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Estudios bíblicos

A: El fundamento

3.- El Jesús histórico

28/09/12

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Estudios bíblicos

A.3.- El Jesús histórico 1. Las grandes profecías del Antiguo Testamento que cumplió Jesús

El Antiguo Testamento fue escrito en un período aproximado de 1.000 años, cesó 450 AC. A la falta de profecía, y por lo tanto de Escritura, durante 450 años, se le ha denominado el silencio ínter testamentario. En el Antiguo Testamento hay alrededor de 300 profecías del Mesías, todas cumplidas en Jesús. Solo un ser que está por encima de la línea del tiempo, que conoce pasado, presente y futuro, es capaz de predecir con detalle eventos que ocurrirán en el porvenir. Ese ser debe ser “divino” pues los humanos no tenemos esa capa-cidad. Así como los escritores del Nuevo Testamento apelaron a esas profecías para vali-dar su testimonio de Jesús, nosotros también vamos a apelar a ellas. Vamos a analizar las más llamativas. Antes vamos a rebatir una de las objeciones más comunes: Objeción “Las profecías fueron escritas durante o después del tiempo de Jesús y por lo tanto se cumplen a sí mismas”. Respuesta La Septuaginta, versión del Antiguo Testamento traducida del hebreo al griego se comple-tó en el reinado de Tolomeo 285-246 AC. Por lo tanto había un lapso de por lo menos 250 entre esa traducción del texto y el nacimiento de Jesús.

2. Análisis discriminatorio del Mesías (requisitos de origen) 2.1. La promesa a Abraham

Génesis 22:18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.

De acuerdo con Génesis 22.18 Jehová le dice a Abraham que de su des-cendencia saldrá la bendición para todas las naciones. Este texto nos indi-ca que el Mesías vendría a traer salvación a todos los creyentes del mun-do, vendría de la descendencia de Abraham. Esto elimina al resto de los hombres de la tierra.

2.2. La designación de Isaac

Génesis 21.12 Entonces dijo Dios a Abraham: «No te preocupes por el muchacho ni por tu sierva. Escucha todo cuanto te diga Sara, porque en Isaac te será llamada descendencia

Fundación Unánimes Estudios Bíblicos El Jesús histórico Página 3 de 14

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De acuerdo con Génesis 21.12 Jehová le dice a Abraham que en Isaac te será llamada descendencia. Abraham tenía dos hijos, Isaac que era hijo de Sara e Ismael que era hijo de la sierva egipcia Agar. Aquí Dios elimina a la mitad de los descendientes de Abraham y afirma que de Isaac saldrá el Mesías.

2.3. La herencia de Jacob Números 24-17 ... Saldrá estrella de Jacob,...

De acuerdo con Números 24-17 Jehová dice que saldrá la Estrella, el Mesías, de Jacob. Isaac tuvo dos hijos gemelos con Raquel su esposa, Ja-cob y Esaú. Aquí Dios elimina a la mitad de los descendientes de Isaac afirmando que será de Jacob que salga el Mesías.

2.4. La descendencia de Judá Génesis 49: 10 No será quitado el cetro de Judá ni el bastón de mando de entre sus pies

De acuerdo con Génesis 49: 10 Jehová dice que de las familias de Judá saldrá el que será el Señor. Jacob tuvo doce hijos y cada uno llegó a ser una tribu de la nación hebrea. Aquí Dios elimina once doceavos de los descendientes de Isaac y afirma que de Judá

saldría el Mesías.

2.5. El padre de David Isaías 11:1 Saldrá una vara del tronco de Isaí; un vástago retoñará de sus raíces

En Isaías 11.1 Jehová dice que de la descendencia de Isaí brotará el vástago. Luego en la literatura talmúdica se afirma que el Mesías sería Hijo de David. Isaí tuvo por lo menos 8 hijos, Dios elimina 7 octavos de los descendientes de Isaí y determina que de la casa de Isaí sal-

dría el Ungido.

2.6. Belén, el pueblo seleccionado Miqueas 5.2 Pero tú, Belén Efrata, tan pequeña entre las familias de Judá, de ti ha de salir el que será Señor en Israel; sus orígenes se remontan al inicio de los tiempos, a los días de la eternidad.



De acuerdo con Miqueas 5.2 Jehová dice que de Belén saldría el Mesías. Lucas cla-ramente certifica que María y José tuvieron que desplazarse de Nazareth a Belén para obedecer la orden del censo decre-tado por Augusto César. Es allí donde nace Jesús. Lucas 2:1-6 Aconteció en aquellos días que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuera empa-

dronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban to-dos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. También José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David, para ser empadronado con María su mu-jer, desposada con él, la cual estaba encinta. Aconteció que estando ellos allí se le cumplieron los días de su alumbramiento. Aquí Dios elimina todos los pueblos de la tierra, excepto uno, para el nacimien-to de su hijo.

2.7. El regreso de Egipto Oseas 11:1 «Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. De acuerdo a Oseas 11:1, el mesías, el hijo de Dios vendría de Egipto, como en realidad regresó después de que Herodes persiguiera a aquellos primogénitos que nacieron en Belén. Así lo narra Mateo Mateo 2:19-21 Pero después que murió Herodes, un ángel del Señor apareció en sueños a José en

Egipto, y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muer-te del niño». Pero cuando oyó que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo temor de ir allá. Y avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea y se esta-bleció en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliera lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado na-zareno. Entonces él se levantó, tomó al niño y a su madre, y se fue a tierra de Israel.

En conclusión, el Mesías tenía que ser: Descendiente de Abraham, de Isaac, de Ja-cob, de Judá, de Isaí, de David y tendría que nacer en Belén. Debía emigrar a Egipto y luego regresar.



Estos requisitos excluyen al resto de los hombres del planeta que no los cumplen. Solo un puñado de hombres pueden cumplir con el primer grupo de requisitos y Je-sús estaba dentro de ese grupo.

3. Profecías de confirmación de mesianismo 3.1. Galilea, el primer territorio de trabajo

Isaías 9:1 Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo en que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles De acuerdo con Isaías 9:1 el Ungido iniciaría su ministerio en Galilea, Mateo, 600 años después, nos detalla como Jesús inició su ministerio en Galilea. Mateo 4:13-16

Dejando Nazaret, fue y habitó en Capernaúm, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí, para que se cumpliera lo que dijo el profeta Isaías: «¡Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles! El pueblo que habitaba en tinie-blas vio gran luz, y a los que habitaban en región de sombra de

muerte, luz les resplandeció».

3.2. Las señales mesiánicas Isaías 35:5-6 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos y destapados los oídos de los sordos. Entonces el cojo saltará como un ciervo y cantará la lengua del mudo… De acuerdo con Isaías 35 el Mesías abriría los ojos a los ciegos, y los oídos a los sordos. El historiador Josefo nos cuenta de ello y Mateo lo narra en el capítulo 11. Mateo 11:2-5 Al oir Juan en la cárcel los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos a pre-

guntarle: --¿Eres tú aquel que había de venir o esperaremos a otro? Respondiendo Jesús, les dijo: --Id y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es anun-ciado el evangelio;



3.3. El asnito Zacarías 9:9 ¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu rey vendrá a ti, justo y salvador, pero humilde, cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. De acuerdo con Zacarías 9 el Mesías entraría a Jerusalem montado en un asno pequeño. Así lo narró Lucas en su capítulo 19. Lucas 19:35-38 Lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el asno, subieron a Jesús encima.

Y a su paso tendían sus mantos por el camino. Cuando ya se acercaba a la bajada del Monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto. Decían: --¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor!¡Paz en el cie-lo y gloria en las alturas!

4. Profecías de su muerte

4.1. El Mesías debía ser traicionado. Salmo 41:9 Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó el pie contra mí La traición de Judas fue profetizada en el Salmo 41 y cumplida de acuerdo a Juan 13. Juan 13:21-26 Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu y declaró:

--De cierto, de cierto os digo que uno de vosotros me va a entregar. Entonces los discípulos se miraron unos a otros, dudando de quién hablaba. Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recos-tado al lado de Jesús. A este, pues, hizo señas Simón Pedro para que preguntara

quién era aquel de quien hablaba. Él entonces, recostándose sobre el pecho de Jesús, le preguntó: --Señor, ¿quién es?



Respondió Jesús: --A quien yo le dé el pan mojado, ese es. Y, mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón.

4.2. El precio de la traición al Mesías debía ser exactamente 30 monedas de plata Zacarías 11:10-12 Yo les dije: «Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo». Entonces pesa-ron mi salario: treinta piezas de plata. De acuerdo con Mateo, Judas recibió 30 monedas de plata. Mateo 26-15 … y les dijo: «¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Ellos le asignaron treinta piezas de plata».

4.3. El dinero de la traición al Mesías, sería devuelto al templo Zacarías 11:13 Jehová me dijo: «Échalo al tesoro. ¡Hermoso precio con que me han apreciado!»

Tomé entonces las treinta piezas de plata y las eché en el tesoro de la casa de Jehová De acuerdo con Mateo, Judas devolvió las 30 monedas de plata y las tiró en el templo.

Mateo 27:3 Entonces Judas, el que lo había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,

4.4. El Mesías debía sufrir por las faltas, desobediencias y pecados de su pueblo Todo su sufrimiento el día de su crucifixión fue profetizado por Isaías en su famoso capítulo 53. Isaías 53:3-11 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en

sufrimiento; y como que escondimos de él el ros-tro, fue menospreciado y no lo estimamos. Cierta-mente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros lo tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios! Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros cura-



dos. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su ca-mino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como un cordero fue llevado al matadero; como una oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, no abrió su boca. Por medio de violencia y de juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte. Aunque nunca hizo maldad ni hubo engaño en su boca, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándolo a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá descendencia, vivirá por largos días y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará sobre sí las iniquidades de ellos.

4.5. Los vestidos del Mesías debían ser repartidos y asignados al azar La repartición de sus vestidos a través de la suerte fue profetizada en el salmo 22. Y

cumplida en los evangelios. Salmo 22:18 Repartieron entre sí mis vestidos y sobre mi ropa echaron suertes Mateo 27:35 Cuando lo hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliera lo dicho por el profeta: «Repartieron entre sí mis ves-

tidos, y sobre mi ropa echaron suertes».

4.6. Al Mesías debían darle en su muerte hiel y vinagre. Salmo 69: 21 Me pusieron además hiel por comida y en mi sed me dieron a beber vinagre En Mateo 27 dice: Mateo 27:34 …le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero, después de haberlo probado, no quiso beberlo. El vinagre y la hiel que le dieron de beber en la cruz, de acuerdo a Mateo 27-34, hi-zo cumplir la profecía escrita en el salmo 69.



4.7. Ver la corrupción “Ver la corrupción” es un modismo hebreo que equivale a experimentar la muerte y la consiguiente corrupción del cadáver en el sepulcro. Los judíos creían fielmente que la corrupción del cuerpo iniciaba al cuarto día de fallecido. De acuerdo a la es-critura del Antiguo Testamento, el Mesías no podía llegar al cuarto día de muerto: Salmos 16:10 Ni permitirás que tu santo vea corrupción. En el libro de los Hechos estas palabras se interpretan como un anuncio profético de la resurrección de Jesús. Hechos 13:35-37 Por eso dice también en otro salmo: "No permitirás que tu Santo vea corrupción". Y a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió y fue reunido con sus padres, y vio corrupción. Pero aquel a quien Dios levantó, no vio corrupción.

4.8. El quebrantamiento de huesos Al Mesías, de acuerdo a la profecía, no se le podían quebrar los huesos. Salmo 34:20 “El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado”. ¿Cuál fue el día de la crucifixión? Es seguro que fue el día de la Pascua, o sea, el día

14 del mes de Nisán. El día siguiente era día muy sagrado para ellos. Por eso pidieron a los soldados que no dejaran los cuerpos colgados allí más que sólo ese día. Eso causó un problema para los romanos, porque a veces costaba días para que murieran los reos. A las 3 de la tarde oyeron las palabras de Jesús: “Consumado es”, y vieron que Él murió (Juan 19:30). Decidieron quebrar los huesos de los otros dos para adelantar su muerte por asfixia. Al acercarse al cuerpo de Jesús, vieron que estaba muerto y metieron una lanza en su costado

para comprobarlo. Y NO LE QUEBRARON LOS HUESOS.

4.9. El día de la muerte del Mesías, debería de oscurecerse el cielo exactamente al medio día. Amós 8:9 Aquel día, dice Jehová, el Señor, haré que se ponga el sol a mediodía: cubriré de ti-nieblas la tierra en el día claro



La oscuridad del medio día en la crucifixión estaba detallada en Amós 8 y fue narra-da por Marcos en su evangelio: Marcos 15:33 Cuando vino la hora sexta (medio día), hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

4.10. El Mesías tenía que ser sepultado en sepelio de ricos. Isaias 53: 9 Se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte El sepulcro del Señor fue en la tumba de José de Arimatea, hombre rico del Sanedrín y discípulo de Jesús. Mateo así lo certifica en su evangelio. Mateo 27:57-60 Cuando cayó la noche, llegó un hombre rico, de Arimatea, llamado José, que tam-

bién había sido discípulo de Jesús. Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diera el cuerpo. Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la pe-ña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada

del sepulcro, se fue.

5. Conclusión El Mesías tenía que ser: • Descendiente de Abrahám, de Isaac, de Jacob, de Judá, de Isaí, de David • Tendría que nacer en Belén. • De los nacidos en Belén que cumplen todos estos requisitos, también deben cumplir:

! Venir de Egipto ! Iniciar su ministerio en Galilea ! Abrir los ojos a los ciegos, y los oídos a los sordos ! Entrar a Jerusalem montado en un asno pequeño como rey ! Ser traicionado ! El precio de la traición debía ser exactamente 30 monedas de plata ! El dinero de la traición debía ser devuelto al templo ! Debía sufrir por las faltas, desobediencias y pecados de su pueblo ! Los vestidos debían ser repartidos y asignados al azar ! Debían darle en su muerte hiel y vinagre ! Su cuerpo no podía estar sepultado más de 3 días



! Sus huesos no debían ser quebrados ! El día de la muerte debería de oscurecerse el cielo exactamente al medio día ! Tenía que ser sepultado en sepelio de ricos.

En resumen, hay alrededor de 300 profecías cumplidas en Jesús que fueron escritas como mínimo 400 años antes. Las probabilidades de que todas estas profecías se cumplieran en un solo hombre son 1 en 100.000.000.000.000.000, o sea 1 en 10 a la 17. Esto equivale a cubrir toda Centroamérica con monedas de 20 colones, marcar una sola moneda y enviar a una persona con los ojos vendados a que en el primer intento encuentre la moneda marcada.

No hay duda de que lo escrito en la Biblia no pudo ser mera especulación, alguien con co-nocimiento pleno del tiempo debió inspirarlo. Ese alguien le habló al profeta Isaías di-ciendo: Isaías 46:9-13 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos, porque yo soy Dios; y no hay otro Dios, ni nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: "Mi plan permanecerá y haré



todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave y de tierra lejana al hombre de mi plan. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo llevaré a cabo". Oídme, duros de corazón, los que estáis lejos de la justicia: "Haré que se acerque mi jus-ticia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Pondré salvación en Sión y mi gloria en Israel"». Lo interesante es que las profecías se referían a un hombre, al hombre, a este Jesús, car-pintero de Nazareth, poblado sin importancia de una provincia sin importancia, Galilea, de un país sin importancia, Palestina; que sin dinero, sin armas, en un trabajo que duró tres años, conquistó millones de personas, más que Alejandro el Grande, César, Mahoma y Napoleón. Ninguna persona que haya vivido sobre este planeta ha evocado una cantidad tal de literatura entre tantos pueblos e idiomas y lejos de menguar, el torrente continúa en aumento. Algo absolutamente nuevo sucedió cuando Jesús vino al mundo: la eternidad in-vadió al tiempo y Dios apareció en la Tierra. Su venida fue el acontecimiento al que se di-rigía toda la Historia anterior y del que fluye toda la Historia posterior. Después de la ve-nida de Cristo, el mundo ya no puede seguir siendo el mismo. Fue el acontecimiento cen-tral de la Historia, y por eso fechamos el tiempo en antes de Cristo y después de Cristo: a.C. y d.C. Es como si, con Su venida, la vida y el mundo empezaran de nuevo otra vez. Este Jesús, el más famoso hombre que haya pisado la faz de la tierra. ¿Quien era?

6. Ningún líder religioso ha aseverado ser Dios. Ni Moisés, Pablo, Buda, Mahoma, Confucio o nadie relevante, ha aseverado su igualdad con Dios. Jesús si lo hizo. 6.1. Dijo de sí mismo ser uno con el Padre.

Juan 10:30 El Padre y yo uno somos.

6.2. Aceptaba adoración Tanto en la religión como en la cultura judía de entonces, y de ahora, ningún ser puede aceptar adoración pues solo se adora a Dios. Al Jesús aceptar adoración estaba manifestando claramente que él era Dios: Juan 9:35-38 Oyó Jesús que lo habían expulsado y, hallándolo, le dijo: --¿Crees tú en el Hijo de Dios? Respondió él y dijo: --¿Quién es, Señor, para que crea en él? Le dijo Jesús: --Pues lo has visto; el que habla contigo, ese es. Y él dijo:



--Creo, Señor --y lo adoró.

6.3. Perdonaba pecados El pecado o desobediencia a la ley de Dios tiene como resultado la separación de Dios con el pecador. Como se peca contra Dios solamente, solo Dios tiene la potes-tad del perdón. Mateo 9:2 Y sucedió que le llevaron un paralítico tendido sobre una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: --Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.

6.4. Usó títulos para sí mismo como Hijo del Hombre, Hijo de Dios. Juan 10:30, 10:36 El Padre y yo uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para ape-drearlo. ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: "Tú blasfemas", porque dije: "Hijo de Dios soy"?

6.5. Se dijo a sí mismo, “yo soy” que quiere decir Jehová. Él se identificó como el que se reveló a Moisés en la zarza ardiente, como Jehová: Éxodo 3:13-15 Dijo Moisés a Dios: --Si voy a los hijos de Israel y les digo: "Jehová, el Dios de vuestros padres, me ha enviado a vosotros", me preguntarán: "¿Cuál es su nombre?" Entonces ¿qué les responderé? Respondió Dios a Moisés: --"Yo soy el que soy". Y añadió: --Así dirás a los hijos de Israel: " «Yo soy» me envió a vosotros". Además, Dios dijo a Moisés: --Así dirás a los hijos de Israel: "Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros". Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos. Juan 8:23-24 Y les dijo: --Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; si no creéis que yo soy, en vues-tros pecados moriréis.



Juan 8:58 Jesús les dijo: --De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuera, yo soy.

7. El dilema: o es Señor y Dios, o es mentiroso o es loco. No podemos llamarlo solo ma-estro o profeta. Él no nos dejó esa posibilidad.

Jesús aseguraba que es Dios

Sus aseveraciones eran falsas Sus aseveraciones son ciertas Él sabía que Él no sabía que Él es Señor y Dios eran falsas eran falsas Representó Estaba sinceramente Usted puede Usted puede una comedia autoengañado aceptarle rechazarle

Fue un mentiroso Estaba loco Usted debe Usted se queda sin seguirle esperanza

Fue un tonto Usted debe Porque murió por eso obedecerle Sus discípulos eran iguales de locos, o tontos, Usted recibe vida porque dieron también su vida por seguirle.

LA MEJOR PRUEBA, LAS VIDAS CAMBIADAS Basado parcialmente en el libro “Evidencia que exige un veredicto” de Josh Mc Dowell Editorial Vida 1982.

Las citas de las escrituras son tomadas de la Biblia Reina Valera rev. 1995

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