Gabriel SanhuezaArteroPsicólogo Social

Este tema produce otro quiebre en la sociedad y en sus valores históricos (tal cual se produjo con la ley de

“matrimonio gay”). En Argentina el aborto es ilegal, y la ley establece penas tanto para la mujer que se lo practica como para quien realiza el procedimiento

(artículos 85, 86, 87 y 88 del Código Penal).

La misma ley estable dos causas de excepción a estas penas: cuando el aborto se practica para "evitar un peligro

para la vida o la salud" de la mujer

o, si el embarazo proviene de una violación

de "una mujer idiota o demente"

(artículo 86, incisos 1º y 2º del Código Penal).

Estas dos excepciones en la práctica raramente se cumplen; en casi todos los casos que entran dentro de estos

supuestos los médicos se niegan a practicar el aborto por sus propias creencias religiosas.

No me confunde la hipocresía y demagogia del clero ni la de sus seguidores (políticos incluidos)… así que aquí tienen mi propia visión del tema. Parece que a la Iglesia, a sus archi-sacerdotes, a sus fieles y seguidores (sociedad) les

preocupa más el destino de un “feto o cigoto”

(para ellos un guapísimo bebé rubio de ojos azules en su carteles publicitarios) que la vida de un niño de África

“muerto de hambre”.

Ya sea el aborto de un embrión

o, ya sea el aborto de un feto,

no son dos cosas extremas.

Pero, la Iglesia y sus adeptos aseguran, y lamentablemente gran parte de la sociedad argentina asiente,

que la “Vida del Ser” comienza

en cuantito el espermatozoide se introduce en el óvulo,

de aquí que existen las diferencias irreconciliables.

Y, por este motivo, una mujer que aborta de acuerdo, o no, a una ley, igualmente,

“es una asesina para esta comparsa de fanáticos”…pasándose por el forro de la sotana, en primer lugar,

la libertad de decisión de las mujeres, aún actuando dentro de los márgenes de la ley,

y en segundo lugar, el perdón del Dios que todo lo perdona…

¡Alto!

¿Y a Ellas quién las protege entonces del fanatismo político-social-religioso?

Las mujeres deben tener

el “derecho fundamental de acceder a un aborto”.

Es decir, el aborto debe ser un Derecho

y “no un pre-juicio”.

Pero, acepto que otras personas piensen

que con la legalización se pretende reglamentar

una conducta delictuosa que porque no será penada (art.86 C.P)

no significa que deje de ser antijurídica,

y que para sostener esta idea expresan:

“siempre matar a una persona es delito”.

Estas personas creen que la legalización

les concede a los profesionales de la Salud

la facultad para matar a una persona.

En cambio, yo no creo que esto sea así.

El Estado debe garantizar la libertad individual

y, a la vez, caminar hacia el Bien Común de la sociedad. Por ello, me pronuncio firmemente

a favor del Aborto…

por considerar que es un tema que no tiene nada que ver con la defensa de la Vida de un Ser humano (no feto)

recién nacido, ni con el inalienable derecho

del padre y de la madre de educar a sus hijos.

¿Quién puede asegurar cuándo comienza la Vida del Ser humano?

Porque, el feto no es el Ser… al igual que el cuerpo no es la Mente.

¿Quién puede afirmar que el Ser o Mente es vertido a través del semen?, o

¿Quién puede afirmar que el Ser o Mentese origina en la unión del esperma y el óvulo?

Pues, desde la concepción y durante el embarazo, el feto nunca es el Ser…

al igual que después del nacimiento, el cuerpo nunca es la Mente.

¿Por qué continuar penalizando

algo tan incoherente como el Aborto?

Con respecto a este tema pienso que, si se pudo sancionar una ley

de Matrimonio Gay, y esto no ocasionó el fin del mundo,

también debería tomarse una decisión similar

con la ley de Despenalización del Aborto.

Cada vez que surge este tema, aparecen los sectores

de “alto-pre-juicio”, llámese Iglesia, congregaciones,

sectas, etc., con una campaña de ataque furibundo a dicha ley,

tal cual como lo hicieron para evitar la ley de Matrimonio Gay.

Como parte de esta ofensiva obscurantista, algunos expresan

que “la ciencia ha demostrado que el embrión es tan humano

como cualquiera y que sólo le falta crecimiento”. ¿¿¿…???

Esta idea o teoría del antiabortismo de que

“...el cigoto, embrión o feto

es tan humano como cualquiera...”

…es el nudo gordiano de la incoherente argumentación que predican los antiabortistas.

Por ello, creo que es fundamental aquí y ahora rebatirla de una buena vez:

¿Acaso no resulta ilógico que los altos prelados de las Iglesias Católica y Evangélica se apoyen en la Ciencia para demostrar la veracidad de sus puntos de vista?

Esto no es algo muy común en la historia…

Resulta totalmente incoherente pensar que aquellos mismos que enviaron a la hoguera a Giordano Bruno

por haber formulado especulaciones materialistas sobre el universo, aquellos mismos que obligaron a

Galileo Galilei a retractarse de sus afirmaciones sobre el movimiento de la Tierra… en fin, que todos aquellos cuyo papel histórico es el de ser enemigos jurados de

las explicaciones materialistas y coherentes del mundo, aquí y ahora pretendan apoyarse en ellas para

“imponer la penalización del aborto”.

La afirmación de que “…el cigoto, embrión o feto es tan humano como cualquiera…” sigue siendo la piedra de toque de los

antiabortistas, pero su argumento inmediatamente cae por su propio peso y manifiesta un absoluto desconocimiento en cuanto

a temas de Ciencia se refiere.

La teoría de que un cigoto, embrión o feto humano es ya un –Ser-humano en miniatura y lo único que le falta es crecer, es la Teoría

de la Preformación, “una idea mezcla de ciencia y magia”, que tuvo su auge a fines del siglo XVII e inicios del XVIII cuando

algunos creyeron que el desarrollo embrionario humano consistía en un crecimiento continuo de los homúnculos que se

encontraban en el vientre de todas las mujeres.

Esta teoría fue formulada por un personaje llamado NicolasHarstoeker en 1694 a partir de observaciones microscópicas de

óvulos y espermatozoides.

Es en esta ya descartada teoría en la cual aún se sostienen los antiabortistas, y debido a la confusión psíquica que este “argumento

continuista” provoca en los distintos sectores de la sociedad, es necesario realizar aquí una

“elemental lección de embriología humana” para demostrarles a los antiabortistas la total falsedad

de esta “argumentación”.

Veamos: Luego de producirse la fecundación delóvulo por el espermatozoide, la primera etapa deformación del embrión consiste en una serie dedivisiones celulares de las cuales resulta una masaesférica compacta de células idénticas entre sí,llamados Blastómeros. Es importante subrayarque se trata de un conjunto de células idénticasentre sí, sin diferenciación alguna.

A esa masa celular se le llama Mórula. La segunda etapa deldesarrollo embrionario se caracteriza por una migración delos Blastómeros del interior de la Mórula hacia su periferia,de modo tal que se produce una masa celular tambiénesférica llamada Gástrula, que, a la manera de un balón,tiene un hueco en su interior, llamado Blastocele.

Finalmente, de una parte de la Gástrula se produce unainvaginación que hace que se forme una estructura llamadaBlástula, a la cual, si se le hace un corte transversal y se lamira de perfil, tendrá el aspecto de una “C”, con dos capas,una externa llamada Ectodermo y otra interna, llamadaEndodermo y un orificio llamado Blastoporo.

En la siguiente etapa del desarrollo embrionario, lascélulas de los bordes de la Blástula se invaginan y seintroducen entre el Endodermo y el Ectodermo,dando lugar a la tercera de las capas blastodérmicas:el Mesodermo. Hasta ese momento, todas las célulasque componen el embrión siguen siendo idénticas ysólo en las siguientes etapas se lleva a cabo ladiferenciación celular, en un largo y complejo proceso,no de la noche a la mañana ni por un acto de creaciónsúbito. Del Ectodermo se forman la piel, el sistemanervioso y el esqueleto; del Mesodermo se forman losmúsculos, el sistema vascular y los órganos sexuales, ydel Endodermo se forman el tubo digestivo, vísceras yglándulas.

Esto, y no otra cosa, es lo que la Ciencia determina como unsaber (ojo, estoy diciendo Saber, no creencia nisuperstición) en relación con el desarrollo embrionario.

La Ciencia explica que “los embriones no son Sereshumanos”, sino que son grupos de células indiferenciadas.El ulterior proceso de diferenciación celular, ya como “feto”,tampoco le da a éste el status de “Ser” humano porquedepende por entero de la vida de la madre.

Sólo en el momento del “nacimiento del nuevo ser”, reciénpuede afirmarse y comenzar a hablar de un “Ser” humano,es decir, en la medida en que todas sus partes y funciones,incluyendo aquí las respiratorias y psíquicas (ya que elcigoto, embrión o feto no respira ni piensa), están yacompletadas a través del primer hálito (con excepción,claro, de las funciones reproductivas, las cuales comienzana desarrollarse en la adolescencia).

¿Quién puede negar que las funciones de un “Ser ReciénNacido” ya son independientes a las de los progenitores… adiferencia de cuando, en forma de cigoto, embrión o feto,se encontraba en el vientre de la madre?

Pues, sólo un fanático de la penalización puede negar quelas funciones de un “Ser Recién Nacido” ya sonindependientes a las de sus progenitores… a diferencia decuando, en forma de cigoto, embrión o feto, se encontrabaen el vientre de la madre.

Dicho de otra manera, el fanático en su estado inconscienteafirma la siguiente incoherencia: “Niego que las funcionesde un Ser humano recién nacido sean independientes… adiferencia de cuando se encontraba en el vientre de lamadre en forma de cigoto, embrión o feto.

Por esto, pienso que todos aquellos partidarios dela penalización del aborto que se apoyan en laCiencia… no deberían opinar sobre aquello quemanifiestamente ignoran, ni utilizar el nombrede la Ciencia para mentir deliberadamente,confundir a la opinión pública y hacer que sus“falsas ideas sobre la vida y la muerte” prevalezcanpor encima de las de la propia ciencia y de la ética.

Y así es, la Ciencia ha establecido una verdad aceptadaen toda la comunidad que reza: “El embrión y el fetono son Seres humanos”. Es decir, nadie mata a nadiecuando se aborta.

Entonces, ¿por qué motivo no Despenalizar el Abortoen Argentina?, o dicho de otra manera, ¿por quécontinuar penalizando algo tan incoherente como elAborto?

Gabriel SanhuezaArteroPsicólogo Social

General Roca – Río Negro – Argentina

Email: gabyartero@yahoo.com.ar