8/15/2019 Alegoria Hindu Del Carruaje y El Cochero

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ALEGORÍA HINDÚ DEL CARRUAJE Y EL COCHERO

Un día de octubre, una voz familiar en el teléfono me dice:—Salí a la calle que hay un regalo para vos.ntusiasmado, salgo a la vereda y me encuentro con el regalo. s un precioso carrua!e estacionado

 !usto !usto frente a la puerta de mi casa. s de madera de nogal lustrada, tiene herra!es de bronce yl"mparas de cer"mica blanca, todo muy fino, muy elegante, muy #chic$. %bro la portezuela de lacabina y subo. Un gran asiento semicircular forrado en pana bord& y unos visillos de enca!e blanco le

dan un toque de realeza al cubículo. 'e siento y me doy cuenta que todo est" dise(adoe)clusivamente para mí, est" calculado el largo de las piernas, el ancho del asiento, la altura deltecho... todo es muy c&modo, y no hay lugar para nadie m"s.ntonces miro por la ventana y veo #el paisa!e$: de un lado el frente de mi casa, del otro el frente dela casa de mi vecino... y digo: #*+ué b"rbaro este regalo +ué bien, qué lindo...$ - me quedo un ratodisfrutando de esa sensaci&n.

 %l rato empiezo a aburrirme lo que se ve por la ventana es siempre lo mismo.'e pregunto: #/0u"nto tiempo uno puede ver las mismas cosas1$ - empiezo a convencerme de queel regalo que me hicieron no sirve para nada.2e eso me ando que!ando en voz alta cuando pasa mi vecino que me dice, como adivin"ndome:—/3o te das cuenta que a este carrua!e le falta algo1

-o pongo cara de qué4le4falta mientras miro las alfombras y los tapizados.—5e faltan los caballos —me dice antes que llegue a preguntarle.6or eso veo siempre lo mismo —pienso—, por eso me parece aburrido...—0ierto —digo yo.ntonces voy hasta el corral&n de la estaci&n y le ato dos caballos al carrua!e. 'e subo otra vez ydesde adentro grito:—**aaaaal paisa!e se vuelve maravilloso, e)traordinario, cambia permanentemente y eso me sorprende.Sin embargo, al poco tiempo empiezo a sentir cierta vibraci&n en el carrua!e y a ver el comienzo deuna ra!adura en uno de los laterales.Son los caballos que me conducen por caminos terribles agarran todos los pozos, se suben a las

veredas, me llevan por barrios peligrosos.'e doy cuenta que yo no tengo ning7n control de nada los caballos me arrastran a donde ellosquieren.

 %l principio, ese derrotero era muy lindo, pero al final siento que es muy peligroso.0omienzo a asustarme y a darme cuenta que esto tampoco sirve.n ese momento, veo a mi vecino que pasa por ahí cerca, en su auto. 5o insulto:—*+ué me hizo'e grita:—*8e falta el cochero—*%h —digo yo.0on gran dificultad y con su ayuda, sofreno los caballos y decido contratar a un cochero. % los pocos

días asume funciones. s un hombre formal y circunspecto con cara de poco humor y muchoconocimiento.'e parece que ahora sí estoy preparado para disfrutar verdaderamente del regalo que me hicieron.'e subo, me acomodo, asomo la cabeza y le indico al cochero ad&nde quiero ir.9l conduce, él controla la situaci&n, él decide la velocidad adecuada y elige la me!or ruta.-o... -o disfruto del via!e.