–clate– director:marcelo paredescampus.escuelasindicalate.org/pluginfile.php/408380... ·...

Fecha de catalogación: 25-08-2016

© 2016 Asociación Trabajadores del Estado Santa Cruz© 2016 Central de los Trabajadores de la Argentina

ISBN Obra Completa: 978-987-3824-07-4

ISBN: 978-987-3824-08-1

Asociación Trabajadores del Estado. CDP Santa CruzMiembro de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales–CLATE–Libertad 156, Río Gallegos. Tel.: 02966-6643-4095. www.atesantacruz.org

CTA EdicionesDirector: Marcelo ParedesEdición: Cora Rojo

Diseño de tapa: Fabián [email protected]

Diagramación: Yolanda [email protected]

Fotografías de tapa:Arriba: Antiguo edificio del Correo de Río Gallegos.Abajo: Mediados de los años 50. En el interior de la Mina. El segundo de la izquier-da, Luis Vidal Osorio junto a tres compañeros de tareas.

Impreso en: Gráfica Laf SRL, Monteagudo 741 (B1672AFO), Villa Lynch

Todos los derechos reservados.Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723

Parcero, DanielHistoria de ATE Santa Cruz : de los telepostales a los hijos del soca-

vón / Daniel Parcero. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires :CTA Ediciones, 2016.

v. 1, 176 p. ; 23 x 15 cm.

ISBN 978-987-3824-08-1

1. Sindicatos. I. Título.CDD 331.8

CONSEJO DIRECTIVO PROVINCIALATE SANTA CRUZ

Alejandro Garzón

Secretario General

Norma Alvarado

Secretaria General Adjunta

Silvia Cárdenas

Secretaria Administrativa

Sandra Sutherland

Pro Secretaria Administrativa

José Navarro

Secretario Gremial

Vanessa Paredes

Pro Secretaria Gremial

Olga Reinoso

Secretaria de Organización

Sebastián Caliva

Secretario de Interior

Favio Villagrán

Secretario de Finanzas

Sara Osses

Pro Secretaria de Finanzas

Mirian Villagrán

Secretaria de Comunicación

Laura Rearte

Secretaria de Formación

Mauricio Pellegrini

Secretario de Acción Política

Mariela Medina

Secretaria de Actas

Silvia Ledesma

Secretaria de Acción Social

Agradecimientos 7

Prólogo 9

1. ATE Río Gallegos 15

2. Del hallazgo carbonífero a losnuevos avances organizativos 23

3. La seccional Río Turbio 35

4. Se refunda Ríos Gallegos 47

5. Posperonismo y la situación en elConsejo Nacional 51

6. ATE Turbio solidaria y combativa 57

7. La Resistencia en Gallegos ynuevos aires organizativos 77

8. La impronta setentista en Santa Cruz 93

9. Forzado cambio de timón enSanta Cruz 135

10. La noche del Golpe 147

Anexo Fotográfico 153

Índice

Agradecimientos

Un agradecimiento especial al Secretario General delConsejo Directivo Provincial Santa Cruz, Alejandro

Garzón, por haberme confiado el presente trabajo.

A la compañera Norma Alvarado, Secretaria GeneralAdjunta del Consejo Directivo Provincial Santa Cruz yal compañero Sebastián Caliva, Secretario de Interior,

por la asistencia permanente a mi trabajo deinvestigación en Río Gallegos, 28 de Noviembre,

Río Turbio y en la ciudad chilena de Puerto Natale.

Y a los compañeros Luis Vidal Osorio, Rogelio Guanuco,Ciro Mazzioti, Claudio Alarcón, Oscar Pinilla, Ernesto

Torrengo, Carlos Benito, Juan Banisevich, GermánSantana, Luis Daldini, Norma y Silvia Garrigue, Elisa

Delión, Edgardo Gallardo, Francisco Rollano, PabloWild, Luis Vila y al “angelito negro” González, por sus

testimonios y aportes documentales

Una mención especial a mi colega y compañero MiguelAuzoberría, por su aporte militante y profesional a la

bibliografía santacruceña.

A José Luis Gudiño, “chofer y secretario” ad hoc,empleado del CDP y compañero comprometido

en nuestra lucha.

A Belén Ortega, por su desinteresado aporte en registrarcon su cámara cada reencuentro con la memoria.

Y a Martín Sajama presidente del Centro deJubilados y Pensionados de la ATE Río Turbio, por su

permanente predisposición.

Historia de la ATE santacruceña (1932-1976)

9

Por Alejandro GarzónSecretario General

CDP ATE Santa Cruz

ATE somos todos, también quienesnos antecedieron

Algunos años atrás, por 2003, cuando accedí al primerplano del ejercicio de la representación gremial de miscompañeros estatales santacruceños, y después de haberleído los primeros volúmenes de la Historia de ATE,escritos por Daniel Parcero y Osvaldo Calello, pude sen-tir también que representaba aquellos sueños de cientosde compañeros pioneros a nivel nacional y de nuestraprovincia que se incorporaron a la organización, sinhaberlos conocido. Leí con atención sus nombres y ape-llidos y sentí la necesidad de saber más de ellos.

Uno no es solamente el presente, sino la conse-cuencia de un pasado. Se defiende la Patria cuando se laasume. Y para eso, como suele reiterar el autor –escritorrevisionista y también militante sindical– en sus char-las, “hay que profundizar los procesos y desempolvar lossucesos, para hacernos cargo de las cuentas pendientes”.Eso es también parte de la lucha sindical que debe enla-zarse con la política, de forma independiente de los Esta-dos, los gobiernos y los partidos.

Indagando, tratando de informarme en este decidi-do objetivo que me impuse un tiempo atrás, hace ya die-ciséis años, luego de algunos intentos fallidos en elámbito regional, interesé a Daniel en profundizar losrastros hallados sobre nuestras pasos fundacionales a

Prólogo

Daniel Parcero

10

los que hicieran mención en la primera edición del pri-mer volumen de la historia de nuestro gremio que apa-reciera a fines de los años 80 y aceptó sumarse a midesafío.

Hoy puedo decir con gusto que he cumplido conmi-go, y que además podemos compartirlo cumpliendo conmis compañeros. Y podemos disfrutar la emoción del valoragregado sobre el resultado de la profunda labor investi-gativa, durante la que el autor no sólo logró bucear ennuestros orígenes seccionales, desempolvar páginas “ol-vidadas” y hasta tergiversadas, rescatando nombres yapellidos, sino que fue al encuentro de un gran númerode protagonistas de viejas luchas y compromisos a quie-nes con orgullo hemos podido redescubrir y brindarles eldebido reconocimiento.

La Asociación Trabajadores del Estado nace un 15de enero de 1925 como resultado de una asamblea detrabajadores de los talleres pertenecientes a la DirecciónNacional de Navegación y Puertos del Riachuelo y la zo-na portuaria, en defensa de sus intereses.

Eran en su mayoría inmigrantes bajados de los bar-cos, herreros, carpinteros, electricistas, portadores deideas anarquistas, socialistas, comunistas, muchos deellos “hermanos” de logias masónicas europeas que bus-carían su sobrevivencia en los galpones del puerto porte-ño, y se mezclarían laboralmente con los criollos e hijosgauchos de las montoneras patrióticas incorporados altrabajo en las rías.

Siete años más tarde, en plena vigencia de la Déca-da Infame y la imposición de un Estado ausente y pro-palador de injusticias, la organización se habíaexpandido nacionalmente llegando a incorporar envarias provincias a los trabajadores telepostales que


11

pedían pistas, ante una crisis de representación que ani-daba en el gremio que debía representarlos. Así ocurrióen Santa Cruz.

Seguramente intercomunicados a través del mismoservicio que prestaban –el telégrafo–, decidieron desvin-cularse de su gremio de origen y, como estatales, sumar-se a la ATE. Sin alcanzar a reunir estatutariamente unacantidad de afiliados suficientes para constituir una sec-cional, su afiliación fue directa al Consejo Directivo Cen-tral, como sucediera con otros sectores de trabajadoresdependientes del Estado en distintas provincias. Peroestos telepostales requirieron al Consejo Directivo man-tener la autonomía de su desarrollo organizativo al dejarconformada la filial, petición que en ese momento les fueaceptada.

De esta manera, como se verá comenzando el libro,ATE Santa Cruz nace un 23 de setiembre de 1932, con laincorporación del telepostal Pantaleón Pedraza y de suscompañeros de tareas, seguramente también telegrafis-tas, ya que esa era la vía comunicativa –no así el correo–,que les permitía interrelacionarse en un mismo tiempo yespacio con sus compañeros de Córdoba, por ejemplo, quehabían tomado la misma determinación. La seccionaltendrá existencia hasta que debido a su alarmante cre-cimiento, la organización sospecha que el sector de lostelepostales estaría haciendo uso de aquella autonomíapara organizar un sindicato por empresa bajo el para-guas de la ATE para luego desvincularse.

El Consejo Nacional determinó entonces que seincorporaran como seccional de la ATE, o que se fueran.La seccional de Santa Cruz, dejará de tener representa-ción en los congresos dos años más tarde, mientras queotras provincias sumaron representaciones de teleposta-les. Treinta y dos años de investigación y una decena de

12

viajes a la provincia, no permitieron al autor dar con nin-guna pista relacionada a Pantaleón Pedraza.

Con la llegada de la Revolución Peronista y las Mi-nas de Perón en la cuenca carbonífera, la ATE en SantaCruz tendrá una nueva impronta. Será a partir de la ini-ciativa de los mineros chilenos, que junto a sus paresargentinos, ejerciendo la solidaridad de clase ante lainjusticia, encuentran en ATE la posibilidad de abocarsea la organización, por ese entonces de carácter defensivo.Y lo hacen.

También en Río Gallegos, poco tiempo después, ungrupo de trabajadoras de la administración provincial,provenientes de la administración de YCF, se afiliaránen forma directa a la organización conformando transi-toriamente una seccional, sueño que se verá interrumpi-do con el advenimiento del golpe de 1955.

En Río Turbio la semilla germina desde el interiorde los socavones y sigue su curso madurativo, comoen Gallegos, a partir de una impronta peronista que noamilana a los trabajadores que, desde la Resistencia, seabocan a la organización sindical a pesar de las imposi-ciones dictatoriales.

Sobrevendrán años de lucha, compromiso, recupe-ración del Estado de Derecho, la llegada del gobiernonacional y popular del tercer mandato de Perón Presi-dente, la confrontación ideológica en el seno del Movi-miento Justicialista que se expande en la sociedad,Isabelita y la caída.

En medio de este panorama, la dirigencia vanguar-dista de la ATE santacruceña de entonces, resulta injus-tamente desplazada por una conducción nacionalverticalista y acomodaticia a los vaivenes de la política

Daniel Parcero


nacional, alineada con la derechización del peronismo yla posterior apropiación del poder a manos de las juntasmilitares genocidas.

Sirvan estas páginas, además de como aporte parala recuperación de la memoria histórica de los trabaja-dores del Estado santacruceños, como reparación histó-rica y reconocimiento a la dignidad de clase asumida porsus máximos protagonistas de aquellas épocas.

13


15

Los telepostales y la fundación de la seccional

En junio de 1932, un considerable número de teleposta-les se incorpora a la ATE, referenciándose como secciónen distintas localidades del país, iniciativa que repercu-tió inmediatamente sobre la organización. El ConsejoDirectivo Nacional designó una comisión de propagandaencargada de organizar los ingresos de los telepostales aATE y una delegación encabezada por Serafín Grosso yFélix Freire –luego de haber conseguido licencia gre-mial–, visitó distintas provincias.

En la primera escala dejaron constituida la seccio-nal de ATE San Juan, durante una asamblea a la queconcurrió masivamente personal de Correos y Telégrafos.

El siguiente desembarco se realizó en Mendoza,donde ya funcionaba una seccional. Tras ser recibidospor directivos de la organización local, los visitantesentablaron tratativas con representantes de los telepos-tales que tenían decidido constituirse como Seccional deCorreos y Telégrafos de la ATE. A tales fines habían con-vocado a una asamblea para elegir la Comisión Admi-nistrativa. Los representantes del CDC coincidieron enla necesidad de reforzar la estructura sindical reciente-mente conformada, pero advirtieron que la incorporacióndebía entenderse en el marco de una centralizada acciónorganizativa y reivindicativa, y no como una estructura

1. ATE Río Gallegos

Daniel Parcero

16

independiente incorporada a la ATE, teniendo en cuentaque en el lugar ya existía una seccional funcionando. Sibien el argumento fue aceptado, la distinta interpreta-ción sobre su alcance habría de ser el origen de un con-flicto que se desarrollaría más adelante.

También en Catamarca existía un núcleo de tele-postales decididos a organizarse dentro de la estructurade los trabajadores estatales. El 22 de septiembre de eseaño, una asamblea realizada en el local de la Unión Fe-rroviaria dejó constituida la seccional de la ATE en esaprovincia.

Tres días más tarde, la delegación llega a Córdobadonde se localizaba el grupo más numeroso de teleposta-les. Pero a la vez, desde esa provincia, un núcleo de diri-gentes de la ex Mutual Postal y Telegráfica –disueltacomo consecuencia de graves desórdenes administrati-vos–, operaba contra el ingreso a la ATE, intentando pro-vocar el enfrentamiento entre los telepostales que seincorporaban y la conducción de la organización. Ésta,por su parte, advirtió que “los ingresados recientementedeben ajustarse al Estatuto, sin esperar reconocimientoalguno de autonomía, ni tratamiento de excepción quepermita a sus representados ocupar puestos directivosantes de los plazos que están establecidos”. La declara-ción señaló que “si alguien hizo tal promesa en contrario,ha sido sin el mandato debido”.

El objetivo de Grosso y sus compañeros era reorga-nizar la seccional, ya que desde hacía más de un mes susecretario general, Daniel Zárate, había sido separado dela organización por el CDC. Zárate, bajo influencia de losex dirigentes telepostales, había desconocido la decisiónde la conducción nacional de presentar una propuestacon modificaciones al proyecto de reforma de la Ley deJubilaciones y Pensiones que estaba por tratarse en la


17

Cámara de Diputados. La enmienda tenía en cuenta elpedido de los trabajadores de Correos y Telégrafos dereducir de 30 a 25 años el límite de servicios cumplidospara acogerse a la jubilación, haciéndolo extensivo a to-dos los trabajadores que realizaran labores insalubres.Entre las razones esgrimidas por la ATE figuraba el altonúmero de tuberculosos entre el personal de esa depen-dencia y la incidencia que sobre los mismos estaba alcan-zando el llamado “calambre eléctrico”.

Sin embargo, el ex secretario general de la SeccionalCórdoba denunció que el planteo del CDC había sido in-consulto, a pesar de que el Congreso había facultado a laconducción nacional a tomar este tipo de iniciativas. Asílo comunicó a la comisión legislativa encargada del trata-miento del proyecto, dejando constancia de su desconoci-miento de las enmiendas propuestas por la dirección de laATE. En definitiva, el 13 de agosto el CDC separa a Zára-te de la Asociación por considerar que su actitud era vio-latoria del artículo 46 del Estatuto, al comprometer sinautorización alguna a la organización gremial.

Ya a punto de vencerse la licencia gremial obtenida,los delegados de la conducción nacional subrayaron lanecesidad de afianzar el grupo existente y de proceder ala reorganización de la seccional, alertando sobre el peli-gro de las maniobras divisionistas.

Mientras tanto, el 24 de septiembre queda consti-tuida la Seccional Río Gallegos. Iniciativa que, como enotros casos, corrió por cuenta de los trabajadores tele-postales. En asamblea constitutiva eligieron a PantaleónPedraza como el hombre que habría de conducirlos.

Para entonces, la Seccional Buenos Aires había au-mentado a 445 su caudal de socios: una tercera parte co-rrespondía al personal de Correos y Telégrafos.

Daniel Parcero

18

La expansión de la organización a través de la in-corporación de trabajadores telepostales continuó duran-te octubre. El 4 de ese mes, una asamblea de obrerosestatales dejó constituida la Seccional Comodoro Rivada-via y eligió a Juan Vasconcellos secretario general. El día22 se organizó la Seccional 9 de Julio a cuyo frente quedóVicente Lamanna. Finalmente, el 29 de octubre, MatíasAgravante fue elegido secretario general de la nacienteSeccional Posadas.

En esos años, los dirigentes de la ATE pensaban elfortalecimiento de la organización más allá del creci-miento territorial. Por ejemplo, en la primera mitad de1932 la Seccional Buenos Aires reiteró la importanciade que los obreros que desempeñasen tareas en depen-dencias del Estado se incorporaran al sindicato de losestatales, independientemente de la rama a la que perte-necieran. Hizo un llamamiento a las organizaciones quecontaran con trabajadores en esa situación, resaltandola actitud de los sindicatos del calzado y del mueble defacilitar el paso de sus afiliados a las filas de los estata-les. En realidad la nota apuntaba a la Federación Gráfi-ca que un año atrás había rechazado un reclamo similar.En mayo la Asociación reiteró el pedido y la respuestafue similar, aunque concediendo que, en todo caso, “elmejor criterio es dejar librado en los pocos casos quemotivan el pedido, a la preferencia de los compañeros, laelección del sindicato”,1 situación que se había presenta-do entre los gráficos que se desempeñaban en los talle-res ferroviarios.

Los dirigentes de la Federación argumentaban tam-bién que estaban reconocidos por los funcionarios dedependencias oficiales que contaban con talleres gráfi-

1 Todos los encomillados, sobre los que no existan citas, corresponden a transcripcio-nes de las actas del Consejo Directivo Central.


19

cos, tales como el Ministerio de Agricultura, el BancoHipotecario, el Congreso, Correos y Telégrafos y la Casade la Moneda. Aseguraban además, que estaban en mejo-res condiciones de ejercer la representación de esos tra-bajadores, haciendo valer el reglamento de trabajo y lastarifas de salarios que regían en la actividad privada.

La ATE se expandía en todo el territorio nacional.En la primavera de 1932 sus dirigentes afirmaban que laorganización contaba con 26 seccionales que agrupabana 30.000 trabajadores. Sin embargo, a pesar del recono-cimiento recibido desde el Ejecutivo, persistían obstácu-los en las provincias, donde muchos de los jefes de lasdependencias no atendían a los delegados de las seccio-nales, desconocían su autoridad o promovían sus trasla-dos en actitudes claramente persecutorias.

En el mes de julio el Consejo Nacional se había diri-gido por nota al Ministro de Interior reclamando que sediera cumplimiento a la Ley de Salario Mínimo para lostrabajadores de Correos y Telégrafos, y que en aquelloscasos en los que se dispusieran notorias rebajas salaria-les se volviera a la antigua asignación. También se soli-citaba el cumplimiento de la jornada laboral de ochohoras, ya que se habían constatado excesos en distintospuntos del país donde había empleados obligados a tra-bajar jornadas de doce horas sin compensación alguna.Se hace énfasis en que el horario de seis horas que habíasido implementado en Correos y Telégrafos fue dejadoinjustamente en desuso en la mayoría de los casos, pun-tualmente el del personal uniformado. En cuanto a laaplicación de correctivos al personal de la repartición, laATE le propone al Ministro la creación de una comisiónpara la atención de dichos casos, en la que la organiza-ción tenga un representante surgido de la elección de lospropios delegados del sector, para evitar así injusticiasen las determinaciones.

Daniel Parcero

20

El CDC de ATE pone freno a la organizaciónautónoma de telepostales en su seno

Los integrantes de una ex Comisión Asesora con-formada por directivos de la disuelta mutual del perso-nal de Correos y Telégrafos, constituida para facilitar lainserción de quienes ingresaban a la organización de losestatales, presionaban de acuerdo a ciertos intereses queiban en contra de la unidad. A estar de su insistentereclamo, los recién llegados pretendían funcionar comoComisión de Correos y Telégrafos adheridos a la ATE.Este grado de autonomía no era aceptado por el CDCbajo el argumento de que “tanto los telegrafistas, guardahilos, carteros, peones y empleados que se desempeñancomo personal de Correos y Telégrafos, tienen las mismasposibilidades como asalariados del Estado, como lo haceel personal de la Administración Nacional de formarparte de la ATE, mediante el cumplimiento de las normassindicales que son comunes a todos los obreros organiza-dos”. Por lo tanto “frente al patrón Estado –dicen losestatutos que rigen a la organización– no hay más queuna organización común de los asalariados que contem-pla la defensa de éstos, desde un punto de vista amplio,sin exclusiones de ninguna naturaleza”.

La respuesta de los integrantes de la ex ComisiónAsesora anticipaba claramente cuál sería el desenlacedel diferendo: “La ATE no interpreta las aspiraciones delpersonal de Correos y Telégrafos”. Por otro lado, para losdirigentes de la Asociación, esa posición reflejaba el pro-pósito de los integrantes de la ex Comisión Asesora deconstituirse como gremio independiente, luego de haberaprovechado el apoyo que les diera la organización de losestatales para reagrupar las filas de los telepostales. Asu vez, la Seccional Buenos Aires advirtió que esa pre-tensión “deberá ser juzgada por la clase obrera organiza-da como una actitud francamente divisionista”.


21

A mediados de 1933 el personal de Correos y Telé-grafos permanecía organizado en tres sindicatos diferen-tes: la Asociación de Empleados de Correos y Telégrafos,que agrupaba a trabajadores de La Plata, Rosario, Cór-doba, Salta y Mendoza; la Asociación de Telegrafistas coninserción entre algunos cientos de “empleados de trans-misión central” y la ATE, con desarrollo organizativo enPergamino, 9 de Julio, Río Cuarto, San Juan, San Nico-lás, Catamarca y en algunos territorios del sur como RíoGallegos.

En el número de julio de ese año El Trabajador delEstado hizo un llamado para poner fin a la división.“Sólo la más grande insensatez o la más cobarde indife-rencia puede seguir manteniéndonos alejados de la orga-nización gremial”, sostenía una nota en la que además seadvertía: “Atravesamos momentos difíciles y se vislum-bran horas tan amargas para nosotros que solamentequien esté conforme en aceptar una existencia de la másabominable abyección no se dispondrá a prepararse parala defensa. La única fórmula para extirpar los malesactuales y precavernos contra los futuros está en nuestraspropias manos: la unión”. La nota terminaba con unaexhortación: “La ATE tiene abierta sus puertas para quenos agreguemos a la inmensa masa de empleados y obre-ros del Estado que en sus filas luchan por nuestros mis-mos intereses. Nada de divisiones ni de exclusiones. Lavoz de orden debe ser: ‘a agremiarse’, que dentro del gre-mio somos igualmente explotados: todos tenemos lamisma obligación de arrojarnos a la lucha”. El llamadotuvo cierta repercusión y el 4 de noviembre de ese año elpersonal del IV Distrito de Correos y Telégrafos (Rosa-rio), que hasta entonces pertenecía a la Asociación deEmpleados de Correos y Telégrafos, decidió fusionarseen la respectiva seccional de la ATE.

Daniel Parcero

22

De ATE Río Gallegos no se registran nuevos ras-tros, hasta avanzada la revolución peronista.


23

Antecedentes

En 1887, el Tte. de Fragata Agustín del Castillo desem-barca en Río Gallegos al frente de una expedición hidro-gráfica de la Armada, debiendo permanecer demorado enel lugar por motivos técnicos durante cinco meses, lo quelo decide a explorar los alrededores. Fue así que en unarecorrida rumbo al oeste, iniciada a caballo y por tramosrealizada en bote, el 22 de febrero llega al borde de lacordillera, descubriendo en su cuenca abundante carbón.Doce días antes, “del Castillo se había encontrado con elinglés Williams Greenwood, quien hacía siete años queno salía de la zona de Río Turbio, y después de dos díasde compartir experiencias y relatos, el extranjero decide iren busca de Francisco Poivre para ayudar a la expediciónde del Castillo.

El oficial naval encuentra en su incursión un vallesuave y extenso que se extendía de este a oeste, con un finochorrillo que corría por su centro. A ese hermoso valle lodenominó Valle Guerrico (actual zona de Cancha Carrera)y a la serranía que se extendía hacia el sur, Monte Falcón.

Luego de realizar algunos cateos, encontró repetidosvestigios de carbón, lo que le hizo suponer que en las pro-ximidades habría algún yacimiento. Durante varios díasse dedicó a determinar la dirección que seguían los vesti-gios y halló que se dirigían al este-sudeste, en igual sen-

2. Del hallazgo carbonífero a losnuevos avances organizativos

Daniel Parcero

24

tido que los cerros. El mismo día cambió la ubicación delcampamento aproximándolo al escenario de sus compro-baciones y ubicándolo sobre un arroyo que también deno-minó Guerrico actualmente arroyo Guillermo. Ese día nopudo satisfacer su curiosidad. Remontó el arroyo mien-tras le fue posible hacerlo a caballo y luego continuó apie, hasta ascender a lo alto de una quebrada en que laspiedras sueltas no le permitieron proseguir. Allí, antes deretroceder, dejó grabados sobre un barranco su nombre yesta fecha: 22 de febrero de 1887.

Cada año se recuerda esta fecha como el Día delDescubrimiento del Carbón en la zona minera de RíoTurbio. Un día después dio el nombre al yacimiento deMina Delfina, y más tarde descubre otra importante veta,a la cual denomina Mina Atalina.

Luego continuó hacia el oeste con Greenwood y Poi-vre pasando por el valle San José, llegando el 3 de marzoa las aguas del Pacífico. El 5 de marzo iza la BanderaArgentina y según su propio informe: ‘Izo en lo alto de unfarallón de piedra que mira hacia el oeste, la Bandera dela República Argentina, dejando en la parte del farallónque se extiende hacia el norte magnético hasta tocar lasegunda Bahía la siguiente inscripción con pintura rojasobre la piedra bruta: República Argentina, marzo 5 de1887, para que conste se firma F.P.A. del Castillo, Fran-cisco Poivre, Williams Greenwood’.

Esta acta firmada fue puesta en una botella y ente-rrada en el mismo lugar. Luego dirigiéndose a sus dos ami-gos les dice: ‘La Inglaterra y la Francia tienen muchas gloriaspara que con este pequeño acto que ejerzo en honor de mipatria, un francés y un inglés puedan sentirse celosos”.2

2 Molina Carranza, Daniel. Río Turbio, el carbón y la Marina. http://www.centrona-val.org.ar/boletin/BCN808/808molinacarranza.pdf


25

Pasadas cinco décadas de aquel hallazgo de delCastillo, en 1940, durante el gobierno de Roberto Ortiz,el Ministerio de Obras Públicas a cargo de Luis AlbertoBarberis dispuso hacer estudios de factibilidad para laconstrucción de un ferrocarril con el que sacar el carbónexplotado en las minas de Río Turbio.

Siendo Gobernador del Territorio de Santa Cruz,Juan Manuel Gregores,3 “en 1939, al iniciarse la Segun-da Guerra Mundial, se preocupó de la política energéticae interesa a las autoridades nacionales a aprovechar elcarbón de Río Turbio”.

A partir de entonces y hasta fines de la década delos 80, el perfil de desarrollo de Santa Cruz –y en gene-ral de toda la región patagónica– se caracterizó por ladecidida intervención del Estado, a través de grandesempresas como Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Gasdel Estado, la creación de Yacimientos Carboníferos delEstado y la promulgación de legislación orientada aimpulsar determinadas actividades de carácter privado.Esto dio lugar a que varias ciudades como Río Gallegosy Río Turbio –no casualmente fundada el 14 de diciem-bre de 1942– se convirtieran en centros inmigratoriospara cientos de trabajadores desocupados procedentes,esencialmente, del noroeste argentino.

El 12 de diciembre de 1942 dará comienzo la explo-tación minera en la Mina 1 del Turbio, con el envío desdeYacimientos Petrolíferos Fiscales de un reducido grupode trabajo al que denomina Comisión Mineral Nº 59. Dosdías después, Río Turbio pasará a ser considerada ciu-dad; pero como se verá poco más adelante, no será este elúnico acontecimiento por el que cobró notoriedad.

3 Juan Manuel Gregores, gobernador del Territorio Nacional de Santa Cruz entre1932 y 1945, es recordado como el gobernador más progresista de su historia.

Daniel Parcero

26

En el año 1943 la dotación del Yacimiento Río Tur-bio ya sumaba 120 hombres, conducidos por quien fue suprimer jefe, el ingeniero Horacio Giráldez. “Esta comi-sión ese mismo año comenzaba la explotación de carbóny en 1945 se logra con medios absolutamente rudimenta-rios una producción de 8.000 toneladas. Si bien desde1941 existía en YPF la Dirección de Carbón Mineral, es-tuvo dedicada en esos años a efectuar una prospección detodas las cuencas carboníferas en el país, sin haber ini-ciado la explotación.

En 1948 la Comisión Naval Argentina en Italia através de la Direzione del Lavoro en Génova reunió el pri-mer contingente de italianos para trabajar en la mina,rindieron exámenes médicos y de competencia y en abrilse embarcaban en el transporte Río Santa Cruz con des-tino a Buenos Aires. Desde esta ciudad en aviones milita-res fueron llevados a Río Gallegos y luego en camión aRío Turbio.

El primer cargamento de carbón con destino a Bue-nos Aires se realizó en el buque Santa María de Luján,propiedad de Pérez Companc S.A., el cual desembarcó enDársena E del puerto de Buenos Aires las primeras 1.800toneladas. Estaba presente el director de CombustiblesSólidos de Yacimientos Carboníferos Fiscales, contraal-mirante Bautista Frola.

El primer campamento de explotación en Río Turbio(campamento Central) se denominó ´Marina´ en recono-cimiento a las tareas de la Armada y de la Marina Mer-cante en el desarrollo del proyecto minero. Sobre elcampamento Marina se fundó el 24 de enero de 1949 laVilla Minera.

Finalmente el 6 de agosto de 1958 por decreto 3686se crea la nueva empresa del Estado Yacimientos Carbo-


27

níferos Fiscales sobre la base de Combustibles Sólidos(ENDE)”.4

Aquel primer contingente que integra la menciona-da Comisión de Trabajo estuvo compuesta por 59 pione-ros, que fueron trasladados en camiones que ademástransportaban carpas de lona, materiales y herramien-tas, acompañados por un camión aguatero y una camio-neta. Llegado el mes de febrero de 1943 pusieron manosa la obra. El personal debió soportar las precarias condi-ciones de trabajo y de alojamiento hasta finalizar el año,cuando algunas carpas fueron suplantadas por casillas oviviendas de madera. Por entonces comienzan a llegar allugar algunos empleados, ingenieros y técnicos entrequienes se encontraba Pablo Zóccola, llamado a cumpliraños más tarde una destacada actuación.

Claudio Alarcón,5 ex trabajador de YCF y ex diri-gente de la ATE seccional Río Gallegos en los años 70,comenta que “se llegó a la conclusión de que existían tresformas de extraer el carbón y sacarlo. Una, por el Pacífi-co, llevándolo del Turbio a Puerto Natale, por un tramode 15 kilómetros. Pero había un impedimento en el Pasode Kirke, que era extremadamente estrecho. Esto requeríaimpulsar voladuras de rocas para proceder a su ensan-che y necesaria profundidad, acordes a la caladura de losarcos que transportarían el producido. Chile se desenten-día de la obra y no quería hacerse cargo de los costos.

Otra alternativa, consistía en construir un ramalferroviario hasta Puerto Santa Cruz, que contaba con

4 Molina Carranza, Daniel. Op. cit.5 Claudio Alarcón nacido en Chile en 1944, una vez radicado en nuestro país adopta-rá la nacionalidad argentina. Llegado a Río Gallegos, entra en la empresa en 1965como obrero de la planta depuradora de carbón del paraje Dorotea –hoy Julia Du-fiur–, estación ferroviaria anterior a Río Turbio, y participará en la reorganizaciónde la seccional.

Daniel Parcero

28

una ría de aguas profundas, protegida y de fácil acceso.Esta ruta ofrecía un buen futuro al sector agroganadero,pero requería un trazado de 400 kilómetros de vías, loque no era para nada rentable. Igualmente, esta obra serealizaría años más tarde para favorecer el traslado deembarcaciones de mayor calado.

La opción tres, por la que finalmente se optó, era lamás acertada: el tendido ferroviario desde el Turbio a RíoGallegos. Representaba un costo económico menor al an-terior, tanto por la facilidad en el traslado de los mate-riales de construcción –ya que existían rutas transitablespor las que se podía transportar la carga en camionesvaporinos–, como por la posibilidad de aprovechar la geo-grafía del valle del Río Gallegos.

La elección de una trocha de 75 cm, se tomó tenien-do en cuenta la escasez de material ferroviario nuevo des-pués de la guerra y la disponibilidad de equipamiento deese tipo en la Argentina, adquirido en 1922 para la cons-trucción de distintos ramales patagónicos que no se ha-bían completado y que se encontraba depositado sin usoen Puerto Madryn.

El gobierno popular dispone su construcción el 13de mayo de 1950, por medio de un decreto del Ministeriode Transporte, por entonces a cargo de Juan FranciscoCastro. Las obras se inician con la llegada de los prime-ros materiales, en agosto de 1950 y se terminan en elplazo de un año, constituyéndose a partir de entonces enla línea férrea industrial más austral del mundo. El costodel proyecto estuvo valuado en 100 millones de pesos y sedenominó “Ramal Ferro Industrial Eva Perón”. Luego delgolpe de Estado de 1955 se cambiará el nombre por el de“Ramal Ferro Industrial de Río Turbio”.6

6 Actualmente se emplea únicamente para cargas, uniendo la mina de carbón de RíoTurbio, cercana al límite con Chile, con el puerto de Punta Loyola, en cercanías de


29

Germán Santana,7 otro ex trabajador de YCF quetambién fuera dirigente del sindicato y titular de la sec-cional Ríos Gallegos en los 70’, comenta que “Los quehicieron el historial fueron técnicos españoles. La mayo-ría de los obreros eran chilenos, y eran los encargados deextraer el carbón que se sacaba a través de grandes gale-rías. Primeramente el carbón se extraía a pico y pala.Existían grandes galerías superiores, y secundarias, desiete kilómetros de recorrido desde la entrada de la bocahasta el fondo, en donde se produce un desnivel de hasta300 metros. Cuando el carbón se apilaba afuera, corría elriesgo de prenderse fuego, porque comienza despedirgases, que avivados por los fuertes vientos patagónicos,era un peligro latente, debiendo ser removido. Por estemotivo hubo que hacerse de grandes topadoras. De RíoGallegos a Río Turbio eran catorce horas de recorrido conlas locomotoras Heschel, hasta que años más tarde llega-ran las mejoras”.

Alarcón y Santana fueron jóvenes que a tempranaedad abrazaron la causa peronista; “porque eran lasminas de Perón”, afirma con énfasis el primero de losmencionados ex dirigentes, convertidos en protagonistasde esa nueva etapa de la ATE santacruceña. “Nosotrosfuimos ATE cuando aún no había otras organizacionesestablecidas, que sí hubo con el correr del tiempo, comoLa Fraternidad, la Unión Ferroviaria y Luz y Fuerza”.

Río Gallegos. Este ramal de trocha angosta perteneciente a Yacimientos CarboníferosRío Turbio (antes Yacimientos Carboníferos Fiscales) fue casi totalmente desactiva-do durante la década de 1990, pero actualmente está en actividad y en pleno procesode modernización. La longitud entre estaciones terminales es de 285 km.7 Germán Santana nació en 1945, en Pico Truncado. Luego de hacer la primaria enPuerto Deseado y de trabajar en la construcción, llega a Río Gallegos para vendercarbón en los talleres ferroviarios; más tarde se incorpora a la empresa como calde-rero llegando a ser inspector de calderas.

Daniel Parcero

30

Las primeras maquinarias importadas y lainteligencia nacional del ingeniero Porta

Desde sus comienzos y durante casi toda la décadade 1950 el ramal operó con locomotoras de vapor Hens-chel, construidas en 1922, que habían permanecido depo-sitadas en Puerto Madryn. Dos de ellas fueron usadasdurante la etapa de construcción; las restantes seismáquinas se usaron para la operación del servicio. Perola potencia de las Henschel, nominalmente alrededor de411 BHP, era insuficiente para arrastrar los nuevos tre-nes carboneros.

Entre 1952 y 1957, el ingeniero Dante Porta, consi-derado un pionero del renacimiento del vapor comoalternativa viable y eficiente de tracción ferroviaria,llevó a cabo un contrato con el Ministerio de Transportesargentino para la construcción de diez locomotoras y lamodernización de aproximadamente un centenar. Enestas locomotoras aplicó por primera vez el concepto deleyector Lempor (Le Maitre-Porta), cuyos aspectos teóri-cos publicó y perfeccionó años después.

La primera serie de estas máquinas, fabricadas enlos talleres Mihara de Mitsubishi, arribaron en 1958 ylas Henschel fueron radiadas de servicio, excepto dos,reconstruidas por ASTARSA en la década de 1960, quefueron empleadas durante algunos años en el serviciolocal de pasajeros, en el que se transportaban los traba-jadores de la mina.

Las Mitsubishi pronto presentaron problemas rela-cionados con el depósito de carbón calcinado (clinker),debido al uso del combustible sub bituminoso de Río Tur-bio. Por ello, y para aumentar la potencia, el ingenieroLivio Dante Porta, entonces gerente técnico de la Red Fe-rroviaria Industrial de Río Turbio –RFIRT–, realizó una


31

serie de importantes modificaciones en tres de las uni-dades. Porta incorporó el sistema de escape “Kylpor”(Kylala-Porta), la caja de fuegos Belpaire, el sistema decombustión GPCS de su invención, modificó pistones, vál-vulas y fogones, aumentó la presión de trabajo de la cal-dera y redujo el número de tubos para favorecer elsobrecalentamiento. Con estas modificaciones, que fue-ron generalizadas a toda la serie con excepción de unamáquina, e incorporadas a una nueva serie de diez entre-gadas por Mitsubishi en 1964, se solucionaron los pro-blemas de clinkering y se aumentó la potencia a 1200BHP.

Las locomotoras Mitsubishi operaron sin inconve-nientes con las mejoras de Porta hasta 1997, cubriendoen un lapso de nueve a diez horas un trayecto de casi 300kilómetros, arrastrando regularmente trenes de 1700toneladas, realizando en ocasiones pruebas con cargasextraordinarias para la trocha de 750 mm que alcanza-ron las 3190 toneladas. Las Mitsubishi, con un peso totaldel orden de 90 toneladas y una longitud de 18 metroscon ténder, son probablemente las locomotoras más gran-des que hayan circulado en el mundo por ramales conesa trocha.

Las previsiones de aumento de la producción de lasminas de Río Turbio a 2,7 millones de toneladas anuales,implicaban la insuficiencia del esquema de transporteprovisto por las locomotoras. En consecuencia, se consi-deraron varias posibilidades: cambiar la tracción a Die-sel, electrificar el ramal y hasta cambiar la trocha. Elingeniero Porta realizó algunos diseños preliminares demáquinas de vapor. Entre estos diseños, se encontrabauna locomotora tipo Mallet convencional capaz dearrastrar 5 mil toneladas; otra Mallet con tanque deagua y lastre al frente y una tipo Garratt, planeadapara 4000 BHP y una capacidad de arrastre de 10 mil

Daniel Parcero

32

toneladas. Pero el esquema energético de la Argentinafue orientándose cada vez más al uso de gas natural ylos proyectos de aumentar la producción carbonífera fue-ron descartados.8

Los primeros vagones del Ramal Ferro Industrialde Río Turbio (RFIRT) procedían mayoritariamente dela dotación del Ministerio de Marina en la Base NavalPuerto Belgrano, donde habían sido empleados paratransportar el carbón desde los depósitos hasta los bu-ques de guerra. Eran 190 vagones de cuatro ruedas ycarrocería de madera, con capacidad nominal de 6 tone-ladas, construidos alrededor de 1910 y reacondicionadosen los talleres del antiguo Ferrocarril Bahía Blanca yNoroeste. Esta partida incluía también vagones tanque,algunos de los cuales fueron removidos y colocados de apares sobre plataformas Familleureux.

Desde el depósito de Puerto Madryn también seremolcó hacia el RFIRT otro material que no se habíausado al interrumpirse el proyecto ferroviario en el sur.Fabricado en Bélgica en 1922 por la Société Anonymedes Ateliers de Construction de et à Familleureux y arri-bado al país en 1951, incluía al menos dos vagones debordes altos –de los Ferrocarriles del Estado (FCE)–, 9vagones plataforma –también de los FCE–, algunos va-gones tanque, furgones, dos coches ambulancia (cons-truidos a partir de vagones para hacienda de dos pisos)y alrededor de una decena de coches de pasajeros de pri-mera y segunda clase.

Pronto resultó evidente que los pequeños vagonesde madera de dos ejes y seis toneladas que constituían el

8 Las precisiones documentales fueron recogidas en el Museo Ferroviario RobertoGalian, de la Ciudad de Río Gallegos, donde además se efectuaron varias de las entre-vistas para esta investigación.


33

núcleo principal del material para el transporte de car-bón resultaban insuficientes. En 1954 se había encarga-do a la empresa estatal Ferrodinie que fabricara 660vagones carboneros volcadores de acero de 7,8 metrosde longitud, montados sobre dos bogies de dos ejes, concapacidad de carga de 17 toneladas y peso bruto de 23toneladas, más 30 vagones cubiertos, 20 vagones plata-forma, 30 vagones para hacienda, 6 furgones de cola, dosvagones cubiertos de servicio, 2 quitanieves y una grúade auxilio. Las unidades fueron producidas en la plantaque Ferrodinie tenía en Avellaneda y despachadas porvía marítima a Río Gallegos. Estos vagones constituye-ron por más de cincuenta años el corazón del materialtraccionado de la RFIRT.

A comienzos de la década de 1960 fueron adquiri-dos a la empresa estatal francesa Sofrerail ocho auto-vías Billard con motores Alsthom V8, refrigerados poraire de 100 HP, con transmisión mecánica y acciona-miento final a cadena, para ser utilizadas fundamental-mente en tareas de vía y obras. Hacia 1965 algunas deestas unidades fueron utilizadas para el servicio local depasajeros entre la mina y las localidades cercanas, peroresultaron poco eficaces para la tarea y volvieron a supropósito original. El servicio local fue prestado por for-maciones traccionadas por las Henschel reconstruidaspor ASTARSA mencionadas más arriba.

También se utilizaron una o dos autovías de losFerrocarriles Patagónicos construidas en los talleres dePuerto Madryn.9

Destaca Claudio Alarcón que “alrededor de 50.000toneladas de equipos y materiales fueron trasladadas por

9 Datos recogidos en el Museo Ferroviario Roberto Galian, de la Ciudad de RíoGallegos.

Daniel Parcero

34

mar a Río Gallegos y que al no existir muelle para llevarlos materiales a tierra, hubo que emplear lanchones dedesembarco que habían sido utilizados en la reciente gue-rra mundial”.

Las primeras afiliaciones

Así surgieron, a partir del proceso de desarrolloindustrial iniciado con la llegada del peronismo, los pri-meros afiliados directos al Consejo Directivo Central.Cada tanto, dirigentes nacionales viajaban en comisión aatender sus asuntos en la provincia, hasta que se fueronorganizando las dos primeras seccionales santacruceñasde la ATE.

Aquel Consejo Directivo de los tiempos del Gobier-no Popular del Tte. General Juan Perón, venía siendoconducido desde 1935 por el ex militante socialista JoséVicente Tesorieri, quien en 1944, a partir de su acerca-miento a los coroneles Perón y Mercante, se suma a lashuestes sindicales que desde diversas corrientes ideoló-gicas se alinean al preperonismo. Producido el 17 deOctubre y luego de las elecciones de 1946, llegará a ocu-par lugares claves dentro del Estado de Bienestar y Par-ticipación que comienza a configurarse.

35

El primer conflicto minero

Apenas a cinco meses de haber comenzado las activida-des en la mina, el 26 de julio de 1943 se desata el primerconflicto generado por los trabajadores del socavón,dando lugar a una rápida reacción del presidente deYPF, quien cómodamente instalado en su despacho por-teño de la empresa se dirige por telegrama al gobernadordel entonces Territorio Nacional de Santa Cruz, al queponiéndolo al tanto de los hechos “en razón de no existirallí destacamento policial alguno”.10

El Gobernador Juan Manuel Gregores, en vez deinformarse sobre las causales del conflicto y procuraruna solución, en rápido trámite dispone la instalación deun destacamento policial en las inmediaciones de lamina de Río Turbio. Exactamente un mes después seinforma telegráficamente al Capitán de Navío José Gre-gores, presidente de YPF, que se había designado el per-sonal y que por el primer medio disponible llegaría juntoa “demás implementos necesarios”. En cuanto a las ins-tancias referidas al movimiento huelguístico señala:“Cúmpleme informarle sobre la detención de dos trabaja-

3. La seccional Río Turbio

10 Luque, Elida; Martínez Susana; Abalos, Noemí y Auzoberría, Miguel. "De la géne-sis a la crisis de una estructura económica. Santa Cruz entre 1940 y los 90". RevistaContraviento. Santa Cruz, Editorial Lamadrid, año 2000.

Historia de la ATE santacruceña (1932-1976) - 35

Daniel Parcero

36

dores sindicados como instigadores. Stop. Actualmentetrabajos en la mina normal”.

Los mineros detenidos eran Félix Salguero y Fede-rico Bustamante, denunciados por el ingeniero HoracioGiráldez. El destacamento provisorio consistía en unacarpa, hasta que tiempo más tarde se instaló una casillaque llegó transportada en vapor. No había pasado unmes de la llegada de los uniformados al lugar, cuando elefectivo al mando informa a su superior inmediato sobrela distribución de volantes que realizaban los obreros dela mina San José, para poner en conocimiento de losmineros y de las autoridades policiales, hechos de co-rrupción en la compra de alimentos consumados por elmismísimo jefe de la mina, “que tanto perjuicio le ha he-cho al obrero durante toda su permanencia en el cargo deIngeniero”.

Lo particular del caso, es que las autoridades poli-ciales darán curso a la investigación para dar con losresponsables de la impresión de los panfletos y no sobrelo denunciado a través de los mismos, en el convenci-miento de que “entre el personal de la mina existen ele-mentos que pretenden traer descontento y sublevar a losobreros. Cabe pensar que estos sujetos estén vinculados aotros de Natales que tengan por fin promover actos sub-versivos en el perjuicio de la Mina de YPF. No debiendodescartarse, por ser proverbial entre los comunistas, que,para lograr sus fines disolventes y erigirse en benefacto-res del proletariado, sean los que traten de sembrar ladiscordia.”.

Aquél primer conflicto finalizó con los dos traba-jadores mencionados presos; este segundo hecho seresuelve con el desplazamiento de un capataz, que car-gará con la responsabilidad de los actos de corrupción


37

adjudicados en la volanteada al ingeniero jefe de laMina.11

La Mina de Perón

Para 1952 la población que se desempeñaba en elYacimiento Presidente Perón de Río Turbio, era en sumayoría de origen chileno, procedente de Puerto Natales.También la ciudad de Río Turbio y el paraje 28 deNoviembre habían recibido corrientes migratorias lle-gadas en su mayoría de las provincias de San Juan, Saltay Tucumán, dispuestos a sumarse a las cuadrillas demineros.

Una vez a la semana, los trabajadores eran trasla-dados desde Natales hasta la cuenca en viejos camionesde seis toneladas, al descubierto, en contingentes deochenta personas. Se trataba de dos camiones italianos“heredados” de la segunda guerra: “el 42” conducía a lostrabajadores a Mina 2 y “el 43” a Mina 3, mientras losingenieros eran movilizados en jeeps de la misma proce-dencia. Aquellos campamentos fueron en un principioimprovisados galpones que luego se irían transformandoen pabellones.

Por ese entonces, el hermano país de Chile se en-contraba inmerso en un proceso preelectoral. El precan-didato presidencial Carlos Ibáñez del Campo contabacon el respaldo del presidente argentino Juan DomingoPerón.

En su país, Ibáñez del Campo era apoyado por elPartido Agrario Laborista, el Socialismo Popular y el

11 Luque, Elida; Martínez Susana; Abalos, Noemí y Auzoberría, Miguel. Op. cit.

Daniel Parcero

38

Partido Femenino; tres categorías políticas que sinteti-zan, –más allá de los antecedentes políticos y presiden-ciales, en cuanto era militar de carrera y nacionalista–,las coincidencias entre ambos militares.12 Aquellos mine-ros serían alentados desde la profundidad de los socavo-nes donde desempeñaban sus tareas a respaldar a delCampo, quien de ganar las elecciones, seguramente im-plementaría medidas similares en su país.

Los trabajadores y empleados de la Mina veníansiendo beneficiados por las políticas sociales generadasdesde el Estado de Bienestar instaurado en nuestro país,que promovía desde condiciones dignas de trabajo hastala recepción de refuerzos comestibles navideños y jugue-tes para sus hijos en época de “Reyes Magos”, sin distin-ción alguna por nacionalidad. Cuando en noviembre deaquel año Ibáñez finalmente triunfa en los comicios,serán los mismos trabajadores de la Mina, los que entre-guen en la persona de la militante justicialista Ema“Pina” Damián, un diploma de agradecimiento a “loscompañeros de la Unidad Básica de Río Turbio”.13

Eran esos mismos peronistas chilenos que un año ymedio más tarde, en 1954, conforman una delegación delyacimiento que, con los gastos por cuenta de la empresa,se dirige a la Presidencia de la Nación con motivo delsegundo aniversario del fallecimiento de Eva Duarte. EnBuenos Aires hacen entrega a la Comisión Pro Monu-mento a Eva Perón, de una placa de bronce con el escu-

12 Carlos Ibáñez del Campo había protagonizado un movimiento insurreccional amediados de la década del 20'. En 1927 resultó electo presidente, dando gran impul-so a la obra pública. Dimitió a la presidencia en 1931, tras una revuelta protagoni-zada por estudiantes católicos y las fuerzas vivas, refugiándose en el exilio. En 1937volverá al poder respaldado por corrientes socialistas. En 1942 en resulta reelecto,pero esta vez por una coalición derechista; y nuevamente reelecto en 1952 llevaráadelante una planificación de carácter desarrollista.13 Auzoberría, Miguel Ángel. "Los días de Cépernic. Una historia del peronismo deSanta Cruz", pág. 33. Editorial Dunken, Buenos Aires, 2015.


39

do de la República de Chile orlada a los costados por lasflores de capihué y un texto que rezaba “El personal chi-leno del Yacimiento Presidente Perón”, con la firma detres delegados y del presidente de UPCN, Viriato Rodrí-guez, para ser colocada en el lugar en que se erigiera elmonumento. El General Perón por su parte, recibe enmano una fotografía con la imagen de la placa.14

Por entonces UPCN ya había echado raíces entre elpersonal técnico, el jerárquico y los empleados. En tanto,los obreros eran precariamente representados por ladelegación de la Asociación Minera Argentina.

La ATE no contará con representación en la pro-vincia de Santa Cruz hasta el año entrante, en que serefunda la seccional Río Gallegos.

Pero en ese entonces y durante un tiempo más,estatutariamente en ATE no hubo lugar para los“extranjeros”; y bajo este sustantivo se incluía a nuestroscompatriotas latinoamericanos. El hecho no era ajeno alespíritu del concepto de nacionalidad abrazado por lamayoría de los pioneros del sindicalismo argentino,inmigrantes europeos de diversas vertientes ideológicas,cuyas raíces se emparentaban a sus respectivas patrias,muy lejanas, desde donde habían transportado sus méto-dos de lucha, sin tener en claro la balcanización que con-figuraba la Nación inconclusa, razón central de nuestracondición semicolonial.

Los pasos hacia una seccional propia

Y la ATE tendrá sus pioneros sindicales en la cuen-ca. Resulta ser uno de ellos, Luis Alberto Vidal Osorio,

14 Auzoberría, Miguel. Op. cit., pág. 35.

Daniel Parcero

40

nacido en Chile el 15 de mayo de 1931, quien el 15 deoctubre de 1954 ingresa como minero en la Mina 3, paratrabajar en el socavón de manera ininterrumpida a lolargo de veintisiete años.

A 29 años de haberse jubilado, visiblemente emo-cionado por haber sido ubicado y poder prestar su testi-monio sobre la época, Vidal Osorio rememora:15 “Mina 1fue experimental. Seriamente se comenzó a trabajar enMina 2. Fue cuando Perón dio entrada al país a obrerosrefugiados que escapaban de la Guerra, procedentes deHungría, Polonia, Rusia, Italia que se venían acá a tra-bajar en las minas, teniendo ya experiencia. Y tambiénvinieron ingenieros y técnicos alemanes, austríaco-ale-manes, todos gringos.

Yo hasta ese momento era delegado en DeportivoIndependiente y me había hecho conocido por haber con-seguido recursos para el club de fútbol. Del 54’ pasarondiez años hasta que Mina 3 comienza con la explotación,pero ya se venían haciendo trabajos de infraestructura,luego de la llegada de máquinas de alto rendimientoMasietas, de origen francés. Yo tenía 23 años. Había quetener vitalidad y ser despierto.

Los primeros trabajos los hacíamos de manera muyrudimentaria. Entrabas de carretillero, o de zorrero, sa-cando el material que los barreteros producían en las ga-lerías. Había barreteros y también ayudantes debarreteros. Con empeño se podía llegar a ser frente decuadrilla, ya en las galerías donde trabajaban un ayu-dante, un barretero y dos carretilleros. Las galerías eran

15 Entrevista realizada en el año 2015 por el autor a Luis Vidal Osorio en su domici-lio de Puerto Natales, acompañado por Norma Alvarado, secretaria General Adjuntadel CDP Santa Cruz y Sebastián Caliva, secretario de Interior.


41

de dos metros ochenta de alto por dos cincuenta, desdedonde comenzaba a hacerse el avance de un metro sincuadro y de un metro veinte con cuadro, es decir, sosteni-miento de techo con cabezales y patas de madera ensam-bladas, a lo que se colocaba una grampa.

No existían medios de seguridad, lo que hacía que-todo el trabajo fuera muy precario y de mucho riesgoindividual y colectivo. Al ingresar nos daban un ambo,una chaqueta finita, un pantalón tipo bombacha y un parde botas de cuero, un casco, un cinto y una lámpara. Elambo lo entregaban dos veces por año. Las tareas se efec-tuaban en tres turnos de ocho horas cada uno. Muchagente murió, generalmente a causa de derrumbes. Cuan-do esos siniestros se producían, perder un brazo o unapierna era lo más suavecito. Yo puedo contarla íntegro,pero puedo asegurarle caballero, que no todos los cristia-nos en la mina corren esta suerte. Otros casos que abun-dan, son los de aquellos que como yo hemos entregadotoda la vida trabajando y al llegar la hora de jubilarse,permanecés en eso uno o dos años y te fuiste”.

En su relato Vidal Osorio recuerda la forma en quese fue interesando en darse a la tarea reivindicativa. “Alpoco tiempo fui de los primeros tres chilenos que nosmetimos en este cuento. Había mucho atropello y ni lamás mínima consideración de parte de los gringos quedirigían los asuntos. Autoritariamente te cambiaban defunciones, y sin experiencia, o te mandaban a las gale-rías donde llovía permanentemente, haciéndote permane-cer en el lugar cumpliendo tareas las ocho horas mojado.Algo inhumano. En Mina 2 muchos contrajeron pulmo-nía y murieron sin consideración alguna por ese motivo.Manguera, martillo y pala y a hacer tu tarea sin quenada les importe, en frentes de galerías en las que la llu-via por las paredes era imparable, pues. Y el agua en elinterior de la mina es helada.

Daniel Parcero

42

Decidimos comenzar a organizarnos sindicalmenteen defensa de nuestros intereses y recurrimos a la Aso-ciación Obrera Minera de la Argentina. Allí nos prome-tieron apoyo para crear una filial y nos pidieron quepresentáramos una nota, pero no vinieron nunca. Enton-ces decidimos relacionarnos con dirigentes nacionales dela Asociación Trabajadores del Estado que viajaron parala cuenca y nos alentaron a proseguir con la idea. Fue asíque realizamos una asamblea, poco antes de que cayeraPerón. Mis compañeros de ruta fueron dos chilenos: AldoVera Vargas, un electricista de minas y Germán MontielArismendi que fue administrativo.

En Mina 2 teníamos un ingeniero que se había gra-duado en Alemania, que era muy respetado, con muchaautoridad y la mayoría le tenía miedo. No iba a contarconmigo ese hombre que todo trataba cortito y rápido. Yotrabajaba en el interior de uno de los dos túneles de Mina3 donde la lluvia era permanente. Ahí mandaban a tra-bajar a la gente, cuando querían que uno se vaya. Y noseñor, no contarían conmigo para eso. Era un trabajo demucho sufrimiento y ahí dimos comienzo a la conversa,amigo.

Convivíamos en el trabajo unos 200 trabajadores yse dio la primera organización provisoria. Los que eranargentinos se contactaron con ATE; porque estatutaria-mente no podíamos ocupar cargos por ser chilenos pero síestar afiliados. Y se hizo una reunión a la que vino undelegado de ATE, en la que la administración puso lapata y mandó a cinco trabajadores administrativos yotros, también chilenos: el chuleta Alvarado; Rot Salinasy el cura Luis Pérez, y ahí se armó la primera comisióncon cuatro administrativos. Ellos fueron los que firmaronlos primeros acuerdos laborales antes de que hubieraConvenio Colectivo. Nosotros por ser chilenos no tenía-mos derecho a la asignación familiar, porque para ello


43

había que ser radicado en Argentina. Fui el primero enrebelarme por ello. No se trataba de una negación absur-da, sino que aunque quisiéramos vivir en el Turbio, nohabía viviendas para nosotros”.

Vidal Osorio reconoce que con el transcurrir deltiempo, “poco a poco comencé a ganarme el respeto de laparte ejecutiva de la empresa y comencé a distanciarmede aquellos caballeros que realmente no pelearon por lamayoría de los mineros, que éramos los chilenos. Que sien ATE no hubieran existido aquellas cuestiones queimposibilitaban ser dirigentes a los chilenos, bueno..., se-guro que hubiera sido yo el que los representara. Peronada que ver, y cuando unos años después trajeron laMasieta de alto rendimiento y eligieron los 13 mejoresbarreteros, a mí me dejaron afuera desde la gerencia,pero gracias a la valorización del ingeniero a cargo salíaen el primer lugar manejando la máquina. No por lame-patas, sino por mi capacidad de trabajo. No obstan-te siempre permanecí en defensa de mis compañeros ycuando a alguien echaban procuré siempre lograr sureincorporación.

Por el 58’ volví a entreverarme. Para esto ya habíavenido a ATE [en el primer semestre del 57] Santiago Tri-viño, que era argentino, permaneciendo al frente de laseccional en formación hasta fines de 1958, sin que exis-tieran progresos”, recuerda Vidal Osorio.

Por aquellos tiempos, desde el momento en que losmilitares golpistas procedieran a intervenir la CGT en1955, la sede nacional de la ATE sufrió un año y mediode parálisis como consecuencia de la clausura del gre-mio, siendo atendidos sus asuntos por la propia inter-vención cegetista a cargo del Contralmirante PatrónLaplacette. Mientras tanto, sus asesores civiles se abo-caban a la búsqueda de sindicalistas amarillos y antipe-

Daniel Parcero

44

ronistas predispuestos a tomar las riendas del gremiohasta el momento de su normalización.

Lo que ocurría en ATE no era ajeno a lo que acon-tecía en otros gremios de inocultable sesgo peronista.Cabe recordar que esta organización había sido precisa-mente la que aportó importantes cuadros a la primeralínea del poder político: la vicepresidencia de la Cámarade Diputados de la Nación del saliente gobierno peronis-ta estaba en manos de su secretario general, VicenteTesorieri; la contraparte en el Senado, a cargo del secre-tario general pampeano, Antonio Ferrari; en el gobiernode la provincia de Salta, el primer mandatario obreroCarlos Xamena y al frente de la misma CGT, hasta el4 de octubre del 55’ cuando fue desplazado, el secreta-rio general adjunto nacional y titular de Punta Alta,Héctor Di Pietro. Unos cuantos de ellos fueron detenidosy declarados “traidores a la Patria”. Con la llegadaal gobierno de Arturo Frondizi la situación comienza anormalizarse.

Será entonces que Rogelio Guanuco Burgos tomarála responsabilidad de organizar la seccional de la cuen-ca. Comenta Vidal Osorio, que Guanuco “había llegadode la Provincia de Tucumán16 [sic] y trabajaba de admi-nistrativo en la Mina. Me vino a buscar cuando comenzóa rearmar la cosa, porque tenía conocimiento de lo que yovenía haciendo por la gente, se hizo una asamblea y fuielegido primer delegado general de la Mina. Comenzó ahaber un delegado por turno y en todas las secciones, ahacerse respetar las categorías y el sindicato iba mane-jando con la empresa las mejoras salariales”.

16 En realidad, Guanuco es oriundo de los pueblos originarios de Salta.


45

Y agrega, “Lo de Guanuco fue una epopeya. En el60’ con el terremoto de Chile, hizo una colecta de víveresy otras cosas en auxilio de los damnificados. Entre RíoGallegos y Río Turbio juntó siete camiones llenos de mer-cadería y los trasladó a Punta Arenas, entregando todo alIntendente en nombre de la ATE. Un hecho que en eltiempo nunca se le reconoció”.17

17 En el sexto capítulo se encontrarán detalles sobre aquella campaña de solidaridadcon los damnificados por el terremoto.


47

Una mujer en 1953.Lía Cora de Ferrari al frente de laseccional de ATE

Recién durante el transcurso del XIV Congreso Nacio-nal de la ATE Eva Perón Inmortal, celebrado entre el 21y el 24 de julio de 1953, se da la bienvenida a la seccio-nal Río Gallegos, refundada en ese semestre, junto a lasseccionales Esquel, Necochea, Caseros, Ramos Mejía,Arrecifes, Tartagal y Crespo, esta última de Entre Ríos.Pero al congreso no viajan representantes de estas nue-vas seccionales porque no contaban con la antigüedadrequerida estatutariamente para poder participar. Ha-bían pasado veinte años de aquella frustrada incursiónde los telepostales en el gremio, liderados en Gallegospor Pantaleón Pedraza.

Las actas de la época registran la presencia de unadelegada de Río Gallegos, Cora Lía Ferrari, recién al añosiguiente, en el XV Congreso Ordinario, al que denomi-nan “Victoria Justicialista”, realizado entre el 21 y el 24de julio de 1954, que contó con la asistencia del Presi-dente Juan Perón.

Tras el fallecimiento de Hortencio Quijano se ha-bían efectuado elecciones nacionales parciales, en lasque el contralmirante Alberto Tessaire resultó electovicepresidente. Además, fueron reelegidos en sus bancas

4. Se refunda Ríos Gallegos

Daniel Parcero

48

en el Congreso de la Nación el secretario general de laATE Antonio Tesorieri y el dirigente pampeano AntonioFerrari.18

Lía Cora volverá a estar presente en el siguienteCongreso, que se denominó “30º Aniversario”, durantecuyo transcurso se aprueba la incorporación en el Esta-tuto social de los Derechos del Trabajador y del preám-bulo “justicialista” de la CGT. De aquel congresoparticipan representantes de más de 120 seccionales.Fue el último realizado antes del golpe fusilador, a par-tir del que la filial Río Gallegos vuelve a desarticularse.

La seccional se había reafirmado con la llegada delRamal Ferro Industrial Eva Perón, del mismo modo quecon el surgimiento de la seccional Río Turbio. Pero elEstado de Bienestar y Participación es arrasado por laacción desestabilizante de “las fuerzas vivas”, la conjun-ción de actores sociales que representaban la Cámara deComercio, la Unión Industrial, la Sociedad Rural, el cleroy los medios corporativos de comunicación, la antiguapartidocracia y el militarismo gorila, alentados por lapresión del Departamento de Estado norteamericano. Novolverá a haber referencias sobre representación seccio-nal en la ciudad capital, hasta varios años después.

Por 1952 YCF había consolidado su plano adminis-trativo. Un contador oriundo de Gallegos y recientemen-te recibido en Buenos Aires, apellidado Ferrari, habíasido nombrado director de la empresa en su ciudadnatal. Afiliados de esa época lo recuerdan como reconoci-do hincha de Racing, casado con la joven Lía Cora, em-

18 Ver: Parcero, Daniel. Historia de ATE. Vol. 3. Unidad y participación. Los trabaja-dores del Estado en los tiempos de Perón. (1943-1955). CTA Ediciones, Buenos Aires,2014


49

pleada administrativa del sector, afiliada al Consejo Di-rectivo Central por vía directa y encargada de la organi-zación de la seccional.

Seguramente como consecuencia de la acción per-secutoria acaecida con la llegada de la contrarrevolución“libertadora”, la representación de ATE en la provinciadejó de tener una presencia orgánica y activa.


51

Parálisis y retroceso en ATE

Derrocado el gobierno nacional y popular del GeneralPerón, el Capitán de Navío Patrón Laplacette es desig-nado al frente de la central obrera en carácter de inter-ventor. A su vez, este capitán nombra al escribano AbelLlantada para normalizar el gremio, quien a expensasdel primero, convoca a una reunión de dirigentes sim-patizantes del régimen, prestos a reabrir el sindicato yponerlo en funcionamiento. Pero la convocatoria serárecién para el 16 de mayo de 1957 y en sede cegetista, yaque las instalaciones del CDC de la calle Belgrano seencontraban a resguardo de candados y cadenas.

Sin haberse logrado acuerdos inmediatos, aquellareunión pasó a un cuarto intermedio, hasta el 12 dejunio, cuando finalmente se aprueba la designación deldirigente colaboracionista rosarino Antonio Vitale, titu-lar de la filial de la ciudad capital de la provincia deSanta Fe, como secretario general. Su irrepresentativomandato culminará a los pocos meses, precisamente enoctubre del mismo año, cuando el Gobierno designa a unrepresentante legal que permanecerá en esa funciónhasta fin del año.

A partir de ese momento, como consecuencia de lacaza gubernamental para encontrar dirigentes antipero-nistas predispuestos al asalto de las organizaciones sin-

5. Posperonismo y la situaciónen el Consejo Nacional

Daniel Parcero

52

dicales, la ATE quedará en manos de José Silvetti,19 sin-dicalista de vieja trayectoria anarquista, que a pocosaños del nacimiento del gremio se incorpora a la seccio-nal Capital liderando una corriente divisionista quederiva en una fractura, hecho que al tiempo le valdrá laexpulsión. Silvetti será titular de la ATE por escasoscuatro meses.

En abril de 1958 lo sucede Salvador Trippe, diri-gente rosarino al que le caerá la Intervención del nuevogobierno del Presidente Arturo Frondizi, cuando asientesus petates en el CDC un diplomático radical intransi-gente, encargado de convocar a la realización del PrimerCongreso consultivo, del que salen autoridades provisio-nales, encabezadas por “el colorado” Héctor Quagliaro.

Joven dirigente rosarino, llegado de las filas del pri-mer peronismo puro,20 Quagliaro deberá dar batalla a losintentos destituyentes de la corriente integracionistarecostada en el frondifrigerismo, que al cabo de ochomeses logran desplazarlo para reinstalar a Trippe, quiencon la complicidad de autoridades ministeriales de Tra-bajo permanecerá al frente de ATE durante dos períodosconsecutivos.

Para ese entonces, noviembre de 1963, la situacióninstitucional de la ATE era caótica. Al momento de rea-lizarse el congreso de renovación de autoridades en la

19 Sobre las divisiones internas, Silvetti y la fractura de ATE, ver de Parcero, Daniely Calello, Osvaldo, Historia de ATE, Tomos 1 al 4.20 Héctor Quagliaro, surgido durante mediados de la década del 40 de los Talleres deAprendices del MOP de Rosario, formará parte de una nueva generación de cuadrossindicales junto a sus ex compañeros de estudio, Mario Aguirre, Vicente Militello yAlberto Belloni. Este último, considerado por los tres anteriores como el orientador,será reconocido como el "obrero ilustrado" de la ATE. Quagliaro lo elige como hombrede su mayor confianza al ser nombrado, por un breve período, secretario nacional pro-visional.


53

sede de la UTA, las representaciones de los delegados nollegaban a veinte. Finalmente y por razones de operati-vidad, la responsabilidad de la conducción recaerá en eltitular de la seccional Buenos Aires, Cesáreo Presas.Pero las cosas no resultarían para bien; la gestión deldirigente porteño y presidente de la junta interna delHospital Moyano se verá sacudida por un torbellino dedesencuentros creados a partir de su propio entorno,entre los cuales las serias irregularidades en el manejode los recursos de la organización no estuvieron exentas.

No existe un solo papel que pueda reflejar secuen-cia organizativa alguna de su mandato, que diera térmi-no el 10 de setiembre de 1965. El retiro del mencionadodirigente, fue consumado en su fugaz traslado con todala documentación pertinente hacia “la Buenos Aires”, suseccional de origen, donde permaneció atrincherado porvarios meses sin dar paso a la intervención que se dis-pusiera desde el CDC, ni responder a los reclamos efec-tuados por las autoridades ministeriales, las que, valedecir, tampoco avanzaron en el intento. La historia delgremio durante esa etapa, reflejada en el quinto tomo deLa Historia la ATE, pudo ser reconstruida únicamentegracias a los testimonios orales de ex dirigentes de esosaños.

Un dirigente proveniente de la localidad bonaeren-se de Valentín Alsina, Heraclio Sosa, será el nuevo secre-tario general. En la nueva directiva hace su ingreso a losplanos dirigenciales nacionales del gremio un joven en-senadense, trabajador del área de tornería mecánica dela Base Naval Río Santiago, Juan Roberto Horvath, ocu-pando la secretaría de Organización. Horvath ademásvenía de liderar la Juventud Peronista de Berisso entre1956 y 1965.

Daniel Parcero

54

Nuevos aires en la Buenos Aires

A partir de mediados de los 60 y comienzos de los70, una nueva promoción de cuadros militantes se suma-rá a la seccional Buenos Aires. El hecho repercutirá noto-riamente en el desarrollo organizacional e institucionalde la organización de esa década. Pero será a partir de lasiguiente que tendrán una participación fundamental enla vida del gremio.

Como sucediera iniciados los años 30, una nuevacrisis de representación acontece en la Federación Obre-ros y Empleados de Correos y Telégrafos, por entonces enmanos de una conducción amarilla y en los nuevos tiem-pos en una de neto corte antiperonista. Desde allí llega-rá Carmelo Cantizano, cartero de a pie, recalando en laseccional Buenos Aires a mediados de los 60, quien alpoco tiempo conducirá sus destinos hasta mediados del75. También se acerca Luis Daldini, cartero afiliado a laFOECYT en abril del 54, quien desempeñará una desta-cada intervención en quehacer organizativo de los esta-tales santacruceños, una vez llegado a la conducciónnacional.

A partir de la caída del gobierno popular en 1955,un grupo de afiliados de origen peronista entre los quemilitan activamente los mencionados telepostales, deci-den dar vida al Sindicato de Obreros y Empleados de laRama Postal y Afines –SOERPA. Su principal referenteera Cantizano, quien lideraba el sector de carteros delCorreo Central, y en poco tiempo logran obtener la ins-cripción gremial ante las autoridades del Ministerio deTrabajo. Pero el irrefrenable crecimiento del incipientesindicato –reconocido además por las 62 OrganizacionesPeronistas–, provoca la presión del gremio “madre” antela cartera laboral, hasta lograr que se les retire la perso-nería, “quedando en el aire”, tal la afirmación de Daldi-


55

ni. Por entonces, mantenían buenas relaciones con losTrabajadores de la Sanidad liderados por el combativoAmado Olmos, quien les recomienda “adherir a uno delos dos gremios de los trabajadores del Estado, haciendouna caracterización de los que representaban a la Unióndel Personal Civil de la Nación, y los que representabana la ATE, recomendándonos adherir a esta última, en laque a pesar de que estaba atravesando una crisis internapor esos momentos, podríamos llegar a desarrollar unabuena tarea. Y así lo hicimos”.

Eran los tiempos previos a la dictadura de los mo-nopolios que conduciría el Gral. Juan Carlos Onganía.La ATE salía de la parálisis provocada por la convulsio-nada gestión del capitalino Cesáreo Presas y se encon-traba en manos de Heraclio Sosa. Como se señala másarriba, en esa conducción debutaba el joven líder de laJuventud Peronista ensenadense y titular de aquellaseccional, Juan Horvath.

En poco tiempo la relación entre Horvath, Can-tizano y Daldini se irá afianzando y se prolongará porespacio de diez años. Pero Cantizano tomará decisio-nes en nombre del sindicato Capital que provocarán laira de Horvath, por entonces secretario General Nacio-nal; Daldini, ya en el secretariado, permanece leal a suconductor.

Al finalizar la Intervención de la filial porteña, lamasa de carteros capitalinos –que ya contaban con dosaños de permanencia como afiliados a la seccional Bue-nos Aires–, logra ubicar a Cantizano al frente de lamisma a la llegada de la nueva conducción del pola-co Horvath. Daldini accederá como vocal y, desde enton-ces, dará comienzo a una larga trayectoria sindical quese prolongará por espacio de cincuenta años, ocupandodistintos cargos nacionales e internacionales hasta la

Daniel Parcero

56

fecha, en que preside la conducción de la Obra Social deYCF en representación de la ATE. Como se verá másadelante, fue un destacado protagonista durante el pro-ceso de autogestión de la empresa ocurrido en la prima-vera camporista. Poco de comenzar la década del 70, trasrenunciar a Correos se incorpora a la sede central deYCF como administrativo.


57

De la “epopeya” de Guanuco y laGloriosa JP de la ATE

Aunque no hay fecha precisa, fue probablemente entrela llegada de Trippe y aquellos meses en que Quagliaroestuvo como secretario nacional provisional de la ATE–sobre lo que no existe documentación– (1959-60’), cuan-do Rogelio Guanuco debe haberse hecho cargo de la sec-cional de Río Turbio. En principio como reorganizador yluego como secretario General hasta el 8 de agosto de1966, cuando a poco más de un mes de instaurada la dic-tadura de los monopolios bajo el mando del general JuanCarlos Onganía, siendo Heraclio Sosa secretario generaldel CDC, se decide la intervención la seccional en dichafecha según consta en actas. Guanuco, como se verá másadelante, será perseguido por el régimen de facto, algoque omiten los informes del CDC.

La hipótesis del autor respecto del momento en queGuanuco se hizo cargo de la seccional Río Turbio, seapoya en la fecha en la que el ex dirigente emprendió–en representación de la ATE–, la campaña de solidari-dad con las víctimas del terremoto ocurrido en Chile en1960, que recuerda en capítulos anteriores Vidal Osorio.

El sismo de marras, conocido también como “GranTerremoto de Chile”, ocurrió el domingo 22 de mayo de1960 a las 15:11 hora local. Su epicentro se localizó en

6. ATE Turbio solidariay combativa

Daniel Parcero

58

Temuco, en las cercanías de la ciudad de Valdivia y tuvouna magnitud de 9.5 MW

1 en la escala sismológica demagnitud de momento, siendo el mayor registrado en lahistoria de la humanidad. Junto al terremoto principalse registraron una serie de movimientos telúricos de im-portancia entre el 21 de mayo y el 6 de junio que afec-taron a gran parte del sur de Chile.

El sismo fue percibido en diferentes partes del pla-neta; la onda expansiva comenzó a recorrer el océanoPacífico y casi quince horas después del evento, un mare-moto de 10 m de altura azotó la isla de Hilo, en el archi-piélago de Hawái, a más de 10.000 km de distancia delepicentro, provocando la muerte de 61 personas. Simila-res eventos se registraron en Japón, las Filipinas, RapaNui, la zona oeste de Estados Unidos, Nueva Zelanda,Samoa y las islas Marquesas. Tras el terremoto, el Puye-hue-Cordón Caulle comenzó a entrar en erupción a lolargo de su flanco sur. Más de 2.000 personas fallecierony más de 2 millones resultaron damnificadas por eldesastre.

Recuerda el minero sindicalista Luis Vidal Osorio,que fue entonces cuando Guanuco se moviliza en procu-ra de donaciones en Turbio y Gallegos, apelando a la sen-sibilidad de comerciantes y fuerzas vivas de Santa Cruz.Logrado su objetivo, él mismo encabezó una caravana devarios camiones en dirección a Chile, para entregar lasdonaciones al intendente de la ciudad afectada, en nom-bre de la Asociación Trabajadores del Estado.

Hasta poco antes de este suceso, Triviño habíaintentado, sin suerte, organizar una seccional. Tarea quesí pudo formalizar un minero argentino llamado Angulo,con la colaboración de Rogelio Guanuco que fuera susecretario de organización, hasta que se produjo un con-flicto cuando el secretario general se desentiende de la


59

cesantía que la empresa aplica a setenta mineros indí-genas, considerados como la “tropa gremial” de la seccio-nal en formación.

De esta manera, –refiere el propio Guanuco al au-tor, a los 86 años de edad– “aquella traición y abandonohacia nuestros hermanos por parte de Angulo, terminócon sus días al frente de la seccional. No le deseo ningúnmal, sólo afirmo que fue un obsecuente servil y traidor yque la Pachamama le brinde lo mejor. Así fue que quedóel compañero Sosa; pero resulta que un día se fue a Bue-nos Aires para hacer una gestión; ¡y no regresó nunca!Los compañeros nos reunimos y que quedé yo hasta que selogra el reconocimiento, y le di vida a la seccional”.

Guanuco comenta su trayectoria hasta la llegada aTurbio. “Soy de aquellos que no tiene dobleces. Indio puroy no fotocopia. Mi papá de Amblayo y mi mamá deAngastaco. Soy de la Nación Diaguita-Calchaquí. Ha-biéndose radicado mi familia en Buenos Aires, estudié elsecundario en el Instituto Estrada y fui dirigente estu-diantil peronista, de la Unión de Estudiantes Secunda-rios. Me tuve que rajar en el 55, y anduve por paíseslimítrofes hasta que supe que en Turbio se necesitabagente en la explotación de las minas y ahí llegué. Comen-cé a trabajar en carga y descarga. Nos reuníamos en elprimer piso del galpón de chapa donde se guardaban lascosas de limpieza. Cuando estuve al frente de la seccionaluna de las primeras cosas que impusimos fue el controldel comedor, con el fin de controlar por medio de una per-sona idónea las calorías de las comidas que debía con-sumir el personal, porque el minero no es cualquiertrabajador; controles en la cocina para verificar que hayalos suficientes alimentos”.

Daniel Parcero

60

La combativa postura de Río Turbio en elCongreso “Felipe Vallese”

Rememora Guanuco que durante el comienzo delgobierno del presidente Arturo Umberto Illia, “yo llevointensas gestiones con los funcionarios del Ministerio deTrabajo de la Nación, sobre todo con Rubens San Sebas-tián que era director, siendo él quien destrabó nuestroconflicto con la empresa. Tuvimos 72 horas de huelgaen un momento que las minas estuvieron a punto dederrumbarse, y fueron salvadas gracias al ingenieroSuervan, un austro alemán que era jefe de Mina 3, unaexcelente persona.

No se le daba la ración de leche correspondiente alos mineros, se les retaceaba el transporte, debiendo subirel cerro a pie bajo las nevadas. Los mineros no contabancon ropa de trabajo y botas adecuadas; las herramientasno eran de calidad y las condiciones de seguridad inexis-tentes. Reclamamos por estas cosas y también por la exis-tencia de baños en boca de mina. En aquellas instanciaspudimos firmar el primer Convenio Colectivo, con todasestas demandas contempladas”. Tres años más tarde,una vez caído el gobierno y a pesar de desempeñarsecomo ministro, San Sebastián, el mismo ex director mi-nisterial al que hace referencia Guanuco, aquellos logrosdel CCT quedarán en el olvido. Para este entonces Gua-nuco ya había sido desplazado de la conducción por dis-posición dictatorial.

Previamente, en noviembre del 63’, siendo secreta-rio general el dirigente de la seccional Buenos AiresCesáreo Presas, se realiza el Congreso Normalizador dela ATE en las instalaciones de la Colonia de Vacacionesque la Asociación Obrera Textil tenía en Huerta Grande.La única delegación de la provincia patagónica que estu-vo presente fue la Federación Río Turbio.


61

Finalizado el ciclo de Salvador Trippe al frente dela organización, en aquel Congreso denominado “FelipeVallese”, presidido por el rosarino Héctor Quagliaro, par-ticipan 52 federaciones representando al 75 % del total yal 91% de los afiliados. Se toman importantes decisiones,entre ellas el respaldo al Plan de Lucha propuesto por laCGT; el pronunciamiento por el inmediato aumento desalarios sobre la base de 12.500 pesos; el apoyo a la cam-paña de abaratamiento del costo de vida; la derogaciónde la legislación represiva, en especial la inherente a lapersecución del peronismo y el pedido de amnistía a lospresos políticos y gremiales.

Una moción de la Federación Tucumán expresa lacondena a los culpables del derrumbe de la ATE y lascuantiosas deudas por las que atraviesa la organización,proponiendo que se sancione con la expulsión al ex secre-tario general Salvador Trippe, “bajo los cargos de di-lapidación, malversación y delitos culposos que debenpasar a la justicia, enumerando la quiebra de la Farma-cia y la Proveeduría, la anarquía económica que llevaraa que varias federaciones cobren directamente sin cotizaral Consejo, el hipotecamiento del edificio de la calleColombres en 500 mil pesos, sin amortizar, y por lo que ladeuda supera los 450 mil pesos más intereses, con lo queATE cuenta con un déficit de un millón cien mil pesos”.El propio secretario general agrega otros elementos dejuicio a estas gravosas acusaciones, tales como las “irre-gularidades en el Plan de Viviendas por el Barrio de 474casas construido en la localidad bonaerense de Ezeiza”,tras lo cual varias delegaciones mocionan y apruebanpor unanimidad la expulsión del dirigente.

La Federación de Río Turbio con el respaldo de lascombativas representaciones de La Plata, Ensenada,San Juan y Córdoba, propone que “los trabajadores delEstado lleven como base de su lucha el programa de

Daniel Parcero

62

Huerta Grande, impulsando la nacionalización del siste-ma bancario, la implementación del control estatal sobreel comercio exterior; la nacionalización de los sectoresclaves de la economía: petróleo, electricidad, siderurgia yfrigoríficos; expropiación sin compensación de la oligar-quía terrateniente; desconocimiento de los compromisosfinancieros firmados a espaldas del pueblo; prohibiciónde toda importación competitiva con la producción nacio-nal; prohibición de toda importación directa o indirectade capitales; control obrero sobre la producción; aperturade los libros comerciales para el contralor de los costos yevitar la evasión impositiva; planificación integral de laeconomía, estableciendo prioridades y topes mínimos ymáximos de producción, de acuerdo a lo expuesto en suintervención durante el Congreso de Huerta Grande, porel compañero secretario general de la Asociación ObreraTextil Andrés Framini”.

Aquel 8 de agosto de 1966 señalado al comienzo delpresente capítulo, seis años después del loable gesto soli-dario de Rogelio Guanuco con los hermanos chilenos endesgracia, se lleva a cabo en el CDC una reunión ex-traordinaria de Comisión Directiva. En las actas se dejaasentado que la misma se realiza “porque, con motivo delcambio gubernamental [sic]21 han sido intervenidas to-das las provincias, no quedando poder de legislación an-terior en su ejecución”; por lo que inmediatamente pasaa tratarse la situación del dirigente jujeño del Consejo,Antonio Sorucco. Hasta el momento, el compañero noconcurría a las reuniones de conducción debido a la laborlegislativa como diputado que lo retenía en Jujuy, su pro-vincia de procedencia. Se determina comunicarle quedeberá volver a participar de los encuentros, ya que debi-

21 No existe especificación alguna sobre el golpe institucional.22 Soruco no atiende los llamados del Consejo Directivo Central y finalmente seráexpulsado.


63

do a la situación por la que atraviesa el país, ha dejadode estar amparado por los estatutos de la organización.22

En el mismo encuentro se decide además la inter-vención de la seccional Río Turbio que, según consta enactas nacionales, se encontraba “prácticamente desmem-brada por la acefalía de sus dirigentes, más por la situa-ción creada por Guanuco, su secretario general actual, conlas autoridades de la administración de YCF, habiéndosecreado un estado de anarquía, ya que los compañeros afi-liados no tienen defensa para mantener y acrecentar susconquistas, dado el estado de las relaciones entre la Admi-nistración y la seccional. Tenemos conocimiento de que elcompañero Guanuco hace gala de poderío ante dicha sec-cional como autoridad, respondiendo a los afiliados chi-lenos, y no así a varios argentinos que se encuentrantrabajando en dicho lugar”. Otro agravante enunciadopor el informe del secretariado es que “dicha seccionalhace varios años que no viene aportando un solo centavoa la tesorería en pago de cuotas de sus afiliados. Y porestas anormalidades es que el secretariado resuelve in-tervenir dicha seccional”.

Las actas señalan, erróneamente, que Guanuco erade nacionalidad chilena cuando en realidad era salteño.Pero este dato es menor, respecto de la aclaración centralque se cumple hoy en saldar. A decir del propio Guanu-co, “no se trató de una simple acefalía. Fui sacado por lapolicía, obligado a dejar mi casa, la que malvendí porunos pesos, y me trasladaron por la fuerza hasta el trenpara deportarme a Río Gallegos, donde, en principio mealojó en su propia casa Jorge Cépernic. De allí me fui aBuenos Aires pudiendo alojarme en unas dependenciasque había en el fondo del Consejo Nacional, hasta quepude encontrar trabajo. Jamás en ATE me pagaronnada, ni tuve licencia gremial. Yo sufrí la persecución porhaber sido coherente y haber permanecido intransigente

Daniel Parcero

64

en defensa de los compañeros ante los jefes de mina,directores o capataces”.

En aquella reunión mencionada más arriba entreotras cuestiones, también se determinan las intervencio-nes de Santa Rosa en La Pampa y de Tucumán, debidoa la existencia de denuncias, “una de ellas de carácterpolicial, sobre que en la seccional pampeana se estaríanrealizando reuniones incumbentes a la política”.

Lejos de querer alterar los ánimos de los dictadores,Sosa permanecía prácticamente impávido al frente de laATE acumulando intervenciones. La mayoría de las filia-les, según refleja el informe de tesorería en actas de lafecha, no cumplían con el giro del 50% de sus recauda-ciones afiliatorias.

Juan Horvath, secretario de organización nacionalquien comenzaba a perfilarse como el verdadero hombrefuerte del secretariado, propondrá como interventor enRio Turbio a Hugo Bressan, integrante del Consejo enrepresentación de Río Tercero.

En una reunión de secretariado nacional llevada acabo el 22 octubre del 66’, a través de un informe pre-sentado por el propio Horvath, se advierte que antes deefectivizarse la intervención de Bressan, el dirigenteensenadense del Consejo había realizado una primeravisita al Turbio para interiorizarse pormenorizadamen-te de las denuncias que sobre Guanuco habían hechorecaer algunos afiliados argentinos. Allí encuentra que,“producto de aquellos rumores y otros, relacionados agastos improcedentes, había sido despedido de la empre-sa bajo falsas argumentaciones de carácter administrati-vas, cuando en el fondo se trataba de persecucióngremial”. El dirigente nacional también se encarga deaclarar que “verificados los gastos cuestionados”, se ha-


65

bía podido comprobar que los mismos se encontrabanjustificados y correspondían a viajes y viáticos cuyos com-probantes estaban en orden.

Recuerda Horvath, que en oportunidad del viaje ala cuenca acompañado por Bressan, “luego de lograr eldescuento por afiliado a favor del gremio por paritariasy dado que lo deriváramos íntegramente a cada seccio-nal, se realiza una asamblea donde tratamos de impul-sar la firma de un convenio por el que aquellos dinerosfueran repartidos en concepto de nacimientos y/o casa-mientos. De repente aparece un afiliado chileno conargumentaciones que nada tenían que ver con el trata-miento del orden del día, y tras cartón otro que proponeque lo expuesto por nosotros sea rechazado. Otro expuso afavor; pero cuando se va a votación perdemos por el 70%.En el fondo querían quedarse con los dineros. Guanucoera un buen dirigente, pero tenía sus cosas”.

Un día después de la intervención de Río Turbio,Bressan pide que se consideren las licencias gremialespara los compañeros de YCF, Panno y Rodríguez, a fin deque pudieran abocarse a la normalización. Las licenciasson denegadas, por lo que habrá que esperar un tiempomás hasta dar con un compañero que reuniera las con-diciones necesarias, a lo que se sumaba la falta de pre-disposición de la empresa en conceder una licenciagremial para poder llevar a cabo la tarea organizativa.

Tras las aclaraciones efectuadas en el informe, elpolaco Horvath propone que el CDC se haga cargo delsalario de Guanuco y se le otorgue una responsabilidadsindical. Así se resuelve darle destino en Tucumán, paracolaborar con la intervención prevista en aquella seccio-nal. Según se registra en las actas del Consejo DirectivoCentral, la resolución debería cumplirse una vez nor-malizada la seccional, con la llegada de una nueva con-

Daniel Parcero

66

ducción luego de la realización de la próxima elección enel plano nacional. Pero la situación financiera del Con-sejo era paupérrima, al punto de no haber podido reali-zar el Congreso Ordinario y Extraordinario convocadopara el 26 al 30 de octubre, por lo que se pospone lafecha para realizarlo entre el 29 de noviembre y el 3 dediciembre.

Consecuencia de la delicada situación económicaque atravesaba la ATE, en una reunión posterior se deci-de lanzar un Bono Solidario que permitiera costear lossueldos de compañeros con responsabilidades de repre-sentación que se encontraban cesanteados. Sin embargo,la iniciativa no tiene acogida de parte de los afiliados, losque, según un informe de tesorería “no muestran interéssolidario”.

Paralelamente la situación en Tucumán se compli-ca y la Intervención no puede hacerse cargo ante la in-transigencia del secretario general Arturo Paz “y sussecuaces, que ponen impedimentos diversos y cuentan conel respaldo de los afiliados, al tiempo que el Ministerio deTrabajo tampoco interviene a favor de lo resuelto por laconducción nacional”. El Consejo resuelve separar a Pazde la organización, “junto a quienes lo secundan y tam-bién a los afiliados que los respaldan en esa condenableactitud, ad referéndum del próximo Congreso que deberáresolver sobre la expulsión de los mismos”.

En esas instancias se hace difícil sostener el salariode Guanuco y en la reunión de secretariado del 22 deabril de 1967, el Consejo resuelve suspender su pago,argumentando que “han vencido los plazos estatutarios yademás se ha convertido en un vago que no busca traba-jo, por lo que se le pagará hasta el próximo 19 de mayo”.Si bien era cierto que la seccional no se había normaliza-do, tampoco se habían realizado las elecciones de autori-


67

dades previstas a nivel nacional. Nuevamente Guanucosufrirá la injusta condena del Consejo Nacional.

Para el mes de julio, de regreso de una visita aSanta Cruz, Juan Horvath notifica al Consejo sobre laexistencia de una situación conflictiva en la seccionalTurbio entre los dirigentes locales y la empresa, deriva-da de un accidente ocurrido en el mes de junio en el inte-rior de una de las minas. Como consecuencia de unaexplosión originada por acumulación de gases, diecinue-ve mineros que sufrieron serias quemaduras habían sidotrasladados a la Capital Federal para ser asistidos en elInstituto del Quemado; encontrándose cuatro de ellos sinriesgo de vida y en proceso de recuperación.

El dirigente nacional comenta que, a pesar de quelos compañeros que momentáneamente se encontrabana cargo de la seccional no contaban con el debido recono-cimiento de la empresa, elevaron de inmediato denun-cias telegráficas, tanto a la dirección de YCF, como algobierno central, poniendo el acento en las malas condi-ciones en que trabajaban los mineros, sobre todo en loreferido a la falta de seguridad. La denuncia es la sínte-sis de un “pormenorizado informe elevado al Consejo y atodas las partes incumbentes, por medio del cual se des-criben las irregularidades existentes consideradas cau-sas del accidente por el que se demuestra la culpabilidadde la Empresa”. Se señala que “a partir de las 14 horas,diariamente, los ingenieros responsables de las inspeccio-nes se retiran de los lugares de trabajo; e inexistencia debocas de ventilación interiores, lo que origina la acumu-lación de gases en los corredores”. Con el informe enmano, las autoridades nacionales del Consejo tambiénmantuvieron reuniones con directivos de la Empresa enBuenos Aires, a las que dicen haber manifestado su de-cisión de “no silenciar las responsabilidades sobre lo

Daniel Parcero

68

ocurrido hasta tanto sean subsanadas las falencias ygarantizar la seguridad de los compañeros”.

Casi tres meses más tarde, en una nueva reunióndel CDC, el secretario de organización Juan Horvath esel encargado de comunicar que la situación en Río Turbio“lejos de mejorar a empeorado” debido a que “ante lainsistencia de la intervención en que la Empresa inter-venga generando las condiciones de seguridad que impi-dan la posibilidad de nuevas catástrofes que pudieran acobrarse víctimas fatales”, las autoridades “aterrorizan alos compañeros, por lo que se vive un clima caótico y fuerade lo común, y de persecución a los miembros de la inter-vención, y a los compañeros chilenos se los ubicó como‘braseros’, quitándoles de esta manera todos los derechossociales que gozaban, con el agravamiento de las cesan-tías de los compañeros Panno y Domínguez que integranla intervención”.

Las novedades gubernamentales no dan respiro a laclase trabajadora, afectando directamente a los trabaja-dores de YCF y ELMA, cuyas paritarias –que regían paralos convenios colectivos de trabajo que finalizaban a finde año– dejan de tener vigencia merced a la aplicaciónde la Ley 17.124, recientemente sancionada. Tambiénentra en vigencia la nueva Ley de Hidrocarburos, porla que el Estado entrega a las compañías extranjeraspermisos de exploración y concesiones temporales deexplotación y transporte en las áreas petroleras. Seencuentran paralizadas las sociedades mixtas con em-presas estatales. La ley 17.318, agravada por la Ley deracionalización administrativa.

Mientras este panorama nada alentador se desplie-ga sobre la clase trabajadora y los sectores más vulnera-bles, el CDC de la ATE no terminaría de efectivizar laintervención en Tucumán. Guanuco volverá a Santa


69

Cruz para establecerse en 28 de Noviembre, militandoactivamente en el peronismo. Hacia allí irá a buscarlo elinterventor Bressan para devolverle la conducción de laseccional. A cincuenta años de aquellos acontecimientos,Horvath reconoce que el salteño “no dejaba de ser unbuen tipo, pero tuvo algunas actitudes condenables queme hicieron enojar muchísimo”.

Por entonces, procedente de Neuquén, se estableceen el lugar la familia del minero patagónico ErnestoTorrengo. El hijo del matrimonio de apenas 15 años,establece un vínculo militante con Guanuco, quien nosólo lo incorpora la Juventud Peronista del poblado, sinoque además lo ubica en la Mina y lo impulsa a la activi-dad sindical.

En octubre de 1969 habrá elecciones nacionales enATE pero Guanuco no se presenta. Establecido en Bue-nos Aires comienza estudios en el ámbito universitariocon la idea de recibirse de abogado, aunque al día de lafecha asegura deber seis materias. Algunos años des-pués, a pesar de las desavenencias pasadas, ocupará unlugar de responsabilidad en el CDC, sin encontrarse enlas actas precisiones sobre las razones que llevaron a “elpolaco” a convocarlo a formar parte de la conducción.

Luego de la asunción de las nuevas autoridadesnacionales, encabezadas por su secretario general, elcorrentino Rómulo Reguera, se dispone la intervenciónde la seccional que permanecía acéfala. Designan comointerventor a Esteban Giménez, radicado en Turbio,acompañado para realizar tareas de asesoramiento porLuis Daldini, llegado del Consejo Nacional.

Durante las negociaciones salariales realizadasentre 1970 y 1971 participan por ATE Turbio Mario Gia-nesa, como delegado titular y Giúdice como suplente;

Daniel Parcero

70

mientras que Edgardo Murguia lo hace en representa-ción –aún por la Fraternidad– de Río Gallegos.

Éramos jóvenes audaces, e idealistas nacionales

“El Pibe” Oscar Pinilla era un joven peronista vein-teañero, que inicialmente se desempeñó en el trabajo enminas y luego en compresores. En sus ratos libres, antesde dar comienzo a su militancia en la Juventud Peronis-ta, se dedicaba a jugar al básquet, actividad deportiva enla que se destacaba entre otros jóvenes. Su competencia,seguida de cerca por el jefe de relaciones públicas de laempresa, lleva al funcionario a ofrecerle trabajo en elámbito del Complejo Cultural YCF de Río Turbio, del queera encargado, donde se emplazaban la Confitería Paloa,piletas de natación cubiertas y un estadio de básquettambién cubierto. A partir de aquel momento comenzarála agitada y comprometida vinculación de Oscar con laATE lugareña. Realizará un aporte fundamental, junto auna nueva camada de trabajadores militantes que ledarán un fuerte impulso a la seccional.

Pinilla brinda detalles sobre algunos sucesos deaquellos tiempos. “En un local de la ex Galería Comer-cial, comienza a funcionar una Unidad Básica donde nosjuntamos Torrengo y Banisevich, de 28 de Noviembre;Adrián Altamirano, Adrián Almonacid, Dora de Medra-no y yo, que éramos de Turbio, todos de la Empresa, lle-gando a ser unos 60 compañeros jóvenes y peronistas.Adolfo González, alias ´caballo blanco` era el Presidentedel Partido Justicialista y el que nos escuchaba. Para laselecciones de 1973, pudimos meter tres concejales que fue-ron Loreto Belforte –de talleres centrales–, Adrián Alta-mirano –administrativo– y Dora. En el entonces local delos bomberos funcionaba la seccional de Turbio, que esta-ba en manos de Urbano Peralta y de un cordobés que era


71

el prosecretario, que venían sustituyendo a un tal Julián,pero no contaban con mucha representatividad. Uno deesos días se produce una discusión entre Peralta y un talSánchez, quien resulta muerto, por lo que Peralta caepreso por un tiempo, y a partir de ese momento la seccio-nal quedó prácticamente huérfana de afiliados”.

La fuerte discusión se había dado durante el trans-curso de una asamblea en el Tiro Federal, alentada porlos radicales, la Unión Personal Civil de la Nación y elpersonal superior de YCF que se había comenzado a nu-clear en un intento de sindicato paralelo sumando a su-pervisores, técnicos, capataces y jefes, creado con el finde restarle afiliados a la ATE y al que denominaronUPCN-SUCE.23 Vidal Osorio estará en la mira de losorganizadores del nuevo sindicato para sumarlo a susfilas, pero no logran convencerlo.24 El entonces joven di-rigente agrega: “Esta situación provoca un descalabroinstitucional en el que todos renuncian y otra vez la sec-cional queda acéfala. Corría 1972 y había que reorgani-zar ATE por el resto del año hasta que se produjerannuevas elecciones nacionalmente”.

Desde el Consejo Nacional mandan una interven-ción. Se hace cargo entonces “Cable Pelado” Giménez,que trabajaba en YCF Buenos Aires en el sector de man-tenimiento de máquinas de escribir. “‘Cable pelado’comienza a participar de las reuniones de JP y tambiénorganizaba asados en la casa que le había dejado ocuparYCF, a los que nos invitaba. Digamos que así nos fue

23 UPCN-SUCE fue una aspiración de la dirigencia de UPCN que se retomará exito-samente en 2007, bajo la denominación de Sindicato Único Carbonífero del Estado,por la que se logra apartar de ATE a un sector de afiliados.24 Antonio Vidal Osorio permanecerá en la empresa hasta 1978, recibiendo en plenadictadura una sanción disciplinaria bajo falsas argumentaciones que ocultaban elfirme propósito de cesantearlo. Recién será reincorporado en 1984, con la llegada dela democracia alfonsinista.

Daniel Parcero

72

adoctrinando, podríamos decir, sindicalmente; y surge decomún acuerdo una lista seccional para formar la comi-sión directiva. Secretario General, Héctor Castillo; Prosecretario yo; Adrián Almonacid, secretario Gremial;Nicasio Campos en Acción Social; Torrengo en Prensa yTeresa Bravo en Finanzas”. Comenta Torrengo, quecuando la justicia permitió abrir las puertas del local delos bomberos donde funcionaba la seccional y se hicieroncargo de la sede, “se encontraron, como bienvenida, unamancha de sangre”. Se trataba de viejas evidencias, con-secuencia del enfrentamiento armado entre Peralta ySánchez, quien había permanecido tendido en ese lugara la espera de asistencia, antes del desenlace fatal”.25

Continúa Pinilla: “Como yo, todos éramos jóvenesaudaces, idealistas y nacionalistas. Desde la derechaperonista insistían en encasillarnos en Montoneros y conla lucha armada, tratando de desprestigiar nuestra mili-tancia juvenil peronista, pero nosotros estábamos muylejos de todo eso. Ahí surge, como decía, la candidaturadel “Chino” Héctor Castillo que trabajaba en administra-ción y a mí me entusiasman para que sea el adjunto. Yono era sindicalista; es más, Daldini prefería que fuera enmi lugar el compañero Adrián Almonacid y que yo ocu-para la Secretaría Gremial. Pero Torrengo y Teresa Buca-rey –que era administrativa– insistieron en que fuera yo;y fui yo. No nos votó nadie... bueno unos cincuenta, ape-nas. Estaba todo muy desarmado; pero no aflojamos”,recuerda aquel joven dirigente de la Gloriosa JP deentonces, ferviente militante plenamente identificadocon la “juventud maravillosa”. “Fue tal la campaña dedescrédito, que siendo el local propiedad del esposo deuna de nuestras compañeras que además tenía cargo enel PJ, para que él no tuviera problemas políticos debierondejar de concurrir al mismo”.

25 Torrengo, Ernesto. 28 de Noviembre. Historia de un Pueblo. Pág. 101. 2012.


73

Todo se desarrolla al calor del inicio de la primave-ra camporista, la gobernación de Cépernic y la llegada dela acción política al seno de la seccional. Lo mismo ocu-rría en Gallegos, donde Edgardo Murguia, lanzado a lamilitancia justicialista en la provincia –siendo ya activoafiliado de la ATE–, se proyectaba para ocupar unabanca en el Senado de la Nación, con el respaldo del can-didato a gobernador por el peronismo. En el Turbio, porla lista peronista que encabezaba Antonio Verón comocandidato a Intendente, resultarán electos concejales lostres trabajadores salidos de las “Minas de Perón” men-cionados más arriba: Adrián Altamirano, Dora de Me-drano y Loreto Belforte.

Conjuntamente al quehacer sindical impuesto porlas circunstancias y al desarrollo político originado conla llegada de la apertura democrática, las autoridadesdel PJ lugareño hacen llegar a la flamante directiva dela ATE la propuesta de alentar el nombramiento de uncompañero ingeniero, del que se tenían excelentes refe-rencias, para ocupar la Dirección de YCF. Se trataba deJosé Demetrio Pajares.

“Y nos anotamos para dar impulso a esa campaña.Hicimos llegar nuestra adhesión enviando a las autori-dades un telegrama, como también hicieron el CentroRiojano, los clubes deportivos, ATE Río Gallegos y, porintermedio de Luis Daldini, también envía su respaldo elConsejo Nacional. Hubo toda una presión social quefinalmente logró se procediera al nombramiento”, apun-ta Pinilla, quien además asegura que: “Sabíamos dePajares que se trataba de un compañero peronista conconocimientos suficientes. No queríamos a ningún para-caidista y lo logramos. Una vez que se hace cargo, en laprimera conversación con nosotros nos asegura, y cum-plirá con su palabra, que a partir de ese momento iba atrabajar de la mano con el sindicato. Es más, él le solici-

Daniel Parcero

74

ta al Consejo Directivo Central, por medio de Daldini,que se designe a un compañero político en el área deRecursos Humanos y se nombra al ingeniero DanielLamoedra”, destaca el por entonces, joven militante enascenso.

Para 1975 la seccional había procedido a cumplircon el acto eleccionario de normalización con la par-ticipación de dos listas. Una Verde, en representaciónde sectores de izquierda; la otra, la Azul y Blanca –en-columnada a la conducción nacional– encabezada porOscar Pinilla, de apenas de 23 años, como secretario ge-neral, acompañado por el “Chino” Castillo como adjunto.Serán de aquella partida Juan Banisevich, llegado deNeuquén como secretario de organización; Ernesto To-rrengo, en el cargo de secretario de acción social; HéctorTovar, procedente de la Rioja y Nicanor Ocampo.

Pinilla se había convertido en el titular seccionalmás joven del país. Torrengo, con apenas 20 años, hacíacinco que había llegado a “28”, junto a su familia, proce-dente de Neuquén. Su padre ya era un hombre del soca-vón, que había quedado sin trabajo en las Minas de SanEduardo. En el nuevo destino, impulsado por RogelioGuanuco, Oscar se incorpora a la juventud peronista, altiempo que ingresa a talleres centrales a partir del 5 defebrero de 1965 y se afilia a la ATE.

Agrega Pinilla que “antes de resultar electo, se habíaprocedido a una amnistía y una excepción para quepudiera votar todo el personal sin importar la antigüe-dad. Se trataba de integrar a todos, incentivar la partici-pación y así fue que votaron unos 6.000 compañeros de8.000 trabajadores. Ganamos en la mayoría de los secto-res y donde perdimos fue por escaso margen. De comienzoconseguimos que sean entregados la ropa y los botines conmayor frecuencia, manteniendo una relación más directa


75

con la empresa que se fue profundizando hacia 1974,encaminándose al proceso cogestionario. La empresa esta-ba en manos de un director que entendía dónde se encon-traba parado, y la suya fue una gestión social, con unavisión geopolítica estratégica hacia el interior del conosuroeste. Con el comienzo de su gestión comienza aplicacióndel Plan 3 M, que implicaba el desafío de producir tresmillones de toneladas, para lo que se compran nuevosequipos, se realizan mejoras en el interior de las minas yse comienza a hablar de actualizar el Convenio Colectivode Trabajo”.

Aquella elección de la nueva conducción de ATETurbio, tuvo como hecho anecdótico que el respaldo a lalista encabezada por Oscar Pinilla, acompañado por Er-nesto Torrengo y Juan Banisevich, fue mayor en canti-dad de votos que los obtenidos en la elección general porlos candidatos del Partido Justicialista. “El padrón deYCF, con la amnistía aplicada para los afiliados a laATE, era más grande que el padrón electoral, porque enel padrón municipal no se incluía a los compañeros chi-lenos. Nuestra elección fue seguida hasta por un canal detelevisión de circuito cerrado, al que accedían unos pocosvecinos que vivían en la manzana comercial de “28”. Des-pués que ganamos la elección nos abocamos también acambiar esa realidad injusta. Intercedimos para conse-guir la televisión abierta y la empresa de televisoresStromberg Carlson donó los cien primeros televisores quedesde la gerencia de la empresa sorteamos entre los com-pañeros. Luis Daldini, ya radicado en Santa Cruz luegode dejar el Correo en Buenos Aires e incorporarse comoadministrativo, nos ayudó bastante. Acá hizo su vida,habiendo llegado soltero, y casándose al poco tiempo.Desde ese momento la resolución de los problemas so-ciales pasaban por la seccional de ATE, porque era aquídonde recepcionábamos los requerimientos de la comu-nidad cuando no tenían agua, carecían de médicos y

Daniel Parcero

76

enfermeras o no había colectivos para ir a comprar mer-caderías. También pudimos hacer convenios con coloniasde vacaciones.

Por su parte, Juan Banisevich recuerda: “Para no-sotros la Empresa era todo. En ese entonces teníamos unslogan que resumía nuestro sentimiento de pertenencia:‘Carbón nacional para una Argentina Potencia’”.

La relación con Cépernic

Durante un cordial encuentro con Pinilla, Torrengoy Carlos Benito en julio del 2016, el primero de ellos rela-tó que “Hubo un invierno que fue muy cruel. Nosotrosveníamos de haber participado del Primer Congreso Pro-vincial de la Juventud Peronista, y como integrantes de laJP, de la directiva de la ATE y vecinos de 28 de Noviem-bre, le solicitamos una entrevista al Gobernador a la queaccedió de inmediato. Le efectuamos un reclamo por lafalta de colectivos en el pueblo –porque la cooperativahabía fundido–, y el hombre dispone al momento de uncolectivo de turismo a cargo de la Municipalidad de RíoTurbio, para que haga el transporte exclusivo de la gentecivil, para que las mujeres puedan concurrir al hospital oa comprar mercadería en SADOS –sastrerías de ramosgenerales para el personal naval–. Todo esto antes del pro-ceso cogestionario. También le comentamos sobre la esca-sez de carne, y dispone el envío de la carne necesaria condestino a la cooperativa cárnica de “28”, en los trenes deYCF y al mismo costo que la adquiría el Municipio deTurbio. Nosotros hacíamos los reclamos a la gobernación,y de alguna manera éramos el centro de la atención ciu-dadana. Todos dependíamos de la Empresa y la Empresadebía funcionar a la perfección. Para ello apuntalamos ladesignación de quien sabíamos el mejor director, al mejorjefe de minas. Nosotros éramos la Empresa”.


77

Jorge Cépernic surge en el escenario político

Hijo de inmigrantes croatas, nacido el 25 de febrero enSanta Cruz en 1915, Jorge Cépernic, comienza a militaren el peronismo apenas unas horas después de ocurridoel golpe militar fusilador de 1955. Será parte de la pri-mera generación de peronistas puros. El 22 de setiembrede aquel fatídico año, un grupo de mujeres y unos pocoshombres, entre quienes se encontraba un joven llamadoEdgardo Murguia –quien en poco tiempo trascenderá enel plano sindical y político–, se dirigieron a su domiciliopara solicitar su intervención ante el clero local, parapoder realizar el 17 de Octubre una misa donde concre-tar el reencuentro del peronismo lugareño, inmerso en laproscripción dispuesta por los dictadores, que alcanzabahasta la prohibición de mencionar a Perón. La delega-ción había pasado por la Iglesia para conversar con elpárroco y se había tropezado con su negativa, debida a lasituación imperante y a su conocimiento sobre las prohi-biciones anunciados por el gobierno de facto. Cépernic notitubeó en aceptar el desafío y logró que los ciudadanosde sotana se colocaran más cerca de sus fieles que de sustemores terrenales. A partir de ese entonces y hasta sufallecimiento, Jorge Cépernic será un referente del pero-nismo santacruceño; y aquel acto habría de ser su bau-tismo militante.26

7. La Resistencia en Gallegos ynuevos aires organizativos

26 Auzoberría, Miguel Ángel. Op. cit. pág. 38.

Daniel Parcero

78

Su compromiso con la causa peronista se irá ha-ciendo más notorio poco a poco y, en 1968, a poco de ins-talada la dictadura de Onganía, Cépernic volverá a sernoticia. El militante juvenil cordobés de la resistenciaperonista, “Cacho” Envar El Kadri,27 había dado comien-zo al reclutamiento de jóvenes rebeldes dispuestos aarmarse en defensa del retorno del General desterrado asu Patria. En tanto, llega la información a los serviciosde inteligencia sobre el presunto involucramiento delsantacruceño, por lo que será detenido. Serán los aboga-dos de la CGT de los Argentinos, los encargados de tra-mitar las libertades de los detenidos.

Pasarán algunos años y de aquel primer encuentroentre Murguia y Cépernic del 1955, nacerá una amistadque repercutirá, más de una década después, en la ATEsantacruceña.

Mientras tanto, en la ATE de Gallegos, dos ferro-viarios afiliados de manera directa a la ATE nacional sedan a la tarea de reorganizar la filial. El primero, unjoven peronista, el tucumano Roberto Galian, trabajadorde los ferrocarriles llegado de Tafi Viejo que comenzabaa militar en la resistencia peronista. El otro, Alfredo

27 Envar El Kadri, de 24 años, venía participando de acciones foquistas desde elmismo día del golpe del 55'. En 1962 cae preso por portación de armas de guerra ysale en libertad por una amnistía declarada por Illia. Participa del 1er. Congreso delMovimiento de la Juventud Peronista, instando a todos los peronistas "a la lucharevolucionaria hasta las últimas consecuencias", transformándose en uno de los prin-cipales referentes de los comienzos de la lucha armada. Hacia 1965 funda y partici-pa de las Fuerzas Armadas Peronistas, con el objetivo de armar una guerrilla ruralen el monte tucumano. El gobierno radical cae el 28 de junio de 1966, y las FAP el 18de septiembre de ese año, antes de entrar en acción, en Taco Ralo donde se habían es-tablecido para planificar su estrategia. Pero antes, producto de trabajos de la inteli-gencia militar, se producirán redadas en distintos puntos del país, donde se habíandetectado contactos militantes, se procede a detenerlos y se decomisan armas ymuniciones. Río Gallegos será uno de ellos y Cépernic será detenido bajo la presun-ción de estar involucrado.


79

Gallardo, su amigo y compañero de lucha, chileno y tra-bajador ferroviario desde 1958. Edgardo Gallardo, suhijo, cuenta que los dos amigos dieron inicio a su propó-sito “ocupando las instalaciones de un comedor de YCF,ubicado frente a los talleres donde desempeñaban tareas,en Mendoza entre Pellegrini y Gobernador Moyano”. “Setrataba de una amplia edificación –cuenta Claudio Alar-cón– a metros de la ría, siendo una confortable viviendaedificada con durmientes de ferrocarril y techo de cha-pas, que fueran lastre de alguna embarcación dejada enlos muelles por la época. La misma pertenecía a los Talle-res de YCF y fue cedida en comodato a la incipiente orga-nización gremial por las autoridades locales.”

Una de las primeras tareas que emprendieron,acompañados por Luis Vargas, un pastor evangélico quese desempeñaba en las tolvas del muelle; Orlando Rive-ro, operador de tráfico y Oyarzo, un herrero, fue dar vidaa una proveeduría con intención de atraer la atención delos compañeros de trabajo. En ese preciso momento, laaplicación de un decreto presidencial había ocasionadoun parate ferroviario con el correspondiente perjuiciopara los trabajadores que inician una protesta: Galian yGallardo se pondrán al frente de la misma.

Fue para junio del 61, cuando el presidente ArturoFrondizi, con la excusa de poner fin al déficit ferroviario,expide el decreto 4061, supeditando los aumentos sala-riales a aumentos tarifarios. Conocido como Plan Larkin,se suprimen 4.000 km de vías, ramales e instalaciones yse abre el camino a la privatización de servicios y a laentrega de los talleres de la Empresa de Ferrocarrilesdel Estado Argentino –EFEA–. La estatización entre1946 y 1948 de todas las líneas férreas bajo la órbita dela EFEA, –luego Ferrocarriles Argentinos–, quizás laacción política más trascendente de los primeros años degobierno del ex Presidente Perón estaba jaqueada. El ré-

Daniel Parcero

80

gimen laboral se modificaba y miles de trabajadores que-darían en la calle. La supervisión del proyecto quedabaen manos de la “Comisión Larkin”, integrada por exper-tos norteamericanos.

Por su parte, los representantes de la burguesíanacional ligada al sector, nucleados en la Cámara de In-dustriales Ferroviarios, desprovistos de cualquier preo-cupación frente al escenario inocultable de desguace delEstado, orientan sus antenas con especulativo afán dever acrecentada su rentabilidad a cualquier costo, aspi-rando a erigirse en socios del negocio. Con esta “voca-ción” ruin y antinacional, asintió al cierre de ramales yla puesta en marcha de cientos de cesantías en nombrede la “modernización” y el “afianzamiento y consolida-ción” de aquella poderosa y eficiente industria ferrovia-ria nacional.

La burocracia de la Unión Ferroviaria y La Frater-nidad tampoco conformaron un frente opositor al pro-yecto, sino que por el contrario pretendían una cuota depoder en los negocios del Estado con las empresas, exi-giendo al gobierno la incorporación de sus representan-tes al directorio de la EFEA. Frondizi no atendió aaquella dirigencia, que con oportunismo burocrático seapoyará en los trabajadores como instrumentos paraimponer una negociación, decretando un “estado de aler-ta”. Pero mientras aquellos dirigentes se esmeraban enarticular encuentros secretos con funcionarios, los traba-jadores precipitaban los acontecimientos.

En Río Gallegos, Galian y sus compañeros ferrovia-rios de ATE se pondrán al frente de la ofensiva. El diri-gente caerá preso por algunos días, logrando zafar de lostentáculos represivos del recientemente derogado PlanCONINTES, con la posibilidad de ser trasladado a algu-


81

na de las frías cárceles del sur que fueran reabiertas porel presidente desarrollista.28

Gallardo, poseedor de conocimientos de electrónica,había montado junto a Galian una radio parlante móvil,que funcionaba de manera intermitente, en momentosinesperados del día, que se iba trasladando de domici-lios, escapando del rastrillaje de efectivos de la Gendar-mería y la Prefectura. La actividad semiclandestina sedesarrolló en las inmediaciones de los talleres –hoy des-mantelados– ubicados a escasos metros de las propiasviviendas y de la sede de la proveeduría, punto deencuentro de las primeras acciones sindicales. Desde allípregonaban su descontento frente a la racionalizacióndispuesta, siempre acompañados por los acordes de laMarcha Peronista; hasta que finalmente fueron descu-biertos y apresados.

A casi cuatro años de la asunción de Horvath en elConsejo Nacional, llegan quejas sobre el manejo admi-nistrativo de aquella proveeduría, que no habría contadocon el necesario control de los afiliados. Los aportantesdenuncian haber detectado ciertas anormalidades, queen realidad jamás pudieron comprobarse. Sin embargo,harán caer responsabilidades sobre la persona de Rober-to Galian, secretario general saliente. Estando Horvathal frente del Consejo Nacional, durante una reunión dela directiva, queda asentada en actas dicha versión sobreel “manejo indiscrecional de los fondos de la misma, exis-

28 Desde el 14 de noviembre del 58, por decreto secreto del Estado el presidenteFrondizi se encontraba nuevamente en vigencia el Plan de Conmoción Interna delEstado, CONINTES, –decretado por el depuesto gobierno peronista que jamás loaplicó a pesar de los intentos golpistas que terminan por derrocarlo–, El 14 de marzode 1960, con el fin de reprimir las huelgas sindicales y protestas estudiantiles, sedeclaró a todo el país en estado de <<conmoción interior del Estado>>, dando comien-zo una indiscriminada acción represiva que deja de tener aplicación el 2 de agosto de1961.

Daniel Parcero

82

tiendo una falta total de libros y registros contables”; porlo que a fines de 1967 se decide separar a Galian de laorganización.

El Club Ferroviario, ATE y Los 5 Latinos

La sanción aplicada a Galian por la dirigencianacional de la ATE no significará una mancha en su tra-yectoria, gracias al prestigio que se había ganado en suciudad. Este dirigente fue uno de los primeros socios yactivos militantes del Club Social y Deportivo Ferrovia-rio de YCF fundado en 1952, aún activo, a metros dedonde se ubicaban los talleres del ferrocarril, además delas viviendas donde aún viven sus ex compañeros deentonces. Galian también será recordado como consejeroen representación de dicha institución ante la delegaciónlocal de la AFA, que nucleaba a los clubes de Gallegos.

Germán Santana, también socio del club en esostiempos, cuenta que al llegar de Puerto Deseado encon-tró en el Club Ferroviario un lugar para la distracción; yque a los 20 años, allá por el 65’ llegó a ser directivo dela entidad. Recuerda que durante su gestión tuvo unacercamiento con el Capitán Reynal Méndez, interven-tor de YCF, “quien se había comprometido a realizarunas mejoras en la cancha. Y como él era de Bahía Blan-ca e hincha de Olimpo, quería ponerle al equipo los mis-mos colores amarillo y negro y decía que eso tambiéntenía relación con el carbón. De ahí se establece que cuan-do uno ingresaba a trabajar a la empresa, como eventualo efectivo, junto al descuento de la cuota afiliatoria a laATE, de carácter compulsivo, además se realizara unmínimo descuento por el que los trabajadores también seafiliaban a la entidad. La institución deportiva contabaen las instalaciones con un amplio salón donde se efec-tuaban actividades de carácter social, entre las que se


83

destacaban los bailes y los festejos. El conserje del lugarera un muchacho músico, tanguero, apellidado Ravallo,hermano de la ya reconocida voz de los 5 Latinos, EstelaRaval, cuyo verdadero apellido era Ravallo; y fue él quienvarias veces la llevó al Club a presentar su show con sugrupo de músicos”.

Volviendo a Galian, aquella drástica sanción que leimpusiera la conducción nacional del gremio, no seráobstáculo para que, una vez fallecido, a la hora de crear-se el museo de la Asociación Amigos del Tren en 2005,por iniciativa de Alfredo Gallardo29 se decidiera que lle-vara su nombre. Galian y Gallardo se habían dado a latarea, allá por 1990, de fundar el centro de jubilados ypensionados de la ATE, tal como recuerda Claudio Alar-cón, su amigo personal y afiliado de aquella seccional.30

Habían pasado diez años de retroceso en el avanceorganizativo de los trabajadores del Estado, impuestopor la irrupción del golpe militar oligárquico imperialis-ta de 1955, del que no estuvieron exentas otras organi-zaciones gremiales.

Luego de la gestión de Galian, a seis meses de hacersu ingreso a la empresa en 1965, Claudio Alarcón enta-bla una amistad con Edgardo Murguia.31 Este joven

29 Gallardo hijo fue entrevistado por el autor en el Museo del Tren en tres oportuni-dades, entre 2015 y 2016.30 Claudio Alarcón fue entrevistado por el autor en su domicilio en tres oportunida-des entre 2015 y 2016.31 Esa relación entre Alarcón y Murguia se prolongará en el tiempo, a pesar de algu-nas desinteligencias en el andar del quehacer político, cuando aquél llega a desem-peñarse como secretario administrativo del Senado de la Nación, convocado porMenem. En cada encuentro familiar, Alarcón le reprochaba a Murguia su identifica-ción con el menemismo, al que consideraba distanciado de los postulados históricosdel peronismo. Otras diferencias de índole personal entre Alarcón y Murguia, se rela-cionaban con el deporte, ya que Murguia era fanático de Boca Juniors y Claudio lo esde River Plate La última vez que se vieron personalmente fue en una confitería local,

Daniel Parcero

84

había llegado a Gallegos diez años atrás, procedente deEmbarcación, provincia de Salta. Embarcado como cade-te en el ferri que iba de Rosario a Santa Fe, le llega lanotificación sobre el destino donde, por sorteo, deberíadar cumplimiento al Servicio Militar Obligatorio: en laPatagonia, en el Regimiento de Río Gallegos. Se estable-ce en esa ciudad, decidido a echar raíces en ella. En unmomento convulsivo del país, recién derrocado el gobier-no peronista, sus primeras relaciones serán compañerosdel partido recientemente prohibido que se reunían enforma secreta.

Murguia era afiliado de la Unión Ferroviaria y alfinalizar “la colimba” se incorpora como empleado dePresupuesto en YCF. Por varios años su hogar será lagamela/campamento de solteros ubicada en Rawson yAvenida Roca. Comenta Alarcón que “acá no existía sedede la Unión Ferroviaria y sí de La Fraternidad. En Tur-bio sí había una seccional de ATE, y también de AOMA,que agrupaba a los mineros. Pero aquí no, así que a él sele ocurre armar el sindicato”. Habrá de pasar una déca-da y media hasta lograrlo, junto a un puñado de jóvenescompañeros militantes del peronismo.

Así, poco antes de llegados los años 70, comienza aconformarse el núcleo reorganizativo en torno a Murguiay Alarcón. “Además de interesarme personalmente en eldesafío, se sumaron a la iniciativa el ‘cusco’ OrlandoRodríguez, apuntador del muelle de madera de Río Tur-bio; Mario Aguilar; un tal Aquino, que realizaba tareas

junto al ex intendente peronista de Santa Cruz, Alfonso Borquéz, estando ya enfer-mo. A Murguia se le inicia una denuncia penal a raíz de una auditoría interna delSenado, que diera por comprobada, prima facies, su participación junto a otra exsecretaria administrativa del cuerpo, Matilde del Valle Guerrero, en una estafa confacturas y notas de crédito apócrifas registradas en la Imprenta del Congreso de laNación.


85

de control; Luis Jurajuria, que era maquinista; SofanorBandera, que era chileno y operario de herrería y ‘el monomuela de perro brujo’, Mario Ernesto Barria, adminis-trador de embarque en el puerto, entre otros. Murguia fueel alma máter del sindicato que pasa a funcionar en laparte central de la casona de Moyano y Pellegrini, dondetiempo antes había funcionado la primera proveeduría,a pedido del propio Murguia, quien por entonces contabacon prestigio militante en las filas del peronismo. La ta-rea organizativa de Edgardo se efectuaba desde su pro-pio lugar de trabajo y Orlando lo hacía desde el suyo, aescondidas del personal superior, en plena dictadura deOnganía y Levingston”.

La llegada del onganiato y “a pasar el invierno”

Alarcón describe la situación por la que comienzana atravesar los trabajadores con la llegada del onganiatoy el regreso de las cesantías. “A comienzos de marzo delaño posterior al golpe del 66, se suspendían entre 300, 350personas hasta el mes de setiembre donde comenzabanlas tareas de mantenimiento de la red, la limpieza de losalcantarillados […] Los campamentos quedaban general-mente con una guardia, un cocinero y el personal de lasvías, suspendiéndose al resto hasta la pre temporada.

Nuestro rol como dirigentes sindicales frente a laspresiones a las que estábamos sujetos y a la falta de unaacción más solidaria de parte de las restantes represen-taciones sindicales en el sector, no podía ser más que decarácter defensivo. En este sentido, y teniendo en cuentaque había muchos compañeros que habían llegado delinterior, habíamos hecho un relevamiento y sabíamosquién era quién y qué necesidades y cargas tenía cadauno. Así pudimos negociar con la empresa y alivianar elcosto de la racionalización.

Daniel Parcero

86

Habíamos notado que ya en el segundo año, viendoque esta situación se repetía, algunos operarios apro-vechaban ese período recesivo para regresar a sus pro-vincias de origen para vacacionar, encontrar cobijo encasa de familiares y paliar la situación o para hacerchangas y pasar el invierno. Así que hicimos una encues-ta sobre quiénes tenían oportunidad de irse en condicio-nes más seguras, quiénes eran los solteros que la podíanapechugar mejor consiguiendo alguna changuita acámismo, quiénes tenían familia con menos hijos y quiénestenían familia más numerosa y realmente no tenían otraque seguir trabajando, para que la empresa no determi-nara al voleo. Eso nos permitía que la suspensión nofuera una carga tan dura para algunos compañeros. Deesta manera pudimos lograr que los que se vieron másafectados fueran muchos menos. El que aceptaba irsevoluntariamente, por decir de alguna manera, con unespíritu solidario y porque tenía mejores posibilidades dehacerlo, estaba dejando el puesto a alguien que no teníaotro recurso que ese trabajo. Era una acción defensiva,pero de preservación de la fuente laboral para quien máslo necesitaba. Era embromado responder con medidas deacción directa, cuando con apenas tres llegadas tarde almes, te despedían sin vuelta; y si te enfermabas y el médi-co auditor no te encontraba, también era despido; o unadiscusión entre compañeros en el ámbito laboral, impli-caba un sumario y posterior despido”.

Fue así que luego de sembrar la semilla pre organi-zativa y de entablar algunas conversaciones con la con-ducción nacional de la ATE –ya en manos de JuanRoberto Horvath–, a comienzos del 68’ Murguia obtienela autorización del CDC para dejar conformada la Comi-sión Provisoria de la seccional Río Gallegos.

Entrevistado en el Museo del Tren, cuenta Alarcónque “más o menos para 1968 se arma la primera Comi-


87

sión Directiva de la ATE Gallegos que lidera Murguiasecundado por Ciro Mazziotti. Y la seccional comenzó acrecer cuando logramos que la empresa descontase lacuota social por planilla. Yo fui secretario de AcciónSocial; Mario Ernesto Barria, secretario de Actas; Agui-lar que era empleado de la playa del puerto; Aquino, querealizaba tareas de control; Luis Jurajuría, que eramaquinista y estaba con nosotros porque aún allí no esta-ba La Fraternidad y el chileno Safanor Baldera, operariode herrería, fueron vocales. Se comenzaron a recorrer loscinco campamentos hasta la estación Dorotea32 que físi-camente era el último puesto con permanencia de perso-nal, aunque las formaciones seguían hasta llegar a laPlanta Depuradora, que ya era dependencia de Río Tur-bio, el límite de nuestro radio de actuación y el puntofinal del recorrido del ferrocarril”.

Murguia había contraído matrimonio con la sobri-na de unos gallegos, dueños del Hotel Cavalonga, quetenían buenos contactos comerciales. Ya al frente de laseccional, estos gallegos le presentan a una gente dedi-cada a los negocios interesados en reflotar la proveedu-ría que había existido años antes, durante el mandato deRoberto Galian. Consigue un local a través de la empre-sa y firma con ellos un contrato de concesión. Esa genteofrecía alimentos, artículos del hogar, limpieza, comes-tibles y carne en cuotas, con descuentos por planilla delos mismos. Al cabo de dos años de funcionamiento selogra el envío de pedidos a los trabajadores del ramalferroviario por campamentos, una vez por mes. La pro-veeduría viajaba en el ferrocarril, distribuyendo lospedidos por medio de un vagón que también pudo conse-

32 Hoy Estación Julia Doufor, en homenaje a la esposa del Contralmirante LuisPiedrabuena. La estación se inauguró en el año 1951 con el nombre de La Dorotea oCampamento Dorotea, el mismo de una estancia que se encuentra en las cercanías.

Daniel Parcero

88

guirse de la empresa. En la prodigiosa memoria de Alar-cón aparecen los apellidos de Jeréz, Pilar Padín y Argüe-lles, que fueron algunos de los concesionarios quetuvieron que ver con la puesta en marcha del emprendi-miento.

Por medio de un fondo propio también se pudo faci-litar el otorgamiento de préstamos en efectivo, a descon-tarse en cuotas y sin intereses, como una forma de paliaralgunas urgencias económicas. Al poco tiempo se suma unnuevo beneficio, un seguro por fallecimiento con una fune-raria local, al que podían acceder los socios mediante elpago de un pequeño plus a la cuota sindical, con el que secubrían los gastos de sepelio de sus beneficiarios. Todoesto dinamizó la seccional y la hizo crecer en afiliados.

También se había dispuesto que cada seis meses serealizara un viaje hasta Río Turbio para interiorizarsede las diversas problemáticas laborales y sociales de losafiliados, tarea que comienza a despertar el interés decompañeros de Dorotea y del Turbio en el desarrollo yquehacer organizativo de la ATE. Entre ellos Ramón Za-lazar, Paulino Gallardo, Pablo Iztueta y Gramajo. Preci-samente Iztueta, años más tarde, llegará a ser el hombrede confianza del Consejo Nacional de la ATE sobre quienrecaerá la responsabilidad de intervenir la seccional RíoGallegos, –por entonces en manos de un activo militanteenrolado en la Juventud Trabajadora Peronista (JTP)–,permaneciendo al frente de la misma a los fines norma-lizadores por largo tiempo.

Por ese entonces, un vagón encargado de la provi-sión a los trabajadores comienza a circular entre RíoGallegos y Río Turbio, pasando por los campamentos dePalermo Aike, Buitrera, Bella Vista, Sofía, Glencross,Parador 167 –donde solamente había un operario en una


89

casilla–, Turbio Viejo33 y Dorotea. “Cada parador llegó acontar con un comedor”, resalta Alarcón.

Aquel grupo militante fundacional y ahora dirigen-te, comienza a recibir quejas de parte de los incipientesafiliados, relacionadas con el malestar existente en loscomedores manejados por la empresa, debido al altocosto de la comida, al servicio prestado al personal quese encontraba lejos de ser eficiente y a que vislumbrabanalgunas irregularidades en el manejo y control de lamercadería. Destaca Alarcón: “La empresa cada tantocambiaba de responsables del sector, pero, al tiempo losproblemas se volvían a repetir. Un día el personal sehartó de tanta irresponsabilidad y amenazaron a lasautoridades con suspender las actividades y movilizarse.También nos hicieron saber de la decisión a nosotros”.

Al margen de sus responsabilidades sindicales en elejercicio de la representación, aquellos jóvenes orienta-dos por Murguia, conferían igual importancia a la defen-sa de los derechos indispensables de los trabajadores querepresentaban, e interiorizándose debidamente sobre loque sucedía en ese ámbito, propusieron a la administra-ción una alternativa reparadora. La idea consistió enplantear una administración compartida entre el gre-mio, los propios afiliados y la empresa. Señala Alarcón,que “Tras acordarse la puesta en marcha de la iniciativa,rápidamente se logra una rebaja en el costo de la comidadel 50%, además de optimizarse la calidad de la misma.Se llevaba el control por medio de una tarjeta de consumoy el gasto del afiliado se descontaba por mes. El servicio seextendió a quienes no eran de la empresa y llegaban a loscomedores trabajadores de compañías constructoras querealizaban trabajos en las adyacencias; pero a éstos se les

33 La estación Turbio Viejo también debe su nombre a una estancia cercana.

Daniel Parcero

90

cobraba unos pesos más, siendo igualmente un valor acce-sible. También se admitió a los que llegaban a los campa-mentos desde otros lugares por distintos motivos y queposeían viáticos, y a quienes les resultaba beneficiosocomer aquí porque les era más cómodo y barato. Ese divi-dendo obtenido se sumaba al resto de las ganancias y elbeneficio global se prorrateaba en el costo que se le apli-caba al afiliado, por lo cual, su gasto era menor aún”.

De esta manera se termina con un oscuro entrama-do, en el cual la figura sobresaliente era un reconocidoempresario santacruceño apellidado Pirilo, encargado deregentear los comedores, dueño de una importante pana-dería y de dos barcos en los que transportaba alimentos.Tiempo después, este hombre de “negocios” se verá impli-cado en un caso de contrabando de hacienda desde Chiley se comenta hasta hoy que habría tenido por socio enlas sombras al Obispo Mauricio Magliano.

Lo cierto es que la acción desplegada por la jovendirigencia de la ATE logra abaratar el costo de los ali-mentos con destino a los trabajadores, quienes caían demanera inesperada al momento de la entrega de loscomestibles a supervisar el costo, la cantidad y la calidadde los mismos, ya que en varias oportunidades se habíadetectado entrega de carne en mal estado. Pirilo contabacon la permanente desconfianza de toda la dirigenciasindical debido a su incidencia en los quehaceres de laEmpresa. Por ejemplo, todo el personal que debía viajaren comisión de servicios por cualquier tramitación a RíoTurbio, debía parar en el Hotel Casino de su propiedad,situado frente al Correo.

“Es así, –señala Santana– que ATE se dinamiza enGallegos. Aparecen nuevos gremios. Al haber usina pro-pia se organiza Luz y Fuerza y con la llegada de los fo-guistas y maquinistas, también se organiza la seccional


91

de La Fraternidad. Nosotros nos encargábamos de lamecánica y la logística. Hubo un desprendimiento de laATE, alentado desde una maniobra operada desdeUPCN, surgiendo el Sindicato de Empresa que nucleabaa profesionales y técnicos, que eran los jefes de sección yhasta los subgerentes. Los gerentes no, porque se tratabade un cargo político. La mayoría de los jefes estaban ali-neados al Partido Radical. Recién volvieron a ATE por el73’ y se fueron definitivamente en los 80’.


93

Los 70’. Entre “La Pueblada” y el PJ

Aunque un poco más tarde que otras provincias, SantaCruz tendrá su conato de rebeldía.

Derrocado el Presidente Arturo Illia e instalada ladictadura de los monopolios al mando del General JuanCarlos Onganía, sobre quien el general desterrado cifra-ra algunas esperanzas que lo llevaran a aconsejar a lospopes sindicales “desensillar hasta que aclare”, algunosrespondieron prestos, concurriendo impecables a la ve-lada de asunción –Timoteo Vandor y Rogelio Coria, en-tre otros–, mientras que la situación estaba lejos de lacalma.

Las masas, con mayores urgencias y con mejor ol-fato, acompañadas por dirigencias obreras nada compla-cientes, comenzaron a manifestar a lo largo y a lo anchodel país su malestar, dándose formas organizativas deresistencia. Así las cosas, por un lado marchará la orto-doxia sindical y por otro la línea combativa sostenedorade los programas obreros de La Falda y Huerta Gran-de. Unos se refugiarán en la sede de la central obreraen Azopardo 802 configurando el ala “vandorista”, y losotros ganarán las calles desde la Federación Gráfica Bo-naerense junto al dirigente gráfico Raymundo Ongaroconstituyendo la CGT de los Argentinos, expresión de unsindicalismo de liberación, con cierta independencia crí-

8. La impronta setentistaen Santa Cruz

Daniel Parcero

94

tica a la propia conducción del movimiento nacional en elque se referenciaban.

En la Gobernación de Santa Cruz se había instala-do el comodoro Carlos Rayneli, quien logra perdurar en elcargo cuando Roberto M. Levingston desplaza al Onga-nía como consecuencia del Cordobazo; y permanecerá enél cuando a éste lo suceda Alejando A. Lanusse. Este últi-mo, el “general duro” del Ejército, decidirá restablecer laslibertades políticas con la única exclusión del General Pe-rón, para lo que se valdrá de una cláusula de proscrip-ción, que le imposibilitaba al exiliado retornar al país conel tiempo suficiente para presentar su candidatura.

La autodenominada Revolución Argentina comen-zará a ver cómo se recortan sus aspiraciones de per-manecer “sin plazos, pero con objetivos”, cuando en lasprovincias, las clases y los sectores nacionales comien-zan a expresar su disconformidad frente a la aplicaciónde medidas de distinto carácter que, parafraseando algeneral desterrado, agotaron su paciencia “haciendo tro-nar el escarmiento”.

En principio, debieron replantearse liderazgos. Enel orden nacional, el mandatario de facto y devoto delcursillismo clerical,34 Juan Carlos Onganía, será despla-zado de la conducción de la Revolución jaqueada y susti-tuido por el Gral. Roberto Marcelo Levingston, que mástemprano que tarde y por ebullición de la disconformi-dad popular, también deberá mudar sus petates al retiro

34 El Gral. Onganía, como otros altos militares, había participando del movimientoultra católico conocido como Cursillos de la Cristiandad, de contenido religioso-polí-tico y carácter moralizador, que confería una razón divina a sus prácticas represivase inhumanas. Otros dictadores como su sucesor Alejando A. Lanusse, Ramón Campsy Reynaldo Bignone formaron parte de esta siniestra escuela de formación cristiananacida en la España franquista.


95

efectivo, por decisión de Alejandro Agustín Lanusse,35

convertido en el hombre fuerte del Ejército, quien tomólas riendas desacomodadas de la dictadura tambaleantehacia finales del verano de 1971.

Comenzado el segundo trimestre de 1971, en RíoGallegos se concentra una multitud reclamando la remo-ción del marino a cargo del Ejecutivo. Comenta Alarcónque “el Comodoro Rayneli había traído varias mejoraspara la provincia, pero fue víctima de la propia internamilitar de entonces. Hacía respetar la aplicación del esca-lafón en la Administración Nacional de acuerdo a la es-cala por oficio, lo que se cumplía en un 70%. Con él huboparitarias. Pero el conflicto se desata por reclamos ante eldesabastecimiento de insumos, el parate en los servicios”.Paran los barcos y los trenes cargados de carbón “y tam-bién se exterioriza a través de la población una discon-formidad debido a ciertos privilegios que se producíancon la entrega de viviendas de planes correspondientes apersonal jerárquico y las demoras que existían con lasque correspondían a los barrios obreros. Hubo represiónde parte de la policía a cargo del 5º Regimiento del Ejér-cito. El gobernador mandó a detener al jefe policial mili-tar pero como el mandatario era de la Aeronáutica searmó la interna militar y el Comando de Ejército conasiento en Comodoro Rivadavia se moviliza para removera Rayneli. Nosotros habíamos participado de una asam-blea de la CGT que se hace en el subsuelo de Correosdonde se decide el paro por tiempo indeterminado y movi-lización hacia el centro de la ciudad y somos detenidos enla guarnición militar por sedición. Rayneli trató de inter-ceder por nosotros ante el Ministerio de Interior”.

35 El Gral. Lanusse, reconocido antiperonista, fue uno de los actores militares delgolpe de Estado orquestado por el General Benjamín Menéndez contra Juan Do-mingo Perón el 28 de septiembre de 1951. Participó también en el golpe de JuanCarlos Onganía contra Arturo Umberto Illia.

Daniel Parcero

96

El marino recibirá a una delegación de los manifes-tantes y escuchará de boca de Jorge Cépernic el formalpedido de renuncia, siendo relevado a los tres días porotro efectivo militar.36

Alarcón recuerda que “A partir de entonces se llegaa un acuerdo en el que ATE tuvo su participación, en pro-cura de abrir un canal de diálogo. Y en cuarenta y ochohoras, el Gobierno queda en manos de Fernando DiegoGarcía, un radical que era gerente del Banco Provinciade Santa Cruz. Manolo López Lastón, que era peronista,será el Ministro de Gobierno. Muchos compañeros decíanque era colaboracionista, pero para nosotros era un com-pañero que ayudaba a la convivencia y por esa razónintegramos la comitiva de la CGT regional alineada alcompañero Ignacio Rucci que fue a saludarlo, lo que nocayó nada bien en el seno del PJ local, debido a posicio-namientos internos de la época y nos cuestionaron. A esareunión yo acompañé a Tomás Ciro Mazzioti quien erasecretario general adjunto.37

ATE queda fuera de la CGT

El 11 de junio de 1970 la central obrera elige auto-ridades, resultando electo el líder de los trabajadoresmetalúrgicos José Ignacio Rucci, de buena relación conla nueva dirigencia de la UPCN en manos de HéctorLópez, quien con buenas migas en el seno de las 62 Orga-nizaciones obtendrá una vocalía. En los prolegómenosdel reparto de cargos de aquella conducción, las aspira-ciones de Horvath para que ATE obtuviera un lugar en

36 Auzoberría, Miguel y otros. Op. cit.37 Entrevista del autor realizada a Mazzioti en 2015, luego de un ACV que lo afecta-ra el año anterior.


97

el Consejo Directivo se vieron frustradas. Las especula-ciones del secretario general de los estatales se fundabanen que la organización pudiera verse beneficiada con unlugar expectante como “vuelto” a su gesto por haber re-tirado la representación del gremio de la CGT de losArgentinos a pedido de Perón, poco menos de un añoantes. ATE integraba el Consejo Directivo de la combati-va central a través del dirigente del CDC y referente dela seccional Buenos Aires, Pedro Avellaneda. Pero Ruccise sentía mejor acompañado por “los cuellos blancos” deUPCN.

El 7 de julio del 71 se habían renovado las autori-dades de ATE, surgidas de un acto eleccionario que tuvolista única, la tradicional Azul y Blanca. Días después, enun plenario de secretarios generales en conjunto con ladirectiva nacional celebrado en la sede central, se trata,entre otros temas, la relación del gremio con la CGT. Enla oportunidad, varios de los dirigentes hacen uso de lapalabra para criticar seriamente a aquella conducción.La voz cantante la asume Reguera: “(...) la postura de laCGT es más que indignante, viendo que los reclamos dela ATE no se tienen en cuenta, y sobre todo lo referido a laaparición de gremios paralelos como resulta en Paraná,donde el reciente 10 de julio se ha procedido la creaciónde la Asociación del Personal del INTA, APINTA”. Por suparte, el titular rosarino Mario Aguirre, resulta ser elmás punzante sobre la cuestión: “(...) es preocupante laactitud de la CGT, respecto a todos nuestros reclamos porla Ley 14.250 de Convenciones Colectivas con inclusiónpara el personal de la administración pública, y que se déa conocer como una reivindicación alentada solamentepor UPCN, resaltándose la figura de Héctor López, diri-gente de aquel gremio que es un participacionista del go-bierno de turno. La CGT no brinda ninguna garantía enla defensa de nuestras reivindicaciones”.

Daniel Parcero

98

El Gran Acuerdo (anti) Nacional

Mientras en su exilio en Madrid Perón insistía ensu intento de cocinar el “ladrillo” que pudiera resultarleun exocet capaz de abrirle el camino del retorno, mez-clando “la bosta y el barro”, elementos que, a su enten-der, representaban la dirigencia obrera del MovimientoJusticialista, graficando de esta manera al ala dialo-guista y ortodoxa por un lado y a los combativos por elotro, en la Patria chica las bases obreras acompañadaspor sus dirigentes intermedios, estudiantes, amas decasa y sectores medios de las comunidades provincialeshabían puesto en práctica los versos del Martín Fierro:“…pero se ha de recordar,/para hacer bien el traba-jo,/que el fuego, pa calentar,/debe ir siempre por abajo”.Y, quemándole los talones, esta dictadura ideó una sa-lida electoral.

Antes de que las puebladas terminaran de llevarsepuesta su propia gorra de general, Lanusse, intenta unpacto al que denominó Gran Acuerdo Nacional (GAN).Previo acuerdo con la partidocracia tradicional, ofrece aPerón gestos reparadores de su persona, la restitucióndel grado militar, de sus bienes confiscados y el levanta-miento de la proscripción del peronismo. Como contra-parte, solicitaba como prenda de unidad y reconciliación,que el general desterrado bendijera su candidatura pre-sidencial. El Ministro de Interior y representante delradicalismo, Arturo Morg Roig, sería el encargado dearticular la estrategia con Daniel Paladino, delegado dePerón en Argentina. El llamado a elecciones se fija paramarzo de 1973.

En el mes de setiembre, se exhuma el cadáver deEva Perón del lugar en que estuviera cautivo desde susecuestro en la sede de la CGT, de donde lo desaparecie-ran los dictadores inmediatamente luego del golpe del


99

55’. Como parte de los gestos del presidente de factohacia Perón, el cuerpo de la abanderada de los humildesle es restituido en su domicilio.

La situación en Río Gallegos

En el mismo mes de ese mismo año (1971), se cons-tituye en la capital santacruceña la Junta Promotora delPartido Justicialista, recayendo las máximas responsa-bilidades en Marcelino García como presidente38 y en Jor-ge Cépernic como delegado al Consejo Superior del PJ.Ambos irán enfrentados en las elecciones internas reali-zadas el 25 de junio del año siguiente, imponiéndose laLista Celeste, por la que Cépernic resulta electo como ti-tular del Congreso Provincial del Partido y con ello aspi-rante a la gobernación.

En el PJ, Cépernic será secundado por EdgardoMurguia, ya por estos momentos abocado a la reorgani-zación de la seccional Gallegos de los trabajadores delEstado.

En aquel mismo año, con la participación de Mur-guia como paritario, se firma el primer acuerdo salarialde la década, logrando luego de varios meses una nego-ciación favorable de parte de ATE central, al obtenerseun aumento del 29%. Comenta Alarcón que “Las nego-ciaciones duraron seis meses. Recuerdo que hacíamoscolectas para poder sostener la permanencia de nuestroparitario en capital y muchos detractores chicaneabanrespecto a esa situación, diciendo que Edgardo permane-cía en Buenos Aires de vacaciones por lo que se negaban

38 Marcelino García. Reconocido militante justicialista desde los tiempos de laResistencia.

Daniel Parcero

100

a financiar semejante cosa. Resultó que cuando volviócon las actas firmadas junto al resto de la directiva, lorecibieron como un prócer y hasta le organizaron unasado de bienvenida en reconocimiento a su labor. Eserecibimiento, entre otros, estuvo a cargo de Tomás CiroMazzioti, –desde 1952 ferroviario de San Antonio Oeste,rubinetero, llegado de Río Negro– y Alfredo Gallardo,excelentes compañeros”.

La referencia tiene que ver con la firma del Conve-nio Colectivo de Trabajo para el ámbito laboral de laYCF Nº 35/1971 que se suscribe el 31 de mayo de ese añoen el Ministerio de Economía y Trabajo y que refrendanpor la parte sindical santacruceña Faustino Cortabarría,Esteban Giménez, Roberto Yurichich y Edgardo Murguiaen carácter de titulares; y Eleuterio Gaspar, Mario Gen-nasi y Roberto Baldrich como suplentes, acompañadospor dirigentes de la conducción nacional.

El CCT que incorpora nuevos beneficios para el sec-tor, abarca a 2.800 trabajadores, y más allá de las mejo-res salariales, reconoce el 4 de diciembre de cada añocomo Día del Minero;39 se reglamentan los accidentes detrabajo; se garantizan mecanismos que hacen a la pre-servación de la salud e higiene a cargo de la empresa,como así la entrega de útiles y herramientas; se estable-cen bonificaciones para trabajos en el interior de las mi-nas que alcanzan al 22,50% sobre sueldos básicos decada categoría; contempla las bonificaciones por asisten-cia, puntualidad y conducta; se determina el pago de

39 Santa Bárbara, la patrona de los mineros y de todas las profesiones que manejanexplosivos, fue elegida debido a la Leyenda del Rayo. Habría nacido en Nicomedia,cerca del Mar de Mármara, fue una virgen y mártir cristiana del siglo III y formaparte de la lista oficial del martirologio de la Iglesia Católica. Según el calendario osantoral católico su fiesta se celebra el 4 de diciembre. Su padre fue quien la decapi-tó en la cima de una montaña, tras lo cual un rayo lo alcanzó, dándole muerte tam-bién. Procesiones y manifestaciones expresan toda su devoción hacia la santa, entodas partes del mundo. (De: El Pregón Minero)


101

asignaciones familiares; se fijan condiciones para perci-bir el beneficio por zona alejada que fuera un históricoreclamo de los mineros.

Recuerda Horvath, que además en aquella oportu-nidad “logramos de nuestra parte poder nombrar a unintegrante obrero en el directorio”. Y que aquella respon-sabilidad recayó en José Ardino.

Fin del GAN, retorno del General y el“Tío” Presidente

El 6 de julio del 72’ Perón hará saber a Lanusse através de sus interlocutores que no habría acuerdodando por terminadas las negociaciones; y con ello elGAN entra al cementerio de la historia junto a las ambi-ciones del General dictador. Lanusse reaccionó contra elexiliado con una frase amenazante cargada de sustentodictatorial: “No le da el cuero para venir”. Y “sobre elpucho” anunció la cláusula de residencia, por la cual nopodría ser candidato a presidente aquel candidato queno acreditara su residencia en el país anterior al 25 deagosto de 1972. De todas maneras, la estrategia presi-dencialista ante la partidocracia tradicional y gorila queconfluía en el GAN, obligó al usurpador del poder a de-sistir de la misma el día posterior.

Esta vez la urgencia de Perón demandaba que latáctica superara a la estrategia. Sabía que contaba conmenos vida que tiempo para volver a la Patria, y que unavez en ella debería poner en orden el movimiento, lasdistintas expresiones colindantes y a la politiquería tra-dicional, incluido el jefe del radicalismo Ricardo Balbín.

El 17 de noviembre Perón regresa al país de mane-ra inesperada. Los comentarios que le llegaban al líder a

Daniel Parcero

102

su residencia de Madrid durante los últimos meses, ha-blaban de un desgaste de la oficialidad gorila y de vien-tos de simpatía de parte de sectores uniformados. Perosu arribo estuvo rodeado de un formidable operativo deseguridad, decididamente alineado a la dictadura, sin lamás mínima manifestación de algarabía en los cuartelespor su regreso. Tres días más tarde, el jefe del justicia-lismo llama a una ronda de dirigentes políticos, con elánimo de lograr una pronunciación conjunta para exigirtransparencia en los comicios, cuya convocatoria contabadesde su origen con una fundamental restricción.

Pero el encuentro más trascendente se lleva a caboel día 25, en el restaurante “Nino” de Vicente López. Antela presencia de numerosos jefes sindicales, los principalesdirigentes de los partidos políticos invitados, hicieron usode la palabra sin que se oyera más que una voz disonan-te: la del dirigente nacional del Frente de Izquierda Popu-lar, Jorge Abelardo Ramos, quien expuso la necesidad demovilizar a las masas populares, debiendo ser convoca-das por la CGT y la Confederación General Económica,con la exigencia al Gobierno de facto de la inmediataderogación de la cláusula de residencia impuesta. Nosería el último en hablar, pero su discurso no tuvo ecofavorable. Perón, tras corroborar que su cuero estaba másdispuesto que la delicada epidermis de los dirigentes delmovimiento que los albergaba, viendo que no contaba conlas condiciones necesarias para su postulación, resuelvedesignar como su candidato a la presidencia a HéctorCámpora y el 14 de diciembre regresa a Puerta de Hierro.

El 25 de mayo de 1973, Cámpora asumirá el gobier-no luego de una campaña electoral desbordante de ges-tos y discursos que alentaban la lucha armada yproclamas de socialismo nacional algo indefinidas. Deinmediato llegará la liberación de presos, procesados ydetenidos sin proceso por causas políticas.


103

La democratización avanzaba en todos los planos dela vida política del país, a la par que se sucedían el desor-den y nuevos hechos de violencia. Por entonces, el alientode Perón a la “juventud maravillosa” y al socialismo ha-bía encontrado un límite oportuno y la necesidad de unainmediata resolución de su parte que volvería a colocarloen el rumbo del nacionalismo burgués.

El 18 de junio de 1973 hay elecciones en la ATE y eldía 2 del siguiente mes la Junta Electoral pone en fun-ciones a las nuevas autoridades. Juan Horvath asume laconducción nacional, acompañado por Quagliaro en lasecretaría general adjunta. La trascendencia del rosari-no en el trayecto insurreccional que atravesamos losargentinos posibilitando la apertura democrática, nopodía soslayarse. Su ascenso en el nuevo escenario erauna amenaza latente para el polaco ensenadense. Amboslo tenían claro. El primero se apoyaría en su pasado pro-yectándolo al presente; el otro, desde su presente haciael futuro.

ATE Santa Cruz entre Cámpora y Perón

Cuenta Alarcón, que durante la presidencia de JoséCámpora, Juan Roberto Horvath era secretario generalde la ATE “y no nos miraba bien porque él ya se habíacomenzado a inclinar hacia la derecha y nosotros éramosla mayoría jóvenes alineados a la JTP. Murguia nosrepresentaba en la CGT, y siendo autoridad del justicia-lismo local llega a ser promovido a senador nacional, yuna vez electo, a partir del 11 de marzo de 1973, ocupa lavicepresidencia segunda del Senado”.

A mediados del 72, las internas justicialistas san-tacruceñas con vistas a las anunciadas elecciones nacio-nales sitúan a Cépernic como candidato a la gobernación

Daniel Parcero

104

y a Edgardo Murguia –quien tenía el respaldo de algu-nas seccionales de la ATE y del polaco Horvath–, a sena-dor nacional. Será el comienzo de una discordia en elseno del justicialismo, que se irá profundizando. Aquelresultado, producto de una compulsa de la que partici-paran dos listas, será inmediatamente cuestionado porlas 62 Organizaciones y por dirigentes políticos y juveni-les enrolados en la derecha peronista, con la argumenta-ción de que en aquella elección se había desoído lasugerencia del jefe del movimiento de concurrir a eleccio-nes internas con listas únicas. Finalmente habrá acuer-dos a nivel provincial y la fórmula de unidad será JorgeCépernic-Eulalio Escalada, secretario general del Sindi-cato Único de Petroleros del Estado –SUPE– y hombre deconfianza del flamante jefe nacional del gremio DiegoIbáñez, quien también integraba el entramado cupularde las 62 nacionales.

Cépernic gobernador.ATE Turbio y la JP

Cépernic centralizó su campaña en una estrategiaorientada hacia la juventud y los trabajadores provin-ciales. Estos últimos mantenían cierto recelo hacia laCGT, aunque la central obrera militó en respaldo delcandidato del Justicialismo local. En Santa Cruz no pudotomar forma el Frente Justicialista de Liberación –FRE-JULI–, armado electoral que promovía la fórmula presi-dencial José Cámpora-Solano Lima, por desacuerdoslocales entre el PJ y el frondicista Movimiento de Inte-gración y Desarrollo. En actos improvisados concentrómultitudes en 28 de Noviembre y también en Turbio.Torrengo recuerda que “La juventud peronista revolucio-naria, le dimos en Turbio todo nuestro apoyo y en un actode campaña en el que estuvo presente, siendo yo emplea-do de la planta depuradora, me tocó hablar previamen-


105

te, y lo hice desde arriba de un tacho de 200 litros”. Serecuerda a Cépernic recorriendo los pueblos santacru-ceños, sus discursos sin medias tintas, profundamenteideológicos, explayándose sobre las causas de la depen-dencia y poniendo en relevancia el factor estratégico delRío Santa Cruz, de concretar su electrificación –quevenía siendo estudiada desde principios del siglo XX–, dela importancia de la integración regional y de las poten-cialidades de industrialización. El 11 de marzo del 73Cépernic se impone por el 48% de los votos.

El Municipio de Río Turbio, con la influencia de laseccional de la ATE cuya militancia integraba la JP,había logrado incorporar tres concejales que como se ve-rá, tendrán gravitación en el futuro inmediato.

Cuando Murguia se traslada a Buenos Aires enfunción de sus responsabilidades legislativas, queda alfrente del sindicato de Río Gallegos Ciro Maziotti, hastafinalizar el mandato y luego como normalizador, hastaque resulta electo “el chancho” Eduardo Garrigue.

De acuerdo al relato de su hija, Garrigue había lle-gado a Gallegos desde de Basavilbaso, Entre Ríos, en1966, años después de ser despedido de Ferrocarrilesdurante la histórica paralización de los gremios del rielen 1958. El episodio se registró durante el gobierno deFrondizi, cuando los trabajadores se le plantaron contrael Plan Larkin.

La mudanza tiene por antecedente una oferta labo-ral que le realizara Mario Castulo Parandelo, primergobernador de la provincia de Santa Cruz en 1957, hastaese entonces Territorio Nacional.40

Acompañan a Garrigue en el nuevo Consejo Direc-tivo de la seccional Río Gallegos Carlos Benito, como

Daniel Parcero

106

adjunto; Carlos Lovera, en la secretaría de prensa y unajoven mujer, Elisa Delión de Risetti, empleada de Admi-nistración y Puertos, se hace cargo de la secretaría deacción social.

Carlos Benito había llegado a Santa Cruz desdeBuenos Aires en 1966, a bordo de un barco en busca detrabajo. Lo consiguió en el puerto como cargador de car-bonilla en bodegas. “El único calzado que tenía eran losmocasines que tenía puestos. Y con 38 grados bajo cero,muerto de frio comencé a trabajar al toque. Se me pega-ba la suela de los zapatos en la chata del barco, y esa difi-cultad provocaba ciertos inconvenientes que me excedíany perjudicaba también a otros compañeros. Cuando máso menos estuvo la bodega cargada por la mitad, recuerdoque me levantaron y tiraron adentro sobre la carga depo-sitada en el interior de la bodega”, rememora sonrienteCarlos un pasaje de su primer día de trabajo en Gallegos.

Luego de pasar por otras experiencias de trabajo enel puerto, logra reacomodarse en los depósitos hastaingresar en tareas de oficina, donde conoce a Garrigue,con quien intercambia algunas inquietudes referidasa la precariedad laboral con que se desarrollaban lastareas, entablando una amistad. Al poco tiempo y aproxi-mándose la normalización y elección de nuevas auto-ridades de la seccional de la ATE, su nuevo amigo loanima a acompañarlo en la lista como secretario generaladjunto y Carlos acepta el desafío.

40 En realidad, la provincialización fue declara en junio de 1955 por el CongresoNacional a instancias del peronismo y ratificado por decreto ley por el gobierno defacto del Gral. Aramburu en 1957, cuando se realiza la Convención Constituyenteencargada de redactar la Constitución. Con la proscripción del peronismo, al añosiguiente se elige al primer gobernador que será radical. Parandelo era entrerriano ytrae a Santa Cruz a varios de sus amigos con experiencia en ferrocarriles que ha-bían sido cesanteados. Garrigue que se establece en 28 de Noviembre, se incorporaráa la empresa YCF como mecánico de máquinas Heschel, hasta que poco tiempo mástarde es trasladado a Río Gallegos.


107

Elisa, de profesión docente, a mediados de marzo de1971 se había radicado junto a su familia en Gallegos,donde se reencuentra con una amistad que cumplía fun-ciones como contador de YCF, que la recomienda paradesempeñarse como administrativa en la empresa ycomienza a cumplir funciones de inmediato. Ya en supuesto de trabajo, la joven empleada se relaciona con dospersonas que cumplían tareas en los talleres, EduardoGarrigue y Germán Santana. Recuerda Elisa de quémanera aflora su sentimiento de solidaridad y rebeldíaque la irá llevando por el camino de la representaciónsindical.

“Ellos trabajaban en las tolvas y venían seguido porla administración por distintos trámites. Poco a poco mefui interiorizando sobre las tareas que allí se realizabany las injustas condiciones de trabajo en que desempeña-ban sus tareas los compañeros. Había muchas injusticias;no sólo no eran buenas las remuneraciones, sino que fal-taban elementos de trabajo y se retaceaba la indumenta-ria necesaria. Garrigue me fue interesando en la idea departicipar en el armado de la lista del 73, cuando habíaque renovar las autoridades de la ATE. El ambiente eramuy machista, no sólo en nuestro ámbito de trabajo, sinotambién en otros. Por ejemplo, la agremiación de los enfer-meros no contaba con enfermeras en su directiva. Poco apoco me fui acercando, y aunque a alguno no le gustabamucho que participara una mujer, me trataban con mu-cho respeto. Siempre me trataron de usted hasta hoy,salvo Santana y Pinilla que eran los únicos que me tute-aban. Yo tenía entonces 30 años, convicciones muy firmesy podría decir con ideas de izquierda no militante, ya quevengo de padre francés y socialista, que una vez en Argen-tina se hizo radical. Ellos eran peronistas, pero jamás mediscriminaron ni como mujer, ni por no militar política-mente. Y tampoco se los hubiese permitido. Lo mío eraplantarme frente a las injusticias, ser solidaria con el pró-

Daniel Parcero

108

jimo, con los compañeros, luchar por salarios dignos ycondiciones humanitarias de trabajo. Pelear por unaNación independiente”.

Una vez electa, Elisa Risetti –así firmaba, con suapellido de casada, para protegerse de cualquier perse-cución–, comenta que “Nunca abandonamos nuestro lu-gar de trabajo. Íbamos al sindicato de 16 en adelante,luego de descansar un rato a la salida del trabajo. Ahívenían los compañeros vestidos como personas –se ríe–,porque el trabajo de ellos era muy rudo en el muelledonde están las tolvas que transportan y depositaban elcarbón de los vagones a los barcos. Por eso que uno de losreclamos permanentes era la entrega de indumentaria detrabajo con mayor frecuencia. En mi caso renuncié a losascensos y con ello a mejor condición salarial, y lo hicepor respeto a mis compañeros. No iba a permitir que laempresa con prebendas me distanciara de mis compañe-ros. Yo tenía bastante trabajo en lo que hace a los reinte-gros por medicamentos, las consultas y la atención social,y participaba activamente de todas las actividades. Apesar de ser joven y bajita, me distinguía por tener estavoz fuerte y no tener vergüenza de subirme arriba de unamesa o escritorio y arengar. Hasta les hicimos dos paroscon un acatamiento del 90%”.

La realidad exhibía el surgimiento de una renova-ción dirigencial, a partir de la cual entre YCF y el sindi-cato se plasmarán varias coincidencias que, sumadas ala competencia de Murguia en la esfera del CongresoNacional, redundarán en poco tiempo en transformacio-nes en el funcionamiento de la empresa.

Para entonces Jorge Cépernic ya había llegado a laGobernación de Santa Cruz. Obviamente, por ese carác-ter refuerza una buena relación con Murguia, aquelmuchachito que había conocido en una de las reuniones


109

preorganizativas del justicialismo santacruceño, con elque había llegado a compartir la conducción del justicia-lismo provincial. Y consecuentemente establece un buenvínculo con las autoridades de la ATE Nacional, cuyasede central de calle Belgrano visitará en varias oportu-nidades, llegando a compartir almuerzos y cenas con losdirigentes de primera línea. Uno de ellos era Luis Daldi-ni, vocal del CDC y referente en ese entonces de YCF.41

Los primeros pasos a la cogestión en YCF

Norma Garrigue, hija del ex dirigente de la épocaEduardo Garrigue, referenciado como un excelente pari-tario, cuenta que su padre junto a algún compañero deentonces, se habían relacionado con Juan José Taccone,dirigente nacional de Luz y Fuerza, empresa que ya ha-bía dado un impulso el exitoso al proceso autogestio-nario, para interiorizarse sobre aquella iniciativa.Experiencia que se prolongaría durante novecientosdías, cuando fue interrumpida con la llegada de los dic-tadores genocidas en 1976.

Es así que los jóvenes sindicalistas le proponen alSecretario de Energía, una manera diferente de recupe-rar la empresa de su viejo esquema militarizado, imple-mentando medidas para mejorar su administración y laoperatividad a partir del conocimiento y la experienciaadquirida por los trabajadores. Lo indicado por estafuente coincide con el comentario de Alarcón. “Es así que

41 Luis Daldini llega a YCF y se afilia a ATE a comienzos de los años 60. Provenía deCorreos, donde se desempeñaba como ordenanza y en 1954 junto a un grupo de com-pañeros dieron vida al SOERPA, un sindicato de trabajadores del Correo Central quelogra obtener la inscripción gremial pero nunca la personería. A través de la mili-tancia sindical en las 62 Organizaciones, el dirigente de la Sanidad Amado Olmos losorienta para que se incorporen a la ATE.

Daniel Parcero

110

en consenso con ATE, se nombra administrador generalde YCF al ingeniero civil de minas José Demetrio Paja-res, oriundo de San Juan. YCF se encontraba además tec-nológicamente atrasada. Este funcionario va nombrandoen lugares claves a compañeros peronistas con idoneidaden la productividad. A mí me designan por el mismo pro-cedimiento, es decir a propuesta suya, pero siendo elegidopor asamblea de los propios compañeros de la ATE, jefede personal, de la administración de transporte y puertoscon la aprobación, además, de las autoridades de laempresa desde Buenos Aires”.

Alarcón permanecerá en ese cargo hasta la caídadel Gobierno popular, cuando al poco tiempo las nuevasautoridades de la empresa además de retirarlo del cargole rebajan la categoría, con la consiguiente disminuciónsalarial.

Destaca el por entonces Secretario General Nacio-nal de la ATE Juan Horvath, que Pajares mantuvo va-rios encuentros con las máximas autoridades nacionalesdel gremio, “demostrando ser un tipo, experimentado ymuy interesado en la óptima explotación carbonífera.Desde un primer momento nos comentó su intención desuperar el millón de toneladas, cuando no se superabanlas 450 mil toneladas anuales. En ese desafío nos pidenuestra colaboración, lográndose una planificación con-junta, con cuya implementación llegamos a las 970 miltoneladas. Fue el momento de mayor esplendor de YCF yfue posible gracias al ingeniero Pajares, que fue todo unprogresista, y al trabajo mancomunado de la ATE y sudirigencia nacional y provincial”.

Ya al frente de la ATE en Río Gallegos, Garriguearticula con la empresa la realización de un seminario decapacitación sindical. La organización se llevó adelantecon la intermediación del ingeniero Eleo Pablo Zóccola,


111

gerente de transporte y puertos de YCF, entre el 21 y el23 de enero del año siguiente. Este seminario resultófundamental en el proceso que se abría para dar mayormagnitud a la participación obrera en los destinos de laempresa. La actividad fue abiertamente publicitada porla gerencia, tal como reflejan las noticias periodísticasaparecidas en los medios de la época, entre ellos en eldiario Santacruceño de esa fecha, que hemos podidorecopilar.

El seminario se llevará a cabo en dependencias deYCF, más precisamente en la sede social, recientementerebautizada con el nombre Yenu Kau –casa de amigos, enTehuelche–, ubicada en la calle El Cano 247. El Ingenie-ro Pablo Zóccola participa del mismo en persona, compro-metiéndose además, en el momento de dejar inauguradala actividad junto al sindicalista José Luis Daldini, a que“las jornadas se repetirán en otros puntos del país siendoparte de un importante lanzamiento de acción conjugadaentre empresarios estatales y la clase trabajadora”.

Será Zóccola también el encargado de señalar que“el nuevo nombre dispuesto a la sede, en que se comien-zan a desarrollar las jornadas de capacitación tuvo porfinalidad acentuar el espíritu de la empresa en beneficiode lograr una mejor afinidad en el trabajo por parte delos trabajadores y directivos en pos de la reconstrucciónnacional”. Puntualiza objetivos claros: “la participaciónmancomunada de trabajadores de Gallegos y Río Turbio,que deben transferir el conocimiento adquirido a los pro-pios trabajadores que representan y que llegan a 3.554”.Para el funcionario era “indispensable tener en cuenta elefecto multiplicador de la experiencia, por cuanto losdelegados son quienes tendrán a cargo esa tarea, transfi-riendo conocimiento a cada uno de sus compañeros y ensucesivas jornadas. La clase trabajadora –puntualizó–,no debe solamente pensar en asistir al trabajo, y ser su

Daniel Parcero

112

tarea retribuida por un justo salario, sino en conocer suhistoria, los objetivos de nuestra empresa y aportar a sufuncionamiento con su directa participación en los desti-nos de la misma”.42

Se trataba de una primera experiencia entroncadacon un plan nacional de capacitación de trabajadoressobre la Historia del Movimiento Obrero, al que se deno-minó “Organización sindical y autogestión, Organizaciónempresaria y adecuación de YCF y el plan trienal traza-do por el Gobierno Nacional”. Las mencionadas jornadasque tenían el propósito de incentivar el desarrollo de laorganización sindical y la participación de los trabajado-res en la empresa, fueron auspiciadas por la seccionallugareña de la ATE.

Al hacer uso de la palabra, Daldini pone énfasis enque “apenas un año atrás, siquiera configuraba una uto-pía”, subrayando “el valor sustancial que tienen estas jor-nadas para un gremio de la amplitud y desarrollo comoel nuestro, de pleno carácter federal, desde una seccionalen la Quiaca, en el extremo norte hasta la más austral enUshuaia. Este tipo de jornadas fortalecen la integraciónnacional”. Y Garrigue no dejó de remarcar que la orga-nización sindical realizó un esfuerzo para acertar en losmecanismos que proponía para optimizar el funciona-miento de la empresa, que fueran bien recibidos por losfuncionarios que estaban al frente de la misma. Logran-do incluso, que las autoridades nombraran a un hombre,el ingeniero Pajares, conocedor del tema, consustanciadocon la política peronista y un gran técnico en minas, quefrente a la crisis heredada es capaz de lograr la extrac-ción de 750 mil toneladas de carbón, tan necesarias paraponer en marcha la Nación. “Y vamos a demostrar que

42 Diario El Santacruceño del día miércoles 23 de enero de 1974, pág. 7.


113

los trabajadores estamos en condiciones de sacar adelan-te una empresa del Estado, en la medida en que se nos dela participación necesaria.”43

A cuarenta y tres años de su puesta en práctica,contamos con la mirada de Luis Vila sobre aquella ini-ciativa. Responsable por entonces de la Junta Interna deSADOS –las sastrerías navales–, se había abocado consus compañeros a organizar el sector nacionalmente,contando con delegados también en Río Gallegos, entreellos José Castro. Según Vila, este “proceso cogestionarioemprendido, obviamente no se trataba de algo casual.Llegó a contar con compañeros de la ATE en lugares cla-ves, siendo parte de una planificación estratégica de laDefensa Nacional, en la que los trabajadores fuerontomados con factor central en lo defensivo y en el desa-rrollo estratégico del proceso de liberación nacional encurso, que entrará en declinación poco después del falle-cimiento de Perón.

El tema de los hidrocarburos representaba un po-tencial hidroeléctrico inmenso y el gobierno popular pusola mirada sobre aquellos recursos naturales no explota-dos en su real dimensión. Precisamente Río Turbio, don-de la existencia del carbón significaba la presencia de unrecurso natural de gran importancia, con el puerto de RíoGallegos a 160 kilómetros, requería de una atención fun-damental de carácter defensivo. No era para menos, allí,prácticamente la mayoría de los mineros de YCF eran denacionalidad chilena, con ‘pequeños conflictos de nacio-nalidad’. Ahí también estaba depositada la mirada de la‘inteligencia’ chilena infiltrada de antemano por sus su-periores del Pentágono y Gran Bretaña. Islas Malvinas,sus archipiélagos y la Antártida, constituían junto a

43 Diario El Santacruceño del día miércoles 23 de enero de 1974, pág. 7.

Daniel Parcero

114

nuestra Patagonia y sus minerales una apetencia históri-ca de los intereses hegemónicos, cuya mirada de halcón,desde el hermano país a la altura de la cordillera, sedepositaba sobre estos territorios.

El proceso revolucionario instaurado en Chile apartir de noviembre de 1970 con la presidencia de Salva-dor Allende, hasta el 11 de setiembre del 73’ en que esderrocado mediante la injerencia directa del Departa-mento de Estado de los Estados Unidos, implicó no sola-mente un golpe a la planificación socialista desplegadapor el presidente constitucional depuesto, sino parte de laproyección colonialista del Pacto de la OTAN.44

Las Islas Nueva, Picton y Lennox, viejo conflicto dereclamo de soberanía entre Chile y Argentina, ‘arbitrado’por el Reino Unido a favor de Chile en 1977, tenían enton-ces –y mantienen–, un valor estratégico por estar situadasen la desembocadura del canal de Beagle, pasaje obligadode cualquier navegación marítima. Tomando en conside-ración que en Ushuaia existe una base naval importante,que además sirve de apoyo logístico a la Antártida Argen-tina, pero al mismo tiempo brinda a Chile acceso a lacuenca del Atlántico, aunque no haya reclamaciones pordicho ‘derecho’, estamos frente a un inmenso territoriomarítimo con riquezas incalculables, no siendo un secretoque quien controla el sur, controla el Canal de Panamá.

La importancia geoestratégica de la navegación, esque ante eventuales problemas en el Canal de Panamá,nuestro sur será un ‘mirador’ fundamental de control enla confluencia interoceánica, siendo la actual ‘soberanía’inglesa y por consecuencia la OTAN, el instrumento queles pueda garantizar la explotación de un espacio econó-

44 OTAN: Organización del Tratado del Atlántico Norte.


115

mico riquísimo en hidrocarburos y proteínas que les sonindispensables.

Respecto de la Antártida Argentina, si bien es cier-to que dicho territorio actualmente está bajo jurisdicciónde un tratado internacional que reglamenta la perma-nencia de diferentes países con bases de investigación yestudios, dichos países no están autorizados a la explota-ción de los recursos naturales. El problema entoncesradica en reflexionar sobre si dicho tratado se manten-drá en los futuros años, teniendo en cuenta las inmensasriquezas que atesoran.

Ante esta brevísima reseña de la región, deberíamosprestar atención a la obligación de ‘desarrollar’ y/o ‘sal-vaguardar’ el patrimonio que la naturaleza nos ha otor-gado. En su defecto, siempre existirán ‘ávidos’ de riquezaa buen precio, dirigidos por ‘agentes económicos’ o ‘ruptu-ras geográficas políticas’”.

Aquella dirigencia no dejaba frente sin atender,concentrando la atención de sus afiliados. Sobre fines deaño, definen comunicarles en un “voz a voz” que podríanllegar a ser “cómplices” de una linda iniciativa que ten-dría por destinatarios a los hijos pequeños en vistas a lallegada del 6 de enero. Los hijos de los afiliados deberíanescribirles una carta a los Reyes Magos pidiendo suregalo y depositarla en una urna en sobre cerrado en laseccional con el correspondiente remitente.

Interrumpiendo su diálogo, visiblemente emociona-do por poder testimoniar a más de cuatro décadas juntoa sus compañeros de entonces, en la sede del Museo delTren, Carlos Benito describe lo que sucedió aquel día:“No se imaginan cuando los afiliados llegaron con sushijos y vieron venir el camión sobre el que estaban los tresReyes Magos, completo de paquetes. Una vez estacionado,

Daniel Parcero

116

desde la Comisión íbamos llamando a los niños por susnombres, de acuerdo a cada cartita, para que retiren supedido”.

Cuenta su hija Norma, que Garrigue “respaldaráfuertemente la gestión de gobierno de Jorge Cépernic. Yque con el apoyo del resto del cuerpo directivo local de laATE resulta electo secretario general de las ‘seis dos’, per-maneciendo en franca oposición a la línea del vicegober-nador Hugo Peralta, secretario general de la seccional deUPCN, apoyado por la CGT local”.

Efectivamente, en abril de 1974 el brazo político deljusticialismo santacruceño elige autoridades y Eduar-do Garrigue, encabezando la lista en representación deATE, es ungido secretario general. Lo acompañan en elsecretariado Pedro Morales, del SUPE, alineado a nivelnacional con el secretario nacional Diego Ibáñez, comoAdjunto; Mario de Cennariaga, de FOETRA y hombre deJulio Guillán, como Tesorero; Juan Escudero, de ObrasSanitarias, como Secretario de Actas y Carlos AlbertoDeipaola, de la UOCRA, liderada por Segundo Palma, enPrensa.

Desde Buenos Aires, precisamente con la firma deldirigente Segundo Palma a cargo de la Mesa EjecutivaNacional de las 62 Organizaciones, con fecha del 10 demayo, se publica una solicitada aparecida el día 14 en eldiario Clarín, en la que el agrupamiento confirma aEduardo Garrigue en su cargo de secretario general,de acuerdo a lo dispuesto durante una reunión nacionalde la organización llevada a cabo el día 4, en la que sereconoció lo resuelto por el plenario santacruceño “opor-tunamente realizado con la presencia del delegado nor-malizador enviado por esta organización, destacándosela honrosa e importante responsabilidad de los compa-ñeros electos”.


117

Continuando con su relato, Norma Garrigue cuentaque a poco de dejar su padre la conducción de ATE, laempresa le asigna un nuevo destino. “[…] mi padre esnombrado administrador de Mazaruca, en el Ibicuí, unaisla de 5.000 hectáreas ubicada frente a las Islas Lechi-guanas en Entre Ríos.45 Permanecerá allí hasta 1976,cuando ocurrido el golpe, es trasladado a Buenos Aires ylo suceden en el cargo el ingeniero Pacachut junto a Car-los Lovera, aquel ex integrante de la seccional Gallegosde la ATE, cuando mi padre era su titular y él su más fielcolaborador”.

“La infiltración marxista” en el Movimientoy los vientos destituyentes

Desde mediados julio del ´73, Cámpora y SolanoLima habían dado un paso al costado en el gobierno, per-mitiendo una nueva convocatoria a elecciones en las quePerón sería el candidato. Raúl Lastiri, esposo de la hijadel ministro López Rega, ex empleado de YCF, diputadonacional y tercero en la línea constitucional tras el des-plazamiento repentino de su par Díaz Bialet de la presi-dencia de la Cámara de Diputados, habrá de convertirseen Presidente Provisional. A menos de tres meses deestar en ejercicio de la presidencia, se realiza un encuen-tro de gobernadores, acompañado por el Gral. Perón, enel que se distribuye un documento de carácter “reserva-do” con precisas instrucciones dirigidas “a los dirigentesdel Movimiento” direccionadas a que “se excluyen de todotipo de heterodoxia marxista”. Allí se expresa que a par-tir de ese momento “el Movimiento Justicialista entra enun estado de movilización […] para afrontar esta guerra”

45 Luego de la expropiación de las Islas Lechiguanas a los hermanos Budge y Born,Perón dispuso que se plantaran eucaliptus para la fabricación de durmientes para lasminas de carbón.

Daniel Parcero

118

(sic), puntualizando que “quien rehúya su colaboraciónpara la lucha, queda separado del Movimiento”.46

Esta novedad inevitablemente repercutirá entre lamilitancia de Santa Cruz y de otras provincias. Aquella“juventud maravillosa”, adoctrinada por Perón desde supasado exilio madrileño para abrazar las banderas del“socialismo nacional” desde las propias fauces del Movi-miento, se encontraba ahora no sólo forzada a convivircon López Rega, su yerno Lastiri, el presidente proviso-rio –que respaldaba al vice gobernador provincial Angla-da– y la jotaperra liderada por el joven ultraderechistaJulio Yessy –con representación en Gallegos a cargo deCarlos Guardo–, sino a abandonar aquellas banderas“para dedicarnos a cazar brujas”, tal la interpretaciónrecogida en la edición Nº 21 del mes de octubre delsemanario El Descamisado, vinculado a Montoneros, bajoel título “Ante el documento y otras estupideces. El in-vento de la purga”.

Horvath: un adelantado a lavanguardia del verticalismo

A seis meses de finalizado el gobierno de José Cám-pora y a dos de la asunción del Gral. Juan Perón a la pre-sidencia, el sábado 15 de diciembre se reúne el ConsejoDirectivo de la ATE. Un Juan Horvath enérgico, dirigién-dose al cuerpo solicita a sus integrantes que “asuman ensu totalidad el serio compromiso de que 1974 sea el de laATE en la nueva dinámica y dimensión que la hora jus-ticialista nos impone”. Desde ahora, todo habrá de diri-mirse “dentro del Movimiento Nacional Justicialista”,advierte enérgico saliendo a marcar la cancha del gremio



119

anticipando sanciones disciplinarias a aquellos que in-tentaran estrategias “por fuera”. Se trataba tan sólo deun anticipo sobre cuál sería el límite de tolerancia admi-tido por la máxima conducción, respecto de la militanciapolítica que adoptase cada uno de aquellos dirigentes.

Aquellas expresiones vertidas en el documentoorientador de carácter “reservado” distribuido en la reu-nión de gobernadores de octubre, repercutirán duranteel verano del 74 en la provincia patagónica, produciendoinevitablemente un cruce entre el gobernador Cépernic yla central obrera, que se verá reflejado en solicitadas ycomunicados de prensa publicados en medios locales.

La CGT santacruceña al mando del “cuello blanco”Hugo Peralta, que respondía al vicegobernador y jefe delSUPE provincial Eulalio Encalada, saldrá a respaldarpúblicamente aquella línea de pensamiento. Sin embar-go, algunas seccionales de organizaciones que adheríana aquella central marcarán sus distancias y también loharán saber. Mientras la CGT Regional se declara enestado alerta, el 3 de febrero, un centenar de dirigentessindicales autoconvocados en representación de unas 50organizaciones y seccionales, –entre ellas ATE Río Galle-gos y Río Turbio–, se dan cita en Puerto San Julián res-paldando a Cépernic, al que califican como “soldadovaliente y disciplinado del Movimiento Justicialista”, ala vez que repudiando la actitud tomada por la dirigen-cia cegetista la descalifican duramente. Y, por si queda-ran dudas, reivindican los lineamientos votados por elpueblo el 11 de marzo de 1973.47

El 5 de febrero, la Regional VII en la que se alista-ban los jóvenes dirigentes de la ATE santacruceña, sale


Daniel Parcero

120

en defensa de sus militantes y funcionarios sospechadosde “infiltración marxista”. A su vez, el propio gobernadorno se queda atrás y publica diariamente una solicitadaen los medios locales, solicitando a los ciudadanos de suprovincia a que “denuncien por escrito el nombre y ape-llido de los funcionarios y agentes de la administraciónpública provincial pasibles de la acusación referida ala infiltración de ideas extrañas” esgrimidas por partede “nuestro líder y Presidente Tte. Gral. Juan DomingoPerón”.

Para aclarar cuando oscurece, el 7 de ese mes Pe-rón, ya en ejercicio de su tercer mandato, se reunió conlos representantes de la Juventud Peronista en la resi-dencia de Olivos, con la preocupación de saber quiéneseran el Justicialismo dentro de la Juventud y quiénes no;previo advertirles que “terminó la lucha cruenta”, en unafirme manifestación de oposición a la lucha armada. “Esla primer vez que se infiltra en un partido o movimientopolítico con otras finalidades que las que lleva el propiomovimiento”.

Desde la provincia de Buenos Aires, el vicegoberna-dor Victorio Calabró –estrechamente ligado a la derechaperonista– se despegaba del titular del Ejecutivo bonae-rense, Oscar Bidegaín. Más aún, extendía el radio de sumirada afirmando que “existen mandatarios provincialesdisfrazados de peronistas que también deben ser barri-dos”, aludiendo en su opinión expresada en plural al man-datario mendocino Martínez Baca, al cordobés ObregónCano, al salteño Miguel Ragone y al mismo Cépernic.

ATE y la toma de la Municipalidad en Río Turbio

La ciudad de Río Turbio, cuyo intendente era elperonista Antonio Verón, se verá conmovida por hechos


121

que alteran los ánimos de los habitantes de la localidadde 28 de Noviembre, que derivarán en la toma del Muni-cipio el 27 de julio de 1974. El suceso será fogoneado porla Juventud Peronista y la ATE del Turbio, asentada enel pequeño poblado minero ubicado en la cuenca carbo-nífera a doce kilómetros del yacimiento. Una de las vocescantantes del peronismo lugareño fue la de “Caballoblanco” González, junto a las de Ernesto Torrengo, Nica-sio Campo, Carlos Guanuco y Juan Banisevich, todos afi-liados a la ATE.48

También participa de la movida Francisco Rollano,un afiliado tan joven como comprometido y solidario consu comunidad, llegado desde Buenos Aires en 1961. Trasaprobar el curso de capacitación como electricista, en1963 ingresa a trabajar en la Planta Depuradora y deinmediato se afilia a ATE, influenciado por el secretariogeneral de la seccional, por aquel entonces Rogelio Gua-nuco. Destaca Francisco, quien fuera delegado hasta elmomento de acceder al beneficio jubilatorio, que “Gua-nuco fue un dirigente de los que no se olvidan. Fue respe-tado por todos los trabajadores. Inflexible, frontal,determinante. De esa sangre que tuvo Saúl Ubaldini, oque lleva De Gennaro”. Rollano, identificado con los re-clamos expuestos por la comunidad de la que formabaparte como trabajador y como poblador, sin ser militanteperonista y sin ocupar cargo alguna en la directiva de losestatales, se suma a los manifestantes y participa de lamovida.49

La protesta había comenzado en 28 de Noviembre,que dependía de Río Turbio, a raíz del corte en el sumi-nistro de agua producido por la escarcha en las tuberías

48 Auzoberría, Miguel. Op. cit., pág. 298.49 Actualmente Rollano preside el Centro de Jubilados y Pensionados de la ATE RíoGallegos.

Daniel Parcero

122

que impedían su circulación y se organiza una caravanaen dirección al Municipio.

Ernesto Torrengo describe aquellas instancias. “Dosdías antes habíamos hablado con el Intendente sobre laproblemática que acuciaba a nuestra población, ponién-dolo en conocimiento de que conseguíamos los camionesde bomberos para acercar agua desde Turbio, y que que-ríamos saber cuáles iban a ser las soluciones de fondo pro-puestas desde el Municipio. En ese encuentro, Verón [elIntendente] nos hace saber que no tenía ninguna propues-ta al respecto. Salimos enojados del despacho y fuimos alConcejo Deliberante a hablar con Dora Medrano, que erala presidente, con Loreto Belforte y con Altamirano. Ahímismo les comenté que si no había solución íbamos atomar el Municipio. La Dora me respondió: ‘Compañero,la fuerza la tiene el pueblo’. Al día siguiente salimos arecorrer el pueblo, que por entonces tenía unos 400 habi-tantes. A eso de las 14, cuando llegaron los colectivos conel personal de YCF que eran propiedad de la empresa, lostomamos y ahí comenzó a subir la gente. Pasamos por lasede de la ATE y cargamos los carteles y la pancartas, nosin antes pasar por la oficina de personal y comunicarleal jefe que habíamos tomado los micros de la empresa, yquiénes eran los choferes encargados de conducirlos, y adónde, y que la dirigencia de la ATE nos hacíamos res-ponsables de la acción asumida. Y seguimos la marcha.”

Llegados al lugar, ante un fuerte despliegue poli-cial, los manifestantes se dirigieron a la puerta de laComuna, donde también se encontraban reunidos, pací-ficamente, vecinos del Turbio. Exigen ser atendidos porel Intendente sin lograr que se diera curso favorable a lasolicitud de audiencia.

Llegada la noche toman conocimiento de que el jefecomunal había huido por una salida lateral. La dirigen-


123

cia de la ATE solicita a los custodios autorización paraque las embarazadas que se encontraban participando yalgunas otras mujeres pudieran acceder a los baños,solicitud que es aceptada. Una vez adentro, lejos deabandonar el recinto, las mujeres se instalaron en elinterior dando comienzo a la ocupación. Logrado este pri-mer objetivo, hicieron su ingreso al Municipio otrosmanifestantes. “Acto seguido se procedió a la búsquedadel Juez de Paz quien tuvo a su cargo labrar un acta enla que se especifica la forma en que los ocupas encuen-tran el despacho del jefe comunal en ausencia, y dejandoconstancia de toda la documentación existente en ellugar, hicimos clausurar la puerta. Al tiempo que en lasafueras se multiplicaban las fogatas, se reunió el Conce-jo Deliberante con la presencia de su presidenta, conceja-la Dora de Medrano, ante quienes se demandó larenuncia del Gabinete y la presencia del Ministro deGobierno para hacerle entrega de un petitorio.

Para esto ya habían renunciado el secretario de Go-bierno y el de Hacienda, entre otros. Llegado David Clo-tet, el alto funcionario provincial que fuera requerido,una delegación de los manifestantes le hizo entrega deldocumento, donde además del reclamo por el agua, sesolicitaba la construcción de un centro comercial, un cole-gio y una iglesia, firmándose un acta de compromiso. Élfue quien se comprometió a solucionar el conflicto por elagua. Acto seguido los manifestantes entonaron las estro-fas del Himno Nacional y la Marcha los Muchachos Pero-nista. Al día siguiente Verón se reincorpora a sus tareasjunto a sus funcionarios, algunos de los cuales habíanpresentado sus renuncias”.50

Aquel pronunciamiento masivo fue inmediatamen-te criticado por la Juventud Sindical Peronista de la pro-vincia, que se dirigió por nota al Ministro de Interior50 Torrengo, Ernesto. Op. cit., pág. 99-102.

Daniel Parcero

124

denunciando los hechos y adjudicándolos a la gente de laATE procedente de 28 de Noviembre, vinculándolos afracciones armadas del peronismo y relacionándolos conlos diputados que obedecían los lineamientos del Gober-nador Cépernic, todo en el ánimo de desprestigiarlos.

En tanto este episodio era superado, las diferenciasentre el gobernador y su vice se irían profundizando,contando Escalada con el respaldo del aparato cegetistaprovincial y de la juventud sindical, a lo que se sumabauna ofensiva más que evidente de las altas esferas gu-bernamentales contra el gobernador. El 8 de octubre,Isabel Martínez daba a conocer el decreto destituyentecon el argumento de “ineficiencias en la gestión adminis-trativa”, sorprendiendo a buena parte de la dirigenciasantacruceña, al designar como interventor a AugustoPedro Saffores. En las provincias de Córdoba, Mendoza yFormosa, ya intervenidas por el PEN, la decisión fueadoptada previa sanción de una ley aprobada por elcuerpo legislativo.

El 50º de la ATE

A comienzos del 75, para el 25 de enero, se conme-mora el 50º aniversario del nacimiento de organización.En realidad, ATE fue fundada un 15 de enero, fechaantojadizamente modificada por Horvath cuando llega apresidir el CDC, merced a su particular entender sobrelos hechos. Para él la fecha fundacional es en la que sedistribuyen los cargos y no cuando se decide dar vida ala organización. La rimbombante celebración contó conun aporte económico requerido a los efectos al Ministeriode Bienestar Social, trámite que a pedido del CDC lleva-rá adelante Carmelo Cantizano, debido al acercamientoque el dirigente capitalino tenía con el titular del área,José López Rega.


125

En los festejos que se realizan en el salón de fiestasdel Hotel Savoy de la Capital Federal, estuvieron pre-sentes, además de la dirigencia nacional, los secretariosgenerales de 87 seccionales, de 12 delegaciones y Cándi-do Rodríguez, presidente del Centro Nacional de Jubila-dos y Pensionados. Por Río Gallegos, Edgardo Garrigue ypor Río Turbio, –según consta en las publicaciones– Héc-tor Castillo, aunque en la ocasión se distinguirá con laentrega de una medalla recordatoria al secretario gene-ral más joven del gremio, que resulta ser el titular delTurbio, Oscar Pinilla.

El día anterior, una delegación de estatales sehabía hecho presente en Presidencia, para hacerle entre-ga de una medalla de oro a la Presidenta Isabel Perón.Al día siguiente, en oportunidad de la cena homenajerealizada en el mencionado hotel porteño, también reci-bieron sus medallas todos los miembros del gabinete quese hicieron presentes, los comandantes en jefe de lasFuerzas Armadas, el secretario general de la CGT Casil-do Herrera, el titular de las 62 Organizaciones, LorenzoMiguel y Dulio Brunello del PJ, entre otras personalida-des políticas, religiosas y judiciales del momento.

El revolucionario convenio de YCF del 75’

A comienzos de 1975, en acuerdo con la empresa ygracias a la decidida participación del Ingeniero Pajares,se logra la elaboración del CCT 3/75 “E”. Por ATE RíoTurbio, Pinilla encabezará las negociaciones que se lle-van a cabo en la Capital Federal acompañado por Ernes-to Torrengo; y por Ríos Gallegos serán de la partida eltitular de la seccional Garrigue, Santana y Risetti.

El chileno Vidal Osorio, uno de los precursores delreclamo por el reconocimiento como zona lejana, consi-

Daniel Parcero

126

guió que la vieja demanda fuera atendida por las partese incluida en los borradores entre los puntos centrales.

En Turbio, el borrador del Convenio Colectivo espuesto previamente a consideración de los trabajadoresen una asamblea convocada en las instalaciones del his-tórico cine de YCF, que años después fuera seriamenteafectado por un incendio. “Oscar Pinilla era el secretariogeneral de la seccional y paritario por Turbio desde larenovación de autoridades en el 73 y estaba con nosotros–cuenta Santana–. Fue firmante conmigo del ConvenioColectivo siendo yo delegado titular, Elisa Risetti51 pari-taria suplente y Garrigue secretario general de Gallegos”.

Oscar Pinilla participa desde el escenario de esaasamblea que entre los temas centrales intentaba orde-nar las diferencias salariales que afectaban a la mayoríade los trabajadores de la empresa según su procedenciay lugar de contratación. Describe aquella discriminaciónque se mantenía desde comienzos de la actividad: “Segúnla categoría que tenías, si habías ingresado a la Empre-sa en Buenos Aires y tu destino resultaba ser Ríos Galle-gos o Turbio, recibías un emolumento por zona alejadadel 50% del sueldo básico; pero si habías sido empleadoacá, no se te reconocía ese beneficio haciendo el mismolaburo, como tampoco a los compañeros que venían deChile. Y no te pagaban los pasajes por vacaciones anua-les cuando regresabas a tu lugar de procedencia.

Por ejemplo, de todo el personal tomado en Turbio,salvo unos 200 o 150 compañeros que eran lugareños, lainmensa mayoría venía de provincias del norte y habíansido contratados acá. No te pagaban por el alejamiento,ni el pasaje para ver a tu familia en vacaciones, ni te en-

51 En realidad, el apellido de Elisa es Delión, pero durante su militancia utilizó Ri-setti, su apellido de casada.


127

tregaban ropa. Acá en Gallegos si hubo quienes rompie-ron las pelotas hasta lograr esos reconocimientos fueronGarrigue y Elisa Risetti”.

Pinilla señala que durante las negociaciones, viajaa Buenos Aires representando al Turbio “junto a Saldi-via, uno de los pioneros de la primera camada que me fuepresentado por Vidal Osorio. Para mí era una inmensaresponsabilidad concurrir junto a la máxima autoridaddel gremio que era el polaco [Juan Horvath, secretariogeneral del CDC] que había dispuesto que en nombre delConsejo estuviera Nicanor Campos. Por ese entonces re-presentábamos también los intereses de los supervisores,profesionales y técnicos, que eran del SUCE afiliadosnuestros”. A cuarenta años de aquellas gestiones, Pinillareconoce que “junto a Elisa éramos la fuerza de aquellasnegociaciones en las que también puso su impronta Ger-mán Santana”.

En presencia de Pinilla y Benito, Santana amplía ladescripción de aquellos sucesos ocurridos en BuenosAires. “Una vez firmado el Convenio, aquella noche nosreunimos para cenar, permaneciendo en un restauranteporteño a la espera de nuestro secretario general nacio-nal, Juan Horvath, pero nunca apareció. Lo puteamos entodos los idiomas, pero no estaba presente. Luego supimosque su ausencia obedecía a que había tenido un almuer-zo en Azul, nada menos que con el almirante Massera.Sus relaciones eran inocultables; ya antes de esto, una vezque Massera vino a Gallegos, Horvath llegó inesperada-mente un día antes y se alojó en la casa de huéspedes deYCF. Desde ahí nos hizo llegar la invitación para que noshagamos presentes en el aeropuerto para recibirlo, perono fuimos. De todas estas movidas participaba Murguia,que hasta intercedió en las esferas locales del Justicialis-mo para que me expulsaran del partido”.

Daniel Parcero

128

Consultada sobre su participación como paritaria,Elisa Delión no deja de destacar el alcance de su contri-bución. “En esa época fui protagonista de dos hechosinéditos y muy significativos. Uno, ser la única mujer dela Comisión Directiva y otro, haber aceptado ser parita-ria. Fue para mí un verdadero orgullo haber podido re-presentar a mis compañeros en la incorporación demuchos puntos en la discusión y elaboración de aquelConvenio que fue realmente revolucionario para la época,y en el que pudimos introducir reclamos de años quevenían haciendo los compañeros mineros que llegaban deChile a Turbio, como la entrega de ropa de trabajo y botasuna vez al año, entre otras mejoras… no fue fácil.

Después del fallecimiento de Perón, cuando el go-bierno había comenzado a tomar otros rumbos, sabía,intuía que nos espiaban. Se lo planteé a mis compañeros.Había dos o tres personas más que sospechosas que siem-pre aparecían en distintas partes de la empresa; hastame los encontraba en diversas circunstancias como en laentrada del colegio de mis hijos. Pero todo eso no desa-lentó mi participación, cumplí con mi mandato y reciénentonces renuncié a YCF para dedicarme a mis hijos y elhogar por espacio de cuatro años y medio. En esa épocame incorporé a la docencia donde también desempeñéalgunas tareas sindicales, pero nunca dejé de seguir for-mándome y prepararme en mi profesión”.

Ernesto Torrengo, subraya que “uno de los puntoscentrales en la discusión era el salario por zona alejada,que no venía siendo contemplado para los chilenos”. Pre-cisamente, aquella era una de las reivindicacionesrequeridas desde las profundidades del socavón por elchileno Osorio Vidal desde su ingreso a la Mina en 1954.

Por su parte, Carlos Benito pone el acento en lasmejoras obtenidas en el servicio alimentario y los viáti-


129

cos, “y sobre todo, que en Gallegos pudimos impulsar elreordenamiento de las categorías. Por ejemplo, aquí exis-tíamos como Jefatura de Departamento de Transporte yPuertos y a propuesta nuestra, en acuerdo con el licen-ciado Zóccola, logramos el reconocimiento como Gerenciade Transporte y Puertos, con lo cual varios compañerospudieron ascender de categoría. Se trató de un trabajo demucha elaboración sobre la base del Convenio del 71’, elque por razones políticas de la época anterior nunca sehabía puesto en práctica y que además requería una ade-cuación a esa fecha.”

El proyecto, como se señala líneas más arriba, fueaprobado por una multitudinaria asamblea de la queparticiparon los trabajadores del primer turno y tercerturno. “Pero cuando llegó el momento de cobrar nuestroshaberes –señala Torrengo–, justamente ese punto ansia-do del aumento no se cumplió. El descontento se manifes-tó de inmediato y desde la empresa argumentaronrazones de carácter administrativo y que se pagaría enquince días. Ese mismo día, Di Pierro, que era del plan-tel permanente, y el Pepe González, convocaron a unaasamblea en la boca de Mina 3, frente a la Usina, a laque se acopló el segundo turno. Pedían la cabeza de losdirigentes y desde algunos sectores divisionistas se alen-tó la creación de un sindicato paralelo al que queríandenominar SUCE, Sindicato Único Carbonífero delEstado, alentado desde UPCN, pero no tuvieron suerte.

Dos compañeros nuestros que eran delegados setrasladaron hasta Primavera, del otro lado de ese esce-nario, arriba de un cerro y desde ahí dispararon unostiros con lo que se armó un lío y tuvo que intervenir lapolicía. Ellos retrocedieron por el mismo camino que ha-bían ido y fueron interceptados y presos. Después de esoshechos apareció la plata de inmediato”.

Daniel Parcero

130

Pero hubo otro conflicto que fue desencadenantepara desestabilizar el desarrollo organizativo alcanzandohasta el momento. Cuenta Pinilla que “lo injustificablefue que Horvath impone que el porcentaje correspondien-te a la primera cuota del aumento obtenido en el Conve-nio Colectivo que le correspondía a la seccional, fuerapara el Consejo Directivo. Eso fue como si me hubieraahorcado yo mismo, porque se lo firmé en el CCT, sinhaberlo llevado a discusión en asamblea. La argumenta-ción del Polaco era que se le habían originado muchosgastos al Consejo por todos los movimientos relacionadosa la firma del Convenio, lo que era una verdadera menti-ra. Cuando a gente se entera se puso muy mal, hicieronreclamos y la empresa tuvo que hacer los reintegros sinque llegara a manos de la conducción nacional”.

Ante las expresiones de desacuerdo con la dirigen-cia, Pinilla y sus compañeros presentan la renuncia, altiempo que un grupo de militantes de izquierda encabe-zados por el “Loco” Pepe Díaz, Eduardo Di Pierro y el chi-leno Aguilar pretenden hacerse cargo de la seccional.Frente a este panorama, desde el CDC, se procede a in-tervenirla designando provisionalmente a Esteban Gi-ménez quien, con la venia de Buenos Aires, nombra alefecto a Urbano Peralta que se desempeñaba en el sectorObras, encargado del mantenimiento del puerto. Se tra-taba del mismo dirigente que tiempo atrás, siendo secre-tario general, se cobrara a tiros la vida de su adjuntoapellidado Sánchez, quien a pesar de haber sido deteni-do, hace uso de sus influencias y finalmente logra suabsolución. Como consecuencia del episodio se produciráuna dispersión de la masa afiliatoria. Con la confianza yel respaldo de Horvath, este polémico dirigente regresa ala actividad sindical permaneciendo en ese cargo hasta1982.


131

Silvia, otra de las hijas de Garrigue, por entoncesestudiante y militante universitaria destaca que otros delos importantes logros del Convenio en que su padretuviera una destacada participación fue “el otorgamientode becas para los hijos que cursaran carreras universita-rias. Este sistema consistía en el pago del salario men-sual correspondiente a la categoría administrativa másbaja, con derecho a la obra social y el compromiso de tra-bajar dos años en la empresa una vez graduados. Estebeneficio para los hijos de los trabajadores de YCF fuedejado sin efecto por la dictadura militar, ni bien usur-paron el gobierno en 1976”.

En Río Gallegos, poco antes de finalizar el manda-to de la Comisión Directiva, tras los beneficios logradoscon la reciente firma del CCT, la secretaria de acciónsocial y paritaria, Elisa Delión, es hostigada en plenoejercicio de su representación sindical por parte del Jefede la División de la Delegación Administración. “[…]increpó duramente mi actitud […] y como en otras opor-tunidades, observó que mi condición de representante delos afiliados entorpece mi desempeño como personal asa-lariado de la Empresa, debido a las solicitudes para con-currir a las reuniones citadas por C.A […] lo que a suentender no es satisfactorio, porque no es ‘productividad’.Solicito se le aclare al Sr. Jefe, qué significa ser secretariode una Comisión Administrativa, o en su defecto y ya quenecesito trabajar, y no puedo por esa causa pudiendo serpasible de una sanción o se me prive del trabajo, se consi-dere mi renuncia al cargo”.52 La permanente persecuciónde distinta índole de la que es objeto la dirigente afecta-rá en breve su salud, lo que la obliga a comenzar un tra-

52 Elisa Delión. Extraído de la copia de la nota dirigida al Comisión Directiva que laex dirigente conserva en su archivo personal, fechada en Ríos Gallegos el 14 de juliode 1975.

Daniel Parcero

132

tamiento médico, sin dejar por ello de cumplir con susfunciones hasta el término de su mandato.

Cumplido el mandato de Garrigue, frente al proce-so de renovación de autoridades de la ATE a nivel nacio-nal, desde Buenos Aires intentan armar una listarespaldada por Juan Horvath, encabezada en el ordenlocal por Carlos Lovera. Fue un intento fallido y se impo-ne el armado que respondía a Germán Santana, a quienacompañaban Oscar Miranda, el cordobés Lucero y Al-fredo Rubio entre otros. Pero los días del joven militantede la JTP al frente de la seccional tendrán fecha de ven-cimiento impuesta desde el Consejo. No era una novedadque al titular nacional del gremio le producía irritaciónextrema el avance por izquierda. La destitución de San-tana estaba “en puerta”.

El 18 de agosto se reúne el Consejo Directivo Cen-tral bajo la presidencia provisoria del secretario generalHumberto Georgetti, por ausencia Horvath que se en-contraba de gira por Alemania e Israel invitado por elsindicalismo cristiano y la Histadrut.53 Durante el en-cuentro se trata la situación en Río Turbio, haciendoreferencia a que en dicha seccional se han vulneradociertas normas estatutarias referidas al Convenio Colec-tivo de YCF, debido a cuestiones extragremiales que hanllevado a la renuncia de la comisión directiva reciente-mente electa. Se decide intervenir la seccional por lomenos por dos meses hasta su normalización, designan-

53 Histadrut: central sindical de Israel. La Histadrut se convirtió en una de las insti-tuciones más poderosas en el Estado de Israel, uno de los pilares del trabajo y elmovimiento sionista. Además de ser un sindicato, la creación del Estado hizo dueñaa la Histadrut de un número de empresas y fábricas y, a la vez, el mayor empleadoren el país. La membresía en 1983 fue 1.600.000 (incluidos los familiares), que repre-sentaban más de un tercio de la población total de Israel y alrededor del 85 por cien-to de todos los asalariados. En 1989, la Histadrut era empleador de aproximada-


133

do a esos efectos a Walter Rodríguez y Aldo Ortiz. Larealidad es que tras producirse la renuncia de Pinilla,un grupo de afiliados lugareños militantes de izquierdaintentaron hacerse cargo de la filial lo que motivó la in-mediata reacción del Consejo, a cuyo principal dirigentesi el peronismo de izquierda le provocaba erupciones, lasexpresiones izquierdistas por fuera del movimiento leproducían reacciones epilépticas.

mente 280.000 trabajadores. Con la creciente liberalización y la desregulación de laeconomía israelí desde la década de 1980, el papel y el tamaño de la Histadrut ha dis-minuido, aunque sigue siendo una fuerza poderosa en la sociedad israelí y la econo-mía de la Nación.


135

Pormenores santacruceños en el giroa la derecha del Gobierno Nacional

El desplazamiento de José Cámpora; la asunción dePerón y sus directivas “reservadas” a los gobernadoresreferidas a “la infiltración marxista” en el Movimientoventiladas por la dirigencia sindical alistada en la dere-cha del PJ; el fallecimiento del Líder; Isabel presidenta ylas demoníacas influencias del lopezrreguismo; las “inco-modidades” de la derecha peronista –en ascenso vertigi-noso– y los hechos de violencia por ella generados, frentea la reiteración de atentados, secuestros y asesinatosperpetrados por sectores de la izquierda peronista, ten-drán su correlato en Santa Cruz.

La CGT provincial, el peronismo político y el brazojuvenil lugareño de la Juventud Peronista de la Repúbli-ca Argentina –ala derecha de la juventud peronista deaquellos años–, que en el ámbito nacional operaba desdeel despacho del “Cuqui” Yessi, contiguo al del “soldado deIsabel”, el ministro López Rega; el masivo apoyo juvenilradicalizado a favor de Cépernic; su respaldo a la filma-ción de la película “La patagonia rebelde” en el territorioprovincial y el impulso a un proyecto de expropiación detierras pertenecientes a la Corona Británica, serían fac-tores determinantes para que el gobierno santacruceñodurara tan solo dieciséis meses hasta producirse laintervención federal.

9. Forzado cambio de timónen Santa Cruz

En cuanto al rodaje del film antedicho, “ya Perónhabía manifestado tiempo atrás su malestar, debido aque había visto que en la pieza cinematográfica dirigidapor Héctor Olivera sobre la obra de Osvaldo Bayer, seinvolucraba en los asesinatos y fusilamientos de obrerosque el jefe del Regimiento del Ejército ordenara entonces–1921– en la provincia de Santa Cruz, a uno de los capi-tanes, –luego general en la década del 70’– Elbio Anaya,tío del Comandante General del Ejército de esos momen-tos Tte. General, Leandro Anayá”.54 Al respecto, Perón lecomenta a su secretario privado, Julio González, tenerconocimiento de que las cosas “no han sido como senarran en la película. Y además, que no quisiera tener unconflicto con Anaya, siendo que es gente sumamente res-petuosa del orden constitucional. Es el mismo Presidentequien da la orden para que los altos mandos militares seencarguen de efectuar los cortes que consideren necesa-rios o la supriman de considerarlo necesario”.55

En el ínterin Perón muere y la película se estrenacon mucho éxito. Hasta que a instancias del ministroLópez Rega, de llegada directa a la ya presidenta Isabel,fue censurada nuevamente y sólo volverá a ser exhibidacon el regreso de la democracia en 1984. Meses mástarde, producido el golpe militar, el “demócrata” Anayaserá promovido a Embajador en España por disposicióndel genocida General Videla.

En cuanto al proyecto de expropiaciones, se tratabade tres estancias: El Cóndor, de 250 mil hectáreas; Coro-nel, de 200 mil y Pardo Darwin también de 200 mil, todas

Daniel Parcero

136

54 Auzoberría, Miguel. Op. cit., pág. 197 en adelante55 Doctor Julio González, ex secretario privado del presidente Juan Perón y SecretarioLegal y Técnico de la Presidenta Isabel Martínez, en conversaciones con el autordurante 2015 y 2016 y en comentarios de su libro Isabel Perón. Intimidades de unGobierno, págs. 72 y 73.


en manos de compañías inglesas, la primera de ellas per-teneciente a la Corona Británica La iniciativa no fue bienrecibida en Casa de Gobierno y a pesar de contar con elrespaldo de la presidencia de las Confederaciones deEntidades Rurales de Buenos y La Pampa, en SantaCruz existía una divisoria de aguas en el ámbito políticodel peronismo legislativo y en la dirigencia sindical. LaCGT, en manos del dirigente de UPCN Hugo Peralta, semanifestó en contra y el sector de la Mesa Reorganiza-dora de la central obrera lo hizo a favor. Pero el proyectofinalmente no prosperaría al ser rechazado por mayoríaal momento de ser tratado en la Legislatura.

Desde la óptica de Julio González, –alto funcionariodurante los gobiernos del General y de Isabelita, a la queacompañara en todas las instancias preliminares delgolpe y al momento de su detención–, durante el tercermandato presidencial de Perón, “se habían mantenidolos lineamientos de proyección industrialista que marca-ran su gestión abortada por la presión desatada desdeuna mancomunada operatoria entre la partidocraciagorila, ‘las fuerzas vivas’, la oligarquía vernácula, elimperialismo, y la despiadada acción del militarismoantiperonista, en setiembre de 1955. Se había avanzadoen ponerle límites al desarrollo de una estructura econó-mica de valores agregados, en el plano industrial, técnicoy científico, con plena ocupación y justicia social. Sinembargo, en la Secretaría de Hacienda, mantenía la titu-laridad Ricardo Lumi, un gestor de los intereses finan-cieros, quien se desempeñaba como funcionario del áreadesde 1955. Al frente de la secretaría técnica, encargadade dictaminar por escrito la juricidad y utilidad de todoslos proyectos de ley, decretos, mensajes y documentos conanuencia firmada del Ejecutivo, se encontraba designadoGustavo Caraballo, ocupante del espacio desde la gestiónde Arturo Frondizi y ejecutivo propietario del grupo agro-

137

exportador Bunge y Born, permaneciendo el plantel defuncionarios a su cargo que permanecía desde 1955.56

Además, el poder político y de “fuego” que desde elMinisterio de Bienestar Social ejercía López Rega –alfrente de la cartera desde el gobierno de Cámpora–, per-duró hasta que el hartazgo popular obligó a la dirigenciagremial aburguesada y dormida a reaccionar, lograndollevárselo puesto junto al Ministro de Economía Celesti-no Rodrigo.

Ítalo Argentino Luder, confiable a la mirada de losuniformados, permanecía expectante en la primera líneadel Senado. Había sido defensor oficial del AlmiranteAlberto Teisaire, declarado Traidor a la Patria en 1955,ex vicepresidente de la Nación y conspirador interno delpropio gobierno peronista que integraba. Luego del falli-do intento golpista perpetrado por Jorge Videla en 1975,Luder –en ejercicio del PEN mientras Isabel Perón seencontraba descansando en La Rioja–, será el encargadode firmar el decreto de “extermino a la subversión” sincumplir los pasos constitucionales a tal efecto, en con-nivencia con los mandos militares que le confiaban lasucesión presidencial, si lograba convencer a Isabel deretirarse del poder antes de finalizado el verano entrante.

La Junta de los tres Comandantes en Jefe que inte-graban el Almirante Emilio Masera –ascendido por elpropio Perón antes de su deceso, por recomendación dellíder de las 62 Organización y del gremio metalúrgico,Lorenzo Miguel–, el General Rafael Videla –ascendidopor la propia Isabelita, tras su intento de golpe y a pedi-do de su Ministro de Defensa– y el Brigadier Orlando

Daniel Parcero

138

56 González, Julio. Isabel Perón. Intimidades de un Gobierno. Editorial El Ateneo,Buenos Aires, 2007.


Agosti –también ascendido por Isabel tras el frustradoalzamiento de su antecesor Orlando Capellini, uno de losinsurgentes militares que con el General Benjamín Me-néndez se sublevara en 1951 contra el Gobierno del mis-mo General Perón–, se frotaban las manos con ansiedaddestituyente.

Las exigencias sobre correcciones a las políticas lle-vadas a cabo por el gobierno, que a manera de ultimátumlos tres jefes militares le acercaran antes de finalizar1975 al Ministro de Defensa, José Alberto Deheza paraserles entregadas a la Presidenta –a la que le imponíanun plazo determinante de tres meses para hacerlas efec-tivas–, nunca llegaron a manos de Isabelita.

Nueva conducción en la ATEy la vuelta de Guanuco

Al finalizar junio del 75, se habían llevado a cabolas elecciones nacionales de la ATE que, modificados losestatutos, a partir de esta ocasión otorgaban mandatopor cuatro años a la conducción electa. Tras evaluar losresultados la Junta Electoral pone en funciones a lasnuevas autoridades; pero las condiciones político institu-cionales que atravesaría el país en poco tiempo permiti-rán que el mandato de Horvath sea prorrogado sinmayores esfuerzos, contando con la venia de los altosmandos militares que nueve meses más tarde asaltaránel poder.

Los comicios se realizaron con lista única, la Azul yBlanca, en 74 seccionales. El proceso eleccionario nopudo culminarse en 16 de las 90 seccionales que la orga-nización tenía por entonces, entre las que reunían124.285 afiliados de los que emitieron su voto 70.821.Tres seccionales se mantenían intervenidas, una de

139

ellas, Río Turbio. A Horvath lo acompañaban el dirigen-te de la ciudad de Zárate, Humberto Georgetti, operariodel arsenal naval, titular de la seccional y diputado pro-vincial justicialista electo por el FREJULI en 1973; elpuntaltense Héctor Di Pietro, ex secretario generaladjunto durante el segundo peronismo que ocupará lasecretaría administrativa; Víctor de Gennaro, de la Bue-nos Aires, sería el octavo vocal titular; Andrés Pérez ocu-paría la quinta vocalía suplente; en la décima vocalíareaparece Rogelio Guanuco –el pionero ex titular de laseccional de la cuenca minera y otrora expulsado del gre-mio– y de la seccional Borgui hace su arribo al ConsejoNacional como décimo octavo vocal suplente Jorge Ace-do, quien a cuarenta años de aquella elección confiesa nohaberse votado a sí mismo, ni haberse notificado de queocupaba un lugar en la nómina por disidencias tempra-nas con Horvath.

La curiosa reaparición de Guanuco como integran-te del Consejo Directivo Nacional se dio cuando ya esta-blecido definitivamente en la Ciudad de Buenos Aires,aquel hombre llegado a Turbio a mediados de los años50, se suma a la Asociación Indígena de la RepúblicaArgentina (AIRA), –que aún permanece vigente y presi-de–, cuyos pasos organizacionales datan de 1972. Desdela mencionada institución, con sede en la localidad deFlores, Guanuco se reivindica como cacique del pueblodiaguita-calchaquí de los valles de Salta, llevando a cabouna intensa tarea en defensa de las comunidades aborí-genes, recorriendo permanentemente el país.

El atentado contra la vida de Garrigue

Los días de Cépernic al frente del Gobierno estabancontados. Silvia Garrigue recuerda aquél escenario san-tacruceño: “Cépernic fue permanentemente hostigado por

Daniel Parcero

140


la derecha del peronismo, cuyos lineamientos eran impar-tidos por López Rega, que aquí tenía sus referentes enHugo Peralta, su mujer, Nélida Cremona y Juan CarlosMetaza, entre otros. El objetivo central era sacarlo de laGobernación y para demostrar el apoyo a la instituciona-lidad se organizó una gran movilización popular hacia laresidencia del gobernador. En esa marcha fueron al fren-te los trabajadores de YCF nucleados en la ATE, todostomados de los brazos, una de las marchas más partici-pativas de la época, organizada entre otros por mi padre,Eduardo Garrigue. Al respecto él sabía afirmar ‘la mar-cha no fue para demostrar un posicionamiento político,como afirmaban desde el lopezrreguismo, sino para de-fender la institucionalidad en contra de la intervenciónfederal’. Aquella demostración de fuerza fue el factordetonante para la persecución de mi padre. Su casa fueatacada en horas de la madrugada por una bomba molo-tov, la que afortunadamente no alcanzó a encenderse.Papá fue citado a la delegación de la Policía Federal ubi-cada en la calle Fagnano, donde permaneció práctica-mente detenido de manera ilegal por considerarlo autorde su propio atentado, siendo repreguntado por variashoras sobre cómo había ocurrido el hecho, tratando dehacerlo incurrir en alguna contradicción. Una y otra vezmi padre respondía que ‘mis hijas habían salido a bailar,y yo me encontraba durmiendo con mi mujer, cuandoescuchamos la rotura de vidrios…’. Le preguntaron y re-preguntaron quién había tirado la bomba a lo que res-pondía una y otra vez ‘desconozco’, ‘no lo sé’, ‘investiguenustedes’, ‘la bomba la tiraron en mi casa’ . Una vez libe-rado se dirigió a su domicilio y contó todo lo ocurrido asu mujer e hijas”. A partir del atentado contra la vida delsecretario general de la ATE, recuerda Silvia que la“gente vestida de traje a plena luz del día vigilaba laentrada y la salida de nuestra madre y la nuestra de lahumilde vivienda familiar, y seguían de cerca nuestrosmovimientos. Fueron meses de mucha angustia y temor”.

141

Aquellos episodios derivan en el traslado de Garri-gue al Establecimiento Forestal Mazaruca, donde prestóservicios hasta el golpe militar. Silvia Garrigue comentaque su padre, “a partir de la caída del gobierno popularserá nuevamente trasladado a los laboratorios de YCFque se encontraban en la ciudad de Quilmes al sur delconurbano bonaerense, donde trabajó hasta ser dejadocesante en marzo de 1977, debido a que padecía unaenfermedad cardíaca severa, obteniendo el beneficio dejubilación por invalidez a partir del día siguiente de que-dar desocupado”.

Garrigue se fue de este mundo a los ochenta años,“cobrando la mínima, soñando con poder cobrar la jubi-lación como el resto de los compañeros de YCF”. La docu-mentación que acreditaba su condición de trabajador deYCF y de dirigente de la ATE no pudo ser hallada por sufamilia. Como también sucedió con su compañero CiroMazzioti –infortunadamente fallecido a poco de salir estelibro–, las autoridades nacionales del gremio de enton-ces, más preocupadas por reacomodarse en sus sillonesen el marco del nuevo escenario político que se avecina-ba a partir del 24 de marzo, se desentendieron de la suer-te de esa camada de dirigentes santacruceños más lealesal proyecto nacional político-sindical y estratégico impul-sado desde el peronismo en sus inicios. Y el gesto de darlela espalda a los cuadros de esta camada se repitió enotros puntos del país en los que las seccionales mante-nían criterios de independencia crítica hacia la conduc-ción política del gobierno de Isabel Perón, aunque sinromper con la causa del Movimiento nacional que loscontenía. Para muchos de ellos, la “lealtad” a la cau-sa abrazada a lo largo de sus vidas laborales no se expre-saba en los términos de la “verticalidad” exigida desdearriba, incluso reclamada con extrema rigidez por elsecretario general nacional Juan Roberto Horvath.

Daniel Parcero

142


Santana, activo militante de la Juventud Trabaja-dora Peronista describe aquella coyuntura previa algolpe militar. “La elección del 75 en Gallegos se produceen medio de una situación bastante complicada, debido aque la mayoría de los afiliados a la ATE pertenecían alFerrocarril, y en aquellos tiempos la Unión Ferroviariaintensificó su interés por incorporarlos a sus filas. No-sotros nos esforzamos para que no se produzca una fugade afiliados, hasta negociamos con los compañeros diri-gentes del gremio y pudimos seguir avanzando”.

El resultado de aquella elección será desconocidopor el CDC, originándose un enfrentamiento local que seprolonga por espacio de un mes sin lograr el reconoci-miento de la lista ganadora. Vencido el mandato de lacomisión anterior y desconocido el de las nuevas autori-dades, se presenta una confusa situación institucional enla seccional que temporariamente quedará en manos deOscar Miranda.

En ese ínterin, los estatales santacruceños perde-rán a uno de sus cuadros militantes más valiosos con larenuncia indeclinable de la activa ex dirigente de ATEGallegos y paritaria obrera, Elisa Delión de Risetti, “porconsejo del facultativo que me atiende, debo descansar untiempo hasta restablecerme […] no sin antes agradecer atodos Uds. haberme permitido conocerlos, siendo quizá lamás maravillosa experiencia, y además que me permitie-ran colaborar en esa hermosa e inmensa tarea de llevaradelante esta seccional […] pudiendo contribuir a nues-tra querida Empresa YCF para que tomara el camino degrandeza que definitivamente le corresponde, y de esaforma también colaborar en engrandecer nuestra NaciónArgentina”.57

143

57 Elisa Delión. Extraído de la copia de la nota dirigida al Comisión Directiva que laex dirigente conserva en su archivo personal, fechada en Ríos Gallegos el 14 de juliode 1975.

Santana es convocado por la conducción nacional aBuenos Aires y asiste junto a otros compañeros electos,siendo recibidos por el correntino Reguera, secretario definanzas y hombre incondicional de Horvath. RecuerdaSantana que “el encuentro se lleva a cabo en su oficina,con la exhibición sobre el escritorio del dirigente nacionalde un revólver 45, al que acariciaba con su mano dere-cha, al tiempo que nos comunicaba que el Consejo desco-nocía nuestro triunfo y que debía entregar la seccional ami regreso, acto en el que nos paramos y nos retiramos.Para la conducción de la ATE nosotros éramos comunis-tas, de acuerdo a las versiones que se habían encargadode andar difamando algunos compañeros, cuando todossabían acá que yo era militante de la JTP”.

La Intervención se produce el 7 de setiembre delmismo año cuando el CDC designa al “Pantera Rosa”Iztueta como normalizador. Santana y los compañeros dela lista depuesta por resolución del Consejo, serán san-cionados con la suspensión de sus fichas de afiliación algremio, reprimenda que se hizo extensiva al Partido Jus-ticialista que les impuso la misma penalización. “No fui-mos echados de la empresa –cuenta Santana–, porqueteníamos oficios claves y suficiente experiencia. No erafácil sustituirnos y además contábamos con el IngenieroZóccola que fue un tipo fenómeno y que nos bancó, impi-diendo que quedáramos cesantes. Coincidíamos en nues-tro interés y defensa por los pueblos originarios. Habíados caldereros y uno era chileno, pero además no era ins-pector de locomotoras como lo era yo. No obstante estuvedos años con trabajo ‘vigilanteado’. Siempre me identifi-caban por todos los puestos militares que tenía que pasary me hacían sentir la persecución.”

Es más que importante destacar que a pesar de loscontravientos y las mareas, el CCT del 75 logró ser man-tenido. Recuerdan los entrevistados que antes de la

Daniel Parcero

144


caída de Isabel Perón, “la derecha peronista logra meter-nos la pata y desde la Secretaría de Energía designan,por sobre Pajares, a un chileno del que teníamos infor-mación que era de los servicios de inteligencia, en unpuesto de supervisión con grandes facultades. Pinilla sele plantó al Secretario de Energía de la Nación, y hablan-do logró que lo desplazaran al funcionario del cargo.

145


Los aires ventilaban rumores irreversibles de golpe deEstado. La noche del derrocamiento, el senador nacionalEdgardo Murguia participa con Lorenzo Miguel y otrosdirigentes de la última reunión en democracia que selleva a cabo en la Casa Rosada, con la presencia de lapresidenta en ejercicio, de los integrantes del gabinete yde los mandos militares de las tres Fuerzas Armadas.Los ánimos de los jefes militares que habían demandadourgentes cambios en los rumbos políticos gubernamen-tales que no habrían sido tenidos en cuenta por Isabel,tratan de ser tranquilizados por algunos funcionarios,ante la mirada “asombrada” de la mandataria. Se lesnotifica que “la Señora Presidenta estaba considerandotomarse licencia, en un acuerdo de dejar al mando delgobierno al doctor Ítalo Luder”, a quien los militarestenían bien visto, lo que ubicaba a Murguia, como vice-presidente primero del Senado en un gobierno de transi-ción hasta la llegada de las elecciones.

En verdad, como se señala más arriba, que aquellasreclamaciones no tuvieran respuesta se debió entre otrascosas a que jamás estuvieron al alcance de la lectura deIsabel, ya que el texto había sido archivado a comienzosdel primer trimestre del año por su receptor, el Ministrode Defensa. El encuentro se dará por concluido, sin de-terminarse una nueva cita –cosa que estaba lejos delánimo de los uniformados– y los jefes militares se reti-ran del lugar con la paciencia agotada, barajando dos

147

10. La noche del Golpe

opciones inmediatas: tomar por asalto la Casa de Go-bierno y detener a Isabel si decidía quedarse a pernoctaren el lugar, o hacerlo en el momento en que decidieraretirarse.

Los funcionarios que participaron del cónclave seretiran tranquilos del lugar. Lorenzo Miguel se dirige alMinisterio de Trabajo a dar al ministro Miguel Unamu-no y a los periodistas allí reunidos, la novedad de que nohabía golpe a la vista. Murguia, pasa a retirar unas cosaspor su despacho en el Congreso, pensando en regresar asu provincia a la mañana siguiente, no sin antes pasarpor la Confitería El Molino en la esquina de Rivadavia yCallao a tomar un café como hacía todas las noches cami-no a su casa. El mozo, que lo conocía, le consulta sobre lasnoticias radiales que se estaban difundiendo sobre elderrocamiento de Isabel. Le responde desacreditando lasversiones, argumentando que de acuerdo a las últimasconversaciones con los mandos militares de las que habíaparticipado en Casa de Gobierno, todo estaba arreglado.Cuando llega a su departamento, confirma que el gobier-no había caído.

En Turbio, Torrengo se comunica por teléfono conSamuel –el marido de Dora Medrano– y constata lamisma información. Isabel estaba presa. Por las radiosya se transmitían los bandos militares. En el entretechode su vivienda familiar escondió ejemplares de El desca-misado y otros libros –que podían ser utilizados por losmilitares contra la integridad de los suyos–, que aún hoyconserva. Varios dirigentes locales se encuentran a lasalida del trabajo para retirar del local cualquier docu-mentación que pudiera ser considerada comprometidapor las fuerzas de ocupación y se deshacen de ella. Bani-sevich, había alcanzado a retirar del local partidario unbusto del Gral. Perón que les había regalado el ingenie-ro Pajares, guardándolo en una bolsa que, en complici-

Daniel Parcero

148


dad con el dueño de una confitería de las inmediaciones,deposita en un mueble de su negocio de donde lo resca-ta, intacto, años después.

A pocos días del golpe detienen a Murguia que esta-rá preso por unos diez días, junto a los compañeros Er-nesto Torrengo; el “fiaca” Ramón González; Burgos;Alciberino Castro, Presidente del Partido Justicialista deRío Turbio y Alfredo Angulo, vicepresidente primero de laCámara de Diputados, todos hombres de la cuenca car-bonífera. Muchos se burlaron cuando Murguia no volvióa su escritorio de empleado administrativo de la Empre-sa porque lo mandaron de mameluco a desempeñarse depañolero, encargado de entregar herramientas de traba-jo al resto de sus compañeros. Tarea que, según recuerdasu amigo Claudio Alarcón, lejos de denigrarlo realizabacon orgullo.

No obstante haber sido apartado de la conduc-ción, horas después de ocurrido el golpe militar GermánSantana será detenido, esposado y alojado en una sedepolicial.

Al llegar aquel 24 de marzo a marcar tarjeta, Car-los Benito no encuentra la suya en el fichero y el jefe depersonal, su compañero Claudio Alarcón, tendrá que noti-ficarle que había sido cesanteado. Ya en su domicilio lecomunica la desgracia a su esposa, toma una carpeta conla copia de su legajo y ofreciéndose de acompañante en lacabina del camión de un amigo que se aprestaba a viajara Buenos Aires, Benito se dirige a la sede central de laEmpresa, donde lo recibe un alto funcionario al que lemuestra su legajo intachable, a la vez que lo interrogasobre los motivos de su despido. El hombre le comunicaque “no puede incidir en la determinación sobre la que notiene responsabilidad alguna, y que no encontrará res-puestas en el lugar”. El ex dirigente termina su relato

149

sobre el particular recordando que, “Al regresar a Galle-gos, me detienen y soy trasladado por tres días a la Jefa-tura de la Policía Federal, hasta que me largaron sindarme explicaciones. Habiendo tenido un Senador Nacio-nal, y teniendo en aquellos momentos un secretario gene-ral nacional con las influencias que conocíamos de ambos,nunca se acercó ninguno de ellos para interiorizarse sobresi necesitábamos algo, tras haber quedado a la deriva”.

En Turbio, a pocos días de haber sido desplazado dela conducción, Pinilla fue trasladado de sector, hasta queen abril del 76, seis días después del golpe, es cesanteado.El 19 de setiembre del 78 es detenido en Río Gallegosquedando a disposición del Poder Ejecutivo Nacionaljunto a otros seis compañeros, entre ellos el “loco” Pepe,Ángel Díaz y el Chaca González. Sin recibir notificaciónsobre los motivos de su arresto, fue trasladado a unacelda individual de la Unidad 15 del Escuadrón 43, dondepermaneció por un mes en condición de desaparecido ysujeto a presiones y golpizas. Será el primero en salir “sinque las autoridades de la ATE de entonces, ni Horvath, niMurguia que ya gozaba de libertad se preocuparan pormí, ni por los compañeros de Gallegos que también caye-ron presos, Santana, Ángel González y otros”. Con inocul-table emoción destaca en su relato que “después de tantotiempo, al menos ahora quedará un relato testimonial quepodrán tener mis tres hijas y mis siete nietos sobre lo quefue nuestra militancia en aquellos años”.

Durante aquellas instancias golpistas, Juan Bani-sevich será acosado permanente desde la jefatura de per-sonal, que lo notifica de que debía “buscarse prontamenteotro sector de trabajo porque allí nadie lo quiere”. Dia-riamente se apersonaba en distintas oficinas y consulta-ba en voz alta si alguien –algún otro jefe de sector– loquería, como si estuviese en liquidación. Hasta que undía lo destinan a la Planta de Mina 3 a custodiar el fun-

Daniel Parcero

150


cionamiento de una bomba en plena intemperie. Obliga-do a buscar refugio debido a las bajas temperaturas a lasque estaba expuesto fue despedido por “abandono de ser-vicio”. El despido y las persecuciones sufridas antes, du-rante y después de estos hechos, llevaron a Banisevich aun gravoso estado depresivo del que sólo salió luego deun tratamiento psiquiátrico.

Aquella conducción pactó límites conciliadores paramantenerse al frente de la organización con “las manoslimpias”, haciéndose cargo de depurar sus filas median-te sanciones y expulsiones y dejando en manos de losgenocidas el “trabajo sucio”. Quizá, en el sueño de Hor-vath no haya sangre en las alfombras de su habitación,sino algunos remordimientos –vaya a saber de qué in-tensidad–, consecuencia de las severas sanciones disci-plinarias que decidiera tomar por entonces.

La verticalista conducción nacional de la ATE sehabía encargado de “operar” la depuración ideológica;sin embargo, a pesar de haber quedado fuera de la es-tructura gremial, ninguno de “los condenados” renegó desu militancia, manteniendo en alto el respeto por laorganización.

Pero nada de lo pergeñado por la dictadura y susoportunistas aliados, podría derrotar la voluntad solida-ria y organizativa de los trabajadores estatales, quedesde abajo darán pelea para recuperar la democraciapolítica y sindical desde la Agrupación ANUSATE, hastalograrlo en el 84.

151

Min

a 1.

El

14 d

e di

ciem

bre

de 1

942,

lleg

a la

pri

mer

a do

taci

ón d

e h

ombr

es p

ara

dar

com

ien

zo a

la

expl

otac

ión

min

era.

Doc

e añ

os m

ás t

arde

har

á su

in

gres

o al

in

teri

or d

el s

ocav

ón,p

roce

den

te d

e P

uer

to N

atal

e,C

hil

e,L

uis

Vid

al O

sori

o,u

no

de l

os p

ion

eros

de

la o

rgan

izac

ión

de

lase

ccio

nal

Río

Tu

rbio

de

AT

E.

Anexo Fotográfico

155

Invierno de 2017. Rogelio Guanuco –85 años–. Secretario general de la SeccionalRío Turbio sobre el último tramo de la década del 50, y protagonista central de unapatriada solidaria de la ATE en la Cuenca en 1960, con destino a nuestros hermanoschilenos, al producirse en el vecino país trasandino el más trágico de los terremotosregistrado en la historia de la humanidad.

Primavera de 2015. En su domicilio de Puerto Natale, el compañero Luis VidalOsorio –84 años– junto a la secretaria general adjunta del CDP ATE Santa Cruz,Norma Alvarado y el historiador de la ATE, Daniel Parcero.

156

Comienzos de los años 60. Río Gallegos. Mendoza entre Pellegrini y GobernadorMoyano, una edificación cedida por YCF en comodato a los compañeros de la ATE,Roberto Galian y Alfredo Gallardo, al reorganizar la seccional. Fue local de la provee-duría y supo funcionar como sede sindical.

1973. Río Gallegos. A la izquierda Edgardo Murguía, secretario general de la seccio-nal Río Gallegos de la ATE, –quien resultara electo senador nacional por el peronis-mo en las elecciones del 11 de marzo de 1973–, junto al compañero Mario Aguilar,obrero portuario de YCF y estructurador del grupo chileno, acompañado también porClaudio Alarcón dirigente seccional y jefe de personal una vez alcanzado el procesode cogestión.

157

1973. De izquierda a derecha, el compañero Raúl Rubio, operador de baterías, juntoal digente Claudio Alarcón, el senador Murguia y el secretario adjunto de la seccio-nal Carlos Benito.

1973. Encuentro de camaradería. Al centro el dirigente seccional Claudio Alarcónconversando con José Conzevoy, jefe de talleres de YCF. A la derecha el compañeroOrlando Rodríguez, militante radical y secretario de afiliaciones.

158

25 d

e M

ay

o d

e 19

73.

En

las

cal

les

de

Río

Gal

lego

s se

fes

teja

el

triu

nfo

de

la f

órm

ula

Cám

por

a-S

olan

o L

ima.

A l

a d

erec

ha,

son

rien

te c

on s

obre

-to

do,

Gar

rigu

e,el

sec

reta

rio

gen

eral

ad

jun

to d

e la

sec

cion

al d

e A

TE

.El

titu

lar,

Ed

gard

o M

urg

uia

hab

ía r

esu

ltad

o el

ecto

sen

ador

nac

ion

al.

159Eduardo Garrigue con su esposa Paulina.

Certificado otorgado a Eduardo Garrigue por su participación en las Jornadas Sin-dicales organizadas por la Escuela Libertario Ferrari.

16023 de enero de 1974. Apertura de Jornadas Sindicales con auspicio de la ATE eYCF. Adelante a la izquierda Claudio Alarcón. Del otro lado del pasillo, adelante,Carlos Benito y al fondo Germán Santana. Los delegados siguen atentamente ladisertación del señor Eleo Zóccola.

Los delegados asistentes a las Jornadas Sindicales durante una pausa.

161

23 d

e en

ero

de

1974

.Arr

iba

a la

izq

uie

rda

y ab

ajo

a iz

quie

rda

y d

erec

ha,

aper

tura

de

las

Jorn

adas

Sin

dic

ales

au

spic

iad

as p

or A

TE

e Y

CF.

Los

asi

sten

tes

escu

chan

ate

nta

men

te a

l in

gen

iero

Zóc

cola

.Arr

iba

a la

der

ech

a,re

un

ión

pre

par

itar

ia,p

resi

did

a p

or e

l in

gen

iero

Zóc

cola

–d

ebr

azos

cru

zad

os–

con

dir

ecti

vos

de

la s

ecci

onal

de

AT

E.

162

Enero de 1974. Información sobre las Jornadas Sindicales organizadas por ATE eYCF aparecida en los medios de Santa Cruz.

163

Enero de 1974. Información sobre las Jornadas Sindicales organizadas por ATE eYCF aparecida en los medios de Santa Cruz.

164

Enero y febrero de 1974. Información sobre las Jornadas Sindicales organizadaspor ATE e YCF y sobre la primera reunión paritaria realizada en Río Gallegos reco-gida por los medios de Santa Cruz.

165

14 de Mayo de 1974. Solicitada de la Mesa Ejecutiva de las 62 Organizaciones pu-blicada en el diario Clarín, confirmando el reconocimiento de las autoridades elegi-das en la Regional Río Gallegos, Santa Cruz encabezadas por Eduardo Garrigue.

166

27 de julio de 1974. En la localidad de 28 de Noviembre, los compañeros de la ATEdesde la Juventud Peronista, haciéndose eco de reclamos sociales que afectaban a lacomunidad se pusieron al frente de la protesta protagonizando la toma del Municipiode Río Turbio.

167

27 de julio de 1974. Los compañeros Oscar Pinilla y Ernesto Torregno, inminentesdirigentes seccionales de ATE y militantes de la JP en la Cuenca minera, encabezanla protesta hacia la Municipalidad de Río Turbio.

168

27 de julio de 1974. La toma del Municipio no cesó hasta que se logró el firme com-promiso de las autoridades de solucionar el conflicto.

169

1974. Aeropuerto de Río Gallegos. El dirigente del Consejo Nacional, Luis Daldini,pieza fundamental en el desarrollo sindical de la ATE santacruceña. En la gráfica,durante uno de sus tantos arribos a la provincia patagónica.

1975. Jura de soldados en Turbio. Autoridades argentinas y chilenas comparten elpalco junto al secretario general de la seccional local de ATE, Oscar Pinilla, quien apedido del ingeniero Pajares, hace uso de la palabra por Radio Nacional en repre-sentación de los trabajadores.

170

1975

.P

arit

ario

s d

el C

onve

nio

Col

ecti

vo d

e T

raba

jo c

eleb

rad

o es

e añ

o.E

ntr

e el

los:

de

pie

en

cu

arto

lu

gar

el C

ro.

San

tan

a,en

sex

to l

uga

r el

Cro

.P

inil

la,e

n s

épti

mo

luga

r el

Cro

.Oso

rio

y se

nta

da

en c

uar

to l

uga

r la

Cra

.Eli

sa D

elió

n d

e R

iset

ti.

171

1975. Tras el acuerdo paritario, la secretaria de Acción Social de la seccional y pari-taria Elisa Delión de Risetti, en una reunión de camaradería junto al ingenieroCastillo de YCF y su esposa.

2016. Ciro Mazzioti, secretario general adjunto durante la gestión Murguía al frentede la ATE Río Gallegos, compartió una breve charla con el autor, acompañado por sucompañero y amigo, Claudio Alarcón.

17219

75.R

eun

ión

de

cam

arad

ería

de

dir

igen

tes

y p

arit

ario

s d

e A

TE

Río

Tu

rbio

y R

ío G

alle

gos

en e

l C

entr

o d

e M

iner

os d

e P

uer

to N

atal

e,C

hil

e,lu

ego

de

la f

irm

a d

el C

CT.

De

izqu

ierd

a a

der

ech

a,el

cu

arto

de

pie

Ger

mán

San

tan

a;el

sex

to,O

scar

Pin

illa

;el

sép

tim

o,L

uis

Vid

al O

sori

o,an

fitr

ión

y f

un

dad

ord

el C

entr

o en

197

2;el

oct

avo,

Ped

ro M

uñ

oz y

el

nov

eno

Juan

Ban

isev

ich

.Sen

tad

os:a

l m

edio

,Eli

sa D

elió

n;a

su

der

ech

a,N

icac

io S

egu

nd

o C

amp

o y

elú

ltim

o,C

omes

Pér

ez.

173

1975. Pasadas cuatro décadas del fundamental desempeño como dirigentes de laJuventud Peronista y de la ATE Río Turbio, los ex dirigentes Juan Banisevich yErnesto Torrengo testimoniaron su trayectoria.

174

2016. Germán Santana, el último secretario general electo antes del golpe, cuyotriunfo fuera desconocido por la conducción nacional de Juan Horvath en franca acti-tud macartista, colaboró con la reconstrucción de nuestra historia.

2016. Oscar Pinilla, quien en 1975 fuera el secretario general más joven de la ATE,rememora pasajes de su militancia setentista en emotiva charla.

175

2016. Claudio Alarcón, ex dirigente de la seccional ATE Río Gallegos que integró laconducción de Edgardo Murguía, aportó detalles fundamentales que sirvieran al pre-sente trabajo de investigación.

2016. Carlos Benito, ex secretario general adjunto de la seccional Río Gallegos en ladécada del 70, participó emocionado en la recuperación de nuestra memoria colectiva.

176

2016. Mas de cuarenta años después, la primera mujer paritaria que también fuerasecretaria de acción social de la ATE Río Gallegos, volvió a visitar el CDN para com-partir sus vivencias de aquella época.

–clate– director:marcelo paredescampus.escuelasindicalate.org/pluginfile.php/408380... ·...

Documents