antologia, poemas concurso literario: "poeta jorge aguilera pérez" 1999-2015
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EL LEON DE NAHUELBUTA
RONAL RIGOBERTO MOLINA BUSTOS
Primer premio
Esta historia no es como cualquiera ya que comienza con la niñez de un niño campesino:
mi abuelo.
Es a la década de 1903, en un sector de Nahuelbuta, en las cercanías de la ciudad de
Angol, tierras de leones. Eran tiempos difíciles en los que para conseguir alimento se
tenía que viajar dos días y dos noches en burro, resistiendo las bajas temperaturas, las
interminables nevazones en plena cordillera, y que para pasar la noche en los
campesinos se refugiaban en los huecos de los troncos, iluminados por una fogata, para
que las manadas de leones no los atacaran. En estas tierras, para subsistir, se dependía
de la caza, el ganado, de la naturaleza, los hongos, los digueñes, piñones, etc. Era tanta
la necesidad, que los campesinos se vestían con camisas de bolsa harinera y arpillera.
La persona que poseía un traje de huaso lo llamaban futre. En estos tiempos imperaba
la ley del más fuerte y el campesino que tenia mas debía cuidarla con su vida.
Los dueños de haciendas de ese entonces cargaban y mantenían en sus hogares armas
de fuego hechizas y las nombradas carabinas para defenderse de los cuatreros, famosos
en asaltar haciendas, robar animales y adueñarse de las tierras ajenas.
Mi abuelo Luis no nació en cuna de oro ya que desde los 5 años se encontró con la
realidad de ser pobre y sin tierras. Comenzó a ganarse la vida duramente, siendo
todavía un niño delgado, cabello rubio y de unos ojos cafés en los que reflejaba la
tristeza de no poder disfrutar de su niñez.
Un día Luis picaba leña junto a su casa, mientras en el camino lo observaba un
hacendado en la zona. Dentro el imaginaba que como seria este niño para trabajar en
sus tierras. Al verlo tan ágil, se acerco al pequeño preguntándole: ¿Quieres trabajar?, te
pago una ternera al año porque tus padres no pueden mantenerte ni a ti ni a tus demás
hermanos. “Su padre se acercó y le dijo: “Claro, lléveselo no más”. Desde ahí comenzó
a madurar, porque al pasar el tiempo en esa hacienda el hombre comenzó a castigarlo
física y mentalmente; si Luis caía del burro, le pegaba con un látigo y lo obligaba a
dormir en las pesebreras con un cuero de animal protegiéndose del frio con la paja. Al
amanecer le daban de desayuno un poco de harina tostada y una tortilla, siendo esta la
única comida del día.
Luis tenía a cargo 40 ovejas y como no sabía contar, leer ni escribir se las ingeniaba
cortando con el hacha 40 palitos, contaba cada tarde las ovejas por cada palito. si por
casualidad perdía alguna le daban 10 latigazos.
Estuvo trabajando hasta los 15 años, una vez que reunió el dinero suficiente para
comprar las tierras a sus padres. Trabajo haciendo carbón y leña, convirtiéndose luego
en carretonero. Bajaba una vez al mes al pueblo gritando su carbón. Luis, mi abuelo,
tenía fama de conquistador y afortunado con las mujeres. Aprendió a tocar la guitarra
hacia coplas y payas. No había fiesta ni mingacos en que no fuera. Después de vender
su carga de carbón pasaba a las posadas a beber un poco de vino, y entre copa y copa,
el tocaba su guitarra y le payaba a las niñas del lugar.
Uno de esos días apareció junto a su mesa un hombre que el creyó conocer. Si, era su
querido y único patrón después de observarlo le dijo: “Oye, tú que te aprovechabas de
los niños y pensabas que ellos no crecen. Antes yo era un cachorro, pero ahora soy un
león. Ven a pelear si eres tan hombre”. Todos al escuchar, salieron a apostar: Luis, en
ese entonces de 30 años, y el patrón de 50 años, enfrentados por cosas pasadas. El
patrón saco su corbo y se abalanzo hacia Luis, pero él con más rapidez saco su manta y
enrollo el corbo dejando al contrincante desarmado, entonces, Luis saco su cuchilla y
empezaron a forcejear, cayendo accidentalmente el patrón encima de una roca, donde
quedo pálido y diciendo entrecortado: “Me jodistes mocoso”. Llamaron a carabineros,
pero cuando llegaron ya no había señal de aquel carretonero. Solo se sabía de que le
apodaban “El León”.
Estuvo bastante a tiempo escondido en una cuevas, alimentándose de la naturaleza. A
veces comía carne de conejo cruda, hongos, etc. Todo para sobrevivir, cierto día
caminaba hacia una vertiente a buscar agua y vio entre los arbustos a una niña de largas
trenzas colorinas y ojos claros, era la primera vez que se sentía tan impactado al mirar
una adolescente. La siguió por varios días, cada vez que ella recogía el agua, llegando
sin querer a su casa cuando lo sorprendió su padre invento que buscaba trabajo a
cambio de comida y fue aceptado ya que un par de manos para arar la tierra hacían
falta.
A pesar de ser un hombre maduro, se fue enamorando de aquella niña de nombre
María. Paso un año y su amor por ella era inmenso, hasta que se la pidió a sus padres,
recibiendo un rotundo no por ser mucha la diferencia de edad. Nunca Luis lo acepto y
espero, como todos los días, que María fuera a la vertiente, se abalanzo sobre ella y se
la llevo al único lugar seguro a aquella cueva donde estuvo resguardado por tantos
años.
Dentro de su personalidad bruta, decía a María que algún día la llevaría con sus padres,
pero ese día jamás llego pasaron los meses y la búsqueda de María por las autoridades
ya había decaído. Entonces Luis la llevo a Angol, donde su hermana Cruz, en el Cañón
ella necesitaba una niña de mano. No fue tan bien recibida pero se gano el sustento
para vivir durante algunos días.
Los padres de María supieron de una niña de cabellos cobrizos que recorría las calles
junto a una señora llevaron y arrestaron a Luis. El pidió conversar con María a solas
diciéndole “eres mía y no serás de ningún hombre y si te vas con tus padres, te mato a ti
y a ellos. “María no pudo hacer nada le explico a carabineros que debían soltarlo ya que
ella se había arrancado con el por su voluntad. Sus padres jamás perdonaron a María y
para ellos su hija simplemente había muerto.
¿Qué más podía hacer si dentro de su vientre latía un pequeño ser?. Ella no sabía si
odiaba o sentía lastima por Luis cuando ya las lagrimas de ella habían desaparecido,
estaba traumada de tanto sufrimiento. Lo miraba a él como un padre que castigaba y
daba amor a su manera. Finalmente la obligo a ser su esposa el tocaba la guitarra y
después le pegaba a ella por celos.
María no soporto mas y arranco con sus hijos, pero no llego lejos: Luis le castigo hasta
que quedo inconsciente, sus hijos como pudieron la llevaron a la casa y el León hizo de
nuevo de las suyas. Sin embargo el destino tenía preparado algo muy diferente para
Luis.
Fue una mañana como todas, mi abuelo se levanto temprano llevando en su morral el
hacha con la cual boto varios árboles para hacer carbón. Cuando botaba el ultimo,
ocurrió algo: este se debió hacia él, quedando inconsciente por unos días, cuando volvió
en si mismo se dio cuenta que estaba quedando ciego. Como pudo llego a su casa pero
su María no estaba. María corría junto a sus hijos, despertando al mundo desatando sus
largas trenzas, dejando que el viento moviera sus cabellos cobrizos por primera vez
seria libre; el cantar de los pájaros, y el color de las flores tenían otro significado por fin
estaba libre con sus hijos.
El León de Nahuelbuta, jamás bajo al pueblo rechazaba a la gente y paso a convertirse
en un ermitaño, incluso hay quienes dicen que lo han visto por ahí durmiendo en los
troncos de los árboles y que deambula por el campo buscando a su amor perdido.
SANGRE ARAUCANA
Luis Abel Martínez Riquelme
Collipulli
Primer premio
Inmerso en el corazón del bosque nativo, explorando ese aroma a tranquilidad interior que está
sintiendo mi cuerpo, me pierdo en la insonoridad expandida en mí alrededor verdoso.
No sé si es miedo o es idea mía esa sensación que provoca en mí una palpitación más veloz en
mis venas.
Tampoco sé porque estoy aquí, que me trajo acá, esa inquietud creo que el bosque me la
responderá.
Lo único cierto es que dentro del bosque se vive otro mundo, otro aire; es sentir en tu carne el
abrazo caluroso de la vegetación.
Invitado quizás por la imaginación y la serenidad, lentamente me quedo dormido en las
sabanas suaves del campo arbóreo.
Cuando despierto, medio atontado quizás por el sueño en aquel lugar, avanzo tímidamente
entre ramas y enredaderas guiado probablemente por una fuerza superior imaginaria hasta
detenerme frente a un árbol gigantesco. Saco una hoja, la huelo, al sentir su olor reconozco al
instante su nombre.
En el momento que saboreo su aroma, corrió en mis venas la sangre guerrera araucana, oí que
de entre las entrañas del bosque salía la multitud mapuche que cantando y bailando al ritmo
del kultrun celebran la victoria.
Fueron momentos hermosos, por primera vez sentí de verdad la sangre indígena, estaba frente
a mi árbol sagrado, el canelo, quien me dejo invitado para el próximo encuentro.
Lejos de creerme un loco, deje que mi mente se enlazara con el corazón del lemu.
En esa mapu, alejado de todo mundo ruidoso, visite en sueños la raza ancestral heredada por
mis padres y mantenida como tesoro en este corazón auca.
La verdad es que me sentía cómodo en mi refugio, Co,huenu,huenu, silencio ¡que mejor
compañía!.
El solo hecho de estar allí era reconfortante.
Gracias por la tranquilidad recibida purifique mi alma, que ahora volaba serena por el huenu
soñador y fantástico como un manke.
El retorno fue lento, feliz con los hechos acontecidos, suspire para desahogar mi anca.
Llevaba en mi lonco la alegría de tan hermosos momentos junto a la naturaleza ñuque.
Peñis mapuches,
en mi anca
corre su sangre
por mis venas
navega
ese talca araucano
derramado
por el canelo.
La pire
de las mahuidas
se derrite
y baja en co y co
por la lelvun
mallequina.
Esta vivo
el grito
del Nahuel auca
que ruge
en el lemu sureño.
El leufu
que viaja en mis venas
en el huilli
del mundo
crea en mi
una ruca de
elogios y orgullos
hacia mi gente,
en el huenu
contemplo
una foqui
de tradiciones.
En cada uno de ustedes
veo la valentía de Lautaro,
sobre mis loncos
admiro la fuerza
con que lucharon nuestros guerreros
ante la invasión que vino
del picum.
¡Viva el Mapuche!
¡Viva la raza!
¡Viva Chile!
Traducción:
Lemu: Bosque Pire: Nieve
Mapu: Tierra Mahuida: Montaña
Auca: Rebelde Lelvun: Llanura
Co: Agua Nahuel: Tigre
Huenu: Cielo Leufu: Rio
Manque: Cóndor Huilli: Sur
Anca: Cuerpo Ruca: Casa
Ñuque: Madre Foqui: Enredadera
Peñi: Hermano Lonco: Cabeza
Talca: Trueno Picum: Norte
Huentrumanke
Aucalempu
LA ILUSTRE DESCONOCIDA
Doris Muñoz Parra
Collipulli
Primer premio
En Octubre de 1989 la vieron arribar en el tren de las once, aunque su deseo hubiera sido ser
una sombra en medio del gentío que a esa hora se acumula en la estación de Collipulli, su
descomunal estatura de metro noventa impide tal prodigio de simpleza, tampoco le es posible
ignorar la parsimonia de su paso, el detalle de los encajes que la cubren con sobriedad, el
elegante sombrero que protege su cabello blanco, es una mezcla extraña de experiencia y
juventud en un rostro que no cifra años, podría tener veinte, pero la seguridad de su voz
profunda y pastosa, parece tener el peso de una eternidad girada a saltos. Un hombre
pequeño se apresura a ofrecer servicio de carrocería, y otro niño dispuesto a llevar su equipaje,
mas, un hombre vestido de negro que tal vez sea el empleado de los Bunster ofrece una
reverencia propia de la realeza y extiende su mano para llevarla en un carruaje de seis caballos.
A poco de su llegada la señora en cuestión que alguien bautiza como a la señorita: Aurora Del
Monte, Del valle, Del Rio, Del Mar, de los menesterosos, de los aristócratas. Se le ha visto con
los agonicos, en el sanatorio de calle Alcazar, mas de algún preocupado le ha puesto dificultad
en el acceso, se le ha explicado que ese lugar de dolor, el lugar de la ultima hora no es para una
señorita de tan alta estirpe, mucho menos el cerro Santa Lucia, el cementerio de los fallecidos
por las recientes pestes que asolaron el pueblo, tampoco es lugar de finesa las bodegas, la sala
de maquinas y las turbinas del molino de los ingleses Bunste, menos aun las barriadas a las
afueras por calle Saavedra, en el campamento de indígenas, ¡ Por Dios ¡, una dama de su
alcurnia debe cuidar las apariencias y por ningún motivo pretender siquiera la cercanía de los
obreros del Viaducto, ni menos pensar en visitar el campamento donde ellos pernoctan
arrumbados en mediaguas mal olientes, porque se ve que entre ellos están soldados,
agricultores, y forasteros, esta bien que la señora sepa italiano, francés e ingles y pueda
intercambiar largas conversaciones con muchos de ellos, pero insisto, ese lugar se prestaría
para malos comentarios, su sitio señorita es en las veladas en casa de los Robles, los Bunster,
los Echeverria, en el cumpleaños del señor Gobernador, vera que le hara bien acompañarnos
en tan gratas tertulias, podría conocer a las damas distinguidas de la ciudad, mire que se ha
abierto un colegio para señoritas, una dama Cosmopolita como usted seria un excelente
elemento para constituir la noble misión de educar, creame que entiendo su interés en los
hambrientos, creame que conmueve como el viejo Lazaro dio su ultimo respiro acurrucado a su
regazo, pero esos lugares están infectados de males que harian peligrar su salud y no
quisiéramos perdernos el goce de su compañía.
La señorita Aurora poco nos ha revelado de su origen, a lo mucho cuenta que ha recorrido
países y lugares remotos y que su padre es poderoso y le ha encomendado una misión que va
mas alla de la imaginación de cualquier buen creyente. Por su acento podría asegurar que es
española, por su caminar, por la finesa de sus ademanes y los rasgos anglosajones
indiscutiblemente se trataría de una desendiente de algún Lord. Sera un hazaña descubrir
cuanto tiempo piensa quedarse en casade los Bunster, como visita, las damas que han tenido
oportunidad de saludarla, opinan que es un marimacho de dos metros que en nada se compara
con la silueta pequeña de una verdadera dama de sociedad por mucho que afine sus modales.
En la velada de cumpleaños de don Geronimo Aldunate, donde ha tenido lugar una reunión de
los hacendados mas acaudalados provenientes de las familias mas antiguas de Concepcion,
Santiago y Chillan, se reúnen para comentar la política, los avances del viaducto de los atrasos
del señor Lastarria, cuya salud se ha menguado con todos los afanes de los anegamientos, el
naufragio con parte de las piezas que venían en el barco, alla en Cabo de Hornos, en Marzo del
año pasado, las diferencias económicas, y las exigencias de los obreros que lo tiene a mal traer
y su aspecto denota el cansancio de la exorbitante obra. Las damas compiten luciendo encajes,
las mantillas, los trajes. los guantes, y zapatos encargados a Francia por catalogo, al grito de la
ultima moda, las señoritas casaderas se encargan de resultar inolvidables aromatizadas con
aquellos perfumes florales, extractos de quillay, y los polvos de arroz para emblanquecer aun
mas sus mejillas. Podria ser que la señorita recién llegada que todos opinan debe ser la hija de
un Conde o un Lord ofrezca un espectáculo de apariencia, con algún tocado recién llegado de
Francia, no obstante la señorita forastera, baja de aquella carroza lustrosa, con una capa que la
cubre hasta los pies, apenas se puede apreciar el atuendo, asegura quedarse por breve tiempo,
avanza en medio del gentío de vecinos que suelen hacer guardia a los eventos sociales en
espera de las sobras del banquete, tratando de oir la música del piano, o de aquella caja
estrambótica que trajera don Anibal de un cierto país al que se llega solo por barco. Alli es
donde esta la extranjera de pelo blanco, que no ha puesto mucha atención en el resto de las
damas, ni en el canto de pajarillo flamelico (alguna distinguida directora de coro). En el
momento de sentarse a la mesa, muestra el escándalo de un traje que la cubre, un chaquetón
ajustado, pantalones, botas de cuatrero, espuelas, una pañoleta de seda anudada a su cuello y
un medallón de simbología desconocida, que enmudeció a los presentes.
Por fin la señorita Aurora se dio a conocer, dijo que eramos un país retrogrado, que creemos
que un viaducto de mas de cien metros nos acerca al avance, pero que este no se realiza si el
pensamiento no va desligado del prejuicio, las damas olian sus pañuelos con sales, los señores
quisieron condescender en un comienzo, por tratarse de una invitada europea que tal vez este
muy herida con la perdida de sus seres queridos. Ella continua diciendo una barbaridad que
supera los dichos alcoholicos de don Fermin: la mujer de este país algún dia podrá ejercer su
voluntad, llegaran a las elecciones. El señor Gobernador le recordó que la política no es tarea
de mujeres, que el voto no es juego de señoritas sino de caballeros adustos y bien informados.
El ingeniero Lastarrias la miro con profundo arrobo, sonríe con el placer de lo extraño y lo
divino, ofreció brindis por tal arrejonamiento, superior a cualquier trajecito sofisticado de
señorita de sociedad, esta si era mujer, tal vez desenfadada con su traje masculino, con la
lengua pegada de espinas, pero definitivamente inteligente.
Nadie sabe que maleficio podía ejercer semejante mujer, pensaron las damas arrinconadas en
la sala de baile. escandalizadas del ropaje provocativo de Aurora, mientras ella cometió la mas
grande falta jamás propiciada por señorita de buena familia: fumar una pipa que el propio
Aurelio Lastarrias encendio mientras el resto de los hombres la rodearon , para oir las historias
del naufragio de la Esmeralda, la muerte de Prat, los cadáveres perdidos en el desierto en la
campaña por tierra, la sobrevivencia, y el perecer de los soldados heridos y abandonados a su
suerte en el desierto que se diría que ella había presenciado tan magnifico y a la vez patético
espectáculo. Se lo atribuyeron a los multiples contactos con la gente de la milicia, y la marina,
seguramente oyo aquellas historias, de ninguna forma podría haber presenciado semejantes
horrores.
Las malas lenguas aseguran haberla visto en Loncomahuida sentada a la fogata con los
Caciques, fumando y bebiendo, se dice que habla idioma de esos salvajes que hace algunos
años subieron la cuesta del Malleco y atacaron el pueblo, nadie le ha referido a esta señorita
que hubo que llamar a la guarnicion de Mariluan y Curaco para contrarrestar a los Mapuches y
que don Otto Reich y los hombres del pueblo salieron con sus rifles dispuestos a Matar, que los
indios prefirieron lanzarse por el precipicio del Malleco a rendirse, deberían explicarle a esta
mujer que esos seres no son personas, son animales, ¡pero que va¡, ella se cree con el derecho
a desafiar a la muerte, uno de estos días una de esas bestias o algún cuatrero la sorprende en
uno de sus viajes al campo y le arranca el honor o la vida.
Tal vez en el momento en que la conversación se hace mas interesante y cuando el señor
Gobernador ha perdido el recelo, la señorita Aurora susurra a don Aurelio: es preciso que
ponga cuidado en la obra señor Lastarrias.
Le agradezco su consejo señorita, pero cuidado es lo que me sobra conozco mi oficio.
Precisamente por lo mismo, estuve esta noche con su hombre.
Señorita, usted no debe asistir a los campamentos, no es un lugar para ….. una señorita
…..si, si pero en vez de resguardar mi honra, preferiría que ponga cuidado con los
acontecimientos de mañana, le suplico que se vaya a casa a descansar, mañana es un
dia decisivo.
En lo que a mi concierne esta es una noche decisiva……mañana….en los ascensores, le
suplico revise….
Señorita,….
Volveremos a vernos en la recta final amigo mio.
A la salida de la casa del Gobernador una mujer cayo a los pies de la señorita Aurora
desfalleciente de hambre, harapienta y embarazada, gimiendo su próxima muerte, la señorita
Aurora la arropo con su capa e introdujo monedas de oro entre sus manos: no se preocupe
señora, no va a morir ni usted ni la hija que va a nacer, lo dijo con la certeza del profeta, en ese
instante la mujer pareció revivir y salió por su propio pie, con una sonrisa placida y las monedas
apuñadas.
Si don Aurelio considera la advertencia de la señorita Aurora o no, jamás se supo. El dia
siguiente, sábado 21 de Octubre Collipulli despertó con un impacto que se sumo Nro.1 de las
pilastras erguidas por donde se cargaban las pesadas piezas de fierro, los presentes aseguran
haber visto a los remachadores franceses revisando uno de los cuatro cordones rotos del que
se compone el cable del ascensor, dicen que comprobaron el peso de la carga de los cuatro
hombres y la jaula, que probaron mil seiscientos tres kilogramos por mas de media hora antes
de subir la carga, y a medio trayecto el deslumbramiento de lo que vieron les cego tanto como
a los que estaban en tierra; la presencia de la señorita Aurora, de esplendido traje negro con el
cabello suelto, flameando como una bandera blanca con la brisa matinal, dicen que en ese
instante los hombres se paralizaron tan pronto como fue la inminencia de la caída, la
incredulidad de los operarios, los balbuceos del único sobreviviente a la caída, que también
falleció en medio de las carreras y la confusión. Mas de uno creyo ver una visión, bien era
sabido que ninguna mujer podría circular en el lugar de las obras y menos subir en el ascensor
en plena tarea, debió tratarse de un malentendido, se dijeron mutuamente unos a otros, tal vez
los porotos hervidos, una sopa aguachenta como racion diaria había enfermado sus mentes, se
volvió un secreto a voces, nadie se refirió a su presencia, excepto don Aurelio que enfermo
repentinamente y hubo que llevarlo a Santiago.
¿Qué fue de la señorita Aurora?, nadie la volvió a ver, se comento meses después que en la
agonia de don Aurelio, corrompido por la fiebre, ella estuvo sentada en su cama, en la
residencia cuya dirección nunca se le informo y le decía en voz suave: nada que temer, con su
vida ha comprado pasaje a una pequeña inmortalidad……ya tendrá oportunidad de
experimentar la otra…..
Desde entonces quien quiera sentir la fuerza de la señorita Aurora del Monte, del Valle, del Rio,
de los Pobres, de los Ricos, pueden detener su paso en medio del viaducto terminando, mirar el
paso del rio Malleco y cerciorarse que esta señorita aun sigue allí.
MI PRINCESITA AZUL, DESAPARECIDA
(Una historia de la vida real)
Ibar Leiva Quevedo
Collipulli
Primer premio
Una casa de campo en un hermoso paraje natural con un amistoso rio incluido y con una típica
familia campesina que disfruta de su pobreza franciscana acompañándola de las bondades
propias de nuestra generosa madre tierra. Deambulan por allí el Tata, la Mama y ocho retoños
que existen para vivir, campesinos, de sueño inquilinos, para el mismo patrón igual que el
padre que parece feliz con su destino aunque, de vez en cuando, opina bajito que parece que
algo no anda muy bien en este mundo, sobre todo cuando “el gringo” (el patrón alemán) lo
sube y lo baja porque una vaca se metió a la chacra y se comio unos cuantos choclos o cuando
le dice “este mes no hay pago juan, están en balance los bancos”. El destino estaba echado:
los hombres serán peones y las mujeres “empleas” en la casa del patrón.
El mundo giraba lentamente y la estrella no aflojaba, las primaveras eran para el patrón
mientras el Tata y la Mama duermen apacibles el largo invierno de sus vidas; total, sus hijos no
son cesantes y aunque el pan no es abundante tampoco hambrea. Y el mundo gira y en una de
sus vueltas nos dejo una escuelita y la Mama deja de ser “la profesora” y nos manda a clases y
llegan las letras, se abren las ventanas y entran otros mundos, se ven otros destinos, los
retoños crecen y algunos vuelan y vuelan, vuelan y cuentan…., y claro, se puede ser otra cosa,
es posible soñar, fuera de los limites con puas del fundo natal.
La escuelita, a dos kilómetros y medio de la casa, en media hora de ida y media de vuelta se
transformara, sin imaginarlo siquiera en el trampolín hacia una historia insospechada, llena de
amor sublime, dolor a ultranza y anhelos de justicia terrenal.
Yo el penúltimo de los amores fértiles, callado, observador rumiante de un entorno asfixiante
de estrechez, miro pasar la vida como esperando un no se que llegara, sin forma ni tiempo.
Por el mundo y mas alla del norte, las banderas se han puesto rojas y un alarido de espanto
brota de la tierra del tio Sam. Los hombres se han dejado crecer la barba, el diccionario
incorpora una palabra cortita, pero de incalculable magnitud hasta nuestros días: CHE y las
ondas sonoras de unas y otras radios suenan cada dia mas fuertes trayéndonos los ecos de una
nueva utopia ….., y por el jardín, de vez en cuando y en mis primeras hormonales primaveras,
de lejitos, miro pasear a dos contorneadas siluetas rubias, de ojos claros, de risa alegre que se
transforman en mis fantasias adolescentes y con el tiempo darán forma a mi sueño azul con la
princesa que sera el amor de mi vida . Asi sera, como las hijas del patrón, que sin tener ni pito
que tocar, se ligara, a mi fantasiosa vitrina de sueños juveniles. “ La princesita de mis sueños
tendrá la figura de esas imágenes fugaces”, me dije y propuse yo.
Y segui creciendo, con toda la parsimonia típica de la vida de campo y con la ayuda de las
letras de la humilde escuela, llegaría, de la mano de un profesor normalista, la configuración de
un proyecto de vida que considero la posibilidad de ser un profesor rural, y me gusto y con el
entusiasmo (¡un hijo profesor!) de la Mama dije: “si quiero” y una mañana crecida desperté
alumno de la gloriosa Escuela Normal Rural Experimental de Victoria, cuna del saber y del
enseñar de varias generaciones de “maestros” que llenaron de futuro el corazón de la Frontera
“donde crece el hualle y el laurel”.
Son los inicios de la década de los 60 y una ola gigante de banderas socialistas recorre los
confines del mundo con su cantico de promesas de un mundo mejor, de una vida mas digna,
mas justa y de respecto por las libertades de todos los desposeídos del mundo, trayendo
aparejado el odio bestial del imperio develado. Los aires de cambios recorren la geografía
terrenal entrando por todas las ventanas de las conciencias despiertas. Obreros, estudiantes,
pobladores, campesinos, profesionales e intelectuales transitan por las paginas progresistas del
mundo armándose de teoría y practica para la construcción de la nueva sociedad que se
vislumbra placentera. “Arriba los pobres del mundo, de pie los esclavos sin pan….” se cantaba
a todo pulmon por los valles, senderos y poblados, del sur, del norte, el este y el oeste y en
Chile agregábamos: “El pueblo unido jamás sera vencido….” y optábamos por las diferentes
vías propuestas y de simpatizantes a “militantes” nos sumábamos a la ola gigante que parecía
no parar.
Sera dentro del marco de este ir-venir, hacer-deshacer, soñar y soñar que aparecerá “La
princesa azul” de mis sueños dorados. Estaba allí, en la sala de clases, en los pasillos, en el
jardín de la escuela, en la reunión del Partido, en la “Lucha” de los estudiantes, de los
pobladores, de los campesinos, de las mujeres y radiante en cada primavera de la fértil vida.
La vi muchas veces, pero mis ojos no la descubrían. Quizas seria porque al igual que me
sucedia con las hijas del patrón, su belleza la situaba a una distancia inalcanzable, ni para
intentarlo siquiera.
“Se parece a la mujer de mis sueños”, me dije, en un acto de osadía luego de una caminata por
un asunto trivial,y serian los asuntos triviales, “los combates” por un mundo mejor, las
caminatas por el futuro lo que nos permitiría conocer nuestras almas y una aureola mágica,
celestial, lentamente, nos comienza a inundar de “caminatas triviales” y de pequeños regalitos
que ensanchan mi corazón mientras mis pasos sobre algodón corren en una sola dirección.
Todo lo que miro me parece feliz y tan contento estoy que, sin dar un nombre, le cuento a
medio mundo que encontré a la mujer de mi vida y muchos que nos han vistos juntos no
necesitan preguntar siquiera por quien sera la princesa encantada. Estoy tan dichoso
disfrutando de mi descubriendo que se me olvido contárselo a ella…., había conquistado mi
sueño mas preciado y lo disfrutaba, sus ojos claros, infinitos en transparencia me permitían ver
toda su alma y ella, sin decir nada tampoco, parecía extasiada y seguíamos caminando y
buscando todos los espacios donde encontrarnos y los besos que no aparecen y las caricias
henchidas de ternura que no se dejan ver y el calendario frio, ciego que avanza junto a las
responsabilidades academicas y políticas asumidas hasta separar nuestros destinos, ante la
mirada interperrita de ambos corazones, una mañana cualquiera nos despertamos separados
en cuerpo por una increíble distancia y no nos dijimos nada ¡que increíble! ….¿seria que
sabíamos que el destino nos deparaba otros momentos?.
La historia continua su marcha infranqueable y los chilenos nos hemos separados
intransigentemente entre “momios” y “upelientos”, sin treguas, dispuestos a imponer las
respectivas razones sin claudicaciones hasta que los dueños del odio deciden adueñarse de la
historia y a sangre y fuego imponen al pueblo indefenso una dictadura criminal que se
encargara de abortar todo intento de sueños de vida digna castigando a todo aquel que oso
soñar, muertos , encarcelados, exiliados y detenidos desparecidos son algunas de las penas
impuestas. A mi la “Suerte” me depararía una cárcel por destino y allí, bajo candados y
cadenas, penaba en demoledor silencio, por la suerte corrida por mi amada ausente, que
estaba mas presente que cualquier oprobio de la canalla golpista. Por mi indirecta situación no
era recomendable buscar contactos abiertos con ella y los contactos cerrados eran, por lo
peligroso, tremendamente lentos. Pasaba el tiempo y ¡que insufrible nada!. La cárcel dulce por
mi conciencia tranquila se me vuelve un infierno por tu silencio, ¿Dónde estaras?, ¿te habran
alcanzado las garras de la ignominia?, estaras esperando por mi como yo de ti. Me escapo por
cada espacio entre los barrotes de la prisión para recorrer, imaginariamente, todos los posibles
senderos de tus pasos frágiles de mariposa encantada y no te diviso. Vienen hasta mi muchas
figuras solidarias con saludos y novedades por doquier, pero lo que yo necesito saber no
llega….., no llega,…. Soporte bien la tortura física, pero esto me lacera hasta las fibras ms
intimas. Los días de visitas se suceden y el sol no entra a mi celda hasta que un bendito
amanecer se abre la reja interior y un gendarmen grita “ese”, Juan Perez, preso político, que
vaya a la guardia, tiene visita especial y vaya que era especial, allí estaba con sus tremendos
ojos preciosos como intentando ver cuanto daño me habían causado. Largos e infinitos
segundos de un abrazo que quiere recuperar todo el tiempo ausente, “tienen 5 minutos”, grita
el cabo Quintana y las palabras que comienzan a salir atropelladamente para no perder ningún
segundo. “No pude venir antes porque me tenían detenida en una celda en la cárcel de
Victoria y recién Sali, con arresto domiciliario, y me arranque para verte, ojala que no se
enteren y aquí tienes todos estos papelitos clandestinos que escribi para ti”. Y con un beso
timido y fugas sellamos este maravilloso reencuentro que sera el primero de los muchos que
sucederán hasta el interminable abrazo de la libertad, y de allí en adelante mi vida cambia de
color. Si, ella es la mujer de mis sueños campesinos me siento triunfador y en una de las
muchísimas cartas que escribiría le dije: “Mi libertad tendrá nombre de mujer, eres mi futuro.
Luego de 591 dias de prisión, de pensar diferente recupero mi libertad y corro a sus brazos y en
una festival luna de miel 4 dias de amor intenso, dulce, como de siempre, como el único, como
el primero, como el mas deseado, de fusión de alma y cuerpo, orgasmal, celular; fuimos
tomando nuestras primeras decisiones de pareja enamorada. El futuro nos pertenecía y
queríamos vivirlo en plena comunión.
El Chile de la dictadura seguía siendo hostil con sus hijos libertarios y la posibilidad de caer en
las redes de los agentes chacales estaba muy latente por lo que en una repensada decisión
optamos por abandonar nuestra querida madre tierra para radicarnos en la Argentina que por
aquello días abria sus brazos solidarios ante la barbarie pinochetista. Buenos Aires nos cobijo
con sus buenos aires para seguir disfrutando de los placeres de nuestra unión. Las callecitas de
esa inmensa y atractiva ciudad son testigo mudo de aquellos días de intensa felicidad de un
amor real, con historia de amor no de mercado. Amor de arte y de virtud, de humanidad
vivíamos una década infernal de enseñoramiento de los amos del capital al servicio de los
imperios del odio. Chile, Brasil, Bolivia, Uruguay, Paraguay en Latinoamerica se encuentran
sometidos a regímenes fascistoides y Argentina no fue la excepción. A los pocos días de
felicidad una sombra de preocupación se tendio sobre nuestra existencia. Era la historia de un
nuevo golpe de estado con las consecuencias a típicas de este tipo de “pronunciamiento
militar” hermanados en la tierra de Bolivar.
A pesar de la preocupación cierta de lo sucedido, la intensidad de nuestros sentires nos permite
seguir transitando por la primavera de nuestras vidas, que recién habita su cuarto mes de
celestial residencia.
Es un dia domingo de sol del mes de junio y la pasividad de una caminata de conversación
fraterna junto a una amiga argentina se ve interrumpida por un infernal ruido de sirenas,
frenadas y disparos desde varios carros policiales que provocan un caótico cuadro de
reacciones de la gente que por allí se encuentr y que no logra entender lo que sucede. Cae el
telon, la comedia de la vida continua su curso “normal”, pero ¿Dónde esta mi princesa?.......
¿alguien la vio? …….. es demasiado real para ser una verdad posible. No, o puede ser, no hay
Dios que lo resista. Miro todos los ojos, todas las almas, todos los cielos, todas las puertas y
ella no esta, no esta , ¡ DESAPARECIO!.
Pasan los segundos, las horas….y no esta….., los días, las semanas….y no esta…, las garras de los
chacales lucen su rojosangre….., pasan los meses y….., la veo en toda cabellera trigueña que
camina en cada calle y que yo sigo para tener la absoluta certeza que no es ella…..mis lagrimas
inundan aquel invierno de mi vida y en cada gota se vislumbra su imagen imborrable por los
siglos de los siglos.
Hoy, a 26 años de aquel instante mortal, ningún verano, ningún otoño, primavera y estivo me
ha querido contar donde sembraron la semilla de aquella princesa encantada que no alcanzo a
fecundar esta tierra con su inmenso amor a la humanidad que profesaba. Su imagen dorada
me visita en cada sueño profundo protegiéndome de todo odio infame, a pesar de los pesares.
En cada letra que enseño o escribo regalo una miguita de aquel amor que por lo intenso y
maravilloso que fue, pareciera inagotable.
A LA HORA ADECUADA, EL MENSAJE CORRECTO
Fernando Andres Ulloa Valenzuela
Temuco
Primer premio
Tres días antes de su muerte, fui a verlo, en aquel momento yo no sabia lo que sucedería, pero
había flotando en el ambiente un tono de despedida. Mi mama ofreció afeitarlo, no podía ser
que el, un hombre siempre bien presentado, estuviese asi de barbudo (por mas que
permaneciera en cama). Esa tarde calurosa de enero, el tata me traslado desde Padre de las
Casas, donde el vivía y desde Temuco donde yo naci, a Traiguen, el pueblo que lo vio crecer.
Para ese entonces yo no podía imaginar aquel lugar, de una manera distinta que el lejano
Oeste de películas, que no veo hace casi los diez años que han transcurrido desde el episodio.
Hoy, después de habaer estado recorriendo aquellas calles polvorientas y los rieles de un tren
que ya no pasa, logro imaginar de otro modo la situación del Tata Alejo. Como el nieto llega a
tener una relacion de menor reproche que el hijo con el padre, me atrevi a meter el dedo en la
herida y saltándome todos los años que nos separaban (aunque a mi juicio nos unian), le dije:
¿Tata, es verdad que su papa murió peleando con unos cuatreros?, ¿ De donde sacaste eso? …..
( me dijo ), mi mama….asi que ella te dijo, yo no quería hablar, es un poco triste pero
cuénteme Tata ¿ No ve que yo quiero saber?, ya bueno, pero no le digas a nadie mas ¿ Que
mas escuchastes?. Que usted busco a los asesinos y nunca los encontró, yo quiero vengarlo
nada mas…..tranquilo, siéntate aquí a mi lado, yo te voy a contar: Yo naci en Traiguen hace
ochenta años, un pueblo que queda al norte de Temuco alli cerca, había un poblado de
italanos de nombre Capitan Pastene, en honor a un marino, mas aca uno de mapuches que se
llama Lumaco y varios mas con gente que venia de Concepcion. Alli, en la zona de frontera por
muchos años habían peleado los mapuches con los españoles y después con los chilenos. Al
final, tanto tiempo que vivieron juntos, terminaron conversando y viviendo como amigos,
algunos se casaron con mapuches; otros con blancos. Se formaron los pueblos después que el
mismo ejercito que gano en Peru llego a la Frontera a fundarlos.
En Traiguen, por alla por 1900 habia muchos animales y los poderoso tenían grandes terrenos,
esos campos se llamaban fundos y allí trabajaba la gente humilde para un patrón que era el
dueño. La gente vivia allí dentro, tenia sus amigos, sus animalitos y cortaba madera, en ese
tiempo todo era cerros y bosques, en el campo mi papa cuidaba los animales y mi mama nos
criaba a mi y a mis hermanos . Yo, como era el mas grande, tenia y tuve que defenderlos a
todos de allí en adelante una noche lluviosa del mes de mayo, cuando el sol se había puesto y
toda la gente dormía llegaron cuatro bandoleros , todos armados con revolveres y encontraron
a mi padre que era el capataz del lugar…..¡ah! casi lo olvidaba, el capataz es el que manda a la
gente y se preocupa de que todo funcione bien. Mi papa era jinete como ninguno, un hombre
de barba, alto y grueso como un roble, de voz ronca y ojos claros, andaba con su poncho, de
esos de lana que no dejan pasar ni una gota, con su sombrero, una libreta y su carabina.
La noche anterior habían robado en el Fundo Los Raulies treinta caballos y el jefe de los
gendarmes había corrido la voz, de que tuvieran vivo el ojo porque una gavilla de maleantes
andaba arrasando con todo. Mi papa como era el capataz, esa noche hizo guardia, porque el
Fundo Los Raulies quedaba cerquita del Santa Clara que era el suyo. Unas 3 leguas no mas los
separaban y el indio Francisco, uno que decían lo sabia todo, le había dicho que esa noche
estaba muy negra y que el chucao le había cantado al lado izquierdo en el bosque: era un mal
presagio. Conocido era “El Valenzuela” (mi papa) por ser buen tirador, asi que no se las iban a
llevar peladas los bandidos , esa noche, el viento parece que se iba a llevar la casa y el fuego
daba cuetazos como de rabia, afuera, de pronto empezaron a ladrar los perros. Yo me
desperté y quise salir a ver que pasaba, pero mi mama Rosa no me dejo y enojado tuve que ir a
acostarme mi padre me había dicho en la tarde que el jefe de la casa era yo, pero con una
mama enojada, mucho no se puede hacer. Todavia recuerdo el olor del tilo que salía de un
tarrito que dejaba mi papa sobre la cocina, cuando de pronto golpearon la puerta bien fuerte,
era la vecina Maria que se puso a llorar y le dijo a mi mama: “Mataron a don Goyo, Rosita”. Yo
me quede callado como tres días de rabia y miedo, estaba seguro que si mi mama me hubiese
dejado salir, las cosas hubiesen cambiado.
Toda la gente del campo fue al funeral y mi mama, que estaba esperando a mi hermana chica
empezó con dolores de parto, ahí en pleno campo nació la Gregoria, en honor a su padre
muerto, a quien nunca vio. La mama le decía que me mirara a mi, porque yo era el mas
parecido y había sacado sus ojos claros, yo era de apenas doce años pero tenia mas fuerza que
ahora y me fui donde mi amigo el indio Francisco a saber que había pasado, allí me dijo todo:
te mataron a tu taita, huinca Alejandro, ¿ pensai vengarlo?, yo le dije que si, que por eso
estaba preguntando quien había sido en el pueblo se comenta que fue la banda del “Tuerto
Pablo”. ¿Y cuantos fueron? …¿Por qué lo mataron?. le dije yo porque tu taita era el mejor
jinete y porque no entrego los caballos ¿ como murió mi papa indio Francisco? ….¡Dimelo!.
Murio combatiendo como un valiente no mas pos huinca, no se rindió nunca, y cayo con el
quinto disparo, hirió a tres de los cuatro, pero todos arrancaron tu sabi que yo no miento yo se
que como jueron varios, le ganaron, pero el Goyo Valenzuela hombre a hombre los hubiese
muerto. Indio Francisco tienes que ayudarme a encontrarlos…..lo siento pichi Valenzuela pero
esas son peleas que no me corresponden, adema que el tuerto me conoce y va a venir por mi
no digas leseras, miedoso le dije yo. Le vamos a pagar con la misma moneda a ese
mamarracho. Ahí fue cuando el indio Francisco me dio un sabio consejo; “Nunca pelees con el
piuque enojado huinca Alejandro, el que ataca como loco queda ciego y contra el tuerto Pablo,
tu ventaja son los ojos de tu padre , el no hubiese querido que murierai asi por las puras, tu teni
que hacerte fuerte cauro, tu teni que ser mas inteligente”……. El indio Francisco se fue y no
volvimos a hablar, decían que después andaba como moscardón revoloteando, una vez lo vi en
la tumba de mi papa en el Alto y el viento me decía, “Tienes que hacerte fuete, tu tienes que
ser mas inteligente”. Ahí me empeñe en ser el mejor jinete como mi padre y en ser el hombre
mas letrado “No solo con armas se gana las batallas”, me dijo un profesor de la escuela por las
mañanas leia y por las tardes cabalgaba lentamente ese odio que sentía por el tuerto se fue
transformando en otra cosa.
Escuchaba rumores de sus nuevos ataques, hasta que un dia, habiéndonos ido con mi madre y
mis hermanos del fundo al pueblo, escuche en un almacen de la esquina conversar a dos viejos:
Este es el hijo de Gregorio Valenzuela, el capataz del Santa Clara. Ese soy yo, ¿ Que hay con
eso?....les dije resulta que yo era re amigo de su padre, joven, y el me dejo algo para usted.
Usted dira Don…Jose Miguel, para servirle ¿ Como se conocieron?, una vez que el frio nos pillo
cruzando el Malleco, su pade me presto un poncho y ahí nos hicimos amigos. Iba junto con el
indio Francisco. ¿Lo ubica usted?. yo vivía en el Fundo Los Raulies, buen tirador era, claro que
con el caballo no era tan bueno como su padre…..Acompañame a mi casa a tomar alguna cosita
y le cuento, Bueno encantado Don Jose Miguel, dije yo la cosa es que tomamos un aguardiente
en la casa del señor y despues de un rato, saco de una cjon que tenia con llave, un paquetito
bien envuelto soplo el polvo, parecía que nadie lo había visto en años y allí me lo dejo encima
de la mesa. Abralo pues me dijo riendo y yo tiritando lo tome en mis manos cuando lo abri
encontré un reloj, unas espuelas y un papel el mensaje, muy bien escrito decía; “Alejandro,
solo cuando un hombre apende a cabalgar en papeles y a manejar las riendas del tiempo,
puede volar con las espuelas, esto es tuyo, siempre te ha pertenecido, pero solo le sacaras
provecho cuando puedas leerlo: Gregorio”. ¡Eran las hojas que faltaban en la libreta! , el Tata
se seco una lagrima que corria por su mejilla……yo estaba asombrado, era la pimera vez que lo
veía llorar (y la ultima) por fin entendí el significado de sus negativas de regalarme el sable:
prefería legarme su saber libresco que un fierro añejo para batallas inútiles. “Los verdaderos
caballeros, se hacen temer por sus palabras”, decía el Tata, partió al encuentro de su padre no
sin antes haberme dejado un sabio consejo: “Vemos, lo que queremos y somos capaces de ver,
la lectura cura la ceguera”. Los ojos claros (para ver) de Don Gregorio y El Tata quizás ls
tengan mis hijos por ahora yo leo feliz.
MILLAÑANCO
Jorge Humberto Sanhueza Romero
Licanray
Primer premio
Feliciano Millañanco vive en licanray, tiene ancestro mapuche, de quienes heredo su espíritu
indómito e inquieto, además de su apellido. Es inteligente y perspicaz ….hasta picaro,
podríamos decir, la modernidad lo encontró entre los hualles de su patio y las hortalizas que su
mujer, Fresia cultiva en la huerta de su casa. Le gusta vivir en Lican Ray en realidad nunca ha
vivido en otra parte y tal vez por eso no se entusiasma demasiado con la invasión de turistas
que cada año repletan su pueblo. Pero eso es en verano y lo que el disfruta es la primavera:
Las gallinitas comienzan a poner, nacen los corderitos que se comerán en Navidad y Año Nuevo
y que les venderá a los turistas en el verano y puede dedicarse a reparar los estragos que han
causado en su casa los temporales del largo invierno.
A pesar de su edad pasa largamente los diez lustros y de no estar muy al corriente de los
cambios sociales, no se lo puede considerar un machista: el siempre ha ayudado a Fresia con
los quehaceres del hogar…….siempre que ella ha estado enferma o tan enojada que se ha
negado incluso a cocinar para el. Durante uno de estos “enojos” que pueden durar varios días
en un soleado dia de septiembre, Millañanco se encontraba barriendo la vereda de su casa,
cuando vio pasar un señor ya entrado en canas, con un vistoso chaleco de esos que se compran
en las ferias artesanales, con motivos altiplánicos, en que se destacaban varias llamas. Basto
que Millañanco lo mirara, para poner cara de picaro, soltara la escoba y exclamara a viva voz:
¡Señor, señor! se le va a quemar el chaleco el vecino puso una cara de espanto terrible y,
mirándose por todos lados, exclamo:
Señor,¿Por qué me dice que me estoy quemando?, pero vecino ¿No ve la cantidad de llamas
que tiene el chaleco?, el hombre comprendió la broma y se largo a reir, ¡Chitas que me hizo
pasar susto pu iñor!, y continuo su camino muy contento del chascarro recién vivido, diciendo
para si, “No hay nada que hacer con estos mapuchitos”. Se rio Millañanco de buena gana
pero, al voltear para buscar su escoba, vio la cara reprensora de Fresia que, sin que el se diera
cuenta, se había acercado a la calle, siendo testigo del episodio. Pobre Millañanco, deberá
pasar otra semana “ayudando” en las tareas domesticas. Esa misma tarde, Millañanco fue
invitado a uan reunión de convivencia a la Cruz Roja de Lican Ray, como es de suponer, debió
planchar su propia camisa y lustrar el mismo sus zapatos “de salida”, ya que Fresia no apareció
por ninguna parte. Al llegar, puntual como siempre se sento junto a otros invitados esperando
el inicio de la reunión la Presidenta de la Cruz Roja da la bienvenida a los concurrentes y les dice
que para conocerse mejor, es necesario que cada uno diga su nombre y la actividad que
desempeña, se inicio entonces, la presentación de cada uno de los asistentes estaba el jefe del
reten de carabineros, el superintendente del cuerpo de bomberos, el director de la escuela
fiscal Millañanco sabe que ahora es Municipal, pero siempre se le olvida e, incluso, el alcalde
aunque millañanco no lo conocía en persona, le pareció un caballero muy simpatico. Cuando le
toco el turno a Millañanco, este paro muy tieso y dijo con su voz potente “Me llamo Feliciaño
Millañanco, y soy representante de Ferrocarriles del Estado en Lican Ray, mi actividad es de
vagoneta en el dia y de durmiente en la noche” y volvió a sentarse muy prisco. El resto de los
concurrentes lanzo una alegre carcajada después de la cual se acabo la tirantez y todo fue
chacota al final, fue una alegre y entretenida reunión. “Menos mal” pensó el, “que Fresia
estaba enojada conmigo y no me acompaño si no me habría tocado cocinar hasta la pascua.
Comio tanto Millañanco en la reunión que, a la salida, decidió ir a visitar a un compadre que
vive a cinco kilómetros del pueblo, camino a Pucura; total, pensó, su compadre lo iria a dejar a
su casa en el utilitaro en que repartía la leña que vendia en el pueblo. Fue caminando, para
bajar la comida, pero al llegar solo lo recibieron los perros , no había nadie en casa y ya había
oscurecido decidió igualmaente no caminar de vuelta y al salir al camino que conduce a Lican
Ray, se subió a una micro local. Una vez arriba, registro en sus bolsillos para buscar la moneda
que estaba seguro, había guardado mientras el conductor esperaba el pago sin ponerse en
marcha busco y busco el pobre Millañanco, pero la moneda no apareció; entonces recordó que
al cambiarse de pantalones puso la moneda sobre la mesa y no volvió a guardarla……el apuro
por no volver a enfrentar la mirada censora de Fresia fue su perdición. Le explico al chofer lo
sucedido, prometiendo pagarle con posterioridad se preocuparía de ubicarlo al dia siguiente y
pagarle…… el es un hombre de palabra de no muy buena gana el chofer acepto pero al ir
Millañanco a sentarse , la micro partió sorpresivamente y Millañanco cayo estrepitosamente en
el asiento. Fue tan sorpresivo que a Millañanco le salió del alma un sonoro ¡Mierda!, una
muchacha que estaba sentada a la derecha del asiento , lo miro con cara de reprobación,
entonces Millañanco le dijo “Perdone, señorita, pero el oto dia le escuche esa misma palabra a
un diputado en la tele….asi que tanfea no puede ser. La niña se rio de los dichos de
Millañanco, lo miro con cierta simpatía y siguió mirando hacia afuea, como si nada hubiera
ocurrido.
Llego a su casa ya tarde y su fiel Fresia , mas que enojada estaba preocupada le conto
Millañanco su periplo y ella, conmovida, le paso las pantuflas y le sirvió mate luego, se fueron a
dormir, ya que el debía ir a Villarrica por la mañana. Millañanco viaja a Villarrica
continuamente, es allí donde debe pagar sus cuentas, cobrar su pension el INP y comprar las
“faltas” del mes, aprovechando para vitrinear y visitar algunos lugares de su interés. Esta
ocasión fue a una galería artesanal donde había de todo. Fue admirando cada local con
minucioso interés, en busca de algún “engañito” que poder llevar a sus nietos en su ya próximo
viaje a Santiago. En su búsqueda llego a uno de estos puestos en que había animales
articulados, y en su entusiasmo por tocarlos todos, con la manga paso a llevar una culebra, la
que se enrosco y levanto la cabeza con el hocico abierto. Millañanco, alharaco como siempre,
lanzo un grito “¡Me mordió una culebra, me mordió una culebra! ….¡Llamen una ambulancia!....
¡Voy a morir envenedado! para que decir el barullo que armo; la dueña del negocio y otros
espectadores lo calmaron, diciéndole que a solo un juguete de madera y no debía tener temor.
Al rato se tranquilizo,diciendo: “No vuelvo mas aquí, parece que anduvieron animitas que lo
quieren perder a uno que no es chileno”. Despues de esta accidentada visita a la galería,
Millañanco solo quería llegar a su casa. por lo que se fue al terminal, compro su pasaje y se
subió a un mini-bus. Se sento en el primer asiento a esperar su salida, aprovechando de
pensar cuando podría ir a Temuco, ya que tenia u problema con su cuenta del agua, que solo
podía solucionar, según le dijeron en la oficina central de la empresa. Mientras el vehiculo se
lleno de pasajeros entre los cuales iba uan señora que se instalo de pie al lado de Millañanco,
estaba por salir el mini-bus cuando Millañanco escucho un ruido raro que salía del bolso de la
señora ella metió la mano en el bolso y saco un aparatito que emitia unos ruidos desconocidos.
La señora levanto la mano y empezó a decirle al aparatito ¡Alo! ¡Alo!, cada vez mas fuerte
entonces millañanco empezó a remedar a la señora, dicendo con voz fuerte: “Alo, alo, alo con
palito, cornalones quielo comel! ¡Alo!. La señora, con cara de pocos amigos guardo
rápidamente el aparatito que no era otra cosa que un celular. Los pasajeros, que
comprendieron la broma de Millañanco, se pusieron a reir y tras la risotada nadie dijo nada,
nadie dijo nada, asi el vehiculo inicio raudo su recorrido a Lican Ray. En los días que siguieron
Millañanco debió viajar a Temuco a arreglar su problema con la empresa de agua potable,
estaba nervioso ya que las situaciones de la vida moderna siempre lo complicaban, y aquel dia
iba a estrenar su tarjeta RED-BANC. En Villarrica ya le habían enseñado a usarla, pero no
podía convencerse de que en Temuco también le serviría….. y esta vez no habría nadie que lo
ayudara, ya que Fresia no había podido acompañarlo, pues se había quedado trabajando en la
huerta, aprovechando que ya habían pasado las lluvias del invierno.
Una vez que ingreso a la salita donde se encontraba el cajero automatico se percato de una
mujer joven, elegantemente vestida “debe trabajar en una tienda” pensó Millañanco; ella le
gano “el quien vive” y se ubico frente a la maquina. Millañanco tomo lugar tímidamente frente
a la puerta, esperando su turno, sucedió que la dama en cuestión no tenia su tarjeta en la
mano y comenzó a buscarla en su voluminosa cartera; busco en todo el interior, registro
monedero, billetera , otro monedero mas grande del que vio Millañanco asomar algo asi como
un “rouge”, etc., pero la discola tarjeta no aparecia. Millañanco, armándose de valor, le dijo
“Señorita, podría buscar la tarjeta en otro lado y dejar que el resto de las personas usemos la
maquina”. La mujer pareció comprender y se fue a otro lugar a continuar la búsqueda;
mientras, Millañanco pensaba ¿Por qué sera que las mujeres de la ciudad nunca encuentran
nada en esas carteras llenas de cosas?, su querida Fresia, en cambio nunca extravia nada ya que
siempre lleva su carne junto a su monedero, bien envueltitos en una bolsita, para que no se le
pierdan. Finalmente pudo Millañanco hacer su tramite, pues conto con la invaluable ayuda de
un funcionario del banco. Luego de salir del cajero automatico, se dirigió Millañanco a las
oficinas de la empresa de agua potable para pagar su cuenta. Desde el dia anterior andaba en
esos tramites había tenido que alojar en casa de su hija ya que no pudo completar su tramite
en el dia, porque no había llegado la cuenta a su casa y le habían dado algo que llamaron
“Boleta de reemplazo”, se puso Millañanco en la fila ante la caja y cuando le llego su turno, le
entrego al cajero el dinero y la famosa boleta ante su sorpresa, el cajero le dijo que no podía
pagar con esa boleta porque tenia fecha del dia anterior y que debía solicitar una nueva, con la
fecha correspondiente. Fue Millañanco a la esquina de la oficina, tal como le indicaron, y un
funcionario especialmente dedicado a estos menesteres, le entrego la nueva boleta “¡que
perdida de tiempo”, pensó Millañanco, “y a este jutre le pagan solo por entregar boletas con
la fecha del dia!....¡Ya me quisiera y una pega asi!.
Como habitualmente le sucedia, se dio cuenta de que había pensado en voz alta, y un señor
que escucho tales pensamientos le dijo: “Amigo, esto es lo que llaman Burrocracia”, y se largo a
reir. Millañanco quedo unos instantes perplejo, pero luego pensó que tenia razón el caballero,
aquello solo era una burrada nunca le había costado tanto pagar una cuenta…… tal vez seria
mejor no pagar nada mas y esperar que le fueran a cobrar a la casa, como le había pasado a su
vecino Eulogio: a el no le pidieron “boleta de reemplazo” cuando le pago al funcionario quele
fue a cortar el agua. Despues de pagar sus cuentas, ya cansado, Millañanco encamino sus
pasos a la Plaza de Armas ; atravesó la calle y al enfilar por uno de los senderos interiores,
bordeado por hermosos y centenarios tuliperos, se sento a contemplar, embelesado, un
hermoso monumento formado por diferentes figuras humanas que lo dejaron absorto.
Su primera mirada fue para el guerrero mapuche, el que con su lanza en ristre, esta listo para
enfrentar al invasor que ha venido a conquistar sus tierras; en lo alto del monumento, la figura
mas hermosa: una mujer mapuche tocando el kultrung ¿llamando a sus hermanos o
queriendo hacer llegar al pueblo de Temuco una canción de amor y paz?. A espaldas del
guerrero, un labrador , que para Millañanco representa al campesino que trabaja la madre
tierra lanzando a ella la simiente que mas tarde brotara radiante en aquellos campos
generosos. En otro frente, un soldado, y a Millañanco se le llena el corazón de orgullo: seguro
que ese soldado defendió su Patria en cien batallas, formando parte de ese aguerrido ejercito,
siempre vencedor , jamás vencido (Millañanco hizo su servicio militar y se siente orgulloso de
su pasado de armas). Por ultimo, un soldado español, con las indumentarias usadas durante
las jornadas de la Conquista. Con su mano izquierda sostiene un largo baculo que termina en
una cruz. Algo se remueve en el interior de nuestro Millañanco. El es muy creyente; nunca
ha olvidado el catecismo que le enseñaron las monjitas de la Mision, pero viendo la cruz en las
manos de un conquistador español, su ancestro mapuche le habla a través del tiempo y se
emocióna.
Estaba Millañanco tratando de aclarar tantas inquietudes y profundos pensamientos, cuando
paso frente a el una hermosa joven de negros cabellos, peinados en largas trenzas, piel tostada
y unos expresivos ojos que e clavaron como un dardo en su corazón. ¡Siguela!, le gritaron
cuerpo y alma al par y sin pensarlo dos veces, nuestro licanrayense se levanto raudo del asiento
en que estaba y siguió presuroso los pasos de la joven, metros mas alla, ella “se encontró con
un fornido joven que, luego de saludarla, le dirigió a Millañanco una mirada inquisidora. El
amoscado, miro para otro lado y siguió su camino. “Como decía mi mama” pensó “hacerse el
tonto es mejor que andar en auto”. En la cuadra siguiente, abordo un colectivo y se dirigió al
“Portal de Temuco” un centro comercial que Millañanco le gusta mucho, por lo lindas que son
las tiendas, donde siempre lo atienden a uno tan bien.
Su primer lugar de compras fue el Jumbo. Se encontraba recorriendo un pasillo cuando, en
sentido contrario , ve acercarse a una señora gordita, rubia y con anteojos. La señora tenia
un gran parecido a alguien que Millañanco había visto en la televisión y, poco a poco , se
acercaba a el. Cuando estaba ya muy cerca, Millañanco levanto los brazos con mucho
aparato, con claras intenciones de abrazarla, exclamando muy fuerte: “¡Señora Michel
Bachele!, ¿Qué hace Ud, en Temuco?, ¡Que honor para los temuquenses!”. La señora se puso
a reir y con mucha gracia le dijo: “Gracias, señor, por confundirme con ella, no es Ud. la
primera persona que lo hace. Gracias lo encuentro muy divertido”. Millañanco continuo feliz y
alegre su recorrido, pensando que de haber sido realmente la Presidencia, habría aprovechado
de pedirle trabajo para uno de sus hijos. Despues de meter varias cosas en su carro llego a
una caja donde lo atendieron muy atentamente. El iba a pagar con la tarjeta que su hija había
obtenido para el le sumaron las especies compradas pero estas daban un valor mayor al crédito
que tenia en ese momento. Millañanco no se milano y le dijo a la cajera que, por favor, se
comunicara con la señorita Claudia, muy amiga de su hija y a quien debía recurrir en caso de
cualquier problema. Mientras se hacia este tramite, llego a la caja otra compradora, dueña de
una melena de un rubio platinado que casi le produce un infarto a Millañanco, ya que su
debilidad son las rubias, aunque Fresia nunca lo ha sabido, fue asi que en esa caja se produjo
una alegre reunión: Millañanco, la cajera (muy buena moza también) y la nueva compradora se
inicio entre los tres una alegre conversación, en la cual salieron a relucir las cualidades artísticas
de cada uno, Millañanco dijo que era cantautor (si bien adora cantar, tiene una voz de tarro
con piedras….terrible). Agrego que su ultima creación era un arreglo de la canción “Gracias a
la vida”, de Violeta Parra, la rubia platinada le pidió con una dulce voz que casi lo derrite, que
cantara su composición. ¡ Que le habían dicho a Millañanco; apoyándose en el meson de la
caja y estirando el cuello lo que mas pudo, se puso a cantar como sigue:
Gracias a la vida
por haberme dado tanto,
me ha dado por esposa
una mujer maravillosa.
Gracias a la vida
por haberme dado tanto,
me ha dado cuatro hijos
que son un encanto
Gracias a la vida
Por haberme dado tanto,
me ha dado doce nietos que me alegran tanto.
Al finalizar hizo una reverencia aparatosa como siempre, abriendo tanto los ojos que por poco
se le salen de las orbitas, Un gran numero de compradores que se encontraban ene se lugar, se
acercaron a el, seguramente para conocer de cerca al loco que estaba cantando, aplaudiéndolo
y felicitandolo por su creación. No falto uno que, siguiendo la broma, le pregunto si estaría
dispuesto a ser contratado para el Festival de Viña. Millañanco, muy socarronamente, le
contesto que no era posible porque ya tenia compromisos en el extranjero. Risotada general
para en seguida, retirarse a sus lugares de compra, a todo esto, ya había llegado la autorización
del sobegiro y , finiquitando la compra, Millañanco se retiro del lugar muy feliz.
***************
Tiene Millañanco cuatro hijos y once nietos que se encuentran repartidos por el país, y uno de
sus mayores placeres es visitarlos por eso espera con ansias la llegada de septiembre ya que,
pasaditas las Fiestas Patrias, mata un par de gallinas que Fresia cuece y embala, mete en bolsas
plásticas unos kilos de harina tostada y si no ha llovido mucho, recolecta todos los digueñes de
sus hualles, mete todo en un par de bolsos, y parte a verlos.
Millañanco, pues fue a Santiago para ver a sus hijos y visitar antiguos amigos, apenas bajo del
bus en la capital, comenzaron su problemas: pregunto a un joven que aseaba el rodoviario
como podía llegar a la casa de su hija, que era tan linda y con ojitos claros como el pobre joven
no podía hacerle entender a Millañanco que no conocía a tal persona, le dijo que una buena
manera de llegar, era tomar el Metro, a lo que Millañanco replico “¿Qué metro voy a tomar, si
no ando trayendo ninguno? el que tengo lo deje en mi taller de reparaciones, en Lican Ray”.
Un fulano que escuchaba la conversación, se tento de risa y exclamo ¡”Vaya con el sureño bien
huaso!”, otro señor se compadeció de Millañanco y le explico que el Metro era un servicio de
transporte subterráneo, como los trenes de ferrocarril, pero mas chicos y bajo la superficie de
las calles, y que podía llevarlo a su lugar de destino. Previamente , eso si, debería ir a la
estación correspondiente comprar su pasaje y subir a uno de los carros. Despues de todas
aquellas explicaciones, Millañanco se fue a la estación inmediata, para iniciar el recorrido hacia
su destino. Durante el viaje subterráneo, que lo tenia bastante asombrado, lo que mas llamo
su atención fue la cantidad de personas usando celulares (el ya había aprendido lo que eran
esos aparatitos) y lo divertía mucho escuchar como hablaban y no “la cortaban” nunca. Dicen
que estos aparatos son un gran adelanto técnico pero Millañanco piensa “¿Por qué tendrá uno
que escuchar conversaciones ajenas?, sin ir mas lejos sucedió que en el mismo carro en que el
viajaba una señora con una potente voz se despedia de alguien con quien ya llevaba varios
minutos conversando; entonces Millañanco ya medio amoscado, le dice con voz fuerte y clara:
“¡Dele saludos mios!”…..Vieran la cara de furia que puso la rubia platinada ante lo cual nuestro
Millañanco se “chupo” inmediatamente y cerro, cual ostra su boca.
Despues de recorrer varias estaciones, se bajo Millañanco en una que decía “La Moneda”; salió
a la superficie y pudo apreciar un hermoso edificio que lucia una enorme bandera nacional
flameando en lo alto. Camino hacia la puerta principal, ante la cual había dos carabineros muy
entallados…..¡daba gusto verlos! se acerco a uno de ellos y le dijo: oiga mi carabinerito, ¿ que
edificio es este que Uds. resguardan tanto? el interpelado, muy atento le contesto: esta es La
Moneda, señor. ¿Y por que le llaman “La Moneda”?, ¿Acaso aquí regalan plata? a lo mejor me
pueden ayudar con el pasaje de vuelta.
Señor, le dijo entonces el carabinero, se llama “La Moneda” porque antes se fabricaban aquí las
monedas que circulaban en el país, ahora es la casa desde donde el Presidente de la Republica
gobierna el país. Millañanco quedo impresionado y volvió a la estación del metro para
continuar su recorrido esta vez con verdadero estupor vio a una pareja de enamorados que se
besaban apasionadamente a vista y paciencia de todos los pasajeros; a nadie parecía importarle
un comino, Millañanco pensó para si: “Alla en mi tierra, a las mujeres las enamoramos a la
sombra de un hualle o a la orillita de un estero, en una noche de luna en que hasta los grillos
parecen entonar una canción de amor…..¡Eso si que es lindo!....y no como estos guainas que
no les importa que todos los vean”.
En la estación siguiente, subió un futre con pantalones cortos (después de todo hacia mucho
calor, pensó nuestro héroe); lo que mas llamo su atención, sin embargo, fue que las piernas del
susodicho eran las mas peludas que Millañanco hubiera visto en ser humano alguno y, para
completar,lucia una barba que colgaba solo desde la barbilla, terminaba en punta ¡y de color
zanahoria!....si ms amigos, la tenia teñida de ese color …Millañanco debió hacer reales
esfuerzos para no reírse en su cara. Despues de esto, Millañanco se durmió en su asiento,
mientras pasaban y pasaban las estaciones de este increíble tren que viaja por las tripas de la
ciudad. De pronto, despierta sobresaltado y en medio de terribles sacudones, gritando:
¡Terremoto! ¡Terremoto!, pero rápidamente cae en cuenta de que había un señor que lo tenia
tomado por un hombro, quien lo hacia callar, mientras trataba de explicarle que habían llegado
a la estación, Escuela Militar, que era la ultima y debía bajarse.
Una vez que se hubo calmado, Millañanco agradeció al señor su atención, bajo del carro, y
subió a la superficie, una vez arriba, y mentras registraba su bolsillos en busca del papel en que
su hija le había anotado el numero de la micro que debía tomar para llegar a su destino, vio un
hermoso y señorial edificio, que también lucia el Pabellon Patrio al viento “Chitas que son
patritotas estos santiaguinos”, pensó Millañanco. “En mi pueblo el puro Reten de Carabineros
tiene siempre la bandera izada”, sin darse cuenta, había dicho en voz alta todo lo que estaba
pensando, y una señora que lo escucho, le dijo que ese edificio era la Escuela Militar, la misma
que daba el nombre a la estación del metro. “Ah”, se dijo Millañanco, “aquí es de donde salen
los miliquitos, los mismos que siempre han defendido a la Patria ¡Bonita la Escuela Militar!.
Despues de tanto pensamiento patriótico, Millañanco se despidió de la señora y continuo
buscando el famoso papelito con el numero de la micro; finalmente lo encontró y, luego de
esperar unos minutos, abordo el vehiculo que lo llevaría a encontrarse con su querida hija se
subió Millañanco, bolsos varios en ristre, pago su pasaje y se sento en un asiento que le
pareció demasiado incomodo, por lo que decidió cambiarse a otro; desgraciadamente, en el
momento de pararse, la micro reanudo la marcha, y la velocidad de vehiculo hizo a Millañanco
caer sentado en la mitad del pasillo. Un pasajero, muy atento, le ayudo a levantarse y lo
acomodo en un asiento próximo. “Chitas!, este caballo si que es chucaro”, exclamo
Millañanco, causando la risa de los demás pasajeros. Despues de varios minutos a bordo de
la micro, finalmente llega Millañanco a su destino, reuniéndose con hijos y nietos. Cuando
estuvieron sentados a una mesa llena de manjares y al calor de un buen vino tinto, no falto el
acostumbrado brindis con que el siempre regalaba las ocasiones especiales, con emocionada
voz, expreso: Amigos mios, el vino cuando se bebe con inspiración sincera solo se puede
comparar al beso de una doncella por eso y por la felicidad de estar juntos, levanto mi copa,
bendecidos por el sol de este esplendoroso dia, para beber el vino sagrado, que hermana
nuestros corazones, ¡SALUD!.
Fue un fiesta alegre y bien regada, por la llegada de Millañanco a Santiago, después de esta
reunión familiar, Millañanco se fue a reunir con sus amigos de antaño, con quienes recordaron
antiguas aventuras y compartió mas de aquel vino generoso que tanto le gustaba.
Despues de unos días, Millañanco regreso a sus tierras licanrayenses, con el corazón rebosante
de alegría y hermosos recuerdos.
EL SILENCIO
Margarita Stuardo Parra
Angol
Primer premio
Es un dia caluroso de enero, el vehiculo, un Toyota color azul, sale de la carretera y se desvia
por un camino de ripio hacia el oeste. El conductor, una mujer de aproximadamente unos 40
años, va ensimismada en sus pensamientos; pareciera ser que una gran preocupación
mantiene ocupada su mente, o tal vez no esta segura si el camino que ha tomado es el
correcto. Avanza unos metros y se detiene, su vista gira en 180 grados y una tenue sonrisa se
dibuja en sus labios. Si, va en la dirección correcta como no recordarlo si su mirada infantil
recorrió tantas veces estos paisajes pero eran tiempos distintos, tiempos en que ella era feliz,
cuando el solo oir mencionar la palabra “vacaciones al campo” su corazón se colmaba de una
infinita alegría, y antes de emprender el viaje ella ya escuchaba el ladrar de los perros, el
mugido de las vacas al clarear el alba y el balido de las ovejas cuando en las tardes, sin que
nadie la guiara, tomaban camino hacia el corral, luego al llegar a la casa ya no paraba de correr,
saltar, sacar fruta y corretear, a escondida los terneros que pastaban apaciblemente en la
vega.
Despues, en su adolescencia, el gusto por vacacionar en el campo seguía igual, aunque sus
amigas se fueran por días a la playa o al lago ella acompañaba a sus padres a visitar a sus
abuelos a veces piensa que el “camino de las velas” como le dijo un dia un amigo estaba
marcado. Mas el tiempo ha pasado, su feliz infancia y su juventud se fueron quedando atrás y
se fueron forjando otras vivencias; sus estudios , su carrera, su matrimonio y sus hijos y
ahora…… aun no sabe por que motivo esta en este lugar, solo sabe que en un momento dado
se encontró arrendando un auto y emprendiendo rumbo al sur, quería ver por ultima vez en su
vida ese pedazo de tierra, el campo de sus abuelos, que fue para ella un remanso de paz en sus
días de niñez y adolescencia. Cuando ya se siente en la dirección correcta pisa el acelerador y
el auto comienza a devorar kilómetros, dejando atrás una nube de polvo. Al cabo de 45
minutos recorriendo sin ningún contratiempo, un camino polvoriento vislumbra a lo lejos las
viejas casas del fundo “El Peñon”, frente a ellas la escuela, mas alla el puente, la Posta y el
paradero de la micro, la que iba tres veces a la semana desde la ciudad mas cercana. Llega al
paradero y sigilosamente dobla hacia la izquierda internándose en un camino de tierra al que
bordean verdes y grandes eucaliptos; un camino que serpentea cada cierto tiempo y que
converge en el objetivo de su viaje: la vieja casa de sus abuelos.
Micro, la que iba tres veces a la semana desde la ciudad mas cercana, llega al paradero y
sigilosamente dobla hacia izquierda internándose en un camino de tierra al que bordean
verdes y grandes eucaliptos; un camino que serpentea cada cierto tiempo y que converge en el
objetivo de su viaje: la vieja casa de sus abuelos.
Al llegar al ultimo recodo del camino detiene sorpresivamente el auto y se queda unos instante
pensando, como queriendo decidir los pasos a seguir, luego acelera y en pocos segundos se
encuentra con la visión que por mas de 20 años lleno sus sueños. Aspira suavemente el olor a
tierra y a eucaliptos como queriendo revivir sus días de infancia, continua avanzando y al llegar
a la casa se percata que el porton esta cerrado, desciende del auto,lo abre e ingresa
lentamente al patio el que da la idea de estar deshabitado; baja del auto y recorre el lugar con
sus ojos como queriendo volcar ahí toda su vida y rescatar de ella las remembranzas de sus días
de juventud.
Deja su cartera sobre el banquillo y cierra los ojos, esos dulces ojos verdes que avivan su cara
morena, bronceada por el sol de tantos días de playa. Aspira el aire y una sombra de nostalgia
traspone su rostro, mira a su alrededor y ya nada es lo mismo: la casa tiene un color distinto, ya
no es ese color verde, con sus ventanales blancos que la caracterizaba, ese color que era lo
primero en divisar cuando asomaba en el recodo del camino, El viejo alamo, que parecía dar la
bienvenida a todo aquel que llegara, tampoco esta se marcho quizás a las profundidades del
brasero cuando ya no oyo la algarabía de los niños en el verano, cuando ya nadie jugo en su
viejo tronco, ni sus ramas sirvieron para dar sombra al eterno viajero que en los días de sol se
atrevía a transitar por el camino polvoriento. Los rayitos de sol, plantitas que colgaban de la
ventana, no están, los maceteros que las albergaban cuelgan dormidos en un estado de
oxidación dolorosa. Las piedras que servían de base a la construcción han sido socavadas por
el tiempo, la lluvia y el olvido y dejan ver enormes grietas que parecieran hacer peligrar la
estabilidad de la casa. El viejo parron duerme su sueño estival, mientras unos pocos racimos
de uva cuelgan de sus ramas esperando que el sol madure sus granos. Laura quiere escuchar,
agudiza el oído y no logra percibir el zumbido de las abejas, que en ajetreo constante la
mantenían en expectación, alerta, cuando lograba cruzar las colmenas e ir a buscar ciruelas o
duraznos, sin que la abuela lograra darse cuenta, hay algo que la mantiene con los pies fijos en
la tierra, y no logra entender que ha pasado por que sus recuerdos distan tanto de parecerse a
esta realidad que ella esta viviendo, pues ella mantiene viva en su mente las vivencias de otros
días, cuando recorría el santuario de la abuela, aquel lugar que vio crecer a su padre y que fue
escenario de sus hermosos e inolvidables días de vacaciones, aquel lugar que para ella era la
base de su alma, la nave de su corazón.
Laura comprende que el tiempo no pasa en vano, que la vida quiera o no siempre cobra los
momentos de ayer y que estas lunas de la frente que hoy surcan su rostro la llevan a recordar
una triste realidad, su realidad. Ladran los perros, y se sobresalta, siempre ha tenido
sentimientos encontrados cuando oye los ladridos: una especie de temor, pero seguridad a la
vez; no logra identificar la sensación que esto le provoca. Los ladridos se
oyen mas cerca, entonces por reflejo se sube al banquillo y espera…..¿pero a quien? se hacen
interminables los minutos que permanece esperando, sin embargo ella quiere vivir
intensamente cada uno de ellos, quiere transformarlos en horas en días, en años; quiere
volverlos al pasado y que la lleven allí al momento preciso en que lo conoció, en que lo vio por
primera vez en el camino, bajo el alamo que para su mal también le dio la bienvenida.
De pronto vuelve a la realidad, desde un garaje, que no formaba parte de la antigua
construcción, aparece un hombre seguido de dos perros; estos al verla pretenden saltar sobre
ella , pero son detenidos por un fuerte - ¡quietos!, ¡calmense!, y los animales al sentir la voz se
tranquilizan de inmediato, pues reconocen la voz del amo.
Pero esa voz no es desconocida, hay algo en ella que hace resurgir el pasado, aunque sabe que
no puede ser, pues el dueño de esa voz se marcho hace mucho tiempo para no retornar
jamás….. Laura recuerda esos momentos terribles, difíciles por decir lo menos: sus padres y
abuelos enrostrándole su vergüenza, su deshonor. Su salud resentida por el embarazo, el
dolor infinito de haberlo perdido en aquel accidente y la incertidumbre de nunca saber que
paso con sus restos, donde quedo sepultado, ya que al saber tan trágica noticia decidió
confiarles a sus padres su secreto y estos decidieron partir muy lejos, al norte y no regresar
nunca mas, pues había que ocultar esa “equivocación”, como siempre la llamo su padre. A
partir de ese momento su vida cambio, vivio entre nubes grises por mucho tiempo, solo el
nacimiento de su hijo la hizo poner sus pies sobre la tierra y desde ahí en adelante dedico su
vida a el, solo regreso al campo cuando murió su abuelo y para el funeral de su abuela ella ya
había emigrado al extranjero y Suecia quedaba muy lejos. Por eso le parece extraño estar
ahora, justamente aquí, escuchando voces del pasado, ¡Buenas Tardes! , ¿busca a alguien en
especial?, ¡No, no era posible!, esa voz era cada vez mas parecida.
Laura pone en acción todos sus sentidos, quiere ver, oler, sentir en la piel la presencia de aquel
hombre…..Entonces ve algo en ese rostro que le eriza la piel que hace que por una decima de
segundos pierda la nocion del tiempo: el lunar, ese hermoso e inconfundible lunar entre los
ojos.
Vuelve a mirarlo y ahí esta el hombre; sus piernas flaquean, sus manos comienzan a sudar y el
tiempo en que el vuelve a hablar se hace eterno. ¿Señora se siente bien? , si ahora esta segura
que es el; aunque sus sienes se han tenido de blanco, su rostro este surcado por tenues
arrugas y cojee un poco al caminar es el. El hombre se acerca; en cada paso que da una cara
comienza a cambiar de expresión: primero interrogante, luego dudoso, para luego pintarse en
ella el desconcierto, exclamando ¡Laura!, ¡Laura!, ¿Eres tu?.
Laura quiere huir, desaparecer, que la trague la tierra, quiere correr y refugiarse en sus
brazos , sin embargo solo atina a decir , si soy yo, y se supone que tu eres Andres, pero ¿Qué
haces aquí?, es una historia muy larga, una historia que no quisiera recordar, entonces Laura
como sacando como sacando fuerzas de flaqueza pregunta: ¿pero tu no habías muerto en
aquel accidente? Eso creyo tdo el mundo contesta Andres, sin embargo logre salvarme, estuve
mucho tiempo hospitalizado, creo que fueron meses y cuando logre recuperarme vine
directamente a hablar con tus abuelos pues quería contarte todo lo que me había pasado, no
obstante el me recibió muy mal y me dijo que ustedes ya no vivian en la ciudad y que ignoraba
tu dirección me pareció extraño sabiendo la relacion tan hermosa que tenían ustedes como
familia, pero no quise insistir y me fui pensando que muy luego volveria a verte, posiblemente
en el verano, en dos meses mas. Pasaron dos, tres, cuatro meses y tu no regresastes, entonces
yo acepte la invitación que me hicieron mis padres y nos fuimos a España. En un principio era
solo un viaje de placer, pero luego ellos decidieron establecerse en Madrid, sin embargo la
nostalgia empezó a minar mi espíritu y decidi volver, pero ya nada era lo mismo; tus abuelos
habían muerto y de ti y de tus padres, nadie sabia nada.
¿Qué paso contigo?, ¿Por qué no pude ubicarte después de salir del hospital? cuando vine de
España la primera vez pase a hablar con tus abuelos y me encontre nuevamente con una
negativa con respecto a tu paradero.
Laura palidece y en una decima de segundo miles de pensamientos asaltan su mente, entonces
comienza a atar cabos sueltos ¡claro! con razón la abuela estaba tan rara la vez que ella vino a
los funerales de abuelo, entonces ella sabia que Andres no estaba muerto ¿pero por que no se
lo dijo? , ¿Por qué guardo silencio cuando ella menciono la tristeza que se siente el perder un
ser querido? , ¿lo sabrían sus padres? No, piensa que no, pues ellos fueron testigos del
profundo dolor que ella vivio cuando le avisaron que Andres había muerto en aquel accidente,
vivieron junto a ella su pena y la querían tanto que no le hubiesen ocultado algo tan
importante. El secreto era solo de sus abuelos de eso esta segura ahora comprende el
mensaje que le envio la abuela antes de morir: quería verla, hablar con ella ¡ y pensar que
nunca sabra por que le ocultaron la verdad!.
Laura vuelve a la realidad y ante la mirada un tanto asombrada de Andres por el largo silencio
que siguió a sus palabras comienza quedamente a hablar.
Cuando sufriste el accidente nos fuimos al norte, al poco tiempo falleció el abuelo y cuando
murió mi abuela yo no estaba en Chile, entonces mi padre vendió el campo y nunca mas
regresamos hasta hoy. Lo que no entiendo es ¿Qué haces tu aquí?. Cuando comprendi que
nunca me quedaría definitivamente en Madrid me vine a hacer cargo del fundo de mi padre,
pero como siempre estuvo bien administrado decidi buscar un lugar donde vivir y por esas
cosas de la vida me encontré con este campo en venta; lo compre y pretendo arreglarlo y vivir
definitivamente aquí.
Andres calla los dos están consciente del difícil momento que están viviendo; el quiere hablar,
tiene miles de preguntas que hacer quiere contarle tantas cosas decirle que nunca perdió las
esperanzas de volverla a ver que compro esta casa, con esa ilusión que nunca se caso, porque
en cada mujer que conoció la veía a ella , sin embargo hay algo en lo que sigue sufriendo.
Laura presiente que si queda un minuto mas en silencio escuchándolo, afloraran todos los
sentimientos reprimidos que ha tenido desde hace tanto tiempo entonces con toda
intencionalidad desvia la conversación hacia cosas triviales.
¿Y tus padres aun están en España?
Si , cada cierto tiempo vienen a Chile, pero siempre terminan por volver a Madrid, alla tienen
sus vidas hechas: familias, amigos………
¿Y los tuyos?
Papa murió hace ocho años, después de eso mama se fue a vivir conmigo a Estocolmo y hace
un mes aproximadamente acaba de fallecer, por eso estoy en Chile cumpliendo su ultimo
deseo: depositar sus cenizas en el nicho familiar.
¡No sabes cuanto lo siento! luego agrega, ¿Piensas regresar a Suecia o te quedas en Chile?.
Laura intuye en esa pregunta una angustia reprimida por lo que responde presurosamente,
debo volver pronto pues alla me esperan mis hijos.
¿Esposo?
No, acabo de divorciarme
¡Perdon!
No te preocupes no tiene importancia.
En un instante la conversación llega a un punto cero, ninguno de los dos sabe que decir, Andres
quiere contarle todo lo que soño decirle el dia que volviera a verla, pero no le nacen las
palabras.
Laura se siente tentada a contarle toda la verdad decirle que de esa relacion nació un hijo
maravilloso y que cada vez que lo mira a los ojos ve su rostro en el decirle que a pesar de
creerlo muerto nunca ha dejado de amarlo y quenunca dejo de encomendar su alma a Dios,
que su matrimonio no funciono porque no pudo amar a esa persona maravillosa que encontró
en su vida sin embargo, no sabe porque razón callo y solo se limito a decir:
Se hace tarde, tengo mucho camino que recorrer debo llegar a Santiago, arreglar mis asuntos,
tengo vuelo pasado mañana.
Andres se quiebra por un instante presiente que ahora si ha perdido a Laura para siempre y
solo atina a abrazarla fuertemente.
Adios Andres
Adios Laura, ¿volveremos a vernos?
Lo dudo Estocolmo esta muy lejos.
Laura da la media vuelta, camina lentamente hacia el auto intentando contener las lagrimas, le
tiemblan las piernas al caminar, vuelve a sentir el mismo dolor lacerante que sintió veinte años
atrás. Por primera vez en su vida siente que esta sola.
Sube al auto y en foma automática enciende el motor, acelera lentamente el vehiculo y
emprende la marcha. Antes de llegar al recodo del camino quiere mirar hacia atrás, detenerse,
volver, bajare, correr y fundirse en los brazos del único hombre que ha amado en su vida, pero
polvo y dolor dos días después una mujer con la mirada perdida en el vacio se abrocha el
cinturón en un avión rumbo a Suecia.
En forma automática, de sus bolso de viaje , saca un libro que por años ha sido su fiel
compañeros en los días de nostalgias. Lo abre y silenciosamente comienza a leer
“Asomaba a sus ojos una lagrima
a mi labio una frase de perdón
hablo el orgullo y se enjugo su llanto,
y la frase en mis labios expiro.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor
yo digo aun:” ¿Por qué calle aquel dia?
y ella dira:¿Por qué no llore yo?
(G.Adolfo Becquer)
Y esta vez no sabe por que extraña razón no llora, como lo hace regularmente cuando lee las
rimas. Quizas sea porque comprende que su cobardia no merece una sola de sus lagrimas.
Alla abajo los picos apenas nevados de a cordillera de los andes parecen decirle tristemente
adiós a una mujer que prefirió callar antes que intentar ser feliz.
ULMEN
Gloria Lepilaf Ñonque
Lautaro
Primer premio
¡Askintungen tami uficha! Eran las ordenes severas que cada dia daba Rosauro Millahual a sus
koñi.
Ellos correteaban descalzos de un lado a otro detrás del cuantioso ganado por la extensa
comarca del padre, casi sin respiro, pues el severo Rosauro no les permitia descanso alguno.
Los sometidos niños, jamás mostraron una negativa ante el implacable retru (baston) que
nunca se separaba de las manos del viejo.
A corta distancia de la laguna, se erguían las rukas de Millahual una para cada esposa donde
Rosauro mateaba tranquilo sin preocupación alguna, sentado frente al fuego que nacia a ras del
suelo, allí era perfectamente atendido por cualquiera de sus mujeres que estuviera de turno
tendido comodamente lucia sus exclusivos sumel que le cubrían todo el empeine dejándole al
descubierto las plantas de los pies. Sus otros hijos, en edad de matrimoniarse, se dedicaban al
cultivo y a pasear en sus caballos en busca de doncellas eran los hijos del ulmén y muy
codiciados por los jóvenes de la comunidad y alrededores.
Todas las tardes, ya casi anocheciendo, Rosauro Millahual, se aseguraba ue no le faltara ningún
retoño, y aunque no sabia contar, se las arreglaba para dar con sus veintitrés hijos poniendo
atención especialmente en sus koñi domo, quienes le aseguraban una buena dote al momento
de ser pedidas en matrimonio.
Ellas dividían sus trabajos en la fabricación de cantaros y confeccion de frazadas y mantas
pasaban largo rato sentadas tras el telar siguiendo estrictamente las instrucciones de las
mujeres de su padre y jamás salian solas a recoger greda para los metawes, ni tampoco en
busca de agua , no tuvieron la misma suerte de sus hermanos varones, el padre jamás les
permitió instruirse en las letras, para que no aprendieran a escribir cartas de amores.
Eran muy hermosas y el precio aumentaba a medida que se hacían expertas en el trabajo con
sus manos.
Rosauro dormía con los ojos abiertos, jamás permitiría que un mozalbete cualquiera osara
robar a sus hijas en una noche de aponkillem. Solo el pudo haberse dado el placer de casarse
en tres maneras distintas.
Inflaba su pecho orgulloso cuando recordaba que por Seferina (su primera esposa), tuvo que
pagar las dotes de dos caballos completamente ensillados fue el precio que convinieron los
padres de ambos novios. Rosauro siempre contaba que ese fue un matrimonio arreglado, y
como el no conocía a su novia y no estaba enamorado, fue severamente duro con ella y la
castigaba por el mas minimo detalle. Seferina se acostumbro a esa forma de vida y le dio mas
de nueve hijos después de todo con el nunca le falto la comida en la mesa. Luego de unos años
, cuando consiguió mas fortuna, y como era aun joven, Rosauro decidió buscar una mujer que
lograra hacerle palpitar el piuke y se enamoro de Lorenza, recuerda que la vio en el anilko,
llenando unos cantaros de agua y quedo deslumbrado, fue amor a primera vista.
Una noche clara, de luna llena, la subió al anca de su caballo y se la llevo raptada a todo
galope.
Seferina, sumisa, tuvo que disimular sus celos y aceptar en casa a la nueva mujer de su esposo
porque el era un tipo viril. Ambas mujeres aprendieron a convivir conel mismo hombre, pero
Seferina tuvo la autoridad de esposa mayor y el deber de enseñarle los trabajos domesticos a la
recién llegada, Lorenza puso todo su empeño en aprender a llevar la casa y agradar en todo al
hombre que amaba.
Pronto le fueron llegando mas hijos a Rosauro y ya sumaban la cifra de quince a dieciséis, críos ,
con algunos que casi se topaban en edad. Entonces tuvo que levantar otra ruka mas grande.
Rosauro Millahual fue adquiriendo tierra y ganado, fama y sabiduría ancestral, conquistando el
titulo de ulmén, ganado por los años de experiencia y estricta disciplina ahora sus palabras
tenían valor y todo lo que pedia le era concedido se daba ciertos placeres que no podían darse
los hombres mas simples de la comunidad. Gustaba visitar a los parientes y amistades fue asi
como llego en el momento en que una vecina estaba dando a luz una hermosa niña.
El ulmén tenia mas de medio siglo de edad y se atrevió a pedir con cierto aire de orgullo,
sabiendo que sus palabras no serian vanas.
¡Esta niña sera mia! dijo y rio fuerte y largo, con un par de dientes menos. La pequeña sabina
lloraba, haciendo temblar su pequeño cuerpecito, al mismo tiempo que la partera la limpiaba
con un trapo húmedo.
El tiempo fue pasando rápido como un ave que cruza raudo en las alturas entre el cielo y la
tierra y Sabina que cuidaba sus escasas ovejas se dio cuenta que algo tibio se colaba por sus
piernas. Se toco con sus manos y estas se marcharon no sabia lo que estaba sucediendo y
comenzó a llorar volvió a casa y su madre la saco de dudas con un tono seco que dibujaba el
enfado en su cara.
¡Ya eres mujer!, le grito.
Dias después Sabina subia llorando a la carreta que vio vaciarse en la casa de sus padres y
Rosauro la asia fuertemente de su delgado brazo. Entonces volvió a llorar, desesperada hasta
que vio perderse lentamente su pequeña casa.
Al llegar a su nuevo y desconocido destino vio dos rukas opaca, por el humo de tantos años
habitada por mujeres y niños y jóvenes. Al lado de estas, otra ruka, hermosa y nueva cubierta
de kuna dorada como si el sol la hubiera elegido para descansar cada verano. Estaba vacia de
personas, pero llena de viveres y enseres, las mujeres adultas salieron a recibirla y la miraron
con cierta ternura, presagiando en silencio lo que le esperaba a la pequeña mujer-niña y nueva
esposa del famoso ulmén Rosauro , la ayudaron con sus escasas pertenencías , siguiendo las
ordenes del marido y la dejaron descansar en esa ruka dorada.
Sabina se dio cuenta que este seria su nuevo hogar y aunque lloro los meses siguientes e
intento muchas veces volver a su casa paternal, tuvo que aceptar que le pertenecía al ulmén
Millahual, y muy pronto su abdomen comenzó abultarse, una y otra vez, hasta convertirse
enmadre por cuarta, quinta y mas veces. Pero ella se extasiaba en las noches serenas y claras
de octubre, cuando divisaba en medio de los conquillales las pequeñas charcas de agua,
reflejando hermosos trozos de luna plateada, cuyo silencio era interrumpido solo por el
maravilloso concierto de las coiguillas.
Despues de algunos años, Sabina se oyo cantando la misma canción que mas de una vez le
cantara su madre cuando le limpiaba su negro cabello.
“Naupe coluto yepatu
Coñe pichi saiwe”
Ella tambien limpiaba las cabezas de sus chicuelos,plagados de piojos, “pensionados” por la lupi
que le causaba ver a su padre muerto. Ella no lloraba, tal vez porque no le causaba pena
respiraba hondo y podía sentir la libertad del viento que le susurraba al oído: Ahora eres libre
pero sus niños sufrían y una tibia lagrima rodo por sus mejillas y recordó a sus padres, los
amaba, pero los había dejado de visitar porque ellos no tenían deecho de haberla negociado,
tal vez ahota tenia suficiente comida y caballos y vacas…..eso significaba ella; un puñado de
trigo, una manada de vacas….Esta vez pudo sentir que sus lagrimas ya no eran silenciosas, sino
que rompieron en llantos hasta sentir espasmos en todo su cuerpo Lorenza y la vieja Seferina
intentaron inútilmente consolarla.
Tambien quiso a Rosauro pensaron las mujeres, pero ella lloraba con una rabia que estuvo por
años guardada y hoy escapaba violentamente de su alma, al mismo tiempo que limpiaba a sus
hijitos que habían quedado huérfanos.
“Naupe coluto yepatu
Coñe pichi saiwe
Naupe coluto yepatu
Coñe pichi saiwe”
Tendido al humo, sobre una rejilla de coligues, permanecia Rosauro Millahual, llevaba alli tres
meses y aun faltaba tiempo para la siega. La familia prometió hacerle un funeral digno de un
ulmén, con la máxima abundancia que ofrecería la cosecha de ganados y cereales. En la
comunidad todos lo lloraban y lamentaban que el finado no haya logrado pasar agosto
ninguna meica pudo salvarlo del maldito Chafu.
Despues del fenomenal entierro, Rosauro se presentaba como vivo, todas ls noches y
conversaba con Seferina y Lorenza… pero Sabina nunca quiso aceptar la compañía del Witran-
alwe.
Traduccion:
Askintungen tami uficha: Mira las ovejas
Koñi: Hijos
Retru: Baston
Rukas: Casas
Sumel: Zapatos
Ulmen: Hombre rico en bienes y sabiduría
Koñi domo: Hijas mujeres
Metawes: Cantaro
Aponkillen: Luna llena
Piuke: Corazon
Anilko: Aguas tranquilas
Kuna: Paja
Lupi: Pena
Chafu: Tifus
Witran-alwe: Visita fantasma
EL HIJO PRODIGO
Darvin Montecinos Vega
Temuco
Primer premio
¡Dame lo que es mio! te dije con insultante prepotencia
tu silencio demostró que en verdad eso te dolia,
cada mañana esperabas si tu hijo a ti volvia
y cada atardecer se transformaba en una triste agonia.
Malgaste la riqueza que para mi labraste
derroche el tesoro que para mi guardaste,
camine como un desheredado
por la senda de los perdidos,
me sumergi en un mundo entenebrecido
y envenene mi sangre con los horrores,
de los ya corrompidos
carcomi mi carne con la avaricia de mi egoísmo,
y mis huesos consumi con mi narcisismo
Culpable por la miseria de mis errores
Purgando el fruto de mis pecados
caros sentimientos de culpa
me rodeaban por todos lados.
Arrepentido por alejarte
por completo de mi lado
al ver las llagas en mis manos
por apacentar los cerdos de un extraño.
La repulsividad de mi aspecto
era evidente hasta para mis agasajados,
que lleno mi rostro de una lepra de mil años.
La blasfemia de mi arrogancia
me hacia recordar tus abrazos,
la fetidez de mi presencia
labraba en mi un aspecto inhumano.
Y en la podredumbre de mi alma
prorrumpi en estridente quebranto
no escuche mas que ecos silentes
al clamor de mi desengaño.
En la celda de mi prisión
la que yo mismo forje con mi desgracia,
y tras los barrotes de mi venenoso pecado
grite asfixiado por el horror y el espanto
de haberme transformado
en el mas msierable y extraviado.
Apuñale el corazón de quien mas me amaba
y destroce su amor con mi maldad ocultada,
e inundado en el desespero de no verle
ahogado en el mar de mi silencio
me deslice como un vagabundo
para suplicar por las migajas
que los ojos vendados y sin poder recordar
que Mi Padre todavía me amaba.
Cuando con terror en mi corazón
entre en razón confesando mi pecado
asediaronme los mensajeros del infierno
me descuartizaron y de mi pecado hicieron burla.
Entonces clame a gritos como un niño desesperado
¡Padre necesito que me perdones!
que limpies a este hijo prodigo
que te ha deshonrado
que hoy ruega humillado
tu misericordia es infinita
no me dejes desamparado.
Entonces emprendi el camino a casa
a rogarle a mi padre su perdón.
Sabia que al volver cualquiera que me encontrara
podrían apedrearme por deshonrar a mi Padre.
Como chacales escuchaba sus voces acusándome
como buitres esperaban deleitarse y condenarme
me asechaban como jauría de hienas hambrientas.
Temia pensando que ya me devorarían
porque mis fuerzas ya flaqueaban
y todo dentro de mi se estremecía.
Entonces en mi ultimo esfuerzo
y en medio de la agonica muerte
clame a mi padre
y al verme a la distancia
Corrio hacia mi cubriéndome con sus brazos de amor
sin dejarme articular palabra alguna me dijo:
Hijo mio y amado,
desde el dia que de mi te fuiste
cada noche contigo he soñado,
no he dejado de esperarte
de llamarte con mis labios,
de llorarte por las noches
y pensarte por todos lados.
Nunca has dejado de ser mi hijo
nunca has dejado de ser mi amado
mi corazón se alegra en demasía
ahora que has retornado
a casa, a mis brazos y a la vida
por fin a tu Padre has regresado.
Todos los desterrados del paraíso, los que vivíamos en los confines de la tierra del pecado,
aterrados y despojados de toda esperanza, vimos brillar una gran luz y nos amaneció una nueva
aurora . Y aquellos que estaban condenados en la región sombria de la muerte vieron la
libertad y La Vida, La Verdad hecha carne, aquel que fue enviado para darnos lo que no
merecíamos y para librarnos de lo que merecíamos, que se humillo el mismo, haciéndose uno
de nosotros. Nos dio lo que nunca habriamos conseguido por nosotros mismos, nos regalo el
perdón del Padre que siempre nos ha amado…..
YO SE POR QUE MUERO…..
Anibal Barrera Ortega
Temuco
Primer premio
A partir de la tercera copa de vino tinto Cousiño-Macul (Cosecha 1972), el sargento Trejo
desato una locuacidad tormentosa y progresiva. Tu habías optado por prestarle una atención
desganada (propia de tu urbanidad de oficial del Ejercito de Chile), pero la pérfida maquina de
las circunstancias te sobrepaso una vez mas: terminastes por prestarle una atención
desmesurada, y fatal.
Decia añorar sus días de instructor en el Regimiento de Ingenieros Nro.4 “Arauco” de Osorno,
te repitió que había sido desde los inicios de su carrera militar unexcelente formador de
soldados y te narro anécdotas anodinas y dispersas. Cuando hubo despachado al seco la
quinta copa, musito en tu oreja izquierda que no quería no seguir prestando servicion en la
DINA y te consulto si lo podias ayudar para ese efecto.
Era el 11 de Octubre de 1974. Melipilla estaba cumpliendo doscientos treinta y dos años y los
festejos eran en grande. El general Augusto Pinochet, a la sazon Presidente de la Honorable
Junta Militar de Gobierno, fue la figura rutilante en la ceremonia conmemorativa en la plaza de
la ciudad. Un dia antes, tu habías sido notificado que deberías estar a cargo de la guardia que
rendiría honores al gobernante cuando descendiera del helicóptero en el fundo San Manuel,
predio perteneciente a la rancia estirpe de la familia Marin Alemany. Tu sabias que esa seria
la oportunidad de un pantagruélico festin: tratándose de Pinochet.
La familia Marin Alemany no se fijaría en gastos, consumirías vino de buena calidad, culminado
el toque reglamentario de clarín y las pertinentes voces de mando, te presentaste ante
Pinochet.
¡Teniente Rafael Storni, jefe de la guardia de honor de la Escuela de Ingenieros, se presenta , mi
general! gritaste con tu mejor reciedumbre y entonación.
Pinochet te estrecho la mano con ademan maquinal, y tu te sentiste orgulloso de ese escueto
saludo y de estar compareciendo por primera vez ante el salvador de la patria.
Pero seenta y tantos minutos después, tu urbanidad militar se desplomaría. Acto seguido, tu y
la pequeña tropa de la guardia de honor fueron invitados por un elegante y cortes mayordomo
a ocupar una encarpetada mesa en la que se ofrecería el asado (las mesas encarpetadas eran
sesenta o mas). Poco después, el mismo mayordomo te consulto si tenias incovenientes en
que llegara también hasta esa mesa el equipo de seguridad del gobernante.
Respondiste que no, varios cabos, sargentos y suboficiales (con inequívocas fisonomías de tales
y con gestualidad de matones mexicanos) vestidos de civil y luciendo el cabello largo se
aposentaron en la larga mesa. Sus ganas de comer, aguijoneadas por el omnipresente aroma
de la carne asada y quizá si también por los acordes folclóricos de Los Huasos Quincheros allí
presentes, eran groseras e indisimuladas. Te sentiste incomodo (lo mandaba también tu
urbanidad militar.
Soy el sargento Benito Trejo, mi teniente te dijo un hombre de mediana estatura y de mirar
equivoco y moreno, que se sento a tu lado y te extendió la diestra (la urbanidad militar te
había enseñado que cuando un subalterno se presenta ante un superior debe esperar que este
le tienda la mano).
Teniente Rafael Storni, de la Escuela de Ingenieros respondiste con sequedad pero le
ofrecistes una copa de vino (y allí parece que comenzó todo).
Trejo empezó diciendo que no tomaria mas de una copa (“usted sabe, mi teniente, es fregado
esto de ser seguridad de mi general”), pero que estaba contento de poder brindar con un oficial
de su misma arma, (“de la gloriosa arma de Ingenieros”). Tu le dijsites “¡Salud!” y chocastes tu
copa con la del sargento.
¡Asu salud, mi teniente! replico con entonación que te pareció emocionada y supiste de modo
difuso que el desenlace de aquello no iba a ser feliz, te dijo que añoraba sus días de cabo
alumno en la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes. Como es habitual en las conversaciones
militares el sargento Trejo se paseo por varios años atrás y te menciono a los que habían sido
sus oficiales y suboficiales instructores. Prosiguio nombrándote a muchos militares que
conocias el tema te estaba lateando, por lo que escanciaste mas vino en tu copa (el buen tinto
te disipa el lateo).
Puchas, mi tieniente te reprocho con cara contrita, ¿Por qué no me convida también a mi?.
Le dijsite que el había hablado de no tomar mas de una copa, te respondió que el vino le
calmaba las penas.
O sea que usted es un hombre apenado, ¿Se puede saber que es lo que lo apena? lo
emplazaste al cabo del segundo brindis (ya no estabas tan lateado: suponías que había que
prestar atención a ese sargento).
Puchas, mi teniente es jodido esto de estar en la DINA.
Le susurraste que hablara mas bajo: el tema no era nada de inocente en aquella circunstancia.
Trataste de llevar a Trejo hacia una conversación mas trivial, respetando tu recomendación te
empezó a relatar su historia personal el sargento era casado y tenia dos hijos, pero el contoneo
de una liceana osornina arraso con sus escrupulos de fidelidad conyugal. Y la liceana quedo
encinta, las consecuencias fueron obvias: las cosas no estaban en esos días de suma tensión
para arreglos decorosos Trejo fue trasladado de inmediato a Santiago para integrar las aun
incipientes brigadas de la DINA, la liceana se las tendría que arreglar sola.
Quedo encuadrado en un equipo mandado por el teniente Miguel Krassnoff Martchenko, las
cosas empezaron duras por ahí por el 28 de septiembre, Trejo debió participar (“con la psiquis
hecha mierda, mi teniente”) en los interrogatorios a que fueron sometidos en el cuartel del
regimiento de “Tacna” de Santiago varios integrantes del GAP de Salvador ALLende. Presencio
crueldades inimaginables (“La peor de todas, mi teniente, es que los gallos del “Tacna”
quemaban con sopletes a los pobres huevones que interrogaban…..Nunca había escuchado
gritos como esos quedo anonadado,pero, dijo la pega es la pega.
A la altura de la cuarta copa de vino, tu estabas del todo interesado en el relato en el rostro del
sargento se leia uan tribulación que el alcohol parecía disipar a ratos. Escanciaste por quinta
vez vino tinto Cousiño-Macul (Cosecha 1972) en ambas copas de refinado cristal (tu urbanidad
militar estaba casi agotada).
¡Salud, Trejo! casi le gritaste , ¡Brindemos por nuestra arma de Ingenieros!
El 13 de diciembre de 1973, en horas de la tarde, el sargento Trejo, cuya chapa en la DINA era
Don Matias, ingreso portnado una subametralladora al convento de los Padres Capuchinos que
esta en el barrio Plaza Brasil de Santiago le habían hablado de un pescado gordo del MIR, pero
ninguno de los integrantes del equipo que integraba y que mandaba el teniente Krassnoff,
conocido por la chapa Caballo Loco, sabia que se iban a encontrar con Bautista van Schouwen,
por cuya captura la Honorable Junta Militar de Gobierno había ofrecido a través de El Mercurio
la sabrosa suma dae 500 mil escudos de entonces.
Pero había entado antes en acción Caballo Loco; con el solo antecedente de estar frente a un
prisionero marxista, Miguel Krassnoff pareció transfigurarse, sus ojos azules empezaron a
despedir un destello en el que Trejo logro leer un odio recalcitante “Sacate la ropa comunista
concha de tu madre!, grito a Van Shouwen en su cara.
El mirista obedeció pero conservo puestos sus eslips Krassnoff tomo impulso y aplico al
prisionero una patada rotunda en sus testículos. “Sacate los calzoncillos”, volvió a gritar a un
cuepo que se doblaba de dolor. Como a Van Shouwen le era imposible obedecer, Caballo
Loco lo empezó a golpear con puños y pies , gestión que se prolongo por 15 minutos. El
hombre del MIR termino desmayado con hematomas en todo el cuerpo ycon varias costillas
quebradas.
Pero cuando se hubo sabido de quien se trataba, comenzó la tortura inquisitiva preguntando el
Guaton Romo, uno de los integrantes del equipo de la DINA al que estaba adscrito Trejo.
La furia se desato entre los cuatro verdugos, Trejo en un alarde que dice avergonzarlo,
empezó a repetir al desvanecido Bautista Van Schouwen que lo mejor era que dijera quien
era su nexo pa-arriba y pa-bajo y a cada repetición acompañaba patadas a las canillas del
prisionero. Lo que ese hombre le contesto en un esfuerzo casi supremo puso al sargento
Benito Trejo, don Matias, ante lo que para el era una manera imposible de entender la vida:
¡Yo se por que muero. Ustedes no saben por que me torturan!
Pero la crueldad no podía para mientes en nada todos sospechaban a la luz de la estoica
locución que Van Shouwen no les diría nada de nada (lo que es altamente infrecuente enlo que
señalan los dichos de torturadores de todos los tiempos: casi todos los torturados terminan
por hablar. Por otra parte, nadie sabia que preguntarle además de sus nexos pa-arriba y pa-
bajo.
Mi teniente te dijo Trejo con alcoholica suavidad y en tu misma oreja izquierda se da cuenta
de que no puedo seguir en la DINA estoy destruido, mi teniente…..Acuerdese de que somos
del arma de Ingenieros ….¿Por que no trata de ayudarme?.
El sargento estaba llorando, uno de los integrantes de la seguridad de Pinochet se levanto de su
silla con la intención de intervenir de alguna parte sacaste la urbanidad que el Cousiño-Macul te
estaba agotando. Con serenidad dijiste al cabo o sargento que se había levantado que tu te
harias cargo de Trejo y te pusistes de pie.
Tomaste al sargento por el brazo y te retiraste con el de la mesa, ambos comenzaron a caminar
hacia cualquier parte sabias que aquello no tenia destino a ti nadie te recriminaría por no
haber regresado al cuartel con la tropa que integraba la guardia de honor pero no atinabas a
pensar en lo que iba a pasar con el sargento Benito Trejo.
Al cabo de media hora y a un par de kilómetros del acceso al fundo San Manuel, arribaron a un
local de expendio clandestino de alcohol que atendía a los campesinos del sector, era obvio
que allí no podrían seguir bebiendo vino Cousiño-Macul (Cosecha 1972), pero dijistes que
aquello merecía ser ahogado aunque fuera con tinto barato.
“¡Yo se por que muero ….Ustedes no saben por que me torturan!”…..
Trejo te dijo sin dejar de llorar que escuchaba todas las noches la admonición que dedico
Bautista van Schouwen a quienes lo atormentaban…. que no se explicaba por que aun
aguantaba las muy duras exigencias de su condición de agente de la DINA.
Le aconsejaste inventar un subterfugio plausible que le permitiera solicitar su regreso al
Regimiento “Arauco” de Osorno. Te contesto qu eso no era posible allí lo estaba aguardando
el problema no menor de la liceana de marras, madre ahora de una criatura de un año de vida.
De súbito, el sargento se levanto con ostensible tambaleo, pensastes que se dirigía a orinar y
encendiste un cigarrillo al cabo de unpar de minutos el seco y potente sonido de un disparo
espanto la curadera de los cuatro o cinco gañanes que e afanaban con unas cien botellas de
cerveza, pero a ti te hablo a las claras de las consecuencias de la excesiva atención que le
habías prestado.
¿Püdistes evitar ese desenlace? para tu propio consuelo, has terminado por creer que no,. No
obstante, cuando bebes vino tinto para disipar tus aburrimientos te acomete la angustia de
recordar que el sargento Benito Trejo nunca podrá saber por que murió. Y también de que
aquel dia feneció tu urbanidad militar.
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