absceso hepatico trabajo definitivo

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INSTITUTO SUPERIOR De formación y capacitación Nº 8165 Dr. RAMÓN CARRILLO A.T.S.A. ADULTO Y ANCIANO I – ABSCESOS HEPATICOS Página 1

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Page 1: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

INSTITUTO SUPERIOR

De formación y

capacitación Nº 8165

Dr. RAMÓN CARRILLO

A.T.S.A.

ADULTO Y ANCIANO I – ABSCESOS HEPATICOS Página 1

Page 2: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Curso 2º Año de Enfermería

“ABSCESOS HEPATICOS”

MATERIA:

ADULTO Y ANCIANO I

Profesora:

Nancy MenaADULTO Y ANCIANO I – ABSCESOS HEPATICOS Página 2

Page 3: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Alumnos:

Guzmán Aurora

Moreno Susana

Peña María

ADULTO Y ANCIANO I – ABSCESOS HEPATICOS Página 3

Page 4: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Absceso Hepático

Un absceso hepático es una masa llena de pus dentro o asociada al hígado. Las causa

más comunes son las infecciones tales como una apendicitis, diverticulitis una intestino

perforado infección sistemática como una endocarditis bacteriana o la manipulación del tracto

biliar

El hígado es el órgano intra abdominal que con mayor frecuencia desarrolla abscesos

hepáticos que pueden ser únicos o múltiples.

Con tratamiento, la tasa bruta de mortalidad por absceso hepático está entre el 10-30% y la

tasa es aun mayor en pacientes con múltiples abscesos.

El absceso hepático piógeno en el periodo neonatal es poco habitual y de mal pronóstico

es por lo general resultado de una complicación de un cateterismo umbilical.

Existen 3 tipos principales de absceso hepático clasificados basándose en su etiología.

Absceso hepático purulento el cual tiende a ser poli microbiano y es la forma más

frecuente.

Absceso hepático amebiano causado por el parasito entomoeba histolytica

Absceso hepático fúngico principalmente causado por especies de hongos como la

cándida.

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Page 5: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Hepático Purulento

Los abscesos hepáticos purulentos se han conocido por más de 100 años y han sido una

causa importante de morbilidad y mortalidad en pacientes con apendicitis.

Se caracteriza por dolor en el cuadrante abdominal superior derecho especialmente a la

palpación profunda del examinador y que puede referirse al hombro del mismo lado,

al epigastrio o al hipocondrio izquierdo. Suele acompañarse con fiebre de 38 °C, sudoración

profusa, pérdida de peso y, a menudo, un hígado palpable e ictericia. Aproximadamente un

tercio de los pacientes con un absceso hepático no presentarán un punto de origen identificable

de la infección.

Se observa leucocitosis, es decir, aumento en el conteo de los globules blancos circulantes

en la sangre, por lo general entre 18.000 y 20.000/ml. La mitad de los pacientes están anémicos.

En el ultrasonido se mostrará una masa quística en el hígado que tiende a ser septado o

bien con características homogéneas. Si se hace una tomografía axial computarizada (TAC), se

apreciará una masa hipodensa (oscura) con bordes precisos. La aspiración percutánea del

absceso y su cultivo microbiológico es esencial para el tratamiento adecuado y el drenaje del

absceso. Con frecuencia se instala un catéter de drenaje, en especial para pacientes con

abscesos complejos o que contengan fluido muy espeso. Los abscesos múltiples son comunes

en pacientes inmunosuprimidos y se debe considerar varios organismos etiológicos, incluyendo

una candidiasis.

Algunas de las bacterias más comunes que causan un absceso hepático purulento

incluyen:

Streptococcus milleri

Escherichia coli

Streptococcus faecalis

Klebsiella

Proteus vulgaris

Patógenos oportunistas como el estafilococo.

ADULTO Y ANCIANO I – ABSCESOS HEPATICOS Página 5

Page 6: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Absceso hepático amebiano

La E. histolytica es un parásito que se encuentra en todas las regions del mundo y causa

abscesos hepáticos en adultos de edad media y predomina en hombres 9:1 sobre las mujeres.

Dos parásitos son capaces de producir un absceso hepático: el Echinococcus granulosus y

la Entamoeba histolytica. Los quistes por E. granulosus son lesiones que pueden romperse e

infectarse con otros microorganismos o infectar a otros órganos adyacentes al hígado.

El diagnóstico es por lo general serológico (ELISA), ultrasonido o una TAC.

Por su parte, la E. histolytica atraviesa el colon e invade el sistema porta por donde logra

infectar al hígado. El diagnóstico es radiológico y con pruebas de serología. Raramente se

requiere drenar un absceso amebiano,6 pues la mayoría de los pacientes responden favorable y

rapidamente conmetronidazol al cabo de una semana. Clinicamente, es muy difícil distinguir un

absceso hepático amebiano de un absceso hepático purulento.6 Por lo general, constan de un

solo absceso que contiene material licuado de color marrón rojizo que se describe clásicamente

como «pasta de anchoas» y predominan en el lóbulo derecho del hígado.

El principal síntoma es fiebre acompañado casi siempre con dolor en la región del hígado.

Tres cuartos de los pacientes tienen también escalofríos y sudoración. La ictericia no es

frecuente.

Cuadro clínico

La fiebre es el signo inicial más frecuente del absceso hepático. Otros síntomas comunes,

en especial en pacientes que tienen una afectación activa de la vesícula biliar, muestran signos y

síntomas circunscritos en el hipocondrio derecho, tales como dolor, defensa, hipersensibilidad,

escalofríos, anorexia, pérdida de peso, náuseas y vómitos. Sólo 50% de los pacientes con

abscesos hepáticos tiene hepatomegalia o ictericia; de modo que la mitad de los pacientes

carecen de signos o síntomas que dirijan la atención hacia el hígado. El 95% de los pacientes

con un absceso amebiano tendrán síntomas en los primeros cinco meses.

La fiebre de origen desconocido puede ser la única manifestación inicial de un absceso

hepático, especialmente entre los ancianos.

ADULTO Y ANCIANO I – ABSCESOS HEPATICOS Página 6

Page 7: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Diagnóstico

La radiografía es la técnica más fidedigna para diagnosticar los abscesos hepáticos:

la ecografía, latomografía axial computarizada y, de encontrarse disponible,

las gammagrafías con leucocitos marcados con indio o con galio radioactivos y la resonancia

magnética.

Tratamiento

Los antibióticos utilizados en el tratamiento empírico de amplio espectro suelen

administrarse después de efectuarse una aspiración diagnóstica del contenido del absceso. El

drenaje puede ser percutáneo (utilizando un catéter) o quirúrgico (a cielo abierto) y sigue siendo

el pilar básico del tratamiento de los abscesos hepáticos purulentos, aunque hay un interés

creciente por el tratamiento médico exclusivo de estos abscesos piógenos. Sin embargo se ha

demostrado que los pacientes tratados sin drenaje del absceso requerían ciclos más

prolongados de tratamiento antibiótico.2 El antibiótico apropiado se elige en función de los

resultados de la tinción de Gram y de los cultivos del absceso.

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Page 8: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Colecistitis

Colecistitis es una inflamación de la pared de la vesícula biliar generalmente debido a la

obstrucción del conducto cístico por un cálculo

La colecistitis crónica obedece en su gran mayoría a la presencia de un cálculo incapaz por

su tamaño de impactar contra el conducto.

Cuadro clínico

Se caracteriza por dolor en región de cuadrante superior derecho, el cual puede ser de

moderado a intenso, tipo cólico o punzante. El dolor aumenta con la ingesta de alimentos muy

condimentados, irritantes, grasas y colecistoquinéticos (café, chocolate); y disminuye con la

deambulación y el ayuno (en algunas ocasiones).

Este dolor puede tener una duración mínima de 5 a 10 minutos o durar varias horas. En

muchas de las ocasiones este dolor se puede irradiar a la espalda o hacia el hombro

ADULTO Y ANCIANO I – ABSCESOS HEPATICOS Página 8

Page 9: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Diagnóstico

La colecistitis aguda suele producir dolor en cuadrante superior derecho persistente, típico

en la exploración física por el médico. Puede acompañarse de náuseas, vómitos e inquietud. En

caso de infección, suele aparecer fiebre (no siempre), malestar general e ictericia (no siempre

está presente, la coloración amarilla típica de la piel y las membranas en la ictericia se

acompaña de orinas más oscuras y de heces blandas de color claro). Junto a la historia clínica y

la exploración física, el diagnóstico suele confirmarse mediante la ecografía abdominal.

Actualmente es muy frecuente, ante la clara sospecha de litiasis biliar, la realización de la

ecografía por laparoscopia intraoperatoria, que permite la extirpación de la vesícula biliar si se

confirma el diagnóstico en la misma operación. CPRE. Colangiopancreatografía Retrógrada

Endoscópica tipo de endoscopia en el cual se pasa a través del esfínter de oddi para observar la

vesícula y el páncreas.

En casos en los que mediante la ecografía no es posible confirmar el diagnóstico, puede

ser necesario realizar otras pruebas complementarias como el estudio con contraste de las vías

biliares (colangiografía).

Tratamiento

Una persona con colelitiasis aguda crónica que presenta una crisis de la vesícula biliar por

lo general se hospitaliza, se le administra líquido y electrolito por vía endovenosa y no se le

permite ni comer ni beber. El médico puede pasar una sonda por la nariz hasta el interior del

estomago de modo que mediante la aspiración se pueda mantener el estomago vacio y reducir

la acumulación de liquido en el intestino, el cual no funciona adecuadamente debido a la

inflamación de la cavidad abdominal y generalmente se administra antibióticos.

Si el diagnostico es claro y el riesgo de la cirugía es bajo se extirpa la vesícula biliar

mediante colecistectomía, que debe ser de preferencia por vía laparoscópica.

Cuando se sospecha la existencia de una complicación como un absceso, gangrena o

perforación de la vesícula biliar es necesario una cirugía inmediata.

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Page 10: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Colelitiasis

La colelitiasis, comúnmente conocida como cálculos biliares o litiasis biliar, se refiere a la

formación de cálculos en las vías biliares, sobre todo en la vesícula biliar. Son acrecencias de

materias sólidas que pueden ser tan pequeñas como granos de arenilla o, en ocasiones

excepcionales, tan grandes que ocupan toda la vesícula. La mayor parte, sin embargo, suelen

ser de tamaño intermedio, es decir de menos de 20 mm, aproximadamente una pulgada. La

mayor parte de estos cristales —cerca de un 80%— están constituidos por cristales

de colesterol, el resto son cristales pigmentados de color negro.

.

Hay dos clases principales de cálculos biliares:

Los de colesterol, compuestos en su mayor parte por esa sustancia, que representan

alrededor del 80% de todos los casos diagnosticados en los Estados Unidos.

Los pigmentarios, constituidos en su mayor parte por sales cálcicas de pigmentos biliares y

otros compuestos, a los que corresponde el 20% restante de los casos diagnosticados.

Puesto que la mayoría de los pacientes tienen cálculos de colesterol, es posible tratarlos

sin recurrir a intervención quirúrgica. La clase de cálculo es importante, ya que sólo los cálculos

de colesterol pueden tratarse por métodos no quirúrgicos.

La colelitiasis es más frecuente en las mujeres que en los hombres con una proporción de

4 a 1, y hay factores que predisponen a la enfermedad como la obesidad, la toma

de anticonceptivos, las dislipemias, la diabetes.

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Page 11: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Los principales factores de riesgo para el desarrollo de litiasis biliar son:

Edad: más frecuente a partir de los 40 años, cerca del 20% de los adultos a partir de esta

edad y del 30% en los mayores de 70 años.

Sexo femenino.

Embarazo, sobre todo para el desarrollo de cálculos de colesterol, normalmente son formas

asintomáticas de litiasis biliar y tanto el barro biliar como los cálculos menores de 10 mm

habitualmente desaparecen tras el parto.

Anticonceptivos orales y terapia hormonal sustitutiva con estrógenos, en este caso con

mayor riesgo en mujeres menores de 40 años y las que reciben una dosis mayor de 50

microgramos de estrógenos. Otros fármacos como los fibratos y la ceftriaxona.

Antecedentes familiares de litiasis biliar.

Obesidad.

Pérdida rápida de peso.

Nutrición parenteral.

Diabetes Mellitus.

Cirrosis hepática.

Cuadro clínico

Puede ser asintomática como ocurre en la mayoría de los pacientes, o presentar síntomas,

con un cuadro de dispepsia biliar, que se caracteriza por: intolerancia a las comidas

grasas, flatulencia, hinchazón abdominal, náuseas, vómitos, etc. Los cálculos pueden causar

colecistitis (inflamación de la vesícula) aguda, crónica, cólicos biliares, pancreatitis e ictericia

obstructiva.

La manifestación principal es el cólico biliar, se produce al obstruir con un cálculo un

conducto biliar, y se suele asociar a la inflamación de la vesícula (colecistitis). Se caracteriza en

el caso de la colecistitis aguda por: dolor abdominal en el epigastrio o hipocondrio derecho,

náuseas, vómitos, fiebre, peritonismo local o un plastron de vesícula biliar, etc. en el caso de la

colecistitis crónica produce cólicos intermitentes e inflamación crónica.

Síntomas

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Page 12: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Son muchas las personas que, teniendo cálculos biliares, carecen de síntomas. Cuando los

síntomas se hacen evidentes, la persona portadora de cálculos biliares puede experimentar:

Dolor fuerte y seguido en el abdomen superior (hipocondrio derecho); este dolor puede

propagarse al tórax, hombros y espalda y se confunde a veces con los síntoma de un ataque

al corazón.

Indigestión, náuseas o vómitos.

Colangitis.

Pancreatitis.

Fístulas.

Perforación.

Dolor intenso de abdomen y sensibilidad al tacto en el lado derecho del abdomen cuando la

vesícula biliar está inflamada.

Ictericia, escalofríos y fiebre cuando los cálculos biliares impiden el paso de la bilis.

Se observa que cuando el líquido queda obstruido puede haber un ataque de dolor. Este

dolor en el abdomen, va en aumento, durando de una media hora hasta varias horas.

Diagnóstico

La mayoría de los cálculos biliares pueden describirse mediante técnicas sencillas e

indoloras. Los pacientes que se quejan de dolor abdominal o de malestar gastrointestinal reciben

a menudo análisis específicos destinados a diagnosticar la presencia de cálculos.

Con frecuencia, basta una radiografía ordinaria del abdomen para descubrir los cálculos,

sobre todo si son ricos en calcio.

Hay otra técnica más sensible, denominada, ultrasonografía, con la que se produce una

imagen o fotografía de la vesícula y de los conductos biliares, permitiendo al médico determinar

si hay algún cálculo presente, cualquiera que sea su clase. Este método es el que más se

emplea, por no emitir radiaciones.

Una tercera técnica se denomina colecistografía y requiere la deglución previa de unas

pastillas que contienen colorantes. El colorante pasa del torrente sanguíneo a la vesícula y pone

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Page 13: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

de relieve el contorno de ésta de manera que puedan detectarse los cálculos mediante

radiografía.

Cuando se sospecha la presencia de cálculos en los conductos biliares son necesarios

procedimientos más complicados.

En la CPER (colangio páncrea tografía endoscópica retrógrada) se introduce en el intestino

delgado un tubo flexible que se pasa al conducto biliar; seguidamente se inyecta en los

conductos un colorante y se toma una radiografía.

Cuando se emplea la técnica llamada CPT (colangiografía percutánea transhepática), se

atraviesa el abdomen con una aguja muy delgada que se hace pasar hasta la red de conductos

del hígado. Seguidamente se inyecta colorante y se toma una radiografía.

Tratamiento

Si las litiasis biliar llega a producir síntomas el tratamiento debe ser quirúrgico,

una colecistectomía(extirpación de la vesícula biliar). Aunque la vesícula biliar es un órgano

importante, no es esencial para la vida. Muchos pacientes con cálculos biliares -o con

complicaciones resultantes de tales cálculos- se someten a la extirpación quirúrgica de la

vesícula (colecistectomía), operación sin grave peligro que es una de las practicadas con mayor

frecuencia en todo el mundo.

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Page 14: ABSCESO HEPATICO Trabajo Definitivo

Colangiografía Transhepática Percutánea 

Colangiografía transhepática percutánea, colangiograma transhepático percutáneo o

colangiografía es una radiografía de las vías biliares, los conductos que transportan la bilis

desde el hígado hasta la vesícula biliar y el intestino delgado.

Forma en que se realiza el análisis o prueba.

El examen lo realiza un radiólogo en una sala de radiología.

Se le solicitará acostarse boca arriba sobre la mesa de rayos X. El médico limpiará el lado

superior derecho del área abdominal y luego aplicará un anestésico.

Se usan rayos X para ayudarle al médico a localizar el hígado y las vías biliares. Se

introduce luego una aguja larga, delgada y flexible a través de la piel en el hígado. El médico

inyecta un tinte, llamado medio de contraste, en las vías biliares. El medio de contraste ayuda a

resaltar ciertas áreas, las cuales se pueden ver mejor. Se toman más radiografías a medida que

el tinte fluye a través de las vías biliares hacia el intestino delgado. Esto puede verse en un

monitor de video cercano.

Preparación para el análisis o prueba

Coméntele al médico en caso de estar embarazada. A usted se le entrega una bata

hospitalaria y se le solicita despojarse de todas las joyas.

Le solicitarán que no coma ni beba nada durante 6 horas antes del examen.

Coméntele al médico si usted está tomando algún anticoagulante como warfarina

(Coumadin) o Plavix (clopidrogrel).

Lo que se siente durante el análisis o prueba

Habrá un pinchazo a medida que se aplica la anestesia y algo de incomodidad cuando la

aguja se esté introduciendo en el hígado. Es posible que le administren un medicamento para

sedarlo y/o controlar el dolor. Generalmente, los rayos X en sí producen poca o ninguna

molestia.

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Razones por las que se realiza el análisis o prueba

Este examen puede ayudar a diagnosticar la causa de un bloqueo de las vías biliares.

La bilis es un líquido secretado por el hígado que contiene colesterol, sales biliares y

productos de desecho. Las sales biliares le ayudan al cuerpo descomponer (digerir) las grasas.

Un bloqueo de las vías biliares puede llevar a hinchazón de la vesícula biliar o del páncreas.

Estos resultados de este examen pueden ayudarle al médico a planear tratamientos para

un bloqueo de las vías biliares. Por ejemplo, puede ayudar a determinar dónde se puede colocar

un tubo de drenaje o un stent (endoprótesis vascular).

Los valores normales

Las vías biliares son normales en tamaño y apariencia para la edad del paciente.

Significado de los valores anormales

Los resultados pueden mostrar que las vías biliares están dilatadas, lo cual puede ser

indicativo de una obstrucción que puede ser causada por cicatrización o cálculos. También

puede indicar cáncer en las vías biliares, el hígado, el páncreas o la región de la vesícula biliar.

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