la letra errante n° 1
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Editorial
¿Qué sería la vida sin las constantes dudas? A lo
largo de la historia humana la duda ha sido el motor
primario de movimiento y de transformación, ese intento de respuesta le ha
permitido al hombre múltiples formas de expresión a través de las cuales
otorga su respuesta de conformidad o inconformidad ante el cuestionamien-
to. La forma más recurrente ha sido el arte como una expectativa sublime
que invoca una realidad paralela a la realidad transitoria de la vida y la
muerte. El arte desde sus distintas formas de expresión intenta construir un
mundo en el que conjuga la realidad, la imaginación y la fantasía para de-
leitar a sus espectadores y crear en ellos una posibilidad de realidad y a su
vez romper con las leyes que marcan los rumbos de la vida. Una de las ma-
nifestaciones artísticas que le ha permitido al hombre la trascendencia a la
inmortalidad es la literatura. A través de la palabra escrita el hombre ha
encontrado la forma perfecta para responder a esas dudas constantes, y le ha
permitido un acercamiento indigente a las imágenes que palidecen al atar-
decer de la vida y configuran la multitud racional existente. […]
1
En la escritura se desnuda parte del
cuerpo cubierto de sensaciones, pali-
dece bajo la sombra de caracteres an-
siosos de libertad que danzan en los
espacios de las veleidades humanas.
Entonces ese cuerpo se petrifica en
las formas discursivas en las que el
escritor nos comparte su visión de
realidad, crea un perfil, un título, un
personaje y permite un deleite, un
vals sobre cada letra que coloca en las
páginas sublimes en las cuales se in-
tenta disipar cada duda parlante en la
mente del ausente vulnerable. Y así se
postergan las respuestas y las dudas.
Alicia Aguilar
2
Directorio
Dirección General: Alicia Díaz Rojas
Dirección de redacción: Alicia Aguilar Becerril
Dirección de diseño: Miguel Ángel Montoya Casasola
Dirección de publicidad: Brenda Edith Dimas Limas
*** ***
Redactores: Verónica Serrano Valenzuela, Alicia Aguilar Be-
cerril, Brenda Dimas Limas, Miguel Ángel Montoya Casasola,
Alicia Díaz Rojas.
En la Portada:
Remedios Varo: Naturaleza muerta resucitando (1963)
3
4
Índice
Había una vez… ___________________________ 5
- Por Vera Valenz
La palabra y el poeta ________________________ 8
- “El sueño del Rey” de Lewis Carroll
- “Definición de un fantasma” de James Joyce
- “El negador de milagros” de Giles
- “Soneto” de Enrique Banchs
La palabra en el texto maravilloso______________ 10
- Por Brenda E. Dimas Limas
Juan 1:1___________________________________ 14
- “Las tortugas hablarán de mí” de Miguel Montoya
- “Aliento” de Alicia Aguilar
Conversando de…___________________________ 16
- “Medianoche en París” por Miguel Montoya
Elementos de lo fantástico_____________________ 17
- Por Alicia Díaz
Inventario _________________________________ 21
Elementos fantásticos en “Sueño Infinito de Pao Yu”
de Tsao Hsue-Kin__________________________ 23
- Por Alicia Aguilar
Visiones Intermedias: “Recorriendo Imágenes”____ 26
- Por Vera Valenz
La Cuidad de Humo: “No olvidamos”____________ 28
- Por Miguel Montoya
5
Había una vez…
El lenguaje puede hablar tanto de las
cosas desaparecidas como de las inexistentes
Umberto Eco
Sin afán de generalizar, desde niños nos han enseñado (y di-
go nos han, porque me incluyo) que lo fantástico, ese mundo
lleno de hechos mágicos se encuentra en los cuentos de hadas; en el reino
habitado por malvados, hechizos, príncipes y ogros. Si alguna vez escu-
chamos literatura fantástica pensamos casi de inmediato: las historias de
mi niñez.
De alguna forma estamos en lo cierto; sin embargo, necesitaríamos más
que un curso para entender la complejidad del concepto. Para comenzar,
leer y producir textos fantásticos requiere una complicidad convertida en
arte, quien arma estas historias es a la vez espectador y protagonista;
quien las lee se da el permiso de salir de los convencionalismos si logra la
primera regla del juego… arriesgarse a creer.
Remedios Varo, “Papilla Estelar”
Fantástico. Es una palabra que utilizamos
a menudo para definir un estado de ánimo,
un lugar, alguna sensación. Sabemos que
abarca lo inexplicable. Eso mismo ocurre
dentro de la Literatura, aunque no se nece-
sita colocar esta palabra dentro de una na-
rración, más bien, se refleja inevitable-
mente entre las letras, en las imágenes que
se desprenden de ellas.
6
Como bien menciona Italo Calvino
“el problema de la realidad de lo que
se ve… es la esencia de la literatura
fantástica, cuyos mejores efectos re-
siden en la oscilación de niveles de
realidad inconciliables” (Calvino,
2010: 1).
Ahí radica la magia de los autores
que han brindado sus mundos parale-
los con sus humildes lectores; ellos,
los creadores, tienen como denomi-
nador común la capacidad de mostrar
otras realidades alternas, mediante un
manejo de lenguaje no exagerado,
con palabras precisas y temas que
involucran al lector en posibilidades
infinitas, imaginadas tal vez pero
difícilmente expresadas.
Leer algunos textos de Kafka, de Ga-
briel García Márquez, Julio Cortázar,
Delfina Careaga, Lewis Caroll, Elena
Garro, Borges, Peri Rossi, Martín
Gaite, por mencionar algunos, nos
da la posibilidad de tirarnos al pasto
y recordar las nubes en figuras que
más nos agraden, pensar en sus nom-
bres, olvidarnos de esa cotidianidad
casi religiosa donde pocas oca-
siones miramos lo que sucede en
otro lugar que no sea nuestro ca-
mino.
Pues bien, teóricamente “lo fan-
tástico debe entonces, para ser
aceptado como verdadero dentro
del mundo del relato - o por lo
menos para que el lector se inte-
rrogue sobre su posibilidad de
verificación-, encontrar formas
de convalidación de lo que pro-
pone como su verdad” (Campra,
2008: 68).
7
Huynh Duy, “gozar con la mirada”
De ahí que se obtienen las
características y parámetros
indicados para comenzar a
definir si una obra está dentro
de esta clasificación, así co-
mo el por qué; en este sentido
existen diferentes autores que
explican el concepto y diver-
sas características del género.
Se puede consultar a Tzvetan
Todorov, Italo Calvino, Ana
María Barrenechea, Roger
Caillois o Antonio Risco.
Luego de leerlos elegir el concepto más conveniente de acuerdo a nuestras
inquietudes, quizá hacer un listado y aprender de ellos, pero lo que real-
mente importa es darnos la oportunidad de sentir, de apreciar este tipo de
textos sin un referente previo y sobre todo de imaginar, perdiéndonos un
poco en la inocencia primigenia de los libros que no hemos leído.
Y al final, aprender a desear El infausto eclipse de las hadas, a mirar con
Ojos de perro azul, a soñar con La semana de colores.
Vera Valenz
Twitter: @LILITHVERA
Bibliografía
Calvino, Italo (2010). Cuentos fantásticos del XIX, Madrid, Siruela.
Campra, Rosalba (2008). Territorios de la ficción. Lo fantástico, España, Editorial
Renacimiento.
8
La palabra y el poeta
El sueño del Rey
- Ahora está soñando. ¿Con quién sueña? ¿Lo sabes?
- Nadie lo sabe.
- Sueña contigo. Y si dejara de soñar, ¿Qué sería de ti?
- No lo sé.
- Desaparecerías. Eres una figura de su sueño. Si se despertara ese Rey
te apagarías como una vela.
Lewis Carroll
Through the Looking-Glass (1871)
Definición del fantasma
¿Qué es un fantasma?, pregunto Stephen. Un hombre que se ha desvaneci-
do hasta ser impalpable, por muerte, por ausencia, por cambio de costum-
bres.
James Joyce
Ulysses (1921)
9
El negador de milagros
Chu Fu Tze, negador de milagros, había muerto; lo velaba su yerno. Al
amanecer, el ataúd de elevó y quedó suspendido en el aire, a dos cuartas
del suelo. El piadoso yerno se horrorizó. “Oh, venerado suegro”, suplicó
“No destruyas mi fe de que son imposibles los milagros”. El ataúd, enton-
ces, descendió lentamente, y el yerno recuperó la fe.
Citado por Giles en Confucianism and its Rivals, Lecture VIII, 1915.
Soneto
Tornasolado el flanco a su sinuoso
paso va el tigre suave como un verso
y la ferocidad pule cual terso
topacio el ojo seco y vigoroso.
Y despereza el músculo alevoso
de los ijares, lánguido y perverso,
y se recuesta lento en el disperso
otoño de las hojas. El reposo…
El reposo en la selva silenciosa.
La testa chata entre las garras finas
y el ojo fijo, impávido custodio.
Espía mientras bate con nerviosa
cola el haz de las férulas vecinas,
en reprimido acecho… así es mi odio.
Enrique Banchs en “La Urna”
10
La palabra en el texto maravilloso
Voy en busca del Oráculo para
saber dónde estás y cómo estás…
En términos generales se
puede señalar a la literatura
fantástica como aquella en la que participan
fenómenos sobrenaturales y extraordinarios, y
un género vecino muy cercano a éste es lo maravilloso, que crea un mundo
totalmente distinto al nuestro en el que interviene la magia y la presencia
de criaturas inexistentes, entre otros elementos; dicha literatura tiene una
estrecha relación con el mito, en cuyo relato la presencia de seres divinos
determina la actividad humana.
Pero más allá de etiquetar prosas y líneas, hay que entender al discurso
literario como es el conjunto de todas las posibles formas de decir una cosa,
las palabras se compactan en un sentimiento humano, que ellas, al expresar-
lo se distinguieron de todas las demás, cobrando vida propia, producen
reacciones sobre lo que dicen, se acogen bajo el amparo de la lengua: Insti-
tución, obra social que se impone al espíritu de cada individuo en virtud de
una especie de tácito convenio. Los individuos son conscientes de pertene-
cer a un mismo grupo lingüístico, dando lugar a una fraternidad misteriosa
entre el autor y el lector; el primero se alza frente a la lengua en actitud de
caballero andante para conquistar todos aquellos posibles reinos, se dice
para sí mismo: “mi mundo interior al mundo de todos”, al ser un individuo
social hace uso de la forma verbal y escrita de la lengua en la máxima cola-
boración inevitable del ser individual: el lenguaje, sea en su disposición de
11
Grafe (del griego que significa escritu-
ra), o bien, en la disposición de Locuare
( del latín que significa hablar); Grafe y
Locuare pertenecen al espíritu del hom-
bre, conforman una unidad en el discur-
so literario, donde el autor consagra la
Lingua ( del latín que significa lengua)
en ambas expresiones.
El lector a posteridad de la creación del discurso lo nutre y fortifica, pues
su lenguaje es vívido, el peculiar acontecimiento entre el lector y el discur-
so es cuando entran en comunión, pues el primero sufre un efecto purifica-
dor de sus pasiones (temor, odio, compasión, celos, rabia, felicidad), que
corresponde a una purgación de sus pasiones por medio de un ritual purifi-
cador que elimina las reliquias de experiencias perturbadoras de la con-
ciencia, la catarsis. (Beristáin, 2006:90); en tal caso, el diálogo entre el dis-
curso literario y el lector se vuelca sin-crónico1 la forma escrita de la lengua
hace que el espacio y el tiempo de “quien dice”, sea el individuo, sea el dis-
curso literario, se sincronicen y devuelvan al hombre del presente su senti-
do y su orgullo de ser transitorio2,
________________________________
Huynh Duy, “Escape into life”
1. Término que designa un solo tempus, el de la máxima correspondencia entre el ser hu-
mano y la estética construcción lingüística, sea verbal o escrita, donde no infiere la tempo-
ralidad externa , la que refiere al momento de la producción y consumo de la obra ; ni la
temporalidad interna, la que está íntimamente ligada con el texto. El vocablo es una meta-
bole al nivel de los metaplasmos y es producida por adjunción, denominada afijación por
sufijo.
2. Históricamente el ser individual, con su grupo en su generación […] de esa calidad de
transitorio puede y debe sacar el hombre su dignidad, la señal de su grandeza, la eterna
compañía que le hacen desde ayer sus antepasados y la que ya le prepararan sus descen-
dientes. El deber vital más noble es asegurar esa transmisión. Y el lenguaje es el mejor
instrumento (Salinas, 1967)
12
siendo así que el discurso literario es un objeto cultural derivado de la des-
cripción del conjunto de las axiología, de las ideologías y de las prácticas
sociales, es por lo tanto el resultado de la operación productora de signos
mediante la instauración de una relación de presuposición recíproca entre
la forma de expresión y la de contenido, semiosis (Greimas y Courtés,
1982: 364), de tal forma que el discurso literario es antes que todo un obje-
to cultural construido por la lengua natural y formas no-lingüísticas
(cultura y sociedad).
Rubens, “Perseo liberando a Medusa”
Por lo tanto, el texto
maravilloso tiene sus inicios
en la presencia de los mitos,
donde lo desconocido, la in-
certidumbre, el temor, aque-
llo que estaba vetado al cono-
cimiento humano crea seres
y elementos sobrenaturales,
el ser humano es en la medi-
da en que comunica, entre él
y su entorno siempre hay un
“decir”, sin embargo, entre el
entorno y éste hay un gran
abismo: es él frente al cos-
mos, es él ante la cosa, entre
ambos el único que percibe el
silencio, a quien le hiere la
soledad, el que puede nom-
brar lo sucedido es él, el ser
humano; tal desamparo, si se
puede llamar así, se reduce
en la búsqueda de pertenencia por
medio del lenguaje. En el principio
de los tiempos, la primera actitud del
hombre para tener sentido de perte-
nencia en el Mundo fue la […]
13
confianza: el signo y el objeto representa-
do eran lo mismo, la referencia coincidía
en su totalidad con lo enunciado, era una
exacta pronunciación de aquí la existen-
cia del lenguaje sagrado, peculiaridad
que se hace presente en la literatura fan-
tástica, personajes como el mago, la hechice-
ra, el héroe, la doncella, la guerrera, el caballero,
todos aquellos actantes que se enfrentan a lo desconocido, a la incertidum-
bre articulan deseos, oraciones, súplicas, hechizos en una cadena fónica a
veces con significado, en otros casos indescifrable, buscando así el auxilio
de lo sagrado, de lo sobrenatural en dónde depositan la confianza para
resolverse.
La palabra es un puente mediante el cual el hombre trata de salvar la dis-
tancia que lo separa de la realidad exterior. Mas esa distancia forma parte
de la naturaleza humana, para disolverla, el hombre debe renunciar a su
humanidad, ya sea regresando al mundo natural, ya trascendiendo las li-
mitaciones que su condición le imponen (Paz: 2006; 36). Al renunciar a
su humanidad afirma el más allá, el mundo de lo desconocido, del que fue
expulsado, donde habitan criaturas que tienen sino la pócima o el brebaje
sí la forma, la herramienta para resolver su adversidad, por ello, dicho
estilo literario será vigente en la medida en que el ser humano este frente a
lo desconocido, lo inexplicable.
Brenda E. Dimas Limas
Bibliografía:
Courtés, Joseph. Análisis semiótico del discurso. Del enunciado a la enunciación
(1997). Gredos, Madrid.
Duch, Lluis. Mito, interpretación y cultura (1998). Herder, Madrid.
Latella, Graciela. Metodología y Teoría semiótica (1985). Hachete, Argentina.
Paz, Octavio. El arco y la lira (2006). Fondo de Cultura Económica, México.
14
Juan 1:1 Las tortugas hablarán de mí.
Las tortugas pueden ser criaturas extraordinariamente longevas.
He conocido a tres que cambiaron mi vida.
La primera me habló sobre el octavo patriarca del pueblo hebreo: Matusalén. Me
dijo que no sabía si había sido una fortuna o una desgracia el que aquel hombre
viviera más del doble que sus contemporáneos. Que la barba del anciano solitario
era la de uno de más de setenta años y que sus ojos estaban nublados y por tanto
ella, todas las tardes, se sentaba con él a contar todo tipo de historias sobre la vida
y la muerte.
La segunda amaba la era de los humanos y los delfines y lamentaba que criaturas
tan majestuosas como los dinosaurios no tuvieran ideas nobles. De los delfines
admiraba la pureza de sus sentimientos y de los humanos la contradicción entre
poder y fragilidad. Disfrutaba de compartir sus experiencias con estas dos especies
pero pasaba la mayor parte de su tiempo con los del mar. Ya había leído a todos
los grandes filósofos, desde Platón a Marx pasando por Santo Tomás y Kant, no
tenía una filosofía favorita pues decía que todas eran la expresión de una sola ver-
dad que la humanidad descubría poco a poco.
La tercera, me entregó una especie de trilobite de color azul, quizá de algún medio
alcalino de la era paleozoica. Me dijo que había criado a este linaje desde la Era
Primaria y que le gustaban por su particular belleza. […]
15
Actualmente tengo mi trilobite azul expuesto en mi oficina. Es natural que mu-
chos de mis colegas no crean en la autenticidad de mi posesión y los que sí, crean
que les miento cuando les platico la forma en que la adquirí. Aun así, no soy envi-
dioso y se los presto cada vez que me lo piden para que lo estudien, con la única
condición de que no lo diseccionen y que me lo regresen con vida pues es un rega-
lo.
He viajado al Pacífico, he recorrido el Índico y he explorado cientos de islas pero
no he vuelto a encontrar otra tortuga que haya vivido más de trecientos años.
Ya no me preocupo más, pues sé que cuando mis amigas salgan de su hibernación
y mi carne y mis huesos no sean más que polvo, ellas hablarán sobre mí a los nue-
vos habitantes de este planeta.
Miguel Ángel Montoya Casasola
Aliento
Buscaba constante la soledad, pero aquel
gato persuadía su mirada. Parecía que
adivinaba sus emociones. Se levantó y
brincó a sus piernas. Él tan sólo colocó su
mano parca sobre la panza esponjosa del
gato. Su respiración era lenta, su mano
tembló; se escuchó un chillido y el gato
saltó por la ventana. Tras la cortina, sollo-
zos y llantos gritaban un nombre.
Alicia Aguilar
16
Conversando de...
Medianoche en París
Imagínate conocer a tus artistas preferidos de la historia, hablar
con Luis Buñuel, beber con Ernest Hemingway, vivir en aquellas
épocas gloriosas en que todo era mejor. Este es el tema de la película Medianoche
en París del director Woody Allen en la cual Gil Pender (Owen Wilson), un exi-
toso guionista de Hollywood decepcionado de su trabajo, busca encontrarse a sí
mismo y convertirse en el gran novelista que siempre ha deseado ser. La película
comienza cuando Gil viaja con su prometida Inez (Rachel McAdams) a la ciudad
de París para tomar unas vacaciones. Él, atraído por la historia artística de la ciu-
dad, recorre las calles de la misma en búsqueda de inspiración para continuar la
redacción de su inconclusa novela. La relación con su prometida es más que dis-
tante debido a sus intereses opuestos. Una noche ella salé con unos viejos amigos
y él regresa caminando a su hotel cuando en una calle solitaria un carro de inicios
del siglo XX lo sorprende y sus pasajeros lo invitan a subir. Parecíale que iban a
una fiesta de disfraces, pero al arribar a la fiesta comenzó a notar la ruptura con la
normalidad pues todo a su alrededor no correspondía a su cotidianidad; él ya se
encontraba en los años veinte. Gil comenzará un viaje de ir y venir por los tiem-
pos históricos forjando relaciones de amistad con los grandes artistas de los años
veinte pero sobre todo este será un viaje que lo conducirá a conocerse a sí mismo.
Miguel Ángel Montoya Casasola
17
Elementos de lo Fantástico
Viejas como el miedo, las ficciones
fantásticas son anteriores a las letras.
Adolfo Bioy Casares
Si eres de aquellas personas
que disfruta enormemente la lec-
tura, seguramente te has topado con personajes
fuera de este mundo; como fantasmas, vampiros,
dioses extraterrestres, personas que se convierten en insectos o que vomitan cone-
jitos, o has recorrido castillos embrujados o encontrado talismanes mágicos; pero,
¿Qué tiene de distinto este tipo de relatos a La Ilíada, Las Mil y una Noches o a los
cuentos de hadas?
¿Qué es lo que hace a un texto fantástico? Es lo que muchos críticos y escritores
comenzaron a preguntarse, entre ellos Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges
que fueron los pioneros en investigar lo fantástico en Latinoamérica; pero fue en
1970, con la aparición del libro Introducción a la Literatura Fantástica, del teórico
búlgaro, Tzvetan Todorov, que se sentaron las bases para la teoría actual de lo fan-
tástico, y se ha ido enriqueciendo con el aporte de numerosos teóricos y estudiado
desde diversas perspectivas. Todorov se vale de otros dos géneros para explicar lo
fantástico, lo extraño1 y lo maravilloso2, y dice:
__________________________________
1. “En las obras pertenecientes a este género, se relatan acontecimientos que pueden ex-plicarse perfectamente por las leyes de la razón, pero que son, de una u otra manera increí-bles, extraordinarios, chocantes, singulares, inquietantes, insólitos y que por esta razón, provocan en el personaje y el lector una reacción semejante a la que los textos fantásticos nos volvió familiar…la definición es amplia e imprecisa, como también lo es el género des-crito, a diferencia de lo fantástico, lo extraño no es un género bien delimitado.” (Todorov, 2005:35) 2. “En el caso de lo maravilloso, los elementos sobrenaturales no provocan ninguna reac-ción particular ni en los personajes, ni en el lector implícito. La característica de lo maravi-lloso no es una actitud hacia los acontecimientos relatados sino la naturaleza misma de los acontecimientos.” (Todorov, 2005: 40)
18
Lo fantástico se presenta en un mundo que es el nuestro, el que conoce-
mos, sin diablos, sílfiles, ni vampiros, se produce un acontecimiento
imposible de explicar por las leyes de ese mismo mundo familiar. El que
percibe el acontecimiento debe optar por una de las dos soluciones posi-
bles: o bien se trata de una ilusión de los sentidos, de un producto de
imaginación, y las leyes del mundo siguen siendo lo que son, o bien el
acontecimiento se produjo realmente, es parte integrante de la realidad y
entonces esta realidad está regida por leyes que desconocemos.
(Todorov, 2005: 18)
“La Pesadilla” Johann Füssli
Lo fantástico sólo ocupa el mo-
mento de vacilación, cuando se
duda entre una u otra solución.
De acuerdo a esta definición un
aspecto que se debe tomar en
cuenta es el contexto sociocul-
tural ya que: Todorov refiere
que lo fantástico es un suceso
“inexplicable” que se presenta
en el mundo que es nuestro, que
conocemos, pero no es lo mis-
mo el mundo visto desde nues-
tra época actual, al mundo de la
edad media, por ejemplo. Dice
David Roas: “Necesitamos con-
trastar el fenómeno sobrenatural
con nuestra concepción de lo
real para poder calificarlo de
fantástico” (2001:19)
Se dice que la Literatura Fan-
tástica nace a partir de la Era de
la Ilustración, en la cual la cien-
cia y la razón eran lo único que
regía al hombre; y lo sobrenatural, lo
ominoso, lo siniestro, las supersticio-
nes, etc., ya no tenían cabida en la
realidad, por lo que pasan al plano Li-
terario; de esa manera en el texto fan-
tástico se logra crear un contraste entre
el mundo real (el de la razón y la cien-
cia) con el mundo sobrenatural, lo que
crea cierto temor en el lector, caracte-
rística si no esencial, sí importante so-
bre todo en los primeros textos.
19
De esa manera se considera a la Novela Gótica como la primera manifesta-
ción de lo fantástico literario, y la obra de Horace Walpole, El Castillo de
Otranto (1764) es la que inaugura este género, dice Sir Walter Scott res-
pecto de esta novela: “El Castillo de Otranto es notable no sólo por el som-
brío interés de la historia, sino por haber sido el primer intento moderno de
fundar una literatura de ficción fantástica”
Posteriormente lo fantástico tiene su auge en el romanticismo, con autores
destacados como Guy de Maupassant, Hoffman, Edgar Allan Poe, entre
otros; y en Latinoamérica si bien hay algunos autores que escriben texto
fantástico tradicional como Clemente Palma en Perú o Manuel Payno en
México, no es lo que más predomina, será hasta más tarde que este género
alcance su auge en esta región y aparezca lo que Jaime Alazraki denominó
lo neofantástico.
Lo neofantástico es una evolución de los textos fantásticos tradicionales
desarrollada en Latinoamérica, dice David Roas: “Lo que caracteriza a lo
fantástico contemporáneo es la irrupción de lo anormal en un mundo en
apariencia normal, pero no para demostrar la existencia de lo sobrenatural,
sino para postular la posible anormalidad de la realidad” (2001:40)
20
Mientras que en los textos fantásticos tradicionales las historias se desa-
rrollaban en un castillo encantado, en una cabaña perdida en un bosque,
en un lugar remoto y solitario, y las entidades que habitaban esos lugares
eran vampiros, fantasmas o fuerzas malignas y se creaba todo un ambien-
te de terror y misterio; en los textos neofantásticos las historias se desa-
rrollan en un departamento de la avenida principal, en un parque común o
en una tranquila oficina, y los hechos parecieran no crear ninguna sorpre-
sa o temor en el o los personajes, mientras la realidad en la que habitan se
desbarata.
Algunos de los autores más
destacados de lo fantástico
contemporáneo son: Jorge
Luis Borges, Adolfo Bioy
Casares, Macedonio Fernán-
dez, Ramón Gómez de la
Serna, Julio Cortázar, Silvi-
na Ocampo, entre otros.
Bibliografía
- Roas, David (2001). “La amenaza de lo fantástico” (prólogo) en Teorías de
lo fantástico, David Roas (comp.) Ed. Arco/Libros, Madrid.
- Todorov, Tzvetan (2005). Introducción a la Literatura Fantástica. Edicio-
nes Coyoacán, México.
Así que ahora que sabemos por qué Bilbo Bolsón, Blanca Nieves, los
cíclopes, o las hadas no son personajes fantásticos, mientras que Drácula
o Gregorio Samsa, sí lo son, te invitamos a que descubras lo fantástico
de estos textos.
Alicia Díaz
21
Inventario
Una de las cosas más
increíbles acerca del escri-
tor Julio Cortázar es que comenzó a escri-
bir a los ocho años y redactó su primera
novela antes de cumplir los 11 años de
edad. Sus familiares se mostraron incré-
dulos de que él fuera el autor de varios
poemas debido a su compleja elabora-
ción.
Hay quienes afirman que el escritor francés Honoré
de Balzac ingería 50 tazas de café al día, ya que él creía
que la cafeína estimulaba la creatividad, comenzó bebiendo café turco
muy espeso, pero con el tiempo sentía que ya no lo estimulaba lo sufi-
ciente por lo que pasó a comerse los granos de café directamente.
22
Sofía Behrs Islávi-
na, también conocida
como Sofía Tolstoi, fue esposa del
gran novelista León Tolstoi, y tenía
la profesión de copista, que consistía
en copiar manuscritos para ser poste-
riormente distribuidos y copió siete
veces el manuscrito de La Guerra y
la Paz además de ocuparse de la pro-
moción y finanzas de su esposo.
León Tolstoi y Sofía Behrs
Un dato no muy conocido es el interés que tenía el escri-
tor colombiano Álvaro Mutis por la industria cinematográfi-
ca ya que hizo muchas traducciones-adaptaciones de libreto para doblaje, y
además prestó su voz para la narración de la serie “Los Intocables”, entre
otras aportaciones.
23
Elementos fantásticos en “Sueño infinito de Pao Yu” de
Tsao Hsue-Kin
El relato fantástico es tan antiguo como la historia del
hombre, tan sorpresivo como la vida misma. Todo relato
juega con las líneas de la verosimilitud al conjugar el mundo real con un
mundo sorpresivo e inventado por el autor; sin embargo el conflicto termi-
na de construirse cuando el lector accede al juego sorpresivo del texto.
En el texto fantástico la cotidianidad del personaje principal se ve alterada
por la presencia de elementos inexplicables, el misterio es el elemento pri-
mordial que compone la diégesis del relato; lo extraño se convierte en el
foco de seducción, la presencia del otro cuestiona el estar del protagonista
en el tiempo y el espacio. Por lo tanto, este género es la duda experimenta-
da por un ser real que enfrenta hechos no reales que rompen su orden en la
realidad.
El cuento “Sueño infinito de
Pao Yu” de Tsao Hue-Kin se
puede considerar fantástico
por los elementos que contiene
y suelen ser característicos de
este género como la presencia
de un acontecimiento extraño
que termina con la cotidiana
estabilidad del protagonista y
la alteración temporal del rela-
to. El ser humano como ser
histórico necesita del tiempo
24
para ubicar sus hechos y así po-
der visualizar su vida a través de
experiencias, en función a ello,
cuando hay una ruptura en la
temporalidad de la historia enun-
ciada se hace presente la duda y
la extrañeza, por ello la anacronía
es un elemento esencial en el tex-
to fantástico.
El texto juega con la anacronía e introduce al lector al juego de lo fantásti-
co, y lo hace a través de la presencia del sueño. Mediante el motivo del
sueño el narrador presenta los acontecimientos y el juego comienza con la
duda de la existencia de otro Pao Yu, “una de las doncellas exclamó: ‘Ahí
está Pao Yu. ¿Cómo habrá llegado hasta aquí?’. Pao Yu pensó que lo ha-
bían reconocido. […]. Las doncellas se rieron. ‘¡Qué desatino! Te confun-
dimos con Pao Yu, nuestro amo, pero no eres tan gallardo como él’” (460).
En el fragmento la vacilación se hace presente, condiciona los sentidos e
inventa un lenguaje, para transmitir al lector la misma duda que siente Pao
Yu de sentirse despersonalizado de su identidad.
La presencia de otro Pao Yu rompe la singular rutina del personaje, tratan-
do de encontrar una explicación lógica a dicho acontecimiento regresa a
casa; sin embargo, ahí surge otro instante de vacilación e ilusión. “Vio a
un joven acostado; al lado de la cama reían y hacían labores unas mucha-
chas. El joven suspiraba. Una de las doncellas le dijo: ‘¿Qué sueñas, Pao
Yu, estás afligido?’. ‘Tuve un sueño muy raro. Soñé que estaba en un jar-
dín y que ustedes no me reconocieron y me dejaron solo. Las seguí hasta
la casa y me encontré con otro Pao Yu durmiendo en mi cama” (460). La
presencia del otro rompe y altera la forma en que se recibe el texto.
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La presencia del otro rompe con la temporalidad lineal de la historia y
asimila un espacio perpendicular entre lo real y lo ilusorio. El jardín, la
habitación y la mente juegan un papel central en el desarrollo de la histo-
ria, el jardín como el umbral inicial del juego que permite la presencia de
lo desconocido que altera lo cotidiano, la habitación un medio más que
permite que encierre el cuerpo, mas la mente siente y crea; la mente se
convierte en el único medio de realidad en una realidad tan confusa para
Pao Yu. Al final, el texto genera la sensación de estar en un remolino cu-
yo viento no permite la salida a una respuesta lógica y el sueño se con-
vierte en un infinito despertar de un sueño que vuelve a ser soñado.
Alicia Aguilar
Twitter: @aliciaraliuga
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Visiones Intermedias
Recorriendo Imágenes
Al comienzo de la exposición llaman la atención las pa-
labras de la artista, Carla Rippey dice que en los inicios de
su carrera le “rehuía” a la figura humana, pero es difícil creerlo al mirar
cómo transmite los rasgos físicos y la sensibilidad de las diferentes perso-
nas que se encuentran en su obra.
Con cada color, trazo y bordado, hace que el espectador se ponga a dispo-
sición de un mundo interior, no sólo femenino, pues la mayoría de sus
grabados tienen como protagonista a la mujer; a través de cada imagen la
artista es capaz de mostrar una perspectiva de misterio, complicidad y
lazo entre obra-espectador. Para ello, Carla Rippey utiliza una variedad de
técnicas, entre las que se encuentran el grabado en madera, el barniz blan-
do y aguatinta, el grabado en metal y acrílico; así como instalación y arte-
objeto.
“Y soñaba que soñaba” Carla Rippey
“Planeta Paralelo” Carla Rippey
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Sin mis demonios, Y soñaba que soñaba, Aunque no nos escribas siempre
pensamos en ti y Planeta paralelo son algunas de las obras que pueden
apreciarse dentro de la exposición titulada “Vidas interiores”. Y si eres de
los que piensan: en la ciudad de Toluca no hay nada que ver, acudir a esta
muestra es una buena oportunidad para aprehender y observar.
Así que si tienen la disponibilidad para experimentar nuevas sensaciones
pueden acudir al museo de La Estampa, ubicado en la calle Plutarco Gon-
zález # frente a la Alameda central.
Finalmente lo único que pueden perder es la rutina ¿no lo creen?
Vera Valenz
Twitter: @LILITHVERA
“Retrato de María Izquiero” por Carla Rippey
Carla Rippey
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La Ciudad de Humo
No olvidamos
Cuando la vida es brutalmente segada y los derechos bási-
cos son violentados por el simple hecho de pedir justicia e
igualdad en un país donde el dinero es el criterio universal, sólo se confirma
aún más la necesidad de alzar la voz en contra de ese monstruo cuya fuerza
yace en el terror.
Desde septiembre del año pasado, nuestra patria sufre la pérdida de 7 de sus
hijos y la incertidumbre de no saber el destino de otros 42 desaparecidos
por el Estado sólo por pensar en un país diferente. Lo absurdo de este acon-
tecimiento supera los más ominosos escenarios de las obras kafkianas cuan-
do observamos todos los esfuerzos de la procuraduría, gobernación y los
medios por ocultar la verdad, fingir que no pasa nada, “superar” lo ocurrido.
No se dan cuenta que no somos lo ratones que olvidaron a Josefina, que los
hijos de la patria que trabajamos en el campo, las fábricas, las escuelas, los
hospitales hemos aprendido el valor de no olvidar, de no perdonar.
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