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INSTITUTO ARGENTINO PARA ELDESARROLLOECONÓMICO

Presidentes honorarios:Horacio GibertiSalvador María Lozada

Presidente:Sergio Carpenter Vicepresidente:Guillermo VitelliSecretaria:Lucía VeraProsecretaria:Flora LosadaTesorero:Daniel RascovschiProtesorero:Alberto RosenthalVocales Titulares:Etchichury, PedroGarcía, Alfredo T.Giai, EliseoGómez, RobertoKanevsky, EduardoVilas, CarlosZaietz, CarlosVocales Suplentes:Amigo, Juan CarlosCardo, José MaríaGarcía, HéctorUrthiague, AlbertoComisión revisora de cuentas:Ana HawrylkowiczNorma PenasDirección y administración:Hipólito Yrigoyen 1116 - 4º piso(C1086AAT) Buenos Aires, ArgentinaTeléfonos y fax: 4 381-7380/9337e-mail: [email protected]@iade.org.arhttp://www.iade.org.ar

Nº 24016 de noviembre al 31 de diciembre de 2008

Editor responsable:Instituto Argentino para elDesarrollo Económico (IADE)

Director:Juan Carlos AmigoSecretaría de Redacción:Irene BrousseComité Editorial:PresidenteHoracio GibertiEnrique O. ArceoEduardo BasualdoAlfredo Eric CalcagnoDina FoguelmanRoberto GómezMabel ManzanalMiguel Teubal

Registro Nacional de laPropiedad Intelectual Nº 133452Los artículos pueden ser libremente re-producidos con sólo acreditar a Reali-dad Económica como fuente de origen,salvo indicación en contrario. La respon-sabilidad de los artículos firmados recaede manera exclusiva sobre sus autoresy su contenido no refleja, necesaria-mente, el criterio de la dirección.

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8 números/1 año $150ExteriorPrecio del ejemplar (vía aérea) U$S18Suscripción anual (vía aérea) U$S150

Impreso en Publimprent S.A., Cóndor1785 - Cdad. de Buenos Aires. tel.4918-2061/2

Franqueo PagadoConcesión Nº 3806C

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ISSN 0325-1926

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O p i n i o n e s

La Argentina en el mundo que se vieneLa Argentina en el mundo que se vieneAldo Fer r e r 7

En esta intervención el disertante se refiere sucintamente a los cambios económi-cos y sociales de la última década. Afirma que los problemas actuales ya estabanplanteados antes de la crisis y se pregunta si la intervención del Estado en el nivel

mundial dará lugar a la aplica-ción de políticas globales: unespacio de vinculación entre losterritorios nacionales y el mun-do.Así, procura dar respuesta a dosinterrogantes principales acercadel comportamiento de la eco-nomía internacional: ¿cuán efica-ces serán las medidas encaradaspor los países centrales parareactivar la demanda efectiva?;¿cómo van a repercutir en elresto del mundo?

I n d u s t r i a m a n u f a c t u r e r a

C r i s i s s i s t é m i c a m u n d i a l

Nueva vulnerabilidad financiero-comercialNueva vulnerabilidad financiero-comercialLa especulación en el mercado de La especulación en el mercado de commoditiescommodities

Ju l i o Se var e s17

Del “modelo de los noventa” a la Del “modelo de los noventa” a la posconvertibilidad. Reflexiones preliminaresposconvertibilidad. Reflexiones preliminares

Danie l Az piazu - Mar t ín Schor r

Los nuevos senderos de la economía y la industria argentinas a partir de la “salida deva-luatoria” del régimen de convertibilidad han concitado un creciente interés analítico entorno de, entre otras cuestiones, la identificación de continuidades y rupturas respecto de ladécada de los noventa, la presencia de cambios estructurales de trascendencia, y el surgi-miento de un nuevo patrón de acumulación y reproducción del capital frente a la agotadahegemonía de la valorización financiera y el ajuste estructural.

Ese es el escenario en el que se inscribe este trabajo, que sólo intenta aportar algunos ele-mentos de juicio a dicho debate, sin pretender resolver la amplia gama de temas que debe-rían ser abordados hasta alcanzar una síntesis superadora de los análisis realizados hasta elpresente, muy particularmente en el ámbito de la postergada –frente al “huracán neolibe-ral”– industria manufacturera.

En el marco de la actual crisis internacional (con resultados aún impredecibles, pero segu-ramente con importantes efectos recesivos tanto para los países centrales como para losperiféricos), y considerando los rasgos distintivos de la trayectoria fabril durante la poscon-vertibilidad (en otros términos, todo lo que no se ha hecho en una fase inusitadamente expan-siva que conformó en numerosos aspectos una verdadera –¿e irrepetible?– “ventana deoportunidades”), se plantean numerosos interrogantes en cuanto a las posibilidades real-mente existentes para encarar una reindustrialización de la Argentina alrededor de los ejesmencionados.

29

La crisis financiera iniciada en 2007 provocó una fuerte caída en los precios delas materias primas que puso de manifiesto la magnitud de la especulación en losmercados de futuros de esos bienes y la vulnerabilidad de los países que, hasta hacepocos meses, se beneficiaban con la tendencia alcista.

A lo largo de su historia, los países periféricos afrontaron una serie de fases devulnerabilidad externa comercial y financiera. En la actualidad se agrega una com-binación de vulnerabilidad comercial además de financiera, que es producto tantode la estructura de producción y exportación de los países, como de las transfor-maciones del mercado financiero internacional.

E x p e r i e n c i a s

60

Este trabajo tiene por objetivo, caracterizar y contrastar discursos de diversos actores invo-lucrados en discusiones actuales sobre biocombustibles en la Argentina, país que se insertacomo potencial productor para abastecer al exterior y diversificar su propia matriz energé-tica. Se abordan tres ejes temáticos que delimitan las principales discusiones actuales: laoportunidad que representan para el país y sus beneficiarios; el impacto ambiental queimplican y la validez de la disyuntiva “energía versus alimentos”. Estos ejes son trabajadosteniendo en cuenta distintas voces y el lugar que ocupa cada una en el entramado de rela-ciones vigente. Se realiza el análisis, considerando que los actores tienen perspectivas dis-tintas, intereses muchas veces contrapuestos y capacidades diferenciales en términos depoder que los afecta e influye en sus discursos. Se advierte un campo específico en con-formación, lo que implica procesos dinámicos y abiertos, con alianzas de distinto grado deperdurabilidad y donde la información aparece como crucial para actuar, decir y decidir.

Bolivia, un nexo más en la red del Bolivia, un nexo más en la red del voluntariado globalvoluntariado global

Carlos Alberto Villalba - Leandro EtchichuryConvocados por realidades diferentes, por instituciones públicas, organizaciones o comu-

nidades, muchos voluntarios de Latinoamérica y el Caribe trabajan, jornada a jornada, entemas tan diversos como el control aftósico en zonas de frontera, la lucha contra el chagas,la recolección domiciliaria de datos sociosanitarios, la alfabetización popular o en el sopor-te a las víctimas y en el rescate a los afectados por huracanes, terremotos, deslaves y tantosotros daños causados por desastres que, cada día, son menos “naturales”. En el marco delproyecto de Red Regional de Voluntariado Humanitario-Cascos Blancos se han capacitadomiles de jóvenes solidarios, decididos a unir esfuerzos para enfrentar sus problemas. CascosBlancos, como tantos otros actores nacionales y regionales, rechaza cualquier modelo de“asistencia dirigida” -visión subsidiaria del concepto político-militar de “intervención huma-nitaria”-, una forma de encarar la respuesta, que constituye una continuidad operativa de la“doctrina de seguridad nacional”. Esta forma de pensar el problema y de reaccionar en con-secuencia -potenciada por el actual recorrido de la IV Flota estadounidense- implica conce-bir el “riesgo” como algo “natural”, “inevitable”, “no previsible” y, muy especialmente, nomanejable por las naciones soberanas (Ej. Amazonas, Acuífero Guaraní). Sus acciones sonverticales, sin participación de las comunidades locales, externas y hasta militarizadas.Muchose habla de los “pueblos originarios” y de sus derechos, más de cinco siglos después de inva-siones, matanzas, sojuzgamiento, injusticia, racismo… Esos pueblos, sus herederos, lascomunidades que lograron sobrevivir, tienen mucho que enseñar, poseen conocimientos,tan propios de su cultura, como útiles en la relación de las sociedades con la naturaleza.

A n á l i s i s d e l d i s c u r s o

Biocombustibles en la Argentina: actores, Biocombustibles en la Argentina: actores, discursos y debatesdiscursos y debates

Mariana Saidón 71

El objetivo principal de este aporte que se publicará en dos partes es describir einterpretar los procesos determinantes de la dinámica de acumulación de capitalque tuvo lugar en el período comprendido entre 2002 y 2007 en un conjunto selec-cionado de procesos productivos específicos de las economías regionales extra-pampeanas de la Argentina. A través de este análisis inicial pretendemos identifi-car regularidades en el modo de generación y apropiación del excedente econó-mico producidos en talesprocesos, de modo tal quepodamos confirmar, rebatiro matizar las ideas de lascuales partimos.

El trabajo está integradopor tres apartados. El prime-ro consigna los supuestos departida que oportunamenteintentaremos corroborar ydará cuenta del enfoque teó-rico general. El segundocontiene una descripción deprocesos productivos rele-vantes en las diversas econo-mías regionales extrapampe-anas: tabaco y algodón en elnordeste, vitivinicultura enCuyo, azúcar y olivo en elnoroeste. En el tercero plan-teamos nuestras reflexionesfinales.

E c o n o m í a s r e g i o n a l e s

Subordinación productiva en las economíasSubordinación productiva en las economíasregionales de la posconvertibilidad (I).regionales de la posconvertibilidad (I).Crecimiento económico y exclusión social enCrecimiento económico y exclusión social enlos circuitos del tabaco, la vid, el azúcar, ellos circuitos del tabaco, la vid, el azúcar, elalgodón y el olivoalgodón y el olivo

Ale jandr o Rofman - Ari e l Gar c ía - Li l iana Gar c ía -Flor enc ia Lampr eabe - Est eban Rodr í guez -

Juan Manue l Vázquez Blanco

97

I A D E ActividadesActividades 156

I A D E En resumidas cuentasEn resumidas cuentas

16 de nov i embr e/31 de d i c i embr e de 2008

45 días de not ic ias 133

G a l e r a d e c o r r e c c i ó n

Territorios en construcción. Actores, tramas yTerritorios en construcción. Actores, tramas ygobiernos: entre la cooperación y el conflictogobiernos: entre la cooperación y el conflictoMABEL MANZANAL, MARIANA ARZENO YBEATRIZ NUSSBAUMER (COMP.)

María Car o l ina Fe i to

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7

La Argentina en La Argentina en el mundo que se viene*el mundo que se viene*

Opiniones

* Disertación en la Jornada “Crisis internacional”, organizada por el Plan Fénix en laFacultad de Ciencias Económicas UBA, el 17.12.08. Versión de RE.

** Economista. Integrante del Plan Fénix. Profesor titular consulto, FCE/UBA.

En esta intervención el disertante se refiere sucin-tamente a los cambios económicos y sociales de laúltima década. Afirma que los problemas actualesya estaban planteados antes de la crisis y se pre-gunta si la intervención del Estado en el nivel mun-dial dará lugar a la aplicación de políticas globales:un espacio de vinculación entre los territoriosnacionales y el mundo.Así, procura dar respuesta a dos interrogantes prin-cipales acerca del comportamiento de la economíainternacional: ¿cuán eficaces serán las medidasencaradas por los países centrales para reactivar lademanda efectiva?; ¿cómo van a repercutir en elresto del mundo?

Aldo Fer r e r**

8 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

A comienzos de esta década,por iniciativa de AbrahamLeonardo Gak y con el patrociniodel profesor Julio Olivera, nosempezamos a reunir para analizaruna situación que ya era calamito-sa y que se encaminaba inexora-blemente hacia un epílogo trau-mático. Eramos un grupo deinvestigadores y docentes de laUniversidad, tuvimos la perspecti-va -no había que ser muy inteli-gente para darse cuenta- de queel modelo neoliberal, basadosobre el endeudamiento, con supolítica cambiaria, su concentra-ción económica y el deteriorosocial, llevaba a una crisis termi-nal. Efectivamente, lo que pasófue espectacular. En un paíscomo el nuestro, acostumbrado atraumas muy graves, la crisis de2001-2002 fue extraordinaria, por-que no sólo implicó una fuertecontracción económica, deempleo, de nivel de vida y de desi-gualdad, sino un desorden sor-prendente. El país se quedó prác-ticamente sin moneda: a princi-pios de 2002 había 17 monedasdando vuelta, en default, concorralito y corralón, con los ban-cos cerrados. Reapareció el true-que como medio de intercambioprecapitalista.

Todos recordamos los pronósti-cos que se hacían en aquelmomento acerca de lo que cabíaesperar: dolarización, hiperinfla-ción, el abandono definitivo detoda política económica, y estedesorden espectacular se dabaen el marco de una crisis política

muy severa, con la renuncia delPresidente y un cuadro extrema-damente complejo, con los peorespronósticos imaginables.

Hoy, cerca de la finalización dela primera década del siglo XXI,después de aquellos primerospasos del Grupo Fénix, la realidades muy distinta. La economía,lejos de caer en un desorden defi-nitivo, se sustenta sobre equili-brios macroeconómicos relativa-mente sólidos en el presupuesto yla balanza de pagos, con la recu-peración de instrumentos de lapolítica económica como la autori-dad monetaria. Hay un sistemapesificado y la modificación cam-biaria ha permitido una recupera-ción considerable. Este escenario,en una situación de default y sinfinanciamiento internacional, conrecursos propios, permitió un cre-cimiento de la actividad que llevóa un aumento del PIB del 60%desde 2002. La tasa de inversiónse duplicó del 12 al 24%; se enca-rriló el tema de la deuda en lanegociación de 2005 y el país estáautofinanciándose, con recursospropios, tanto del sector públicocomo del sector privado. Una delas cosas que sobrevinieron fue elaumento de los precios, pero enun momento en que esto no signi-ficaba una presión inflacionaria.Luego se produjo el debate sobreel papel del INDEC y actualmentela cuestión de la inflación ha pasa-do a un segundo plano.

En el transcurso de la década seprodujo un cambio notable en el

9La Argentina en el mundo

comportamiento de la economíaargentina y en su situación actualrespecto de la que prevalecíahasta no hace mucho tiempo.Incluso el crecimiento durante unperíodo prolongado, a partir de2002, supera al de muchos perío-dos extensos y de gran prosperi-dad en la historia económica delpaís. Yo diría que más allá de estecambio de escenario, lo másimportante que está pasando, entérminos de repercusión política,que da para un análisis que vamás allá de las variables económi-cas, es que el problema mayorque tuvo el país fue su incapaci-dad para establecer reglas dejuego a largo plazo, capaces detratar los conflictos en una socie-dad pluralista, moderna, en trans-formación. Esta situación de into-lerancia, de crispación, que enciertos momentos llevó a una vio-lencia terrible en el país, fue gene-rando una cierta dinámica políticasegún la cual las tensiones extre-mas que no podían canalizarse através del sistema político estalla-ban en un golpe de Estado. Esofue lo que pasó en un período demás de cincuenta años, desde1930 a 1983.

Con el retorno de la democracia,las tensiones extremas estallaronen el campo económico. Pasó conla transferencia del gobierno deAlfonsín a Menem y luego con lacrisis de 2001-2002. Hay una cier-ta tradición histórica que se hamanifestado en estos episodios,una crítica inmoderada y ciertodeseo de colapso del sistema

económico como modo de propi-ciar un cambio de gobierno. Meparece que lo notable de la situa-ción actual es que la soluciónfuera del marco de la Constituciónha quedado descartada, y la inter-vención del Congreso en el temade las AFJP demuestra que lastensiones no terminan en el caoseconómico. El tema del campo yel de la inflación, la amenaza de lacrisis energética y ahora el impac-to de la situación internacional,que produce un efecto de conta-gio, con expectativas negativas,muestran que pese a esas tensio-nes se mantiene la gobernabili-dad, a tal punto que el Gobiernointenta una política económicacon este conjunto de medidas queestá implementando. Este es undato relevante que marca diferen-cias con la experiencia anterior.

En este escenario la estabilidadinstitucional permite decisionesque se sostengan desde el puntode vista macroeconómico, lo cualnos hace advertir algo que es unacondición básica: no es posible eldesarrollo sin un marco de reglasde juego medianamente ordena-das. Allí es cuando observamos elcambio de la situación internacio-nal, con el derrumbe del mundodel dinero, y frente a esto la res-puesta masiva en los países cen-trales que marca un retorno delEstado como agente de la econo-mía, actuando de manera coordi-nada -lo que también revela lainterdependencia profunda quehay en el mundo, no sólo entre lasgrandes economías como las de

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Estados Unidos, la Unión Europeay el Japón, sino también con lasnaciones emergentes-. Este es undato que no estaba presentedurante la crisis de los años trein-ta, cuando predominaba la políticadel “sálvese quien pueda”, queaños después llevó a la SegundaGuerra Mundial.

Hoy la interdependencia es pro-funda, y uno de los grandes deba-tes que se vislumbran es cuál seráen el futuro el papel de la econo-mía norteamericana. Como sabe-mos, los Estados Unidos hanvenido funcionando con un déficitmuy importante, financiado conlos títulos de deuda que emite laReserva Federal. La pregunta espor qué el resto del mundo com-pra esos papeles. El primero quecriticó esta forma de financiaciónfue el general De Gaulle, en losaños sesenta. El presidente Nixonpuso un punto final a la conver-sión de las reservas en oro y apartir de ese momento se inició unperíodo de discusión acerca delos modos de financiamiento de laeconomía. El sistema financierointernacional comenzó a funcionarcon un patrón dólar, lo que paraalgunos implicaba que tarde otemprano eso iba a determinar lanecesidad de un ajuste. Lo ciertoes que ese ajuste nunca se pro-dujo porque el déficit estadouni-dense le convenía a todo elmundo: a los norteamericanos,porque gastaban más de lo queproducían, y en países comoChina, con un altísimo nivel deahorro, el nivel de la demanda

interna era insuficiente para cana-lizar ese ahorro. La economía deEUA cumplía una función keyne-siana en el sistema internacional,inyectando demanda, lo que per-mitió un crecimiento mayor delproducto bruto mundial. Muchoshoy se cuestionan cómo losEstados Unidos pudieron llegar aun déficit del 5% del PBI, peroeso, como dijimos, les convenía atodos.

El tema es que probablementehabrá un ajuste en la economíaestadounidense, con una disminu-ción del déficit, crecimiento delahorro interno, y el planteo quehoy se está haciendo indica lanecesidad de proteger el mercadointerno. Hay entonces en el futurouna serie de interrogantes acercadel comportamiento del sistemamundial, incluso de la posición dela economía norteamericana, ydesde luego, los que ya habíaantes de la crisis, como el proble-ma de la desigualdad, las asime-trías en la distribución del progre-so tecnológico, los temas delmedio ambiente, el narcotráfico, eltráfico de armamentos, los conflic-tos en diversas partes del mundo.Todos estos problemas ya esta-ban planteados desde antes de lacrisis. Esta situación extraordina-ria ha provocado también una res-puesta excepcional de los gobier-nos para ponerle un freno a la cri-sis financiera y luego reactivar lademanda por medio de las obraspúblicas y otros tipos de interven-ción, la pregunta es si esta inter-vención del Estado va a traer la

11La Argentina en el mundo

posibilidad de políticas globales.No hay que tener una expectativaexcesiva de que ello se concrete,pero esta presencia del Estado enel control del mundo del dinero yen el impulso a la demanda efecti-va en los países centrales esnovedosa.

Los interrogantes sobre el com-portamiento de la economía mun-dial son principalmente dos:¿cuán efectivas serán estas medi-das para reactivar la demandaefectiva por vía del gasto públicoen esos países? y ¿cómo van arepercutir en el resto del mundo?Es cierto que la crisis financieraprovocó un deterioro en la situa-ción patrimonial del ingresocorriente de la población de losEstados Unidos y de los paísescentrales, y por eso hay una fuer-te contracción del consumo y unatendencia al mayor ahorro. Lacuestión es que las expectativasson muy volátiles, y si estas medi-das funcionan es para evitar quela contracción llegue a ser mayorr.

En el caso argentino, las expec-tativas no van a ser tan favorablescomo en los tiempos recientes,sobre todo en lo que hace a losprecios de los commodities. Elcrédito para los países emergen-tes va a ser escaso, pero en nues-tro caso no va a ser tan significati-vo, porque antes de la crisis noteníamos acceso al crédito perotampoco lo necesitábamos. Unode los hechos notables de la recu-peración argentina es que se halogrado exclusivamente conrecursos propios, y esto ha permi-

tido que hasta ahora la mayorparte de los problemas que hoyenfrenta la economía argentinatienen que ver con una crisis deconfianza, que se manifiesta en lahuida de capitales. Los problemasinternos han llevado a que en losdos últimos años se fueran delpaís unos 11.000 millones dedólares, una cifra equivalente alsuperávit comercial y que significóque en 2001 el sistema sederrumbara. La diferencia es queentonces la financiación proveníadel endeudamiento, y cuando secortó la entrada de divisas lacaída era inevitable. La actualsalida de capitales proviene derecursos reales. En el aspectoestrictamente financiero, la crisisno ha golpeado significativamenteal país. El sistema bancario estásólido, hay liquidez. No ha habidodisminución significativa de depó-sitos. El Banco Central tiene sufi-cientes reservas para regular eltipo de cambio y manejar la situa-ción monetaria. Lo notable de estasituación, el contraste con laexperiencia histórica, es que unaconmoción internacional encuen-tra a la Argentina con capacidadde resistencia, a diferencia de loque sucedió con las crisis delTequila, la rusa y otras, ya que elpaís era extremadamente vulne-rable por su dependencia del cré-dito externo.

Estamos enfrentando una situa-ción en el país con un cambioextraordinario. Las circunstanciasinternacionales, la propia crisis delmundo del dinero, con las políti-

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cas que puedan surgir en el futu-ro, muestran una serie de cam-bios muy importantes, de los cua-les el más significativo es elderrumbe del imaginario neolibe-ral. La globalización financiera,que acaba de sufrir un duro golpecon esta crisis de 2008, fomentóesta apertura de los mercadosque en América latina fue promo-vida por el Consenso de Washin-gton, una estrategia que aquí sesiguió hasta sus últimas conse-cuencias con los resultados cono-cidos, que motivaron un deterioroy un desorden que se tradujeronen la crisis de 2002.

Nosotros hemos sido en ciertomodo precursores de la inviabili-dad de esta visión de la economíade un país. Ahora se ve en elplano internacional con el derrum-be de estas ideas. A veces piensoque es un hecho que se puedecomparar con lo que sucedió enlos años treinta. En la década delos treinta se derrumbó también elpensamiento neoclásico y surgióel planteo keynesiano. En Amé-rica latina tiene su ejemplo en unprofesor de esta casa, RaúlPrebisch, que dio origen a un pen-samiento alternativo estructuralis-ta, en un momento negativo de lahegemonía intelectual de Europa,por el derrumbe neoclásico. Asísurge el replanteo latinoamerica-no, que tiene su sede en laCEPAL y que de manera contra-dictoria marca la política demuchos de nuestros países. Enlos años setenta se reconstruye lahegemonía neoclásica, con el

abandono del paradigma keyne-siano, la inflación como cuestióncentral, el monetarismo y losgobiernos del presidente Reaganen Estados Unidos y la señoraThatcher en Gran Bretaña, quemarcan el auge neoliberal.

Todo este repaso al colapso delimaginario neoliberal nos lleva a lanecesidad de repensar la realidadcon nuestra mirada, con eseestructuralismo latinoamericano,para entender los procesos deacumulación. Los últimos trabajosde Prebisch analizan el capitalis-mo periférico, con las consecuen-cias de la mala distribución delingreso. Todos temas que reapa-recen como cuestiones centrales.Ahora el escenario resulta propi-cio para visiones heterodoxas.Esperemos que no sea algo efí-mero, como en la etapa anterior,sino que se consolide en un pro-ceso más profundo de desarrollosocial y económico de largo plazo.En el corto plazo se puede obser-var que el conjunto de medidasque está adoptando el gobiernoargentino necesita una financia-ción que en este momento nopodemos conseguir con el créditoexterno, porque hay compromisosque se deben cumplir para conso-lidar la confianza y la gobernabili-dad, y por lo tanto hay que movili-zar los recursos financieros real-mente existentes en el sistemabancario, en el sistema previsio-nal. El país no sólo va a poderresistir al impacto de la crisisfinanciera con su propio sistemafinanciero local, sino que va a

13La Argentina en el mundo

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poder tomar medidas sobre labase de los recursos financierosexistentes.

¿Cuán efectivas van a ser estasmedidas? Eso está por verse ydependerá de la coherencia delconjunto de las políticas, porqueun problema fundamental es el dela confianza, que está afectadapor el contagio de la situacióninternacional y con las “malasondas” que prevalecen en la inter-pretación, porque los que estándisgustados con los enfoquesheterodoxos piensan que sepuede provocar un cambio trau-mático, lo que se formula casicomo expresión de deseos paraque se interrumpa un curso deacción que ha tomado una trayec-toria definida desde la salida de lacrisis de 2002. La coherencia delconjunto de las políticas fortalece-rá la gobernabilidad, los equili-brios macroeconómicos, la políti-ca cambiaria. Hay algunos interro-gantes sobre el tipo de cambio; elque la economía necesita esaquel que privilegie el mercadointerno sobre las exportaciones; sies más barato lo que se produceen el país que lo que hay queimportar el Estado debe comprarlo que se produce aquí, para abrirespacios de rentabilidad, quitarprevisibilidad a los especuladoresy brindarla a los que invierten,consolidar la solvencia en la cuen-ta corriente de la balanza depagos. Lo fundamental es queestas reacciones frente al escena-rio internacional sean eficaces yque el conjunto de las políticasmuestren que el país está parado

sobre sus propios recursos y quepuede aplicarlos para seguir cre-ciendo.

Creo, entonces, que la perspec-tiva de que estas medidas tenganel efecto que se busca dependeráde una paridad cambiaria que per-mita estos objetivos. Esto noimplica que haya que ajustar laparidad ahora, sino que el hori-zonte sea previsible a largo plazo,sobre todo teniendo en cuenta elajuste que han sufrido las mone-das de países que compiten conel nuestro. Cuanto más sólidossean los equilibrios macroeconó-micos, mayores serán las pers-pectivas de que estas medidaslogren el efecto deseado.

Me parece que buena parte delos problemas que tenemos eneste escenario que ha cambiadotanto en el sistema internacionalcomo en el propio país son deíndole política. Cuando la Pre-sidenta dio su primer discurso enel Congreso habló de la necesi-dad de fortalecer la calidad institu-cional de la República. Esto esparticularmente cierto en elaspecto económico. Al mismotiempo no hay un diálogo institu-cional suficiente, no hay prácticasde consenso. El tema del campoes totalmente claro en ese senti-do; se trató de un conflicto quepudo haberse manejado de otramanera. Es cierto que hay unaanimosidad destituyente paradesestabilizar este conjunto depolíticas, que hace a ciertos inte-reses en cuanto a la forma demanejar el país, pero también es

15La Argentina en el mundo

cierto que podría haber otras for-mas de plantear una posición enese tipo de conflictos, con análisismás eficaces sobre los costospara discutir las retenciones, queconsideren la situación de cadaproducto. Recuerdo que cuandoestaba Miguel Peirano en elMinisterio, se prepararon estudiosmuy puntuales sobre las rentabili-dades de las oleaginosas. Tengola impresión de que este debatecon los sectores agrarios se hamanejado con muy mala informa-ción.

Entonces, en el campo políticoexisten una serie de deficienciasque podrían corregirse, en térmi-nos de largo plazo, para ver cuá-les son las metas posibles, resca-tando los instrumentos de planea-miento, de programación, tirandolíneas que nos permitan concebirun país distinto en lo social y en loeconómico, en la inserción inter-nacional con proyección latinoa-mericana. Lo que ha cambiado esque ahora podemos discutir estostemas, cosa que no ocurrió duran-te mucho tiempo. Todo lo que sederrumbó con la crisis de 2001-2002 era como un imperativo enaquel momento. Resultaba impo-sible establecer cualquier tipo depolítica cuando todo se dejabalibrado al mercado. Esta situaciónreciente nos ha mostrado la evi-dencia de que el país tiene recur-sos que puede usar, porque nodependen de otros que con laeconomía bajo control puedenconducir a una meta de mayordesarrollo.

Si todas estas circunstancias sedan, no hay que pensar que el2009 será un año malo, aunqueno será de tanto crecimiento comolos anteriores, con un incrementomoderado de los precios, con unempleo que se sostenga, con unatasa de inversión estable. Notenemos riesgos macroeconómi-cos como sucedía en el pasadoante un escenario tan conflictivocomo el actual, y aun en el marcode tensiones políticas internasgraves, las perspectivas económi-cas son razonablemente buenassi se verifican las acciones queestamos comentando.

Por último, diré cuál es el men-saje de esta crisis mundial respec-to del futuro de la economía inter-nacional. Francamente creo queno nos dice nada nuevo, porqueesto que se ve lo sabemos desdehace mucho tiempo, y de algunamanera lo hemos trabajado y dis-cutido en el Grupo Fénix. El desa-rrollo es la transformación de unespacio nacional en una sociedadque establece una distinción entrelo público y lo privado, que capa-cita a su gente, que la incluye enun proceso de cambio, que poneen marcha procesos ininterrumpi-dos de acumulación de ciencia, detecnología, de capital, de saberes,de gestión. Nosotros somos cam-peones en interrumpir procesosde acumulación. En 1930 inte-rrumpimos un proceso que veníadesde la Organización Nacional,destruimos el proceso de sustitu-ción de importaciones a partir de1976, hemos destruido con la

16 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

intervención de la Universidad deBuenos Aires en 1966 una políticade desarrollo científico. El paístiene una tradición en esa incapa-cidad de resolver sus conflictos yen la destrucción sistemática desus procesos de acumulación. Enmateria de petróleo y de teleco-municaciones hemos hecho exac-tamente lo contrario a lo quepodía ser una respuesta a la glo-balización.

Por eso decimos que esto nonos dice nada nuevo al GrupoFénix, pero sí nos indica que nohay que repetir los errores delpasado, que tenemos que cons-truir la Nación en el marco de suspropias fronteras, en democracia,abiertos al mundo, instalando un

proceso de acumulación de largoplazo, consolidando la equidadsocial, reservando el dominio delos recursos, con pensamiento crí-tico. Sí, la crisis no nos dice nadanuevo en cuanto a los objetivosdel desarrollo, pero es cierto queen el escenario de la globalizaciónse da un espacio de vinculaciónentre el territorio nacional y elmundo. Depende de cómo se déesa relación y de cómo los acon-tecimientos que vengan desdeafuera desarticulen el espacionacional que esa relación seasimétrica. Al mirar nuestra propiaexperiencia y la experiencia deotros, creo que podemos seguirtrabajando sobre estas perspecti-vas.

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Nueva vulnerabilidadNueva vulnerabilidadfinanciero-comercialfinanciero-comercialLa especulación en La especulación en el mercado de el mercado de commodities*commodities*

Crisis sistémica mundial

* Una versión de este trabajo fue presentado en el Seminario InternacionalPosneoliberalismo, cambio o continuidad. CEDLA. 29 y 30 de octubre de 2008, LaPaz, Bolivia

** Economista, UNICEN, UBA. Periodista.

La crisis financiera iniciada en 2007 provocó una fuer-te caída en los precios de las materias primas que pusode manifiesto la magnitud de la especulación en losmercados de futuros de esos bienes y la vulnerabilidadde los países que, hasta hace pocos meses, se benefi-ciaban con la tendencia alcista. A lo largo de su historia, los países periféricos afron-

taron una serie de fases de vulnerabilidad externacomercial y financiera. En la actualidad se agrega unacombinación de vulnerabilidad comercial a la financie-ra, que es producto tanto de la estructura de produc-ción y exportación de los países, como de las transfor-maciones del mercado financiero internacional.

Ju l i o Se var e s**

18 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

Fuentes de vulnerabilidad

La vulnerabilidad externa de laseconomías periféricas se originaen una especialización productivay exportadora y en su exposicióna los flujos financieros internacio-nales.1

La vulnerabilidad comercial severifica en las fases de deteriorode los términos del intercambio yen la fuerte variabilidad de los pro-ductos primarios en el mercadomundial.

La tendencia al deterioro de lostérminos del intercambio pareciórevertirse en los últimos años porel incremento de los precios de losbienes primarios. El Índice dePrecios de Mercado PrincipalesCommodities elaborado por elCentro de Economía Internacional(CEI), de la Cancillería argentinamuestra que, entre fines de 2000y fines de 2007, el precio del totalde los commodities, excluyendolos vinculados con la energía,aumentó 127%, mientras que elpetróleo crudo aumentó 254 porciento.

Tan solo entre fines de 2007 ymediados de 2008, el índice deprecios del total de commoditiesaumentó un 68% y el de petróleocrudo 47%, alcanzando nivelesmuy superiores a los de 18 añosantes.

Aunque hay que notar que los

precios de todos los commoditiesen términos reales, excepto meta-les y minerales, están por debajode los picos de los años setenta.

Lo que no cambió es la exposi-ción a la volatilidad de los precios.Según la UNCTAD, entre1970 y2008, los precios de los produc-tos manufactureros tuvieron varia-ciones menores al 10%, mientraslos precios de los commodities,sin incluir combustibles tuvieronvariaciones superiores al 10%. Elrango de variación comienzó aampliarse sustancialmente a partirde 1998.

Las variaciones más grandescorresponden, en todo el período,a los precios de los combustibles,con picos que llegan al 40% porarriba y abajo del promedio.

La tradicional volatilidad de estosprecios se agravó, seguramente,por la incorporación del compo-nente especulativo en los últimosaños (cuadro Nº 1).

El aumento de los precios de losbienes primarios y la reversión deldeterioro de los términos del inter-cambio creó, como sucedió parti-cularmente en la Argentina, elimaginario de una nueva oportuni-dad histórica de crecimiento sobrelas bases de producciones tradi-cionales, ahora articulada con lautilización de tecnología modernaen la producción, transporte ycomercialización.

1 Sobre este tema, Julio Sevares, América latina: de la trampa comercial a la trampafinanciera. En Economía Mundial y Desarrollo Regional. Bernal-Meza, Raúl y Saha,Suranjit Kuma (Editores). Nuevohacer/Grupo Editor Latinoamericano. Buenos Aires,2005.

19El mercado de commodities

Esta imaginación estalló juntocon las burbujas especulativas enlos mercados de futuros de com-modities. En la tercera semana deoctubre, las cotizaciones de lasoja y el petróleo eran aproxima-damente la mitad de la de un añoantes.

Causas del aumento de precios

Antes de la caída iniciada enagosto de 2008, el aumento de losprecios de los commodities seatribuía a causas múltiples.

Demanda: el aumento en losprecios ha sido principalmenteconsecuencia del incremento dela demanda de varios economíasen rápido crecimiento, en particu-lar China e India, las cuales desa-rrollan modelos basados sobre lautilización intensiva de energía ymaterias primas para la industria-lización y la construcción.

En esa línea, según un informede la consultora argentina Abceb2

la demanda era el factor determi-nante del aumento de precios por-que la demanda alimenticia de lospaíses en desarrollo hizo reducirel stock mundial de alimentos desus históricas reservas de 100días a unos 60. Durante el perío-do de 1997 a 2006 la demandamundial de alimentos creció a unpromedio anual de 1,9%, y se esti-ma que entre 2006 y 2015, el cre-cimiento estará en un promediode 2,6% anual.

La UNCTAD (2008) también atri-buye el aumento de los precios ala demanda asiática, y consideraque este factor, unido al aumentode los costos de producción porlas crecientes restricciones deoferta de algunos bienes (espe-cialmente petróleo), determinaráun alza de largo plazo de los pre-cios.

En contraste con esa visión, unestudio de la Universidad de

2 Diario Infobae 30-6-2008.

Cuadro Nº 1. Indice de Precios de Mercado Principales Commodities

Total Productos Materias Metales Petróleo Fertilizantes Aceite decommod. alimenticios primas y mineral crudo soja

agrícolas1990 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,012-2000 83,5 94,7 94,8 81,9 120,6 107,1 62,112-2007 190,8 167,1 119,4 221,0 428,6 348,9 225,36-2008 321,4 205,7 124,9 253,2 629,6 674,1 297,57-2008 321,8 204,4 126,5 255,5 635,9 745,0 292,58-2008 300,2 189,7 126,3 237,8 548,5 790,8 255,99-2008 284,7 189,7 126,3 237,8 477,1 766,4 237,6Fuente: CEI. MRECIC

20 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

Tennesse muestra que entre 1990y 2007, la demanda de carnevacuna y porcina de China fuecubierta por la producción domés-tica, dejando incluso saldosexportables; en carne de pollorecién importó en 2007; en arroz ymaíz se autoabastece y exporta eimporta trigo3.

Por otra parte la diferencia entreal aumento del producto chino ylos aumentos de precios de losbienes es tan elevada que es difí-cil atribuir el aumento de preciosal simple efecto de la demanda.En el período 2002-2007, el PIBChino aumentó a un 10% anual yel Indice de Precios de MateriasPrimas del BCRA, un 18% prome-dio anual. En el período que com-prende 2007 y primer semestre de2008, la diferencia es muchomayor: el aumento anualizadopromedio del PBI chino fue del 9%y el índice de precios de materias

primas del BCRA aumentó un 50por ciento (cuadro Nº 2).

Del mismo modo, se observaque los aumentos de precios inter-nacionales de los cereales fueronmucho más elevados que el con-sumo y que, según UNCTAD(2008), la producción aumentó almismo paso que el consumo(cuadro Nº 3).

Demanda para biocombusti-bles: el aumento de la demandaen productos como caña de azú-car y maíz se debe también a lacreciente producción de biocom-bustibles.

Retroalimentación: el aumentode los precios de los combustiblesimpactó en los de otras commodi-ties por dos vías: en forma directa,en la medida que constituyeninsumos de los procesos de pro-ducción (combustibles o agroquí-micos, en el caso de la producciónde alimentos); en forma indirecta

3 Diario La Jornada, de México,11-6-2008.

Cuadro Nº 2. Incrementos PBI (mundial y de China) y del IPMP

Año Aumento PBI mundial Aumento PBI China Aumento IPMP BCRA2000 4,7 8,4 4,22001 2,2 8,3 12,02002 2,8 9,1 24,12003 3,6 10,0 24,22004 4,9 10,1 -8,02005 4,4 10,4 10,12006 5,0 11,1 14,92007 4,9 11,4 59,61er. Semestre 2008 2,0 4,4 20,5Fte: PBI 2000-2007: CEI, MRECIC. PBI 1er. Semestre 2008, la mitad de la estimaciónde crecimiento anual del FMI. IPMP elaboración propia sobre IPMP del BCRA

21El mercado de commodities

por el aumento de los precios deltransporte, que es significativo enlos commodities, por la elevadarelación entre volumen a transpor-tar y precio en este tipo de pro-ducto.

Devaluación del dólar: la deva-luación del dólar, moneda en laque ya están expresados los com-modities impulsó aumentos deprecios en los mercados, enbusca de compensar la caída delvalor final de venta. Se trata delmismo mecanismo que operó enel mercado petrolero con la deva-luación del dólar luego de 1973.

Es así que, según UNCTAD(2008), entre mayo de 2007 ymayo de 2008, el índice de pre-cios de los commodities (sinincluir combustibles) aumentó un41,9% en dólares, pero sólo32,7% en términos de DerechosEspeciales de Giro y 23,3% entérminos de euros.

Especulación: el fuerte creci-miento de los precios en 2007 for-taleció la opinión de la influenciade la especulación en esa tenden-cia.

Según UNCTAD (2008) la espe-culación no es un conductor de losprecios de los commodities, sinomás bien un factor que puede

acelerar y amplificar los movi-mientos de precios impulsadospor la oferta y la demanda.

Esta visión es apoyada por laCommodity Futures TradingComisión (CFTC) con el argumen-to de que también aumentaronsustancialmente los precios de loscommodities para los cuales nohay mercados de futuro y en loscuales hay poco o ningún comer-cio de índices, como sucede conel hierro y el acero.

En el caso particular del petró-leo, la explicación habitual es queel aumento se debe a la demandachina. Pero, como señala un infor-me sobre el tema, en el últimoquinquenio el aumento del preciodel barril está más cerca delaumento de un índice de preciosfuturos que se utiliza para especu-lar, que de la demanda real. Lascompras de petróleo a futuro a tra-vés de ese índice (Index), equiva-len a 1.100 millones de barriles,ocho veces más que la que agre-gó en los últimos cinco años laStrategic Petroleum Reserve deEstados Unidos (Masters, 2008).

La UNCTAD admite también laparticipacion del componenteespeculativo y advierte que si hayun cambio en los mercados finan-

Cuadro Nº 3. Producción, consumo y precios de cereales. Aumento 2007-2008/1986-1987

Trigo Maíz ArrozProducción y consumo 30 % 80% 80%Precios por tonelada 230% 150% 130%Fte UNCTAD 2008

22 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

cieros vinculados con tasas deinterés o recuperación de los mer-cados bursátiles los inversorespueden decidir cambiar la compo-sición de sus carteras y provocaruna caída en las cotizaciones.

Por su parte, la CFTC tambiénconsidera que los precios de losfuturos de commodities son lareferencia para el precio de lascommodities físicas, por lo cualcuando los índices que se utilizanpara especular con esos bienesaumentan, ese empuje se trasla-da a los precios de los bienes físi-cos.

Según el citado informe de laconsultora Abceb, los contratosde futuro no comerciales delChicago Board of Trade, repre-sentan el 45% de todos los nego-ciados hasta junio de 2008. lo cualda cuenta del efecto que provocala presión financiera sobre el pre-cio final de los commodities.

Una explicación exhaustivasobre la especulación en commo-dities es proporcionado por elinforme de Michael W. Masters,directivo de Masters CapitalManagement, ante el Comité deSeguridad Nacional y AsuntosGubernamentales del Senado deEstados Unidos, realizado el 20de mayo de 2008 (Masters, 2008).

Según Masters, en los primerosaños de la década algunos inver-sores institucionales, que sufrie-ron como consecuencia de la bajadel mercado de títulos de 2000-2002, comenzaron a mirar al mer-cado de futuros en commoditiescomo un potencial activo de inver-

sión. Los commodities lucíanatractivos porque habían estadohistóricamente no correlaciona-dos, es decir que comercian inver-samente a las carteras de títulos yde ingresos fijos.

A partir de ese momento, inver-sores de diverso tipo comenzarona invertir en el mercado de futurosapostando al aumento de los pre-cios.

En 2001 se creó el Index dematerias primas, un índice de pre-cios que agrupa a los principalescommodities, y que canaliza elgrueso de las inversiones especu-lativas.

La convergencia del interés delos grandes inversores, con la cre-ación del nuevo instrumento, alte-ró drásticamente la dinámica delmercado.

Tradicionalmente, los concurren-tes al mercado de futuros fueronlos productores, los acopiadores ylas industrias, para cubrirse devariaciones de precios. Si bien losmercados de futuros siemprehabían tenido algunos especula-dores, nunca antes grandes inver-sores institucionales lo habíanconsiderado como viable parainversiones de largo plazo.

Por otra parte, los especuladorestradicionales, apuestan sobre lasvariaciones de precios a cortoplazo y su actividad garantiza unacierta estabilidad en los merca-dos.

Pero en el mercado del Index,los fondos y otros especuladoresde gran volumen, apuestan al

23El mercado de commodities

aumento de precios de largo plazoy no deshacen (no venden) total-mente sus posiciones, sino quevenden los contratos de futuroantes de la fecha de vencimiento yreinvierten lo obtenido en nuevoscontratos, provocando una ten-dencia alcista del mercado.

Los inversores institucionalesque apuestan al Index tienen unafuerte incidencia en el mercadopor el volumen de sus carteras -que es más grande que el de losoperadores que sólo invierten enmaterias primas- y porque el mer-cado de futuros es más chico queel mercado de capitales. Lasinversiones en el Index pasaronde 13.000 millones de dólares afines de 2003, a 260.000 millonesen marzo de 2008. En ese perío-do, el precio de las 25 commodi-ties que forman los índices deinversión aumentaron un 183 porciento.

Tan sólo en el primer cuatrimes-tre de 2008 los especuladores enel Index invirtieron 55.000 millo-nes de dólares en el mercado.

Según Masters, en los últimoscinco años los especuladores enel Index acumularon títulos decompra que equivalen a lademanda de la industria de etanolde Estados Unidos por un año.

En trigo, la reserva de los espe-culadores en el Index es de 1.300millones de toneladas, equivalen-tes al consumo de dos años delcereal en Estados Unidos.

La elevada incidencia de losnuevos operadores y la forma de

inversión basada sobre la expec-tativa de un incremento continuo,provocó una tendencia de aumen-to autogenerado en el mercado,con consecuencias beneficiosaspara los productores pero negati-vas para los consumidores .

Masters ejemplifica el efectosocial de esta especulación soste-niendo que si los inversores com-pran grandes cantidades de dro-gas farmacéuticas e instrumentosmédicos para obtener gananciascon el aumento de precios queprovocan, los convierten en inal-canzables para los enfermos. Lomismo sucede con la especula-ción que aumenta los precios delos alimentos, el combustible y lacalefacción.

Desregulación del mercadode commodities

El aumento de la especulaciónfue posible, también, por la desre-gulación de los mercados de futu-ros.

En 1936 se creó el mercado defuturos de Chicago, con unanorma por la cual no se debía per-mitir que los especuladores domi-naran los mercados de futuro y,en 1972, la Bolsa de mercancíasde Chicago abrió la primera bolsade futuros en divisas en la que loscompradores de productos bási-cos podían negociar un contratopara cubrirse de eventuales movi-mientos perjudiciales.

Con posterioridad a la crisis delsistema de tipos de cambio fijo y

24 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

del comienzo de la flotación de lasdivisas (1973), aumentó la necesi-dad de las empresas y de los ope-radores financieros de cubrirse delas variaciones futuras de tipos decambio y de tasas de interés yestimuló la especulación con elvalor futuro de las monedas y delos bienes que cotizan en merca-dos mundiales.

No obstante, durante dos déca-das, los mercados funcionaroncon regulaciones que incluíantopes a la inversión de cada ope-rador para reducir las posibilida-des especulativas. Pero a partirde los años noventa, la CFTC per-mitió a los especuladores unacceso prácticamente ilimitado almercado de futuros de commodi-ties.

En 1992, dictó la reglamentación35, que eximía a ciertos tipos decontratos en energía de la exigen-cia de ser contratados en el senoregulado del New York MercantileExchange (NYMEX), y en 2000eximió de regulaciones a las tran-sacciones realizadas en el merca-do electrónico. De este modo lamayoría de las operaciones serealizan entre las partes, sin serregistradas en los mercados esta-blecidos (Over the counter, OTC)

En 2000 la CFTC abolió dehecho los límites a las posicionesde cada inversor. Uno de los ins-trumentos utilizados fue habilitarun sistema de pases por el cualun inversor puede contratar conun banco un pase de cobertura,cuando su inversión excede elmonto fijado.

De este modo, el banco realizala operación por cuenta del inver-sor. Además, el banco puede con-tabilizar la compra como una ope-ración comercial, por lo cual no secomputa como inversión especu-lativa. De todos modos, más alládel modo de contabilización, laoperación genera una deuda delinversor con el banco y, por lotanto, un riesgo implícito.

La autorización abrió una brechaen la legislación que dio lugar a unaumento de los montos invertidosen futuros. Según Masters, el 85%ó 90% de los operadores en elIndex utilizan el sistema de pasespara invertir por montos mayoresa los autorizados.

Una historia similar se encuentraen el mercado de futuros de petró-leo creado en Estados Unidos en1983.

Paralelamente, en los añosnoventa se crearon varios merca-dos desregulados sobre materiasprimas (como el IntercontinentalExchange) en los cuales se permi-te a los fondos de cobertura deriesgo (Hedge Funds) y a los ban-cos de inversión, contratar futurossin limitación, sin requerimientosde información y sin ningún con-trol en su operativa.

Enron fue de los primeros opera-dores en comprar sin límites en elmercado de futuros de energía ylos realizó con apalancamiento,es decir tomando deuda parainversiones especulativas. Estaestrategia la llevó a la insolvenciacuando los precios de la energía

25El mercado de commodities

no evolucionaron según las hipó-tesis de las posiciones tomadas.

Liberalización financiera yderivados

La desregulación de los merca-dos de commodities fue parte deun proceso más amplio de liberali-zación y ampliación del mercadofinanciero.

Desde los años ochenta tuvolugar una progresiva apertura dela cuenta de capital y desregula-ción de los sistemas financieros,que dio lugar a una larga serie decrisis de gravedad creciente. Estatransformación no fue un productonatural del mercado, sino la con-secuencia de un juego de fuerzasen el cual se impusieron las vincu-ladas con las actividades financie-ras, las cuales incluyen tanto enti-dades específicas del sectorcomo franjas crecientes del capi-tal que procura valorizarse a tra-vés de la renta financiera4.

Una de las consecuencias deesas transformaciones, es lainclusión de crecientes segmen-tos de la actividad económica y lasociedad en los circuitos financie-ros. En este sentido se cuentan elaumento del financiamiento depaíses periféricos en los setenta(con la consecuencia del endeu-damiento); la incorporación de lasempresas como activos de espe-culación (fusiones y adquisiciones

apalancadas); la expansión de losfondos de pensión (financiariza-ción de los ingresos del ciclo devida); la ampliación y desregula-ción de los mercados de futurosde commodities (inclusión de pro-ductos vitales en los circuitosespeculativos); la extensión delfinanciamiento de consumo ehipotecario. Esta última fase inclu-yó la expansión del crédito a sec-tores insolventes y la comerciali-zación de los pagarés, los cualesfueron, a su vez, comprados conapalancamiento, aventura extre-ma que empujó a la crisis finan-ciera global.

Una de las transformacionesmás importantes del mercado esla extensión de las operacionesapalancadas, es decir las com-pras o contratos realizados sobrela base de endeudamiento. Estesistema permite ampliar lasapuestas especulativas, peroamplifica el riesgo y lo transfierehacia los prestamistas, difundien-do el riesgo de insolvencia.

La desregulación dio lugar tam-bién a la aparición de nuevosactores e instrumentos financie-ros, entre los cuales están losderivados.

Los derivados surgieron comouna forma de cubrir riesgos futu-ros y, según la visión convencio-nal, reducen las posibilidades defluctuaciones bruscas en las coti-zaciones del mercado.

4 Sobre la conformación, evolución y crisis del mercado financiero: Julio Sevares. Elimperio de las finanzas. Sobre las economías, las empresas y los ciudadanos. GrupoEditorial Norma. Buenos Aires 2005.

26 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

Parte de las operaciones se rea-lizan en las bolsas o a través decámaras compensadoras queimponen ciertos requisitos a losparticipantes y en las que quedanregistradas las transacciones.Pero otra parte se lleva a cabo enforma privada, sobre el mostrador(OTC), por lo que no se conocecuál es exactamente la magnituddel mercado.

Desde los años noventa, el mer-cado de derivados creció acelera-damente. Según el Banco dePagos Internacionales (BIS, porsus siglas en inglés) el giro diariodel mercado se triplicó entre 1995y 2005 y se duplicó entre ese añoy 2007.

La mayor parte del mercado dederivados está formado por tran-sacciones sobre tasas de interés,cotización de acciones y tipos decambio, es decir que son opera-ciones de cobertura de riesgofinanciero o de apuestas sobre elfuturo de variables financieras.Menos de 2% son contratos sobrecommodities (cuadro Nº 4).

Las operaciones de compra o deventa a futuro sobre divisas, gra-nos, petróleo o títulos de deudapueden hacerse sin que los con-

tratantes tengan el activo involu-crado porque al finalizar la opera-ción los pagos se efectivizan porlas diferencias entre los preciosfijados en el contrato y los vigen-tes en el mercado, sin que el com-prador exija que se le entreguenefectivamente los activos.

Pero además, las operacionespueden pactarse comprometiendosólo un porcentaje del monto queuno u otro contratante deberíapagar en el futuro. Las tasas deganancias de estas operacionesson muy elevadas en relación conlos montos efectivamente com-prometidos. Pero, si el apostadorpierde, puede encontrarse conserios problemas de liquidez ydebe procurársela vendiendo acti-vos. Cuando las pérdidas de sol-vencia se generalizan, también sedifunden las ventas de activos, locual promueve un círculo viciosode ventas y caída de mercados.

Ya en 1999, el FMI advirtió que“los shocks pueden gatillar unabola de nieve si un operador defuturos requiere a sus clientes queaumenten sus márgenes decobertura en respuesta a un cam-bio en el valor de sus posiciones.Las órdenes de venta (de títulos

Cuadro Nº 4. Contratos de derivados

Monto teórico actualmiles de millones de dólaresjunio 2006 junio 2008

Total de contratos 370.178 683.725Contratos de commodities 6.395 13.229Fuente: BIS.

27El mercado de commodities

por parte de los operadores quenecesitan liquidez para cubrir susposiciones) pueden dar lugar aque las caídas de precios seanmás rápidas” (IMF, 1999 p. 126)

Esto es lo que ha sucedido, pre-cisamente, en los últimos mesesen los mercados de futuros de loscommodities y de títulos y accio-nes en general.

Retroceso de la intervención equilibrante

En la década de los noventa seprodujo, además de la aparicióndel mercado de especulación enprecios de materias primas, eldesarme de sistemas reguladoresmontados para estabilizar los pre-cios.

En los años setenta y los ochen-ta, funcionó un sistema de acuer-dos entre productores y consumi-dores de materias primas(International Commodity Agree-ments, ICA ), cuyo objetivo era laestabilización de precios median-te la formación de stocks de inter-vención y cuotas de exportación.

Para la formación de los stocks,los operadores compraban loscommodities y los almacenabancuando los precios caían pordebajo de su tendencia de largoplazo y los vendían cuando subí-an. Este sistema involucraba prin-cipalmente caucho y cacao.

Las cuotas de exportación seaplicaban preferentemente enazúcar y café.

Según la UNCTAD (2008), losICA no alcanzaron una granenvergadura porque tuvieron difi-cultades de financiamiento, perolograron algunos efectos positivosen las economías exportadoras.

En ese período, muchos paísesproductores también interveníanindividualmente con juntas nacio-nales de productos y cajas deestabilización. Los sistemas loca-les no tenían impacto en los pre-cios internacionales, pero proveí-an un colchón entre los preciosinternacionales y los del mercadodoméstico.

Por otra parte, el FMI y la UEproveían financiamiento a losgobiernos a través de sistemascomo el Compensatory FinancingFacility (CFF) del FMI, y los pro-gramas establecidos en los acuer-dos entre la UE y África (Lome), yla UE y el Caribe Pacífico(Cotonou)

Los programas de intervenciónfueron desmantelados a partir delos noventa con el avance de lasteorías y políticas neoliberales,que argumentaron que los merca-dos tenían un poder reguladormás eficiente. Y en los programasdel FMI y la UE aumentaron lascondicionalidades para el accesoa los fondos.

En consecuencia los producto-res quedaron más expuestos queantes a las fluctuaciones de mer-cados que funcionaban más libre-mente y con un creciente compo-nente especulativo.

10 de noviembre de 2008.

28 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

Bibliografía Bank of International Settlements (BIS). www.bis.orgCentro de Economía Internacional (CEI) del MRECIC. www.cei.gov.arCEPAL. Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2007-2008.

www.eclac.orgIMF International Capital Markets 1999. Washington, 1999.Masters, Michael W. Testimony before the CHSGA, US Senate. May 20,2008.

http://hsgac.senate.gov/public/_files/052008Masters.pdfSevares, Julio. América latina: de la trampa comercial a la trampa financiera. En

Economía Mundial y Desarrollo Regional. Bernal-Meza, Raúl y Saha,Suranjit Kuma (Editores). Nuevohacer/Grupo Editor Latinoamericano.Buenos Aires, 2005.

Sevares, Julio. El imperio de las finanzas. Sobre las economías, las empresasy los ciudadanos.Grupo Editorial Norma. Buenos Aires 2005.

UNCTAD. Trade and Development Report, 2008. Washington, 2008.

29

Del “modelo de los noventa” Del “modelo de los noventa” a la posconvertibilidad.a la posconvertibilidad.Reflexiones preliminaresReflexiones preliminares

Industria manufacturera

* Investigadores del CONICET y del área de Economía y Tecnología de la FLACSO-Sede Académica Argentina. Se agradecen los valiosos comentarios de Nicolás Arceoy Mariela Bembi, a quienes se exime de cualquier responsabilidad en cuanto a loserrores y las omisiones que pudieran existir.

1 A modo de ejemplo se recomienda consultar los siguientes estudios: Azpiazu, D. ySchorr, M.: La industria argentina en la postconvertibilidad: ¿nuevo régimen de acu-

Los nuevos senderos de la economía y la industria argentinas a partir de la “sali-da devaluatoria” del régimen de convertibilidad han concitado un creciente inte-rés analítico en torno de, entre otras, la identificación de continuidades y rupturasrespecto de la década de los noventa, la presencia de cambios estructurales detrascendencia, y el surgimiento de un nuevo patrón de acumulación y reproduc-ción del capital frente a la agotada hegemonía de la valorización financiera y elajuste estructural1.

Ese es el escenario en el que se inscribe este trabajo, que sólo intenta aportaralgunos elementos de juicio a dicho debate, sin pretender resolver la amplia gamade temas que deberían ser abordados hasta alcanzar una síntesis superadora delos análisis realizados hasta el presente, muy particularmente en el ámbito de lapostergada –frente al “huracán neoliberal”– industria manufacturera.

En el marco de la actual crisis internacional (con resultados aún impredecibles,pero seguramente con importantes efectos recesivos tanto para los países cen-trales como para los periféricos), y considerando los rasgos distintivos de la tra-yectoria fabril durante la posconvertibilidad (en otros términos, todo lo que no seha hecho en una fase inusitadamente expansiva que conformó en numerososaspectos una verdadera –¿e irrepetible?– “ventana de oportunidades”), se plante-an numerosos interrogantes en cuanto a las posibilidades realmente existentespara encarar una reindustrialización de la Argentina alrededor de los ejes mencio-nados.

Danie l Az piazuMar t ín Schor r*

30 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

A la memoria de la queridaMónica Padlog,

ejemplo de compromiso humano, ético y militante

I. Consideraciones introductorias: gananciasextraordinarias y regresividad distributivaen el sector manufacturero durante laposconvertibilidad

Una primera problemática queinvita a la reflexión remite a laconsideración de un tema nomenor en lo concerniente a la pro-pia dinámica de acumulación decapital: ¿qué pasó en el “antes” yel “después” de la implosión delrégimen económico vigente en losaños noventa con la tasa de ren-tabilidad de las grandes firmas?,¿en la posconvertibilidad se hanmanifestado divergencias impor-tantes en relación con el esquemaprevio?, ¿cuál ha sido el desem-peño relativo de las empresaslíderes que operan en la actividadindustrial?

Al respecto, el análisis del panelde grandes firmas que cotizan enla Bolsa de Valores de BuenosAires ofrece una oportunidad pro-

picia para extraer interesantesinferencias analíticas, más aúncuando en él convergen holdingsy grandes empresas de capitalnacional y extranjero, importantescompañías prestadoras de servi-cios públicos privatizados, indus-triales, petroleras, constructoras,comerciales, bancos, de servicios;en suma, un amplio abanico detipos de firmas y sectores de acti-vidad.

Los resultados obtenidos cons-tan en el gráfico N° 1 y son pordemás ilustrativos de la presenciade cambios sustantivos en la ren-tabilidad media de ese universode compañías líderes entre el“antes” y el “después” de la salidade la convertibilidad y, fundamen-talmente, la marcada dicotomíaque se manifiesta entre el subcon-junto de empresas manufacture-ras y las que se desenvuelven enlos restantes sectores económi-cos.

Así, en el plano agregado losmárgenes de utilidades registra-dos en el bienio 1993-1994 deca-en abruptamente a partir del lla-mado “efecto tequila” y, más alláde la ligera recuperación registra-da en 1997, a partir de 1998decrecen sistemáticamente hasta

mulación o fase de reactivación?, FETIA-CTA, Buenos Aires, 2008; Boyer, R. y Neffa,J. (coords.): Salida de crisis y estrategias alternativas de desarrollo. La experienciaargentina, Miño y Dávila/CEIL-PIETTE/Institut CDC pour le Recherche, Buenos Aires,2007; Fernández Bugna, C. y Porta, F.: “El crecimiento reciente de la industria argen-tina. Nuevo régimen sin cambio estructural”, en Realidad Económica, Nº 233,Buenos Aires, 2008; Kosacoff, B. (edit.): Crisis, recuperación y nuevos dilemas. Laeconomía argentina 2002-2007, CEPAL, Buenos Aires, 2007; y Schorr, M.: Cambiosen la estructura y el funcionamiento de la industria argentina entre 1976-2004, FLAC-SO, Buenos Aires, 2005.

31Continuidades y rupturas en la industria argentina

ubicarse en 2001 en apenas el2,6%; ello, en paralelo a la irrup-ción de la larga fase recesiva yterminal del régimen de converti-bilidad.

Entre otros fenómenos relevan-tes, el derrumbe del esquema decaja de conversión y la “salidadevaluatoria” conllevaron una pro-funda caída de la actividad econó-mica doméstica (también para laindustria, aunque no se vio refleja-da en los balances corporativospor sus potenciadas exportacio-nes, más que compensatoriasfrente a un nuevo y mucho másalto tipo de cambio), intensos rea-

comodamientos en la estructurade precios relativos y una casiinsostenible presión de los costosfinancieros (situación que afectó amuchas de las firmas líderes fuer-temente endeudadas en el exte-rior)2. De allí que no resulte sor-prendente que en el crítico año2002, la rentabilidad media sobreventas de las empresas fabriles(1,3%, la más alta desde 1994)resultó insignificante para com-pensar las exorbitantes pérdidasde las no industriales (31,2% de lafacturación, con una presenciadecisiva de las “privatizadas” y, enmenor medida, los bancos), dan-

2 Véase Basualdo, E., Lozano, C. y Schorr, M.: “Las transferencias de recursos a lacúpula económica durante la presidencia Duhalde. El nuevo plan social del gobierno”,en Realidad Económica, Nº 186, Buenos Aires, 2002; y Kulfas, M. y Schorr, M.: Ladeuda externa argentina. Diagnóstico y lineamientos propositivos para su reestructu-ración, CIEPP/OSDE, Buenos Aires, 2003.

Gráfico Nº1. Argentina. Evolución de la tasa de rentabilidad sobre ventas degrandes empresas que cotizan en la Bolsa de Valores, 1993-2008 (II trim.)(en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia sobre información de balances empresarios

6,8

11,8

8,4

5,3

9,97,5

5,2

2,6

13,311,2

5,2

-2,4

-31,2

7,6

14,7

10,7

13,5

9,9

7,3

-21,6

5,4

14,614,4

7,11,3

-5,0-3,7

-0,30,2

-4,0

0,1-1,1

18,8

13,113,9

21,9

10,29,68,610,2

12,87,4

5,06,9

8,110,6

14,211,4

13,915,916,3

-35,0

-25,0

-15,0

-5,0

5,0

15,0

25,0

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 I Trim.08

II Trim.08

TotalIndustrialesNo industriales

32 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

do como resultante para el con-junto del panel quebrantos conta-bles superiores al 20% de losingresos.

A partir de allí se revierten lossesgos prevalecientes en los añosnoventa, tanto en términos agre-gados como, en especial, en lorelativo a la respectiva performan-ce de las industriales versus lasde los restantes sectores. Con-solidado el reordenamiento localde los precios relativos, en uncontexto de sostenida recupera-ción del mercado interno, con unaconsiderable baja en los costossalariales y precios internaciona-les en alza de los principalesrubros de exportación, a partir de2003 queda en evidencia la inter-nalización de márgenes de utili-dad sobre ventas que se ubicanholgadamente por encima de losmejores registros de los añosnoventa (con la sola excepción de2003 en relación con 1994), peroahora teniendo como propulsorasa las firmas que se desenvuelvenen el sector manufacturero. Encontraposición a los años noven-ta, fueron las empresas fabrileslas que obtuvieron rentabilidadesmuy superiores a las registradasdurante la vigencia de la converti-bilidad y las que más coadyuvarona la mejora sustantiva en la capa-cidad de acumulación de las gran-

des compañías que cotizan en laBolsa de Valores.

Con referencia a las firmasmanufactureras, en el transcursodel esquema convertible se regis-traron comportamientos muy disí-miles en el interior de las mismassegún el efectivo nivel de exposi-ción a la competencia externa, elgrado de transabilidad real de losbienes producidos, las posibilida-des de exportación (acotadasbásicamente a un núcleo relativa-mente reducido de firmas agroali-menticias, productoras de insu-mos difundidos y ligadas con la“armaduría automotriz”) y losciclos de la demanda doméstica(en un contexto general de profun-da desindustrialización y reestruc-turación regresiva del sector)3. Elresultado de tales heterogeneida-des en términos de performanceeconómica agregada se ve refle-jado en márgenes de rentabilidadrelativamente reducidos.

Muy distinta resulta ser la situa-ción en la posconvertiblidad, unavez superado el crítico año 2002.El reacomodamiento de la estruc-tura de precios relativos a favor delas actividades productivas y fabri-les, en particular de las exportado-ras, la propia recuperación de lademanda doméstica –con preciosinternacionales en alza paraaquellas grandes firmas producto-

3 Un tratamiento de estas cuestiones se encuentra en Azpiazu, D.: “El nuevo perfil de laelite empresaria. Concentración del poder económico y beneficios extraordinarios”, enRealidad Económica, Nº 145, Buenos Aires, 1997; y del mismo autor: “Elite empre-saria en la Argentina. Terciarización, centralización del capital, privatización y benefi-cios extraordinarios”, Documento de Trabajo Nº 2 del Proyecto “Privatización yRegulación en la Economía Argentina”, FLACSO, Buenos Aires, 1996.

33Continuidades y rupturas en la industria argentina

ras de commodities industriales–y la reducción de los costos sala-riales permitieron, en su conjun-ción, que las empresas líderes delsector pasaran a operar con tasasde rentabilidad por demás signifi-cativas, muy superiores a lasregistradas en sus mejores añosde los noventa, incluso en el pri-mer semestre de 2008. Es más,en el convulsionado segundosemestre del año –lock-out patro-nal agropecuario mediante– lasutilidades totales superaron el20% de los ingresos por factura-ción.

Sin duda, la auspiciosa evolu-ción de la rentabilidad en la granindustria en la etapa posconverti-ble no está disociada de la proble-mática distributiva en el interiordel sector, ni tampoco de su vin-culación con algunas de las for-mas que adoptó el proceso deacumulación y reproducción delcapital durante los últimos quinceaños (es decir, en el “antes” y el“después” de la “salida devaluato-ria”). De ello deriva la necesidadde analizar, por un lado, las carac-terísticas que ha adoptado la dis-tribución funcional del ingreso enla industria y, por otro, en relacióncon aquélla, la diferenciaciónentre ganancias brutas y netas o,en otros términos, la apropiaciónfinal del excedente generado en elámbito fabril.

En cuanto al primero de lostemas aludidos, la informaciónque brinda el cuadro Nº 1 permiteextraer algunas conclusiones inte-

resantes sobre los contrastes quequedan de manifiesto entre laposconvertibilidad y los añosnoventa. En primer lugar, sobre-sale la distinta evolución de la pro-ducción industrial: entre 1993 y2001 la misma se contrajo un11,8%, al tiempo que entre 2001 y2007 creció un 57,0% (73,6% res-pecto al crítico 2002). En segundolugar, cabe destacar que al cabode los ocho años finales de la con-vertibilidad el sector expulsó casila tercera parte de su plantel obre-ro (31,7%), mientras que entre2001 y 2007 la ocupación crecióun 23,9% (36,5% en relación con2002, alcanzándose en 2007registros próximos a los de 1998).Como resultado de tan divergen-tes patrones de comportamiento,el ritmo de crecimiento de la pro-ductividad no difiere mayormente(29,1% y 26,8%, respectivamen-te); claro que tal desempeñoresultó ser para nada virtuosodurante la convertibilidad (a raízde una caída más significativa dela ocupación que de la produc-ción), mientras que se ha enmar-cado en alzas sostenidas deambas variables a partir de 2003.

Idéntico contraste, aunque demenor intensidad relativa, se veri-fica en la evolución del costo sala-rial real, que entre 1993 y 2001decayó un 6,8%, mientras queentre ese último año y 2007aumentó un 3,1%. De todasmaneras, en este último caso,vale realizar dos señalamientospor demás trascendentes. El pri-

34 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

mero se relaciona con la drásticacaída salarial contemporánea a la“salida devaluatoria” de la conver-tibilidad (casi un 40%), que involu-cra también al año 2003, paradespués incrementarse en formasostenida hasta alcanzar en 2007niveles próximos a los registradosa mediados de los noventa. Elsegundo se asocia con el hechode que no puede desconocerseque muy probablemente, interven-ción oficial del INDEC mediante,la recuperación de los salariosreales y los consiguientes costosempresarios no haya sido tan ace-

lerada en 2007.Más allá de algunas relevantes

discontinuidades puntuales, laevolución de la relación producti-vidad/costo salarial, como mejorindicador proxy de la tasa deexplotación de la mano de obra ode las formas que asume la distri-bución funcional del ingreso den-tro del sector, denota una marca-da regresividad distributiva a lolargo de los últimos quince años.En efecto, el –sospechado– regis-tro de 2007 resulta ser un 70,4%superior a la ya deteriorada (paralos trabajadores) situación en

Cuadro Nº 1. Evolución de la producción, la ocupación, la productividad labo-ral, el costo salarial y la relación productividad/costo salarial en la industriaargentina, 1993-2007 (índice base 1993=100)

Producción Obreros Productividad Costo Ptiv./costoocupados salarial* salarial

1993 100,0 100,0 100,0 100,0 100,01994 104,6 97,1 107,7 105,5 102,11995 97,3 91,3 106,6 97,6 109,31996 103,5 88,1 117,4 96,7 121,51997 113,6 89,0 127,7 92,2 138,41998 113,2 86,3 131,2 93,6 140,11999 101,3 78,7 128,8 95,8 134,52000 99,7 73,0 136,5 95,0 143,72001 88,2 68,3 129,1 93,2 138,52002 79,8 62,0 128,6 59,6 215,62003 93,6 65,3 143,3 59,6 240,32004 106,7 71,7 148,8 70,4 211,52005 116,3 76,4 152,3 78,5 194,12006 126,7 80,2 158,0 82,1 192,42007 138,5 84,6 163,7 96,1 170,4* Salario nominal deflactado por el IPIM sectorial.Fuente: Elaboración propia sobre información del INDEC.

35Continuidades y rupturas en la industria argentina

19934/5. Al respecto, transcurridasmás de tres décadas desde la dic-tadura militar, no cabe duda deque uno de los mayores éxitos dela misma ha sido el de establecera sangre y fuego un nuevo estadioen la puja distributiva (mucho másinequitativo que el de los añosprecedentes)6.

De todas maneras, en esa conti-nuidad de la regresiva distribuciónde las ganancias de productividadsubyace un fenómeno casi equi-parable –por su intensidad– alregistrado en los tres primerosmeses de gestión dictatorial: laexorbitante transferencia derecursos del trabajo al capitalresultante de las formas de reso-lución de la crisis terminal del régi-men convertible. En efecto, en elbienio 2002-2003 la relación pro-

ductividad/costo salarial se ubicóentre 2,1 y 2,4 veces por encimade los registros correspondientesa 19937. La posterior morigeraciónde tal regresividad, resultado deincrementos salariales que se ubi-caron ligeramente por encima delos correspondientes a la producti-vidad, no invalida el largo caminopor recorrer en materia distributiva(no sólo en el interior de la indus-tria).

Las consideraciones que antece-den invitan a reflexionar en tornode la tan recurrente instalación enel debate distributivo de las pro-puestas empresarias y de nopocos funcionarios gubernamen-tales con poder de decisión acer-ca de que los aumentos salarialesdeben acompañar el ritmo de cre-cimiento de la productividad.

4 Existen variadas evidencias sobre la subestimación efectiva por parte del INDEC dela evolución real de los precios domésticos, tanto de los minoristas como, tal vez enmenor escala, los mayoristas. De allí se infiere la presencia de una cierta sobreesti-mación de los costos salariales y la consiguiente subestimación del margen bruto deexplotación.

5 Al respecto, cabe resaltar que ante los recientes síntomas de una posible futura rece-sión o retracción en las ventas internas y/o al exterior, la primera reacción de las ter-minales automotrices ha sido la suspensión o el despido de trabajadores.Naturalmente, dicha táctica pasa por alto que en idéntico período al analizado en elplano agregado (1993-2007) la tasa de explotación en el sector automotor más que seduplicó (121,3% de incremento), con una reducción en la ocupación de más del 32%,y un crecimiento de la producción superior al 60% y de la productividad laboral porencima del 140 por ciento.

6 Al respecto, consúltese Arceo, N. y otros: Empleo y salarios en la Argentina, CapitalIntelectual, Buenos Aires, 2008; Basualdo, E.: “La distribución del ingreso y sus con-dicionantes estructurales”, en CELS: Derechos humanos en Argentina. Informe 2008,Siglo XXI Editores Argentina, Buenos Aires, 2008; y Lindenboim, J., Graña, J. yKennedy, D.: “Distribución funcional del ingreso en Argentina. Ayer y hoy”, CEPED,Documento de Trabajo Nº 4, Buenos Aires, 2006.

7 Las características más salientes del comportamiento de la tasa bruta de explotaciónen la industria durante los años de la dictadura militar de 1976-1983 se pueden con-sultar en Azpiazu, D., Basualdo, E. y Khavisse, M.: El nuevo poder económico en laArgentina de los años ochenta, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2004.

36 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

Claro que sólo son esgrimidasluego de la apropiación patronaldurante varios años de márgenesexorbitantes del excedente y lasganancias de productividad y, deconcretarse, no harían más quecristalizar el acuciante cuadro dis-tributivo prevaleciente en la órbitafabril desde la segunda mitad dela década de los setenta.

Hasta aquí, en términos estric-tos, y en su relación con las tasasde rentabilidad obtenidas por lasgrandes firmas industriales, que-da reflejado que las potencialida-des de apropiación del excedentefueron crecientes en los últimosquince años, que en el bienio2002-2003 se alcanzaron nivelesextremos (e insostenibles social-mente), y que la posterior reduc-ción de la tasa de explotación laubica igualmente en un nivel muysuperior al de cualquiera de losaños de vigencia de la convertibi-lidad.

De todas maneras, cabe incor-porar un aditamento que refuerzatal fenómeno. Durante el deceniopasado, una parte significativa dela apropiación del excedente porparte de los oligopolios manufac-tureros terminó por canalizarse(vía precios relativos) hacia otrasactividades económicas (serviciospúblicos privatizados y, funda-mentalmente, tasas de interésaltamente positivas para la indus-tria). En contraposición, en elescenario de la posconvertibilidadlos reacomodamientos de los pre-cios fabriles en relación con los debuena parte de los sectores

“ganadores” de los noventa hapermitido que prácticamente seequipararan las ganancias brutasy netas en el ámbito industrial, enespecial para aquellas grandes fir-mas que cuentan con un sólido yconsolidado posicionamiento oli-gopólico en el mercado interno yelevados coeficientes de exporta-ción. En suma, por efecto de ladepreciación salarial y la crecienteproductividad laboral el excedenteha tendido a mantenerse “dentro”de la esfera fabril y, en ese marco,a concentrarse en torno de losactores de mayor peso estructu-ral.

II. Concentración económica, precios relativos y destino de laproducción industrial enla posconvertibilidad

Un análisis de las principaleslíneas de continuidad y rupturaentre la fase actual de la econo-mía argentina y la vigente duranteel “modelo de los noventa” nopuede prescindir de indagar laevolución de los agentes econó-micos predominantes en el ámbitoindustrial. En ese sentido, revisteparticular interés estudiar la gravi-tación relativa en el conjunto delsector de las cien empresasmanufactureras de mayoresdimensiones (a partir de sus res-pectivos volúmenes anuales defacturación).

La inexistencia de informaciónoficial relativa a la evolución delvalor bruto de la producción indus-

37Continuidades y rupturas en la industria argentina

trial a precios corrientes obliga arecurrir a un indicador proxy que,si bien no permite ponderar exac-tamente el peso relativo de esacúpula fabril en el agregado secto-rial, ofrece elementos de juiciosuficientes para establecer ciertoorden de magnitud del mismo y, ala vez, apreciar su evolucióndesde principios del decenio delos noventa (1993) hasta 2007.

Se trata, en otros términos, de laconsideración del PIB industrial aprecios corrientes asumiendo,como primer supuesto, que alcabo del período de referencia nose habrían registrado cambios detrascendencia en la relación valoragregado/valor bruto de la pro-ducción sectorial.

Al respecto –recurriendo a losmejores proxys con que se cuen-ta–, de la Encuesta Nacional aGrandes Empresas (ENGE) queelabora el INDEC sobre las 500empresas más grandes del paíssurge que en el nivel manufactu-rero, por lo menos entre 1993 (pri-mer año de referencia de lamisma) y 2004 (último dato dispo-nible), tal coeficiente fluctuó entorno del 33,1%, con picos extre-mos en 1993 (34,7%) y 1996(31,8%).

En otros términos, más allá de laasimilación, al sólo efecto analíti-co, de valor bruto de la producción-ventas y valor agregado- PIB,

ese nivel promedio de alrededordel 33,1% en cuanto a la relaciónvalor agregado respecto a valorbruto de la producción puede serconsiderado una buena aproxima-ción con el objeto de acceder a unorden de magnitud de la gravita-ción de las 100 mayores empre-sas industriales en el valor agre-gado sectorial.

En términos excesivamente sim-plistas (pero necesarios a los finesanalíticos), podría considerarseque si las ventas de las 100 firmasmanufactureras más grandes delpaís equivaliesen, por caso, aalrededor del 80% del PIB de laactividad, ello supondría en reali-dad una gravitación aproximadaen la industria del país del ordendel 26,5% de la generación devalor agregado.

Hechos estos señalamientosmetodológicos, cabe destacar quedurante el período comprendidoentre 1993 y 2007, el PIB fabril aprecios corrientes creció a unatasa promedio anual del 9,8%;bastante por debajo del ritmo evi-denciado por las ventas nomina-les de la cúpula sectorial (14,6%anual acumulativo). De considerarel factor “corrector” del coeficientevalor agregado/valor bruto de laproducción que surge como pro-medio de la información de laENGE (cuadro Nº 2)8, tal relaciónproxy de la significación de las

8 Si bien en el cuadro Nº 2 se presenta la relación directa entre el PIB manufacturero ylas ventas de las 100 firmas de mayores dimensiones (en ambos casos a valorescorrientes), por las razones apuntadas precedentemente lo que realmente importa sonlas respectivas evoluciones durante el lapso temporal de análisis, por su consiguienteimpacto sobre el peso global de la elite empresaria en el conjunto del sector.

38 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

ventas de la cúpula empresaria enla industria nacional pasa de apro-ximadamente el 24%-28% del PIBdurante el quinquenio 1993-1997,a alrededor del 30% en el cuatrie-nio siguiente (1998-2001), paraubicarse entre 38,5% y 46,5% enla posconvertibilidad, con un pun-

to extremo en el crítico año 20029.El segundo supuesto implícito en

este intento de establecer unorden de magnitud de la gravita-ción agregada en el sector de lasfirmas de mayor envergadura queoperan en el país, se relaciona

9 Como se ha señalado: “el grado de monopolio tiende a elevarse durante la depresiónde la actividad económica general, y a volver a disminuir durante el período de auge”(Kalecki, M.: Ensayos escogidos sobre dinámica de la economía capitalista, FCE,México, 1977).

Cuadro Nº 2. Argentina. Evolución del PIB industrial, las ventas de la cúpu-la empresaria del sector* y la participación de la cúpula en el PIB industrial,1993-2007 (en millones de pesos corrientes, relación y porcentajes)

PIB industrial Ventas Relación Relación(1) (2) (2) / (1) (2) / (1) corregida**

1993 43.138 30.562 70,8 23,51994 45.873 36.799 80,2 26,61995 44.502 37.497 84,3 27,91996 47.723 39.452 82,7 27,41997 53.382 44.607 83,6 27,71998 53.326 48.441 90,8 30,11999 48.090 44.375 92,3 30,52000 46.877 42.431 90,5 30,02001 43.242 41.264 95,4 31,62002 63.603 89.406 140,6 46,52003 84.530 92.894 109,9 36,42004 99.793 116.109 116,3 38,52005 114.091 133.897 117,4 38,82006 134.709 168.849 125,3 41,52007 158.821 206.874 130,3 43,1taa 93-01 3,0% 3,8% - -taa 93-07 9,8% 14,6% - -taa 01-07 24,2% 30,8% - -* Se trata de las cien empresas industriales de mayor facturación anual.** Considerando la relación valor agregado/valor bruto de la producción de laEncuesta Nacional a Grandes Empresas (INDEC) = 33,1%.Fuente: Elaboración propia sobre balances de las empresas, INDEC y las revistasPrensa Económica y Mercado.

39Continuidades y rupturas en la industria argentina

con la consideración, de hecho,de que la facturación de la cúpulaindustrial no difiere mayormentedel valor de producción generadopor las empresas que la integran.En otras palabras, desatiende laposibilidad cierta (muy particular-mente durante la vigencia del régi-men convertible) de que las ven-tas de las grandes compañías delsector incluyan una proporciónvinculada con la comercializaciónde bienes finales importados y/ode producción de terceros. Sinembargo, las evidencias disponi-bles sugieren que a los fines ana-líticos, la adopción de tal supues-to no afecta en términos significa-tivos las consideraciones prece-dentes respecto de la trascenden-cia económica de la elite fabril y,menos aún, la de su evolucióndurante el horizonte temporal deanálisis10.

En suma, más allá de la estima-ción aproximada de la participa-ción de las 100 empresas indus-triales más grandes del país en lageneración sectorial de riquezasen el transcurso de la etapa anali-zada, resulta irrefutable que lamisma ha sido creciente, y que seha incrementado abruptamenteen 2002 para luego morigerarse yestabilizarse en un estadio inferiorpero muy por encima del predomi-nante bajo la convertibilidad,cuando se asistió a un crecientegrado de concentración en laindustria que, a su vez, agudizóuna tendencia que se venía mani-festando en forma pronunciadadesde mediados del decenio delos setenta11/12.

Lo que antecede remite a la con-sideración de otra cuestión nomenos significativa. En los añosnoventa, el sesgo creciente de la

10 Con referencia a estos temas, véase Schorr, M.: Industria y nación, Edhasa, BuenosAires, 2004.

11 Ese mayor grado de oligopolización global del sector manufacturero se ha verificadopari passu con la profundización de ciertas tendencias en los liderazgos empresaria-les. En efecto, durante el decenio pasado se asistió en el ambiente manufacturerodoméstico a un fenomenal proceso de extranjerización (al igual que en la mayoría delos sectores de la actividad económica). De acuerdo con la información con que secuenta, en el escenario de la posconvertibilidad se ha afianzado el predominio trans-nacional en el interior de la cúpula empresaria en detrimento, fundamentalmente, dela participación de las distintas fracciones con presencia de capitales nacionales. Untratamiento de estas cuestiones se puede encontrar en Azpiazu, D. y Schorr, M.: Laindustria argentina en la postconvertibilidad: ¿nuevo régimen de acumulación o fasede reactivación?, op. cit.; y Basualdo, E.: Concentración y centralización del capital enla Argentina durante la década de los noventa, FLACSO/Universidad Nacional deQuilmes/IDEP, Buenos Aires, 2000.

12 Las tendencias de largo plazo en materia de concentración económica en la industriahan sido estudiadas, entre otros, por Azpiazu, D.: La concentración en la industriaargentina a mediados de los años noventa, FLACSO/EUDEBA, Buenos Aires, 1998;y Kulfas, M. y Schorr, M.: “Evolución de la concentración industrial en la Argentinadurante los años noventa”, en Realidad Económica, Nº 176, Buenos Aires, 2000.

40 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

concentración económica en elsector, que se acentúa a partir de1998 y hasta el final de la conver-tibilidad, se vio contextualizadopor fluctuaciones, primero, y poruna retracción sostenida y acen-tuada desde 1999 en el PIB indus-trial a precios constantes y, a lavez, por un agudo proceso dedesindustrialización de la econo-mía nacional. En contraposición, ya partir del techo resultante de lasalida de la convertibilidad, elnuevo y más alto estadio de con-centración económica en el sectorse consolida en un escenariocaracterizado por una importantereactivación de la industria manu-

facturera. En otros términos, lascien firmas industriales más gran-des del país han visto incrementarsu gravitación sectorial en situa-ciones críticas para la industria ytambién en fases de expansiónsostenida, como la de los añosrecientes (gráfico Nº 2).

Al respecto, numerosos analis-tas y cuadros orgánicos del sectorempresarial, así como altos fun-cionarios públicos, han señaladoreiteradamente que en el marcode una política sustentada sobreel “dólar alto” la industria ha ingre-sado en una etapa de crecimientoininterrumpido e inédito en la his-toria argentina13. Indudablemente,

Gráfico Nº 2. Evolución del PIB industrial, la participación sectorial en el PIBtotal y la tasa de variación anual del PBI industrial, 1993-2007 (en porcenta-je e índice base 1993=100)

Fuente: Elaboración propia sobre información del INDEC

( p j )

18,2 18,017,2 17,4 17,5 17,2

16,4 15,9 15,4 15,416,4 16,8 16,6 16,6 16,5

104

115

102

94

84

97

117

127

137

109106

113

103

97

100

-7,2

1,8

-7,9

-3,8

-7,4

-11,0

7,69,2 8,9

7,5

12,0

16,0

6,54,54,6

-15,0

-10,0

-5,0

0,0

5,0

10,0

15,0

20,0

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

-

20

40

60

80

100

120

140

160

PBI ind./PBI totalPBI industrialVariac. anual PBI ind.

13 Así, por ejemplo, la ex ministra de Economía y Producción, Felisa Miceli, señaló enuna conferencia de prensa brindada junto con el presidente de la Unión IndustrialArgentina el 24 de mayo de 2007: “la industria está iniciando, también, el quinto añode crecimiento, es inédito en la historia argentina. Recién hablábamos con Juan

41Continuidades y rupturas en la industria argentina

luego de largos años de desindus-trialización y reestructuraciónregresiva del sector la aceleradarecuperación fabril registradadurante el último quinquenio nodeja de ser un dato auspicioso.

Ello invita a reflexionar en tornode la real significación de tal recu-peración fabril. En primer lugar,como se señaló, una vez supera-da la crisis de 2002, fue recién en2005 cuando el PIB manufacture-ro superó los niveles del año 1998(pico previo al inicio de la faserecesiva que devino en la crisisterminal y el abandono de la con-vertibilidad). En segundo lugar,precisamente a partir del año2005, el ritmo de crecimiento fabrilse ubicó por debajo del corres-pondiente al conjunto de la econo-mía interrumpiéndose así el papelpropulsor del sector sobre el con-junto de la economía (la actividadde la construcción, el transporte,las telecomunicaciones y la inter-mediación financiera se confor-maron en los ámbitos más dinámi-cos del último trienio). En tercerlugar, si bien el quinquenio 2003-2007 aparece como una de lasetapas de mayor ritmo de creci-miento de la economía y la indus-

tria argentinas, dicho procesodifiere sustancialmente (en cuantoa lo sostenido del mismo y al roldel sector fabril) con el que seregistrara entre 1964 y 1974; enesos años se asistió a la fase másprolongada de expansión ininte-rrumpida de la industria y la eco-nomía domésticas, donde aquéllaasumió un papel decisivo y deter-minante como eje dinámico y pro-pulsor del crecimiento agregado,núcleo central de la acumulación yreproducción ampliada del capital,y polo “ordenador” y articulador delas relaciones económicas ysociopolíticas14.

Las diferencias son sumamenterelevantes, sobre todo si adicio-nalmente se tiene en cuenta queel papel del salario en las formasy la dinámica de la acumulaciónes muy distinto: factor de costo,pero fundamentalmente compo-nente decisivo de la demandalocal de una industria mercado-internista bajo el esquema sustitu-tivo versus rubro de costos a aba-ratar para competir en el escena-rio internacional en la fase actual.En consonancia con ello, no resul-ta casual que la reactivaciónindustrial de los últimos años ha

Carlos Lascurain de los 120 años de historia de la Unión Industrial Argentina y en esetiempo es la primera vez que se dan estos cinco años de crecimiento continuo de laindustria” (discurso disponible en el siguiente sitio de internet: http://www.casarosa-da.gov.ar). Para los planteos esgrimidos desde el frente empresario y el académico,véase Schorr, M.: Cambios en la estructura y el funcionamiento de la industria argen-tina entre 1976-2004, op. cit..

14 Un análisis del comportamiento económico-industrial de la Argentina entre los años1964 y 1974 se encuentra en Basualdo, E.: Estudios de historia económica argentina,FLACSO/Siglo XXI Editores Argentina, Buenos Aires, 2006; y Sourrouille, J. yLucángeli, J.: “Apuntes para la historia reciente de la industria argentina”, en BoletínInformativo Techint, Nº 219, Buenos Aires, 1980.

42 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

pivoteado sobre un nuevo incre-mento en el margen bruto deexplotación y ha tenido como pro-tagonista esencial a la expansiónexportadora, en particular de ungrupo acotado de ramas fabriles yactores económicos (tomadoresde precios en la escala mundial),que adicionalmente cuentan conamplias posibilidades de desple-gar diferentes tipos de prácticasoligopólicas en el mercado inter-no.

En este sentido, la implosión delrégimen de convertibilidad a prin-cipios de 2002 trajo aparejada unaserie de modificaciones radicalesen la estructura de precios relati-vos enmarcada, en ese mismoaño, en una profunda retracciónde la economía en general, y desu sector industrial en particular.La convergencia de una fuertedevaluación de la moneda localcon altas tasas de inflación, elintenso deterioro que experimen-taron los salarios reales y la ele-vada ociosidad de la capacidadproductiva instalada en el ámbitomanufacturero, sentó las basespara el despliegue inicial del tradi-cional comportamiento contracícli-co de las ventas al exterior decommodities fabriles (en especialagroindustriales). En los añossucesivos, tales rubros producti-vos se constituirían en platafor-mas industriales orientadas fuer-temente hacia los mercadosexternos a favor de los bajos cos-tos salariales, el aprovechamientode las ventajas comparativas aso-

ciadas con la constelación localde recursos naturales y un muyfavorable –y en muchos aspectosinédito– escenario internacional(tanto por las cantidades deman-dadas como en lo atinente al com-portamiento de los precios de losprincipales bienes de exporta-ción).

De ello se desprenden dos inte-resantes y complementariostemas de indagación: las formasque adoptó el reacomodamientode los precios industriales en elámbito doméstico y el vinculadocon el papel que asumieron lasventas al exterior en la reactiva-ción de la industria en la poscon-vertibilidad.

A este respecto, un primer ele-mento a remarcar es que si bienlos precios mayoristas industrialesnacionales registraron una impor-tante alza desde la salida de laconvertibilidad (172,0% entre2001 y 2007), la misma se ubicópor debajo de la correspondienteal conjunto de los productos pri-marios (278,8%), los agropecua-rios (223,2%), los ganaderos(220,6%) y los del petróleo crudoy gas natural (391,3%). En otrostérminos, y contra la opinión máso menos generalizada de conside-rar a la industria como una de lasactividades “ganadoras” desde elderrumbe de la convertibilidad,ello no se ha visto reflejado enmateria de precios en el planoagregado, aunque sí se verificanmarcadas heterogeneidades en elinterior del sector.

43Continuidades y rupturas en la industria argentina

Así, por ejemplo, la evolución delos distintos precios industrialesrevela la presencia de trayectoriasmuy disímiles que encuentran suspuntos extremos en los casos dela fabricación de “conductoreseléctricos” (725% de incrementoentre los años señalados) y la decalzados (59%). El margen de dis-persión denota la incidencia dediversos factores donde, en princi-pio, el nuevo y mucho más eleva-do tipo de cambio asume un papelprotagónico.

El encarecimiento de insumosimportados de difícil sustituciónlocal (cuando no inviable en unlapso temporal tan corto), lasmodificaciones en las respectivas“funciones de producción” (aun entérminos físicos), la traslación alos precios internos de sus “equi-valentes” internacionales, entreotras cosas, ponderan de distintamanera e intensidad en el conjun-to de las manufacturas. De todasmaneras, más allá de la segurainfluencia de tales factores, yotros, parecería quedar de mani-fiesto una cierta asociación entrela evolución relativa de los preciosmayoristas de una amplia gamade rubros fabriles y la respectivamorfología de los mercados.

En efecto, aquellas actividadesen las que prevalece una ciertaatomización de la oferta local–con el margen de protecciónresultante del dólar “alto” o “com-petitivo”– y una considerable pre-sencia de pequeñas y medianasempresas han revelado tasas de

incremento de precios relativa-mente bajas (siempre entre losaños 2001 y 2007). Tal sería elcaso de, a título ilustrativo, lasramas elaboradoras de “calzado”y “máquinas herramientas”(61,0%), “productos farináceos”(83,7%), “prendas de materialestextiles” (99,4%), volcadas casiexclusivamente al mercado inter-no y, por diversas razones, conescasas posibilidades de accesofluido a los mercados internacio-nales.

En contraposición, ciertas indus-trias caracterizadas por mercadosoligopólicos –contando adicional-mente con la mencionada protec-ción que surge del nivel de la pari-dad cambiaria– denotan unamejora sustantiva en sus preciosrelativos en el interior del sector.Basta resaltar, en tal sentido, losejemplos que brindan las “cerve-zas” (237,1% de aumento),“maquinaria agrícola” (237,1%),“cemento y cal” (212,4%), “side-rurgia” (248,9%), “aluminio prima-rio” (241,8%) y “aceites y grasasvegetales” (304,0%). Sin duda,particularmente en los tres últimoscasos, a la condición de fuertes eimportantes oligopolios locales,con capacidad decisiva en la fija-ción de precios en el ámbitodoméstico en un cuadro institucio-nal de escasa (cuando no nula)efectividad real de los mecanis-mos existentes en materia de“defensa de la competencia”, se lesuma su condición de contar conelevados y crecientes coeficientesde exportación en un contexto

44 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

internacional de alza de precios,como el vigente hasta el inicio dela actual crisis financiera interna-cional.

En referencia con estas cuestio-nes, y atento a las formas de reso-lución de la crisis de la convertibi-lidad (“salida devaluatoria”), cobraespecial interés evaluar la impor-tancia que han asumido los mer-cados externos como componen-te más o menos decisivo de larecuperación manufacturera delos últimos años.

Al respecto, la información quebrinda el gráfico Nº 3 permiteconstatar que entre 2001 y 2007las ventas externas de productosindustriales se incrementaron un127,0%, al tiempo que el valor dela producción local (también

valuado en dólares corrientes) lohizo en un 53,3%. De ello sededuce que la recuperación delnivel de actividad de la industriaorientada a atender la demandalocal ha asumido un papel secun-dario frente a las ventas al exterior(en el período de referencia la pro-ducción destinada al mercadointerno creció un 36,5%). Deresultas de estos patrones dedesenvolvimiento, en la poscon-vertibilidad, a favor del “dólar alto”y el auspicioso contexto interna-cional, las ventas al exterior sehan ido consolidando como unode los factores dinamizadores delsector.

Así, en primer lugar, cabe hacerreferencia al coeficiente global deexportaciones que entre 2001 y2007 se incrementó casi diez pun-

Gráfico Nº 3. Evolución de la producción y las exportaciones industriales (endólares corrientes) y coeficiente de exportación sectorial, 2001-2007 (eníndice base 2001=100 y porcentajes)

Fuente: Elaboración propia sobre información del INDEC

( y p j )

80,573,5

97,0

113,1

99,6

113,7

139,0

160,8

227,0

129,7

100,0

192,8

27,5

27,426,326,5

28,6

22,9

18,5

0,0

50,0

100,0

150,0

200,0

250,0

2001 2002 2003 2004 2005 2006 20070,0

5,0

10,0

15,0

20,0

25,0

30,0

35,0

Valor de producciónExportacionesCoeficiente exportaciones

153,3

a

45Continuidades y rupturas en la industria argentina

tos porcentuales, habiendo alcan-zado en 2003 su pico máximo cer-cano al 29%. En segundo lugar,es dable destacar que el 44,1%del incremento registrado entre2001 y 2007 por el valor de pro-ducción industrial medido en dóla-res corrientes respondió a la aten-ción de la demanda externa; por-centual que se eleva al 85,7% sise considera el quinquenio 2001-2005.

En otras palabras, la recientereactivación industrial ha tenidoen el sector externo su sustentoesencial y determinante y, conello, la concomitante profundiza-ción de rasgos estructurales aso-ciados con la producción de com-modities manufactureros. Estotambién permite explicar los moti-vos por los cuales en el transcur-so de la posconvertibilidad se havenido asistiendo a un incrementode consideración en el grado deconcentración económica prevale-ciente en el sector (téngase encuenta que las actividades fabrilesexportadoras son controladas pormuy pocas grandes empresas yholdings económicos). Asimismo,lo señalado refuerza lo dicho encuanto al papel de los salarios enla dinámica de acumulación delcapital en el ámbito industrial(mucho más como costo empre-sario que como eje dinamizadorde la demanda interna), de allíque, replicando ciertas tendenciasque se habían manifestado entre1976 y 2001, la dinámica manu-facturera del último tiempo se haasentado sobre una fenomenal

transferencia de ingresos desdelos trabajadores hacia los capita-listas, sobre todo hacia los demayores dimensiones y con unaafianzada presencia en los merca-dos externos.

III. El comercio exteriormanufacturero en laposconvertibilidad

En las postrimerías de la conver-tibilidad, uno de los principalesargumentos que se esgrimiódesde diversos sectores (políti-cos, académicos, empresariales eincluso en ciertos ambientes sindi-cales) para justificar la necesidadde una “salida devaluatoria” fueque la vigencia de un “dólar alto”constituye un estímulo decisivopara el crecimiento industrial, aso-ciado con un incremento de lasexportaciones y la sustitución deimportaciones por producciónnacional. Desde esta perspectiva,la existencia de un “dólar alto” nosólo sería un aliciente necesario(y para muchos también suficien-te) para propiciar una expansiónde las actividades manufacture-ras, sino también para avanzar enun cambio en el perfil de especia-lización industrial y de insercióninternacional de la Argentina enlas corrientes mundiales delcomercio de mercancías. Así, nose necesitarían políticas activas,ni mucho menos un plan de desa-rrollo económico e industrial:basta con garantizar un “tipo decambio real competitivo y estable”para viabilizar la reindustrializa-

46 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

ción del país en línea con los cri-terios señalados15.

En vista de ello, y de lo apuntadoen la sección anterior en cuanto alpapel de los mercados externosen la reciente expansión manufac-turera, asume especial importan-cia encarar un breve análisis de laevolución del intercambio comer-cial de bienes manufacturados.Interesa especialmente identificarlos rasgos sobresalientes delcomportamiento de las exporta-ciones, las importaciones y elsaldo comercial de la industria, asícomo las características más dis-tintivas del perfil productivo-expor-tador en el escenario de la pos-convertibilidad. Se trata de unencuadre que arroja nuevos yvariados elementos de juicio parareflexionar acerca de las continui-dades y las rupturas entre elactual régimen económico y sec-torial vis-à-vis el que lo precedió.

En tal sentido, los datos propor-cionados por el gráfico Nº 4 indi-

can que durante los años en losque estuvo vigente el esquemaconvertible el sector manufacture-ro operó con déficits comercialessumamente abultados. Ello, bási-camente a raíz de la intensidad ylos sesgos del proceso de apertu-ra económica instrumentado du-rante el gobierno de Menem ysostenido por el de la “Alianza”, elcual, en un marco de atraso cam-biario, derivó en un acuciante cua-dro de desindustrialización y rees-tructuración regresiva del aparatofabril expresado, entre otrasdimensiones, en una aceleradareprimarización de la producción ylas exportaciones sectoriales, y ladesintegración y la desarticula-ción de numerosas industrias yentramados o bloques producti-vos16.

Ahora bien, a partir de 2002 seasiste a un cambio de relevanciaen tanto, por primera vez enmuchos años, la industria vuelve aregistrar superávits en su balanza

15 Véase Frenkel, R. y Rapetti, M.: “Políticas macroeconómicas para el crecimiento y elempleo”, CEDES/OIT, Buenos Aires, mimeo, 2004; y Frenkel, R. y Ros, J.:“Desempleo, políticas macroeconómicas y flexibilidad del mercado laboral. Argentinay México en los noventa”, en Desarrollo Económico, Vol. 44, Nº 173, Buenos Aires,2004. Asimismo, consúltese Schorr, M.: Modelo nacional-industrial. Límites y posibili-dades, Capital Intelectual, Buenos Aires, 2005.

16 El impacto de la liberalización comercial de la década de 1990 es analizado, entreotros, por Azpiazu, D.: “La industria argentina ante la privatización, la desregulación yla apertura asimétricas de la economía. La creciente polarización del poder económi-co”, en Azpiazu, D. y Nochteff, H.: El desarrollo ausente, FLACSO/Tesis Norma,Buenos Aires, 1994; Ortiz, R. y Schorr, M.: “El comercio exterior de las grandesempresas industriales durante la década de los noventa”, en Época, Año 3, Nº 3,Buenos Aires, 2001; y Yoguel, G.: “El ajuste empresarial frente a la apertura: la hete-rogeneidad de las respuestas de las PYMES”, en Desarrollo Económico, Vol. 38,número especial, Buenos Aires, 1998.

47Continuidades y rupturas en la industria argentina

comercial17. Sin embargo, a pesarde la vigencia de un “dólar com-petitivo” y un escenario internacio-nal inusitadamente expansivo, talresultado comercial positivo ten-dió a decrecer hasta tornarsenegativo en 2007 (en dicho año laindustria registró un déficit agre-gado que se ubicó en el orden delos 1.120 millones de dólares).Ello se vincula con la evolucióndiferencial que experimentaron

las exportaciones y las importa-ciones durante la posconvertibili-dad: de considerar el período2002-2007, las primeras crecierona una tasa anual acumulativa del18%, mientras que las segundaslo hicieron a un promedio anualcercano al 39%. Se trata de ten-dencias esperables dada laausencia de una política industrialque trascienda el “dólar alto” y,más ampliamente, una estrategia

Gráfico Nº 4. Argentina. Evolución de las exportaciones, las importacionesy el saldo comercial de productos industriales, 1993-2007 (en millones dedólares)

Fuente: Elaboración propia sobre información del INDEC

16.104

23.730

26.668

-6.393

40.662

28.814

17.843

17.993

18.868

9.711

41.790

28.643

8.184

-5.738

-1.128

2.146

9.659

-9.774

-15.000

-5.000

5.000

15.000

25.000

35.000

45.000

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

ExportacionesImportacionesSaldo comercial

17 Hay que remontarse al decenio de los ochenta para encontrar un fenómeno similar;en ese momento, estrechamente relacionado con la aguda recesión interna que moto-rizó una declinación considerable en la demanda de productos importados y un creci-miento de las exportaciones de un puñado de sectores fabriles con predominancia degrandes empresas y grupos económicos muy favorecidos por la orientación del accio-nar gubernamental en diversos frentes. Sobre el particular, consúltese Bisang, R.:“Sistemas de promoción a las exportaciones industriales: la experiencia argentina enla última década”, CEPAL, Oficina en Buenos Aires, Documento de Trabajo Nº 35,1990; y Bisang, R. y Kosacoff, B.: “Las exportaciones industriales en una economíaen transformación: las sorpresas del caso argentino, 1974-1990”, en Kosacoff, B.(edit.): El desafío de la competitividad, CEPAL/Alianza, Buenos Aires, 1993.

48 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

nacional de desarrollo. Y son muyimportantes de tener en cuentaporque remiten, a su vez, a trescuestiones relevantes.

Primero, al reducido dinamismorelativo de las exportacionesmanufactureras argentinas. Se-gundo, a los límites estructuralesa la sustitución de importacionesque se derivan del desmantela-miento del tejido manufacturerolocal verificado en las últimasdécadas y la debilidad de unnúmero considerable de empresa-rios nacionales vis-à-vis sus simi-lares de otros países. Por ejem-plo, del Brasil (que en numerosossectores cuenta con grados decompetitividad muy superioresligados, entre otros factores, amayores niveles de productividady la existencia de una estructurafabril bastante más densa y articu-lada, con fuerte apoyo estatal) yde China y otras naciones “emer-gentes” (una de cuyas principales“fortalezas” radica en el bajísimocosto de su mano de obra).Tercero, al hecho de que enausencia de una radical redefini-ción del grado de apertura de laeconomía, la estructura arancela-ria y el perfil exportador, así comode una activa política de recons-trucción de encadenamientos pro-ductivos (cuyos logros, por cierto,no se visualizan sino en el media-

no/largo plazo), más tempranoque tarde podrían existir presio-nes por el lado de las divisas(para pagar las importacionesdemandadas por la industria);sobre todo si se consolidan lasactuales tendencias negativas delescenario internacional, reactuali-zando ciertas problemáticas ca-racterísticas del funcionamientode la economía argentina bajo elplanteo de sustitución de importa-ciones (básicamente la dinámicade tipo “stop and go”)18.

Para avanzar hacia una caracte-rización más abarcadora deldesenvolvimiento manufactureroen términos del intercambio co-mercial, en el cuadro Nº 3 quedareflejada la composición de laoferta exportadora de la industrialocal desagregada según los prin-cipales rubros productivos.

Desde esta perspectiva se com-prueba que en la posconvertibili-dad se ha registrado un procesode consolidación del perfil expor-tador heredado de la década delos noventa, es decir, del momen-to de vigencia plena de las políti-cas neoliberales. Basta con seña-lar que en 2007 apenas cinco sec-tores fabriles dieron cuenta decasi el 85% de las ventas externastotales, frente a una participaciónalgo superior al 78% en el prome-dio del período 1993-2001: la

18 Los rasgos estilizados del ciclo “stop and go” durante el esquema sustitutivo se pue-den consultar en Braun, O. y Joy, L.: “Un modelo de estancamiento económico.Estudio de caso sobre la economía argentina”, en Desarrollo Económico, Vol. 20, Nº80, Buenos Aires, 1981; y Diamand, M.: Doctrinas económicas, desarrollo e indepen-dencia, Paidós, Buenos Aires, 1973.

49Continuidades y rupturas en la industria argentina

agroindustria, el sector automotor,la refinación de petróleo, la elabo-ración de productos y sustanciasquímicas, y la manufactura demetales comunes (hierro, acero yaluminio primario).

Más allá de las respectivas espe-cificidades sectoriales, en la gene-ralidad de los casos se trata deactividades con estructuras deoferta fuertemente concentrada

alrededor de un número muyreducido de grandes compañías yconglomerados empresarios (ensu mayoría de capital extranjero),con escasas articulaciones inter-nas en términos interindustriales,relativamente poco demandantesde mano de obra, en las que lossalarios bajos (en pesos y en“moneda dura”) constituyen undato, muy expuestas a los vaive-

Cuadro Nº 3. Estructura de las exportaciones industriales de la Argentinasegún sector manufacturero, promedio 1993/2001 y 2007 (en porcentajes)

1993-2001 2007% Acum. % Acum.

Alimentos y bebidas 43,9 43,9 43,4 43,4Vehículos automotores, remolques y semirremolques 12,2 56,0 13,6 57,1Fabricación de coque y refinación de petróleo 5,9 61,9 10,2 67,3Sustancias y productos químicos 10,0 71,9 10,1 77,4Metales comunes 6,5 78,4 7,4 84,8Máquinas y equipos 3,2 81,6 2,9 87,7Cuero y derivados 5,7 87,3 2,7 90,4Productos de caucho y plástico 1,6 88,8 1,8 92,2Papel y derivados 1,5 90,3 1,3 93,5Equipo de transporte 0,9 91,2 1,0 94,5Productos textiles 1,6 92,8 0,9 95,4Industria metalmecánica (excepto máq. y equip.) 0,9 93,7 0,8 96,3Máq. y aparatos eléctricos 1,2 95,0 0,8 97,1Madera y productos de madera y corcho 0,4 95,4 0,7 97,8Productos minerales no metálicos 0,7 96,0 0,5 98,2Instrumentos médicos y de precisión 0,6 96,7 0,5 98,7Muebles y colchones e industrias ncp 1,0 97,7 0,3 99,1Confección de prendas de vestir 0,8 98,5 0,3 99,4Equipos de radio, TV y comunicaciones 0,4 98,8 0,3 99,7Edición e impresión 0,7 99,6 0,2 99,9Máq. de oficina, contabilidad e informática 0,3 99,9 0,1 100,0Productos de tabaco 0,1 100,0 0,0 100,0Total Industria 100,0 - 100,0 -

ncp: no clasificadas en otra parte.Fuente: Elaboración propia sobre información del INDEC.

50 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

nes del mercado mundial (por logeneral, son producciones en lasque el país es tomador de pre-cios), y con una tendencia seculara perder participación relativa enel comercio mundial.

De lo señalado surgen algunosinterrogantes sobre dos argumen-tos ampliamente difundidos en elnivel doméstico en el transcursode los últimos años: a) que esteperfil de especialización producti-vo-exportador es condición nece-saria y suficiente para que laArgentina ingrese en un senderode desarrollo con crecientes nive-les de inclusión económico-social;y b) que la vigencia del “dólar alto”como eje ordenador y práctica-mente excluyente de la “políticaindustrial” viabiliza una modifica-ción positiva en la inserción nacio-nal en los flujos mundiales delintercambio comercial manufactu-rero.

Las consideraciones previas seven enriquecidas si se analiza elsaldo comercial de los diferentesámbitos manufactureros. En estesentido, los datos que constan enel cuadro Nº 4 indican que en2007, en un escenario global dedéficit comercial, la mayoría de lasactividades industriales registróconsiderables desbalances ensus transacciones de bienes conel exterior, mientras que apenascinco operaron con superávits (la

industria alimenticia y, en muymenor medida, la refinación depetróleo, la metálica básica, laproducción de cuero y sus deriva-dos, y marginalmente la industriamaderera).

De allí que pueda afirmarse queen la posconvertibilidad se haasistido a un afianzamiento de la“dualidad estructural” del sectormanufacturero argentino gestadaal calor de las políticas desindus-trializadoras instrumentadas entre1976 y 2001. Ello se expresa enque un puñado de rubros produc-tivos ligados al procesamiento derecursos básicos presenta unabalanza comercial positiva, mien-tras que los restantes son deficita-rios, sobre todo a medida que seavanza hacia manufacturas máscomplejas, más intensivas en lautilización de conocimiento cientí-fico-tecnológico, más demandan-tes de mano de obra con elevadacalificación, con mayores poten-cialidades para impulsar con sucrecimiento a otras industrias yque, por lo general, han venidoconformando los senderos demayor dinamismo en el comerciomundial de manufacturas19. Encuanto a esto último, vale incorpo-rar dos breves digresiones.

La primera se vincula con elhecho de que dos de las activida-des que conforman el núcleoexportador de la industria argenti-

19 Un estudio de las tendencias del comercio internacional en las últimas décadas seencuentra en Arceo, E.: “El impacto de la globalización en la periferia y las nuevas yviejas formas de dependencia en América Latina”, en Cuadernos del CENDES, Nº60, Caracas, 2005.

51Continuidades y rupturas en la industria argentina

na son fuertemente deficitarias ensus operaciones comerciales conel resto del mundo. Se trata de laindustria automotriz y la química.En el primer caso, a pesar de con-tar con un régimen especial depromoción y protección a la activi-dad que fue puesto en marcha enlos años noventa y ha sido reafir-mado en el último tiempo (queapunta, en lo sustantivo, a logar

un “intercambio compensado” conel Brasil), en 2007 se registró undéficit comercial muy acentuadoen el subsector autopartista (diocuenta de aproximadamente el80% del desbalance global de larama). Asimismo, las evidenciascon que se cuenta indican que enel segundo caso el déficit decomercio correspondiente a 2007(superior a los 4.200 millones de

Cuadro Nº 4. Saldo comercial de los distintos sectores industriales de laArgentina, 2007 (en millones de dólares)

Sector Industrial Saldo comercialAlimentos y bebidas 17.032,3Fabricación de coque y refinación de petróleo 2.061,6Metales comunes 715,2Cuero y derivados 687,7Madera y productos de madera y corcho 86,1Productos de tabaco -7,9Edición e impresión -56,3Confección de prendas de vestir -77,6Productos minerales no metálicos -265,3Papel y derivados -365,0Muebles y colchones e industrias ncp -509,4Productos textiles -521,0Industria metalmecánica (excepto máq. y equip.) -706,1Productos de caucho y plástico -711,9Total Industria -1.127,6Instrumentos médicos y de precisión -798,6Equipo de transporte -941,1Máq. de oficina, contabilidad e informática -1.329,5Máq. y aparatos eléctricos -1.664,4Vehículos automotores, remolques y semirremolques -1.701,3Equipos de radio, TV y comunicaciones -3.142,6Sustancias y productos químicos -4.255,3Máquinas y equipos -4.657,2ncp: no clasificadas en otra parte.Fuente: Elaboración propia sobre información del INDEC.

52 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

dólares) es explicado fundamen-talmente por las fuertes importa-ciones de sustancias químicasbásicas y de abonos, plaguicidasy otros productos químicos de usoagropecuario.

La segunda se asocia con unacuestión relevante en términoseconómicos y políticos: en unaindustria caracterizada por elmencionado cuadro de “dualidadestructural” en lo que respecta alcomercio internacional, los pocossectores generadores de divisasasumen una decisiva centralidaden la dinámica sectorial (y, poresa vía, en la del conjunto de laeconomía nacional). Y, en conse-cuencia, detentan un significativoy determinante poder de vetosobre la orientación de las políti-cas públicas y, más en general, elfuncionamiento del aparato esta-tal.

Esto invita a reflexionar sobre elcomportamiento de los diferentessegmentos de firmas en materiade comercio exterior. Para ello, enel cuadro Nº 5 se puede visuali-zar la evolución del saldo comer-cial de la cúpula empresariaindustrial (las cien compañías demayores montos anuales de fac-turación), el del sector y el delconjunto de la economía nacionalen el período 2001-2007. Desdeeste enfoque se concluye que enla posconvertibilidad la elite em-presaria fabril ha venido registran-do abultados superávits comercia-les, mientras que el “resto de laindustria” ha operado con desba-lances muy acentuados y crecien-tes. A tal punto que en el últimoaño de la serie bajo análisis las fir-mas líderes tuvieron un saldosuperior a los 15.800 millones dedólares y el “resto” del sector

Cuadro Nº 5. Argentina. Evolución del saldo comercial de la cúpula empre-saria*, el total industrial y el conjunto de la economía, 2001-2007 (en millo-nes de dólares)

Cúpula Total Total Resto de Resto deindustria economía la industria la economía

A B C D = B - A E = C - A2001 7.050,6 -1.151,6 6.288,9 -8.202,2 -761,62002 9.676,7 9.659,4 16.661,1 -17,3 6.984,42003 12.841,1 7.568,2 15.670,8 -5.272,9 2.829,72004 12.343,7 4.030,6 12.104,9 -8.313,1 -238,82005 12.059,7 2.145,7 11.663,2 -9.914,0 -396,52006 13.423,0 2.592,0 12.308,0 -10.831,0 -1.115,02007 15.810,5 -1.127,6 11.153,0 -16.938,1 -4.657,5* Se trata de las cien empresas industriales de mayor facturación anual.Fuente: Elaboración propia sobre información del Área de Economía y Tecnología dela FLACSO y el INDEC.

53Continuidades y rupturas en la industria argentina

registró un déficit que se aproximóa los 17.000 millones de dólares.

Indudablemente, el principal ele-mento explicativo de semejantecuadro de heterogeneidad estruc-tural se asocia con el hecho deque las firmas que conforman laelite sectorial se suelen integrar agrandes unidades económicasque cuentan con claras posibilida-des y perspectivas en materiafinanciera y un ciclo de acumula-ción y reproducción ampliada desus capitales fuertemente trans-nacionalizado y, en el plano inter-no, de escaso “grado de industria-lización”. Esto último, dada suinserción preponderante en ramasligadas con el procesamiento derecursos básicos (agroindustria,hidrocarburos, acero y aluminio ysus derivaciones, y algunos pro-ductos químicos) y en el ámbitoautomotor. Dicho perfil de espe-cialización contrasta marcada-mente con el de los restantes seg-mentos empresarios que, en sumayoría, presentan una ostensi-ble debilidad estructural por lascaracterísticas de la crisis dedesindustrialización de la décadapasada (con sus antecedentesdesde 1976), desarrollan sus acti-vidades en rubros mucho másexpuestos a la competencia deproductos importados (aun apesar del nivel de protección brin-dado por el “dólar alto”) y debenhacer frente a diversos y comple-jos “factores de contexto interno”(institucionales, normativos, finan-cieros, etc.) en escenarios deapertura económica como los que

caracterizan a la actual fase delcapitalismo global.

Respecto de estas cuestiones, lainformación que proporciona elcuadro Nº 6 indica que la “salidadevaluatoria” de la convertibilidadha traído aparejado un importantesalto de nivel en el grado de aper-tura total de la industria y la eliteempresarial: en el año 2001 dichocoeficiente fue, respectivamente,del 38,2% y el 39,5%, mientrasque en 2007 ascendió al 55,5% yal 59,2%, respectivamente. Peroese mayor nivel de inserción enlas corrientes mundiales decomercio del agregado manufac-turero y las firmas líderes permitedelimitar dos ejes de acumulacióndiferenciados, que se reflejan enque el coeficiente exportador de lacúpula (que entre los años dereferencia se incrementó en algomás de 13 puntos porcentuales)es mucho más elevado que elcorrespondiente al conjunto delsector fabril, mientras que elgrado de apertura importadora deeste último (28,1% en 2007, fren-te a un 19,7% en 2001) es muysuperior al de la elite empresaria.

El incremento que experimentóen los últimos años el coeficienteexportador de las firmas líderesde la industria argentina lleva ados conclusiones relevantes. Laprimera es que este núcleo acota-do de grandes empresas (y suspropietarios) se han consolidadocomo sólidas plataformas produc-tivas orientadas preferentementehacia los mercados externos a

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partir de la vigencia de bajos cos-tos salariales en la escala mun-dial, la explotación -en muchoscasos indiscriminada- de las ven-tajas comparativas asociadas conla dotación de recursos naturalesy el privilegiado entorno normativodel que han gozado las grandesterminales automotrices, y almenos hasta 2007, un muy favo-rable escenario internacional. Lasegunda, estrechamente vincula-da, remite al papel decisivo queha tenido el desenvolvimiento de

las exportaciones de las compañí-as de la cúpula en la aceleracióndel proceso de concentración eco-nómica experimentado desde elabandono del régimen conver-tible20.

En definitiva, en la posconvertibi-lidad se ha afianzado aún más unperfil de comercio exterior de laindustria que expresa el agudoproceso de reestructuraciónregresiva iniciado con la últimadictadura militar, consolidado

Cuadro Nº 6. Argentina. Evolución de los coeficientes de exportación eimportación, y del grado de apertura total de la cúpula empresaria* y el con-junto de la industria, 2001-2007 (en porcentajes)

Coeficiente de Coeficiente de Grado deexportación(1) importación(2) apertura total(3)

Cúpula Total Industria Cúpula Total Industria Cúpula Total Industria2001 28,3 18,5 11,2 19,7 39,5 38,22002 43,4 22,9 10,3 10,5 53,7 33,52003 53,2 28,6 13,2 18,0 66,4 46,62004 48,4 26,5 17,4 22,2 65,8 48,82005 46,1 26,3 19,9 24,4 65,9 50,72006 42,1 27,5 17,7 25,4 59,8 52,92007 41,5 27,4 17,7 28,1 59,2 55,5* Se trata de las cien empresas industriales de mayor facturación anual.(1) El coeficiente de la cúpula surge del cociente entre las exportaciones ylas ventas totales, mientras que el del conjunto del sector surge de larelación entre las exportaciones y el valor bruto de la producción.(2) El coeficiente de la cúpula surge del cociente entre las importaciones ylas ventas totales, mientras que el del conjunto del sector surge de larelación entre las importaciones y el valor bruto de la producción.(3) Surge de la suma entre el coeficiente de exportación y el de importación.Fuente: Elaboración propia sobre información del Área de Economía y Tecnología dela FLACSO y el INDEC.

20 En referencia a estas cuestiones, cabe señalar que en 2001 las ventas al exterior dela elite empresaria representaron el 65,2% de las exportaciones industriales y el43,9% del total exportado por la Argentina, porcentuales que se elevaron en 2007 al67,8% y 49,3%, respectivamente.

55Continuidades y rupturas en la industria argentina

durante el gobierno de Alfonsín yprofundizado a niveles extremosen los años noventa. Ello expresala ostensible debilidad del sectoren términos internacionales (conla salvedad de unos pocos espa-cios de acumulación caracteriza-dos por un bajo “grado de indus-trialización” y controlados porgrandes empresas y grupos eco-nómicos con una significativa ycreciente capacidad de coaccióna partir de su posicionamientoestructural). Tal situación difícil-mente pueda revertirse con lasimple vigencia de un “dólar alto”,es decir, sin un conjunto articula-do de políticas activas de fomentoindustrial que, inscriptas en unadeterminada estrategia nacionalde desarrollo, persigan, entreotras cuestiones relevantes, unprofundo replanteo de las formasde inserción de la Argentina en elcomercio mundial de manufactu-ras21.

IV. Reflexiones finales

La crisis final del régimen con-vertible y la “salida devaluatoria”derivaron en un quiebre históricoen la hegemonía de la valoriza-ción financiera en detrimento de

las actividades productivas (enespecial las industriales). Con susmatices, se trató de una exagera-ción simplista de la actual crisisinternacional, en una fase del sis-tema capitalista en la que las “bur-bujas” financieras en la escalaglobal descansan sobre el despla-zamiento de la economía realcomo núcleo central e ineludiblede la acumulación y reproducciónampliada del capital.

La prolongada recesión iniciadaa mediados de 1998 terminó porhacer eclosión económica, políti-ca y social a fines de 2001. Lareforma cambiaria de principiosde 2002 formalizó el abandono dela convertibilidad, trajo aparejadasmutaciones radicales en la estruc-tura de precios relativos de la eco-nomía y desembocó en una pro-funda crisis socioeconómica que,como había venido sucediendo demodo recurrente desde mediadosdel decenio de los setenta, fuesumamente regresiva y heterogé-nea por sus impactos sobre lasdiferentes clases sociales y frac-ciones de clase. De allí que tuvie-ra importantes denominadorescomunes entre los “perdedores”(los trabajadores) y reordena-mientos dentro de los distintos

21 Las evidencias disponibles llevan a hipotetizar que los rasgos que, como se vio,modelan la inserción en el mercado mundial del sector manufacturero argentino y lasfirmas de mayores dimensiones seguramente se verán afianzados en el futuro. Ello,por los sesgos de la principal (sino la única) política industrial activa que se ha apli-cado en la posconvertibilidad al margen del “dólar alto” (aquella vinculada con la “pro-moción de inversiones en bienes de capital y obras de infraestructura” –ley Nº 25.924y normas complementarias–). Sobre el particular, consúltese Azpiazu, D.:“¿Formación de capital de emprendedores o concentración económica?”, enRealidad Económica Nº 238, Buenos Aires, 2008.

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segmentos del capital, entre los“ganadores”, inscriptos en unaaceleración de las tendencias a laconcentración económica y lacentralización del capital con ejeen una “extranjerización” del apa-rato manufacturero doméstico ysu correlato en una acuciante pér-dida de “decisión nacional” en ladefinición de cuestiones centralespara el devenir económico y socialdel país.

La profundidad de la crisis eco-nómica y fabril en 2002 no puedeser obviada, ni ignorada cuandose intenta analizar la reactivaciónde los últimos años. En efecto,tanto en el plano global como enel estrictamente manufacturerodemandó un trienio de crecimien-to elevado, sostenido e ininte-rrumpido (2003-2005), para reciénentonces alcanzarse los nivelesde actividad de 1998, previo al ini-cio de la etapa recesiva más pro-longada y aguda de la historiaargentina contemporánea.

La brusca reconfiguración de losprecios relativos que se verificó apartir de la devaluación de lamoneda devino en la conforma-ción de escenarios muy favora-bles para aquellos rubros produc-tivo-industriales y actores econó-micos que, ante el nuevo nivel deltipo de cambio, pudieron consoli-dar sus fortalezas y potencialida-des exportadoras en objetivo yfuente decisiva de la acumulacióny reproducción del capital. Auncuando se trate de firmas tomado-ras de precios en la escala mun-dial, el alza generalizada de los

precios internacionales de lasprincipales exportaciones manu-factureras así lo garantizaban. Deallí que no resulte sorprendenteque por lo menos hasta mediadosde la presente década las expor-taciones hayan sido las que sus-tentaron gran parte de la recupe-ración industrial y un superiorestadio de concentración econó-mica.

Desde la perspectiva de la “ofer-ta” los avances sustantivos en elgrado de utilización de la capaci-dad instalada asumieron un papelfundamental como para dar res-puesta a la reactivación de lademanda interna (hasta mediadosdel decenio), y fundamentalmentea las por demás favorables condi-ciones que ofrecían las exporta-ciones por efecto de la conjunciónde un tipo de cambio “competitivo”en lo doméstico con alzas signifi-cativas en la demanda y los pre-cios en el ambiente internacional.

El más que auspicioso ritmo decrecimiento industrial se focalizó,en gran medida, y aun superadala simple recuperación de losniveles registrados en los puntosmás altos de la convertibilidad, enun grupo muy acotado de ramasque, por un lado, no suponen unaruptura con el patrón de especiali-zación legado de largos años deneoliberalismo ni, por otro, unaalteración del régimen de acumu-lación y la consiguiente inserciónen el mismo de las actividadesmanufactureras; ni mucho menosen lo que atañe al concierto mun-dial.

57Continuidades y rupturas en la industria argentina

En ese sentido, en la medida enque la reactivación fabril ha esta-do esencialmente vinculada conun nuevo nivel cambiario, lavigencia de salarios deprimidos–en particular para las actividadesy actores exportadores– y la con-solidación de poderes oligopólicosen un mercado interno paulatina-mente recuperado, pareceríanresurgir bajo nuevas formas algu-nas de las restricciones y/o limita-ciones características de ciertasetapas del modelo sustitutivo.Claro que ahora con niveles sala-riales y distributivos, así como conun perfil manufacturero, que lle-van a añorar los vigentes hacemás de treinta años.

En efecto, incluso en un escena-rio de “dólar alto” la dinámica sec-torial del comercio exterior harevelado como tendencia un ries-go cierto de réplica matizada delas fases del “stop and go”; entanto las evidencias analizadasremiten, por un lado, a la rever-sión del superávit comercialindustrial (resultante, desde hacevarios años, de tasas de creci-miento diferenciales entre lasimportaciones y las exportacionesque, en su momento, se vieronopacadas por la persistencia delsaldo comercial “favorable”). Porotro lado, de modo complementa-rio, mientras las ventas externasmantuvieron un cierto ritmoexpansivo (muy focalizado, comose vio, en un puñado de grandesempresas y con escaso “efectotracción” en el plano interno dadoslos reducidos coeficientes de

empleo y de requerimientos inte-rindustriales que caracterizan asus exportaciones), la potencialdinámica sustitutiva no pareceríahaber contado con las condicio-nes necesarias y suficientes, másallá del tipo de cambio, como parano quedar entrampada en las vie-jas y tradicionales restricciones ylimitaciones vigentes durante lasustitución de importaciones.

Ello remite, por ejemplo, al análi-sis de los sectores industrialessuperavitarios o deficitarios desdela perspectiva de comercio exte-rior. Las exportaciones agroindus-triales han sido, en esencia, lasque han permitido compensar losdesequilibrios crecientes en mate-ria insumos intermedios, durablesde consumo y bienes de capital.Esto último, como resultado direc-to de largos años de desatenciónpor, en particular, la rama elabora-dora de maquinaria y equipos yotras industrias complejas (comola electrónica), en las que la masacrítica acumulada hasta mediadosde los setenta se vio sistemática ypermanentemente agredida porpolíticas simplistas y cortoplacis-tas que encontraron en el abarata-miento de los costos de inversiónel principal aliciente a la formaciónde capital (mediante la recurrentepromoción a la importación de bie-nes de capital y rubros afines).

La profundización de un perfil deespecialización fabril y de inser-ción internacional estructurado entorno de ventajas comparativasasociadas con los recursos natu-

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rales y de algunas industriasmaduras productoras de commo-dities denota muchas más conti-nuidades que rupturas respecto allegado de los años noventa y,más ampliamente, la etapa inicia-da con la dictadura militar de1976-1983.

Similares consideraciones podrí-an hacerse extensivas a la proble-mática distributiva en el interior dela industria, aunque en parte sevean menguadas al tomar comopunto de referencia la brutal trans-ferencia de recursos del trabajo alcapital que tuvo lugar en el críticoaño 2002. La posterior recupera-ción de los salarios y el empleo(con un importante dinamismo delas ocupaciones “en negro”) lepermitió a los trabajadores recu-perar parte de sus ingresos agre-gados, sin que ello implicara laafectación de la extraordinariaapropiación del excedente porparte de los capitalistas industria-les, en especial por los segmentosmás oligopolizados y vinculadoscon el mercado mundial a partir desus exportaciones. En estecampo, cabe enfatizar que a dife-rencia de los años noventa, cuan-do una proporción no desdeñablede ese excedente se desplazabahacia el sector financiero y/o alámbito de los servicios públicosprivatizados a raíz de los rasgosde la estructura de precios y ren-tabilidades relativas por entoncesprevaleciente, a partir de 2003 lacapacidad de acumulación delcapital por parte del empresariadoindustrial alcanzó niveles extraor-

dinarios, muy distantes de los deotrora.

Ello se ve reflejado en los másque considerables márgenes derentabilidad internalizados por lasgrandes firmas manufacturerasque, por una parte, no son másque la resultante esperable de ladepreciación salarial y la crecienteproductividad y, por otra, deacuerdo con la información dispo-nible, sólo en una proporciónminoritaria se ha canalizado haciala formación de capital. Y para ellohan contado con el invalorableaporte de recursos estatales pordemás redundantes, altamenteconcentrados en unas pocasempresas de gran envergaduraque, a la vez, han tendido a pro-fundizar un perfil de especializa-ción de escasas potencialidades,limitados efectos difusores y muydependiente de las estrategiasdesplegadas por las compañíastransnacionales y, en menorgrado, un grupo selecto de hol-dings locales. Estos capitales ocu-pan un rol cada vez más determi-nante en el tejido fabril argentinoy, más aún, en una economíainternacional por demás cambian-te.

Los señalamientos previos invi-tan a una última reflexión. Es cier-to que desde el abandono de laconvertibilidad la industria logrórecuperar parte del terreno perdi-do entre 1976 y 2001. Pero nodebe soslayarse que, con inde-pendencia del “dólar alto”, prácti-camente no se ha avanzado en la

59Continuidades y rupturas en la industria argentina

definición estratégica y la instru-mentación de políticas públicastendientes a sustentar una rein-dustrialización del país ligada conuna considerable redefinición delperfil de especialización producti-va, una diferente inserción en ladivisión internacional del trabajo ycrecientes grados de autonomíanacional asociados, entre otrascosas, con una mayor integraciónlocal de la producción; todo esto,de la mano con una redistribuciónprogresiva del ingreso y la conse-cuente potenciación del mercadointerno.

Prueba de todo lo que no se hahecho es que, como surge de lasevidencias analizadas, la expan-sión reciente del sector manufac-turero ha derivado, a pesar delostensible –y en muchos sentidosfavorable– cambio acaecido enlos contextos macro y mesoeco-nómico, en la consolidación dedos de los principales legados crí-ticos del modelo de valorizaciónfinanciera: una estructura fabrildesarticulada, muy sesgada hacialas primeras etapas de la transfor-mación manufacturera y con

ostensibles heterogeneidadesestructurales en los niveles intra einterindustriales, y una fuerte re-distribución de ingresos en detri-mento de los trabajadores y afavor de las fracciones más con-centradas y transnacionalizadasdel capital.

En el marco de la actual crisisinternacional (con resultados aúnimpredecibles, pero seguramentecon importantes efectos recesivostanto para los países centralescomo para los periféricos), y con-siderando los rasgos distintivos dela trayectoria fabril durante la pos-convertibilidad (en otros términos,todo lo que no se ha hecho en unafase inusitadamente expansivaque conformó en numerososaspectos una verdadera –¿e irre-petible?– “ventana de oportunida-des”), se plantean numerososinterrogantes en cuanto a las posi-bilidades realmente existentespara encarar una reindustrializa-ción de la Argentina alrededor delos ejes mencionados.

Noviembre de 2008

60

Bolivia, un nexo más Bolivia, un nexo más en la red del voluntariadoen la red del voluntariadoregionalregional

Experiencias

* Coordinador General Iniciativa Cascos Blancos** Antropólogo. Miembro del Núcleo Argentino de Antropología Rural (NADAR).

Voluntario de Cascos Blancos en la misión a Bolivia

Convocados por realidades diferentes, por instituciones públicas, organizacio-nes o comunidades, muchos voluntarios de Latinoamérica y el Caribe trabajan, jor-nada a jornada, en temas tan diversos como el control aftósico en zonas de fron-tera, la lucha contra el chagas, la recolección domiciliaria de datos sociosanitarios,la alfabetización popular o en el soporte a las víctimas y en el rescate a los afecta-dos por huracanes, terremotos, deslaves y tantos otros daños causados pordesastres que, cada día, son menos “naturales”.

En el marco del proyecto de Red Regional de Voluntariado Humanitario-CascosBlancos se han capacitado miles de jóvenes solidarios, decididos a unir esfuerzospara enfrentar sus problemas. Cascos Blancos, como tantos otros actores nacio-nales y regionales, rechaza cualquier modelo de “asistencia dirigida” -visión sub-sidiaria del concepto político-militar de “intervención humanitaria”-, una forma deencarar la respuesta, que constituye una continuidad operativa de la “doctrina deseguridad nacional”. Esta forma de pensar el problema y de reaccionar en conse-cuencia -potenciada por el actual recorrido de la IV Flota estadounidense- implicaconcebir el “riesgo” como algo “natural”, “inevitable”, “no previsible” y, muy espe-cialmente, no manejable por las naciones soberanas (Ej. Amazonas, AcuíferoGuaraní). Sus acciones son verticales, sin participación de las comunidades loca-les, externas y hasta militarizadas.

Mucho se habla de los “pueblos originarios” y de sus derechos, más de cincosiglos después de invasiones, matanzas, sojuzgamiento, injusticia, racismo…Esos pueblos, sus herederos, las comunidades que lograron sobrevivir, tienenmucho que enseñar, poseen conocimientos, tan propios de su cultura, como útilesen la relación de las sociedades con la naturaleza.

Carlo s Alber to Vi l la lba *Leandr o Etch i chur y**

61Voluntariado regional en Bolivia

Convocados por realidades dife-rentes, por instituciones públicas,organizaciones o comunidades,muchos voluntarios de Latino-américa y el Caribe trabajan, jor-nada a jornada, en temas tandiversos como el control aftósicoen zonas de frontera, la lucha con-tra el chagas, la recolección domi-ciliaria de datos sociosanitarios, laalfabetización popular o en elsoporte a las víctimas y en el res-cate a los afectados por huraca-nes, terremotos, deslaves y tantosotros daños causados por desas-tres que, cada día, son menos“naturales”.

En el marco del proyecto de RedRegional de Voluntariado Huma-nitario-Cascos Blancos se hancapacitado miles de jóvenes soli-darios, decididos a unir esfuerzospara enfrentar sus problemas.

Países como Uruguay, Para-guay, Brasil, Ecuador, El Salva-dor, Haití, Perú, Panamá, Hondu-ras, Guatemala, Jamaica, Trini-dad y Tobago, Guyana, ya handesignado su Punto Focal de laIniciativa Cascos Blancos y sehan incorporado a la Red y desa-rrollaron acciones de fortaleci-miento de sus voluntariados loca-les en función del modelo utilizadopor la Iniciativa para enfrentarsituaciones dramáticas como elhambre de sectores de su pobla-ción, la situación carcelaria, lasmigraciones masivas desde ohacia otras tierras, el paso desola-dor de ciclones, la desnutricióninfantil. Cada una de esas expe-

riencias, constituyen el embriónde esa Red Regional deVoluntarios Cascos Blancos.

La Comisión Cascos Blancos esuna idea desarrollada desde laRepública Argentina e instituidamediante el decreto Nº 1131 del13 de julio de 1994, bajo la deno-minación “Comisión de Luchacontra el Hambre y la Pobreza”,con el objetivo de promover laIniciativa Cascos Blancos en elámbito de la Organización de lasNaciones Unidas. En 1995, a tra-vés del decreto 379 se modifica sudenominación por la de “ComisiónCascos Blancos”, cambio funda-mentado en que los alcances dela Iniciativa debían extenderse aotros aspectos comprendidos enla concepción de “emergenciahumanitaria”.

La Comisión Cascos Blancos, entanto organismo del Ministerio deRelaciones Exteriores, ComercioInternacional y Culto de la Argenti-na, sostiene su trabajo en el con-cepto de cooperación horizontalentre países del Sur del planeta,en el compromiso de lucha contrael hambre y la pobreza y en elaporte a la construcción de unmodelo de respuesta participativofrente a la amenaza y las situacio-nes de desastres de todo tipo, condesarrollo de acciones preventi-vas, respuestas rápidas y mitiga-ción de los daños causados.

Esos pilares doctrinarios, juntocon las acciones de prevención ya las misiones de respuesta en lamayoría de los países del hemis-

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ferio y en lugares tan alejados denuestro territorio como el Sudesteasiático, Irán, Líbano o China, ins-talaron la experiencia en el senode las iniciativas adoptadas comopropias por la Organización deEstados Americanos (OEA) y laOrganización de las NacionesUnidas (ONU).

Ese fue el contexto que rodeó eltrabajo conjunto de Bolivia yCascos Blancos Argentina.

El debate actual

En este preciso momento, esta-mos frente a una discusión clara.Durante la década pasada opta-mos por la prevención, aspirandoa la reducción del riesgo dedesastres. Hoy es imprescindibleelegir el modelo asistencial frentea las situaciones de desastre quese presentan, cada vez con másfuerza.

La nueva realidad de la “asisten-cia humanitaria”, incorpora unaserie de conceptos que, reunidos,constituyen la agenda que deberáser recogida por los organismosdel hemisferio e incorporada a susherramientas de trabajo regional.Entre ellos, figuran la visión del“riesgo” como algo integral, dondea las “amenazas” externas sesuman las vulnerabilidades delindividuo, el grupo, el sector, lacomunidad, con la comprensiónde que la pobreza es la madre detodas las vulnerabilidades; la ges-tión local del proceso de preven-

ción y respuesta, con integraciónde las herramientas propias; laincorporación comunitaria a todoslos procesos, con protagonismode las organizaciones de la socie-dad civil y organización de cuer-pos locales de voluntarios. Estosson los temas de la hora y formanparte de la agenda que debe per-mitir el tránsito de las comunida-des desde el lugar de “posiblesvíctimas” de diferentes problemasal de “actores” de sus propiosdiagnósticos, planificaciones ysoluciones a sus problemas, algoque, de modo alguno, exime a losgobiernos de sus compromisos.

En síntesis, Cascos Blancos,como tantos otros actores nacio-nales y regionales, rechaza cual-quier modelo de “asistencia dirigi-da” -visión subsidiaria del concep-to político-militar de “intervenciónhumanitaria”-, una forma de enca-rar la respuesta, que constituyeuna continuidad operativa de la“doctrina de seguridad nacional”.Esta forma de pensar el problemay de reaccionar en consecuencia -potenciada por el actual recorridode la IV Flota estadounidense-implica concebir el “riesgo” comoalgo “natural”, “inevitable”, “noprevisible” y, muy especialmente,no manejable por las nacionessoberanas (Ejs. Amazonas, Acuí-fero Guaraní). Sus acciones sonverticales, sin participación de lascomunidades locales, externas yhasta militarizadas.

63Voluntariado regional en Bolivia

Concretar las palabras

A la hora de planificar y de poneren práctica un programa de desa-rrollo o de asistencia humanitariaes fundamental abrir esas accio-nes a la experiencia y al conoci-miento de las comunidades loca-les, genuinas beneficiarias deesos programas y poseedoras deun profundo conocimiento delterritorio en el que desarrollan suvida. Sobre su espacio y su histo-ria, desarrollan las más variadasestrategias de supervivencia, poreso, la tradición no debe ser con-siderada como una transmisióninerte de un depósito muerto (PaulRicoeur). Por lo contrario, se ladebe mirar como la transmisiónviviente de una innovación quesiempre puede ser reactivadamediante un retorno a los momen-tos más creadores y, muy espe-cialmente, capaz de multiplicar lasexperiencias exitosas.

En el actual proceso que viveBolivia de recuperación de la dig-nidad de los pueblos originarios,el rescate de sus conocimientosancestrales para la planificaciónde políticas públicas es una herra-mienta fundamental, no sólo parasu supervivencia, sino para el for-talecimiento de su identidadcolectiva y proyección como suje-to activo en el desarrollo nacional.

Los máximos responsables de la“Protección Civil” boliviana hicie-ron propios esos principios y así loplantearon ante la Red Interameri-cana para la Mitigación deDesastres de la OEA, reunida el 3

de diciembre de 2006 en el trópicoboliviano de Santa Cruz de laSierra. Cascos Blancos, encarga-do de presentar su modelo de tra-bajo ante la asamblea regional,recogió el guante y así nació elcompromiso de desarrollar un pro-yecto que incorporase las expe-riencias de los pueblos originariosa las actividades de prevención yde respuesta, con construcción deherramientas genuinas.

Incorporación de saberesancestrales

El programa de “Fortalecimientode Voluntariados Locales” queimpulsa Cascos Blancos, decidióiniciar el desarrollo de esas herra-mientas.

Mucho se habla de los “pueblosoriginarios” y de sus derechos,más de cinco siglos después deinvasiones, matanzas, sojuzga-miento, injusticia, racismo… Esospueblos, sus herederos, las comu-nidades que lograron sobrevivir,tienen mucho que enseñar, pose-en conocimientos, tan propios desu cultura, como útiles en la rela-ción de las sociedades con lanaturaleza, incluso con los fenó-menos muy poco naturales queafectan a los países que sufrenhuracanes, deslaves, inundacio-nes, terremotos.

Esos saberes, ponderados de la“corrección política”, necesitan enmuchos casos ser precisados,restablecidos, formalizados y dis-tribuidos, por sus propios genera-

64 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

dores o por quienes ellos desig-nen, no sólo con destino a la pro-pia comunidad local sino tambiénhacia los formadores de políticaspúblicas. El trabajo realizado enBolivia fue un modesto aporte aese proceso que debe avanzar.Allí se planteó, precisamente, laimportancia de la recuperación ypuesta en valor de los sabereslocales, tanto por su importanciaen la revalorización de las propiasculturas, como por su potencialsimbólico para cohesionar a losactores locales en la implementa-ción de programas de prevencióny mitigación de catástrofes.

El escenario

La República de Bolivia estáorganizada políticamente en 327municipios, 112 provincias y 9departamentos, los cuales obtu-vieron una mayor autonomía en lagestión administrativa y financieraluego de la ley de Descentrali-zación de diciembre de 1995.Cuenta con una población queronda los 10 millones de habitan-tes, de los cuales los pueblos que-chuas representan aproximada-mente el 30%, los aymaras el 25%y los criollos y europeos de recien-te inmigración abarcan cerca deun 38% del total.

No obstante estos grandesnúmeros, debemos decir queexisten unas 33 formaciones etno-

sociales reconocidas oficialmentey al menos 34 idiomas y dialectosregionales, por lo que Boliviaadquiere una dimensión multicul-tural donde se dan distintos siste-mas organizativos de la vida eco-nómica, social y política, y particu-lares modos simbólicos de orde-nar coherentemente el mundo enel que se desenvuelven.

Como ha afirmado el vicepresi-dente Alvaro García Linera, lacomunidad indígena, campesina yayllu, a lo largo de un proceso his-tórico ha dado forma a otro tipo desociedad, “son la columna verte-bral articuladora de otros grupossociales y otros modos locales deunificación influenciados por laactividad económica y culturalcampesino-indígena”, haciendode su acción colectiva “más queun movimiento social un movi-miento societal, pues se trata deuna sociedad entera que se tras-lada en el tiempo”1.

El proyecto

En este contexto sociocultural sellevó a cabo, entre abril y mayo de2008, el proyecto BID/OEA/CCBBde Apoyo de la Iniciativa CascosBlancos a la Formación de unVoluntariado Nacional en Boliviapara la Reducción de Riesgos y laAtención de Desastres en elMarco de la Ley del Servicio

1 García Linera, Alvaro (2008): Sociología de los movimientos sociales en Bolivia.Estructuras de movilización, repertorios culturales y acción política. Plural editores. LaPaz.

65Voluntariado regional en Bolivia

Voluntario, que el gobierno delpresidente Evo Morales Ayma hadecidido poner en práctica. Dentrode esa experiencia, lo que seintentará resumir aquí, es el traba-jo que sobre el terreno un grupode bolivianos y argentinos desa-rrollamos con el objeto de impul-sar la organización de un Volun-tariado Comunitario desde laspropias comunidades indígenas ycampesinas, con capacidad parainstrumentar acciones en favor deldesarrollo territorial local sobre labase de una mirada e interesesconstruidos colectivamente.

La contraparte boliviana a Cas-cos Blancos fue el Viceministeriode Defensa Civil y Cooperación alDesarrollo Integral, a cargo delProf. Gil Hernán Tuco Ayma.Desde allí se encargaron deseleccionar un grupo de volunta-rios nacionales con inserción yexperiencia en el trabajo concomunidades y en especial pue-blos originarios. El apoyo quedesde el VIDECICODI (Vicemi-nisterio de Defensa Civil y Coo-peración al Desarrollo Inte-gral)se ofreció al proyecto fue clavepara su desarrollo, aun en mediode importantes dificultades queimponía la realidad social y políti-ca. El interés del Gobierno pordesarrollar el servicio voluntarioen Bolivia se manifestó en cadauna de las acciones emprendidas.La primera de ellas fue la realiza-ción de un encuentro con organi-zaciones del voluntariado de lasociedad civil, equipos de las fuer-

zas armadas y de seguridad espe-cializados en emergencias ycatástrofes y la propia DefensaCivil con el objeto de analizar laley del voluntariado, su reglamen-tación, realizar un diagnóstico dela estructura actual del Volun-tariado en Bolivia y debatir estra-tegias de coordinación entre gru-pos del voluntariado y entre éstosy las estructuras de la DefensaCivil.

Previo a la llegada del equipo deCascos Blancos de la Argentina,los voluntarios locales escogieronlas regiones a trabajar y en cadauna de ellas las comunidades avisitar. Los criterios de selecciónestuvieron dados por el conoci-miento previo sobre las distintasáreas, como así también por laurgencia manifiesta de aquellascomunidades que venían sufrien-do situaciones de emergencia ycatástrofe en forma reiterada, conun alto costo humano y económi-co. Hablamos de inundaciones,sequías, terremotos, aluviones,epidemias, entre otras.

Cuando el equipo de voluntariosde Cascos Blancos llegó a Boliviaya estaban seleccionadas 4 regio-nes del país, que comprometían alos departamentos de Beni,Cochabamba, Santa Cruz, LaPaz, Potosí y Oruro (estas tresúltimas tomadas en conjuntocomo región del altiplano).

66 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

Los voluntarios y el trabajocon las comunidades

El esquema de trabajo propues-to fue el siguiente:- Trabajo previo al acceso al

campo: planificación y diseñodel trabajo a desarrollar. Es imprescindible dejar esta-blecido los lineamientos gene-rales en cuanto a los objetivosque se pretenden alcanzar ymedios con los que se conta-rán. Entre otros aspectospodemos mencionar: 1. modalidad y forma de orga-

nización del voluntariado, 2. formación de multiplicado-

res/capacitación del volun-tariado comunitario, a tra-vés del apoyo y fortaleci-miento de respuestas cons-truidas localmente y que serevelen exitosas,

3. diseño de talleres: encuen-tros nacionales, regionaleso locales; con una agendaabierta de temas, de capa-citación específica, dedetección de necesidades ode soporte a las actividadeslocales; etc.,

4. perfil y roles de los agentesnacionales,

5. perfil y roles del equipo devoluntarios nacionales ylocales, y su capacidadpara vincularse y trabajarcon las comunidades.

6. relevamiento de informa-ción básica sobre las comu-

nidades con las que se tra-bajará (geográfica, climáti-ca, sociodemográfica, cul-tural, etc.).

- Presentación en las comunida-desEstrategias y contactos para elingreso a las comunidades.Metodología de trabajo en lascomunidades y con las comu-nidades. Relevamiento y siste-matización de saberes. Surevalorización en el marco delproyecto. Convocatoria a lostalleres. Elección de los partici-pantes. El papel de la organi-zación comunitaria local.

- El trabajo en el taller a partir delos conocimientos localesDefinición de los ejes del tallery las modalidades de trabajo,en conjunto entre la organiza-ción y los destinatarios.Interacción y socialización deconocimientos y experienciascon otras comunidades pre-sentes a través de actividadesparticipativas. Criterios paralas guías de trabajo. For-mación y fortalecimiento de laidentidad de los asistentescomo parte del voluntariadocomunitario. Ideas para laconstrucción del modelo devoluntariado en las comunida-des. La construcción de redesintercomunitarias. Articulacióncon organismos del Estadonacional y organizacionesinternacionales. Resignifica-ción de los saberes comunita-rios en el marco de un proyec-

67Voluntariado regional en Bolivia

to nacional. Evaluación finaldel taller por parte de los parti-cipantes.

La totalidad del equipo, integra-do por 4 voluntarios bolivianos y 3argentinos, se desplegó sobre elterreno a lo largo de tres semanasvisitando, en distintas etapas, lasdiversas comunidades de cadauna de las regiones. En un primermomento se hizo una presenta-ción del proyecto ante las autori-dades comunales y se convocó aseleccionar representantes loca-les para participar en un taller demultiplicadores del voluntariadocomunitario a realizarse en la ciu-dad Cochabamba. Asimismo, encada una de estas primeras visi-tas se comenzó a trabajar conreferentes locales sobre los sabe-res y prácticas comunitarias des-plegadas a la hora de la emergen-cia.

En todo momento se subrayóque éste sería un tema importantea lo largo del taller, que pretendía-mos recuperar estos saberes parala sociedad toda, compartirlos yconfrontarlos con las demáscomunidades participantes yponerlos en valor ante las autori-dades del Estado allí presentes.

La consigna del equipo fue la deliberarse de todo preconcepto,que apuntalado por paradigmasrecurrentes colocan a estascomunidades en el lugar de suje-tos pasivos, acostumbrados a ser

receptores de ayuda y por lo tantofaltos de iniciativa. Nuestra apues-ta fue, en todo momento, la deanalizar los aspectos culturales dela construcción local de la propiaidentidad y su relación con lasituación de vulnerabilidad social.La construcción social del riesgoes un elemento clave a ser tenidoen cuenta, ya que es “desdedonde las sociedades proyectansentidos y valores sobre ciertoseventos, ciertas prácticas y ciertosobjetos materiales”2.

Cuando se es consciente de queel éxito del proyecto pasa por laparticipación local resulta impres-cindible conocer cuál es la per-cepción que tienen los actoreslocales de la situación de crisis ode emergencia y las respuestasadaptativas que han sido puestasen práctica en el pasado. Lo esen-cial de un trabajo centrado sobreel respeto al conocimiento local esque se basa sobre las experien-cias y comprensiones cotidianasde hombres y mujeres que sonsujetos activos, que constante-mente revalidan, transmiten yreformulan dichas experiencias alo largo de su vida como comuni-dad.

La segunda etapa de esta ruedade visitas consistió en participarde las asambleas en las que seeligieron a los representantescomunales al taller, conocer mejorla zona y reforzar la idea de pro-yectar un trabajo de integración

2 Ríos, Diego y Murgida, Ana (2004). “Vulnerabilidad cultural y escenarios de riesgo porinundaciones”. Espaço e Tempo Nº 16. São Paulo.

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gradual, a partir de los propiosconocimientos y experienciaslocales, y a través de un procesonegociado entre los distintos acto-res involucrados, fundamental-mente la comunidad y DefensaCivil como representante delEstado boliviano.

Finalmente se seleccionaron 5representantes comunitarios porregión, con el objetivo de que seconstituyan en replicadores de laexperiencia en sus sociedades,contribuyendo a la formación yorganización de un núcleo devoluntarios comunitarios. Ade-más, se invitó a funcionariosmunicipales involucrados en latemática, ya que en casi todas lascomunidades el municipio fuecitado como el punto de referenciainmediato ante la emergencia.

Los dueños de la historia

Estuvieron presentes en el tallerde Cochabamba representantesde comunidades y organizacionesquechuas y aymaras del altiplano,grupos moxeños y campesinosdel Beni, y cocaleros del chaparecochabambino. La situación políti-ca -el desarrollo de la actividadcoincidió con el proceso de refe-réndum autonomista de SantaCruz del 4 de mayo- impidió quepudieran participar sectores cam-pesinos y de comunidades chiqui-tanas de este último departamen-to. Comunidades aborígenes deCochabamba, como el caso de losyucarés y yuquis, no pudieronfinalmente ser visitadas debido a

un conflicto que en ese momentotenían con el gobierno central, loque dificultó nuestro ingreso a lascomunidades y el contacto consus dirigentes.

Son numerosos los grupos étni-cos que habitan los departamen-tos de Beni, Cochabamba y SantaCruz , en general se trata de gru-pos de poca población y altamen-te vulnerables por una historia dearrinconamiento y explotación degrupos criollos y blancos, que sefueron apropiando de tierras, rele-gándolos en algunos casos azonas marginales y de alto riesgo,por ejemplo de inundaciones.Podríamos decir que el sectorcampesino está conformado en sumayor parte por indígenas queabandonaron sus comunidades ysus pautas culturales. Otros pasa-ron a formar parte de los sectoresurbanos de las periferias de lasgrandes ciudades. En 1996, a par-tir de la promulgación de la ley1517, se estableció el saneamien-to de las Tierras Comunitarias deOrigen (TCOs), proceso iniciadoen las tierras bajas. De acuerdocon el Instituto Nacional de Re-forma Agraria (INRA), los prime-ros títulos de Tierras Comunitariasde Origen fueron emitidos en1997.

En las tierras altas, que com-prende los departamentos de LaPaz, Oruro, Potosí, Chuquisaca yCochabamba, el proceso de sane-amiento de TCOs se inició en2001, a partir de ese año lasdemandas por la titulación crecie-ron rápidamente. Las autoridades

69Voluntariado regional en Bolivia

nacionales bolivianas afirman quelas TCOs son el reconocimientode un espacio geográfico quecompromete territorios históricosdonde las comunidades puedandesarrollar su vida en función asus usos y costumbres.

El taller llevado a cabo en la ciu-dad de Cochabamba, si biencontó con la apertura y cierre for-mal por parte de las autoridadesbolivianas y de Cascos Blancos3,focalizó su actividad, a lo largo decuatro días, en la aportación eintercambio de los asistentes apartir de precisas consignas detrabajo, entre otras: relato de lasdistintas realidades regionales,narraciones de experiencias loca-les y diagnósticos participativos,evaluación integral de daños ynecesidades, mapa de riesgo,simulaciones de emergencias yformación de un voluntariadocomunitario, manejo de suminis-tros y la explicitación y puesta envalor de los saberes ancestrales yconocimientos comunitarios antela emergencia. De ello surgióinformación valiosa para los dis-tintos actores allí presentes queapuntaron a revalorizar el lugarque debe asumir la propia comu-nidad antes y durante la emergen-cia.

Trabajar en medio de unacoyuntura compleja

El momento político no sólo influ-

yó en los iniciales temores a nopoder desarrollar el proyecto o enlas dificultades para los trasladosa lo largo del territorio nacional. Laconmoción transmitida a través delos medios de comunicación deestar viviendo un momento de altaconflictividad social y nacional, noexento de violencia, despertó cier-to temor a que la convivencia a lolargo de casi una semana de losdistintos representantes comuni-tarios trasladara ese escenario altaller. No sólo ello no ocurrió, sinoque podemos afirmar que elmismo tuvo tres consecuenciasaltamente positivas, dos de lascuales fueron parte de los objeti-vos buscados por el proyecto y laotra resultó imprevista pero no porello menos satisfactoria. Entre lasdos primeras destacamos elhaber logrado motivar a los pre-sentes en el desarrollo del proyec-to del voluntariado comunitario apartir de su específica identidadlocal, como asimismo lograr unmayor interconocimiento y com-promiso entre las autoridades deDefensa Civil y los representantescomunitarios.

La consecuencia no prevista yde alto impacto en un momentocomplicado de la vida política boli-viana fue el conmovedor reconoci-miento, por parte de los partici-pantes comunitarios, de una pro-funda ignorancia sobre los modosde vida y perspectivas de esosotros pueblos que habitan las dis-

3 Además de Cascos Blancos, el Viceministerio de Defensa y Defensa Civil Boliviana,participó del taller el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.

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tintas regiones del país, descubri-miento desde el que se fue forjan-do gradualmente un espacio dereflexión y solidaridad. A lo largode los cuatro días que duró eltaller, que implicó la convivenciade todos en un mismo lugar, lainteracción entre los miembros delas distintas comunidades fue cre-ciente, solidaria y constructiva yaque se entablaron vínculos e inter-cambios de experiencias que die-ron gran riqueza al debate y pro-yectaron factibilidades de futurostrabajos conjuntos en un país sig-nado por marcados quiebressociales producto de la perviven-cia de viejas estructuras colonia-les.

Hacia un voluntariadocomunitario

Quienes participamos de estetrabajo, en el contexto de unaamplia colaboración del gobiernoargentino con el pueblo y gobiernode la hermana República deBolivia, hemos sentido a lo largodel mismo un generoso reconoci-

miento por la labor desarrollada yun espíritu de hermandad fragua-do en la tarea de comenzar a sal-dar una deuda pendiente que tie-nen nuestras repúblicas para conlos pueblos que nos precedieronen la ocupación de estos territo-rios, poniendo en un pie de igual-dad sus valores culturales y expe-riencias sociales.

El desarrollo de un voluntariadocomunitario a partir de los saberesy experiencias de vida de las pro-pias comunidades indígenas ycampesinas de Bolivia, y su coor-dinación con las distintas instan-cias estatales desde un marco dereconocimiento y respeto mutuo,es parte de la construcción de unnuevo modelo de gestión social,que pretende romper con esasestructuras heredadas de laépoca colonial, y que en palabrasdel presidente Evo Morales signifi-ca “la recuperación de la educa-ción comunitaria como una alter-nativa fundamental para fortalecerel proceso de cambio en Bolivia”.

Noviembre 2008

71

Biocombustibles en la Argentina:Biocombustibles en la Argentina:actores, discursos y debatesactores, discursos y debates

Análisis del discurso

* Licenciada en Economía, UBA; Magister en Economía, Universidad de San Andrés; Doctorandaen la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y Becaria CONICET.

Este trabajo tiene por objetivo, caracterizar y contrastar dis-cursos de diversos actores involucrados en discusionesactuales sobre biocombustibles en la Argentina, país que seinserta como potencial productor para abastecer al exterior ydiversificar su propia matriz energética.

Se abordan tres ejes temáticos que delimitan las principalesdiscusiones actuales: la oportunidad que representan para elpaís y sus beneficiarios; el impacto ambiental que implican yla validez de la disyuntiva “energía versus alimentos”.

Estos ejes son trabajados teniendo en cuenta distintasvoces y el lugar que ocupa cada una en el entramado de rela-ciones vigente. Se realiza el análisis, considerando que losactores tienen perspectivas distintas, intereses muchasveces contrapuestos y capacidades diferenciales en térmi-nos de poder que los afecta e influye en sus discursos. Seadvierte un campo específico en conformación, lo que impli-ca procesos dinámicos y abiertos, con alianzas de distintogrado de perdurabilidad y donde la información aparececomo crucial para actuar, decir y decidir.

Mariana Saidón*

72 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

1. Introducción

El objetivo de este trabajo es expo-ner y contraponer discursos de diver-sos actores involucrados en la temáti-ca de los biocombustibles en laArgentina, poniendo de manifiestodebates y/o coincidencias subyacen-tes entre ellos. Se busca, a partir deesto, generar nuevos interrogantes ainvestigar, trasladando una discusiónque gira muchas veces sobre símisma, hacia nuevas dimensiones.Cabe destacar, que si bien el objetivodel estudio está focalizado en laArgentina, se tiene en cuenta suinserción en un mundo capitalista yglobalizado, por lo que no se soslayael análisis de actores externos, desuma importancia para comprender elorigen y fundamento de los distintosargumentos esgrimidos.

El presente estudio se realizó anali-zando distintas fuentes bibliográficaspertinentes para entender quiénesson los actores involucrados en lasdiscusiones actuales y los acuerdos odesacuerdos que existen entre ellos,sean estos explícitos o no.

En el cuerpo del trabajo, en primerlugar se presentan los principalesactores de la discursiva actual y cómose insertan como tales. Se trabajaeste tema, teniendo en cuenta quedichos actores tienen distintos puntosde vista, intereses que los atraviesany no siempre convergen, capacidadesdiferentes en términos de poder y for-man parte de un entramado de rela-ciones que los afecta y también influ-ye en sus discursos. Se trata de untema en permanente transformación,lo que implica procesos dinámicos yabiertos, con alianzas relativamente(in)estables entre los actores (aunsosteniendo posiciones que tienden a

perdurar más allá de las coyunturas ylas coaliciones puntuales).Justamente, por tratarse de un campoen proceso de conformación, la vali-dación y consolidación de la informa-ción y del conocimiento forman partedel mismo proceso de lucha.

Posteriormente se abordan trestemas que abarcan los ejes principa-les de discusión actual en torno de latemática. Uno de ellos analiza si losbiocombustibles son una oportunidady, en ese caso, quiénes serían susbeneficiarios. El segundo debate quese estudia es el que dirime cuestionesvinculadas con el impacto ambientalde los biocombustibles. El último ejeque se analiza es la validez de la dis-yuntiva “energía versus alimentos”,teniendo en cuenta los argumentos afavor y en contra. Estos tres ejes sontrabajados considerando distintasvoces y el lugar que ocupan en elmapa de actores.

Por último, se desarrollan reflexio-nes finales, de las cuales se extraenconclusiones y se recomiendan linea-mientos para futuras investigaciones.

2. Actores involucrados

Los debates con mayor impactolocal que hoy se dan en torno de latemática de los biocombustibles tie-nen lugar entre actores que se desta-can en el ámbito internacional. En elpaís, opiniones de actores locales cir-cundan esos grandes ejes temáticosglobales y, además, surgen otras dis-cusiones, relacionadas con temasestratégicos internos.

Entre los actores internacionales,podemos ubicar, por un lado, agobiernos y representantes de gran-des explotaciones de petróleo en lospaíses de Medio Oriente, que concen-

73Biocombustibles en la Argentina

tran la mayor parte de las reservas delmundo (y también su renta). Éstos, enconcordancia con sus intereses eco-nómicos, son quienes han reacciona-do más fuertemente contra los bio-combustibles y serían los precursoresdel argumento en boga “energía ver-sus alimentos”.

Otro actor en condiciones similares -con reservas de petróleo significati-vas-, que también ha adoptado unaposición en contra de los biocombus-tibles, es el gobierno de Venezuela, através de su presidente Hugo Chávez.En coincidencia, Fidel Castro, convínculos políticos estrechos conVenezuela y fuerte impacto en losmedios masivos de comunicación, seha manifestado en contra de los bio-combustibles y proclama una nuevarevolución energética que no atentecontra los alimentos: “El colosal derro-che de cereales para producir com-bustible sólo serviría para ahorrarles alos países ricos menos del 15 porciento del consumo anual de susvoraces automóviles” (Página/12, 5-4-2007). Pese a estos posicionamientosdiscursivos, Chávez había anunciadoa fines de 2005 que Venezuela inver-tiría en producción de caña de azúcarpara elaborar etanol, usando el bio-combustible como sustituto de aditi-vos de la gasolina. Además, la empre-sa estatal venezolana de petróleo(PDVSA) desarrolla usinas de proce-samiento a partir de caña de azúcar ytiene un convenio con la brasileña

Petrobras para importar etanol(Revista América Economía, 2006).También Cuba, que basa buena partede su economía sobre el azúcar, estámodernizando la mayoría de sus refi-nerías para la producción de etanol yha hecho un llamado para que firmasprivadas la ayuden a construir la infra-estructura necesaria para su produc-ción (Bridges, 2007).

En Europa y, en especial, en losEstados Unidos, en el nivel guberna-mental se argumenta que la promo-ción de los biocombustibles respondea la búsqueda de evitar la dependen-cia económica generada por la nece-sidad de importar petróleo y, a su vez,a los supuestos beneficios ambienta-les asociados. Por lo que se advierteun discurso que mitifica los biocom-bustibles y se han volcado enormesrecursos para estimular su produc-ción. En el plano político, los biocom-bustibles aparecen como una herra-mienta que permite que EstadosUnidos, en cierto sentido, pueda debi-litar la integración regional sudameri-cana, que depende en gran medidade los acuerdos basados sobre elpetróleo (de Venezuela).

A pesar de ser productores de bio-combustibles, tanto Europa comoEstados Unidos se postulan comopotenciales demandantes en los mer-cados internacionales, debido a lasambiciosas metas que se han pro-puesto1 y a su incapacidad (en térmi-nos de superficie necesaria) - y quizá

1 Estados Unidos se propone bajar en un 20 por ciento el consumo de naftas en los próximos 10años y la Unión Europea fijó una meta de consumo de biocombustibles del 10 por ciento sobre eltotal de combustibles para 2020. Sin embargo, en Europa, con el correr del tiempo han surgidocríticas cada vez más fuertes respecto de este objetivo. Éstas están relacionadas con las conse-cuencias que provocaría su concreción sobre el medio ambiente y sobre los precios de los ali-mentos. A partir de lo cual el comité científico de la Agencia Europea del Medio Ambiente ha reco-mendado a la Unión Europea que suspenda su meta de alcanzar la cuota del 10% que elaboreun nuevo y amplio estudio científico sobre los riesgos y beneficios de los biocombustibles, paraasí establecer un objetivo más moderado. A pesar de estas sugerencias, Stavros Dimas,Comisario Europeo de Medio Ambiente, expresó que los ministros de la Unión Europea respon-sables de esa área tienen previsto mantener el objetivo (Europa Press, 2008).

74 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

también a su desinterés en términosestratégicos- para autoabastecerse.

Otro actor significativo en el nivelgubernamental, es el gobierno delBrasil, que junto con el de EstadosUnidos busca impulsar un mercadomundial de etanol2. Se habla de la“alianza del etanol” entre los presiden-tes George W. Bush y Luiz Inácio Lulada Silva (Mendonça, 2007). Al respec-to, aunque el presidente del Brasil haexpresado: “…la explotación de labiomasa sería capaz de generar undesarrollo sustentable en América delSur, Centroamérica y el Caribe, y enÁfrica…”, esta alianza ha suscitadocríticas. Por ejemplo, la ComisiónPastoral de Tierra del Brasil (2007),expresó: “…el triste papel en estaestrategia de Washington sería el deBrasil como proveedor de energíabarata para que los países ricos sos-tengan su derroche”. La situación delBrasil como país en desarrollo abas-tecedor de biocombustibles, en térmi-nos generales aunque con otrascaracterísticas específicas, podríaextenderse a los países de la regiónlatinoamericana y al caso argentinoen particular, como potencial produc-tor. Sin embargo, la Argentina cuentaactualmente con un menor impacto enla discursiva global, en los acuerdosinternacionales vigentes, y con condi-ciones menos competitivas paragenerar bioetanol. Sus condiciones,en términos de competitividad mejo-ran en el campo del biodiésel a partirde la soja3.

Es posible que esta fuerte uniónentre Bush y Lula haya despertado, asu vez, la preocupación de Chávez,

quien se resiste a que el gobierno delos Estados Unidos se involucre en laalianza político-económica existenteentre los países del Mercosur yVenezuela. El gobierno de Venezuelabusca enviar etanol producido a partirde caña de azúcar a refinerías dePDVSA, la petrolera estatal, ubicadasen los Estados Unidos, para lo que hasolicitado la intervención de Lula anteel gobierno de ese país (Centro deInformación Bancaria, 2007). Todoesto es, aparentemente, lo que provo-có que Chávez, en mayo de 2007,haya manifestado que retiraría losaranceles y reanudaría las importa-ciones de etanol del Brasil, y que pos-teriormente haya participado abierta-mente de eventos internacionales quetienen por objetivo estimular la pro-ducción y el comercio internacional debiocombustibles. Según Gosman(2007),”Chávez dejó de demonizar losbiocombustibles. Aseguró que nuncapuso a su colega Lula da Silva en lamira de ametralladora de críticas.Sostuvo que “una cosa es el plan deLula y otro es el plan de Bush. (…)Deotro modo, no se entiende el repenti-no cambio de posición en la condenapor ‘quitar el pan’ a los pobres ahorase limita a EUA”.

Otros actores con un papel funda-mental en las discusiones con altogrado de repercusión internacionalson las grandes empresas refinado-ras de petróleo y las multinacionalesdedicadas a los agronegocios. Lasempresas refinadoras, sobre todo lasnorteamericanas, promueven el desa-rrollo de los biocombustibles para fre-nar el precio del petróleo crudo, al

2 Brasil cuenta con recursos naturales y con 30 años de experiencia en el desarrollo de tecnologí-as para producir etanol. Es el segundo productor de etanol del mundo y el mayor exportador mun-dial.

3 Por este motivo, en muchas secciones del trabajo se discuten cuestiones vinculadas con la sojaen particular, como insumo fundamental para la producción.

75Biocombustibles en la Argentina

agregar un nuevo insumo para mez-clar. Por otra parte, las grandesempresas multinacionales de agricul-tura y biotecnología están apostando,mediante fuertes inversiones, al desa-rrollo de biocombustibles como nego-cio. Las más destacadas son las fir-mas Syngenta, Monsanto, Dupont,Dow, Bayer y BASF, que se vinculanmediante acuerdos con otras transna-cionales de la industria alimenticiacomo Archer, Daniel Midland, Cargill yBunge4. Cabe aquí mencionar, que laconcentración en los agronegociosalcanzó dimensiones hasta ahora noconocidas. Según representantes dela organización Food First, “los tresgrandes (ADM-Cargill-Monsanto)están forjando su imperio: ingenieríagenética-procesamiento-transporte,alianza que va a amarrar la produc-ción, el procesamiento y la venta deletanol. (…) ADM ya se está devoran-do a las cooperativas de agricultoresque producen bioenergéticos” (Holt-Giménez, 2007). Según Rubio (2007),“… grandes productores y transnacio-nales están fijando las opciones ytemas a discutir”.

Organismos internacionales, tantoambientalistas como de otras esferas,también intervienen en los debates ymanifiestan distintas posturas relacio-nadas con la temática de los biocom-bustibles. Por ejemplo, a favor de lapromoción de este tipo de energía semostró el Secretario de laOrganización Latinoamericana deEnergía (OLADE), Álvaro Ríos: “Hayun convencimiento por parte de lospaíses de que cada día es más nece-sario impulsar el desarrollo de los bio-combustibles. (…) Afortunadamente,está ganando más respaldo entre los

que necesitan los biocombustibles yentre aquellas instituciones que pue-den apoyar con fondos para su desa-rrollo” (El Periódico de México, 28-9-2007). También en apoyo del desarro-llo de los biocombustibles, el BancoInteramericano de Desarrollo (BID),entre distintos programas de promo-ción de esta energía alternativa, ges-tiona el denominado “Energía Verde”,para financiar proyectos de biocom-bustibles en América latina. Asi-mismo, la Organización de EstadosAmericanos (OEA), busca acelerarlos esfuerzos para la producción debiocombustibles en América latina y elCaribe (Bridges, 2007). En cambio,por ejemplo, tanto representantes delFondo Monetario Internacional, comodel Banco Mundial culparon a los bio-combustibles, entre otras cosas por elalza del precio de los alimentos(Europa Press, 2008). La Organiza-ción de Naciones Unidas (ONU), porsu parte, tras las críticas que han sur-gido desde diversos sectores acercade los posibles impactos ambientalesnegativos de los biocombustibles, hacreado un panel para estudiar el temade agrocombustibles y cambio climáti-co (Ruiz Soto, 2007). A su vez, laComisión Económica para Américalatina y el Caribe (CEPAL), conjunta-mente con la Organización deNaciones Unidas para la Agricultura yla Alimentación (FAO), han emitido uninforme que sostiene la posibilidad deque América latina produzca en granescala biocombustibles sin afectar laseguridad alimentaria de su población(CEPAL y FAO, 2007); pero otrosestudios de la FAO advierten sobrelos riesgos que implican los biocom-bustibles sobre los alimentos (Ne-

4 Por ejemplo, la industria biotecnológica está modificando ahora un maíz mediante ingenieríagenética, específicamente para la producción de etanol. Syngenta se presenta como la empre-sa que ha avanzado más al respecto.

76 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

jamkis, 2008 y TeleSUR, 16-4-2008).En el orden internacional también

intervienen en los debates represen-tantes del ámbito académico, asícomo grandes cadenas de medios decomunicación masiva. En los aparta-dos que siguen, se incluyen estosactores en el conjunto de debates quese ponen de manifiesto.

En el nivel local, algunos de losgrandes productores de granos dicenprever beneficios de la producción debiocombustibles y se manifiestan afavor de instalarlos en el país. Entreellos, hay quienes han empezado ainvertir y quienes dicen tener planespara hacerlo en el corto plazo. Sinembargo, otros grandes empresariosno perciben que sea rentable el nego-cio o manifiestan cierta incertidumbre,en relación con cuestiones de rentabi-lidad, desarrollo tecnológico y sobrelas políticas que realizará el gobiernoal respecto.

Por su parte, el gobierno nacional ylos gobiernos provinciales y municipa-les también están involucrados condiscurso propio, aunque lo que sehace público masivamente, es casiexclusivo del nivel gubernamentalnacional. Adicionalmente, en los dis-cursos se advierte que falta claridadacerca de las atribuciones del gobier-no nacional y de los provinciales. Porejemplo, se discute bajo qué órbitacae el control sobre los bosques nati-vos, mientras el gobierno nacionalincentiva los biocombustibles. Entanto la nación atribuye responsabili-dades a las provincias y viceversa, eltema queda acéfalo. A su vez, en loque respecta al gobierno nacionalcomo actor, se advierte una falta decohesión hacia adentro.Representantes de distintas depen-dencias manifiestan opiniones e

intenciones de actuar divergentes.Por ejemplo, si bien por un lado elPrograma Nacional de Biocombus-tibles -actualmente marginal en lapolítica general de gobierno- incentivasu producción, el ingeniero EnriqueMartínez, presidente del INTI, en diso-nancia, sostuvo (Todo Noticias, 10-2-2008): “Con ahorro de energía, más eluso del sol, más el viento, más elagua, no se necesitaría toda esta his-toria de los biocombustibles”. Cabedestacar también el discurso presi-dencial del 27 de marzo de 2008, queexpresó la intención del gobierno dequerer desincentivar la exportación desoja mediante retenciones. A su vez,en días previos el ministro deEconomía había manifestado eldeseo de promover la generación devalor agregado por sobre la mera pro-ducción de soja en la cual está involu-crado gran parte del campo del país.Estos discursos por parte del gobier-no, aparecen como favorables para laproducción de biocombustibles, aun-que no arrojan demasiada luz respec-to de si efectivamente existen inten-ciones decisivas de promoverlos.

Al mismo tiempo, en el mapa deactores involucrados, se advierte queex o actuales funcionarios del gobier-no se interrelacionan, o incluso, for-man parte de otras esferas: del sectoracadémico, de organizaciones de lasociedad civil, de empresas locales omultinacionales, de organismos inter-nacionales, de consultoras, entreotros. De manera que algunos co-mentarios provenientes del sectorpúblico no son absoluta e imparcial-mente de ese sector.

En cuanto al ámbito académicolocal, existen opiniones diversas que,en su mayoría, coinciden con las líne-as de debate que se trabajan másadelante en este artículo. Cabe desta-

77Biocombustibles en la Argentina

car aquí, que si bien existe materialproducido en forma “cuasi-indepen-diente”, muchas investigaciones hanrecibido financiamiento específicopara estudiar el desarrollo potencialde biocombustibles5 y suelen ser pro-pensas a destacar sus virtudes6.Asimismo, existen académicos queejercen como consultores de grandesempresas. Estos vínculos o intereses,así como las diversas perspectivasprevalecientes, hacen que el ámbitoacadémico tampoco sea homogéneo.

Los medios de comunicación loca-les, en conjunto, pueden considerarsecomo otro actor involucrado. Gene-ralmente participan, al transmitir elfenómeno de los biocombustibles,subrayando sus enormes virtudes oalgún amenazador problema, aunquede manera fragmentada, mediática ymaniquea, sin difundir los procesoscomplejos subyacentes.7 Por otraparte, los sesgos de algunos medios,en cuanto a la difusión de los aspec-tos positivos del desarrollo en granescala de biocombustibles, podríanestar asociados con sus vínculosestrechos con grandes corporacionesque financian campañas publicitariasmonumentales. Como ejemplo, pue-

den citarse los ingresos que percibenen la actualidad ciertos medios delpaís por la difusión de publicidadessobre el maíz.

Organizaciones ambientalistas ysociales locales, participan de la dis-cusión advirtiendo los escenariosposibles de tipo ambiental y/o socialen caso de que la Argentina se vuel-que a la explotación de biocombusti-bles como estrategia de desarrollo.En la mayoría de los casos las predic-ciones suelen ser negativas8 y recla-man la intervención del Estado comoregulador y fiscalizador.

Otros actores locales involucrados,sin demasiada intervención en las dis-cusiones masivas, son los trabajado-res del campo, los pequeños produc-tores -tanto aquellos que podrían pro-ducir biocombustibles para autoabas-tecerse en actividades rurales, comolos pocos que buscan hacerlo para elmercado en pequeña escala - y losdirigentes de entidades agropecua-rias. Sin embargo, si bien ninguno deellos ha tenido protagonismo por símismo, aparecen en los discursos deotros actores9. Tampoco se han des-tacado en escena otros productoreslocales de la cadena.

5 Por ejemplo, en Mendoza, la Universidad de Cuyo y Repsol-YPF están desarrollando un proyec-to conjunto de investigación de cultivos alternativos para biocombustibles.

6 Esto también se observa frecuentemente en el nivel internacional donde, por ejemplo, compañí-as multinacionales como Monsanto financian investigaciones en universidades norteamericanas.

7 En relación con el vínculo entre medio ambiente y medios de comunicación véase Chaux (1993).8 Véanse apartados 3.2 y 3.3.9 Por ejemplo, una cuestión que se vincula con la producción de biocombustibles a partir de soja,

es la situación de los pequeños productores argentinos que replican semillas, sin pagar patentesa las compañías multinacionales. Sin embargo, no se sabe por cuánto tiempo será sostenibleesta situación. Hasta junio de 2005, los agricultores plantaron soja transgénica sin restriccionesrelativas a los derechos de propiedad intelectual o al pago de regalías. Pero desde ese momen-to, Monsanto presentó demandas judiciales contra los cargamentos con destino a Europa. En elaño 2006 detuvo, en promedio, un barco por semana durante varios meses e inició varias cau-sas judiciales: tres en España, una en Holanda y una en Dinamarca. Posteriormente, expertoslegales de la Comisión Europea observaron que la legislación de la Unión Europea no es aplica-ble a los derivados de los productos patentados. Sin embargo, como la opinión de los expertosno es vinculante en las cortes nacionales, hasta ahora no se ha llegado a ningún acuerdo yMonsanto continúa reclamando derechos de propiedad intelectual no sólo sobre la soja, sino tam-

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En este mapa de actores involucra-dos, existen participantes diversos y,a su vez, vinculados entre sí. Estosactores no son homogéneos y suheterogeneidad responde a puntos devista diferente; a la disponibilidad deinformación y a la capacidad de asi-milarla; al grado de vinculación conotros actores y, asociado a ello, a inte-reses subyacentes. Se apreciandefensores de la producción y/o utili-zación de biocombustibles, detracto-res y posiciones intermedias que loaceptan, pero restringidos a ciertascondiciones ambientales o sociales.En lo que sigue, se profundizan estascuestiones a través de distintos ejestemáticos que se presentan hoy como“debates sin resolver”.

3. Debates sin resolver

3.1 ¿Oportunidad? ¿Paraquién/es?

Algunos académicos, funcionariospúblicos y actores vinculados con laproducción (o producción potencial)de biocombustibles, dicen ver la posi-

bilidad de generar un impulso al desa-rrollo del país, promoviendo combusti-bles de origen vegetal.

Una ventaja estratégica que muchasveces se destaca es que, a diferenciade otras fuentes de energía, los bio-combustibles serían una fuente reno-vable10. Sin embargo, esta atribuciónestá actualmente en discusión, comopuede verse en el apartado 3.2. Otraventaja que se plantea es que seríanfácilmente adaptables a los sistemasde distribución y almacenamientoactuales.

También se alega que pocos paísespueden pensar en ser proveedoresinternacionales de biocombustibles engran escala. Uno es la Argentina,donde las posibilidades de producciónson alentadoras. Se dice que existenrecursos naturales para autoabaste-cerse y exportar11. Según un estudiode la Universidad de Wisconsin-Madison, el país es uno de los cincocon mayores potencialidades paraproducir y exportar biodiesel a bajocosto, principalmente a partir de sojay maíz (Bernal, 2008). En el país, la

bién sobre los productos derivados. Alrededor de este tema, se debate la capacidad de lospequeños productores de obtener rentabilidad a futuro al producir biocombustibles. Por ejemplo,entre diversas opiniones, Reboratti (2005) argumenta que la producción de semillas fuera delcontrol de las multinacionales muestra que los productores “…no resultan necesariamente ata-dos de pies y manos ante el capital internacional…”. Sin embargo, Teubal (2006) advierte: “…enel año 2001, cuando ya estaba plenamente establecida la soja transgénica en el país, Monsantocomienza a amenazar a los productores agropecuarios por el uso presuntamente ilegal de susemilla y a exigirle al gobierno argentino que haga cumplir la ley”.

10 Según F. Velasco, doctor en Ciencias Biológicas: “…Funciona como un sistema de conversiónde energía completo, que se autorreproduce (rápidamente y a bajo costo), se autorregula, seautorrepara (permitiendo operar con una unidad “siempre nueva”) y se puede seleccionar y modi-ficar genéticamente a los efectos de adaptarlo a diferentes ambientes y propósitos industriales”(Página/12, 5-3-2008). También C. Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina deBiocombustibles e Hidrógeno, sostuvo: “… estamos cerca del peak de petróleo, (…) y hay unacoincidencia en la búsqueda de una alternativa renovable, más amigable con el medio ambien-te. Los biocombustibles son una de estas alternativas” (La Nación, 29-4-2007).

11 El país es el principal exportador de aceites de origen vegetal, en su mayoría de aceite de soja,utilizable para biodiesel. Y es el segundo exportador de maíz, utilizable para etanol. Además,durante 2007, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, seexportaron más de 260 millones de dólares de biodiesel.

79Biocombustibles en la Argentina

producción de biodiesel es actual-mente más competitiva que la de eta-nol. Esta última implica mayores cos-tos y un rendimiento energético máspobre. Adicionalmente, en muchosámbitos locales, se considera que esbeneficioso “para el país” generar pro-ductos exportables, sobre todo conalto valor agregado12. La expectativade precios de materias primas eleva-dos a nivel internacional, con un valoragregado exportable que se añade,sería sinónimo de una entrada de divi-sas importante. Por lo que la posibili-dad de exportar biodiesel es uno delos argumentos fundamentales dequienes consideran este productocomo un potencial instrumento para eldesarrollo económico del país. A loque se suma que la demanda externade biocombustibles, ya es un hecho.Fundamentalmente pesan Europa yEstados Unidos, que en los próximosaños necesitarán importar biocom-bustibles para cumplir con sus metas;siendo la Argentina un proveedorpotencial a bajo costo13. Sin embargo,se menciona que es necesario distin-guir entre biocombustibles porque,por ejemplo, la Argentina sería máscompetitiva en producir biodiesel apartir de soja, que etanol. Brasil, encambio, dispone de tierras más apro-

piadas para etanol. Adicionalmente, la tecnología para

la producción está resuelta14. Sinembargo, todavía puede hablarse demejorar su eficiencia y aún existenrezagos respecto del Brasil, especial-mente en etanol. De todos modos,hoy, en el país; se están desarrollan-do proyectos experimentales paragenerar eficiencia en la producción yutilización de biocombustibles yaumentar su rentabilidad. Existen,abocados a esto, en mayor o enmenor medida, productores grandes ychicos, áreas de gobierno, investiga-dores universitarios, industriales delsector aceitero y energético, entreotros. Algunos analizan la factibilidadde cultivos alternativos en laborato-rios o en territorio, otros buscan esta-blecer una planta de producción parasu propio abastecimiento, otros incen-tivan la creación de polos exportado-res (por ejemplo en Santa Fe) y otrosbuscan adaptar medios de transportea esta nueva fuente energética15.

Por otra parte, en el país se observaun acuerdo generalizado acerca de lanecesidad de orientarse al desarrollode fuentes alternativas de energíarespecto de los combustibles tradicio-nales. La Argentina utiliza esencial-mente como energía primaria, el

12 Se propone, en este sentido, convertir proteína vegetal y animal y así, por ejemplo, exportar polloa China, que tiene mayor valor agregado que la soja. Con sus subproductos, generar biocom-bustible y también venderlo al extranjero que, de igual modo, tiene valor agregado. Al respectoel empresario de granos, G. Grobocopatel argumentó: “….Tenemos que buscar la mayor riquezaposible para la Argentina y venderle al mundo con el mayor valor agregado posible. (…) Tenemosque apuntar para arriba, no para abajo, generando el círculo de la riqueza. Por eso, hay quedesarrollar innovación, conocimiento, etc. (…) No se puede distribuir riqueza si primero no secrea…” (Todo Noticias, 10-2-2008).

13 Un ejemplo de demanda efectiva lo dio la compañía petrolera British Petroleum, que informó quecompraría inmediatamente toda producción nueva de aceite para biodiesel que hubiese disponi-ble (Página/12, 5-3-2008).

14 Ya durante la segunda guerra mundial una ley promovió en la Argentina el uso de maíz parahacer etanol, porque no había suficiente importación de petróleo.

15 Por ejemplo, la Universidad Nacional de Córdoba y las Fuerzas Armadas han desarrollado unavión que funciona en un 20% a biocombustibles. La expectativa es lograr, en algún momento,llegar al 100%.

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petróleo (en un 40%) y el gas natural(en un 43,6%)16, ambos con limitadasreservas. A esto se agrega el fuerteaumento del consumo de energía percápita evidenciado a lo largo del tiem-po, las proyecciones ascendentes yun precio del petróleo que ha ganadoterreno dentro del vector de preciosrelativos. Como corolario, permanen-temente se oyen voces que reclamanenergías alternativas que permitanmenguar las importaciones de com-bustibles fósiles y los impactos de lasfluctuaciones en su precio internacio-nal. Según Daniel Montamat, exSecretario de Energía (1999-2000) yconsultor: “Nosotros estamos con pro-ducción y reservas de petróleo encaída. Tenemos que diversificar nues-tra matriz (…) Argentina tiene queentrar en esta carrera de los biocom-bustibles, porque se está quedandosin petróleo y va a tener que importar.Entonces necesita diversificar sumatriz energética…” (Todo Noticias,10-2-2008). También el subsecretariode Combustibles de la Nación CristianFolgar, expresó: “Dentro de tres ocuatro años vamos a estar introdu-ciendo biocombustibles en el merca-do local en forma masiva” (La Nación,29-4-2007). A esto, se suma la ley26.093 de Promoción de los Biocom-bustibles, que indica que para 2010las naftas y el gasoil deberán mez-clarse con, al menos, un 5% de bio-combustibles17.

Además, si bien algunos actoreslocales ubican los biocombustiblescomo la posibilidad de emancipaciónde los problemas energéticos internosactuales y futuros, o bien como unafuente de exportaciones generadora

de divisas, otros sostienen que esterecurso es acotado o incluso, paraalgunos, no viable.

La falta de credibilidad en los bio-combustibles para abastecer energé-ticamente, en grado significativo alpaís es consecuencia, por un lado, delas amplias y crecientes necesidadesenergéticas (locales y globales). Porotro lado, se suma a esto la acotadadisponibilidad de tierras para producirbiocombustibles elaborados a partirde maíz y soja, sobre todo, teniendoen cuenta la necesidad de disponerde espacio para la producción de ali-mentos y otros productos o, en sudefecto, de generar productos expor-tables y así disponer de divisas paraimportar.

Otro argumento que sirve de funda-mento a las posturas escépticas res-pecto al desarrollo de biocombusti-bles para el abastecimiento local oexterno, es la limitada capacidad degeneración de energía neta (respectode la energía utilizada para su pro-ducción). En este sentido, la AgenciaEuropea del Medio Ambiente conside-ra que la producción actual de bio-combustibles no conlleva un uso ópti-mo de los recursos de biomasa quelogre reducir la utilización de combus-tibles fósiles. Por lo tanto, argumenta,sería preferible orientar la tecnologíahacia la producción de calor y electri-cidad, que resulta económicamentemás competitivo (Europa Press, 18-4-2008). Según Bronstein (2007), “…desde el punto de vista energético laenergía neta que se obtiene es ape-nas positiva o incluso negativa (…) Elmundo usa cada vez más cantidadesde petróleo, porque el “oro negro”

16 Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación.17 Estos porcentajes equivalen a unas 640.000 toneladas anuales de biodiesel y 160.000 tonela-

das de bioetanol. Por otro lado, la industria automotriz, actualmente impone ese porcentaje comolímite máximo, para dar garantía a los motores de los vehículos.

81Biocombustibles en la Argentina

tiene, por comparación con otros car-burantes, una alta tasa de retornoenergético”. A su vez, es difundido yaceptado por la mayoría de los acto-res que, si en el nivel mundial pusié-ramos todos los aceites vegetales quehoy se producen a fabricar bioetanol,estaríamos reemplazando alrededordel 12% de lo que hoy se produce degasoil. Y si dedicáramos toda la pro-ducción de maíz y caña a etanol, sóloreemplazaríamos aproximadamenteun 22% de la demanda mundial denafta.

Otros, que atenúan los discursosprometedores de la producción masi-va de biocombustibles, explican queel monocultivo es generador dedependencia, tanto económica comoclimática. Además, según Trigo(2005), a los riesgos macroeconómi-cos y sociales del monocultivo -refi-riéndose a la soja en particular-, sesuma que la diversidad agroecológicadel país permite, en cambio “… unavariedad mucho mayor de produccióny de exportaciones, que probable-mente esté mejor alineada con lasnuevas tendencias de demanda en elmercado de alimentos”.

Productores potenciales, alegantambién cuestiones de rentabilidadeconómica: hoy los biocombustiblesno son rentables internamente, argu-yen, porque las naftas parten de unprecio del crudo mucho menor alinternacional (La Nación, 29-4-2007).También se ha sugerido que los bio-combustibles tienen actualmente cos-tos de producción superiores a los dela gasolina, pero como el precio inter-nacional de la misma es muy alto, porahora pueden comercializarse. Sinembargo, si bien es factible que losprecios del petróleo se mantenganelevados, es un factor incierto. SegúnMondragón Báez (2007), el precio delpetróleo puede caer, y las plantacio-

nes de insumos para biocombustiblespodrían estar “…en plena produccióncuando caiga el precio y serán una delas causas de su caída. Como todaslas fiebres económicas, ésta sederrumbará en el momento en que laproducción sea máxima y la superpro-ducción -de biocombustibles- se des-borde por el mundo”.

Esto, junto con la falta de garantíassobre qué ocurrirá con la rentabilidada futuro, en parte por la incertidumbrerespecto de las políticas que adoptaráel gobierno en relación con la activi-dad; ha desincentivado a algunos pro-ductores locales incipientes.

Se suma otra cuestión que generaun panorama incierto, sobre todo enun horizonte de largo plazo, que es ladel desarrollo tecnológico. Si bientanto en el nivel local como en el glo-bal se está invirtiendo en generaciónde tecnologías para impulsar distintosmodos de producción de biocombusti-bles en la búsqueda de incrementarsu eficiencia; paralelamente, están enproceso de investigación modelos deutilización de energía más eficientes(en el transporte, principalmente) y,por otro lado, existen importantesinversiones en el desarrollo de otrasenergías alternativas no tradicionales(solar, eólica, etc.). Además, hoy seestán estudiando otros modos degenerar biocombustibles, no tan liga-dos a la soja y el maíz. Por ejemplo,se investiga la generación de biodie-sel a partir de algas y agua; entreotros. En el caso en que estos experi-mentos prosperen con éxito, cabepreguntarse el lugar que podrían ocu-par los biocombustibles a largo plazoen el país.

Ahora bien, si consintiéramos quelos biocombustibles significan o pue-den convertirse en una oportunidad,¿quiénes serían sus beneficiarios?

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Hay quienes en su retórica afirmanque la oportunidad es “para el país”.Por ejemplo, el empresario GustavoGrobocopatel18 sostuvo: “Se trata deuna oportunidad, más que un peligropara Argentina. (…) El sindicato detransportistas debería estar contentocon el biodiesel. Además del transpor-te, esto estimula la maquinaria agríco-la, fertilizantes, petroquímica, metal-mecánica, etc. (…) ¿Por qué si existela posibilidad histórica de que losclientes demandan etanol, nos vamosa negar al desarrollo? ¿Por qué lesprohibiríamos a los automóviles ale-manes usar biodiésel? La gente quie-re en el mundo etanol y nosotrospodemos venderlo”. Otros, a su vez,hablan de beneficios “para los paísesen desarrollo”. Se argumenta en estesentido que quienes saldrán benefi-ciados serán los países que puedanser proveedores internacionales deesta fuente energética alternativa yprometedora. Éstos podrían, comoconsecuencia de las divisas genera-das a partir de las exportaciones,mejorar tanto sus cuentas fiscales,como externas. En cambio, los paí-ses actualmente importadores demaíz, se verían perjudicados. Otros,incluso, hablan de un beneficio “parael mundo en su conjunto”. Tal es elcaso de Sidney Weintraub, experto enenergía del Centro de EstudiosEstratégicos Internacionales, con inje-rencia en las decisiones públicas nor-teamericanas, que sostuvo: “Si laspotencias van a necesitar biodiésel ybioetanol para reemplazar parte delos hidrocarburos que ahora importan,es necesario diversificar la oferta yfomentar desde ahora su producción

mundial. Todos se verían beneficia-dos si esta alianza logra sus objeti-vos” (La Nación, 29-4-2007). Sinembargo, hay quienes advierten que“los países en desarrollo” serían losmayores perjudicados. Por ejemplo,Mondragón Báez (2007) argumentaque si caen los precios del petróleo“…las pérdidas correrán por cuentade los ‘aliados estratégicos’ que sumi-nistraron sus tierras y de regionesenteras que sufrirán el daño ecológi-co”. Según Gómez Barata (2007):“…Los países del Tercer Mundo nopueden alegar inocencia ni esperargenerosidad o comprensión deEuropa y los Estados Unidos, queahora necesitan las tierras y el sol (…)para cultivar un sucedáneo de lagasolina a la que son adictos. (…) Aestas alturas promover el latifundio, elmonocultivo y la plantación genética-mente modificada es añadir jorobas alas deformaciones estructurales yaexistentes”.

Ahora bien, estos discursos operan,en cierto modo, como si las mencio-nadas -“el país”, “los países en desa-rrollo” o “el mundo en su conjunto”-fueran entidades homogéneas haciaadentro. Sin embargo, también exis-ten controversias acerca de quiénesse verían favorecidos y quiénes des-favorecidos en el interior de las eco-nomías domésticas.

Algunos actores explican que lossectores de menores recursos podrí-an resultar beneficiados por la pro-ducción de biocombustibles. Porejemplo, Montamat sostuvo, al referir-se a los biocombustibles: “Poner elénfasis en exportar valor agregado

18 Gustavo Grobocopatel es el gerente general del grupo de agronegocios “Los Grobo”. Es reite-radamente citado por los medios de comunicación y algunas veces en la literatura académica,ya que factura anualmente 65 millones de dólares, según datos de la propia empresa y es unode los mayores productores locales de granos, con 70 mil hectáreas sembradas, de las cualescerca de 30 mil están dedicadas a la soja (Todo Noticias, 10-2-2008 y www.losgrobo.com.ar).

83Biocombustibles en la Argentina

dará puestos de trabajo de calidadcon altos salarios y hará superar lapobreza y otros problemas sociales(…) En el mundo, los pobres de lospobres son pobres energéticos tam-bién, que en su mayoría habitan áreasrurales, sin acceso a sistemas ener-géticos comerciales. Estaríamos ayu-dando a combatir la pobreza si lesdamos la oportunidad de que a lamateria prima que generan se lesagregue un valor o que valga más”(Todo Noticias 10-2-2008). Según elempresario Grobocopatel: “Nadie seperjudica con esto. Lo importante esque aumenten los salarios, creandoriqueza. Yo creo en el círculo de lariqueza. Hay que crear riqueza, pro-mover las inversiones. (…) Ojala subael precio del trigo un 100%. El tema esque suban los salarios un 500%,comoconsecuencia del valor agregadogenerado por la producción de bio-combustibles (…) Igual yo tengodudas, es probable que nos equivo-quemos. Pero lo que tenemos quetener es una inexorable pasión por lacreación de riqueza…” (TodoNoticias, 10-2-2008).

Sin embargo, existen académicos yparticipantes de organizacionessociales que sostienen que los princi-pales beneficiarios serían, -segúnremarcan algunos de ellos: “como

siempre”- los grandes productores delcampo y las empresas locales y multi-nacionales asociadas. El argumentoes que ambos actores invierten en eldesarrollo de biocombustibles en lamedida en que ven este fenómenocomo una nueva oportunidad paraexpandir sus mercados19. En tanto losperjuicios sociales serían para otrossectores. Se destacan los reclamosque podrían hacerle a los pequeñosproductores las empresas multinacio-nales sobre el suministro de semillaspor supuestas violaciones de paten-tes; su control casi monopólico de losmercados de maquinaria agrícola,agroquímicos y fertilizantes y su inje-rencia en las políticas públicas y enlas legislaciones.

Otro tema que ha derivado en eldesarrollo de abundante literatura esel de la creciente concentración de latierra, que haría que, cada vezmenos, los sectores excluidos dispon-gan de este recurso como para poderaprovechar los supuestos beneficiosde los biocombustibles. Según AzcuyAmeghino (2007), “… los grandescambios que se han producido en laagricultura pampeana durante los últi-mos 15 años determinaron un creci-miento espectacular del plusvalorinterceptado por la propiedad territo-rial, ya se trate de rentas pagadas a

19 Según Teubal (2006): “… la Argentina se transforma en uno de los principales países del tercermundo en el que se impulsan los cultivos transgénicos. Todo ello de la mano de la siembra direc-ta, la semilla RR resistente al glifosato y las empresas transnacionales, sus principales favoreci-das”. Rubio (2007), al respecto, sostiene: “…en el nuevo orden mundial las empresas dinámicasson aquellas que impulsan la producción de agrocombustibles. Varias de las empresas quedominaron en el orden agroalimentario anterior -productoras de semillas, comercializadoras ydistribuidoras de cereales- están incursionando en la producción de estos energéticos, actividadque se convierte en la punta de lanza de la acumulación”. Según lo expresó un documento delMovimiento Mundial por los Bosques (2006): “…centenas de millones de hectáreas de tierras fér-tiles se concentrarán bajo el poder de grandes transnacionales y pasarán, de producir alimentosa producir combustibles, en un mundo donde el hambre y la desnutrición son ya problemas gra-vísimos. En el mismo proceso expulsarán a millones de productores rurales y pequeños campe-sinos, que en su mayoría deberán emigrar a los cinturones de miseria de las grandes ciudades.Los bosques dejarán de asegurar el sustento de millones de personas que de ellos dependen,para ser sustituidos por cultivos energéticos”.

84 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

terceros o retenidas por los producto-res propietarios”. Sobre este tema,también hay quienes sugieren que laactividad en sí misma generaríamayor concentración, dejando apequeños productores sin fuente deproducción. Sin embargo, AzcuyAmeghino (2005) argumenta, en labúsqueda de diferenciar aspectosinherentes a la actividad de otros aje-nos (al referirse a las consecuenciasde la “sojización” en particular yhaciéndolo extensible a otros rubrosagro-ganaderos) que “… lo ocurridoen los últimos años en el agro argen-tino es, en buena medida, producto dela articulación de las tendencias delarga duración del desarrollo del capi-talismo (…) con una política que esti-muló, aceleró y agudizó las leyes dela acumulación-desacumulación decapital…”.

Otra cuestión que también se alegaes que en el norte del país la agricul-turización genera condiciones socia-les particulares, pues determina laexclusión de comunidades que hanvivido tradicionalmente de los montesy bosques nativos.

Se agrega a esto el posible impactoambiental, que sería desigual, porencontrarse quienes disponen demenores recursos económicos gene-ralmente en los espacios físicos másvulnerables.

Finalmente, otro argumento que seexpresa, es que las actividades basa-das sobre la siembra directa -meca-nismo utilizado de manera generaliza-da en la producción de soja- songeneradoras de escaso nivel deempleo respecto de otras. Relativa-mente, demandarían mucho menorempleo de baja calificación, absor-biendo, en cambio, poco empleo conalta capacitación. El fenómeno queatenta contra el nivel de empleo, sepotenciaría en la zona norte argenti-na, donde la soja ha desplazado culti-vos regionales, con alta capacidad deabsorción de empleo (AzcuyAmeghino y León, 2005). La soja espoco intensiva en mano de obra eintensiva en tecnología. Lo mismoparece ocurrir con los demás inte-grantes de la cadena que antecedensu producción y la suceden paratransformarla en biocombustible. Encontraposición con estas afirmacio-nes, sin embargo, algunos textos des-tacan que el auge de la soja transgé-nica fue promotor de empleo20.

3.2 Impacto ambiental Si bien defensores de los biocom-

bustibles utilizan frecuentemente elprefijo Bio, como sinónimo de queestos tienen exclusivamente conse-cuencias medioambientales positi-vas21, está actualmente en debate si

20 Por ejemplo, Trigo (2005) atribuye arbitrariamente a este fenómeno características propias, quepromoverían mayor empleo, respecto de otras actividades de la economía, perdiendo de vistaque existe en sus enunciados un problema de atribución de efectos causales, dado que el fenó-meno del auge de la soja transgénica se dio junto con un cambio fundamental en el contextomacroeconómico y en las políticas vigentes. Sus argumentos no dan cuenta de qué hubiesepasado si los recursos disponibles se hubiesen ubicado en otros sectores de la economía. Estomerece un estudio aparte. Reboratti (2005) explicó que: “…voceros de la actividad indicaron que(…) hay que advertir la aparición de una cadena de valor alrededor de la soja, que pondría a laagricultura a la altura de otros sectores de la economía en cuanto a su capacidad de generarriqueza y trabajo…”.

21 Por ejemplo, el presidente Lula da Silva, en igual línea discursiva que Bush, declaró: “El biodie-sel es la solución que el planeta necesita para descontaminar.” (La Nación, 26-4-2007). SegúnTrigo (2005), Director Ejecutivo de la Fundación ArgenINTA, pero a su vez integrante del grupo

85Biocombustibles en la Argentina

los beneficios ambientales de produ-cirlos y utilizarlos, superan o no suscostos22. Toda generación de energíatiene algún impacto ambiental. Lo queocurre, es que el impacto posible,difiere no solamente en grado, sinotambién cualitativamente. Esto dificul-ta la evaluación relativa que se hacede esas generaciones en términosambientales. Por lo que diversos acto-res participan también de esta discu-sión, apoyando en distintos casos laconjetura de los biocombustiblescomo “amigables para el medioambiente” o lo contrario.

En los países europeos, al menosen lo discursivo por parte de losgobiernos, uno de los aspectos funda-mentales que promovió el desarrollode los biocombustibles fue la procla-mación de una ventaja ambiental ypara la salud, pues generarían menosemisiones nocivas, respecto de loscombustibles tradicionales. Funda-mentalmente, se ha argumentado quelos biocombustibles permitirían frenarel Cambio Climático Global y bajar eltenor de azufre emitida, evitando conesto la lluvia ácida23.

Sin embargo, se argumenta quealgunos biocombustibles, en lugar deatenuarlas, generan más emisiones,afectando la salud y el medio ambien-te, pues crean una polución más pul-verizada. Además, liberarían contami-nantes que destruyen la capa deozono, la Argentina sería uno de lospaíses que se vería más afectado poreste fenómeno. Adicionalmente seobserva: “El proceso de obtencióncontamina el aire con aldehídos yalcoholes que son cancerígenos. Elsupuesto de un combustible “verde ylimpio” es una falacia” (Bronstein,2007 y Pinto, Melo y Mendonça,2007).

También están en debate público lasconsecuencias de la producción debiocombustibles sobre el volumen deGases de Efecto Invernadero (GEI),generadores del Cambio ClimáticoGlobal. Defensores de esta fuenteenergética afirman que podría no emi-tirse dióxido de carbono neto hacien-do que la nueva planta vuelva aabsorberlo24. Otros aseguran que lasemisiones generadas serían menoresa las que generan las fuentes tradicio-

CEO, empresa consultora en economía y organización, existen beneficios ambientales – sinmencionar perjuicios-: “… la recuperación de la fertilidad de los suelos, (…) la contribución a miti-gar el efecto invernadero (…) y la índole del herbicida utilizado”. Otro ejemplo, proveniente delsector privado norteamericano, es el de D.Lewis, quien estudia el desarrollo de los biocombusti-bles en América latina y el Caribe para Manchester Trade (consultora con sede en WashingtonD.C.) y que aseguró: “…es una forma de energía más limpia, más barata y producida localmen-te’’ (Bridges, 2007). Según Rubio (2007), Estados Unidos utiliza “… una grotesca banderaambientalista que no logra ocultar los intereses económicos y políticos que persigue”.

22 Por ejemplo, la Agencia Europea del Medio Ambiente estima que la cantidad de superficie culti-vable necesaria para cubrir los objetivos de la Unión Europea no se puede alcanzar sin dañar elmedio ambiente en el continente, “…las consecuencias serán el incremento de las presionessobre el suelo, el agua y la biodiversidad” (Europa Press, 18-4-2008). Según Greenpeace-Argentina, “…hoy Alemania es el principal comprador de biodiesel argentino, ya que este paíseuropeo pretende alcanzar sus metas con el biodiesel producido en países en vías de desarro-llo. (…) La producción de biodiesel de soja demandará 9 millones de hectáreas de ese cultivo,poniendo en peligro nuevamente a nuestros ecosistemas naturales.” (Testa, 2008).

23 La lluvia ácida genera enfermedades respiratorias y de piel en la población e impacta negativa-mente sobre distintas especies de flora y fauna. Cabe destacar que este es un fenómeno fla-mante en la Argentina, según algunos investigadores, a partir de la importación de fuell oil desdeVenezuela, con alto contenido de azufre.

24 Javier Fernández Velasco, doctor en Ciencias Biológicas aseguró: “El uso de los biocombustibleses carbono-neutro. El único requerimiento es que toda la biomasa que se coseche y combustio-

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nales de energía. En efecto, la retóri-ca de las grandes empresas multina-cionales dedicadas a la biotecnología,expresa generalmente que los bio-combustibles ayudarán a resolver laproblemática del cambio climático.Sin embargo, representantes dediversas organizaciones ambientalis-tas manifiestan que tanto el bioetanol,como el biodiesel serían, al igual quelos combustibles fósiles, generadoresde GEI significativos e incluso podríansuperar a estos últimos25. Los biocom-bustibles son emisores de dióxido decarbono por la combustión que segenera al producirlos26. Adicional-mente, su producción requiere unautilización intensiva de maquinariaspesadas, transporte (de biomasa y dedistribución hasta el consumidorfinal), herbicidas y fertilizantes; todo locual supone la utilización del petróleoy derivados, también generadores deGEI. Por ejemplo, como consecuen-cia de la utilización de fertilizantesnitrogenados para la soja, la Argenti-na está creciendo como emisor deGEI en el nivel mundial (Camilloni,2007). Por lo tanto, los biocombusti-bles no serían una solución al cambioclimático ya que, además de las con-secuencias que este fenómeno ten-dría, en lo que respecta al país, gene-raría presiones internacionales paraque Argentina se comprometa a dis-minuir emisiones. Según Barros(2008), integrante del PanelIntergubernamental sobre CambioClimático, “…nos van a venir con quetenemos que reducir emisiones.

Bienvenido. Porque eso significa quevamos a tener que usar la energía enforma racional.” Muchos aducen quese lograría una reducción más efecti-va de los GEI con energías más efi-cientes y limpias; y tecnologías quepermitan ahorro en la utilización de laenergía. Se suma a esto que numero-sos grupos ambientalistas sostienenque los sumideros naturales de GEI,desbastados por cultivos para la pro-ducción de biocombustibles, absor-ben más de estos gases que los culti-vos que los reemplazan. En conse-cuencia, en el Banco Mun-dial, en laONU y en revistas científicas interna-cionales, entre otros, actualmente sediscute enfáticamente el impacto delos biocombustibles sobre el CambioClimático Global.

Por otra parte, se ha manifestadoque la deforestación promovida por laproducción de biocombustibles aten-taría contra las especies de flora yfauna nativa, teniendo esto conse-cuencias negativas sobre la biodiver-sidad. Según Testa (2008), represen-tante de Greenpeace Argentina, “…Laproducción de biodiesel a base desoja para el mercado alemán amena-za los últimos bosques nativos denuestro país”. Procesos de deforesta-ción, que incluyen extensas áreas debosques nativos, han tenido lugar,especialmente en la zona del norte dela Argentina, donde la agriculturiza-ción ha venido jugando un rol funda-mental27. Sin embargo, grandes em-presas multinacionales de biotecnolo-

ne necesita ser regenerada a la misma velocidad. Esto no siempre se cumple en países en desa-rrollo” (Página/12, 5-3-2008).

25 Por ejemplo, la Agencia Europea del Medio Ambiente considera que la producción actual de bio-combustibles no logra reducir la emisión de gases de efecto invernadero (Europa Press, 18-4-2008 y Bernal, 2008).

26 El grado de emisiones varía según su proceso de producción y los insumos utilizados. Por ejem-plo, el bioetanol de caña de azúcar reduce las emisiones de GEI con más efectividad que el deri-vado del maíz, por utilizar menos fertilizantes.

27 Según A. Borón (2007), sociólogo y referente de movimientos sociales, para generar biocom-bustibles, “…se deberá destinar ingentes extensiones de la superficie selvática y boscosa para

87Biocombustibles en la Argentina

gía que se están abocando al desa-rrollo de los biocombustibles, hanexpresado que mediante los altos ren-dimientos generados por sus propiastecnologías, se evitará aumentarmasivamente la superficie agrícola, ydestruir importantes hábitat para lafauna salvaje y otros ecosistemas sin-gulares. En disonancia con este dis-curso, hay quienes manifiestan quemuchas especies locales serían, enese caso, contaminadas por los orga-nismos genéticamente modificadosutilizados en dichos cultivos.

Otra dimensión de lo ambiental, sonlas consecuencias que tendría la pro-ducción de biocombustibles sobre lossuelos. Estos se degradarían por elmonocultivo -si es que no se desarro-lla una estrategia de producción diver-sificada y con rotación- y por el uso deagroquímicos. La falta de reposiciónde nutrientes en relación con suextracción, haría que los suelos fue-ran perdiendo su fertilidad natural,limitando así su capacidad de produc-ción. El monocultivo también atentaríacontra la diversidad biológica del país,resaltándose el impacto sobre ladiversidad de microorganismos. Eneste sentido, cabe destacar que, sibien en el ámbito académico se cono-cen algunos de los efectos negativosque esto podría tener, aun no estánclaras todas las derivaciones poten-ciales. Según G. Tokatlian, director deCiencia Política y RelacionesInternacionales de la Universidad deSan Andrés “eludir el debate de losefectos ambientales de un uso excesi-vo y abusivo de los suelos para obte-ner productos convertibles en com-bustibles sería inconveniente” (LaNación, 29-4-2007). Esto se suma aque el aumento de las lluvias también

ha repercutido, junto con un contextointernacional promotor, al incrementodel cultivo de soja en zonas no con-vencionales. En este sentido, se citanefectos indirectos que podría tener laagriculturización, por ejemplo, redistri-buyendo el ganado a zonas denomi-nadas “ecosistemas frágiles”. Fe-nómeno, a través del que se margina-lizaría la ganadería a zonas cada vezmenos fértiles, generando sobre-pas-toreo y haciendo cada vez menosaptos esos suelos (Fernandez Cirelli,2007). Otra cuestión que surge encuanto a los suelos es que, cultivoscomo la soja absorben poca agua,favoreciendo esto las inundacionesen algunas regiones (Mathis, 2006 yAzcuy Ameghino, 2005). Sin embar-go, algunos contraponen a estos per-juicios ambientales, las ventajas aso-ciadas con el desarrollo de la siembradirecta, vinculada con el paquete tec-nológico de la soja RR y el glifosato.Este mecanismo, se argumenta, con-serva la fertilidad y estructura de lossuelos, con baja roturación y utilizan-do menor proporción de herbicidas.No obstante, “…ha sido presentadaunilateralmente como la base de sus-tentabilidad de planteos de agriculturacontinua, sin rotación…” (AzcuyAmeghino, 2005). Además, se contra-argumenta que la siembra directatiene un desarrollo de patógenos en elsuelo significativamente mayor a lastécnicas tradicionales y que el glifosa-to genera desequilibrios ecológicos, alpromover ciertas plagas y malezas.

Se discute también el impacto de losbiocombustibles sobre el agua, temaque se prevé cobrará relevancia enlos próximos años. Principalmente losambientalistas se expresan sobre lacontaminación generada a través de

poder cumplir con las exigencias del nuevo paradigma energético. Claro está que el daño ecoló-gico global (…) es de proporciones incalculables.” (Borón, 2007).

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la utilización de agroquímicos. SegúnLlairó (2007), las acciones sobrehumedales en Sudamérica, van ensentido opuesto a las que se estánrealizando en otros humedales delmundo, en donde hoy se intenta tra-bajar sobre las alteraciones ocasiona-das al ecosistema28. A su vez, otrosambientalistas sostienen que losrequerimientos de agua para la pro-ducción de biocombustibles son exce-sivos y no sostenibles. Por ejemplo,se estima que cada litro de etanol,según los suelos y el tipo de cultivodel cual se extrae, consume entrecuatro y doce litros de agua29.

Pese a estas discusiones que giranen torno de ciertas consecuenciasinherentes a la producción y utiliza-ción de biocombustibles en particular,también existen quienes atribuyen laproblemática ambiental vigente y fac-tible, a cuestiones estructurales, porsobre una forma particular de producirenergía. En este sentido, se sostieneque, desde la era industrial, la pro-ducción mundial se ha incrementadovertiginosamente en un mismo eco-sistema. Las perspectivas no hacenvislumbrar sostenibilidad alguna. Porlo tanto, se recomiendan solucionesdrásiticas, que además de incidirsobre la tecnología vigente, actúensobre el crecimiento demográfico y/olas pautas de consumo de la sociedad(Canziani, 2007).

3.3 Energía versusAlimentos

Respecto de la disyuntiva “energíaversus alimentos”, predominan dosposturas radicales y enfrentadas. Unaes la que arguye que, cuando la pro-ducción de biocombustibles se realizaa partir de cultivos generados especí-ficamente para tal fin, y no con restosde biomasa producida en otras activi-dades, el suelo cultivable disputa suasignación entre alimentos y biocom-bustibles. La consecuencia de estapresión sobre el agro, sería una dis-minución en la cantidad y un aumentoen el precio de los alimentos. La otrapostura es la que sostiene que tal dis-yuntiva entre agrocombustibles y ali-mentos no es válida.

El caso más citado como evidenciade la disyuntiva energía versus ali-mentos es el mexicano, durante el pri-mer semestre de 2007, cuando la pro-ducción de biocombustibles a partirde maíz, habría hecho que ésteaumentara de precio, provocando queuna de las comidas de la canastabásica de ese país- la tortilla de maíz-, llegara a más que duplicar su pre-cio. Distintos actores se manifiestanadhiriendo a la validez de esta dis-yuntiva.

Por ejemplo, en el ámbito del gobier-no nacional Martínez, presidente delINTI, sostuvo (Todo Noticias, 10-2-2008): “Mientras haya granos que sonnecesarios para la subsistencia ele-mental de centenares de millones depersonas en el mundo, yo quisiera

28 Llairó también afirma que, se prevé una escasez mundial de agua, por lo que hoy, en el nivelinternacional, ésta es una cuestión de seguridad y, a su vez, estratégica: “el agua va a valer másque el petróleo”.

29 “No es verdad que los biocombustibles sean una fuente de energía renovable y perenne, dadoque los factores cruciales en el crecimiento de las plantas no es la luz solar sino la disponibili-dad de agua y las condiciones apropiadas del suelo. Si no fuera así, podría producirse maíz ocaña de azúcar en el desierto de Sahara. Los efectos de la producción a gran escala de los bio-combustibles serán devastadores.” (Bronstein, 2007).

89Biocombustibles en la Argentina

que no se incentive más la demanda yque suban los precios, mientras estose puede suplir con ahorro de ener-gía, por ejemplo mediante autos máseficientes. A eso está abocado elINTI, pero nadie nos presta atenciónhace 15 años. (…)¿Para qué aumen-taríamos el precio del maíz si nopodemos garantizar el aumento de lossalarios? (…) Vamos a sacar tierrasde la producción de alimentos paraproducir biocombustibles porque losamigos refinadores quieren que estosuceda. (...) Si el mundo pierde, per-demos inexorablemente, por más queen algún momento ganemos. El pro-blema alimentario no está resuelto enel mundo a mediano plazo. (…) Es unproblema mundial y no puede desa-rrollar su horizonte en base a unaoportunidad de negocio puntual. (…)Tenemos que satisfacer las necesida-des de la gente (...) Si desplazamos 2millones de hectáreas que podríanestar produciendo alimentos con valoragregado, para producir bioetanol, esun problema”.

Otro ejemplo es un artículo publica-do en el diario norteamericano TheWashington Post, en donde Brown yLewis (2008), expertos en temasambientales, solicitaron al congresode los Estados Unidos que reconside-re los mandatos de leyes recientesque requieren el desvío de cosechasalimenticias para la producción debiocombustibles”.

En esa perspectiva, se ubican tam-bién algunos integrantes del ámbitoacadémico. G. Tokatlian argumentó:“…desconocer el valor crucial de losbienes primarios como base de la ali-mentación y como recurso estratégicopara garantizar la seguridad alimenta-ria sería un error mayúsculo” (LaNación, 29-4-2007). Según Rubio(2007), “… la producción de alimentos

para energéticos y con ello, la reduc-ción de la oferta mundial de granospara alimentos implica que los paísesdependientes se verán obligados afortalecer la autosuficiencia alimenta-ria a riesgo de orientar elevados mon-tos de sus divisas a la compra deencarecidos alimentos en el exterior”.Según A. Borón (2007), “…hoy noshallamos en presencia de una “segun-da vuelta” de la mercantilización. Sien la primera el capitalismo transfor-mó a los alimentos requeridos parasostener la vida humana en mercancí-as que deben adquirirse en el merca-do, mediante esta “segunda vuelta” seproduce una aberrante desnaturaliza-ción de aquellos: los alimentos sonconvertidos en energéticos para viabi-lizar la irracionalidad de una civiliza-ción que, para sostener la riqueza ylos privilegios de unos pocos, incurreen un brutal ataque al medio ambien-te (…) El capitalismo se dispone apracticar una masiva eutanasia de lospobres (…) Por más que los discursosoficiales aseguren que no se trata deoptar entre alimentos y combustiblesla realidad demuestra que esa y nootra es precisamente la alternativa”.

En la esfera de los organismos inter-nacionales, también existen quienesse expresan en relación con la dis-yuntiva “energía versus alimentos”.Por ejemplo, si bien un controvertidoestudio conjunto de la CEPAL y laFAO de mayo de 2007 argumenta queAmérica latina podría producir en granescala biocombustibles sin afectar suseguridad alimentaria, según Fernan-do Soto, jefe de Política Regional -también de la FAO-, “…hay un riesgode que más personas no sean capa-ces de comprar los alimentos másbásicos… “(Nejamkis, 2008). A suvez, otros representantes de la mismainstitución afirmaron durante laConferencia Regional para América

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latina y el Caribe, realizada en elBrasil en abril de 2008, que la produc-ción de biocombustibles debe tomaren cuenta el derecho a la alimenta-ción y la seguridad alimentaria de lospueblos (TeleSUR, 16-4-2008).Paralelamente, un informe del relatorde la ONU Jean Ziegler, sobre elderecho a la alimentación, aludió a losbiocombustibles como un “crimencontra la humanidad”, por desviar ali-mentos para la generación de com-bustibles en momentos de crisis mun-dial por escasez y altos precios de ali-mentos, solicitando una moratoriainternacional sobre la promoción aldesarrollo y comercio de agrocom-bustibles (PNUMA, 2008). A su vez,tanto representantes del FondoMonetario Internacional (FMI) comodel Banco Mundial han acusado a losbiocombustibles por el alza del preciode los alimentos (Europa Press, 18-4-2008). Marcelo Giugale, director dereducción de pobreza para la regióndel Banco Mundial, calificó a la situa-ción actual como “una tormenta per-fecta”, en la que se ha incentivado laproducción de biocombustibles, des-viándose grandes cantidades de ali-mentos. Opinó, además, que existe la“sospecha” de que parte de la liquidezque los bancos centrales han inyecta-do recientemente en los sistemasfinancieros para capear la crisis eco-nómica internacional, ha ido a parar ala especulación, con los contratos defuturos de alimentos (Terra, 10-4-2008). Por su parte, el titular del FMI,Dominique Strauss-Kahn, argumentóque los biocombustibles podrían pro-vocar un alza mundial del precio delos alimentos y desatar protestas entodo el mundo: “…Sobre los disturbiospor el alza de los alimentos, lamenta-blemente lo peor quizá esté enfrentenuestro. Cientos de miles de perso-nas se verán afectadas” (La Nación,13-4-2008).

También Fidel Castro aludió al pro-bable encarecimiento de los alimen-tos en el nivel mundial si una porciónimportante de las cosechas es desti-nada a la elaboración de combusti-bles: “…se trata de un genocidio silen-cioso contra los pobres” (Gramma, 1-5-2007).

Hay otro argumento suplementario,esgrimido por quienes sostienen lavalidez de la disyuntiva “energía ver-sus alimentos”, aunque desde unaperspectiva distinta de la anterior, yaque apunta a la oportunidad económi-ca que representa la energía, másque a las necesidades alimenticias dela población, consiste en estimar queel precio de las materias primas quepodrían ser utilizadas para la produc-ción de biodiesel o bioetanol en laArgentina, aumentará, como conse-cuencia de que, a una menor ofertaen la producción de alimentos, sesuman presiones en la demanda:Japón importa el 70% de los alimen-tos que consume y China e India vanen igual dirección. Entran al mercadomundial países que su consumocrece y no tienen cómo producir. Otrapresión sobre la demanda se genera-ría como resultado del crecimientodemográfico mundial. Si tal como lohan advertido la Organización para laCooperación y el Desarrollo Econó-mico (OECD) y la FAO en diversosdocumentos publicados en los últimosmeses, los alimentos se encarecensustantivamente en los próximosaños (OECD-FAO, 2007), tambiénaumentarían los precios de los bio-combustibles, que tienen que compe-tir con los combustibles fósiles paraentrar en el mercado.

A la luz de esta disyuntiva, parecesurgir una paradoja: las grandesempresas multinacionales de agricul-tura y biotecnología que se están abo-cando al desarrollo de los biocombus-

91Biocombustibles en la Argentina

tibles se autoproclaman, paralelamen-te, como las indicadas para “alimentaral mundo” y “acabar con la desnutri-ción”. En este discurso, la disyuntivaplanteada quedaría resuelta mediantemayores rendimientos -tambiénsegún su retórica- provistos vía la uti-lización de tecnologías ofrecidas porellas mismas. Frente a esto, se expre-san organizaciones de la sociedadcivil, generalmente ambientalistas,aunque no únicamente, sostienen quela agricultura industrial comprometealimentos: destruye el rendimiento delos suelos y amenaza la productividadde los ecosistemas marinos y acuáti-cos, que proporcionan otra parte delos suministros alimentarios30. Adicio-nalmente, expertos de la salud aleganque las nuevas enzimas industrialescreadas para producir biocombusti-bles serían un ingrediente nuevo en lacadena alimentaria, por lo que podríaprovocar reacciones alérgicas enquienes las consuman o inhalen.

Por su parte, grandes productoresagrarios, volcados actualmente a laproducción de soja o maíz, junto conconsultores que se ocupan de susnegocios, argumentan que “energíaversus alimentos” es una falsa disyun-tiva. Entonces suelen desentendersede este dilema, o argumentar en sucontra.

Por ejemplo, se sostiene que el delas proteínas es un tema que se sos-laya en los debates sobre biocombus-tibles y justamente esta sería la quepuede hacer que baje el precio de losalimentos y nos haga más competiti-vos en el mundo. Tal es el caso deGrobocopatel, quien expresó: “…Mihipótesis es que los precios van a

bajar. Porque la soja es un 20% acei-te (transformable en combustible) yun 80% proteína. Entonces si produci-mos más soja, la sobreoferta de pro-teína hará que los precios bajen y talvez, que el biodiesel se encarezca(…) También bajará, por ejemplo, elprecio del pollo o el cerdo, porqueusan el maíz que no se usa en el alco-hol (un 50% puede traducirse en ali-mentos). Y habrá una sobreoferta deun 70% de éste. Son complementa-rios” (Todo Noticias, 10-2-2008).Cabe hacer notar en este punto quealgunos expertos sostienen que pro-ducir biodiesel a partir de soja, estransformar adicionalmente el aceite.Significa generar menos de aceitecomo bien final y más biodiesel. Laparte de proteínas de la harina desoja, puede destinarse al mismo usoque antes. En cambio, en el caso delbioetanol, se estaría sustituyendo elmaíz que sirve como alimento paratransformarlo en alcohol. Por lo que eletanol competiría más con alimentosque el biodiesel.

También el presidente brasileñoLula da Silva, al inaugurar el foro de laFAO, rechazó que los biocombusti-bles sean causantes de la crisis porlos altos precios de los alimentos delmundo: “…Los biocombustibles noson el villano que amenaza la seguri-dad alimentaria. (…) Al contrario,desarrollados de acuerdo con la reali-dad de cada país, pueden sacar a lospaíses de la dependencia energéticasin afectar su alimentación. (…) Elverdadero crimen contra la humani-dad es descartar los biocombustiblesy condenar a los países a la depen-dencia energética y a la inseguridad

30 Ejemplos citados al respecto son países como Filipinas, India o Nepal, donde se evidenciaronpérdidas significativas de rendimiento después de alcanzar valores máximos en los años 80.Estas se atribuyeron a la degradación del suelo y al desarrollo de resistencias a las plagas, aso-ciados a monocultivos a gran escala (Kimbrell, 1999).

92 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

alimentaria” (Diario El Mundo, 17-4-2008).

Otro argumento, que también buscadebilitar la disyuntiva en cuestión,apunta a que el aumento del precio dela materia prima tiene poca incidenciaen el precio del alimento. Por lo que,por ejemplo, en el caso de Méxicoantes citado, la mayor proporción delos incrementos que se dieron, tendrí-an más que ver con la intermediaciónque con los aumentos que existieronen el precio de la materia prima.

Finalmente, académicos que por unlado aceptan la disyuntiva, pero conci-ben como una oportunidad el desarro-llo de los biocombustibles, proponengenerarlos, pero sólo con una materiaprima que no compita con los alimen-tos. En otros casos, sostienen que laArgentina tiene que desarrollar venta-jas comparativas mediante la utiliza-ción de biotecnología, para respondercon una materia prima con mayoresrendimientos.

4. Reflexiones finales

Según lo expuesto, la Argentina seinserta en el tema de los biocombusti-bles como potencial productor paraabastecer al exterior y también paradiversificar su propia matriz energéti-ca. Principalmente por estos motivos,la cuestión ha cobrado relevancia enla discursiva local actual.

Sin embargo, existen distintos posi-cionamientos respecto del tema, queresponden a un entramado complejo,que se compone de perspectivas dife-rentes, de disponibilidad de informa-ción diferencial en un campo en cons-tante cambio, de intereses subyacen-tes, de distinto grado y motivo de vin-culación entre actores y capacidadesdiferentes en términos de poder.

Además, si bien en algunos casos semanifiestan posturas definidas, otrossectores no son homogéneos en suinterior.

Por otra parte, se aprecia que si bienlos actores locales tienen poco impac-to en la discursiva global y en losacuerdos internacionales vigentes,existen discursos y debates en el nivelinterno, que se alinean con las distin-tas versiones de los discursos globa-les. Junto con ello, coexisten discusio-nes locales respecto de la convenien-cia de que el país se aboque a la pro-ducción de biocombustibles.

Entre los actores involucrados endiscursos y debates que circundan latemática de los biocombustibles, algu-nos son defensores de su produccióny/o utilización, otros detractores yotros adoptan posiciones intermedias,mediadas por el peso relativo asigna-do a los distintos ejes que atraviesanla temática: la oportunidad y susbeneficiarios, el tema ambiental y ladisyuntiva “energía versus alimentos”.

Por un lado hay algunos productoresincipientes o interesados en serlo,que evidentemente apuestan a unaposibilidad de negocio. Pero estos,generalmente defensores de estanueva fuente energética, al utilizarrecursos argumentativos que subra-yan con vehemencia los beneficiospotenciales de su desarrollo, en suretórica no utilizan como fundamentolas posibilidades de generar nego-cios, sino que apuntan a las supues-tas ventajas en términos de oportuni-dad para “el país”, “la región” o para el“mundo en su conjunto”, consecuen-cia que no aparece como emanadaracionalmente de las premisas quesostienen. También aluden a lossupuestos -aunque frecuentementecuestionados- beneficios sociales yambientales de los biocombustibles.

93Biocombustibles en la Argentina

Entonces, estos promotores, mani-fiestan la necesidad de un Estado quese adapte a los requerimientos dequienes se aboquen a su explotacióny utilización, dejando de lado, o enalgunos casos incluso contraponién-dose a intervenciones de otro tipo,como la redistribución de los benefi-cios posibles, políticas que privilegienla seguridad alimentaria de la pobla-ción o a regulaciones ambientales.

Por otra parte, en -y alrededor de- laactividad existe un cambio tecnológi-co permanente. Por lo que, si bien lademanda energética será cada vezmayor, dadas las poco holgadas con-diciones prevalecientes en el nivelmundial, en el largo plazo parecenexistir otras opciones energéticas,productos que se disputan recursoscon los biocombustibles, así comoalternativas a investigar de produc-ción de biocombustibles y de modosmás eficientes de utilizarlos.Entonces, se hace difícil prever eldesarrollo tecnológico de productoscomplementarios y sustitutivos.También juega la imprevisibilidad delas políticas gubernamentales locales.En consecuencia, pesa una cadenade incertidumbres que circunda eltema, por lo que, sumado a proble-mas de rentabilidad actual, resultaque otros empresarios se manifiestencon temor de participar de esta activi-dad.

Sin embargo, los detractores másresonantes de los biocombustibles,en la mayoría de los casos, aluden alas consecuencias negativas previs-tas sobre la seguridad alimentaria dela población y sobre el medio ambien-

te, temas que, desde mi punto devista, merecen contemplarse comoprioritarios desde el gobierno a la horade definir el tratamiento que se harásobre el tema en la agenda pública.La promoción de este tipo de activi-dad debería hacerse mediante incen-tivos hacia procesos que no compitanfuertemente con alimentos y bajo res-tricciones ambientales fuertes y efec-tivas.

Finalmente, sin restar importancia alo anterior, vale la pena reflexionarsobre la utilización que se hace de laacepción “biocombustibles”. Pues,bajo esa denominación se los tratacomo un todo uniforme. Esto generaconfusión y suele diluir las discusio-nes a través de explicaciones disími-les, que aparecen como inconmensu-rables. Con intención o por desinfor-mación, muchos argumentos esbozanlas características positivas o negati-vas de algún tipo especial de biocom-bustible y lo trasladan a otros, a travésde la generalización, sin mediaciónalguna. Sin embargo, los distintosinsumos y procesos utilizados paraproducirlos, tienen implicancias dife-rentes. En consecuencia, al definirpolíticas de acción, cabe analizar dis-tintas alternativas de biocombustiblesy estudiar sus características relati-vas, sus rendimientos y competitivi-dad, el trade-off que generan entreenergía y alimentos, la posibilidadrelativa de generación de empleo decada alternativa y el impacto ambien-tal de los insumos y procesos produc-tivos implicados en cada caso.

Junio de 2008

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97

Subordinación productiva enSubordinación productiva enlas economías regionales de lalas economías regionales de laposconvertibilidad.posconvertibilidad.Crecimiento económico y exclusión social en los circuitos Crecimiento económico y exclusión social en los circuitos del tabaco, la vid, el azúcar, el algodón y el olivodel tabaco, la vid, el azúcar, el algodón y el olivo

Economías regionales

* Equipo de Estudios sobre Economías Regionales, Centro de Estudios Urbanos yRegionales (CEUR/CONICET)

El objetivo principal de este aporte que se publicará en dos partes esdescribir e interpretar los procesos determinantes de la dinámica de acu-mulación de capital que tuvo lugar en el período comprendido entre 2002y 2007 en un conjunto seleccionado de procesos productivos específicosde las economías regionales extrapampeanas de la Argentina. A través deeste análisis inicial pretendemos identificar regularidades en el modo degeneración y apropiación del excedente económico producidos en talesprocesos, de modo tal que podamos confirmar, rebatir o matizar las ideasde las cuales partimos.

El trabajo está integrado por tres apartados. El primero consigna lossupuestos de partida que oportunamente intentaremos corroborar y darácuenta del enfoque teórico general. El segundo contiene una descripciónde procesos productivos relevantes en las diversas economías regiona-les extrapampeanas: tabaco y algodón en el nordeste, vitivinicultura enCuyo, azúcar y olivo en el noroeste. En el tercero planteamos nuestrasreflexiones finales.

Ale jandr o Rofman,Ari e l Gar c ía , Li l iana Gar c ía ,

Flor enc ia Lampr eabe, Est eban Rodr í guez , Juan Manue l Vázquez Blanco*

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Presentación

Este documento es resultado deun seminario interno permanentede nuestro equipo de investiga-ción, el cual se inserta en elCentro de Estudios Urbanos yRegionales (CEUR/CONICET). Elequipo estudia acerca de qué hayde nuevo en el horizonte de laseconomías regionales de laArgentina, tras el derrumbe de laConvertibilidad.

Este debate se plantea en tantolos diversos aportes que losmiembros del equipo de investiga-ción realizan en el curso de susindagaciones dan cuenta, cadavez más, de que es necesariodiferenciar con precisión el desti-no macro de la actividad producti-va regional del desempeño de losdistintos agentes que la integran.Una convicción compartida pornosotros es que son evidentes lasmejoras que han venido registran-do las condiciones macroeconó-micas de desenvolvimiento en losámbitos regionales con respectoal decenio de 1990. Pero, deinmediato, nos surge la preguntaclave. Luego del derrumbe de lapolítica económica basada sobrela convertibilidad del tipo de cam-bio fijo y atrasado, las mejorasconsignadas ¿se tradujeron en unavance real de las condiciones devida de la mayoría de los actoressociales que están involucrados,directa o indirectamente, en laproducción y distribución de bie-nes y servicios generados en talesregiones?

El objetivo principal de este apor-te es describir e interpretar losprocesos determinantes de ladinámica de acumulación de capi-tal que tuvo lugar en el períodocomprendido entre 2002 y 2007en un conjunto seleccionado deprocesos productivos específicosde las economías regionalesextrapampeanas de la Argentina.A través de este análisis inicialpretendemos identificar regulari-dades en el modo de generación yapropiación del excedente econó-mico producidos en tales proce-sos, de modo tal que podamosconfirmar, rebatir o matizar lasideas de las cuales partimos.

En este estudio empleamosfuentes de información primarias ysecundarias. Las primeras sonfundamentalmente entrevistas ainformantes calificados (agenteseconómicos y sociales y funciona-rios públicos). En tanto, las segun-das se componen de bibliografíaacadémica, información estadísti-ca y artículos periodísticos.

El trabajo está integrado por tresapartados. El primero consignalos supuestos de partida queoportunamente intentaremoscorroborar y dará cuenta del enfo-que teórico general. El segundocontiene una descripción de pro-cesos productivos relevantes enlas diversas economías regiona-les extrapampeanas: tabaco yalgodón en el nordeste, vitivinicul-tura en Cuyo, azúcar y olivo en elnoroeste. En el tercero plantea-mos nuestras reflexiones finales.

99Economías regionales

1. Marco teórico y esquemametodológico

1.1. Nuestra perspectiva Una primera cuestión a abordar

se relaciona con las característi-cas de una visión espacial del pro-ceso de producción y distribuciónen la Argentina contemporánea.Coincidimos con Valenzuela (Pfr.2007: 186) en que partir de unenfoque regional implica que launidad de observación, análisis eintervención se estructura inte-grando el espacio geográfico y ladimensión histórica. Tal combina-ción posibilita el estudio de estruc-turas sociales cambiantes, lascuales están configuradas a partirde redes de intercambio comple-jas e interdependientes, quedeterminan la organización yespecialización de actores y, endefinitiva, su jerarquía relativa.Este abordaje implica una miradaholística, en la que visiones estáti-cas de lo agrario y rural intentanser superadas por una propuestade abordaje regional cambianteen lo temporal y en sus procesosterritoriales. Por lo tanto, entende-mos que una economía regionalno puede explicarse con la simplemención de lo que acontece tran-queras adentro. Para estudioscomo el propuesto tampoco essuficiente partir de un recorte quepriorice una división arbitraria ydisfuncional, tal como naturalizaruna dimensión rural y/o urbana sinvincular a ambas o desconocien-do que dichas dimensiones sonconstrucciones teóricas y estadís-

ticas, por lo tanto debatibles. Debemos considerar que no es

la región la que procesó el fenó-meno de la acumulación determi-nado por la acción de los agenteseconómicos, como suele afirmar-se en numerosos estudios que secatalogan como espaciales. Enellos se confunde el marco regio-nal con el sujeto social, asignán-dosele al primero las cualidadesdel segundo: la capacidad deactuar y operar en el sistema pro-ductivo, como si fuera un decisorsocial y tuviese ese rol en el siste-ma productivo nacional. Así, nopocos analistas dicen que laregión tal creció un tanto por cien-to en un período determinado oque la región cual posee unadeterminada cualidad o actividad(Pfr. Rofman, 1984: 42).

Por lo contrario, nuestro enfoqueasume otra perspectiva. El proce-so de acumulación es realmenteconducido por agentes económi-cos altamente diferenciados unosde otros. Se relacionan a travésde vínculos sociales y técnicospara mejorar sus transacciones.Los procesos respectivos se pro-ducen y reproducen sobre la basede dichas relaciones dentro yfuera de los marcos regionales,que no interrumpen su accionarpor tales límites (ibidem).

Para completar esta breve intro-ducción, cabe formular dos apre-ciaciones que estarán presentesen el análisis posterior. La primeraes que la expansión de la activi-dad económica en cada región

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depende de la capacidad de acu-mulación que poseen los agenteseconómicos que operan dentro delos eslabones de la cadena o cir-cuito que se encuentran afincadosen determinada región. Si talesagentes, a través del control de lacadena, poseen un singular poderde dominación sobre los demáseslabones tal que su desempeñoes altamente exitoso -traducido enuna elevada tasa de ganancia-, enprincipio la región se verá favore-cida por tal circunstancia. Unasituación contrapuesta a la arribadescripta colocará a los agenteseconómicos que se desempeñanen la región en una situación dereducida rentabilidad, pues sucondición de subordinados alcapital les impedirá exhibir unatasa de ganancia singular. Elloredundará en una disminución delpotencial económico de la regiónen donde tales agentes subordi-nados residen y producen.

Una segunda apreciación serefiere a los cambios en la situa-ción relativa de los agentes eco-nómicos que la dinámica de acu-mulación genera en un determina-do circuito o cadena en el tiempo.En una etapa del desarrollo de lasfuerzas productivas en un país oen una región dada, el o los agen-tes económicos que predominan yposeen mayor poder de negocia-ción y acumulación pueden serproductores agroindustriales, por

caso. Condiciones de produccióninternas y/o externas puedenmodificar tal posición encumbradade quienes lideran el circuito ocadena, dándose el caso de quese traspase tal liderazgo a loscomercializadores o financiadoresde las actividades, en otro esla-bón de la cadena. El Estado sueleser funcional, y a la vez consisten-te, con los objetivos de quienesdetentan el poder. Se puedeexpresar tanto en decisionesexplícitas (política de preciosmáximos, de regulación de losmercados, de fomento de la inver-sión, de aliento a las exportacio-nes, etc.) como en decisionesimplícitas, que no se refierendirectamente al funcionamientodel aparato productivo pero, poracción u omisión, lo condicionan.1

1.2. Antecedentes teóricos Mucho se ha escrito acerca del

devenir de los circuitos producti-vos del interior argentino desdeuna perspectiva histórica (Gra-ciano y Lázaro, 2007: 5-7). Engeneral, la literatura específica hadocumentado suficientemente lascrisis suscitadas durante lastransformaciones político-econó-micas que desencadenaron lasalida de la convertibilidad. Encambio, las alternativas que laseconomías regionales siguierondesde dicho acontecimiento aúnaparecen escasamente estudia-

1 Un ejemplo resaltante es la política de tierras o de arrendamientos, que fijada enforma genérica afecta la inversión, el costo de producción y la capacidad de selec-cionar localizaciones de los agentes económicos.

101Economías regionales

das, quizá por la influencia quetiene la idea de que el crecimientodel producto redunda automática-mente en una mejora de las con-diciones absolutas y relativas detodos los actores involucrados enlos ámbitos regionales. La tenta-ción sobre la teoría del derramesigue latente. Entendemos queuna mirada critica que tienda areplantear visiones lineales deldesarrollo capitalista contemporá-neo debe interesarse no sólo porla generación de valor, sino tam-bién por la dinámica de su distri-bución social.

Es evidente que la organizacióny evolución de los espacios agrí-colas no dependen solamente dela inversión, pues deben tambiénconsiderarse los aspectos institu-cionales, históricos y culturales(Steimbreger, et. al. 2003: 17). Enesta aseveración puede ser claveel concepto de territorio. Tadeo et.al. (Pfr. 2006: 13-14) entiendenpor territorio una construcciónsocial e histórica efectuada por lamaterialización de las actividadeshumanas en un espacio físicodeterminado. Ahora bien, más alláde que exista consenso en definiral territorio como un productosocial y que dicha idea hastapueda resultar una obviedad,estas autoras intentan delimitar elconcepto en función de las rela-ciones sociales, entre las queindudablemente se encuentranlas relaciones de poder, con todaslas asimetrías que implica eldesenvolvimiento de estas últi-mas.

En el escenario de los farmersingleses, Whatmore, et. al. (1987:27) consideran las relaciones asi-métricas entre el pequeño produc-tor y el mercado como un elemen-to clave del cambio en las vincula-ciones producción-mercado. Enefecto, estos autores introducen elconcepto de subsunción parareferirse a los diferentes modosen los que el proceso de produc-ción agrícola familiar, y sus vincu-laciones sociales asociadas, estásiendo transformado bajo el capi-talismo. Esas relaciones de poderson precisamente las que se hancomenzado a estudiar en los másrecientes escenarios regionales.En el caso argentino, Bendini yTsakoumagkos, (2001: 1, citadosen Bendini y Steimbreger, 2005:189) observan fenómenos que noson exclusivos de la presentedécada, sino que se inician en eldecenio de 1970 y que se profun-dizan desde el de 1990. Segúnéstos, se están experimentandocambios definidos por la intensifi-cación del dominio del capital mul-tinacional sobre el agro. Estasituación se evidencia en la difu-sión de distintas formas de flexibi-lización laboral, el incremento dela pluriactividad y la profundiza-ción de la articulación subordina-da por parte de los productores alas cadenas agroalimentarias. Enestas cadenas son habituales lasdecisiones provenientes de lasgrandes empresas transnaciona-les que dan cuenta de los condi-cionamientos externos y el dete-rioro o expulsión de los producto-

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res familiares, la reconfiguraciónterritorial y la redefinición de losactores sociales en la escalalocal.

Al considerar evidencias parcia-les recogidas en el trabajo decampo como en los estudioshasta ahora emprendidos -algu-nos de ellos ya publicados- parti-mos de la presunción fundada.Entendemos que la heterogéneacapacidad de capitalización haperjudicado a los agentes subordi-nados al capital concentrado y hafavorecido a los eslabones consti-tuidos por unidades productivasde gran poder negociador. Deeste tema nos ocuparemos segui-damente.

2. Perfil de la trama socioproductiva en los cir-cuitos: su devenirreciente.

Desde la década de 1970, el pro-ceso de concentración y centrali-zación de capital en el sector agrí-cola abarcó a todas las regiones.El patrón de desarrollo agrope-cuario contemporáneo básica-mente se centra sobre el creci-miento de la escala de produccióncon un aumento en el tamaño delas explotaciones, en el uso inten-sivo creciente de capital, la tecno-logía, los insumos industriales, laciencia y biotecnología, con for-

mas de organización del trabajo yde producción tendientes a lareducción de la necesidad de fuer-za de trabajo para completar lacadena de valor.

La citada transformación tuvovariados efectos sobre los diferen-tes circuitos productivos regiona-les. Uno de los más relevantes esla salida de miles de unidadesproductivas que desaparecieronen el proceso, fueron fusionadas ointegradas a articulaciones o uni-dades de mayores dimensiones.Este proceso, que en la experien-cia internacional se asocia alavance del capitalismo en el agroaquí se vio especialmente acele-rado recientemente.2 Rossi y León(2005) señalan como característi-cas sobresalientes del períodointercensal entre los CNA -Censos Nacionales Agropecua-rios- de 1988 y 2002 a “la exten-sión e intensidad del proceso deconcentración y centralización decapital en el agro”, “la ausenciacasi total de políticas e instrumen-tos para atenuarlo”, y “la falta decorrespondencia con un procesoconcurrente de absorción en acti-vidades industriales y de serviciosde la población desplazada”.

Al observar el proceso en todo elagro advertimos cómo la devalua-ción consolidó la posición relativade los capitales más concentra-dos de la agricultura, generalmen-

2 Tal vez, uno de los rasgos más relevantes es la profundidad y la velocidad del proce-so. Durante el período intercensal 88-02 dejaron de funcionar 6.300 explotaciones poraño. Sin embargo, este era un proceso que venia desarrollándose en forma sostenidadesde el CNA de 1969. Desde esta fecha hasta 2002 se produjo la baja de 205.000unidades.

103Economías regionales

te asociados con la exportación.Esta tendencia se vio reflejada enla acentuada brecha generadacon los productores medianosempobrecidos y pequeños nocapitalizados y referida a la pre-sencia creciente de capitalesfinancieros ajenos al quehaceragrario tradicional. En tal contex-to, estos nuevos protagonistasbuscaron nuevas y mejores tierrasa costa de dichos productores,que continuaron siendo desplaza-dos hacia áreas marginales y/oexcluidos de sus predios. La ten-dencia decreciente que afectó alas unidades de menor tamañofue acompañada por el aumentoen el tamaño promedio de lasexplotaciones que pasó de 469 ha(1988) a cerca de 600 has catorceaños mas tarde (INDEC, 2002).3

De acuerdo con lo estimado enRossi y León (2005) las pequeñasEAPs (explotaciones agropecua-rias) eran cerca de 186.900 en2002 mientras que en el CNA de1988 alcanzaban a 245.000EAPs.

Si a estas conclusiones le agre-gamos datos de los CNP (CensosNacionales de Población de 1991y 2001) se evidencia una caída en

la ocupación del sector de430.000 personas y un aumentosensible de la pobreza y la indi-gencia entre la población rural.4

Este panorama general tieneejemplos destacados en los circui-tos del tabaco, la vid, el algodón,el azúcar y el olivo. Seguidamen-te, analizamos las relacionesentre actores y de los mismos conlas políticas públicas vinculadaspara entender los procesos ytransformaciones sucedidas enlas economías regionales de losaños recientes.

2.1. Posicionamiento de losactores intervinientes enel interior de los circuitosproductivos

2.1.1. TabacoEn Misiones, el circuito del taba-

co tipo burley (variedad predomi-nante en la provincia) está com-puesto por productores primariosy sus organizaciones de represen-tación de intereses, acopiadores yfuncionarios. La representacióngremial de los productores taba-caleros está a cargo de dos orga-nizaciones: la Asociación de Plan-tadores de Tabaco de Misiones

3 Sin abrir juicio de valor al respecto, aunque representa un ejemplo interesante, enreferencia a lo que podemos interpretar a partir de este aumento del tamaño de lasexplotaciones en Argentina, si comparamos con el tamaño de las EAP en EstadosUnidos, en 2002 el tamaño promedio de las mismas era de 178 ha. (sin modificacio-nes desde 1982 y un 10 % menos que en 1992), promedio 3,3 veces inferior en rela-ción a nuestro país. (http://www.nass.usda.gov/census/census02/volume1/us/st99_1_001_001.pdf)

4 De acuerdo a estimaciones del Banco Mundial, la pobreza rural alcanzaba al 73 % dela población y al 40 % la indigencia en el período más álgido de la crisis 2001-2002.Esos guarismos se han reducido sustancialmente, aunque en menor medida respec-to a los porcentajes referidos a todo el país.

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(APTM) y la Cámara de Tabacode Misiones (CTM).5 La primeraes una organización sindical fun-dada el 10-6-1983, en el contextodel denominado boom del burleyiniciado a fines de la década de1970 y asentada en la principalárea de acopio de tabaco (L. N.Alem, en el centro-sur provincial).La institucionalización de los pro-ductores en una organización derepresentación de intereses comola APTM tiene su raíz en la expan-sión del burley y en la crisis quesupuso la caída de la demandadel tipo virginia debido a cambiosen el mercado mundial. A diferen-cia de los sindicatos agrarios tra-dicionales, que responden a unestilo reivindicativo como en elcaso de las ligas agrarias, estaorganización cumpliría un papelde facilitador de la actividad pri-maria que es instaurada y gestio-nada por los acopiadores.

La segunda organización sindi-cal es la CTM. Fue fundada el 7-2-1999. Su surgimiento se vinculacon un conflicto interno no resuel-to en el seno de la APTM y quepresumiblemente tiene relacióncon el funcionamiento real de larepresentación. El titular de laCTM, que fue presidente de laAPTM durante el decenio 1987-

1997, afirma que se alejó de ésta“para no politizar la institución,” yaque había que respetar la plurali-dad de ideologías que caracterizaa los productores sin tomar parti-do en las elecciones a goberna-dor. Como contrapartida, observóla necesidad de constituir otraentidad. Una de las causas queesgrime es la de permitir al taba-calero optar por una obra socialdistinta a la de APTM.6

En una suerte de división territo-rial de la representación, la CTMse asienta sobre uno de los princi-pales municipios productores detabaco, San Vicente (nordesteprovincial). Como en el caso de laAPTM, posee relevancia en lavida social y política local y pro-vincial, siendo recurrente la visitade postulantes a la intendencia oa la gobernación en épocas elec-torales -con lo cual indudablemen-te es difícil no tomar partido poralgún candidato-. No obstante,desde la CTM se reivindica elestatus de colonos de sus dirigen-tes, como forma de distanciarsede la gestión de la APTM, posible-mente más burocratizada y tecno-crática.

En cuanto al sector agroindus-trial, cabe considerar que elnúmero y origen de acopiadores

5 En 2008 surgió en el área de El Soberbio una nueva organización que prestará servi-cios mutuales, obra social y asesoramiento profesional (Diario El Territorio, 9-1-2008).Su actuación se encuadra en el Movimiento Agrario de Misiones, entidad gremial quetradicionalmente se ocupó de los intereses de los pequeños y medianos productoresyerbateros y tealeros de la zona central de la Provincia.

6 En 1999-2000 y tras la escisión gremial de los tabacaleros que derivó en la constitu-ción de la CTM, el Gobierno Provincial abrió el padrón de tabacaleros, lo que posibili-tó la constitución de una nueva obra social dependiente del nuevo sindicato.

105Economías regionales

es temporalmente variable, regis-trándose salidas y entradas deempresas en lapsos de campa-ñas. Por caso, recientementeNobleza Piccardo ha retirado sufilial local de la escena.Presumiblemente, tal variabilidadtenga que ver con estrategiasempresariales en nivel global. Enla campaña 2006/07 la SAGPyAreconoció seis empresas dedica-das a la recolección de tabaco enMisiones: Alliance One (fusióninternacional entre Standard yDimon), Bonpland Leaf ArgentinaS.A., CIMA (subsidiaria de laCooperativa Tabacalera de Mi-siones -CT-), CT, Massalin Parti-culares y Universal Leaf TabacosS.A. Todas acopiaron burley, lasegunda y tercera también com-praron la variedad criollo misione-ro, mientras que la primera y últi-ma además de burley adquirieronlos últimos remanentes de lavariedad virginia. No obstante, enlo que respecta a la vinculaciónacopiador-productor verificamosque esta pluralidad de compañíasno es tal. Las seis empresas fun-cionan como razón social pero enrealidad las que efectivamente serelacionan con los productoresson CT, Bonpland, CIMA yTabacos Norte. Esta últimaempresa acopiadora es integradaigualitariamente por Alliance One,Massalin y Universal Leaf. En lacampaña 2006-2007 y según dis-tintos informantes, la compañíaacopiadora recién citada y CT

(cuyo principal cliente es la PhilipMorris) hegemonizaron la organi-zación directa de la producción ydan cuenta de más del 80 % delmercado de tabaco. Similar cifradel total de burley producido es laque se exporta a través de losdealers (clientes de los acopiado-res que determinan las calidadesy cantidades de producción).

Un elemento externo a las condi-ciones intrínsecas de la produc-ción de Misiones, es la organiza-ción productiva bajo la cual losacopiadores comandan las labo-res agrícolas. Al menos hasta ladécada de 1960 era habitual quedistintos comerciantes de las prin-cipales localidades del interiormisionero comprasen el tabaco alos productores para luego reven-derlo. Este esquema comenzó atransformarse con la aplicación dela ley 19800, sancionada en 1972y sobre la cual ahondaremos másadelante. La actuación de agentesextra-locales era frecuente hastaese entonces aunque a partir deldecenio de 1970 estos adquirie-ron relevancia inusitada. Hasta ladécada de 1980 el productor con-taba con relativa autonomía paraproducir y vender al acopiador desu preferencia. Esta situación semodifica cuando comienzan aintroducirse cambios en la rela-ción productor-acopiador y aco-piador-dealer mediante la difusióndel burley.7

Indudablemente, las propias

7 “Cualquier cultivo que tenemos acá en Misiones se impone porque es la empresa quepromueve el cultivo de ese determinado tipo” (Informante calificado, 23-05-2007).

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relaciones entabladas en el circui-to productivo son las que estable-cen las asimetrías en el poder denegociación y posicionamiento delos distintos actores más que lapropia modificación de la políticamonetaria posconvertibilidad. Ental sentido, consideramos relevan-te puntualizar las relaciones aco-piador-dealer y productor-acopia-dor. Respecto de la primera,desde la década de 1980 los aco-piadores de burley, integrados almercado de exportación, adoptanuna lógica productiva que en granparte es impuesta por los dealers.Gras (1997: 67) sostiene quedesde finales del decenio de 1970la relación entre acopiadores ydealers se estrecha bajo la formade contratos agroindustriales.Esto es consecuencia tanto de lareorientación de la produccióntabacalera argentina hacia laexportación, como de la aperturade nuevos mercados (por ejem-plo, Europa oriental) y de la con-centración del sector comerciali-zador internacional. En este esce-nario, los clientes establecen lascalidades y mezclas requeridasmediante acuerdos. En tales con-tratos los dealers aseguran lacompra de la producción antes dela cosecha e incluso financian ladifusión de tecnología, que luegolos acopiadores divulgan a losagricultores. Tanto en Misiones

como en Salta y Jujuy -las otrasprovincias argentinas con mayorproducción de tabaco-, las coope-rativas tabacaleras son un impor-tante brazo comercializador paralos productores (más allá de juz-gar la efectiva pertenencia deestas organizaciones a la econo-mía social).

Por otro lado, la relación acopia-dor-productor se encuentra nece-sariamente influida por las imposi-ciones fijadas por los dealers. Alinicio de la campaña, el agricultorfirma un contrato de produccióncon una empresa acopiadora, enel que se compromete a realizardeterminada cantidad y calidad detabaco. Como contrapartida, laempresa provee los insumosnecesarios para el inicio del ciclo(agroquímicos, semillas y el ase-soramiento técnico) que son des-contados al momento del acopio.El productor recibe los citadosinsumos en función del cupo quele entrega el acopiador, que esfijado en cantidad de plantas ykilos. El incumplimiento del con-trato por motivos extraagrícolaspuede deberse a una situaciónextraordinaria, por ejemplo, unsiniestro en la plantación o el tráfi-co de tabaco hacia el Brasil -donde la diferencia cambiariaposibilita una mayor renta a favordel productor-.8 Los acopiadores

8 En 2008, “una de las principales preocupaciones del sector tabacalero es la posibili-dad de que en esta temporada los productores locales empiecen a comercializar susproducciones con Brasil, alentados por los mayores valores [-que el vecino país pagapor el kilo de tabaco”. Es que más allá del límite internacional los tabacaleros recibi-rían $ 9 por kilo frente a los 5,75 promedio -sin considerar el aporte del FET que obtie-

107Economías regionales

comparten información de estos“malos productores” en casos deinfracción como el contrabandohacia el citado país como medidatendiente a disciplinar a los agri-cultores que hayan contravenidolas condiciones preestablecidas.

La relación de trabajo entre lasempresas y los agricultores se for-maliza mediante el citado contra-to. El productor lo suscribe encondiciones asimétricas, ya quesu capacidad de negociación esbaja o prácticamente inexistente.Los insumos adelantados por elacopiador generan un compromi-so de producción, ante el cual eltabacalero se endeuda y cede laautonomía de su producción enfunción de los requerimientos dela empresa acopiadora. Asimis-mo, estos insumos son los estipu-lados por este último y, llegado elcaso, el productor no puedeadquirirlos en los mercados loca-les.9 Las empresas también brin-dan asistencia técnica y financianmateriales para mejorar la infraes-tructura de producción, que luegoson descontados.

Entre enero y junio, los producto-res venden su tabaco a las citadascompañías. El precio de acopio sefija al inicio de cada campaña en

la Unidad de Coordinación. Sinembargo, el ingreso efectivamen-te obtenido depende de la calidadde la producción y de la posiciónnegociadora del agricultor en laclasificación del tabaco durante elacopio. La producción se abonade acuerdo con una escala deprecios, fijada por la SAGPyA enfunción de las siguientes particu-laridades referidas a las hojas: i)posición en la planta (las más cer-canas al suelo tienden a ser las depeor calidad); ii) calidad, en unaescala de valores fijada entre 1 y5; y, iii) color, dependiente delsecado. Indudablemente, la insufi-ciente presencia de inspectoresde la Dirección Provincial deTabaco durante la transacciónproductor-acopiador puede resul-tar desventajosa para el primero,que en su posición asimétricafrente al acopiador es más procli-ve a ceder la renta a favor de esteúltimo. Esta presunción suele serrespaldada por los propios agri-cultores, los cuales en generaldan cuenta de abusos y de inde-fensión a la hora de entregar suproducción.

No obstante, si nos retrotraemosal inicio del ciclo agrícola la subor-dinación del tabacalero comenza-

nen en Misiones-. Claro está que este negocio es ilegal, puesto que el productorincumple el contrato efectuado con el acopiador. Tal situación estuvo presente en elreclamo de centenas de productores por el precio del tabaco acordado para la cam-paña. Como una salida alternativa, finalmente la CT decidió tipificar más tabaco comode primera calidad, de modo de elevar el promedio en 25 centavos y el EstadoNacional se comprometió a otorgar otros 25 centavos a través del plan especial parala mejora de la calidad de vida de los colonos, financiado con recursos del FET.

9 No se recabaron evidencias para aseverar que los insumos adelantados sean cotiza-dos a precios mayores a los vigentes en los mercados agrotécnicos.

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ría en el momento mismo de laentrega de insumos y se reprodu-ciría con la fijación de precios.10

En definitiva, el circuito productivodel tabaco posee elementoscomunes a otros productos regio-nales (té, yerba mate) en el senti-do de las relaciones asimétricasque pueden entablarse al momen-to del acopio. Pero también cuen-ta con particularidades, como elhecho de ser una agricultura decontrato en la que la autonomíaproductiva del agricultor queda,por lo menos, cuestionada.

2.1. 2. VitiviniculturaEn las últimas dos décadas la

presencia de formas de organiza-ción social y de relaciones técni-cas de producción entre los suje-tos económicos de la cadena viti-vinícola (ver Anexo 1) han sufridofuertes transformaciones abarcan-do tales cambios tanto el períodoanterior como el posterior a ladevaluación de 2002.

En el encadenamiento producti-vo que va desde la materia primainicial básica -la uva- hasta el con-sumo final del producto elaborado-uva en fresco acondicionada,vino, mosto o pasas de uva- desti-nado al mercado interno o exter-no, las modificaciones de las res-pectivas tramas productivas cons-tituyen una secuencia temporal

perfectamente definidas . Los pro-fundos cambios arrancan en ladécada de 1980 al compás defuertes inversiones nacionales ydel exterior destinadas a definir unnuevo perfil de la trama productivay prosiguen en el decenio siguien-te. En el mismo se acentúa laextranjerización, mientras losmayores inversores adhieren a lalegislación promocional de losdiferimientos impositivos. En ladécada de 2000 se acentúa elproceso de transformación con unacelerado proceso exportador.Tales cambios contienen estosaspectos relevantes:

1. Un proceso sin interrupcionesy en permanente ascenso de radi-cación de capitales extranjeros yde grupos concentrados de la acti-vidad o de otras actividades pro-ductivas en los distintos eslabo-nes de la cadena productiva.Dado su definido sesgo exporta-dor, este proceso se fortaleciócuando la devaluación brusca-mente valorizó la rentabilidad delos segmentos del capital dedica-dos a producir vinos de calidadpara abastecer mercados interna-cionales. Al mismo tiempo, afian-zó la posibilidad de que vinoscomunes o mosto puedan ser pro-ducidos y comercializados conese destino, actividad que ha sidocompartida con bodegas de capi-tal nacional concentrado. La

10 En la medida en que el productor preserva la propiedad de la tierra y en ella empleaúnicamente su trabajo y el de su familia, al mismo tiempo en que crece su dependen-cia en relación al capital, lo que tenemos no es la sujeción formal del trabajo al capi-tal. Lo que esa relación nos indica es la sujeción de la renta de la tierra al capital (Pfr.Souza Martins, 1981: 175; citado en Etges, 1991: 128, la traducción es nuestra).

109Economías regionales

extranjerización acompañó elfenómeno de la expansión de lasempresas integradas verticalmen-te -que implantaron vides concepaje de alta calidad- a la vezque en bodegas construidas oadquiridas procesaron vinosvarietales de veloz inserción enmercados de consumo de altosingresos.

2. Incorporación de tecnologíaaltamente sofisticada para la pro-ducción de uva fina, manejo espe-cial de su cuidado, de los métodosde regadío y de las técnicas decosecha. Esta tecnología vinoincorporada a las inversiones deultramar, gran parte de las cualesestuvieron a cargo de empresasvitivinícolas internacionalmenteconocidas.

3. Declinación ininterrumpida delconsumo interno de vino comúnde mesa, desde el decenio de1980. Recién en el bienio 2006-2007, se pudo detener esa caída.Sin embargo, esta retracciónimplica la correspondiente dismi-nución de la capacidad de comer-cializar uva criolla para ser proce-sada como insumo para la obten-ción de vino de baja calidad, loque supuso un proceso de perma-nente descapitalización de lospequeños productores tradiciona-les que incidió en la incapacidadde reconvertir su plantación enfunción de la nueva demandaemergente en la región producto-ra.

Así, de entre los aproximada-mente 21.000 productores de uva

de todo el país, se puede inferircómo se distribuyen los producto-res nacionales en los diversossegmentos productivos sobre labase de la superficie de tales viñe-dos por estratos de tamaño:

“En el nivel nacional existen 15.586viñedos cuya superficie es inferior alas 5 has, según el CensoVitivinícola Nacional del año 2001.Si se aplica la relación sugerida poralgunos especialistas de 1,2 propie-dades por productor resulta unapoblación de 12.988 productoresque representan el 63 % del univer-so de viticultores que poseen el 17% de la superficie cultivada con vid(sobre un total de unas 210.000 ha)Asimismo existen 16.517 viñedos(13.764 productores) que no supe-ran las 10 has. Si bien es imprecisala caracterización del pequeño pro-ductor y utilizando como indicadorsólo la superficie que cultiva, nos dauna idea de la dimensión que tieneel problema de la pequeña empresay el minifundio en la cadena de pro-ducción vitícola” (COVIAR, 2006:10)

Entre 2000 y 2006, el total de losviñedos creció de 26.180 a26.882, mientras la superficie convides se incrementó de 201.113 a218.690 has. (INV: 2008). Esteproceso se ratifica si se recuperainformación referida a la antigüe-dad en las plantaciones de vid quese constataron en el último releva-miento del Instituto Nacional deVitivinicultura -INV- de 2006. Sise toman exclusivamente lassuperficies con viñedos destina-dos a vinificar se advierte que lasplantaciones efectuadas en losúltimos ocho años reúnen el 29 %

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del total, mientras que las efectua-das entre 9 y 15 años atrás (prác-ticamente al inicio del proceso dereconversión de la actividad)abarcaron el 13 % del total. Esdecir, entre ambos períodos, aun-que más acentuadamente en laera posconvertibilidad, las nuevasplantaciones de uva reúnen casiel 42 % del total de la superficiedisponible

Por otra parte, un dato adicionalcorrobora lo arriba expuesto.Según el INV (2006) entre 2000 y2006 las variedades incorporadasal inventario de viñedos fueronmayoritariamente de alta calidadenológica, comprendiendo lasdenominadas Malbec, con el 22%;Cabernet Sauvignon, con el 15 %;Syrah, con el 12 %; Bonarda, conel 10,6 % y otras variedades delmismo perfil reunieron el 21 %. Laestadística oficial rescata la plan-tación de uva criolla en un 4 % dela superficie total.El porcentajerestante representa cerca del 12% de dicho total y no tiene identi-ficación precisa. Estas transfor-maciones tuvieron efectos socia-les concretos: 1. Referidos a la población

(pequeño productor familiar).- Pauperización creciente del

sector, por falta de ingresossuficientes para afrontar elcosto de reproducción familiar.

- Envejecimiento poblacional, enla medida en que los agriculto-res de la vid de mayor edad nologran retener parte o toda sudescendencia, ante las desa-

lentadoras perspectivas deingreso a futuro y permanecenen las fincas;

- Migración interna, que es laresultante de lo arriba expues-to;

- Escasa o nula capacidad definanciamiento, dado el sucesi-vo fracaso de las experienciaspuestas en marcha por losorganismos especializados dela región o la banca estatal oprivada, La posibilidad de lle-gada a los canales de financia-miento formales resulta dificul-tosa por los requisitos impues-tos a más de que, si se conta-ra con tal aporte de capital enforma de crédito blando, lasposibilidades de reconversiónson escasas con ese solorecurso. La transformaciónestructural de la finca, tanto enmétodos de producción, plan-tación de nuevas vides, mane-jo de la gestión, modalidadesde comercialización, etc.adquieren, en tal reconversión,tanto o más significación eimportancia, ya sea por su inci-dencia directa como por lanecesidad de que se imple-menten en forma coordinadacon la recepción de los fondosrequeridos a tal efecto.

2 Referidos a la unidad producti-va.

- Viñedos envejecidos, comocaracterística saliente de laplantación, lo que los obliga aun reemplazo total si se pre-tenden adaptar a las nuevas

111Economías regionales

demandas de materia prima- Obsolescencia de factores de

producción, lo que se hace evi-dente en la dotación de bienesde capital, envejecidos o detecnología no adaptada a lasemergentes exigencias.

- Multifuncionalidad productiva,aspecto que se refiere a lamodalidad con que se encaranen la finca varias actividadestendientes a garantizar lareproducción simple de la uni-dad familiar a través de laestrategia dominante, que seorienta a la subsistencia antesque pretender la capitalizaciónde la unidad productiva.

- Integración horizontal y verticalerrática o escasa como signodistintivo de un estilo de ges-tión .

- Escaso nivel de representa-ción colectiva, manifestado porla no adhesión a organizacio-nes sociales que postulan ladefensa de los intereses gru-pales. Esta cuestión refleja unaactitud generalizada de aisla-miento o individualismo, frutode las dificultades de supervi-vencia .

- Bajo interés tecnológico, ca-racterizado por un difundidorechazo a la adopción de tec-nologías sofisticadas, con ele-vado impacto en la productivi-dad física de la producción. Enesta actitud juega un rol centralel ya citado promedio de edadavanzado que se observa en elnivel de conducción de las fin-

cas vinculadas con este sector.- Gran parcelación de tierras por

herencia, fruto de un sucesivoproceso de fragmentación delos predios cuando los trámitessucesorios asignan a cadaheredero la cuota-parte que lescorresponde. En la medida enque se trata de parcelacionesque afectan a unidades pro-ductivas de reducido tamañosu ulterior división en otras,aún menores en superficie,coloca a muchos productoresen la imposibilidad de seguirtrabajándolas en tanto lo quese obtiene como ingreso por loproducido se va tornando cre-cientemente inferior al costo dereproducción de la unidadfamiliar.

Todas estas caracterizaciones,basadas sobre un extenso listadode procesos económicos, socialesy ambientales que afectan dife-rencialmente a los productoresagrícolas (Collado y Torres, :10)ha ido impactando fuertementesobre la supervivencia de los viña-teros de menor dimensión y podernegociador durante todo el proce-so de transformación tecnológicay económica de la cadena vitiviní-cola. Este fenómeno queda clara-mente identificado con la constan-te desaparición -o el peligro ciertode que ello ocurra- de una franjamayoritaria de tales productores.En el Plan Estratégico de laVitivinicultura. que es el eje articu-lador de las políticas estatales apartir de 2004, se admite que8.000 productores (algo así como

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el 40 % del total) están en riesgode desaparecer (PEVI: 5).

2.1.3. Algodón Abandonado -en el año 2002- el

modelo de convertibilidad de tipode cambio fijo, el proceso deva-luatorio adquiere impulso. La pro-ducción nacional de bienes tran-sables -entre los que está incluidoel algodón- encuentra un escena-rio altamente favorable. Sinembargo, del conjunto de los pro-ductos agrícolas exportables -ocuyos valores internos dependende las cotizaciones internaciona-les- fue el algodón, muy posible-mente, el que menos beneficiosderivados obtuvo del cambio enlos precios relativos. La rentabili-dad del algodón no pudo crecer alritmo con que lo hizo la cotizacióndel dólar ni estuvo en condicionesde competir exitosamente conotros cultivos sustitutivos en eluso de la tierra.

El algodón ha sido una actividadeconómica característica de dis-tintas zonas del país, en particulardel noreste argentino. La produc-ción local ha cubierto tradicional-mente la demanda de la industriatextil nacional, generando saldosexportables. En los últimos añosde la década de los ‘90, la produc-ción comenzó a caer dramática-mente. “El área sembrada en laprovincia del Chaco, principal pro-ductora del país, rondaba antesde la crisis e 1.000.000 de ha y seredujo en pocos años a 160.000ha. Quiere decir que se perdió el84 % del área sembrada en dicha

provincia” (Capitanich, 2004: s/d). El proceso de regresión de áreas

sembradas, iniciado con el mode-lo neoliberal (con excepción dealgunas campañas) no lograrevertirse hasta el presente. ElINTA Estación ExperimentalFormosa-Chaco, tratando de bus-car respuestas a dicho fenómeno,se abocó a realizar un cálculohipotético de las ventajas o des-ventajas que poseía el monoculti-vo algodonero frente a una estra-tegia de incorporación de otroscultivos agrícolas a la actividaddel productor.

A fin de respetar las peculiarida-des de los diferentes tipos de pro-ductor, el estudio presentó tresmodelos alternativos de produc-ción que resultan caracterizadosen el cuadro Nº 1.

Una primera conclusión indicaque la rentabilidad crece acentua-damente si se transita de un pro-ductor pequeño -aunque capitali-zado- a otro considerado medianoy, finalmente a un tercero identifi-cado como grande. El tamaño delpredio actúa como factor neta-mente favorable a la crecientetasa de ganancia de cada tipo deproductor. En ello influyen, sinduda, no solamente los diferentesniveles de inversión sino tambiénla “mezcla” de cultivos agrícolas.El algodón es, por definición, uncultivo con mayor cantidad derecursos monetarios utilizados porunidad de superficie por losrequerimientos que poseen encuanto a costos de la siembra, del

113Economías regionales

proceso de manejo de la planta y,finalmente, de la etapa de recolec-ción. La inclusión de la soja, sinduda, acrecienta la tasa de renta-bilidad del productor mediano ygrande en relación con el peque-ño.

Es importante puntualizar quela inversión por unidad de superfi-cie se eleva a poco más de 2.400pesos en los productores denomi-nados pequeños para pasar aalgo más de 2.600 pesos en losmedianos y llegar a alrededor de1.700 pesos en los grandes. Esdecir, no hay diferencias sustan-ciales en los niveles de inversiónponderados por la cantidad dehectáreas dedicadas a la activi-dad agrícola por lo que la atencióntendría que centrase sobre losgastos directos, es decir el montode capital de trabajo que marca,sobre todo, la utilización de fuerza

de trabajo contratada y el uso deinsumos para elevar la productivi-dad. Las diferencias entre los dis-tintos tipos de productores tampo-co, en este caso, obedecen estric-tamente a los recursos invertidosen el proceso productivo propia-mente dicho. Así, pasan de ser670 pesos por hectárea en lospequeños capitalizados a 680 enlos medianos y, finalmente, llegana 660 pesos en los grandes. Encambio, si se acude a similar aná-lisis en relación con el ingresoneto por hectárea, surgen eviden-tes diferencias. En el caso delpequeño, este índice alcanza a $21 por unidad de superficie, creceen los medianos a $150 y losgrandes obtienen un ingreso netopor hectárea de 343 pesos.

Sea cual fuere el motivo centralde estas notorias desigualdadesen la capacidad de generar ingre-

Cuadro Nº1. Estimación de la rentabilidad en la producción agrícola chaque-ña según tipo de productor. Campañas 2001/2002

Sistemas productivos (has.) Pequeño Mediano Gran productor productor productor

Superficie operada total 80 300 2.200Superficie en algodón 80 200 1.600Soja 100Soja siembra directa 400Maíz siembra directa 200Ingreso neto anual (en pesos corrientes) 1.732 45.103 754.605Capital (en pesos corrientes) 197.336 798.721 3.821.046Rentabilidad en %(Ingreso/Capital) 0,9 5,6 19,7Fuente: Elaboración propia sobre Cámara Algodonera Argentina. Revista anual 2002,Buenos Aires, noviembre de 2002, página 16.

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sos, no cabe duda de que la diver-sificación agrícola y el tamaño dela unidad de producción juegan afavor de una mayor rentabilidadpor unidad de superficie y por uni-dad de capital invertido. Lo queobtiene el pequeño productor enel ciclo anual cultivando solamen-te algodón en volúmenes que sepueden estimar como adecuadospara obtener ingresos para satis-facer las necesidades básicas deuna unidad familiar, debido a lasituación específica de este pro-ducto agrícola al momento deefectuarse el estudio resulta uningreso neto insuficiente paracumplir tal cometido.

Enfrentado a la decisión desembrar para la campaña 2003-2004, el agricultor chaqueñoafrontaba costos e ingresos clara-mente contrapuestos entre elalgodón y la soja. Según el INTAReconquista de la provincia deSanta Fe, los niveles de preciosdel mercado de comercializaciónmuestra una brecha favorablepara el algodón (213 dólares lahectárea cuando por la soja sepagaba 159 dólares la hectárea).Pero esa diferencia no sólo secompensa con los costos de dis-tinto tipo sino que se vuelve nega-tiva en la rentabilidad del algodón.El grupo de técnicos de la citadaAgencia Experimental del INTAagrega, que el costo de implanta-ción muestra una acentuada ven-taja para la oleaginosa frente a sucompetidor “mientras que la sojainsume por hectárea 112 dólaresel algodón requiere 227 unidades

de la misma moneda”. A ello sedebe agregar el riesgo precio, quese refiere a su inestabilidad en elmercado nacional debido a lasoscilaciones del internacional y lalimitada información que posee elproductor algodonero de su evolu-ción de los mismos, aspectos queen la soja están obviados por unatransparencia informativa muchomayor y una más reducida incerti-dumbre a futuro, pues en esteaspecto funcionan los mercados atérmino en las principales Bolsasde Cereales del país.

El precio del algodón en bruto,iniciadas las tareas para la siem-bra de la campaña 2002/2003, erapróximo a los 700 pesos por tone-lada. Este valor todavía era insufi-ciente a los efectos de generar unrepunte significativo en la superfi-cie a cultivar dado que, estimacio-nes contemporáneas asignaban ala tarea respectiva un costo porhectárea de 1.000 pesos, lo queimplicaba que la productividad porunidad de superficie debía ascen-der a valores aproximados a los1.500 kg, nivel raramente alcan-zado en campañas anteriores ycasi imposible de obtener en lospredios de los pequeños produc-tores a fin de asegurar rentabili-dad.

Esto nos hace considerar que, apesar de estar dadas las ventajasde obtener un mejor precio deventa a partir de las nuevas rela-ciones de cambio monetario y delaumento de la demanda interna einternacional; los factores climáti-cos, las plagas y la contaminación

115Economías regionales

del algodón atentan contra lamaximización de la producción ycomercialización para la mayoríade los productores.

Consecuentemente, la fuerteinstalación de los cultivos alterna-tivos al algodón poco antes de ladevaluación (especialmente lasoja), no se modificó luego de pro-ducido el cambio en los preciosrelativos, lo que supone su incor-poración al comportamiento delmediano y gran productor algodo-nero que los adopta en forma defi-nitiva.

Los productores minifundistas ylos pequeños productores repre-sentan el 85% del total de los pro-ductores de algodón, sin embargono pueden sostener el incrementonecesario de producción de algo-dón pese a algunas políticas deadelanto de insumos, compra de

la producción con precios sostén,apoyo en la comercialización, etc.Sus esfuerzos, debido al bajo ren-dimiento de su producción -conse-cuencia de la escasa o nula tecni-ficación y acceso a pesticidas ysemillas de alta calidad-, apenasles permiten una economía desubsistencia. La rentabilidad sóloes posible a productores que dis-ponen de grandes extensiones detierras para el cultivo. Sólo paraaquellos que, en el decenio de1990, se vieron favorecidos por lapolítica cambiaria de paridadentre pesos y dólares, el acceso acréditos para compra de maquina-rias e insumos en el exterior y quepudieron afrontar los costos demejoramiento del cultivo propicia-do por empresas internacionalesque dominaron el mercado de lassemillas transgénicas y de plagui-cidas.

Cuadro Nº 2. Precio promedio mensual de algodón bruto pagado en des-motadoras de la provincia del Chaco en pesos por tonelada

Meses/Años 1999/00 2000/01 2001/02 2002/03 2003/04* 2004/05*Enero 610.00Febrero 365.00 268.64 405.52 1235.46 1315.99 690.97Marzo 342.92 226.82 439.71 1442.75 1162.19 711.12Abril 330.19 204.82 524.75 1099.37 1049.69 642.34Mayo 293.25 199.61 630.56 1007.20 903.24 605.87Junio 266.97 186.28 691.54 985.06 898.03 585.37Julio 226.88 167.04 645.83 965.96 792.19 561.86Agosto 213.75 168.81 666.63 919.11 679.20 549.70Septiembre 580.00 519.90Prom. Anual 288.03 193.38 586.15 1130.89 988.22 624.98Fuente: Ministerio de la Producción, Provincia de Chaco. Estadísticas algodoneras,2006*sujeto a reajustes. Los precios son sin descuentos de tipo impositivos y/o previsio-nales.

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“La disminución en los costos,flexibilidad en las operaciones delproceso productivo, aspectosrelacionados a la logística decosecha y comercialización,ampliación de los grados de liber-tad disponibles en errores operati-vos y de las ventanas de oportuni-dad de las tareas, hacen una com-binación de factores que facilitanenormemente el trabajo del pro-ductor, requiriéndole menor dedi-cación de capitales, tiempo yatención en los procesos (...) Elalgodón perdió competitividadfrente a la soja, que lo ha despla-zado en la decisión de siembra dela mayoría de los medianos ygrandes productores. Solamentecontinúan sembrado en cantida-des significativas proporcional-mente al tamaño de las empresas,los minifundistas, los productorespequeños y algunos medianos(...)Cualquier política que se quie-ra instrumentar que no tenga encuenta los cambios estructuralesde la oferta (o de la menos aproxi-madamente un 75% de su volu-men potencial), ni utilice criteriosde segmentación de poblacionesobjetivo; que no contemple com-ponentes destinados a disminuirlas asimetrías (tecnológicas, lega-les, financieras, logísticas y otras),difícilmente logre el objetivo devolver a ser un país con actividadalgodonera sustantiva y con pre-sencia significativa en los merca-dos internacionales. La disyuntiva

es ser: “un país algodonero”(abastecedor del mercado internoy fuerte exportador) o un “país conalgodón” (eventualmente abaste-cedor de su mercado interno oimportador de fibra y sin exporta-ciones de relevancia)11”.

Las ventajas comparativas y lasposibilidades de exportación quese abrieron para el cultivo de ole-aginosas, en especial para la soja,permitieron que año a año. a par-tir de 2000, se incrementaran lashectáreas destinadas a su cultivoen detrimento de los productostradicionales. La soja, primera-mente cultivada en la región cen-tral de nuestro país, fue expan-diendo sus fronteras de modo talque aquellos medianos y grandesproductores algodoneros de laprovincia del Chaco que pudieronreconvertirse tecnológicamenteen los noventa aseguraron susganancias -evitando las amena-zas de las sequías y de las varia-ciones de los precios del algodónen el mercado internacional- vol-cándose hacia las oleaginosasque, además y a diferencia delalgodón, requieren de escasamano de obra y no generan dema-siada incertidumbre en cuanto asu rendimiento final.

La cantidad de hectáreas desti-nadas a la siembra de soja -talcomo lo indica el gráfico Nº1- fue-ron sustraídas de la superficieantes destinada al cultivo de algo-dón.

11 Delssin, Eduardo A. Algodón: consideraciones sobre la oferta en Argentina.Publicación Técnica N° 25 INTA EEA-Reconquista. Octubre de 2005

117Economías regionales

Los predios reconvertidos enmuchos casos son producto de lacompra de tierras a pequeños ymedianos productores por partede grandes productores o de con-sorcios que provienen de otrasprovincias de la zona central delpaís y que expanden sus nego-cios hacia territorios antes impen-sados para el cultivo de oleagino-sas. También muchos medianosproductores -en especial de laProvincia de Córdoba- venden oalquilan sus tierras y, por un costomenor, compran o arriendan enChaco mayores extensiones pre-diales. Es este otro factor quefavorece la concentración degrandes extensiones en manos depocos productores.

“La disminución en los costos, fle-xibilidad en las operaciones del pro-ceso productivo, aspectos relaciona-dos a la logística de cosecha ycomercialización, ampliación de losgrados de libertad disponibles enerrores operativos y de las ventajasde oportunidad de las tareas, hacen

una combinación de factores quefacilitan enormemente el trabajo delproductor, requiriéndole menor dedi-cación de capitales, tiempo y aten-ción en los procesos [p. 14]. […] Elalgodón perdió competitividad frentea la soja, que lo ha desplazado en ladecisión de siembra de la mayoríade los medianos y grandes produc-tores. Solamente continúan sem-brando en cantidades significativasproporcionalmente al tamaño de lasempresas los minifundistas, los pro-ductores pequeños y algunosmedianos [p. 17].” (Delssin, 2005)

Cabe señalar que quienes aúncontinúan sembrando algodónson aquellos que no puedenafrontar los procesos de tecnifica-ción y mecanización necesariospero que, por razones culturales yde endeudamiento, no se ade-cuan a un cambio o diversificaciónde su producción, o no tienenopciones para hacerlo.

En definitiva, quienes tuvieron laposibilidad de reconvertirse tecno-lógicamente adquiriendo máqui-

Gráfico Nº 1. Evolución de la superficie sembrada con algodón y soja en laProvincia del Chaco entre 1992 y 2005

Fuente: Delssin (2005).

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nas sembradoras, cosechadorasy desmotadoras apropiadas paraproducir más algodón (en bruto oen fibra) y reducir, al mismo tiem-po, la necesidad de mano de obraen el proceso productivo. Pese alos cambios económicos, comoveremos más adelante, en laactualidad, el pequeño productorminifundista algodonero que aúnprosigue en el circuito es que notienen otra alternativa posible deinserción laboral -por su edad yescasa capacitación-; que produ-cen a escala reducida, en formamanual, sin equipamiento, sinacceso a financiación y comercia-lizando lo producido sin opcionesa obtener un precio competitivo.En 2006 sus ingresos no solíansuperar los $ 400 mensuales.Hasta el momento, y por la ayudarecibida mediante planes provin-ciales de cooperación y sostén, elcultivo tradicional les permite unaeconomía de subsistencia sinposibilidades de alcanzar un pro-ceso de acumulación. Las nuevasgeneraciones sin capitalizaciónprevia y sin acceso a la tierra porel proceso de concentración que-dan relegadas del circuito y optanpor trasladarse hacia espaciosurbanos.

2.1.4. AzúcarEn el circuito azucarero se distin-

guen dos grandes grupos de acto-res: los vinculados con la produc-ción primaria y los representantesdel sector industrial. Cada uno deestos grupos muestra una claraheterogeneidad en su interior y

una distinta capacidad de apropia-ción del excedente de la actividadproductiva. En las provincias deSalta y Jujuy existe una casi totalintegración entre la producciónprimaria y la industrial, lo que nosucede en Tucumán, aunque enlos últimos años ha crecido la can-tidad de tierra tucumana controla-da por los ingenios mediante lapropiedad directa o la agriculturade contrato. Es por eso que cuan-do hagamos referencia al eslabónprimario, el énfasis estará puestoen lo que sucede en Tucumán.

Entre los productores indepen-dientes de caña de azúcar todavíapersisten miles de unidades conescala insuficiente como para jus-tificar el uso de cosechadora. Deacuerdo con datos del CNA 2002,el 72,6 % de las explotaciones deTucumán tenía menos de 15 ha yen total representaban el 12 % dela superficie provincial con cañade azúcar. En este rango seencuentran EAPs con formas deproducción no capitalistas, esdecir, basadas sobre el trabajofamiliar en lugar del asalariado.También es posible hallar EAPsdonde la principal fuente de ingre-sos de sus dueños no proviene dela misma, ya sea porque hanmigrado a la ciudad conservandola propiedad de la tierra o porquesiguen viviendo allí pero ofrecensu fuerza de trabajo en otras acti-vidades económicas rurales y/ourbanas.

En el otro extremo, hay grandesunidades de perfil marcadamentecapitalista que no sólo recurren al

119Economías regionales

trabajo asalariado sino que soncapaces de incorporar rápidamen-te los adelantos técnicos, funda-mentalmente modernas cosecha-doras y variedades de caña conmejores rendimiento que las tradi-cionales. Según el CNA 2002, el4,9 % de las explotaciones de laprovincia de Tucumán tenía másde 100 ha de superficie y en totalrepresentaban el 62,7% del áreaprovincial con caña de azúcar. Sicomparamos estos datos con losdel CNA de 1988 no sólo seobserva un aumento de la con-centración de la propiedad de latierra, sino que también hay unadrástica caída en el número deproductores: se reducen de 9.711a 5.364. También se registra unaumento de la superficie prome-dio de los cañaverales, lo que estáestrictamente ligado con la mayorescala con la que se está produ-ciendo, especialmente a partir dela introducción de la cosechadoraintegral.

Con la mecanización de la cose-cha se produjo una fuerte expul-sión de fuerza de trabajo, aunqueno existen cifras confiables sobrela magnitud del fenómeno. LaFederación Obrera Tucumana dela Industria Azucarera (FOTIA)estima que de los 45.000 zafrerostransitorios de los años setenta,permanecieron alrededor de15.000, aunque algunos investi-gadores consideran que la reduc-ción fue aun mayor (Giarracca,Bidaseca, Mariotti, 2001: 313).

Históricamente, cuando la cose-cha se realizaba de forma manual,Tucumán era receptora de migra-ciones “golondrinas” durante losmeses de la zafra. Estos flujoshacia la provincia perdieronimportancia, pero aún persisten.Trabajadores migrantes deSantiago del Estero llegan anual-mente a los campos de los depar-tamentos limítrofes de Cruz Alta,Leales y Simoca. También sonrelevantes las migraciones de sal-teños, jujeños y, fundamental-mente, de otros departamentos deTucumán, como Tafí del Valle yTrancas. Ya no es tan habitualque cada trabajador venga con sufamilia sino que se ha acentuadoel carácter individual y masculinode la migración. La mayor partede las contrataciones se hace pormedio de intermediarios.

Pero el tipo de migración másrelevante en los últimos años es laque tiene a Tucumán como ori-gen, no como destino. Se estimaque durante los meses de noviem-bre a marzo más de 10 mil tucu-manos migran hacia otras provin-cias. Pueden ir a un único destinoo escalonar varias cosechasseguidas, entre las que se puedencitar: el cultivo de tabaco en Saltay Jujuy, vid en Mendoza, frutalesen Río Negro y frutales en SanPedro (Buenos Aires) entre otroslugares. En muchos casos, elGobierno de Tucumán dispone deómnibus para trasladar a los tra-bajadores a otras provincias.12

120 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

12 Un informe actualizado sobre las migraciones de trabajadores desde y hacia Tucumánpuede encontrarse en Ortíz de D’Arterio (2007).

En cuanto a los agentes econó-micos industriales, existen en elpaís 23 ingenios azucareros: 15en Tucumán, 3 en Jujuy, 2 enSalta, 2 en Santa Fe y 1 enMisiones. Comparado con otrossectores industriales, es reducidoel número de establecimientos yexisten grandes diferencias encuanto al poder de mercado. Laconcentración de la producciónmanufacturera suele ser analiza-da a partir de dos categorías: laconcentración técnica y la econó-mica. La primera de ellas tiene alestablecimiento productivo comounidad de análisis mientras que lasegunda se centra sobre laempresa.

En 2007, los cinco principalesingenios -Ledesma, Concepción,San Martín del Tabacal, La Floriday La Providencia- produjeron el53% del azúcar total, pero si mira-mos la concentración económicavemos que casi el 63 % de la pro-ducción está en manos de 5 gru-pos empresarios. Seguidamentese hace un breve recorrido por lasprincipales empresas que operanen el sector.

En primer lugar hay que mencio-nar el caso de ATANOR, empresaagroquímica que tiene como unade sus actividades principales laelaboración de glifosato, herbicidaque junto con la siembra directa ylas semillas transgénicas -en par-ticular la soja RR- conforman elpaquete tecnológico que seexpandió rápidamente en loscampos argentinos desde media-

dos de la década de 1990. En2001 el grupo empresario sequedó con el Ingenio Marapa bus-cando abastecerse de uno de susprincipales insumos, el alcohol.Cuando en 2003 adquiere elIngenio Leales, se involucra en elnegocio del azúcar mediante unconvenio por el cual se convierteen el principal proveedor de laembotelladora regional de CocaCola (Revista Contexto, 2003).Pero el gran salto lo da cuando en2005 se adjudica el mayor ingeniode Tucumán, el Concepción,aprovechando la delicada situa-ción financiera por la que atrave-saba el mismo (Diario La Nación,2005). En 2006 los tres ingeniosdel grupo elaboraron el 19 % delazúcar del país, consolidándosecomo la primer empresa en pro-ducción. Parte de la elaboracióndel Ingenio Concepción es azúcarcrudo, destinado a los mercadosde exportación, mientras que enMarapa y Leales sólo se produceazúcar blanco.

El Ingenio Ledesma, el mayordel país, sigue siendo el estableci-miento individual con más produc-ción de azúcar -casi el 17 % deltotal-, pero en el nivel empresa hasido superado por los tres inge-nios pertenecientes a ATANOR.Sus intereses se encuentrandiversificados en un gran númerode actividades: papel, frutas ycítricos, jugos concentrados, gra-nos, ganadería y petróleo. En laactualidad disputa el control delIngenio La Esperanza, declaradoen quiebra. Otra empresa intere-

121Economías regionales

sada en el control de este ingenioes Seaboard Corporation, quiendesde 1996 controla el IngenioSan Martín del Tabacal, terceroen importancia en el nivel nacio-nal.13

Existen otros grupos industrialesliderados por empresarios localesde larga tradición en la actividadazucarera. A través de distintasfirmas, el empresario tucumanoJorge Rocchia Ferro controla losingenios La Florida, Aguilares y,desde diciembre de 2007, el CruzAlta. Estos tres ingenios fueronresponsables de cerca de 10% dela producción de azúcar en 2007.El grupo Jose Minetti & Cía. con-trola los ingenios La Fronterita yBella Vista (8,2 % de la produc-ción de azúcar en 2007) mientrasque el empresario Julio Colom-bres es responsable de los inge-nios Santa Bárbara y Nuñorco(7,3 % de la producción).14

Un párrafo aparte merece elgrupo ARCOR, primer exportadormundial de golosinas, quesiguiendo una estrategia de inte-gración vertical compró en 1994 elsegundo ingenio de Tucumán: LaProvidencia. A partir de esemomento inició una serie de inver-siones destinadas a reconvertir ymodernizar el ingenio, dejando de

producir azúcar crudo y concen-trándose en el azúcar blanco queutiliza como insumo. El resultadoproductivo fue espectacular: en2006 elaboró más de 130.000 tnde azúcar contra las 37.000 queprodujo en 1993. Hoy, LaProvidencia es el quinto estableci-miento industrial azucarero delpaís, habiendo producido en 2007el 5,5 % del azúcar del país.

Con la desregulación económicay la desarticulación del sistema demaquila que imperaba en el dece-nio de 1980, han aparecido nue-vas formas de comercializaciónentre el campo y la industria, sien-do la agricultura de contrato lamodalidad más difundida en todala agroindustria, no sólo la azuca-rera. Como hemos destacado alinicio del apartado, no es necesa-rio que exista una integración ver-tical plena -de propiedad- paracontrolar el proceso productivo ensu conjunto. Con la integraciónvertical por contrato se consiguetrasladar al eslabón más débil losimpactos originados en la inesta-bilidad de precios, las variacionesclimáticas, etc.15 Otra modalidadcomún es el arriendo de tierraspor parte de los ingenios, que sehacen cargo tanto del servicio decultivo como de cosecha.

122 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

13 Diario La Gaceta, 25-02-2008. “Cuatro grupos se disputan el ingenio, La Esperanza,de Jujuy”.

14 En la edición del 05/12/07 del diario La Gaceta se describen brevemente estos gru-pos.

15 Un ejemplo de este tipo de contrato es el que firmó en 2001 ARCOR con laCooperativa de Campo Herrera, la cual sostiene a unos 2000 trabajadores, por el cualla empresa se asegura la realización de inversiones necesarias para mejorar el rendi-miento de la caña a cambio de asesoramiento tecnológico y financiero.

2.1.5. OlivoEl circuito del olivo no se mantu-

vo ajeno al esquema concentra-dor repetido en distintas regiones.Esto se verifica tanto en su distri-bución geográfica y en el tamañode las explotaciones como en laexistencia de actores claramentediferenciados. La heterogeneidaden el interior del sector olivícola severifica también en la diversidadde los modelos productivos quemanifiestan diferencias de cali-dad, destino, antigüedad y paque-te tecnológico utilizado.

A grandes rasgos, existe unaamplia cantidad de pequeños ymedianos productores mayormen-te ligados con la agricultura tradi-cional, y una minoría de producto-res de mayor tamaño, más moder-nos, que han crecido con el impul-so de los diferimientos impositivosy cuyo dinamismo está ligado conla producción de aceite para laexportación.

Según datos del CNA 2002, elprimer subgrupo de medianosproductores que explotan entre5,1 y 10 ha, abarcan 1.863 ha yrepresentan un 2,6 % de la super-ficie total del país plantada con oli-vos. De este conjunto, el 65 % deellos se encuentran en la provin-cia de Mendoza, el 13 % en LaRioja, el 10 % en San Juan y el9% en Catamarca. El siguientegrupo comprende a medianosproductores pero cuyas plantacio-nes se ubican entre 10,1 y 25 ha.Éstos abarcan una extensión de3.090 ha, representando el 4 % de

la superficie total plantada. Lamayoría de ellos se encuentratambién en Mendoza sumando el60 % de esa superficie.

Si junto con los medianos, seconsidera al conjunto de produc-tores que abarcan superficies deentre 0 y 25 ha, se llega a un totalde 7.315 ha de superficie implan-tada. Este número da cuenta de laalta concentración en la propiedadde la tierra, ya que tal cifra tansólo representa el 10 % de lasuperficie con olivos del total delpaís.

De acuerdo a la SAGPyA (2007),la mayoría de las empresas pro-cesadoras de aceituna para con-sumo en fresco, se ubican en lasprovincias de La Rioja y Mendoza.Para 1999, éstas concentraban el80 % de la producción. Por otraparte, sólo 4 empresas explican el70 % de la producción del país, loque manifiesta la alta concentra-ción que presenta el sector. Sibien la mayor parte de los nuevoemprendimientos con diferimien-tos se dedican a la exportación deaceite, el cambio en los preciosrelativos hizo crecer la exporta-ción del sector en general. En2006, las exportaciones de aceitu-nas de mesa fueron récord tantoen valor como en volumen. Seexportaron 80410 t, por un valorde US$ 92.000.000 y la Argentinaha llegado a ocupar el cuartopuesto como exportador mundialdel producto. De las 101 empre-sas exportadoras, sólo 6 repre-sentan el 69 % del volumen expor-tado.

123Economías regionales

En el caso del aceite de oliva, en2006 la Argentina exportó 14.305t por un valor total de US$57.000.000, una cifra récord en elnivel histórico. Respecto a lacomercialización mundial de acei-te de oliva. De las 96 empresasexportadoras de aceite, sólo 6explican 52 % del volumen expor-tado, lo que da cuenta de la con-centración que también manifiestaeste sector. De acuerdo con esti-maciones propias la Argentinaexporta el 65 % de su producciónde aceite de oliva.

Como se adelantó, las diferen-cias entre los actores que compo-nen el circuito productivo del olivo,no sólo se justifica en el tamañode las plantaciones. Coincidencon esto las modalidades de culti-vo que cada grupo de actoresadopta. Es posible identificar dosmodalidades de cultivo y explota-ción, uno tradicional y otro másmoderno ligado a los nuevosemprendimientos que en generalse han beneficiado con los diferi-mientos impositivos. La primerade ellas es más afín a los peque-ños productores y se caracterizapor la aplicación de riego (conaguas de superficie, de río, subte-rráneas o mixtas) y por la bajadensidad de plantas por hectárea.Además, en esta modalidad decultivo, la poda y la cosecha sehacen en forma manual y general-mente no se utiliza la fertilización.En el caso de los productores máspequeños, éstos suelen tener quevender su cosecha a acopiadorespara comercializar el producto.

Es importante aclarar que dentrodel grupo de pequeños y media-nos productores tradicionales,existen también diferencias cuali-tativas. Conviven en esa agrupa-ción los pequeños productores desubsistencia que no han logradouna capitalización y que seencuentran rezagados por cues-tiones técnico-estructurales juntocon productores que sí han logra-do capitalizarse, son técnicamen-te más eficientes, no venden aacopiadores y generalmente danalgún procesamiento industrial ala materia prima. Estos últimossuelen ser productores medianosy a diferencia de los primeroslogran obtener una rentabilidadconsiderable.

Por otra parte, las plantacionesde los grandes productores utili-zan modernas tecnologías quemuchas veces han sido incorpora-das gracias a los beneficios que laley de Diferimientos otorga. Estetipo de cultivo es mucho másintensivo, con mayor densidad deplantas por hectárea y menoresdistancias de plantación. Tambiénutiliza riego pero por goteo omicroaspersión y cuenta con ferti-lización asistida. Por último, lapoda y la cosecha se realizan deforma mecánica por lo que es unamodalidad de cultivo que requieremínimos niveles de fuerza de tra-bajo.

Sobre la relación del pequeñoproductor con el resto de los esla-bones del circuito productivo

Para poder completar el análisis

124 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

de la posición de la pequeña pro-ducción es preciso situar su lugaren relación con todo el circuito. Laproducción total de aceite de olivaen la Argentina fue de 22.000 tpara 2006 y su distribución geo-gráfica se transformó notablemen-te a partir de los diferimientosimpositivos. La maduración de losnuevos emprendimientos produc-tivos cambió significativamente ladistribución geográfica de la pro-ducción de aceite de oliva, modifi-cando el peso relativo en la pro-ducción que posee cada una delas provincias en dicho sector.

En la actualidad la concentraciónde los emprendimientos beneficia-dos con la ley 22.021 -sancionadaen 1979- hizo crecer fuertementela producción en las provincias deLa Rioja, Catamarca y San Juan,donde la instalación de fabricasprocesadoras ha concentrado laproducción en esas provincias.Actualmente, cerca del 85 % de lacapacidad de procesamiento de laindustria olivícola se encuentra enla región de Nuevo Cuyo, endonde lidera aún Mendoza, perocon el 37 % y la siguen La Rioja ySan Juan con participaciones delorden del 23 al 25 % en cada caso(Ibidem). Catamarca aumentófuertemente su capacidad de pro-cesamiento y está a la altura delas otras provincias. Se observaque el mayor crecimiento en lacapacidad instalada se produceen esa provincia, donde se esperaque la capacidad global se tripli-que (Ibidem). Cabe aclarar queesta provincia se constituirá en el

principal centro de producción deaceite de oliva de Latinoamérica.La ampliación a la fase industrialde los nuevos emprendimientosestá cambiando el antiguo pano-rama.

En relación con el procesamien-to, mientras que durante las déca-das de 1970 y 1980, la pequeñaproducción proveía de materiaprima a la siguiente fase indus-trial, actualmente esta reconfigu-ración se encuentra basada sobrela provisión de los nuevos produc-tores que se desarrollaron al calorde los diferimientos, desplazandoal tradicional incluso en el papelde proveedor a bajo costo.

Respecto del fraccionado deaceite de oliva y venta al públicoel panorama de concentración esaún mayor, 60 % del mercado esabastecido por empresas que sinser productoras fraccionan aceite,entre las cuales se destacanMolinos Río de la Planta con lasmarcas Lira y Cocinero, yRefinerías de Maíz con Mazzolacomo marca destacada.(AACREA, 2005).

La SAGPyA (2003a) estima queen la Argentina hay más de 90empresas procesadoras de acei-tunas, y la mayoría se ubican enlas provincias de La Rioja yMendoza. En 1999 esas dos pro-vincias concentraron el 80 % de laproducción. Cuatro empresasabarcan el 70 % de la producciónnacional, lo que refleja su altaconcentración. Las principalesempresas son: Agroaceitunera,

125Economías regionales

Fidencio Yañez, y Exprodar.También se procesan aceitunasen las provincias de Córdoba ySan Juan. Al principio de la déca-da de 1990 la zona más importan-te en la producción se situaba enMendoza y le seguía La Rioja. Laprincipal variedad era la Araucocon el 70 %. Con los nuevosemprendimientos la variedadManzanilla fue desplazando a laArauco y la producción fue giran-do hacia La Rioja.16

Sin embargo, y para agregar a loya mencionado podemos decirque hacia fines de 2001 no existíauna integración vertical extendidaen el conjunto del sector (CFI,2001). En las provincias producto-ras son contados los ejemplos enque los productores de aceitunasprocesan su producción. Lamayor parte de la materia primade las grandes procesadoras eraadquirida a los grandes producto-res o a comercializadores. Ya porentonces se contaba con unimportante número de pequeñasempresas artesanales, que ubica-das en su mayoría en La Rioja yMendoza, ofrecían cerca de 20variedades de productos directa-mente al mercado de consumo.

En la cadena, los industrialescompran la materia prima directa-mente a los grandes productores,antes de la cosecha; los peque-ños venden su producción a losacopiadores, que son quienesproveen de materia prima junto alos grandes, a los establecimien-

tos industriales. Mediante estaforma se comercializaba enMendoza cerca del 50 % de laaceituna cosechada, mientras queen San Juan, Córdoba y La Riojaese porcentaje puede trepar hastael 70 %.

Los medianos y los grandes ven-den su producción a las grandesindustrializadoras, previo a lacosecha, recibiendo el pago totaluna vez finalizada.

Para la totalidad, las grandesindustrias son los agentes conmayor incidencia en la determina-ción del precio interno de la mate-ria prima para cada período. Paraaceite de oliva se contaban 59empresas registradas distribuidasprincipalmente entre Mendoza,San Juan y La Rioja.

El aceite de oliva se comercializael 70 % por intermedio de super-mercados, mientras que alrededordel 20 % se destina a grandesconsumidores directos como res-taurantes, hoteles, etc. Las aceitu-nas de mesa se comercializaban,para el mismo período, entre un60 y 65 % en supermercados,aunque en algunas provinciascomo Mendoza y Córdoba esteguarismo se ubicaba entre 70 y 80por ciento.

De todos modos, la situacióndescripta, acompañando el proce-so de maduración de emprendi-mientos de los diferimientos fuereconfigurando grandes empren-dimientos que avanzan hacia

126 realidad económica 240 16 de noviembre/31 de diciembre de 2008

16 Así, por ejemplo, a comienzo de la década de 1990 la producción de aceite de olivase concentraba en alrededor del 60 % al 70 % en la Provincia de Mendoza.

mayores grados de integracióncon otros eslabones pero noalcanzan a integrarse vertical-

mente mientras que si se obser-van altos grados de concentraciónen cada eslabón.

127Economías regionales

Anexo 1.

Siglas

APTM: Asociación de Plantadores de Tabaco de MisionesCEUR: Centro de Estudios Urbanos y Regionales Cm: CentímetroCNA: Censo Nacional AgropecuarioCNP: Censo Nacional de PoblaciónCONICET: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas CT: Cooperativa tabacalera de MisionesCTM: Cámara de Tabaco de MisionesEAPs: Explotaciones AgropecuariasFET: Fondo Especial del Tabaco FOTIA: Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera GATT: General Agreement on Tariffs and Trade Ha: HectáreaINDEC: Instituto Nacional de Estadística y CensosINTA: Instituto Nacional de Tecnología AgropecuariaKg: KilogramoMAM: Movimiento Agrario de MisionesPEVI: Plan Estratégico para la Vitivinicultura PRAT: Programa de Reconversión de Áreas Tabacaleras SAGPyA: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y AlimentaciónSENASA: Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria

Tn: Tonelada/toneladas

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En resumidas cuentasEn resumidas cuentas**45 días de noticias45 días de noticias

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* La elaboración de esta síntesis está bajo la responsabilidad de la dirección de la revistay no se somete a dictamen del referato de Realidad Económica.Esta sección de Realidad Económica pretende reflejar hechos y comentarios de signi-ficativa trascendencia producidos en los 45 días que abarca la periodicidad de la revis-ta. Es nuestra intención que se convierta en una especie de “ayuda memoria” para susdestinatarios. Como toda selección, corre el riesgo de caer en arbitrariedades que pro-curaremos acotar, con la colaboración y sugerencias de nuestros amigos lectores.

50º aniversario del IMFC en el Luna Park

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5 0 A Ñ O S D E L I M F C

✔✔ 50 AÑOS DE IDEAS E IDEALES* “Medio siglo de realizaciones solidarias. Toda una vida. Una labor inspirada

en principios y valores morales, destinada a contribuir a la construcción de unpaís con justicia social y una democracia basada en la auténtica participacióndel pueblo en la gestión. Esa fue la razón fundacional y la guía permanente demillones de hombres y mujeres de la ciudad y el campo, productores de bienesy servicios, pequeños y medianos empresarios, trabajadores y profesionales,que a través de la cooperación le dieron sentido a su existencia, encontrandoen ella diversas y renovadas soluciones a otras tantas necesidades. Se hadicho y con razón que una cooperativa es una empresa con una finalidad edu-cativa. Y es verdad. Esa es la historia del Instituto Movilizador de FondosCooperativos. Cincuenta años de ideas e ideales, para que la economía esté alservicio del pueblo, por una Argentina para todos sus habitantes. Todo comen-zó modestamente, como suele ocurrir con las obras perdurables. Las tradicio-nes de lucha y organización que llegaron a estas tierras desde otros continen-tes, germinaron y florecieron en generaciones de ciudadanos desbordantes desueños y esperanzas. Visionarios que supieron ubicarse en las coordenadas desu tiempo histórico y pusieron en marcha un modelo de gestión solidaria paraque el dinero de los argentinos fuera administrado por y para los argentinos. Asífue como las pequeñas cajas de crédito cooperativas que sembró el InstitutoMovilizador, desde aquel 23 de noviembre de 1958, en su asamblea fundacio-nal de Rosario, comenzaron a multiplicarse a lo largo y ancho de nuestra gene-rosa geografía. Nacieron en barrios, pueblos y ciudades desde los cimientosmismos de la sociedad, con esfuerzo y vocación de servicio. Se hicieron parteinseparable de las comunidades, fueron caja de resonancia de sus necesidadesvitales y de sus reivindicaciones. Y a la par del ahorro y el financiamiento de laseconomías regionales, el fortalecimiento del mercado interno, la creación deriqueza y el mejoramiento de la calidad de vida de los asociados, difundieronideas transformadoras, fomentaron la elevación cultural y demostraron que otrasociedad, otro país, otro mundo son posibles. En estas cinco décadas elInstituto Movilizador de Fondos Cooperativos ha pasado a formar parte insepa-rable de la historia misma de nuestro pueblo. La historia de los movimientossociales que han dejado marcas indelebles en la cultura popular, demostrandoque la organización y la lucha son el camino hacia la superación de las injusti-cias y la conquista de una sociedad fraternal, pacífica, equitativa y progresista.Así, con abnegación y convicciones, con el protagonismo de millares de coope-radores y la conducción de sus dirigentes más lúcidos, el Instituto Movilizadorresistió dos dictaduras antipopulares y oscurantistas, los planes de ajuste neo-liberal, las turbulencias políticas y las más difíciles circunstancias que signaronla segunda mitad del siglo veinte y lo que va de la nueva centuria. No es pro-ducto de la casualidad, sino de una firme determinación principista, aplicandocreativamente la gran idea de democracia y eficiencia, apoyados por una mili-tancia consciente y activa de nuestra gente, los asociados, y un profundo vín-culo con la comunidad local, todo lo cual se fue transformando en una verda-dera amalgama social, con hondas raíces comunitarias y democráticas. En

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cada momento de este largo recorrido, el Instituto ratificó mediante declaracio-nes y hechos su visión del cooperativismo como una poderosa herramientatransformadora de la realidad. Lo sostuvo desde sus primeros tiempos, al decirque el país se hace desde adentro o no se hace. También cuando afirmó quela democracia se defiende con participación popular, solidaridad y justiciasocial. Junto a la prédica consecuente de sus ideales, nuestra entidad no vaci-ló en sumar sus mejores esfuerzos uniéndose a otras organizaciones sociales,culturales, religiosas y políticas; a la reivindicación de los derechos humanos,en las innumerables marchas por la paz, el pan y el trabajo y en el diseño y laconstrucción de alternativas progresistas para superar el flagelo de la pobrezay la exclusión en la búsqueda de siempre, por una equitativa distribución de lariqueza. Es por demás ilustrativo el inventario de realizaciones que llevan elsello inequívoco del Instituto Movilizador. Las recordadas cajas de crédito coo-perativas al comienzo, y luego la gran banca cooperativa. La creación de unatarjeta de crédito totalmente nacional y cooperativa. La construcción deemprendimientos solidarios que brindan servicios de salud, recreación y turis-mo, la edificación de viviendas; la educación y capacitación cooperativas, elperiodismo alternativo, una fecunda labor editorial, el estímulo para la incorpo-ración de las mujeres y los jóvenes a nuestro movimiento, el desarrollo de lascomunicaciones y las innovaciones tecnológicas, entre otros logros. Y casi enel umbral del siglo XXI, como un aporte estratégico para pensar con un sentidocrítico el país que anhelamos y generar propuestas superadoras, la creación delCentro Cultural de la Cooperación que lleva el nombre de quien fuera su inspi-rador y hacedor: Floreal Gorini. Transcurridos unos pocos años, podemos afir-mar con alegría que nuestro Centro ya es una realidad trascendente en la cul-tura de nuestro país. Jóvenes estudiosos de las ciencias sociales, de las artes,las letras y el espectáculo, ya expresan un aporte renovador hacia un pensa-miento crítico, recreando el imaginario progresista, fomentando el debate abier-to, potenciando en el mundo cultural la experiencia histórica del cooperativismo.Llevamos cinco décadas de trabajo consecuente en los ámbitos del movimien-to donde se ejercita y promueve la integración cooperativa, tanto a nivel nacio-nal como internacional. Participamos activamente en los espacios donde con-fluyen las organizaciones de los trabajadores, los pequeños y medianos empre-sarios, la intelectualidad más avanzada, las fuerzas políticas del campo popu-lar y las múltiples expresiones de los argentinos y argentinas que se sientenherederos de la Revolución de Mayo y la Independencia de la Patria. Nos decíacon acierto Floreal Gorini: “Nadie puede pronosticar los años que faltan para lle-gar a la sociedad realmente humana, pero sólo el hecho de estar en el caminode la lucha para lograrlo, hace a nuestra dignidad, nos eleva como hombres ynos hace sentir felices, porque sabemos que estamos aportando a ese futurode paz, justicia e igualdad. La victoria llegará y nuevas utopías aparecerán”.Este es nuestro balance de medio siglo, la gesta del Instituto Movilizador deFondos Cooperativos que nos nutre en el presente y el punto de partida que nosalienta hacia el porvenir.” (Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos;23-11)

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✔✔ MULTITUDINARIO FESTEJO* Bienvenidos compañeras y compañeros de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago

del Estero, un abrazo para los que vienen de Formosa, Misiones, Corrientes,Entre Ríos, Santa Fe, provincia de Buenos Aires, de la Patagonia argentina, atodas y todos, un abrazo, la bienvenida del Instituto Movilizador de FondosCooperativos», dijo Edgardo Form, gerente general del IMFC, en el inicio de unacto que congregó a una verdadera multitud en el Luna Park, epicentro de masi-vas convocatorias populares impulsadas por el Instituto a lo largo de su riquísi-ma historia. (…). Introdujo después a los oradores.

✔✔ SEGUNDO CAMURATTI*Permítanme expresar la profunda emoción que siento al poder participar en

la celebración por el medio siglo de vida del Instituto, nada más y nada menosque en este emblemático lugar, que fue el ámbito que tantas veces reunió amiles y miles de cooperadores, hombres y mujeres de todos los rincones denuestro país, para luchar frente a las reiteradas amenazas de los poderes deturno por cercenar los legítimos derechos de un pueblo a organizarse bajo unmodelo de gestión solidaria». Con estas palabras, el presidente del InstitutoMovilizador de Fondos Cooperativos, Segundo Camuratti, inició su discurso, enel que hizo un repaso de los hitos más relevantes de la historia del movimientocooperativo de crédito. (…) Campañas de prensa contrarias y medidas restric-tivas a la operatoria obstaculizaron las posibilidades de desarrollo de las cajasde crédito cooperativas. «Como consecuencia de esta política persecutoria dela dictadura de Onganía, se produjo la caída de más del 50% de las entidadesexistentes, quedando sólo 450», recordó Camuratti. El golpe militar de 1976completó la tarea iniciada en el 66, dictando una nueva ley de entidades finan-cieras –la 21.526–, pergeñada por el entonces ministro de Economía JoséAlfredo Martínez de Hoz, que se proponía eliminar la forma cooperativa del sis-tema financiero. «Una vez más –rememoró– debimos recurrir a la creatividad yal ingenio popular; convocamos a los asociados y los invitamos a participar através de miles y miles de firmas en solicitadas, que durante más de una sema-na se publicaron en los grandes medios de todo el país. Dimos la batalla, y final-mente lo logramos (...)». La concentración económica y financiera se encargóde menguar a estas entidades que se fueron integrando en el Banco Credicoop:«un ejemplo de lo que puede realizar y construir el movimiento cooperativo, consus 242 filiales, y sus aproximadamente 3.500 dirigentes que, ad-honorem, endistintos niveles de dirección, demuestran que la eficiencia de la empresa coo-perativa va de la mano con la democracia participativa», enfatizó Camuratti.Paralelamente a este proceso, y frente a los embates del modelo neoliberal, elInstituto impulsó, desde 1998, su etapa refundacional. En ese momento, ante lacrisis, se buscó poner en marcha más empresas del campo de la economíasocial y solidaria. El objetivo central era formar nuevas cooperativas para recu-perar el sentido del trabajo en sectores que empezaban a quedar desplazadosde la economía formal. «En esa misma línea –destacó–, una de las grandesrealizaciones del IMFC fue la creación del Centro Cultural de la Cooperación,orientada a contribuir en la construcción de un país más justo y solidario, a tra-vés de la creación de un pensamiento crítico que cuestionara de raíz los funda-

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mentos del pensamiento único impuesto en los 90». En este punto, SegundoCamuratti exaltó la figura del mentor del CCC, Floreal Gorini, a quien calificócomo máximo inspirador por sus múltiples ideas, «fue un visionario, un cons-tructor», agregó.

Desde sus inicios, el Instituto planteó una concepción propia del cooperativis-mo, como herramienta de transformación social. Según la cual, una cooperati-va además de organizarse para satisfacer las necesidades concretas de susasociados, debe ocuparse de los problemas generales de la sociedad en suconjunto. Consecuente con esta manera de concebir al cooperativismo, el IMFCelaboró en distintos momentos de su existencia, diversas propuestas destina-das a ofrecer soluciones concretas para contribuir a resolver los problemas eco-nómicos y sociales del país. La primera versión de la Propuesta Cooperativasurgió frente a implantación del modelo neoliberal en la Argentina, durante ladécada de los 90 y que hizo eclosión en diciembre de 2001. «En sucesivas ver-siones de este documento, se fueron recogiendo las novedades producidas enel terreno político, económico y social de nuestro país, así como los frutos de unamplio y rico debate que se dio en el seno de nuestro movimiento cooperativo.Es por eso que ahora, frente al nuevo cambio de gobierno producido en diciem-bre de 2007, presentamos una nueva versión, bajo el título Propuesta paraconstruir un país con más democracia y equidad distributiva. Con estaPropuesta –afirmó el presidente– aspiramos a cumplir con nuestra razón de ser:realizar aportes concretos que aseguren una vida digna para el conjunto de lapoblación». Más adelante, Camurattti rindió homenaje a los dirigentes, conseje-ros, funcionarios y personal que pasaron por la entidad a lo largo de su historia.Asimismo, expresó su reconocimiento a las 115 cooperativas que integran elInstituto Movilizador. «Si no recuperamos la memoria –dijo– privamos a lasgeneraciones nuevas que hoy se están incorporando al movimiento cooperati-vo de una parte importante de la historia que siempre tiene que estar presente.El gran sentido y objetivo en el día de hoy es reflejar en síntesis la trayectoriade la entidad –concluyó–, demostrando su coherencia en la manera de pensarel cooperativismo y actuando en consecuencia al hacer lo que se dice, hechoque en el transcurso de los años nos permite seguir conservando la vigencia yla esencia transformadora plasmada en su fundación».

✔✔ CARLOS HELLER* «Es hora de festejos y es hora de balances», señaló Carlos Heller, para

incursionar «en una parte de esos 50 años, en los 30 que tiene de vida nuestrobanco, el Banco Credicoop. Que no nace como un acto voluntario de los coo-perativistas, o una decisión tomada desde la conciencia, como debería habersido, sino que nace como el resultado de una lucha, de una resistencia. Y quie-nes recibimos el mandato de conformar una institución que debía asumir elenorme desafío de juntar un conjunto de entidades autónomas con todas susparticularidades, sus identidades, sus líderes locales, quisimos darle unaimpronta, un perfil único, una gestión sólida. Quienes autorizaron este proceso,las autoridades de la dictadura, dijeron (lo sabemos): vamos a autorizarlos, por-que es imposible que puedan hacer esto que ellos dicen. En un año no quedanada. Se matan solos y nos sacamos a estos tipos de encima. Se equivocaron

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por mucho, porque los que nos sacamos de encima a esos tipos fuimos noso-tros, fue el pueblo argentino. Nosotros estamos hoy aquí festejando los 50 añosde vida del Instituto Movilizador». (…) Con respecto a la Argentina de los últi-mos años, el presidente de Credicoop sostuvo que «aquí ha fracasado demanera rotunda la teoría de que la mano invisible del mercado iba a resolver losproblemas de la distribución de la riqueza a través del derrame. Y aquel cuenti-to de que lo que había que hacer es que creciera la economía porque luego esoiba a volcarse sobre el conjunto de la sociedad no pasó ni va a pasar nunca, niaquí ni en ningún país de la Tierra». «Sentimos –agregó luego– que estamosfrente a una gran oportunidad; porque están puestos en crisis los paradigmasque nos quisieron hacer creer que habían venido para quedarse para siempre:es el fin de la historia, es el fin de las ideologías, nos dijeron. Poco demoró paraque se comprobara que ninguna de las dos cosas eran ciertas. Las ideologíasvan a existir mientras existan diferencias, clases, grupos que sufran, porque ine-vitablemente, más tarde o más temprano, se van a organizar, van a luchar y vana tratar de cambiar las cosas». «Pero esta enorme oportunidad debe apoyarseen un proceso de integración regional. Por primera vez en la historia, un núme-ro significativo de países de la región marca voluntad y coincidencia para avan-zar en una misma dirección, aunque las intensidades no sean las mismas. Unhecho muy significativo fue la reunión de Santiago de Chile, donde por primeravez los países de la Unión Sudamericana de Naciones, se reunieron solos, sinpresencias tutelares y decidieron apoyar al hermano pueblo de Bolivia que esta-ba enfrentando la amenaza de una secesión». «Debemos ser capaces de unir-nos, de integrarnos: tenemos fuerte superávit energético, fuerte superávit ali-mentario, enormes reservas de agua potable, y el mundo que viene, el mundode 20, 30 o 50 años por delante será el mundo donde los conflictos se van a daralrededor de la energía, los alimentos y el agua potable. Tenemos que estar uni-dos para defender ese patrimonio de nuestra región, para poder utilizarlo encomún en beneficio de nuestros pueblos y de nuestros ciudadanos, para hacerposible que avancemos en un verdadero proceso de autonomía, de emancipa-ción nacional y regional». «No estamos demasiado lejos –prosiguió–, hemosdado pasos; pero hay dificultades, porque hay dificultades entre los propios paí-ses, porque hay distintos grados de desarrollo y distintos grados de decisiones.Los pueblos tenemos que exigir a nuestros gobiernos que hagan todos losesfuerzos necesarios para dejar y superar aquellas cuestiones que son impedi-mentos para avanzar en el proceso de integración. Si vamos solos a las mesasgrandes no tenemos futuro. Si somos capaces de unirnos y llevar decisionescomunes, estamos en condiciones de disputar y de obtener cosas que hagan albeneficio de nuestros países y de nuestros pueblos». «Hacen falta políticas acti-vas que apunten a fortalecer el sujeto social del modelo que se debe construir.Ese sujeto social, en nuestra visión, debe estar integrado por el sector público,por las empresas de la economía solidaria, por las pequeñas y medianasempresas y por los trabajadores. Ese sujeto social de nuevo tipo debe diferen-ciarse del sujeto social de los 90, que fueron las corporaciones transnacionales,las grandes compañías foráneas, las que vinieron a llevarse todo. Y en lo espe-cífico, es imprescindible que se encare la sanción de una nueva ley de entida-des financieras, y hasta por una cuestión ética. Esta ley tiene la firma de Videlay Martínez de Hoz y eso solo ameritaría el cambio. Esa ley, cuando Martínez de

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Hoz la presentó, dijo: es la piedra angular de nuestro proyecto. Y está de pie.Un proceso de cambio debe dejar de lado ese proyecto emblemático de la dic-tadura y avanzar en la sanción de una moderna ley de entidades financieras,que empiece por definir que la actividad financiera es un servicio público y noun mero acto de mercado». Tras repetir las frases emblemáticas de la historiadel IMFC (El dinero de los argentinos en manos de los argentinos, Un país sehace desde adentro o no se hace, Sin solidaridad no hay futuro, Otro mundo esposible si la gente lo quiere), Heller señaló: «El Bicentenario nos tiene queencontrar unidos, porque ese fue uno de los temas principales de nuestros pró-ceres hace doscientos años, cuando nos decían que si fuéramos capaces deunirnos no tendríamos fisuras. Y es en esa América latina firme y unida dondeencontraremos, creo, la posibilidad de ese otro mundo posible con el que todossoñamos. Cincuenta años de ideas e ideales los estamos celebrando así, conel enorme orgullo por nuestra historia, con las convicciones intactas frente a losdesafíos del presente y con el entusiasmo, la presencia militante y todas lasbanderas desplegadas en mástiles que están cada vez más altos, mirandohacia el futuro con entusiasmo, con convicciones».

✔✔ DÉBORA GIORGI* La flamante titular del Ministerio de la Producción de la Nación, Débora

Giorgi, fue una de las invitadas al acto. En representación de la presidentaCristina Fernández de Kirchner, la ministra ofreció un encendido mensaje quecerró las intervenciones de los oradores. «Es un gran honor estar en esta cele-bración, ya que es la primera vez que Cristina Kirchner me otorga esta respon-sabilidad de transmitirles su felicitación y su acompañamiento desde el corazóna este importante evento del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Unámbito donde se transpiran y se expresan las conductas en la vida de los diri-gentes, de los trabajadores, de los empresarios y donde se expresan una seriede importantes valores: la solidaridad, la ayuda mutua, la democracia, la equi-dad de la distribución del ingreso. Eso se transpira, se siente y se prueba, comotestimoniaron las adhesiones, los videos y los discursos aquí pronunciados»,señaló en el primer tramo de su alocución. (…) «Cuando uno lee la carta fun-dacional advierte que está planteada con valores que hablan de cuestiones vin-culadas al crecimiento por inclusión, a ser órgano de representatividad de lascooperativas relegadas ante los organismos públicos y habla de algo muyimportante: de lograr incentivar la creación de cooperativas de crédito pero nosólo para llevar recursos a cada lugar o generar un movimiento de fondos ocio-sos, sino para que, a partir de esa restricción de fondos de cooperativas de cré-dito se pueda asentar una política de desarrollo regional –dijo–. Eso fue en1958, un momento difícil, sin embargo en 12 años el IMFC ya tenía 800 cajasde crédito, lo cual revela que cuando las cosas se quieren en serio y peleanmuchos tras un objetivo, se puede», añadió. En idéntica sintonía, Giorgi dedicópalabras elogiosas para Credicoop ­–entidad que cumplirá 30 años de vida en2009–, y su presidente: «Quién mejor que Heller podía haber contado la histo-ria. Lo que manifestó en sus palabras con orgullo, en relación a la presencia delbanco cooperativo en las crisis, la atención a sus asociados, la asistencia, serie-dad, responsabilidad y búsqueda de eficiencia, indica que todos los que inte-

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gran Credicoop tienen merecido el reconocimiento». Por otra parte, la ministrase refirió en su alocución al nuevo escenario económico mundial y las clavespara entender sus efectos, al tiempo que reivindicó el papel del Estado. «Estagrave crisis nacida en los países del norte expresa el seguimiento de los pre-ceptos que son justamente los opuestos a los que nos convocan el cooperati-vismo y la asociatividad. Ellos actuaron de manera irresponsable en cuanto ala regulación del sistema financiero, no pensaron en democracia respecto a lasdecisiones que se tomaban con los ahorros de los habitantes de los países delnorte y pensaron en forma especulativa y con beneficios para unos pocos. Ensuma, una crisis financiera que se enorgullecía de que todo lo determinaba elmercado. Y es el Estado el que debe suplir como planeador estratégico al mer-cado, que beneficia aquellos que concentran la riqueza y el poder» afirmó lafuncionaria. Teniendo en cuenta la coyuntura financiera señalada, defendió condatos y ejemplos las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, entre ellasla creación de 4 millones de puestos de trabajo, el crecimiento en 24 puntos delProducto Bruto Interno, el desendeudamiento público, los 46.000 millones dedólares de reservas en el Banco Central y la conformación del nuevo Ministeriode la Producción: «No podemos ser ilusos de pensar que los efectos de la cri-sis no van a llegar, sin embargo decimos que estamos preparados para enfren-tarlos. La Presidenta ha dado prueba de ello, con 5 años de crecimiento soste-nido, el hecho histórico del traspaso de los fondos jubilatorios al manejo esta-tal acabando con un sistema inequitativo y excluyente, políticas que ayudandesde el punto de vista de la facilitación del pago de los impuestos a las peque-ñas y medianas empresas, políticas orientadas a preservar el mercado interno,políticas orientadas a establecer relaciones comerciales con aquellos mercadosque brindan oportunidades por complementariedades de productos que pode-mos obtener». En ese sentido, la funcionaria se mostró optimista frente a laetapa que viene «ya que estamos listos y mejor preparados, atentos y adelan-tándonos, pero fundamentalmente focalizando en esta construcción de herra-mientas que se asientan en la pequeña y mediana empresa, base de la movili-dad social, y que se asientan en la realización de obras de infraestructura pro-ductiva y social». En el cierre, Giorgi subrayó que el momento actual es unagran oportunidad para consolidar el perfil productivo como país, priorizando eltrabajo, la generación de valor agregado, la defensa del mercado interno y losintereses desde la región hacia el mundo. «Tomo las palabras del presidentedel IMFC –concluyó– que se ofreció a colaborar en la construcción de una ini-ciativa que hacemos entre todos o no se hace. El Ministerio de la Producciónde la Nación creado por la Presidenta en estas circunstancias no nace porcasualidad, tiene las puertas abiertas para todos ustedes conscientes de queacá, cuando queremos algo, los argentinos demostramos que podemos hacer-lo».

Fuente: Revista Acción. Edición 1015, Buenos Aires, Argentina

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2 5 A Ñ O S D E R E C U P E R A C I Ó N D E M O C R Á T I C A

✔✔ OSCAR CARDOSO: EL DEBE Y EL HABER, 25 AÑOS DESPUÉS*Hace tan solo un cuarto de siglo. Pocos recuerdan que la Argentina fue, hace

32 años, el último país latinoamericano en que los militares usurparon el poderde manos civiles. Hay explicaciones para este fenómeno de, aparente, olvido.Al menos dos generaciones de argentinos han nacido y se criaron -o lo estánhaciendo- en un marco de continuidad democrática que hace difícil relacionar-se con aquellos días de oprobio. Conviene, no obstante, no llegar a conclusio-nes ligeras en este tema de la memoria colectiva. Porque si uno consideraaquella continuidad debe concluir que esa memoria está entre las fuerzas quela hicieron posible y, por lo tanto, ha cumplido su deber con la historia. Vale lapena considerar algunos pocos hitos de este cuarto de siglo. La democraciasoportó el regreso del desafío militar de fines de los ´80, la hiperinflación que sellevó tempranamente una parte del mandato de Raúl Alfonsín y que asoló losprimeros tiempo de Carlos Menem en la Casa Rosada, toleró la crisis que obli-gó a Fernando de la Rúa a abandonar su mandato por la mitad y se sobrepusodel derretimiento de la economía de 2001 que parecía anticipar un quiebre dela estructura social. Cada uno de los períodos institucionales conoció su instan-cia de crisis política y una forma de valorarlas es saber que, más temprano enel siglo XX, casi todas hubieran terminado en otras tantas rupturas de rupturasdel orden constitucional. Que no haya sucedido lo mismo habla, sin duda, de lacalidad democrática de estos 25 años. Alfonsín supo de esto en 1987 cuandodebió hacer frente al intento de regreso del poder militar en la forma de unasuerte de sindicato de uniformados con las sublevaciones de los así llamados“carapintadas”. El regreso al “partido militar” con aspiraciones hegemónicas,que les había permitido monopolizar el poder varias veces en el siglo XX eraimposible; entonces hombres como Aldo Rico y Mohamed Ali Seineldín ensa-yaron la presión sindical armada. El núcleo del problema era para los militaresrebeldes, por cierto, rescatar la idea de impunidad por el pasado de terrorismode estado, pero también era mantener alguna dosis de tutelaje sobre el podercivil. Aquel ‘la casa está en orden’ de Alfonsín en la Semana Santa del ´87 fueuno de los momentos más débiles. La década de Menem en el poder resultóuna de las más transformadoras de la historia argentina, aunque hoy la cuentade los errores de esos cambios -esencialmente la venta indiscriminada de bie-nes del estado a inversores privados y el debilitamiento del movimiento laboral-aún siga sin ser saldada. El indulto dado a los militares de la dictadura fue qui-zás el peor de los momentos de una gestión sometida hoy a una mayoritaria luzcrítica. De la Rúa fue el producto de una fantasía política -la Alianza, una coali-ción con escaso afectio societatis real- que arrasó en las urnas y fue en defini-tiva la víctima de su propia incapacidad para decidir. También, es necesarioapuntar, fue víctima de un ciclo negativo de la economías, nacional e interna-cional. Esto cambió, en forma pausada, durante el brevísimo período de AlfredoRodríguez Saá -quien reemplazó a De la Rúa- y el más extenso en el queEduardo Duhalde mantuvo la idea de una continuidad constitucional y de unaeconomía en ligera recuperación. Pero en verdad benefició por sobre todo aNéstor Kirchner cuyos cuatro años en la Casa Rosada estuvieron signadas por

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un crecimiento que asombró al mundo. Kirchner casi pudo considerarse libre deuna crisis mayor propia luego de apagar el incendio social heredado, pero qui-zás el grado de poder que pudo asumir -imponiendo a su esposa como su suce-sora- no le permitió esa indemnidad. Algunas decisiones adoptadas por laactual presidenta Cristina Fernández de Kirchner -notoriamente la puja con elcampo por las retenciones agropecuarias- han abierto interrogantes sobre lacapacidad política de la mandataria que se proyectan inevitablemente sobre lafigura de su marido. Ahora que el ciclo favorable se ha cerrado en una recesióninternacional de magnitud las preguntas, obviamente, se agigantan. Por ciertoque el dato más relevante de este cuarto de siglo democrático fue sin duda labúsqueda de justicia para las alrededor de 30.000 víctimas del terrorismo esta-tal que aún continúa, pero cuyo clímax fue la anulación del indulto que Menemdictara en lo que quizás haya sido la instancia de mayor falencia del sistema enestos 25 años. Hay que convenir que la democracia se reinstaló en la Argentinacomo parte de una ola que bañó a toda América latina y porque Estados Unidosfinalmente entendió que su apuesta a los regímenes militares en su patio tra-sero era esencialmente anacrónica e improductiva. Sobre todo cuando estabadiseminando la ideología económica que hoy llamamos ‘neoliberalismo’. Enesta comprensión influyó también la historia argentina. La breve guerra por lasislas Malvinas en 1982 en la que se sumergió la dictadura militar ayudó aencender luces rojas en Washington. Apenas un año después Tom Enders -entonces secretario adjunto para América latina- lo explicó de modo inapelablea un periodista argentino. ‘A usted no se le escapa que Estados Unidos ha teni-do siempre en América latina una lista de amigos. Malvinas -agregó- ha retira-do a esos militares de la lista’. Por entonces el presidente era el archiconser-vador Ronald Reagan. Hay una cuenta en rojo a la hora del balance la demo-cracia en la Argentina y es el dilema de la injusta distribución de la riqueza que,en buena medida, resultó de adoptar el neoliberalismo como dogma religioso.Pero lo cierto es que esa visión ha terminado revelándose como lo que es, unapromesa vacía de prosperidad. Así y todo, la democracia en la Argentina sobre-vivió al neoliberalismo. Hoy, los argentinos estamos sumergidos en una crisiseconómica internacional de gran magnitud que parece robarse el viento de colaque los últimos años favoreció a la economía nacional. Tememos y reclamamospor la inseguridad. Forcejeamos por el destino de los fondos previsionales o ladefinición de una política agropecuaria. Especulamos sobre las elecciones del2009. La lista de las preocupaciones de la sociedad podría seguir así de modocasi interminable, sin que por ello el tejido social se desmembre. Y, sin embar-go, muchas veces estos debates sugieren que hemos enviado al desván de lamemoria los tiempos en que librar estas batallas en libertad era imposible. Yeso no es poco. (Periodista y analista político; Terra, 10-12)

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E C O N O M Í A *

✔✔ COSTO DE VIDA* “El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió el Indice de

Precios al Consumidor (IPC) del último mes, que fue de 0,4% en octubre, y seacercó algo más a las estimaciones de los estudios privados, que lo ubicanentre 0,7 y 1 por ciento. Así, según la entidad el IPC registró en los últimos 12meses una variación positiva de 8,4 por ciento.” (Infobae - Buenos Aires,Argentina, 12-11)

✔✔ JUBILACIONES: SE ACABÓ EL SISTEMA PRIVADO* “El Senado sepultó anoche, por 46 a 18, el sistema de jubilación privada

impuesto 15 años atrás, durante el menemismo, mediante la sanción de una leyque reunifica los fondos previsionales en manos del Estado. La reforma queimpulsó el Poder Ejecutivo un año después de instalar la libre opción jubilatorialogró el apoyo de una amplia mayoría de oficialistas y de un puñado de aliados(dos aristas fueguinos, un socialista y otro del Movimiento Popular Nequino), talcomo había sucedido en Diputados. Se opusieron la UCR, el peronismo anti K,la Coalición Cívica y fuerzas provinciales. El cobista Pablo Verani se abstuvo.Según el texto, de 21 artículos, se crea el Sistema Integrado PrevisionalArgentino (SIPA), por lo que pasarán a la ANSeS unos $ 80 mil millones queactualmente administran las AFJP. De tal modo, los 9,5 millones de afiliados alsistema de capitalización, que generan un flujo anual de 15 mil millones depesos, serán transferidos automáticamente el 1° de enero próximo al sistemapúblico.” (Clarín- Buenos Aires, Argentina, 21-11)

* “(…) Con el fin de las AFJP pasarán a manos del Estado paquetes de accio-nes de unas cuarenta empresas líderes, petroleras, metalúrgicas, bancos, gru-pos multimedios, telefónicas, cerealeras, que antes de la debacle de los mer-cados sumaban unos 10 mil millones de pesos. La exasperación del poder noes sólo por ese porcentaje de acciones, que no supera el 25 por ciento en cadauna de esas compañías, sino por la incertidumbre sobre cuál puede ser el pró-ximo paso de un gobierno al que consideran imprevisible o por el temor a laventa futura de esas acciones a otros inversores privados que no sean ellos. Sise transparentaran los motivos de la batalla, el debate sería menos confusopara una mayoría inocente atrapada en una batería de amenazas de cataclis-mos próximos que afecta las expectativas sociales y, en consecuencia, las pers-pectivas de los sectores más vulnerables.” (Página 12- Buenos Aires, Argentina,21-11)

✔✔ LA OBSESIÓN DEL JUEZ GRIESA* “Thomas Griesa volvió a emitir un fallo en contra de la Argentina. Ayer, el

juez federal del distrito sur de Nueva York impidió la salida de fondos de los

* Para obtener información sobre la crisis económica internacional y las medidas instrumentadaspor el Gobierno argentino les sugerimos dirigirse a la página web del IADE: http://www.iade.org.ar

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Estados Unidos, pertenecientes a la ANSES, al entender que esos fondos pro-tegen a los inversores que reclaman el pago de deudas a la Argentina, comoconsecuencia del default de 2001. Se estima que son unos 200 millones dedólares. Griesa ya había fallado en contra de la Argentina hace un par demeses, cuando la ley ni siquiera había sido discutida en el Congreso. En unlargo escrito de cuarenta carillas publicado en el sitio de internet del tribunal, elmagistrado sostuvo que la aprobación de la ley de nacionalización de los aho-rros previsionales significa que esos fondos se transfirieron al Estado argentino,al considerar que la ANSES y el Estado son una misma entidad. ‘El tribunal sos-tiene que la ANSES es una subdivisión política de la República Argentina’,señaló Griesa en la página 29 del escrito.” (Crítica de la Argentina- BuenosAires, Argentina, 13-12)

✔✔ ALERTA AMARILLA* “El desempleo subió en 10 de las 27 ciudades que releva el Indec, según

cifras del tercer trimestre del año que difundió anoche el propio organismo ofi-cial. Fue el Gran Santa Fe el conglomerado que registró el mayor crecimientodel nivel de desocupación, con 11,4 por ciento, tras marcar 7,3 por ciento enigual período de 2007. En el otro extremo, San Luis tuvo la cifra más baja delpaís: 1,0 por ciento. El Indec dio a conocer ayer los datos desagregados de ladesocupación en el tercer trimestre del año, que confirman un indicador prome-dio del 7,8 por ciento para todo el país. El organismo realiza el relevamiento en31 distritos urbanos, donde detectó 871.000 personas sin trabajo y 1.027.000subocupados. En el Gran Buenos Aires, la desocupación llegó al 8,5 por cientoy en el Gran La Plata al 8,8 por ciento. El distrito del Gran Paraná es donde máscreció la desocupación al saltar del segundo al tercer trimestre de este año del4,5 al 7,7 por ciento. Por su lado, en Salta, pasó del 7,7 al 8,6, con una varia-ción del 1,1 por ciento. En los restantes distritos se dio un aumento leve de ladesocupación, como por ejemplo en los partidos del Gran Buenos Aires oConurbano, donde pasó del 9,5 al 9,7, es decir un alza del 0,2 por ciento, y enConcordia del 6,8 al 6,9 por ciento del segundo al tercer trimestre. En el restode los distritos, la desocupación se mostró en baja, pero con algunas décimasde diferencia e inferiores a un dígito en todos los casos.” (Quilmes presente,Argentina, 13-12)

* “Las cuentas públicas registraron en noviembre un superávit primario (previoal pago de intereses de la deuda) de 1.916,6 millones de pesos, lo que signifi-ca una leve suba de 0,6 por ciento comparado con igual mes del año pasado.Así lo anunció ayer el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa. Se trata delresultado más bajo del año y muestra la incidencia de la crisis internacional. (…)Las cuentas públicas acumularon en once meses un saldo favorable de 36.092millones, lo que implica un aumento de 34,3 por ciento respecto a igual lapso de2007. El resultado financiero (el saldo obtenido tras el pago de los intereses dela deuda) registró en noviembre un superávit de 1.570,1 millones de pesos, loque significa una suba de 3,5 por ciento contra el mismo mes de 2007, y acu-muló en once meses un monto de 24.114 millones, o sea un alza de 66,4 porciento interanual. Además de los resultados fiscales, ayer se conoció el informesobre la Cuenta Corriente, elaborado por el Indec. De allí surge que la deuda

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externa total –pública y privada– ascendió a 127.919 millones de dólares al cie-rre del tercer trimestre del año, lo que implica una reducción de 3.387 millonescon relación al stock acumulado al segundo trimestre. Además, se produjo unafuga de capitales en el tercer trimestre de 4.119 millones de dólares, según elsaldo negativo registrado en la cuenta financiera, que en nueve meses mostróun egreso total de 5.743 millones, que marca un deterioro notable frente a losingresos netos por 5.438 millones obtenidos en igual período de 2007. El resul-tado del Balance de Pagos, arrojó que la cuenta corriente verificó un superávitde 3.538 millones de dólares, lo que significa un aumento de 2.814 millones res-pecto a igual trimestre de 2007. Así, la cuenta corriente sumó en nueve mesesun saldo positivo de 5.939 millones de dólares, 45 por ciento más que en igualperíodo de 2007.” (Página 12- Buenos Aires, Argentina, 19-12)

✔✔ AEROLÍNEAS ARGENTINAS* “El Senado de la Nación aprobó por 42 votos a favor -21 en contra- el pro-

yecto para expropiar Aerolíneas Argentinas y Austral, y quitarle al grupo espa-ñol Marsans el control de las líneas aéreas de bandera nacional. La decisión deexpropiar a ambas empresas de transporte aéreo de pasajeros fue tomada porel gobierno luego de que fracasó un acuerdo sobre el precio con Marsans, pose-edor de la mayoría accionaria de las aerolíneas. La expropiación apunta a‘garantizar la continuidad y la seguridad del servicio público de transporte aero-comercial de pasajeros, correo y carga’. En ese marco, en no más de seismeses, un organismo designado por el gobierno deberá presentar un PlanEstratégico para el funcionamiento de las compañías en el mediano y largoplazo. También, se autoriza al Ejecutivo a ceder a los trabajadores el 10% delas acciones de las compañías.” (Crítica de la Argentina- Buenos Aires,Argentina, 18-12)

I N T E R N A C I O N A L E S

✔✔ TABARÉ Y EL ABORTO* “El presidente uruguayo Tabaré Vázquez confirmó lo que se esperaba desde

el pasado martes y vetó los artículos de la Ley de Salud Sexual y Reproductivaque despenalizan el aborto durante las primeras 12 semanas de embarazo. Elproyecto necesita ahora una mayoría clara en las dos Cámaras parlamentariaspara poder salir adelante. (…) Tabaré Vázquez, oncólogo de profesión, habíaasegurado en diferentes ocasiones que no promulgaría la ley por motivos filo-sóficos y biológicos. La ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, acompa-ñó con su firma el veto del presidente. El ministro de Turismo, Héctor Lescano,explicó que ‘por razones de rapidez del trámite se optó que el veto fuera firma-do por la ministra Muñoz, quien ya públicamente había anunciado que, más alláde su posición personal que era coincidente con esta norma, por razones delealtad y por aquello de hacer posible que se exprese la voluntad política delpresidente, acompañaba con su firma el veto’. (…) Después de la sonada apro-bación de la ley de Salud Sexual y Reproductiva en el Congreso y el Senadouruguayos, algunos legisladores del gobernante Frente Amplio intentaron, sin

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éxito, impedir que el mandatario interpusiera el veto y ofrecieron la posibilidadde realizar un referéndum sobre la cuestión en Uruguay. La propuesta consis-tía en incluir la consulta en la papeleta de las elecciones presidenciales que secelebrarán en el país en octubre del 2009. El diputado oficialista Luis Gallo dijoa los medios de comunicación que Vázquez ‘equivocó su decisión, porque lamisma no debió ser tomada por convicciones personales y sí respetar y defen-der el deseo de la mayoría de la sociedad, interpretado cabalmente por elParlamento’.” (Radio Nederland –Holanda, 14-11)

* “La renuncia del presidente de la República, Tabaré Vázquez, al PartidoSocialista (PS) generó sorpresa, tanto en el ámbito gubernamental como den-tro de la fuerza política, aunque muchos de sus ministros prefirieron no realizarcomentarios públicos al respecto. Muy pocos, o casi ninguno, creen que la deci-sión de Vázquez tenga marcha atrás. La dimisión está fundamentada en su dis-conformidad con la posición que adoptó su propio partido -el PS- frente a la Leyde Defensa de la Salud Sexual y Reproductiva, la que incluye capítulos referi-dos a la despenalización del aborto.” (La República –Uruguay, 5-12)

✔✔ ELECCIONES EN VENEZUELA* “El partido del presidente Hugo Chávez ha ganado la mayoría de goberna-

ciones en las elecciones para renovar los cargos públicos locales, pero la opo-sición se ha llevado los dos principales estados del país y la alcaldía de la capi-tal, Caracas. Aunque en teoría no son más que unas sencillas elecciones muni-cipales y regionales, se han terminado convirtiendo en un termómetro de larevolución bolivariana de Chávez. ‘La victoria es hoy de Venezuela. Se ratificael camino democrático que el pueblo ha escogido’, ha afirmado el mandatariovenezolano en una intervención en el centro donde su Partido Socialista Unidode Venezuela (PSUV) montó anoche su cuartel general. El presidente ha dichoque las elecciones ‘demostraron que aquí hay un sistema democrático y queaquí se respeta la decisión del pueblo’, al tiempo que ha calificado de ‘gran vic-toria’ los resultados obtenidos por su candidatos. (…) Según el primer boletínde resultados dado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), la oposición man-tiene los dos estados que obtuvo en las regionales de hace cuatro año, el ricoestado petrolero del Zulia y el de Nueva Esparta, en el oriente venezolano, yarrebata Miranda, que engloba barrios caraqueños. Zulia y Miranda están con-siderados como los más importantes del país por su peso económico, su pobla-ción que suma más de 6,6 millones de habitantes de los 28 millones que tieneVenezuela, y unas posiciones estratégicas. La oposición se ha hecho tambiéncon la Alcaldía Mayor de Caracas, que estaba en manos del partido de Chávez,en las elecciones de este domingo que arrojaron una participación del 65,45 %,la más alta registrada en comicios regionales y locales. El PSUV, fundado porChávez para aglutinar a los movimientos que le apoyaron en su reelección en2006, ha recuperado los estados de Trujillo, Aragua, Guárico y Sucre, en manosde disidentes del chavismo, y mantiene Barinas, tierra natal del presidente,donde se presentaba su hermano, Adán.” (Eitb –Euskadi, 24-11)

✔✔ RUSIA SE APROXIMA A AMÉRICA LATINA* "El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, tras participar en la cumbre del

Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) el pasado 22-23 denoviembre en Lima, la capital de Perú, comenzó el lunes 24 en la misma urbelatinoamericana, la primera visita oficial de un mandatario ruso al país andino.La visita de Medvédev a Perú marca el comienzo de su primera gira porAmérica latina que además incluye a Brasil, Venezuela y Cuba, hasta el próxi-mo 28 de noviembre. Para Medvédev, la visita a esos países tiene más impor-tancia que su asistencia a la cumbre de APEC, pues a pesar de la relevanciaque se merece ese foro, al fin de cuentas no es más que un club de amplia dis-cusión de alto nivel. (…) En cuanto a la visita oficial de Medvédev a Lima, laprensa rusa destacó que el presidente ruso fue afortunado al comenzar su giralatinoamericana precisamente en Perú un país que ha sostenido unas relacio-nes bilaterales excelentes con Moscú y que se remontan a los tiempos soviéti-cos en la década de los años 70. Todavía en las universidades rusas estudianestudiantes peruanos, y las Fuerzas Armadas de Perú utilizan armamento yhelicópteros de fabricación rusa. (…) En este sentido la visita de Medvédev aBrasil también es importante para el Kremlin. Brasil forma parte del grupo BRIC(Brasil, Rusia, India y China) considerados entre las economías emergentes demás perspectiva y tanto Moscú como Brasilia tienen la voluntad política deampliar y profundizar sus relaciones. (…) El consorcio estatal ruso Gazpromplanea al año próximo abrir su oficina en Brasil y entidades competentes ade-lantan conversaciones para desarrollar proyectos conjuntos en el sector espa-cial como el lanzamiento de cohetes rusos desde cosmódromos brasileños,económicamente más rentables por su cercanía a la línea ecuatorial. La terce-ra escala de la gira de Médvédev en Suramérica será Venezuela, uno de losactuales socios más importantes en el hemisferio occidental. Con el presidentevenezolano, Hugo Chávez, Moscú y Caracas han establecido 'relaciones decooperación estratégica'. Entre los últimos logros de esa cooperación cabe des-tacar la creación de un banco bilateral con un capital inicial de 4.000 millonesde dólares para financiar proyectos conjuntos como la construcción en territoriovenezolano de una central nuclear y refinerías de petróleo. Entre los proyectosde perspectiva cabe incluir la construcción de una planta de aluminio por partede la rusa RusAl y una fábrica ensambladora de automóviles de la empresarusa VAZ. Desde 2005 empresas rusas desarrollan doce contratos suscritoscon Venezuela para el suministro de armamento, desde fusiles automáticosKalashnikov, tanques T-90, cazas Su y helicópteros por un monto de 4.000millones de dólares. (…) Cuba es otro punto importante de la gira latinoameri-cana de Medvédev, según expertos de ambos países, las relaciones ruso-cuba-nas se encuentran en un proceso de ampliación en frentes de mutuo interés.Las partes esperan la concertación de acuerdos que permitirán a empresasrusas desarrollar labores de prospección y explotación de yacimientos de crudoen la zona cubana del Golfo de México donde incluso, se han hecho perfora-ciones previas de experimentación. En general, se puede afirmar que la gira deMedvédev ilustra la estrategia de Moscú para entablar relaciones pragmáticascon America latina." (Ria Novosti, 26-11)

147En resumidas cuentas

✔✔ EUA: VENDEN ESCAÑO AL MEJOR POSTOR* "El gobernador de Illinois (norte), Rod Blagojevich, fue arrestado el martes

por cargos de corrupción, acusado de haber intentado vender el escaño queocupaba Barack Obama en el Senado tras su elección a la Casa Blanca, infor-maron fiscales federales. Blagojevich y su jefe de gabinete, John Harris, tam-bién fueron acusados de amenazar con suspender la ayuda estatal al grupoperiodístico del diario Chicago Tribune con el fin de 'provocar una purga decolumnistas', indicó la oficina del Fiscal en un comunicado. (…) El presidenteelecto estadounidense, Barack Obama, se declaró 'entristecido y sorprendido'al enterarse de este caso, precisando ante la prensa que no había tenido con-tacto ni con el gobernador ni con su oficina. (…) En una de las conversacionesgrabadas, el gobernador se compara a sí mismo con un empresario deportivovendiéndole el puesto al mayor apostador, afirma el acta de acusación del FBI."(AFP, 9-12)

✔✔ GOOD BYE IRAK* "El primer ministro británico, Gordon Brown, llegó el miércoles a Bagdad en

una visita no anunciada, un día después de que el Gobierno iraquí redactarauna ley que allana el camino para que 4.100 efectivos británicos se retiren deIrak a finales de julio de 2009, más de seis años después de la invasión enca-bezada por Estados Unidos. El cuarto viaje de Brown al país en calidad de pri-mer ministro se produce poco después de una visita del presidente estadouni-dense George W. Bush, que tuvo que esquivar los zapatos que le lanzó unperiodista iraquí en una muestra de la indignación que sienten muchos iraquíespor la violencia sectaria." (Swissinfo -Suiza, 17-12)

5 0 A Ñ O S D E R E V O L U C I Ó N E N C U B A

✔✔ GILBERTO LÓPEZ Y RIVAS: LOS PRIMEROS 50 AÑOS DEREVOLUCIÓN EN CUBA

* El primero de enero próximo se cumplen 50 años del triunfo de la revoluciónen Cuba. El proceso de transformación económica, social, política, ideológica ycultural que da inicio en 1959 en la mayor de las Antillas no tiene parangón enAmérica Latina. Con una permanente movilización y protagonismo del pueblocubano –en sintonía con una dirigencia sensible y consensuada–, esta revolu-ción ha tenido la habilidad y la fortaleza de resistir con éxito al poder imperialis-ta más poderoso y destructivo que haya conocido la humanidad, el cual ha pre-tendido someterla por las vías militares abiertas y encubiertas, bloqueos eco-nómicos, políticos y diplomáticos, y por medio del apoyo permanente a gruposcontrarrevolucionarios que actúan en el interior y fuera del país. Cuando seobserva en retrospectiva esta resistencia a la acción demoledora de EstadosUnidos y a sus aliados; cuando se hace recuento de los numerosos procesosrevolucionarios, democráticos y aun tímidamente nacionalistas abortados por laacción conjunta de fuerzas internas y los conocidos instrumentos subversivosestadounidenses, se constata lo inconmensurable de la tarea realizada por este

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pequeño país que ha decidido soberanamente su destino durante cinco largasdécadas. La revolución cubana tuvo que enfrentar también la desaparición dela Unión Soviética y del bloque económico y político de Europa del este, aliadospolítico-militares y socios comerciales vitales para su seguridad y economía.Cuba salió airosa de esta prueba porque la experiencia socialista desarrolladaen la isla se fundamenta en la realidad nacional y se enraíza en la ética y en elinternacionalismo como políticas de Estado. Este factor ha sido la base de laimportante ayuda solidaria brindada a los movimientos de liberación nacional enAmérica latina, África y Asia, misma que se expresa en la actualidad en la pre-sencia de técnicos y médicos cubanos en decenas de naciones en el mundoentero (…). No obstante, el secreto de la longevidad del proceso revolucionariocubano se encuentra en su capacidad para hacer coincidir la radicalidad estra-tégica en el rumbo colectivista, con el mayoritario apoyo popular a las medidastomadas en cada etapa de la revolución: las reformas agraria y urbana, la nacio-nalización de las empresas mayoritariamente estadounidenses, la declaracióndel carácter socialista de la revolución en el marco de un cruento sabotaje delimperio, la campaña de alfabetización, la edificación de fuerzas armadas, mili-cias y de seguridad pública de extracción y contenido nacional-popular, la gra-tuidad de los servicios públicos y la búsqueda de la excelencia en ámbitos bási-cos de la vida humana: salud, educación, cultura, arte, deporte, ciencia, técni-ca, investigación científica, etcétera. Sin el apoyo popular mayoritario al régimensocialista y sin la participación de la población en la defensa, la economía y elbienestar social, no es posible comprender la vitalidad de una revolución que noha traicionado los principios martianos que constituyen la levadura de su iden-tidad fundacional. Siendo el pueblo cubano el principal artífice de esta gesta, esnecesario reconocer el papel jugado por Fidel Castro, quien como revoluciona-rio, estadista e intelectual orgánico ha estado siempre a la altura de las necesi-dades y los intereses del proceso de transformaciones. Enemigo de la rutina, enpermanente lucha contra todo conformismo, Fidel educó a varias generacionesde cubanos en las cualidades que el canciller Pérez Roque identificó en inspi-rado discurso: su concepto de la unidad como precondición del triunfo; la éticacomo razón de Estado, que no asume que el fin justifica los medios, no aceptaque los revolucionarios torturen o asesinen, no imita los métodos de los enemi-gos; el desprendimiento por las cosas materiales, los homenajes y las vanida-des; la solidaridad entregada como deber y no como arma de influencia políticao instrumento del interés; la coherencia en los principios y los principios porencima de los intereses; el ejemplo personal, no pedir a la gente lo que no seestá dispuesto a hacer antes; asumir las responsabilidades con derecho a mássacrificios y restricciones, y no a prebendas y canonjías; la verdad como armay condición para ser respetado; la sensibilidad de sentir por los otros: de sentircomo propio el dolor o la angustia de otros; nunca dejar de sentirse un serhumano capaz de comprender por lo que pasan los demás; la modestia, laausencia de vanidad como aspiración de los revolucionarios; el afán de leer,estudiar y aprender; el rigor personal, el deber con las responsabilidades, deque las cosas salgan bien porque es el compromiso con el pueblo, con la causaque se defiende; la derrota no es tal hasta que no es aceptada, siempre existela posibilidad de revertir una derrota; la aspiración a la justicia para todos, sinfronteras, como causa universal; la fuerza de las ideas, la convicción de que una

149En resumidas cuentas

idea justa puede más que un ejército; la ausencia total de odio hacia cualquierpersona; odio profundo hacia la injusticia, la explotación, la discriminaciónracial, pero no hacia las personas, aun si son o han sido enemigos. Este lega-do, que forma parte sustancial de la actual “batalla de las ideas”, es la clavepara entender este 50 aniversario de la revolución cubana que se conmemoraen el mundo entero y que para los latinoamericanos es motivo de orgullo y decompromiso solidario. Felicidades, hermanos y hermanas de un pueblo digno yvaleroso. ¡Los cinco héroes volverán a la patria! (Político y antropólogo mexica-no; La Jornada –México, 26-12)

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MABEL MANZANAL, MARIANA ARZENO YBEATRIZ NUSSBAUMER (COMP.)Territorios en construcción.Actores, tramas y gobiernos: entrela cooperación y el conflictoBuenos Aires, Ciccus, 2007

Los llamados enfoques territorialesotorgan atención prioritaria al territoriolocal, entendido como la unidaddonde resulta más plausible la instala-ción de procesos de desarrollo soste-nible, así como la promoción de capa-cidades de los gobiernos descentrali-zados y de la sociedad civil para movi-lizar dichos procesos en el territorio.

En este sentido, existe cierta necesi-dad de revisión de enfoques teóricoconceptuales y metodologías, conuna mirada crítica en el análisis ycomprensión de nuevas perspectivasy propuestas de política pública.

Este valioso libro presenta una revi-sión teórico-metodológica, mostrandoinvestigaciones sobre distintas expe-riencias en ámbitos rurales de las pro-vincias de Jujuy, Misiones, Salta yEntre Ríos.

La diversidad de situaciones y deba-tes presentados contribuye de mane-ra importante a la comprensión de lasdistintas formas de desarrollo territo-

rial en ámbitos locales, mostrando dequé manera se construyen territoriosdesde distintas manifestaciones depoder y articulaciones de intereses demúltiples actores.

Las investigaciones presentadasconstituyen el resultado de un trabajogrupal y de larga data (equipo deinvestigación del cual tuve el privilegiode participar hace unos años), queaborda la temática del desarrollo terri-torial.

Ahora bien, ¿qué se entiende porDesarrollo Territorial Rural?

Como bien lo vienen mostrando lasproducciones del equipo y las reflexio-nes de Mabel Manzanal, este concep-to abarca un amplio conjunto de pro-puestas que concentran una extensadiscusión conceptual.

El valor del presente texto radica enque asume el desafío de indagarsobre el significado y alcance de laspropuestas de desarrollo territorial, lascuales tienen amplia presencia en lagestión. Precisamente, una de lasprincipales contribuciones consiste envincular investigación con propuestaspara la gestión.

Los autores analizan poblaciones yámbitos rurales que son objeto depolíticas de desarrollo rural, desfavo-recidos y dominados por la pobreza.

El libro comienza con un interesantí-

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simo capítulo de la directora del equi-po, Mabel Manzanal, que presentaun esquema interpretativo que consi-dero de gran valor por dos cuestio-nes: por un lado, otorga unidad yordena los casos analizados a lo largode los distintos capítulos; por otro, esde gran utilidad no sólo para lasinvestigaciones llevadas a cabo en elmarco de este equipo sino para cual-quier investigador que pretenda enca-rar dichas temáticas

A través de una detallada y comple-ta recorrida por distintas conceptuali-zaciones, se reconoce la centralidadque el poder y las relaciones de podertienen en el concepto de territorio.

Precisamente, considerando el terri-torio como ámbito de ejercicio de rela-ciones de poder, es que pueden arti-cularse distintas dimensiones: globali-zación, descentralización y moderni-dad, en la comprensión de las dinámi-cas particulares y específicas de loslugares objeto de estudio, estos ámbi-tos rurales dominados por la pobrezaen los que se implementaron diversasmodalidades de intervención vincula-das con propuestas de desarrolloterritorial.

Las dinámicas y tendencias de laglobalización se interpelan en rela-ción con su influencia en los lugares yobservando cómo se nutren de laspropias especificidades de cada unode ellos.

Otro mérito valioso de los trabajosaquí presentados es el intento decomprender las realidades localesdonde la descentralización acontece,analizando la manera en que estosucede y sus consecuencias.

Al concebir estos lugares como terri-torios y enfatizando en las relacionesde poder que en ellos se desenvuel-ven, el esquema interpretativo pre-

sentado permite comprenderlos comoámbitos activos y relevantes de losprocesos vinculados con la globaliza-ción y la descentralización.

La preocupación por los actoresconcretos que actúan en los territo-rios, y el foco puesto en las tensionessociales que expresan movimientosde resistencia y lucha, muestra lamanera en que se constituyen lossujetos sociales y las distintas formasen que buscan incrementar su auto-nomía.

Un concepto central subyacente esel de agencia de las personas y gru-pos sociales, que acentúa su poten-cial, competencia y fortalezas.

De este modo, los lugares, en tantono pueden dejar de estar inscriptos enlas tendencias históricamente domi-nantes (y aquí vale la pena mencionarque aparece implícito en todos loscapítulos la tensión entre el actor y laestructura), por otro lado y al mismotiempo, también se abren a las opor-tunidades y a lo nuevo.

Tal como destaca Rodolfo Berton-cello en el prólogo, el estudio deestos lugares es, además de un apor-te académico, una opción política,porque se cuestiona el discurso y lapráctica del desarrollo territorial a tra-vés de su articulación con tendenciasgenerales del mundo actual, analizan-do sus especificidades en territoriosconcretos, en los cuales se perfila elmismo germen de su transformación.

Desfilan por las páginas del libroanálisis de caso de ámbitos ruralesdel NOA (Salta y Jujuy), del NEA(Misiones), así como de la regiónpampeana (Entre Ríos).

El eje de los procesos de centraliza-ción se vislumbra en los trabajos deFederico Villarreal sobre la localidadde San Carlos, Salta, y Ariel García,

153Galera de corrección

sobre el municipio de San Pedro,Misiones. Ambos analizan la autono-mía de los gobiernos locales a partirde la implementación de medidas dedescentralización. Se estudian deta-lladamente las relaciones socialesconcretas establecidas en torno deestas cuestiones, entre actores loca-les y entre ellos y los de afuera(gobiernos nacional y provinciales),mostrando de forma clara la compleji-zación de las tramas de relacionesentre las distintas organizaciones ysus integrantes y la diversidad desituaciones que de ello derivan.

Villarreal enfatiza la dimensión políti-ca de la descentralización que contri-buye a promover un proceso de desa-rrollo rural local sostenible e inclusivo.En ámbitos rurales donde la poblaciónes escasa y la dependencia delempleo público es significativa, elmanejo de voluntades políticas puederesultar más efectivo y así se limitanlas instancias de participación políticareal.

García demuestra que la autonomíapolítica del municipio analizado estáaún pendiente, ya que priman la varia-bilidad e impredecibilidad de los mon-tos y orígenes de los recursos fisca-les, así como el verticalismo políticopartidario en la gestión pública.

El tema de las instituciones y lasorganizaciones es abordado en el tra-bajo de Beatriz Nussbaumer sobreestrategias de Fortalecimiento Insti-tucional en relación con las políticasde desarrollo rural en Entre Ríos, apartir de reflexionar sobre los proce-sos de implementación de distintosprogramas, vistos desde los organis-mos que los llevan a cabo y recono-ciendo múltiples lógicas que atravie-san la gestión.

Otra interesante temática abordada

en el libro es la de las tramas socia-les, como conjuntos de actores, rela-ciones y prácticas sociales estableci-das en torno de objetivos concretos.Se analizan las formas de organiza-ción y participación de la poblaciónlocal que remiten a la cuestión delempoderamiento.

María Ximena Arqueros estudia enlos Valles Calchaquíes salteños cómoy para qué se van construyendo lastramas de juego, en torno de determi-nados elementos constitutivos delterritorio, caracterizando los procesossocioeconómicos del contexto localque afectan a los productores en rela-ción con su inclusión en los flujos deinformación y los recursos materialesy simbólicos producidos en el espaciolocal.

Andrea Nardi describe y explica latrama de actores y articulaciones con-figurada en el municipio misionero deSan Pedro (organizaciones de pro-ductores familiares, organismos públi-cos, ONGS, organizaciones de base,etc), para la construcción e imple-mentación de un modelo diferente oalternativo de desarrollo rural, reto-mando los trabajos de Schiavoni.

Los capítulos sobre Puna Jujeña yQuebrada de Humahuaca escritos porMariana Arzeno y Carlos CowanRos, trabajan sobre procesos organi-zativos que cristalizan en la conforma-ción de organizaciones específicas,analizando cómo la población vaconstituyendo dichas organizacioneslocales y regionales, que son a su vezdinámicas y con diversidad de estruc-turas. Los autores muestran que laorganización permite la reafirmaciónidentitaria, así como desarrollar estra-tegias para hacer frente a los proce-sos de exclusión y marginación social.

En el capítulo final, Sandra Pereira

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155Galera de corrección

interpreta el proceso participativo quecontribuye al desarrollo de la FeriaFranca de Oberá, Misiones, exami-nando la puesta en práctica de institu-ciones formales, el rol de la participa-ción de los miembros en esta expe-riencia y las consecuencias de eseejercicio, tanto para los feriantescomo para la feria en particular. Semuestra que en Oberá la participacióntiene características propias, presen-tándose como un derecho, pero tam-bién como una responsabilidad detodos los feriantes, quienes re-definensu propia participación en un marcoinstitucional construido por ellos mis-mos.

En suma, el común denominador delos trabajos presentados es el cues-tionamiento a los grandes discursossobre el desarrollo territorial, en lamedida en que muestran casi sinexcepciones que las propuestas dedesarrollo rural territorial implementa-das no son suficientes para revertirsituaciones de pobreza y exclusión.Sin embargo, estas propuestas abrenel juego a oportunidades de transfor-mación a través de los procesos parti-cipativos que instauran entre actoresque gestionan la defensa de sus inte-reses y la mejora de sus condicionesde vida, tanto materiales como simbó-licas.

Una fortaleza del libro radica en cap-tar dinámicas sociales de accionesconcretas en lugares concretos, esdecir, propuestas de desarrollo territo-rial en relación con las tendencias dela globalización y las políticas de des-centralización.

Se pueden destacar algunas cues-tiones: la evolución del equipo deinvestigación en los últimos años; laimportancia de los estudios de caso;la recopilación de trabajos del mismoequipo de investigación en un soloejemplar; la validez y actualidad deltrabajo de campo etnográfico, utiliza-do en todas las investigaciones pre-sentadas.

Para finalizar, creemos que estetexto nos permite reflexionar sobreuna cuestión fundamental: los investi-gadores no tenemos poder de deci-sión pero podemos alcanzar informa-ción a los decisores políticos. En estesentido, celebramos este tipo delibros que intentan mostrar no sólocomo las políticas actúan sobre lossujetos sociales, sino también comoéstos pueden actuar sobre las políti-cas.

María Carolina FeitoFacultad de Agronomía

UBA/CONICET