acrósticos de vallejo7

5/8/2018 Acrósticos de vallejo7 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/acrosticos-de-vallejo7 1/23

Los acr6sticos de Vallejo

Enrique Bailon Aguirre

Universite du Quebec a Montreal

Desde el punto de vista de la pereepci6n, toda lectura consiste en

apreciar las instancias y los valores dominantes de un texto. Pero esta

apreciaci6n y, sobre todo, el paso de una instancia a otra, 0de un valor

a otro en la lectura, requiere del lector un "esfuerzo" para cruzar esos

umbrales semanticos que niel trabajo ret6rico, niel estudio de los textosactual, ha llegado a clasificar en integridad. Sin embargo, cualquier

lector es conciente de que tales umbrales constituyen una de las

condiciones infaltables de la legibilidad de los textos.

E1 escritor, por su parte, puede aeentuar 0difuminar los linderos de

legibilidad que propone allector. Ello explica que una de las tareas

asumidas, a ojos vista, por la escritura de nuestros dtas, baya consistido

precisamente en tratar de borrar los recintos estereotipados de

legibilidad literariaacumulados por los textos elasicos. Los poemas deCesar Vallejo, fundadores de la contemporaneidad literaria - TrUce y

los textos posteriores - demuestran bien esa labor de aereaci6n formal

y de oxigenaci6n semantica de los enunciados, labor dirigida, como en

otros pocos casos, a baeer desaparecer las fronteras tradicionales entre,

por ejemplo, el discurso de descripci6n y el discurso que describel.Ahora bien, dos de las fonnas m a s conocidas de descripci6n clasica,

casi derogadas en la poesfa actual, son la descripci6n espiritual (la

etopeya) y ffsica (la prosopograffa) de un ser animado 0ficticio, esto es,el llamado "retrato" y Ia aglomeracion de figuras iconizadoras (la

1 Desde esta perspectiva, Ia poesfa de Vallejo se acerea m a s a Ia escritura de

Robbe-Grillet que a Ia de su contemponineo Breton.



76 Enrique Bailon

bipotiposis) insertas en un relato de acciones °en un dialogo, es decir,

el "cuadro". Ambos, retratos y cuadros, solfan ser proyectados en el

discurso desde la instancia del enunciador °desde la perspectiva de un

personaje identificado, entonces, con un nombre propio (sujeto

ideol6gico) 0sin 61(sujeto doxol6gico: Usedice", el discurso impersonal,

la preterici6n retorica, etc.).

La poesfa de Vallejo abandona estas formas clasicas de

descripci6n2, pero conserva de ellas no obstante una brizna, el nombre

propio. El patr6nimo no cumple alli, como podrfa suponerse, la funci6n

de "etiqueta" para designar a un personaje; se trata, en realidad, de

marcar 0seiialar un crucero, una especie de centro capaz de recibir un

conjunto de rasgos antropomorfos provenientes de diversos horizontes,

pero sin llegar a constituir un cuerpo. Asl, la inclusi6n del nombre

propio "Lina Odena,,3 no configura otra cosa que la reuni6n de ciertos

semas nucleares tales como /onomastica', Ifeminidad/, /s ingular idad/ y

clasemas del tipo /heroicidad/, lsacrificio/, etc., garantizados por el

contexte discursivo del poema,

De modo semejante, los nombres comunes figurados en esos

poemas no remiten a la "totalidad" descriptiva del objeto designado

permitida por la lengua, sino 6nicamente a algunos de sus rasgos

discriminados (entresacados, si se quiere) por el discurso 4. Esta funci6n

poetica de selecci6n significativa referida a los cuerpos y a los objetos

puede ser llamada pantonimia Ycomprender la siguiente divisi6n:

Pantonimia

Igeneralizaci6n1I

ReonimiaTecnica poetica empleada en

la designaci6n de los objetos

, - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 1fmdividualizaci6n1

I

PatronimiaTecnica poetica empleada en

la designacion de los cuerpos

2 Sobre el "retrato" en lasCI6nicas deVallejo, d. Enrique Ba116nAguirre, Poetoiogfa

'Y escritura, Universidad Nacional Aut6noma de Mexico, Mexico, 1985, pp. 90-94,

106-118,189-206.

3 En "Himno a los voluntaries de Ia RepUblica" de EspaDa , aparta de auf este diliz.

Reeordemos que los nombres propios no acceden a1 diccionario porque carecen desememas generales; 5610 admiten sememas dependientes de cada discurso que los

enuncia.

4 La desambiguaci6n normal de un discurso en un poema 1frico, no recupera los

sememas generales y comunes repertoriados en el diccionario. Cada poema reorganiza

a1 interior del semema de un lexema nominal, Ia composici6n semica, produciendo asfun efecto de sentido "surrea1" 0"irreaI".



L os Q C ro stico s de Vallejo 77

Ya F. de Saussure, en su celebre estudio de las funciones del

anagrama, sostiene que el nombre propio es una "palabra-manequin"

susceptible de tomar la forma de un hipograma, si el discurso permiteleer ese nombre bajo las otras palabras5• Basandose en dicha

observaci6n, algunos tratadistas posteriores sostienen que el nombre

oculto, subterraneo, inaugura la via de acceso alinconsciente del trabajo

poetico'', En todo caso 8610 nos interesa destacar, para los fines

propuestos, que este tipo de encodaje - una verdadera criptograffa-

disimula la coherencia particular creada por los rasgos semanticos

alrededor del nombre propio en el poema.

Hasta donde .llega nuestro conocimiento, la poesta de Vallejo esajena a esas combinatorias formales anagramaticas e hipogramaticas,

M a s bien alli se encuentran abundantes ejemplos de ostentacion del

nombre propio, su menci6n directa y concreta, a fin de diagramar una

reminiscencia (por ejemplo, Idilio muerto, A mi hermano Miguel,

TrUce ill, XXII, XXXI, Alfonso: estas minindome, 10 veo_, etc.), un

panegfrico (por ejemplo, Himno a los voluntarios de IaRepublica), una

epfstola (por ejemplo, EspaDa, aparta de mf este c81iz, vm), etc. En

lugar de esconder el nombre propio, estos poemas de Vallejo"muestran" 7 al sujeto designado y hacen resaltar los rasgos semanticos

elegidos, el haz de predicados que 10 definen como sujeto poetico

intransferible. Tal es la funci6n precisa atribuida al acr6stico8, poema

donde el nombre propio es la figura del discurso capaz de declinar la

antropomorfizaci6n del sujeto.

Efectivamente, en los acr6sticos, el nombre propio genera el texto

5 EI anagrama comprende Ia palabra 0secuencia de palabras obtenidas luego de la

transposici6n completa de las letras de una palabra 0 de un sintagma (por ejemplo,

"Salvador Dali": "Avida Dollars"). Seg6n F. de Saussure, el anagrama puede originar un

bipognuoa si el texto distribuye las letras 0sonidos de la palabra "sin conservar el orden

en el tiempo que tienen los elementos" (cit. por Jean Starobinsld, Les Ao8gnunes de F.

de SaU88UJ 'e , Gallimard, Paris, 1969, p. 255).

6 Es la hip6tesis defendida, entre otros, por J.Kristeva y H. Meschonnic.

7 H. Meschonnic sostiene que "mOliUar es el acto de significaci6n que puede

sustituirse al nombre propio; de ah{que el nombre propio desde la teologia hasta la 16gica

proposicional sea un conservatorio" (I.e slgne et Ie p o em e , Gallimard, Paris, 1975, pp.75-76).

8 EI acr6stico tradicional es un poema donde se puede leer el nombre del sujeto (del

propio autor 0de Ia persona a quien va dedicado el poema) en una 0varias palabra(s)

formada(s) por las iniciales de cada verso. Desde nuestro criterio, la funci6n del acr6stico

abarca toda inclusi6n de un nombre propio en el texto del poema. Tal es el caso de los

poemas de Fran~is Villon que incluyen su nombre al comienzo de los versos de Ia Ultima

estrofa (cf. B. Dupriez, Gradus. Les procecws Utteralres, Paris, 1984, p. 24).



78 Enrique BaIlon

0, si se prefiere, la combinatoria del texto produce el nombre propio.

En uno u otro sentido, 10 cierto es que el acr6stico presenta at sujeto

del discurso, pero, a diferencia de la biografia 0 la autobiografia, enoingUn momento el texto MCO es prisionero del alicate veridictorio

(verdadero/falso) 0 la tenaza dela sanci6n (aprecio/desprecioj''. Se

trata, mejor, de un realismo por referencia interna10 que otorga at sujetonombrado un determinado volumen semantico.

Por 10 tanto, el efecto de identidad diluida 0 enmascarada,

caracteristica del anagrama, toma un nuevo aspecto en el acr6stico: no

se trata m a s de un solipsismo del sujeto, sino de todo 10 contrario, de

una dislocaci6n 0, si se me permite, de la multiplicaci6n de la sidentidades atribuidas atmismo sujeto por los discursos no poeticos. Encada acr6stico, at destacarse el nombre propio con todas sus letras y en

su coordinaci6n normal, no se supone la univocacidad 0 la presencia

empirica del sujeto designado11, sino el intratexto, un continuum

referencial cuya estricta garantia es el poema.

En cambio, la reuni6n de varios acr6sticos, que contienen la

menci6n de un mismo nombre propio, justifica la construcci6n de un

corpus y su intertextualidad respectiva. Ahi en el corpus, el nombre

9 M. Riffaterre escribe que los entices biograficos "se sienten obligados a explicar Ia

exttafteza del discurso fuera del contexto verbal, remitiendose al canicter personal y a la

singularidad de Iaexperiencia del poeta. Su reduccionismo confunde unidad formal con

acontecimiento hist6rico e incidente biognifico" (semiotique de Ia po&ie, Scull, Paris,

1983, p. 102). En esas cnticas f8ciles se olvida, ciertamente, que en poesfa -seglin G.

Lukacks- "todo se convierte en sfmbolo, Alli todo, como en rmisica, &610 es 10 que

significa y &610 significa 10 que es" (L'Ame et Ies formes, Gallimard, Paris, 1974, p. 44).

10 E1 nombre propio+Cesar Vallejo" en los poemas de Vallejo, funciona como un

demostrativo cuya referencia es interna: Iadescripci6n co-referente de los atributos quese le confiere a cada poema; Para D. Bertrand,la referencia interna 0 referencializaci6n

"concieme al conjunto de procedimientos por los cuales el diseurso se apoya sobre sl

mismo, remite por medic de mecanismos variados a enunciados ya producidos,

asegurandose asf 10 que se podr{a IIamar su continuum referencial" (L'espace et Ie sens,

Hades-Benjamias, Paris-Amsterdam,l98S,jl,_31).

11 Recurrir a Ia referencia extema, por ejemplo, a las biograffas de Vallejo y de

Alfonso de Silva en relaci6n al poema Alfonso: estas mJrinclome, 10 veo •.., no resuelve

en modo alguno Ia interpretacion del esquema simb6lico-metaf6rico propuesto por esc

poema. Ello permite constatar, con P.P. Strawson, que como en ningun otto tipo de

discurso, en el poema Ifrico el nombre propio se halla "regido por convenciones ad-hoc

para cada conjunto particular de aplicaciones de Ia palabra a una persona dada"(Logic:o-Unguistic Papers, Methuen & Co., Londres, 1971, p. 23). AI contrario, el

discurso solipsista (lat. sole ipsum) &610 admite la "mismidad" 0 (ecceidad) reiterada

del sujeto referido, como en este texto de Sophie Poldoski: "Me situo frente a personas

que se encuentran frente a mf - no puedo ponerme de acuerdo con nadie - ni conmigo

ni con yo- el habla es una histeria dependiente de la frustraci6n que, por 10 demas

compensa" (cit. por Jeanne Demers y line McMurray, Le eqjeu du manifeste/Le

manifeste enjeu, Quebec, Editions du Preambule, 1986, p. 42).



Los acrostico« de Vallejo 79

propio, eual iman gramatical, atrae y asume los predicados que se le

otorgan, esto es, los atributos reiterados 0 no de un acr6stico a otro,

formando una tupida red semantica euya funci6n primordial es afirmary sostener la coherencia antropom6rfica integral del sujeto predicado.

Una vez sumados los calificativos, el nombre propio se convierte en

antrop6nimo y funda los referentes internos que le otorgan su densidad

semantica,

Uegamos asf al objetivo central de nuestro trabajo: a partir del

corpus constituido por los acr6sticos que contienen el antrop6nimo

"cesar Vallejo", examinaremos e1 conjunto de valores semanticos que

10predican y su composici6n, a fin de conocer el sistema de referenciasideol6gicas que 10sustentan.

l.De que manera se distribuyen en e1 texto los significados y sentidos

atribuidos por el acr6stico al nombre propio? Como acaba de indicarse,

la antropomorfizaci6n del nombre propio, es decir, su conversi6n en

antrop6nimo, procede por la regularizaci6n de las coordenadas

semanticas singulares 0 generales inscritas en cada texto del co!"Bus.

Esas coordenadas tienen la tarea de determinar el "templum" 0diagrama de base en e1 cual se ordenan las categorfas y figuras euya

funci6n es condensar - "anelar" 0, si se quiere, "amarrar' - los

calificativos aplicados al sujeto. Por 10 tanto, una vez estab1ecida la

sintaxis antropomorfa por la armaz6n predicativa, nos sera dable

explicar el "temp1um" como centro directriz de la organizaci6n

semantica del acr6stico. Veamos enseguida la primera muestra de ese

corpus:

[LV]

SAMAINdirfa el aire es q uieto y de una conten ida tristeza.

V allejo dice boy laM uerte esta so ldando cada lindero a cada bebra decabello perdido, desde la cubeta de un fron tal, donde bay algas , toron j ilesque cantan divin os alm acig os en guardia, y v erso s an tiseptico s sin d uetlo .

E I m iercoles, con utlas destronadas se abre las p ro pia s u tla sd e alcan for, e in stila por polvorien tosbam eros, eco s, pagmas weltas, sarro s,zum bidos de m oscas

U Entre los latinos "templum" significaba, fundamentaimente, "recinto 0 ambito

trazado en el aire por el bast6n del augur como campo de observacl6n con miras a la

interpretaci6n de los vaticinios". En sentido figurado, para Lucrecio "templum" es el

"santuario del pensamiento". Preferimos emplear el termino "templum" y no el

paralex:ema "punto nunegocentrico" que, como sabemos, designa unicamente el punto

de intersecci6n de una fecha, de un lugar y de una persona.



80 Enriqu e BaIlOn

cuando bay muerto, y pena clara esponjosa y cierta esperanza.

Un enfermo lee La Prensa, como en facistol.

Otro esta tendido palpitante, longirrostro,cerca a estarlo sepulto.Y yo advierto un hombro esta en su sitiotodavfa Y casi queda Iisto tras de este, el otro Iado.

Ya Ia tarde pas6 diez y seisveces por el subsuelo empatrulladoy se esta casi ausenteen el nnmero de madera amarillade Ia cama que esta desocupada tanto tiempo

aIhi•••••••••••••••••enfrente.

Estos versos libres y de prosa poetica carecen de titulo: "LV" es una

simple sew numerica para ubicar el poema en el poemario TrUce; s in

embargo, la disposici6n grafica de los versos desempeiia el rol de

"enfocar" la linea de mira temporal y espacial desde el segundo y el

cuarto apartado. Efectivamente, ahi se encuentra el mecanismo que

pone de manifiesto la estructura semantica de la enunciaci6n, gracias

al desembragador conocido como enunciaci6n enunciada 0referida:

- "Vallejo dice hoy laMuerte esta soldando "-"Y yo advierto un hombreest! en su sitio "

todo 1 0 cual se formula del siguiente modo:

PEE = [en 01 (sn Oz)]

donde:

PEE: Proceso de la Enunciaci6n Enunciada.

e: Enunciador.n: Signo de conjunci6n semantica,

01: Objeto de la enunciaci6n, los enunciados "Vallejo dice hoy

la Muerte esta soldando ..."; "Y yo advierto un hombre esta

en su sitio ...".

S: Sujeto del enunciado, ''yo'', "Vallejo".

02: Predicados del enunciado, "dice hoy la Muerte esta

soldando ..."; "advierto un hombre esta en su sitio ...".

Si seg(m la teorfa de la comunicacion (R. Jakobson) hablar es ante

todo localizarse, aquf contamos con dos enunciados de estado donde el

enunciador se constituye reiteradamente como observador, es decir,

como punctum 0 punto de mira desde el cua1 se diagraman la

temporalizaci6n y la espacializaci6n de todo el texto. Pero dado que el



L o s a cro suc os de Valle jo 81

texto enuncia dos nombre propios - "Samain" Y"Vallejo" -, lpor que

hemos presupuesto que ese "yo" encarna en el texto al segundo y no al

primero? La razon esta en el presente del indicativo que predica a losdos deicticos:

"yo advierto" = "Vallejo dice"

opuestos al otro defctico predicado por la acronfa caracteristica del

condicional:

"Samain diria"

La denominaci6n propia "Vallejo" crea, por su parte, unaaltemativa frente al pronombre "yo", pero afirma la misma entidad

enunciativa como hemos visto, estableciendose ast la equivalencia:

"Vallejo" /ego/

"yo" = /eco/

EI pronombre no produce ninguna distanciaci6n frente al nombre

propio y tampoco se confunde con 61:"Vallejo" designa al enunciadordel discurso, mientras que "yo", al sujeto del enunciado (/ego/ ..../eco/).

Se trata, en suma, de un primer tipo de sincretismo nominal, el suJeto

sincretico que habla que enuncia (01).

A partir, entonces, del sujeto "Vallejo" antropomorfizado con los

rasgos definitorios /decir/ y /advertir/, 1a funci6n de 1a temporalizaci6n

justifica el establecimiento de la primera linea de recci6n semantica del

texto. Y a rengl6n seguido coostatamos el surgimiento de 1a segunda

linea de recci6n, espacial esta vez, al marcarse el primer toponimo: "estaen su sitio" = lsituar/. De esta manera, las coordenadas

espacio-temporales determinan la antropomorfizaci6n del sujeto y del

texto en general que dispone -mejor, abaliza- las respectivas

categorizaciones: cron6nimos, top6nimos y cronotopos13.

Veamos ahora el sistema de referencias intratextual. E1 modo

indicativo determina la categoria capital de la temporalizaci6n, 1a

/concomitancia/ y sus respectivas figuras cronolOgicas ("hoy", "el

miercoles ... se abre", "un enfermo lee", "ya la tarde pas6", etc.), asfcomo tambien 1a principal categorfa de la espacializaci6n, la

llocalizaci6n1 y sus figuras topolOgicas, que son de dos 6rdenes:

13 Respecto a los cronotopos d. M. Bakhtine, EstJultique et tbiorie du roman,Gallimard, Paris , 1978, p. 23S Ysig.



82 Enriq ue Bailo n

topicales, pues emplazan Ia instancia del observador "Vallejo" como

"recinto de seguridad" del sujeto lirico ("Vallejo dice", ''yo advierto")

y heterotOpicas, dado que seiialan los lugares en Ia instancia observaday descrita ("IaMuerte esta soldando ...", "un enfermo lee La Prensa ...",

"otro esta tendido ...", "un hombro esta en su sitio ...", etc.). La reuni6n

de la s dos categorfas lconcomitancial y /localizaci6n/ en la s figuras

cronotOpicas (el verbo sustantivo "estar", Iafigura "la tarde", etc.) hace

que elIas operen como Indices de tiempo y espacio a Iavez. Por medio

de todo este sistema de figurativizaci6n textual, la

espacio-temporalizaci6n del poema es presentada como un

especUicu1o.Agreguemos a esto el hecho de que la s figuras temporales

productoras del "tiempo cont'igurante", distribuyen en el texto Iasecuencia de "intervalos" (cronograffa) y el efecto de sentido

"transcurso del tiempo", esto es, el calendario de instantes fijados por

el mismo discurso; en cambio, la s figuras espaciales se encargan de

describir los "lugares" (topograffa) que producen el efecto de sentido

"disposici6n del espacio", es decir, el plano de ubicaci6n cuya

referencia es siempre interna. Pero puesto que ambos dispositivos - elcalendario y el plano - son cont'iguraciones que dependen de Iapercepci6n categorial delmundo (el "miercoles" es un dfa de Iasemana;"La Prensa" fue un diario peruano vigente en el presente de Iaenunciaci6n textual, etc.), elIas articulan la s referencias espacio-

temporales intemas con la s figuras del mundo.

La serie de "intervalos" que constituyen Ia lconcomitancial (el

"ahora" de Ia enunciaci6n), se organizan - gracias a los respectivos

cron6nimos - en acontecimientos:

- incoativos ("Ia Muerte esta soldando ...", "el miercoles ... se

abre ...");

- durativos ("un enfermo lee La Prensa.. Otro esta

tendido ...");

- tenninativos ("Ya Ia tarde pasO diez y seis veces ...");

enunciados temporales que, en resumen, tienen por funci6n enunciaruna estadia; por otro lado, la categona de Ia/localizaci6n/ se distribuye

en un conjunto de "lugares" (el "allf" de Iaenunciaci6n) repartidos por

el observador en dos series de top6nimos:

- sonuiticos ("hebra de cabello", "cubeta de un frontal", "uiias



L os a crO stic os de Vallejo 83

destronadas", "uiias de alcanfor", "sarros", "enfermo",

"palpitante, longirrostro", "un hombre esta en su sitioltodavfa y casi queda listo tras de este, el otro lado");

- ambientales ("subsuelo empatrullado", "el numero de

madera amarillaI de la cama que esta desocupada tanto

tiempol alla, J enfrente"), que enuncian cierto tipo

especial de establecimiento, un hospital14•

Por eso la intencionalidad del enunciador, al incluir su apellido

"Vallejo" como referente nominal clave, es clara: se trata de fijar la

instancia del observador exteroc:eptivo desde la cual se describa la

instancia espacio-temporal (la estadfa, el hospital) que, a modo deanafora, Ie sirva de predicaci6n y de esa manera Ie permita simbolizar

-por medio de las metaforasasidas al eje espacio-temporal ("donde

hayalgas, toronjiles que cantan divines almacigos en guardia ...", etc.)-

el estado de disforia que, por retroefecto, embarga su propia

competencia con un "ammo patetico": contemplar (lat. contemplari, de

con-templum) la enfermedad y la agonia como trastrueque de la vida

en muerte15. Tal es, pues, el "templum" de este texto: la contemplacion

pesarosa ocurrida durante la estadia - 0 la jornada, si se prefiere-pasadaen un hospital.

El segundo acr6stico pertenece al poemario Poemas en prosa y se titula

Voy,a hablar de Ia esperanza, titulo que anuncia una expansi6n euforica

en el texto. Sin embargo, no sucede as{ dado que el discurso gira en

tomo de algunos valores semanticos que enuncian precisamente, como

en el acr6stico anterior, un sentido contradictorio: la disforia

generalizada. He aqui el texto:

VOY A HABLAR DB LA ESPBRANZA

Yo NO SUPRO e ste dolo r como Cesa r V allejo. Y o no m e duelo ahora com oartista, como h omb re ni como sim ple ser vivo siquiera. Y o n o sufro este

14 E1 "hospital" es defmido en sentido normativo como "estableclmlento publico

donde se recibe y trata a enfennos, heridos y mujeres en cinta sin reeursos, para curarlos

durante un tiempo Umitado" (los subrayados son nuestros); el termino admite ademas

el sentido figurado "sfmbolo de la miseria y de la pabreza" (Die. Robert).

15 A la manera de los pintores romantieos atraldos par el motivo del 6bito, (los

"uepas" de Greuze, Delacroix, Millet, etc.), Vallejo "pinta" la enfermedad, la agonla yel deceso. La analogfa no es descabellada si se piensa que la articulaci6n del

emplazamiento del observador frente a la escena escrita 0pintada, es el mismo (espacio

t6pico/espacio heterot6pico).



84 Enrique Ballon

dolor como cat6lico, como mahometano ni como ateo, Hoy sufrosolamente. Si no me I Iamase Cesa r Vallejo, tambien sufrirfa este mismodolor. Si no fuese artista, tambien 10 sufrirfa. Si no fuese hombre ni servivosiquiera, tambien 10 sufrirfa.Sino fuese cat6lico,ateo nimahometano,tambien 10 sufrirfa. Hoy sufro desde mas abajo. Hoy sufro solamente.

Me duelo ahora sin explicaciones.Mi dolor es tan hondo, que no tuvoya causa ni carece de causa.eOue serfa su causa? lD6nde esta aquello tanimportante, que dejase de ser su causa? Nada es su causa; nada ha podidodejar de ser su causa.lA que ha nacido este dolor, por sfmismo? Mi dolores del viento del norte y del viento del sur, como esos huevos neutros quealgunas aves raras ponen del viento. Sihubiera muerto mi novia,mi dolorserfa igual. Si la vida fuese, en fin, de otro modo, mi dolor sena igual.Hoy

sufro desde mas arriba. Hoy sufro solamente.Miro el dolor del hambriento yveo que su hambre anda tan lejos de mi

sufrimiento, que de quedarme ayuno basta morir, saldrfa siempre de mitumba una brizna de yerba al menos. Lo mismo el enamorado. iQuesangre la suya mas engendrada, para la mfa sin fuente ni consumo!

Yo erefa basta ahora que todas las cosas del universo eran,inevitablemente, padres 0hijos. Pero he aquf que mi dolor de hoy no espadre ni es hijo. Le falta espaIda para anochecer, tanto como Ie sobrapecho para amanecer y si 10 pusiesen en la estancia oscura, no darfa luz ysi 10 pusiesen en una estancia luminosa, no echarfa sombra. Hoy sufrosuceda 10 que suceda. Hoy sufro solamente.

A la simple lectura podemos constatar que la oposici6n categorial

euforia/disforia inaugura el sistema de contradicciones y

contrariedades paradigmaticas que, debido a la expansi6n cataf6rica

del texto respecto al titulo (una sola frase), inclina la densidad semantica

sobre el termino negativo originando inevitablemente la disforia

generalizada que acabo de seiialar.

Esta sobrecarga radical, repercute en la serie de oposicionessemanticas contrarias que proliferan en el texto, a partir de las

siguientes categorfas:

- /evaluaci6n1

- /verticalidad/

- /orientaci6n1

- /causalidad/

- /existencia/

- /producci6n1

- /parentesco/

- /iluminaci6n1

- /cosmologfal

positivo/negativo

abajo/arriba

norte/sur

causa/efecto

vida/muerte

fuente/consumo

padreslhijos

luz/sombra

anochecer/amanecer.

El conjunto de terminos manifestados 0 presupuestos en esas



L o s a cro stic os de Vallejo 85

oposiciones heter6clitas, vale decir, pertenecientes a campos

semanticos no relacionados entre s f, impide laconstituci6n de unmarco

espacio-temporal definido. El andamio categorial expone una especiede laberinto semantico que niega la organizaci6n de un programa

narrativo cualquiera; es m a s , s610en e1tercer paragrafo encontramos

e1esbozo desleido de cierta transformaci6n narrativa. Los enunciados

fijaninsistentemente unmismoestado y10reiteran a lamanera de cierto

mecanismo de relojerfa sintactica, elaborado expresamente para hacer

de la temporalidad 10mismo que - se dice - hac ta Heraclito de la

mUsica:un "devenir puro".

La temporalidad es dada a leer en este texto como una duraci6n sintraba, un estado continuo, perenne e inmutab1e.Un continuum que no

admite segmentaci6n alguna yenuncia por fuerza e1tiempo ucrOnico16,

ucronia cuyo transcurso es notado s610 por la repetici6n del t6pico

e1egidoa intervalos regulares: "Hoy sufro", "Yo no sufro", "Yo no me

duelo", "Si no me llamase", "Si no fuese", etcP. La reiteraci6n, que

marca un compas s in contrapunto, afecta de modo s imi lar a la

espacialidad: si bien se enuncian los terminos que componen las

categorfas de la /Verticalidad/y la lorientaci6o/, no llegan a figurativizarlos "lugares" respectivos. AI laberinto temporal le sucede, pues, e1

monob1oque 0 ausencia de toda subdivisi6n espacial: e1 espacio es

unico, sin marcas graduales 0 escaIares. Es e1espacio mftico uiOpicodonde e1sufrimiento dolorido estab1ece su morada. Pero al negarse la

definici6n de esemismo sufrimiento doloroso, inc1usopor comparaci6n

(e1 enunciador "Cesar Vallejo" frente a los sujetos "hambriento" y

"enamorado"), e1espacio es introyectivo en relaci6n a la competencia

del enunciador y,por 10tanto, lndecldible.E1 sujeto sincretico, por su parte, integra como en e1 acr6stico

anterior las dos instancias de proferici6n en una sola entidad, pero con

una diferencla: e1 sujeto no habla de un suceder extemo (la

contemplacion pesarosa), sino de un acontecer en 61 mismo

(/ego/'" lecol) cuya dimensi6n espacio-temporal es dispersa18• En este

acr6stico, e1enunciador es un auto-observador de su propia actividad

psfquica, mejor dicho, e1texto es un mon61ogointerior enunciado por

16 EJ tiempo uc:r6Dko es una temporalidad que excede las segmentaciones

cronol6gicas corrientes.

17 S e trata, en realidad, de una parastasls 0 acumulaci6n de frases que retoman el

mismo pensamiento.

18 Cf. M. Arrivi-J.C. Coquet (Directores), 8emiotique enJeu - A partir et a&tour de

I'oeune d' A.J. Grelmas, Hades-Benjamins, Paris-Amsterdam, 1987,p. 8.



86 Enrique Ballon

el obsenador inleroceptivo19 de cierto humor 0"disposici6n afectiva

de base" al soportar una sensaclon penosa, sensaci6n que no puede ser

manifestada, seg(m el discurso, por ninguna figura del mundo (enefecto, no encontramos una sola figura relativa a las manifestaciones

exteriores de esa categorla: grito, crispaci6n, gemido, mueca, alarido,

Iagr ima, queja, suspiro ...). E lla 5 610 puede ser enunciada - y por cierto,

10 es en este caso- si se introduce en el discurso 10 que L. Wittgenstein

l lama "lenguaje privado".

Nos encontramos asi ante una muestra de "discurso privado" que

enuncia una pasi6n intransfenble, 1igada fntimamente a "la percepci6n

que tiene el hombre de su propio cuerpo"2O. El observadorinteroceptivo "cesar Vallejo" articula los dos terminos de la categoria

indicada, /sufrimiento/ y /dolor/, a fin de fundar el "templum,,21 propio

de este testo, un soliloquio limpio de figuras, la estricta descripci6n

endof8sica del sufrimiento doloroso.

Ni ffsico nimoral22, niactivo nipasivo, el "templum" de la sensaci6n

penosa es descrito como la quintaesencia misma del acto de permitir Y

tolerar la impresi6n neutra, pero intensa, del sufrimiento doloroso, el

soportarfntimo. Elacr6stico resume (yresuma) esa sensaci6n obsesiva,

impuesta sin descanso, incesantemente, el acto de vigilia que reconoce

el estado del sufrimiento doloroso en la competencia anegada del

enunciador " c e s a r Vallejo".

Examinemos a continuaci6n nuestra tercera muestra, uno de los

poemas m a s recitados de Vallejo, el acr6stico Piedra negra sobre una

piedra blanca, trig6simo segundo poema de Poemas humanos:

PIED RA N EG RA SO BR B U NA PIED RA BLA NC A

ME MORIRB en Pans con aguacero,un dfa del cual tengo ya ef recuerdo.

19La ooostituci6n de Ia instancia del ohservador como punctum desde el cual se

enfoca Ia dc&cripci6n de Ia categona t£mica Isufrimiento doloroso/, obedece a la menci6n

de la relaci6n de identidad cxplfcita en el tcxto: "Yo" = " c e s a r Vallejo" ("Yo no sufro

este dolor como cesar ValleJo"; "Si no me I l amase cesar ValleJo, tambien sufriri'a estemismo dolor").

20 A. J. Greimas-J. Courtes, SemlOtka - Dkclooarlc> razonado de Ia teoria del

1eoguIQe, Gredos, Madrid, 1982, art. Tfmica (categoria), cf. art. Interoceptividad.

21 Porellos se justifica Ia presencia aut6noma, en el texto, de "una dimensi6n tfmica"

(cf.A.J.Greimas, "Delanostaigie-EtudedeSCmantiquelexicale",enA&:tessemioUques

- Bulletin, Vol. XI, No. 39, Paris, septembre 1986, p. 8).

22 Tampoco encontramos en el texto las figuras del dolor moral: aflicci6n, amargura,angustia, desagrado, pesadumbre, quebranto, compunci6n, tristeza, consternaci6n, pena,

arrepentimiento, contrici6n, desconsuelo, descontento, desesperaci6n, desamparo, etc.



L o s a cr6 stic os de Valle jo

Me monre en Pans -yno me corro-talvez un jueves, como es hoy,de orono,

Jueves sera, porque hoy,jueves, que proso

estos versos, los humeros me he puestoa la mala y,jaml1scomo hoy,me he vuelto,con todo mi camino, a verme solo.

Cesar Vallejo ha muerto, Iepegabantodos sin que tiles haga nada;Iedaban duro con un palo y duro

tambien con una soga; son testigoslos dfas jueves y los huesos hnmeros,la SOledad,la lluvia, los caminos...

Este poema ha sido compuesto a partir de la expresi6n empleada

originalmente en lengua francesa que manifiesta uno de los sentidos del

lexema "marcar": "marcar un dfa con una piedra blanca 0 negra"

("marquer un jour d'une pierre blanche ou noire"). EI diccionario

Robert trae el articulo definitorio de tallocuci6n:

"Marcar con un guijarro, con una piedra blanca", se dice de unacontecimiento feliz0de un dfa fasto, memorable. Se dice ~car conuna piedra negra" al referirse a una catastrofe, a un dfa nefasto .

La . acepci6n ha sido tambien repertoriada por la lengua espanola en

el Diccionario de uso del espaiiol de Marla Mollner:

"Seftalar con piedra blanca". Frase que se emplea con referencia a fechasu ocasiones en que ocurre alglinsuceso felizdignode recordarse; "Seftalarcon piedra negra" (no free.). Puede decirse, par oposici6n a la f raseanterior, con referencia a feehas desgraciadas..

Por 10 visto, el titulo del poema Piedra negra sobre una piedra

blanca contiene yala filiaci6n espacio-temporal que luego desarrolla el

23 En prosa ya apareee registrado este sentido por Francois Rabe1ais (1494-1553) en

su Gargantua, cap. 10 (Oeuvres completes, Seuil, Paris, 1973, p. 69: "au temps p a s s e , lesThraces et Cretes signoient les [ours bien fortunez et joyeux de pierrez blanchez, les

tristes et defourtunez de noires". Su contemporaneo Clement Marot (1495-1544) 10

incluye por vez primera en poesia;

Voici Ie jour lamentable sur terre,

Le jour qu'on doit marquer de noire pierre.

(Traduc:t. III)En nuestro siglo ha sido consignado con relativa frecuencia en Iiteratura por ejemplo,

por Anatole France ("0 me traita d'excellence, dit qu'il marquerait ce jour d'une caillou

blanc et me fit asseoir", Crime S.Bonnanl Il, p. 316) YPierre Rcverdy (sobre todo en el

poemario Pierres blanches, publicado en 1930; cf. M. Callot, L'borlson de Reverdy,

Presses de l'Ecole Normale Superieure, Paris, 1981, J. Schroeder, Reverdy Twayne,

Boston, 1981), escritores le{dos ycitados varias veces por Vallejo en sus Cronkas.



88 Enrique Ballon

texto del poema a manera de catafora. Alli la categoria /proxemica/, es

decir, aquella categoria que se ocupa de la s "disposiciones de los sujetos

y de los objetos en el espacio"24, coordina conjuntamente la s figuras que

representan los "lapsos" temporales y la s referencias espaciales de

orden extemo, los "l~ares" marcados y distribuidos por un nuevo eje

semantico episOdico que intersecta estas dos coordenadas:

- /prospeetividad/ : "Me morire en Paris con aguacero"

- /retrospectividadl : "un dfa del cual tengo ya el recuerdo"

La interseccl6n de ambas direcciones prefigura, de hecho, un

determinismo temporal epis6dico en doble sentido, hacia el futuro la

primera ("Jueves sera"), hacia el presente ("porque hoy,jueves") y el

pasado (''un dia del cual tengo ya el recuerdo") la segunda. Esta

estrategia enunciativa se correlaciona con la /propioceptividad/,

categoria que reune los terminos ioteroceptividadlexteroceptiVidad ya

encontrados de manera separada en sendos casos anteriores. Aqui el

observador es propioceptivo26, pues por una parte la s figuras atafien a

la descripci6n de la reminiscencia indicada, la auto-percepci6n

somatica ("los humeros me he puesto a la mala") y la introspecci6nsimple ("me he vueito, con todo mi camino, a verme solo"), mientras

que por la otra parte la s figuras describen la observaci6n del tormeoto

fisico ("Ie pegabao todos", "le dabao duro con un palo y duro/ tambien

con una soga") infringido al sujeto "Cesar Vallejo" a partir de la linea

de mira de un supuesto observador extemo. Pero como en la s primeras

estrofas ese observador propioceptivo es enunciado en la primera

persona ("me") y en la s dos finales con la tercera persona ("Ie"), se

produce el fen6meno discursive que L. Spitzer l lamadesiodividualizacioo27; se trata, entonces, de la introducci6n en el

24Greimas-Courtes, Ibid., art. ProDmica.

2S Sabre Ia /proxemka/ eplsOclk:a cabe indicar que San Agustin en sus Coufeslooes

(Libro XI) considera un triple presentee presente de las cosas pasadas, presente de las

cosas futuras y presente del presente, donde intervienen los fen6menos de memoria y de

previsi6n (d.A Rey, Theories du signe et du BeDS, K1incksicck, Paris, 1973, pp. 63-70).

SegUn P. Ricoeur, esta concepci6n del tiempo "permite liberarnos de la presuposici6n

de la existencia de un tiempoque seria 5610 cronol6gico" ("Rencontre entreAJ. Greimas

et P. Ricoeur", en .Arrlve-Coquet, op. cit., p. 294). La espacializaci6n en el diseurso

obedece a Iamisma organizaci6n: un espacio que no es 6nicamente topol6gico.

26 La propioceptividad alude a connotaciones psicol6gicas, mientras que Iacategoria

timica 10 haec a connotaciones psicofisiol6gicas, cf. Greimas-Courres, Ibid., art.

Propioceptividad.

27 1.. Spitzer, Etudes de style, Gallimard, Paris, 1970, p. 209 Ysig.



Los acrosticos de Vallejo 89

discurso de un segundo tipo de sincretismo, el sincretismo por eruilage,

donde el sujeto sincretico se dirige a "otro", que resulta siendo " 1 5 1

mismo" ("me" (yo) - " l e " ( 1 5 1 ) , euya referencia es el nombre propio

"cesar Vallejo":

"Cesar Vallejo",legol,

"me" (yo)

vs laJter-egol,"Ie" ( 1 5 1 )

El/egol de las dos primeras estrofas se transforma en lalter-egol en

las dos ultimas. Semejante trastocamiento, euyo pivote es la

denominaci6n propia "Cesar Vallejo", no afecta a la identidad unitaria

del sujeto ya que el enalage garantiza, precisamente, la coherencia del

acr6stico. Dieba coherencia se redobla bajo la tutela de la disforia

("me" .... "muerte"; "Ie".... "tormento ffsico"), que en este poema

configura otro centro semantico, el "templum" (u hornacina) de este

nuevo fen6meno subjetivo: el presentimiento premonitorio28•

Por la coordenada semantica del Ipresentimientol la remisi6n del

valor "muerte" es proyectada desde el futuro bacia el pasado y luego al

presente, como se ha constatado (una autentica evocacion). En

direcci6n contraria, la Ipremonici6n I obra desde el presente de la

enunciaci6n textual ("porque hoy,Jueves, que prosol estos versos") y el

pasado ("cesar Vallejo hamuerto, Ie pegaban/ todos sin que el les haga

nada ...") bacia el futuro ("Jueves sera"). Eneste doble juego se produce

el intercambio entre la /v ida! y la Imuertel ahora como oQieto de valor

y anti-objeto de valor respectivamente (el segundo presupone

logicamente el primero en la reccl6n semantica), todo segUn el

esquema:

S nOv S U Ov nAOv. . . .

Ipresentel l fUturol

+ ItI•

/pasado/ I•!t I :. • . . . . . . . . • • . . . . . . . . • • . •

28 Presentlmiento: "fen6meno subjetivo interpretado como conocimiento intuitivo yvago de un acontecimiento que no puede ser conocido par un medio natural";

PremoniclOn: "advertencia inexplicable que se impane en la conciencia y bace conocer

un acontecimiento par adelantado 0a distancia". Dic. Robert.



90 E nrique B ailO n

donde:

S: Sujeto sincretico=Cesar Vallejo"n Signo de conjunci6n semantica

U Signo de disjunci6n semantica

Ov: Objeto de valor /v idalAOv: Anti-Objeto de valor /muerte/

-: Signo de transferencia semantica

---+: Efecto de sentido /presentimiento/

..... : Efecto de sentido /premonici6n1

El simulacro cognoscitivo (la pseudo-profecfa), que representa la

separaci6n del sujeto sincretico del objeto de valor con el cual se hallaba

yaun se halla unido, en el presente de la enunciaci6n, recala en una serie

de figuras Ifrico-roouinticas ("Paris", "soledad", "lluvia" ("aguacero"),

"otoiio", "reeuerdo", "huesos", "camino(s)") cuyo rol es representar,

sin dudas, la nostalgia y la melancolfa.

La nostalgia, definida como "estado de decaimiento y de languidez

causados al eehar de menos (0 extraiiar) obsesivamente ellugar dondese ha vivido largo tiempo" (Die. Robert) y lamelancolia como "estado

de abatimiento, de tristeza, acompaiiado de retlexiones ensoiiadoras"

(Die. Robert) son los itinerarios reflexivos, la rutina -la misma ruta-

de la deambulaci6n en redondo a que se libra el sujeto sincretico "Cesar

Vallejo", convertido ahora, gracias a la eficacia metaf6rica y

metonimica de esas figuras, en sujeto lfrico, sujeto de papel en que la

escritura es, ciertamente, la huella de su voz.

A partir de la s mismas figuras, pero tomadas como vectoressensoriales yafeetivos, el nombre propio "cesar Vallejo" es el sujeto

que profiere 0dicta la ilusi6n referencial sobre su propia consunci6n.

La economia poetica de la s asociaciones figurativas, diseiia

vigorosamente la interpretaci6n del destino personal ("Ie pegaban/

todos sin que el les haga nada") y preve la dimensi6n teleo16gica de la

existencia. A lamanera de Asmodeo, el demonio que levanta los techos

de la s casas para observar la conducta de los hombres, el sujeto lfrico

colocado en la instancia ectOpica (del "mas alla" 0 de "ultratumba")levanta, por a s ! decirlo, su "teeho vital" y deseubre anticipadamente el

sistema de la s relaciones sociales y el regimen simb6lico que le ha sido

impuesto como enigma existencial.

El poema titulado "En suma, no poseo para expresar mi vida sino mi



L o s a cr6 stic os de Vallejo 91

muerte ...", tambien de Poemas humanos, es el Ultimo acr6stico de

nuestro corpus:

EN SUMA, NO POSEO PARA EXPRESAR MI VIDA

SINO MI MUERTB...

EN SUMA, no poseo para expresar m i vida, sino m i m uerte.Y , despues de todo, al cabo de la escaIonada n aturaleza y del g orri6n

en bloque, m e duermo, m ano a mano con m i sombra.Y , al descender del acto venerable r del otro gem ido, m e reposo

pensando en ta marcha im perterrita del nempo,lPor que Ia cu erd a, e nto nce s, si el aire es tan sencillo? lPara que la

cadena, si existe e l h ie rro par s f solo?Cesa r Vallejo, el acen to con que amas, el verbo con que escribes, el

vien tecillo con que ayes, 8610 saben de ti par tu gargan ta.Ceser V allejo, p6strate, par eso, con in distin to orgullo, con talam o deo rn am en tales aspid es y exag on ales eros .

Restituyete al corp6reo panaI, a la beldad; arom a los f1orecidoscorchos, cierra am bas grutas al sadudo antropoide; repara, en fin, tuan tipatico venado; ten te pena.

iQ ue no hay rosa IMs densa que el odio en voz pas iva , ni mas m fseraubre que el amort

iQ ue ya no puedo andar, sino en dos harpas!iQ ueya no m e conoces, sino porque tesigo in strum en tal, pralijam en te!iQ ue ya no day gusanos, sino breves!

iQue ya te im plico tan to , que m edio que te afilasliQ ue ya llevo unas tfmidas legum bres y otras bravas!Pues el afecto que qui~brase de noche en mis bron quios, 10 trajeron de

dfa ocultos deanes y, SI amanezco palido, es par m i obra; 'f, s i anochezcorajo, par m i obrero. E llo explica, ig ualm ente, estos eansancios m fos y estosdespajos, mis famosos nos, E llo explica, en fin, esta l agnma que brin dopar ta dicha de los hom bres.

i~ Vallejo, parecem entira que asf tarden tus parien tes,sabiendo que ando cautivo,sabien do que yaces IibreliV isto sa y perra suerte!i~ Vallejo, te odio con temura!

El acr6stico final, a diferencia de los anteriores, se compone de

enunciados donde la enunciaci6n se dirige en muchos sentidos, una

especie de deOagracion enunciativa. La ruptura de la s articulaciones

semanticas alternadas es sistematica y la encontramos a 10 largo de todo

el poema, por ejemplo, en la primera secuencia:

- La alegorfa: "En suma, no poseo para expresar mi vida sinomimuerte."

- La alucinaci6n ensonadora: ''y, despues de todo, al cabo de

la escalonada naturaleza y del gorri6n en bloque, me duenno,

mano a mano, con mi sombra."



Enrique Ballon

- La compensacion apacible: "Y, al descender del acto

venerable y del otro gemido, me reposo pensando en la

marcha imperterrita del tiempo."- La aserclon interrogativa parcial: "l.Por que Ia cuerda,

entonces, si el aire es tan sencillo? l.Para que la cadena, si

existe el hierro por sf solo?, etc.

El procedimiento de disodaclon atestado desde la poesfa

medieval29, sirve al sujeto sincretico y observador propioceptivo "yo"

("poseo", "ando" ...) para organizar las instancias enunciativas: la

instancia de referencia central del/egol enunciador y aquella otra que

cumple la funcl6n de alteridad "t6" ("amas", "escribes" ...), siempre a

partir del punctum " c e s a r Vallejo":

92

"Cesar Vallejo"

Ilegol

~

"mi(s,os)", "me"(yo)

vs lalter-egol

~

"te", "ti", "tus"(tU)Una vez ubicadas esas dos instancias, se inicia el dhUogo implfcito

(0 dialogo interior) que hace de este acr6stico un poema-conversacion

exhortativo: se emplea abundantemente el ap6strofe a traves del rol

factico de los verbos en imperativo, "p6rtate", "restitUyete", "repara",

"tente pena", El dhUogo de exposicion utiliza, por su lado, el

razonamiento causal ("Ello explica. .•") y elrazonamiento entimematico

("Cesar Vallejo, parecel mentira que as! tarden tus parientes,/ sabiendo

que ando ...").

Por 10 demas, la funcl6n emotiva 0 expresiva aparece gracias a otra

variedad de la asercl6n, la concatenacl6n anaf6rica de las

exclamaclones negativas y la enumeracl6n distnbutiva de orden

semantico, s in gradacl6n: "iQue no hay cosa m a s densa ...!", "iQue ya

no puedo andar ...!", "iQue ya no me conoces ...!", etc. Esta serie de

aserclones negativas se escalona como una remotivacl6n enfatica y

continua, pero heter6clita de modo parecldo a 10ya visto en el segundo

acr6stico. Ademas, la serie de antilogias explfcltas abarca el poema

entero:

- "mi vida" I "mi muerte"

29 c e . P. Zumthor, Essai de poeUque mHievale, Seul, Paris, 1972, p. 141 y sig,



Los acr6stic os de Vallejo 93

- "gorri6n" I "bloque"- "acto" I "reposo"- "odio" I "voz pasiva"

- "timidas" I "bravas"- "noche" I "dia"- "palido" I "rojo"- "amanezco" I "anochezco"- "ando" I "yaces"- "cautivo" I "libre"- ''vistosa [suerte)" I "perra suerte"

Las oposiciones repertoriadas llegan, incluso, a tomar la forma de

la antimetatesis, es decir, de la aproximaci6n de dos palabras que s6lo

difieren por el cambio 0 aiiadido de algunas letras, por ejemplo,

"obra"l"obrero", y del oxfmoron como sucede en el torniquete

semantico final: "iCesar Vallejo, te odio con temura!". Frente a este

ciimulo de oposiciones se plantea el grado cero de la temporalidad por

las formas reflexivas ("me duermo mano a mano con misombra"; "me

reposo pensando en la marcha imperterrita del tiempo") y algunasfiguras cosmol6gicas simples ("noche", "dian, "amanezco",

"anochezco"); 10 mismo en cuanto al grado cero de la espacialidad,

representada s6lo por ciertas figuras m(oimas de orden somatico

("amar", "escribir", "orr", "garganta", "postrarse", "corp6reo panal",

''hronquios", "palidez", "cansancio", "lagrima"). El grado cero

denuncia as{ una espacio-temporalidad diluida.

Ahora bien, dado que la dimensi6n espacio-temporal se recluye en

un segundo plano por las disociaciones enumeradas, es la alianza desentimientos contrarios la que ocupa el "templum" de este acr6stico

originando allf un genero especial de discurso, el autlsmo30 definido

como laactitud que consiste en considerar una multiplicidad de campos

semanticos desde un punto de vista estrictamente personal. Sin

embargo, esta clase de expresi6n intima, no debe ser confundida con lamanifestaci6n del egoi'smo ingenuo que coloca por delante a la propiapersona; en este poema, el dialogismo y las antilogias resefiadas mitigan

todo exceso posible en ese sentido.Si por una parte la aglomeraci6n de imagenes convoca una gavilla

de sentimientos contrarios (10 coal provoca la apariencia de "delirio

30 ct.B . Dup rie z, op. c it., p p. 8 5- 86 .



94 Enrique Bailon

personal"), por la otra, la "incoherencia singular" se resuelve por medio

del acento afectivo que humedece la escritura dial6gica: las cualidades

opuestas dejan, desde este punto de vista, de ser incompatibles yconvergen al predicar la competencia del sujeto sincretico. l.Que

funci6n semantica cumple, entonces, la aIianza de sentimientos

contrarios como "templum" de este texto? Una funci6n triple: suprimir,

primero, el riesgo de las tautologfas (no se trata de un discurso"a una

vo'Z!' -el ergotismo- sino ados veces -la desindividualizaci6n);

eliminar, luego, la tentaci6n de la apologia personal y, finaimente, evitar

la depreciaci6n superlativa.

Diffcil y peligrosa coyuntura esta que mantiene, en todo momento,la tensi6n evaluativa entre terminos contrarios referidos a un solo sujeto.

El estatuto subjetivo del acr6stico no ignora las expresiones pasionales,

como hemos tenido la oportunidad de notarlo; no niega las diferencias,

sino que otorga a cada una su densidad poetica y nada mas que ella. Tal

es el control concreto, el ascetismo inventivo ejercido por el poeta al

elegir las potencialidades significantes del numbre propio.

AI iniciar esta rapida excursi6n - a campo traviesa - nos propusimosaveriguar c6mo se constitufa, en los acr6sticos del corpus elegido, el

sistema de referencias ideol6gicas que predican el antrop6nimo "Cesar

Vallejo".

Pues bien, la primera constataci6n salta a los ojos: el nombre propio

"Cesar Vallejo" inserto en los poemas examinados saca a orear, es decir,

pone en evidencia las aporias que surgen al intentar constituir una

definici6n patronimica por la unidad individual. MUltiples, complejos,

heterogeneos, los predicados activan -sacan a la intemperie- lapolivalencia significativa de la figuras poeticas, sustrayendo al sujeto del

enunciado de toda institucionalizaci6n. El sujeto nombrado, la

denominaci6n propia "cesar Vallejo", no es en estos acr6sticos una

insignia sino el receptaculo de un conjunto de valores, esto es, un

verdadero emblema poetico,Ni panegiricos ni blasones31 , en los acr6sticos el enunciador disefia

un area de evaluaci6n poetica, una esfera intencional (el "templum")

donde las figuras elegidas Uenan el vacio conceptual del nombre propio.En estos poemas, por eso, no se intenta responder a las preguntas

31 El panegfrko es, como se sabe, un discurso de elogio a una instituci6n, un hombre,

una obra; el bJasOn, en poesia, es tambien el elogio de una persona.



Los QC ro stic os de Vallejo 95

l.Quien es "cesar Vallejo"? 0l.En que consiste la persona que lleva ese

apelativo?32, sino fundar una paradoja poetica: la disoluci6n de

cualquier permanencia 0cristalizaci6n ontol6gica "individual", a travesde la critica implfcita a una identidad estricta y eXc1!!jfnte que "hariadel sujeto la repetici6n de una misma esencia identica . Las diferentes

asignaciones discursivas que rodean la denominaci6n "cesar Vallejo"

demuestran, a las claras, que la objetividad de ese sujeto nombrado

depende de los valores semanticos inc1uidos en cada acr6stico y as t , de

un acr6stico a otro, cada compilaci6n de figuras fuerza la dispersi6n

semantica e impulsa la deriva del sujeto.

Efectivamente, la constituci6n del sujeto sincretico procede por laclase de proferici6n que 10 determina, sea por un dispositivo

intrareferencial (/ego/ .... /eco!), sea autoreferencial (/ego/ ... /eco!) sea,

finalmente, interpersonal (/ego/ ... /alter-ego/). En los dos primeros

casos se da la oposici6n inversi6D/reversi6n de la instancia de

proferici6n (0 enunciacion); en el tercero el trueque/trastrueque de la

misma instancia.

Algo simi lar ocurre con el emplazamiento del enfoque enunciativo

(0 "punctum"): a un observador exteroceptivo planteado en el primeracr6stico, le sucede otro interoceptivo en el segundo, para convertirse

en eltercero y cuarto en un observador propioceptivo sometido aljuego

de la concordancialdiscordancia aplicado al sistema de las personas

gramatica1es.

La temporalizaci6n y la espacializaci6n -los dos carriles maestros

del efecto de sentido "realidad" - carecen en el corpus de un regimen

unitario. Los paradigmas categoriales que definen la

espacio-temporalizaci6n de los poemas (concentraci6D/dlfusI6njcontinuidad/discontinuidad) no se corresponden, como se ve en

seguida:

- Primer acr6stico : espacio-temporalidad espectacular:

concentraci6n - continuidad.

- Segundo acr6stico : espacio-temporalidad dispersa:

difusi6n - continuidad.

- Tercer acr6stico : espacio-temporalidad epis6dica:

concentraci6n - discontinuidad.

32 Cf.I. McyeIliOn (Director), ProbIemes de Ia penoDDe, Mouton &Co., Paris, 1973.

33 P. Ricoeur, "Ce qui me prCoccupe depuis 30 ans", en Esprit, Paris, aoat-septembre,

1986.



96 Enrique BailOn

- Cuarlo acr6stico : espacio-temporalidad diluida:

difusi6n - discontinuidad.

Agreguemos a todo esto el hecho de que la espacio-temporalidad

del tercer acr6stico recibe la orientaci6n bi-direccional de la categorfa

decronologfa/anticipaci6n34, ampliamente explicada.

De esta manera, cada acr6stico concreto selecciona y explota los

valores semanticos axiol6gicos. Son las redes de relaciones y

operaciones discursivas, sectorizadas en forma de "templum", las que

transforman dichos valores en valores ideol6gicos. En efecto, lasproyecciones cognoscitivas de cada uno de esos "templum" aparecen

como variables y combinaciones de variables de una misma disposici6n

anfmica, la disforia, constituyendose a s f en el corpus cuatro estratos

ideologicos independientes pero homogeneos:

- la contemplaci6n pesarosa;

- la sensaci6n penosa;

- el presentimiento premonitorio;

- la al ianza de sentimientos.

Preguntemonos ahora sobre la competencia - en sentido

lingiiistico- del enunciador Cesar Vallejo. lC6mo se encuentra en los

textos estudiados? Ella se presenta como un esfuerzo de distanciaci6n

dirigido a reemplazar en el patr6nimo los semas definitorios

lindividualidadl y /particularidad/ (la desindividualizaci6n) por los

semas definitorios de la antroponimia lsingularidadl y luniversalidadl.

Este proceder, el arte de producir un simulacro poetico para

reemplazar la patronimia por la antroponimia, recibe su respaldopoetol6gico. Vallejo en Contra el secreto profesional3S, escribe:

-lEs mejor decir yo? 0 mejor decir EI hombre como sujeto de

la emoci6n -lfrica y epica, Desde luego, m a s profundo y poetico,

es decir yo - tomado naturalmente como sfmbolo de todos.

Vallejo mismo explica e interpreta asf la funci6n de sus acr6sticos:

empleando lametonimia extrema del discurso poetico, la antonomasia

("yo", "tu", "el" = "todos"), transforma su emblema personal

34 La ciecronologfa es una reactualizaci6n que describe, en el desarrollo de la

secuencia discursiva, un retorno hacia arras; la anCic:ipacion describe, en el mismo

desarrollo, una escenaque tiene lugar s610 m a s tarde en la secuencia "normal" de la

narraci6n.

3S Mosca Azul Editores, Lima, 1973, p. 100.



L o s a cr6stic os de Vallejo 97

(individual) ypoetico (''yo" :="cesar Vallejo") en un emb lema politico,

el emblema que resume el pensamiento proletario de inspiraci6n

marxista: en cada hombre padece una parte del todo, la humanidad

acrósticos de vallejo7

Documents