alborada bolivariana

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A A l l b b o o r r a a d d a a B B o o l l i i v v a a r r i i a a n n a a Aporte al progreso de integración latinoamericana y del Caribe

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Libro Gustavo Pérez Ramírez

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Page 1: Alborada Bolivariana

AAllbboorraaddaa BBoolliivvaarriiaannaa

Aporte al progreso de integraciónlatinoamericana y del Caribe

Page 2: Alborada Bolivariana

28

AAllbboorraaddaa BBoolliivvaarriiaannaa

Ediciones La Tierra22000055

EEddiicciioonneess LLAA TTIIEERRRRAA

El nombre “La Tierra” está vinculado con la difusión delas ideas socialistas en el Ecuador. Así se denominó elórgano de prensa de mayor trayectoria en el desarrollodel socialismo. En los últimos años en que se ha dadouna reunificación de las fuerzas socialistas, EdicionesLa Tierra publicó la cuarta época del periódico y ha pre-sentado también a los lectores una serie de publicacio-nes de orientación ideológica, producida por militantesy por personalidades del Ecuador y América Latina.

NNoo.. 2288AAllbboorraaddaa BBoolliivvaarriiaannaa

Primera edición, 2005© Ediciones la Tierra

La Isla N27-96 y CubaTlf. (503 2)256 [email protected] 9978-320-10-5

Supervisión Editorial: Flor Chancay M. yMargarita Andrade R. Cubierta: Isadora Espinosa y Belén Freire C.Diagramación: Belén Freire C.Impresión: Fausto Reinoso, Av. Rumipamba E1-35 y 10 de Agosto,of. 203, Quito.

Aporte al progreso de integraciónlatinoamericana y del Caribe

Page 3: Alborada Bolivariana

CCoonntteenniiddoo

5

Génesis 9

Agradecimientos 13

Prólogo 15

Introducción 29

II--EEll PPaassaaddoo 35

El pensamiento precursor

de la Independencia 40

Lo que fue la Gran Colombia, 1819-1830 46

Relaciones diplomáticas

de la Gran Colombia con

Inglaterra y los Estados Unidos 52

La Gran Colombia se resquebraja 58

Causas de la desintegración 64

Intentos de restauración 76

Lo que representó la

Gran Colombia para los

departamentos integrantes 85

Ecuador en Colombia 87

IIII--EEll PPrreesseennttee 97

El pasado en el presente 98

Intervencionismo de los Estados Unidos 98

La condición de los indígenas 105

La condición de las mujeres 111

La condición de los afro-americanos 119

Page 4: Alborada Bolivariana

6

América Latina en la actualidad 126

Surgen iniciativas de integración 132

Importancia de una comunidad

regional en el Cono Norte 146

La importancia ecológica 151

¿Y por qué no nos unimos? 157

IIIIII--EEll FFuuttuurroo 167

Una unión latinoamericana soberana 167

La disyuntiva: unión en el

ALCA o en el ALBA 169

¿En qué consiste el ALCA? 169

¿Cuál es nuestra interpretación? 174

¿En qué consiste el ALBA? 179

Análisis del ALBA 181

Diferencias entre el ALCA y el ALBA 189

Cuadro comparativo

entre el ALCA y el ALBA 201

Habrá que luchar para

que se concrete el ALBA 210

¿Y la corrupción? 214

La Iglesia Católica ante el ALBA 216

Lecciones recientes de la

historia sobre integración:

el caso de la Unión Europea 227

Algunos hitos de la historia

de la Comunidad Europea 229

Epílogo 241

Anexos 251

Anexo I: Carta de Jamaica 251

Anexo II :

Instrucciones a Richard C. Anderson 287

ANEXO III:

Bicentenario del juramento de Bolívar 291

ANEXO IV:

La leyenda del viaje de J.Q. Adams 297

Bibliografía 305

Bibliografía del autor 313

Page 5: Alborada Bolivariana

GGéénneessiiss

9

E ste libro se originó en la consulta de fuentesprimarias, tras la búsqueda de información

sobre una supuesta visita a la República de Co-lombia de John Quincy Adams, el famoso Secre-tario de Estado del presidente James Monroe.

Por un artículo del periodista colombiano En-rique Córdoba, publicado en Cronopios, me enteréde una visita que, en 1820, J. Q. Adams habríahecho a Bogotá. Poco antes del viaje, el 17 de di-ciembre de 1819, a orillas del río Orinoco, en An-gostura, hoy ciudad Bolívar, Simón Bolívar habíaproclamado la República de Colombia.

La información que captó mi interés decía:

… Uno de los primeros secretarios de Estado, JohnQuincy Adams, pionero de los viajes oficiales a Amé-rica Latina, visitó a Bogotá, cuando con Venezuela yEcuador formábamos una sola nación, y escribió uninforme sobre la Gran Colombia en 1.820.1

1 Cronopios, (Periodismo para el arte y la cultura en internet,donde su creador Ignacio Ramírez divulga noticias culturalesdel mundo). “Gringa colombianizada”, Café Berlín, 17/11/2004 12:01.http://www.delagracia.de/cronopio_xx.htmEnrique Córdoba asegura que realizó en los años 80 unainvestigación sobre “La historia de las relaciones diplomáti-

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10 11

Sin embargo no fue posible verificar la presen-cia de Adams en Bogotá, ni encontrar su supuestoinforme de viaje, que pronosticaba que la nacien-te república llegaría a ser una potencia mundial.

En el anexo IV doy cuenta detallada de lainvestigación y conclusión. Solo encontré referen-cias, como la que hace el historiador RaimundoRivas.

… Predecía Adams para Colombia, si conservabasu inmenso territorio y si gozaba de un Gobiernoque protegiera sus intereses, un brillante porvenircomo una de las más poderosas naciones delmundo.

Pero no transcribe ningún documento ni serefiere al supuesto viaje.2

Mi búsqueda se fue haciendo más obsesiva amedida que iba encontrando pistas, a pesar delconsejo que le habría dado un académico a Ana-tole France, cuando éste buscaba documentaciónpara escribir La Isla de los Pingüinos. “¿Por qué sepreocupa Ud. de buscar documentos para compo-ner su historia y no copia la más conocida, como es

costumbre?” La respuesta es obvia; la compartocon quien cita la anécdota: “La historia no puedeseguir siendo la copia de la copia de lo copiado”.3

En el curso de las investigaciones fui encon-trando numerosos documentos probatorios delexpansionismo e imperialismo norteamericano, desu impacto en el proceso independentista, del in-tervencionismo contra la Gran Colombia y a favorde su desintegración en 1830; de las trabas quepuso para su reconstrucción, que tanto se ha inten-tado desde el mismo año de su extinción. Esto mellevó paulatinamente a estudiar más a fondo laempresa libertadora y se fue conformando el libro,cuyas bases históricas corroboran la conclusión aque he llegado.

El intervencionismo de un país “con la voca-ción imperial de Estados Unidos y con sus ínfu-las de gendarme mundial”, no ha cesado contrala integración soberana de América Latina y elCaribe; ha ido creciendo, habiéndose concretadoen el penúltimo decenio del siglo XIX con el Pa-namericanismo y ahora con el ALCA, lo que mecondujo a buscar una alternativa que puedeestar en el ALBA, la Alternativa Bolivariana delas Américas.

De ahí que el título inicial de mi libro fuera Dela Gran Colombia al ALBA, no porque postule lareconstrucción de la Gran Colombia como tal,

cas Colombia-Ecuador”, para la tesis de grado para optar aldoctorado en el Centro de Estudios Internacionales yDiplomáticos de la Facultad de Derecho de la UniversidadCentral del Ecuador en Quito. En el Instituto Superior dePostgrado en Ciencias Internacionales de la Facultad deJurisprudencia de la Universidad Central, figura como alum-no para el período 1980-81, pero no se encuentra su tesis.

2 Raimundo Rivas, Historia Diplomática de Colombia 1810-1934, Imprenta Nacional, 1911, p. 88. (Consultado en la bi-blioteca de la Cancillería de Colombia en Bogotá).

3 Citado por Horacio Gómez Aristizábal en La calumniadaregeneración y otros ensayos polémicos, Bogotá 2000,Cargraphics S.A., p. 28.

Génesis Génesis

Page 7: Alborada Bolivariana

12 13

A gradezco a varios historiadores ecuatorianossus valiosos comentarios y sugerencias en el

curso de preparación de este libro, principalmentea Germán Rodas Chaves, quien no solo ha prolo-gado el libro, sino que fue constante interlocutor yha hecho posible la edición del libro, como tambiéna Jorge Núñez Sánchez, quien me facilitó el acce-so a fuentes primarias, habiéndome prestado susvaliosas colecciones, en edición facsimilar, de ElOrinoco Ilustrado y los cinco volúmenes de laGaceta de Colombia, obras importantes para fun-damentar este libro.

Quedo también con deuda de gratitud paracon el historiador Juan J. Paz y Miño Cepeda ycon Marcelo Larrea, quien me facilitó los cuadroscomparativos entre el ALCA y el ALBA, quepublicó en su revista el Sucre, y me puso en con-tacto con investigadores venezolanos que meaportaron por Internet documentos importantes.

En Colombia recibí apoyo invaluable del doctorOtto Morales Benítez, que durante mi estadía enBogotá puso a mi disposición su asistente perso-nal, quien me acompañó a todas las bibliotecas y

AAggrraaddeecciimmiieennttoosssino porque en la construcción de la Gran PatriaBolivariana Latinoamericana y del Caribe no sepuede ignorar lo que fueron los primeros pasos derealización de ese sueño de Bolívar por la unidadque hay que rehacer actualizado a las condicionesde nuestro tiempo.

Se trata de estudiar la historia con miras alpresente y al futuro.

Génesis

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14 15

oficinas gubernamentales. Y del doctor AntonioCacua Prada, Vice-presidente de la Academia deHistoria de Colombia, quien gentilmente me faci-litó muy útil bibliografía y comentarios.

Son varias las instituciones de las que recibíapoyo, comenzando por las bibliotecas y archivosdiplomáticos y consulares de las cancillerías enQuito y Bogotá, y las principales bibliotecas yhemerotecas en ambas ciudades.

Hago especial mención del Instituto Superiorde Postgrado en Ciencias Internacionales, Facul-tad de Jurisprudencia, Universidad Central delEcuador, UCE, por el acceso a su banco de datos,y del Lincoln Information Resource Center de laEmbajada de los Estados Unidos de América, enQuito, y de la Biblioteca del Congreso de los Esta-dos Unidos en Washington, por sus eficientes ser-vicios a través del Internet.

Que los muchos colaboradores anónimos queme atendieron en esas instituciones, y los quecolaboraron en la edición del libro encuentrenaquí mi expresión de sincera gratitud.

El autor.

PPrróóllooggoo

Gustavo Pérez Ramírez, historiador colombia-no, formado también como académico en cienciaspolítico-sociales y como técnico en temas de coo-peración internacional, y por lo tanto estudiosoacucioso de los problemas de la región, nos entre-ga una nueva obra suya que, en esta oportunidad,aborda el estudio respecto de uno de los proble-mas fundamentales de nuestros países como es elcomplejo mundo de la integración de nuestrospueblos, asunto de enorme trascendencia en mo-mentos en que la avalancha del mundo unipolar,la globalización del neoliberalismo y los interesesde las corporaciones económicas mundiales pre-tenden fragmentar nuestras latitudes y, a partirde ello, obtener mayores ventajas para sus pers-pectivas económicas y de poder.

Para alcanzar los resultados aludidos nodudan los sicarios de la inequidad en debilitar alEstado Nación, en fragmentar la unidad internade los países, en propiciar todas las distorsioneseconómicas sociales y en fracturar la soberanía

GGeerrmmáánn RRooddaass CChhaavveess

Agradecimientos

Page 9: Alborada Bolivariana

17

Prólogo

16

Prólogo

y autodeterminación de los estados. Ciertamen-te que para que se institucionalicen estos come-tidos, la concupiscencia de determinados gruposcriollos ha sido gravitante, no obstante que a es-tas alturas, a contrapelo de lo afirmado, impor-tantes sectores de la colectividad latinoamerica-na han recuperado el camino y el legado quetantos patriotas –como Bolívar, Martí y Alfaro–nos han dado, a fin de que fuésemos capaces depensar y de actuar, impidiendo que nos convir-tieran en sujetos de un mundo perverso que haolvidado al género humano y a sus requerimien-tos de vida fundamentales.

Pérez Ramírez no hace de su texto una rela-toría de acontecimientos históricos referentes ala conformación de la República de Colombia,sino que desde una arista crítica de los sucesos,lo cual devela una toma de posición, nos aproxi-ma con mucha sagacidad a la reflexión sobre losproblemas que se configuraron en el pasado y, apartir de esta circunstancia, el autor nos llevaluego por el camino de la explicación sobre lapropuesta integracionista actual, expresada, en-tre otras, en la Alternativa Bolivariana paraAmérica Latina y el Caribe (ALBA), iniciativaque se ha confrontado, en los últimos tiempos, aaquella conocida como de la Asociación de LibreComercio de las Américas (ALCA), confrontaciónésta que no solo es novedosa, sino que contribu-ye a que desbrocemos el complejo panorama delas incertidumbres.

La asimetría de las propuestas antes referi-das, explicadas y comparadas por el autor de es-ta obra con sencillez y claridad, y el entorno en elcual ellas se han desarrollado, así como las contin-gencias que han impedido una auténtica fórmulade integración regional, no solamente que estánen las páginas siguientes de este importante libro,sino que, de manera abierta, la lectura del textonos lleva alrededor del drama que ha vividonuestra América dolorida en el entorno de una se-rie de políticas que han incidido para que enfren-te la situación de crisis que hoy todos reconocemosy ante a cuya evidencia –más allá del discurso– seconstata la imperiosa necesidad de levantar alter-nativas y, sobre todo, de asumir compromisos decambio como ya ha sucedido recientemente en Ve-nezuela, Chile, Uruguay, Argentina y Brasil, porcierto como ya ocurrió en Cuba y como segura-mente está por producirse en otras latitudes,entre otros pueblos hermanos que han retomadoel camino de pensar por sí mismos, de actuarunidos con los demás países y de evidenciar que elcompromiso de justicia y equidad son parte con-sustancial de la auténtica democracia que deman-dan nuestras patrias y sus gentes.

En todo caso, frente a la actitud endeble y su-misa de los grupos de poder y con la finalidad delabrar para nuestra región un destino con plenaautodeterminación, es menester insistir en algu-nos hechos que no podemos descuidarlos en la me-moria histórica, tanto más que de lo que se trata

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19

Prólogo

18

Prólogo

es de comprender adecuadamente la situación ac-tual y, a partir de esta circunstancia, recrear laperspectiva de los cambios que a toda costa pre-tenden impedirnos los omnipotentes de siempre.

En efecto, ya en 1881 los Estados Unidos deNorte América efectuó todos los esfuerzos posiblespara reunir la Conferencia Internacional Ameri-cana y constituir el “panamericanismo”. Dicha ta-rea fue pensada y llevada a su ejecución por Ja-mes Blaine quien, en 1889, como Secretario de Es-tado de Benjamín Harrison propició el cónclavepara, según sus palabras, “fomentar la paz y el co-mercio a través de la determinación cordial y lacooperación de todos los estados americanos parabeneficio de todos”.

José Martí, con la misma genialidad que añosatrás y sobre similares asuntos comprendiera Si-món Bolívar, intuyó entonces hacia donde mar-chaba el encuentro fabricado por los norteameri-canos en 1889, por ello afirmó:

… la angustia de los industriales había crecidotanto desde 1881 cuando se tachó la idea del congre-so de osadía censurable, que en 1888, cuando apro-baron la convocatoria las dos casas, fue recibida porla mucha necesidad de vender, más natural y prove-chosa que antes. Y de este modo vino a parecer uná-nime, y como acordado por los dos bandos del país,el proyecto nacido de la conjunción de los interesesproteccionistas con la necesidad política de un can-didato astuto.

El candidato astuto fue Blaine. La convocato-ria apareció como inofensiva, no obstante que lasintenciones del encuentro fueron perversas. Elcongreso de marras fue una trampa mortal contralos pueblos de Nuestra América, aquella Américaque el propio Martí, en su texto “Nuestra Amé-rica”, publicado en enero de 1891, describiera ex-traordinariamente en su afán de clarificar la nece-sidad de construir la identidad latinoamericana, apartir de comprender la diversidad étnica y cultu-ral de la que siempre ha estado constituida y, ade-más, de observar los intereses estratégicos queanimaban ya la penetración norteamericana enlas latitudes del continente.

Los sucesos referidos denotan la estrategiapermanente de Estados Unidos por configurar ungran protectorado sobre América Latina, asuntoque fue siempre una idea constante de su políticaexterior y que se evidenció a plenitud desde 1825cuando Henry Clay cumplió las funciones de Se-cretario de Estado en la administración de JohnQuincy Adams.

Empero, dicha política no puede ser interpre-tada como una casualidad sino como el resultadodel desarrollo industrial y del crecimiento de susmonopolios, asunto que le provocó el que comen-zara a vivir una crisis de acumulación que, a suvez, le exigió el que abriera nuevos mercados. Losgrupos financieros norteamericanos, entonces,vieron en América Latina la zona donde efectuarnuevas inversiones y promover la venta de su

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Prólogo

20

Prólogo

producción. No se trató, pues, de promover unencuentro para alcanzar acuerdos comerciales demutuo interés, sino de favorecer, en el entorno delllamado Congreso Panamericanista, los interesesestratégicos norteamericanos, tal cual ocurre eneste momento, a costa del resto de los pueblos delcontinente.

En efecto, al terminar el siglo XVIII y comen-zar el XIX, los Estados Unidos de Norteaméricahabían definido ya los ejes de su política expan-sionista respecto del resto de América. La men-tada geopolítica, que a su vez fue la expresión dela formulación geoeconómica de la nueva poten-cia, se expresó en la ocupación de los norteameri-canos territorios como Luisiana, en 1803; de laFlorida Occidental, en 1810; de la Florida Orien-tal, en 1821; de Texas, en 1836; de Nuevo Méxicoy California, en 1848.

La mentada conducta expansionista de losEE.UU. fue articulándose paulatinamente, desdelos espacios del poder hacia el conjunto de la socie-dad, como un comportamiento estructural del pa-ís. Así en 1823, el quinto presidente norteamerica-no, James Monroe, quien gobernó de 1817 a 1825,concibió la argumentación necesaria para el pro-yecto de “crecimiento” de su país en América.Dicha justificación hablaba, entonces, de la nece-saria protección norteamericana respecto, del con-tinente de las apetencias colonizadoras europeas,en momentos en que España fue perdiendo, enmedio de lo que constituyeron las luchas indepen-dentistas, sus colonias.

En este entorno, Monroe advirtió a Europa quecualquier intervención de aquéllos en asuntos deAmérica sería considerada por Washington comouna amenaza a “la paz y la felicidad de los Esta-dos Unidos”. Estos conceptos configuraron lo quese conoce como la “doctrina Monroe”, la mismaque fue perfeccionada para ejercer cierta forma deprotección sobre las Repúblicas del Sur del RíoGrande, amparándolas contra posibles intentos dedesmembración o conquista por potencias no ame-ricanas. En todo caso, de lo que realmente se tra-taba fue de impedir que las potencias europeas,mucho más fuertes que España y las repúblicas deorigen Ibérico, cerraran el paso a la expansiónnorteamericana.

Para los conductores del poder norteamericanolos resultados de su confrontación con España a lolargo del siglo XIX fueron extremadamente favo-rables a sus intereses. En este contexto, por ejem-plo, no es posible olvidar los resultados de la gue-rra Hispano-Cubana-Norteamericana de 1898,habida cuenta que la doctrina Monroe tuvo todaclase de éxitos, y que el expansionismo galopó sinresistencias, tanto más que al interior de EstadosUnidos, lograron consolidar un pensamiento polí-tico, público e ideológico intervencionista que seexpresó en los diversos espacios de opinión y con-ducción de su sociedad, lo cual garantizó el desa-rrollo de un modelo que propiciaba la adquisiciónde nuevos espacios geográficos donde invertir yreproducir el capital monopólico, a fin de generar

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Prólogo

22

Prólogo

lo que entusiastamente ellos, los norteamerica-nos, denominaron el “desarrollo nacional”.

Este proceso al que aludo adquirió su propiocamino a lo largo del siglo XX, y su complejo ac-cionar se ha constituido en la vía de control delas Américas, con la finalidad estratégica no solode poseer zonas de influencia e inversión, sinotambién áreas supeditadas, en toda forma, a susmúltiples intereses y requerimientos estructu-rales y supraestructurales.

Así, en medio de esta lógica, en el siglo ante-rior, dividieron Colombia y fabricaron el apareci-miento de Panamá para construir, sin dificulta-des, el canal que uniría los dos océanos en elentorno de sus intereses económicos en perma-nente expansión; actuaron sobre México paradefender sus requerimientos de inversión; some-tieron a República Dominicana a fin de aplastarlos movimientos de oposición que emergieron encontra de los gobiernos títeres a sus intereses; im-pidieron que Haití soberanamente eligiera presi-dentes; aplastaron, en Nicaragua, la rebeliónliberal contra el gobierno de Adolfo Díaz que lesfue sumiso a sus pretensiones hegemónicas; arti-cularon todos los mecanismos para hacer fracasarla Revolución Cubana y por ello auspiciaron, en-tre tantas otras cosas, la invasión de Bahía de Co-chinos en contra de Fidel Castro; sostuvieron elrégimen asesino de Somoza y desestabilizaron laRevolución Sandinista nicaragüense; invadieronGranada; patrocinaron las dictaduras sangrien-tas de Chile y Argentina; impulsaron el Plan

Colombia como un instrumento para someter lasdistorsiones que puedan afectar a su proyecto geo-económico y geopolítico en la región andina; etc.,todo ello entre tantas y tantas acciones que hanhipotecado la vida de los pueblos americanos a losfines y expectativas de los Estados Unidos.

Concomitantemente a las circunstancias refe-ridas, en las Américas fueron desarrollándose for-mas contestatarias a la política agresora del im-perio. Los nacionalismos surgieron en medio de lanecesidad de confrontar la agresión del capitaltransnacional. Aparecieron, asimismo, los partidosy movimientos sociales constituidos, inicialmente,al calor de la Revolución de Octubre de 1917, yconsolidados a lo largo del siglo XX debido a lainfluencia de luchas sociales y populares, como laRevolución Mexicana, gracias a procesos de reno-vación de la Iglesia progresista latinoamericana,así como a causa de la influencia de la RevoluciónCubana y de la Sandinista, entre otros factores.

Precisamente debido a estos elementos de res-puesta al stablishment y luego, fundamentalmen-te, a causa del nuevo orden político y mundial pro-vocados a raíz de la desaparición de Europa Orien-tal –que determinó la conformación de un mundounipolar en medio de las disputas por la hegemo-nía entre los países ricos–, se han ido definiendonuevos instrumentos de sometimiento a los intere-ses norteamericanos.

Todo lo afirmado hoy se expresa plenamente,por ejemplo, en el contexto de aquello que se de-

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Prólogo

24

Prólogo

nomina “Plan Colombia”, propósito que si bien sehalla en una etapa geopolítico-militar, su verda-dero trasfondo se refiere a uno de carácter geo-económico, pues lo que se intenta imponer, enrealidad, es la Iniciativa Regional Andina, ante-sala del ALCA, a cuyo objetivo final se intenta lle-gar gracias al bilateralismo que hoy ha tomado elnombre de Tratados de Libre Comercio, y cuyadiscusión y su posible inserción en algunas regio-nes del continente americano es, en estos momen-tos, la tónica de la agenda de las relaciones impe-riales con los países de América que permiten es-ta estrategia.

En virtud de lo expuesto, precisamente, elpensamiento y las advertencias de Bolívar asu-men una trascendencia histórica. Recordemos loque nos dijera el Libertador, en su momento,frente al desarrollo imperial: “Los Estados Uni-dos parecen destinados por la providencia paraplagar la América de miseria a nombre de la Li-bertad”, debido a lo cual nuestro reto es, como loadvirtiera Martí, no estar del lado que se vivemejor, sino del lado en el que está el deber, paracuyo efecto la unidad de los pueblos latinoame-ricanos no puede ser tan solo un slogan, sino unobjetivo real imprescindible.

Precisamente, por los conceptos emitidos en es-te texto, se torna imperioso comprender que el fu-turo de Latinoamérica se juega en la integraciónregional y que es menester, entonces, la reestruc-turación de los estados nacionales y, por ello, es

necesario impulsar, rediseñar y articular los inci-pientes procesos de integración subregionales, do-tándoles de un mayor sentido social, político y eco-nómico y propiciando entre ellos la interrelaciónpermanente.

Empero, también es fundamental reconocerque las ideas y acciones referentes a la integra-ción no son ni una moda ni un modelo impulsa-do en la coyuntura, sino que, por el contrario,tienen raíces profundas en la misma historia delcontinente, pues aparecieron al calor de la crisisdel colonialismo en América a finales del sigloXVlll e inicios del XlX, en cuyo entorno Fran-cisco de Miranda fue el primer criollo que conci-bió un proyecto para la integración continental,proyecto que, en sus variados matices, repercu-tió en el pensamiento de la generación que im-pulsó la independencia continental.

Obviamente fue Bolívar quien, con su pro-puesta de “La América Meridional”, dio conteni-do a las ideas integracionistas, ideas que llega-ron a su práctica real con la fundación de Colom-bia en 1819 y cuya estela iluminó en 1826 elCongreso de Panamá al que asistieron delegadosde estados que actualmente comprenden docerepúblicas latinoamericanas.

Tras la muerte del Libertador, el gobiernoperuano, en 1846, realizó un nuevo esfuerzo in-tegracionista continental. La reunión si bien fueconvocada frente a las circunstancias devenidaspor los preparativos de la posible expedición en

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Prólogo

26

Prólogo

contra del Ecuador –con auspicio de la CoronaEspañola–, por parte de Juan José Flores y debi-do al estallido de la guerra de Estados Unidos con-tra México, demostró la voluntad de algunos paí-ses para actuar bajo criterios corporativos anteconflictos de sus vecinos.

Así pues, luego de los sucesos históricos men-cionados y a propósito de la tormentosa situaciónde estos últimos años, por las causas inferidas enestos párrafos, nos demuestra con absoluta clari-dad que los conflictos a los que Latinoamérica es-tá siendo arrastrada deben ser confrontados apartir de recuperar en su acción la misma entere-za que los visionarios de la unión proclamaranhace más de dos siglos, unión impulsada, además,con la certidumbre de construir el futuro tal cual,luego de la Carta de Jamaica, lo hiciera SimónBolívar, a quien el autor de este libro lo convocacon sus apreciaciones y referencias históricas paraque se constituya en el autor intelectual de la“Alborada Bolivariana”, la que deberá proclamar-se no solamente como un factor de respuesta, sinode propuesta colectiva, ante las circunstancias porlas cuales atravesamos en el periodo.

En resumen, estamos frente a un libro cuyocontenido nos debe hacer reflexionar para edificarel futuro que demandan nuestras patrias a partirde la unidad, palabra que debe ser dotada, a dia-rio, de contenido, en las prácticas individuales ycolectivas si todavía queremos considerarnos co-

mo inquilinos de la vida y si estamos dispuestos avencer a los trápalas que pretenden ignorar al gé-nero humano.

Quito, 26 de octubre del 2 005Germán Rodas Chaves

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2928

Gustavo Pérez Ramírez IInnttrroodduucccciióónn

La historia no es exclusivamente del pasado;el presente, también historia, es susceptible deser investigado como tal, camino hacia el futuro.Así lo postula el concepto Historia Inmediata, HI.Sus promotores desafían a los historiadores lati-noamericanistas a movilizar sus esfuerzos inves-tigativos dentro de este enfoque. Su propuestatiene una triple dimensión:

1. Que el estudio del pasado sirva a los latinoameri-canos para entender el proceso de surgimiento delpresente;

2. Que el estudio del presente no puede ser entendi-do a profundidad sin rastrear los procesos que ledan origen;

3. Que el presente, entendido como momento de unproceso mayor, puede dar pistas sobre tendenciafutura.1

1 Juan J. Paz y Miño Cepeda, Urgencia de la historiaInmediata en América Latina, Boletín de la AcademiaNacional de Historia de Ecuador, vol. LXXXIV, No 176, 2005,p 586. El concepto de inmediatez es válido también en litera-tura. Lo acuñó el doctor Carlos de la Torre Flor, dejándoloconsignado en las Resoluciones de 1eº Seminario para profe-sores de literatura de nivel 2º, organizado por la SociedadEcuatoriana de Escritores en los años 90, arguyendo, con

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30

Introducción

31

Introducción

Oportuna guía para reflexionar sobre el temaque nos ocupa, la integración latinoamericana ydel Caribe, profundamente arraigada en la his-toria, con 200 años de gestada en la mente ge-nial del Libertador Simón Bolívar, pero de acu-ciante actualidad y proyección hacia el futuro,dentro de la Alternativa Bolivariana de las Amé-ricas –ALBA–, rechazada el ALCA.

La propuesta del Libertador fue la de reunira todos los países independizados en una confe-deración de estados, la Patria Latinoamericana,dentro de un enfoque político, fundamentalmen-te para la defensa de la dominación externa, ensu época de Inglaterra, los Estados Unidos y deEspaña lanzada a la reconquista con el apoyo dela Santa Alianza europea.

Fue la primera tentativa unificadora en la his-toria de nuestros países, si bien Bolívar tuvo queconcentrarse únicamente en el cono nordeste deSur América, pues tampoco logró la Confederaciónde los Andes, que planeó en 1826, cuando estabaen Lima.

Aquí están en germen los fundamentos de lapresente corriente integradora y las pistas parael futuro, ojalá no muy lejano, con miras en la

celebración de un doble Bicentenario que planteaa las nuevas generaciones dos retos implicados,tanto en el juramento del Monte Sacro que hicie-ra Bolívar en Roma, el 15 de agosto de 1805, deconsagrar su vida a la Independencia de Hispa-noamérica, (ver Anexo III), como en la Indepen-dencia misma, proceso histórico continental, quese inició en las trece colonias americanas, seguidopor Haití, en 1804, para llegar tras dura lucha aser el primer país libre de Latinoamérica. Gritosindependentistas, de luchadores de diferentes na-cionalidades unidos, se fueron oyendo durante1809: en la Audiencia de Charcas, Alto Perú, el 25de mayo; en la Paz, el 16 de julio, ahogados portropas colonialistas; en Ecuador, el 10 de agosto,que estableció la Junta de la aristocracia quiteñaque resistió 80 días y afianzó el proceso.2

Sin embargo, la Independencia ha quedadotruncada. Se trata de hacer resurgir ese ímpetuarrollador hacia una Unión Latinoamericana so-berana, independiente.

No nos referimos, por lo tanto, a una integra-ción que afiance las relaciones de dominación ca-pitalista. Que esto quede muy en claro desde un

razón, que la literatura debería enseñarse desde lo contem-poráneo hacia atrás, para cautivar la mente de los jóvenescon realidades de su entorno, antes de interesarlos en la delos griegos y romanos, haciéndoles leer la Ilíada y la Odiseade Homero, la Eneida de Virgilio y las demás grandes obrasmaestras de la literatura universal.

2 Según Francisco Pividal Padrón, en Bolívar, primeros pasoshacia la universalidad, editorial Gente Nueva, La Habana,1982, p. 57; “antes que ninguna otra colonia de hispanoAmérica, la Audiencia de Charcas, en el Alto Perú, hoy Boli-via, dio el primer grito de libertad, si bien efímero, cabe seña-lar también que, como sostiene Andrade, ‘los verdaderosrevolucionarios fueron los sectores populares y los intelectua-les, mientras que los nobles, en definitiva, traicionaron lacausa libertaria’.”

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Introducción

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Introducción

principio. Estamos por una integración solidariade los pueblos, para que no siga habiendo exclui-dos, para que la prioridad sean los derechos de lagente, no los del capital y se reconquiste la Inde-pendencia.

De ello depende el futuro de nuestra supervi-vencia en libertad, tarea del presente. Unirnospolíticamente, frente a la unipolaridad de unasuperpotencia hegemónica amenazante.

Así es cada presente. Histórico, porque viene de a-yer… y porque trae en su vientre el engendro demañana –en palabras del historiador argentinoRafael San Martín–. Según él, no es ésta la concep-ción de la historia que manejan, hundidos en ciéna-gas de filología, prisioneros entre juncos de latín yespadañas de griego, los cumplidos redactores detextos oficiales. Tampoco la que lleva el agua al mo-lino de los puntales historiógrafos de rango, tan ati-borrada de documentos con telarañas y juicios conalmidón que excluye al noventa y nueve por cientodel pueblo anónimo que disputó las contiendas…que hicieron posible los sucesos trascendentes…transfiriendo el método y el objeto de la historia auna colección de biografías brillantes.

Es ineludible revisar nuestro pasado, entender-lo depurado de corruptelas y de enfoques tergiver-sados, concientes de que Bolívar soñó con hacer delas naciones que nacían a la Independencia, el gru-po anfictiónico de la más grande región del mundo“menos por sus riquezas naturales que por sulibertad y su gloria”. Ideales que renacen en nues-tros días, pero que deben ser adecuados y puestos

en práctica, con espíritu crítico, dentro de un nuevoparadigma, tanto metodológico como político.

Metodológico, porque la historia, como estudiodel pasado, ya no basta. Y porque se requiere deun nuevo paradigma político integracionista dife-rente del neoliberal con el que se está construyen-do el mundo bajo poderes hegemónicos, que ofrez-ca la alternativa de un mundo solidario, equitati-vo y soberano.

Para ello hace falta algo fundamental, comopunto de partida: un cambio de mentalidad y larevisión de nuestro ideario, que como el que animóla Independencia, no puede ser otro que el del res-peto a los derechos humanos.

Al fin y al cabo, como se ha dicho, antes de libe-rarnos de los españoles, fue necesario primeropasar por el período histórico de “La Ilustración”.Bolívar fue uno de los más ínclitos representantes.

El cambio de mentalidad es una condición sinequa non. Nos cuesta a los latinoamericanos dar elpaso a la integración, porque nuestro nivel defragmentación es muy grande y estamos encerra-dos en nuestros problemas de cada país desdesiempre. Cuando llegaron los españoles, estába-mos peleándonos, lo que le dio una ventaja estra-tégica a los colonizadores. Lo expresó José Martí,como lo recuerda Sergio Guerra:

…Pizarro conquistó Perú cuando Atahualpa gue-rreaba a Huáscar; Cortés venció a Cuauthémoc,porque Xicoténcatl lo ayudó en su empresa; entró

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Introducción IIEEll ppaassaaddoo

L os sucesos, cuya historia vamos a rememo-rar, como fuente de inspiración para las ge-

neraciones presentes y venideras en su empeñode vivir libres, soberanas, en un mundo justo yequitativo, sin excluidos, no son hechos aislados.No pueden ser analizados sino dentro de un con-texto más amplio, el de su estructura histórica ysocial, que los hará ver como parte de un procesoque trasciende la acción puramente militar y dehéroes, y que compromete al pueblo que ha per-manecido en el anonimato, especialmente el indí-gena, el afro-americano y la mujer, además de lossucesos que antecedieron y que se venían suce-diendo paralelamente no solo en las colonias ame-ricanas sino en las mismas metrópolis.

Porque la descolonización, ligada al período dela Ilustración y de la Enciclopedia, aunque sin

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Alvarado en Guatemala porque los quichés rodea-ban a los zutujiles. ¿Puesto que la desunión fuenuestra muerte, qué vulgar entendimiento, ni cora-zón mezquino ha menester que se le diga que de launión depende nuestra vida?

Lo entendieron los españoles que lograron unaunión artificial, por medio de su sistema colonial,que permitía movilizar oidores de un Virreinato aotro, sin mayores problemas, porque todo su Im-perio era una unidad administrativa.

Ahora se trata de establecer una unidad viva,solidaria, soberana, equitativa, a nivel de Amé-rica Latina y el Caribe.

El estudio del pasado ha de servirnos, alos latinoamericanos, para entender el

proceso de surgimiento del presente

Juan J. Paz y Miño Cepeda

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El pasado

el Congreso General de Colombia en la villa delRosario de Cúcuta, “a 12 de julio del año del señorde mil ochocientos veinte y uno, undécimo de laIndependencia”, cuando se estableció la Ley Fun-damental de la Unión de los Pueblos-Colombia.En su Art. 3 quedó decretado, “en nombre y bajolos auspicios del Ser Supremo”, que

… la nación colombiana es para siempre e irrevo-cablemente libre e independiente de la monarquíaespañola y de cualquiera otra potencia o domina-ción extranjera, tampoco es ni será nunca el patri-monio de ninguna familia, ni persona.

En el artículo 2 del texto de la Constitución deCádiz está el paradigma adoptado: “la nación es-pañola es libre e independiente, y no es ni puedeser patrimonio de ninguna familia ni persona”.

Esta última frase resultó demasiado radical,pues en las nuevas Constituciones se suprimió.En la actual constitución de Colombia (1991), elartículo 3 reza así:

… La soberanía reside exclusivamente en el pueblo,del cual emana el poder público. El pueblo la ejerceen forma directa o por medio de sus representantes,en los términos que la Constitución establece.

Tampoco aparece en la actual constitución deEcuador. El Art. 3 enumera 6 deberes primordia-les del Estado, entre otros el de “Garantizar lavigencia del sistema democrático y la administra-ción pública libre de corrupción”. Se ha debidomantener que la nación “nunca será el patrimonio

Gustavo Pérez Ramírez

estricta relación de causa-efecto, fue parte de unproceso de secularización, en el que la razón fuetomando el puesto que le correspondía, y el puebloasumiendo su soberanía como dueño, antes dadapor procesos autoritarios a monarcas autócratas,todopoderosos, como que les viniera de Dios.

Así, en la segunda mitad del siglo XVIII, seprodujo en Norteamérica la descolonización de lastrece colonias de Gran Bretaña, que tuvo que serpor medio de una Revolución, la de 1786, ante lapolítica económica colonial impositiva.

En seguida se produjo la Revolución Francesa,de 1789 a 1801, mucho más violenta, con un pe-ríodo denominado el Terror, de 1792 a 1794, antelas coaliciones contrarevolucionarias de las mo-narquías europeas.

Dos revoluciones que influyeron en las Colo-nias del Imperio Español, en las que participó elprimer precursor de su Independencia, el almi-rante venezolano Francisco Miranda.

En la misma metrópoli, con la instauración dela dictadura napoleónica desde 1799 y su Imperioen 1804, surgieron las Juntas Provinciales de De-fensa contra la ocupación francesa a España, yse originó la guerra de su propia independencia(1808-13), dejando un hito histórico en la Cons-titución de Cádiz de 1812, con influencia decisivaen las constituciones de las naciones que fueronindependizándose. De ello da prueba inequívocaLa Gaceta de Colombia (No. 1-3), al informar sobre

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nuestro Libertador, pero que apenas pudo realizarcon un puñado de territorios, los de la Gran Co-lombia iniciada en diciembre de 1819.

Desde su desintegración en 1830, pugna porrenacer como el Ave Fénix, ampliada, integrándo-se en la unión de toda Latinoamérica y el Caribe,anhelo de unión que el imperialismo quiere parasí a través de una Área de Libre Comercio de lasAméricas –ALCA–, pero que las neo coloniasquieren a través de otro mecanismo, que no lesquite la soberanía ni la libertad y les permitaconstruir la verdadera democracia del pueblo, porel pueblo y para el pueblo, que se podría lograr enla alternativa que es el ALBA.

Comencemos por el principio, por lo que fueese intercambio de ideas que animó a los precur-sores, por ese cambio de actitud apática que teníapostrados a los colonizados en obediencia ciega,por esos nuevos comportamientos generosos,sacrificados del pueblo que se fue desprendiendode lo que las tropas requerían en medios de trans-porte, de víveres, de asistencia y, sobre todo, pro-veyendo a los libertadores de los recursos huma-nos, en el que la mujer, los indígenas, los afro-americanos y el pueblo en general tuvieron pre-sencia definitoria. Fue una epopeya gloriosa, deinmensos sacrificios y contribución en vidas queencierran grandes lecciones para el futuro.

El pasado

de ninguna familia, ni persona”, habida cuenta delo mucho que esta inveterada práctica contribuyea la corrupción.

Otro proceso fundamental de la estructurahistórica, esta vez de carácter económico-social,fue el de la Revolución Industrial, iniciada en elsiglo anterior, con concentración de la pequeñaindustria rural en lo que se ha denominado laprotoindustrialización, con referencia a la indus-tria de lino de Flandes y a la revolución agrícolacon la supresión de la rotación trienal y desapa-rición de los barbechos, iniciada en la primeramitad del siglo XVIII.

Alrededor de 1770, con la aplicación de lamaquinaria a la producción de textiles y la in-troducción de la máquina de vapor, se producen“revoluciones” en todos los sectores, dando lugara nuevas estructuras de la economía.

Todo esto iría a tener consecuencias en las colo-nias españolas, en particular, con la introduccióndel librecambismo que dio golpe mortal a las ma-nufacturas que practicaron por siglos los indíge-nas y que, en último término, le permitió a GranBretaña constituirse en gran Imperio y tomar ladirección del mundo y de nuestra soberanía, hastaque los Estados Unidos la suplantaron y nos deja-ron sometidos a este nuevo Imperio convertido enla mega potencia mundial única de nuestros días.

Estos procesos han ido generando nuevos, losnuestros, los que pueden llevarnos a la recons-trucción de la unidad, el sueño por el que luchó

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pues había establecido amistad con el botánicofrancés Aimé Bompland y con el sabio alemán Ale-jandro de Humboldt, a quien conoció en París a suregreso de la Expedición Científica, y así sucesiva-mente.

Claro que, como Alfredo Jocelyn y Holt Lete-lier sostienen, al caracterizar el ambiente ideo-lógico durante la crisis del régimen colonial y laindependencia:

… no se ha podido comprobar que existiera unarelación directa de causa-efecto entre la aceptaciónde la Ilustración y el desenlace que conduce a laIndependencia. Con todo, es cierto que la Ilustracióncreó las condiciones, el clima intelectual que serviríade contexto al colapso del imperio, posibilitandoeventualmente una separación. La Ilustración anti-cipó ideológicamente la Independencia.1

El precursor Miranda, caraqueño, fue el prime-ro en plantear sistemáticamente la idea de la uni-dad política continental. Había peleado con elgrado de mariscal de los ejércitos en la RevoluciónFrancesa, y compartido con los más destacadosideólogos de la Independencia en los círculos cons-piradores de París y Londres las ideas de libertad,entendida como liberación de la opresión. Pero seinclinó más por la Revolución Norteamericanaque por la Francesa con su fase de Terror. Y fuepartidario de la tolerancia religiosa. En 1790 re-

El pasado

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EEll ppeennssaammiieennttoo pprreeccuurrssoorr ddee llaa IInnddeeppeennddeenncciiaa

La gran gesta bolivariana independentista nose puede explicar en el vacío, sin su relación a lasideas que los precursores de la Independencia pre-conizaron, imbuidos del espíritu de la Ilustraciónsecularizante y racionalista.

Porque la Independencia no se logró solamentecomo efecto de las armas. El proceso partió de unatoma de conciencia que inspiró a toda una pléyadede precursores e ideólogos latinoamericanos;Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Antonio Na-riño, Camilo Torres, Francisco Eugenio de SantaCruz y Espejo, José de San Martín, BernardoO’Higgins, José Gervasio Artigas, Manuel Belgra-no, Martí, Miguel Hidalgo, y a tantos otros, comolos que deberían ser mejor conocidos, el fraile chi-leno Camilo Henríquez, autor del Catecismo de losPatriotas, y el cura momposino, Juan Fernándezde Sotomayor, en Colombia, quien también com-puso un catecismo para sintetizar los principiosevangélicos que animaran a los revolucionarios.

Se sabe que Espejo y Nariño estuvieron en con-tacto, como fue el caso de otros Precursores, enintercambio de ideas entre ellos y con personas dela Ilustración. Andrés Bello, en Caracas, tuvo con-tactos con académicos que estudiaban a Newton yCondillac, y estuvo traduciendo a Locke, a quiense atribuye el origen del movimiento conocido co-mo la Ilustración. Bolívar compartía las ideas yespíritu progresistas de la Expedición Botánica,

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1 Alfredo Jocelyn y Holt Letelier, “Caracterización delambiente ideológico”, en Historia de América Andina,Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, Ed. Libresa,2003, p. 67.

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Compartía la ideología de otro precursor, PedroFermín Vargas, colaborador de la Expedición Bo-tánica, quien en 1791 había escrito en sus Notas:

Una revolución política, que no es otra cosaque la recuperación de los Derechos del Hombre,debe hacerse exclusivamente por el pueblo.3

Bien señala Carlos Paladines, que hay quienesconfieren a la Misión Geodésica Francesa, lo mis-mo que a la Real Expedición Botánica y a las visi-tas a Quito de Caldas, Humboldt y Bonpland, ha-ber marcado de manera indeleble, a la concienciacriolla con lecciones de libertad.4

El quiteño, Francisco Eugenio de Santa Cruz yEspejo, a su vez, fue un inspirador del movimien-to independista, aunque, como sostiene CarlosLandázuri Camacho, Espejo no llegó a pensar co-mo los insurgentes quiteños de 1809, muchos deellos sus amigos y discípulos… cuya posición tam-poco fue estática.

Según él, la génesis de la revolución quiteña de1809-1812 fue la etapa más original del procesoindependista. Derrotada ésta, la Independencia seda en Ecuador como parte de un movimiento con-tinental con causas y resultados comunes.5

El pasadoGustavo Pérez Ramírez

dactó el Plan para la forma, organización y esta-blecimiento de un gobierno libre e independienteen la América Meridional, lo que lo constituye enel primer precursor de la Independencia.

A él le debemos también la bandera tricolorque ideó, revolucionaria, en alta mar, cuando sehizo a la vela, dispuesto a libertar a Venezuela,como nos narra Rumazo:

… En la travesía piensa en una bandera libertado-ra, y la concibe tricolor–amarillo, azul y rojo–,para simbolizar algo por él idealizado: en el futu-ro, inmenso azul separará por siempre a la Amé-rica cubierta de oro de la sangrienta España.2

Antonio Nariño, bogotano, el “Precursor delNuevo Reino”, fue clave en el cambio de mentali-dad necesario para la causa de la independencia,con su traducción, en 1793, y publicación en 1794de la Declaración de los Derechos del Hombre y delCiudadano, proclamada en la Asamblea Francesade 1789. Nariño dio prioridad a la revolución delos espíritus y del cambio de mentalidad en la bús-queda de la libertad continental y de una revolu-ción integral. Su biblioteca privada contaba conunos seis mil volúmenes, una de las mejores deBogotá, ciudad que ya tenía observatorio astro-nómico y una de las colecciones botánicas máscompleta del mundo.

2 Alfonso Rumazo González, Simón Bolívar, Quito, Editorialde la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión,2003, p. 57.

3 Citado por Javier Ocampo López, Historia de las ideas deIntegración de América Latina, Tunja, Boyacá, Colombia,Editorial Bolivariana Internacional, 1981, p. 81.

4 Carlos Paladines, “Pensamiento independentista: El movi-miento ilustrado ecuatoriano”, en Enrique Ayala Mora,edit., Nueva Historia del Ecuador, vol. 6, Quito, Corpora-ción Editora Nacional-Grijalbo, 1988, p. 170.

5 Carlos Landázuri Camacho, “La Independencia del

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El pasado

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impulso progresista e integracionista de estos paí-ses en el siglo XXI de “integración bolivariana”.6

En su Carta de Jamaica Bolívar abunda enrazones que demuestran su ideario: opuesto a ladiferenciación de los estamentos sociales, a la infe-rioridad ante lo peninsular, a las trabas a la cultu-ra y a la persecución a los intelectuales de Amé-rica. Insistió en inculcar el sentimiento de ameri-canidad y unidad de los pueblos: La Patria esAmérica, un pacto continental de solidaridad quepropiciaba la movilidad social ascendente.

Por la educación recibida de su preceptor,Bolívar se interesaba por la naturaleza y se ade-lantó a su época, como en tantas cosas, como aban-derado de la conservación del ambiente.

En cuanto a Camilo Henríquez, se le puedeconsiderar precursor de la Teología de la Libera-ción. Con su Catecismo7 hace una admirable sín-tesis de definiciones sobre aquellas materias polí-ticas y éticas, en discusión en la época, tales comola libertad de expresión, la monarquía de derechodivino, la igualdad de los hombres ante la ley, eldeber de amar a la patria más que a la familia, ladistinción entre libertad nacional y civil, (la pri-mera como la independencia de la patria, la se-

6 Javier Ocampo López, ibídem, p. 97.7 Este Catecismo se publicó en los No 99 y 100 de El Monitor

Araucano, correspondiente al 27 y 30 de noviembre de 1813,y continuó apareciendo en el segundo tomo de la mismapublicación. Fuente: Raúl Silva Castro, Escritos políticos deCamilo Henríquez, Santiago, 1960, pp. 147–154.

En cuanto a Simón Bolívar, hay acuerdo enque fue uno de los más ínclitos representantesde la Ilustración. Influido por el pensamientoclásico grecolatino, aseguró a Santander haberestudiado (no solo leído), a Locke, Condillac,Bufón, Dalambert, Helvetius, Mably, Filangieri,Lalande, Rousseau, Voltaire, Montesquieu, Ro-llin, Berthot y todos los clásicos de la antigüedady los modernos de España, Francia, Italia y granparte de los ingleses. Lo que se puede apreciartanto en la histórica Carta de Jamaica, como enel Juramento de Roma.

Hay acuerdo en que sus ideales van más allá dela vigencia de su generación, pues, como sostieneJavier Ocampo López, “su preocupación no fue so-lamente realizar la ruptura de los vínculos políti-cos con la metrópoli española (que había estableci-do una dependencia que llevó a la servidumbre ycoloniaje más degradante), y organizar los nuevosestados nacionales, sino realizar también una ver-dadera revolución social y económica, expresadaen sus ideas sobre la abolición de la esclavitud y losprivilegios, la redención de los indios, la igualdadpara todos y la justicia en la distribución de los bie-nes. Sus ideas sobre la solidaridad continental y laintegración grancolombiana prolongan sus idealesal presente siglo XX y sirven de palanca para el

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Ecuador 1808-1822”, en Enrique Ayala Mora, edit., NuevaHistoria del Ecuador, vol. 6, Quito, Corporación EditoraNacional-Grijalbo, 1988, pp. 83-84.

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… Un Estado demasiado extenso en sí mismo opor sus dependencias, al cabo viene en decadenciay convierte su forma libre en otra tiránica.

Por ello Bolívar insiste en los pactos de uni-dad y solidaridad continental y en la conforma-ción de grandes bloques políticos o sea en inte-gración regional.

Esto iba en la línea de lo que ideólogos de laIndependencia proponían, como lo explica JavierOcampo López en su obra sobre la integraciónde América Latina.8

El venezolano Francisco de Miranda, primercriollo integracionista, propuso que

… la extensión del territorio y número de habitan-tes (de la unión latinoamericana) justifican elestablecimiento de cuatro gobiernos separados enel continente colombiano (así lo denominaba): elprimero compuesto por México y Guatemala; elsegundo, de Santa Fe, Caracas y Quito; el tercerodel Perú y Chile; y el cuarto, de Buenos Aires yTucumán.9

Bolívar pensó también en el establecimientode un gobierno común para las repúblicas cen-troamericanas, que se plasmó en la confedera-ción de las Provincias Unidas del Centro deAmérica, que subsistió de 1823-1838.

La cuna donde nació la Colombia bolivariana,que se conoce hoy como la Gran Colombia, fue el

El pasado

8 Javier Ocampo López, ibídem, p. 152.9 Citado por Javier Ocampo López, ibídem, p. 75.

gunda que hace que la ley sea igual para todos);estos derechos son la igualdad, la libertad, la se-guridad, la propiedad y la resistencia a la opre-sión. La soberanía reside en el pueblo. Ella esuna e indivisible, imprescriptible e inalienable.Estas y muchas otras ideas compartió con Ber-nardo O'Higgins y otros precursores de la Inde-pendencia. En un sermón en 1811 apoyó pública-mente el pronunciamiento por la unión de Amé-rica del chileno Juan Martínez de Rozas.

Del examen del pasado, se deduce la conclu-sión: si queremos lograr la verdadera integraciónde América Latina, tenemos que comenzar por uncambio de mentalidad, definir nuestro ideario ci-mentado en la solidaridad y propender por el sur-gimiento de un hombre nuevo. La acción futurano podrá llevarse a cabo sin sólidos principios deequidad, solidaridad, justicia social. No basta laoposición al neocolonialismo actual, como no lebastó a los patriotas solo luchar contra el antiguorégimen absolutista en Europa y después contrael expansionismo de Estados Unidos.

LLoo qquuee ffuuee llaa GGrraann CCoolloommbbiiaa,, 11881199--11883300

En su Carta de Jamaica (Kingston, 1815, verAnexo I), donde se encuentra su ideario sobre laintegración y las bases para entender la estruc-tura histórico social, que se desarrolla en ellargo plazo, Bolívar expresaba sus dudas sobreuna sola nación demasiado extensa:

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Germán Roscio (Venezuela) y Francisco de PaulaSantander (Cundinamarca). La del departamentode Quito no se proveyó por estar su territorio aúnbajo el dominio español. Si bien, la Real Audienciade Quito formaba parte del Virreinato de SantaFe, lo que se prestó a muchas ambigüedades.

De hecho, en la Asamblea que se reunió enBogotá en febrero de 1820, para ratificar las deci-siones del Congreso de Angostura, asegurada yala Independencia, con la victoria del Puente deBoyacá, del 7 de agosto de 1819, que siguió a la delPantano de Vargas, también en Boyacá, no huborepresentaciones de las denominadas sin identi-dad propia Provincias del Sur.

Tampoco, en el Congreso Constituyente de laRepública, que se reunió en la Villa del Rosariode Cúcuta, el 6 de mayo de 1821,11 hubo repre-sentaciones de Quito. El 12 de julio se firmó laley fundamental de la Unión de los pueblos deColombia. La Constitución de la República deColombia se firmaría el 30 de agosto de 1821.Solo el 13 de julio de 1822 ingresó Ecuador a laGran Colombia. El historiador Jorge Núñez sos-tiene que “la antigua Audiencia de Quito lo hizocasi forzadamente luego de la Batalla de Pichin-cha, 24 de mayo”.12

El pasado

11 Material tomado del Internet: Historia de Venezuela,Fundación Polar.

12 Jorge Núñez Sánchez, El Ecuador en el siglo XIX, Quito,Consejo Provincial del Pichincha, 2002, p. 167.

Congreso de Angostura del 17 de diciembre de1819.

En un principio, logró la integración políticadel antiguo Virreinato de Nueva Granada o Cun-dinamarca, (Distrito Central), y la Capitanía Ge-neral de Venezuela (Distrito Norte). Dos años des-pués incluyó al Distrito Sur. Venezuela, con 3 de-partamentos: Orinoco, Venezuela y Zulia, y 10provincias en total. El antiguo Virreinato de Nue-va Granada, con 4 departamentos: Boyacá, Cundi-namarca, Cauca y Magdalena, y trece provincias;y la Provincia del Sur con tres departamentos:Quito, Guayaquil y Azuay. Las antiguas provin-cias de Veraguas y Panamá proclamaron en 1821su independencia y se incorporaron a la GranColombia.

Según el historiador Cevallos, desde la campa-ña del Sur, se hallaba constituido el departamen-to de Azuay, compuesto de las provincias de Cuen-ca y Loja. Posteriormente el nuevo Estado vino acomponerse por Guayaquil, Azuay y Ecuador y laprovincia de Pasto, perteneciente al del Cauca,por haber esta última pedido desde antes de latrasformación el incorporarse al Ecuador.10

Dice la historia que, de acuerdo con la ley fun-damental, Bolívar fue designado presidente, yFrancisco Antonio Zea, vicepresidente. Los vice-presidentes de los departamentos fueron Juan

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10 Pedro Fermín Cevallos, Compendio de la Historia del Ecua-dor, Quito, Imprenta de la Universidad Central, 1900, 3ªed., p. 265.

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Colombia gozó de paz durante cinco años, du-rante los cuales,

… la sociedad colombiana avanzó mucho en sucamino hacia el engrandecimiento patrio; la igno-rancia de los ciudadanos desapareció en mucho,pues Santander fundó innumerables escuelas pa-ra que en ellas recibieran instrucción los niños yniñas; confió a los conventos de religiosos y religio-sas la dirección de los nuevos institutos de ense-ñanza primaria, lo mismo que a los párrocos en-cargados de la administración eclesiástica en to-das las ciudades y aldeas del país; y trabajó porelevar el nivel de los antiguos indios para que reci-bieran el beneficio de la independencia... Si avan-zó la sociedad colombiana en la vida intelectual,también prosperó la riqueza pública, pues la tran-quilidad que reemplazó a los afanes de la guerrapermitió a los agricultores sembrar los campos,explotar las minas, practicar el comercio entreunas y otras regiones del país, y reanudar elcomercio exterior que tan frecuentemente influyeen el progreso de las naciones… La paz fue paraColombia fuente de progreso y de bien.15

Con tan idílico cuadro de la Gran Colombia,quedábamos los jóvenes orientados hacia el cami-no de la integración de nuestros pueblos, y lamen-

El pasadoGustavo Pérez Ramírez

Bolívar había escrito en su Carta de Jamaica:

… La Nueva Granada se unirá con Venezuela, sillegan a convenirse en formar una república centralcuya capital sea Maracaibo, o una nueva ciudadque con el nombre de Las Casas, en honor de estehéroe de la filantropía, se funde entre los confinesde ambos países, en el soberbio puerto de Bahia-honda. Esta posición, aunque desconocida, es másventajosa por todos respectos. Su acceso es fácil ysu situación tan fuerte, que puede hacerse inexpug-nable. Posee un clima puro y saludable, un territo-rio tan propio para la agricultura como para la críade ganado, y una grande abundancia de maderasde construcción. Los salvajes que la habitan seríancivilizados y nuestras posesiones se aumentaríancon la adquisición de la Guajira. Esta nación se lla-maría Colombia como tributo de justicia y gratitudal creador de nuestro hemisferio.

Como lo recuerda Alfonso Rumazo, inmediata-mente después de la proclamación de la Repúblicade Colombia, Francisco José de Zea exclamó:

… Si Quito, Santa Fe y Venezuela se reúnen en unasola República, ¿quién podrá calcular el poder y laprosperidad correspondiente a tan inmensa masa?13

La imagen que de la Gran Colombia quedógrabada en mi memoria desde mi juventud fueun tanto idealizada. El texto que tuve para laclase de Historia Patria fue el de Manuel JoséForero.14 Él sostenía que la vida de la Gran

13 Alfonso Rumazo González, ibídem, p. 220.14 Manuel José Forero, Historia de Colombia para la enseñan-

za secundaria, Bogotá, Librería Voluntad, 1941. Habíaotros textos como el de Henao y Arrubla, Compendio de his-toria de Colombia, para la enseñanza en las escuelas de laRepública, Imprenta Eléctrica, Bogotá, 1911, y el de JoséAlejandro Bermúdez, Compendio de la Historia de Colom-bia. Texto elemental para la segunda enseñanza, Bogotá.1931, 2ª ed.

15 Ibídem, pp 131-132.

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rincones de Sudamérica, en lo que se reconocecomo la “primera acción unitaria de los pueblosde América”, Inglaterra, convertida en la granpotencia industrial, puso en nosotros su miradaen busca de las materias primas que necesitabapara su industria, no propiamente para ayudar-nos a industrializarnos; al contrario, con su ava-lancha de telas de algodón de sus telares indus-triales le dio un golpe mortal a la industria localde los obrajes, cuyos tejidos sufrieron la compe-tencia por el precio y la calidad de los importa-dos de Inglaterra. Y seguimos de proveedores dematerias primas para los nuevos amos, sinaprender la lección.

Otro factor de la dominación inglesa de laépoca, que también se repite, fue en el aspecto eco-nómico, pues pasamos del sistema monopólicocomercial español al inglés que impuso el libre-cambismo, y los empréstitos otorgados en condi-ciones usurarias, principios económicos de AdamSmith y David Ricardo, adoptados por Inglaterraa comienzos del siglo XIX.

Respecto a la penetración inglesa en la GranColombia, el historiador ecuatoriano, Jorge NúñezSánchez, hace un original análisis, destacando elagudo debate ideológico, poco conocido, que lideróel Mariscal Sucre entre proteccionistas y libre-cambistas en los años finales de la unión.17 Enimportante carta a Bolívar, Sucre abogó por una

El pasado

tamos que hubiera durado solamente cinco años.Era cautivante la visión unitaria de Bolívar quese nos enseñaba, porque era lógico que las proba-bilidades de que nos reconquistaran serían meno-res, si las nuevas potencias hegemónicas encon-traban países fuertes y unidos.

“El prestigio de que gozó Colombia en sus pri-meros años de existencia fue tan grande”, escri-be Raimundo Rivas,

… y tan sólidas y brillantes las dotes de sus repre-sentantes en la Unión americana, que en una reu-nión del Cuerpo Diplomático, en el cual estaba pre-sente el doctor Salazar, dijo el Secretario de Estado(de los Estados Unidos) Henry Clay que ningúngobierno excedía al de Colombia en la discreción ybuena fe en sus relaciones internacionales.16

RReellaacciioonneess ddiipplloommááttiiccaass ddee llaa GGrraann CCoolloommbbiiaa ccoonn IInnggllaatteerrrraa yy lloossEEssttaaddooss UUnniiddooss

Como por nuestra desunión, apenas salidosdel yugo colonialista hispánico, fuimos cayendoen nuevas dependencias, para terminar bajo ladominación de los Estados Unidos, no podemossoslayar un somero análisis.

En cuanto a Inglaterra:Si bien refuerzos auxiliares de ese país y de

Irlanda participaron con los venidos de todos los

Gustavo Pérez Ramírez

16 Raimundo Rivas, Historia diplomática de Colombia, 1810-1934, pp. 129-30. 17 Jorge Núñez, El Ecuador en el siglo XIX, pp.102-135.

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lación sobre que la Gran Colombia podría llegara ser una gran potencia mundial. Más adelanteharé un paréntesis al respecto.

Por ahora baste señalar que la noticia oficialsobre la formación de la República de Colombiay la solicitud de que fuera reconocida por el go-bierno de los Estados Unidos, no le fue notifica-da a éste sino el 20 de febrero de 1821, renovadaen una nota del 30 de noviembre y reiterada el 2de enero de 1822. Solamente el 8 de marzo de1822 el presidente de los Estados Unidos, JamesMonroe, envió al Congreso su reconocimiento 0dela independencia declarada por las colonias hispa-noamericanas, lo que hizo sin mucho entusias-mo.19 Hasta entonces los Estados Unidos no habí-an reconocido la Independencia, declarando suneutralidad ante la Santa Alianza y ante Ingla-terra, que no había adherido a la Alianza procla-mada en 1815 por Alejandro I de Rusia con mo-narcas absolutos y potentados de Europa. La San-ta Alianza combatía todo intento de subversióndel orden internacional.

El pasado

19 Ver instrucciones de J. Q. Adams, Secretario de Estado, aRichard C. Anderson nombrado ministro de los EstadosUnidos en Colombia, 27 de mayo de 1823, (quien fue prime-ro al Congreso de Panamá y murió en Cartagena en caminoa Santa Fe el 24 de julio de 1826) en Manning, William,Correspondencia Diplomática de los Estados UnidosConcerniente a la Independencia de las NacionesLatinoamericanas, Buenos Aires, Imprenta López, 1931, vol1, pp. 227-228.

política proteccionista más amplia, especialmentehabida cuenta de la crítica situación del departa-mento de Ecuador.

“Por ironías de la vida”, concluye Núñez,

… hasta el mismo Santander habría de reconocerimplícitamente parte de los riesgos del librecam-bio, cuando, en 1834, y ya en calidad de Presiden-te de la Nueva Granada, dirigirá un mensaje alCongreso Nacional, informando sobre las negocia-ciones abiertas por su administración para lograrlas reformas del Tratado de Amistad, Comercio yNavegación que la fenecida Colombia suscribieracon la Gran Bretaña.18

No es simple coincidencia el parecido con losTratados del Libre Comercio que el nuevo Im-perio ha venido subscribiendo con los países lati-noamericanos.

En mis exploraciones por La Gaceta de Co-lombia (No LXI, p. 4) encontré una anécdota quecabe mencionar aquí. Se refiere a los brindis quehicieron los invitados al “espléndido convite” quese dio en Londres el 10 de julio de 1822 al señorZea, Ministro Plenipotenciario de Colombia. Salióreportado en el Courier de Londres, pues era deMr. Thomas Wilson, quien brindó para que “laRepública de Colombia dure mil años”.

En cuanto a los Estados Unidos:En los inicios de la Gran Colombia hubo im-

portantes gestiones de acercamiento y de adu-

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18 Jorge Núñez, El Ecuador en el siglo XIX, p. 135.

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nombrado en junio de 1820 para que gestionara elreconocimiento de la Independencia. Era españolde nacimiento. Murió en Filadelfia apenas cumpli-da exitosamente su misión de lograr la simpatíanorteamericana para la causa independentista. Yfue el primer representante en Colombia en sercooptado para los intereses de Estados Unidos,habiendo sido influenciado para dar apoyo a laformulación de la Doctrina Monroe en sus trescomponentes, la no colonización del continente; lano intervención de Europa en los asuntos ameri-canos y el compromiso de los Estados Unidos deno intervenir tampoco en los asuntos europeos.20

El presidente Monroe había aprovechado eltradicional mensaje anual al Congreso, el 2 dediciembre de 1823, para definir la política esta-dounidense sobe las repúblicas americanas, enbase a los tres principios citados.

El gobierno de los Estados Unidos, sin embar-go, dejó las puertas abiertas para intervenir en losasuntos internos de los países centro y sudameri-canos, que en nuestros días pretende hacer como“monitoreo democrático” y por medio de la coopta-ción de los regímenes del sur de sus fronteras.

No nos hagamos ilusiones. Como lo sostieneel profesor Vieira,

El pasado

La Gaceta de Colombia (No 30, 2) reportó asíla noticia:

… Serán las 7 de la noche cuando acaba de fondearen este puerto la goleta Lotería, procedente de Bal-timore, con 19 días de navegación, trayendo la muyplausible noticia del reconocimiento de la Indepen-dencia de Colombia por el voto general de la Cáma-ra de los Estados Unidos.

El mensaje venía firmado por Lino de Cle-mente en Maracaibo el 19 de abril de 1822.

Con anterioridad al reconocimiento de la In-dependencia en 1822, los Estados Unidos teníanagentes comerciales, que a la vez eran agentespolíticos. Charles S. Todd fue el primer agente enColombia nombrado por Washington desde 1820,quien al parecer mantuvo muy bien informado alSecretario de Estado, Adams.

En 1817, el presidente Monroe había nombra-do una comisión investigadora para que visitaraSudamérica e informara sobre la situación real yla viabilidad de los nuevos estados. La comisiónla formaron Theodirick Bland, John Gram yCésar A. Rodney con Henry M. Brackenridge desecretario, pero Adams al ocupar la Secretaría deEstado consiguió retrasar su partida durante va-rios meses hasta diciembre de ese año. El informede la misión fue desfavorable a que se reconocie-ran las Provincias Unidas del Plata.

Por parte de Colombia, Manuel Torres fue elprimer encargado de negocios ante Washington,

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20 Luis Horacio López Domínguez, “La Gran Colombia y losEstados Unidos de América”, Relaciones Diplomáticas1810-1831, vol I, p. XVIII.

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Cía., política, con la cual el crédito externo de laRepública sufrió un colapso total.

Pero también hubo una crisis político-militar.El 30 de abril surgió el motín rebelde en Valencia,Venezuela, encabezado por el general José Anto-nio Páez, lo que obligó a Bolívar, que se encontra-ba en Perú, a regresar. El movimiento pasó a lahistoria con el nombre de “La Cosiata”. La llegadade Bolívar a Venezuela aplacó momentáneamentela disidencia, pero se mantuvieron las discrepan-cias entre bolivarianos y santanderistas, los pri-meros abandonaban la Constitución de Cúcuta de1821, que había dado origen a la Gran Colombia yquerían una nueva Constitución bolivariana; lossantanderistas la defendían a capa y espada.

Cabe recordar que, con la generosidad quecaracterizaba a Bolívar, éste le había regalado aPáez la espada con empuñadura de oro y piedraspreciosas que le habían dado en una fiesta enCaracas. Páez la recibió con lágrimas en los ojosy exclamó: “En mi mano está la espada de Bo-lívar. Por él iré con ella hasta la eternidad”, es-cribe Rumazo y añade, “Para Páez la eternidadduró menos de tres años”.22

Henry Clay, Secretario de Estado en elGobierno de J. Q. Adams, que monitoreaba decerca los acontecimientos, con fecha 25 de octubrede 1826 escribió una carta a José María Salazar,ministro de Colombia en los Estados Unidos,expresándole:

El pasado

… en general, Estados Unidos no apoyó el procesode independencia de América Latina, aparentó u-na neutralidad que no cumplió, se proclamó tutordel continente con la Doctrina Monroe y fue hostila los planes de integración latinoamericana pro-pugnados por el Libertador, participando en dis-tintas intrigas que contribuyeron a la divisiónpolítica de estas naciones recién independizadasde España.21

Años más tarde José Martí lo experimentaríapor cuenta propia y afrontaría al Imperio quepor los años 1889 se disponía a completar su ex-pansionismo hacia toda la América Latina y elCaribe con su Panamericanismo ante el cualMartí propició la unión latinoamericana.

LLaa GGrraann CCoolloommbbiiaa ssee rreessqquueebbrraajjaa

Desde comienzos de 1826 surgió una crisis eco-nómico-fiscal-administrativa y político-militar. Enlo económico, debida en parte a la política libre-cambista de Santander; una avalancha crecientede mercancías importadas ahogó la producciónnacional. Las exigencias de la campaña del sur ydel Perú impusieron un endeudamiento, recu-rriendo a Inglaterra, primero con la casa Herring,Gram. y Ponles, y luego con la casa Golschmidt y

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21 Edgar Vieira Posada, La integración de América Latina, delCongreso Anfictiónico de Panamá en 1826 a una Comuni-dad Latinoamericana o Sudamericana de Naciones en elaño 2010, Bogotá, Ed. Pontificia Universidad Javeriana,2004, p. 41. 22 Rumazo, Op.Cit., página 414.

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un cuartel, Ecuador el convento y Colombia launiversidad”.

Estando en Lima todavía en 1826 soñaba conla unión e ideó al Confederación de los Andes,que hubiera sido la unión de estados confedera-dos, compuesta por Colombia, Perú y Bolivia,con la intención de que se unieran Centroamé-rica y Chile. Pero, como explica el padre JorgeVillaba, en su análisis de la década grancolom-biana,

… dos potencias se opusieron con todas sus fuerzasa la Confederación Andina: en Bogotá, Santander ysu partido; en Lima, el sector antibolivariano enca-bezado por Luna Pizarro y Vidaurre. Este partidolimeño formó un plan opuesto, un proyecto de ex-pansionismo pamperuanista, mediante la anexiónde Bolivia, y del Ecuador y Perú.24

Con relación a las discrepancias entre san-tanderistas y bolivarianos, que influyeron tantoen la crisis política, Apolinar Díaz Callejas pre-cisa que para Santander fue clara la importan-cia de Estados Unidos como primera potencia re-publicana y liberal del continente y del mundo.Lo que no le impidió que previera los riesgos im-plícitos por el creciente poderío e ímpetus expan-sionistas trazados por Thomas Jefferson. Bolí-var, en cambio, temió mucho al poder de EstadosUnidos, confiando siempre en la protección deGran Bretaña. “Nuestra federación americana

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… El gobierno de los Estados Unidos toma el mássincero y vívido interés por todo lo que concierne alreposo y a la prosperidad de la República de Colom-bia. Por lo tanto, el Presidente se impuso con pro-fundo y natural sentimiento de estos sucesos. Élespera ansiosamente que las medidas que se hantomado por el Gobierno de Colombia, para reprimirla insurrección militar que usted describe, alcancenel feliz resultado de conservar la autoridad de laConstitución y de las leyes y, al mismo tiempo, deevitar la calamidad de una Guerra civil.23

A esto se añadió la crisis del Congreso dePanamá, que se inauguró en junio de 1826 con laparticipación de México, América Central, Colom-bia, y Perú, pero que se clausuró en julio. Se pro-ponía firmar un Tratado de Unión, Liga y Confe-deración Perpetua para la mutual defensa y solu-ción pacífica de las disputas. El tratado fue ratifi-cado solo por Colombia, pero nunca tuvo vigencia.Lo que llevó a Bolívar a sus conocidas declaracio-nes antes de morir, ante el fracaso de la Federa-ción: “América es ingobernable, quienes han ser-vido a la revolución, han arado en el mar”. A Bo-lívar se le atribuye también la caracterización delas naciones de la Gran Colombia: “Venezuela es

23 Texto en inglés obtenido gracias a los eficientes servicios dela Biblioteca del Congreso de los EE.UU., a través de laseñora Luisa Sempértegui, del Lincoln Information Resour-ce Center, Embajada de los Estados Unidos de América,Quito. De la división de Manuscritos recibí por fax la copiade esta carta que aparece en los Papers of Henry Clay, volu-me 5, pp. 826-827. La carta original está en the NationalArchives and Records Administration (NARA), RecordGroup 59, Notes to Foreign Relations, volume 3, pp. 298-99.

24 Historia del Ecuador, Salvat, Editores Ecuatorianos S.A.,1981, p. 137.

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suerte de la Gran Colombia. No se logró la unióny sobrevino la dictadura de Bolívar (agosto 1828),si bien él mismo le puso límites y un sistema decontroles que la hacen única. Ese mismo año ocu-rrió el atentado del 25 de septiembre contra él, enla nefasta noche del 25 de septiembre de 1828,cuando se le quiso asesinar, y cuando ManuelaSáenz se ganó el título de Libertadora del Liber-tador. Dicen los historiadores que era lamentableel espectáculo de la Gran Colombia en 1828 y quecon la muerte del Libertador, en 1830, quedó sella-da la suerte.

En noviembre de 1829, Venezuela anuncióque se separaba de Colombia. En enero de 1830se reunió en Bogotá el Congreso Constituyenteante el cual Bolívar renunció. Siguió la separa-ción de Quito. El 4 de junio fue asesinado en Be-rruecos el gran mariscal de Ayacucho, AntonioJosé de Sucre. El 22 de septiembre el Congresode Valencia aprobó la Constitución de la Repú-blica soberana de Venezuela. Páez fue el primerpresidente. El 23 de septiembre, Quito promul-gó su primera Constitución. El general Juan Jo-sé Flores ocupó la presidencia del nuevo Estadoque se denominó Ecuador. Bolívar murió en SanPedro Alejandrino (Santa Marta), el 17 dediciembre de 1830.

La noticia de su muerte apareció en La Ga-ceta de Colombia, en edición extraordinaria del12 de enero de 1831, en la que se transcribe lacomunicación de la Comandancia General delMagdalena:

El pasado

no puede subsistir si no la toma bajo su protec-ción la Inglaterra”, le decía a Santander en cartadesde el Cusco del 28 de junio de 1825.25 Siem-pre se mantuvo firme en no buscar la protecciónde los Estados Unidos para la defensa de los paí-ses libertados, convencido de que “los EstadosUnidos parecen destinados por la Providencia aplagar a América de miseria en nombre de lalibertad”.

Como que hubiera intuido lo que vemos ennuestros días con la Iniciativa Regional Andina,antesala del ALCA, como la define GermánRodas,

… a cuyo objetivo final se intenta llegar gracias albilateralismo que hoy ha tomado el nombre deTratado de Libre Comercio –TLC–, y cuya discu-sión o su posible inserción en algunas regiones delcontinente americano es la tónica de la agenda delas relaciones imperiales con el resto de los paísesde América.26

Las divergencias entre Bolívar y Santander seintensificaron en la Convención de Ocaña, instala-da el 9 de abril de 1828, que habría de decidir la

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25 Carta de Bolívar a Santander, 26-6-1825, verwww.idela.org.ar/contenidos/ii/idea13.pdf. Erróneamente, según nos parece, una autora asigna estacarta a Santander en http://www.simon-bolivar.org/bolivar/c_a_de_panama.html

26 En De la Integración al sometimiento, resúmenes de lasponencias presentadas en el Seminario Internacional,ALCA: raíces históricas, impactos regionales y perspecti-vas, Quito, Ediciones La Tierra, 2004, p. 41.

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zos de 1826 surgió una crisis, económico-fiscal ypolítico-militar, que marcó el inicio del fin de laGran Colombia.

CCaauussaass eexxtteerrnnaass

Si bien, internamente hubo causas graves dedesunión, de las que trataremos más adelante,comenzamos por las causas externas porqueéstas fueron decisorias en el rompimiento de launión, manteniéndonos en la dependencia, quepor las mismas causas se sigue perpetuando.

Son múltiples los testimonios:

1. Responsabilidad británica

“La Gran Colombia fue destruida por un com-plot británico”, dijo en la ONU el embajadorvenezolano Fermín Toro Jiménez, al conmemo-rarse 185 años de la constitución de la GranColombia. Según él,

… en el estudio de la historia de América Latinasabemos que Argentina, Brasil y Chile quedaronbajo el poder británico, pero de Venezuela y Co-lombia no se había dicho nada. Aquí es cuando seerige el verdadero acontecimiento que dio lugar ala destrucción de Colombia y que no fue otra cosaque la instalación del neocolonialismo en Venezue-la, la intervención liquidadora que marca el co-mienzo de la contrarrevolución y que fue una obramaestra del imperio británico.

Esta mutilación de Colombia, explicó ToroJiménez, tuvo sus ejecutores internos,

El pasado

… El excmo. Señor Simón Bolívar ha pagado hoi ala naturaleza el precioso tributo de su importantevida, i Colombia acaba de perder para siempre a suLibertador… a su Padre… a su mejor i más ilustreciudadano”.

Allí aparece también su testamento.

Muerto el Libertador, el general Rafael Urda-neta, uno de los más leales a Bolívar, trató de res-tablecer la unidad de la Gran Colombia, perodebió renunciar en abril de 1831, siendo el últimopresidente. En 1832, la Nueva Granada se cons-tituyó también en república soberana, como ha-bía ocurrido con Venezuela y con Ecuador.

En la Nueva Granada, Santander asumió laPresidencia. En 1863 el país cambió de nombrepara denominarse Estados Unidos de Colombia,y a partir de 1886, República de Colombia.

Bolívar había advertido en vano: “Divididosseremos más débiles, menos respetados de losenemigos (...) La unión hará nuestra fuerza ynos hará formidables a todos.”

CCaauussaass ddee llaa ddeessiinntteeggrraacciióónn

En busca de las lecciones de la historia, quenos orienten para evitar repetir los errores, hayque revisar las causas de la disociación de lo quefue el sueño bolivariano, incluida la culpabilidadde las potencias imperiales.

De los relatos históricos se deduce que son múl-tiples las fuerzas desintegradoras. Desde comien-

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A renglón seguido se refiere a las instruccionesque J. Q. Adams había enviado a su ministro enBogotá, Richard C. Anderson, para que se opusie-ra “a los propósitos flotantes e indigestos de esaGran Confederación Americana”. Ver Anexo II.Vale la pena leer todo el documento para compren-der la hipocresía y doblez diplomática con la queAdams se refería a Colombia.

Una prueba más de esta hipocresía es la car-ta de Henry Clay, entonces Secretario de Estado,al Secretario de Estado de Relaciones Exterioresde Colombia, fechada en Washington el 30 deenero de 1928:

… No existe de las relaciones exteriores de losEstados Unidos ningún objeto con respecto al cualhaya sido nunca más atento el Gobierno de aqué-llos que el de evitar escrupulosamente de interve-nir en los asuntos internos de otra nación. Estaregla de conducta, que ha sido invariablementeobservada por el gobierno de los Estados Unidos,se funda en el doble motivo del propio respeto ydel respeto debido a las potencias extranjeras.29

Como nos recuerda Juvenal Herrera en sulibro sobre la Campaña Admirable,

… se asistió en aquella época, tan mal estudiadaen las escuelas de América Latina, a una alianza

El pasado

… que encubiertos parecían Próceres, pero siguie-ron alimentado su procerato al servicio de intere-ses antinacionales. El Imperio Británico no des-truyó a Chile, ni a Argentina, pero en el caso deColombia utilizó un bisturí para destruir ese orga-nismo vivo en la cabecera de América del Sur.

2. Responsabilidad de los Estados Unidos de América

Para el historiador Jorge Núñez, quien escribiólo referente a la Gran Colombia y el Ecuador enColombia, para la Nueva Historia del Ecuador,

… La oposición más acendrada a los proyectos an-fictiónicos la ejercitaron los Estados Unidos…Desde tiempos atrás, los gobiernos norteamerica-nos habían efectuado una activa campaña diplo-mática para frustrar los proyectos integracionis-tas de Bolívar, estimando que el éxito de estos sig-nificaría el surgimiento de un nuevo y vigorosopoder americano, capaz de contrarrestar sus pla-nes expansionistas y la política de preeminenciacontinental, proclamada en 1823 por la DoctrinaMonroe.27

Y apunta a una razón poderosa:

Temían también que se proyectara a todo el con-tinente la política abolicionista colombiana, quecontrastaba con el descarado esclavismo que man-tenían los Estados Unidos y en el que se asentabasu próspera economía.28

Gustavo Pérez Ramírez

27 Jorge Núñez, “Independencia y período colombiano”, en En-rique Ayala Mora, edit., Nueva Historia del Ecuador, vol. 6,Quito, Corporación Editora Nacional-Grijalbo, 2ª. impre-sión, 1996, p. 244.

28 Ibídem, p. 11.

29 William A. Manning, Correspondencia diplomática de losEstados Unidos Concerniente a la Independencia de lasNaciones Latinoamericanas, Buenos Aires, Librería EditorialLa Facultad, 1930. documento 174, p. 341. Trad. en versióncastellana por Pedro Capó Rodríguez en 4 volúmenes.

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¡“Cuánto cinismo y mala fe! ¡Qué cruel bofe-tada a la historia!”, concluye Peralta.31

3. Responsabilidad de España

España no se resignaba a haber perdido suscolonias y hacía esfuerzos para la reconquista.Otras potencias europeas, por su parte, espera-ban discretamente la ocasión para dar el zarpa-zo.32 La Santa Alianza no se atrevió a interveniren apoyo de España. Según Flagg Bemis

… una cosa era que el ejército francés cruzara losPirineos con el apoyo moral de la Santa Alianza yotra que atravesara el Atlántico hasta llegar a lascolonias españolas.33

Téngase en cuenta que en 1823, Lord GeorgePatrick Canning, ministro de Relaciones Exterio-res del Rey Jorge IV de Inglaterra, por conductodel ministro norteamericano Richard Rush, em-bajador en Londres, propuso a Estados Unidossuscribir una declaración conjunta para evitar laintervención de la Santa Alianza en América. Lainiciativa no tuvo acogida. En cambio logró delembajador francés, Príncipe de Polignac, el céle-bre “Memorándum de Polignac”, donde se acordóque Francia no intervendría en América Latina.

espuria de cuantos se oponían a la concreción delideal bolivariano que identificaba la guerra deliberación con una revolución social que echaraabajo los privilegios y que eliminara todas las for-mas de opresión y elevara a sus habitantes alrango de ciudadanos.30

Cabe recordar también que Washington y suscolaboradores, al romper las cadenas que los ata-ban a Gran Bretaña, buscaban seriamente unanación libre y justa; sus sucesores, desde Jeffersony Adams, se quedaron con la fraseología, pero nola pusieron en práctica.

José Peralta, en su ensayo La esclavitud de laAmérica Latina, hace un detallado análisis delas intervenciones de los Estados Unidos enAmérica Latina y cita la declaración que el 30 demayo de 1927 hiciera Calvin Coolidge, el presi-dente No. 30 de los Estados Unidos:

… Jamás nos hemos movido contra otras naciones–dijo el hipócrita orador– por ambición de conquis-ta, por deseo de poder, por anhelo de extender elterritorio, ni menos por venganza. No hemos roba-do a ningún pueblo su independencia, ni hemoslevantado la mano para oprimir a nadie. Cuandonuestros ejércitos han combatido, ha sido en apoyode gobiernos que pueden gobernarse por sí mis-mos; para cumplir la órbita de la libertad, endefensa de los principios de toda libertad.

30 Cita que hace Miguel Urbano Rodrigues de La CampañaAdmirable de Bolívar, recordada por Juvenal HerreraTorres. Tomado del Internet: Resistir.info

31 José Peralta, La esclavitud de la América Latina, Quito,Centro de Educación Popular, Cedep, 1991, p. 75.

32 Luis Horacio López Domínguez, La Gran Colombia y losEstados Unidos de América, relaciones diplomáticas 1810-1831, A manera de exordio, p. XVIII

33 Samuel Flagg Bemis, La diplomacia de Estados Unidos enla América Latina, México, Fondo de Cultura Económica,1944, p. 67. Trad. en versión española de Teodoro Ortiz.

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más tarde, al final de siglo todo culminaría con elI took Panamá, de Teddy Roosevelt.

Pugnas regionales políticas

Pugnas entre militarismo y civilismo, luchasde caudillos bolivarianos y santanderistas, luchasentre federalistas y centralistas, entre conserva-dores y liberales, nacionalismo regionalista, lu-chas por el poder, caudillismo, dualidad adminis-trativa entre el intendente de gobierno y el jefemilitar de cada departamento, civilismo legalistade los granadinos con Santander y el militarismovenezolano. Pugnas, en síntesis, entre el podermilitar que logró la Independencia y el poder civilliderado por Santander en Bogotá.

En la Convención de Ocaña se enfrentaronlas dos tendencias político-administrativas fede-ralistas y centralistas y los personalismos boli-varianos y santanderianos; la corriente centra-lista bolivariana, por la unidad nacional con unejecutivo poderoso y la política ultra liberal, li-brecambista de Santander que defendía el forta-lecimiento de los departamentos y la aprobaciónde una nueva constitución política.

El escenario fue de lucha por el poder en cadaestado-nación. Pugnas regionales políticas fue-ron erosionando la unión y antagonizando a Bo-lívar, lo que condujo a la disolución en 1830.

En Ecuador existía un malestar económico ge-neralizado debido a que aquella región había cos-teado en una alta proporción los gastos del ejérci-

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A su vez, J. Q. Adams, como secretario de Es-tado de Monroe, insistió entonces sobre la for-mulación de una declaración advirtiendo sobredos hechos que amenazaban la independenciade los nuevos estados: La penetración rusa enalgunos territorios americanos y el propósito dela Santa Alianza de apoyar a España en la re-conquista de sus colonias.

4- Responsabilidad de Perú

Las insurrecciones en Lima tuvieron sus reper-cusiones en Guayaquil. Lima quería anexar losdepartamentos del sur de la Gran Colombia.

… Los agentes consulares norteamericanos en elPerú financiaron conspiraciones contra el revolu-cionario cuyas ideas y actos eran incompatiblescon ambiciosos proyectos de Washington. Uno deesos diplomáticos incentivó la invasión de Ecua-dor por el ejército peruano de La Mar, un ex-gene-ral de Bolívar.34

Causas internas

El proceso desintegrador que acabó con la Fe-deración bolivariana, continuó a nivel de cadapaís. En la Nueva Granada desde 1830 y por diezaños hubo varios intentos abortados de separacióndel Istmo de Panamá. Uno de ellos dirigido por elGobernador encargado de Panamá, a quien Bo-lívar hizo desistir desde su lecho de muerte. Años

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34 Miguel Urbano Rodríguez, www.resistir.info

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Bolívar como también por el hecho de haberse cer-cenado del territorio peruano la sección del AltoPerú, para crear la República de Bolivia, y el puer-to de Guayaquil.35

El escritor Juan Montalvo escribió:

… Los sucesores de Washington, grandes ciudada-nos, filósofos y políticos, jamás pensaron en despe-dazar el manto sagrado de su madre para echarsecada uno por adorno un jirón de púrpura sobre suscicatrices; mientras que los compañeros de Bolívartodos acometieron a degollar la real Gran Colom-bia y tomar para sí la mayor presa posible, locosde ambición y tiranía.36

De hecho, en el Norte, las trece provincias seunieron; en el Sur, predominó la desunión y que-daron veintidós países aislados.

El profesor Edgard Vieira Posada resume losfracasos en alcanzar la integración en Latinoamé-rica citando varios autores:

• Al peruano José Matos Mar, quien señalaque la descolonización temprana habría con-ducido a que en estos momentos muchas so-ciedades de América Latina no sean nacio-nes, afectando el problema de identidad na-cional.

El pasado

to grancolombiano libertador del Perú. En el ám-bito político, muy pocos eran los nativos del Ecua-dor que ocupasen posiciones de alguna importan-cia en el Gobierno central.

Flores se aprovechó de la insurgencia guaya-quileña para fundar la República del Ecuador “asu medida”. En la Declaración Ecuador con Ve-nezuela, firmada en la Casa de la Cultura Ecua-toriana, el 30 de junio de 2005, se deja constan-cia de que “sufrimos el error histórico de las oli-garquías criollas, que condujo a nuestra mutuaseparación en 1830”.

Dice la historia oficial de Venezuela, que enciertos sectores del centro-occidente de Venezuelahabía surgido un sentimiento de frustración porverse gobernados desde Bogotá, en tanto que en-tre los funcionarios civiles y los intelectuales deNueva Granada se veía con aprensión la posiciónpreponderante que en las Fuerzas Armadas habí-an alcanzado muchos venezolanos. La condena amuerte del coronel Leonardo Infante en 1824, enBogotá, la crisis político-jurídica abierta por laoposición del letrado Miguel Peña a firmar la sen-tencia, y la final ejecución del reo a comienzos de1825, habían contribuido también a agudizar esastensiones.

Por su parte, había malestar en el ejércitoperuano, que llevó posteriormente a la invasión aColombia. El historiador Jorge Núñez lo señala:

… la insatisfacción de algunos generales, pospues-tos por los jefes colombianos que acompañaban a

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35 Jorge Núñez, itel, edit. Fernando Herrera Baldeón, Quito,1997, p. 117.

36 Citado por Jorge Mier Hoffman, “Simón Bolívar y Washin-gton”, tomado de Internet http://simon-bolivar.org/bolivar/sbygw.html

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El mismo Vieira apunta a las diferencias sus-tanciales entre la concepción de Bolívar de un“continentalismo democrático” y el “nacionalismo”de las clases dirigentes criollas representado en elfracaso del Congreso de Panamá, el “civilismo”granadino, la insurrección de Páez en Venezuela,la rebelión de la aristocracia peruana o la políticade Rivadavia en Argentina.38

Causas económicas

La nueva República se había visto obligada arecurrir a empréstitos ingleses, ante la penuriadel fisco y la falta de víveres que dejaban ham-brientos a los ejércitos libertadores.

En el vértice (de la grave crisis interna), escribeJorge Núñez, se hallaba el gobierno liberal de San-tander, cuya política económica y administrativafue seriamente cuestionada en la mayoría de losdepartamentos de la República y en especial en losde Venezuela y el Distrito Sur.39

Se refiere a la crisis del sector manufacture-ro, consecuencia de la política librecambista deSantander y a la crisis económica por la políticahacendaria del Gobierno bogotano, ante los re-querimientos de guerra de las campañas del sury del Perú. Y añade algo muy importante: la

El pasado

• A la brasileña Eulalia Lameyer Lobo, quienachaca a la inexistencia de una burguesíadesarrollada, la demora ocurrida en la ma-duración de la idea de nacionalidad hasta1860.

• Al venezolano Demetrio Boersner, quien res-ponsabiliza al caudillismo regional, militar ylatifundista por la destrucción de la unidadde las naciones latinoamericanas, y la ca-rencia de una sociedad burguesa con infra-estructuras y vías de comunicación y víncu-los de comercio que asegurasen la confede-ración latinoamericana.

• Al argentino Marcelo Cavarozzi, quien serefiere al problema de desvinculación en-tre sociedades latinoamericanas, cuyo ais-lamiento se profundizó al fracasar la ma-yoría de los proyectos de construcción na-cional, a excepción de Chile y Paraguay, yal sucumbir la totalidad de los intentos deconfederación que emergieron desde laGran Colombia.

• Al mexicano José Carlos Chiarmonteacu-sa, quien responsabiliza a las disensionesy particularismos locales y regionalescomo factor que obstaculiza el desarrollode unidades nacionales.37

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38 op.cit., p. 59.39 Jorge Núñez, “La formación de la República de Colombia” en

Enrique Ayala Mora, edit., Nueva Historia del Ecuador, vol.6, Quito, Corporación Editora Nacional-Grijalbo, 1988, p.237.

37 Vieira Posada Edgar, La integración de América Latina: delCongreso Anfictiónico de Panamá en 1826 a una ComunidadLatinoamericana o Sudamericana de Naciones en el año 2010,Editorial Pontificia Universidad Católica, Bogotá, 2004, pp122-123.

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En 1842, con motivo del traslado desde SantaMarta a Caracas de los restos mortales de Bolí-var, surgieron nuevas voces por la unión granco-lombiana, su herencia.

En 1856 se dictó en Venezuela una ley ten-diente al restablecimiento de Colombia, y se co-municó a los gobiernos de Bogotá y Quito, asegu-rándoles que se mantendría su soberanía y laestructura de su régimen político interno.

Según Cavalier, el canciller Pombo respondióque el Gobierno de la Nueva Granada aspirabamás bien, a una federación, y que Ecuador tam-poco estuvo conforme con el plan de Caracas da-da que sus normas constitucionales nada dispo-nían sobre la unión colombiana.41

El proyecto renació a comienzos de la década de1860, durante la Guerra Federal o de la Fede-ración. Desde septiembre de 1859, cuando se reu-nió en Barquisimeto una asamblea que designó algeneral Juan Crisóstomo Falcón, jefe de la revolu-ción federal venezolana, se le confirieron faculta-des para convocar la Confederación Colombiana.

En la Nueva Granada el general Tomás Ci-priano de Mosquera, jefe de los federalistas, pro-movía la unión grancolombiana y se ponía encontacto con el presidente del Ecuador, GabrielGarcía Moreno, y con su principal aliado militaren las contiendas internas de ese país, el general

El pasado

corrupción con que se manejó tanto la contrata-ción cuanto la inversión de los empréstitos.

El inicio del fin de la Gran Colombia se marcacon la convocatoria por parte de Páez a una A-samblea Constituyente que se encargaría de re-dactar una nueva Constitución. “Esta ‘constitu-yente’ no era más que un grupo de comerciantesextranjeros establecidos en nuestras costas”, seseñala en la Historia de Venezuela,

…ex burócratas españoles regresados de PuertoRico y Cuba al terminar el proceso de emancipa-ción y un grupo de terratenientes que tenían toda-vía el control de la propiedad territorial... En estaConstituyente anti-bolivariana y con el apoyo dela Gran Bretaña se construyó ese seudo estadoque se llamó la República de Venezuela, un Estadoespurio, un protectorado extranjero, una semicolo-nia, dentro de la misma estructura de los vínculosneocoloniales que hoy existen con los Estados Uni-dos de América y otros países de Europa.40

IInntteennttooss ddee rreessttaauurraacciióónn

Señalamos cómo poco después de la muertedel Libertador, el general Rafael Urdaneta, a lacabeza del Gobierno en Bogotá, trató en vano derestablecer la unidad.

Desde 1831, el general José Tadeo Monagas,presidente de Venezuela, intentó, también en va-no, restaurar la gran República.

Gustavo Pérez Ramírez

40 Embajador de Venezuela ante la ONU, …. Prensa Misión deVenezuela en las Naciones Unidas (Carmen Boon),Publicado el Viernes 17/12/04

41 Germán Cavelier, Política Internacional de Colombia 1820-1860, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 1997, p.236.

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del inmaculado Sucre, debe ser aspiración de todohombre honrado y el fruto de patrióticos esfuerzos.44

El escritor Juan Montalvo compartió estaconvicción de la unidad de América Latina. Lomismo que Vicente Rocafuerte, quien proponíaunir la emancipación mental a la política.

Para Alfaro,

… el federalismo hará desaparecer esas emulacio-nes triviales, y llevar a entrambos pueblos por elcamino de la fraternidad, y de la unión, cuando sinceder a sujeción alguna, libre de toda opresión,proclamen con espontaneidad ese sistema funda-mental.45

Alfaro escogió un aniversario de la proclama-ción de Guayaquil para recordar a los guayaqui-leños:

… Vosotros sois colombianos de corazón, porquetodos vuestros votos y vuestros clamores han sidopor Colombia; y porque desde tiempo inmemorialhabéis pertenecido al territorio que hoy tiene ladicha de llevar el nombre del padre del NuevoMundo.46

En 1887 se dirigió al general Guzmán Blanco,presidente de los Estados Unidos de Venezuela, re-cordándole que en 1883 elevó a la Asamblea Cons-tituyente, reunida entonces en Quito, un menajeconcerniente a la restitución de la Gran Colombia.

Gustavo Pérez Ramírez

Juan José Flores. El gobierno ecuatoriano estuvode acuerdo con la reconstitución de la Repúblicade Colombia, bajo la forma federal.

En julio de 1861 Mosquera convirtió a la Nue-va Granada en Estados Unidos de Colombia, ydecretó que los venezolanos y los ecuatorianosgozarían, en Estados Unidos de Colombia, de losmismos derechos que los ciudadanos de esanación.42

En 1864, el gobierno peruano impulsó un nue-vo congreso por la unidad hispanoamericana.

En 1865, la aparición del libro del diplomáticoJosé María Torres Caicedo, “Unión Latinoameri-cana”, marca un hito en esta gesta hacia la recons-trucción de la unión. Fue el primero que se escri-bió contra el imperialismo norteamericano. En élsostenía que “ningún país latinoamericano puedeceder parte alguna de su territorio, ni apelar alprotectorado de ninguna potencia mundial”.43

En Ecuador, Eloy Alfaro fue uno de los conven-cidos de la necesidad de reestablecer la Gran Co-lombia. Memorable su proclama del 27 de enerode 1883, en la que pidió “propender a la pacíficareconstitución de Colombia, la Grande”, agregan-do que

… coronar la magna obra del Libertador Bolívar y

42 Material tomado del Internet: “Historia de Venezuela”,Fundación Polar.

43 Citado por Javier Ocampo López, Historia de la ideas deintegración de América Latina, Tunja, Boyacá, Colombia,Editorial Bolivariana Internacional, 1981, p. 24.

44 A. T. Barrera, Eloy Alfaro y la Gran Colombia, Guayaquil,Imprenta Mercantil & Velarde, 1921. p.12.

45 Ibídem, p. 13.46 Ibídem, p. 14.

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En 1889 surgió el Panamericanismo imperia-lista, que, como se ha dicho, inició un nuevo pro-ceso colonialista, combinando los viejos métodosde expansión con las nuevas formas de penetra-ción del capital monopolista.

Bolívar y Martí se opusieron siempre a inte-grar a los Estados Unidos en Latinoamérica,porque desvirtuaba la integración y el conceptode nuestra América. Sin embargo, ha triunfadohasta ahora la hegemonía de los Estados Uni-dos, que rebrota en nuestros días con el embele-co del ALCA.

Sergio Guerra precisa que

… ante la brutal acometida de Estados Unidos,José Martí, casi al finalizar el siglo XIX, retomó yenriqueció el viejo ideal de unidad hispanoameri-cana precisamente cuando éste comenzaba a serdesvirtuado por el panamericanismo diseñado porel Secretario de Estado norteamericano, JamesBlaine.50

En Colombia, el 18 de octubre de 1899, sehabía iniciado una nueva guerra civil entre libera-les y conservadores, conocida como la “Guerra delos Mil Días” (1899-1903). El año anterior habíallegado a la presidencia el anciano Manuel A. San-

El pasado

Y comisionó a su hermano Marcos para que ledijera en Caracas que jamás ha habido una épo-ca propicia para la realización de la Unión Co-lombiana, como la presente, ni nunca despuésdel Libertador, ha habido un hombre capaz dellevarla a cabo como S. E., a la vez que le recor-dara que el Perú, que antes de la guerra conChile, podría oponerse a la Unión Colombiana,hoy precisamente está interesado en ella”.47

Pero Eloy Alfaro fue más lejos, esperaba que laUnión Colombiana hiciera relación con los centroamericanos de modo que “estos hagan que elpoder de Colombia parta límites con México”.48

El historiador Jorge Núñez, asegura que EloyAlfaro,

… preocupado por el expansionismo peruano so-bre el Ecuador y también por la emergencia ame-nazante del imperialismo moderno, promovió lareconstitución de la Gran Colombia de Bolívar,mediante negociaciones con los gobiernos de Vene-zuela y Colombia

y que se propuso reunir un Congreso Internacio-nal americano para analizar y reglamentar la apli-cación de la Doctrina Monroe,

… usada por los Estados Unidos como un pretextopara intervenir unilateralmente en los asuntosinternos de los demás países americanos, iniciati-va que torpedeó la diplomacia estadounidense.49

Gustavo Pérez Ramírez

47 Ibídem, p. 17.48 Ibídem, p. 18.

49 Jorge Núñez, El Ecuador en el siglo XIX, Ensayos históri-cos, Quito, Imprenta del Consejo Provincial de Pichincha,2002, p. 167.

50 Sergio Guerra Vilaboy y Alejo Maldonado Gallardo, Los labe-rintos de la integración latinoamericana, Historia, mito y rea-lidad de una utopía, Morelia, Michoacán, México EditorialUniversidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, 2002, p. 84.

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Se sucedieron actos más de integración eco-nómica y cultural que política con el Congresode Estudiantes de la Gran Colombia, celebradoen Bogotá en 1910, si bien en 1912, el argentinoManuel Ugarte inició una frustrada cruzadapara la creación de la Comunidad Latinoame-ricana de Naciones.

En 1929, el Ejército Defensor de la SoberaníaNacional de Nicaragua, comandado por AugustoC. Sandino, presentó a los representantes de losgobiernos de los veintiún estados latinoamerica-nos un detallado Plan de realización de la Nacio-nalidad Latinoamericana, con 42 puntos, argu-yendo que

… nunca como hoy se había hecho tan imperativay necesaria esa unificación unánimemente anhe-lada por el pueblo latinoamericano, ni se habíanpresentado las urgencias, tanto como las facilida-des que actualmente existen para tan alto fin his-tóricamente prescrito como obra máxima a reali-zar por los ciudadanos de la América Latina.51

En consecuencia declaró abolida la DoctrinaMonroe, que bien caro le costó.

La misma Revolución Cubana partió con voca-ción latinoamericana. Desde enero de 1959, FidelCastro, en un acto público en el centro de Ca-racas, exclamó: “¿Hasta cuándo vamos a estardivididos, víctimas de intereses poderosos? Laconsigna debe ser la unidad de las naciones”.52

El pasado

clemente, pero el poder efectivo había quedado enmanos del vicepresidente José Manuel Marro-quín, identificado con la fracción más intran-sigente e intolerante del Partido Conservador.

En Venezuela triunfaba la Revolución LiberalRestauradora que llevó a Cipriano Castro a asu-mir el poder en 1899. Éste prestó ayuda a los libe-rales colombianos. Además, bajo la presidencia deEloy Alfaro, quedó Colombia rodeada de gobier-nos liberales. Y en América Central, el presidentenicaragüense José Santos Zelaya proponía la for-mación de una coalición liberal para derrotar alúltimo bastión del conservatismo en el área.

Partiendo de las proposiciones de Zelaya, Cas-tro empezó a madurar un proyecto que contempla-ba la reconstitución de la Gran Colombia bajo losestandartes del liberalismo y del federalismo. Elplan era el derrocamiento de Marroquín y la pro-clamación de Uribe Uribe como presidente provi-sional de Colombia. Se celebraría, luego, una con-ferencia en la cual Castro, Uribe Uribe y el nuevopresidente ecuatoriano Leónidas Plaza resolverí-an la unión de sus respectivos países en una fede-ración Grancolombiana dirigida por el propioCastro.

Este renovado intento de reconstruir la GranColombia de Bolívar fracasó, al ser destrozado elpequeño cuerpo expedicionario venezolano quehabía llevado a cabo la invasión a Colombia enel sitio de Carazúa, cerca de Riohacha (1901).

Gustavo Pérez Ramírez

51 http://www.geocities.com/lospobresdelatierra/textos/sandi-nosupremosuennodebolivar.html

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no al pasado, concientes de las experiencias ne-gativas y de las intrincadas nuevas realidadesque requieren nuevos enfoques. Lo deseable sonesos pactos de unidad para la conformación degrandes bloques políticos de integración regionalque conduzcan a la integración en la Patria lati-noamericana y del Caribe, el sueño de Bolívar.

LLoo qquuee rreepprreesseennttóó llaa GGrraann CCoolloommbbiiaa ppaarraa llooss ddeeppaarrttaammeennttooss iinntteeggrraanntteess

Recabar información sobre la experiencia delos países integrantes respecto a lo que represen-tó para ellos la Gran Colombia es aleccionador, noporque se intente reconstruirla, sino para rehacerlazos realistas que conduzcan a una integraciónen la Patria Grande Latinoamericana y delCaribe, dentro del esquema general de una unión,en un proyecto soberano de justicia y equidad,como es el que propone la Alternativa Bolivarianade las Américas -ALBA. En el pasado se supera-ron barreras que parecían insuperables y se logróla unión, aunque efímera. Se puede construir unfuturo evitando los errores del pasado.

Nos detenemos a observar lo que fue Ecuadoren Colombia, pues el Departamento del Sur fue elque menos se benefició de la integración. Sabemosque los venezolanos disfrutaron de los más altoscargos y posiciones de excelencia en el Ejército, desuerte que Venezuela, en Colombia tuvo sus ven-tajas por haber estado a la vanguardia en la luchapor la Independencia.

El pasado

Posteriormente vino la creación de la FlotaMercante Grancolombiana (1946) el ConvenioAndrés Bello, los Congresos y los Juegos Depor-tivos Bolivarianos, que dieron predominio a laintegración económica y cultural.53

En 1960 se fundó la primera agrupación inte-gracionista, el Mercado Común Centroame-ricano –MCCA–, seguida en 1962 de la Asocia-ción Latino Americana de Libre Comercio–Alalc–, y en 1969 el Pacto Andino. En 1980, enreemplazo de la Alalc, surgió la Asociación Lati-noamericana de la Integración, Aladi.

Las agrupaciones integracionistas no han ce-sado de surgir: Cecla, Comisión Especial Coordi-nadora Latinoamericana; Opanal, Organismo pa-ra la Proscripción de las Armas Nucleares en Amé-rica Latina; Grula, Grupo Latinoamericano antela ONU; Olade, Organización Latinoamericana deEnergía; SELA, Sistema Económico Latino Ame-ricano; Caricom, Mercado Común Caribeño; AEC,Asociación de Estados del Caribe; TCA, Tratado deCooperación Amazónica, Mercosur, MercadoComún del Sur. Además está el Parlamento Lati-noamericano y la Conferencia Permanente de par-tidos políticos latinoamericanos.

A pesar de todo sigue predominando la desin-tegración. Sin embargo, no postulamos un retor-

Gustavo Pérez Ramírez

52 Sergio Guerra Villaboy y Alejo Maldonado Gallardo, ibídem,p. 95.

53 Material tomado de Internet: “Historia de Venezuela”,Fundación Polar.

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urdieron, no uno, sino varios complots para asesi-narlo?

Por eso, en último análisis, no podemos excluirde la problemática que culminó en la desin-tegración de la Gran Colombia, el predominio delas enraizadas oligarquías locales y regionales dela época colonial que pretendieron y lograron con-servar su poder. Al fin y al cabo en la Nueva Gra-nada también hubo partidarios que se disolvierala unión colombiana, opuestos al Libertador y asus principios políticos, usando como pretextoliberarse de la tiranía de los venezolanos.

EEccuuaaddoorr eenn CCoolloommbbiiaa

Ecuatorianos de ayer y de hoy han sido fran-cos en manifestar su malestar por lo que padeciódurante la Gran Colombia, lo que hoy ha queda-do de su Departamento del Sur; nombre que “nisiquiera reconocía su personalidad histórica”.

El Libertador lo pudo comprobar. A su regresodel Perú en Quito, de paso para el Norte, Bolívarpudo enterarse del clamor general contra el siste-ma financiero colombiano. La guerra del Sur ha-bía sido muy costosa. Ante la penuria fiscal huboque establecer contribuciones extraordinarias yrecurrir a préstamos. Esto fue particularmenteoneroso para Ecuador. Además de que tenía quedar hospedaje a las tropas que pasaban hacia elPerú, proveerlas con caballos y mulas, víveres y dehombres que eran reclutados a la fuerza, así tu-vieran muchos hijos bajo su responsabilidad.

El pasado

Si en Venezuela se inició la desbandada, fueen gran parte por el intento del Congreso de juz-gar a su jefe, el general Páez, comandante gene-ral de Venezuela y Apure, por supuestas viola-ciones constitucionales. Además, como apuntaRumazo González,

… los acontecimientos en Venezuela son categóri-cos. Ante la absurda iniciativa de monarquía, ide-ada por el Consejo de ministros en ausencia deBolívar, y ante la enemistad, cada vez más honda,ente venezolanos y neogranadinos, un día se reú-ne en Caracas, antes de finalizar ese año de 1829,una junta de notables, en que se acuerda descono-cer la autoridad de Bolívar y separar a Venezueladel resto de Colombia.54

Por otra parte, los neogranadinos en Colom-bia, estuvieron ejerciendo un poder centralizante.Sabemos que ocuparon los más altos cargos, ehicieron de Bogotá la nueva metrópoli que, comose expresa un historiador,

… un grupo de doctores vanidosos y políticos co-rrompidos gobernaron con el mismo despotismo ycentralismo de España, ante el recelo de los gra-nadinos en el militarismo venezolano.

Y no hay que olvidar el trato que le dieron aBolívar, a quien llamaban “longaniza” y a Manue-lita apodada “la forastera”. Al mismo Santander lollamaban “trabuco”. ¿Y no fue en Bogotá donde se

Gustavo Pérez Ramírez

54 Alfonso Rumazo González, Simón Bolívar, p. 352.

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Según el citado historiador, José Manuel Res-trepo, quien participó en las luchas por la Inde-pendencia, era grande el descontento que reinabaentre los pueblos del Sur

… contra el régimen y el gobierno planteado porlas leyes colombianas. Parecíanles éstas, y acasolo eran, demasiado liberales para el estado moraldel país. Los ricos propietarios, que en todas par-tes ejercen tanto influjo, habían sentido sobrema-nera la supresión del tributo de los indios, porcuyo medio eran éstos una especie de esclavos enel terreno.55

El reino de Quito terminó siendo algo genérico,Departamento del Sur de Colombia, mientras sele dio el también vago nombre de Ecuador a unode los tres distritos, al de Quito, que junto conGuayaquil y Azuay conformaron el tal Distrito delSur. Y gobernado por venezolanos por añadidura.

De hecho, como lo anotamos anteriormente,los departamentos del Sur no tuvieron represen-tantes, ni en el Congreso de Cúcuta ni en laAsamblea de Bogotá, y no pudieron hacer oír suvoz sobre sus propios problemas e idiosincrasia.

No es de extrañar el graffitti de marras tanconocido y repetido: “Último día del despotismoy primero de lo mismo”. Como Distrito del Sur sesentía tratado de hermana menor. Sucre mismo

El pasado

Hay que tener en cuenta, por otro lado, que laProvincia de Pasto se había obstinado en su fide-lidad al rey Fernando VII, dándole grandes dolo-res de cabeza a la Gran Colombia. En junio de1823 tuvo lugar uno de los principales alzamien-tos pastusos, liderado por Agustín Agualongo, in-dígena fiel al rey de España. Ya se dirigían aQuito, cuando Bolívar en persona planeó y dirigióla batalla que los derrotó en Ibarra. Las guerrasde resistencia las siguieron desarrollando hasta lacaptura y fusilamiento de Agualongo.

Los levantamientos de Pasto fueron muy per-judiciales especialmente porque interfirieron enla agricultura, impidiendo los cultivos. Lo mismohay que señalar respecto a los levantamientos deGuayaquil y a las guerras en Perú, que afectaronen particular el Departamento del Sur.

Ciertamente, en el esfuerzo para la campañadel Perú, los tres departamentos tuvieron quehacer grandes sacrificios económicos y de todoorden, con reclutamiento forzoso de hombres,pero el Departamento del Sur sufrió particular-mente de violencia, saqueos, robos, violaciones.

Y algo muy importante, el descontento segeneralizó ante las leyes colombianas que no leeran las más adecuadas para las condiciones delos ecuatorianos, si se tiene en cuenta que el Dis-trito del Sur había gozado de apreciable autono-mía bajo la Real Audiencia y quería seguir go-bernado de esa manera. En la Gran Colombiaquedaron sujetos al centralismo.

Gustavo Pérez Ramírez

55 José Manuel Restrepo, Historia de la Revolución de Colom-bia, (op. cit.), tomo 5, Medellín, EditorialBedout, BolsilibrosBedout, p. 323.

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Provincia de Popayán en el río Carchi, que sirvede término a la Provincia de Carchi (La Gaceta deColombia, No. 142).

Ello significó para el Departamento del Ecua-dor, “la privación del control administrativo sobrelos extensos territorios de Buenaventura y Pasto,convertidos en provincias del departamento deCauca,” como lo explica el historiador Jorge Nú-ñez, quien añade:

La reacción quiteña fue de oposición a la nuevaley… En diciembre de 1825, la Junta Provisional dePichincha reclamó la división territorial, solicitandoque hasta el río Mayo se extienda el Departamentodel Ecuador, incluso Barbacoas… Poco después, el 16de enero de 1826, los Cabildos de Quito y Ambato sedirigieron al Congreso colombiano con enérgicas pro-testas contra la Ley de División Territorial, reivindi-cando para el Departamento de Ecuador la provinciade Pasto y el territorio costanero comprendido entreAncón y Barbacoas.

Y concluye que

… tan intensa habrá sido la presión ciudadana,que el intendente del Departamento del Ecuador,general Juan José Flores, dirigió al Congreso tresrepresentaciones seguidas con el mismo objeto.56

El Departamento del Sur, por decreto-ley de1821 quedó con un Jefe Supremo del Sur, ha-biendo sido Sucre su primer Jefe, aunque por po-co tiempo; luego fue nombrado el general, tam-

Gustavo Pérez Ramírez

se lamentó de que el Sur fuera tratado con des-consideración y desprecio.

Otra queja de mucho peso, que sigue presen-te entre los ecuatorianos, todavía en el sigloXXI, es que, al disolverse la Gran Colombia,Ecuador perdió buena parte de su territorio enla frontera norte. No hay que olvidar que la au-diencia de Quito tenía un territorio mayor que eldel Nuevo Reino de Granada.

Habría que añadir la ambición de Flores, quienbuscó la separación del Departamento del Sur,magnificando las quejas entre sus seguidores. Yaprovechándose de la insurgencia guayaquileña,que buscaba su incorporación a Perú. Sucre fueinstrumental en hacer que Guayaquil finalmenteentendiera que pertenecía a Colombia.

En 1824 surgió un problema de calibre mayorentre el Gobierno central de Bogotá y el Depar-tamento del Sur: la expedición de la nueva leyde División Territorial de Colombia, ley que alte-ró los límites tradicionales de la antigua Au-diencia de Quito del territorio de Nueva Grana-da, al establecer como línea divisoria entre losdepartamentos del Cauca y del Ecuador, la bocade Ancón en el Pacífico y el río Carchi en la re-gión interandina. La ley estableció los departa-mentos de Ecuador, Guayaquil y Azuay, llama-dos Distrito del Sur.

… Y el departamento del Cauca se divide delEcuador por los límites que han separado a la

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diversos colegios de Quito. Una de las preguntasmuy pertinentes que se hicieron fue precisamen-te ¿qué le faltó a Bolívar?

La respuesta unánime de la mesa directiva fueque al Libertador no le pudo haber faltado nada.No intervine para disentir, porque había numero-sas manos de jóvenes levantadas pidiendo la pala-bra, pero después, en privado, planteé mi desa-cuerdo. A Bolívar le faltó haber aceptado los cla-mores para que volviera al Sur a gobernar. Hastarechazó la petición que le hizo la misma Manue-lita y un editorial en La Gaceta de Colombia No.

492-4. que, con fecha 28 de noviembre de 1830, apocas semanas de la muerte del Libertador, cuan-do éste se encontraba en camino a Santa Marta,donde llegó el 1 de diciembre, decía:

… Colombia invoca toda a su criador, como elúnico en quien reconoce el poder de sacarla de sunulidad a que la han reducido las pasiones de sushijos… Venga pues el Libertador al puesto que lollaman sus ciudadanos…

Era su llamado al Libertador “a que se pongaal frente de los destinos de la nación en la épocamas importante de nuestra transformación…”

Además, recibió una sentida carta de lospadres de familia de Quito,57 que trascribe elhistoriador Salvador Lara:

… Excmo. Señor Libertador Presidente: Los sus-

El pasadoGustavo Pérez Ramírez

bién venezolano, Bartolomé Salom, cuyos suceso-res fueron todos venezolanos, con la excepción delneogranadino, general José Gabriel Pérez. Unomás de la lista de agravios que tuvieron los ecua-torianos en Colombia.

Finalmente, deseosos de ser gobernados comoantaño, quisieron que su gobernante fueraBolívar. Él se había ganado su corazón y defen-dido con su propia espada en la batalla de Iba-rra. Célebre su arenga en esa ciudad:

… Quiteños: mi corazón se ha pasmado al contem-plar tanto desprendimiento de vuestra parte y alver acudir a todos a las armas. Vuestros antiguosnobles fueron los primeros en acudir a las filascomo simple soldados… Quiteños: recibid a nom-bre de la Patria la gratitud que se os debe. Yo osofrezco por mi honor y mis compañeros de armasesta próxima victoria.

De hecho, cuando todos lo abandonaron,rechazado por Venezuela y la Nueva Granada,Ecuador lo quiso para sí. Pero fue muy tarde,dado lo avanzada de su enfermedad que lo llevódesilusionado a morir en Santa Marta.

Fue quizás lo único que le faltó al Libertador.Lo expresé durante una mesa redonda organiza-da por el Parlamento Andino en la UniversidadTécnica Particular de Loja, en Quito, como partede las celebraciones de la Semana Bolivarianade 2005, para alumnos de secundaria de los

56 Jorge Núñez, en Nueva Historia del Ecuador, ibídem, p.236.

57 Según Carlos Landázuri Camacho, esos padres que eran“los representantes de las clases dominantes”, estaban

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Se piensa que de haber aceptado la propues-ta, Bolívar hubiera regresado a la dictadura.Argumento un poco exagerado, porque Bolívarno asumió el poder dictatorial que le habíanpedido los tres departamentos del Sur que acep-taban su Jefatura Suprema. Cuando, tras el fra-caso de la Convención de Ocaña, Bolívar asumiófinalmente la Jefatura Suprema, lo primero quehizo fue expedir el Decreto Orgánico, aseguran-do todas las garantías constitucionales, y creóun Consejo de Estado para las funciones legisla-tivas. Más aún, fijó una fecha límite para suejercicio del poder supremo, el 2 de enero de1830, cuando se instalaría la Convención Nacio-nal terminando con su dictadura. Y en su Men-saje al Congreso del 20 de enero de 1830 fueexplícito:

… El Decreto Orgánico que expedí el 27 de agostodel 28 debió convencer a todos. De que mi másardiente deseo era descargarme el peso insoporta-ble de una autoridad sin límites, y de que la Re-pública volviese a constituirse por medio de susrepresentantes.

A este respecto vale leer los comentarios delhistoriador Jorge Núñez.59

Conocida es la carta que el Mariscal Sucre leescribió al Libertador desde Quito, con fecha 7

El pasado

critos padres de familia de Ecuador han visto conasombro que algunos escritores exaltados deVenezuela se han avanzado a pedir que V.E. nopueda volver al país donde vio la luz primera; y espor esta razón que nos dirigimos a V.E., suplicán-dole se sirva elegir para residencia esta tierra queadora a V.E. y admira sus virtudes. Venga V.E. avivir en nuestros corazones y a recibir los homena-jes de gratitud y respeto que se deben al genio dela América, al Libertador de un mundo. Venga V.E. a enjugar las lágrimas de los sensibles hijos delEcuador y a suspirar con ellos los males de laPatria. Venga V.E. en fin, a tomar asiento en lacima del soberbio Chimborazo, a donde no alcan-zan los tiros de la maledicencia y a donde ningúnmortal, sino Bolívar, puede reposar con una gloriainefable. Quito a 17 de marzo de 1830.

Salvador Lara añade que

… el plan de los bolivaristas era mantener elbaluarte quiteño y traer a Bolívar a Quito para ini-ciar desde aquí un movimiento integracionista.58

En el reino de las especulaciones y del pensa-miento por deseo, hubiera sido deseable y quizásdecisivo para enrumbar en otra dirección losacontecimientos que se desarrollaban, pero elLibertador ya estaba enfermo de muerte e inva-dido por la desilusión.

Gustavo Pérez Ramírez

poniendo en juego “factores históricos mucho más profun-dos”. Ver “Independencia y período colombiano” en LaNueva Historia del Ecuador, vol. 6, p. 125.

58 Jorge Salvador Lara, Breve Historia Contemporánea delEcuador, Quito, Fondo de Cultura Económica, 2ª edición,2000, pp. 357-358.

59 Jorge Núñez, Un hombre llamado Simón Bolívar, Quito,Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, 2005,pp. 114-123.

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IIIIEEll pprreesseennttee

Hemos rastreado los procesos que en el sigloXIX le dieron origen a la voluntad integrado-

ra, que sobrevive en el siglo XXI, nutrida del im-pulso bolivariano y de la doctrina de los DerechosHumanos. Y hemos alertado sobre los escollos quedieron a pique con lo que había sido una florecien-te, aunque efímera unión grancolombiana, ataca-da desde dentro y desde afuera por embates queperduran y que hay que tener en cuenta, si persis-timos en los esfuerzos integracionistas, de los quecon creciente frecuencia se viene hoy hablando yescribiendo, sea a nivel continental, semicontinen-tal o regional, incluyendo la reconstrucción actua-lizada de la Gran Colombia.

El estudio del presente no puede serentendido a profundidad sin rastrear

los procesos que le dan origen.

Juan J. Paz y Miño Cepeda

96

de octubre de 1829, en respuesta a la que elLibertador le dirigió desde Babahoyo, el 28 deseptiembre de 1829:

… Yo siempre lamentaré que para obtener la pazinterior de Colombia y ésta marche firme no sehubiera usted servido de su poder dictatorial paradar una Constitución a Colombia, que habría sidosostenida por el ejército. Los pueblos lo que quie-ren es reposo y garantías; de resto, no creo quedisputen por principios y abstracciones políticas,que tanto daño han hecho a la propiedad y la segu-ridad.60

Como nota final, reivindicativa del Ecuador,cabe recordar un hecho que destaca el historia-dor Salvador Lara: la victoria de Tarqui del 27de febrero de 1829,

… jornada gloriosa para las armas grancolombia-nas dirigida por los venezolanos-quiteños Sucre yFlores y formada en casi totalidad por oficiales ysoldados del Departamento del Sur, hoy Ecuador

que consagró

… el más alto de los aportes del derecho interna-cional americano al mundo: el rechazo a la con-quista armada de territorios: la victoria no creaderechos.61

Gustavo Pérez Ramírez

60 Carta de Antonio José de Sucre al Libertador,http://www.venezuela.alejandroborja.com/cartas/ca1950.rtf

61 Jorge Salvador Lara, Breve Historia Contemporánea delEcuador, p. 353.

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lombia, inmediatamente después de ser fundadael 17 de diciembre de 1819, a orillas del río Ori-noco, en Angostura, hoy ciudad Bolívar.

Para tal fin, habría emprendido un viaje aSanta Fe, en 1820, y presentado al presidenteMonroe un informe de su visita que dataría deese año.1

¿Se tratará de una leyenda? Un Secretario deEstado de la talla de J. Q. Adams, “pionero de losviajes oficiales a América Latina”, una hazañapara la época. De haberse efectuado semejanteviaje, sería revelador del interés de su gobierno enuna naciente potencia. Pues esa parece que fue laconclusión del importante viajero en un supuestoinforme que presentó de regreso en Washington alpresidente Monroe, en pleno auge expansionista,un hombre, que como sostiene Indalecio LiévanoAguirre, “personificaba mejor el espíritu imperia-lista de la gran república sajona”.2

Me interesé en conocer el contenido del tan ci-tado informe para entender su argumentación so-bre lo que habría sido la Gran Colombia, si sehubiera persistido en llevar a cabo el sueño deBolívar. Al fin y al cabo se trataba de la opinión deuno de los mejores y más perspicaces secretarios

El presente

EEll ppaassaaddoo eenn eell pprreesseennttee

Varios hechos y realidades actuales revivenel pasado, y nos introducen al estudio del pre-sente dentro de la perspectiva histórica. Uno tie-ne que ver con el intervencionismo norteameri-cano, otros con la condición del indígena, de losafro-americanos, de la mujer, que si bien ha me-jorado en algo desde los tiempos de la Indepen-dencia, aún queda mucho por hacer.

IInntteerrvveenncciioonniissmmoo ddee llooss EEssttaaddooss UUnniiddooss

En la XXXV Asamblea General de la Organi-zación de Estados Americanos, OEA, celebradaen junio de 2005, en Fort Lauderdale, Florida, laSecretaria de Estado de los Estados Unidos, Con-doleezza Rice, al servicio del presidente GeorgeW. Bush, pretendió utilizar a la OEA en el moni-toreo de los países latinoamericanos y del Caribepara que no se salgan del patrón democráticomade in USA, siguiendo la larga serie de intromi-siones de su gobierno en nuestros países, desde elmomento mismo de nuestra Independencia. Lapropuesta estadounidense le otorgaba a la OEAun papel de prevención y monitoreo, como corres-ponde a un Ministerio de Colonias.

Es el pasado en presente. El Secretario de Es-tado de los Estados Unidos, John Quincy Adams,al servicio del presidente James Monroe, quien en1823 proclamaría la Doctrina Monroe, “Américapara los Americanos”, se había interesado tam-bién en monitorear lo que pasaba en la Gran Co-

Gustavo Pérez Ramírez

1 Cronopios, (Periodismo para el arte y la cultura en Internet,donde su creador Ignacio Ramírez divulga noticias cultura-les del mundo). “Gringa colombianizada”, Café Berlín,17/11/2004 12:01.http://www.delagracia.de/cronopio_xx.htm

2 Indalecio Liévano Aguirre, Bolivarismo y Monroísmo, Edi-torial Revista Colombiana Ltda. Populibro 25, Bogotá,1969, p. 36.

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ser un gran imperio. Aunque parece que se tratade una mala traducción de la palabra emporio.

Más aún, ya elegido Presidente, se dice quepidió a su Secretario de Estado, Henry Clay, queescribiera al Libertador una carta sobre la mane-ra de gobernar a los pueblos, aconsejándole es-tablecer un régimen como el de los Estados Uni-dos.4 Infortunadamente, los esfuerzos por loca-lizar esta carta resultaron en vano.5

Ya en su discurso del 4 de julio de 1821,6 díaen que se celebra la Independencia de los Es-tados Unidos, Adams advertía, con no disimula-da preocupación:

El presente

de Estado que ha tenido los Estados Unidos, quiendesde 1817 había ayudado a redactar la DoctrinaMonroe, “rasgo distintivo de la política exterior delos Estados Unidos”, como la caracterizó TeddyRoosevelt, y que ha que servido de instrumento alexpansionismo norteamericano.

También el informe tendría importancia paradeterminar hasta qué punto los Estados Unidosvienen inmiscuyéndose en los asuntos internosde los países desde su fundación como Estadoindependiente e intuir lo que nos espera en laconstrucción de la Gran Patria Latinoamericanay del Caribe.

Mis investigaciones me llevaron a concluirque la tal visita no tuvo lugar, por varias raznesque explico en el anexo IV.

Sin embargo, ciertos documentos encontradospermiten confirmar que a J. Q. Adams, le preocu-paba la reciente república y que si intentó hacerel viaje, hubiera sido para monitorearla.

En su calidad de Secretario de Estado, confecha de 27 de mayo de 1823, dio detalladas ins-trucciones a Richard C. Anderson,3 a quien habíanombrado Ministro de los Estados Unidos en Co-lombia. En mi opinión, este es el documento quesería su pretendido informe de viaje. Ver Anexo II.Allí se encuentra la famosa cita según la cual J. Q.Adams habría previsto que Colombia llegaría a

Gustavo Pérez Ramírez

3 William Manning, Correspondencia diplomática de losEstados Unidos concerniente a la Independencia de lasNaciones Latinoamericanas, ibídem, pp. 224-242.

4 Raimundo Rivas, Historia Diplomática de Colombia 1810-1934, p. 180

5 De la Biblioteca del Congreso de los E.U. me contestaron: Isearched the published edition of volumes 5, 6, and 7 (whichcover the years 1825-1827) of The Papers of Henry Clay, butwas unable to identify any references to correspondenceexchanged between Clay and Simon Bolivar. Also, the indexof these volumes lists letters from John Quincy Adams toClay, but my search of these entries also failed to identifyreferences concerning Bolivar. The finding guide for ourHenry Clay Family Papers does not specifically mentioncorrespondence between Clay and Bolivar (Busqué en laedición publicada de los volúmenes 5, 6 y 7 que cubre losaños 1825-1827 de los papeles de Henry Clay, pero no pudeidentificar ninguna referencia a la correspondencia inter-cambiada entre Clay y Simón Bolívar. Además, el índice deestos volúmenes enumera cartas de John Quincy Adams aClay, pero mi búsqueda de esta lista no identifica cartas aBolívar. La guía para nuestros papeles de la Familia deHenry Clay no tiene mención específica a correspondenciaentre Clay y Bolívar).

6 John Quincy Adams, 1821, while Secretary of State underPresident James Monroe, in a speech at the US House of

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de ciudades griegas. Santander, contrariando ór-denes de Bolívar, había invitado como observadora los Estados Unidos.8

Santander se vanagloriaba de su amistad conlos Estados Unidos: “Con los Estados Unidosmantenemos las más amistosas y cordiales rela-ciones”, decía en su mensaje como vicepresiden-te al encargado del gobierno al congreso de 1825.

… Inmediatamente se os presentará a vuestro e-xamen y aprobación el Tratado de paz, amitad,navegación y comercio, que el ejecutivo ha celebra-do con el gobierno de aquellos estados por mediode plenipotenciarios plenamente autorizados…Colombia va a tener el laudable orgullo de ser elprimer estado de los de la antigua América espa-ñola que se presenta al mundo unido por medio detratados públicos con la nación mas favorecida delgenio de la libertad (La Gaceta de Colombia, No.

169-3: enero 1825).

Sin embargo, la razón estuvo de parte deBolívar, pues la oposición mayor a los proyectosanfictiónicos provino del gobierno de los EstadosUnidos, temeroso de que, entre otros motivos, seexpandiera la política de abolición de la esclavi-

El presente

… la Gran Colombia es rica potencia suramericanacon todo, recursos naturales y privilegios geográfi-cos… si los dirigentes la gobiernan con inteligencia,será una gran nación y un polo de poderío mundial.

En el discurso fue central su apoyo a la Inde-pendencia de las naciones sudamericanas. Ade-más, al afirmar que el gobierno no tenía aspiracio-nes colonialistas, también insistía en que ningunaotra nación era bienvenida en el Hemisferio Oc-cidental.7 Iba perfilando la Doctrina Monroe de laque él fue instrumental en su redacción final en1823.

Las preocupaciones iniciales sobre el surgi-miento de la Gran Colombia perduraban cuandoJohn Quincy Adams, como Presidente, decidió en-viar delegados a la conferencia de Panamá, perocon instrucciones estrictas de no participar en lasdeliberaciones sobre seguridad regional y másbien poner el acento sobre neutralidad marítimay comercial, que les convenía a sus propósitosexpansionistas. Pero la delegación no alcanzó allegar, por la demora en las aprobaciones. A J. Q.Adams le preocupaba el acuerdo a que llegara elCongreso de Panamá, que Bolívar denominabaAnfictiónico, como se denominó la confederación

Gustavo Pérez Ramírez

Representatives in honor of Independence Day (JohnQuincy Adams, 1821, Secretario de Estado bajo la presiden-cia de James Monroe, en un discurso en la Cámara deRepresentantes en honor al Día de la Independencia).Excerpt at http://www.uiowa.edu/~c030162/Common/Handouts/Other/JQ-ADAMS.html

7 Ibídem, p. 269

8 Se dice que Bolívar, cuando se enteró del desacato del vice-presidente Santander, expresó: “El golpe contra la integra-ción fue invitar a los Estados Unidos al Congreso dePanamá; era como invitar al gato a la fiesta de los ratones.Los norteamericanos y los ingleses son nuestros enemigos,pero neutros. Siempre los tiranos se han ligado y los libresjamás… desgraciada condición humana.”

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Conducta maquiavélica que sigue practicandoel gobierno norteamericano hasta en el seno de laactual OEA, la más reciente y abierta manifesta-ción de que nos quieren manejar a su antojo.

Como es también censurable la conducta dis-criminatoria que se ha tenido, en particular conrespecto a los indígenas, los afro-descendientes ylas mujeres en general, llamados a tener prota-gonismo en la creación de una América Latina ydel Caribe integrada en la solidaridad.

CCoonnddiicciióónn ddee llooss iinnddííggeennaass

De los indígenas poco se habla en ciertos librosde historia tradicional. Ni siquiera se mencionanen los índices. La actitud predominante es de olvi-do-represión. Sin embargo, ellos constituían elmayor porcentaje de la población ecuatoriana ylibraron grandes batallas contra españoles, crio-llos y mestizos a los largo del callejón andino.

Nick D. Mills hace bien al anotar que

… cortas anotaciones de la élite conservadora e ilus-trada a la revuelta de los estancos y sobre el levan-tamiento de Tupac Amaru, y luego el silencio abso-luto sobre los múltiples motines, alzamientos, aso-nadas de Alausí, San Miguel de Molleambato, SanFelipe, Otavalo, Cotacachi, Patate, San Juan… no

El presente

tud de la que entonces dependía la prosperidadeconómica de los Estados Unidos.

A pesar de que en su discurso del 4 de julioAdams había declarado que “América no va alextranjero en busca de monstruos para destruir”y de que “América le da la bienvenida a la liber-tad e independencia de todos”, las prácticas ex-pansionistas e imperialitas lo contradicen.

Como lo sospechaba el historiador, JoséManuel Retrepo, refiriéndose a William HenryHarrison, ministro norteamericano en Colom-bia, diciendo que sus funestos designios,

… emanaban probablemente del presidente A-dams y de su Secretario de Estado Clay, que sehabían propuesto influir en los gobiernos de lasnuevas repúblicas sobre todo en México y enColombia para debilitarlas.

Y refiriéndose a la intervención norteameri-cana durante las revueltas en México dice “quenos dan derecho a pensar que la administraciónAdams obraba en esto con maquiavelismo refi-nado”. No quería que un Estado limítrofe, rico ypoderoso, tuviera un gobierno bien establecido,que algún día se opusiera a los proyectos de in-flujo, predominio, engrandecimiento y expolia-ción, que acaso desde entonces meditaba el gobier-no de los Estados Unidos. La cuestión de Texas ylas (Californias) eran probablemente los designiosambiciosos, que aún estaban en embrión.9

Gustavo Pérez Ramírez

9 José Manuel Restrepo, Historia de la Revolución de la

República de Colombia, tomo IV, p. 218 (citado por MarcosGándara Enríquez, Ecuador y sus hombres de Estado, tomoI, Quito, Centro de Estudios Históricos del Ejército, 2001,p. 500)

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interior y la seguridad exterior del Estado, paralo cual debe recabar los fondos necesarios, labeneficiaria, que es la comunidad, debe contri-buir a medida de su fortuna.

… i qué le importaba al indio el Estado, ni por quéhabía de gastar dinero en él, si el Estado no servíasino para humillarlo, empobrecerlo, anonadarlo?¿Qué facilidad le concedía el Estado para sobrelle-var la vida? ¿Dónde había de ganar para no morirsede hambre, y también para pagar contribuciones?

Tales los argumentos esgrimidos. A los que seañade uno más:

… La suerte de los indios estaba rodeada de peli-gros… La taxa, o sea el impuesto, les defendía desemejantes extorsiones… Abolido el tributo, hacaído sobre los indios una nube de calamidades.Se funda este argumento en que, del monto delimpuesto, se daba parte al cura, parte al cacique,parte al protector del indio: el resto era para elEstado. Sin el impuesto, el cura abusaba de supoder y de la afición de los indios a la pompa delculto, para agravar su miseria: y los curiales noperdían ocasión de vejarles en sus pleitos: losguardas de alcabala, verificando las exacciones enparajes solitarios, ejercían a salvo todo género deviolencias, para sacar partido de su desvalimien-to. ¿Pero cómo la taxa les libertaba de estas extor-siones? Si la taxa les daba derecho de ciudadanía,¿quién vigilaba en la ejecución de este derecho? Lanube de calamidades venía a ser más densa, por-que el tributo no era sino carga sobre carga.

El presente

guardan la debida proporción con la importancia deesas guerras de liberación popular.10

Claro que a la participación contrarrevolucio-naria de los indígenas, indoctrinados por curasrealistas, si se le asigna mayor importancia.

En busca de información, recurrí al historia-dor Roberto Andrade, quien escribió la historiaacentuando los avances del liberalismo. “La his-toriografía tradicional del Ecuador está virtual-mente monopolizada por el conservadorismo y elclero”, escribe Enrique Ayala Mora, al presentarla obra de este historiador para la edición en laBiblioteca de Historia Ecuatoriana.

Según Andrade, Sucre, de Jefe Superior enQuito, en busca de una solución a la situación delos indígenas, pidió informes al Intendente deQuito, acerca de si convenía el aumento o la dis-minución del tributo impuesto a la raza indígena.El año 1828 estaba para terminar. El Intendente,general Ignacio Torres, nombró una Junta, com-puesta de los mejores abogados de Quito, paraque informaran. Al informe que dieron, Andradelo califica de “absurdo, aun para la época: infor-maron que sería más útil el restablecimiento deltributo”.

Se basaron, entre otros argumentos, en que,como el gobierno debe conservar la tranquilidad

Gustavo Pérez Ramírez

10 Nick D. Mills, “Economía y sociedad en el período de laIndependencia” 1780-1845, en Enrique Ayala, edit., NuevaHistoria del Ecuador, vol. 6, Quito, Grijalbo-CorporaciónEditora Nacional, 1988, p. 175

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Y aunque la indiada, como la denomina, tam-bién contribuyó con su esfuerzo, aunque sin pers-pectiva alguna,

… cargó, juntamente con las acémilas, lo que erapreciso cargar, por quiebra y riscos, y a lo largo dela cordillera o por donde no podían precisamentetransitar las acémilas, hasta donde acampen opeleen los ejércitos. Y sin embargo, la Carta Polí-tica fundamental, o sea la Constitución de Cúcuta,de 1821, que estaba ya vigente para el Ecuador, nisiquiera lo citaba para definir su papel de pagadorde tributos y de colombiano libre, a la vez.13

Su situación no cambió con respecto a laépoca colonial, pues, como sostiene Andrade,

… sucesora de la corona de España, en la conduc-ta con los indios, vino a ser nuestra Santa MadreIglesia, y como ella, fueron y han sido los gobier-nos políticos, las autoridades militares y civiles ytodas las familias.

Reyes le dedica toda una sección a los indios,la tierra, las encomiendas, reducciones, mitas,corregimientos. En síntesis dice que, a pesar deun Fray Bartolomé de las Casas y de un volumi-noso cuerpo de leyes que defendían a los indíge-nas, desgraciadamente, la colonización se desa-rrollaba a enorme distancia de los Reyes y delSupremo Consejo de Indias. Las leyes quedaronescritas. Con este motivo, se plantearon las per-manentes luchas del siglo XVI al XVIII entre los

Y termina diciendo “Si en el Ecuador, la suer-te de los llamados blancos no mejora, ¿cómopuede mejorar la suerte de los indios?” Antes sehabía preguntado, “si la situación de los indios escomo se ve en nuestros días, cómo sería en 1828?11

En la Historia de América Andina, hay unextenso capítulo sobre “los indios”. Su autorMark Thurner señala un hecho notable:

… con la liberación del yugo español y la extinciónde su tributo, también desaparecieron “los indios”,ya que pasaron a ser reconocidos oficialmentecomo “peruanos”. Pues los “indios” se conviertenen miembros filiales de la comunidad universal dehombres “libres”, igual que todos los demás hom-bres libres anteriormente reconocibles como espa-ñoles europeos, españoles americanos (criollos) ymestizos. Y añade que en 1825, Bolívar reemplazóel calificativo con el afrancesado de indígenas.“Esta nueva ‘mudanza de nombre’ marca la llama-da ‘reacción bolivariana’ en la Gran Colombia y elreacomodo post-bolivariano en el Perú.12

Oscar Efrén Reyes, por su parte, sostiene que

… la Independencia no tomó en cuenta, política-mente, para nada al indio; pues la libertad se per-filaba para los criollos y mestizos y negros, pero nopara él.

11 Roberto Andrade, Historia del Ecuador, Quito, CorporaciónEditorial Nacional, 1983, pp. 39-40

12 Mark Thurner, Historia de América Andina, los indios y lasrepúblicas entre 1830-1880, pp. 176-77.

13 Oscar Efrén Reyes, Breve Historia General del Ecuador,Quito, Offset Chávez, 1977, p. 51.

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Esta función ocultante del discurso ilustrado–añade– llegó a sus peores niveles, al inicio delgobierno post-revolucionario, cuando éste llegóincluso a profundizar aún más los mecanismos deexplotación del indígena.

En La Gaceta de Colombia son innumerableslas citas sobre indígenas, cabildos, parroquias,pueblos, reducciones, resguardos indígenas y dela contribución personal de éstos. Inclusive hayreferencia al periódico indígena de Caracas. Te-ma para una investigación con base en estasfuentes primarias, que culmine con el examende su situación en la actualidad, no solo con res-pecto al racismo, sino a las perspectivas de suacceso al poder político y social del que han sidoexcluidos.

CCoonnddiicciióónn ddee llaass mmuujjeerreess

Tampoco es mucho lo que se encuentra escri-to sobre el liderazgo de las mujeres en la Inde-pendencia y su papel en la Gran Colombia, loque pone en evidencia los valores machistas, se-xistas, imperantes, que asignan exclusivamenteel protagonismo al género masculino. Algo habrácambiado desde entonces, pero es arduo lo que ala mujer le queda por conquistar.

Sin embargo, la presencia de la mujer en laIndependencia está motivando investigaciones y

El presente

indigenistas y explotadores de los indios, espa-ñoles y criollos. Los indios desalojados de sus te-rrenos fértiles a la vera de los ríos fueron a refu-giarse en riscos agrestes o en el páramo desola-do, lo que ocasionó la destrucción de los núcleosindígenas sociales.

… La encomienda se constituyó en institución o-presora, no ya solo por las tributaciones, sino porla obligación del trabajo personal a que, a cambiode dichas tributación, le compelió el codiciosoencomendero, interesado en mano de obra baratapara sus explotaciones en minas, obrajes y planta-ciones… El indígena pasó a ser jornalero vitaliciosin paga alguna.14

Cabe preguntarse ¿quién pudo tener más ne-cesidad de luchar por su independencia que elindígena? Su contribución fue fundamental parala causa independentista, pero no solo en calidadde carne de cañón, como advierte Carlos Lan-dázuri Camacho,

… la insurgencia indígena convulsionó permanente-mente la Sierra ecuatoriana a lo largo del sigloXVIII, con asonadas, levantamientos y sublevacio-nes, algunas de las cuales llegaron a envolveramplias zonas del país, como la de 1777, en que a lolargo de Cotacachi, Otavalo, San Pablo, Atuntaqui,Agualongo, Ibarra y Cayambe, se pusieron en pie deguerra más de dos mil indígenas. Caso similar vivióla Tenencia General de Ambato en 17802.15

Gustavo Pérez Ramírez

Ecuador, Quito, Grijalbo-Corporación Editora Nacional,1988, pp. 198-99

14 Oscar Efrén Reyes, ibídem, pp. 375-382.15 Carlos Landázuri Camacho, “La Independencia del Ecua-

dor 1808-1822”, en Enrique Ayala, edit., Nueva Historia del

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El presente

timación de las mujeres que hicieron historia”,que tuvo lugar en Quito, en julio 2005, la inves-tigadora presentó un avance de su investigacióncon su ponencia “Heroínas, mártires y comba-tientes en la gesta independentista bolivariana”,del que tomamos valiosa información para estebreve resumen sobre la condición de la mujer enla Independencia y la Gran Colombia.

La mujer ha sido tradicionalmente excluidacomo sujeto activo, supeditada a las prácticas ynormativas de la sociedad patriarcal, como laescritora lo plantea de entrada, antes de pasar aexplicar que a las mujeres que osaban desafiarel statu quo, tuvieron que jugar –en muchas oca-siones– roles distintos a los impuestos por la cul-tura patriarcal, y participaron en las rebelionesprecursoras y campañas de la Independencia,enfrentadas a la represión oficial.

Añade que la mayoría de las mujeres quelucharon por la Independencia,

… lo hicieron de manera clandestina. Las mujeresdescubiertas eran castigadas con severidad. Algu-nas terminaron encerradas en las cárceles públi-cas o se las confinó en su propia casa. A otras se lesaplicó el destierro. También se usó el castigo de o-bligar a las mujeres a recibir en sus casas a los sol-dados realistas y procurarles alimentación y arre-glo de sus ropas, y también la confección de susuniformes. A las mujeres de sectores populares lashacían barrer las calles, con el objeto de humillar-las en público.

Gustavo Pérez Ramírez

escritos, de los que el Internet ofrece una varie-dad. Por ejemplo, la página de Las Dignas,16 endonde se reconoce que apenas recientemente seestá investigando la participación y rol que lasmujeres tuvieron en el proceso independentista.Se cita a Carlos Cañas Dinarte, cuyas investiga-ciones confirman que, aun las labores asignadasa las mujeres en la Independencia como activis-tas, defensoras públicas, convocantes, mensaje-ras, así como los registros de mujeres presas polí-ticas y mártires, han sido menos valoradas, con-siderando sus tareas como de simple apoyo y nocomo determinantes en este proceso histórico.

De ahí que merezca señalarse, el artículo delprofesor Sergio Vergara Quiroz: “Propuestasmetodológicas para el estudio de las mujeres enla Independencia de Hispanoamérica”, profesorde la Universidad de Chile, del Área de Inves-tigaciones en Historia de la Mujer, que divulgóen la “Primera Jornada de Investigación en His-toria de la Mujer”, realizada en enero de 1996.

Pero, ante todo, merece destacarse la metódi-ca investigación que adelanta en Ecuador, laescritora activista de organizaciones de mujeres,Jenny Londoño López, que será objeto de unlibro sobre la presencia de las mujeres en lasguerras bolivarianas de Independencia.

En el Primer Encuentro Internacional, NelaMartínez, “Por la recuperación del pensamientoindependentista de las mujeres y por la legi-

16 http://www.lasdignas.org.sv

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las Sociedades de Amigos del País, que desde1785 se fueron fundando en la América colonial,paralela a las cuales se crearon las Tertulias In-dependentistas, en donde las mujeres tuvieronun papel destacado y colaboraron activamentecon las acciones precursoras de la Independencia.Y enumera una pléyade de mujeres, muchas deellas hasta ahora desconocidas, que cumplieron elpapel de precursoras, mártires, heroínas y anóni-mas acompañantes de los ejércitos.

Con el objeto de recuperar la identidad demujeres luchadoras por la libertad y dignidad desus pueblos, establece una verdadera galería demujeres independentistas.

Basten algunos de sus ejemplos: entre las pre-cursoras se refiere, en primer lugar a ManuelaCañizares y Álvarez, quien en Quito, facilitó su ca-sa para realizar las reuniones de los patriotas, enlas que participaba activamente junto con otrasasistentes, Manuela Espejo, Mariana Matheu deAscázubi, Rosa Zárate, Rosa Larrea y muchasotras.

Como lo hizo en Nueva Granada, ManuelaSanz de Santamaría de González Manrique, consu “Tertulia del buen gusto”, que auspiciaba; y enLima, Rosita Campuzano, guayaquileña, queabrió su casa para los mismos fines. Cita tambiéncasos en La Paz, Caracas y Santiago de Chile.

En el Primer Grito de Independencia en laAudiencia de Quito, el 10 de Agosto de 1809 hu-

El presente

Y analiza las consecuencias:

… las revoluciones independentistas trastornaronla vida de todas las mujeres de los países colonia-les. Las esposas de los combatientes de ambosbandos se vieron obligadas a asumir las responsa-bilidades económicas de sustentación de la fami-lia, cuidado de los hijos e hijas y mantenimientode la vida cotidiana. Muchas se vieron obligadas aemigrar ante la violencia que los soldados realis-tas desarrollaban contra la población, de la quesospechaban era colaboracionista. Algunas fueronvioladas al paso de los combatientes, otras busca-ron protección en los conventos femeninos. Mu-chas debieron esconderse en propiedades de fami-liares o amistades cercanas, alejadas de las ciuda-des. Otras tantas marcharon acompañando a sushombres a las batallas.

Sin embargo, anota,

… esta participación no fue registrada por la his-toriografía positivista, que fue escrita por unaélite masculina, ligada al poder político y económi-co, y al poder patriarcal. Así, pues, ignoraron abso-lutamente todo tipo de información que tuvieseque ver con el género femenino y su presencia enla vida social y política. Esta invisibilización em-pezó a romperse en las últimas décadas con la i-rrupción de la nueva historia social y, sobre todo,los aportes de las historiadoras, sociólogas yantropólogas socialistas y feministas.

La lectura de esta ponencia es imprescindiblepara quien desee estudiar el tema. Con gran do-minio de éste, describe la influencia que tuvieron

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101, fechado el 30 de septiembre de 1976, y a ini-ciativa de la Liga Femenina de El Salvador.

También hubo heroínas de las campañaslibertadoras, que merecieron títulos militares,que Jenny Londoño incluye en su galería. Ma-nuela Sáenz la más importante y conocida, quienluchó desde muy joven, en Lima, siendo condeco-rada con el grado de Caballeresa, por el generalJosé de San Martín, por sus servicios a la causade la libertad del Perú; y elevada por el generalBolívar, al rango de Coronela por su participa-ción en la Batalla de Ayacucho. Cita a otras mu-jeres que llegaron al grado de Coronela, como aJuana Azurduy, El águila de las batallas, heroí-na boliviana, que integró los ejércitos indepen-dentistas, en el alto Perú.

Evangelina Tamayo, de Tunja, quien peleó ba-jo el mando de Bolívar y continuó prestando susservicios al ejército, hasta el día de su muerte, os-tentó el grado militar de capitán.

A Nicolasa Jurado, oriunda de Loja, quien par-ticipó en la campaña militar destacándose por suvalor en la Batalla de Pichincha, el general Sucrela ascendió a sargento.

Añade la investigadora Londoño que hubo mu-chas mujeres intrépidas y contestatarias que a-compañaron a los próceres libertadores en sussueños, gestas y batallas. Otras que formaronparte de guerrillas que desarrollaron actividadesimportantes de hostigamiento de los ejércitos rea-listas. Y no considera

El presente<Gustavo Pérez Ramírez

bo involucradas varias mujeres, quienes en sumayoría eran las esposas, compañeras, madres ohermanas de los conspiradores; Algunas de lasque la escritora destaca eran: Rosa Zárate yOntaneda, María Ontaneda y Larraín, AntoniaSalinas, Rosa Larrea, Josefa Escarcha, y algu-nas mujeres del pueblo; como la denominadaCostalona, María de la Cruz Vieyra, la conocidacon el nombre de Monja y otras.

También hubo mártires del proceso indepen-dentista, la mayoría desconocidas. Jenny Londoñorescata unos pocos nombres de esas valientesmujeres, como Rosa Zárate y Ontaneda, una delas heroínas y mártires del Primer Grito de laIndependencia de Quito, en 1809. Murió, dice, porórdenes del Pacificador Montes, junto a su esposodon Nicolás de la Peña y a otros patriotas; suscabezas fueron enviadas a Quito para ser expues-tas como trofeos de guerra y como escarmiento alos demás insurgentes.

En la Nueva Granada, Policarpa Salavarrie-ta, llamada la Pola, nacida en Guaduas, Cundi-namarca, de profesión modista, participó en losacontecimientos del 20 de julio en Santa Fe, jun-to con María Josefa Esguerra y Antonia SantosPlata.

Habría que añadir que, apenas en 1975, en elmarco del Año Internacional de la Mujer, se reco-noció la participación de una prócer salvadoreña,María de los Ángeles Miranda, declarada Heroí-na de la Patria mediante el decreto legislativo

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Jenny Londoño se ha apuntado un éxito consu minuciosa investigación, llamada a llenar uninmenso vacío. Gracias a ella, hemos podido pre-sentar esta breve síntesis, que no podía faltar,para hacer justicia a su participación tan pocoreconocida, tarea que, como reconoce la investi-gadora, no es fácil, aludiendo a dos razones prin-cipales: en general, porque ellas no aparecen enlos archivos oficiales de las batallas ni de los go-biernos, y porque la mayoría de ellas, con la ex-cepción de Manuela Sáenz, no dejó escritos quepuedan permitir recuperar sus pensamientos.

CCoonnddiicciióónn ddee llooss aaffrroo--aammeerriiccaannooss

A los afro-americanos, descendientes de africa-nos que, reducidos a la esclavitud, habían llegadoa los territorios que integraron la Gran Colombia,en cierto sentido les fue un poco mejor que a losindígenas, por dos motivos: primero, porque, debi-do al racismo y a la discriminación imperante, fue-ron considerados más aptos que los indígenas pa-ra la guerra, como lo habían sido para las planta-ciones y minas, para lo que habían sido esclaviza-dos. Esto permitió que con el ingreso a los ejérci-tos libertadores gozaran de ciertos privilegiosmilitares e inclusive participaran del botín en loscasos de triunfo. Los conflictos políticos les sirvie-ron para obtener la libertad.

De alguna manera,

… el negro, apto para la guerra, se anticipó al in-dio en la resolución de su problema, y se liberó y

El presenteGustavo Pérez Ramírez

… desdeñable la pasión que pusieron las mujeresde los sectores subalternos, esposas y compañerasde los soldados revolucionarios, que no dudaronun minuto en seguir a sus hombres atrás de losejércitos, cargadas con hijos o sin ellos, llevandomuniciones, trastos y ropas, hicieron menos duroslos recorridos de las tropas y dejaron pedazos desus sueños en cada recodo del camino.

Detrás de los ejércitos de los libertadores se movi-lizaron una gran cantidad de mujeres que seguíana sus compañeros y esposos, padres o hermanos,miembros de la tropa. Se les daba nombres des-pectivos: rabonas, guarichas, voluntarias, juanaso soldaderas. Caminaban durante largas jornadasy conseguían agua y leña, cocinaban, lavaban laropa, cosían y remendaban, limpiaban los fusiles,cargaban pertrechos y hacían guardia. Estabantambién expuestas a la persecución, violación ytortura, en caso de que las tropas independentis-tas fueran derrotadas o dispersadas… En 1817, elgeneral español Pablo Morillo prohibió dicha cos-tumbre y, en 1919, el general colombiano, San-tander, dispuso al efecto: No marchará en la divi-sión mujer alguna bajo la pena de cincuenta palosa la que se encuentre.

Frase cuya autoría asigna a Alfonso MaríaBorrero en su libro Ayacucho. Pese a esto, añadela escritora, las mujeres continuaron marchandodetrás de los ejércitos independentistas y reali-zando las tareas que, bien aún sin reconocimien-to del alto mando, contribuían a satisfacer nece-sidades vitales de la tropa.

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En el Congreso de Angostura, donde nació laGran Colombia, la libertad de los esclavos estu-vo entre sus preocupaciones fundamentales. Ensu discurso abogó por ellos:

Es imposible ser libre, y esclavo a la vez... Yo a-bandono a vuestra soberana decisión la reforma ola revocación de todos mis estatutos y decretos;pero yo imploro la confirmación de la libertad ab-soluta de los esclavos, como imploraría mi vida, yla vida de la República.

Con esto incurrió en una razón más para elantagonismo de los Estados Unidos, que temíanque la abolición de la esclavitud en ese tiempo iríacontra sus intereses capitalistas. Solo en 1865, losEstados Unidos abolirían la esclavitud. Bien loseñala el escritor cubano Jorge Gómez Barata, enun artículo divulgado por Altercom:18

Los redactores de la Declaración de Independen-cia y de la Constitución, algunos de los cuales,eran dueños de grandes dotaciones, legitimaron laesclavitud. La revolución norteamericana fue solopara blancos.

Entre 1776, efemérides de la independencia y1865, fecha en que se promulgó la 13ª Enmiendaa la Constitución que puso fin a la esclavitud,transcurrieron 89 años. Todavía pasaron otros99 hasta que en 1964, durante el gobierno deJohnson se aprobó la ley sobre derechos civiles.En total 188 años para que los negros, al menos

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entró a gozar enseguida de los beneficios de lalibertad y de la democracia en el ejército.

Lo afirma Oscar Efrén Reyes.17

Además, la institución militar fue para ellosuna puerta para ascender socialmente. Algunosllegaron a ostentar altos títulos, como el almi-rante Padilla, a pesar del color de su piel. Fuerade que casi todos los descubridores y conquista-dores trajeron negros como aliados o auxiliares.

Téngase en cuenta, sin embargo, que a princi-pios del siglo XVII, con anuencia de la autoridadvirreinal, los indios pudieron adquirir esclavosnegros; y no solo los caciques y curacas, sino tam-bién los indios del común, como consta por los tes-tamentos de indios, lo que quedaría abolido por lalegislación bolivariana de la Gran Colombia.

El otro motivo, más importante aún, fue quelos afro-americanos se beneficiaron de una legis-lación que fue desmontando la esclavitud.

Desde 1816, Bolívar, como Jefe Supremo y Ca-pitán General de los Ejércitos de Venezuela yNueva Granada, había decretado la libertad abso-luta de los esclavos. Necesitaba de ellos, como detodo hombre robusto. Sin embargo, lo hacía porgenuinas razones humanitarias. Porque “han ge-mido bajo el yugo español en los tres siglos pasa-dos”. No en vano había tenido por nodriza a la ne-gra Hipólita y a otra negra por cocinera predilecta.

17 Oscar Efrén Reyes, Breve Historia General del Ecuador, p.52. 18 http://www.altercom.org

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madura meditación y acuerdo, que esta medida,dictada por la justicia y reclamada por la natura-leza, requiere para ejecutarse de un modo ventajo-so a la Patria y a ellos mismos, diversas disposi-ciones preparatorias que en aquellas circunstan-cias era imposible tomar. Es preciso en el estadode ignorancia y degradación moral a que esta por-ción desgraciada de la humanidad se halla reduci-da, es preciso en tal estado, hacer hombres antesde hacer ciudadanos. Es igualmente necesarioproporcionarles la subsistencia con la libertad,abriendo un vasto campo a su industria y activi-dad, para precaver los delitos y la corrupción, quesiguen en todas partes a la miseria y a la ociosi-dad. El Congreso, considerando la libertad como laluz del alma, creyó también que debía dárseles porgrados, como a los que recobran la vista corporal,que no se les expone de repente a todo el esplen-dor del día. La experiencia tiene acreditada la e-xactitud de esta comparación.20

Ese mismo año de 1820, el general Bolívarllama a las armas a 5 000 esclavos y les ofrece lalibertad. En mensaje al general Santander:

Pedirá Vd. a las provincias de Antioquia, Chocó yPopayán, 3 000 esclavos a las dos primeras, y 2 000a la última, que sean solteros todos, si es posible. Seles ofrecerá la libertad desde el momento que sal-gan de su país, y dos años después de haber entra-do a servir, se les dará su licencia absoluta para quegocen de su plena libertad.

En 1821, el Congreso General de Colombia

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legalmente, tuvieran los mismos derechos quelos blancos. 229 años después de la independen-cia, 141 años posteriores a la abolición y a 41años de eliminada la segregación racial, Katrinallegó para recordar que la obra está incompletay que los negros no han ganado la batalla por suemancipación.

En cambio, las luchas bolivarianas por la inde-pendencia tuvieron en cuenta al afro-americano.Ya en 1814 se había expedido en la Provincia deAntioquia la ley que declaraba la libertad de vien-tres. Disponía que los hijos de esclavas, que vinie-ran al mundo, luego de la sanción de esta norma,serían libres.

La siguiente es la legislación sobre la esclavi-tud que se fue desarrollando durante la GranColombia, que culminó con la Ley sobre Liber-tad de los Esclavos, sancionada por el presiden-te José Hilario López, el 21 de Mayo de 1851 enColombia, en el mismo año en Ecuador por JoséMaría Urbina y, en 1854, en Venezuela, duranteel gobierno de José Tadeo Monagas.19

En 1820, el 22 de enero, el Soberano Congreso,

… tomando en consideración las dos proclamas enque el general Bolívar, entonces Jefe Supremo dela República de Venezuela, declaró la libertad delos esclavos, primero con algunas modificaciones,y después entera y absoluta, ha reconocido con

20 http://www.archivogeneral.gov.co/version2/htm/abolicion.htm

19 Alonso Valencia Llano, Historia de América Andina, IIIIntegración de la población negra en las sociedades andinas1830-1880, pp. 141-171.

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esclavos de África, con el fin de hacer más efica-ces las disposiciones de la Ley que, con el desig-nio de abolir gradualmente la esclavitud, prohí-be la introducción de esclavos en Colombia.

En 1828, salió el Decreto que dicta las reglaspara las juntas de manumisión. Y en ese mismoaño se exime de cargos concejiles a los miembrosde las Juntas de Manumisión.

Al final del año, en noviembre, se legisla sobreel pago de derechos de manumisión en el cantóndonde exista la mayor parte de los bienes del fina-do.21 Esta legislación honra a la Gran Colombia.

Sin embargo, los africanos sufrieron condicio-nes deprimentes, en educación y salud, con unpromedio de vida más bajo, una mayor mortalidadinfantil, mayor frecuencia de enfermedades, ma-yor analfabetismo, aun de los libertos, víctimas dediscriminación, como los mismos indígenas.

Pero el negro no se doblegó y luchó siempre porsu libertad, ganándose el nombre de cimarrón, alescapar de las encomiendas. Palenque fue el nom-bre que se aplicó a la ciudadela fortificada, erigidapor los cimarrones para su refugio y defensa.Fueron continuos sus alzamientos y rebeliones.

La independencia de Haití es el caso mássobresaliente. Tousaint-Louverture lideró la epo-peya de esclavos para fundar un pueblo libre. El 1de enero de 1804, se proclamó la independencia deHaití, convirtiéndose en líder en el movimiento

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decreta sobre la libertad de los partos, manumi-sión y abolición del tráfico de esclavos, conside-rando, entre otros motivos,

… que siguiendo los principios eternos de la razón,de la justicia y de la más sana política, no puedeexistir un gobierno republicano verdaderamentejusto y filantrópico, si no trata de aliviar en todaslas clases a la humanidad degradada y afligida.

También en 1821, una resolución “sobre elorden que debe guardarse en la conscripción delos ciudadanos para el servicio militar” decideque “los esclavos no se computen en la poblaciónpara formar el alistamiento, ni éstos se alistensino en extrema necesidad y bajo la condición deuna justa indemnización.”

Más tarde, en octubre del mismo año, la reso-lución “sobre los esclavos que abracen el serviciode las armas”, el Congreso General de Colombia,habiendo tomado en consideración la consulta delVicepresidente de Cundinamarca sobre lo quedebería hacerse en el caso de que algunos escla-vos quieran abrazar el servicio de las armas, se-parándose de sus amos, y del modo en que éstosdeban ser indemnizados, declara que los escla-vos pueden ser admitidos al servicio de lasarmas bajo los pactos y condiciones que tenga abien imponerles el gobierno, indemnizándose alos amos con calidad de preferencia de los fondosque se colecten para la manumisión.

En 1825, el Congreso determina las penas enque incurran los que se emplean en el tráfico de 21 http://www.archivogeneral.gov.co/version2/htm/abolicion.htm

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mental sino de las organizaciones sociales, in-cluidas las organizaciones indígenas, como se hadenunciado.

Entre tanto, avanza a pasos agigantados elproceso de globalización impulsado por la revo-lución tecnológica y de las comunicaciones conimpacto devastador en la cultura, tradiciones,valores. Del ciberespacio se han adueñado pode-rosos intereses privados al servicio del capitaltrasnacional, con el apoyo de la OrganizaciónMundial de Comercio que ha expedido acuerdospara proteger la propiedad intelectual.

Se construye una sociedad, sobre las bases delconsenso de Washington, que implica quedar bajola ley absoluta del mercado, que ahonda las desi-gualdades, de suyo las más pronunciadas delmundo, y quedando en manos de élites que confor-man la nueva burguesía, subordinada al poderhegemónico. No se explica por si solo su poder.

En medio de este remolino se sienten los em-bates del capitalismo en su nueva etapa neolibe-ral, dominado por las transnacionales, que preten-de que los mercados lo solucionan todo y que el roldel Estado sea marginal.

El resultante, la miseria y pobreza, es produtode la expoliación, el despojo, la represión que pro-duce el neoliberalismo. Uno de los resultados conmega características son las migraciones forzadaspor motivos económicos, políticos, de represión ydespojo.

independista americano iniciado por las 13 colo-nias americanas, y en la primera república latino-americana independiente, además de ser la pri-mera creada por esclavos en toda la historia de lahumanidad.

Enmarcados en las condiciones sociales decada país, las comunidades afro-americanas hancreado unas culturas propias cuyos valoresmateriales y espirituales son el resultado de laadaptación cultural y la lucha en las condicionesde la esclavitud.22

De una integración de América Latina y delCaribe en condiciones de solidaridad, equidad yjusticia, los primeros beneficiados serán los indí-genas, los descendientes de los esclavos africa-nos y las mujeres en general. Se podrán superarasí el racismo y la discriminación de género im-perantes por siglos.

AAmméérriiccaa LLaattiinnaa eenn llaa aaccttuuaalliiddaadd

Veamos a grandes rasgos cuál es la actual rea-lidad de América Latina sobre la cual urge cons-truir una integración latinoamericana solidaria.

El presente de América Latina se desarrollaen el contexto de la post Guerra Fría, a la som-bra de una superpotencia mundial hegemónica,que la considera su patio trasero, y que intervie-ne en todos los ámbitos, no solo a nivel guberna-

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22 Ver “Afroamericanos: Buscando raíces, afirmando identi-dad”, serie Aportes para el Debate, No. 4, ALAI, Quito, octu-bre 1995.

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El panorama de suyo sombrío, se complica sise tiene en cuenta que las fuerzas que serían ca-paces de darle un vuelco a la situación con lasindispensables reformas de estructura y cambiode orientación neocolonialista, para lo cual nobastan simples reformas coyunturales, se hallancrónicamente divididas.

Me refiero a una izquierda que suscriba alconcepto maximalista de democracia, es decirque “no puede haber democracia política cuandono hay democracia social”, como lo sostiene enColombia el senador Carlos Gaviria. Para él, “lademocracia presupone la prevalencia del biencomún y del interés general, y eso se configura através del sufragio. Pero si éste es manipulado,los resultados son tergiversados”.

Infortunadamente, ante este mundo caótico, laizquierda no está preparada para enfrentarlo, co-mo escribe Marta Harnecker en su lúcido y pro-fundo examen La izquierda en el umbral del sigloXXI, haciendo posible lo imposible, en el queexplica, con la autoridad que le da la experiencia,las dificultades para un perfilamiento alternati-vo, sugiriendo a la vez soluciones concretas.23

Entre muchas verdades de puño sostiene quefrente a esta realidad una opción alternativa-socialista o como se la quiera llamar, hace másurgente que nunca, aunque la izquierda no está

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Al interior de las naciones, ante la apatía ydesorganización de la sociedad civil, impera laamoralidad de las luchas por el poder entre líde-res guiados, más por individualismos, caudillis-mos, cacicazgos, que por un anhelo de servir alpaís y su pueblo, y de proponer planes constructi-vos solidarios para que impere la equidad, la jus-ticia, la paz. Persiste la ambición desmedida por elpoder personal o para un grupo o partido.

La oposición se hace a menudo por medio de lasarmas, como en Colombia, la financiación de lascampañas políticas, parece que más a menudo delo que se cree, está infiltrada por el narcotráficoque todo corrompe y con alianzas con el para-militarismo. La corrupción impera por doquier.

Los países sucumben ante le peso de la deudaexterna e interna, ante las descomunales deficien-cias en las estructuras y servicios de salud, educa-ción, vivienda y empleo. El empleo en el sectorinformal es un precario sustituto, pues el desem-pleo se incrementa por las medidas neoliberalesde apertura, de privatizaciones, de flexibilidad la-boral que imponen los organismos internaciona-les. El sindicalismo es una de las víctimas, por eldesmantelamiento de organizaciones sindicalesy de la clase obrera en general. La propiedad dela tierra sigue concentrada en pocas manos, yhay explotación no sostenible de los recursos na-turales. El campesinado está reducido al mini-fundio en medio de la crisis de la agricultura quese agrava aún más con los Tratados de LibreComercio, TLC.

23 Marta Harneker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI:haciendo posible lo imposible, México, Siglo XXI Editores,1998.

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co diferenciada de la práctica habitual de los par-tidos tradicionales, sean de derecha o de centro.

Concluye que

… nuestros pueblos se merecen una nueva izquier-da que esté a la altura de los desafíos que le plan-tea el mundo de hoy, un mundo muy diferente…lleno de obstáculos, pero también de oportunidades.

Recomienda tener presente los primeros paraelaborar una estrategia que permita superarlos,y conocer las segundas, para construir, a partirde ellas, propuestas alternativas solidarias, esesencial.

Según lo expresó Alejandro Moreano en unseminario realizado en Quito, se está constru-yendo otra izquierda en América Latina, pero enEcuador, recién se empieza a descomponer lavieja izquierda y se pregunta dónde está la fuer-za que la reconstruya.

Habría que añadir que la izquierda se haquedado en su función de hacer la crítica al capi-talismo, pero ha descuidado la creación de pen-samiento propio de nuestra identidad, de elabo-rar vías de solución que no sean copias, de res-catar valores de resistencia y organización here-dados de los indígenas.

Es, pues, un presente de profunda crisis en elque corresponde avanzar en la construcción dela nueva sociedad, gran reto para América Lati-na como lo ha sido para la Comunidad Europea.Lo advirtió el francés Jean Monnet, quien dise-

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en las mejores condiciones para enfrentarla, “en-frascada en un exceso de diagnóstico y una ausen-cia de terapéutica”.

Se refiere a una triple crisis de la izquierdalatinoamericana:

1. Teórica, por su “incapacidad histórica de ela-borar un pensamiento propio”.

2. Programática: por no diseñar

… un proyecto transformador que pueda asumir losdatos de la nueva realidad mundial y que permitahacer confluir en un solo haz a todos los sectoressociales afectados por el régimen imperante.

3. Orgánica: tanto en la “pérdida de su capacidadde atracción y convocatoria ante las gentes yespecialmente ante la juventud”, como en

… una evidente disfuncionalidad de sus actualesestructuras, hábitos, tradiciones y maneras dehacer política, con las exigencias que la realidad so-cial reclama de un actor político de carácter populary socialista, en proceso de renovación sustantiva.

Cierto, que como ella afirma, “la derecha seha apropiado inescrupulosamente del lenguajede la izquierda”, lo que es particularmente noto-rio en sus formulaciones programáticas: pala-bras como reformas, cambios de estructura, pre-ocupación por la pobreza, transición, forman hoyparte del discurso habitual de la derecha. Por o-tra, la tendencia cada vez más generalizada de laizquierda a adoptar una práctica política muy po-

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ma, y motivado por la frustración de ver fracasa-da la segunda República. Se repitió esta vez elcompromiso de trabajar incasablemente, de nodar un paso atrás en el camino de entregar todaslas mejores capacidades, la vida y sangre, parala unidad y libertad de la Patria Originaria, dela Patria Bolivariana, de la Patria Grande y defundar la Tercera República dentro de los pará-metros de quien la soñó inicialmente.

De ahí que el juramento se hiciera primor-dialmente para reivindicar la fundación de laPrimera República, el 17 de diciembre de 1819,y convocar a los pueblos que constituyen Vene-zuela, Panamá, Colombia y Ecuador a recons-truir la unidad y libertad de la Patria Boliva-riana, y a continuar el sendero del histórico lla-mado que hizo el Libertador Simón Bolívar, a lospueblos de México, Río de la Plata, Chile yGuatemala y ampliarlo a los pueblos del Brasil,Centroamérica y el Caribe “para formar unaconfederación que ponga fin a los perjuicios in-mensos de la atomización y eternice la indepen-dencia de nuestras repúblicas”.

El compromiso adquirido fue, entre otros, el de:

i. Construir la unidad e identidad de la PatriaGrande con los pueblos originarios de Abya Ya-la, preservando los valores humanos y comuni-tarios de los saberes milenarios.

ii. Vivir con dignidad y equidad para que no exis-ta un solo ser que sufra de hambre, desnutri-

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ño el Plan para la unión, previendo que “Europase construirá en las crisis y ella será la suma delas soluciones que les encontremos”. Así habráque hacerlo en América Latina.

SSuurrggeenn iinniicciiaattiivvaass ddee iinntteeggrraacciióónn

Una América Latina solidaria, “con un pie enel Atlántico y otro en el Pacífico”, como queríaBolívar, iría armando el rompecabezas de lagran Alternativa Bolivariana. Ahora, cuando seestá tomando conciencia de que otro mundo esposible, vale la pena seguir alimentando la uto-pía realizable de una integración latinoamerica-na, construida sobre bases de equidad, en oposi-ción al neoliberalismo.

Felizmente hay señales y factores auspiciosos.Crecen los grupos de ciudadanos rebeldes contrael presente estado de cosas, resueltos a enfrentar-se a la crisis y a construir la otra sociedad posible.

Por ejemplo, en Ecuador, el 24 de mayo de2005, al conmemorarse el aniversario de laBatalla de Pichincha, un numeroso grupo de jó-venes y adultos procedentes de Quito y de todaslas provincias del país, unidos por compromisospolíticos independientes de los partidos tradicio-nales ascendió hasta la Cima de la Libertad,donde se libró la batalla de la Independencia.

Hacía un año, en esta efemérides gloriosa, sehabía hecho un juramento, inspirado en el quehiciera el Libertador en el Monte Sacro, en Ro-

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nos humillan, nos roban, nos encarcelan y nos ma-tan, y nada que nadie dice ni hace nada. Por esonosotros dijimos que ‘¡Ya Basta!’, o sea que ya novamos a permitir que nos hacen menos y nos tra-ten peor que como animales.

Así reza la sexta declaración fechada enjunio y disponible en Internet.24

Hay que seguir de cerca su saga. Ellos asegu-ran que quieren

… la democracia, la libertad y la justicia para todoslos mexicanos, aunque más bien nos concentramosen los pueblos indios. Llegó la hora de arriesgarseotra vez y dar un paso peligroso pero que vale lapena. Porque tal vez unidos con otros sectores socia-les que tienen las mismas carencias que nosotros,será posible conseguir lo que necesitamos y merece-mos. Un nuevo paso adelante en la lucha indígenasolo es posible si el indígena se junta con obreros,campesinos, estudiantes, maestros, empleados... osea los trabajadores de la ciudad y el campo.

A nivel subcontinental, doce países sudameri-canos firmaron la Declaración de Cusco sobre laComunidad Sudamericana de Naciones. Al finali-zar la Cumbre Presidencial Sudamericana, quese llevó a cabo en esa ciudad peruana, en diciem-bre de 2004, propusieron la creación de la Comu-nidad Sudamericana de Naciones con el fin de

… desarrollar un espacio sudamericano integradoen lo político, social, económico, ambiental y deinfraestructura, que fortalezca la identidad propia

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ción, desamparo, desempleo, discriminación, a-nalfabetismo, aculturación.

iii. Ratificar la amistad con todos los pueblos delmundo en igualdad, reciprocidad, respeto,independencia y equidad, y, por lo tanto, opo-sición a toda forma de intervención contra laautodeterminación. Pero todo dependerá delcómo se llevará a la práctica este juramento.

Posteriormente, el I Congreso Sucresista deSalvación Nacional concluyó con la suscripcióndel Acta Constitutiva de la Alianza BolivarianoAlfarista Tercera República, en la casa natal dellegendario héroe revolucionario Eloy Alfaro enMontecristi, rescatando los principios de lospueblos ancestrales, de la independencia boliva-riana y de la revolución alfarista al convocar a launidad de la nueva conciencia, de los mejoreshijos e hijas, para rescatar a la nación y a la vidadel colonialismo y construir la Patria Grande.

En México, la Sexta Declaración de la SelvaLacandona del Ejército Zapatista de LiberaciónNacional –EZLN–, de junio de 2005, pone en susitio la lucha por la justicia social, dándole a sumovimiento un desarrollo político, sin tener querecurrir al narcotráfico, secuestros y terrorismo,que trasciende las fronteras del país y del conti-nente.

Los zapatistas nos levantamos en armas en enerode 1994, porque vimos que ya está bueno de tan-tas maldades que hacen los poderosos, que solo

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24 http://www.ezln.org/

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Es muy pronto para saber si se trata de inten-ciones retóricas, que no van a estar respaldadaspor las prácticas de los respectivos países. Sin em-bargo lo destacamos, dando el beneficio de la du-da, porque es de celebrar que al menos se comien-cen a debatir las metas propuestas en tales am-bientes gubernamentales. Y porque hay quienesluchan en no dejar que la Comunidad Surame-ricana de Naciones quede atrapada por la inten-ción imperial. Intención presente desde los “pri-meros papeles de trabajo, en los que proyectansurcar el territorio para facilitar la succión de losrecursos energéticos, biodiversos y de agua.25

A nivel continental han surgido también im-portantes iniciativas, siendo la más notable laAlternativa Bolivariana de las Américas, ALBA,alternativa a la reedición de la Doctrina Monroeen el ALCA. De ambas trataremos más adelante.

También, a nivel continental, merece mencio-narse otra iniciativa que va en la dirección de co-rroborar a la integración latinoamericana den-tro de la perspectiva solidaria que queremos. Setrata de la apertura del canal televisivo Tele-Sur, como “alternativa al mensaje hegemónico

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de América del Sur y que contribuya, a partir deuna perspectiva subregional y, en articulación conotras experiencias de integración regional, al for-talecimiento de América Latina y el Caribe.

Sus metas son ambiciosas y a primera vistaatractivas:

… una identidad sudamericana compartida y valo-res comunes, tales como: la democracia, la solidari-dad, los derechos humanos, la libertad, la justiciasocial, el respeto a la integridad territorial, a la di-versidad, la no discriminación y la afirmación de suautonomía, la igualdad soberana de los estados y lasolución pacífica de controversias… una concienciaambiental responsable y el reconocimiento de asi-metrías en el desarrollo de sus países, aseguren unamás justa y equitativa distribución del ingreso, elacceso a la educación, la cohesión y la inclusión so-cial, así como la preservación del medio ambiente yla promoción del desarrollo sostenible…un compro-miso esencial con la lucha contra la pobreza, la eli-minación del hambre, la generación de empleo de-cente y el acceso de todos a la salud y a la educacióncomo herramientas fundamentales para el desarro-llo de los pueblos.

Incluye una política internacional basada en

… los valores de la paz y la seguridad internacio-nales, a partir de la afirmación de la vigencia delderecho internacional y de un multilateralismo re-novado y democrático que integre decididamente yde manera eficaz el desarrollo económico y socialen la agenda mundial.

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25 En el proyecto de declaración constitutiva de la ComunidadSudamericana de Naciones, recibido de Manuel RodríguezCuadros, Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Lima26 de octubre de 2004. Ese proyecto planteaba cinco procesos,entre ellos la integración física, energética y de comunicacio-nes. Ese proyecto no lo discutieron y obtuvo la aprobación delos Presidentes en Cusco el 8 de diciembre de 2004. Los pre-sidentes acordaron una declaración de voluntad política.

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… la idea es mantener un espacio en la web quesea de consulta permanente para todos aquellosque quieran estar actualizados sobre los avancesintegracionistas en Nuestra América. Pero, asi-mismo, el Portal Alba, en muy breve tiempo, seráuna suerte de enciclopedia del mundo latinoame-ricano caribeño.

Alfredo Castillo, economista político, es opti-mista respecto a la iniciativas que van surgien-do. Una Universidad del Sur formará técnicos,científicos, profesionales, intelectuales vincula-dos a intereses de sus pueblos, naciones y esta-dos. Estimulará la conservación y avance de cul-turas que conviertan el saber y el interés de laregión en base de poder y de tendencias políticaspropias y universales, a la vez.

Una moneda común es un propósito incipien-te pero de destino cierto, una vez superados losdistanciamientos de economías y estados nacio-nales. El Parlamento Sudamericano también es-tá en marcha, pero aún sin marco referencial yabsorbido por su organización.

Por otra parte, hay que transformar a Suda-mérica en zona de paz desnuclearizada, sin ar-mas de destrucción masiva ni instrumentos eideología que las apoyen ni bases militares aje-nas a la región.

A nivel mundial debe destacarse, por encimade todas las iniciativas positivas, el proceso deconcientización que la realización del Foro So-

del Norte”, y que se anunció como “un factor cla-ve del momento que vive el continente que es laintegración.” Es cierto que nace de una evidentenecesidad latinoamericana: contar con un medioque permita, a todos los habitantes de esta vastaregión, difundir sus propios valores, divulgar supropia imagen, debatir sus propias ideas y trans-mitir sus propios contenidos, libre y equitativa-mente. Y que, frente al discurso único sostenidopor las grandes corporaciones, que deliberada-mente niegan, coartan o ignoran el derecho a lainformación, se hace imprescindible una alter-nativa capaz de representar los principios fun-damentales de un auténtico medio de comunica-ción: veracidad, justicia, respeto y solidaridad.Es de esperar que Tele-Sur sea esa alternativa.Además está el Portal Alba,26 que se perfilacomo un instrumento valiosísimo para la inte-gración. Por la entrevista a Fernando RamónBossi que Boris Teillier le hizo para la Corpora-ción de Educación y Cultura Gabriela Mistral deChile, sabemos que el Portal Alba es una páginaweb en proceso de construcción a la que se puedeentrar y navegar, dedicada a los temas que ha-cen a la Unidad Latinoamericana Caribeña. Es-pecíficamente, a la propuesta de la AlternativaBolivariana para la América, ALBA, que lanzó elPresidente Hugo Chávez. “El objetivo es bien am-bicioso”, asegura el entrevistado,

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26 http//:www.alternativabolivariana.org

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nuevas esperanzas para la construcción de unmundo más libre y con justicia social.

Según sus estatutos, el Foro Social Mundialno es un organismo impositivo y de control, sinouna plataforma de encuentro de todos los movi-mientos de resistencia para la reflexión, el deba-te democrático de ideas, la acción efectiva porparte de grupos y movimientos de la sociedad ci-vil que se oponen al neoliberalismo y al dominiodel mundo por el capital y a cualquier forma deimperialismo, comprometidos a construir un so-ciedad centrada en la persona humana.

La audiencia ha ido creciendo. La realizacióndel Foro Mundial en la India, atrajo de 135 a 150mil participantes. El movimiento es imparable,si bien sus objetivos son a largo plazo, pues setrata primero de hacer tomar conciencia de losestragos del neoliberalismo y de su ineficienciacomo solución para el Tercer Mundo, y por lotanto deslegitimarlo, para comprometer al mun-do en la búsqueda de alternativas.

Se considera que el reto actual es articular lasociedad civil, organizándola para que incida enlos mecanismos financieros y jurídicos que impo-ne la globalización, que privilegia el capital fi-nanciero, el pago de la deuda externa, los pro-gramas de ajuste estructural, la desregulación,los paraísos fiscales, etc.

Como lo expresó brillantemente Virgina Var-gas, activista de la sociedad civil global, en A-

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cial Mundial lleva a cabo, en particular en las A-méricas, bajo el lema de otro mundo es posible.

El manifiesto de presentación del Foro señala,entre otras cosas que, de ahora en adelante entodo el mundo,

… los gobiernos deben saber que la vigilancia seráejercida rigurosamente, cada vez más, sobre ellosmismos. Ya no podrán alegar que las medidasnefastas tomadas contra la población le fueronimpuestas por las organizaciones internacionales,ya que cuando las integran contribuyen a su ela-boración y aprobación. Ellos también deben rendircuentas a los Poderes Legislativos de las posicio-nes asumidas en oportunidad de estos encuentros.

Miles de sindicatos, asociaciones, organizacio-nes no gubernamentales, entidades religiosas yotros movimientos populares, que luchan en cadapaís, región, ciudad o medios rurales, en formaaislada, están tomando conciencia de que, juntos,constituyen un entramado planetario de resisten-cia a la globalización neoliberal. Han comenzadoa conocerse, intercambiando información, unién-dose en acciones comunes, concretando la voca-ción que tienen para constituirse en un contra-poder planetario de los ciudadanos.

Al mismo tiempo que crecen tales manifesta-ciones, sigue habiendo en todo el mundo esfuer-zos en la búsqueda de alternativas que coloquenel progreso humano y la democracia participati-va en el lugar prioritario de los gobiernos y delos ciudadanos. Son semillas que germinan en

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El presente

riqueza es enorme y al mismo tiempo la pobreza yexclusión son dramáticamente crecientes, ¡el pro-blema central es la tremenda inequidad en la dis-tribución de la riqueza! Situación legitimada porun orden internacional injusto que favorece a losmás poderosos.

Lo anterior son algunas de las frases de sumemorable discurso del 16 de septiembre de2005.

El día anterior, en la misma Cumbre, el presi-dente Hugo Chávez también había dado su voz alos sin voz, en histórico discurso en el que abundóen críticas constructivas y propuestas urgentes:“Ahora más que nunca necesitamos, señor Presi-dente, un nuevo orden internacional”, dijo, recor-dando que la Asamblea General de las NacionesUnidas, en 1974, adoptó la declaración y el pro-grama de acción sobre un nuevo Orden Econó-mico Internacional, y que junto con el Plan deAcción, la Asamblea General adoptó ese mismoaño la Carta de Derechos y Deberes Económicosde los estados que concretó el Nuevo Orden Eco-nómico Internacional.

Hoy reclamamos desde los pueblos, en este caso elpueblo de Venezuela, un nuevo orden económicointernacional, pero también resulta imprescindi-ble un nuevo orden político internacional, no per-mitamos que un puñado de países intente reinter-pretar impunemente los principios del DerechoInternacional para dar cabida a doctrinas como laGuerra Preventiva.

Gustavo Pérez Ramírez

samblea General de la ONU conmemorativa delos 60 años de su fundación,

… este mundo tal como está, es éticamente ina-ceptable, políticamente devastador, económica yambientalmente insostenible. Era el eco de lasvoces –insistentes y desencantadas– de los movi-mientos sociales globales, que interpelaban a losJefes de Estado presentes en la Cumbre delMilenio en la ONU, urgiendo un cambio radical,que coloque a mujeres y hombres en el centro deldesarrollo, de una nueva democracia con justiciasocial, justicia de género y en armonía con el pla-neta. Que le dicen a esta Asamblea General queustedes están perdiendo una oportunidad históri-ca de asumir sus obligaciones y cumplir con suspromesas de lograr un mundo más justo. Que sufalta de compromiso con la Misión de NacionesUnidas está impidiendo que sea de nosotras ynosotros, los pueblos, y que los urgentes cambiosque el mundo requiere solo serán posible desman-telando tres fuerzas globales antidemocráticas,injustas y sostenidas por países poderosos y susaliados: el neoliberalismo, el militarismo y los fun-damentalismos de diferente signo. Una vida sincarencias solo será posible si se confronta el para-digma de desarrollo que prioriza el crecimiento eco-nómico sobre los derechos humanos, si se recuperanlos aportes de las sociedades civiles y sus movimien-tos emancipatorios a un nuevo paradigma global; sise reconoce la contribución fundamental que rea-lizan las mujeres a la economía productiva y repro-ductiva. En un mundo donde la producción de

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El presente

La nueva cita, el II Foro Social de las Améri-cas, tendrá como sede Caracas, del 25 al 29 deenero de 2006. Es un paso más en el proceso deoposición al neoliberalismo y al pensamientoúnico y de construcción de alternativas, que to-mó forma a partir de 2001.

Será parte del VI Foro Social Mundial –FSM–que a partir de 2006 será policéntrico, pues secelebrarán simultáneamente varios foros. Ademásdel de Caracas, se realizarán los de Bamako(Mali) en África; el de Karachi (Pakistán) y en otropaís asiático, además del V Foro Social Panama-zónico, coincidiendo con el Foro Económico Mun-dial de Davos.

Este nuevo formato policéntrico adoptado paraeste evento, que conjuga las dimensiones conti-nental y mundial, pretende profundizar el enrai-zamiento del proceso FSM en las distintas regio-nes del mundo, sintetizando las visiones y luchasrelacionadas con la construcción de Otro Mundo,de Otra América, de otra África, de otra Asia.

Una de las principales riquezas con las cua-les cuenta el Foro Social Mundial es su carácterplural y democrático. La construcción participa-tiva de los contenidos de su programa resultaclave para la profundización de esta experiencia.Y da acogida a la reflexión de carácter religioso,ecuménico, en el que ha tenido cabida la Teolo-gía de la Liberación que, como señala uno de suexponentes, Leonardo Boff, “con la condena delVaticano, en 1984, se había hecho casi invisible”.

Gustavo Pérez Ramírez

Ideas y propuestas que se debaten en el ForoSocial Mundial, que promueve reuniones regiona-les, como el Foro Social de las Américas, para a-bordar con más profundidad los alcances y espe-cificidades regionales de la globalización neo-liberal, y dar mayores espacios de expresión alpensamiento crítico, a las experiencias de resis-tencia y de construcción de alternativas, que es-tán arraigadas en la historia de las distintas re-giones del mundo.

Porque, más que nunca, hay que hacer sentirla fuerza de la reflexión y la movilización, la pre-sencia articulada, solidaria, diversa, creativa delos pueblos de las Américas –de Alaska a la Pa-tagonia–, con la certeza de que Otra América yOtro Mundo son posibles.

La cita en Quito del I Foro Social de las Amé-ricas, en 2004, fue para estimular la reflexióncrítica sobre el proyecto neoliberal dominante ysus expresiones en nuestro continente; hacer unintercambio pluralista y democrático de ideas,análisis, experiencias y luchas de resistencia;compartir la riqueza cultural y la diversidad delcontinente, con especial reconocimiento a la pre-sencia y vitalidad de los pueblos indígenas y a-frodescendientes; avanzar en la construccióncolectiva de alternativas y estrategias frente a laglobalización neoliberal y el militarismo, y forta-lecer la articulación y acciones de los movimien-tos sociales.

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Gustavo Pérez Ramírez

otros países andinos, como lo son en el sur lospaíses que integran el Mercosur. Bastan algunosejemplos:

La comunidad de países del Cono Norte de SurAmérica cuenta hoy con casi 90 millones de habi-

Una semana antes del Foro Social Mundial, rea-lizado este año (2005) en Porto Alegre, se realizóel Foro Mundial de la Teología de la Liberación,con la participación de más de 200 representan-tes de todo el mundo.

IImmppoorrttaanncciiaa ddee uunnaa ccoommuunniiddaadd rreeggiioonnaalleenn eell CCoonnoo NNoorrttee

Vale la pena imaginar lo que representaríahoy una federación o comunidad regional de lospaíses que integraron la Gran Colombia, compo-nente importante de la integración latinoameri-cana y del Caribe en el Cono Norte, junto con los

CCuuaaddrroo II

EExxtteennssiióónn tteerrrriittoorriiaall

PPaaíísseess TTeerrrriittoorriioo((mmiilleess ddee kkmm

22))

Ecuador 284

Colombia 1 142

Panamá 76

Venezuela 912

Total 2 411

Los países que integraron la Gran Colombiaconstituyen hoy una gran comunidad con 2 411 000km2, si bien, disminuida territorialmente con rela-

ción al pasado por los zarpazos que sufrió. La Uni-ón Europea, compuesta inicialmente por seis paí-ses, contaba con una extensión territorial menor.Con quince países miembros alcanzó a tener 3,24millones de kilómetros cuadrados, y seguirá cre-ciendo si llega a tener veinticinco o más miembros.

CCuuaaddrroo IIIIEEssttiimmaacciioonneess yy pprrooyyeecccciioonneess ddee llaa ppoobbllaacciióónnddee aammbbooss sseexxooss ppoorr aaññooss ccaalleennddaarriioo yy eeddaaddeessssiimmpplleess.. ((eenn mmiilllloonneess ddee hhaabbiittaanntteess))

PPaaíísseess 22000055

Colombia 46,039

Ecuador 13,798

Panamá 3,067

Venezuela 26,467

Total 89,371

PPrrooyyeecccciióónnppaarraa 22002255

59,757

17,796

3,779

34,775

116,107

Fuente: Cepal/Celade-División de población. Boletín demográfi-co No. 66 de julio de 2000.

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El presenteGustavo Pérez Ramírez

tantes, que, según las proyecciones de poblaciónelaboradas por la Cepal, para el año 2025 serían116 millones.

Téngase en cuenta que, con la reunificaciónde Alemania en octubre de 1990, la RepúblicaFederal Alemana contó con 80 millones de habi-tantes y que con el 30% del PNB de la Comuni-dad Económica Europea, se convertía en una po-tencia que superaba ya claramente a Francia ya Gran Bretaña en poderío económico.

Concordamos, sin embargo, con el editorialistade La Gaceta de Colombia (No. 491-4), quien en1829 opinaba:

La fuerza de las naciones no puede tomarse ni dela extensión ni de la fertilidad de sus tierras; i siasí fuera no hai duda en que Colombia sería una

CCuuaaddrroo IIIIII

UUnnaa ppootteenncciiaa ppeettrroolleerraa

PPrroodduucccciióónn eenn mmiilllloonneess ddee bbaarrrriilleess

PPaaíísseess PPeettrróólleeoo

Ecuador 200

Colombia 229

Panamá

Venezuela 1 248

Total 1 677

Hay que tener en cuenta que todos los paísesde América Latina dependen en alto grado delsuministro de petróleo y gas para satisfacer susnecesidades energéticas, a excepción de los paí-ses que integraron la Gran Colombia, de Méxicoy de Perú.

CCuuaaddrroo IIVVPPaaíísseess ddeell CCoonnoo NNoorrttee ccoonn lluuggaarreess ddeeccllaarraa--ddooss ppoorr llaa UUnneessccoo HHeerreenncciiaa MMuunnddiiaall..27

Ecuador 1- El Parque Nacional de Galápagos y lasIslas Galápagos, 1978

2- El Centro Histórico de Quito, 19783- El Parque Nacional Sangay, 19834- El Centro Histórico de Santa Ana de los

Ríos de Cuenca, 1999

Colombia 1- El Puerto, la Fortaleza y grupo de mo-mentos de Cartagena, 1984

2- El Parque Nacional Los Katíos, 1994 3- El Centro Histórico de Mompox, 19954- El Parque Arqueológico Nacional de

Tierradentro,19955- El Parque Arqueológico de San Agustín,

1995

Panamá 1- Las Fortificaciones en el Caribe dePortobelo, San Lorenzo,1980

2- El Parque Nacional del Darién, 1981

3- El Distrito Histórico de Panamá, con el

Salón Bolívar, 1997

Venezuela 1- El Coro y su puerto, 1993

2- El Parque Nacional de Canaima, 1994

3- La Ciudad Universitaria de Caracas, 2000

27 Ver http://fp.thesalmons.org/lynn/world.heritage.html

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El presente

Sobre 459 reservas de la biosfera en 97 países,11 están en lo que sería la Gran Colombia.29 En lalista de ciudades patrimonio histórico están Quito,Cuenca, Cartagena y Santa Cruz de Mompox.

LLaa iimmppoorrttaanncciiaa eeccoollóóggiiccaa

En cuanto a la posición como potencia ecoló-gica, tomamos aquí varios testimonios:

Riqueza ecológica de Colombia

Según el profesor Ellsworth P. Killip, desta-cado investigador botánico en Estados Unidos:Solamente “la Orinoquía, que ocupa el 30,4% delterritorio colombiano, alberga la mayor diversi-dad en plantas y animales del mundo y tienemás de 150 ecosistemas”.30

Testimonios: Para Martha Liliana PerdomoRamírez, actual directora del Jardín BotánicoJosé Celestino Mutis de Bogotá,

… en cuanto a biodiversidad, Colombia posee unade las mayores concentraciones de especies porunidad de área en el mundo, sustentando un po-tencial de “mercados verdes” en ecoturismo, fau-na, productos maderables y no maderables delbosque y productos agro ecológicos.

Según el Instituto Humboldt, Colombia es elpaís más rico del mundo en vertebrados, con 3 376especies, y el segundo más rico en especies vegeta-les (40 000). Solo le gana Brasil, que es 7,4 veces

Gustavo Pérez Ramírez

El World Heritage Committee de la Unescotenía listados en julio de 2004, 788 diferentes pro-piedades en el mundo, de las cuales 15 se encuen-tran en lo que fue la Gran Colombia.28

28 Ver http://fp.thesalmons.org/lynn/world.heritage.html

Ecuador 1- Archipiélago de Colón (Galápagos)

2- Yasuní (Región amazónica)

3- Sumaco (Provincia del Napo)

Colombia 1- El Cinturón Andino

2- El Tuparro

3- La Sierra Nevada de Santa Marta

4- La Ciénaga Grande de Santa Marta

5- La biosfera marina (Archipiélago de San

Andrés, Providencia y Santa Catalina)

Panamá 1- El Darién

2- La Amistad

3- El Parque Nacional Coiba

Venezuela 1- El Alto Orinoco-Casiquiare

CCuuaaddrroo VV

RReesseerrvvaass ddee llaa bbiioossffeerraa

de las más poderosas… La población, la riqueza,la ilustración i sobre todo el espíritu público, sonlas fuentes del poder de los estados, elementos queestán aún en la infancia entre nosotros.

29 Ver http://www.unesco.org/mab/brlist.htm#E30 Ellsworth P. Killip, Flora of Colombia, 20 volúmenes.

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El presente

mas, osos hormigueros y gatos monteses. Loscaimanes, lagartos, camaleones y serpientes co-mo la coral ratonera son los ejemplos más repre-sentativos de reptiles; también hay una grandiversidad de anfibios e invertebrados. Hay unaenorme variedad de aves, muchas de cuyas espe-cies llegan a estas tierras para pasar el invierno;el guácharo es un ave curiosa que vive duranteel día en las cavernas costeras del Ecuador.

En las islas Galápagos, santuario de vida sal-vaje con una población de animales única en elmundo, el científico británico Charles Darwin pa-só seis semanas estudiando su flora y fauna paradespués formular su teoría de la selección naturalde las especies. Aquí podemos encontrar los famo-sos galápagos, una especie de tortuga gigante, ylas iguanas, además de más de 80 especies deaves, entre las que se incluyen pingüinos, pinzo-nes, cormoranes y flamencos.31

Riqueza ecológica de Panamá

Destacamos aquí algo único, por ser Panamáconsiderado puente biológico, que tiene enormesimplicaciones para el futuro también como lo hasido para el pasado, como lo explica el doctor Stan-ley Heckadon Moreno, al resaltar la importanciade la cuenca del canal y del río Chagres, descu-bierto por el Almirante Colón en 1502.

Gustavo Pérez Ramírez

más grande que Colombia, con 55 000 especies.Por otra parte, en la actual Colombia existen másespecies de anfibios y aves que en cualquier otropaís del mundo. Colombia ocupa el tercer lugarmundial en especies de reptiles y mariposas, y elcuarto con más mamíferos. Tiene más de 56 millo-nes de hectáreas de bosques y 988 000 kilómetrosde mar territorial. El país ocupa el primer lugaren diversidad de aves, el segundo en diversidad deplantas y reptiles, el tercero en anfibios y el cuar-to en mamíferos.

Riqueza ecológica de Ecuador

La riqueza de Ecuador es fabulosa, para unterritorio tan reducido. Se sabe que los bosquesconstituyen el recurso más importante del país, yaque cubren un 38% de su territorio. Otros recursosson: oro, petróleo, plata, cobre, hierro, plomo, zinc,sal y azufre.

En la costa norte y sur son abundantes losespacios tropicales donde hay una gran variedadde plantas. La vegetación característica de las fal-das de la cordillera de los Andes es el bosquehúmedo; los flancos de ambas cordilleras estándensamente poblados de bosques hasta los 3 050metros, en los que destaca la presencia de quinaroja (quino) y condurango. Por encima de esta alti-tud se sitúa el páramo, donde predominan losextensos pajonales (cañas) y la grama (gramíneas).

La fauna también es muy variada. Entre losgrandes mamíferos se encuentran jaguares, pu-

31 http://es.encarta.msn.com/text_761565312___2/Ecuador_(república).html, tomado de Razón y palabra: http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/anteriores/n32/intro.html.

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marino de Galeta, hay 300 especies de aves, iguala toda la península ibérica, España y Portugaljuntas, que hay 1 400 especies de peces en el ladoPacífico, entre las muchas riquezas ecológicas. A loque hay que añadir la construcción del Canal, quehizo necesaria la construcción de la represa de tie-rra de Gatún, la mayor represa de tierra y lago ar-tificial jamás hecho por el hombre.32

Riqueza ecológica de Venezuela:

Los recursos naturales de Venezuela han sidocalificados como de gran diversidad, calidad ycantidad, y constituyen su mayor riqueza.33 A laexistencia misma de materias energéticas, ricosyacimientos de petróleo, gas, y carbón, se sumannumerosos minerales metálicos o metalíferos, co-mo el oro, hierro, cobre, etc. Y los minerales nometálicos, como diamantes, bauxita, cromo, etc. Yminerales radiactivos y rocas de aplicación comocalizas y mármoles, además de arcilla y otros.

En cuanto al petróleo, la mayor riqueza natu-ral venezolana, solo la Faja Petrolífera del Ori-noco, cuenta con uno de los mayores depósitos depetróleos pesados y extrapesados del planeta. Ya ello se añaden, todavía, enormes reservas pro-badas de gas natural (4 163 MMm3, año 2001),asociadas y no asociadas con yacimientos de pe-tróleo crudo.

Gustavo Pérez Ramírez

Según él, las ciencias geológicas nos dicenque el surgimiento del Istmo de Panamá delfondo del océano ha sido el evento más dramáti-co en la historia de la evolución del planeta tie-rra desde que se extinguieron los dinosaurioshace 65 millones de años atrás.

Norte y Sudamérica estaban distanciados másde 3 000 Km.; gradualmente, por el desplaza-miento de las placas tectónicas que se van acer-cando, surge un archipiélago volcánico y hace dosy medio millones de años atrás se consolida elpuente de tierra de Panamá. Este es un eventodramático y ante los efectos inmediatos, es lo quese llama el gran intercambio biológico de las espe-cies de Américas, las especies de plantas y anima-les de Sudamérica comenzaron a migrar al nortey las del sur, las del norte al sur y de allí que ladiversidad biológica de este puente de tierra essimplemente extraordinaria. En lo que se anda deciudad de Panamá a Colón se camina a través decuatro distintas zonas ecológicas de vida y básica-mente es una gradiente de a mayor precipitaciónen el Caribe, mayor diversidad de plantas, mayornúmero de plantas por hectárea.

La diversidad de ecosistemas que depende dela altitud, de las lluvias y de los suelos, genera enPanamá tres ecosistemas con una de las mayoresdiversidades de vida del planeta. Con casi 2 000especies de orquídeas, que es más que todo Nor-teamérica junto, en el camino de Galeta, que ape-nas son 4 Km. entre los puertos y el laboratorio

32 www.google.com.ec/search?hl=es&q=riqueza+ecologica+de+panama&btnG=Búsqueda+en+Google&meta=

33 Tomado del Internet,http://culturales.mre.gov.ve/recursos.html

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an 526,5 millones de personas en este año, e incre-mentarán su población para mediados del sigloXXI a 805,6 millones. Unidos, sería más difícil quenos impongan políticas contra nuestros intereses.El Libertador lo advirtió: “Divididos seremos másdébiles, menos respetados de los enemigos (...) Launión hará nuestra fuerza y nos hará formidablesa todos”.

¿¿YY ppoorr qquuéé nnoo nnooss uunniimmooss??

Conocemos las causas de la desintegración dela Gran Colombia, lo que es aleccionador para elfuturo. Si bien es cierto que desde el instantemismo de su extinción en 1830, se elevaron vo-ces por su continuación, y que durante el restodel siglo XIX, del XX y en lo que va del XXI, losesfuerzos por su reconstrucción no han cesado,no es realista propender por una reconstrucciónde la Gran Colombia como tal, sino buscar reha-cer el sueño de unión de Bolívar en un sentidomás amplio, acogiendo el clamor por la unidadque se ha hecho cada vez más intenso.

Llegó la hora de pasar de las palabras a lasobras, y con la experiencia que nos dejó el pasa-do, elaborar la estrategia de la unión que con-temple los factores externos que la invalidaronen el pasado, pero también la determinación delos pueblos que la hicieron posible.

La unión de América Latina y el Caribe se lo-grará en el momento en que los pueblos lo deci-dan, y tienen el poder para ello: elegir a los líde-

Gustavo Pérez Ramírez

La hidroelectricidad tiene asimismo un cuan-tioso potencial gracias a los caudalosos ríos ytorrentes que cruzan la geografía venezolana, loque convierte a Venezuela en uno de los primerosproductores de electricidad en América Latina.

El potencial del recurso suelo, por su parte, esen Venezuela relativamente limitado, de acuerdocon las clasificaciones convencionales que midensu calidad.

Los recursos forestales son abundantes y va-riados. Aun cuando se presenta toda una diversi-dad de ecosistemas, el bosque es el de mayor su-perficie: 54% del territorio continental del país(unos 50 millones de hectáreas) está cubierto porbosques naturales.

Nuestra preocupación es que tanta riquezaecológica, de recursos humanos y naturales, seapresa de la codicia internacional de las transna-cionales y gobiernos hegemónicos, cuando debeser patrimonio irrenunciable de los pueblos, sinexclusiones, dentro de un desarrollo sostenible,en una América Latina integrada en equidad ysolidaridad.

Por razones de espacio no intentamos siquie-ra describir lo que sería el potencial en recursoshumanos y materiales de una unión Latinoame-ricana y del Caribe.

Según el informe Estado de la Población Mun-dial 2001, del Fondo de Población de las NacionesUnidas (Fnuap), América Latina y el Caribe tení-

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apoyo de nuestras predicciones sobre los malesque necesariamente habían de venir a Colombiacon su separación.

Hablábamos entonces de lo que temíamos, i hoypodemos hablar de lo que experimentamos; i pode-mos comparar con exactitud lo que éramos i lo quepodíamos llegar a ser, con lo que sufrimos i con loque nos amenazaba, si afortunadamente no se tra-tara de poner un dique a nuestra disolución. Enmomentos tan solemnes en que el pueblo se con-mueve en masa por reintegrar esta nación heroi-ca, i en que el padre de la patria al frente de los co-natos populares toma sobre sí la noble empresa dereorganizar a gran Colombia, i salvarla del nau-fragio a que la han conducido los extravíos de susmismos hijos, es de nuestro deber emplear cuan-tos esfuerzos estén a nuestro alcance, para contri-buir a tan glorioso instinto. El mundo todo noscontempla, i fijos los ojos en el que en América hasido fundamento de sus mejores esperanzas parael triunfo de su causa, no puede ya dudar de suvictoria, desde que lo ve decidido a hacer los mis-mos sacrificios por consolidar su patria que losque hizo por darle existencia.

Sigue refriéndose a la integración nacionalpor su parte legal y prosigue:

El primer punto de que debemos preocuparnos, essaber si ha habido en los pueblos que componían aColombia un derecho para separarse. Nosotros lonegamos categóricamente, i para negarlo nos cree-mos asociados de todo hombre que no haya perdi-do el sentido común. No es a derechos de conquis-

Gustavo Pérez Ramírez

res políticos que ayuden a cristalizarla, remo-viendo a los que la impidan.

Apelamos a la inteligencia que demostraron enel pasado quienes trataron de impedir la desunióny de convencer las conciencias para su continua-ción, entre ellos, a la de un obstinado editorialistade La Gaceta de Colombia, quien desde fines de1830 estuvo escribiendo un editorial en 12 entre-gas, que se prolongó desde el No. 486 del domingo17 de octubre, continuado en cada uno de los nú-meros subsiguientes hasta el No. 497 del 2 de ene-ro de 1831, cuando aún no había llegado al perió-dico la noticia de la muerte del Libertador.

Transcribimos aquí algunas frases sobresa-lientes de este notable editorial, escrito “sin lamenor mira de interes local y mucho menos per-sonal”. Revela la perspicacia, coherencia y bri-llantez de su autor de marras, dignas de imitar.Sus argumentos siguen válidos en pro de launión en la Gran Patria latinoamericana.

El tema lo había tratado anteriormente, puesel editorial comienza así:

No. 486-4:

… Volvemos a escribir sobre la importancia de launión de Colombia, como el punto del que depen-de todo nuestro bienestar, é del que por lo mismonos hemos ocupado constantemente. Poco podre-mos añadir a lo que en distintas ocasiones hemosdicho; pero se nos excusa la repetición en materiaque tanto nos importa, i mucho más, después quela experiencia ha venido desgraciadamente en

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El presente

principio de que “la salud de los pueblos es la leisuprema”. Verdad eterna en astracto; pero que enconcreto no puede tener otra aplicación justa, quela que sea conforme a los principios de la recta ra-zón i al derecho escrito…

No. 489-4: Entra en argumentos de conve-niencia y se refiere a documentos publicados esedía para decir que estos

… no nos dejan duda de que nos reintegraremos, ique el término de nuestras disensiones será unaunión más cordial i más sólida que lo ha sidohasta aquí…

No. 490-4: El editorialista defiende su posición:

… Ni se crea que nosotros somos los apóstoles de esecentralismo religioso, en que estaban tan desaten-didos los intereses locales de los pueblos; esto seríano querer ver las cosas como son en sí, i constan-temente hemos dicho que Colombia debe constituir-se del modo que crea mas conveniente a sus inte-reses nacionales i particulares, i de un modo que losconcilie ambos.

No. 491-4:

… I si hai quien nos demuestre que cada una de lastres secciones de que hoi se compone la repúblicapuede formar una nación por si sola con todo el po-der para representar como tal i con todos los mediosde ser libre i feliz, seremos los mas empeñados enque se haga la separación. Pero si por el contrarioresulta de un examen exacto que estas tres seccio-nes lejos de poder formar asociaciones separadas seexponen a nuevos y muy grandes riesgos recíprocos,

Gustavo Pérez Ramírez

ta ni de compra que apelamos para condenar lailegalidad de la separación: nuestros títulos sonmás sagrados.

La lei fundamental de la unión emitida por el con-greso de Angostura i consentida por los pueblos,ratificada posteriormente por el congreso deCúcuta i contra la que jamás se ha alegado elmenor motivo de ilegalidad, es el fundamento quereclamamos a esta unión… ¿I contra esta grancadena de legitimidad, qué podrán los alegatosmiserables de cuatro hombres ambiciosos, quedesesperanzados de poder figurar cuanto desea-ran en la gran Colombia, quieren someter los prin-cipios mas sencillos del derecho político a sus pre-tensiones personales?....

Sostenemos el derecho que Colombia tiene a rein-tegrarse, sea por medio de la fuerza o de la convi-cción. Nosotros, por su puesto, preferimos el se-gundo al primero y apelamos a la razón para deci-dir esta cuestión.

No. 487-4:

… Los que se interesan en la separación, lo primeroque tratan es de que se proteste el respeto a las obli-gaciones nacionales; pero esta protesta nada signifi-ca, mientras no pueda ofrecerse una seguridad iguala los interesados despues de disuelta Colombia a laque podían tener con Colombia unida…

No. 488-4:

… A falta de un derecho positivo que autorice ladisolución de Colombia, nosotros estamos segurosque sus promovedores ocurrirán al decantado

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El presente

sus ciudadanos…

Este llamado lo hacía el 28 de noviembre de1830, semanas antes de la muerte del Libertador,cuando éste se encontraba en camino a SantaMarta, donde llegó el 1 de diciembre.

No. 493-4:

¿Quién podrá, en vista de tantos inconvenientescomo se presentan, para que Colombia dividida entres estados, puedan estos consolidarse, no conve-nir en la necesidad de la unión para formar unsolo cuerpo de nación?

¡i puedan los buenos deseos que animan a los colom-bianos del Centro para reintegrar la República, delmodo que se crea más conveniente para nuestradicha, simpatizar con los del Norte i Sur, para quenos entendamos en estos momentos los mas críticosde nuestra existencia! (se continuará).

No. 494: No hay editorial.

No. 495-4: el editorial del día corresponde al19 de diciembre, dos días después de la muertedel Libertador, cuya noticia no se conocía enSanta Fé.

… Ya es tiempo de que Venezuela pueda preguntara los autores de su separación, cuáles son los funda-mentos con que se ha querido atribuir al Libertadorla insana ambición de tiranizar a Colombia.

El editorialista hace su defensa y añade:

… El decreto del congreso ecuatoriano, lo mismoque los demás documentos oficiales y particulares

Gustavo Pérez Ramírez

entonces es preciso que convengamos en esta uniónbajo la forma que sea conveniente… La fuerza de lasnaciones no puede tomarse ni de la extensión ni dela fertilidad de sus tierras; i si así fuera no hai dudaen que Colombia sería una de las más poderosas…La población, la riqueza, la ilustración i sobretodo elespíritu público, son las fuentes del poder de losestados, elementos que están aún en la infanciaentre nosotros…

No. 492-4:

… La falta de población (solo tres millones de habi-tantes en esa época), de riqueza (por explorar), deilustración (evidente), es nada en comparación conla falta de espíritu público que hay en Colombia…Lo que entendemos por falta de ese espíritu públicoes la falta de ese espíritu popular que se interesa enlas cuestiones políticas que afectan al bienestar i ladignidad nacional. A excepción de un pequeño círcu-lo de personas que toman parte en ellas, i por des-gracia en sentidos divergentes i aun contrarios, elresto del pueblo se muestra como un espectador in-diferente en las grandes revoluciones que se obranen su seno a expensas de su felicidad…

El editorialista interrumpe sus consideracio-nes sobre la unión, para concluir:

… por hoy, al llamar al Libertador a que se pongaal frente de los destinos de la nación en la épocamas importante de nuestra transformación… Co-lombia invoca toda a su criador, como el único enquien reconoce el poder de sacarla de su nulidad aque la han reducido las pasiones de sus hijos….Venga pues el Libertador al puesto que lo llaman

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El presente

No. 497-4: enero 1831. Concluye:

Terminamos hoy nuestro artículo sobre la integri-dad nacional, i no podemos concluirlo de un modomejor, que proponiendo una convención colombiana,como la única en que se puede resolver esta grancuestión… Tal vez podría convenir a Colombia, elque en lugar de una confederación, se hiciera unafederación de los tres estados: tal vez sería mejorformar más estados de Colombia: tal vez unos pode-res locales bien establecidos, conciliarían mejor losintereses nacionales con los de cada uno de los pue-blos que la componen, i tal vez finalmente los dipu-tados encontrarían un medio más propio para reor-ganizarla, i entonces ellos podrían adoptarlo i salvarel país de los males que le amenazan…

¿Amanecerá el día en que se reúna esa con-vención propuesta, en la que los diputados en-cuentren el medio más propio para reorganizarla unión?

Gustavo Pérez Ramírez

de aquella parte de la República, serán unos mo-numentos eternos, que al mismo tiempo que vin-diquen la gloria del Libertador, acreditarán almundo la gratitud de aquellos colombianos porsus servicios.

No. 496-4: diciembre 26.

… Nos resta solo hablar sobre las objeciones que sehacen a la unión por los que están empeñados endisolverla para que en su comparación pueda juz-garse mejor por quiénes está la razón. Todo en estemundo es una mezcla de bienes i de males, de ven-tajas e inconvenientes la ciencia del hombre está ensaberlos apreciar debidamente i elegir lo mejor i aveces lo menos malo.

El editorialista examina los inconvenientes:

… para nosotros, sin duda, es de mucho peso el dela grande extensión de nuestro territorio, que porsi mismo dificulta la reunión de diputados, asícomo la supervigilancia del gobierno supremo entodos los puntos de la República. Sin embargo, sonmayores las ventajas que sobrevienen, aunque nopuedan asistir a los congresos los mejores sino losmás robustos para soportar el viaje. Y urge que seatiendan los intereses locales: Lejos de nosotros laidea de que en Colombia pudiera adoptarse el cen-tralismo riguroso…

Para nosotros no hay medio, o Colombia es verda-deramente Colombia, es decir una nación en laque su gobierno tenga la capacidad de dirigirla icuente con todos los medios que ella encierra parahacerla marchar, o deja de existir del todo

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Gustavo Pérez Ramírez IIIIIIEEll ffuuttuurroo

UUnnaa uunniióónn llaattiinnooaammeerriiccaannaa ssoobbeerraannaa

La unidad latinoamericana y del Caribe ad-quiere cada día más actualidad, dentro de la

modalidad de una confederación de Estados lati-noamericanos y caribeños, al servicio de los pue-blos. No como la han soñado los gobiernos de losEstados Unidos, que siguen empeñados en la a-plicación de la Doctrina Monroe: “América paralos Americanos”, dentro de un enfoque Panameri-canista. “tan de ley natural… como que el Missis-sipi tiene que desembocar en el mar”,1 que les dioacceso al Golfo de México y a las rutas del MarCaribe.

1 Rafael San Martín, Biografía del Tío Sam, Buenos Aires,Editorial Argonauta, 1988, p. 182.

El presente, entendido como momento deun proceso mayor, puede darnos pistas

sobre tendencia futura.

Juan J. Paz y Miño Cepeda

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Es posible rescatar el sueño de Bolívar, suidea de confederación de los estados del sigloXIX, adecuándola a las realidades del siglo XXI.

Parece que hay consenso al respecto. Aunquelos latinoamericanos nos enredamos en discusio-nes negativas y no le damos prioridad a lo prác-tico, al cómo, a las modalidades de la integra-ción, al camino a seguir.

Para el gobierno de los Estados Unidos el ca-mino es claro. Colin Powell, cuando era Secreta-rio de Estado de la administración Bush dijo:

… Nuestro objetivo con el ALCA es garantizar pa-ra las empresas americanas el control de un terri-torio que va del Ártico hasta la Antártica y el libreacceso, sin ningún obstáculo o dificultad, a nues-tros productos, servicios, tecnología y capital entodo el hemisferio.

Tomamos nota de que se trata, por consiguien-te, de una integración neocolonial la que enfrenta-mos los latinoamericanos, reiterada en la apertu-ra de la XXXV Asamblea General de la Organi-zación de Estados Americanos (OEA), en Fort Lau-derdale (Florida), en junio de 2005, por la se-cretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleez-za Rice, elegida presidenta de la Asamblea, con suanuncio de que su país se propone monitorear lasdemocracias de la región desde la OEA.

Hoy en día, la creación de una Área de LibreComercio de las Américas –ALCA–, como exten-

sión de la doctrina Monroe, es el imperativo delgobierno de los Estados Unidos de América.2

No aceptamos como inapelable esta decisiónprepotente, provenga de donde provenga. Pero nonos podemos quedar gritando NO NO NO alALCA, sin proponer la alternativa. Pues la hay: elALBA. Examinemos las dos:

LLaa ddiissyyuunnttiivvaa:: uunniióónn eenn eell AALLCCAA,, oo eenn eell AALLBBAA

¿En qué consiste el ALCA?

Recurrimos a la información oficial, que se en-cuentra en el sitio electrónico del Internet:http://www.ftaa-alca.org/alca_s.asp

Aquí se describe la importancia estratégicaque tiene este proyecto continental, desde la eta-pa de preparación, 1994-1998, hasta la actual con-formación de lo que se pretende imponer.

En la Cumbre de las Américas realizada endiciembre de 1994 en Miami, la pretendida capi-tal de América Latina, se iniciaron los esfuerzospara unir las economías de las Américas en unasola área de libre comercio. Se dice allí que

… los Jefes de Estado y de Gobierno de las 34 de-mocracias de la región acordaron la creación de unÁrea de Libre Comercio de las Américas, o ALCA,en la cual se eliminarán progresivamente las

2 Precisamos que son los Estados Unidos gringos, para dis-tinguirlos de los Estados Unidos de Brasil y de México,todos “de América”. El gentilicio americano, nos pertenece atodos, incluso a los canadienses.

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barreras al comercio y a la inversión. Resolvieronigualmente que las negociaciones con miras alograr el acuerdo finalizarían a más tardar en elaño 2005.

Lo que no se dice es de dónde provino la ini-ciativa, que en realidad se origina en la DoctrinaMonroe de 1823, que se pretende actualizar. Lasdecisiones con relación a estas medidas se encuen-tran en la Declaración de Principios y en el Plande Acción de la Cumbre de Miami.

Durante la fase preparatoria, los 34 ministrosresponsables del comercio establecieron doce gru-pos de trabajo, para identificar y analizar las me-didas ya existentes relacionadas con el comercioen cada área, con vistas a identificar posibles en-foques para las negociaciones.

Éstas se iniciaron formalmente en abril de1998 en Santiago de Chile, durante la SegundaCumbre de las Américas, donde se acordó que elproceso de negociaciones del ALCA sería “equili-brado, comprensivo, congruente con la OMC, yconstituirá un compromiso único”. También seacordó que el proceso de negociaciones sería trans-parente y tomará en cuenta las diferencias en losniveles de desarrollo y tamaño de las economíasde las Américas con el fin de facilitar la participa-ción plena de todos los países. Acordaron, asimis-mo, que las negociaciones deberían avanzar con elfin de contribuir a elevar el nivel de vida, mejorarlas condiciones de trabajo de todos los pueblos delas Américas y proteger mejor el medio ambiente.

Finalmente, acordaron una estructura conforme ala cual se llevarían a cabo las negociaciones.

Ni tontos que hubieran sido los vendedores dela idea para dejar ver sus cartas marcadas para eljuego, descubriendo sus verdaderas intencionesen cuanto a los objetivos y a sus prácticas ocultasy exclusivas.

La quinta Reunión Ministerial –la primeradesde el inicio formal de las negociaciones– sellevó a cabo en Toronto en noviembre de 1999.En esta reunión, los ministros instruyeron a losgrupos de negociación a elaborar un borrador detexto de sus respectivos capítulos y a presentarloen la sexta Reunión Ministerial.

En la sexta Reunión Ministerial, celebrada enBuenos Aires en abril de 2001, se adoptó una seriede decisiones fundamentales para el proceso denegociaciones del ALCA. Los ministros recibieronde parte de los grupos de negociación el borradordel texto del Acuerdo y, en una decisión sin prece-dentes dirigida a aumentar la transparencia delproceso, se acordó hacer público este texto. Se creóel Comité Técnico de Asuntos Institucionales paraconsiderar la estructura general de un Acuerdodel ALCA. Los ministros también destacaron lanecesidad de promover el diálogo con la sociedadcivil, e instruyeron al Comité de RepresentantesGubernamentales sobre la participación de la so-ciedad civil a remitir a los Grupos de Negociaciónlos aportes presentados por ésta.

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La Tercera Cumbre de las Américas se llevó acabo en la ciudad de Quebec los días 20 a 22 deabril de 2001, en la que se aprobó formalmentela decisión de los ministros de publicar el primerborrador del acuerdo del ALCA. Y se establecióque las negociaciones habrían de concluir, a mástardar, en enero de 2005.

En la séptima Reunión Ministerial del ALCA,que se celebró el 1 de noviembre de 2002 en Qui-to, los ministros dieron un paso importante paraabordar las necesidades de las economías menosdesarrolladas y más pequeñas de la región alaprobar un Programa de Cooperación Hemisfé-rica para fortalecer las capacidades de aquellospaíses que buscan asistencia para participar enlas negociaciones, implementar sus compromi-sos comerciales, enfrentar los desafíos de la inte-gración hemisférica y elevar al máximo los bene-ficios de dicha integración.

Los ministros también reiteraron la necesidadde aumentar la participación de la sociedad civilen el proceso del ALCA e instaron a todos los paí-ses del Hemisferio a fortalecer y profundizar susprocesos de consulta con ésta a nivel nacional.

La fase final de las negociaciones del ALCAes conducida bajo la Copresidencia de Brasil yEstados Unidos.

En su octava reunión, celebrada en Miami el20 de noviembre de 2003, los ministros reiteraronsu compromiso con el Área de Libre Comercio delas Américas y expusieron la visión que tienen delALCA:

Nosotros, los ministros, reafirmamos el compro-miso que tenemos para que las negociaciones delALCA concluyan con éxito a más tardar en enerode 2005, con el objetivo final de lograr un área delibre comercio e integración regional. Los minis-tros reafirman su compromiso con un ALCA com-prensivo y equilibrado que fomentará con la ma-yor eficacia el crecimiento económico, la reducciónde la pobreza, el desarrollo y la integración a tra-vés de la liberalización del comercio. Asimismo, losministros reconocen que se necesita flexibilidad pa-ra tomar en cuenta las necesidades y sensibilidadesde todos los socios del ALCA. Estamos conscientesde que el objetivo de las negociaciones debe ser unacuerdo equilibrado que aborde la cuestión de lasdiferencias en los niveles de desarrollo y tamaño delas economías del hemisferio, mediante varias dis-posiciones y mecanismos. Tomando en cuenta yreconociendo los mandatos existentes, los minis-tros reconocen que los países pueden asumir dife-rentes niveles de compromisos. Procuraremosdesarrollar un conjunto común y equilibrado de de-rechos y obligaciones que sean aplicables a todos lospaíses. Además, las negociaciones deberían permitirque los países que así lo decidan, dentro del ALCA,puedan acordar beneficios y obligaciones adiciona-les. Una posible línea de acción podría ser queestos países lleven a cabo negociaciones plurilate-rales dentro del ALCA para definir las obligacio-nes en cada área respectiva. Esperamos plena-mente que de este empeño surgirá el equilibrio a-propiado de derechos y obligaciones que permitaque los países cosechen los beneficios de sus res-pectivos compromisos.

Hasta aquí el resumen de la posición oficialsobre el ALCA.

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¿¿CCuuááll eess nnuueessttrraa iinntteerrpprreettaacciióónn??

Se trata de aplicar recetas macroeconómicasdel Consenso de Washington, al servicio del capi-tal financiero transnacional para el dominio delmundo.

Ni cortos ni perezosos, ciertos círculos econó-micos del gobierno de Washington y los organis-mos internacionales, Fondo Monetario Interna-cional y Banco Mundial, lo adoptaron para valo-rar los avances en materia de ortodoxia econó-mica de los gobiernos que piden ayuda a los or-ganismos internacionales.

“No fue un consenso de la comunidad interna-cional en un debate amplio sobre las necesidadesy las opciones del mundo hacia el siglo XXI ”, acla-ra el economista argentino, Luis Dallanegra. Losorganismos económicos de Washington, valiéndo-se del proceso de globalización en marcha, se hanencargado de imponerlo a través del mundo.

Esta es la fórmula mágica: establezca la disci-plina fiscal y priorice el gasto público en educacióny salud; lleve entonces a cabo una reforma tribu-taria; establezca tasas de interés positivas deter-minadas por el mercado; logre tipos de cambiocompetitivos; desarrolle políticas comerciales libe-rales; anuncie la apertura a la inversión extranje-ra; privatice las empresas públicas; garantice laprotección de la propiedad privada, y, por último,agréguele una profunda desregulación.

El lector habrá advertido que por ninguna par-te aparece mención alguna a la redistribución dela riqueza financiera y comercial. Es el talón deAquiles. Como se confirma a diario, la aplicaciónde la mágica fórmula no ha funcionado. No hahabido la anunciada disminución de la pobreza,sino todo lo contrario, su aumento desproporciona-do; el abismo entre los que tienen mucho y los queno tienen ni lo esencial se ha profundizado, el flujode capital y el crecimiento de las exportaciones noha promovido el desarrollo de sectores con usointensivo de mano de obra, más bien aumentó eldesempleo.

Con razón Joseph Stiglitz, premio Nobel deEconomía, asegura:

… Mi punto de vista siempre fue que las políticasdel Consenso de Washington no eran suficientes.Recomendaron que el gobierno desempeñara unpapel minimalista cuando en los países de éxito,en el este de Asia, los gobiernos fueron proactivosen la creación de empresas. En las políticas deWashington no había estrategia de crecimiento.Era como una religión, que al quitar al gobierno,los mercados florecerían solos.

Hay que recurrir a la creatividad y optar defi-nitivamente por una economía alternativa.

El ALCA ha sido ideada para reforzar elConsenso de Washington, en el que predominalo económico. Consenso del que muchos de losentusiastas adherentes del momento, se han idodesilusionando.

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Ya a fines de los años ochenta oí al presidenteGaviria, en un congreso internacional en Car-tagena, Colombia, protestar diciendo que no acep-taba que se le endilgara el mote de neoliberal.“Claro que Gaviria no estaba dispuesto a cargarcon el cadáver todavía insepulto del Consenso deWashington en el continente”, escribió años des-pués el político Armando Benedetti Jimeno, quienañade que propinarle inadvertidos ejercicios fune-rarios al Consenso de Washington es una moris-queta histórica infaltable para los náufragos delmismo.

Con razón el presidente Chávez afirma que

… el camino del neoliberalismo no es el correcto.Ese modelo neoliberal fracasó porque moralmenteno tiene sustentación y nuestra Constitución esanti neoliberal. Por eso, algunos quieren borrarladel mapa, ya que es una espina en los rotos zapa-tos del neoliberalismo.3

La lucha contra el ALCA se ha generalizado.En el Palacio de Convenciones de La Habana sellevó a cabo el IV Encuentro Hemisférico de Lu-cha Contra el ALCA (27 al 30 de abril de 2005),que reunió a un amplio espectro de organizacio-nes y personalidades que luchan contra las pre-tensiones imperialistas de reforzar y perpetuarla dominación sobre nuestros pueblos y contralas políticas neoliberales y sus consecuencias.

Ante la oposición, el gobierno de los EstadosUnidos ha propuesto un ALCA light, que se es-peraba que sería ratificado en 2005; pero tam-bién ha encontrado resistencia, lo que lo ha obli-gado a cambiar de estrategia y negociar fraccio-nando voluntades en tratados bilaterales o su-bregionales de libre comercio, los Tratados deLibre Comercio –TLC– que ha negociado o estánegociando con Chile, Centroamérica y la Repú-blica Dominicana en el Caribe, Colombia, Ecua-dor y Perú.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que elALCA no es solo un acuerdo comercial; lo que enúltimo término pretende establecer es un orden le-gal e institucional supranacional. Tanto el ALCAcomo los TLC’s buscan afectar: la soberanía y ladefensa nacional al restringir la autonomía en eldiseño y aplicación de políticas estatales, la po-testad legislativa y la jurisdicción de nuestrasleyes y tribunales, menoscabando los derechos ydeberes ciudadanos.

Los temas de prioridad intelectual y agricul-tura son de lo más vulnerables, con catastróficasconsecuencias sobre la salud y la alimentaciónde los excluidos, subordinados a los intereses delas grandes corporaciones norteamericanas.

Bajo el acápite de “asuntos relacionados con elcomercio”, los negociadores del ALCA y el TLChan establecido un amplio régimen de protecciónde la propiedad intelectual a partir de propuestasformuladas por las trasnacionales farmacéuticas.3 Fuente: Centro de Medios Independientes.

http://www.ecuador.indymedia.org

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En cuanto a la agricultura, la reducen a sim-ple producción de mercancías. Cuando es un mo-do de vida, fundamento básico para la preserva-ción de opciones culturales. Se ha dicho que se lle-ga al extremo de negar las raíces culturales delmaíz, pretendiéndolas simples calorías sustitui-bles por “comer hojuelas de cornflakes”.

¿Qué alternativa les queda a los ciudadanosque en América Latina quieren mantener sulibertad?

La respuesta se repite por todos los paísescon creciente acogida, gracias al impulso que hatomado el Foro Social de las Américas: construirdesde abajo una visión propia de integración ydesarrollo, alternativa al neoliberalismo y el “li-bre comercio”, que priorice la complementarie-dad de las naciones antes que la competencia;que ponga por delante los derechos humanos, so-ciales, ambientales y de género; que parta de reco-nocer las desigualdades y asimetrías; que reconoz-ca el derecho de las naciones a proteger y desarro-llar sus recursos estratégicos y naturales, lasáreas vitales para su sobreviviencia; que hagaposible, en fin, otra América más justa, libre y ver-daderamente democrática.

Todo programa para América Latina y el Ca-ribe tiene que tener como orientaciones priorita-rias la superación de la pobreza y las desigual-dades. La recuperación cultural y el fortaleci-miento de diversas opciones de vida; y el logro demodalidades de uso de los recursos que, recono-

ciendo los severos límites que hoy confronta elplaneta, nos permita construir un futuro am-bientalmente sostenible. Y esto es lo que ofrecela Alternativa Bolivariana para América Latinay el Caribe (ALBA).

Si bien, como lo veremos en seguida, el ALBA,propuesta inicialmente como Alternativa Boliva-riana al ALCA, es más que una respuesta. Se per-fila más bien como el amanecer fecundo de las raí-ces de la identidad latinoamericana que retoñan.

¿¿EEnn qquuéé ccoonnssiissttee eell AALLBBAA??

Acudo a los textos oficiales para responder ala pregunta con objetividad.4

La Alternativa Bolivariana para América Latina yel Caribe (ALBA) es una propuesta de integracióndiferente. Mientras el ALCA responde a los intere-

4 http://www.mpc.gov.ve. No hay que confundir esta ALBAcon The Abraham Lincoln Brigade Archives (ALBA), quedocumenta la participación de los voluntarios norteameri-canos en la Guerra Civil Española 1936-39.Según Hugo Chávez, Presidente de Venezuela: “Solo si ungrupo de países y de presidentes acordamos y hacemos enlos próximos meses planteamientos contundentes transfor-madores, entonces sí es posible participar en el ALCA, aun-que esa transformación pudiera derivar en otro modelo y esallí, dentro de esa visión transformadora y alternativa,donde a nosotros se nos ha ocurrido plantear la idea delALBA. Si se toman en cuenta las necesidades de nuestrospueblos y se hicieran cambios importantes al modelo plan-teado, entonces pudiéramos seguir adelante. Si no, a costade lo que sea, porque no somos intimidables, hemos venidotrabajando en la idea de la Alternativa Bolivariana para lasAméricas."

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ses del capital trasnacional y persigue la liberali-zación absoluta del comercio de bienes y serviciose inversiones, el ALBA pone el énfasis en la luchacontra la pobreza y la exclusión social y, por lotanto, expresa los intereses de los pueblos latino-americanos.

El ALBA se fundamenta en la creación de me-canismos para crear ventajas cooperativas entrelas naciones que permitan compensar las asime-trías existentes entre los países del hemisferio. Sebasa en la cooperación de fondos compensatoriospara corregir las disparidades que colocan en des-ventaja a los países débiles frente a las primeraspotencias. Por esta razón la propuesta del ALBA leotorga prioridad a la integración latinoamericana ya la negociación en bloques sub-regionales, abrien-do nuevos espacios de consulta para profundizar elconocimiento de nuestras posiciones e identificarespacios de interés común que permitan constituiralianzas estratégicas y presentar posiciones comu-nes en el proceso de negociación. El desafío es impe-dir la dispersión en las negociaciones, evitando quelas naciones hermanas se desgajen y sean absorbi-das por la vorágine con que viene presionándose enfunción de un rápido acuerdo por el ALCA.

El ALBA es una propuesta para construir consen-sos para repensar los acuerdos de integración enfunción de alcanzar un desarrollo endógeno nacio-nal y regional que erradique la pobreza, corrija lasdesigualdades sociales y asegure una creciente ca-lidad de vida para los pueblos. La propuesta delALBA se suma al despertar de la conciencia que seexpresa en la emergencia de un nuevo liderazgopolítico, económico, social y militar en América

Latina y el Caribe. Hoy más que nunca, hay querelanzar la unidad latinoamericana y caribeña. ElALBA, como propuesta bolivariana y venezolana,se suma a la lucha de los movimientos, de lasorganizaciones y campañas nacionales que semultiplican y articulan a lo largo y ancho de todoel continente contra el ALCA. Es, en definitiva,una manifestación de la decisión histórica de lasfuerzas progresistas de Venezuela para demostrarque otra América es posible.

Esta propuesta fue presentada por el Presi-dente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, en la IIICumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de laAsociación de Estados del Caribe, reunida en laisla de Margarita en diciembre de 2001. Se traza-ron entonces los principios rectores de una inte-gración latinoamericana y caribeña basada en lajusticia y en la solidaridad entre los pueblos. Talcomo lo anuncia su nombre, el ALBA pretende serun amanecer, “un nuevo y radiante amanecer”, nouna respuesta, como lo señalamos anteriormente.

AAnnáálliissiiss ddeell AALLBBAA

Las investigaciones de Aníbal Quijano, cuyotexto Judith Valencia gentilmente compartióconmigo por Internet, desmienten la novedad dela confrontación entre dos lógicas. Dice que des-de la modernidad comienza el violento encuen-tro entre Europa y América, que condensa unanueva intersubjetividad que produce el reempla-zo del pasado por el futuro, de allí la producciónde las utopías europeas.

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“Desde el siglo XVI”, sostiene Quijano,

…la historia comienza a ser proyectada, cargada defuturo, de sentido. En esas utopías las imágenesmás poderosas fueron, ante todo, contribución semi-nal de la racionalidad andina al nuevo imaginarioeuropeo: el hallazgo de las instituciones socialesandinas, establecidas entorno a la reciprocidad, dela solidaridad, del control de la arbitrariedad, y deuna intersubjetividad constituida alrededor de ale-gría del trabajo colectivo y de la comunidad vital conel mundo.5

Nada tiene mejor parecido con el ALBA,comenta Judith Valencia. Nada de eso proveníadel pasado europeo. Desde sus inicios, la Ilustra-ción europea contiene una división entre las ten-dencias para las cuales la racionalidad es unagenuina promesa de liberación de la humanidady para quienes la racionalidad es un dispositivoinstrumental del poder, de la dominación.

Según ella, de lejos viene la pugna y desdetiempo quedó marcada la imposición de la hege-monía del utilitarismo inglés sobre el resto de Eu-ropa y en el siglo XIX sobre la mayor parte delmundo. Imponen la racionalidad como arsenalinstrumental del poder, esto es la transformacióndel mundo, de la sociedad, según las necesidadesde la dominación del capital, despojado de todaotra finalidad que la acumulación.

La investigación de Quijano denuncia, no sindestacar que en América Latina hoy, como siem-pre, en las raíces de la identidad no se han aban-donado sus tensas relaciones entre si. Estas so-ciedades, añade, son igualitarias porque ignoranla desigualdad: un hombre no vale ni más ni me-nos que otro, no hay en ella, superiores ni inferio-res… nadie puede más que otro, nadie detecta elpoder… el goce de la libertad expresaba el ser na-tural de los hombres… ¿por qué tuvo lugar la des-naturalización del hombre? Las sociedades primi-tivas rechazan la relación de poder impidiendoque el deseo de su misión se realice.

Tiene lógica que el ALBA se origine en Vene-zuela, patria de Francisco de Miranda, “el venezo-lano más célebre de esos tiempos y el primero quetuvo una conciencia exacta de los destinos de unaAmérica Hispana libre”, como lo proclama AlfonsoRumazo González,6 pues fue el primero en seña-lar a América como un todo, el primero en sugerirel nombre de Continente Colombiano para esagran comunidad de naciones o el de Colombiapara la Gran Colombia, si bien quería un empera-dor o un inca para su gobierno con su capital en elistmo de Panamá, llamada Colombo.

Además, por ser la Patria de otro de los pre-cursores de la Independencia, Andrés Bello, a-migo desde la infancia de Bolívar, y la del gran

5 Aníbal Quijano, “Modernidad, identidad y utopía enAmérica Latina”, en Imágenes desconocidas. La moderni-dad en la encrucijada postmoderna, Consejo Latinoameri-cano de Ciencias Sociales, Clacso, Buenos Aires, 1988.

6 Alfonso Rumazo González, Simón Bolívar, Quito, Editorialde la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión,2003, p. 32.

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Mariscal Sucre. Pero, ante todo, por ser la Patriadel autor de la idea integracionista, el LibertadorSimón Bolívar, quien “continúa vivo y actuante”,como lo presenta Rumazo en su genial biografía,contrastándolo con Napoleón que “se quedó inmó-vil para siempre en la gloria del pasado”.7

Además, Venezuela había quedado con unadeuda histórica con la causa integracionista, alhaber sido el presidente Páez quien comenzó ladisolución de la Gran Colombia en 1826.

Examinada con objetividad, el ALBA suscitainterés creciente entre quienes abogan por unaPatria Grande independiente, libre del neocolo-nialismo y de intereses hegemónicos.

Ya lo había advertido José Martí:

… Jamás hubo en América de la independencia aacá, asunto que requiera más sensatez, ni obligue amás vigilancia, ni pida examen más claro y minu-cioso, que el convite que los Estados Unidos poten-tes, repletos de productos invendibles, y determina-dos a extender sus dominios en América, hacen alas naciones americanas de menos poder...8

En el documento de la Cumbre en la que selanzó la citada alternativa, se responde a variosinterrogantes, uno de ellos sobre el desarrolloendógeno en el ALBA, como propuesta alternati-va basada en la solidaridad:

… ayudar a los países más débiles a superar lasdesventajas que los separan de los países más po-derosos del hemisferio. Solo así un área de librecomercio podrá ser una oportunidad para todos(una alianza ganar-ganar). Por el contrario, lapropuesta neoliberal del ALCA de acceso a losmercados se limita a las medidas para reducir elarancel y eliminar las trabas al comercio y a lainversión, que solo beneficia a los países de mayorgrado de industrialización y desarrollo.

También, se deja en claro que la producciónagrícola en el ALBA es mucho más que la pro-ducción de una mercancía.

… Y esto no solo depende de los cambios en las con-diciones de competencias imperantes, sino tambiénde la solidaridad entre los pueblos y sus gobiernosdel continente a la hora de corregir estas asimetrías.Solo así un área de libre comercio podrá ser unaoportunidad para todos, no solo para unos pocos. Laexigencia de reducción de las políticas proteccionis-tas y de los masivos subsidios que otorgan los prin-cipales países industrializados no puede convertirseen una exigencia generalizada de liberalización decomercio de productos agrícolas. Para muchos paí-ses de América Latina y el Caribe la actividad agrí-cola es fundamental para la supervivencia de la pro-pia nación. Las condiciones de vida de millones decampesinos e indígenas se verían muy afectados siocurre una inundación de bienes agrícolas importa-dos, aun en los casos en los que no exista el subsidio.No puede ser tratado como cualquier otra actividadeconómica o cualquier producto.

7 Ibídem, p. 9.8 La Revista Ilustrada de Nueva York, 10 de enero de l891.

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Otro aspecto que merece destacarse son losFondos Compensatorios para la Corrección deAsimetrías en el ALBA.

Para la construcción del ALBA, Venezuelapropone la creación de los Fondos Compensato-rios o de Convergencia Estructural con el objeti-vo de reducir de manera significativa las asime-trías en los niveles de desarrollo entre las nacio-nes y entre sectores productivos,

… asignándole a dicho mecanismo metas socialesy económicas precisas, plazos bien establecidos ymecanismos de seguimiento. Comenzando con laidentificación de una definición concreta de “eco-nomía más pequeña”. Para ello se propone incluirla generación de instrumentos a través de los cua-les se busque no solo que los países“‘en desarrollo”puedan acceder al ALBA, sino que además princi-palmente esos países pueden mejorar sus conduccio-nes productivas y competitivas, atenuándose lasdisparidades que caracterizan su funcionamientoeconómico interno y las grandes distancias que loseparan de las grandes economías desarrolladas delhemisferio.

El ALBA plantea también cómo enfrentar laliberalización, desregulación y privatización delos servicios.

De esta suerte, a diferencia del ALCA, queconduce a una mayor profundización de las dife-rencias que hoy existen, la propuesta del ALBAincluye mecanismos concretos para superar las

grandes disparidades entre los países y el inte-rior de muchos de ellos.

Los principios rectores del ALBA son lossiguientes, de acuerdo al documento; De la Inte-gración Neoliberal a la Alternativa Bolivarianapara América Latina y el Caribe:

1. La integración neoliberal prioriza la liberali-zación del comercio y las inversiones.

2. La Alternativa Bolivariana para América La-tina (ALBA) es una propuesta que centra suatención en la lucha contra la pobreza y laexclusión social.

3. En la propuesta del ALBA se le otorga unaimportancia crucial a los derechos humanos,laborales y de la mujer, a la defensa del am-biente y a la integración física.

4. En el ALBA, la lucha contra las políticas pro-teccionistas y los ruinosos subsidios de lospaíses industrializados no puede negar el de-recho de los países pobres de proteger a suscampesinos y productores agrícolas.

5. Para los países pobres donde la actividad agrí-cola es fundamental, las condiciones de vida demillones de campesinos e indígenas se veríanirreversiblemente afectados si ocurre una i-nundación de bienes agrícolas importados, aúnen los casos en los cuales no exista subsidio.

6. La producción agrícola es mucho más que laproducción de una mercancía. Es la base para

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preservar opciones culturales, es una forma deocupación del territorio, define modalidades derelación con la naturaleza, tiene que ver direc-tamente con la seguridad y autosuficiencia ali-mentaria. En estos países la agricultura es,más bien, un modo de vida y no puede ser tra-tado como cualquier otra actividad económica.

7. ALBA tiene que atacar los obstáculos a laintegración desde su raíz, a saber:

a) La pobreza de la mayoría de la población;

b) Las profundas desigualdades y asimetríasentre países;

c) El intercambio desigual y condiciones ine-quitativas de las relaciones internacionales;

d) El peso de una deuda impagable;

e) La imposición de las políticas de ajusteestructural del FMI y el BM, y de las rígidasreglas de la OMC que socavan las bases deapoyo social y político;

f) Los obstáculos para tener acceso a la infor-mación, el conocimiento y la tecnología que sederivan de los actuales acuerdos de propie-dad intelectual; y,

g) Prestar atención a los problemas que afec-tan la consolidación de una verdadera demo-cracia, tales como la monopolización de losmedios de comunicación social.

8. Enfrentar la llamada Reforma del Estado quesolo llevó a brutales procesos de desregula-

ción, privatización y desmontaje de las capa-cidades de gestión pública.

9. Como respuesta a la brutal disolución que éstesufrió durante más de una década de hegemo-nía neoliberal, se impone ahora el fortaleci-miento del Estado con base en la participacióndel ciudadano en los asuntos públicos.

10.Hay que cuestionar la apología al libre co-mercio per se, como si solo esto bastara paragarantizar automáticamente el avance haciamayores niveles de crecimiento y bienestarcolectivo.

11.Sin una clara intervención del Estado dirigi-da a reducir las disparidades entre países, lalibre competencia entre desiguales no puedeconducir sino al fortalecimiento de los másfuertes en perjuicio de los más débiles.

12.Profundizar la integración latinoamericanarequiere una agenda económica definida porlos estados soberanos, fuera de toda influencianefasta de los organismos internacionales.9

DDiiffeerreenncciiaass eennttrree eell AALLCCAA yy eell AALLBBAA

El ALCA, siguiendo las consignas del Con-senso de Washington, se propone un conjunto denormas multilaterales para ordenar el comerciointernacional de servicios. Pero lo que realmen-te se pretende es la liberalización, desregulación

9 Fuente: Centro de Medios Independientes. http://www.ecuador.indymedia.org

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y privatización progresiva de los servicios esen-ciales para la sociedad y que suponen una obli-gación de los estados y gobiernos con sus ciuda-danos, que abarcaría toda la amplia gama de ser-vicios que podamos imaginar en materia de salud,educación, seguridad social, agua potable, trans-porte, correo, servicios municipales, medio am-biente, cultura, recursos naturales, etc.

De esta forma se restringiría de una vez y parasiempre la intervención del Estado a través demedidas gubernamentales que regulen el comer-cio de servicios: desde los límites a la legislaciónlaboral y la protección del consumidor, incluyendoregulaciones, directrices, subvenciones, califica-ciones y pautas para otorgar permisos, hasta loslímites gubernamentales sobre el acceso a losmercados, las necesidades económicas o medidassobre el contenido cultural.

En el ALCA se pretende extremar los procesosde liberalización y privatización al incluir tambiénlos servicios esenciales que suponen una obliga-ción del Estado con sus ciudadanos. Estos servi-cios pasarían a ser suministrados por empresasprivadas y transformarían a todos los ciudadanosen simples consumidores que, al no disponer delos recursos para pagar por estos servicios, queda-rían excluidos de su consumo y disfrute.

Los principales beneficiarios de liberalizar losservicios en el ALCA serían las grandes multina-cionales que convertirían los servicios públicos detodo el mundo en mercados privados. Y los perju-

dicados serían los de siempre: los sectores másempobrecidos y de máxima exclusión social.

Nadie niega la necesidad de mejorar la eficaciade los servicios públicos, pero la panacea no es suliberalización y privatización. La solución está enderrotar a los evasores de impuestos que se a-propian de los recursos financieros necesarios pa-ra mejorar su calidad y, por su puesto, mejorar sugestión para asegurar el acceso masivo en condi-ciones de igualdad. Lo que resulta inadmisible esque se manipule su situación de deterioro parajustificar procesos de privatización que le facilitaa las trasnacionales la apropiación de serviciospúblicos esenciales.

En cambio, la propuesta del ALBA, trata deaplicar el espíritu del Consenso de Monterrey,con espíritu crítico.

El Consenso de Monterrey fue el resultado dela Conferencia Internacional sobre Financiamien-to al Desarrollo y sobre las formas de combatir lapobreza y de redistribuir mejor la riqueza en elmundo. Tuvo lugar en la ciudad mexicana que leda el nombre en marzo de 2002. Fue la primeraconferencia mundial en la que participaron líderesdel sector privado y la sociedad civil, así comodirectivos de las principales organizaciones inter-nacionales.

El objetivo fue discutir la forma de hacerfrente a los problemas de la financiación para eldesarrollo en el mundo, en particular en los paí-ses en desarrollo. La meta propuesta fue

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… erradicar la pobreza, lograr un crecimiento eco-nómico sostenido y promover un desarrollo soste-nible al tiempo que se avance hacia un sistemaeconómico mundial basado en la equidad y queincluya a todos.

Sin embargo, una de las metas propuestas

… la movilización de recursos financieros, el apro-vechamiento de esos recursos y el logro a nivel na-cional e internacional de las condiciones económi-cas necesarias para alcanzar las metas de desa-rrollo convenidas internacionalmente

(...) asumida como “el primer paso que dare-mos para asegurar que el siglo XXI sea el siglo deldesarrollo para todos”, ha quedado en promesas,particularmente en lo que respecta a tomar medi-das de alivio de la deuda externa y a las medidasadoptadas: combatir la corrupción, poner en mar-cha políticas macroeconómicas coherentes y re-caudar impuestos más eficientemente, entre o-tras, porque no se fijaron metas concretas.

Se esperaba que esta conferencia abriría unaventana de esperanza al marcar una agenda ex-haustiva con los pasos a seguir para asignar losrecursos económicos orientados a superar lapobreza y mejorar las condiciones de vida de mi-llones de seres humanos. Sin embargo, las metasestán por lograr, y la decepción ha cundido, anteel incumplimiento de las promesas, lo que impli-ca un reto para el ALBA.

Algunos autores han sido muy críticos del

Consenso de Monterrey. Para Pedro Morazán,economista del Instituto Südwind de Alemania,el Consenso de Monterrey cayó en la trampa delConsenso de Washington.10

Enumera algunas causas:

1. El documento final es más una declaración deintenciones y menos una declaración de prin-cipios o medidas con carácter obligatorio.

2. El documento de Monterrey no da respuestasconcretas sobre la cantidad y la calidad de losrecursos que los países ricos están dispuestosa poner a la disposición para lograr los obje-tivos internacionales del desarrollo.

3. El Consenso de Monterrey es un consensoentre desiguales, entre los que tienen muchoy los que tienen poco o casi nada. Para movi-lizar los recursos propios los débiles se obli-gan a aceptar las normas de los fuertes quedefinen el buen gobierno bajo los abstractosprincipios de “libertad y fomento de la inicia-tiva privada”.

4. El consenso de Monterrey no supera el llama-do Consenso de Washington que es más nor-mativo y actúa más como instrumento decoerción desde hace más de una década de po-líticas macroeconómicas bajo la dirección delFMI y el Banco Mundial. Al no admitir el fra-caso de los programas de ajuste, especialmen-te en los países menos adelantados y los efec-

10 http://www.memoria.com.mx/159/morazan.html

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tos empobrecedores de las políticas moneta-rias restrictivas, renuncia a la posibilidad desuperar dicho consenso basado en la teoríaneoclásica del equilibrio económico.

5. 6. 7. Pone demasiado énfasis en un flujo finan-ciero orientado por la desregulación y el mer-cado de capitales privados en lugar de definirun proceso ordenado y transparente pormedio del cual se eliminen los riesgos del caosy la especulación.

8. No saca experiencias consistentes de las cri-sis financieras recientes (México, Asia delSudeste, Brasil, Rusia y más recientementeArgentina) que ponen en cuestión los efectosde los flujos financieros de corto plazo a losllamados mercados emergentes.

9. No hace una crítica sistemática del fracaso delas estrategias internacionales de desarrolloanteriores y los objetivos definidos en elmarco de las Naciones Unidas, por ejemplo eltan tristemente célebre 0,7% del PIB que rea-parece en el documento más como una fraseformal que como una perspectiva seria.

Se reconoce, sin embargo, las posibilidades deobtener resultados positivos del consenso deMonterrey, aunque más en el largo que en elcorto plazo, en vista de que el consenso destruyóla sustancia de medidas estratégicas vitales.

Los derechos humanos deben ser la piezacentral del nuevo modelo económico; la partici-

pación equitativa de todos los países en la deci-sión de los procesos; la inclusión de las organiza-ciones de la sociedad civil en la realización de laspolíticas económicas; la cancelación de la deudaexterna de los países del sur, y la aplicación deun impuesto a las transacciones cambiariaspara destinarlo al financiamiento del desarrollosustentable con perspectivas de género.

Además, el cumplimiento inmediato del com-promiso del 0,7% del Producto Interno Bruto(PIB) de los países industrializados para la ayu-da oficial al desarrollo y la eliminación de todotipo de condicionamientos para su entrega; losacuerdos de libre comercio deben subordinar losderechos de las empresas a las leyes nacionales,y la creación de un salario mínimo mundial.

En la diferencia diametral del ALBA con res-pecto al ALCA, reside la política de antipatía delgobierno de los Estados Unidos hacia Venezuela.

Como se expresa Deborah James, Directorade Economía Global de Global Exchange, SanFrancisco, citada por ALAI, esta antipatía

… responde más a que Venezuela propone unavisión económica alternativa para el hemisferio,que a cualquier preocupación no fundamentadacon respecto a la democracia. El presidente Chá-vez ha emprendido una serie de reformas econó-micas, tales como canalizar miles de millones delas ganancias de la industria petrolera hacia pro-gramas masivos para el cuidado médico, la educa-ción, la alfabetización y el agua potable, y promo-

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ver la integración regional; propuestas que ponenen evidencia los esfuerzos fallidos de la adminis-tración Bush de promover la globalización corpo-rativa, estableciendo un Área de Libre Comerciode las Américas. El modelo económico neoliberaldel “libre comercio” de los Estados Unidos no hapodido propiciar el crecimiento en la región; segúnel Center for Economic and Policy Research, loslatinoamericanos han experimentado un creci-miento económico de menos del 0,5% per cápita enlos últimos 25 años. Mientras tanto, las políticaseconómicas de Chávez (combinadas con las ganan-cias petroleras) han convertido a Venezuela en laeconomía de crecimiento más rápido de la región.Empero, la aversión del gobierno estadounidensepor la visión de Chávez de una economía nacionalorientada al desarrollo más que al libre comerciopara las corporaciones estadounidense, no le otor-ga al gobierno de los Estados Unidos, –ni a suspartidarios– una licencia para matar.11

La visión del gobierno de Bush la compartenmuchos que le rinden pleitesía. En Ecuador, undespistado Secretario General de Administra-ción Pública llegó a calificar el ALBA de “proyec-to diabólico y horrible”. El periódico que dio estainformación (junio 11 de 2005), que no es propia-mente de izquierda, interpretó el error diplomá-tico como un guiño a los Estados Unidos.

Características peculiares del ALBA

Del estudio de los documentos disponibles

sobre el ALBA, se pueden destacar las siguien-tes características:

1. Participación colectiva en su formulación.Todos estamos invitados a participar en laelaboración colectiva del ALBA.

El I Encuentro Internacional y Solidaridad delos pueblos indígenas y campesinos, organiza-do por la Coordinadora Agraria Nacional Eze-quiel Zamora, brindó una de las primeras oca-siones de participar en la elaboración colectiva.

2. Teje una red de prácticas sociales que permi-ten que surjan nuevos sujetos no comprometi-dos con la estrategia de dominación imperial.

3. El ALBA viene de siempre, se mantuvo comoun anhelo subterráneo y está renaciendo.Toma la fuerza que le imprime el proceso revo-lucionario venezolano como laboratorio orgá-nico, como caldo de cultivo, como contagio. Asíse le presenta, todos unidos y presentes, soli-darios los pueblos creando redes productivas ysociales, alianzas políticas que permitan rela-ciones sociales al margen de los gobiernos.

El Acta Constitutiva de la Alianza Bolivaria-no Alfarista Tercera República en el Ecuadorse inspira en los emblemáticos líderes de lospueblos originarios; “Guaicaipuro, Atahuall-pa, Rumiñahui, Tupac Amaru, Daquilema”,señalando que

…el vigoroso retoño de las raíces profundas delamor y la ternura, de la belleza de la diversidad,11 http//:alainet.org/active/9058&lang=es

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de la nobleza del conocimiento y el trabajo y seña-la que ha llegado el tiempo del fin de los antago-nismos estériles que enriquecen y a la vez prosti-tuyen a un puñado de seres esclavos del dinero yempobrecen y arruinan a todos los demás, del finde la represión, la tortura y la guerra inventadaspara sostener la exclusividad de los privilegios.

4. El ALBA no se construye en secreto, como losgrandes acuerdos multilaterales en los últi-mos quince años, que los gobiernos sumisos aUSA han elaborado y vienen negociando,haciendo difícil el ejercicio soberano en elespacio internacional multilateral y minandola autodeterminación de los pueblos.

Hay quienes arguyen que Venezuela se ha a-poderado del pensamiento bolivariano, otrosconsideran que lo que hace Chávez no es autén-tico bolivarianismo. Se les puede responder, conel historiador Germán Rodas, que ciertamenteSimón Bolívar no es patrimonio de ningún régi-men en particular,

no obstante que el actual gobierno venezolano hatenido el mérito de reinsertar a Bolívar en el con-texto de sus acciones diarias, ni es, a estas alturasde la historia, figura cimera tan solo de su Patria.

Es un referente colectivo cuya relevancia moral,ética y pública deben ser invocadas en latinoame-ricana que sabe que para construir un modelosocial justo y solidario está obligada, necesaria-mente, a redescubrir el mensaje de la integraciónfomentada por el Libertador, aprehenderla y,

sobre todo, recrearla en las condiciones históricasactuales. Recrearla a pesar de los complejos y atri-bulaciones que la mención de su nombre provocaen los círculos de los trápalas que constituyen loscírculos del poder, cuyas sombras colindan, preci-samente, con toda forma de sometimiento y de ne-gación de cualquier expresión de soberanía o deintegración y apoyo entre los pueblos, conductastodas estas a las que Bolívar las combatió hasta elfinal de sus días con la misma pasión y entregaque puso a su tarea libertaria, esa a la que esta-mos obligados a darle continuidad plena.12

Es interesante señalar que la Universidad In-ternacional de Andalucía, España, dio un cursoacadémico sobre el ALBA, desde el 27 de junio de2005 hasta el 3 de julio del mismo año (ReferenciaCB10/05), dirigido por Alberto Montero Soler.

La información, previa a la matrícula, fue lasiguiente:

La Alternativa Bolivariana para América Latina yel Caribe, ALBA, es una propuesta de integraciónapoyada por Venezuela y Cuba.

Mientras el ALCA responde a los intereses delcapital trasnacional y persigue la liberalizaciónabsoluta del comercio de bienes y servicios e inver-siones, el ALBA pone el énfasis en la lucha contrala pobreza y la exclusión social y, por lo tanto,expresa los intereses de los pueblos latinoamerica-nos. El ALBA se fundamenta en la creación de me-canismos para crear ventajas cooperativas entre

12 En revista Artes, La Hora, julio 24 de 2005.

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las naciones que permitan compensar las asime-trías existentes entre los países del hemisferio. Sebasa en la cooperación de fondos compensatoriospara corregir las disparidades que colocan en des-ventaja a los países débiles frente a las primeraspotencias. Por esta razón la propuesta del ALBA leotorga prioridad a la integración latinoamericanay a la negociación en bloques sub-regionales,abriendo nuevo espacios de consulta para profun-dizar el conocimiento de nuestras posiciones eidentificar espacios de interés común que permi-tan constituir alianzas estratégicas y presentarposiciones comunes en el proceso de negociación.El desafío es impedir la dispersión en las negocia-ciones, evitando que las naciones hermanas sedesgajen y sean absorbidas por la vorágine conque viene presionándose en función de un rápidoacuerdo por el ALCA. En el curso se analizarán yse debatirán los documentos constitutivos y lasperspectivas de desarrollo.

En la revista el Sucre, encontré una intere-sante visión comparativa entre el ALCA yALBA, que trascribo con el debido permiso.13

13 Revista el Sucre, Ecuador, octubre 2003, año 3, No. 26, vol.2,No.2, p. 21 y Noviembre 2003, año 3, No. 27, vol. 2, No.3,p.26, Ecuador.

Objetivo del ALCAObjetivo del ALCALiberación absoluta del comercio y las inversiones. Postulado neoliberal que se basa en la eliminación de las barre-ras al comercio y la inversión, sin to-mar en cuenta las asimetrías y desi-gualdades entre países, lo cual termi-na favoreciendo al más poderoso.

Objetivo del ALBAObjetivo del ALBAPromover la lucha contra la pobreza y la exclusión social. No puede haber área de libre comercio si previamente no se corrigen las asimetrías y dispa-ridad que colocan en una insalvable desventaja a los países más débiles.Preservar la autonomía e identidad latinoamericana como nuevo proyecto alternativo de integración latinoame-ricana y caribeña.

Inversiones en el ALCAInversiones en el ALCAPresión creciente para la eliminación de controles para la inversión extran-jera. El ALCA propone crear derechos especiales al capital para que puedan demandar al Estado por la aplicación de requisitos de desempeño, labora-les, sociales, ambientales y de cual-quier índole que regulen la inversión.

Inversiones en el ALBAInversiones en el ALBADefender requisitos de desempeño de tal forma que la eliminación de contro-les previos y posteriores a la inversión quede condicionada a la adquisición de materias primas, bienes y servicios nacionales; a la transferencia tecnoló-gica, la asistencia técnica y la forma-ción de recursos humanos. Por ninguna razón, el ALBA permitirá al inversio-nista extranjero demandar contra leyes y regulaciones de interés público.

Acceso a mercados en el ALCAAcceso a mercados en el ALCAEl objetivo del ALCA es la eliminación total del arancel como instrumento para la defensa de la producción na-cional. Los países tendrían que renun-ciar al uso del arancel, las medidas no arancelarias y otros mecanismos para proteger su aparato productivo, sin recibir a cambio ningún apoyo para fortalecer la competitividad. Plantea una liberación comercial en varias fra-ses: inmediata, 5 años, 10 años, y ex-cepciones con más de 10 años.

Acceso a mercados en el ALBAAcceso a mercados en el ALBANo es posible eliminar el arancel mien-tras las grandes potencias mantienen los rigurosos subsidios y ayudas inter-nas que aplican a la agricultura. El ALBA defiende el uso del arancel, las cuotas, las licencias y otras medidas no arancelarias como instrumento de la política para la promoción y protec-ción de la agricultura y la industria. Por lo tanto hay que preservar ese margen de políticas para la defensa y rescate de la producción nacional. Cualquier concesión en esta materia estará condicionada al uso de políticas públicas y a la asistencia técnica que apoyen el fortalecimiento de la compe-titividad y al establecimiento de meca-nismos de suspensión temporal de los compromisos cuando así lo reclamen los intereses nacionales.

Cuadro comparativo entre el ALCA y el ALBACuadro comparativo entre el ALCA y el ALBA

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Servicios en el ALCAServicios en el ALCAPropone la liberaci ón total en el hemisferio del comercio de servicios (financieros, telecomunicaciones, con-sultor ía, ingenier ía, turismo, educa-ci ón, salud, etc.) eliminando para ello las leyes nacionales y pol íticas guber -namentales que fluyan sobre los me-canismos del mercado como principal regulador . La transferencia al merca-do de servicios p úblicos como la edu-caci ón o la salud amenaza los dere-chos elementales de los ciudadanos al transformarlos en simples consumido-res o mano de obra.

Servicios en el ALBAServicios en el ALBALos países podrán liberar sus servi-cios de acuerdo a las prioridades de desarrollo nacional. Se mantendrán como servicios públicos ajenos a los acuerdos comerciales que sean indis-pensables para la población y que así lo determinen la Constituci ón y sus Leyes. En el ALBA se asegura un margen adecuado de protección para este tipo de servicios y se excluye la liberación que impida el acceso a ser-vicios estratégicos (salud, educación, justicia, seguridad). Se asegura la potestad de los estados de regular a través de leyes y reglamentos los distintos sectores de servicios.

Agricultura en el ALCAAgricultura en el ALCASe exige a los países pobres la eli-minación de los aranceles, licencias y cuotas en plazos perentorios, pero las principales potencias se niegan a eli-minar en el ALCA los subsidios y ayu-das internas hasta tanto se llegue a un acuerdo con la OMC. Con esos sub-sidios se nos dificulta el acceso a los mercados de esos países. Al eliminar los aranceles, los productos subsidia-dos de las potencias compiten desleal-mente en nuestros propios mercados.

Agricultura en el ALBAAgricultura en el ALBAEn el ALBA la agricultura es una ac-tividad fundamental para la supervi-vencia de la propia nación. Las condi-ciones de vida de millones de campesi-nos e indígenas se verían catastrófica-mente afectadas, si ocurre una inun-dación de bienes agrícolas importados, aun en los casos en los cuales no exis-ta subsidio. La producción agrícola es mucho más que la producción de una mercancía. Es, más bien, un modo de vida. Es el fundamento básico para

Compras gubernamentales en el ALCAALCAEl ALCA se propone abrir el mercado público a las empresas extranjeras, lo cual anularía el uso de las compras gubernamentales como palanca para la reactivación del aparato productivo y el empleo nacional. Apuesta a la li-beración nacional a través de trato na-cional a las transnacionales, las cua-les podrían participar en cualquier li-citación con la menor cantidad de res-tricciones por parte de los diferentes niveles de gobierno: central, estatal, municipal.

Compras gubernamentales en el ALBAALBATienen prioridad las empresas nacio-nales como proveedoras de los entes públicos, toda vez que son éstas las que demandan materias primas nacio-nales y generan empleo local. Con esto se busca la preservación de los secto-res estratégicos por su impacto multi-plicador sobre otros sectores económi-cos y laborales. Ante la falta o insufi-ciencia de la oferta nacional. Los go-biernos podrán elaborar listas de los bienes, servicios y obras que eventual-mente decidan contratar a empresas extranjeras, con una cláusula de sus-pensión temporal atendiendo a circuns-tancias especiales.

Propiedad intelectual en el ALCAPropiedad intelectual en el ALCAProponen acuerdos que privilegian el inter és de las transnacionales en con-tra de los intereses de la sociedad, im-piden la apropiaci ón social de los re-sultados de las investigaciones cient í-ficas y tecnol ógicas, propician el pa-tentamiento de conocimientos tradi-cionales. Entorpecen la transferencia tecnol ógica. La manera como en el ALCA se pr etende defender los dere-chos de propiedad intelectual amena-za elementales derechos humanos al impedir el acceso a los sectores popu-lares a medicamentos gen éricos y ali-mentos baratos y de buena calidad. En el ALCA se pr ioriza la protecci ón de los conocimientos derivados de los laboratorios de investigaci ón de las grandes corporaciones transnaciona -les, mas no se da la misma importan-cia a la protecci ón del conocimiento an-cestral de los ind ígenas y de las comu-nidades campesinas y de agricultores.

Propiedad intelectual en el ALBAPropiedad intelectual en el ALBALos acuerdos en propiedad intelectual no podrán ser obstáculos al derecho que tienen las personas de gozar del progreso científico, del avance tecnoló-gico, del acceso a los medicamentos, a los alimentos o a la educación. En el ALBA se reconoce la supremacía de los acuerdos internacionales en mate-ria de derechos humanos, salud, segu-ridad alimentaria y biodiversidad por encima de los derechos de propiedad intelectual de las corporaciones trans-nacionales. En este sentido, los gobier-nos preservan el derecho de otorgar li-cencias obligatorias a favor de em-presas nacionales para que fabriquen versiones genéricas de medicinas y a-limentos patentados, sin que esto im-plique incurrir en cuantiosos gastos para demostrar la seguridad de estos productos. Por otra parte, se prohíbe las patentes en todas las formas de vi-da, se apoya el derecho de los indíge-nas y comunidades campesinas de pro-teger su conocimiento ancestral; así como el derecho de los agricultores a proteger y utilizar las semillas por ellos producidas.

Nuestros países carecen de los recur-sos financieros para apoyar la agricul-tura. Lo que tenemos son instrumen-tos de política para paliar los efectos perversos de las distorsiones de los precios internacionales, instrumentos que se nos solicita eliminar con las ne-gociaciones de acceso a los mercados.La seguridad alimentaria que hoy tie-nen los países desarrollados es fruto de medio siglo de políticas de apoyo sis-temático a la agricultura. Si hoy cesa-ran tales apoyos, el campo de juego aun permanecería desnivelado, la in-fraestructura y el aparato productivo ya establecido gracias a los subsidios, todavía implicaría una enorme ventaja, en perjuicio de nuestras naciones

la preservación de opciones culturales, es una forma de ocupación del terri-torio, define modalidades de relación con la naturaleza, tiene que ver di-rectamente con los temas críticos (sic) de la seguridad y soberanía alimenta-rias. Por lo tanto, no puede ser tra-tado como cualquier otra actividad económica o cualquier producto. En el ALBA se prioriza la soberanía y segu-ridad alimentaria, se asegura un trato especial y diferenciado para los países mas vulnerables y se permite la ex-clusión de productos sensibles. La ne-gociación de la agricultura no se limi-tara exclusivamente a la eliminación de los aranceles. También enfrentará las prácticas de competencia desleal que aplican los países más ricos.

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PolPolííticas de competencia en el ALCAticas de competencia en el ALCASe plantea la eliminación de prácticas anticompetitivas a través de la modi-ficación de las legislaciones naciona-les y la prohibición de exclusiones o excepciones. Aunque a estas negocia-ciones se les atribuya un impacto e-fectivo en función de limitar el abuso de poder de los monopolios y oligopo-lios, el verdadero objetivo de este gru-po son las empresas y monopolios es-tatales que son vistos como un obstá-culo al libre mercado. Por ejemplo: Pdvsa, Alcasa, Venalum, en el caso de Venezuela.

PolPolííticas de competencia en el ALBAticas de competencia en el ALBAEn el ALBA se enfrentará el abuso de los monopolios y oligopolios a través de mecanismos con capacidad para revisar y asegurar la implementación y cumplimiento de estos acuerdos. Esta será una atribución de institu-ciones y organismos nacionales. Los inversionistas extranjeros no podrán demandar a los estados nacionales ni a los gobiernos por el manejo de los monopolios o empresas estatales de interés público. Estas empresas no podrán estar sujetas a las leyes anti-monopolio que pongan en peligro la propiedad del estado sobre las mismas.

SoluciSolucióón de controversias en el ALCAn de controversias en el ALCASe propone el establecimiento de un marco legal y de un entorno institu-cional de carácter supranacional para dirimir las controversias que surgen entre los países ante la trasgresión de los acuerdos. Solo los gobiernos o los inversionistas extranjeros tendrían derecho a iniciar demandas. Las or-ganizaciones sociales no tendrían de-recho a demandar por la violación de tratados ambientales, sociales, dere-chos humanos, etc. Las disputas serí-an resueltas en paneles secretos por expertos técnicos.

SoluciSolucióón de controversias en el ALBAn de controversias en el ALBALa solución de controversias se inicia-rá en primera instancia en el marco de las leyes institucionales naciona-les. Se acudirá a instancias suprana-cionales, si, y solo si, son agotadas to-das las instancias nacionales y no han podido resolver la disputa. Se permi-tirá la participación de las organiza-ciones sociales y el proceso sería transparente con amplia participación de todos los sectores involucrados y afectados por la disputa.

Subsidios, antidumping y derechos compensatorios en el ALCAcompensatorios en el ALCASe plantea la creación de mecanismos para determinar la existencia de dum-ping y daño por prácticas desleales de comercio, así como el establecimiento de un procedimiento de investigación y resolución y la creación de un comi-té en materia antidumping.

Subsidios, antidumping y derechos compensatorios en el ALBAcompensatorios en el ALBASe trata de elaborar leyes antidum-ping, que permitan defender nuestros aparatos productivos de las prácticas de dumping (venta por debajo del cos-to de producción por parte de las trans-nacionales) y los rigurosos subsidios que aplican los países más poderosos, estableciendo derechos compensatorios a los daños causados por tales practi-cas desleales de comercio.

Trato especial y diferenciado en el ALCAALCAHay una fuerte presión para implan-tar el trato nacional a las empresas

Trato especial y diferenciado en el ALBAALBAEl ALBA no se limita a medidas de asistencia técnica para que los países

Transparencias en el ALCATransparencias en el ALCAEn el ALCA se cr e ó el gr upo para la participaci ón de la sociedad civil (SOC) , a trav és del cual se organizan encuentros paralelos de la sociedad civil, pero al margen de las reuniones del comit é de ne gociaciones del ALCA. La participaci ón publica es limitad a a la publicaci ón de sus aportes en la web del ALCA, pero estos no son to -mados en cuenta en la elaboraci ón de los textos del Acuerdo. La sociedad civil no tiene acceso a los documentos co n fi -denciales del ALCA, por lo que des -conocen las implicaciones y consecuen -cias de los asuntos que se discuten en los diferentes grupos de negociaciones. El intenso ritmo que signa a las nego -ciaciones y los reducidos lapsos a los cuales est á em plazado nuestro pa ís en este proceso de negociaci ón se constitu -ye as í en un a negaci ón de la posibili -dad real de la participa ci ón democr áti

Tra nsparencias en el ALBATransparencias en el ALBANo tiene sentido el apuro que se le ha impuesto a las negociaciones del ALCA y de lograr que estos acuerdos entren en vigencia en el 2005. Mientras mas acelerados son los procesos de negocia-ción, menores son las posibilidades de que pueda generarse un debate pu-blico democrático informado en cada uno de los países sobre las implicacio-nes de estas negociaciones. El ALBA se basa en un proceso de negociación efectivamente transparente al conjun-to de la sociedad. El ALBA tiene que ser un proceso de integración radical-mente diferente al ALCA, que se nego-cia a puerta cerrada, a espalda de los ciudadanos. Tiene que ser un proceso de amplia participación social que pue-da caracterizarse como democrático. U-na mayor transparencia, el acceso ple-no de las sociedades a toda la informa-ción y todo el debate público sobre las

extranjeras y para aplicar el criterio de nación más favorecida, lo cual im-plicaría extender a terceros países las preferencias que se otorguen mutua-mente las pequeñas economías. Mien-tras el trato especial y diferenciado se limita a la asistencia técnica, en tér-minos de “asesoría” para que los países mas débiles estén en condiciones de participar aceleradamente en las negociaciones y cumplir las mismas condiciones, aunque se trate de econo-mías profundamente desiguales. Ade-más de este tipo de asistencia técnica la concesión más importante se limita a ofrecer plazos de unos cuantos años y algunas excepciones para productos sensibles. Esto es muy preocupante en vista de que, en la función de los “Objetivos y Principios Generales” de la negociación del tratado se estable-ce que “ Los derechos y obligaciones del ALCA deberán ser comunes a to-dos los países”. Esto implica la existen-cia de un principio de reciprocidad entre economías y agentes económicos, profundamente desiguales.

estén en condiciones de participar en las negociaciones. Esta no sería una respuesta adecuada a la brecha que separa a los países débiles de los poderosos. Un trato de iguales a eco-nomías profundamente desiguales no puede sino favorecer a los mas fuertes a costa de los mas débiles. Ni asis-tencia técnica para la adaptación, ni plazo de unos cuantos años responden a estos problemas. Por esta razón el ALBA responde a la creación de fondos compensatorios a través de los cuales los países más ricos asumen los costos económicos y financieros de la integra-ción. Estos fondos serian destinados a financiar los proyectos en infraestruc-tura y servicios para disminuir las asimetrías y desigualdades que ponen en desventajas a los países más débi-les. Estos fondos se alimentarían de la retención de un porcentaje de los gas-tos que se hacen por concepto de deu-da externa, así como un impuesto in-ternacional a las operaciones con divi-sas y a la inversión extranjera.

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Edgardo Lander, profesor de la Escuela deSociología de la Universidad Central de Vene-zuela, plantea muy bien el dilema entre el ALCAu otro tipo de integración neoliberal y una inte-gración solidaria. Formula preguntas muy perti-nentes:

¿Un proyecto de integración orientado a abrir aúnmás estas economías para someterlas a los dictadosde los dueños del capital? ¿O una integración defen-siva que tenga como meta conquistar espacios deautonomía y soberanía para definir políticas públi-cas y opciones económicas propias? En otras pala-bras, ¿una integración que contribuya a desdibujaraún más los espacios y territorios del ejercicio de lasoberanía democrática de los pueblos, o una inte-gración orientada a recuperar lo que siglos de colo-nialismo y políticas imperiales le han arrebatado ycontinúan arrebatando a los pueblos del continen-te? ¿Una integración orientada por los valores delindividualismo posesivo, de la competencia de todoscontra todos, en la cual se garantice el éxito de losmás fuertes sobre la base de la explotación y exclu-sión de los más débiles, esto es, una integración queacentúe las inaceptables desigualdades actuales?¿O una integración guiada por los valores de laigualdad, de la participación, la pluralidad, la soli-daridad, la comunidad, una integración que reco-nozca, valore y haga posible el despliegue de laextraordinaria variedad de modos de vida de lospueblos de nuestro continente?

¿Una integración que sin límite alguno explote losrecursos naturales, convirtiéndolos en mercancíasexportables para generar los excedentes requeri-

ca en tono a los asuntos que se ne-gocian. Se niega así la posibilidad de un proceso transparente antes de to-marse decisiones de consecuencias muy profundas como las que estarían implicadas en los actuales borradores del ALCA.

negociaciones del ALBA, necesaria-mente exigirían otros cronogramas de negociación. Son estos los costos nece-sarios de la democracia.

La consideraciLa consideracióón del gn del géénero en el ALCAALCANo toma en cuenta el impacto dife-renciado que tendr � a la liberaci ó n del comercio y la inversi ó n sobre la vul -nerabilidad de la poblaci ó n femenina que es obligada a aceptar remunera -ciones por debajo del salario m � nimo, supresi ó n de los beneficios sociales y otras pr ácticas de discriminaci ó n y dumping social. En t é rminos genera -les, el ALCA no ha pr evisto una eva -luaci ó n exhaustiva de los compromisos que tienen los estados del continente por la v � a de los tratados de los dere -chos humanos, ambientales, laborales, derechos culturales, et c., y sus poten -ciales tensiones con los compromisos que los estados del continente adqui -rir � an con la firma del ALCA en su versi ó n actual.

La consideraciLa consideracióón del gn del géénero en el ALBAALBAGarantiza a las mujeres la plena pro-tecci ón de sus derechos humanos, ci-viles, laborales, sexuales y reproduc-tivos. Quedan abolidas las desigual-dades que afectan a las mujeres en es-tas áreas. No se restringen al comer -cio sino que se trata de una nueva ma-nera de tratar a la mujer reconoci-éndole igualdad de derechos, capaci-dades y oportunidades. En el ALBA se abordar á la evaluaci ón de los textos constitucionales , leyes y fundamentos existentes en cada uno de los pa � ses para poner claro exactamente cu áles son los compromisos jur � dico-pol � ticos que deben respetar y preservar .

El medio ambiente en el ALCAEl medio ambiente en el ALCAEl ALCA no toma en cuenta los costos ambientales de las actividades econó-micas y comerciales, lo que estimula la sobreexplotaci ón de los recursos natu-rales, da ño a la biodiversidad y una mayor utilizaci ón de la energ� a. Las iniciativas para proporcionar un desa-rrollo sustentable son consideradas obstáculos al comercio. Los recursos naturales se consideran bienes comer -ciales o atractivos para la inversi ón y dejan de ser valorados como factores claves para el h ábitat y las estrategias de desarrollo nacional. En el ALCA no existe un grupo negociador sobre el medio ambiente y no se deja claro si los acuerdos ambientales se manten-drán vigentes en el marco del ALCA.

El medio ambiente en el ALBAEl medio ambiente en el ALBALa defensa del medio ambiente no podr á ser calificada como un obst áculo al comercio o a la inversión. Los acuer -dos sobre el medio ambiente manten-drán su vigencia y tendr án prioridad sobre cualquier otra correspondencia de tipo comercial. Las empresas trans-nacionales alinearan sus pr ácticas a los acuerdos ambientales m ás exigen-tes y quedan obligadas a utilizar tec-nolog� as limpias que no depreden el ambiente ni comprometan el desarro-llo y la supervivencia de las generacio-nes futuras.

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• El ALCA traerá consigo la más dañina de lascompetencias, la competencia entre meneste-rosos, para poder subsistir en el marco delmodelo económico norteamericano.

• El ALCA pretende privatizar la justicia paraentregarla a manos de las corporaciones trans-nacionales.

• El colonialismo destruyó a África. Liquidósus plantaciones. Creó hambruna, epidemiasy muerte. Ese es el objetivo del ALCA en A-mérica Latina.

• En la negociación del ALCA no solo se está dis-cutiendo sobre aranceles, sino sobre otro mon-tón de cosas. Lo que intentan estas compañíasque presionan por el ALCA es montar un an-damiaje legal para restringir la competencialocal y apoderarse del mercado interno.

El autor desarrolla sus argumentos especial-mente en relación al libre mercado de salariosbajos, la desigualdad, la privatización de la ley,la privatización de las ideas y en referencia a lapropiedad intelectual.

Y concluye dejando que sea el propio editoria-lista del The New York Times del 20 de julio de2003, quien lo asista:

… Al manipular el juego del comercio global encontra de los agricultores de los países en desarro-llo, Europa, Estados Unidos y Japón están enesencia derribándole a patadas la escalera deldesarrollo a alguna de la gente más desesperadadel mundo. Esto es moralmente depravado.

dos para pagar la deuda externa? ¿O una integra-ción que se oriente a la recuperación y construc-ción de otras formas de ser los humanos, parte dela naturaleza, que no la considere como un enemi-go a ser sometido, controlado, explotado y por en-de destruido?

¿Una integración pensada como área de libre comer-cio, concebida principalmente como la construcciónde un espacio económico de libre circulación de mer-cancías y capitales? ¿O una integración geopolíticaconcebida como parte de los procesos de resistenciaal orden global que busca imponer la política unila-teral e imperial del capital transnacional y del go-bierno de los Estados Unidos?14

Desde luego, no son los venezolanos los úni-cos opuestos al ALCA, el clamor en contra escontinental. Por ejemplo, Aurelio Suárez Monto-ya, colombiano, presidente de Unidad Cafeterade Colombia y director ejecutivo de la AsociaciónNacional por la Salvación Agropecuaria, revelalos rostros ocultos del ALCA y sus amenazas pa-ra los pueblos de América Latina, en su artículo,“ALCA: una sopa de anzuelos”, del que citamosunas de las muchas verdades que dice:15

14 En su artículo “Proyectos neoliberales y resistencias popu-lares”, publicado en el No 15 de la revista OSAL, Observato-rio Social de América Latina, Clacso, Buenos Aires, enerode 2005.http://www.alainet.org/active/show_text.php3?key=8384

15 Ver revista El Sucre, Quito, 2005, pp. 24 y 25.

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pas, como se construyó la Unión Europea, comen-zando por una alianza energética, que defienda lasoberanía de recursos tan importantes y abundan-tes en la región como el petróleo y el gas. Sería elequivalente a la comunidad del acero y el carbónque dio inicio a la Comunidad Europea.

El paso en esta dirección está dado. Durante elPrimer Foro Latinoamericano y Caribeño de Tra-bajadores Energéticos, en Caracas, en mayo de2005, el Ministro de Energía y Petróleo, y Pre-sidente de Pdvsa, hizo un llamado a los trabajado-res a participar en el debate sobre los cambios quevive el continente al tiempo que destacó la necesi-dad de defender los recursos energéticos de cadapaís ante la voracidad de los grandes consumido-res. Allí propuso la creación de Petroamérica parasolucionar los problemas energéticos que sufrennuestras regiones y como un mecanismo para libe-rar a los pueblos de la región.

El Acuerdo incluye una declaración de princi-pios comunes, y cada República propone accionespropias donde expone lo que necesita y lo queotorga este convenio compensa bienes y serviciossegún las necesidades y capacidades. Es así como

Venezuela ofrece becas para estudio en el sectorenergético y Cuba ofrece 2 000 becas anuales parala realización de estudios superiores en cualquierárea de interés, incluidas las áreas de investiga-ción científica.

Las alianzas estratégicas circunstanciales tie-nen al petróleo como centro. El gobierno venezo-

Y se sirve también del texto Dying forGrowth, de Brooke Schoepf, Claude Schoepf yJoyce Millen, sobre el colonialismo europeo enÁfrica, para demostrar que el ALCA es muchomás que libre comercio:

… El colonialismo fue una época de monopoliocapitalista. Europa estableció plantaciones paracultivar productos altamente comerciables, minasy sistemas de transporte para facilitar la extrac-ción de los recursos. Las vías y los caminos fuerondiseñados para la exportación de mercancías, nopara comunicaciones ni desarrollos económicos in-ternos de África. El colonialismo devastó estructu-ras sociales. Se forzó con impuestos y coerción aque la gente trabajara en emprendimientos colo-niales donde eran sobre-exigidos y mal alimenta-dos. La agricultura sufrió, la producción alimenti-cia declinó y luego hubo falta de comida, hambru-nas y epidemias. El colonialismo destruyó la eco-nomía africana y el sistema agrícola y los reem-plazó por sistemas, infraestructuras y estructurasde clase diseñadas para la exportación de bienes yexplotación de mano de obra y recursos primariosafricanos para beneficio europeo.

No hay duda alguna sobre lo que pasó enÁfrica y lo que hoy el ALCA se propone hacer conAmérica Latina.

HHaabbrráá qquuee lluucchhaarrppaarraa qquuee ssee ccoonnccrreettee eell AALLBBAA

Consideramos que para que se concrete la Al-ternativa Bolivariana, debe procederse por eta-

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empresa regional de energía, independiente de losgrandes monopolios transnacionales.

Después del golpe de Estado del 11 de abrilde 2002, en el que los ejecutivos petroleros dePdvsa estuvieron comprometidos, Venezuela ini-ció su estrategia petrolera latinoamericana.

Las alianzas estratégicas que tienen como cen-tro el petróleo y el gas son políticas comercialesfundadas en la conservación de los recursos natu-rales no renovables, la solidaridad compartida yla corresponsabilidad social entre los pueblospara asegurar el acceso democrático a la energíaa un precio razonable. Se concibe como un acuer-do entre gobiernos, no prevé la fusión con capitalenergético privado, ni la transferencia de recur-sos del sector público al privado. Concreta esfuer-zos para la complementariedad de las capacida-des de nuestras empresas estatales de energía.

Así podrá hacerse con la creación del Banco-Sur para repatriar ingentes capitales de la re-gión, invertidos en los países del primer mundo.Se dice que los recursos depositados en bancosajenos a la región son suficientes para crear unaparato financiero y crediticio no especulativo,que transparentaría la determinación que impo-nen el FMI y el BM.

Son múltiples las iniciativas que, como éstavan surgiendo en apoyo de la integración, comolo es Tele-Sur, que permitirá reforzar nuestracosmovisión e identidad; el Parlamento Suda-

lano utiliza su recurso abundante, escaso en te-rritorios de gobiernos aliados, negociando inter-cambios complementarios sin exigir compensa-ciones que vulneren la soberanía de los estadosy dando condiciones de comercialización solida-rias que sustituyan las exigencias de las trans-nacionales privadas.

Desde julio de 2002, Hugo Chávez propuso enel marco de la II Reunión de Jefes de Estado deAmérica del Sur, Guayaquil-Ecuador la creaciónde Petroamérica.

El 12 de agosto de 2003, en la Carta deIntención suscrita con Trinidad y Tobago, se con-templa un mecanismo para promover la coope-ración entre compañías estatales latinoamerica-nas de petróleo y gas.

Siete días después, en Buenos Aires, nace laintención de Petrosur, y el 8 de julio de 2004 quedaconformada en la Declaración de Iguazú. A los dosdías, en Caracas, surge la iniciativa de Petrocari-be, que se concretó en el I Encuentro Energéticode Jefes de Estado, el 29 de junio de 2005.

En el despacho periodístico de Matilde Sosa,de la Agencia APM del Mercosur, se informa:

… La reciente cumbre energética del Caribe, conel total apoyo de Venezuela y Cuba, es una piezaclave para el proceso de integración latinoameri-cana con vocación de independencia, puesto que,en ese sentido, empuja la propuesta de Caracaspara la creación de Petrosur o Petroamérica como

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Ocurrió en la ONU con el programa “Petróleopor Alimentos”, de asistencia a Irak durante laúltima parte del gobierno de Saddam Hussein,el mayor programa que haya gestionado nuncala ONU, y que llegó a mover un presupuesto de64 000 millones de dólares en apenas siete años.

El encargado de la asignación de esos contra-tos, Alexander Yakovlev, pudo haber obtenidounos 950 000 dólares de empresas interesadasen participar en el programa. “Evidencias con-vincentes” de peculado hicieron que el secretariogeneral de la ONU, Kofi Annan, le levantara lainmunidad diplomática y Yakovlev fuera deteni-do inmediatamente.

Tan alta cantidad de dinero generó corrupte-la en el seno de la ONU y puede minar losesfuerzos por integrar el ALBA bajo los princi-pios que se postulan de cooperación, solidaridad,superación de las desigualdades, respeto a losderechos humanos, reconocimiento de la diversi-dad de las culturas, de la participación protagó-nica del pueblo, inclusión social y erradicaciónde la pobreza. Principios indiscutibles, quehacen que el ALBA sea un proyecto tan atracti-vo y que merezca que uno se ponga de su parte.

Sin embargo, todo lo anterior está en altoriesgo, si se deja prosperar la corrupción. Lo ad-vertimos con sentido de responsabilidad e inde-pendencia de criterio. Estaremos denunciando loque se aparte de los principios establecidos.

mericano también está en marcha, aunque lequeda mucho por mostrar de su eficacia.

La Universidad del Sur, formará técnicos,científicos, profesionales, intelectuales vincula-dos a intereses de sus pueblos, naciones y esta-dos. Estimulará la conservación y avance de cul-turas que conviertan el saber y el interés de laregión en base de poder y de tendencias políticaspropias y universales, a la vez.

En fin, una moneda común es un propósitoincipiente pero necesario.

Por todo lo anterior concluyo que es hora degritar: SÍ, SÍ, SÍ al ALBA, y de dejar morir demuerte natural al ALCA, que ya no requiere demayores demoliciones en la conciencia de losciudadanos que quieren ser libres. Las energíasdeberían concentrarse en construir con decisiónesa integración soberana latinoamericana y delCaribe.

¿¿YY llaa ccoorrrruuppcciióónn??

Es el grave peligro que acecha.

Luchar contra la corrupción deberá ser unade las prioridades, porque humano es caer, y losmillones de dólares petroleros son una carnadademasiado tentadora, de la que pueden valerselos enemigos para crear escándalos. Durante laPresidencia del General Obregón se hizo famosoaquello de que “ningún general mexicano resis-te un cañonazo de cien mil dólares”.

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que estas guerras eran religiosas y que la Inde-pendencia fue fruto de una revolución religiosa oclerical, al ver sacerdotes y frailes luchando enlas batallas, y contar 16 clérigos entre los 53 fir-mantes del Acta de la Independencia, como ocu-rrió el 20 de julio de 1810 en Bogotá.

Curas realistas de Pasto, en el departamentode Nariño, durante la Gran Colombia, alentaronla rebelión para la reconquista española que di-rigió el general Agualongo, creando un tapóninexpugnable entre Quito y Bogotá. Ya éste se di-rigía a Quito, cuando Bolívar asumió personal-mente la defensa, saliendo de Guayaquil a mar-chas forzadas para derrotar a los insurgentes enla famosa batalla de Ibarra, la única que dirigiópersonalmente en Ecuador.

Dentro de este contexto se entienden los en-frentamientos del Libertador con la jerarquíarealista, y que, a raíz de la Independencia, la ma-yoría de los obispos y curas realistas hubiera teni-do que salir desterrada para Cádiz, lo que dejó laAmérica liberada, sin jerarquía durante variosaños hasta que se normalizaron las relaciones. Suinfluencia no debió ser poca en la redacción delBreve Pontificio Etsi Longuissimo del 30 de enerode 1816, condenatorio de la Independencia Ame-ricana, declarándola revolución impía.

Yves Saint Geours, al tratar de la Iglesia en laIndependencia señala con signos de admiración:¡La Iglesia pudo pasar de ser un cimiento del or-

LLaa IIgglleessiiaa CCaattóólliiccaa aannttee eell AALLBBAA

Es necesario poner este asunto en su contex-to general e histórico.

La Iglesia Católica ha adoptado una estructu-ra monárquica; los cardenales ostentan el títulode Príncipes y visten la púrpura del ImperioRomano; de hecho hay clero bajo y un laicado enel que, aunque parte del pueblo de Dios, las muje-res están excluidas del sacerdocio y del acceso alas más altas funciones administrativas. No espues de esperar una acción monolítica.

No la hubo durante la primera Independencia.La mayoría de los obispos españoles fueron realis-tas y mantuvieron fidelidad al Rey, considerandoque su autoridad venía de Dios. El Libertadorarguyó, fundamentado en la razón, como buenhijo de la Ilustración, que la soberanía reside en elpueblo, y se propuso establecer el gobierno del pue-blo, para el pueblo y por el pueblo. Fueron pocos,pero los hubo, los obispos a favor de la Indepen-dencia, generalmente criollos. La Iglesia no reac-cionó unánimemente en defensa de la Corona.

Otro aspecto contextual tiene que ver con la re-ligiosidad heredada de la Colonia, con raíces preincas e incas. Esto hizo que el culto religioso juga-ra papel importante en las batallas, con ejércitospuestos bajo el mando de la Virgen, como de laGuadalupana en México, y que se llevaran imáge-nes religiosas. Era un universo de fe. Algunoshistoriadores han interpretado erróneamente

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No parece factible, a juzgar por las expresio-nes del controvertido cardenal venezolano, Ro-salío José Castillo Lara, a quien el reportero co-lombiano Yamid Amat le oyó decir cuando loentrevistó:

… Hugo Chávez es un dictador paranoico, un cas-trista que se cree Bolívar, que más que una bendi-ción lo que necesita es un exorcismo.

Además, según Reuters, el Cardenal llamó arechazar el “nefasto gobierno”. Gobierno cuyasupuesta caída celebró con el contra revolucio-nario efímero presidente, señor Pedro Carmona,bebiendo champagne, como se le vio en un infor-mativo de la televisión venezolana de la época.No son expresiones ni comportamientos apropia-dos para un presidente emérito de la ComisiónPontificia para el Estado de la Ciudad del Vati-cano, así tenga 82 años y esté ya retirado en supueblo natal de Güiripa.

Tampoco trae buenos augurios la reciente de-claración del nuevo secretario general de la Aso-ciación Católica Internacional Ayuda a la IglesiaNecesitada, Norbert Neuhaus:

… En la actualidad, no se da una persecución dela Iglesia en sentido estricto, pero el gobierno estádifundiendo una ideología –el socialismo del sigloXXI–, que no es compatible con la doctrina socialde la Iglesia.

Según Neuhaus, en Venezuela se está llevan-do a cabo

den colonial, a convertirse en un cimiento del or-den republicano!16 Nostalgia que compartiría si-no fuera por el método de evangelización profun-damente solidario con la política imperial que, amediados del siglo XVIII, llegó a su cénit de pode-río e influencia en la sociedad, cuando el rey deEspaña era el verdadero jefe de la Iglesia, cuandoel método ha debido ser el puramente evangélicode ser la sal, el espíritu que anima, sin ambicio-nes de poder.

Quizás Fray Camilo Henríquez, en Chile, y elcura de Mompós, Juan Fernández de Sotomayor,en Colombia, quienes, como dijimos anterior-mente, compusieron catecismos para sintetizaresos principios evangélicos y animar a los revo-lucionarios, deban ser considerados precursoresde la Teología de la Liberación, que sigue vigen-te. El cura momposino sostenía que el cristianis-mo podía acomodarse a todos los regímenes polí-ticos y abogaba por la Independencia.

Basta esta breve pincelada contextual paraplantearse una pregunta:

¿Encontrará el ALBA eco oficial favorable porparte de la jerarquía católica, como el pueblo deDios lo desea a favor de la justicia, la equidad, losexcluidos que el neoliberalismo deja en la pobrezapermanente y cuya alternativa no es el ALCA?

16 En Historia de América Andina, volumen 4, Crisis del régi-men colonial e independencia, Quito, Universidad AndinaSimón Bolívar, Libresa, 2003, p. 272.

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quedaron sin pastores por muchos años. Lo mis-mo ocurrió en Cuba, los sacerdotes y cristianosque apoyaban la causa revolucionaria, en vez derecibir el apoyo de sus pastores, fueron descali-ficados, por una jerarquía que no entendió lossignos de los tiempos.

El citado reportero recuerda que Venezuela novivía una situación tan pugnaz desde la época delpresidente Antonio Guzmán Blanco, de quien di-cen historiadores que

… mantuvo frente a la Iglesia una actitud de inde-pendencia y orientó su política a fortalecer el Esta-do como institución soberana frente a la Iglesia y aimpedir la injerencia del clero en asuntos políticos.

Era su deber. La historia le reconoce el papelde civilizador, de modernizador de la Venezuelaque vivió.

Si bien fue un autócrata y pudo haberse exce-dido en algunas de sus políticas, Guzmán Blancomantuvo frente a la Iglesia una actitud de inde-pendencia. Orientó su política a fortalecer el Esta-do, como institución soberana frente a la Iglesia, ya impedir la injerencia del clero en los asuntosciviles y políticos.

La Iglesia reaccionó ante medidas, que hoynadie disputa, como dar la primacía al registrocivil sobre los registros parroquiales, prohibir lacelebración de bautizos, matrimonios o entierrossin la constancia de haberse cumplido antes la

… una sistemática toma del poder en una de lasnaciones más poderosas de Latinoamérica; unatoma del poder planificada y orquestada por fuer-zas que cooperan estrechamente con Fidel Castro.

La presencia cristiana en la Revolución Boli-variana, la podrán asegurar, dentro de un espí-ritu evangélico, no prepotente, los cristianos delas comunidades de base, que tendrán el apoyode reconocidos hombres y mujeres de fe desdetodos los puntos cardinales del globo.

El profesor François Houtart, quien estuvode paso en Caracas diez días antes del Referén-dum, hizo un llamado a los cristianos, sacerdo-tes y obispos, haciéndoles ver que, si bien laRevolución Bolivariana puede estar llena de de-fectos, el problema para los cristianos no es es-perar a que una revolución sea hecha por ánge-les, sino elegir entre sus ambigüedades, las delos que luchan para eliminar la pobreza o las delos ricos que se defienden.

Se repiten los errores de las jerarquías ecle-siásticas que no saben convivir con revoluciona-rios “ateos, comunistas”, pero sí, y muy bien, concapitalistas, léase, Franco, Pinochet, por citar u-nos pocos. En Venezuela se repite la historia deuna Iglesia Católica identificada con los podero-sos, como en tiempos de Bolívar, cuando la jerar-quía se encontraba identificada con el absolutis-mo monárquico de Fernando VII. Los obisposmonárquicos tuvieron que salir de las antiguascolonias de España y los países independizados

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Diecisiete millones de venezolanos y venezolanas–casi el 70% de la población– reciben, por primeravez en la historia, asistencia médica gratuita,incluidos los medicamentos y, en unos pocos años,todos los venezolanos tendrán acceso gratuito auna atención médica por excelencia.

Se suministran hoy más de 1 millón 700 mil tonela-das de alimentos a precios módicos a 12 millones depersonas, casi la mitad de los venezolanos, un millónde ellos lo reciben gratuitamente, de manera transi-toria. Estas medidas han generado un alto nivel deseguridad alimentaria a los más necesitados.

Señor Presidente, se han creado más de 700 milpuestos de trabajo, reduciéndose el desempleo en9 puntos porcentuales, todo esto en medio de agre-siones internas y externas, que incluyeron un gol-pe militar facturado en Washington, y un golpepetrolero facturado también en Washington, pesea las conspiraciones, a las calumnias del podermediático, y la permanente amenaza del imperio ysus aliados, que hasta estimula el magnicidio. Elúnico país donde una persona se puede dar el lujode pedir el magnicidio de un Jefe de Estado, esEstados Unidos, como ocurrió hace poco con unreverendo llamado, Pat Robertson muy amigo dela Casa Blanca: pidió públicamente ante el mundomi asesinato y anda libre, ¡ese es un delito inter-nacional! ¡terrorismo internacional!

Además es contradictorio criticar los planesoficiales llamados Misiones, a favor de los po-bres, diciendo que no han resuelto los problemasde alimentación, salud y trabajo, y manifestan-do que “está claro que los más necesitados no se

formalidad civil, decretó la secularización de loscementerios e instituyó el matrimonio civil.

Ahora la Iglesia venezolana se queja de que elgobierno le quitó el financiamiento de obras socia-les que hacía con ese dinero. Sin embargo, las o-bras sociales continúan magnificadas en las mi-siones, a las que el gobierno ha aportado casi tresmil millones de dólares provenientes de los ingre-sos petroleros extraordinarios para financiar dece-nas de programas de desarrollo e infraestructuraa lo largo del país. Una de ellas, la “Robinson”, queacabó con el analfabetismo, denominada así porSamuel Robinson, el preceptor del Libertador.¿Querrá la jerarquía venezolana tener la autoríapara su proselitismo. ¿Es evangélico?

En su discurso ante la Sexagésima AsambleaGeneral de la Organización de Naciones Unidas(ONU). Nueva York, jueves 15 de septiembre de2005, el presidente Hugo Chávez Frías informósobre la labor de las misiones:

… En apenas siete años de Revolución Bolivaria-na, el pueblo venezolano puede exhibir importan-tes conquistas sociales y económicas. Un millón406 mil venezolanos aprendieron a leer y a escri-bir en año y medio, nosotros somos 25 millonesaproximadamente y, en escasas semanas el país,dentro de pocos días, podrá declararse libre deanalfabetismo, y tres millones de venezolanosantes excluidos por causa de la pobreza, fueronincorporados a la educación primaria, secundariay universitaria.

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manos la clave para superar las tensionesentre el gobierno de Hugo Chávez y la IglesiaCatólica, instruyendo a la jerarquía venezola-na en los términos de su saludo al nuevoembajador de Caracas ante el Vaticano, señorIván Guillermo Rincón Urdaneta, hastaahora presidente del Tribunal Supremo deJusticia. Al recibir sus cartas credenciales enCastel Gandolfo, el 25 de agosto, le dijo:

… Espero vivamente que se disipen las difi-cultades actuales en las relaciones Iglesia-Estado y se vuelva a una fecunda colabora-ción en continuidad con la noble tradiciónvenezolana.

La jerarquía católica venezolana tiene lapalabra.

En cuanto a las relaciones con las iglesiasevangélicas, esperamos que no estén en ma-nos del reverendo Pat Robertson, quien im-punemente pidió el asesinato del presidenteChávez en uno de sus programas televisivos,Club 700. Según este fanático fundador de laCoalición Cristiana de Estados Unidos y excandidato presidencial republicano, aliado deBush:

… Tenemos la capacidad de eliminarlo y creoque ha llegado el momento de ejercer esacapacidad. No necesitamos otra guerra de 200000 millones de dólares para deshacernos de,ustedes saben, un dictador autoritario.

Y concluyó: “Es mucho más fácil enviar a

benefician con las Misiones, porque darles unalimosna es mantener, perpetuar, la pobreza”.¿Los ha resuelto la Iglesia con sus obras sociales?

¿Por qué la Iglesia no se preocupa más bienpor mantener su objetividad para tener autori-dad moral en la defensa de los derechos huma-nos, cuando haya que hacerlo?

Sabemos, sin embargo, que la púrpura carde-nalicia no inmuniza contra la inmoralidad, y quecon actitudes y comportamientos de esta natura-leza contribuye a polarizar la población. SegúnReuter,

… las palabras de Castillo agregan nueva tensión ala ya deteriorada relación entre el gobierno del mi-litar nacionalista y la jerarquía católica.

Si el Cardenal releyera la historia sobre laemancipación sudamericana, encontraría en losinformes episcopales a Pío VII, una frase de su an-tecesor, Monseñor Coll y Prat, obispo de Caracas,quien en 1823 escribió:

… No se puede, sin caer en la herejía de Montes-quieu, pretender que el Catolicismo conviene me-jor a la Monarquía y el Protestantismo a la Repú-blica: la Iglesia se acomoda a todas las formas queun Estado quiera darse.17

El actual papa Benedicto XVI tiene en sus

17 En Pedro Leturia, La emancipación sudamericana en losinformes episcopales a Pío VII, Buenos Aires, 1935, p. 63;citado por Marie-Danielle Demélas e Ives Saint-Geours, Lavie quotidienne, ibídem p.57, que a su vez cita en La His-toria de América Andina, ibídem, p. 326.

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concluye la arriba mencionada Deborah James,Directora de Economía Global de Global Exchan-ge, San Francisco, citada por ALAI.

LLeecccciioonneess rreecciieenntteess ddee llaa hhiissttoorriiaa ssoobbrreeiinntteeggrraacciióónn:: eell ccaassoo ddee llaa UUnniióónn EEuurrooppeeaa

No bastan los enfrentamientos y denunciascontra el ALCA, ni los discursos contra la libera-lización, la desregulación y la privatización delos servicios. Más allá de los buenos propósitosde construir una alternativa con el ALBA, esineludible establecer una estrategia basada enun plan de acción que se desarrolle como un pro-ceso en el tiempo.

Ésta exige programas concretos, educativos,informativos, convincentes, que expliquen cuálesson los mecanismos para crear ventajas coopera-tivas; cómo se va a hacer realidad la cooperaciónde fondos compensatorios para corregir las dispa-ridades; cómo se le abre una posibilidad a la ne-gociación en bloques sub-regionales, que permi-tan constituir alianzas estratégicas; cómo cons-truir consensos para repensar los acuerdos de in-tegración en función de alcanzar un desarrolloendógeno nacional y regional que erradique la po-breza, corrija las desigualdades sociales y asegu-re una creciente calidad de vida para los pueblos.En fin, cómo hacer posible que emerja un nuevo

agentes clandestinos a hacer la tarea de unabuena vez”.

Para el portavoz del Departamento de Estado,Sean McCormack, tal acto criminal fue calificadosimplemente de “inapropiado”, cuando tiene todaslas connotaciones de ilegalidad, tanto contra lasleyes federales del país, como contra leyes inter-nacionales, y la ley judeo-cristiana que el tele-evangelista profesa seguir y predicar. Iría contralas disposiciones antiterroristas por las que elgobierno está expulsando del país a Imanes queprediquen violencia en sus mezquitas. Era dehaber esperado una reacción ejemplarizante, aun-que, en sus mismos comentarios Robertson invocóel instrumento primordial de la política de losEE.UU. de intervención y dominación en elHemisferio Occidental, la Doctrina Monroe querige desde 1823, al decir: “No podemos permitirque esto suceda en nuestra esfera de influencia”,refiriéndose a la influencia de Chávez en AméricaLatina y el Caribe.

Si el gobierno estadounidense no tuviera una histo-ria de provocación con ataques infundados en lasrelaciones EE.UU.-Venezuela, habría poco motivode preocupación por los comentarios de Robertson.Pero en vista de los hechos históricos de la partici-pación de los EE.UU. en el derrocamiento de go-biernos democráticamente elegidos, junto con suactual agresión hacia Venezuela, esta incitación alhomicidio terrorista por un partidario clave deBush resulta preocupante

18 Artículo “Proyectos neoliberales y resistencias populares”,enero de 2005.

http://www.alainet.org/active/show_text.php3?key=8384

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dades regionales, centroamericanas, del Merco-sur, del Caribe, de México, volviendo a la idea deMiranda. La Alternativa Bolivariana adecuaría a-sí, dentro del espíritu del Libertador, las integra-ciones regionales.

Podemos aprender de la Comunidad Euro-pea, si hacemos un repaso de algunos de los hi-tos, que jalonan su historia.19 Y sin olvidar lo es-crito al respecto por Bolívar en su histórica Car-ta de Jamaica, en la que califica de “laudabledelirio” la idea del abate Saint Pierre que con-cibió reunir un congreso europeo “para decidirde la suerte de los intereses de aquellas nacio-nes”. Delirio hecho realidad, como puede ser laintegración latinoamericana.

AAllgguunnooss hhiittooss ddee llaa hhiissttoorriiaa ddee llaa CCoommuunniiddaadd EEuurrooppeeaa::

1. Un largo proceso de gestación

El Movimiento Pan-Europa, fundado por elaustriaco Conde Coudenhove Kalergi, surgió en1923. El Conde se quejaba de los mil años derivalidad entre las dos naciones más populosas,Francia y Alemania. He aquí lo que sostuvo:

… Europa como concepto político no existe; estaparte del mundo engloba a pueblos y estados queestán instalados en el caos, en un barril de pólvorade conflictos internacionales, y en un campo abona-

19 Ver La Construcción de la Comunidad Europea: http://www.fortunecity.es/imaginapoder/humanidades/587/cee.htm#_Toc506649361

liderazgo político, económico, social y militar enAmérica Latina y el Caribe, como se propone.

Con razón Edgardo Lander, anteriormentecitado,18 advierte que

… no hay, sin embargo, nada en la idea de integra-ción sudamericana, que en sí misma, por su propiacondición de ser latina o sudamericana, sea nece-sariamente más favorable a los intereses de lospueblos. Todo depende de los modelos de integra-ción en juego. Se abre con la Comunidad Suda-mericana de Naciones un nuevo terreno de luchacontinental. El destino de este proyecto de inte-gración y la respuesta a la cuestión básica de sipuede o no llegar a ser favorable a los interesespopulares, más que del contenido de sus textosfundantes (sic), dependerá del resultado de lasluchas sociales y políticas, de la capacidad de lasfuerzas populares para revertir las tendenciaspolíticas y económicas hoy hegemónicas en la ma-yor parte del continente.

Quienes propendemos por una salida como laAlternativa Bolivariana para América Latina yel Caribe (ALBA), deberíamos repasar la histo-ria de cómo se constituyó la Unión Europea, queno se hizo de la noche a la mañana. Tuvo su ges-tación, lanzamiento, y luchas organizativas, queperduran.

Y elaborar muy bien el plan de acción, partien-do de la discusión sobre la conveniencia de lasintegraciones regionales, entre las cuales damosimportancia a la comunidad de naciones que inte-graron la Gran Colombia, junto con otras comuni-

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europea en el mundo. Surgieron las dos nuevassuperpotencias, los Estados Unidos y la UniónSoviética. Golpe mortal también para la integra-ción independiente de América Latina, que quedómás sometida aún a la hegemonía gringa y a losefectos de la Guerra Fría.

Sin embargo, desde 1946, el ex-primer minis-tro británico, Winston Churchill, dio el primerpaso hacia la integración, empeñado en superarlos nacionalismos agresivos que habían llevadoal continente a la catástrofe y de adoptar el idealde una Europa unida y pacífica como proyectocomún.

América Latina se quedó, por el contrario, in-hibida en el neocolonialismo.

3. Factor integrador del Plan Marshall

Surge el “Plan Marshall” de ayuda económicaa los países europeos para fomentar el desarro-llo económico de la destrozada Europa e impedirla extensión del comunismo. Para ello se creó en1948, la Organización para la Cooperación Eco-nómica Europea (OECE), que administrase yorganizase el reparto de la masiva ayuda econó-mica del “Plan Marshall”. Este fue uno de losprimeros organismos que agruparon a gran par-te de los países de la Europa occidental. LaOECE ayudó a liberalizar el comercio entre losestados miembros; introdujo ideas tendentes aacuerdos monetarios; y a desarrollar, en general,

do de conflictos futuros. Ésta es la Cuestión Euro-pea: el odio mutuo de los europeos que envenena laatmósfera. (...) La Cuestión Europea será resueltasolo mediante la unión de los pueblos de Europa (...)El mayor obstáculo a la realización de los EstadosUnidos de Europa son los mil años de rivalidad.

En esto, la integración latinoamericana le lle-va cierta ventaja, pues fue propuesta mucho an-tes por Simón Bolívar en su Carta de Jamaica,Kingston, Jamaica, 6 de septiembre de 1815. Yno llevamos mil años de rivalidad entre las na-ciones, si bien nos parecemos en otros aspectos.Más aún, Bolívar previó la unión para AméricaLatina desde un principio y rechazando un Pa-namericanismo, pues la realidad es diferente dela que condujo al Paneuropeismo. En Europa, a-penas en 1929, Aristide Briand, primer ministrofrancés, defendió la idea de una federación denaciones europeas basada en la solidaridad y enbusca de la prosperidad económica y la coopera-ción política y social. “Pienso que entre los pue-blos que están geográficamente agrupados comolos pueblos de Europa, debe existir una suertede vínculo federal”, dijo en un célebre discursoante la Asamblea de la Sociedad de Naciones.

2. La pérdida del impulso integrador fue recupe-rada rápidamente

Las ideas de solidaridad y de cooperación reci-bieron en Europa un golpe mortal con el exaltadonacionalismo de Hitler. Sobrevino la SegundaGuerra Mundial, que acabó con la hegemonía

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nidad Europea del Carbón y el Acero, la CECA,que convirtió en realidad el Plan Schuman de1950. A esta primera comunidad europea se unie-ron seis países: Francia, Alemania, Italia, Bélgica,Países Bajos y Luxemburgo.

Ante esta realidad, sin que haya que copiarpaso a paso a la Comunidad Europea, sí es indis-pensable la existencia de visionarios que dise-ñen un Plan a lo Monet. Es un paso esencial. Esevidente que la integración económica es el ca-mino básico hacia la unidad.

Desde mi ingreso a la Universidad de Lovainaen el otoño de 1954, tuve la suerte de seguir lasdiscusiones sobre la unión europea, e inclusive deasistir a conferencias que dieron en la universidadlos grandes impulsadores, como el Primer Minis-tro belga, Paul Henri Spaak.

Y tuve la suerte de seguir por la prensa fran-cesa la conferencia que, bajo la presidencia deSpaak, reunió en Messina, en 1955, a los minis-tros de Asuntos Exteriores de los Seis, que fue elpaso definitivo en la construcción europea. El 25de marzo de 1957, “los Seis” firmaban los Trata-dos de Roma por los que se creaba la ComunidadEuropea de la Energía Atómica (Euratom) y laComunidad Económica Europea (CEE) con elobjetivo político de integración progresiva entrelos diversos países miembros, mediante unaunión aduanera, que hizo que la CEE fuese co-nocida popularmente como el “Mercado Común”.Se acordó un proceso transitorio de doce años

la cooperación económica en aspectos concretos.Y surgió el Benelux (Unión Aduanera deBélgica, los Países Bajos y Luxemburgo), con laaplicación de un arancel exterior común.

En 1949, se fundaron, la OTAN, alianza mili-tar occidental enfrentada a la URSS, y el Con-sejo de Europa, que trata de fomentar la coope-ración política entre los países europeos.

América Latina, en vez de un “Plan Mar-shall”, recibe el peso descomunal de la deudaexterna, que consume la mitad o más de sus pre-supuestos nacionales. Lo que hace imperiosoque para la integración latinoamericana, seluche frontalmente por la abolición de la deudaexterna en la mayoría de sus casos y en la nego-ciación sobre su pago con moratorias adecuadasen otros.

4. Diseño de un Plan para la integración económica

El primer paso en la creación de la Comu-nidad Europea lo dio Robert Schuman, ministrode Asuntos Exteriores, francés, al proponer, el 9de mayo de 1950, el plan diseñado por JeanMonnet para integrar y gestionar en común laproducción franco-alemana de carbón y acero.Esta medida de integración económica buscabadesarrollar el acercamiento entre Francia y Ale-mania, alejando definitivamente el espectro dela guerra en Europa. Así, por el Tratado de París,firmado el 18 de abril de 1951, nació la Comu-

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ban directamente a los empresarios, propuso la a-probación de una Carta Social que garantizaraunos niveles mínimos sociales a todos los trabaja-dores europeos.

El Tratado de la Unión Europea (TUE), cono-cido también como “Tratado de Maastricht”, fir-mado en Holanda en 1992, es una piedra angularen el proceso de integración europeo. Modificótratados anteriores, sobrepasando el objetivo eco-nómico inicial de Mercado Común, para hacer launidad política. Este Tratado consagró oficial-mente el nombre de “Unión Europea” que sustitu-yó al de Comunidad Europea.

7. Una piedra en el zapato

En 1988 la premier británica, Margaret Tat-cher, junto con el presidente norteamericano,Ronald Reagan, protagonizaron la “revoluciónneoliberal”: menor intervención del Estado en laeconomía y en la protección social, desregulaciónde los sectores económicos, disminución delpoder de los sindicatos, reducción de impuestos.Thatcher fue tajante al respecto:

… Tratar de suprimir el concepto de nación y tra-tar de concentrar el poder en un organismo euro-peo sería muy perjudicial(...) No necesitamos nue-vas regulaciones que eleven el coste de la mano deobra y que hagan al mercado de trabajo menos fle-

para el total desarme arancelario entre los paí-ses miembros.

6. Adopción de políticas comunes

Elemento esencial de lo acordado en Romafue la adopción de una Política Agrícola Común(PAC), que garantizaba a los agricultores euro-peos un nivel de ingresos suficiente al evitar lacompetencia de productos de terceros países ymediante la subvención a los precios agrícolas.

En 1979, se creó el Sistema Monetario Euro-peo, acompañado de la creación del ECU (Euro-pean Currency Unit), que se convertiría en elEuro.

En 1985, los tres países del Benelux, Franciay Alemania firmaron el denominado Acuerdo deSchengen, al que posteriormente se han ido ad-hiriendo la mayoría de los países comunitarios.Se iniciaba así una ambiciosa iniciativa paragarantizar la libre circulación de las personas yla gradual supresión de fronteras entre los esta-dos comunitarios.

En 1986 se aprobó el Acta Única Europea, queconstituyó un importante impulso en el proceso deintegración. El protagonista había sido el presi-dente de la Comisión, el socialista francés, Jac-ques Delors, quien no solo promovió la unión eco-nómica y monetaria, como elemento clave en elproceso de integración, sino que, para equilibrarlos avances de la unidad comercial que beneficia- 20 Discurso pronunciado en el Colegio de Europa, Brujas

(Bélgica), el 20 de septiembre de 1988.

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cias populares” en los países de Europa centraly oriental, a raíz de la caída del Muro de Berlín,el 9 de noviembre de 1989, y la crisis de la UniónSoviética que culminaría con la caída del régi-men comunista y la desintegración del propioestado en 1991.

La historia se está acelerando también paranosotros en América Latina y el Caribe, con eladvenimiento de la hegemonía única en el mun-do desde nuestro hemisferio. Es hora de dejarnuestras rencillas y empeñarnos en la construc-ción de la alternativa que nos brinda el ALBA, loque implica serios esfuerzos de organización so-bre la base de planes concretos que surjan desdelas bases y cimienten la solidaridad.

9. Pero el siglo XXI trae sus crisis que hay que superar

La victoria del “No” a la Constitución Políticade la Unión Europea, en Francia y en Holanda,fue interpretada por muchos como una profundacrisis histórica, que puede dar al traste con laEuropa unida, impidiendo su expansión a 25 omás países.

La razón de fondo de los socialistas rebeldes enFrancia para votar por el “No”, fue impulsar lareorientación de la UE con su rechazo a una U-nión Europea neoliberal. La extrema derecha queformó parte de tan heterogénea alianza, votóimbuida de nacionalismo, chovinismo y racismo,anti inmigración y anti Turquía. El pueblo castigó

xible y competitivo que el de nuestros proveedoresextranjeros(...) En Gran Bretaña lucharemos con-tra los intentos de introducir colectivismo y corpo-rativismo a nivel europeo, aunque la gente quierahacer en su propio país es asunto suyo.20

Esta posición, que se ha incrementado con losgobiernos de los presidentes Bush, padre e hijo,y que se ha concretado en su propuesta imposi-tiva de una Alianza de Libre Comercio para lasAméricas –ALCA–, se ha constituido en una pie-dra en el zapato para la integración latinoame-ricana.

La respuesta de Jacques Delors, 1989, comopresidente de la Comisión fue llamar a acelerarel proceso de integración europeo. La mismadebería ser la respuesta de los latinoamerica-nos, opuestos al ALCA, resueltos a implementaruna alternativa.

Siempre habrá debates entre defensores decooperación de naciones soberanas, como ocurrióentre De Gaulle y los que aspiraban por una Eu-ropa supranacional, como Monet, o entre las co-rrientes, federalista (integración política) yunionista (cooperación), o entre neoliberalismo yel otro mundo solidario posible.

8. La historia se aceleró

Como expresó Delhors, “La historia se estáacelerando y nosotros debemos hacerlo con e-lla...” Para la Comunidad Europea la historia seaceleró con el derrumbamiento de las “democra-

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de aquí al 1 de noviembre del 2006, cuando debeculminar el proceso de ratificaciones por vía par-lamentaria o ciudadana. Sin embargo, si dos añosdespués de la firma del Tratado (noviembre de2006), cuatro quintas partes de los países (20) lohan ratificado y “uno o varios” han “encontradodificultades” para ello, el Consejo Europeo (los 25jefes de Estado y/o Gobierno de la UE) “examina-rá la cuestión”.

En América Latina, lo ocurrido a la UniónEuropea es un incentivo para impulsar la Alter-nativa Bolivariana para las Américas, ALBA, envez del Área de Libre Comercio de las Américas,ALCA, que se nos quiere imponer.

Quienes creemos que otro mundo es posible,no estamos solos; en Europa también hay oposi-ción al neoliberalismo, y a las injerencias de losEstados Unidos, que pretenden, entre otras co-sas, supeditar la política de defensa de Europa ala OTAN.

De ahí que para la construcción de la alterna-tiva al ALCA, los latinoamericanos debamos estu-diar la crisis por la que atraviesa la Unión Eu-ropea, para anticipar las crisis constructivas quesobrevendrán, mantener una genuina preocupa-ción por atender adecuadamente nuestras cuestio-nes sociales, económicas y de seguridad en losestados miembros, y empeñarnos en redactar untratado constitucional transparente, con partici-pación popular, no como el voluminoso de la UE,un documento de 485 páginas, incluyendo sus

a Chirac y votó contra el desempleo. En Holandase pidió también menos marketing y más solidari-dad; además, según las encuestas, los holandesestemían una disolución de su pequeño país en laEuropa ampliada y una injerencia de Bruselas encuestiones como su política liberal a favor de quelas parejas homosexuales reciban los mismos de-rechos que las heterosexuales en materia imposi-tiva y de jubilaciones.

En uno y otro caso influyó la política interna,y hubo un común denominador: desconfianza conel proceso de construcción europea neoliberal y eltemor por los problemas laborales y sociales, enparticular el desempleo.

El voto “No”, lejos de ser el fin del mundo, daráoportunidad para que la UE reflexione y tome unaorientación más social, opuesta al neoliberalismo.Será una larga batalla, pero no es la disolución dela Unión Europea pues las relaciones interestata-les seguirán regidas por el Pacto de Niza. Hayquienes recomiendan reforzarlo con un Niza Plus,añadiéndole elementos del frustrado texto consti-tucional que no requieran reformar el Tratado.Entretanto seguirán regidos además por el acuer-do que creó el espacio Schengen, integrado por 15países: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca,España, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Islan-dia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Portugal ySuecia.

Técnicamente, para que la Constitución fraca-se se necesita que la rechacen más de cinco países

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La integración en el ALBA de la comunidad re-gional del cono norte de América del Sur, cuya

desintegración como Gran Colombia, ha sido tanañorada desde 1830, aun en Ecuador, donde EloyAlfaro fue uno de los promotores de su recons-trucción, se enfrenta al reto de reaparecer actua-lizada, como comunidad regional, nutrida de susraíces indígenas y conservando todos sus elemen-tos culturales. Lo que significa restaurar los valo-res tradicionales de solidaridad y las prácticas co-munitarias.

La razón es obvia. La integración latinoameri-cana en construcción, como marco global, no ten-dría validez ni autenticidad dentro de la ópticaneoliberal de una economía de consumo, someti-da a la inexorable ley del mercado, sino fun-damentalmente dentro de la óptica de la econo-mía solidaria, de la primacía de lo social, al servi-cio del hombre.

De no ser así, una América Latina integradaal servicio del neo liberalismo entraría en crisis

EEppííllooggoo

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anexos y protocolos, que muy pocos votantes leye-ron y que, según la prensa, “quienes se tomaron eltrabajo de leerlo posiblemente no lo entendieron”.

Y hay una lección más que los latinoamerica-nos contrarios al ALCA podemos sacar, y es que laciudadanía debe mantener su poder decisorio porencima de los planes de burócratas y políticos,pues es también capaz de hacerse sentir, como lohicieron los ciudadanos franceses y holandesescon la entereza con la que fueron a las urnas, adefender sus puntos de vista. Entereza que nece-sitamos los latinoamericanos para no dejarnos se-ducir por los falsos halagos de los promotores delALCA. Pero sin olvidar la advertencia de Monnet,pues las integraciones regionales en un ALBAtambién se construirán en la crisis y serán la su-ma de las soluciones que les encontremos.

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Epílogo

242

Epílogo

como ciudadano, esperaría de los líderes respon-sables de servir de catalizadores para que el pue-blo se comprometa en la construcción de la GranPatria latinoamericana, diría que deberían privi-legiar el mediano y largo plazo, sobreponiéndo-se, aunque sin descuidar, a lo coyuntural; y conmiras a una integración en la solidaridad, privi-legiando lo social, no el mercado consumista, dan-do la importancia que tiene a la educación, lasalud y el empleo; que en todas sus acciones pre-domine la transparencia, la justicia, la equidad degénero, de raza, de condición social; que el poderno lo tomen como botín ni político ni económico,sino para servir, rodeándose de los más capaces,sin nepotismos, clientelismos, cacicazgos ni favori-tismos. Inflexibles ante la corrupción y los sobor-nos. Dando las órdenes a base de ejemplo y per-suasión, evaluando continuamente su acción, a-biertos a la crítica, dispuestos a corregir yerros, ano imponer sus intereses de grupo contrarios albien común.

Se puede afirmar sin hesitación que hay quebuscar la viabilidad a la integración, pese a losfactores coyunturales por los que atraviesan lasrelaciones entre los potenciales miembros, com-prometidas, como en el caso de Colombia, por lapolítica antinarcóticos en base a nocivas fumiga-ciones, la dependencia extrema de Colombia de losEstados Unidos, entre otros aspectos críticos. A loque se añaden prácticas violatorias de los dere-chos humanos, tanto por la violencia de Estado,

desde un principio, pues ya se tiene una idea decómo funciona una integración neoliberal en elcaso de la Unión Europea, rechazada por dos desus países fundadores, Francia y Holanda.

Pero el reto va más allá, pues no es un regre-so al pasado, sino una actualización y adapta-ción a la post modernidad, teniendo en cuentalos avances de las ciencias políticas y sociales, dela tecnología, y los procesos que vive el mundo,como la globalización y la prioridad que se da ala estructuración de economías por bloques y alas regiones por encima de los estados-nación.

“La pérdida de importancia del Estado-nacióny la afirmación de una regionalización abierta”,como nos lo recuerda Edgar Vieira Posada,

… han supuesto la gradual consolidación de estruc-turas internacionales con funciones supranaciona-les. Por consiguiente, otro de los paradigmas reva-luados por el nuevo contexto internacional es el dela soberanía, el cual, en lugar de seguir constitu-yendo un asunto de autoridad formal con un poderfocalizado en la autarquía de fronteras, va a funda-mentar el poder en la capacidad de desarrollarinterdependencias con otros estados, aspectos quede haber sido asimilados a tiempo por los estadoslatinoamericanos habrían permitido alcanzar otrosresultados en materia de integración.1

Si tuviera que resumir en un párrafo lo que,

1 Edgar Vieira Posada, La integración de América Latina, delCongreso Anfictiónico de Panamá en 1826 a una ComunidadLatinoamericana o Sudamericana de Naciones en el Año2010, Bogotá, Ed. Pontificia Universidad Javeriana, p. 124.

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Epílogo

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Epílogo

CCaanncciióónn aa llaa ddiissoolluucciióónn ddee CCoolloommbbiiaa

Por: Andrés Bello

Deja, discordia bárbara, el terreno

que el pueblo de Colón a servidumbre

redimió vencedor; y allá vomita,

aborrecida furia, tu veneno,

y esa tu tea, a cuya triste lumbre

el tierno pecho maternal palpita,

allá tan solo agita,

donde jamás fue oído

de libertad el nombre,

y donde el cuello dobla, encallecido

bajo indigna cadena, el hombre al hombre.

¿El que la ley ató sagrado nudo

que se dignaron bendecir los cielos

en tanta heroica lid desde los llanos

que baña el Orinoco hasta el desnudo

remoto Potosí, romperán celos

indignos de patriotas y de hermanos?

¿De labios colombianos

saldrá la voz impía:

Colombia fue? ¿Y el santo

título abjuraremos que alegría

al nuevo mundo dio y a Iberia espanto?

como por los abominables secuestros, que practi-can alzados en armas, sean guerrillas o paramili-tares, en relación con el narcotráfico y el lavado dedineros.

Hay que dejar constancia, ante todo, de quese trata de construir un mundo de justicia,igualdad, libertad y fraternidad. “Tiene que ha-ber un sistema diferente al capitalismo”, decíaErnesto Cardenal, en entrevista para un diariocolombiano.

De lo contrario, el pasado se convertiría en pre-sente, y habría que seguir recitando, con renovadodolor, los versos que Andrés Bello, el gran ideólo-go y abanderado de la corriente de emancipaciónmental que condujo a la Independencia culturalde América Latina, compuso en 1829, cuya argu-mentación sigue siendo válida en función de launión en la Patria Grande latinoamericana y delCaribe.

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Epílogo

246

Epílogo

mis leyes, y mi nombre vituperio?

No de tener el corazón altivo

de sus padres blasone; no le anima

alma capaz de libertad e imperio.

En largo cautiverio

degeneraron; falta

para llevar a cabo

una empresa tan alta

generosa virtud al que fue esclavo.

¿Veislos violar el pacto, fementidos,

jurado apenas? ¿Veislos ya la espada

contra sí revolver? El ebrio sueño

desvanecióse; en breve, en breve uncidos

pedirán ser a la coyunda usada,

y de la voz se acordarán del dueño".

-¡Ciego error! ¡Vano empeño!

Si dejada el torrente

su natural costumbre,

arrastrare sus ondas a la fuente,

querrá volver el libre a servidumbre.

Mas, ¡oh vosotros!, ¿dejaréis que infame

la causa que os unió maldad tamaña?

¿Falta al acero empleo? ¿No hay tirano

que herencia suya vuestro suelo llame?

¡Ah! no será, ni en corazones cabe

que enamoró la gloria, tanta mengua;

o si pudo el valor desatentado

culpa, un momento, consentir tan grave;

honor lo contradijo, y de la lengua

volvió la voz al pecho horrorizado;

que no en vano regado

con la sangre habrá sido

de víctimas sin cuento

el altar, do en mil votos repetido

se oyó de unión eterna el juramento.

¿Qué acento pudo a la postrada España

más alegre sonar? Miradla el luto

mudar gozosa en púrpura fulgente.

Ya en su delirio, la visión apaña

del cetro antiguo, y el servil tributo

demanda con usura al Occidente.

Brilla en la cana frente

el orgullo altanero,

cual súbito revive,

cuando iba el rayo a despedir postrero,

la tibia luz que pábulo recibe.

¿Es éste el pueblo desdeñoso, esquivo,

¡con irrisión dirá ¿qué oprobio estima

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Epílogo

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Epílogo

para acudir a la común defensa?

¡Cuán otro el que así piensa

de los que libertaron

de los incas la cuna,

y al carro de Colombia encadenaron

en distantes batallas la fortuna!

Mirad, mirad en cuál congoja y duelo

a la Patria sumís, que la unión santa

con voz llorosa invoca y suplicante.

La dulce Patria, en que la luz del cielo

visteis primera, y do la débil planta

estampó el primer paso vacilante;

la que os sustenta, amante

y liberal nodriza;

la que en su seno encierra

de tanto ilustre mártir la ceniza,

¿teatro haréis de abominable guerra?

¡Guerra entre hermanos, fiera guerra,impía,

do el valor frenesí, do la lid crimen,

y aun el vencer ignominioso fuera!

¡Ah, no! volved en vos; y aquel que un día

amor de patria, aquéllas os animen

con que humillasteis la arrogancia ibera,

¿Vengóse ya la sangre que lo baña?

¿Los rumbos olvidó del océano

el pabellón hispano?...

¿Qué digo? A vuestra vista

las barras y leones

en arreo despliega de conquista,

y guía a nueva lid nuevas legiones.

Sí, que de Cuba en la vecina playa

¡merced a los furores parricidas

que en común daño alimentáis, y afrenta!

os amenaza Iberia, os atalaya,

y de combates mil las esparcidas

reliquias apellida, y junta, y cuenta.

De allí la seña ostenta

a la traición aleve,

que callada vigila

entre vosotros, y las tramas mueve

de oculto fraude, y ya el puñal afila.

¿Y en míseras contiendas distraídos

la pública salud tenéis en nada?

¿Queréis que, de humo y polvo en nubedensa,

el bronce tronador dé a los oídos

súbito aviso de enemiga entrada,

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Gustavo Pérez Ramírez

virtud sublime, austera,

y ardiente sed de fama,

y fe de limpio brillo;

una es la senda a que la Patria os llama,

uno el intento sea, uno el caudillo.