el reparto de asia y África
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El reparto de Asia y África 1880-1890
Historia Mundial del siglo XX
19/05/2014
Cano Estefanía-Piña Noelia
Introducción:
Durante la última parte del siglo XIX los europeos proyectaron una serie de expediciones y
conquistas sobre los continentes africano y asiático. Desde los imperios más desarrollados
como lo eran Gran Bretaña Rusia, Alemania y Francia hasta los países menos desarrollados
de Europa como Italia, Portugal, España o Bélgica fueron tomando territorios de África y
convirtiéndolos en colonias.
Si bien desde 1821 ya se había comenzado con la colonización del continente, solo las
costas habían sido conquistadas y con la intención de obtener un lugar donde se puedan
abastecer para continuar con sus rutas comerciales, o en algunos casos, de crear de factorías
y llevar a cabo el de esclavos. Sin embargo la repartición de África y Asia se toma desde
1860 en adelante, porque a partir de esa fecha los imperios comienzan a tener una
perspectiva diferente del continente; lo comenzaron a visionar ya no solo como un lugar de
paso, sino como territorio activamente económico y riquísimo en minerales y materias
primas, tan necesarias para el período de expansión económica que se había desarrollado en
los grandes imperios y para las exigencias del desarrollo tecnológico.
En cuanto se comenzó a tomar posesión de los distintos territorios del continente y se
comenzaron a formar intereses económicos en torno a África y ciertos sectores de Asia,
comenzaron los cruces entre las potencias; es por eso que desde Alemania el hábil
conductor de políticas diplomáticas Otto Bon Bismarck con el apoyo de Jules Ferry, primer
ministro de Francia de convoco a 14 países a la conferencia de Berlín. En la que se
intentaba proveer los mal entendidos y las diputas que pudieran surgir en la futura toma de
posesión de África. Se tomo como base la proyección hacia el interior de las ocupaciones
costeras y se acordó la formación del Estado libre del Congo, en el que todos los países
tendrían comercializarían libremente bajo el control personal del rey Leopoldo II de
Bélgica.
A partir de esta toma de territorios se van a generar consecuencias políticas, económicas y
sociales que repercutirán tanto en las distintos países colonizadores como en los territorios
colonizados.
Marco teórico:
Durante el período que transcurrió entre el último tercio del siglo XIX y principios del
siglo XX, los países capitalistas europeos gozaron de una supremacía económica y militar,
que cristalizó en la expansión colonial que sufrieron el resto de los continentes, iniciando
una nueva etapa denominada Imperialismo.
Este nuevo fenómeno fue desarrollado, desde su surgimiento, por diferentes teorías que
buscaban explicarlo. Las interpretaciones más significativas provenían del campo del
marxismo, especialmente la formulada por Lenin. “desde su perspectiva, el imperialismo
constituía “la fase superior del capitalismo”, y estaba referida a la baja tendencia de la
tasa de ganancia por la competencia creciente entre capitalistas” (Bianchi: 2005; 160)
Todos los análisis asumen que la expansión económica y la explotación del mundo eran
esenciales para los países capitalistas.
En tanto las corrientes no marxistas, intentaban interpretar el fenómeno desde otras
perspectivas, negando que el imperialismo tuviera raíces imperialistas. Se concentraban e
otros aspectos psicológicos, ideológicos, culturales y políticos, aunque intentando no caer
en el terreno de la política interna. Sin embargo, la mayoría de ellas carecían se alguna
solidez.
Complementando las diversas interpretaciones realizadas con respecto al tema, Eric
Howsbaum sostiene que, si bien no se puede negar que la división del mundo tenía una
dimensión económica, esta no logra por si sola explicarlo todo sobre el imperialismo del
periodo. Este indudablemente estuvo ligado a manifestaciones políticas e ideológicas. La
consigna del imperialismo fue un elemento de movilización de las masas que podían
identificarse con la grandeza de una nación imperial. Sin embargo, para Howsbaum, la
clave del fenómeno no estaría en la necesidad de los países capitalistas de buscar nuevos
mercados ni de nuevas áreas de inversión, sino en las exigencias del desarrollo tecnológico.
“El desarrollo tecnológico dependía de materias primas que por razones climáticas o por
azares de la geología se encontraban exclusiva o muy abundantemente en lugares remotos.”
( Howsbaum: 2011 )
El motor de combustión interna del periodo necesitaba petróleo y caucho. El petróleo por
ejemplo que provenía de Estados Unidos y de Europa, pero los pozos petrolíferos de
Oriente medio ya eran motivo de negociaciones diplomáticas y enfrentamientos. El caucho
era producto exclusivamente tropical, del Congo y del Amazonas. las nuevas industrias del
automóvil y eléctricas necesitaban del cobre que se hallaba en el tercer mundo: Chile, Perú,
Zaire, Zambia. Además del descubrimiento de oro y diamantes en Sudáfrica, que fueron los
que abrieron el mundo al imperialismo.
Independientemente de las necesidades de las nuevas tecnologías, el consumo de masas en
los países metropolitanos produjo la expansión del mercado de productos alimenticios. Si
bien este mercado estaba dominado por el consumo de carnes y cereales, comenzaron a
aparecer los denominados “productos coloniales”: azúcar, té, café, cacao.
Estos acontecimientos crearon en los países metropolitanos grandes posibilidades de
negocios, pero no cambiaron sus estructuras económicas y sociales. Sin embargo, causaron
grandes transformaciones en el resto del mundo que colonizaron, que no fueron solo
económicas sino también políticas, sociales y culturales, a través de un proceso de
occidentalización.
Desarrollo
El Imperio británico:
El impero británico durante el siglo XIX veía imprescindible para el prospero desarrollo de
su imperio la práctica de políticas de expansión imperialista y la formación de
“Commonwealth”.1 Es por eso que la apertura del canal de Suez llevada a cabo en 1869,
para dominar la nueva ruta de las indias por el mediterráneo era un asunto de suma
importancia. Aunque en 1859, luego de revueltas de los cipayos (soldados indios), la india
se convirtió en una colonia de la corona británica y su administración confiada a
funcionario de elite. Debían dominar las rutas que la conducían a ésta; por ende, Gran
Bretaña además de forzar la apertura del canal de Suez también añadió una base naval en
Chipre, complementando a las de Gibraltar, Malta y Adén. Posteriormente la colonización
de sus fronteras (Beluchistán en 1876 y Birmania en 1888),
Sin embargo, la magistral idea del imperio británico de adueñarse del canal de Suez no lo
favorecía únicamente para el libre desarrollo de las rutas hacia Asia; sino también para
imponer su voluntad en Egipto y gran parte de África. Es por eso que en 1879 aprovecho
las dificultades financieras del baja Ismail Pasha y compro el principal lote de acciones de
la sociedad del canal de Suez. En 1878, Ismail Pasha ceso el pago de la deuda pública y
Francia e Inglaterra aprovecharon la oportunidad del derecho a nombrar dos controladores
generales de hacienda de Egipto (esto provoco un condominio anglo-francés).
La intervención del condominio anglo-francés provoco las protestas del partido nacionalista
egipcio, a cargo del Coronel Arabi, e Inglaterra en 1882 intervino política y militarmente
destituyendo de Ismail mientras que Francia se abstuvo de participar. A partir de ese hecho
Egipto quedo bajo la soberanía inglesa penetrando su escuadra en Alejandría y El Cairo.
Una vez que la corona inglesa tenía bajo su dominio a Egipto fue por Sudan hasta que en
1885 completo la ocupación del valle del Nilo.
Los otros puntos a colonizar fue en el África oriental, éstos fueron Nigeria (que fue
confiada a una compañía privilegiada en 1885 convirtiéndola en colonia en 1900; la costa
de Zanzíbar y la alta meseta del Uganda (1890), y en la porción meridional del continente
la colonia del Cabo (donde se descubrieron las mina de oro y diamantes en 1886, creando
un conflictos con los Boers).
Los Boers (también llamados afrikáners) eran un grupo étnico de origen holandés cuya área
de asentamiento es principalmente en Sudáfrica y namibia desde el sigo XVII. En la guerra
anglo-bóer que durará desde 1899 hasta 1902 dio como resultado el Tratado de
Vereeniging que puso fin a las hostilidades y los Boers quedaron bajo el dominio del
Imperio Británico con la extinción de las dos republicas independientes que los Boers
habían fundado: el estado de Orange y la república de Transvaal.
Es por eso que Cecil Rhodes iniciaba un extenso imperio colonial británico en África del
sur con su compañía Rhodesia empezó la explotación sistemática de los territorios de
Sudáfrica.
“Ayer estuve en el East End londinense (barrio obrero) y asistí a una asamblea de
desocupados. Al oír allí discursos exaltados, cuya nota dominante era ¡pan!, ¡pan!, y al
reflexionar de vuelta a casa sobre lo que había oído, me convencí más que nunca de la
importancia del imperialismo. La idea que yo acaricio representa la solución del problema
social para salvar a los 40 millones de personas del Reino Unido de una mortífera guerra
civil. Nosotros, los políticos coloniales, debemos posesionarnos de nuevo territorio; a ellos
enviaremos el exceso de población y en ellos encontraremos nuevos mercados para los
productos de nuestras fábricas y de nuestras minas. Siempre sostuve que el imperio
Británico era para nosotros una cuestión de estomago. Si queremos evitar una guerra civil,
tenemos que hacernos imperialistas.” 2.
Vale destacar que el imperio británico no se desarrollo exclusivamente bajo la imposición
de guerrera y económica, sino los gobernantes ingleses tenían como principio ampliar la
autonomía de las grandes colonias de poblamiento, siempre y cuando no significara la
ruptura de la unidad imperial. Asique poco a poco esto derivo hacia una confederación:
Commonwealth, cuidando los lazos de tradiciones, historia y lenguas comunes.
La colonización francesa:
La III República francesa constituía el imperio colonial más importante después de Gran
Bretaña. La expansión colonial, impulsada por habilidosos políticos como Jules Ferry,
inició a partir de 1880.
En Asia, se finalizó la ocupación de Indochina mediante un protectorado sobre el reino de
Annan y la ocupación de Tonkín. Después de una corta campaña, y mediante el tratado de
Tienstín, en el año 1885, esta nueva colonia fue reconocida por el Imperio chino.
En África, la expansión francesa tuvo grandes resultados, no sin antes enfrentar conflictos
que surgieron con la británica. Partió de Argelia, y en el año 1881 los franceses
establecieron un protectorado sobre Túnez, a pesar de la oposición de Inglaterra y de Italia.
A partir de 1902 iniciaron la penetración pacifica en Marruecos. En África menor,
conquistaron progresivamente los oasis saharianos, y desde Senegal conquistaron el Sudán
occidental. En el golfo de Guinea, conquistaron el reino de Dahomey. En el año 1895 fue
ocupada Madagascar, después de diez años de protectorado. Exceptuando esta ocupación y
la Djibuti, la expansión colonial francesa se estructuró como un bloque territorial en el
noroeste de áfrica.
Los conflictos con Inglaterra surgieron después de una tentativa de los colonizadores
franceses de proseguir su expansión hacia el Sudán oriental. Se trató de la expedición
Marchand, que partió del Congo en 1895. Y en julio de 1898 tomó posesión de Fachoda, en
curso superior del río Nilo. Inglaterra se sintió amenazada en su proyecto de reunir
ininterrumpidamente sus colonias y posesiones en Africa del Este, desde Alejandria hasta el
cabo, por lo que emprendió operaciones militares, al mando de kitchener, sobre Sudán en
1986, que terminaría dos años después con la derrota de los “mahdistas” sudaneses y la
exigencia de la evacuación de Fachoda. El conflicto se resolvió en 1899 en favor de gran
Bretaña: se fijaron las fronteras de Sudan, Inglaterra reconocía el imperio colonial francés
en África, obteniendo a cambio la posibilidad de construir una franja colonial de norte a
sur, a lo largo del mar rojo y del océano indico.
El Imperialismo Ruso en Asia:
La expansión del imperio ruso hacia los Balcanes y el mar mediterráneo había sido la
principal actividad de la política exterior del durante el reinado de Nicolás I, sin embargo
con la guerra de Crimea había llegado a su fin, debido a que las grandes potencias se
oponían a la salida de Rusia por los estrechos. Debido a esto la expansión se derivo a Asia.
En el año 1859 lograron derrotar a la resistencia indígena de la región montañosa del
Cáucaso, permitiéndole así defender sus posesiones transcaucásicas y amenazar a Turkia en
Armenia.
En Asia central, estableció sus fronteras entre el Caspio el Aral y el Balkach. Se adentraron
en los oasis del Turkestán occidental, en las orillas de los ríos Syr y Amu. Todo el
Turkestán quedó sujeto a Rusia, lo que intranquilizó al gobierno inglés, con los que se
disputaban concesiones económicas en Persia. Pero el mayor conflicto residía en
Afganistán, que para Inglaterra era un estado de cobertura de la India. Dos veces los
británicos habían logrado apoderarse de su capital, Kabul, en 1839 y 1879, pero las dos
veces debieron retirarse, aunque en esta última ocasión lograron establecer un protectorado
sobre ella. Así, el Afganistán quedó como un estado tapón entre las dos potencias rivales en
Asia central.
Con el objetivo de lograr una salida al mar libre, el imperio zarista orientó su política
expansionista hacia el extremo oriente, hacia el océano pacifico. Bajo el gobierno de
Alejandro II se sistematizó la colonización de Siberia. En 1858 obtuvieron de China la
región del norte del rio Amur, y en 1860 la región costera entre este rio y Corea, donde
fundaron Vladivostok. A partir de entonces ejerció su imperialismo sobre Pekín y
Manchuria. El 1896 logro que cedieran territorios en este país para construir ferrocarriles y
dos años después forzó al gobierno a entregarle Port Arthur, en el golfo de Petchili.
Este último suceso provocaría la oposición de Japón, que tenía el objetivo de anexionarse
Corea y Manchuria. Ante el conflicto que se suscitaba Japón busco la alianza de una
potencia dispuesta a intervenir. En 1902 Inglaterra le tendió la mano, como consecuencia
de la rivalidad con Rusia por Turquía. Prusia y el Turkestán. En 1903 Japón reclamó por el
trazado ferroviario ruso que amenazaba sus intereses en Corea. Las negociaciones para
determinar zonas de influencia en Manchuria y Corea fracasaron, y Japón declaro la guerra
a Rusia en febrero de 1904. La guerra ruso-japonesa fue un triunfo para las armas niponas,
garantizando la influencia japonesa en el extremo oriente que posibilitaría posteriormente el
desarrollo de su imperialismo en el Pacifico.
Las colonias africanas del Imperio Español:
El antiguo imperio español fue uno de los menos favorecidos en este proceso expansionista.
El aislamiento internacional de España durante la centuria decimonónica, concentrada en la
resolución de sus problemas domésticos, determinó en estos años una política exterior
pragmática, ecléctica y pesimista.
Pese a ser la clara perdedora ante estados unidos en enfrentamiento bélico de 1898 que
concluyó con la emancipación de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, en el continente africano
consiguió algunos territorios áridos en Marruecos y el Sahara occidental.
En 1904, dado el creciente interés de Alemania por el norte de África, España firmó un
tratado secreto con Francia para delimitar las respectivas esferas de influencia y consolidar
el protectorado español sobre Ifni y el Sahara Español.
Desde 1908 hasta 1912, la rebelión de los nativos contra la intervención militar extranjera
provocó una guerra civil en las ciudades marroquíes de Casablanca y Fez. Esta última fue
ocupada por los franceses, y estuvo a punto de producirse una crisis internacional cuando
un cañonero alemán arribó al puerto de Agadir. Los británicos persuadieron a los alemanes
para que se retiraran, lo que permitió a Francia y España firmar un acuerdo para delimitar la
partición de Marruecos en 1912.
El protectorado de Marruecos ejercido por España arrancó ese mismo año, si bien no fue
hasta quince años más tarde cuando comenzó a ponerse verdaderamente en marcha, tras la
pacificación de la región. No obstante, se introdujeron varios cambios administrativos en el
territorio ya a partir de 1912.
Portugal:
La situación del imperio portugués no era muy diferente al español con respecto a las
posesiones coloniales en África.
Tras la expedición de Serpa Pinto en 1877-1879 (quien con su expedición atravesó África
de Angola hasta Mozambique),Portugal trató de expandirse reclamando la ocupación de un
territorio colonial continuo del Atlántico al Índico (el llamado "mapa color de rosa"). De
esa pretensión sólo fueron reconocidos en favor de Portugal los actuales territorios de
Angola y Mozambique debido a la fuerte presión política y militar de Gran Bretaña pues el
reclamo portugués abarcaba a la posesión británica de Rodesia; esta presión quedó
plasmada en el Ultimátum británico de 1890 que forzó a Portugal a abandonar todo plan de
"expansión continua" en África.
Los territorios portugueses en África desde 1890 eventualmente incluían las modernas
naciones de Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe, Guinea-Bisáu, Angola, y Mozambique.
La supervivencia de sus colonias, Angola y Mozambique, según Howsbaum era resultado
de la incapacidad de las restantes potencias rivales para acordar el modo de repartírselo.
El Imperio colonial belga:
El rey Leopoldo II muy interesado en hallar tierras donde instalar una colonia para encarar
su explotación, apoyó las expediciones de Henry Morton Stanley entre 1879 y 1884
explorando la región del Congo y a obtener tratados con los jefes locales, armando con
estos y una fachada de las asociaciones humanitarias que prometió terminar el tráfico de
esclavos. Logro persuadir a la conferencia de Berlín de entregar el Congo a la entidad
independiente creando el estado libre del Congo.
“(..) Art. 13. La navegación del rio Congo, sin exceptuar ninguna de sus ramificaciones y
salidas, es y permanecerá enteramente libre para los buques mercantes cargados o en lastre
de todas las naciones, tanto para el transporte de mercancías como para el de viajeros. (…)
En el ejercicio de esta navegación, los súbditos y pabellones de todas las naciones serán
tratados, a todos los respectos, en pie de absoluta igualdad.”3.
Aunque el Estado del Congo no fue oficialmente una colonia belga, Bélgica fue su
beneficiario principal en términos de comercio. Sobre todo de la expropiación del caucho
llevándolo a cabo con trabajo forzados de los aldeanos.
Los Imperios alemán e italiano:
En 1870 se constituyeron dos nuevas entidades políticas, Alemania e Italia, que tenían
similares exigencias imperialistas; pero cuando se integraron en la corriente colonizadora,
debieron conformarse con las sobras (los territorios menos ambiciosos) dejados en el
mundo por las grandes potencias coloniales de la Edad Moderna.
En el congreso de Berlín en 1884 y 1885 fijaron normas internacionales para la fijación de
colonias en África.
Poco antes Alemania había establecido colonias en el golfo de Guinea (Togo y Camerún) y
un protectorado en África sudoccidental; y en 1884 fundó la compañía del África Oriental
para la explotación de esos territorios convirtiéndola en colonia en 1897.
La estrategia del régimen colonialista alemán consistió en reproducir la sociedad de
Alemania en África, creando para ello una colectividad de asentamiento europeo. Y se
encargo a Paul Rohrbch, director de la comisión de asentamiento, que expusiera con
franqueza brutal las repercusiones para el pueblo: “la decisión de colonizar el África
meridional significa simplemente que las tribus indígenas deben rendirse de las tierras en
que apacienta sus ganados y dejar que el hombre blanco alimente sus rebaños en sus
mismos terrenos. Si se pone en duda la moralidad de este punto de vista, la contestación es
que para pueblos con las normas culturales de los indígenas de África del Sur, la pérdida de
su libre barbarie natural y la creación de una clase trabajadora al servicio dependiente de
los blancos es, sobre todo, una ley de supervivencia de las alta jerarquía”4.
En cuanto a Italia se estableció en 1885 en el Mar Rojo y fundó la colonia de Eritrea y
obtuvo la posesión de la costa índica de Somalia.
En 1911 Italia arrebata a Turquía Trípoli y la Cirenaica, logrando así una colonia
mediterránea que no llegaba a compensar la rica Túnez pero tenía sus atribuciones la
ubicación.
Conclusión
Para concluir con el análisis de este proceso podemos mencionar la importancia que tuvo su
desarrollo por los cambios provocados en toda Africa a nivel mundial. A corto plazo, por
las rivalidades que provocó entre las potencias coloniales que, comenzaron a prepararse
ante el peligro de un conflicto armado, y fracasando en todo intento diplomático,
desembocarían en la Primera Guerra Mundial. A largo plazo, por la nueva lógica que
universalizó por primera vez a la historia y además determinó los destinos de cada país,
repercutiendo en sus realidades aún en la actualidad.
Notas:
1_ El vocablo inglés ''Commonwealth'' significa “riqueza común” o en una sola palabra:
“mancomunidad”. Se utiliza en relación con una comunidad política. Es un
derivado anglo del término latín Res pública.
2_ Cecil Rhodes, político colonial británico, citado por V,I,Lenin: El imperialismo, fase
superior del capitalismo. En: obras escogidas, Moscú, Progreso, 1978.
3_ Acta General de la Conferecia de Berlin, 26 de febrero de 1885. En: Julio A. Sanchez,
Cronica. Textos y documentos de historia contemporánea.
4_ departamento de información de Swapo, El nacimiento de una nación.
Bibliografía:
Bianchi, Susana. Historia social del mundo occidental. Del feudalismo a la
sociedad contemporánea-1°ed.- Bernal: Universidad Nacional de Quilmes,
2005.280p. ; 20x15 cm.- (cuadernos universitarios)
Howsbaum Eric. La era del Imperio(1875-1914)
Cecil Rhodes, político colonial británico, citado por V,I,Lenin: El
imperialismo, fase superior del capitalismo. En: obras escogidas, Moscú,
Progreso, 1978.
Acta General de la Conferecia de Berlin, 26 de febrero de 1885. En: Julio
A. Sanchez, Cronica. Textos y documentos de historia contemporánea.
http://www.claseshistoria.com/imperialismo/conflictosboers.htm
http://www.carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-1/fuentes/el-
imperialismo/fuente-5-la-colonia-belga-del-congo
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