adoración eucarística adoración - children of hope

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Niños de la Esperanza

GUÍA PARA INTRODUCIR A LOS NIÑOS EN LA

“Dejen que los niños se

acerquen a mí y no se lo

impidan, porque el reino

de Dios pertenece a los que

son como ellos.

Les aseguro que el que

no recibe el reino de Dios

como un niño, no entrará

en él”. Mc 10, 15

eucarísticaAdorAcióN

4 adoraciónadoración adoraciónadoraciónadoraciónadoración


Índice

Información para el líder

Cartas de los obispos de Peoria y de México Carta del padre Antoine Thomas, c.s.j.Palabras del padre Antoine ThomasBreve historia de “Niños de la Esperanza” Los Papas y la adoración eucarística Pensamientos acerca de María y de la Eucaristía Los mensajes de Fátima y de la Divina Misericordia Ángeles y adoración Postración y adoración

Sugerencias para dirigir la hora santa

Al comenzar Formato de muestra Actos de adoración

Materiales

Sugerencias de pasajes de la Sagrada Escritura Oraciones para la adoración de los niñosMúsica para la adoración de los niñosLos santos y la Eucaristía CitasPalabras de niños





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ObjetivoAyudar a los niños a descubrir el silencio, amando la presencia real de Jesús a través de la adoración eucarística. Haciendo crecer su deseo de vivir cada día bajo su cariñosa mi-rada buscarán agradarle en cada detalle de su vida.

EstructuraUna decena del rosario, oraciones, cantos me-ditados con palabras de la Biblia, versículos cortitos de la Santa Escritura, momentos de adoración silenciosa, reflexiones cortitas, peti-ciones, acción de gracias y bendición.

Visiten: www.childrenofhope.org

Introducción en la oración contemplativa a través de la adoración eucarística

“…Pero llega la hora en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren...” (Jn 4,23)

Niños de la Esperanza está orientado a intro-ducir a los niños en el misterio de la presen-

cia real de Jesucristo en la Eucaristía, para que descubran cuánto Él les ama.



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Cartas de los obispos



Unas palabras sobre el padre Antoine Thomas, precursor de “children of Hope”

“Hasta la edad de 17 años fui un joven católico practicante, ¡pero todavía no era un amigo de Jesús! A los 22 años, empecé a ir a misa todos los días, pero no fue sufi-ciente para mí hasta que descubrí la adoración euca-rística. Sólo a partir de ese momento entendí lo que le faltaba a mi relación con Jesús. El hecho de ir cada domingo a misa no era su-ficiente para expresar mi amor a Dios. El hecho de ir como estudiante a misa casi cada día inició una amistad mucho más personal y plena con Je-sús. Cuando finalmente empecé a entrar con frecuencia en los momentos de silencio de la adoración eucarística resultaba difícil vivir un solo día sin ellos. Entré en 1985 en la Comunidad de los Her-manos de San Juan y estoy muy contento por tener cada día dos horas de oración silenciosa en intimidad con nuestro Señor. Les animo, pues, a todos ustedes, los adultos que ayudan a los niños a conocer a Dios y a amarle, a descubrir el increí-ble impacto de la adoración eucarística en sus almas.”

Padre Antoine Thomas, c.s.j.





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Queridos papás, sacerdotes, catequistas...

... y todos los que se encargan de la forma-ción del alma de los niños, les recuerdo lo que el mismo Jesús nos dijo:

Después de varios años de conducir horas santas para niños, puedo hablarles de todos los beneficios que esto ha supuesto para los niños y sus familias:

—Los niños que antes sólo tenían una pequeña expe-riencia de la misa descubren que la hostia consagrada es realmente la persona de Jesús, escondida de manera misteriosa. —Se interesan cada vez más en los misterios de nues-tra fe y en la celebración de la misa. —Entienden, más que los niños de su edad que no tienen la experiencia de la adoración eucarística, la rela-ción entre el don de la presencia eucarística de Jesús y su sacrificio de amor por la humanidad en la cruz. —Toman mayor consciencia de los diferentes grados de pecado y se apremian para recibir con frecuencia el sacramento de reconciliación. —Las familias que acompañan a los niños dan testi-monio de un deseo cada vez mayor de paz y de perdón dentro de sus familias.

Cuando los niños se vuelven amigos de Jesús y pasan tiempo con Él, ¿no son signos vivos de fe en la presencia real de Jesús en la Eucaris-tía para los que dudan?, y ¿no se transforman también en maravillosos signos de esperanza para los que se desesperan en encontrar a Dios en la tierra? Que nuestro Señor les bendiga por la inter-cesión de María, Madre de la Eucaristía.

“Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el reino de los cielos pertenece a los que son como ellos.” Mt 19, 14



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Breve historia de Niños de la Esperanza

Una madre de familia vino con sus niños a la parroquia Santa Cecilia (Boulogne, Francia) para adorar durante una hora santa de los her-manos. A su término pidió al padre Antoine Thomas del Desierto que les ayudase a adorar. Desde entonces, un pequeño grupo de niños vino con regularidad a la adoración siendo acompañados por el padre Antoine Thomas.

Desde el inicio de la fundación de Peoria (ee uu), el padre Antoine Thomas invitó a las fami-lias para que viniesen a adorar cada domingo por la tarde en la capilla de los hermanos.

Una madre de familia de Wichita (Kansas, ee uu), sugirió a ewtn (cadena de televisión norte-americana) invitar al padre Antoine Thomas a dar un testimonio sobre la adoración de los ni-ños. Tras esta primera entrevista, el padre reci-bió centenares de cartas de parte de personas entusiasmadas así como varias invitaciones en diversos lugares de los Estados Unidos.

Sandy Rongish empezó a cooperar con el pa-dre Antoine Thomas iniciando los grupos de niños adoradores en Wichita y durante el ‘Sim-posio anual de las familias’. El padre Antoine Thomas fue también invitado a cuatro congre-sos eucarísticos internacionales para hablar y promocionar la adoración eucarística en las escuelas católicas y en las parroquias. Treinta y seis de los estados de los ee uu así como varios países contaron con la visita de los her-manos de San Juan.

1994 —

1995 —

Enero 2001 —

Febrero 2002 —

Desde entonces, los hermanos y hermanas de San Juan, al descubrir la importancia de este misterio, promueven la adoración eucarística en sus prioratos, en escuelas y parroquias de muchas diócesis y países.



¿Cómo no recordar, por ejemplo, a los niños y ni-ñas santos, que vivieron en los primeros siglos y que aún hoy son conocidos y vene-rados en toda la Iglesia? Santa Inés, que vivió en Roma; santa Águeda, martirizada en Sici-lia; san Tarsicio, un muchacho lla-mado con razón el mártir de la Eu-caristía, porque prefirió morir antes que entregar a Jesús sacramentado, a quien llevaba consigo.(…)¡Qué enorme fuerza tiene la oración de un niño! Llega a ser un modelo para los mismos adultos: rezar con confianza sencilla y total quiere decir rezar como los niños saben hacerlo. (...) El Papa espera mucho de vuestras oraciones. Debemos re-zar juntos y mucho para que la humanidad, formada por varios miles de millones de seres humanos, sea cada vez más la familia de Dios, y pueda vivir en paz. (...) (Deseo que) os encarguéis de la oración por la paz. Lo sa-béis bien: el amor y la concordia construyen la paz, el odio y la violencia la destruyen. Permitidme, queridos chicos y chicas, que al final de esta carta recuerde unas palabras de un salmo que siempre me han emocio-nado: ¡Laudate pueri Dominum! ¡Alabad niños al Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.¡De la salida del sol hasta su ocaso, sea loado el nombre del Señor! (Cf. Sal 112, 1-3). (...) ¡Dios os ama, queridos muchachos! (...) ¿Qué alegría es mayor que el amor? ¿Qué alegría es más grande que la que tú, Jesús, pones en el corazón de los hombres, y particularmente de los niños, en Navidad? ¡Levanta tu mano, divino Niño, y bendice a estos pequeños ami-gos tuyos, bendice a los niños de toda la tierra!”

En el 750 aniversario de la festividad del Corpus Christi,Carta del Papa Juan Pablo II a los niños en el año de la familia,

13 de diciembre de 1994



“El mandamiento que da sentido a to-dos los demás es el del amor. Amar a

Dios con todo el corazón, con toda el alma, con lo que soy, amarlo a partir de la adora-ción. Y yo no puedo amar a Dios con toda mi alma, con todo mi corazón, si no hago actos de adoración. El templo de Dios es el lugar donde se le adora, donde se reconoce que Dios es todopoderoso y que Él ha crea-do nuestra alma. Todos los días debemos reconocer esto y debemos vivir en esta luz, descubriendo cada vez más profundamen-te esta adoración, que es el fundamento de todo amor. Yo no puedo amar verdadera-mente a Dios si yo no le adoro. Y el acto de adoración va a permitir que en los actos de caridad fraterna todo tome una significación radical, profunda”.

Padre Marie-Dominique Philippe †Fundador de la Congregación de

los Hermanos de San Juan adoraciónadoración adoraciónadoraciónadoraciónadoración


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¿Qué dicen los Papas acerca de la adoración eucarística?

“Recomiendo a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, así como a

los laicos de proseguir y de intensificar sus esfuerzos para enseñar a las nuevas generaciones el sentido y el valor de la adoración y la devoción eucarísticas. ¿Cómo podrán los jóvenes conocer a Je-sús si no son introducidos en el misterio de su presencia? Como el joven Samuel, aprendiendo las palabras de la oración del corazón, estarán más próximos al Se-ñor, quien les acompañará en su creci-miento espiritual y humano, y en el tes-timonio misionero que tendrán que dar

durante toda su vida. El misterio eucarístico es ‘la cumbre de la evangelización’, porque es el testimonio más eminente de la resurrección de Cristo. Toda vida interior necesita silencio e intimidad con Cristo para poderse desarro-llar. Esta familiaridad progresiva con el Señor permitirá a algunos jóvenes el comprometerse en el servicio del acolitado y a participar más activamente en la misa. Estar junto al altar también es para los jóvenes muchachos una ocasión privilegiada para escuchar la llamada de Cristo a seguirle más radicalmente en el ministerio sacerdotal”.

Juan Pablo II, 28 de mayo de 1996, Carta al obispo de Lieja

“ ¡Cuántos niños en la historia de la Iglesia han encontrado en la Eucaristía una fuente de fuer-za espiritual, a veces incluso heroica! ”



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“Además, cuando sea posible, sobre todo en los lugares más poblados, será conveniente designar las iglesias u oratorios

que pueden ser dedicadas a la adoración perpetua. Recomiendo también que en la formación catequética, sobre todo en el ciclo de preparación para la Primera Comunión, se inicie a los niños en el significado y en la belleza de estar junto a Jesús, fomen-tando el asombro por su presencia en la Eucaristía.”

Benedicto XVI, Exhortación apostólica “Sacramentum Caritatis”, 13 de marzo de 2007

“Ante la sagrada hostia, en la cual Jesús se ha hecho pan para nosotros, que interiormente sostiene y nutre nuestra

vida (cf. Jn 6, 35), comenzamos ayer por la tarde el camino in-terior de la adoración. En la Eucaristía la adoración debe llegar a ser unión. (...) Así la sumisión adquiere sentido, porque no nos impone cosas extrañas, sino que nos libera desde lo más íntimo de nuestro ser.”

Benedicto XVI, XX Jornada Mundial de la Juventud, Colonia, Homilía del domingo 21 de agosto de 2005



Fátima

En la primera aparición del ángel a los niños de Fátima (Lucía, Francisco y Jacinta), se les preparó a una misión que el Señor tenía planeada para ellos y que les daría nuestra Santísima Madre. ¡Y el ángel les enseñó a adorar! “No teman. Soy el ángel de la Paz. Recen conmigo.” Entonces él se arrodilló en el suelo, luego se inclinó hacia delante hasta que su frente tocó el suelo, y rezó: “¡Dios mío, yo creo, yo te adoro, yo espero y yo te amo! ¡Te pido perdón por aquellos que no creen, que no te adoran, que no tienen esperanza y que no te aman!” Y dijo esta oración tres veces. Cuando se levantó dijo a los niños: “Oren así. Los corazones de Jesús y María están atentos a las voces de sus súplicas”. Diciendo esto, el ángel desapareció de su vista. Los niños esta-ban asombrados y en éxtasis. Y ellos repitieron esta oración mu-chas veces de la misma manera que lo había hecho el ángel. La respuesta de estos niños debe ser una inspiración para todos los niños de hoy en día para ir a consolar el Corazón herido de Jesús. También para hacer reparación por los pecados de tantas personas quienes hoy por hoy están al borde del infierno. Sus ora-ciones y sacrificios pueden hacer esto, ¡es cierto! Nuestra Santa Madre preguntó a Jacinta, después de tanto haber rezado por los pobres pecadores, si estaba lista para ir al cielo o si le gustaría quedarse un poco más de tiempo para “salvar más almas”. Hoy en día esta misión sigue en pie para nuestros niños.

Pueden leer la oración de Fátima, página 27.


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adoraciónado- ración

Pensamientos acerca de María y de la EucaristíaPor San Peter Julian eymard

María se entregó a sí misma única y exclusivamente a la adoración

de la gloria eucarística de Jesús. Ella sabía que el deseo del Padre eterno era que la Eucaristía fuese conocida, amada y servi-da por todos los hombres; que el deseo del corazón de Jesús era comunicar a todos los hombres sus dones. Sus dones de gracia y gloria. Ella también sabía que era la misión del Espíritu Santo hacer cre-cer y perfeccionar en el corazón de los hombres el reinado de Jesucristo, y que la Iglesia fue fundada solo para llevar a Jesús al mundo entero. Entonces, todo el deseo de María es dar a conocer a Jesús en su Santo Sacramento. Su intenso amor por Je-sús sintió la necesidad de expandirse por este camino, de consagrarse a Él a través de su Santo Sacramento, como una especie de alivio ya que ella sabía que estaba incapacitada para glorificarlo tanto como ella lo deseaba. Para recibir este favor María pasó su tiempo a los pies del Santísimo Sacramento, en oración y peniten-cia. Allí consiguió la salvación de muchos. En su pasión abrazó las ne-cesidades de los creyentes de todas partes y todos los tiempos, quienes heredarían la Santísima Eucaristía y serían sus adoradores… Sus oracio-nes convirtieron innumerables almas y ya que la oración de María no co-noce el rechazo, los apóstoles tuvieron en esta Madre de misericordia su más podero-sa ayuda.

¿No estoy yo aquí que tengo el honor y la dicha de ser tu Madre?



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“¡Bendito es aquel por el que María reza!” Los adoradores eucarísticos comparten la vida y misión de María de orar a los pies del Santísimo Sacramento. Ésta es la más bella de todas las misiones y no tiene ningún peligro. Es la más santa porque en ella se practican todas las virtudes. Es, más que nada, lo más ne-cesario para la Iglesia. (…) Debemos tener adoradores de verdad, hombres de fervor y sacrifi-cio. Cuando haya muchas de esas almas alrededor del Todopoderoso, Dios será glorificado, Jesús será amado, y la sociedad se volverá cris-tiana una vez más, conquistada por Jesucristo mediante el apostolado de la oración eucarística.

¿Cuál es la relación entre la adora-ción de los niños y los mensajes de Fátima y de la Divina Misericordia?

La divina misericordia Jesús mismo dio a santa Faustina la nove-na de la divina misericordia. En el sexto día Él nos revela cómo recibió alivio y fuerza du-rante su amarga pasión, miró a través de los

tiempos y vio a todos los niños que lo adorarían… “Hoy, tráeme las almas mansas y hu-mildes de los niños más pequeños y su-mérgelas en mi misericordia. Éstas son las almas más semejantes a mi cora-zón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia,

concedo mi confianza a las almas humildes”.

Pueden leer la oración de santa Faustina, página 27.



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Los ángeles y la adoración

Dios creó a todos los ángeles desde el prin-cipio. Y Él da un ángel de la guarda a cada persona. Cada niño, mientras está adorando a Jesús en la hora santa, tiene a su propio ángel de la guarda adorando profundamente a Dios junto a él. Al enseñarle a los niños a acostum-brarse a orar junto a su ángel de la guarda y a invocarlo diariamente, los ayudará a crear con él una amistad que durará hasta la eternidad. (Lee también la historia del ángel de Fátima y la adoración eucarística.)Pueden leer la oración al ángel de la guarda, página 26.

Postración y adoración

La postración es una parte muy importante de la adoración eucarística. Nuestro Dios se ha humillado a sí mismo para estar con nosotros en el Santísimo Sacramento del altar. Nosotros debemos hacer nuestra parte para mostrarle que le amamos y respetamos este asombroso regalo.

Cuando nos postra-mos, nos hacemos muy pequeños y humildes ante Je-sús. Este gesto de humildad y de res-peto ante la presen-cia de Dios fue he-cho por Abraham, nuestro padre en la fe, y también por Moisés. Ha perdu-rado a través de los

siglos como una ma-nera de mostrar reverencia a nuestro Dios.


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Lectura del Evangelio, historia de un santo o una his-toria eucarística– Pide a los niños un momento de silencio para que piensen lo que acaban de escuchar.

Acción de gracias– puedes invitar a los niños a expre-sar su gratitud hacia el Señor individualmente: familia, salud, amigos, etc. (Acto de amor)

Tercer acto de postración ante dios– Esta vez los pue-des invitar a hacer un tiempo de silencio más exten-so (4–5 minutos); y a cerrar sus ojos para recibir la amorosa mirada de Jesús sobre ellos. Puedes pedirles que piensen en una cosa que les gustaría hacer esta semana por Jesús.

canción

Peticiones– Invita a los niños a decir sus peticiones por turno: por el Papa, por la Iglesia, por los sacerdo-tes, por las vocaciones, para que Dios nos muestre el camino en que quiere que le sirvamos, etc.

reza una decena del rosario con los niños–“Recuerden niños que María está siempre aquí ado-rando a su hijo Jesús con nosotros.” No te preocupes por rezar exactamente las diez. Deja que los niños hagan turnos para dirigir cada Ave Ma-ría. Termina con un Gloria y un Oh Jesús mío.

Silencio o canto a la Virgen María

Hora de decirle adiós a Jesús y de agradecerle el ben-decirnos en el día de hoy, por el tiempo compartido, por su presencia real, etc.

Si el sacerdote o diácono antes de la bendición va a la sacristía para colocarse la capa humeral, puedes cantar otra canción en ese momento.



Nuestro amado Papa Juan Pablo II dijo:

“Es para mí motivo de especial alegría el poder postrarme junto a ustedes ante Jesús en el Santísimo Sacramento del altar, en un acto de humilde y ferviente adoración, de alabanza ante Dios Misericordioso, en un acto de gracias al dador de todo lo que es bueno, en un acto de súplica al que siempre está vivo para inter-ceder por nosotros”.

En el Congreso Internacional de la Eucaristía, España, junio de 1993

Al comenzar

Algunos pasos para ayudarte a comenzar:• Pregúntale a tu párroco si aceptaría ver el video de la adoración de los Niños de la Esperanza.• Mira con él quién podría dirigir las horas santas.• Ora para ser ayudado a discernir cuál sería el mejor momento para la hora de adoración de los niños en tu parroquia.• Dalo a conocer en el boletín o periódico parroquial.• Coloca algunos carteles en la parroquia.• Dirígete, si lo hubiere en tu parroquia, al grupo de madres y a los grupos de catecismo.• Si puedes, envía una invitación a la casa de los niños a través de la escuela parroquial.• Visita la página web de los Niños de la Esperanza, allí encontra-rás ideas para los temas semanales.

Cosas que hay que recordar traer a las horas santas:

Guía del líder

Biblia Folleto para los niños

Reloj RosariosMúsica (“en vivo” o CD)

1

4 5

2 3



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Formato de muestra para la hora santa

Este formato de muestra es una propuesta que se puede adap-tar según el tiempo del que se dispone y la edad de los niños. No es necesario seguir todos los pasos siempre.

Exposición del Santísimo Sacramento con incienso por el sacerdote o diácono mientras se canta un can-to de adoración. (Todos están arrodillados.)

Palabras de introducción– El sacerdote o el líder pue-de empezar con algunas palabras introductorias que conduzcan nuestra mente y nuestro corazón hacia Je-sús. Por ejemplo: “Él está ahí, creemos que Jesús está realmente presente en la custodia, en el Santísimo Sa-cramento. Queremos expresar esta creencia y por eso hacemos un acto de fe”. (Acto de fe)

Primer acto de postración y oración en silencio– “Cuando nos postramos, nos hacemos muy pequeños y humildes ante nuestro Dios en adoración.” Explicación: “Jesús está verdaderamente presente en la Eucaristía, Él es nuestro Dios escondido. ¡Qué gran-de es su amor por nosotros y cuánto quiere ser amado por nosotros! Él nos espera noche y día en la pequeña hostia consagrada, Él ansía escucharnos, Él espera. Y lo adoramos porque Él es Dios.”

canción

Segundo acto de postración– Quédense en silencio por un momento mientras ellos permanecen postrados.

contrición– “Piensen acerca de las pequeñas cosas re-cientes que podrían haber ofendido a Jesús. También le pedimos perdón por las cosas malas que hayamos cometido.” (Acto de esperanza)“A Jesús también le gusta que le pidamos su miseri-cordia por aquellos que lo hayan ofendido y que son duros de corazón.”Cuenta la historia de Fátima (oraciones de Fátima).



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Oración de los Niños de la Esperanza antes de la bendición:

Jesús, aunque tengo que dejar

tu presencia en la Eucaristía,

llevaré tu amor divino a cada persona que

encuentre. Puesto que me has dado tanto amor,

ayúdame a no ser egoísta.

Bendíceme cuando intente compartir tu amor

con mis papás, mis hermanos y hermanas,

mis compañeros de escuela y amigos,

y con todo el mundo. Ayúdame a respetarlos

y a amarlos, a aceptarlos como ellos son

y no como a mí me gustaría que fuesen.

Que tu bendición, querido Jesús,

me ayude a agradarte en todo lo que haga.

Bendice también a mi familia y a mis amigos.

Gracias, Jesús.

Te vendré a visitar pronto otra vez,

porque sé que Tú estarás aquí esperándome.

Amén.

Bendición/cierre– Hagan la señal de la cruz, una re-verencia y digan adiós cantando la última canción de alabanza.

Nota:Una imagen de la Virgen María se puede colocar al pie del altar durante la adoración. Ésta puede ir a casa de una familia diferente cada semana, lo que ha probado ser muy fecundo. Durante la semana que la imagen está en cada casa, la familia puede rezar el rosario frente a ella invitando a los amigos a acompañarlos.



Frases cortas de adoración

¡Hola, Jesús!Señor, te adoro, me inclino ante tu santa presencia.

¡Jesús, te entrego mi corazón!

Señor, te adoro y respeto tu santa presencia.Jesús, habla, estoy escuchando.

Dios mío, yo creo, yo te adoro y yo confío en ti.

Jesús, llena mi corazón con tu amor, para que yo lo pueda compartir con otros. ¡Jesús, ven en mi corazón,

ven a mi vida!

¡Gracias, Jesús, por amarnos tanto!

Sé que eres Dios; y respeto tu santa presencia.

¡Dios mío, Dios mío, te amo en el Santísimo Sa-cramento del altar!

Jesús, llena mi corazón con tu amor y con tu paz.

¡Gracias, Jesús, por bendecirnos hoy!



Actos de adoración

Ejemplos:

Te adoramos –aquí presente en el Santísi-mo Sacramento del altar– donde esperas día y noche para ser nuestro alivio, mien-tras esperamos estar en tu gloriosa presen-cia en el cielo.

Jesús, nuestro Dios, te adoramos en todos los lugares donde el Santísimo Sacramento está reservado, especialmente donde eres poco alabado y donde se cometen pecados contra este Sacramento de Amor.

Jesús, nuestro Dios –quien por nosotros padeciste hambre, frío, trabajo y fatiga–, te adoramos.

Jesús, nuestro Dios –quien por nuestro bien te sometiste a la humillación de la tentación, a la traición y al rechazo de los amigos y de tus enemigos al escarnio–, te adoramos.

Jesús, nuestro Dios –quien por amor a no-sotros instituiste el Santísimo Sacramento y quien te ofreces a ti mismo diariamente por los pecados del hombre–, te adora-mos.

Jesús, nuestro Dios –quien en la Santa Co-munión te conviertes en comida para nues-tras almas–, te adoramos.



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De los escritos del Papa Juan Pablo II

Jesús, nuestro Dios, pan vivo del cielo, te adoramos.

Jesús, nuestro Dios, vida y corazón de la Iglesia, te adoramos.

Jesús, nuestro Dios, radiante mis-terio de fe, te adoramos.

Jesús, nuestro Dios, misterio de misericordia para la humanidad, te adoramos.

Jesús, nuestro Dios, fuente de ca-ridad, te adoramos.

Jesús, nuestro Dios, buen pastor y pan divino, te adoramos.

Jesús, nuestro Dios, fuente de la santidad, te adoramos.

Jesús, nuestro Dios, entregado por nosotros, te adoramos.

Jesús, nuestro Dios, ayuda de to-dos los que acuden a ti, te adora-mos.

Jesús, nuestro Dios, muestra de la gloria del cielo, te adoramos.



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Algunos pasajes de la Sagrada Escritura

Las siguientes palabras de Jesús ayudarán a darles a los niños el espíritu a todo el progra-ma de adoración:

“Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.” Jn 4, 24

Lecturas de san Juan 3:16 – El amor del Padre6:28-35 – Fe y Eucaristía 6:48-70 – Eucaristía8:12 – Jesús, la luz10:11-15 – El buen pastor14:5-10 – Jesús, el camino14:21-22 – Amor verdadero14:23-24 – Vida de la Trinidad en nosotros15:9-11 – Padre/amor17:26 – Amor trinitario19:25-30 – En la cruz

Lecturas de san Lucas1:26-33 – Ángel9:12-17 – Eucaristía10:21-22 – Padre10:38-42 – Marta y María19:45-46 – Limpieza del templo

Lecturas de san Mateo 5:7-9 – Bienaventuranzas6:6 – Oración personal7:12 – Regla de oro18:19-20 – Dos o tres reunidos



Música y cantos Música:Recuerda que la música no tiene que ser necesariamente elabora-da y sofisticada para ser eficaz. La música en este contexto no es un fin en sí misma, más bien apunta más allá de sí, ayudándonos a entrar en el silencio en el que se puede encontrar y adorar a Dios.

Sugerencias para cantos:

oH VErBo ETErNoOh Verbo Eterno.Palabra de mi DiosQuiero pasar mi vidaescuchándote.Quiero ser alma muy atentapara aprender todo de ti.

PoSTrÉMoNoSPostrémonos ante nuestro Rey.Adoremos con el corazón.Elevemos hacia su tronocantos de gloria a nuestro Señor.

EL iNciENSo dE dioS1/ Hemos entrado al servicio de una vida de rectitud, pureza y santidad para estar consagrados a Dios como su pueblo escogido.R/ Somos incienso que se que-ma ante el trono de nuestro Dios, en adoración. Ante tu presencia, Señor, veni-mos hoy a ofrecerte toda nuestra vida.

dÉJATE Déjate, déjate guiar, por María a Jesús.

EScUcHAEscucha y ten entendidohijo el más pequeñoque no es nada lo que te asusta y aflige.No se turbe tu corazón. (x2)¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? (x2)



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Algunas oraciones para adorar

Acto de fe: Oh, Dios mío, yo creo firmemente que tú eres un Dios en Tres Personas Divinas: el Padre, el Hijo y el Espíri-tu Santo. Yo creo que tu divino Hijo se hizo hombre y murió por nuestros pecados y que Él vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Yo creo éstas y todas las verdades que enseña la santa Iglesia Católica, porque Tú las revelaste, aquel que no puede engañar ni ser engañado. Amén.

Acto de esperanza: Oh Dios mío, espero que por tu infinita bondad y por tus promesas, obtenga el perdón de mis pecados, la ayuda de tu gracia y la vida eterna. Por los méritos de Jesucristo, mi señor y salvador. Amén.

Acto de amor: Oh Dios mío, te amo sobre todas las cosas, con todo mi corazón y toda mi alma, porque eres infinitamente bueno y dueño de todo mi amor. Amo a mi prójimo como a mí mismo por tu amor. Perdono a todos los que me han ofendido y pido perdón a todos los que he ofendido. Amén.

oración a María: Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes.Ven conmigo a todas partes, y solo nunca me dejes.Ya que me proteges tanto como verdadera Madre,haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu San-to. Amén.

oración al ángel de la guarda: Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me de-sampares ni de noche ni de día, hasta ponerme en los brazos de Jesús, José y María. Amén.



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oraciones de Fátima:(enseñadas a los niños por un ángel)

• ¡Dios mío, creo en ti, te adoro, confío en ti y te amo! Te pido perdón por aquellos que no creen, que no te adoran, que no confían en ti y que no te aman.

• Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados y líbranos del fuego del infierno, guía al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.

• Santísima Trinidad, te adoro. Dios mío, Dios mío, te adoro en el Santísimo Sacramento.Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente hoy en todos los tabernáculos del mundo, en reparación por todos los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con las que Él mismo es ofendido. Y a través de los infinitos méritos del sacratísimo e inmaculado corazón de María. Te ruego por la conversión de los pobres pecadores.

oración de santa Faustina:Él es mi maestro, le pido todo, hablo con Él de todo. Aquí –a los pies del Dios escondido– recibo fuerza y luz. Aquí aprendo todo. Aquí tengo la luz sobre cómo actuar con mi prójimo. Me encierro en el tabernáculo con Jesús, mi maestro.

comunión espiritual (fórmula de san Alfonso María de Ligorio):Creo, Jesús mío, que estáis realmente presente en el San-tísimo Sacramento del altar.Os amo sobre todas las cosas y deseo recibiros en mi alma.Pero como ahora no puedo recibiros sacramentado, venid al menos espiritualmente a mi corazón.Como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno todo a Vos.No permitáis,Señor, que jamás me separe de Vos.Amén.



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Los santos y la Eucaristía

Es muy importante saber algo acerca de los diferentes santos y beatos. Mientras sus fiestas corren a través del calendario litúrgico, se pue-den recordar y usar las maravillosas historias de sus vidas. Una cosa que se puede decir de todos los santos y beatos es que amaron la Eucaristía con todo su ser mientras estuvieron en la tierra, y que por supuesto todavía aman la Eucaristía y están deseosos de ayudar a los niños a que también amen a Jesús en ella.

“No lloren, porque yo les seré de más utilidad tras mi muerte, les podré ayudar de manera más eficaz que du-rante mi vida”

Santo Domingo, al morir, a sus hermanos

“Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra” Santa Teresa de Lisieux

Así que, ¡enséñales sobre los santos! Prepa-ra cada semana material sobre un santo o bea-to cuya fiesta esté próxima. Resalta especial-mente cómo los santos manifestaban su amor por Jesús en el Santísimo Sacramento. Enseña a los niños a encomendarse a los santos en todas sus necesidades.



“No pienses que Jesucristo se olvida de ti, pues te ha dejado como el mayor me-morial y prenda de su amor, Él mismo en el Santísimo Sacramento del altar”.

San Alfonso de Ligorio

“Pues para quien está en tan sublime posición, el aga-

charse tan bajo es una maravilla sorprendente. ¡Qué

sublime humildad y qué sublimidad tan humilde, por la

que el Señor del Universo, el Hijo de Dios, deba abajarse

hasta esconderse bajo la apariencia de pan para nuestra

salvación! Dense cuenta de la humildad de Dios, herma-

nos míos. Por ello, no se tengan por alguien, para poder

ser así completamente aceptables a aquel que se da por

completo a ustedes”.San Francisco de Asís

“¡Oh hermanas!, si sólo

comprendiésemos el he-

cho que mientras que las

Santas Especies perma-

necen en nosotras, Jesús

está ahí, trabajando,

inseparablemente con el

Padre y el Espíritu Santo,

y que por lo tanto la Tri-

nidad entera está ahí”.

Santa María Magdalena de Pazzi

“En presencia de Jesús en el

Santo Sacramento tendríamos

que ser como los santos en el

cielo frente a la esencia divina”

Santa Teresa de Ávila

“En la Santa Eucaristía está el mismo Dios que los ánge-les, asombrados y tembloro-sos adoran en el cielo”.

Santo Tomás de Aquino



Citas“Mi querida, piensa que Jesús está

aquí en el tabernáculo a propósito

para ti, para ti sola, Él arde con el

deseo de entrar en tu corazón”.

Santa Teresa de Lisieux, Carta 92

“¡Cuán dulce fue el primer beso de Jesús a mi alma! Fue un beso de amor. Yo me sentía amada... Sólo estaba Jesús, Él era el dueño, el rey... Sólo Jesús podía contentar-me y suspiraba por la hora en que podría recibirlo”.

Santa Teresa de Lisieux, Manuscrito A, 35r

San Francisco de Asís

“Si puedo darte un consejo, te ruego que te acerques más a la Eucaristía y a Jesús… Tenemos que orar a Jesús para que nos dé esa ternura de la Eucaristía”.

Bienaventurada Madre Teresa de Calcuta

“Jesús, ¿qué te hizo tan pequeño? ¡El amor!”

San Bernardo de Claraval

“Ahora muchos de ustedes dicen: me gustaría ver su ros-tro, sus vestiduras, sus sandalias. Pero ustedes lo ven, lo tocan y lo comen. Él se da a ustedes, no sólo para que lo vean, sino también para ser su comida y alimento”.San Juan Crisóstomo adoraciónadoración adoración

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“Te tienes que abrir un poco, o mejor, tienes que alzar tu corola para que el Pan de los Ángeles pueda venir como rocío divino para fortalecerte y para darte todo lo que Él quiera”.

Santa Teresa de Lisieux

“Si los ángeles pudieran estar celosos del hombre, lo estarían por una sola razón, la santa comunión”.

San Maximiliano María Kolbe

“Dios habita entre no-

sotros, en el Santísimo

Sacramento del altar”.

San Maximiliano María Kolbe

“Cuando lo hayas recibido, alza tu corazón para rendirle

homenaje, háblale sobre tu vida espiritual, mirándolo

en tu alma donde está presente para tu felicidad, dale

la bienvenida tan calurosamente como te sea posible, y

compórtate exteriormente de tal manera que tus accio-

nes puedan dar prueba a todos de su presencia”.

San Francisco de Sales

“Sobre el altar estás mirando lo mismo que viste anoche. Tú no has escuchado sin embargo lo que es esto, lo que significa, o la grande-za de la realidad de la que es el sacramento. Tus ojos miran al pan y al cáliz. Ésta es la evidencia de tu visión física, pero tu fe ha de estar instruida a su respecto, siendo este pan el Cuerpo de Cristo y conteniendo este cáliz su sangre. Aunque estas pala-bras son quizás suficientes para iniciar a la fe, la fe ha de ser instruida todavía más según las palabras del profeta: ‘cree para comprender’”.

San Agustín

“Y tal como apareció delante de los santos

apóstoles con verdadero cuerpo, así nos

tiene ahora viéndole en el Sagrado Pan.

Mirándolo con los ojos corporales ellos sólo

vieron su carne, pero mirándolo con los ojos

de su espíritu, ellos creyeron que él era

Dios. De igual manera, viendo nosotros el

pan y el vino con nuestros ojos corporales,

creamos firmemente que son su santísimo

cuerpo y sangre, verdadero y vivo. Pues de

esta manera nuestro Señor está siempre

presente entre aquellos que creen en Él, de

acuerdo con lo que dijo: yo estoy con voso-

tros todos los días hasta el fin del mundo”.(Mt 28,20)

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Palabras de niños

“¿Cuál crees que es la mayor diferencia entre la adoración y la misa?”:

—Que estamos más cerca de Jesús, quien está presente frente a nosotros.—Que es el tiempo del silencio.

“¿Qué te parece lo mejor del tiempo que estás con Jesús en la adoración?”:

—El mirar a Dios, el hablar a Jesús, el rezar en silencio, el estar en la presencia de Jesús.—Cuando nos postramos y hablamos con Jesús me gusta mirar a la Eucaris-tía.—Cuando nos arrodillamos, la paz y el silencio.

VISITEN:

www.childrenofhope.org

Comunidad San JuanHoracio 1758 col. chapultepec Morales11510 México, d.F.t: 5281 4632 ext. 101



Una niña de seis años estuvo dos horas en la capilla. Saliendo la preguntaron: “¿Re-zaste todo el tiempo?”

Ella contestó: “Empecé a recitar mi ora-ción y cuando terminé me quedé en silencio para dejar a Dios obrar en mi corazón”.

Patricio, un niño de 9 años preguntó a su maestro: “Si Dios no existe, entonces

¿quién creó el mundo?”.

–Querido niño, el mundo ha existido siem-pre, le respondió el profesor. Pero Patricio dijo: –Señor, yo no le he preguntado cuántos años tiene el mundo sino quién lo hizo.



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adoración eucarística adoración - children of hope

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