas
sociales y la creación de
programas de intervención.
Evaluación orientada a la
responsabilidad, tiene que ver
con el análisis del impacto del
programa,.
Este modelo se estructura según dos
ejes,
un eje horizontal; que describe las
actividades del proceso a lo largo del
ciclo con la peculiaridad que permite
regresar a actividades ya realizadas
en caso que fuese necesario y,
Un eje vertical; el que describe
cada momento del proceso a
través de seis niveles de análisis.
1. Nivel de intervención social.
2. Nivel de teorización.
3. Nivel de investigación.
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