manifiesto de impacto ambiental en caÑada morelos, … · huapango de moncayo, el bolero de ravel...
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28.4.2019
M É X I C O
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MANIFIESTO DE IMPACTO AMBIENTAL EN CAÑADA MORELOS, FALSO Y OMISO: POBLADORES
ADEMÁS:• EL ESPECIAL, EL GENERAL Y EL SISTEMA • MUERTES QUE DAN VIDA: ASÍ AYUDA DONAR TU CUERPO
• LA DESCONOCIDA Y TEMIDA TRINITY •EN MARCHA NUEVA POLÍTICA INSTITUCIONAL DE IGUALDAD DE GÉNERO: BUAP
El tenor mexicano la ‘rompe’ en Nueva York
JAVIER CAMARENA
28.4.2019
M É X I C OM É X I C O28 4 2019
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CONTENIDO
12 El especial, el general y el sistemaPor Ana Lilia Pérez
18 Muertes que dan vidaPor Lizbeth Padilla
22 La desconocida y temida TrinityPor Louisa Hall
26 “Mi mayor temor es que la dictadura continúe” Por Juan Guaidó
28 Un nuevo acuerdo verdePor Crystal Peoples-Stokes
30Cañada Morelos: falso y omiso, acusan
28.4.2019 / VOL. 23 / NÚM. 8
33 En marcha nueva política institucional de igualdad de género:
36 Edel Juárez: 20 años de sacar la poesía de los estantesPor Jorge Luis Salas
8 El tenor mexicano la ‘rompe’ en Nueva YorkPara Javier Camarena, la ópera en el siglo XXI se enfrenta a un mundo que tiene muchas más maneras de entretenerse. "Lo que la hace seguir con vida es lo que cada uno de los cantantes tenemos que ofrecer al público", dice en entrevista con Newsweek México.Por Adriana Amezcua
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Portada
4N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
DE
CC
ACamarena, el único cantante en haber bisado en tres producciones de la Met de Nueva York.
El tenor mexicano la ‘rompe’ en Nueva York
Javier Camarena, en la actualidad, es considerado uno de los mejores tenores. Recientemente se convirtió en el único cantante de ópera que ha logrado bisar en tres producciones
de la Metropolitan Opera House. Esta es su historia.POR ADRIANA AMEZCUA @adriana_amezcua
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A LA PREGUNTA sobre desde cuándo
sabe que tiene una voz privilegiada,
Javier Camarena tarda en responder 20 se-
gundos: “Tendrá cuatro años”.
Pero fue hace dos décadas cuando el
tenor mexicano supo que podría hacer una
carrera como cantante de ópera. En sus pri-
meros concursos de canto ubicó en dónde
entraba, dentro de la competencia, en este
género musical.
“Si trabajo, si me dedico, si me esfuerzo, si
estudio, es muy posible que mi voz sí me pue-
da permitir hacer una carrera como solista”,
resolvió a los 24 años.
El tiempo le ha dado la razón.
En su más reciente temporada en la Me-
tropolitan Opera House, el veracruzano hizo
historia al romper récords con La hija del re-
gimiento, de Gaetano Donizetti: bisó en siete
funciones consecutivas el aria “Ah! Mes amis…
Pour Mon áme”.
Se convirtió, además, en el único cantan-
te en haber bisado en tres producciones de la
Met de Nueva York.
Un gigante de la ópera mundial, como
es Plácido Domingo, sostiene que “Javier Ca-
marena es uno de los grandes tenores de la
actualidad”. El porqué de su afirmación lo
resume así: “Es un cantante con una bellísi-
ma voz, con una facilidad extraordinaria, con
una línea de canto maravillosa y un actor con
gran carisma”.
La primera vez que Plácido Domingo
escuchó a Camarena cantar fue en 2013, en
Salzburgo. Interpretó a Mr. Ford, en la ópera
Falstaff, de Giuseppe Verdi.
Al respecto, el cantante, director de or-
questa, productor y compositor español, que
en la actualidad dirige la Ópera de Los Ánge-
les, comenta: “Fue una sorpresa increíble y, al
enterarme de que era mexicano, empezamos
a conectar. Lo vi después en l Metropolitan
Opera House con un gran éxito y después
lo llevé a Los Ángeles a cantar, le dirigí Los
pescadores de perlas, de Bizet, en 2017; y
después, en 2018, cantamos Los pescadores...
juntos en Salzburgo”.
En vísperas de que se inicien sus nuevos
conciertos del Réquiem de Berlioz, en Ám-
sterdam, y Los pescadores de perlas, en Bil-
bao, Newsweek México charló en exclusiva
con Javier Camarena.
VIVIR PARA LA MÚSICALa música siempre formó parte de su vida. En
la casa de sus abuelos paternos, donde vivió
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con su familia hasta los seis años, se escu-
chaba a Jorge Negrete, Pedro Infante, Ey-
die Gormet y los Panchos, entre otros. Por
sus tíos oía a Abba, los Bee Gees, Kiss. En
casa de sus abuelos maternos “era mucho
más cumbiera la cosa”; sonaban La Sono-
ra Santanera, Chico Che, Los Váskez. A él,
como niño, le gustaban Cepillín, Parchís;
tenía discos de las rondas infantiles, Dis-
ney y Cri Cri. Usar el tocadiscos era su gran
diversión.
Si bien su familia no se inclinaba por
la música clásica —“lo más cross over era
mi papá escuchando a Ray Coniff, tenía
un disco con Franck Pourcel”, cuenta
divertido—, a Javier, desde pequeño, la
música orquestal lo cautivó. “Cuando afi-
naba la orquesta para mí era un momento
mágico”. Todas esas frecuencias, los so-
nidos con sus diferentes vibraciones, las
armónicas, las halló en un concierto de
la Orquesta Sinfónica de Jalapa, que una
vez interpretó la música de Star Wars.
“Escuchar el sonido fue impresionante”,
recuerda.
Luego vino Pedro y el lobo, “narrado
por el Profesor Jirafales”; y le siguieron el
Huapango de Moncayo, el Bolero de Ravel
que se le quedaron “superclavados”.
Cuando ingresó a la preparatoria deci-
dió estudiar en paralelo flauta transversal.
Para ir al conservatorio debía cruzar la
ciudad y siempre llegaba tarde a la clase
de solfeo. Al no entender muchas cosas,
se fue rezagando. Su primer examen de
flauta “fue un fiasco”. Frustrado, terminó
teniéndole aversión al solfeo.
La única opción de seguir estudiando
flauta era cursando la prepa abierta, y no
quiso hacerlo. Así que dejó la música y se
abocó a la prepa, pero, de igual modo, “salí
supermal”. Aunque le gustaba mucho la
matemática, en especial álgebra y cálculo
diferencial e integral, lo suyo no era la aca-
demia tradicional.
Por suerte, dos compañeros de su sa-
lón estaban en el coro de una iglesia y lo
invitaron a participar. Comenzó tocando
flauta y terminó dirigiendo el coro. El pia-
no y la guitarra los tocaba de oído. Poco
después empezó a componer música. En
eso estaba cuando debió entrar en la uni-
versidad.
Siguiendo la ruta trazada por su fa-
milia, ingresó en la carrera de ingeniería.
Desde el primer semestre Javier lo supo:
eso no era para él. En el primer semestre,
de seis materias, reprobó cinco. “No quería
eso, lo estaba haciendo a fuerza, sin mo-
tivación, sin vocación ni visión a futuro”,
cuenta. “Vengo de una familia de gente
que ha trabajado para la CFE; tener el inge-
niero en la familia era algo esperado, pero
yo nunca me vi como ingeniero ni ahí”.
El segundo semestre lo cursaría tres
veces. En su último intento solo le falta-
ba pasar una materia para la que había
estudiado mucho; pero llegó tarde dos
minutos al examen. Le pidió a un compa-
ñero que le pasara los datos de la primera
pregunta que no había alcanzado a oír y,
cuenta entre risas, “me los pasó mal”. El
procedimiento estaba bien, pero los datos
no y, por eso reprobó el examen. Javier no
quiso saber nada más de la ingeniería. ME
T (
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En su más reciente temporada en la Metropolitan Opera House, hizo historia al romper récords con La hija del regimiento.
7N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
Como había retomado la música es-
tudiando por su cuenta el material que le
habían dado cuando estudiaba flauta, de-
cidió presentarse en la Facultad de Música
de la Universidad Veracruzana.
“Quería estudiar piano o guitarra,
pero —explica— ya estaba muy viejo: tenía
19 años. La edad máxima para estudiar
piano era de 12, y para estudiar guitarra
era de 17. Yo lo que quería era ser acepta-
do sin problemas. Lo que me quedaba era
estudiar canto”.
Así, por default, llegaría al canto. Su
lógica fue: “Soy afinado, ya estoy en el coro,
soy director, pongo armonía en voces, ya
compongo canciones”. De este modo ideó
estudiar un semestre de canto para luego
evaluar cambiarse a otra especialidad. Lo
nodal era ingresar en la Facultad de Mú-
sica. Y su decisión no la comunicó a sus
papás porque, “aparte de que me iban a
poner como lazo de marrano, me iban a
obligar a seguir estudiando ingeniería”.
Se dio de baja de la facultad de inge-
niería y sus padres se enteraron de que
lo habían aceptado en música al ver su
nombre publicado en el periódico. Sí, lo
pusieron como lazo de cochino. No lo co-
rrieron de la casa, pero le informaron que
él se pagaría su carrera. Quien se ofreció a
pagar su inscripción fue su abuelo, pero
Javier rechazó la oferta. “Si voy a hacer esto,
lo haré yo”, se dijo. Empezó a trabajar en
un negocio de fotocopias. Así costeó su
carrera.
TODO TUVO SENTIDOEn breve, el estudiante Javier Camarena
comenzó a florecer: figuró en el cuadro
de honor; obtuvo las calificaciones más
altas. Su felicidad era absoluta. “Todo me
parecía maravilloso. Todo era un descubri-
miento. Solfeo se volvió mi materia favori-
ta; me encantaba”, narra.
Además de solfeo, llevaba italiano y
apreciación musical. Estudiaba mucho y
practicaba más, sus labores en el coro de
la iglesia servían a ese propósito.
—¿Llegaste por fin a los compositores
que te impactaron?
—No, no llegué aún a estudiar ópera. Y
eso es algo que le agradezco a mi maestra.
Al respecto, abunda: “Yo no tenía la
más remota idea de para qué se estudiaba
canto. Pensaba que era para cantar bonito,
ser afinado, llevar bien el ritmo; pero no
tenía idea de la técnica vocal, del desarro-
llo vocal, ni de tesituras ni de repertorios.
Nada, nada, nada”.
Sus primeras clases se dividían en
ejercicios de respiración y vocalización y,
para mitad del semestre, su profesora le
asignó dos piezas que incluían la Anto-
logía italiana: el libro base de todo estu-
diante de canto. Ahí se encontró con arias
antiguas, de óperas anteriores al bel canto
—el estilo vocal que se desarrolló en Italia,
entre el siglo XVII y mediados del XIX, y
que tuvo su esplendor con composiciones
de Rossini, Donizetti y Bellini.
“Vi todo este periodo anterior a ellos;
algunas arias hasta medio barrocas. No
eran lo más fácil pero tampoco compli-
cadas; ayudan a confirmar lo que va uno
estudiando de técnica vocal”, explica Ca-
marena.
—¿Te topas con la ópera por accidente?
—Sí, totalmente —ríe.
—Y ¿fue fundamental que tu maestra
no te la pusiera de inmediato?
—Lo que veo en muchos jóvenes que
empiezan a estudiar el canto hoy día, y
lo que veía entonces con mis compañe-
ros, es que hay esta ambición por cantar
las grandes arias de los grandes títulos de
la ópera: la Traviata, Carmen, Turandot,
Tosca... todo este repertorio que es super-
pesado. Pero es como si el que está empe-
zando a caminar quiere lanzarse a hacer
la carrera de los 100 metros; o hacer un
maratón, cuando apenas está corriendo
para alcanzar el camión nomás.
Por eso, confirma, “agradezco a mi
maestra que no me enseñó ópera desde el
principio, no empecé con esa visión”.
En su opinión, ella fue su mejor
maestra no tanto por su enseñanza del
canto, sino por su ética. “La primera cla-
se me dijo: esta carrera es de resistencia,
no de velocidad”. La segunda cosa que le
dijo fue: “Estudias ahora conmigo, pero
debes tener en cuenta que ningún maes-
tro, por más que te lo quiera pintar así,
va a tener la verdad absoluta respecto al
canto y la técnica, todos van a tener dife-
rentes medios para llegar a cierto resul-
tado, pero ninguna va a ser una verdad
absoluta, tú debes ser lo suficientemen-
te inteligente para saber qué te funciona,
qué te acomoda y qué le acomoda a tu
voz”.
En quinto semestre conoció a otro
profesor que le mostraría su derrotero
profesional.
“La música ha sido mi remanso y mi tormenta; sin música,
no hubiera sido yo”.
Los pescadores de perlas, de Bizet, en 2018, en la Met de NY.
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Mauro de Rosa enfatizaba la impor-
tancia del italiano cantado respecto al
hablado, y Camarena comenzó a tomar
clases de italiano en su academia.
Una mañana el profesor citó a sus
alumnos de canto en la sala audiovisual de
la facultad para escuchar Turandot. En la
producción de la Metropolitan Opera can-
taban en los roles protagónicos Eva Marton
y Plácido Domingo. Al tenor español, Ja-
vier solo lo había visto en un especial de
Cri Cri que pasaron por televisión en 1985.
Con esta ópera de Giacomo Puccini
todo hizo sentido para Camarena. “Por
esto se estudia canto, a esto hay que aspirar,
a esto hay que llegar”, entendió. Y, a partir
de ese momento, todo empezó a girar en
torno a la ópera.
Lo primero fue escucharlo todo y,
luego, ir eligiendo qué quería cantar. La
primera aria que cantó, con el aval de su
maestra, fue “Il mio tesoro”, de la ópera
Don Giovanni, de Mozart. Después se
aventuró con “La furtiva lágrima”, de la
ópera Elixir de amor, de Donizetti. Había
empezado a dar sus primeros pasos en la
ópera.
En este punto, el tenor mexicano se
detiene a reflexionar sobre lo particular
que es la enseñanza del canto:
“No es como la de cualquier otro ins-
trumento, como la guitarra: ahí tú ves la
caja, el diapasón, la maquinaria, las cuer-
das; el maestro te va a corregir desde que
te sientas, cómo pones tu pie en el ban-
quillo y recargas tu pierna, la posición de
tus hombros, de tus brazos; de tu mano
que presiona las cuerdas en el diapasón,
el traste correcto; la afinación la contro-
las en la maquinaria, todo está ahí, lo ves.
Lo mismo pasa con el piano, el violín, la
flauta, todo lo puedes ver”. Pero, inquiere:
“¿Cómo le haces para afinar una voz?”.
Camarena explica que la enseñanza
de la técnica vocal utiliza métodos poco
ortodoxos y “es totalmente subjetiva, por-
que aprendes con base en sensaciones. El
maestro de pronto te dice: ‘ahí’, y debes
estar lo suficientemente atento para saber
qué hiciste bien. Y a repetir y a repetir y
a repetir”.
Eso es algo que, dice, algunos asimi-
lan bien, pero muchos no. “Si no, sería-
mos chorros de cantantes de ópera”. En
su generación, por ejemplo, empezaron
30 cantantes, de los cuales diez estaban
en su salón. Al final de la carrera termi-
naron solo tres.
Por ese mismo tiempo, el joven hizo
un curso con Armando Mora, que le per-
mitió dar “un paso grande” en el conoci-
miento y la aplicación de la técnica vocal.
“Noté una gran diferencia entre el sonido
que venía haciendo y el que vino después”.
—¿Entendías mejor cómo conducir tu
voz?
—Es que es algo tan íntimo... pero tu
instrumento es tu cuerpo, no solo tu voz.
Si tienes una buena condición física, tu
voz va a funcionar mejor. Tu estado de
ánimo... todo influye.
—En fechas recientes has dicho que tu
voz ha subido de peso y se ha vuelto un
poco más oscura en el centro.
—Del momento de mi enseñanza pri-
mera, en 1995, ya han pasado varios años.
La comparación que puedo hacer, y es lo
más básico, es observar qué pasa cuando
de no hacer nada de ejercicio empiezas,
con disciplina, a hacer un entrenamiento,
digamos, de tonificación muscular: em-
piezas con poco peso y, pasado el tiem-
po, vas a conseguir tono muscular, masa
muscular, entonces, tu cuerpo cambia. El
canto no deja de ser una actividad física. La
voz, al paso del tiempo, con entrenamien-
to, va teniendo un tono distinto. ME
T (
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Camarena explica que la enseñanza de la técnica vocal utiliza métodos poco ortodoxos y “es totalmente subjetiva”. En la imagen, como Arturo en “I puritani”, en la Met, en 2017.
9N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
—La imagen es clara.
—Conforme vas trabajando, la voz se va
desarrollando, va ganando en diferentes
zonas. Si tienes una técnica vocal correc-
ta, si no te sobreesfuerzas, si sabes llevar
bien tu carrera, con el tiempo va fortale-
ciéndose.
También, agrega, “en mi caso como
tenor, va perdiendo cierta altura, pero va
ganando en peso y es lo que te hace po-
sible tener diferentes opciones en cuanto
al repertorio”.
PARTIR PARA CRECERLa primera maestra de Javier Camarena,
a quien tanto le agradece, cierto día le in-
quirió si había considerado irse de Jalapa.
Él respondió que no. “Si te quedas aquí te
vas a estancar”, reviró ella, que ya no po-
día enseñarle más para que pudiera seguir
avanzando.
Un semestre más tarde, el joven reco-
noció que debía marcharse de su estado.
Su tutora le recomendó ir a Guanajua-
to para buscar a un maestro con quien
ella había hecho un diplomado. “Como
provinciano, ir a Ciudad de México era
el pánico absoluto”, confiesa Camarena.
Así que vio bien seguir sus estudios en la
Escuela de Música de la Universidad de
Guanajuato.
Arribó ahí al arranque de 2001 y
solo pudo trabajar con el maestro re-
comendado un semestre, pero fue muy
fructífero.
Por esas fechas lo invitaron a partici-
par en un concurso internacional en Tru-
jillo, Perú. Le fue pésimo. Lo descalificaron
en su primera aria. Obstinado, se quedó a
ver a los participantes del concurso. Anali-
zó cómo cantaban las sopranos y los mez-
zos, tenores, barítonos, bajos. ¿Por qué
si algunos cantaban peor que él habían
avanzado? Observó “cómo se paraban,
cómo se expresaban al público”... todos
los detalles; y tomó clases con los jurados
ahí reunidos.
Después, en Ciudad de México, se pre-
sentó en el Concurso Nacional de Canto
Carlo Morelli. Y lo mismo: “Canté un aria y
me dieron las gracias”. De nuevo, se puso a
ver a cada cantante: “Me interesaba mucho
ver qué cantaban, qué arias”. Esto le ayu-
dó a “ubicarme en mi realidad”, y a saber
hacia dónde tenía que avanzar para formar
parte de la competencia”.
En 2002 Camarena obtuvo la beca del
INBA y, el año siguiente, ganó el Premio de
la Ópera de Bellas Artes, al debutar con el
“Stabat Mater” de Rossini.
En marzo de 2004 regresó al Morelli
mucho más suelto y seguro. En un mo-
mento, recuerda que lo detuvieron a la
mitad de una canción y le pidieron que
cantara otra cosa. Sin alterarse fue por
sus partituras, reconociendo que no sabía
todo de memoria, y se las dio al pianista.
El jurado, el director de orquesta Enrique
Patrón de Rueda, le insistió en repetir algo
y hacer cosas precisas con su voz. A todo,
Javier decía “va”. Con tanta corrección, en
un punto pensó que ya estaba descalifica-
do; todo lo contrario. Pasó a la final y ganó.
“Ya luego Enrique me dijo: es que eso es lo
que buscamos en un cantante que va a ser
profesional, que tenga la capacidad de ha-
cer lo que el director requiere”.
A los ganadores del Morelli 2004 les
permitieron debutar en Bellas Artes can-
tando “La hija del regimiento”, de Donize-
tti. Rebeca Olvera cantó el papel de Marie;
Josúe Zerón, el del Sargento Sulpis, y Javier
Camarena, el del joven Tonio, el mismo
papel y ópera con el que rompió récords
este febrero en Nueva York.
Su debut operístico fue “aterrador y
emocionante, todo un reto e ir a contra-
corriente porque todos criticaron a la di-
rección de Bellas Artes porque nos estaban
dando chance a tres chamacos desconoci-
dos en el templo de la lírica de Ciudad de
México”, recuerda.
Sí, llovieron las críticas. De Camarena
dijeron que podía madurar más, pues era
un palo en la escena, no se movía, pero
que cantaba bien. En balance, el resultado
fue exitoso e inesperado.
Posteriormente, el tenor veracruzano
siguió cantando varias óperas. Entre 2004
y 2006 estuvo en Sinaloa, Monterrey, Gua-
najuato y otros festivales. Hasta que deci-
dió partir a Suiza.
Él asegura que no se fue de México
buscando trabajo. Su móvil fue ser parte
del programa de jóvenes cantantes de la
Ópera de Zúrich; quería tomar clases de
canto con Francisco Araiza. “Mi plan era
estar los dos años que durara y volver a
México, pero las cosas fueron distintas”.
Camarena tenía ya tablas, técnica
vocal resuelta y estaba en condiciones de
competir en el ámbito internacional. Los
directivos artísticos del teatro, que llegaron
cinco meses después, le ofrecieron, prime-
ro, un rol pequeño en una ópera. Luego le
pidieron preparar una audición.
Había llegado a Suiza en agosto de
2006 y para marzo de 2007 ya estaba de-
butando en un rol protagónico de la Ópera
de Zúrich. Cantó “L’italiana en Argel”, de
Rossini, que es “una obra difícil para can-
tarse porque es muy virtuosística y, aparte,
muy aguda”.
En ese debut cuenta que tuvo “la in-
mensa fortuna” de que asistieran todos los
directores y gerentes de los teatros euro-
peos, por lo que él ya no tuvo que hacer
audición en ninguna parte del mundo.
Terminando la función, el primero que
llegó a tocar su puerta fue Holender, di-
rector de la Ópera de Viena.
En dos años logró debutar en Viena,
Düsseldorf, Berlín, Hamburgo, París, Zú-
rich... Todo pasó muy rápido y las críticas
fueron unánimes al elogiar su trabajo.
Cuatro años después, recibió la invita-
ción para formar parte de la Metropolitan
“Jamás una ópera va a ser la misma, ni siquiera de una función a otra, y se tiene que disfrutar en vivo”.
En 2014, interpretó a Elvino en “La sonnambula”, con Diana Damrau, en la Metropolitan Opera House.
10N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
Opera House de Nueva York, donde
debutó, en 2011, con el papel del Conde
Almaviva, en Las bodas de Fígaro, de
Wolfgang Amadeus Mozart. Desde ese año
canta ahí con gran éxito.
CREAR Y RESCATAR ARTESiempre inquieto, en 2014 Javier Cama-
rena grabó su primer disco, Recitales, de
canciones populares mexicanas e italia-
nas que las acompaña con Ángel Rodrí-
guez al piano.
“Tengo el disco de Recitales, el de Sere-
nata, el dedicado a Cri Cri y el disco Con-
trabandista, que salió hace unos meses
bajo el sello Decca-Mentored by Bartoli”.
Este es su primer disco como solista
y en el proyecto trabajó poco más de un
año recopilando el material, la informa-
ción biográfica del cantante y compositor
español Manuel García. A Camarena lo
emocionó destacar su importancia en la
ópera, de la difusión que hizo de esta, y el
hecho de que compuso óperas en México
a inicios del siglo XIX. Las óperas italianas
que García presentaba, las traducía al es-
pañol para el público mexicano.
“Fue una figura muy importante y hoy
es de estos compositores que han ido al
olvido por la recurrente necesidad de las
óperas del repertorio común. Bien valdría
la pena —comenta— hacer una revisión de
todo su acervo para pensar en incorpo-
rar más de su obra en las ofertas de los
teatros”.
—¿Manuel García ya está en todos tus
recitales?
—Está en todos mis conciertos. Hasta
en la gala Tucker que vine a cantar en
Nueva York. Es parte de mi quehacer de
difusión de su obra y, también, para pro-
mocionar mi disco.
Camarena piensa de García que for-
mará parte de su repertorio hasta que
deje de cantar. Y le interesa rescatar su
memoria, así como la de otros composi-
tores belcantistas de finales del siglo XVIII
y principios del XIX. “El problema —dice—
es que no hay un archivo completo de
las obras en nuestro país. En México hay
muchas obras perdidas y sería interesante
escudriñar qué hay en archivos y ver qué
se puede rescatar”.
—¿Cuántas veces un tenor llega a in-
terpretar una obra?
—Uf... depende de cuántas veces la
quiera cantar. Mientras siga teniendo la
posibilidad de hacerlo, puede cantar du-
rante toda su vida una misma obra. Alfre-
do Kraus, uno de los grandes cantantes
del siglo pasado, murió a los setenta y
pico cantando La hija del regimiento.
—¿Qué ocurre con el repertorio?
—Siempre he hecho esta analogía por-
que es la más clara: para los que saben de
boxeo, hay distintos pesos, el mosca, el
ligero, el wélter, los pesados... esto va de-
pendiendo de las características físicas del
boxeador, no verás a Mike Tyson peleando
contra Julio César Chávez; lo mismo pasa
con las voces y con las óperas: hay can-
tantes que tienen voz de un peso mosca:
voz ligera, con notas altas, se puede mover
muy rápido; hay otra más pesaditas que
no tienen tal ligereza, pero que tienen un
poco más de potencia y pueden hacer co-
sas más dramáticas. El siguiente peso será
para repertorios más dramáticos, hasta
arribar a los Helden o pesos pesados de
la voz que se dedican a las óperas gruesas,
tipo Wagner, o con una orquestación más
densa, que requiere voces más grandes.
De acuerdo con las etapas que te-
nemos en la historia de la música, hay
diferentes estilos, géneros, en el que las
diferentes voces se pueden ir adecuando.
“Yo que soy tenor —precisa—, no quiere
decir que pueda cantar todo lo que está
escrito para tenor; hoy día mi voz está
en el peso wélter, habiendo pasado por
un ligero. Eso me permite abarcar cierto
periodo de la ópera donde hay un deter-
minado número de títulos, de distintos
compositores que cuando escribieron
esa música tenían como referencia una
voz como la mía.
—La dificultad de cantar un aria se
vincula a tu peso...
—Sí. Si un Chávez se quiere agarrar
con Tyson, igual le pega sus buenos cates,
pero donde Tyson le acomode uno, le da
la vuelta a la cabeza tres veces. Si un tenor,
en determinado peso vocal, quiere hacer
obras que le corresponden a otro, vienen
los riesgos, las lesiones vocales, porque
está haciendo un ejercicio que no va con
sus posibilidades.
Los tenores de la talla de Camarena
ya están muy conscientes de su tesitura,
de sus capacidades vocales y cada cual
se aboca a hacer lo que le toca. “Yo ahora
estoy en el lírico puro”, refiere.
—¿Cómo ves la ópera en el siglo XXI?
—La ópera en el siglo XXI se enfren-
ta a un mundo que tiene muchas más
maneras de entretenerse; lo que la hace
seguir con vida es lo que cada uno de los
cantantes tenemos que ofrecer al públi-
co: jamás una ópera va a ser la misma ni
siquiera de una función a otra y se tiene
que disfrutar en vivo; necesitamos que la
gente termine de comprender esto para
que siga dándole el justo valor.
—México produce grandes tenores, ¿a
qué lo atribuyes?
—En mi caso, a la cultura musical que
traía —Pedro Infante, Pedro Vargas, Jorge
Negrete, Miguel Aceves Mejía, Javier So-
lís—. Tenemos esta cultura vocal que, au-
nada a nuestra forma de vivir y sentir el
amor y el desamor, nos lleva a tener toda
esta pasión al interpretar las óperas que
tienen mucho de eso. Es una mezcla de
todo eso: el carácter latino y nuestra mú-
sica tradicional.
—¿En México qué más se requiere
para formar cantantes de ópera?
—Apoyo, empezando por el familiar.
Lo he dicho en alguna otra ocasión y lo
repito ahora: cualquiera que se avienta en
México a estudiar cualquiera de las artes
es un valiente, porque tienes que remar
contracorriente con muchas cosas, in-
cluso desde tu casa. Si tienes un hijo que
tiene estas aptitudes para la música, —
precisa— cultívaselas.
Y añade: “La apreciación estética de
todas las artes, incluyendo la música, tie-
ne que ser parte de la formación integral
de una persona. En México estamos muy
acostumbrados al tamborazo y a la mú-
sica que llena espacios y no a la música
como parte de una contemplación. De
esto adolece mucho nuestro país”.
—Es paradójico que México genere te-
nores destacados, pero no logra conso-
lidar una cultura de consumo de ópera
como en otros países.
—Creo que todavía no se alcanza a
comprender la magnitud y el impacto
económico que puede tener la cultura en
“Lo que tengo que ofrecer de mí, de mi persona, de mi ser, de mi alma, está puesto en cada nota”.
11N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
una ciudad. En México no se promociona
como se debería; no hay estos acuerdos
entre los medios de comunicación masiva
con las diferentes instituciones.
Camarena sabe hacer un óptimo uso
de las redes sociales. “Hoy en día pueden
ser una herramienta muy poderosa de
acercamiento al público, a la gente; en
Instagram hago enlaces en vivo, platico
mucho con la gente, también es un esca-
parate para presentarse uno como artista”.
—¿Qué es para ti la música, la ópera?
—La música ha dado sentido a mi vida
desde que nací. La música me sigue lle-
vando a diferentes lugares, físicamente y
espiritualmente. Ha sido mi remanso y mi
tormenta; sin música, no hubiera sido yo.
Sobre la ópera, refiere, “es mi cham-
ba; es un trabajo que me apasiona, que
me envuelve, que me eleva y es el medio
por el cual mis emociones, mi corazón,
mi espíritu se comunican; lo que tengo
que ofrecer de mí, de mi persona, de mi
ser, de mi alma está puesto en cada nota,
está puesto en cada frase, en cada cosa
que ha sido preparada con tanto cuidado
para que en el momento de que yo la en-
tregue, espero que sea lo más bonito que
la gente pueda escuchar”.
—A los jóvenes ¿qué les dirías para su
formación?
—Habría algunas que sería importan-
te que sean digeridas primero por los
maestros. Un maestro no es el padre ni el
creador de un cantante. El prestigio de un
maestro debe ganarse con base en lo que
puede hacer por el alumno, hasta el mo-
mento que debe dejarlo ir y recomendarle
algo que lo haga crecer más. Eso es lo más
ético que se puede hacer. Ser humilde.
A los alumnos recomienda “que la
fama no sea su motor porque tarde o
temprano te vas a frustrar”.
Al respecto, agrega: “La música es
una carrera hermosa, pero es tan celosa
también, tan envolvente, tan demandante,
que te exige disciplina, te exige la fortale-
za... pero, sobre todo, te exige paciencia
para resolver tal o cual ejercicio, tal o cual
pasaje de cierta canción… difícilmente va
a haber resultados inmediatos, a menos
de que seas un genio superdotado”.
—Se requiere paciencia, constancia…
—Sí. Perseverancia, tenacidad. Se debe
ser constante en el estudio de la música.
—¿Qué le dirías sobre un tenor a un
niño que, como te ocurrió ti, se fascine
con la música?
—Un tenor... —ríe y medita su respues-
ta—. Le diría: ¿sabes quién es Superman,
sabes quién es el Capitán América, Aqua-
man, sabes quiénes son los príncipes de
Disney? Ah, pues esos son los tenores.
Dentro de la ópera, dentro de estas his-
torias que se cuentan en la ópera, dentro
de estas novelas que se cantan en una
ópera, el tenor prácticamente siempre
va a ser el héroe, el enamorado y el que
conquista”. SP
INT
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Gala Rossini. Javier Camarena canta a México. Palacio de Bellas Artes, 2018.
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TENÍA 25 años cuando ingresó en
el Ejército Mexicano. Iván Rivas
Ramírez, soldado de tropa, se afanó en su
adiestramiento y se graduó en todo cuanto
pudo. Primero, como fusilero en la Fuerza
Aérea; luego, como GAFE en la Brigada de
Paracaidistas donde le dieron un recono-
cimiento y las emblemáticas “alas” por su
desempeño; después, como especialista
en Operaciones Especiales. Luego se vol-
vió instructor de paracaidismo de oficiales
del Colegio Militar.
Solo que, cuando el salario fue insufi-
ciente para la manutención de su familia,
pidió su baja. Supo que como agente de
seguridad de Petróleos Mexicanos (Pe-
mex) —o “especial” como les llaman los
petroleros— podría ganar un mejor sueldo,
vigilando ductos e instalaciones.
Como varios de sus compañeros mi-
litares, Iván Rivas ingresó como empleado
de la Gerencia de Servicios de Seguridad
Física —la actual Subdirección de Salva-
guarda Estratégica— de Pemex.
En mayo de 2006 lo asignaron al
Departamento Local de Seguridad Física
Salina Cruz para vigilar el Istmo. En su
primera semana de trabajo detectó una
toma clandestina de combustible: un
depósito que conectaba una manguera
con tinacos.
Pero no fue sino hasta cinco años des-
pués que descubrió algo más grave: a mili-
tares “ordeñando” ductos petroleros. Tan
delicado asunto lo reportó a Pemex que
decidió clasificar este caso como “confi-
dencial”. Por vez primera decide revelar a
Newsweek México este tema.
TOMAS CLANDESTINASEn diciembre de 2011 Iván Rivas Ramírez
viajaba a bordo de una camioneta Ram
camino a la refinería de Salina Cruz, por
la carretera transítsmica. Su compañero
Víctor Manuel García iba al volante.
Se encontraban a la entrada del ejido
El Igú, donde pasa el Poliducto Minatitlán-
Salina Cruz. Acababan de concluir el pa-
trullaje conjunto de la zona con militares
del 13 Regimiento de Caballería Motoriza-
do, a quienes recientemente habían dejado
en sus instalaciones.
Los “especiales” se dirigían a la refine-
ría Antonio Dovalí para dejar por escrito
su reporte sobre indicios de sustracción o
fuga de combustible.
Fue entonces que Iván, jefe de la pa-
trulla de vigilancia de Pemex, observó algo
y miró de reojo a Víctor Manuel. Eran las
5:30 de la mañana cuando observaron
sobre la terracería unas huellas de llantas
remarcadas de vehículos pesados.
Todo “especial” tiene conocimiento de
que este tipo de “rodadas” en el camino
conducen a ductos petroleros y son un in-
dicio casi certero de que se ha producido
una toma clandestina.
Durante el celaje —como le llaman a la
vigilancia que se hace a pie— un “especial”
suele revisar si hay marcas de llanta, olor
a gasolina o tierra removida. Por ello, esa
mañana decembrina el hecho fue repor-
tado de inmediato:
—Valenzuela, ¿dónde estás? —preguntó
Iván Rivas por la radio.
—Voy por la base aérea —le respondió su
colega, Gilberto Valenzuela.
—Vente en chinga porque nos vamos a
meter a El Igú. Hay marcas de vehículos.
Seguro allí le están dando —ordenó.
Esta última expresión refería que, en
ese momento, podría estar ocurriendo
una toma clandestina en esa área especí-
fica de San Blas Atempa.
García se detuvo un momento para
que Valenzuela los alcanzara. Reunidas
ambas patrullas se adentraron por la bre-
cha. Conforme avanzaban, luces de lám-
paras sobre la terracería les hacían señas
de que se retiraran.
—¿Qué hacemos? —preguntó García al
volante.
—¡Síguete al derecho de vía! —apuró
Rivas.
Cuando llegaron al ducto encontraron
un camión militar Mercedes Benz pintado
de verde. Estaba parado al lado de un pipa.
Realizaban una toma clandestina. Cerca
había varios contenedores, tambos de
1,000 y 200 litros llenos de combustible.
Rivas se quedó estupefacto. No podía
creer que los propios militares del 13 Re-
gimiento, que habían sido contratados por
Pemex para vigilar los ductos, estuviesen
participando en la “ordeña”.
“¡Los acababa yo de dejar en el Regi-
miento! Era personal que supuestamente
nos ayudaban al patrullaje y ¡ellos eran los
que robaban!” —cuenta Rivas en entrevista
con Newsweek México.
Al ser descubiertos, le salió al paso un
teniente. Casaca verde, dos barras en sus
El especial, el general
y el sistemaDurante 11 años, Iván Rivas
Ramírez vigiló ductos e instalaciones estratégicas de Pemex y reportó haber
descubierto a militares y gente del sindicato robando
en estas tuberías petroleras. En exclusiva, describe cómo
operaba el “Sistema” a cargo del general León Trauwitz, hoy
bajo investigación judicial.
POR ANA LILIA PÉREZ @AnaLilia_PerezM
Rivas Ramírez asegura que sus jefes le dijeron que debía firmar su renuncia voluntaria para llevar su proceso legal.
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galones y al frente bordado su apelli-
do: Valencia.
—¡Qué pasó Chuta! —le dijo a Rivas.
—¡Qué pasó! —respondió este.
—No hagas pedo, güey, ¿o qué, vas a
hacer pedo? ¿Te vas a culear? —soltó, pro-
vocador.
La palabra “culear” entre militares es
una gran ofensa. Rivas montó en cólera.
Tan solo unos días atrás habían recibido
un reporte de que un poliducto había su-
frido una baja de presión —eso significaba
que se había producido una toma clan-
destina—. Como el ducto se extendía a lo
largo de 193 kilómetros, no lograban ubi-
carla. Rivas tenía encima las presiones de
sus jefes, que los “pendejeaban, un día sí
y otro también” por no encontrar la toma.
Ahora tenía frente a sí a los “ordeñadores”.
Eran militares del Regimiento que por un
convenio pagado por Pemex a la Sedena
patrullaban con ellos.
—¡Nosotros tenemos el pinche pedo de
la toma y tú le estás pegando! —reclamó
Rivas al teniente.
—Yo solo recibo órdenes superiores —re-
viró el teniente.
La discusión subía de tono mientras
el camión y la pipa comenzaron a alejarse
con la carga.
Por el radio, Rivas ordenó a sus pa-
trullas seguirlos. Los “especiales” le re-
portaron que otro vehículo militar, un
Hummer, les había salido al paso y los
acababan de chocar. Los militares los
habían bajado de las camionetas y los
estaban golpeando.
—¡Nos están madreando! —escuchó por
el radio.
—¿Y esas mamadas? ¡Se supone que
ustedes están de nuestro lado! O ¿qué
pedo? —le reclamó al teniente, mientras
se acomodaba su AR15.
Rivas marcó luego su celular para no-
tificar a la guardia en la refinería.
—¿Sabes qué? Personal del 13 Regi-
miento está robando aquí al tubo, tienen
una pipa y acaban de salir, nos chocaron
las camionetas y están madreando a la
gente —reportó.
El teniente llamó a su vez al Regimien-
to. Especiales y Verdes permanecieron allí
hasta las 7:00 horas, cuando aparecieron
“los jefes”: del lado de los “especiales”, un
teniente coronel retirado; del de los milita-
res, un coronel en activo, con mayor grado.
“Nuestro jefe se le cuadró sin más. El
coronel me empezó a gritar. Qué casuali-
dad que aquí hagas tu vigilancia”, le dijo
a Rivas.
Y prosigue su relato: “Yo me enojé mu-
cho y le respondí al coronel de ellos: ‘Pues
yo no tengo la culpa de que usted sea un
pinche ratero’ ¡Y vamos a hacer el reporte
a México!”, alcanzó a decirle a su jefe.
—¡Haz lo que quieras, pero lárgate de
aquí! —le reviró el coronel.
En ese momento les quedó claro a
los “especiales” que su jefe no los respal-
daría. Era un coronel en retiro, de infe-
rior rango que el militar en activo de la
Sedena. Y “se le cuadró”, repite Rivas en
su relato.
Los “especiales” acordaron que en-
viarían su reporte directamente a las ofi-
cinas centrales de Pemex. Con fecha del
14 de diciembre de 2011, reportaron haber
identificado un camión militar y una pipa
particular al servicio de Pemex Refinación
con la razón social de una empresa de Ciu-
dad de México.
También reportaron todo lo relativo a
la toma clandestina y los varios contene-
dores llenos de combustible; y que cuando
intentaron detenerlos, el teniente Valencia,
con personal a su mando, había chocado
las camionetas de Pemex. Que sus compa-
ñeros habían sido golpeados. Que al lugar
habían llegado los dos coroneles pero que,
a ellos, los “especiales”, los habían igno-
rado y desconocían a qué acuerdo habían
llegado.
En Pemex su informe se clasificó
como “reservado” por un periodo de 12
años, hasta el 14 de diciembre de 2023.
Días después, los “especiales” fueron
transferidos de lugar. A Iván Rivas lo man-
daron ahora a Nuevo León.
“TODO ESTABA ARREGLADO”En la refinería y Terminal de Almacena-
miento y Reparto (TAR) de Pemex, en
Nuevo León, empleados y contratistas
operaban un organizado sistema para ro-
bar combustible.
1) Recepción del expediente que el vigilante de Pemex Iván Rivas envió a la Presidencia sobre su caso. 2) Extracto del informe, clasificado por Pemex como confidencial, donde desde el año 2011 vigilantes de Pemex reportaron a militares que ordeñaban ductos. 3) Documentos internos del personal del área de salvaguarda de Pemex sobre las indicaciones que, como parte de El Sistema, se le habrían dado en el sentido de “desaparecer” evidencias de tomas clandestinas.
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La mayor dificultad para los “espe-
ciales” era que, si detenían a alguno en
flagrancia, tardaban más en ponerlos a
disposición de las autoridades que en que
el sindicato los liberara.
En su patrullaje nocturno, entre el 22
y 23 de septiembre de 2015, los “especia-
les” Iván Rivas y Mario Díaz vieron por el
poliducto Cadereyta-Satélite, en Apodaca,
una pipa al servicio de Pemex. Llamó su
atención que llevaba solo uno de los dos
tanques con los que debía circular. Al de-
tenerlo, descubrieron que transportaba
diésel robado de la refinería.
El chofer les confesó que había llega-
do de Tula, con una carga de MTE (Metil
Terbutil Eter) para entregar en la refinería
de Cadereyta. Que había descargado su
embarque legal y que ahí mismo le habían
cargado, de manera ilegal, 31,000 litros de
diésel que debía llevar a una empresa de
transporte ubicada en el Parque Industria
Stiva.
El chofer les dijo que en la refinería
“todo estaba arreglado”, y que por ese “jale”
él recibiría 10,000 pesos. Les contó que
había pasado por cada punto de revisión
sin que nadie intentara siguiera detenerlo.
Es más, que le habían agilizado la salida.
Los especiales lo pusieron a disposi-
ción de la PGR junto con el cargamento.
Ellos indagaron que la empresa destina-
taria ya tenía establecida una cisterna para
recibir combustible robado. Su idea era in-
vestigar más sobre los empleados de Pe-
mex involucrados —incluso ya tenían en-
listado al personal del turno que permitió
la salida del chofer con el diésel robado—.
Pero, una vez más: cuando les informaron
a sus jefes, los “especiales” fueron de nue-
vo transferidos a otro lugar.
TRAUWITZ Y EL SISTEMAEn enero de 2013 llegó como jefe de los
“especiales” el general brigadier Eduardo
León Trauwitz, jefe de seguridad del pre-
sidente Enrique Peña Nieto.
Para darle más atribuciones y presu-
puesto a la dependencia que ocuparía, el
director de Pemex, Emilio Loyoza, propu-
so al consejo de administración convertir
la gerencia en una subdirección. Fue así
como la Gerencia de Servicios de Segu-
ridad Física se volvió la Subdirección de
Salvaguarda Estratégica (SSE).
En marzo de 2014 se aprobó su as-
censo, con autorización para comprar
armamento, equipo, vehículos, vestuario,
infraestructura para albergar al C5i en su
centro de monitoreo y la llamada Escuela
de Salvaguardia Estratégica, donde supues-
tamente se capacitaría a los “especiales”.
En los libros blancos de Pemex se in-
dicaba que “las nuevas instalaciones han
permitido desarrollar actividades admi-
nistrativas, operativas y de análisis de in-
formación, así como disponer de suficien-
te capacidad instalada para el desempeño
de las actividades de la SSE, contando con
altos niveles de seguridad y con la secre-
cía [sic] requerida por la naturaleza de las
funciones desarrolladas”.
Bajo el manto de tal secretismo, re-
vela el “especial” Iván Rivas Ramírez, “el
general Trauwitz creó El Sistema”. Así le
nombraron “para justificar que se com-
batía el robo”.
A los “especiales”, explica Rivas, “se
nos ordenó dejar de incluir en los informes
los detalles que identificaban a grupos del
crimen organizado que ordeñaban ductos;
ya no debíamos poner, por ejemplo, que el
cártel tal o cómo nos salían al paso o cómo
se apoderaban de los derechos de vía”.
Y continúa: “Pemex tiene personal de
ductos, pero la instrucción era que noso-
tros debíamos dejar de reportar tomas y
entonces debíamos nosotros mismos cor-
tarlas con cizallas y cubrirlas, debíamos
borrar evidencias; por ejemplo, si había
vehículos la orden era deshacernos de es-
tos, si traían combustible debíamos tirar el
producto y luego desaparecerlos, tirarlos al
río o quemarlos”.
Rivas asegura que en Pemex se co-
mentaba que mientras a los “especiales”
les ordenaban borrar evidencias, los mi-
litares cercanos al general coordinaban la
permisividad del robo.
Las declaraciones que Iván Rivas
Ramírez hace para Newsweek México
cobran relevancia en la coyuntura de las
investigaciones que, actualmente, lleva el
gobierno federal sobre la supuesta vincu-
lación del general León Trauwitz con el
robo de combustible, así como de otros
militares a su mando. Derivado de esas
indagatorias, sus cuentas bancarias fueron
congeladas y este bloqueo fue ratificado
por el Poder Judicial.
Apenas el 10 de abril, León Trauwitz
acudió a los juzgados en el Reclusorio Sur
donde fue citado a comparecer en la inda-
gatoria que la Fiscalía General de la Repú-
blica sigue en su contra, pero la audiencia
debió diferirse para el mes de mayo, debi-
do a que la fiscalía no entregó completa la
carpeta de investigación correspondiente.
ÓRDENES Y DENUNCIASEl 5 de octubre de 2016 los “especiales” E
SP
EC
IAL
(2
)
“¡Los acababa yo de dejar en el Regimiento! Era personal que supuestamente nos ayudaban al patrullaje y ¡ellos eran los que robaban!”
Rivas asegura que en Pemex se comentaba que a los especiales les ordenaban borrar evidencias.
Agentes de seguridad manipulando tomas. Por norma, es el área de ductos la que debe sellarlas.
16N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
Iván Rivas, Luis Alva Torres y Atilano Men-
doza, el llamado Grupo Móvil Avanzado
Mazatlán, patrullaban la zona del poli-
ducto Topolobampo-Guamúchil-Culiacán.
En las inmediaciones del poblado Las
Brisas, en Guasave, vieron una camioneta
de tres y media toneladas blanca con cua-
tro contenedores de plástico con rejilla
metálica, de 1,000 litros cada uno. Estaban
a solo 40 metros de donde habían hallado
una toma clandestina.
Rivas dice que a ellos se les dio la or-
den “de desaparecer el vehículo y tirar el
hidrocarburo”. Eso, comenta, “era parte de
El Sistema”.
Al respecto, manifiesta que, “como
vimos que el poblado estaba muy cerca y
podía ocurrir una fuerte contaminación o
desastre, nos negamos”.
Y detalla: “la camioneta estaba atas-
cada, tenía el clutch dañado y una llanta
ponchada, no podía moverse, y así lo in-
formamos a los jefes en la oficina, pero nos
ordenaron desaparecerlo. Entre nosotros
dijimos que no podíamos tirar eso, podía-
mos provocar un siniestro”.
En una serie de documentos de Pe-
mex —cuya copia está en poder de este
medio—, los “especiales” hablan de esas
supuestas instrucciones que habrían re-
cibido en el sentido de desaparecer el ve-
hículo y combustible.
Tras informar en las oficinas de To-
polobampo que no podían mover la ca-
mioneta, continuaron su patrullaje, mo-
nitoreando de cuando en cuando que la
camioneta seguía allí.
A las 9:40 horas terminaron su turno,
y Rivas refiere que no supieron más ni del
vehículo ni del hidrocarburo. Sin embargo,
cuatro días después, el 9 de octubre, los je-
fes les pidieron mostrarles el punto exacto
donde había encontrado la camioneta.
Según versión de los “especiales”, en
un documento escrito por el “especial”
Luis Alva, dirigido a la SSE, el jefe de de-
partamento, el militar Mayor de Caballería
retirado, les preguntó:
“¿Por qué no tiraron el hidrocarburo?
A lo que yo contesté: ‘No, jefe, eso no era
posible, era mucho hidrocarburo y cau-
saríamos una fuerte contaminación’. A lo
que él respondió: ‘¿De qué departamento
vienes?’. Yo le contesté: ‘Del departamen-
to de Salamanca’, a lo que él me respon-
dió: ‘Ahí está, allá en Salamanca han que-
mado muchos vehículos’. Yo le respondí
que durante el tiempo que yo estuve en
el departamento de Salamanca, yo perso-
nalmente nunca me vi en la necesidad de
quemar ningún vehículo. Posteriormente
nos retiramos del lugar sin más comen-
tarios”.
Para el mes de diciembre Pemex abría
un proceso contra los tres “especiales”,
acusándolos de “omisión de denunciar
un delito en materia de hidrocarburos”.
Iván Rivas Ramírez asegura que sus je-
fes le dijeron que debía firmar su renuncia
voluntaria para llevar su proceso legal.
El 6 de febrero de 2018, el juez del
caso resolvió a favor de los “especiales” al
no encontrar elementos de prueba en su
contra. Sin embargo, seis días después el
apoderado de Pemex metió una apelación,
la cual sigue en curso.
Newsweek México ha solicitado a los
abogados de Pemex, a través del área de
comunicación social, una entrevista para
hablar sobre este juicio, pero al cierre de
esta edición no se recibió respuesta.
Cabe destacar que, oficialmente, León
Trauwitz recibió un presupuesto para
compra de armamento para los “especia-
les”, según se informa en el libro blanco
de Pemex. Sin embargo, en reportes del
mismo periodo se subrayaba que los “es-
peciales” carecían del equipo y armas
necesarias para combatir el crimen orga-
nizado y poder vigilar apropiadamente las
instalaciones de Pemex.
El pasado 15 de febrero, Iván Rivas Ra-
mírez envió la documentación de su caso a
la oficina de la Presidencia, como confir-
ma la constancia que el área de Atención
Ciudadana dio a su caso, cuya copia está
en poder de este medio. En la misiva so-
licita que se le devuelva su empleo, pues
asegura que “me sacaron por incomodar
cuando hacía mi trabajo y desacatar El Sis-
tema con que Trauwitz y su gente busca-
ban encubrir las evidencias del robo.
“El general —asegura— nos traicionó
porque él era el encargado de la seguridad
de Pemex y responsable de cuidarnos en
nuestro trabajo, de darnos los medios para
nosotros trabajar.
“Cuando yo me negué a borrar las evi-
dencias era porque se ponía en riesgo la
integridad física del personal que estaba
en ese momento trabajando, y si en ese
momento llega a haber un connato de
incendio, una explosión, no pongo en
peligro nada más la vida de los que están
allí: el derecho de vía en Sinaloa pasa por
debajo de las casas, debajo de los pueblos,
y yo no me iba a aventar a llevarme en mi
conciencia cuántas personas podrían mo-
rir”, relata indignado.
Y remata: “Los militares y exmilitares
nos regimos bajo algo que se llama lealtad,
honor; entonces, se supone que nosotros
servimos para mejorar al país, y la tropa
y oficiales siempre estuvimos en el frente,
pero el general, no”. ES
PE
CIA
L
“Me sacaron por incomodar cuando hacía mi trabajo y desacatar El Sistema con que Trauwitz y su
gente buscaban encubrir las evidencias del robo”.
Agentes de seguridad de Pemex manipulando las tomas clandestinas para “desaparecerlas”, según las indicaciones que se les habrían dado como parte de El Sistema.
18N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
CUANDO Yirah muera su cuerpo no
será enterrado ni cremado. Pasará a
las manos de profesores y estudiantes de
la Facultad de Medicina de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ella firmó un contrato con la Máxima Casa
de Estudios para entregar su cuerpo a la
ciencia y así “servir después de la muerte”.
Yirah es parte del Programa de Dona-
ción de Cuerpos de la UNAM, creado en
2014, que busca fomentar la donación de
cadáveres para la docencia y la investiga-
ción médica. Hace cuatro décadas ella fue
estudiante de la facultad y sabe lo impor-
tante que es para los futuros médicos con-
tar con cuerpos para aprender y practicar
las técnicas quirúrgicas.
“Cuando era estudiante hice prácticas,
donar mi cuerpo es como redituar lo que
yo aprendí”, dice a Newsweek México.
Las prácticas son importantes para
reducir los errores médicos, que son la
tercera causa de muerte en Estados Uni-
dos, solo después de las enfermedades car-
diovasculares y el cáncer, de acuerdo con
datos de la revista British Medical Journal.
En México no se tienen datos oficiales so-
bre el tema.
Yirah espera que su cuerpo sirva a los
estudiantes y a la ciencia para analizar la
degeneración de órganos o desarrollar pró-
tesis de acuerdo con la anatomía del mexi-
cano pues, comenta, todas son hechas en
Alemania o Estados Unidos.
—¿Cuánto tiempo quieres estar en la
Facultad?
—Quiero estar por siempre —respon-
de sin dudar. Y luego explica que inclu-
so cambió la cláusula del contrato con la
UNAM para no solo permanecer unos años
y luego ser incinerada, sino servir para
siempre a la ciencia.
Muertes que dan vida: así ayuda donar tu cuerpoAl morir todos tenemos dos opciones: ser cremados o inhumados. Pero, ¿has pensado en donar tu cuerpo a la ciencia? La UNAM cuenta con un programa para el uso científico de cadáveres, ya sea para la docencia o la investigación médica y así contribuir al desarrollo científico del país.
TEXTO Y FOTOS: LIZBETH PADILLA @liz_pf
19N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
Su familia la apoya. “Ellos lo saben,
mis hijos crecieron con la idea de que
quería donarme”, incluso su nieto ya es-
pera tener 18 años para poder inscribirse
al programa.
Yirah no tiene miedo de lo que pase
con su cuerpo después de morir, pues sabe
que será tratado “con todo el protocolo y
ética como si fuera una operación en una
persona viva”.
EL CUIDADO DEL CUERPOEn el anfiteatro de la Facultad de Medi-
cina, el más moderno de América, y que
tiene una capacidad para almacenar 500
cuerpos y puede manejar un flujo de hasta
2,000 cadáveres (entradas y salidas cons-
tantes) cada cuerpo es tratado con cuidado
para su óptima conservación.
“Antes el anfiteatro era un cuartito ilu-
minado con un foco de 40 wats, un cadáver
aquí, otros tres apilados, una sola camilla y
una media plancha. Era muy diferente. Era
feo”, recuerda Yirah de su época de estu-
diante, hace unas cuatro décadas.
El nuevo anfiteatro es un espacio am-
plio y ordenado, con buena iluminación
y sin olores fétidos como podría pensarse
por el hecho de almacenar cuerpos.
Cuenta con varias estaciones, según el
proceso que se realice con el cadáver: su
preparación, su conservación y su destino
final, pues también tiene un incinerador.
Los cuerpos son preservados en cáma-
ras de congelación y reciben un tratamien-
to específico que depende de si será usado
para la docencia o la investigación. Si se
requiere estudiar los músculos debe tener
mayor flexibilidad, explica el médico Die-
go Pineda Martínez, jefe del Departamento
de Anfiteatro de la Facultad y responsable
del Programa de Donación de Cuerpos.
Cuando el cadáver de un donante lle-
ga al anfiteatro, un médico legista abre su
expediente y se le hace una media filiación
que incluye el registro dental, de huellas
dactilares y la toma de fotografías.
Esto, explica Pineda Martínez, es para
tener datos por si en algún momento se
requiere información del cuerpo.
El siguiente paso es preparar el cadáver
e inyectarle una combinación de líquidos
a través de las arterias para embalsamar
el cuerpo.
Este se deja 24 horas en una camilla
para que repose y drene el exceso de lí-
quido, luego se lleva a la cámara de conge-
lación que está a una temperatura de -18
grados centígrados, en donde permanece
15 días. Tras este procedimiento el cuerpo
está listo para que los médicos lo usen.
“Los cuerpos ya tienen flexibilidad, ya
no están acartonados como hace años.
Las nuevas sustancias dan mejor textura.
Se hizo el cambio (a los líquidos) para que
no haya olor, no se use el formol, y no se
usen tinas”, explica Pineda.
Antes los cuerpos se quedaban en tinas
sumergidos en líquido para poder usarse.
En el anfiteatro los cuerpos no se en-
cuentran hacinados o unos sobre otros,
cada uno está en una camilla individual
que se desliza sobre parrillas con rodillos
para facilitar el desplazamiento, “es parte
de la dignificación en el manejo del cuer-
po”, añade el médico.
EL CICLO DE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTEEl trabajo en el anfiteatro de Medicina está
marcado por dos puertas: la de entrada por
la que se reciben los cadáveres que serán
preparados para su conservación, y la de
salida, donde los cuerpos esperan en ca-
millas su destino final.
Los cuerpos que llegan como parte del
Programa de Donación tienen una vida
útil variada, pues depende del tiempo que
marca el contrato que la persona hizo en
vida con la UNAM.
Estos cuerpos se llevan al incinerador
del anfiteatro, que está a un par de metros
de la puerta de salida. Las cenizas son en-
tregadas a los familiares.
Pero la facultad también recibe los cuer-
pos de personas no identificadas que no es-
tán relacionados con muertes violentas.
Cada mes, en promedio, llegan al an-
fiteatro de Medicina tres o cuatro cuerpos,
aunque el número es muy variado, co-
menta el doctor Pineda. A veces pueden
ser hasta 20, otras solo uno o dos. Entre
donadores y los de personas desconocidas.
La Ley General de Salud señala que si
un cadáver no es reclamado por un fami-
liar dentro de las 72 horas posteriores a la
muerte o se ignora su identidad será con-
siderado persona desconocida. Entonces
será entregado a una institución educativa
con fines de docencia e investigación.
La ley señala que los cuerpos serán uti-
lizados durante un año siete días, después
de ese tiempo tendrán que ser inhumados.
Estos cuerpos salen del anfiteatro di-
recto a una ambulancia que los llevará a
su morada final: la fosa común.
“Los cuerpos ya tienen flexibilidad, las nuevas sustancias dan mejor textura”.
Almacén de cadáveres. Aquí se guardan los cuerpos que ya cumplieron su vida útil y que
serán cremados o inhumados.
20N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
ASÍ AYUDA TU CUERPO A LA HUMANIDADAunque se pueden usar simuladores para
las prácticas de los médicos, “nunca van a
tener la alta calidad que tiene utilizar un
cuerpo”, explica el jefe del Departamento
de Anfiteatro.
Señala que gracias a la donación de
cuerpos “mejoramos las habilidades qui-
rúrgicas para disminuir los errores por
falta de práctica.
“Nos ayuda a desarrollar investigación
específica de población mexicana, sobre la
que hay poco en la literatura”, como son
características físicas y genéticas.
Las ventajas también se reflejan en el
desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas
que permiten a los pacientes tener una
recuperación más rápida, explica Pineda
Martínez.
Este conocimiento se volverá expo-
nencial, pues un médico de especialidad
aprenderá nuevos métodos que a su vez
enseñará a sus compañeros en hospitales,
volviéndose una cadena.
La investigación médica es otro rubro
que se beneficia de la donación. Gracias
a ella se pueden desarrollar nuevos trata-
mientos, técnicas quirúrgicas, dispositivos
biomédicos, prótesis o estudiar padeci-
mientos extraños.
Un ejemplo de cómo la donación de
cuerpos puede dar valiosa ayuda a la lite-
ratura médica es el caso de la estadouni-
dense Rose Marie Bentley, quien falleció en
2017 por causas naturales a los 99 años y
donó su cuerpo a la Universidad de Salud y
Ciencias de Oregón (OHCU, por sus siglas
en inglés), en Portland, Estados Unidos.
En la primavera de 2018 un grupo de
estudiantes se disponía a analizar el cora-
zón de Rose Marie cuando notaron que su
anatomía no era para nada típica: padecía
una condición rara llamada Situs inversus
con levocardia.
Esto significa que su hígado, estómago
y otros órganos abdominales estaban del
lado equivocado, acomodados de derecha
a izquierda, pero su corazón permanecía
en el lado izquierdo del pecho, informó la
universidad en un comunicado.
Rose Marie es, hasta ahora, la persona
que ha vivido más tiempo con esta con-
dición. Los otros casos reportados en la
literatura médica son los de dos personas
que vivieron hasta los 70 años.
El Situs inversus con levocardia ocurre
aproximadamente una vez en cada 22,000
nacimientos y está asociada a enfermeda-
des cardiacas y otras anomalías; sin em-
bargo, Rose Marie no padeció ninguna
enfermedad crónica, solo su artritis.
Le extirparon tres órganos durante su
vida, pero solo un cirujano que le extrajo
el apéndice registró su ubicación inusual
en sus notas.
Rose Marie le dio mucho a la ciencia
gracias a su donación. Para los médicos
que diseccionaron su cuerpo fue sorpren-
dente lo que vieron, y para la medicina,
una aportación valiosa sobre cómo una
persona con esta condición puede tener
una vida sana y normal.
Rose Marie y su esposo decidieron
donar su cuerpo luego de leer un poema
de Robert Noel sobre recordar a sus seres
queridos después de morir:
“Dale mi corazón a una persona cuyo
propio corazón no ha causado más que
interminables días de dolor.
Dale mis riñones al que depende de
Yirah Martínez, donadora, y el doctor Diego Pineda, jefe del Departamento de Anfiteatro de la Facultad y responsable del Programa de Donación de Cuerpos.
21N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
una máquina para que exista de una se-
mana a otra”.
La donación de cuerpos y tejidos tam-
bién ha sido fundamental para el desarro-
llo de fármacos y tratamientos.
Un ejemplo es el caso de la estadou-
nidense Henrietta Lacks, quien murió de
cáncer cervicouterino en 1951. Su médico,
George Otto Gey, tomó una muestra de su
tumor antes de someterla al tratamiento
de radioterapia.
A partir de las células HeLa —como
fueron llamadas en honor a la mujer— se
han desarrollado medicamentos contra el
cáncer, el VIH, vacunas para la poliomieli-
tis, se han escrito más de 70,000 artículos
científicos e incluso se han probado los
efectos de sustancias tóxicas y otros pro-
ductos.
Por décadas, estas células han ayuda-
do a la investigación médica; sin embar-
go, se obtuvieron de manera poco ética:
el médico de Henrietta nunca le informó
o pidió consentimiento para tomar una
muestra de su tumor.
Esto es lo que la UNAM quiere evitar
con la donación consciente y autorizada
de cuerpos.
LA DONACIÓN, UN PROGRAMA POR ‘ACCIDENTE’El Programa de Donación de Órganos de
la UNAM nació casi por accidente, narra el
doctor Diego Pineda.
En 2014, acompañado de arquitectos,
Pineda visitó las instalaciones de varias
universidades de Estados Unidos con el
fin de retomar las mejores prácticas para
reestructurar las aulas de disección y el
anfiteatro de la Facultad de Medicina.
Fue ahí cuando descubrieron lo bien
que funcionaban en esas universidades los
programas de donación de cuerpos.
De vuelta en México comenzaron a
trabajar en el proyecto, acompañados de
abogados para saber si lo que querían
hacer era legal en nuestro país: usar los
cuerpos de donantes con fines docentes y
de investigación.
El 10 de octubre de 2016 se lanzó el
programa ya con una lista de 27 personas
anotadas para donar su cuerpo.
“Llegaba gente a la facultad a pregun-
tar si podía donar su cuerpo, pero en ese
momento no teníamos un programa, así
que les pedíamos sus datos. Empezamos
a hacer una difusión un poco local, entre
los miembros del comité, platicando con
nuestras familias, alumnos. Ahí se hizo un
primer grupo interesado en la donación”.
En dos años y medio, el programa ya
tiene casi 2,000 solicitudes.
A la UNAM ya llegaron 42 cuerpos de
personas inscritas en el programa. La lista
incluye personas de todas las edades, des-
de jóvenes hasta personas de entre 50 y 80
años. Algunos sabían que estaban enfer-
mos e iban a morir.
Aunque el programa es ‘joven’, coloca
a la UNAM como la institución líder en el
país, pues la Facultad de Medicina es la
primera escuela que cuenta con esta es-
trategia para la donación de cuerpos.
Otras universidades como la Autóno-
ma de Nuevo León y la de Coahuila se han
acercado ya a la UNAM para asesorarse y
lanzar sus propias iniciativas. También lo
han hecho escuelas de Costa Rica y Co-
lombia.
“Una de las visiones que se tienen aquí
es que no seamos el único programa en
México. Que cada institución educativa
tenga su programa de donación de cuer-
pos, porque hay otros países como Nueva
Zelanda en donde cada que se crea una
universidad que tiene ciencias de la salud
es obligatorio que a la par se tenga un pro-
grama de donación de cuerpos”, explica el
médico.
A escala Latinoamérica, México es el
tercer país en implementar un programa
de este tipo, solo después de Chile —que
cuenta con dos programas— y de Brasil —
que tiene uno.
Sin embargo, la región está rezagada si
se compara con otros países. Tan solo en
Estados Unidos y en Europa existen más
de 100 programas de este tipo.
UNA FIRMA PARA DONARIncrementar las cifras de donadores es im-
portante para la preparación de las nuevas
generaciones de médicos.
En México hay 158 escuelas y faculta-
des de medicina, de esas 67 son públicas
y 91 privadas, de acuerdo con el Consejo
Mexicano de Acreditación de Medicina.
De ese total, solo 34 recibe y practi-
can con cadáveres, señala Diego Pineda.
Si la UNAM no tuviera el programa y no
recibiera cuerpos de parte de los institutos
forenses solo ocho escuelas podrían hacer
prácticas con cadáveres.
“Debemos tener cuerpos para que mejo-
ren las habilidades para que no haya erro-
res”, afirma el médico.
Donar tu cuerpo es sencillo: basta una
firma dando tu consentimiento a la UNAM
para que al morir se haga cargo de tu ca-
dáver.
Entre los requisitos están ser mayor de
18 años, no tener alguna de las tres enfer-
medades que la Secretaría de Salud mar-
ca como restricción para trabajar con un
cuerpo por el riesgo de infección: tuber-
culosis, hepatitis C y VIH.
El cuerpo no debe estar relacionado
con una averiguación por muerte violenta
como un homicidio, suicidio o accidente.
“Si falleces en la calle y te hacen una
autopsia y resuelven que fue un infarto
y que no hay delito que perseguir y estás
en el programa, está bien”, explica Pineda,
pues no hay una investigación del minis-
terio público.
El donador puede elegir el tiempo que
quiere permanecer en la institución antes
de ser cremado y entregado a sus familia-
res. O permanecer por siempre, como lo
eligió Yirah.
Médicos de la Facultad dan una plática
informativa a los interesados, si se deciden
a ser donadores, deben acudir con testigos
para la firma del contrato, pues estos serán
quienes den aviso a la UNAM al momento
de la muerte.
Ser donador de órganos no impide ins-
cribirse a este programa.
Pero el requisito más importante, se-
ñala el doctor Pineda, es “tener la firme
convicción de donar”.
“Personalmente creo que lo que no
pude hacer en vida tal vez lo pueda hacer
en la muerte, contribuyendo con la ciencia
del país”, pues el Programa de Donación de
Cuerpos es una alternativa más después de
la muerte, dice su titular.
“Todavía muerto va a servir uno para
que aprendan los médicos. Para que hagan
prácticas. Espero que todavía muerta sirva
para algo”, dice Yirah.
“Debemos tener cuerpos para que mejoren las habilidades para que no haya errores”.
Internacional
22N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
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Vista de la explosión nuclear Badger en el Emplazamiento de Pruebas de Nevada, en abril de 1953.
La desconocida y temida Trinity
A 74 años de detonarse la primera prueba nuclear de Estados Unidos, seguimos sin conocer su efectos precisos en el medioambiente y la salud.
POR LOUISA HALL
23N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
A MEDIO SIGLO de que las poten-
cias firmaran un acuerdo histórico
de no proliferación nuclear, buena parte
del mundo vive con el temor de las políti-
cas nucleares arriesgadas.
A principios de febrero, Estados Uni-
dos argumentó violaciones al Tratado de
Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio
(INF) para abandonar el acuerdo con
Rusia, y el presidente Vladimir Putin
respondió con amenazas muy explícitas.
Semanas más tarde, Washington y Pion-
yang interrumpieron sus negociaciones
nucleares cuando unas imágenes satelita-
les revelaron que Corea del Norte podría
estar calentando motores para otra prueba
con misiles antibalísticos intercontinen-
tales (ICBM).
Entre tanto, han escalado las tensio-
nes entre India y Paquistán, potencias
nucleares que hace años se disputan Ca-
chemira, territorio bajo administración de
Nueva Delhi. El 14 de febrero, un atacante
suicida detonó un vehículo que mató al
menos a 40 soldados indios, lo que oca-
sionó que, dos semanas después y por
primera vez en décadas, India lanzara
represalias aéreas.
En este caos internacional, investi-
gadores estadounidenses enfrentan un
problema igual de sorprendente: tras sie-
te décadas y media de la primera prueba
nuclear de Estados Unidos, aún no hay
mediciones precisas de sus efectos en el
medioambiente y la salud. El Instituto
Nacional del Cáncer (NCI) está tratando
de corregir esta desinformación con un
extenso estudio sobre la radiación de la
prueba Trinity, cuando el Ejército esta-
dounidense hizo estallar una bomba de
plutonio en Jornada del Muerto, una re-
gión desértica de Nuevo México, el 16 de
julio de 1945.
Pasarán muchos años más antes de
que den a conocer los resultados.
Resulta que los responsables de
construir y probar la bomba —una proe-
za científica impresionante— no estaban
preparados para la magnitud de la lluvia
radiactiva, y tampoco para las repercusio-
nes de la detonación.
Durante años, los habitantes de la re-
gión —muchos de ellos, nativos america-
nos— han protestado porque sus ciudades
registran tasas anormalmente elevadas
de diversos tipos de cáncer y, desde hace
más de una década, han ejercido pre-
sión política para quedar incluidos en la
Ley de Compensación por Exposición a
Radiaciones (RECA), la cual jamás ha
compensado a los ciudadanos de Nuevo
México.
Los investigadores del NCI tendrán
que revisar numerosos informes sobre la
lluvia radiactiva de la prueba, y obtener in-
formación sobre el estilo de vida y la dieta
de las poblaciones nativas americanas, la-
tinas y blancas que vivieron en dicho esta-
do a mediados de la década de 1940. Todo
ello, con la finalidad de calcular las dosis
de radiación que recibieron los residentes
a resultas de la prueba Trinity.
Con tanto en juego, la respuesta cien-
tífica se antoja pasmosamente tardía e
imprecisa. Sin embargo, desde sus inicios,
el desarrollo de tecnología nuclear se ha
caracterizado por la imprecisión. Por
ejemplo, la prueba Trinity estuvo plagada
de mediciones inexactas y predicciones
conflictivas.
Para empezar, nadie tenía idea de
cómo compensar la información climá-
tica o sopesar las posibles repercusiones.
El día anterior a la prueba, algunos cien-
tíficos pensaron que debían posponerla
a causa de los cumulonimbos que co-
menzaban a cubrir la Sierra de San An-
drés porque, si la nube radiactiva flotaba
hacia una tormenta, la lluvia condensaría
y volvería más peligrosa la radiación que
cubriría tanto el sitio como los ranchos y
las ciudades cercanas.
El general a cargo del experimento
no accedió a postergar la prueba; en es-
pecial, porque Estados Unidos estaba en
guerra con Japón. Así que convocaron a
meteorólogos, quienes realizaron experi-
mentos con humo y soltaron bandadas de
coloridos globos meteorológicos. Al final,
esos especialistas predijeron que las nu-
bes iban a disiparse, por lo que la prueba
quedó confirmada para las primeras ho-
ras de la mañana. Pero llovió toda la no-
che, y los relámpagos iluminaron todo el
desierto alrededor de la torre de acero de
30 metros en la que estaba suspendida la
primera bomba atómica del mundo.
Hacia la media noche, J. Robert
Oppenheimer, el científico responsable
del proyecto, empezó a temer que la lluvia
pudiera dañar parte de los circuitos eléc-
tricos de la torre, de modo que fue con un
equipo de científicos a vigilar la bomba,
envolviéndola con un montón de cables
y cuerdas mojadas para protegerla. Una
vez allí, intentó leer Desert Island Deca-
meron, colección de ensayos humorísticos
de H. Allen Smith, pero en vez de ello, se
puso a medir la distancia entre la torre y
los relámpagos más cercanos.
Hacia las 2 de la madrugada, la lluvia
golpeaba con tal fuerza el campamento
base que decidieron retrasar la prueba; y
volvieron a diferirla a las 2:30 a. m. Para
matar aquellas horas tensas y tormentosas,
Enrico Fermi (creador del primer reactor
del mundo) y algunos de sus colegas em-
pezaron a cruzar apuestas sobre el resul-
tado de la prueba. Algunos opinaban que
la bomba no detonaría; otros apostaron
al tiempo que demoraría en incendiarse
todo el planeta si provocaban una reacción
en cadena en la atmósfera.
Tal era la magnitud de las consecuen-
cias que creían posibles. Entre tanto, en
la eventualidad de que la radiación al-
canzara ranchos y poblaciones cercanas,
las actividades de evacuación correrían a
cargo de científicos distribuidos por todo
el desierto, quienes iban equipados con
mapas de la región hechos a mano y ab-
solutamente inexactos.
La lluvia cedió a las 4:00 a. m., y
científicos e ingenieros pudieron proce-
der. La prueba fue exitosa en cuanto a que
la bomba estalló como planeaban, pero el
rendimiento explosivo superó todas las
expectativas. Igual que la radiación.
Se cuenta que la nube viajó al noreste
a unos 16 kilómetros por hora, soltando
una bruma radiactiva sobre los ranchos
ganaderos de las inmediaciones y acti-
vando los contadores Geiger de Carrizozo,
Nuevo México. No obstante, también
El Instituto Nacional del Cáncer busca documentar la dimensión de la radiación
de la prueba nuclear Trinity.
24N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
detectaron radiación a más de 160
kilómetros de distancia —en Vaughn y
varios puntos más apartados de Nuevo
México—, por lo que los observadores de-
jaron de medirla y corrieron de vuelta al
campamento base.
Al llegar, no pudieron reanudar el es-
fuerzo para hacer mediciones exactas del
rendimiento nuclear, porque dicho rendi-
miento fue tan alto que destruyó muchos
de sus instrumentos, dobló medidores,
quemó películas y empañó las lentes con
condensación radiactiva.
Más tarde, ejecutivos de Kodak descu-
brieron que la radiación se había extendi-
do a casi 2,000 kilómetros del sitio Trinity
en Nuevo México, y que dañó las pelícu-
las radiográficas de la fábrica de Indiana
donde la compañía producía materiales
de empaquetado. Nadie anticipó que la
lluvia radiactiva llegaría hasta Indiana. A
todas luces, las tecnologías para predecir
los efectos ambientales y de salud de una
prueba nuclear eran extrañamente de-
ficientes para una comunidad científica
capaz de capturar el poder de las estrellas
y crear una bomba atómica.
Lo mismo podemos decir de los en-
sayos nucleares posteriores, como el lle-
vado a cabo en el atolón Bikini de las islas
Marshall: la prueba Castle Bravo, que tuvo
un rendimiento de 15 megatones —mucho
más de los 4 a 8 megatones previstos— y
cuya radiación llegó mucho más lejos de
lo esperado. De hecho, el equipo de prue-
ba tuvo que refugiarse en el sitio hasta que
pudieran rescatarlos por aire, porque la
ceniza radiactiva había alcanzado los ato-
lones Rongerik, Rongelap y Utirik.
A diferencia del equipo de prueba, los
habitantes de aquellos atolones fueron
evacuados dos o tres días después, cuan-
do muchos ya presentaban síntomas de
intoxicación radiactiva aguda.
La ciencia para predecir el tiempo
que persistiría la contaminación radiac-
tiva estaba mucho más rezagada que la
ciencia para crear la bomba. Los habitan-
tes de Rongerik y Rongelap regresaron a
sus atolones después de tres años de la
prueba, pero hubo que evacuarlos nue-
vamente porque los niveles de radiación
aún eran peligrosos.
En los años posteriores a Trinity,
Oppenheimer se negó a expresar remor-
dimiento, tanto por lo ocurrido en Japón
como por el ensayo de Nuevo México, el
estado que amaba desde su infancia. Con
todo, a veces ofrecía entrevista en las que
describía un incidente con una tortuga. JOE
L R
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E/G
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YSeñalizaciones modernas previenen a los visitantes del sitio de la prueba Trinity.
Máscara protectora de las fuerzas estadounidenses en el sitio de pruebas de Nuevo México.
25N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
Al parecer, cuando salió del campamento
base después de la prueba, halló una tor-
tuga tendida patas arriba.
Cerca del sitio de detonación, todos
los animales del desierto se volvieron ce-
nizas sobre la arena agrietada y compac-
tada. Los que estaban más lejos del punto
cero huyeron aterrorizados o cayeron
sobre sus lomos debido a la fuerza de la
explosión.
Oppenheimer se inclinó para dar
vuelta a la tortuga y la observó alejarse,
pensando que era lo menos que podía
hacer.
Por supuesto, en aquel momento no
tenía idea de cuáles serían las repercusio-
nes de su bomba en el medioambiente y
en la salud de los animales y las personas
de la región. No obstante, sin duda debió
darse cuenta de que él y sus colegas no lo-
graron predecir, con exactitud, la potencia
del arma que habían creado.
Gracias a Trinity, la imprevisibilidad
de las pruebas nucleares tuvo, al menos,
un aspecto productivo: a partir de 1951,
a consecuencia de que Kodak amenazó
con demandar al gobierno, la Comisión
de Energía Atómica de Estados Unidos
empezó a notificar a toda la industria fo-
tográfica cuando iba a realizarse alguna
prueba. Pero otros sectores —por ejemplo,
la industria de lácteos— no recibieron ad-
vertencia. Y tampoco los consumidores.
Tiempo después, se descubrió que un
“camino de leche” había expuesto a bebés
y niños a niveles de radiación peligrosa-
mente elevados, debido a la exposición de
las vacas en los “puntos calientes”; es decir,
los lugares donde la lluvia radiactiva sigue
cayendo días después de una prueba.
Eso era justo lo que temían los cientí-
ficos de Trinity. Si bien nunca contempla-
ron esta consecuencia, incluso para una
prueba sin lluvia.
La ciencia de los ensayos nucleares
no solo estudia las reacciones nucleares:
es una ciencia que predice rendimientos
explosivos, patrones climáticos, cadenas
nutricionales, limpieza de desechos y tra-
tamientos anticancerosos. Sin embargo,
desde el principio de la historia nuclear,
nuestras tecnologías para producir ex-
plosiones siempre han superado las tec-
nologías para medir y mitigar el daño que
producen dichas explosiones.
Todavía desconocemos la magnitud
exacta del daño que ocasionó la prueba
Trinity, y no lo sabremos hasta que con-
cluya el estudio del Instituto Nacional del
Cáncer. Llegado ese día, tendremos una
idea más clara de las repercusiones de la
prueba en las personas que viven en sus
inmediaciones. Personas que siguen sin
recibir compensación por las elevadas
tasas de cáncer que han sufrido durante
casi tres cuartos de siglo, cuando el cielo
se despejó a las 4:00 a. m. y, hora y media
más tarde, se escuchó un estallido.
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El general de división Leslie Groves (derecha) y Oppenheimer inspeccionan la base de la torre de acero donde se encontraba suspendida la bomba probada en Alamogordo, Nuevo México, en julio de 1945. El calor de la bomba fundió la torre y quemó la arena circundante.
Hiroshima después de que el Enola Gay soltara la primera bomba atómica, llamada el “Niñito”, la cual arrasó con la ciudad y sus habitantes el 6 de agosto de 1945.
PUBLICADO EN COOPERACIÓN CON NEWSWEEK /PUBLISHED IN COOPERATION WITH NEWSWEEK
Las tecnologías para predecir los efectos ambientales y de salud de una prueba
nuclear eran extrañamente deficientes para una comunidad científica capaz
de crear una bomba atómica.
26N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
A PRINCIPIOS de este mes, la ile-
gítima Asamblea Nacional Cons-
tituyente me retiró mi inmunidad. Pero
no se trata de lo que me ocurra a mí. En
este artículo hablo sobre todos los vene-
zolanos que trabajan duro para restaurar
nuestra democracia. Y no se trata de un
conflicto entre el presidente de Estados
Unidos y un líder revolucionario, como
quiere hacernos creer la propaganda de
los amigotes de Nicolás Maduro. Se trata
de un conflicto entre el pueblo, que quiere
libertad, y un tirano.
La dictadura de Maduro ha sido una
tragedia para Venezuela. Desde 2014, el
producto interno bruto del país se ha con-
traído 50 por ciento. Durante varios años
ha tenido la más alta inflación en todo el
mundo, y el año pasado entró en hiper-
inflación. Varios millones de venezolanos
han huido del país. La pobreza ha aumen-
tado hasta cerca de 90 por ciento, y más de
65 por ciento de la población pasa hambre
de manera habitual, el índice más alto de
que se tiene registro. Decenas de miles de
niños y ancianos han muerto de desnutri-
ción o de enfermedades prevenibles.
En los últimos 15 años, más de
250,000 venezolanos han muerto por
la violencia. Estas cifras son similares a
las de México durante el mismo periodo,
pero este país tiene más de 130 millones
de habitantes, mientras que Venezuela
solo tiene 31 millones. Venezuela tiene el
más alto índice de homicidios por cada
100,000 habitantes en América del Sur. A
la gente se le advierte que puede produ-
cirse una carnicería, pero la carnicería ha
venido ocurriendo desde hace años.
En este trágico recuento de vidas
perdidas debido al colapso social y a la
criminalidad debemos añadir a las víc-
timas de la represión política perpetrada
por organizaciones como la Fuerza de
Acción Especial, que ha cometido nume- MA
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“Mi mayor temores que la dictadura continúe”Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, reflexiona sobre los costos de que el mandato de Maduro se prolongue.POR JUAN GUAIDÓ @jguaido
27N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
rosas violaciones a los derechos humanos,
entre ellas, casi 9,000 ejecuciones extraju-
diciales, tres veces más que el número de
desaparecidos durante la dictadura militar
de Augusto Pinochet en Chile.
Este aterrador panorama se complica
aún más por la presencia de cientos de cu-
banos en la Fuerza Armada Nacional Boli-
variana de Venezuela, así como miembros
del Ejército de Liberación Nacional y de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia en amplios sectores de nuestro
país.
A la cabeza de esto se encuentra Ma-
duro, que se ha aferrado descaradamente
al poder usurpando la presidencia desde
el 10 de enero pasado. Sin embargo, antes
de eso, pasó por alto la voluntad de los
votantes en las elecciones parlamentarias
de 2015, y en 2017 orquestó un golpe de
Estado y violó la actual Constitución de
Venezuela al promover a una Asamblea
Constituyente cómplice, fascista e ilegal
que atestó con sus acólitos.
Mientras tanto, los cuatro principales
partidos políticos democráticos tienen
prohibido participar en las elecciones
presidenciales. Lo mismo se aplica a los lí-
deres principales de la oposición. Desde el
23 de enero de 2018, más de 800 venezo-
lanos han sido arrestados, entre ellos, 84
menores, y más de 40 personas han sido
asesinadas por los organismos represores
leales a la dictadura.
Para superar esta situación, nosotros,
desde la oposición, hemos propuesto un
plan político en tres pasos con el objetivo
de restaurar las instituciones políticas de
Venezuela, acabar con la usurpación de
la presidencia, constituir un gobierno de
transición y llamar a elecciones libres y
transparentes. Estas elecciones deben
garantizar la participación de todos los
venezolanos sin excepción, incluidos los
propios chavistas de Maduro, si lo que
pretendemos es construir una realidad
política en la que todos los partidos pue-
dan asumir su legítimo lugar, el cual sea
un reflejo de la voluntad del pueblo.
Al mismo tiempo, dada la desespera-
da situación de millones de venezolanos,
luchamos por que se admita la entrada de
ayuda humanitaria al país para garantizar
el acceso a medicinas y alimentos y ayu-
dar, en todas las formas que se requieran,
a los miembros de nuestra población que
más sufren.
En este esfuerzo, los venezolanos tie-
nen el apoyo de la mayoría de las demo-
cracias de América y Europa. De hecho,
en agosto de 2017 la mayoría de los países
latinoamericanos, con los que compar-
timos lazos históricos y culturales, for-
maron el Grupo de Lima para apoyar el
esfuerzo de restaurar la democracia en
Venezuela. Estamos agradecidos con ellos
y con todos aquellos que nos han apoya-
do desde otros países y que han dado la
bienvenida a la diáspora de venezolanos
que han sido desplazados por la fuerza. Lo
mismo se aplica al gobierno de Trump y
al Congreso estadounidense, cuyo apoyo
ha sido verdaderamente alentador. En
especial, nos anima el hecho de que esta
política de presión diplomática y econó-
mica contra la dictadura de Maduro sea
bipartidista y haya unido a republicanos
y demócratas por igual.
Yo he desempeñado un importante
papel en este esfuerzo colectivo como pre-
sidente de la Asamblea Nacional ya que,
en estricto apego al proceso establecido
en nuestra Constitución, asumí poderes
ejecutivos. Esto ha conllevado riesgos para
la seguridad física y la libertad de mi fami-
lia, de mis colaboradores y de mí mismo.
Muchas personas temen que el despojo
de mi inmunidad pueda ser el paso final
antes de un arresto.
Sin embargo, esa decisión, mi posi-
ble arresto o lo que sea que me depare el
futuro, no son mis mayores temores. Lo
que temo es que los venezolanos sigan
sufriendo por la escasez de medicamen-
tos para sus hijos. Temo que los ancianos
sigan muriendo de desnutrición y de en-
fermedades prevenibles. Mi mayor temor
es que se permita que la dictadura conti-
núe, y con ella, el hambre y las dificulta-
des que tienen que soportar millones de
venezolanos.
Como siempre, nosotros, en la oposi-
ción, seguimos rechazando absolutamen-
te una resolución violenta a esta situación.
Sin embargo, como dijo Nelson Mandela,
“siempre es el opresor, y no el oprimido,
quien dicta la forma de la lucha”.
“La dictadura de Maduro ha sido una tragedia para Venezuela. La pobreza se ha
incrementado cerca de 90 por ciento”.
PUBLICADO EN COOPERACIÓN CON NEWSWEEK /PUBLISHED IN COOPERATION WITH NEWSWEEK
JUAN GUAIDÓ ES PRESIDENTE INTERINO DE VENEZUELA Y PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA NACIONAL. SU PRESIDENCIA INTERINA HA SIDO RECONOCIDA POR CASI 60 PAÍSES DEL MUNDO. LAS OPINIONES EXPRESADAS EN ESTE ARTÍCULO SON RESPONSABILIDAD DEL AUTOR.
CUMPLIR SUS PROMESAS: Guaidó saluda a sus partidarios en un mitin en
Caracas el 9 de marzo, tras los apagones ocurridos en toda la ciudad.
28N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
MUCHAS VECES me preguntan
por qué vinculo la legalización del
cannabis con la justicia social y económica
para las comunidades de color.
La respuesta es simple: negros y lati-
nos, los individuos que conforman esas
comunidades, son quienes más han su-
frido por la prohibición del cannabis y la
disparidad social inherente a la “guerra
contra las drogas”.
Para entender a qué se debe esto, ne-
cesitamos un contexto histórico. En 1994,
John Ehrlichman, asesor y asistente del
presidente Nixon para asuntos internos,
declaró lo siguiente durante una entrevis-
ta con Dan Baum, reportero de la revista
Harper’s: “La campaña Nixon de 1968, y
la posterior Casa Blanca Nixon, identifica-
ron dos enemigos: la izquierda antibélica
y los negros... No podíamos declarar ilegal
la oposición a la guerra ni la condición de
negro, pero si lográbamos que el público
asociara a los hippies con la marihuana y
a los negros con la heroína, y criminali-
zábamos las dos cosas, podríamos afectar
ambas comunidades”.
Así dio inicio una ofensiva de décadas
contra las comunidades negras y latinas de
Estados Unidos.
Es bien sabido que el sesgo de las le-
yes contra las drogas ha tenido un impacto
desproporcionado en las personas de color.
Según la Unión Estadounidense de Liber-
tades Civiles, la probabilidad de arresto por
posesión de marihuana es 3.73 por ciento
más alta para los negros que para los blan-
cos, en todo el país. Y esto, a pesar de que
los datos han demostrado, de manera con-
sistente, que las tasas de estadounidenses
blancos que declaran usar cannabis son
iguales o más altas.
Aun cuando algunas agencias judi-
ciales están modificando sus posturas
frente a la posesión de marihuana, la
División de Servicios de Justicia Crimi-
nal del Estado de Nueva York ha publi-
cado cifras sorprendentes. Durante el
primer trimestre de 2018, las personas
de color representaron 93 por ciento de
las detenciones policiacas en Nueva York.
Y aunque en mi ciudad —Búfalo, Nueva
York— el total de arrestos por posesión
de cannabis se redujo a la mitad entre
2017 y 2018, las detenciones de personas ER
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Un nuevo acuerdo Las personas de color fueron uno de los objetivos de la guerra contra las drogas. Deben beneficiarse de la legalización de la marihuana.
POR CRYSTAL PEOPLES-STOKES
29N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
de color aumentaron de 85 por ciento en
2017 a 91 por ciento en 2018.
El impacto de la guerra contra las
drogas ha sido devastador para las co-
munidades negras y latinas de mi es-
tado, donde incontables miembros de
dichas comunidades se han visto pri-
vados de educación superior, empleo,
oportunidades de vivienda y hasta del
derecho de voto. Además, esas comu-
nidades comparten características muy
similares, las cuales incluyen cifras des-
proporcionadas de establecimientos
para empréstitos con intereses eleva-
dos; cadenas de tiendas de descuento;
negocios de telefonía móvil de prepago;
basura; aceras rotas; deterioro; desier-
tos alimentarios; y desesperanza.
El estado de Nueva York ha llegado
a una encrucijada: aprovechar la opor-
tunidad para propiciar la generación
de ingresos con el cannabis legalizado y
mejorar el futuro de individuos y comu-
nidades devastados por la guerra contra
las drogas; o bien, establecer una indus-
tria de cannabis legal —nueva, lucrativa y
multimillonaria— que no tome en cuenta
a los millones de neoyorquinos que viven
acosados por los abusos policiales y las
políticas discriminatorias.
La legalización del cannabis para uso
adulto no debe tomarse a la ligera. Aunque
no defiendo ni recomiendo el cannabis
para uso no medicinal, tengo muy presen-
te que muchas personas se automedican
con cannabis del mercado ilegal. Nume-
rosos individuos y organizaciones me han
manifestado sus inquietudes en cuanto a
la legalización del cannabis, y agradezco
sus perspectivas.
Sin embargo, las realidades que en-
caran las comunidades de color —como la
mía— me han llevado a la conclusión de
que es hora de poner fin a la criminali-
zación de la planta de cannabis. Es hora
de reconocer y aceptar que la prohibición
del cannabis solo ha tenido consecuencias
para ciertas personas. Es hora de hacer
inversiones nuevas en las comunidades
menos privilegiadas. Por todo lo anterior,
hace cinco años envié a Liz Krueger —se-
nadora por el estado de Nueva York— mi
Propuesta Legislativa para Regular y Gra-
var la Marihuana (MRTA), y hemos traba-
jado en este asunto desde entonces.
La MRTA contempla un marco legal
para remediar el daño ocasionado tan-
to por el sesgo judicial de las leyes para
las drogas como por el encarcelamiento
masivo de hombres jóvenes de color. Las
disposiciones más importantes de MRTA
incluyen: exigir que el ingreso fiscal haga
importantes inversiones dedicadas para
que las comunidades más perjudicadas
dispongan de servicios sociales, educati-
vos, vocacionales y de salud; sellar y elimi-
nar las condenas menores por posesión de
marihuana, lo cual beneficiará a cientos
de miles de neoyorquinos; y garantizar
que los individuos de las comunidades
impactadas tengan acceso igualitario y
representación adecuada en la nueva in-
dustria del cannabis.
Legalizar el cannabis no es un reme-
dio milagroso para las injusticias raciales
sistémicas que han sufrido las comunida-
des de color. Es verdad que la legalización
no acabará con el racismo. No obstante, es
una medida indispensable para alcanzar
un futuro más equitativo y justo.
Una vez que se eliminen los costos
asociados de la prohibición, la legalización
del cannabis recortará el gasto guberna-
mental, ya que habrá menos arrestos, me-
nos niños en hogares de acogida, y menos
necesidad de tribunales y fuerzas policia-
cas. Otra señal de éxito será el cambio en el
aspecto y la sensación de los vecindarios:
aceras reparadas; calles y parques limpios
y activos; niños paseando en bicicletas; y
residentes esperanzados e inspirados.
Me alienta que, el año pasado, Nue-
va York iniciara una conversación deta-
llada y vigorosa sobre la legalización del
cannabis para uso adulto. El gobernador
Andrew Cuomo ha evolucionado en este
tema, al extremo de que, a principios de
este año, incluyó una propuesta personal
en el presupuesto ejecutivo que presentó
a la Legislatura del Estado de Nueva York.
A diferencia de muchas otras entida-
des federativas de Estados Unidos, Nueva
York no es un “estado de referendo”, de
modo que la legalización del cannabis
no será un referendo público, sino un
proceso legislativo.
Por desgracia, no hay certeza de que el
gobernador y la legislatura logren acordar
la manera de proceder a la legalización
durante el presente año. Lo único que me
queda claro es que cualquier legislación
que adopte el estado para regular y gravar
el cannabis de uso adulto debe contemplar
nuevas inversiones dedicadas, así como
oportunidades económicas para que las
comunidades de color dispongan de fun-
damentos para forjarse un futuro mejor.
“Es hora de reconocer que la prohibición del cannabis solo ha tenido consecuencias para ciertas personas”.
Activistas comunitarios y defensores de la marihuana se reúnen en la escalinata
del Ayuntamiento de Nueva York.
PUBLICADO EN COOPERACIÓN CON NEWSWEEK /PUBLISHED IN COOPERATION WITH NEWSWEEK
DESDE 2003, CRYSTAL D. PEOPLES-STOKES HA PRESTADO SERVICIO EN LA ASAMBLEA DEL DISTRITO 141 DEL ESTADO DE NUEVA YORK. EN ENERO DE 2019 FUE ELECTA LIDERESA DE MAYORÍA DE LA ASAMBLEA DEL ESTADO DE NUEVA YORK.
verde
30N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
EL MANIFIESTO de Impacto Ambien-
tal (MIA) del megaproyecto “Parque Eó-
lico”, promovido por la empresa Pier IV, S.A.
de C.V. en los municipios de Cañada Morelos,
Chapulco y Nicolás Bravo, en el estado de
Puebla, tiene imprecisiones y graves omisio-
nes, especialmente en los señalamientos de
cuerpos de agua, señalaron habitantes, acti-
vistas y defensores del territorio del Colectivo
Hermanos Serdán.
El MIA, elaborado por Marcos E. Olmos
Tomasini, ex funcionario federal en el sexenio
de Felipe Calderón, y avalado por la Secreta-
ría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat), sostiene en su estudio que la zona
contemplada para el Parque Eólico es una
zona inhóspita, con “bajos índices de riqueza
biótica”: poco menos que un desierto.
Cabe recordar que dicha obra servirá para
la generación de energía eléctrica con una po-
tencia total de 104 MW, con la instalación de
52 aerogeneradores en Cañada Morelos, Cha-
pulco y Nicolás Bravo.
El MIA, cuya copia consta en esta Casa
Editorial, explica que, para seleccionar el sitio
para el establecimiento del megaproyecto, la
empresa valoró de manera las sierras de Te-
camachalco y el Tenzo, mismas que fueron
desechadas por su riqueza ambiental. Por lo
que se decantaron por el área de Cañada Mo-
relos, Chapulco y Nicolás Bravo al considerar
que el impacto ambiental no sería serio ni
importante.
El MIA estableció que en la Sierra Ca-
ñada-Chapulco-Nicolás Bravo existe: “au-
sencia de cuerpos de agua”; “no se encontró
evidencia de ubicarse en el espacio aéreo
de rutas migratorias de aves y/o murciéla-
gos”; “ausencia de cuevas, cavernas o sitios
de refugio y hábitat de poblaciones masivas
de quirópteros”; “sin presencia de especies
frágiles o vulnerables”; “bajos indicadores de
presencia de individuos de la fauna (peque-
Manifiesto de Impacto Ambiental en Cañada
Morelos, falso y omiso: pobladores
POR KARA CASTILLO
ños mamileros y reptiles), que constituyeran
alimento de aves de presa”; además de que el
“uso de suelo ya presentaba una modificación
importante por actividades humanas”.
También señala “bajos índices de rique-
za biótica” y “bajos indicadores de integridad
ecosistérnica evidenciada por la fragmenta-
ción y/o el aislamiento de sus hábitats”.
“Lo que fue determinante -apuntan- fue
“la ‘aptitud’ del ambiente, como elemento sus-
tantivo para asegurar la viabilidad del espacio
geográfico para establecer el proyecto sobre la
base de la visión holística del ambiente y de la
integración del proyecto a él”.
En el apunte sobre los otros sitios valora-
dos se señala: “… la Sierra de Tecamachalco: el
área se estudió durante un año en términos
de su calidad ambiental y durante dos años
para estimar la riqueza del viento. Para esto
último se instalaron cuatro torres de medi-
ción y se proyectaron siete cuerdas para el
establecimiento de aerogeneradores. Los re-
cursos naturales asociados, ecosistemas poco
perturbados, íntegros con biocenosis de bos-
ques de enanos y de pinos con indicadores de
calidad y riqueza que los catalogan como en
buen estado de conservación, plantas endé-
micas, aves rapaces de tamaño considerable,
presencia cactáceas, anfibios y murciélagos
todos en estatus de riesgo, aunados a una ca-
lidad de viento con menores cualidades que
el registrado en el polígono del proyecto PIER
IV orientaron la decisión a no considerar este
espacio para su establecimiento”.
Y agrega: “La Sierra de El Tentzo se estu-
dió desde dos enfoques, su calidad ambiental
y la riqueza del viento, éste último aspecto
ofrecía buenos indicadores para establecer
el parque eólico, sin embargo la calidad am-
biental del área y el hecho de que la zona esté
considerada como un Área Nacional Protegi-
da, así como la alta posibilidad de que en ella
se establecieran poblaciones de aves rapaces
nativas (información verbal proporcionada en
la Secretaria de Medio Ambiente del Gobier-
no Estatal) desalentó cualquier intención de
establecer en ese lugar el parque”.
EL ESTUDIO, REFUTADO Y AUTORI-ZADO DE MANERA CONDICIONADAEl Manifiesto de Impacto Ambiental Regio-
nal (MIA), presentado por los representantes
de la empresa Pier IV, Rubén Fernando Ma-
dero González y/o Joaquín Aranda Beltrán,
para su análisis y resolución en materia de
Impacto Ambiental, quedó registrado con
la clave 21PU2015E0028 en la Subsecretaría
de Gestión para la Protección Ambiental de
la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos
Naturales.
En la Dirección General de Impacto y
Riesgo Ambiental (DGIRA) consta que en su
momento, cuando se sometió a análisis el
MIA, fue el municipio de Nicolás Bravo, me-
diante su oficio sin número del 4 de noviem-
bre de 2015, quien señaló la omisión de el MIA
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas insistió que el sitio donde se ubica el proyecto se encuentra la zona de influencia
del Área Natural Protegida Reserva de la Biosfera “Tehuacán-Cuicatlán”.
La ejecución real de los trabajos de preparación, construcción, instalación y operación del Parque Eólico, aprobado con reservas por la Semarnat, rebasan lo
planteado y han implicado deforestación y afectación de especies protegidas
31N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
LA MIA que fue elaborada por Marcos E Olmos Tomasini, ex
funcionario de Felipe Calderón, y avalada por la SEMARNAT
lorado (Falco sparverius), entre otras.
Entre muchas más advertencias, la
empresa Pier IV fue condicionada a im-
plementar un Programa de Monitoreo de
Fauna Voladora (PMFV) (diurno y noctur-
no) el cual deberá realizar y presentar ante
la DGIRA, así como ejecutar previo a la
preparación del sitio y en la construcción
de la obra, previendo como mínimo un
periodo de monitoreo de un año, el cual
deberá continuar durante la etapa opera-
tiva por un periodo mínimo de diez años
o hasta que se demuestre que la operación
del proyecto no causará impacto significa-
tivo en dichas especies.
El informe advierte que no sólo es
para obtener información respecto a la
biodiversidad de las especies, sino tam-
bién para que la empresa pueda demos-
trar técnicamente que por la realización
del proyecto no se tendrá una afectación
significativa sobre los individuos y sus po-
blaciones; pero en caso contrario, la em-
presa deberán proponer y aplicar medidas
adicionales que permitan minimizar los
efectos negativos.
La autorización condicionó a la em-
presa a presentar un informe de la apli-
cación del monitoreo que incluyera la
evidencia técnica necesaria para susten-
GUSTAVO ROSAS MARTÍNEZ, abogado ejidal señaló que la empresa no estableció en su contrato el pago por la afectación del territorio en apertura de los caminos y en la instalación de los aerogeneradores.
de la presencia de las especies de cactus Biz-
naga (Mammillaria pectinifera) y la planta co-
nocida como “Pata de elefante” (Beaucarnea
purpusii), incluidas en la NOM059-SEMAR-
NAT-2010 como amenazadas y en peligro de
extinción. Precisó que las biznagas abunda-
ban en las inmediaciones de los sitios donde
se establecerán los aerogeneradores 26,27 y 28,
hecho que no se contempla en el MIA.
Aunque se giró la documentación debida,
no se obtuvo respuesta a la solicitud realizada
por los municipios de Cañada de Morelos y de
San Pedro Chapulco.
Destaca también que la Comisión Nacio-
nal de Áreas Naturales Protegidas (Conanp)
insistió que el sitio donde se pretende ubicar
el proyecto se encuentra la zona de influencia
del Área Natural Protegida (ANP) Reserva de
la Biosfera “Tehuacán-Cuicatlán”, delimita-
ción publicada en el Diario Oficial de la Fede-
ración el18 de septiembre de 1998.
La misma Conanp, a través de su oficio
FOO.6.DRCEN.125712015, emitió observacio-
nes dentro de las cuales se cita que el proyec-
to se considera viable, siempre y cuando de
cumplimiento a las medidas de prevención y
mitigación muy específicas.
El organismo, por ejemplo, llamo la
atención sobre las posibles afectaciones que
se generarán a la estructura y las funciones
del sistema ambiental. Apuntó que no existía
un monitoreo biológico de las poblaciones de
la guacamaya verde (Ara militaris), así como
estudio de poblaciones de murciélagos pre-
sentes en la Reserva y zona de influencia y
que se debía generar información necesaria
que contribuya a la conservación de dichas
poblaciones.
Hizo notar que no había suficiente in-
formación de la Flora del Valle de Tehuacán
Cuicatlán, presente en la Reserva y su área de
influencia, también recomendó un proyecto
de conectividad ecológica bajo un esquema
de protección para la disminución de la vul-
nerabilidad zona mediante la conservación de
corredores biológicos.
Luego del análisis y evaluación de los
posibles impactos ambientales que se pro-
ducirán por el desarrollo del proyecto, la
DGIRA emitió la autorización de manera
condicionada, estableciendo para su realiza-
ción medidas adicionales de prevención y de
mitigación, con la finalidad de evitar, atenuar
o compensar los impactos ambientales ad-
versos susceptibles de ser producidos en sus
diferentes etapas.
Uno de ellos fue considerar que la fau-
na voladora es el grupo más vulnerable
por la implementación de los aerogenera-
dores del Parque Eólico, y que durante los
muestreos realizados se reportó la presen-
cia de la especie clarín jilguero (Myadestes
occidentalis), sujeta a Protección Especial
de acuerdo con la NOM-OS,9-SEMAR-
NAT-2010, así como otras aves suscepti-
bles a colisionar en dichos rehiletes, como
el zopilote (Cathartes aura), el aguililla cola
roja (Buteo jamaicensis) y el halconcito co-
32N E W S W E E K M É X I C O 2 8 / 4 / 2 0 1 9
EL INFORME, ADVIERTE, no sólo es para obtener información respecto a la biodiversidad de las especies, sino también para que la empresa pueda demostrar técnicamente que por la realización del proyecto no se tendrá una afectación significativa sobre los individuos y sus poblaciones.
tar las medidas propuestas que permitirán
evitar y/o minimizar la posible afectación
a la fauna voladora.
Aún con todas las imprecisiones, la
Semarnat concluyó que “El desarrollo del
proyecto, no ocasionará efectos potencia-
les sobre los recursos naturales presentes
en la zona donde se desarrollará el mis-
mo, por lo que no se pondrá en riesgo la
integridad funcional y las capacidades de
carga del ecosistema del que forman parte
los recursos existentes en el área donde se
realizará el proyecto”.
La autorización, fechada en 2015, fue
extendida por una vigencia de tres años
para llevar a cabo las obras y actividades
de preparación del sitio y construcción
del proyecto, además de 30 años para las
actividades de operación y mantenimiento
del proyecto, quedando condicionado este
último plazo a que se haya llevado a cabo
las observaciones correspondientes.
UN MIA INSUFICIENTECon el 85 por ciento de avance en la cons-
trucción del Parque Eólico en este 2019, lo
que contempla un total de 97.7963 hectá-
reas en la superficie de la Cañada Morelos,
Chapulco y Nicolás Bravo; pobladores y
autoridades del núcleo ejidal de Chapul-
co aseguran que también ven avanzar de
manera avasallante la desaparición de
los bosques de encino, los bosques de pi-
no-encino, de táscate, chaparral y matorral
desértico rosetófilo en la región.
La ejecución real de los trabajos de
preparación, construcción, instalación y
operación del Parque Eólico, reveló Artu-
ro Mendoza, integrante del colectivo Her-
manos Serdán, rebasan lo planteado en el
MIA, pues el proyecto ha implicado una
deforestación brutal.
Al respecto, el defensor señaló la in-
suficiencia del documento. La más grave,
apuntó es la omisión de los cuerpos de
agua que existen en la zona. “Lo que llama
la atención es que no se tomen en cuenta
los mantos acuíferos descritos por la Co-
misión Nacional del Agua (Conagua) en las
regiones descritas”.
Aseguró que los datos ofrecidos por el
MIA contrastan con los datos hidrológicos
de la cuenca y subcuenca, así como inclu-
so cuerpos de agua monitoreados por el
colectivo que representa y que no fueron
advertidos. Para los ejidatarios de San Pe-
dro Chapulco, zona en la que se instalan los
enormes rehiletes, la construcción del Parque
Eólico ha implicado también el avasallamiento
de sus árboles de encino y de especies endémi-
cas, como acusó Lorenzo Osorio Rosas, presi-
dente del comisariado ejidal señaló las biznaga,
especie protegida por la Norma Oficial Mexi-
cana NOM-059, las cuales son reemplazadas
“sin piedad” por los enormes aerogeneradores.
En un recorrido, Lorenzo Osorio señaló los
cactus arrancados: “Los quitan, no les importa.
Quién va a castigar este daño, no se ve, no se
dice, pero aquí se comete este crimen ecológi-
co”, dice lamentando la impunidad.
Este señalamiento fue corroborado por
Evaristo Celestino Martinez Hernández, pre-
sidente del Consejo de Vigilancia del Ejido de
Chapulco, quien aseguró que la empresa ha
incumplido la promesa de reubicar no sólo
las biznagas, magueyes, incluso los arbustos
arrancados por el avance de los trabajos.
“Como Consejo de Vigilancia he constatado
que todo lo que han quitado se ha quedado al
borde del camino, secándose, y todo fue pura
promesa de la empresa”, dijo.
“Ellos prometieron que iban a regenerar
los plantíos que destruyeran en los trabajos
que inició la empresa que rentó nuestro ejido,
hasta la fecha vienen destruyendo árboles, biz-
nagas, pinos, encinos y no han cumplido, nos
engañaron” acusó Emiliano Jiménez Vázquez,
secretario de comisariado ejidal de San Pedro
Chapulco.
Gustavo Rosas Martínez, abogado ejidal,
señaló que la empresa no estableció en su
contrato el pago por la afectación del territo-
rio en cuanto a la apertura de los caminos y la
instalación de los aerogeneradores.
“Si bien es cierto que prometió a pagar
cuatro pesos de arrendamiento por metro
cuadrado, en ningún momento estableció
cuánto pagarán al ejido por las especies
que han arrancado y los daños ambien-
tales provocados”.
Señaló que para los ejidatarios es eviden-
te que la empresa no sólo no ha prevenido ni
minimizado los daños al ambiente, tampoco
hay muestras de la reparación de éstos y no ha
asumido los costos ambientales que el avance
ha implicado.
Tanto para Gustavo Rosas como para Ar-
turo Mendoza, la elección de la zona no derivó
por la consideración de ponderación de daños
ecológicos, sino de la presencia de un fuerte
conflicto territorial entre las poblaciones por
la zona que data del siglo pasado.
“Lo que llama la atención es que no se tomen en cuenta los mantos acuíferos descritos por
la Conagua en las regiones descritas”Arturo Mendoza, integrante del colectivo Hermanos Serdán
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“EN LA BUAP queremos hacer de la
igualdad sustantiva una forma de convi-
vencia que considere las diferencias entre indi-
viduos y redunde en paridad de oportunidades
para todos; además, que los universitarios sean
impulsores de esta práctica en la sociedad”, ex-
presó el rector Alfonso Esparza Ortiz durante
la inauguración del taller “Introducción a la
Perspectiva de Género: hacia una vida libre de
violencia en nuestra Universidad”, con el cual
se pusieron en marcha acciones enmarcadas
en una política institucional sobre el tema.
Dicho taller, realizado en el Centro de
Convenciones de CU, pretende generar entre
la comunidad universitaria un conocimiento
homogéneo con respecto a la perspectiva de
género. Por ello, se inicia con la participación
de funcionarios y directores de unidades aca-
démicas, quienes serán los responsables de
extenderlo a toda la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla (BUAP), precisó el rector.
“Lo que buscamos es que los universitarios
sean los impulsores de esa práctica entre la
sociedad y nosotros mismos; es un tema que
requiere más atención, más preparación y más
capacitación”, refirió al reconocer que en Pue-
bla y en el país se vive una situación crítica en
materia de seguridad y las mujeres “están so-
metidas a una suerte de maltrato socialmente
consentido”.
Al respecto, dio a conocer que entre enero
y septiembre del año pasado, el Sistema Nacio-
nal de Seguridad Pública registró siete mil 962
llamadas de emergencia por incidentes de vio-
lencia contra la mujer; de estas, mil 792 fueron
por violencia de pareja.
En cuanto a los feminicidios, secuestros
y lesiones dolosas, estos se duplicaron en el
estado de Puebla durante el primer bimestre
de 2019, mientras que en lo que va del año se
han cometido 23 asesinatos de mujeres; es de-
cir, un feminicidio cada 3.7 días, o uno cada
88.8 horas.
Aún más: del 21 de marzo al 21 de abril,
según cifras de la Presidencia de la República,
en Puebla han asesinado a 12 mujeres, lo que
ubica a la entidad como la séptima más vio-
lenta del país.
Esparza Ortiz señaló que la BUAP ha em-
prendido desde hace años diversas acciones
orientadas a la generación de una cultura de
equidad de género, que ya se manifiesta en
varios aspectos de la vida universitaria, como
el incremento de la matrícula femenina en los
diversos niveles
educativos de la
Institución.
“Cuando ha-
blamos de equi-
dad de género no
solo nos referi-
mos a las mujeres,
sino también a
los hombres, quienes no son inmunes a
las agresiones y a la discriminación; por
eso, trabajaremos en lograr una igualdad
sustantiva que garantice el mismo trato y
las mismas oportunidades en el recono-
cimiento, goce y ejercicio de los derechos
humanos de todas las personas”.
Abundó que en el ciclo 2018-2019, en
preparatorias y programas técnicos estu-
dian diez mil 153 mujeres y ocho mil 173
hombres; en licenciatura están inscritas
40 mil 188 mujeres, así como 34 mil 866
hombres. “Estas cifras revelan que a través
de la educación las mujeres se están em-
poderando; no obstante, es urgente abor-
dar el problema de la violencia de género,
que es una ofensa a la dignidad humana y
trasciende todos los sectores sociales”.
En marcha nueva política institucional
de igualdad de género: BUAPInaugura el taller “Introducción a la Perspectiva de Género: hacia una vida libre de violencia en nuestra Universidad”
Educación
+ LA BUAP HA emprendido desde hace años diversas acciones orientadas a la generación de una cultura de equidad de género.
A N I M A L G O U R M E T
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AD
OB
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CK
de Occidente:la sal de ColimaPOR PALOMA GARCÍA CASTILLEJOS@palomagcasti
Una sal de Colima auténtica no se vende refinada, pues es muy
fácil hacerlo de forma manual.
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Al probar la sal de Colima, el grano se disolverá muy rápido en tu boca. La salinidad debe ser moderada, nunca saturar el paladar.
SEGURO te has dado cuenta de que la sal de Colima da un resultado más
rico y completamente distinto a tus platos a cuando utilizas cualquier otra sal. Este fenómeno tiene una explicación. Esta sal, verdadero orgullo nacional de tradición mi-lenaria, potencia el sabor de los ingredien-tes sin sobresaturar el paladar debido a su composición química.
Es un producto con humedad, minerales
La sal de Colima ha sazonado platillos desde épocas prehispánicas, cuando los habitantes de la zona de la laguna de Cu-yutlán descubrieron que había mucho valor en ella. Aunque el proceso de elaboración ha evolucionado, la calidad sigue siendo igual de buena.
DEFENSORES DE LA CALIDADEn Cuyutlán, en el municipio de Armería, la Cooperativa de Salineros de Colima se ha dedicado por generaciones a preservar las técnicas de elaboración para seguir pro-duciéndola. Este grupo es el más grande y principal productor de sal de Colima.
Mario Ponce, presidente de la cooperati-va, explica que la integran 192 socios, cada uno con zonas de trabajo designadas. La mayoría de los miembros de esta coopera-
y nietos.Todas las familias de trabajadores viven
producción de sal es su principal fuente de ingresos, es decir, esta actividad económica
de los pueblos cercanos a las salineras.Ponce cuenta que, anualmente, la venta
de sal de Colima produce aproximadamente 5 millones de pesos. Cuyutlán cuenta con 3,500 hectáreas con capacidad de producir
Sin embargo, trabajar cuatro meses al
es época de producción, los trabajadores
campesinos e incluso profesionales.Un kilo de sal de Colima directo de la
Cooperativa cuesta 1 peso con 25 centavos. Al venderla a abarroterros —que la distri-buyen a más estados de la república—, el precio se eleva hasta a cinco pesos por kilo.
CÓMO DISTINGUIR LA SALLa Cooperativa de Salineros de Colima de Cuyutlán etiqueta y marca todos los produc-tos que salen a la venta. Sin embargo, hay veces que la promesa de los comercializa-dores no corresponde con la calidad de la verdadera sal de Colima y venden gato por liebre e incluso clonan el sello de autenti-cidad.
Para que no te vean la cara, el chef Nico Mejía, embajador de la gastronomía colimo-ta, comparte algunos consejos:
—Los cristales que forman los granos
de agua en el centro, por ello a la hora de apretarlos se desintegran, dejando una per-cepción mínima de humedad en los dedos.
—Al probar la sal de Colima, el grano se disolverá muy rápido en tu boca. La salini-dad debe ser moderada, nunca saturar el paladar. Este es el valor máximo de esta sal: da equilibrio sin salar de más.
—A la vista, un grano de sal de Colima es blanco completamente, consecuencia del
en el proceso de elaboración. Los cristales
—Una sal de Colima auténtica no se
comparación del regular proveniente del mar.
LA DENOMINACIÓN DE ORIGENLa cooperativa busca un reconocimiento
en las salineras de Cuyutlán.Mario Ponce, en nombre de todos los
trabajadores de la cooperativa, decidió
presentó un documento al IMPI para que
reconozca la autenticidad del procedimiento y mejore las condiciones de los salineros.
para obtener denominación de origen es comprobar que el producto es distinto al de cualquier otro lugar. La Cooperativa de
Salineros de Colima habla de los 60 a 85 minerales contenidos naturalmente en los granos, además de que su composición
-cian al cuerpo humano dándole un valor agregado.
Aunque no lo creas, comprar sal de la Cooperativa de Salineros de Colima es más económico comparado con las variedades
-dos. La sociedad de consumo ha adaptado
por ese motivo —y por las intermediaciones comerciales—, el precio se percibe más alto.
DE AGUA DE MARLa temporada de producción y cosecha de sal de Colima se da durante tres a cuatro
que la evaporación y decantación del agua son factores clave, en cuanto comienza la temporada de lluvias terminan los trabajos de producción.
Para producir esta sal todo es completa-mente artesanal. No hay industria, sino que todo se sigue haciendo igual desde hace
pues la laguna de Cuyutlán —la fuente de
agua fundamental para este proceso— vie-
agua se extrae mediante pozos y mangue-ras que conectan al manto freático.
El agua se deposita en estanques, don-
rectángulos, de unos 10 metros de largo y
permeado de las sales.De ahí se pasan a zonas llamadas
“eras”, donde los cristales se terminan de formar sobre un plástico negro. Para fi-nalizar su proceso, los cristales se barren con cepillos especiales que no lastiman las membranas.
Una vez barrida, la sal se deja secar al sol. Se centraliza la producción y, una vez completamente seca, la sal se mete en cos-tales para su venta.
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LA CITA: ”Esta ciudad lo primero que te quita es el
ritmo. La poesía lo que hace es devolvértelo y sanarte”.
SI HACE 20 AÑOS a Edel Juárez le hubieran dicho que iba a perder muchas
cosas antes de ganar otras y convertirse en escritor, quizá no se hubiera dedicado a este
-
primer libro, Poemas de soledad y soldaditos,
(Si existiera un dios/Juro),
chingada, pero a los tres meses nos llamaron de
presentándose con diversos cantautores hasta
—¿Cómo surgió tu rock literario?
-
—¿Crees que los artistas deben realizar una crítica social con sus obras?
E L Ú L T I M O A P A G A L A L U Z
Edel Juárez:
está muy jodida porque, si no se analizan ellos,
—¿Qué planes vienen para el siguiente año?
—Voy a sacar un libro
uno de a de veras, con
Muchas editoriales se me han acercado desde
conmigo, pero
por ciento de las ventas se me hace
—¿Qué sentimien-to te deja que dos de tus textos sean mal atribuidos a Julio Cortázar?
—Es algo agridulce porque cuando
pero eso no alimenta, al contrario,
Creo que es bueno por el hecho de
poco que se lo atribuimos a los dos
—¿Cuál es la satisfacción más grande que te ha dejado ser poeta?
—Que mis poemas sean apren-
POR JORGE LUIS SALAS @ClaudioBenedett
mi más grande satisfac-
han conectado con
ES
PE
CIA
L
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