al límite del desborde

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LA RAZÓN Escrito por Carlos Bruce / Jueves, 10 de setiembre de 2015 Al límite del desborde La explosión mortal de una granada de guerra acontecida esta semana en Villa El Salvador, a pocos metros de un centro escolar infantil, segando la vida de un policía, es una muestra sangrienta del grado de barbarie al que han llegado los delincuentes asesinos para cometer sus fechorías en nuestro país. Una de tantas otras que ha puesto al país hacia el desborde popular que busca hacer justicia por sus propias manos. Este es el límite al que nos ha llevado la inoperancia e incapacidad del gobierno para combatir la delincuencia. Frente a ello, mientras la población clama por protección para sus vidas, el presidente Humala pide “comprensión” porque dizque los índices de criminalidad están bajando; y el ministro del sector somete a “análisis jurídico” el cómo tratar a los delincuentes. Sólo se puede comprender la falta de gobierno y autoridad al ver tanta bestialidad de los delincuentes asesinos que actúan sin respetar ni la vida de los niños. Colegios, circos, negocios pequeños y grandes, a plena luz del día son objetos de los criminales que perpetran sus fechorías convencidos de la ausencia de las fuerzas del orden, además de la impunidad que logran negociar. Con razón, esta cruda realidad corrobora la reciente encuesta nacional que sitúa a la delincuencia (85%) como el principal problema que aqueja al país. Asimismo, no es difícil entender que el 93% de los peruanos a nivel nacional se siente inseguro en las calles. La gente está

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LA RAZÓNEscrito por Carlos Bruce / Jueves, 10 de setiembre de 2015

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Page 1: Al límite del desborde

LA RAZÓN

Escrito por Carlos Bruce / Jueves, 10 de setiembre de 2015

Al límite del desborde

La explosión mortal de una granada de guerra acontecida esta semana en Villa El Salvador, a pocos metros de un centro escolar infantil, segando la vida de un policía, es una muestra sangrienta del grado de barbarie al que han llegado los delincuentes asesinos para cometer sus fechorías en nuestro país. Una de tantas otras que ha puesto al país hacia el desborde popular que busca hacer justicia por sus propias manos.

Este es el límite al que nos ha llevado la inoperancia e incapacidad del gobierno para combatir la delincuencia. Frente a ello, mientras la población clama por protección para sus vidas, el presidente Humala pide “comprensión” porque dizque los índices de criminalidad están bajando; y el ministro del sector somete a “análisis jurídico” el cómo tratar a los delincuentes.

Sólo se puede comprender la falta de gobierno y autoridad al ver tanta bestialidad de los delincuentes asesinos que actúan sin respetar ni la vida de los niños. Colegios, circos, negocios pequeños y grandes, a plena luz del día son objetos de los criminales que perpetran sus fechorías convencidos de la ausencia de las fuerzas del orden, además de la impunidad que logran negociar.

Con razón, esta cruda realidad corrobora la reciente encuesta nacional que sitúa a la delincuencia (85%) como el principal problema que aqueja al país. Asimismo, no es difícil entender que el 93% de los peruanos a nivel nacional se siente inseguro en las calles. La gente está clamando por protección y justicia a cualquier precio sin reparar en los medios, aunque luego resulten contraproducentes.

A este grado límite de zozobra y desesperación ha llegado la sensación de la gente que considera en un 93% que el gobierno está haciendo poco o nada para librarlo de este problema.

A estas alturas ya nadie duda del fracaso del gobierno en política de seguridad ciudadana. Una situación crítica de desprotección que lleva a la población a clamar por medidas extremas de emergencia. Por ello, con toda razón la población desaprueba al gobierno con una nota de 8 sobre 20.

Dramática situación a la que nos ha conducido este gobierno, al punto de que la población está dispuesta a linchar a los delincuentes y a apostar por lo que sea con tal de librarse de esta pesadilla.