a las orillas del pacifico

Autor | Conferencista | Consultor Diego Arias Zapata – Experto en Desarrollo Humano. Liderazgo y Talleres Vivenciales.

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En memoria a quien en vida, supo los

suplicios de lo que es vivir el tormento de

una historia no estudiada, mucho menos

aprendida. Hicierón que hoy continue tu

sueño, escribiendola en mi obra.



A las

Orillas

del

Pacifico

Autor

Diego Arias Z.



A las Orillas

del Pacifico

Autor

Diego Arias Z.

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A las Orillas del Pacifico

Son solo días los que nos separa de una decisión que no depende de ti ni de mí, no depende

de nosotros. Lo que depende de nosotros es lo que se haga con esta. Mis memorias me dicen ser

Peruano, pero mi alma me dice ser del mundo, un mundo donde las tierras y los hombres son tan

iguales, siendo Chilenos o Peruanos.

Todo hombre que habita en este mundo lleva en su cuerpo sangre que flamea como

instintos, de un mismo color que hace movernos y acelerar el corazón de la misma forma, cada vez

que algo grandioso o poderoso se nos asoma.

Hoy escribo desde las orillas de un mar, tan majestuoso e imponente, desde una costa

productiva y emblemática. En ella se guarda más de mil y un historias místicas y milenarias. Este

mismo mar que arropa en sus aguas y de la misma manera a un chileno y tan solo a unas millas

más lejanas en la misma costa a un peruano.

Ese mar por el que ahora sin tan siquiera saberlo, que en él se encierre una culpa que no es tuya ni

mía, una culpa que muchos menos es del mar.

Tanto es lo que une al pacifico y sus costas como a su gente.

Que Chileno no canto los boleros de un Peruano, cuantas historias se acogen en cada

concierto o disco escuchado.

De la misma manera que Peruano no se ha enamorado leyendo el Poema 20, cuantas

declaraciones de amor y romances encierran este poema y su autor.

A este mar que unieron tantos poetas y los dos premios nobel, que se lograron por dos seres

que vivirán por siempre frente al mismo mar.

Que peruano no ha gozado de los grandes vinos chilenos, y que chileno no se ha deleitado con el

más grande pisco peruano. Ambos vuestros, ambos suyos, ambos nuestros.

Miro mi silueta caminar sobre las orillas de un mar tan majestuoso y recuerdo a un héroe

milenario, que transformo los mares y elimino fronteras. Luchando por su causa, sin importar de

qué parte de la costa seas, ambos te recuerdan caballero de los mares.

Pues por ti, mil historias de hombres que vivierón, cuando su condena en ese entonces natural

debio de ser la muerte.

Que mas honorable que recordarte y reflexionar, que harias tu en una situación como esta. Tu que

renunciaste a todo behemencia, pues fiste un gran guerrero pero sobre todo un grandioso humano.

La Caballerosidad de Miguel Grau , el Honorde Arturo Prat, la valentía de ambos. La

hidalguia de caballeros antiguos que hoy nos dieron dos naciones que en su singular son

grandiosas, pero juntas son Titanicas.

Militares, pero ante todo hombres a fin de cuentas, camaradas que sin razón de excusa,

demostrarón la grandeza de sus almas al dejarnos su vida, por ti Pacifico.



Sigo frente al mar, miro el ocaso ese que cae de la misma manera, aquí como por allá, aquel que

hará que mas hombres se enamoren de ti Pacifico. Pues tu nombre es lo que necesitan estas tierras

recordar, después de cada decisión que te involucre.

Si un dejo o un acento diferente existen dentro de nuestras tierras, ¿porque extrañarnos por

que existan fueras de estas? Mas que una excusa es una estupidez, la vehemencia del hombre que

mire diferente a otro por su manera de hablar.

Latinos a fin de cuentas, hermanos a si algunos pocos no lo quieran, pues en las venas de un

chileno y peruano corren sangres de mil razas distintas. Y siendo esto así, cada vez hay mucho

menos que nos haga pensar que somos diferentes.

Quien escribe recuerda un amor que murió en sus brazos, una mujer Chilena que enamoro a este

Peruano hasta los huesos, ese mismo amor que hizo que de mi borren prejuicios, percepción de

una misma historia y una que otra tontería mas.

Miro ahora con anhelo la bandera Peruana y la Chilena tan parecidas al tener dos colores

iguales, y tan diferentes por su manera de verse. Pero tan puras por ambas y en ella se debe

encerrar un grito de libertad, de proclamación dado por un mismo hombre.

Una historia milenaria, nos unirá siempre, una guerra nos separó, una guerra nos destruyo. Pues

sin importar quien venció o cayó derrotado, una guerra siempre es una perdida para todos.

Hoy el destino es majestuoso, la realidad es irónica al hacernos crecer de hombro a hombro, al

darnos una oportunidad de enlazar en tierras, lo que en más de mil almas de aquí o de allá hacen

mucho viven unidas.

Hombres peruanos que viven felices entre chilenos, chilenos que viven felices entre peruanos,

hombres que aman, pues son hombres a fin de cuentas.

Buscar unir lo que ya se encuentra unido, este es un trabajo que ha comenzado por almas de

ambas partes que han llegado antes que yo, y de otros que seguirán construyendo cuando deba de

partir.

Esta es solo una carta, un sueño, una verdad, una promesa que necesitaba ser escrita, no diré el

nombre pues el anonimato será mi fiel compañera, esa que me cubre en la mística de lo oculto

siempre tu sonrisa y tus ojos, esos que tanto ame, esos por los que ahora escribo.

Hay sueños que han nacidos para nunca ser contados, tu eres de esos sueños mi bella cantante, tú

fuiste de esos sueños que han nacido solo para ser vividos, para ser creados.

Concluyo en una hermandad que en la carne propia se dio, cuando dos almas se unieron, de esta

manera el amor ha unido a más peruanos y chilenos, y unirá a más hermanos en el mundo.

Las fronteras existen para los que no aman, para los que no cantan con el alma, americanos,

Rusos, Israelitas, Palestinos, Chilenos, Peruanos, Británicos, Coreanos, Africanos. Cristianos,

Católicos, Agnósticos, Ateos, socialistas, comunistas, capitalistas, blancos, negros, chinos todos

tan iguales.



Todos con un corazón, un alma, una mente, que es capaz de olvidar el pasado, y de crear un futuro

con amor, un futuro, sin fronteras.

Son los hombres los que crean fronteras y limites en la tierra, son los hombres los que ponen

nombres a lo de aquí y lo de allá, son estos mismos hombres los que sin notarlo viven en una misma

tierra y se zambullen en un mismo mar.

Diego Arias



Son los hombres de valor los que construyen puentes, cuando la vida coloca fronteras, que mas osadía la de una

generación que no ha vivido una guerra, que la de liberar la mente de los que fuerón, los que son y

los que vendrán en estas tierras. Encubando en ellos un nuevo concepto , HERMANDAD.

a las orillas del pacifico

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