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Albert Camus. Datos biográficos. Nace en Argelia el 7 de noviembre de 1913. Fallece el 4 de enero de 1960. Su madre era de origen español y su padre, Lucien Camus, de Argel, era comerciante de vinos. - PowerPoint PPT Presentation

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  • Albert Camus

  • Datos biogrficos

    Nace en Argelia el 7 de noviembre de 1913. Fallece el 4 de enero de 1960.

  • Su madre era de origen espaol y su padre, Lucien Camus, de Argel, era comerciante de vinos.

    Comenz a escribir a muy temprana edad: sus primeros textos fueron publicados en la revista Sud en 1932 Albert Camus a los 7 aos

  • En 1935 comienza a escribir El revs y el derecho que fue publicado dos aos ms tarde. En Argelfunda el Teatro del Trabajo que en 1937 reemplaza por El Teatro del Equipo: entre lo uno y lo otro abandona el Partido Comunista, al que estaba afiliado. Entra a trabajar en el Diario del Frente Popular, creado por Pascal Pia: su investigacin La miseria de la Kabylia tiene un resonante impacto. En 1940 el Gobierno General de Argelia prohibe la publicacin del diario y se las arregla para que Camus ya no encuentre trabajo. Camus se muda entonces a Pars y trabaja como secretario de redaccin en el diario Paris-Soir. En 1943 es lector para Gallimard, importante casa editorial parisina, y toma la direccin de Combate cuando Pascal Pia es llamado a ocupar otras funciones en la Resistencia contra los alemanes. Participa como articulista del peridico anarquista francs Le Monde Libertarie y fue miembro de la Federacin Anarquista..

  • El escritor con su hija Catherine, en 1947Camus y su esposa.

  • Camus muri el 4 de enero de 1960 , en un accidente de coche cerca deLe Petit-Villeleblin, lo cual para muchos resulta una muerte irnica, pues l, das antes de su accidente haba dicho "No conozco nada ms idiota que morir en un accidente de automvil" .

    Entre los papeles que se le encontraton se hall un manuscrito inacabado, El Primer Hombre, de fuerte contenido autobiogrfico y gran belleza

    Obtuvo en 1957 el Premio Nobel de Literatura

  • Lejos de ser un incentivo para continuar reafirmando su obra, el premio Nobel de Literatura que recibi el 10 de diciembre de 1957, a los 44 aos de edad fue una carga que apenas pudo soportar sobre sus hombros. En el Pars de la segunda mitad del siglo XX, se tena la certeza de que el Nobel era el ltimo clavo sobre el atad de una obra terminada. Algo ms del Nobel

  • Sin embargo, el golpe ms duro lo iba a recibir despus de la ceremonia de premiacin y mucho antes de la serie de repercusiones a posteriori. En una de las tradicionales recepciones que se organizan en honor de los ganadores de un Nobel, enfrente de una multitud de estudiantes universitarios, Camus era cuestionado sobre su carrera literaria, sus gustos personales, sus aficiones, sus influencias y muchas otras cosas que deba responder para cumplir con el protocolo. Aburrido por la incomodidad de verse situado en el pedestal de los ``grandes pensadores, intelectuales escritores'', en el que de momento, segn sus propias palabras, no consideraba estar, Camus se senta muy mal en la velada. De pronto un joven se puso de pie para tomar la palabra. Se trataba de un argelino que inmediatamente le reproch, con energa, su silencio con respecto al asunto de Argelia, an colonia francesa por esos aos (en esos momentos del reloj histrico, en Argelia, patria natal amada por Camus, se gestaban los acontecimientos polticos, sociales, culturales y econmicos -con violencia o sin ella- que desembocaran en la revolucin que le dio la independencia a Argelia en 1962; es decir, dos aos despus de la muerte del autor de Calgula). Camus trat de conservar la serenidad y la cordura ante este nuevo ataque. En realidad, el joven vena a sumarse a la larga lista de amigos, enemigos y gente que le reclamaba, desde dos aos atrs, su falta de compromiso en un asunto en el que l era pieza fundamental (o al menos as queran verlo). Lo que ese argelino no poda comprender era cmo el hombre que con tanta vehemencia haba defendido los derechos de los ``indgenas'' de Argelia (musulmanes, rabes y cabilas), el hombre que rompi con el Partido Comunista argelino por las injusticias cometidas en contra de los nativos de su nacin en nombre de una ideologa, ahora prefera guardar silencio en vez de participar en la construccin de la nacin argelina independiente. Lo que ese estudiante ignoraba, al igual que todos los dems, era que Camus, antes que cualquier otra cosa, era prudente, y que si guardaba silencio respecto a lo que tanto amaba era precisamente para no contribuir a su ruina. Ms all de convertirse en una abstraccin, en soberbia o en una pretendida indiferencia, el silencio sera una toma de postura mesurada en medio de los gritos de odio, el dogmatismo absoluto y la descalificacin sistemtica.

  • Al momento de conocer la decisin unnime para entregarle el Nobel, Camus declar que a partir de entonces iba a tener ms enemigos que amigos. Eso lo torturaba. Pero siendo un escritor acostumbrado a la hostilidad de los intelectuales parisinos, adems de un gran lector de Nietzsche, sabra distinguir lo verdadero de lo falso y beneficiarse del dolor que le brindara el desencanto. Camus saba a qu se enfrentaba; tal vez por eso nunca se cans de repetir que no l sino Andr Malraux, una gran influencia de juventud, deba ser el laureado de ese ao.

  • Para comprender esta tragedia en la que Camus viva y se desesperaba, habr que entender, en primer lugar, que el autor de Bodas era francs, nacido en Argelia, s, pero francs a fin de cuentas. Al igual que sus posturas ideolgicas, en este aspecto de su vida sus actos guardaron estrecha relacin con su realidad, y su realidad no congeniaba con la idea de que el fin justifica los medios. Primeramente, y como lo haba demostrado en 1955 durante un llamado pblico a la tolerancia y al dilogo en Argel, en medio de una violencia extrema y de amenazas de muerte, ahora se pronunciaba a favor de una Argelia unida, fraterna, en donde musulmanes, cabilas, rabes y franceses -de Francia y de Argelia- viviesen en paz. Despus de todo, su madre, sus tos, su hermano, sus sobrinas, la familia de su esposa Francine y algunos de sus mejores amigos continuaban en ese lugar. Entonces, a qu poda aspirar este hombre si su moral, su razn y sus sentimientos se encontraban al final de un oscuro callejn sin salida? A pesar de eso, el mutismo de Camus fue un voto por la paz y la igualdad de seres humanos universales, no de argelinos o franceses exclusivamente.

    Adems, el escritor nunca se detuvo, ni en el terreno de las ideas ni en el de las acciones. Sin alardes de egocentrismo o protagonismo (como, por el contrario, acostumbraba Sartre), Camus, con actos eficaces y reales, salv la vida a un considerable nmero de personas (150, aproximadamente) condenadas injustamente a muerte en Francia y en el extranjero. Intercediendo personalmente por ellas, logr mucho ms que estampando una simple firma en los manifiestos de izquierda o de derecha, ya fuera en los desplegados del Frente de Liberacin Nacional Argelino (FLN) o en las peticiones del prefecto de Argel.

  • Automvil en que el escritor sufre el fatal accidente.

  • El ftbol y la literatura fueron las dos grandes pasiones de la juventud de Camus.Entre 1928 y 1930 se desempe como arquero para el Racing Universitaire dAlgiers; aos ms tarde manifestara, en una entrevista, con el innegable entusiasmo por la exageracin de la sangre espaola en sus venas,que todo su sentido de la tica lo haba aprendido en el campo de ftbol. Sus estudios se vieron interrumpidos por un brote de tuberculosis en 1930,que tambien echo por tierra sus anhelos deportivos y que se mantendra recidivando por el resto de sus das. Tras reponerse form un Taller de Teatro para aficionados y se dedic al periodismo, lo que le permiti viajar al continente.Otras aficiones

  • Obras principalesEl revs y el derecho (L'envers et l'endroit) (1937) Bodas (Noces) (1939) El mito de Ssifo (Le mythe de Sisyphe) (1942) El extranjero (L'tranger) (1942) Calgula (Caligula) (1944) El malentendido (Le malentendu) (1944) La peste (La peste) (1947) Estado de sitio (L'tat de sige) (1948) Cartas a un amigo alemn (Lettres un ami allemand) (1948) Los justos (Les justes) (1950) El hombre rebelde (L'homme rvolt) (1951) La cada (La chute) (1956) El exilio y el reino (L'exil et le royaume) (1957) Una muerte feliz (une mort heureuse) (1971) El primer hombre (Le premier homme) (inconcluso, publicado por su hija en 1994)

  • El mito de SsifoNo te afanes, alma ma, por una vida inmortal, sino que apura el recurso hacedero.

  • Extenso ensayo, originalmente publicado en francs en 1942 como Le Mythe de Sisyphe.

    El ttulo del ensayo proviene de un atribulado personaje de la ,itologa griega. En l, Camus discute la cuestin del suicidio y el valor de la vida, presentando el mito de Ssifo como metfora del esfuerzo intil e incesante del hombre moderno, que consume su vida en fbricas y oficinas srdidas y deshumanizadas.

    De esta forma plantea la filosofa del absurdo, que mantiene que nuestras vidas son insignificantes y no tienen ms valor que el de lo que creamos. Siendo el mundo tan ftil, Camus pregunta, qu alternativa hay al suicidio? El ensayo se inicia: No hay sino un problema filosfico realmente serio: el suicidio.

  • Ssifo por hacer enfadar a los dioses, por su extraordinaria astucia, fue condenado a perder la vista y empujar perpetuamente un peasco gigante montaa arriba, hasta la cima, slo para que volviese a caer rodando hasta el valle, y as indefinidamente.

  • El extranjero(1942)Hoy ha muerto mam. O quiz ayer. No lo s. Recib un telegrama del asilo: Falleci su madre. Entierro maana. Sentidas condolencias. Pero no quiere decir nada. Quiz haya sido ayer.

  • Cuando nos vestimos nuevamente en la playa, Mara me miraba con ojos brillantes. La bes. A partir de ese momento no hablamos ms. La estrech contra m y nos apresuramos a buscar un autobs, regresar, ir a casa y arrojarnos sobre la cama. Haba dejado la ventana abierta y era agradable sentir derramarse la noche de verano sobre nuestros cuerpos morenos.

    Esa maana Mara se qued y le dije que almorzaramos juntos. Baj a comprar carne. Al subir oa una voz de mujer en la habitacin de Raimundo. Poco despus, el viejo Salamano rega al perro, omos ruido de suelas y uas en los peldaos de madera de la escalera y luego: Cochino! Carroa! Salieron a la calle. Cont a Mara la historia del viejo y se ri. Tena puesto uno de mis pijamas cuyas mangas haba recogido. Cuando ri, tuve nuevamente deseos de ella. Un momento despus me pregunt si la amaba. Le contest que no tena importancia, pero que me pareca que no. Pareci triste. Mas al preparar el almuerzo, y sin motivo alguno, se ech otra vez a rer de tal manera que la bes.

  • " Yo senta una naturaleza tal que mis necesidades fsicas desplazaban a menudo mis sentimientos. Cuanto ms reflexionaba, ms cosas desconocidas y olvidadas sacaba de mi memoria. Comprend entonces que un hombre que no hubiera vivido ms que un solo da podra sin esfuerzo vivir cien aos en una prisin. Tendra bastantes recuerdos para no aburrirse. (...) Comprend que haba destruido el equilibrio del da, el silencio excepcional de una playa donde haba sido feliz. Entonces dispar cuatro veces sobre un cuerpo inerte en el que se hundan las balas sin que lo pareciese. Fueron cuatro golpes breves con los que llamaba a la puerta de la desgracia. "

  • Por tercera vez he rehusado recibir al capelln. No tengo nada que decirle, no tengo ganas de hablar, demasiado pronto tendr que verle. En este momento me interesa escapar del engranaje, saber si lo inevitable puede tener salida. Me han cambiado de celda. Desde sta, cuando me tiendo, veo el cielo, y no veo ms que el cielo. Todos los das transcurren mirando en su rostro el declinar de los colores que llevan del da a la noche. Acostado, pongo las manos debajo de la cabeza y espero. No s cuntas veces me he preguntado si habr ejemplos de condenados a muerte que se hayan librado del engranaje implacable, desaparecido antes de la ejecucin, roto el cordn de los agentes. Me he reprochado ahora el no haber prestado suficiente atencin a los relatos de ejecuciones. Uno siempre debera de interesarse por estos temas. No se sabe nunca lo que puede ocurrir. Como todo el mundo, yo haba ledo informaciones en los peridicos. Pero existan, sin duda, obras especiales que nunca tuve curiosidad de consultar. Quiz en ellas habra encontrado relatos de evasiones. Me hubiera enterado de que, en un caso por lo menos, la rueda se haba detenido; de que en su precipitacin irresistible, el azar y la posibilidad, por una vez, al menos, haban cambiado alguna cosa. Una sola vez! En cierto sentido, creo que esto me hubiera bastado. Mi corazn habra hecho el resto. Los peridicos hablaban a menudo de una deuda para con la sociedad que, segn ellos, era necesario pagar. Pero esto no habla a la imaginacin. Lo que interesa es la posibilidad de evasin, un salto fuera del rito implacable, una loca carrera que ofrece todas las posibilidades de esperanza. Naturalmente, la esperanza consista en ser abatido de un balazo en la esquina de una calle, en plena carrera. Pero, bien considerado todo, ese lujo no me estaba permitido, todo me lo prohiba, el engranaje me enganchaba nuevamente.

  • Entonces, no s por qu, algo se rompi dentro de m. Me puse a gritar a voz en cuello y le insult y le dije que no rogara y que ms le vala arder que desaparecer. Le haba tomado por el cuello de la sotana. Vaciaba sobre l todo el fondo de mi corazn con impulsos en que se mezclaban el gozo y la clera. Pareca estar tan seguro, no es cierto? Sin embargo, ninguna de sus certezas vala lo que un cabello de mujer. Ni siquiera estaba seguro de estar vivo, puesto que viva como un muerto. Me pareca tener las manos vacas. Pero estaba seguro de m, seguro de todo, ms seguro que l, seguro de mi vida y de esta muerte que iba a llegar. S, no tena ms que esto. Pero, por lo menos, posea esta verdad, tanto como ella me posea a m. Yo haba tenido razn, tena todava razn, tena siempre razn. Haba vivido de tal manera y hubiera podido vivir de tal otra. Haba hecho esto y no haba hecho aquello. No haba hecho tal cosa en tanto que haba hecho esta otra. Y despus? Era como si durante toda la vida hubiese esperado este minuto... y esta brevsima alba en la que quedara justificado. Nada, nada tena importancia, y yo saba bien por qu. Tambin l saba por qu. Desde lo hondo de mi porvenir, durante toda esta vida absurda que haba llevado, suba hacia m un soplo oscuro a travs de los aos que an no haban llegado, y este soplo igualaba a su paso todo lo que me proponan entonces, en los aos no ms reales que los que estaba viviendo. Qu me importaban la muerte de los otros, el amor de una madre! Qu me importaban su Dios, las vidas que uno elige, los destinos que uno escoge, desde que un nico destino deba de escogerme a m y conmigo a millares de privilegiados que, como l, se decan hermanos mos! Comprenda, comprenda pues? Todo el mundo era privilegiado.

  • La PesteObra fundamental de la literatura del siglo XX, publicada en 1947, con la que el autor logra el Premio de la Crtica de ese ao.

  • Esta novela supone un cierto cambio en su pensamiento: la idea de la solidaridad y la capacidad de resistencia humana frente a la tragedia de vivir se impone a la nocin del absurdo. La peste es a la vez una obra realista y alegrica, una reconstruccin mtica de los sentimientos del hombre europeo de la posguerra, de sus terrores ms agobiantes.

  • " La ciudad, en s misma, hay que confesarlo, es fea. Su aspecto es tranquilo y se necesita cierto tiempo para percibir lo que la hace diferente de las otras ciudades comerciales de cualquier latitud. Cmo sugerir, por ejemplo, una ciudad sin palomas, sin rboles y sin jardines, donde no puede haber aleteos ni susurros de hojas, un lugar neutro, en una palabra?. El cambio de estaciones slo se puede notar en el cielo. La primavera se anuncia nicamente por la calidad del aire o por los cestos de flores que traen a vender los muchachos de los alrededores; una primavera que venden en los mercados. (...) Oyendo los gritos de alegra que suban de la ciudad, Rieux tena presente que esta alegra est siempre amenazada. Pues l saba que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jams, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pauelos y los papeles, y que puede llegar un da en que la peste, para desgracia y enseanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa. (...) La felicidad llegaba a toda marcha, el acontecimiento iba ms deprisa que el deseo. Rambert saba que todo iba a serle devuelto de golpe y que la alegra es una quemadura que no se saborea. "

  • Pero el cronista est ms bien tentado a creer que dando demasiada importancia a las bellas acciones, se tributa un homenaje indirecto y poderoso al mal. Pues se da a entender de ese modo que las bellas acciones slo tienen valor porque son escasas y que la maldad y la indiferencia son motores mucho ms frecuentes en los actos de los hombres

  • El hombre en rebelda (1951) y en relatos breves como La cada y El exilio y el reino, obras en que orient su moral de la rebelda hacia un ideal que salvara los ms altos valores morales y espirituales, cuya necesidad le parece tanto ms evidente cuanto mayor es su conviccin del absurdo del mundo.

  • El hombre rebelde(fragmento)Todas las revoluciones modernas acabaron robusteciendo el Estado. 1789 lleva a Napolen, 1848 a Napolen III, 1917 a Stalin, las perturbaciones italianas de la dcada del 20 a Mussolini, la repblica de Weimar a Hitler. Estas revoluciones, sobre todo despus de que la primera guerra mundial hubo liquidado los vestigios del derecho divino, se han propuesto, no obstante, con una audacia cada vez mayor, la construccin de la ciudad humana y de la libertad real. La omnipotencia creciente del Estado ha sancionado cada vez esa ambicin. Sera falso decir que no poda dejar de suceder esto. Pero es posible examinar cmo ha sucedido, y quiz sirva de leccin.

  • Los hombres de accin, cuando carecen de fe, nunca creyeron sino en el movimiento de la accin. La paradoja insostenible de Hitler ha sido justamente querer fundar un orden estable sobre un movimiento perpetuo y una negacin. Rauschning, en su Revolucin del nihilismo, tiene razn cuando dice que la revolucin hitleriana era un dinamismo puro. En Alemania, sacudida hasta las races por una guerra sin precedentes, la derrota y la angustia econmica, no se mantena ya en pie valor alguno. Aunque haya que contar con lo que Goethe llamaba "el destino alemn de hacerse todas las cosas difciles", la epidemia de suicidios que afect a todo el pas entre las dos guerras dice mucho sobre la confusin de los espritus. No son los razonamientos los que pueden devolver la fe a quienes desesperan de todo, sino solamente la pasin, y en este caso la pasin misma que yaca en el fondo de esta desesperacin, es decir, la humillacin y el odio. Ya no haba un valor a la vez comn y superior a todos estos hombres, en nombre del cual les fuese posible juzgarse los unos a los otros. La Alemania de 1933 se decidi, por lo tanto, a adoptar los valores degradados de slo algunos hombres y trat de imponerlos a toda una civilizacin. En defecto de la moral de Goethe, eligi y sufri la moral de la pandilla.

  • Puesto que Alemania perda la guerra, era cobarde y traidora y deba morir: "Si el pueblo alemn no es capaz de vencer, no es digno de vivir". Hitler decidi, por tanto, arrastrarla a la muerte y hacer de su aniquilamiento una apoteosis, cuando los caones rusos derribaban ya las paredes de los palacios berlineses. Hitler, Goering, Himmler, Ley, se matan en subterrneos o celdas. pero esta muerte es una muerte para nada, es como un mal sueo, una humareda que se disipa. Ni eficaz ni ejemplar, consagra la sangrienta vanidad del nihilismo. "Se crean libres -grita histricamente Frank-. No saben que uno no se libera del hitlerismo". No lo saban, ni tampoco saban que la negacin de todo es una servidumbre, y la verdadera libertad, una sumisin interior a un valor que hace frente a la historia y sus triunfos.

  • La misin del escritor (fragmento)

    " Jams he podido renunciar a la luz, a la felicidad de existir, a la vida libre en que he crecido. Pero aunque esta nostalgia explique muchos de mis errores y de mis faltas, me ha ayudado sin duda a comprender mejor mi oficio, me sigue ayudando a mantenerme, ciegamente, junto a todos estos hombres silenciosos que no soportan la vida que se les hace en el mundo ms que por el recuerdo o el refugio en el remanso de breves y libres felicidades. "

  • Algunas frases

  • "Inocente es quien no necesita explicarse."

    "Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo."

    "No ser amados es una simple desventura; la verdadera desgracia es no amar."

  • "No ser amados es una simple desventura; la verdadera desgracia es no amar."

    La desdicha es como el matrimonio; se cree que se elige y, en realidad, se es elegido." "Es muy fcil obtener fama pero es muy difcil merecerla."

  • "La tirana totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demcratas."

    A pesar de las ilusiones racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia de la libertad."

  • El secreto de la felicidad consiste en resignarse a todas las catstrofes. Los tristes tienen dos motivos para estarlo: ignoran o esperan."

  • He comprendido que hay dos verdades, una de las cuales jams debe ser dicha.

  • La capacidad de atencin del hombre es limitada y debe ser constantemente espoleada por la provocacin."

  • Fin