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Amrica Latina, dependencia y globalizacinFundamentos conceptuales

BIBLIOTECA UNIVERSITARIACiencias Sociales y Humanidades

Coleccin Pensamiento Crtico LatinoamericanoDirector de la Coleccin

Emir Sader, Secretario Ejecutivo de CLACSOCoordinador Acadmico

Pablo Gentili, Secretario Ejecutivo Adjunto de CLACSOConsultor Editorial

Horacio TarcusAsistente Editorial de CLACSO

Sabrina GonzlezCoordinador rea de Difusin y Produccin Editorial de CLACSO

Jorge A. FragaConsejo Editorial

Alejandro Grimson Ddimo Castillo Emir Sader Gerardo Caetano Horacio Tarcus Pablo Gentili Vctor Vich

Amrica Latina, dependencia y globalizacinFundamentos conceptuales

Ruy Mauro MariniAntologa y presentacin

Carlos Eduardo Martins

Siglo del Hombre Editores

Marini, Ruy Mauro Amrica Latina, dependencia y globalizacin / Ruy Mauro Marini; compilador Carlos Eduardo Martins. Bogot: CLACSO y Siglo del Hombre Editores, 2008. 292 p.; 21 cm. Incluye bibliografa e ndice. 1. Economa poltica - Amrica Latina 2. Dependencia econmica - Amrica Latina 3. Ciencia poltica - Amrica Latina 4. Globalizacin - Amrica Latina 5. Amrica Latina - Poltica econmica 6. Amrica Latina - Condiciones econmicas I. Martins, Carlos Eduardo, comp. II. Tt. 338.98 cd 21 ed. A1155329 CEP-Banco de la Repblica-Biblioteca Luis ngel Arango La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artculos, estudios y otras colaboraciones incumbe exclusivamente a los autores firmantes, y su publicacin no necesariamente refleja los puntos de vista de la Secretara Ejecutiva de CLACSO. Ruy Mauro Marini Primera edicin Amrica Latina, dependencia y globalizacin, Buenos Aires: CLACSO-Prometeo, octubre de 2007 Segunda edicin revisada 2008 CLACSO Consejo Latinoamericano de Ciencias SocialesConselho Latino-Americano de Cincias Sociais Av. Callao 875, piso 5 C1023AAB Ciudad de Buenos Aires-Argentina Tel.: (54-11) 4811-6588 Fax: (54-11) 4812-8459 www.clacso.org; [email protected] Siglo del Hombre Editores Cra 31A N 25B-50 Bogot D.C.-Colombia PBX: (57-1) 337-7700 Fax: (57-1) 337-7665 www.siglodelhombre.com Cartula Alejandro Ospina Armada electrnica ngel David Reyes Durn ISBN: 978-958-665-109-7 Impresin Panamericana Formas e Impresos S.A. Calle 65 N 95-28 Bogot D.C. Impreso en Colombia-Printed in ColombiaTodos los derechos reservados. Esta publicacin no puede ser reproducida ni en su todo ni en sus partes, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperacin de informacin, en ninguna forma ni por ningn medio, sea mecnico, fotoqumico, electrnico, magntico, electroptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial.

nDiCE

Ruy Mauro Marini: marco del pensamiento contemporneo....... Por Carlos Eduardo Martins

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AntOLOgA DE Ruy MAuRO MARini

La dialctica del desarrollo capitalista en Brasil (1966) ................ Dialctica de la dependencia (1973) .............................................. En torno a Dialctica de la dependencia (postscriptum) (1973) ...................................................................... Las razones del neodesarrollismo (respuesta a F. H. Cardoso y J. Serra) (1978) ................................ Origen y trayectoria de la sociologa latinoamericana (1994) ....... Proceso y tendencias de la globalizacin capitalista (1997).......... El concepto de trabajo productivo: nota metodolgica (1998) .... Bibliografa de Ruy Mauro Marini.................................................

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Ruy MAuRO MARini: MARCO DEL PEnSAMiEntO COntEMPORnEOCarlos Eduardo Martins1

Panorama de vida y obraRuy Mauro Marini est entre las ms altas expresiones del pensamiento social latinoamericano. La edicin de una antologa de su obra por clacso, en homenaje a los diez aos de su muerte, es ms que oportuna, pues proporciona una de las crticas ms radicales y fecundas al capitalismo mundial y a su expresin en los pases dependientes, en el momento en que la regin busca sus identidades para dar vuelta a la pgina del neoliberalismo en su historia. nacido en 1932 en Barbacena, el autor es uno de los principales formuladores de la teora de la dependencia, y contribuy decisivamente a la elaboracin de su versin marxista. Asistente de guerreiro Ramos y graduado en administracin pblica en1

Doctor en sociologa (usP), investigador del Laboratorio de Polticas Pblicas (lPP) y de la Ctedra unesco/onu sobre globalizacin y Desarrollo Sustentable (reggen).

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la Escola Brasileira de Administrao Pblica (ebaP), Marini se dirige al cole Libre des Sciences Politiques de Pars (Science Po), entre 1958 y 1960, donde realiza sus primeros estudios sistemticos de la obra de Marx y observa de cerca el impacto de la lucha anticolonial y de la ofensiva tercermundista en Europa. De regreso en Brasil, desarrolla una importante actividad periodstica en el peridico O Metropolitano y participa en la fundacin de la universidad de Brasilia (unb). Se desempea como profesor auxiliar entre 1962 y 1963, y como profesor asistente en 1964, en un cuerpo docente que cuenta con la presencia de figuras como Andr gunder Frank, Victor nunes Leal, thetnio dos Santos y Vnia Bambirra. Participa en la organizacin de un seminario de lectura de El capital e inicia sus estudios de doctorado sobre bonapartismo, interrumpidos por el golpe militar de 1964. Es uno de los fundadores de la Poltica Operaria (PoloP), organizacin que represent en su tiempo la concepcin ms avanzada de la nueva izquierda brasilea y un enfoque crtico de las tesis de los partidos comunistas para Amrica Latina. Para la PoloP, la revolucin democrtico-burguesa no se aplicaba a Amrica Latina, y las luchas populares deban buscar la construccin del socialismo. La regin no haba sufrido el feudalismo, y la debilidad de sus burguesas las haca comprometerse con el imperialismo. Perseguido por el golpe militar de 1964, es exonerado de la unb en la primera accin de la dictadura contra la universidad. Preso en julio de ese ao por el Servicio Secreto de la Marina (cenimar), y liberado por decisin del Supremo tribunal Federal, fue secuestrado por la Marina y entregado al Ejrcito. Despus de un nuevo habeas corpus, se exilia en la Embajada de Mxico, pas al cual se dirige. Se vincula con el Centro de Estudios internacionales de El Colegio de Mxico, donde permanece hasta 1969. Realiza estudios sobre Amrica Latina en cursos que asume en la graduacin y posgraduacin, y retoma, por presin de los estudiantes, los seminarios de lectura de El capital, que reunirn a la vanguardia del movimiento estudiantil de la universidad nacional Autnoma de Mxico (unam). Durante ese perodo publica10

artculos destacados, entre ellos: Contradicciones y conflictos en el Brasil contemporneo (1965), Brazilian interdependence and imperialist integration (1966) y Dialctica del desarrollo capitalista en Brasil (1966), integrados posteriormente en su libro Subdesarrollo y revolucin (1969). En Mxico, Marini colaboraba para el diario El Da, cuando la publicacin de un artculo sobre el movimiento estudiantil brasileo, despus de la irrupcin de los estudiantes en la vida pblica mexicana, lleva al gobierno a presionarlo para que abandone el pas. En 1969 se dirige a Chile. Se establece en Concepcin, aproximndose al Movimiento de izquierda Revolucionaria (mir), del que llega a ser dirigente; pero una invitacin del Centro de Estudios Socio-Econmicos (ceso) lo lleva a trasladarse a Santiago. Asume el curso de teora del cambio, en el que se dedica al problema de la transicin al socialismo, y los seminarios de teora marxista y realidad latinoamericana, donde retoma las lecturas de El capital. De este perodo resulta Dialctica de la dependencia (1973), adems de textos sobre las revoluciones Rusa, China, Vietnamita y Cubana, y artculos de carcter histrico sobre Amrica Latina, que no vern la luz por ser destruidos por la dictadura chilena, en el allanamiento de su departamento. Dialctica de la dependencia proyecta definitivamente la importancia acadmica y poltica de su obra. Marini parte de la construccin terica de Marx y se mueve de lo abstracto a lo concreto para la creacin de una teora capaz de interpretar y describir la legalidad especfica del capitalismo dependiente. Desarrolla y sistematiza en este trabajo los conceptos de superexplotacin del trabajo y de subimperialismo. En Chile participa de la fundacin de la revista Chile Hoy. Los artculos que all publica sern la base para El reformismo y la contrarrevolucin: estudios sobre Chile (1976), libro en el que revisa la experiencia chilena. El golpe militar liderado por Pinochet lo lleva a un rpido exilio en Panam. Hasta 1976 se divide entre Mxico y Alemania, en el instituto Max Planck. Renuncia

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finalmente a este ltimo, para asentarse en la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales (fcPys) de la unam. Mxico se convierte en el principal centro de aglutinacin de intelectuales y exiliados latinoamericanos y ah reencuentra una parte significativa del grupo que trabajaba en el ceso, como theotnio dos Santos, Vnia Bambirra, Orlando Caputo y Jaime Osorio. En 1975 retoma su colaboracin para los diarios Excel sior, El Sol y El Universal. Funda, en 1974, la revista Cuadernos Polticos, y en 1977 el Centro de informacin, Documentacin y Anlisis del Movimiento Obrero en Amrica Latina (cidamo), que dirige hasta 1982. Desarrolla la problemtica terica establecida por Dialctica de la dependencia en textos clave, como Las razones del neodesarrollismo (1978), donde responde a las crticas de Fernando Henrique Cardoso y Jos Serra; Plusvala extraordinaria y acumulacin de capital (1979), donde articula la introduccin del progreso tcnico a los esquemas de reproduccin de Marx, situando la plusvala extraordinaria, su dinmica intersectorial y la forma que adquiere en los pases dependientes; y El ciclo del capital en la economa dependiente (1979), donde analiza las tres fases del movimiento del capital en la economa dependiente (circulacin; produccin/acumulacin; y circulacin/realizacin). Establece tambin otras lneas de investigacin dedicadas: a) a la interpretacin de la coyuntura mundial; b) a la crisis del autoritarismo y la redemocratizacin, describiendo la transicin de los Estados de contrainsurgencia hacia formas tuteladas de democracia los Estados de cuarto poder, que abre espacio para la organizacin popular en direccin a la democracia ampliada; c) al avance del neoliberalismo en Amrica Latina, de lo que es expresin su artculo Sobre el patrn de reproduccin del capital en Chile (1980); d) a la reestructuracin productiva y sus impactos en el empleo, abordada en Crisis, cambio tcnico y perspectivas del empleo (1982); e) a la crisis del socialismo como movimiento social o experiencia estatal; y f) al pensamiento latinoamericano, enfoque que alcanzar madurez en la dcada de 1990.

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Con la amnista poltica, en 1979, su actividad se divide entre Mxico y Brasil; pero en 1984 vuelve definitivamente a su pas. El regreso le reservara, entretanto, muchos sinsabores. Entre ellos, el surgimiento de una intelectualidad comprometida con la gestin liberal, basada en la economa implementada por la dictadura y el aislamiento del debate latinoamericano de los aos 1960-1970; la monopolizacin de los medios de comunicacin y la lentitud en la remocin del residuo autoritario, que le restringen fuertemente el espacio de actuacin. Entre los proyectos a los que se dedica en el perodo de su establecimiento en Ro de Janeiro, estn: la organizacin de un centro de estudios nacionales en la universidade Estadual do Rio de Janeiro (uerj), iniciativa del entonces vicegobernador Darcy Ribeiro, que fracasa por la resistencia interna de la universidad; la organizacin de un curso de graduacin en administracin pblica en la Fundao Escola e Servio Pblico do Rio de Janeiro (fesP-rj), no efectivizado en razn de la oposicin de Moreira Franco que, en la estela del efmero suceso del Plan Cruzado, gan la sucesin al gobierno Brizola; y la organizacin de cursos de posgraduacin en la fesP-rj, bajo la direccin de theotnio dos Santos, durante 1982-1986. La extensin de la amnista poltica al campo profesional lo reintegra a la unB en 1987, donde se reincorpora al Departamento de Ciencia Poltica y Relaciones internacionales. Ejerce la coordinacin de los posgrados de Ciencia Poltica y dirige investigaciones sobre concentracin de renta, industria automovilstica y dficit pblico en Brasil entre 1986 y 1989. En mayo de 1990 retorna a Ro de Janeiro, con licencia sabtica, y retoma las lneas de investigacin sobre pensamiento latinoamericano, reconversin industrial y socialismo, en el contexto de la globalizacin y de la regionalizacin. De este perodo resulta su libro Amrica Latina: dependencia e integracin (1992). A fines de 1993 acepta la invitacin para dirigir el Centro de Estudios Latinoamericanos (cela) de la unam. Reorganiza la posgraduacin y articula la actividad de investigacin en torno del pensamiento social latinoamericano en el siglo XX, de donde resulta la obra colectiva La teora social

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latinoamericana, que dirige con Mrgara Milln, en cuatro tomos de ensayos analticos y tres de antologa de textos clsicos. En sus ltimos trabajos, Proceso y tendencias de la globalizacin capitalista (1996) y El concepto de trabajo productivo: nota metodolgica (1998 publicado pstumamente) busca la construccin de una economa poltica de la globalizacin, apuntando a la mundializacin de la ley del valor y a la extensin de la superexplotacin a los pases centrales como caractersticas del capitalismo globalizado. En 1997 fallece de cncer linftico, dejando una obra compuesta por seis libros de su autora, ms de 200 artculos, siete libros que dirigi y coordin, y algunos materiales inditos, entre ellos, poesas de su juventud, de rara belleza.

la antologaLa presente antologa se compone de siete textos clave del pensamiento de Ruy Mauro Marini: La dialctica del desarrollo capitalista en Brasil (1966); Dialctica de la dependencia (1973); En torno a Dialctica de la dependencia (postscriptum) (1973);Las razones del neodesarrollismo (respuesta a Fernando Henrique Cardoso y Jos Serra) (1978); Origen y trayectoria de la sociologa latinoamericana (1994) y Procesos y tendencias de la globalizacin capitalista (1997) y El concepto de trabajo productivo: nota metodolgica (1998). En La dialctica del desarrollo capitalista en Brasil, el autor analiza el capitalismo brasileo y las alianzas de clase que culminaran en el golpe militar de 1964, apuntando a su elemento fundamental: sus races internas. Partiendo del concepto de cooperacin antagnica desarrollado por August thalheimer, el autor define la integracin y las contradicciones entre las clases dominantes en el desarrollo del capitalismo industrial del Brasil. La dependencia que constituye nuestro capitalismo limita las contradicciones entre las fracciones de las clases dominantes y restringe a la burguesa industrial a la modernizacin de la estructura semicolonial que la precede, retirndole cualquier papel14

revolucionario para afirmar la soberana nacional, establecer la reforma agraria, desarrollar la democracia de masas y el mercado interno. Las necesidades de contar con las divisas del sector agroexportador para sustentar los procesos de industrializacin por substitucin de importaciones, acotan el nacionalismo y el apoyo de masas que la burguesa industrial manej desde los aos treinta. A partir de los aos cincuenta, la reestructuracin del capital internacional por medio de la constitucin de las corporaciones multinacionales y las limitaciones de las oligarquas rurales para proveer los excedentes comerciales necesarios para la profundizacin de la industrializacin, pusieron en crisis este esquema de dominacin de la fraccin industrial sobre el Estado. La recomposicin del patrn de dominacin se bas en la alianza entre las camadas superiores de la fraccin industrial y las nuevas formas del capital extranjero. ste penetr en el pas a travs de la instruccin 113 de la Superintendencia de la Moneda y el Crdito (sumoc), bajo la forma de mquinas y equipamientos sin contrapartida de cambio, lo que permiti saltar los estrangulamientos para importar e impulsar un nuevo boom industrializante entre los aos 1956-1960. La crisis que se desencaden entre 1961-1967 llev a la burguesa a abandonar definitivamente su alianza con los trabajadores y las pretensiones de una poltica externa independiente. La realizacin de lucros y dividendos por las corporaciones transnacionales abri cclicamente un perodo de egresos que agrav los problemas estructurales del balance de pagos. El recurso de la superexplotacin del trabajo alcanz el estatuto de instrumento clave de resolucin de las crisis de acumulacin en el capitalismo dependiente y de sustentacin de su reproduccin ampliada, una vez que los egresos predominaban sobre los ingresos de capital en el largo plazo. Para que esto ocurriera era necesario un gran ejrcito de reserva de fuerza de trabajo o el uso del terror para quebrar la rigidez impuesta por los sindicatos a la circulacin y la rotacin de la mano de obra. Mediante el golpe militar de 1964, la burguesa industrial abraz el subimperialismo y destruy las organizaciones civiles, sindicales y partidarias de los trabajadores.15

Se profundiz la asociacin con el capital extranjero, se elev la composicin orgnica del capital, se cristaliz un sector monoplico que se destac de la pequea y mediana burguesa e implement escalas de produccin en contradiccin con los limitados mercados internos. El autor seala que si los consumos estatal y suntuario atienden parcialmente las necesidades de demanda de este segmento, ste se ve compelido a desdoblar hacia el exterior parcelas crecientes de la realizacin de mercancas y, a ms largo plazo, de sus emprendimientos, para buscar nuevos mercados. El subimperialismo implica una poltica externa de subordinacin al imperialismo, de quien requiere una asociacin preferencial en la periferia para proyectarse internacionalmente. Entretanto, su pretensin expansionista implica fricciones con la divisin internacional organizada por los grandes centros, como se evidenciar ms adelante en las tentativas brasileas de exportacin de caf soluble y de dominio de las tecnologas nuclear e informtica. Pero el subimperialismo, al vincularse con la superexplotacin del trabajo para impulsar la adquisicin de tecnologa y los procesos de acumulacin, minimiza sus contradicciones con el latifundio y limita su capacidad de confrontacin con el imperialismo y el capital internacional. En textos posteriores, como El Estado de contrainsurgencia (1977), el autor mostrar que el capital internacional y la burguesa asociada apoyarn una redemocratizacin controlada, una vez que la dictadura haya realizado sus objetivos de rebajar los costos de produccin y destruir las organizaciones populares. Esto les permitir conservar la base econmica del subimperialismo y limitar las contradicciones con el imperialismo que la direccin del Estado por los militares puede impulsar, en vista de que estos, por razones de formacin, no pueden romper completamente con el nacionalismo. En Dialctica de la dependencia, Marini despliega las bases de una teora marxista de la dependencia. Profundiza y sistematiza el anlisis de los procesos de acumulacin en el capitalismo dependiente y de su principal fundamento: la superexplotacin del trabajo. El autor define la superexplotacin como la cada16

de los precios de la fuerza de trabajo por debajo de su valor, esto es, del necesario para su reproduccin fsica y moral, lo que lleva al agotamiento prematuro de la vida til del trabajador en condiciones tecnolgicas determinadas. La superexplotacin se presenta, segn el autor, por tres mecanismos: la elevacin de la intensidad del trabajo, el aumento de la jornada de trabajo ambas sin la elevacin salarial correspondiente y la reduccin del fondo de consumo del trabajador. Sus determinantes son los desvos de precios por debajo del valor que la economa dependiente sufre en la economa mundial a travs de la formacin de los precios de produccin o de una plusvala extraordinaria en el mercado mundial; una fuerte incidencia en el interior de la economa dependiente de una plusvala extraordinaria, y su alta concentracin en el segmento de bienes de consumo suntuario.2 tales determinantes llevan a superexplotar al trabajador para que se eleven las tasas de plusvala y se sustente la tasa media de lucro. El autor sita las diversas etapas de la acumulacin en los pases dependientes agroexportadora, nacionaldesarrollista y substitucin de importaciones bajo hegemona del desarrollo asociado, y muestra cmo la superexplotacin incide en estas tres etapas. Marini seala, no obstante, que la superexplotacin no se confunde con la plusvala absoluta, pues sta afecta apenas a uno de los tiempos de la jornada de trabajo el trabajo excedente, mientras que aquella puede afectar los dos tiempos de la jornada, en el caso de la elevacin de la intensidad de trabajo, que cuando se generaliza deja de constituir fuente de plusvala extraordinaria. El fuerte impacto que Dialctica de la dependencia provoc en el pensamiento social se reflej en el amplio debate que se estableci en torno de sus tesis. Entre las polmicas que desat, la de mayor repercusin fue la establecida con Fernando Henrique Cardoso y Jos Serra en las pginas de la Revista Mexicana de Sociologa. En Brasil, el pblico qued privado de este debate por2

Marini agrega aun el afn de superganancias que la vinculacin de una economa al mercado mundial provoca.

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el poco elegante veto a la publicacin de la respuesta de Marini a travs de Las razones del neodesarrollismo, en los Cuadernos de cebrap, revista del Centro Brasileiro de Anlise e Planejamento institucin fundada por Cardoso. En este artculo, la crtica central de Marini a Cardoso y Serra es que ellos no comprenden la relacin dialctica entre precios y valor, y por eso no son capaces de percibir los mecanismos sistmicos que imponen la superexplotacin en los pases dependientes: los movimientos de precios, determinados en la esfera de la concurrencia por la competencia monoplica, implican transferencias de valor por parte de la economa dependiente y acarrean la reduccin de sus tasas de plusvala y de lucro, exigiendo similares desvos de precio de la fuerza de trabajo para la recuperacin de estas tasas. Para profundizar el abordaje mariniano de la temtica de la superexplotacin es importante remitir al lector a otros dos textos clave del autor: Plusvala extraordinaria y acumulacin de capital (1979) y El ciclo del capital en la economa dependiente (1979), que junto con Dialctica de la dependencia, componen el ncleo duro de su economa poltica de la dependencia. En Origen y trayectoria de la sociologa latinoamericana (1994), Ruy Mauro Marini abre la coleccin Teora Social Latino americana, que organiza junto con Mrgara Milln. En este texto, el autor traza los orgenes y el desarrollo del pensamiento social en la regin. Vincula su fundacin con el nacionalismo y el latinoamericanismo, puesto que el liberalismo estar profundamente comprometido, hasta mediados de la dcada de 1920, con la base econmica de origen colonial, e impregnado por los determinismos geogrficos y raciales que ella haba generado. Marini har una gran contribucin para la interpretacin del pensamiento social latinoamericano, analizndolo y dividindolo en sus principales matrices de interpretacin desarrollismo, teora de la dependencia, endogenismo, neodesarrollismo y neoliberalismo en textos como Memoria (1991) o La crisis terica, presente en su libro Amrica Latina: dependencia e integracin (1992). El autor destaca que la teora de la dependencia represent el punto ms avanzado del pensamiento social de la regin, invirtiendo el18

sentido del flujo de ideas respecto de los grandes centros europeos y de los Estados unidos. La crisis del neoliberalismo, para el autor, deber dar lugar al renacimiento del latinoamericanismo, que al enfrentar sus desafos, deber retomar el filo de la teora de la dependencia para asumirla de forma creadora: separando su ncleo marxista de las adherencias funcionales-desarrollistas y dirigindola al sistema mundial para interpretar la insercin de Amrica Latina en los procesos de globalizacin del capital y promover la construccin de alternativas en un socialismo libertario, democrtico, original, esto es, capaz de fundar las bases de otra civilizacin mundial. En Proceso y tendencias de la globalizacin capitalista (1997), Marini defiende la tesis de que la superexplotacin del trabajo, que constituye un proceso de acumulacin especfico de los pases dependientes, se generaliza en el capitalismo y alcanza a los grandes centros con la mundializacin de la ley del valor. Para el autor, la revolucin tecnolgica producida por la globalizacin atinente a los campos de la microelectrnica, informtica, telecomunicaciones, biotecnologa, nuevos materiales y energa crea nuevos patrones para la organizacin de la divisin internacional del trabajo. sta se dirige cada vez ms hacia mercados mundiales de realizacin y transfiere el monopolio tecnolgico al sector de investigacin y conocimiento, permitiendo al gran capital internacional impulsar la homogeneizacin de la productividad del trabajo en la economa mundial. En la lucha por la plusvala extraordinaria en esta economa mundial globalizada desempean papel fundamental dos factores tan contradictorios como convergentes: la cualificacin de la fuerza de trabajo y la superexplotacin del trabajo. La primera es fuente de innovaciones tecnolgicas y la segunda impulsa los procesos de acumulacin al elevar la productividad e intensidad del trabajo en la periferia, transfiriendo para ella, con enormes ventajas para las tasas globales de plusvala y de lucro, procesos de produccin hasta entonces especficos del centro. El resultado es, desde el punto de vista de los procesos de acumulacin, el nivelamiento del mercado mundial de fuerza de trabajo por19

los patrones superexplotados de la periferia, cuya gravitacin se intensifica con la homogeneizacin mundial de los procesos productivos. Desde el punto de vista poltico, por otro lado, la generalizacin de la superexplotacin en la economa mundial, al crear un mismo rgimen de regulacin de fuerza de trabajo, incidente sobre niveles de cualificaciones distintos, permite la unificacin de las luchas de los trabajadores de la periferia y de los centros contra la civilizacin capitalista. En El concepto de trabajo productivo: nota metodolgica (1998), el autor revisita la obra de Marx, aportando grandes contribuciones para la delimitacin terica y emprica del concepto de clase obrera a la luz de las transformaciones sociales y tecnolgicas producidas por la revolucin cientfico-tcnica.

la obra y sus rePercusiones: un breve balanceun balance de la obra de Marini revela su amplia penetracin en las ciencias sociales contemporneas. Referencia de punta de la teora de la dependencia, paradigma dominante de las ciencias sociales latinoamericanas en los aos 1960-1970, el pensamiento de Marini influye sobre una amplia gama de autores: aquellos con quienes comparti la elaboracin de la teora marxista de la dependencia, theotnio dos Santos, Vnia Bambirra y Andr gunder Frank; una generacin de latinoamericanos que se ha constituido a partir de esa influencia y a la que ofrece significativos aportes, entre los que podemos citar a Jaime Osorio, Cristbal Kay, Emir Sader, Eder Sader, Orlando Caputo, thomas Vasconi, nelson gutirrez, Ana Esther Cecea, Mrgara Milln, Francisco Lpez Segrera, Esthela gutirrez garza y Adrin Sotelo Valencia; as como destacados representantes del pensamiento crtico mundial, como Otto Kreye, immanuel Wallerstein, giovanni Arrighi, Ronald Chilcote, Samir Amin, Pierre Salama y Vladimir Dadydov. A pesar de haber sido marginado por las dictaduras que se establecieran en el Cono Sur de Amrica Latina en los aos 19601970, por la ofensiva de la Fundacin Ford en el desarrollo de una20

comunidad acadmica liberal en la regin en los aos 1970-1980, y por la difusin del neoliberalismo a partir de los aos noventa, el pensamiento del autor permanece vivo, y ha sido apropiado creativamente por intelectuales y movimientos sociales latinoamericanos y de diversas regiones del planeta. una nueva generacin de autores se forma bajo su influencia, entre los cuales mencionamos a nildo Ouriques, Carlos Eduardo Martins, Roberta traspadini, Marcelo Carcanholo e irma Balderas. Diversas publicaciones atestiguan la vitalidad del pensamiento de Marini. Mencionamos aqu apenas algunas de las ms importantes: Latinoamericana: enciclopdia contempornea da Amri ca Latina e Caribe (2006), donde su influencia es ntida en varios ensayos y notas; Crtica y teora en el pensamiento social latino americano (2006), publicacin de los ensayos premiados en el concurso de clacso; Legados tericos de las ciencias sociales en Amrica Latina y Caribe (2004), donde se revela un amplio manejo de su obra; y la antologa Ruy Mauro Marini: vida e obra, por la editorial Expresso Popular, del Movimiento de los Sin-tierra. Se anuncia tambin, para este ao, la publicacin de un libro en su homenaje por las editoriales Boitempo y Puc-rj, que rene a autores como immanuel Wallerstein, theotnio dos Santos, Emir Sader, Andr gunder Frank, Pierre Salama, Marco gandsegui y Ana Esther Cecea, entre otros. Esta literatura revela un amplio esfuerzo de investigacin que se hace eco de las principales preocupaciones de Ruy Mauro Marini, en particular, sobre la profundizacin de la teora marxista de la dependencia y su reformulacin para la comprensin del capitalismo globalizado. Entre los temas que alrededor de ese eje se han abordado estn: la vinculacin de la teora de la dependencia con el pensamiento social latinoamericano y mundial; el desarrollo terico y emprico del concepto de superexplotacin del trabajo (su formalizacin matemtica en el mbito de la teora del valor, el desarrollo de su periodizacin histrica, la eventual inclusin de otros instrumentos de superexplotacin, como la elevacin de la cualificacin del trabajador sin el correspondiente equivalente salarial, y la pertinencia de esta categora para la21

comprensin del capitalismo globalizado); adems del alcance y la validez contempornea del subimperialismo como recurso de integracin competitiva. nos parece profundamente aventurero afirmar que el neoliberalismo es un perro muerto, aun cuando su auge, en tanto pretendido pensamiento nico, ya pas. Resurge, de las entraas del continente, el latinoamericanismo, para perplejidad de las oligarquas regionales e internacionales. tenemos la conviccin de que en este movimiento histrico colosal figurar destacado el nombre de Ruy Mauro Marini. Ro de Janeiro, 10 de marzo de 2007

referencias bibliogrficasMarini, Ruy Mauro Escritos, en http://www.marini-escritos. unam.mx/, consultada el 8 de marzo de 2007. Martins, Carlos Eduardo et al, Crtica y teora en el pensamiento social latinoamericano, Buenos Aires, clacso, 2006. Sader, E.; Jinkings, i.; Martins, C. E. y nobile, R. Latinoamericana: enciclopdia contempornea da Amrica Latina e do Caribe, So Paulo, Boitempo, 2006. transpadini, R. y Stedile, J. P. Ruy Mauro Marini: vida e obra, So Paulo, Expresso Popular, 2006.

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AntOLOgA DE Ruy MAuRO MARini

LA DiALCtiCA DEL DESARROLLO CAPitALiStA En BRASiL1

El golpe militar que depuso al presidente constitucional de Brasil, Joo goulart, en abril de 1964, fue presentado por los militares brasileos como una revolucin, y definido un ao despus por uno de sus voceros como una contrarrevolucin preventiva. Por sus repercusiones internacionales, sobre todo en Amrica Latina, y ante las concesiones econmicas que tuvo para los capitales norteamericanos, muchos lo consideraron sencillamente como una intervencin disfrazada de Estados unidos. Esta opinin es compartida por ciertos sectores de la izquierda brasilea que, sin embargo, nunca supieron explicar por qu, en el momento mismo en que parecan llegar al poder, ste les fue arrebatado sorpresivamente sin que se disparara un solo tiro. A nosotros nos parece que ninguna explicacin de un fenmeno poltico es buena si lo reduce slo a uno de sus elementos, y que es decididamente mala si toma por clave justamente un factor que lo condiciona desde fuera. En un mundo caracterizado por la interdependencia, y ms que ello, por la integracin, nadie niega la influencia de los factores internacionales sobre las cuestiones internas, principalmente cuando se est en presencia de una eco1

Extrado de Ruy Mauro Marini, Subdesarrollo y revolucin, Mxico, Siglo XXi, 12 edicin, 1985, pp. 2-105.

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noma de las llamadas centrales, dominantes o metropolitanas, y de un pas perifrico, subdesarrollado. Pero en qu medida se ejerce esta influencia? Qu fuerza tiene frente a los factores internos especficos de la sociedad sobre la cual acta? Brasil, con sus 90 millones de habitantes y una economa industrialmente diversificada, es una realidad social compleja, un compromiso cuya dinmica, aunque condicionada y limitada por el marco internacional en que se inserta, rehye las interpretaciones unilaterales. Sin un anlisis de la problemtica brasilea, de las relaciones de fuerza all existentes entre los grupos polticos, de las contradicciones de clase que se desarrollaban con base en una configuracin econmica dada, no se comprender el cambio poltico que experiment a partir de 1964. Peor que esto, no se podr relacionar ese desarrollo poltico con la realidad econmico-social que se encuentra en su base, ni estimar las perspectivas probables de su evolucin. Perspectivas que, a fin de cuentas, no se refieren tan slo a Brasil, sino a toda Latinoamrica.

1. Poltica y lucha de clasesLa historia poltica brasilea presenta, en este siglo, dos fases bien caracterizadas. La primera, que va de 1922 a 1937, es de gran agitacin social, marcada por varias rebeliones y una revolucin, la de 1930. Sus causas pueden buscarse en la industrializacin que se produce en el pas en la dcada de 1910, gracias sobre todo a la guerra de 1914, que conduce a la economa brasilea a realizar un considerable esfuerzo de sustitucin de importaciones. La crisis mundial de 1929 y sus repercusiones sobre el mercado internacional van a mantener en un bajo nivel la capacidad de importacin del pas, acelerando, de esta manera, su proceso de industrializacin. Las transformaciones que operan en la estructura econmica en ese perodo se expresan, socialmente, en el surgimiento de una nueva clase media, es decir, de una burguesa industrial directamente vinculada al mercado interno, y de un nuevo proletariado, que presionan a los antiguos grupos dominantes para26

obtener un lugar propio en la sociedad poltica. El resultado de las luchas desencadenadas por ese conflicto es, por intermedio de la revolucin de 1930, un compromiso Estado Nvo de 1937, bajo la dictadura de getlio Vargas, con el cual la burguesa se estabiliza en el poder, en asociacin con los terratenientes y los viejos grupos comerciantes, al mismo tiempo que establece un esquema particular de relaciones con el proletariado. En este esquema, el proletariado ser beneficiado por toda una serie de concesiones sociales (concretadas sobre todo en la legislacin laboral del Estado Nvo) y, por otra parte, encuadrado en una organizacin sindical rgida, que lo subordina al gobierno, dentro de un modelo de tipo corporativista.

La coaLicin dominante: La primera fisuraCon pequeos cambios, y a pesar de que se derroca a la dictadura de Vargas, este compromiso poltico de 1945, este contrato social si se le puede llamar as se mantiene estable hasta 1950. Empieza entonces un nuevo perodo de agudas luchas polticas, de las que el suicidio de Vargas (que regresa al poder mediante elecciones), en 1954, es el primer fruto, y que conducirn al pas, en 10 aos tormentosos, al golpe militar de 1964. En la raz de esas luchas encontramos el esfuerzo de la burguesa industrial por poner a su servicio el aparato del Estado y los recursos econmicos disponibles; rompiendo, o por lo menos transgrediendo, las reglas del juego que se haban fijado en 1937. Pero las razones, en verdad, son ms profundas: se asiste, en ese perodo, al deterioro de las condiciones en las que se basaban esas reglas, lo que se debe, por una parte, al crecimiento constante del sector industrial, y por otra, a las dificultades que, apareciendo primero en el sector externo, hicieron que la complementariedad hasta entonces existente entre el desarrollo industrial y las actividades agroexportadoras se convirtieran en una verdadera oposicin. Junto con la escisin vertical que se produca entre las clases dominantes, las presiones de las masas en busca de nuevas conquistas sociales rompen el dique que la dictadura les impuso hasta27

1945, y que el gobierno fuerte del mariscal Dutra (1945-1950) haba mantenido. La fuerza ascendente del movimiento de masas, que se expresa ya en la eleccin de Vargas como presidente de la Repblica (cuando, por primera vez en Brasil, lleg al poder un candidato de la oposicin), es estimulada por la burguesa, que se apoya en ella para quebrar la resistencia de las antiguas clases dominantes. Esa alianza era posible porque, proponiendo un amplio programa de expansin econmica, la burguesa abra perspectivas de empleo y de elevacin del nivel de vida a la clase obrera y a las clases medias urbanas, creando de esta manera una zona de intereses comunes que tendan a expresarse polticamente en un comportamiento homogneo. Esa tendencia ser acentuada por la burguesa mediante el manejo de las directivas sindicales (va Ministerio del trabajo) y con el impulso que dio a las ideas nacionalistas, que le permitieron ejercer un control ideolgico sobre las masas. Reflejando esa correlacin de fuerzas, getlio Vargas no tarda en definirse por una poltica progresista y nacionalista, de la que fueron frutos: la creacin, en 1952, del Banco nacional de Desarrollo Econmico; la decisin de concretar el Plan Salte (programacin de las inversiones pblicas en los sectores de salud, alimentacin, transporte y energa); el Plan nacional de Carreteras y el Fondo nacional de Electrificacin; el reequipamiento de la marina mercante y del sistema portuario; el monopolio estatal del petrleo (Petrobrs) y el proyecto de monopolio estatal de energa elctrica (Electrobrs). El envo al Congreso de un proyecto de ley limitando los beneficios extraordinarios y los pronunciamientos favorables a la restriccin de la exportacin de beneficios se vio acompaado, por el gobierno, de una poltica laboral destinada a atraer el apoyo obrero, algo que Vargas confi a un joven gaucho desconocido llamado Joo goulart, a quien nombr ministro del trabajo. En un esfuerzo por movilizar de modo orgnico a las masas obreras, goulart ech mano de diferentes mtodos, desde el aumento del salario mnimo (congelado desde 1945) hasta la organizacin unitaria de las directivas sindicales. La demostracin28

de fuerza que represent el i Congreso nacional de la Previsin Social en Ro de Janeiro, y los ataques que all, rodeado de conocidos lderes comunistas, lanz goulart contra las oligarquas dominantes y la explotacin imperialista, conmovieron a la derecha y asustaron a las clases dominantes con la amenaza de una repblica sindicalista de tipo peronista. Las estrechas relaciones de amistad que mantenan el Brasil de Vargas y la Argentina de Pern reforzaban ese temor. Presionado furiosamente, goulart se vio obligado a abandonar el ministerio y a exiliarse en uruguay. Era, para Vargas, el principio del fin. Retrocediendo ante la reaccin derechista, trat de calmar la furia de la oposicin con varias medidas, entre ellas la Ley de Seguridad nacional y la prorrogacin y ampliacin del acuerdo militar Brasil-Estados unidos. La primera, sin consecuencias inmediatas, creaba el marco jurdico para la represin del movimiento popular, que el gobierno militar de 1964 utilizara ampliamente; el segundo pona definitivamente a las Fuerzas Armadas brasileas bajo la influencia del Pentgono norteamericano. Pero el mejor ejemplo de la poltica de conciliacin de Vargas fue la reforma cambiaria de 1953, con la cual se busc incrementar las exportaciones y contener las importaciones (realizadas, bajo el control gubernamental, en el mercado oficial), al mismo tiempo que, transfirindolas al mercado libre, se liberaba la entrada y salida de capitales. Esa reforma cambiaria, si bien tuvo poca influencia sobre las exportaciones, comprimi fuertemente el nivel de las importaciones, equilibrando provisionalmente las cuentas externas del pas, aunque buena parte del saldo as obtenido fue absorbido por la evasin de divisas permitidas por el nuevo sistema. La cada del precio internacional del caf y la reduccin del volumen de las exportaciones brasileas hicieron que, en 1954, la balanza comercial volviera a presentar un dficit, lo que lanz nuevamente a la economa a una grave crisis cambiaria. internamente, la marcha de la inflacin (el promedio mensual de los precios pas de 175 en 1953 a 222 en 1954) impuls al movimiento obrero a reivindicar reajustes de salarios; ahora los sindicatos contaban con el recurso efectivo de la huelga (cuyo derecho fue29

conquistado, de hecho, con el gran paro de los metalrgicos, vidrieros y grficos en So Paulo, en 1953). Sobre esa base, la campaa de la derecha se intensific dirigida por un periodista llamado Carlos Lacerda frente a Vargas, cuya poltica de conciliacin lo aisl de las masas y atrajo la oposicin de sus fuerzas organizadas, sobre todo de los comunistas. un intento de asesinar a Lacerda, aunque frustrado, proporcion el pretexto para que se exigiera la renuncia del presidente, puesto que varios miembros de su gabinete haban quedado comprometidos. En la madrugada del 24 de agosto, virtualmente depuesto, getlio Vargas se suicid disparndose un tiro en el corazn. una vez ms [deca en un mensaje pstumo, divulgado poco despus por goulart] las fuerzas y los intereses contrarios al pueblo se unieron y nuevamente se desencadenaron contra m. tras denunciar como responsables de su muerte a los grupos econmicos nacionales e internacionales, Vargas conclua:He luchado mes a mes, da a da, hora a hora, resistiendo a una presin constante, incesante, soportando todo en silencio, olvidando todo, renunciando a m mismo para defender al pueblo, que ahora se queda desamparado. no puedo daros nada ms que no sea mi propia sangre.

Se cerraba as un perodo de gobierno que marc la eclosin de las contradicciones que se venan gestando haca mucho en el proceso de desarrollo econmico de Brasil. El hecho bsico que debe considerarse es que la industria nacional se expandi gracias al sistema semicolonial de exportacin, que caracteriz a la economa brasilea antes de los aos treinta, y que esa industria no sufri limitacin o competencia sensible, en virtud de las condiciones excepcionales que haban creado la crisis de 1929 y el conflicto mundial. El compromiso poltico de 1937 haba tenido por base esa realidad objetiva. Hacia los aos cincuenta la situacin cambia. Mientras la industria se empea en mantener altos los tipos de cambio, lo que la lleva a chocar con el sector agroexportador, cuyas ganancias quedaban as disminuidas, es30

te sector ya no puede ofrecer a la industria el monto de divisas que le haba proporcionado en otros tiempos. Por el contrario, muchas veces se hace necesario que, mediante la formacin de existencias generosamente pagadas, el gobierno garantice las ganancias de los plantadores y exportadores, existencias que, en verdad, corresponden a la inmovilizacin de recursos necesarios para la actividad industrial. La crisis del sector externo de la economa brasilea expresaba, por lo tanto, la ruptura de la complementariedad que haba caracterizado las relaciones de la industria con las actividades agroexportadoras. Esta crisis se agrav con otro elemento: la remuneracin del capital extranjero. Como observa Caio Prado Jnior, los gastos anuales medios relativos a la exportacin de capital fueron, en el perodo 1949-1953, de casi 3.000 millones de cruceiros, suma slo superada por la exportacin de caf y muy superior a la que se gast en la importacin de equipos mecnicos y vehculos motorizados, que constituyen suplementos esenciales para la economa.2 Como la remuneracin del capital extranjero slo puede cubrirse normalmente con los recursos de la exportacin, y de hecho se asista a una crisis de la exportacin, era evidente la interaccin de esos dos elementos: del sector externo y sus repercusiones sobre los intereses de la industria. Las luchas polticas de 1954 reflejaron la agudizacin de esas contradicciones de la sociedad brasilea, que terminaron con una tregua y no con una solucin. tras la muerte de Vargas, efectivamente, se intent un compromiso, entregndose la Presidencia de la Repblica a Caf Filho, vicepresidente cuya candidatura fue presentada por el Partido Socialista al mismo tiempo que se le rodeaba de un ministerio donde la derecha se encontraba muy bien representada. El importante Ministerio de Hacienda qued en manos de Eugenio gudin, abiertamente favorable a la ms estrecha colaboracin con el capital extranjero y contrario a todo programa intensivo de industrializacin.2

Caio Prado Jnior, Histria econmica do Brasil, So Paulo, Brasiliense, 1959, p. 321.

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Ese compromiso mostraba, en realidad, el callejn donde se encontraban las fuerzas brasileas. El gobierno abandon los arrojados proyectos de Vargas para hacer lo que se llam un sondeo de la poltica econmica para regresar a su modelo convencional, preocupada por la estabilidad, mediante la contencin de la demanda global.3 Hasta 1956, ninguna iniciativa importante capaz de alterar el equilibrio relativo que se estableca entre los grupos dominantes marc la accin gubernamental, con excepcin de la instruccin 113 de la Superintendencia de la Moneda y del Crdito, actual Banco Central. Esa instruccin, sin alterar el sistema cambiario vigente, daba facilidades excepcionales al ingreso de capitales extranjeros, en la medida en que permita que las mquinas y los equipos introducidos al pas por empresas extranjeras no tuvieran cobertura cambiaria, exigencia que se mantena para las empresas nacionales. Bajo la vigencia de esa norma, combinada con la Ley 2.145/54, es decir, entre 1955 y 1961, el importe total de capitales extranjeros, que bajo la forma de financiamientos o inversiones directas entraron en el pas, fue de unos 2.300 millones de dlares. Hecho que, como veremos, no poda dejar de tener influencia sobre el equilibrio social y poltico existente. Por este medio, la burguesa industrial tomaba una posicin frente a la crisis que haba surgido en el sector externo. Agobiada por la escasez de divisas, que amenazaba con un colapso de todo el sistema industrial, la burguesa aceptaba el suministro, por parte de los grupos extranjeros, de divisas necesarias para la superacin de esa crisis, concedindoles a cambio una amplia libertad de ingreso y de accin, y renunciando, por lo tanto, a la poltica nacionalista que se haba esbozado con Vargas. Las condiciones especiales de la economa norteamericana, que ms que nunca necesitada de nuevos campos de inversin, garantizaban el acuerdo.

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Centro de Desarrollo Econmico cePal-Banco nacional de Desarrollo Econmico de Brasil, 15 anos de poltica econmica do Brasil,1964, mimeo, p. 16.

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Latifundio contra industriaEs evidente que ese acuerdo no fue firmado mientras se tomaba el t. En noviembre de 1955, tras una tentativa de la derecha para quedarse sola en el poder, se verific lo que se llam, con un eufemismo, el contragolpe del 11 de noviembre, bajo el mando del ministro de guerra, mariscal teixeira Lott. Se asegur, as, la toma de posesin, en la Presidencia y Vicepresidencia de la Repblica, de los candidatos elegidos en octubre por la coalicin del Partido Social Demcrata y el Partido Laborista: Juscelino Kubitschek, ex gobernador de Minas gerais, y Joo goulart. Desde el primer ao de su gobierno, en 1956, el nuevo presidente lanz un ambicioso programa de desarrollo econmico el Plan de Metas, cuya aplicacin empez al ao siguiente. Aunque contaba con facilidades arancelarias y estmulos fiscales a la iniciativa privada, el Plan se respaldaba, principalmente, en las inversiones pblicas en sectores bsicos y en los ingresos de capital extranjero. Para mantener el ritmo previsto se haca necesaria una inversin monetaria importante en las obras pblicas y en la construccin civil; Kubitschek prefiri concentrarlas, ad suam majorem gloriam, en la edificacin de una nueva capital: Brasilia. La expansin econmica que se logr fue apreciable; pero para comprender cmo evolucionaron las relaciones de clase hay que examinar las condiciones en que se produjo. un primer punto que se debe destacar es la participacin del capital extranjero. Dijimos que el total de inversiones y financiacin de origen externo suma casi 2.500 millones de dlares para el perodo, lo que indica un refuerzo considerable de la posicin de los grupos extranjeros en la economa brasilea. Las formas especficas que asume ese refuerzo se pueden imaginar si sealamos que casi la totalidad de esa suma se destin a las actividades infraestructurales y a la industria ligera y pesada, y si se considera que grandes partes, difciles de estimar, de esos capitales vinieron asociados a empresas nacionales; al proceder de esa manera se aprovecharon de la facilidad creada por la instruccin 113 para la importacin33

de equipos sin cobertura cambiaria. Es natural, por lo tanto, que en virtud del crecimiento de la intervencin del factor extranjero en la economa, y de los lazos que el mecanismo de la asociacin estableci entre este sector y el nacional, creciera la influencia de los grupos econmicos internacionales en la sociedad poltica brasilea. Otra consecuencia tendr la ampliacin en la intervencin del sector extranjero, y ser su repercusin sobre las relaciones existentes entre el sector industrial y el agroexportador. Efectivamente, el deterioro de la situacin econmica de este ltimo, que ya sealamos, no correspondi a la depreciacin de su fuerza poltica. Esto no se debi tan slo a la firme posicin que ocupaba en la estructura poltica ni al dominio que ejerca sobre la masa campesina, decisivo en el juego electoral, sino tambin a la dependencia en que se encontraba todava la industria en relacin con la exportacin, fuente de divisas para sus importaciones, dependencia que la extensin del sector extranjero vino a acentuar:[] los beneficios obtenidos por las empresas imperialistas en Brasil slo se pueden liquidar (y slo entonces constituirn para ellos verdaderos lucros) con los saldos de nuestro comercio exterior, por ser de la exportacin de donde proceden nuestros recursos en moneda extranjera. Descontada la parte de esos recursos que se destinen a pagar las importaciones, es del saldo restante, y solamente de l, de donde podr salir el beneficio de las inversiones hechas aqu por los trusts.4

Esta observacin tiene implicaciones seguras en el anlisis de las relaciones de clase, tal como se desarrollaron en ese perodo. Es de hecho evidente que la tregua que se estableci entre los grupos industriales y agroexportadores en la fase de ejecucin del Plan de Metas termin por traducirse en un incremento de su solidaridad mutua, gracias a la influencia del capital extranjero4

Caio Prado Jnior, Histria econmica do Brasil, op. cit., p. 325.

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invertido en la industria, al que le importa mucho ms el aumento de las ganancias de la exportacin. Se comprende as que en el proceso de intensiva capitalizacin que represent el perodo de Kubitschek, la industria haya permitido, sin protestar, que una buena parte del aumento de la productividad urbana fuera transferida hacia el sector agroexportador, por mediacin de la mecnica de los precios,5 como incentivo a las actividades de este sector, y que igualmente haya aceptado la poltica de almacenamiento del caf, destinada a sostener los precios internacionales del producto, que entre 1954 y 1960 absorbi nada menos que 147.000 millones de cruceiros, correspondientes a un promedio anual de 1,32% del producto nacional bruto.6 Pero si la contradiccin entre los sectores industrial y agroexportador tenda a disminuir, otra oposicin, nueva en cierta manera, haca su aparicin en la economa brasilea. El examen del cuadro de los precios de intercambio entre los productos agrcolas e industriales no muestra tan slo una transferencia de renta urbana hacia la agricultura en general, sino, en particular, una fuerte transferencia hacia la agricultura que produce para el mercado interno.7 Si se considera que, en el perodo 1955-1960 en que se acenta esa tendencia, la tasa de expansin de la produccin agrcola para el mercado interno disminuye (pasando de 4,9% en el perodo 1947-1954 a 4,3% en 1955-1960), mientras se eleva la tasa anual de crecimiento industrial (de 8,8% a 10,4% en los perodos considerados), se concluir que la aceleracin de5

Los precios agrcolas globales pasaron del ndice 222,6 en 1954 a 686,3 en 1960, mientras el ndice de los precios industriales progres de 204,2 a apenas 462,4 en los aos considerados (1949 = 100). Presidencia de la Repblica de Brasil, Sntesis del Plan Trienal de Desarrollo, diciembre de 1962, p. 126. Centro de Desarrollo Econmico cePal-Banco nacional de Desarrollo Econmico de Brasil, 15 anos de poltica econmica do Brasil, op. cit., p. 66. Si el ndice relativo de los precios agrcolas en general y los precios industriales, tomando como base a 1949, pasa de 118,8 en 1955 a 148,4 en 1960, el de los precios del producto agrcola para el mercado interno se eleva de 109 a 147,6 en los aos considerados, presentando, pues, una progresin ms rpida. Presidencia de la Repblica de Brasil, Sntesis del Plan Trienal de Desarrollo, op. cit., p. 126.

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la transferencia de rendimientos relativos a la productividad urbana hacia el campo se debe, bsicamente, a una rigidez relativa de la oferta de bienes agrcolas, frente a una demanda urbana creciente.8 La causa fundamental de esa rigidez no ha de buscarse muy lejos:todos los estudios e investigaciones sobre las causas del atraso relativo de la agricultura brasilea, de su baja productividad y de la pobreza de las poblaciones rurales conducen, unnime e inevitablemente, a la identificacin de sus orgenes en la deficiente estructura agraria del pas [dir el gobierno de goulart, al lanzar su Plan trienal de Desarrollo, subrayando:] El rasgo caracterstico de esa estructura agraria arcaica y superada, que est en conflicto peligroso con las necesidades sociales y materiales de la poblacin brasilea, es la absurda y antieconmica distribucin de las tierras.9

Esa estructura, que deja en manos de menos del 26% de los propietarios ms de la mitad de las tierras, mientras adjudica el 10% de stas al 75% de la poblacin activa rural en condiciones de muy baja productividad, reduce a la mayora de los campesinos a una situacin permanente de subempleo y de miseria, y permite, adems, que a travs del arrendamiento de la tierra, toda la riqueza producida en el sector agrcola se la apropie una minora de terratenientes. tal estructura es un obstculo a la ampliacin del mercado interno para los productos industriales. Por lo tanto, en un momento en que las inversiones extranjeras en la industria tienden a minimizar el divorcio creciente entre los intereses industriales y los del sector agroexportador, la oposicin entre la industria y la agricultura para el mercado interno agrava globalmente la contradiccin existente entre el sector industrial y el sector agrcola. La consecuencia es el planteamiento cada vez ms urgente de la reforma agraria.8 9

Ibid., p. 127. Ibid., pp. 140-141.

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Esta verdad ser an ms evidente cuando, hacia 1960, declinen los ingresos de capital extranjero, al mismo tiempo que, pasado el perodo de maduracin de las inversiones, los grupos internacionales vuelvan a presionar sobre la balanza de pagos para exportar sus beneficios. En ese momento grave por la tendencia a la baja de los precios de exportacin la expansin industrial brasilea se ver contenida de dos maneras: desde el exterior por la crisis de la balanza de pagos, que no deja otra alternativa que devaluar la moneda, lo cual dificulta todava ms las importaciones esenciales, o contener la exportacin de beneficios y ampliar el mercado internacional para los productos brasileos; y desde el interior, por el agotamiento del mercado para los productos industriales, mercado que slo podr ampliarse a travs de la estructura agraria. Ah se funda, desde el punto de vista de la burguesa industrial, el binomio poltica externa independien te/reforma agraria, que dominar el debate poltico a partir de 1960. De manera general, este dilema es el mismo que se present hacia los aos 1953-1954 y que desencaden la crisis poltica colmada por el suicidio de Vargas. Se podra decir, entonces, que con ayuda sobre todo de la instruccin 113 se logr superar la crisis sin solucionarla, y que su aplazamiento slo condujo a que volviera a presentarse con mayor violencia. Aqu es donde debemos verificar el comportamiento de factores que, teniendo todava un papel secundario en la crisis de 1954, haban continuado desarrollndose.

La escisin horizontaLDijimos que, gracias sobre todo al alquiler de la tierra, la estructura agraria brasilea permite el drenaje de toda la riqueza producida en el campo hacia una minora de grandes propietarios. Ms grave es que cualquier cambio tecnolgico introducido en el trabajo agrcola, como la utilizacin de equipos y fertilizantes producidos por la industria, no se refleja en una mejora real de la situacin del campesino. Por el contrario, es fuente de desempleo, y fuerza al trabajador rural a huir a las ciudades, donde, por37

una parte, se sumar al triste cuadro de las favelas cariocas, de los mocambos de Recife, de las ciudades satlite de Brasilia, y, por otra parte, contribuir a envilecer el nivel de los salarios urbanos por el aumento de la oferta de mano de obra. Adems, mientras la introduccin de la tecnologa en la agricultura aumenta el nivel de la productividad (el producto, por persona ocupada en la agricultura, subi de 100 en 1950 a 127,7 en 1960), esa estructura impide que esas ganancias vayan al trabajador, con lo cual; el aumento de la productividad tan slo pasa a significar una intensificacin de la explotacin del trabajo. Es natural, pues, que en la segunda mitad de la dcada de los cincuenta se agudizasen las luchas en el campo por la posesin de la tierra. En 1958 surge en galilea, Pernambuco, la primera liga campesina bajo el liderazgo de Francisco Julio. El movimiento se ampla rpidamente y en poco tiempo se desborda hacia el noreste, y llega al sur, sobre todo al viejo y oligrquico estado de Minas gerais. Mera asociacin de autodefensa y solidaridad al principio, las ligas campesinas no tardan en situarse en el escenario poltico con una bandera arrancada de las manos a las clases dominantes: la reforma agraria radical. El Congreso nacional de los Campesinos, efectuado en 1961 en Belo Horizonte, con una representacin de ms de mil lderes rurales de todo el pas, expresa la afirmacin definitiva del movimiento campesino. La reforma agraria dejaba de ser un tema de discusin de los expertos y se converta en uno de los factores ms importantes de la lucha de masas en Brasil. De una manera ms sutil, la cuestin agraria influira tambin sobre el movimiento de masas en la ciudad. Supliendo constantemente con sus excedentes el mercado urbano de trabajo, la estructura agraria brasilea contribua a que el nivel de los salarios se mantuviera estacionario, al mismo tiempo que, por el aumento desproporcionado de los precios agrcolas, forzaba violentamente el alza del costo de la vida. El fenmeno afectaba tambin a la clase media asalariada, cuyos ingresos estuvieron siempre en funcin del salario mnimo obrero.

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Esta tendencia era reforzada por la poltica general del gobierno, y se constitua en una necesidad del programa de industrializacin, que dependa de una intensificacin del proceso de acumulacin de capital.Durante el perodo del Plan de Metas [dice un estudio del Centro de Desarrollo Econmico cePal-bnde] se procur mantener constantes los salarios nominales, resistindose a la concesin de reajustes y facilitndose la captacin de ahorros forzados de los sectores de ingresos contractuales. [y aade:] Es evidente que el factor mayor para el xito de esa poltica fue la presencia de una oferta flexible de mano de obra sin un elevado grado de organizacin sindical [siendo el] comportamiento salarial de indiscutible importancia en la obtencin de altas tasas de inversin.10

gracias a este expediente fue posible contener de manera relativa las presiones inflacionarias en esta fase de intenso desarrollo econmico, de tal manera que la tasa de inflacin, que fuera de 14,9% en 1953, no fue ms all del promedio de 22,7% en el perodo 1957-1959. Desde 1959, sin embargo, un factor perturbador interviene en el comportamiento de la economa, representado por la ascensin espectacular de los movimientos reivindicativos de la clase obrera, que presion para detener la cada del poder de compra de los salarios. La razn directa de esta tendencia puede buscarse en la elevacin brusca del costo de vida, determinada principalmente por el alza de los precios de los productos alimenticios, que se volvi sensible a partir de ese ao. Esa elevacin del costo de vida coincide con la aceleracin del grado de organizacin sindical de la clase obrera. En efecto, mientras crecan por la industrializacin los efectivos del ejrcito obrero, los sindicatos pasaron a buscar frmulas para superar los obstculos a su accin comn, que derivaban de la legislacin heredada del Estado Nvo: en la imposibilidad inmediata de formar10

Centro de Desarrollo Econmico cePal-Banco nacional de Desarrollo Econmico de Brasil, 15 anos de poltica econmica do Brasil, op. cit., p. 63.

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una directiva nica, los pactos de accin conjunta les permitieron coordinar sus actividades. Eso fue sensible especialmente en los trabajadores de las empresas estatales o paraestatales como Petrobrs, los ferrocarriles y las administraciones de los puertos, cuya importancia econmica y estratgica les proporcionaba mayor poder de discusin. La llamada huelga de la paridad, que hacia fines de 1960 reuni en Ro de Janeiro a los portuarios, estibadores y martimos con el apoyo de otras categoras, fue una demostracin de fuerza del movimiento obrero, cuya importancia estriba en que no le fue posible al gobierno detenerla mediante el manejo de los pelegos al servicio del Ministerio del trabajo. La consecuencia es que la curva de los salarios, que despus de un perodo estacionario present una tendencia al descenso desde 1956, a partir de 1961 muestra una ligera recuperacin. Al intento de las clases empresariales de contestar a la presin sindical con nuevos aumentos de precios (el costo de vida subi de 24% en 1960 a 81% en 1963), la clase obrera responde con la obtencin de reajustes salariales. Eso se ve cuando se considera que el salario mnimo urbano, en el perodo 1955-1960, se mantuvo estable por un promedio de 25 meses, y se reajust todos los aos, despus de 1961, y cada seis meses a partir de 1963. normalmente la inflacin es un mecanismo por el cual las clases dominantes de una sociedad buscan mejorar su participacin en el monto de las riquezas producidas. En el Brasil de los sesenta, su aceleracin indicaba una lucha entre precios y salarios que slo significaba que la inflacin, como instrumento de acumulacin de capital, dejaba de ser eficaz. Era imposible continuar financiando la industrializacin mediante ahorros forzados, cuando se tena el nivel de vida popular comprimido al mximo (gracias a la erosin constante a que haban estado sometidos los salarios) y un movimiento sindical en mejores condiciones para defenderse. Paralelamente a la disputa entre las clases dominantes por las ganancias originadas en el aumento de la productividad (que mostramos al tratar de la relacin entre precios industriales y agrcolas), esas clases tenan que enfrentarse ahora con la resistencia opuesta por las masas populares. intilmente la tasa de40

inflacin salt de 25% en 1960 a 43% en 1961, a 55% en 1962 y a 81% en 1963; de ser un mecanismo de distribucin de la renta en favor de las clases dominantes, el proceso inflacionario se convirti en una lucha a muerte entre todas las clases de la sociedad brasilea con miras a asegurar su propia supervivencia, y no podra terminar de otra manera sino poniendo a esa sociedad frente a la necesidad de una solucin de fuerza. El desarrollo econmico que el pas experiment desde la segunda dcada del siglo lo haba conducido a una crisis que se haba podido contornear, en 1954, gracias al insuficiente grado de agudizacin de las contradicciones que contena. En los primeros aos de la dcada de los sesenta, sin embargo, tales contradicciones asuman un carcter mucho ms grave, no solamente desde el punto de vista de las relaciones externas, como pretenden muchos, sino tambin desde las oposiciones que se haban desarrollado en el interior mismo de la sociedad. A la escisin vertical que en 1954 opona a la burguesa industrial, al sector agroexportador y a los grupos extranjeros, se sumaba ahora horizontalmente la oposicin entre las clases dominantes como un todo, y las masas trabajadoras de la ciudad y del campo.

eL bonapartismo de QuadrosDesde el comienzo del perodo 1961-1964 el pas presenci tres intentos de implantar un gobierno fuerte, tentativas que se basaron en diferentes coaliciones de clase y que reflejaron, en ltimo trmino, la correlacin real de fuerzas en la sociedad brasilea. La primera concretada en el gobierno de Janio Quadros, quien sucedi por va electoral a Juscelino Kubitschek, represent un bonapartismo carismtico, ungido de legalidad y teido de progresismo en grado suficiente para obtener la adhesin de las masas, al mismo tiempo que lo bastante liberado de compromisos partidarios para que, en nombre del inters nacional, pudiese arbitrar los conflictos de clase. A pesar de no pertenecer a los cuadros del principal partido que lo apoy la unin Democrtica nacional, y siendo por su naturaleza contrario a la actuacin41

poltica basada en fuerzas organizadas, Quadros era an ms indicado para ese papel en virtud de la ambigedad que haba marcado su llegada al poder: un candidato de la derecha que lograra una enorme penetracin popular gracias a los temas estabilidad monetaria, reformas estructurales, poltica externa independiente en que centr su campaa electoral. Declarado presidente, se rode de un ministerio conservador e inexpresivo y dej claro desde el principio que gobernara solo, pues sus ministros eran solamente secretarios particulares. Su primera medida de gobierno fue aplastar violentamente, incluso moviendo una parte de la escuadra,11 una huelga estudiantil sin importancia surgida en Recife. En lo sucesivo su comportamiento fue el de un dspota; se mostraba despectivo frente a cualquier tipo de presin y no ocultaba un soberano desprecio por los sindicatos, las directivas estudiantiles, los rganos patronales, los partidos polticos, en fin, por cualquier forma de organizacin. Su iniciativa ms notable fue la reformulacin general del esquema cambiario. Por medio de la instruccin 204 de la sumoc,12 y su complemento, qued abolido el sistema adoptado en 1953, extincin que alcanzaba a todos los regmenes establecidos bajo tal sistema, incluso la instruccin 113. El nuevo esquema cambiario creaba un solo mercado para las importaciones y exportaciones, donde la tasa de cambio se fijaba libremente, dejando as de ser uno de los instrumentos primordiales de la poltica econmica. El gobierno sustituy ese instrumento por la tributacin interna sobre las importaciones y exportaciones, por la utilizacin de cuotas de retencin de los beneficios y por la emisin de bonos de importacin. Aumentaba de este modo la disponibilidad del tesoro pblico, al mismo tiempo que beneficiaba las exportaciones, gracias a la devaluacin monetaria provocada por la instruccin 204. La nueva poltica cambiaria fue considerada por amplios sectores de la izquierda como una capitulacin de Quadros frente a11 12

Con este trmino el autor se refiere al ejrcito o polica militar (N. del E.). Superintendencia de la Moneda y el Crdito (N. del E.).

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los intereses del sector agroexportador y de los grupos extranjeros, expresados estos por el Fondo Monetario internacional. Esto nos parece una simplificacin. Es significativo, en efecto, que los grandes grupos econmicos, sean de la industria o de la agricultura y comercio de exportacin en una palabra, la economa de So Paulo aplaudiesen las directrices gubernamentales. Pero la oposicin parti, sobre todo, de los productores de caf de tipo inferior, principalmente los del estado de Paran, y de los grupos comerciales a ellos ligados, cuya actividad antieconmica fue sancionada por Quadros mediante la tributacin diferencial. tambin se opusieron los sectores industriales que se encontraban en situacin econmica difcil o que estaban todava en fase de implantacin por lo tanto, necesitados de los privilegios concedidos por el antiguo sistema cambiario, que tienen su mejor ejemplo en la industria textil de todo el pas y en la joven siderurgia de Minas gerais. La liberacin de los cambios tena, pues, un doble objetivo: desahogar al sector externo abriendo perspectivas para superar la grave crisis en que viva, ampliar al mismo tiempo los recursos del Estado para atender los compromisos de la deuda exterior y permitir, con un mayor liberalismo econmico, que la economa interna marchase hacia una racionalizacin, es decir, eliminar los sectores considerados antieconmicos o todava incapaces de enfrentarse a la competencia. no es necesaria mucha perspicacia para ver que eso libraba a las empresas medias y pequeas al apetito de los grandes grupos econmicos. La misma tendencia se manifest en la poltica relativa al capital extranjero. Anulando los privilegios que haba tenido hasta entonces, la instruccin 204 no estableca limitacin alguna a su actividad. El proyecto de ley presentado al Congreso por el gobierno, en el que se propona reglamentar la exportacin de beneficios, se basaba, a su vez, en mtodos liberales, principalmente la tributacin. ningn lmite cuantitativo se planteaba all a la exportacin de beneficios y tan slo se ofrecan ventajas fiscales a aquellos que reinvirtieran en el pas.

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Simultneamente, el gobierno trat de aliviar al sector externo en otras direcciones: primero, negociando la recomposicin de la deuda externa, mientras gestionaba la obtencin de nuevos crditos en Estados unidos y en Europa y, un poco ms tarde, tambin en los pases socialistas; segundo, planteando la reformulacin del comercio exterior con objeto de ampliar el mercado para las exportaciones tradicionales, pero tambin con el de diversificar las exportaciones con la inclusin de productos manufacturados. Es natural, pues, que la diplomacia brasilea presentase cambios sensibles. Quadros inici conversaciones para normalizar las relaciones con los pases socialistas, en especial con la unin Sovitica (interrumpidas desde 1947); envi una misin comercial a China encabezada por el vicepresidente goulart; inici una activa poltica africana abriendo nuevas embajadas y consulados, y enviando misiones comerciales a los jvenes pases de frica, y esboz, tambin, una nueva poltica en relacin con Latinoamrica. En este campo la cuestin cubana desempe un papel importante. Manifestando siempre su simpata por la revolucin de Castro, Quadros reprob abiertamente el intento de invasin de 1961 y defini su posicin: el pueblo cubano tiene derecho a autodeterminarse, y hay que impedir que, con motivo de la cuestin cubana, los pases latinoamericanos se conviertan en mero juguete en el conflicto norteamericano-sovitico. La nica solucin es la constitucin de un bloque autnomo que sirva de contrapeso a la influencia norteamericana y permita a Latinoamrica solucionar libremente sus problemas. Este bloque, en las condiciones vigentes en 1961, tendra por eje a Brasil y Argentina. En abril de ese ao, en uruguaiana, en la frontera brasileo-argentina, Quadros y Frondizi se pusieron de acuerdo sobre esas cuestiones. La poltica exterior apareci como la faz ms espectacular del gobierno de Quadros, quien la utiliz conscientemente para solucionar no slo el problema de mercado que apremiaba a la economa brasilea, sino el de los crditos externos que se necesitaban. Esto permiti a Brasil sentarse como una de las estrellas44

en la Conferencia de Punta del Este en agosto de l961, de donde saldra la Alianza para el Progreso. Decidiendo enviar un diplomtico de alto rango a la conferencia neutralista de Belgrado, fijada para septiembre; condecorando al ministro cubano Ernesto Che guevara; estableciendo una correspondencia personal con el premier sovitico Jruschev en la que se planteaba abiertamente la posibilidad de ayuda econmica a Brasil, y preparando cuidadosamente la delegacin brasilea que participara en la sesin anual de las naciones unidas, Quadros mostraba que evolucionaba cada vez ms hacia una posicin de autonoma en el plano internacional, dispuesto a aprovecharse, al estilo nasserista, de las ventajas que eso poda proporcionarle. En el interior, esa poltica externa renda tambin sus dividendos. El respaldo unnime que le daba el pueblo y la importancia que las cuestiones internacionales asuman en el debate poltico permitan a Quadros hacer olvidar los sacrificios que su poltica econmica representaba para las capas menos favorecidas. Es natural que la contencin de las emisiones monetarias, la supresin de los subsidios a bienes esenciales de importacin (como el trigo y el petrleo) y la libertad cambiaria se manifestaban en la elevacin del costo de vida. Quadros no pareca inclinado, sin embargo, a permitir un aumento correlativo de los salarios. Desdeando la presin de los sindicatos y la oposicin parlamentaria, convocaba a la nacin al sacrificio de una poltica de austeridad. Por otra parte, atacaba los problemas estructurales internos, sobre todo el agrario, con medidas de efecto inmediato, mientras exiga del Congreso una reforma global. Al establecimiento de una poltica de precios mnimos, favorables al agricultor medio y pequeo, sigui la creacin del crdito rural mvil, suministrado sin dificultades burocrticas por unidades volantes del Banco del Brasil. Con eso hera hondamente la estructura del dominio de los latifundistas y especuladores comerciales sobre los campesinos, estructura que se apoyaba principalmente en la fijacin de precios a la produccin y en el agio. Abriendo tantos frentes, que despertaban el descontento de los ms distintos sectores, desde los comunistas hasta los de extre45

ma derecha, Quadros se escudaba slo en su fuerza personal, no preocupndose nunca de resguardarse en un dispositivo poltico, popular y militar propio. Cuando, despus de dos o tres ataques de Lacerda, renunci sorpresivamente a la Presidencia el 25 de agosto de 1961, su prestigio popular llegaba a la cima y nada pareca, en verdad, amenazar su posicin. Qu haba pasado? Se admite que, al desafiarle, Lacerda estaba respaldado por los ministros militares y cubierto por grupos patronales insatisfechos con la poltica de Quadros. Cuando ste trat de impedir que Lacerda hablase por la televisin el 24 de agosto, los jefes militares se negaron a cumplir sus rdenes. Se le forzaba, as, a arreglarse con la derecha o a declararle la guerra, y su renuncia fue una estratagema para eludir ese dilema. Quadros tena conciencia de su fuerza poltica, confirmada por el hecho de que la derecha no osaba atacarlo de frente, limitndose a intentar contenerlo. La circunstancia de encontrarse sin sucesor legal (porque al renunciar, el vicepresidente goulart estaba en China), llevara al pas al caos, pues, en cualquier hiptesis, Quadros se senta seguro de que la derecha le prefera mil veces ms a l que a goulart. Renunciando (proceso que emple con xito durante la campaa electoral para doblegar a la udn), esperaba volver al poder en brazos del pueblo, con lo que dispondra de una fuerza tal que ya nadie ni el Congreso, ni los partidos, ni los militares podra enfrentrsele. Si las articulaciones de la derecha, bajo el liderazgo de Lacerda, permiten, pues, que se hable de una tentativa de golpe, la respuesta de Quadros, con su renuncia, era tambin de un gesto golpista, y ambas se inscriben en la tendencia hacia el gobierno de fuerza que caracterizaba a la poltica brasilea.

GouLart y La coLaboracin de cLasesLos acontecimientos que siguieron confirmaron y desmintieron, al mismo tiempo, las esperanzas de Quadros. tena razn al creer que su renuncia llevara al pas al borde de la guerra civil, pero se engaaba al pensar que el movimiento popular le restituira el poder. Contrario de lo que le dictaba su concepcin carismtica46

y pequeoburguesa de la poltica, el pueblo como tal no existe sino como fuerzas populares que se mueven siempre bajo la direccin de grupos organizados. La desconfianza que inspiraba a esas fuerzas hizo que ellas tratasen de aprovechar a su manera el caos que su renuncia haba creado. El pueblo, como esperaba Quadros, sali a las calles para enfrentarse a la derecha, pero no tom su nombre como bandera y s el de goulart, mucho ms ligado a las directivas de las masas. tras un intento fracasado de los ministros militares de Quadros para someter el pas a la tutela militar y que anunciaba lo que pasara en 1964, y gracias sobre todo a la resistencia opuesta por el gobernador de Ro grande do Sul, Leonel Brizola, el vicepresidente Joo goulart asumi por fin la Presidencia, aunque en el marco de un compromiso que sustitua el rgimen presidencial por el parlamentario. Se trataba, evidentemente, de una tregua. Muy pronto goulart dej claro que no aceptara la situacin, e inici una campaa cada vez ms violenta de desmoralizacin del parlamentarismo. Por otra parte, si a nivel de la poltica externa se mantena el dinamismo impreso por Quadros, en el plano interno entraba en una fase de relativo inmovilismo. Es necesario observar que ese inmovilismo no era exclusivamente, ni siquiera principalmente, el resultado de la tregua parlamentaria, como goulart y sus partidarios daban a entender, sino, por encima de todo, del estancamiento de la expansin industrial y del equilibrio a que haban llegado las tensiones sociales. En efecto, desde 1962 la tasa de inversiones declin (seal segura de que haba cado la tasa de beneficios), mientras, reforzados por la movilizacin provocada por la crisis de agosto, los movimientos reivindicativos de la clase obrera y de la pequea burguesa se volvan cada vez ms agresivos. Era evidente que la economa brasilea estaba en un callejn sin salida. La tregua poltica resultante de esa situacin la agravaba, ya que no permita a ninguna clase imponer una solucin. La fuerza de goulart en el movimiento sindical llev a la burguesa a depositar en l sus esperanzas de contenerlo y utilizarlo en su intento de constituir un gobierno fuerte, capaz de atacar a47

los dos factores determinantes de la crisis econmica (el sector externo y la cuestin agraria), para abrir as a la economa nuevas perspectivas de expansin. Es decir, se intentara sustituir el liderazgo carismtico de Quadros, basado en una concepcin abstracta de la autoridad, por un liderazgo de masas sostenido por fuerzas organizadas y con una ideologa definida. Esta tendencia se concret por la actuacin de goulart, quien se movi en dos direcciones: poco a poco mont un dispositivo militar propio y reforz su posicin en el movimiento sindical. Data de esta fecha el surgimiento de un organismo nuevo que tendra gran repercusin en el equilibrio de las fuerzas polticas: el Comando General de los Trabajadores (cgt), cuya constitucin era una superacin de los obstculos levantados por la legislacin del Estado Nvo para lograr la unificacin del gobierno sindical. Apoyado por la fraccin militar progresista y por el cgt, goulart desarroll la campaa de 1962, favorable al retorno al presidencialismo. Lo que as resurga en el panorama poltico brasileo era una forma de Frente Popular que Vargas haba intentado, sin atreverse a concretarla, y que se convirti posteriormente en una orientacin estratgica del Partido Comunista. Bajo el liderazgo de goulart, y con el fin de obtener reformas de base, ese amplio movimiento, valindose de la movilizacin militar y de dos huelgas generales (5 de julio y 14 de septiembre de 1962), dobleg la resistencia de los sectores reaccionarios del Congreso y logr la convocacin de un plebiscito para decidir sobre la forma nacional de gobierno. El 6 de enero de 1963, por aplastante mayora, el pueblo brasileo aprob la derogacin de la enmienda constitucional de 1961 y la devolucin de los poderes presidenciales a goulart. Pareca, finalmente, que la tendencia bonapartista que se esbozaba en el escenario poltico de la nacin iba a concretarse y que vencera la tesis, preconizada por el Pcb, de un gobierno de la burguesa industrial respaldado por la clase obrera. La tarea fundamental del nuevo gobierno era hacer frente a la situacin econmica, cuyo deterioro se manifestaba en dos ndices: disminucin de la tasa de crecimiento del producto nacional de 7,7% en 1961, a 5,5% en 1962 (con un aumento demogrfico48

de 3,1% al ao), y elevacin de la tasa de inflacin de 37% en 1961 a 51% en 1962. En diciembre de 1962 goulart dio a conocer su plan econmico, el llamado Plan trienal de Desarrollo (19631965). En lneas generales se trataba de un conjunto de medidas destinadas a reactivar el crecimiento econmico y a promover progresivamente un regreso a la estabilidad monetaria. La palabra desinflacin, que estuviera de moda en el perodo de Quadros, volva a los peridicos y declaraciones oficiales.13 En este sentido, se prevea la reduccin del 4% en los gastos gubernamentales y una reforma tributaria, medidas destinadas a reducir el dficit de ms de 700.000 millones de cruceiros a 300.000 millones, a lograr la renegociacin de la deuda externa con el aplazamiento de los pagos, la disciplina del mercado interno de capitales, una contencin relativa de los salarios y sueldos en proporcin al aumento de la productividad, y, en consecuencia, la reduccin del aumento del nivel general de los precios, de 50% en 1962 a 25% en 1963 y a 10% en 1965. Paralelamente, trazaba el Plan una serie de directrices para las reformas estructurales: administrativa, bancaria, fiscal y agraria. El fracaso del Plan trienal en el mismo ao de 1963 no se debi, en ltima instancia, al hecho de que se trataba de una programacin defectuosa, sino a la contradiccin misma que se encontraba en la base del gobierno de goulart. nacido de un movimiento popular que se despleg en agosto de 1961 y culmin con el plebiscito de 1963, ese gobierno tena por misin, desde el punto de vista de la burguesa, restablecer las condiciones necesarias para asegurar la rentabilidad de las inversiones, es decir, detener la tendencia a la baja que acusaba la tasa de beneficios. A largo plazo eso significaba ampliar el mercado interno mediante una reforma agraria que, mientras no diera resultados, se compensara con la ampliacin del mercado externo buscado por la poltica exterior. A corto plazo, se trataba de disciplinar el mer13

La expresin desinflacin se utiliz por primera vez en el perodo de Kubitschek, en el plan de estabilizacin financiera presentado por su ministro de Hacienda, Lucas Lopes, que no lleg a aplicarse. Vase Embajada de Brasil en Estados unidos, Survey of the Brazilian Economy, Washington, 1958, p. 71.

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cado existente conteniendo el movimiento reivindicativo de las clases asalariadas. Es decir que a pesar de su sello de gobierno popular, se le exiga a la administracin de goulart que tuviera una actuacin impopular y reprimiera las reivindicaciones de las masas. As, cuando, tras la protesta de los grupos independientes de izquierda y de los sindicatos, el Pcb se vio forzado a condenar el Plan trienal (el primer fruto de un gobierno que tena todo su respaldo), no haca, en verdad, sino confesar la imposibilidad de su frente nico obrero-burgus. Esa condena, en efecto, tendra que hacerla el Pcb, cualquiera que fuera el plan del gobierno, ya que no son las fases cclicas de depresin las ms indicadas para que se establezca una colaboracin de clases entre la burguesa y el proletariado.

La radicaLizacin poLticaOtro factor contribua a dificultar el tipo de alianza que goulart y el Pcb, cada uno por su lado, buscaban. El ascenso del movimiento de masas, que se adverta desde el fin del gobierno de Kubitschek y se aceler con la crisis de agosto de 1961, se haba reflejado en el plano poltico de modo perturbador. El movimiento de izquierda que hasta 1960 se divida entre el Pc y el ala izquierda del nacionalismo sufri varios fraccionamientos desde 1961. En enero de ese ao se constituy la Organizacin Revolucionaria Marxista (ms conocida como PoloP, en virtud de su rgano de divulgacin Poltica Operria) que se propuso restablecer el carcter revolucionario del marxismo-leninismo que el Pcb traicionaba. Esa ruptura del monopolio marxista, hasta entonces en manos del Pcb (con excepcin de la reducida fraccin trotskista), era solamente una seal; en 1962 se produjo el cisma interno del Partido Comunista brasileo, entre su directiva y un grupo del Comit Central, constituyndose los disidentes en un partido independiente, el Pc de Brasil, con el peridico Classe Operria como su vocero. El mismo ao, Francisco Julio, en su manifiesto de Ouro Preto, llamaba a la formacin del Movimiento Radical tiradentes (mrt) e iniciaba la publicacin del peridico50

Liga, pero en octubre se escindi del mrt. Surgi finalmente la Accin Popular, iniciativa de los catlicos de izquierda, que tena como vocero el peridico Brasil Urgente. Esa proliferacin de organizaciones se complet con las corrientes que se formaron alrededor de lderes populares como Brizola y Miguel Arraes, gobernador de Pernambuco; y se encontraban en la cumbre del Frente de Movilizacin Popular, en Ro de Janeiro, que reuna adems a los principales organismos de masas, como el cgt, el Comando general de los Sargentos, la unin nacional de los Estudiantes, la Confederacin de los trabajadores Agrcolas, la Asociacin de Marineros. En este parlamento de las izquierdas, el sector radical se opona con una fuerza cada vez mayor al ala reformista, encabezada por el Pcb, en lo que se refiere a la posicin que deba asumirse frente al gobierno. El aumento de los movimientos de masas y la polarizacin que se efectuaba en su representacin poltica repercutieron inmediatamente sobre las clases dominantes. Protestando contra la amenaza de reforma agraria, los latifundistas, bajo la direccin de la Sociedad Rural Brasilea, empezaron a armar milicias. Formaciones urbanas del mismo tipo (como el grupo de Accin Patritica dirigido por el almirante Heck, uno de los ministros militares de Quadros, las Milicias Anticomunistas vinculadas al gobernador Lacerda y la Patrulla Auxiliar Brasilea, financiada por el gobernador de So Paulo, Ademar de Barros) hicieron su aparicin, mientras los industriales de So Paulo y de Ro de Janeiro formaban una sociedad de estudios el instituto de investigaciones Econmicas y Sociales (iies) que se destinaba a reunir fondos para la actuacin contra el gobierno. La intervencin norteamericana tampoco tard en revelarse. Como declar pblicamente el subsecretario thomas Mann, los crditos de la alPro, sin pasar por el gobierno federal, se dirigan a aquellos gobernadores capaces de sostener la democracia; slo el gobernador Lacerda recibi, entre 1961 y 1963, 71 millones de dlares por esa va. El embajador Lincoln gordon desplegaba una actividad inmensa junto a las clases empresariales. y un organismo directamente financiado por los grupos51

extranjeros y como denunci el gobierno de goulart por la Embajada de Estados unidos, el instituto Brasileo de Accin Democrtica (ibad), interfiri abiertamente en la vida poltica, sosteniendo a un grupo parlamentario (Accin Democrtica Parlamentaria) y financiando, en las elecciones, a los candidatos de su preferencia.14 Esta movilizacin de las clases dominantes mostraba que el esquema burgus-popular, bajo el cual se form el gobierno de goulart, era impracticable. Frente a la intensificacin de la lucha de clases (que la tasa de inflacin relativa a 1963, de 81%, claramente expresa) y el estancamiento de la produccin (aumento bruto de 2,1%, con las inversiones an en recesin), la burguesa retiraba cada vez ms su apoyo a goulart y se dejaba ganar por el pnico difundido por los grupos reaccionarios. Adems, como sealamos, la expansin del sector extranjero de la economa, su penetracin intensiva en el campo industrial y su organizacin en el plan poltico a travs de rganos como el ibad, contribuan a diluir la resistencia burguesa. El fracaso de goulart, al tratar de contener el movimiento reivindicatorio de las masas el Plan trienal se frustrara justamente por eso, ms especficamente por el aumento de sueldos logrado por la burocracia pblica en octubre de 1963 y la radicalizacin poltica, que llegaba ya a las Fuerzas Armadas (rebelin de los sargentos en Brasilia en septiembre de 1963), alejaron progresivamente a la burguesa de goulart. Ese divorcio se vio agravado por la polarizacin de las clases medias hacia la derecha. Sufriendo una violenta disminucin en su nivel de vida, habiendo sucedido esto en medio de constantes huelgas del cgt y de los estudiantes, bajo un gobierno llamado de14

Los gastos del ibad en los comicios para gobernador de Pernambuco y su confraternizacin con los marinos rebeldes en 1962, mismo ao en q