r tnografía( Is uirrt Razian

Li DEMARCACTON ( ()N 1

1 (T!1()g!a/Í(1 c.s e (11i It i u tini d ¡mt uni’!iI ‘ J zíuru

de sus aspecros fundaneita/ 1 i p r onzpnn h bii ae 1 i mi vimiExp1iqucnos os ternnn r ep’ual de tsta d i n (n

1.11 Introduecion

La etnografía e el estu í r Tics (1 iltu ( et1mos de unacomunidad.

Su carácWi decnpti o ni 1. paingi af a ¡xln a la enfrr nec1adqueda patente en las m noei al 1 1 ‘ di 1 tflQIa It a tn I a qu (a igualque la patologia , rei . 1 1 a’ riie ‘1

teórica.En la etnografía inir Ii i ht,ci lo ,.ir a iali i 1 la ru tur

en terminos de identidad. tntalul.iu .i ia pi io quc . orno i esiilt;td cl& L ac tino ctnografica, estamos en condiciones de c uii ei 1, d andad etnica de la iiiiiiiiidaii. de oiiprcnderla cultura como un «lucio organico tu (! i 1 R 1T (1111(1 eSfl (ultul a sta iva e LdiCa7 en

la resolución de los proNenii i i u dadhay dos tipos d etnoei

— la etnografia «mera aen e d 1 1110 lt 1ii gTaf

(casi siempre del nmnd i

— la ernografia «activa aui 1 a .1 i ai a . etnogr .11 1 uI ini di ig sil c

cultural» que, uni SC/ 5’ i ;ad. d i ‘ha a .1 comunista 1 toP anti que ‘u draceptarla o no, en vistas , s 1 • i ‘solucion d lo’ pi ot len a

a) Ies tres etapa. it s u

Como decia 1 es St i i aTttI i it 11 ive tris

disciplinas o tres con ep i in u ni i st estudio’ 5 r r ‘al d i tus etapa.so momentos de una misma mt csn ca u . pu cíen nema pom ini itm 1,’ timoS tenninos,sólo expresa que la atencuon e 1 d’u ie d. ci (ni ma predonunanP lmacmt un tipo de inves

tigación. que nunca puede es ln u (ni il 1 1 5 sr st leS 1)La etnugzafzi e nti t’i’ ‘

‘ “set’ga u ‘ ‘ ‘ “e n

ib j ir iiiijtud a

1 uialinr r

1 1 1 )l 1ir it nl; na a utinoia 1

1 InI 1 a rbiire ni r

ir insta ql1 t ti

1 seir

St ir. it ni aun le que Ui di iitiltt) itt iii

a i en ‘raÍ1 u nIza i erree ir. 1 1 i en

mOr. enmoto rntropológmco. Se haos solo saben hacer «etnografía»,oJo los sabios y experimentados

1 iba re sean tan numerosas las

Ui Jianfid para iris1,ust,rzrduiidos1 1 nad como el paso obligado,si ¿de teoricos umversitanos de

¿nr. zaemon al gobierno colonial).

q la justamente, jura observar me-tap arsr. u las comidas, las costumbres,

u e lecir que, al prmclpio, abaibucea

sirvation paiticrpante, la cultura elegida.mi 1 l relativizará su etnocentrismo,

Ir uquir ni de <aher totalmente: unau xli la vida. Cuando se ha llegado a

u ropia (aapropiada»).e riercader que compra «sensaciones

u no las inmegra en su vida simio comoti s como «pobres», «salvajes», «prie nercaderes del dolor, el sexo o la

miseria, en las pudras. en las catástrofes, filmando el d enudo de la id mlescentes en la selvn, etc, para vender exclusivas a la television, o has revistas graficus.

Este tipo de exotismo es la contraexpermencia antiopológmca

e) ¡Inmute el et,iorPfltrism() al partmmilarrvrnnlas etnocentrico el que se comporta como si no existiese sino su cultuz u como si las

«otras culturas» fuesen «inferiores»Por el contrario, la etnografía nos descubre las otras culturas, en toda su grandeza y

dignidad.Lste relativismo contrario al etnocentrismo, surgio corno respuesta a la violencia

generalizadora del evolucionismo y a su método comparativo Se oponia a sacat y abstraerlos lachos r.ultiirales dr sus CufltCXtO5 geugráficr’ luisiriricus, para, ncgandr rri dmfercnmas,poder homologar 1<is culturas, iealizrmdo ¿151 construcumone te airas.

Ial relaiivz Iii ) ha ¡uesto de mnanmimesto la siimgularidad umtirulaiidid dr lo pr > esoculturales (‘udtu cIeza se ha formado en un ruirluo geo rafe r tu i em a llaves de rirua bis-tonia singular; ¡mr r eso, cada cultura es nieta t’ iriepetit>Ie, un pameruiltuisnir. historien

I’sta reaccion relate isla ha generado, a veces, un exr. esr de etnogialisnro en su as ersión al cornparatisruo. Sus conclusiones podrman sei estas.. Los grupos humanos son diveisos en sus adaptaciones espacio teniporales sus sistcnmasculturales resultantes son unicos e nrepetihles

. Adniitir semejanzas de unos con otros no infiere prirmripmo alguno de universalidad

. Querer generalizar y universalizar representa una ansiedad por homologar (umtanismounificador), nacida de la inseguridad angustiosa o uk iiiia pasión mneomusemente de iodercentralizador

. La generaluxacion corupanatista e’ un reducr. ionismno que r. miupot)rere la riqne/a plural ilelo realMetodolor’rcaniente, ¡ara los paruruilaristas la entra realirla 1 1’ lu m u nímcaulm cirro

grafmeamenme:0 En el relativisnio se admite la realidad absoluta de lo relativo y la realidad relativa de loabsoluto, es decir, la realidad positiva de lo etnogrdfico la relativa realidad de lo etnologmeo

. Lo particular es complejo, mientras que la ahstracemon geneialraante es una simplificacionLa isornortia comparativa disuelve la realidad en henelicio de los principios Foda construcción teórica es una abstracción que honmologa la realidad (Iri des cualifica) para poder manipularla (cuantifieándola). Sólo son capaces de producir universalidad las culturas que sonsacadas de su semántica interna.

* Las culturas son absolutas para sí rmrima y relativa. para la deriras. Toda las culturasson igualnienue dignas porque han sido capaces de con trun < su mundo culturalPor eso. la eunografia. dicen. e la unten ti armscrrpcmon ix sible ile la r. ultura 1 a forma

es zimas generalizable que el contenido. la cuitidacl nra. qur la cualidad l>or cli , el relativisnuocultural cuestionru el valor y la legitimidad de la ernolo’iru, en r. entilo conocimiento antropologico.

Este particularismo histórico, de corle boasiano, ha recibido un notable impulso con eldiferencialismo y el postmodernisnmo surgidos como la emitica ¿rl mnonoeultuialismo troncalpropuesto por el estructuralismo.

LLZ El estudio etnográfico

lr.n el estudio etnográfico de una ci)tntinidad podernos di<trnguir entre pror cro,realización del «trabajo de campo» rucdiantr la «observacion participante> durante nr uiempsuficiente de uno o dos años, y en una comunidad no muy numerosa que m srmperr luis tres

1 1

todrlesi u

Ii ¿monográfico (producto). Es unamunidad desde la observación parti

1 er a aportaciones etnográficas,1 1 ripIe sintesis. geográfico-espacial,

al InI hombre abarca el objeto en11 >rinuientO aplicable al conjunto deila r ita modernas y tiende a conclu

u l sociedades humanas, desde ha gran5 15 55, l9fl8 31)Uapa de la investigacion cultural,

u i mi ir:i pr positos, fundamentalmente,1 j ruania un analisis «corriparativo»u ilt iras, finalmente, la antropologia

1 le <modelos o teorras» de cono-u ‘ud las aplicables al desarrollo del

u u uIrI iam l(5ri 1Inc 1 1 uarlui ni uuimti 11 u i’i ‘ r 1

md al menos, dos culturas, si no seaber que existen otras culturas y que

1 mablesu » u e -es «lejana» en el espacio y el1 U 1 Itura rio le ayuda a entenderla. Se

I esos de enculturacion y sociahi

1 1 r ju ‘ ultuialmr uiuogiat , ) i

y ji it E 1 a numeva • esin u ch ‘ juait m u usu r i ofi’riir ut5 riel 1 r •u> ult l11

1 i ii e mi1 r u tu u 1OI1C 1 ira1 • ni S u nrtra l uIIlit \lti - tó 1

L% EL PRO(ES() ETNOGRÁFR()

/)) 1’! CJN1T(J!fl)fl V d(Utflcflkitión(11 5 amentas man ibli rabsa y de amehivofuente oralespreparacion física y mentalnientalisaemón

t) 101 (VII ea’ 100lis i a(lamniormamlttme’ 1’ 1(iISçf SI 1s11 J)ti tI(IpiflIII

d ( n ¡Oslo!!

eltbomacion de la rupt Ira— abandono 1si safl!pO

«kntes 15 1 10(1penencia Ut VI 1111’!pletamenie fnmsna 1 (!flC Canto l 1 1 1 IIla misma precuml! 1grafia cis mas o! tu am

it 5 IV 1! 1 Klus khohm A ‘OIt le 11 ttltmmna cx1111 C It Imamu tlm 1 larvard esta tIltImn!I 5551(10 mu! dejó caen1! 1 ¡ m 011111 1 llmtc klmohmt si len! lIC!!! (5111 5111 ChIC darn!s

1 a 1 1 , s tgm’a(lo qn 1 1 a pi g 1 tt1c a Kroebem

1 lIS tI. SS dt (4111 Kmoeber VIÇII d su Citarla It! etna-1 5 t (1111! 5 CI! 5 ha/lI’ 151 N st II 1 )7O. (di).

ti. 5 m s 1 1 1 lo «o t!tmI t, 5 ‘111 lI (11111 elmt! 5 (1(1,11001, P’ (VIO 5111(1 5(11!) (1(1V obsers tic trans)1 mnm o ermtbc;tclo (It su ti trmlIaStom s sttmse aIim

dtm e ct Ir 11 1 tIt 1 (0 1! 5

1 ¡SI Colilla! el 1(11517 ( ( 115 0. 5 InStIttIs 1

ists 51 ) 01’! 05 ptte tI’, 1111 h515 1 lemnentosO terna tm a 1 501! t 1(15(1 PIel la mx es

omnpiemnent ammo 10 melO!! 570 (slImlts VItCCde ena ‘ir los cr111!!!! d les e 10 de un

1 1 1 fl_1 - Ij 1

0 tar 1 11. am eqtmrpo deJsIm tamem!ta unmversmtam oe 01k!! <mt el itmeat (s11t0) din inamto colontal

mo am 1< par mmi 1 s ps b ( d

1 cts mes d umta mnVeslleact<ltt etmto’rafmca <obre1 10< 1’ t 1’ ectbm la ccmmt

)<tHrt 15(11 at O ¡isis mlas<ela

1111 01 1 0<1 115 rmtu st ss me

(1 <010111! mIll hllbtmllmtiek el pm almis to o «monografía» cnografmca (escrtta, filmada, en1 mmtal’eI<ss ea . 1 1 It <5(5 tIc la cual Ve ‘a econst nne» y vertehra ¡ ti cultura de 1 a comurmdadesttttltti la,

fsl proe<0 etmtográfteo corresponde al trabajo de campo realizado medtante la coser-VOC1OI! Pile icipante a lo lIlr1’o de un tmemnpo suficiente.

fi, le proceso <0lmprende los siguientes pasos:

a) 1’e!nar 0(1(111 <10! (‘a!!l/51’l1’ lt(( 1 1 11 1 ile (115;, (‘1)1011 111(101.1 , delmnti (tilia 1 observable

ro Itt - 1,11 de tmm< proyecmo de mido’ objeto, lugar, nemnpo. etcn’tla - 010 de ti presus leslo y busqueda de Imanciacionaiim (‘l!ac 1011 sIel firl)Veet(!

El problema de los que commen/Im ‘tnograf 14 puede sem gramO stmt, erictlentrafl caminos indicativos de su proees ( sm 1 rml< ‘sadur

Y es qUe, sigumenoo ¿lt1observador no debe tener «piel! ict<,cribir, nos entregan sus nlOmlOgrtlmay soy testigo de lo que 5 1 t obasa en la autoridad, ono en 1 01 1 ‘ 1

a) Demar-caidn del (i) La eleccion d ttnc m or ,

la primera decisión einogmafisEn la eleccion mnlem va mser 1 ‘,

proyectivos y hasta «temapeulicligación. Lo que «gusta» es nttteha’ x e ela elección de una carrera ds poetrahamo de campo dependemdel investigador: tit.s-tmtuezormad !,!r oministerial. etc. ; eavutttnrall s p r apr s

cooperante. o simplensent< 11 1 <1

residencia vacaeional. Carl! 1 1 cLa mayoría de los gr aduado a m 1 Ir 01:1 o. en commtttmtlllade mtnad ttas con

débil contraste cultural htq ¡o mmii o 1 < di 5111011 d meal /11 le o d oclomal>sobre su pueblo, sobre am ¡st It mmistmlim i 111

Sólo unos cuantos privilegiados i 11 temsem II s’(50 O becas x budas de Invesitgaeiónse permitirán el «lujo academmt ‘ It r a z i stms trabajos en la llmntlnmllad elegida’ losdemás, realizarmin su inveslipa ‘ ¡ 1 nomtsi a 1 st 51<1 i de su sueldsimultaneando estas tareas ccsm 5! 5 sh < ab !tt<l

De todas las maneras loo 1 15 r

una «tribu primitiva> t1( 5 51exotista y hasta colono as scercano.

ljrt(ss ejentplos d eomm

l’st& proceso eIil<lgrlíltC0 Sil (mt/tI .secttencia hensos distinguido cuatro momentos, debeset igualtisetste aplicable al esludto etnográfico realtzado entre los tuareg, en una comunidadPCS(llteril mediterrditea, en el ntovimiento 5km o en una empresa.

Lis estos SltplieStOs aditeidos, se titOt de «cultriras»,1 radlctonldmeote, los etnogralo.s elegtan para sst trabajo de caistpo, comnuntdades pe—

(lUCfitI o’ ai<la<ltts lo que les lsermmsitía el eortttieto directo personal \ la faciltdad de la sen—cilIo, <1s stt e sr ructura cultural - u ‘e i a 1.

1 los la t’Im<o’i fO< emrlpie/a 1 501 pretlortlinanmememtle urhatta y los maimuales etmlogroficos11 5 ¡‘1115 ler< 5 1< teierim se < 111 1)11 111<1 los Nuer etc , simio benI iem o 1 a. coles lis ss de onu-

lIrtlmlle. a lis laetoritis, a los barrIos etc.Al dt -fiar <It l)liIml (le accioti <01 cstalr(l ntomiuentns, hemos queritlo dar un cierto orden

seenen -ial al lrm(es(l ttnogiafa o lis ¡as etisografias apenas se cli e nada de como ha sidoiemtlizadtis esto es tncorlvemttetlte ¡5(11 dos razotues plttuclpales. porque no se nos dan paran—

tías de cómo se ha realizado el trabajo ‘5’ porque no proporciortan esqttemas de actuaciónpara los noevos etnogralos

tdOmll(> liceo .Tottgmrsans y Gtttkind,

, 1 .11 lIto atilra exlstente ofrece l)c05 datos tOt)r(’ cómo 111! tlntropótol ‘S hamollevad ! a ralo s<is tflVestlgaelOmte.5 Itt los dImImos cmiaiemtma anos han stdo puh lcadas0<1<1<1 clt 111(11! )pratlIs, pci o un cuIdadoso estudie de las mismas 11155 1 evela que allileT(l 1 SC»imitl VIi (i,mito (11 tos autores mIO tmacemm macuca! ‘u alguna de 1< metodologíar1<pieII1It <111/II lii! 1101111 ¡III 1. lentll le dectmqime 1111215 0l IÍI1CIIS < cl,os ) tIC’ párra—

1<> y 1InlemIIl el tVStitIItI Velitlte 01 (‘anis! 0(55 da una t lea ¡are de conso efectuaron115 1 ‘l’ 1! s 1)5 I.111d11,s» 1 ,II1NViMAN & t3i.’ i «INI) 1967

6

textos:Barlev, en St! conocido ltbre 1 ou Ps ¡5 ‘ í l( ‘5 1 110 , 11<15 clic e lii!! , despmtes de qrt ¡as

guerras locales le inspidiemas r c a u it tde 1 .<“i,Iti((.l eligii \ fm to<

«Pm osedt < t mt u < r a. ‘ \llemmos en s 1 ramr< sim !trscltIlem 00 emt .511-

gerím que regmesam a 1 r 1 muli 1 o 1 emmmso :1 a mmi s 1 st i 111 ( 111 milI faciles dobtener ‘, la < ) ¡51 ltd amo 1< 1 1 1 e itimtd l’ocl5ari quiene ‘ 1 1 1 1< .0! 1 mm 11< s Pm ¡u . 1 Ira <

tina isla sm!tmadti ‘ r r!m< c sta 01 mds 1101 d Al t 0 rl’! 1111 1 111< ISlilIl,11i<

torno doc PilO’ ‘ ( ‘!ltflCL 1- cuamona 1’ mflpCCC :1 1111 1 rOl cm 1 s ‘O u ‘gm al a A ‘loslos tutom es en st it mu u t t 1 15 !m- Idi ‘ - m 1 11 1 o 1 o1 di t <, dl 1 1 r r O ‘t ‘ 5. !11 1 ,<r It

media tarde uíi’ . eiiucnu a un iesaliñado funcionario español todavía en pija-ma”, y se etetidiai nosta1’i inwnte n consideraciones sobre el tórrido y fétido am-IOC!IIC Lts nuine i t - ieda e las que otrecía refugio» (BARLEY, 1989: 23).

,ic: e u ui J)dlIUl ;1i p1juikL) a 1a IllOflttñaSest 1 has )tr

1 e 1 ulti a fundaniento

1n t u OC buscafla primero en su fuerte personalidadultui al ‘, uinh (10 hasta en feelias nc constaba que ningún antropólogoo ial c halo t u sai a de la reuon» (Lisón ToLossA. 1 983: 1 1)

w5d ¿ u 1 L U IC aI1 C acometer este Estudio etnograficole Ssn Maitin d i nL suncos de ellas loe el especial cariño queent1T lo ¡) el 1 l( d o ai t 1iSslS T el que trariscumeron muchos diasch nsastri tone! : e . anda r u que nos nsovió a iniciar este trabjo fue, laç)t1St1t ion ¡t he 1 u e ni1)ubio en donde se acaba, pnícticarriente,le lar una ujiui n dr iCa tradisional. por lo que había que apresurarse

te pu a ir uinrr posible de datos acerca de los eom—ola su it o costumbres, creencias utensi

dcc u i il - ip intervienen algunos faclores:peso es 1 o dr su 1 oo e tu proponiendo «idealmente» a ve

ces upen un tiente) olrjet de u rla pi acttec aetdetntca en - tan si o toti Ir 1’ ectos de tesis1 u dice s e ptevta IUC o s tf tos q te financian la investigación (tra—ha o 1 dado mcui

xi t ida 1 de Isa i t i ttsteieses personales o de terceros

eIieiJ1i115iitr . lite 1 i - e ipas1 a urisoesis eiot’na ioii 5 t 1

psteu1si s coiioiiiic 1 mO 1 s 5)i 11Itas t ita0 o s P° i -

tidi la t se i5 itf lo III P’ \t 1 s

a s 0 10 oPilo su sr i a ir 5 cuaisdc se ordena el matenal de campopara darle itindad numogi al ir a s suelo rtnedir i el lejada en prólogos. introducciones, índicesy eti i’euet al. en el 01)15) P°1 es 1 sI 5 nonogialta

1 d P°’ celo es un «t 1)1101 1 ciliO 5 iitstaiiieiitette OC revisa. Entre el resultado final y elpr y ‘o lo ti sl ito suele hab t cdi 1 1 ontaet s cuando el trabajo de campo hasid r i su « ti ci Precisamente, la ansiedad psicolóIt Li) St ‘ 1. Si Un el os 1 h u cci a «domesticar» la cultura inves—ligad s sst te rinel o i aso i os tf 1 5 1 otifirme sus propias tesis.

c\lgiiini de estas oieisstndr. o se su ecl le idas en el sicuiente texto:

1 ‘i a si 1 1 1 ‘ Cetis. e ieiiieiiie, Juega un papel significativo en laIni ni ir i III di a 1 i i lo i ir mv -otigacion en la etnografía: la naturalezak sp su 1e i k as poique en la etnografia, el desarrolloIr lx pi d 1cm s i su ni e cc nspleta antes de que comience eliiahs)o dci ansio ciiii 1 a pirla din-eta de información, frecuentemente,uega un papel lavr r-i u no’sr de desarrollo. Suele ocurrir que, algunos de loslrohteuiias que liabiai sido deiiiitiesdos o elaborados en el planteamiento de los pro—bleinas prelituinates, iealiisente no son pertinentes en el lugar elegido para realizarrl estudio’ çlisosus o1 \i\iNs 1994 53-54)

ti , ta ni fe un provecto:s c ioii psteologiea (aunque desde factoresiii turalesl es bastante proyectiva, ideativa y

unen le la realidad experiencial.liii s 5, t ‘tisatica cte la documentacion,

En el proyecto etnográfico se especifica, pues:— qué comunidad se va a cstctdjar— que objetivos se l)retcridcn en el estudio de la eoniutiidacl— con 01sté riiedios leesticos se cuenta para ese estudIo- d itante cuanto ti ‘ts’tpo durarií la iuvestipacsoit— de opté financiac isifl 5C dispone.

Pongamos un ejemplo de cultotra urbana: se ha realizado la Íusion de dos haneris y unpsicólogo cultural es invitado con su equipo a investigar la forma de «integrar» las dosculturas de los bancos en fusion, en una sola cultura,

Tenemos, pues, la «comunidad» a estuchar: el nuevo banco resultado de la fusión, Co-nocemos, ademas, el objetivo, que no es otro que el de integrar cmi una sola cultura las dosprevias. El tiempo que se adscribe, rtormaltnetste, al cambio de una cultura cts una empresaes el de <‘cinco años>, pero según las dificultades con las pote se encuentre, puede rebajarseCsUt duración.

En la presetiltteión del proyecto. no sólo se espeeilieattns estas einen cii -otinties, sinoque o eoncluita que la nueva cultura eotnuti otorgarli identidtnl etIlo t (ihesidIs II i’aniiaciunaly efieac ia en la r solitc.sóti de los pioblecssas.

¡ji) Es evidente que, las eoridi,-ione.s so mioniieas tic lssix iii— cubrir los costes del trabajo, eti los que se incIso e algstti tipo de ganancia. bien oca pecuniaria, de prestigio, de cartera de trabajo, ele.

— demostrar que, mediante este trabajo de «etnografía activa» y detstto de gisratstí;ts de eficacia, los costes del trabajo etnográfico serán muy inferiores al coste de la no intcgraciono de integracion traumática de las culturas, tefuieticlotios al caso antes nteneionado de lafusión de dos bancos.‘I’radicionalrneiite, la rentabilidad no ha sidos incluida cts los l’°) celos elnogrtul5cos y

esto es un error ruto’ ha llevado a no set etsictidida la antropología ci iii O tplic chic a la meso-luciori de problemas sociales.

1 ‘orque, ltt i entabilidad tso liene 01 que sri sólo peeuni.iri a ( asiiiqtie vis irnos en unasociedad muy mererutilizada). l u estudios sobre la. «tribus ml una > ¡ntcde sei eno arpadopot la policta, pero también por el Ministerio de E olucaesomi s hasta ¡sus uisi empresa deconfección de roiga juvenil.

La rentabilidad ofrecida lleva a demostrar que coti el trabstjo do’ entupo olertado dis—minuirán los costes (vg. de na fusión). se rebajará la conflictividad social, habrá mejoresexpectativas de ventas, conoceremos mejor nuestra identidad cttltural, lo qstc favorecerá lacohesión social, etc.

Nadie da nada a cambio de tiada, por lo que todo proyecto etisogrilfico ha de saber«ofertar» algo.

Además, hsty que mitigar la scnsacion de ‘<ctsutilidad» pite tienen algunos antiopólogos,al ver que sus investigaciones «duennen» cts un estante de la biblioteca y solo 50)15 leídstspot estudiantes corno textos obligados. Flay que prmo’er un uiaycir aeercaiuicntii a la rica—lidad e hacer ChiC inda etisografia sea «adiva>’ . o-omnprouietida o oit un diagnostico o con lasolución de un problema.

b) Preparacion documentacióoTradiciotsalmente, para el estudio de las comunidades «primitivas», por el carácter de

su reciente descubrimiento, se disponía de una escasa documetitación previa, getieralmemiteproveniente de relatos de viajeros y aventureros o de funcionarios coloniales. Estas primeras«etnografías» se convertían en «tnformes», «relaciones», etc., de misioneros o de militaresy gobernadores.

si

1’ uuoio,

Despues se ha podido COfltLr para e estudio de estas comunidades, con mapas cartografía oficial, generahoente aérea. açí corno de relatos de misioneros que pese a ser denostadospor algunos Ctllóerat()s, son los que verdaderamente conocen las comunidades «printivas»,¡-u)r 1() nitictio fl() (1u( llevan convi viendo con ellas.

Lii los eslu(li( aciiiaks d biorafías, familias, conunidade. grupos urbanos, empre—sas, etc la (l(5LIIfl(fltICi()fl tnoh1stór1ea es fundamental Thoma & Znaniecki en su magistral rnonc>gr afii on e 1 1 caripe ¿no ¡)o1a( o ut ilizaron abundani docuientacion (archivosparroquiale r arti t k ). J () Sanchei lernandci, en su estudio sobre la comunidad pesquerade ( sicliller o P Rochigucz en sus trabajos sobre las sectas, etc. han utili7ado rica y selecCi003(hl d enmontar ion 1 o flhiStflO SUCe(1C CUafl(l() un antropolc)go estudia la cultura de unaempresa () la cultura de Otros grU)OS urbanos.

1) En todo eStljdi() etnográfico se hace imprescindible la documentación bibliogr4ficay de uchivo. Se trata de un trabajo etnohistórico previd para conocer las fuentes de su identidad cultural:

< 1 1 etr)otustonadc)r sustifllye la estancia en una comunidad y el uso c infor—rriatittr J(fl los docuiciitos ‘cnerad pot sociedades y cultura Ya desaparecidas,:alaptai LIC) SU ruet(alO tecila a tiadicionales al estude riel pasado» (SANC’KTZ1 )( 71)

< 1 do uuwntac ion CIII liar e posible una autcSnt a 1 inohistoria es des ir, que1 ‘(1 liiItr ti iisar OTW 1r(1< logo en sociedades del picio es aquella que surgió(*5 seain:ijianle ei 1( lTltCI SC(IOfl S)CI51 que no se ¡)roc1u1c) PeflSafll en el Suturo...1 :i TiRe 1 ieisa de u os nacon para la Etnohi,sroria es 1 a suase de (locun:ntación(15w. IS SU s1100leflt(), SC creed entre indivc1uos e instirsiciones como parte del sistemask rosssunleacl on (ls hi épocas (JIM[NsSZ, 1 974)

1 a ctnolsistosia se constituye C5)() un autentico método etnográfico donde el trabajode campo se realsia CO aichivos y bibliotecas, Aqus la consideramos como una metodologiaauxilias 5l51@ 005 ayuda a conoces la informacton documental previa sobse una cultura.

Ss el estucho etnografieo de las comunidades, primitivas o urbanas, se presenta, as másde las veces COISS( espacial y sincronico» (la cultura de un logas en un corte siricronico deltieIIIl)s) 5. l sino) u .501 11 1S( (15 \ jt:l ve (desde cii diaciorita), el sentido ctiolcgico de lascultsirar s ls:tst:t ‘st 5 ci rladcra 1arissencuiica, (‘ompletaremos asi las dos coordenadas. espacioy tdlfl))u, :l lt

ji) 1:s sltils7a sos (Ir las fi, Plrs’ y es ales se da como complemento a la tradieiori escritaen doumesstos

Se han contrapuesto las cosssunidades ágraias o «pritriitivas» (que no tienen textos es—

cotos, suso «tsadi ion oral») a las comunidades y soeedades con escritura (las rehgionesrnonotesstas tienen «libro» , «sagradas escrituras»). Pero, cts verdad. en todas las cor sunida

. des exlst( 511155 «tradición narratissar. altamente presente en los rituales iniciáticos, que aveces, se presenta incluso cssnsü «contraeulniras (vg. el lenguaie «oral» del patio de recreofrente ti sr \t() acadcissieo, oficial) o. sirsiplemenle, como complemento (vg. en la judicaturasa tscr1 t sir as» de Prl)1c(l id, sunsarisss ele . , unte) a la «vista oral »).

1 ‘ ¡ssaa i f’i celsi 1 a s n l’’ de la transnsisi urs oral en el 1 olklore i nfantil (cuentos,/51ra 5 snlfls e 1 .) ce la celtista ppss1as (romances, refranes 1c7 codas, fiestas, etc.),

1 i i ties 1 t( /)1t1 Ob1(tSCt ti s listen oral ha siclo e oniparada e n la sesios psco a1ítica(‘1 s ) AP 5) 1 C)5 donde la (nalsdad e secibida y ansli7ada por el terapeuta

¡s/ 1 Jta vn obtenida la do ‘unientacion oral Y escrita, el antropólogo procede a reorganl7at su prvcct), a la sirIa ele los (latos obtenidos.

Sois qsscda va la prepoiva’ión fricrs y rszcrztal para emprender el «viaje etnográfico»Le evidente’, cine no es lo mismo ir a estudiar la cultura de los Himba, que estudiar una

secta. Parsi estueldo los 1 limba, F. Giner Abati neeesitó una preparación físico-médica (va-

cunas, etc.) y una prepasacion logs t tu smaras medscsoner t e etc ) antes deemprender el viaje a Namibia, para e siete sar siria sec,a 1 Rodriguez tus o, sobre todo, querealizar un «viaje nsentals ele inisitraeto pus’ e pcmsstierss analizar, desde dentro, la culturade la secta.

«Pee’gs no reo ‘ 1 as en en e’ odie «inc i les e e oninartieron eonmige s’ apee e ,s te 1, s tus ssle7ss (Vi u esas 1 C 4 )

De la nrisma manera, se necessl s a iohte condicion de’ Prepir:csrs física mental, enel estudio, por ejemplo, ele sectas e sic edades secretas, no cesIo pulque pue’dcs quedar

«atrapado», si no tienes un asslodonsinsc sin p r el peligro, tarsstsien fissco que estasetnografías comportan

e os , ) 1 star os tassá5 rtir e snteies e os 911t1 55 Si

1 e e 5 ,is t)si(’ extre’ssser li pI a iii (R vii t ,

No siempre las situaciones Se’i it 1 \ icnii i iiseoi todo trahSi)O (1iiO,Taf co requierepreparación y rnentalis’.acion pece ii so e d ristras en Isi eseesia dc traPito ele campo

e) La investigación ds ampLa investigación de anip e iEs entonces cuando tiene

momento crucial, aunque d 4lgiiten el escenario emnografice

1 1 La llegada. Las cosas ti,i’ ,‘c” ‘i:o ‘ ni i’1l e ‘i Isis ci’miietmiieta.h’ ‘. pr cuto ss’ , desdeque el antropólogo era viStes coriio es s,’ ‘r t o sisisi sisas o msseniss pos br ‘ pcre siempre

protegido como súbdito hritani e o’ si use

Ya no existen, practicamenle e e u a 5 r)’cl5i’s 1 Insta s’l no Ciofle! 1 se’ pises si de quesu «tribu» ha siclo redescubierta isas iit,s P° los jóses es pta 1 s 1 s sisiseri ‘en sUna anécdota de J.M. Ae it’ i

«Si ‘s’et , ‘ te ‘« ‘, e’ ti aqi’it”’ ii1”i” “ ‘ ° efe ‘oi’s,scs’a todo el mundo a lo r 1 ci pi i ternisno, tiara la palaisiin ‘e o e’ antropologo.En seguida se’ establee’ ‘ e onsa ‘lo l’nionces, se sacan las gisihaeteiras, los hcherosy’ por i’iltmnso, las cansar» 1 ‘ Si’i icloisi , e’’t:i altura, vsi el pue’hlii lis ttimna(lt) concienciadel interes por e ii’ii,e c ss,i 1 ‘ i s su ls e cuele’ i ‘si ‘i e’ O 7 . 5 5 11,1

Hay comunidades q ie lisis r ,is i 1 se Jiesi el tnssiorsi’res arancel ele lasactuaciones etnogrrificsi su i si i s e nis” t o o

y camisetas; el tito iniciát 1 t s 5 se’ It , a i

Esto, sin contar e sr s p 1/ p it te ni 1 eSalvo cuando el tral ao e si sunsciade’ os s,iisi p tecle oc sri es

mismo, que nos eneontrenios sente’ ni i i ci i 1 e i siiercsintiliz,ielo (se pag 1,s nf orniaciomi)o bien hostil (alguien que viene , 1 usmi’ u i t trenos asuiiios

Por cierto, si la idenóficacie u ele’ cinisgrato tu es clara o no ha sido elebidanientc ion-troducido» por alguien influyente elrsitr 1 el su e’omuiiidad, ‘l investigador PCk’etC Cci tomado

Aunque, en todos los csisos siso i “ e e irisiy la corporal. el riesgo es pme’valcnte un siposición fisiea para ir e sn’is i sratención médica sobre fi E

1 se vertientes di prcparacioii . 1 si mentaliis.stane’ias ,Si ne’e’csit s isa biic’ni rl s

1 ‘istsei or 1 ‘ e’ se 1 f flte’S 7 ¡5 5 ai faniili

17. en ¡ rticos e i nfrent eexitras en el rs ab1090: i’C

si le’ a L al higas d mdc’ se ea izi la einografta1 ‘ ‘i cultura sait a Se trata de une c’i lanio ,ic ‘e’dicnel 5 “ itsas estamos

1 ()

4 de una secta, peribdista, etc., lo que, ena st propia integridad física.¿1 prlIIutlvas», los inicios son difíciles:

L llegada i1 arco general de la investigacióny y l (Wt4ntc$ para la marcha general del trabajo. Noi iles p el rnvestigador de campo con poca1 Iapta fisicarnente al área, soportando cambios, a

a alimentación, y acosturnbrarsc a utilizar1 flC tifl simples como llamar por teléfono,t 1 5W ( mcx» (WILLIÁMs 1974. 50).

nidades urbanas extranas al investigador:ha3 que adaptarse a sus normas, cultura,

5 i ultádcs son grandes. Algunos estudiantesidiana Jone y espots de aventura Camel:

1 L lalllddo, dbnéndosc paso heroicamente a5 1 U l muda de calcetines, un cepillo de dientes

itide tomando una hamburguesa de queso yutuversitaiioftI sta iniagen idealizada y estar realmentextaiusto y desangrandose por las sanguijuelas.I tota’ mejor trabajo de campo» (Wuussis,

‘ k tiaf ajt . Lic es tanto una cuestión física,u1 514 diuiciles de franquear que las otras, comou ipi litre <Skins» a los que no se debe nunca

5 a religiosa en la cual no eres iniciado, oL nc p )i el espionaje industrial o financiero.

1 ) fl informados que nos proporcionan in

le taductores, comido el investigador

ia tu ClUlCfl elige a su médico, porquea i ií riiiarites los que tienen voluntad de

4 I aprobado al ctnografo.1 niercambio mutuo, de amistad, favores,

a c ) jue proporcionan la verdad oficial como

5 pj man los distintos informantes entre sí y1 1 ivita la ingenuidad. No hay que olvidar

I1lLLáj5 sino, sobre todo, de significados.1 álo en los informantes «primitivos» y

5 a , 1 i escoha y los chóferes y los dirigen-di un hotel o una secretaria de cierto

iii 1 Lilas c tribus urbanas, el único informantei p t guntando (participación observacional total),

101 1 III 1, nvestlgddol de aii u 1alguni asi mes, puetli Luto

1 it c deniás y sobri t nli z

ila lt1L liiluloouesta OH 10 1 il tetbstante, uc leizitetieni a u itieii drl Liilo Ciii OIL 111oscar lo 1

a t esulta litio 1 i t1 OIIIU tdái loli ‘inales t tl)rcJulLIos ti

1 ti alo los canija s eti i aireon )UL \tL de la etnogra i

1 a iiiatsavL, diuit iuadtii 1lo ‘O a itila

St - uxidid laui

‘It 1

L da la iiiaiiua a,porq ti 4jIIieie1I baitezas psiiol(sucedi iumik se reahia tn t tI ajaguantal it rada, ci tita tui‘11 1 1 f 1. It una enijaes i

4 1JOIII2(UltI it uloiti t oc una tu t ira

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lepen 1 i ni aute deni rt I oit

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1 lay 101 evilai los iiito it aspoitv i 1

ti oi:iíiotitai t nft taUtO)ail( 1 h que il rntst dt 1 iiiiiiit - es u itjau i

1 1 1 lozitiatite i h iur’u. c s dii os I)1terc 1

ial it oit 1 i 1

uatttt c tinta de giupposible s Ulsino tuiiltra k

o algunos miembros que han abandonado estos grupos, aunque este ultimo supuesto es másproblemático.

Hay informantes globales (aquellos que tienen una visión completa de la comunidad)e informantes específicos (vg. una mujer inlormará sobre los roles de la población femenina). Hay informadores con estatus adquirido (se lo han ganado) y otros con estatus adscrito(se lo han otorgado). Los primeros tienen una vision mas dinámica de la comunidad, y lossegundos, más institucional y oficializada.

El informante es un endoetnógrafo, o bien de su culona global o de su nitcroculturaespecífica. Asi, el dirigente tiene una visióti global de la cultura de su comunidad, mientrasque para entender la cultura infantil de la comunidad hay que t untar ioii informadoresinf_:tt —juvenile

La informacion suministrada pum los informantes debe, algunas veces, set confidencial.Normalmente están orgullosos de aparecer en los prologos, i un su nombre como infor

montes, pero otras veces, solo consignaremos sus iniciales o un nombre supuesto para queno puedan ser identificados y perjudicados.

Gran parte del trabajo etnográfico, además del «estai alli» ohservacional, descansa enla aportación de los informantes, y qué poco se ha investigado sobre el control de datosfacilitados por los informantes.

iii) Registio de datos. El investigador, como el psicotcrapeuta, mantienen una constante atención flotante, para captam todo lo que pasa, pom rutinario que pareica El ejerciciode la observacion, corno el de la terapia analíttca, requiere aprendiiaje y reglas.

FI registro de datos se realiza en dos dimensiones:* don ‘mision global. atención flotante, ¡cIatos, lenguaje no s embal, registio audiovisual, bis—tono oral etc sobre toda la comunidad

— dimensión espectfica: localización en el aspecto fundamental sobre el que descansa la etnografía (parentesco, economía, religion, ctcj

La primera observación se realiza sobre lo que se ve y se toca: la cultura material(casas, tecnología, monumentos, docunuentos, instrumentos, etc), debiendo ser consideradala comunidad como un «museo viviente», explicado por los guías-informantes.

— La segunda observación puede versar sobre el comportamiento social de la comunidad en su expresión verbal, no verbal y conductual (rituales, costumbres, hábitos), recogiendotoda esta actividad en registros audiovisuales (sonoros, filmaciones, fotografía, etc), ademásde en las notas escritas.

* Puede proederse, seguidamente, a las entmcvmsta.s y CTICUÍ’SIa. oitriI pmotundiLar en as-pecios concretos.

La entrevista posee la inmediatei del diálogo oral con el eotrcvtsmdo, mientras que laencuesto le emnplaza, mediatamente, en un diálogo prefigurado.

Lncuestas y entrevistas pueden realizarse a través de vismta a amigos, dtiigentes, etc.procediendo en forma de «red capilar»: a los anuigos, a los amigos de los amigos, en lasfiestas y concentraciones familiares, etc.

Hemos dicho que, en ese «museo viviente» que es la coniunidad cultural, el informantehace de «guía cualificado» y nos aclara y explica el significado de lo que observamos

«Si se observa a un hombre pegando ti una mug’r y en ei ec’nso III’ la pohla SnIpitrece que la pareja estd casada, lo más conveniente sería clasificar la observacióncilnIo un caso de “marido que pcga a su mujer”. Sin emnbaigo, se pule uno enterar,después, que en la comunidad local los hombres y las mujeres Cititii, generalmente,de acuerdo en que, la mejor foima de ahuyentar una cnft’imnedad es una paliza pública o que las mujeres aprenden mejor cuando se las golpea duramente en publico,o que las esposas tienen que demostrar periódicamente la fuerin de sus maridos, su-friendo un paliza a la vista del público» (WILIiIMS, 1974: 96).

12 13

Por e , el registro d datos debe hacerse desde la fidelidad naturallst$> de registrarlo que se V( pero tarnbin, desde a continua dotación de sentid de los datos dentro de laSeIrliOtica CUltUIt1 (It. la comunidad cine se estudia.

¡e) La )hS(’TU(1()?l partl(IJ)alIte nos aporta. lo largo de la estaocia en la comunidadestudiada, el cOfloçirefltO «directo» y experiencia] de la cultura. ESto quiere decir qLe, rea—

lizamos el esttidio de la cultura en «situación natural» y que nuestro trabajo es de «nato-ralista».

A lo largo del trabajo de campo, el etnógrafo es el «principal instrumento» de análisis

de la cullura nativa, siendo la obscrvacion participante un «contmuo acto participativo», uncOntinUo diálogo intercultural e interpersonal. donde se da un «intercambio» entre las perspectivas «ende» y «etie».

Ls la observac’ioo participante, el etnografo analiza lo que le parece «relevante> y esto

puede J)r(L1 iii reduc’cionisrno. pero cono veremos en Otro capítulo al hablar de diagnós—lico, sta «relevara iii» e aceptada por el nativo si es «efica7>

J) (otaluvini

¡) Finalmente, hay ttie preparar la !erniinaci>;o del trahaj y eomenza a elaborar laruptura: como en la psicoterapia, en el trabajo de campo se crean vínculos y lazos afectivosque cuesta romper.

(. tiando los informadores, que hablan adquirido un estatus «o la comunidad a e usa desil actividad. y las personas más cercanas en la convivencia que se servían del etnógrafo. seenteran (It la 1” osirisi partisla s produce un cierto desasosiego

1 ‘. el flh()flicflt() de racionaliiar y verbaliza> la ruptura. prcparandola cori tienpo.Pero sobie (0(11), se trata (le conctur el proyecto Una tesis doctoral si no se la limita,

puede ser inleirninal>lt , pues la investigacion se enriquece progiesivarnente geoera nuevaslii J)()tdSI .

A vedes la terminación del trahajd> de campo se efectúa, dic una manera roas prosaica,la tCrTfllrhlClófl de los td)odos ed000IrneOs.l.’na soi tC[15U1II(l() el trahato (le campO. conviene recoger y ordenar los datos acumu

lados para pelmitir su traslado y su utill7ación posterior en la redacción de la monografía.

ji) Se ha dicho que la mcta de un tratamiento terapéutico no es la «cura», sino lacapacidad (Idid alcanza el stljCt() o la comunidad para proseguir su desarrollo, por sí mismos.

Pd)r eso, hay dos tipos de terapias. la «terminable», que es la que se ha realizado bajola diieccion del terapeuta, y la «interminable> o proceso indefinido de autonomía saludableque desati dla el tijdtO O la cototioldiad, desde que abandona al terapeuta (fei un, 1937).

1 tel mimu 100(10, CO ctnolrafía. hay un proceso de trabajo de entupo «terminable», queacaba ‘ueii>tu los tajeas del ctnugrafo han Ínalizadu, y un j>r>ce>u «interminable», que es¡calLeado l)t la piopia comunidad a partii de recibir la monografía (diagnósti o c ltural),mediante di cual eeonoccn su identidad sus potencialidades culturales.

1 labitualmente hasta ahora, sólo se ha elaborado el trabajo de campo desde la perspec—tiva del analisis terminable, pero, en las «etoografias activas> , que son las que «dcv elven»el diagnóstico cultural a la comunidad indígena estudiada, la propia comunidad sigue realizando est( fructífero análisis interminable.

Pero, volvamos al tema de la «ternunacion» del trabajo de campo.El trabajo etnográhco debe hnalizarse, o bien porque ha concluido la recogida de datos

sobre los a pedo’ fundamentales de la cultura estudiada, o bien por circunstancias anómalasEn el primer Caso, tI trabajo de campo debe finalizarse cuando se han recogido datos

sufciernes para explicar 1» totalidad de la cultura estudiada y puede obtenerse, a trivés deellos, imi vision holistica de la misma, de acuerdo con el proyet de investigacion Siemprepusble investidar nuevas cosas y ya hemos dicho que, en sí, toda cultura es inabarcable,

por lo que la lnvestrgacr( n rs r r 1 1 cs un 1 untc ch iri 1 .Ir en el por nosdamos cuenta que las preguntas tic rr > , 1 a siilo ( >lrnidi CS> .5 Iflornerrio (Id’«cortar», de terminar

Las principales situaciones ,Ln(oi ,t ,t i > ( t1rl( s (iet>(’ mIer> LtIT>l)ld S( din p >vecmoson: los problemas transierenciah s .1” m s 1 lm(l(>r Idi P bda del rol h tno>’mat( la perdida de mnteres ¡or la cultuma e ( i 1

Respecto a los problemas mmm ter td ‘i 1’ 0 irmrilrtmrd cori h sittmacr m 1 raperrtna,diremos que cuando «los prohl Id’> 1 md 1 1 > nt( reper smlcr un ( x esrva mr>tensidad en los ptmnmos cl(go s m m 1(1 (u Mir >s del terapeu , icsperimnd enéste una fuerc ansiedad, &‘ Perlt ‘ ‘ , “ md u r °‘ lufl 5 , ‘( ,j morit 1 d 5 olucmon deltratamiento» (Conm JsC mt, 1 )57 > r ( Id tnogr 1 s >tu t d 5 ‘ smttiaciones de Presion o chmtal( )t dJ ( , 7 10 1k (}Imt V( 1 (Sttl(l 1 (dO» (1 sc uestr o,la presión nacionalista, las is vii lt u »i > u (5 (5(55 k lis ii; pu>’ la l’>sionado por una stmert P& mu 1 m

Otro aspecto no menos imp at iii’ 1 u ‘u 1c> iriici ami 1>1 r >1 ‘tu p’r’ >1 piasde los nativos, como queda pamern si t 11>11 mdci

Finalmente, una elnoarifm 1 a ‘ a”en ella se habran puesto ‘ 1

L3 EJ PRODUCTO FTOGR l [((‘1

A la hora de anali7ar el pi ada5 m ‘tu ‘i ifi ‘ iidiam (mo la >litcr suris pa oshay que dar para convenir el 1mb p 1 i t ni> a al m i etrro»mat a l >iiil)fCti lcr

a) analisis y organixacion k it i/)) eleccion del tipo de nmormotir, fie) redaceron de la ni >rm gmafi

El etnograto hsi termumna 1 i

los nativos y ha registrad ni 1> tQueda ahora, poe la tar a It 1,expresarlo en siria mnon(>gmitr>

a) El andlmsjs del mnaldri, 1el material recogida obliga dcd ‘

redefinir el proyecto origmnai lid)! itt ide la perspectiva cicntmftc 1 amdelo a los demás etnografos pr > i a

En primer lugar pm c cm i ‘ 1nidad que observa partmcmpat s ir aque le «dicte» la eonmunmdad , 1 s i u

los datos sin mediar un a eat

En segundo lugam, il emnapm i> ‘ ,

la monografía. Allí repensara 1

«Pocos di i lt P i ‘ e>’ 1 u .‘ i 1 , iiii,i cuida 1 ih 1 si> si a ea 1 >132se nmrnoreah,i pto 5 e u> . i ( i ci mmria ‘ si d ‘ 1 ita i iii i i i smi\ i>ui >i>estudiar la sial m isla ir ir> 1 sio cm Is i 1 1 1> d’s nra tuno haemari otra siso ‘5 i , i sinos soIs el niiirisls, i ir, 1>,> 1> s ‘risti rna lisexcelentes cuilid 3 s 1 >si t a p si> i oir 1 1 abs a s isla> s Ii it>ii > o ver’miilsen simia emdid r > 1 ‘ 1 ‘ 1 > > 1 it’ ii» ostraPa) s murnsmsirn u , i ,its,iisi»ii,ii ‘ , i i , 1 1> i 1 si >a »

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saIaioaoajaaa(jtalso,acIopaaupja?T;aaJIou1uun3aaa3apauI(unnaap)NI)aasaaaoa,a’a’uaa’ajasnítaaIrIti!tanaaIaa,onhnsnaoutaajanaJ0tJudS‘‘naaaajtana’(a’doaaaa’,snhIa’aaan’aaaaauaaodt?dOan4°!inaaaadppaaai

raaaoiai1ÇPs11u()aa1JaaaJaauI(aaalapodai;saaPzaaoiranpaaaazaIonaao3s‘auotavnauxsauiaajpiqossouniaajtarannaouosa,Ihiaou’a3unqanbsaaaJn1ouc)ausuun1paraopuaancauu(a•iodn;)anaaaaja;sjoanadspnhIaanipatopncosuqUDanbsiaijaaiIouOmSPuaadopaaJT’Iaai,anar,iqoacIsoaanzitaaaninsaaanaiu,rtuoa

<aa’AauuaarcI»aprapTaaaaaaaaaaISPIuaaqa’7aa,sahiao,aa’oIoraaaaanusaaiaa’opaauaIdaa-nsa1aaaaaSaaaIta!‘uov)annsoldojnlvpa¡a)aaaIia’aaaa)anIao°I’()l<n’aanna(Iopaanaaaioainaa>aqosodarvop

a(araiaa’{‘‘)I“aji’ataO[o)()aavua)aaanjsonSan’oiu)sojodoaa‘SOupaaaajaa,aaI)aaaaaaaaj)a’()(,)]pnaqaan’)an’qn’s()suj)UJ)aaiaaa-aj

‘ua’a)))I)a’/)Iapupa)OS)‘joapnioP°1()Jraaualasno)PaauíI‘aaaaaaacIa’1)111))OpoaopvLnsAtaaoaanaunosoSo 1odoaan’nianburnsvj

[)“aaa()JuuoiuaaaananonsopsoAaulu‘apaPIOarzaaaa’Ianopaaaaain‘rataaI)pupaaiaaaaaoorjopaaa;nioaq)‘Iraiansajn0(1(snja,aioa4)s’aaoaoda’i)oaa)nloa’J,))aaa¡opoalaaiaaaaaoaloaahoiuudaiawduoa,uuosqoniop)P0a)aa)))!(so1aaa’)aqaaasopsoainapaauoalho(Ipupiaaaiaaiooutanuo‘sanansopsounouuinp)‘a-aaaaIoclaaaa’‘I’la’qa’uala)oaaa’a’j‘Oa1aIv)aIU)an’,»amoopaona’01)uaatin

I)V1)))I)))T())a)ocIaaaLIamopauniinoaopsojnaaaoauasoOtiloDaun).uoaaIa’saaji’<oaaaoaaovaaan;paaSoaqopa’iaaaionila’iiuooanalupoaadnbunn)‘)a:Y‘aaaaaaa)‘jaoa)a()Jaaoa’)ai’aaaaaaaaaaa’ajaaaaa)Ja’apnztoaq:sopa’panoisoasa’isj

ST)ap’aiOaflosrajauIoaaoaaiopsoIai‘0Iu(pvoappoiniada’¡oaioaaaaa1a’oahaaaoa’IopaaataaaaaaaoposnTlaaaaaaJOpa’rjriLoaqopsoaprusop)aaaaojcaoS))l)))tO))T)O1PT)1)))1VIS,)Aci’ia)aaop)’on»suajuiiouotunossauocaoionbooc,a‘ooaaabayaaaa‘M°1oaaaun°P°acscauSnaplovicaiiiaoo,,opuon,(tunoso1a1ucasotdoidsolaodsnpujoaiaiooiada’apaaajuidoaaoaaa»aucaaasouaopodsaaaiodt’‘osoaojoinpnpa’pnintaaoul)a’oOpsaauaoqaaicJS()IOpU()lOtafOSOIninosuonsa)araaIpsouoronosin

101<)nicadaacaarad)c)woaaaataa1snaa,u,,osoaprapasoqopu;plojodcaiiunponbosod‘coippnou10capasaaa{‘st’i)uollclndPpa?/tnoitaTp1dou,1,untaquqodac¡o‘onboanjuaosnmopo

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«Is evidente qiie así las cosas, la antropologia esta mas del lado de os discursos literanos’ que de k ‘científicos’» (Gr cwr. 1 989: 18).

(‘cnno dice (ieertz, nmehas de las monografias clasicas son auténticos relatos literariosen los cuales s io (l1ier( coflVCtICel, a veces expresivamente, ciue el autor estuvo allí,sulri6 ri su J)1()J)iIS (.‘arlIt’S dS las dificultades y volvio para contárnoslo.

1 st y le a(Ucrd co que In niayoría de as monografías escritas sobre «comunidadespri!niti\aS 1 1a (J( Sólo fl\’() acceso Ci etnógrafo, sc esfuer?an en reforzar literariamenteel cr itii) ii t}tit iii) aportati pinchas de lo que dicen

Su 1 . ponci e onm e eniplt> el libro de I)erek Freeman Maioa t Mead aoci Çimoa.J.)l ?ifl1 lfl (Ilid utmiaLzn e o/ no anrhropolopl( al )vívth donck ntenta desrw >ntai la «fábula» (1( M. Mead sobre la arcadia feliz de los sanmanos. El lihr de Mead probablementece epie 100, lilaS de lo que quiso ver que de lo que io Con etc «testimonio> infl yó enI1 . t 1 J aia cjic cambiase la orientaci (tu pedagop i ea de niños y adolescentes.

Algunos Ir!t!1uentaTi (lttC Hfl pueblo cambia y que será diferente para cada antronólogo(lije lo Citti(1im 1 m) signif)ca t’! «Prt1ct1arisi del particulatisnio>

Bita va, ptic. ‘ciento quince iño de prosa aseverativa e inocencia literaria on yasuficiciitcs .‘ ( ( bi ‘) porque, toti un Pc de imaginación coii relatos de otros etn6rafos,St )II( le ((111 1 t > la tiioprafia de un pueblo mcxi steote esto y a no sería etn( grafíaelupilli a tao sper inenii, coro la que se ieali,a para «doto d ti adici ocs ulntrale.s aUn pueblo o a tute al nu uendu tau las tito O 00 las tiene suf ei nteuuterule, r u oit igarleudetttt la 1 luouu

( tarolo It u un u u tu cinott al 1 Cii pueda set leude por 1 e u ni u e os poden adora ár.selati ruda 1, 1 ar al ir u que Su quri ura, pci ii al fr n;d tiene que red e lii a verdad reconocible

uunquuc eta ver uuaul 1(S)101 en un ulraerrusrrco negativo) llegue u doler

1.4 (‘ON(’ll Sl()N

a 1 a orn ugt al ti e el astur 1ro d scnptrvo de lOiti cultural\epi Otiiti U PYi U ftui5t) It recogrda de datos, tlentrci de la une CStIttilCi( ti ct Itural.Ir e adiendo ltt mernbrarua o Ir ontcra que define a la «otra e tultrura u, el ernografo recibe

rin «cluoque cuulutur al u quru lo rulatrvuza. que le destruye srr etnocenlr ismo. Sólo si se btu supe-1 tufo coe SISO i iuicuat co suulit su cc fin llegado tu siverrciar doe culturas, se puede adquirirC()tli)L 1 uiuieutto uuU upiuluituic(u

1 u uuutuli i it turia C ultuuit fefuruiiuadtu quc se rrnv presenra coiuu «altai>, ruue ce per—ci bur ,tt btu iie tI u Xusterueutt (Pat uicular rsrrio cuulitural), y COttil)i ciidet (ICtO Irtue <otra t» foriuuas d t)t turi u zar h e i da, tudernas de la rurucstr a.

¿u) II estuudio onu grufivo cc>nujtende dos rnonaento.s fundamentales: la ¿truogiqfiu como«j’roc so la ruuografua tutiuro prodricto». Ial proceso etnogrtífico corresponde al frahajode campo realizado duranir un trenipo suficiente que perrrlita conocer toda la cultura, en unacotnuriuclad l)etltrefuiu Lii ese J)r1)eiS, señalamos corno momentos más importantes. el accesoti la u uiuiuuru u (15(1 . el drólot’o cori 1 os inforniantes . el regi stro de datos ‘e la arenci ón fi )tante.

pesar d ifuul 0501 secucrruua brugrtífrca de experiencia de Ciit1i0 (uestuve al u.) ha51(11) di val a1 iii do iietnl es Itt pu)eiui()tC pasiva de recibir culture como un «niño» que co-nuiu,tu/i le 1u( 5( 01 i( u t VI It, 1 tu eluie(ltu y captacióru de rocIar i ale e tIaras- u di el rocesofi e U u t u etilo u etiuuuure tu otuu u rial yo rasar ginal corno pri u uter ele un e nlex o culftui al u ubuerutl u 1 u (ltil esa itlltur t le «dicte» auda dra, a iras e. d la expei icn te de campo

1 ¡0 / t oIr t’r nf a u e onsf riu e mccli ante urt infor tule onografico o mon ugrafía.1 o piuitutuo quue fiat el ettutugraf es «descontextualizarseuu, alejarse de la cultura observadaparricupetieurnerutc. para ptrulur «ohjetivarlaa

Sin embargo, liemos mt 1 mcla los nativos, como informes diagnción de los problemas y lo relato u gmAmbos, nativos y comunidad c rentifihemos visto, han aparecid dura ari 1 Iicisiones diagnósticas, no resuelve i tut e

Necesitamos una etnogrufr it it . ade la cultura de una conrirnrdacl prtur o

Abogamos por este rip de c mm u am 1redefina el. papel de la antr p c ea

a) Ante la limitaci ir fclógicas que otros aútor es analui ir eticipante (Anguera) y las qiu s tef u eyo) y «cdc» (punto de vista del u se r 1 ucapítulo «Emica. élica y transferetu mu 1 ucinco momentos del acto etnogrufa alt i

Comprender el metodc eunog- ufcualitativarrrente Itu realidad e u a t

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1 p t It nr rnogmaf e le i c enttegiutt y i 1 qtiu seat fu c c i tesolr

u uiit i Itid te htseia t tutu a d u c reofrfrc1It lar el ttahajc u truo’ráf peto cotomit u u tritprafrtu eocloemutuua ttru tu k’nua de

ducut’u er suu propio rulan’ Iutertutuo1uruelue ira liuu.o c-rre.urgo Li fuurteuoriulidaulu’iit,, ulta,’iuu uStittu rustid e u 1 ‘t Pt uubIartua

Os 1 1ujulu uult e cfi mt cput t t ‘ ir u c’nieridetu u Itu mcmli un nr

‘u ud 1tb tcl oit f ) 11 a telat se , 1 5 iOl p u

1’ i e as «eirut ‘u guau 1 u del ant‘ Cita tros teferirerruuu e un dm unllc’ en uuul nutus , ututu iiarrrcus ul t o) del eiruoertuf o e 1 ncc uu’tlu)’ c treo, opc’ratie t) 1 Iiu u 5 socual

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