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Construcción sostenible sin límitesSandra Forero RamírezPresidente, Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol Fotos: Cortesía Camacol

Colombia se ha posicionado como uno de los países que promueve activamente la construcción sostenible. Mucho tiene que ver en ello el Reglamento de Construcción Sostenible que entró en vigencia en julio del año pasado, cuyo punto de partida es el ahorro de agua y energía.

Son cada vez más los empre-sarios que implementan en sus proyectos medidas de eficiencia y sostenibilidad, promoviendo también la innovación.

Por algo destaca el estudio “Tendencias Globales de Construcción Sostenible 2016” –rea-lizado y publicado por Dodge Data & Analytics el año pasado– que Colombia es uno de los países con alto potencial de incidencia de la sostenibili-dad en nuevas construcciones, en la renovación de edificaciones existentes y en la creación de un mercado de unidades habitacionales sostenibles.

El estudio –que contó con el apoyo investiga-tivo del World Green Building Council e insumos de la red de miembros del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS)– prevé un

repunte de 20 puntos porcentuales en el número de empresas que tienen más de un 60% de proyectos sostenibles dentro de su portafolio en los próximos tres años, aumentando de 18% a 38% debido, entre otras causas, a la madurez del mercado en cuanto a capacidad y, además, a los breves periodos de retorno de la inversión.

De acuerdo con la investigación, en el panorama existen retos por superar: hay que trabajar en la falta de conciencia del público en general sobre los benefi-cios de la construcción sostenible, y en la generación de incentivos para masificar buenas prácticas.

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En este marco, el Reglamento de Construcción Sostenible (Resolución 0549 de 2015) –expedido con el trabajo coordinado entre el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, la Corporación Financiera Internacional (IFC) y Camacol– apunta a ser un hito en la actividad constructora e inmobiliaria del país. Tuvo un marco de apoyo económico y técnico entre las instituciones, partió de una detallada comprensión, evaluación y clasificación de la actividad edificadora y del territorio colombiano, lo cual permite que la matriz de implemen-tación y las recomendaciones técnicas que expone tengan base en un minucioso análisis de impacto y estén determinadas bajo un criterio de costo-beneficio.

Lo cierto es que el sector está comprometido con la sostenibilidad. Son cada vez más los empresarios que implementan en sus proyectos medidas de eficiencia y sostenibilidad, promoviendo también la inno-vación. En esa línea, el Reglamento define porcentajes de ahorro en agua y energía según tipo de edificaciones y zona climática, a través de la implementación de medidas pasivas (diseño) y activas en la cons-trucción de nuevas edificaciones, lo que permitirá mejorar la calidad y confort de los espacios e impulsar la transformación del sector para hacerlo más competitivo y sostenible.

La medida tiene un potencial de largo alcance para incidir en el ejercicio de las actividades empresariales y su relación con el medio ambiente. La adaptación y los cambios en el mercado van a crear nue-vas oportunidades para optimizar los recursos, disminuir los consu-mos e incentivar la innovación en productos, desarrollos tecnológicos y nuevas formas de generar valor agregado en la actividad edificadora.

construcción sostenible como uno de sus ejes funda-mentales. Con EDGE, la meta es lograr que, en siete años, una de cada cinco nuevas edificaciones garantice el ahorro de 20% de energía, agua y energía utilizada en los materiales.

La estrategia EDGE fue creada por la Corporación Financiera Internacional para países emergentes. Consta de un estándar, un software de modelación y un sistema de certificación de diseño y construcción de nuevas edificaciones destinadas a vivienda, oficinas, hospitales, comercio y hoteles. En la actualidad opera en 125 países del mundo.

El estándar hace referencia a obtener ahorros del 20% en energía, agua y energía consumida en los materiales; el software permite modelar de manera ágil los proyectos visualizando de manera inmediata el rendimiento del edificio. La certificación se realiza sobre el diseño y sobre el edificio construido.

La puesta en marcha del programa en Colombia constituye un nuevo avance en el compromiso de los constructores con la transformación de prácticas que incorporen criterios de sostenibilidad.

Las oportunidadesDe acuerdo con Prashant Kapoor, quien pertenece a la Unidad de Cambio Climático de IFC (desde donde se concibió EDGE), en un país como Colombia, con una dinámica actividad edificadora, se abre una ventana de oportunidades para garantizar que la construcción sea sostenible, con el fin fundamental de asegurar la eficiencia en el consumo de recursos en el futuro. En ese sentido, IFC entendió que se necesitaba una estrategia contundente para alinear los intereses de los arquitectos, desarrolladores, financieros y propietarios de inmuebles. Es así como surge esa solución integral que provee las pautas necesarias para construir y cer-tificar como sostenible un proyecto de manera rápida, fácil y asequible. Pero también es una herramienta de inversión, que muestra las opciones más rentables para diseñar construcciones sostenibles que utilicen 20% menos de energía y agua.

La estrategia significa un cambio transcendental frente a la percepción que se tenía hace unos años de las construcciones sostenibles, que esteban limitadas principalmente a proyectos de segmentos altos con destinos corporativos. Se trata de una oportunidad de democratizar esa tendencia hacia una producción a gran escala. Colombia está en capacidad de liderar esa transformación, pues resulta ser un país atractivo. Además, el aspecto más destacable es que existen la voluntad política y el compromiso para encaminarse por un entorno más sostenible, con toda la intención de reducir las emisiones de gases efecto invernadero (GEI), de acuerdo con los compromisos adquiridos en el COP 21.

La estrategia EDGE fue creada por la Corporación Financiera Internacional para países emergentes.

Certificación EDGE Como siguiente paso a la expedición e implementación del Reglamento de Construcción Sostenible, el año pasado se suscribió el acuerdo que permite implementar en Colombia la estrategia Excelencia en Diseño para Mayores Eficiencias (EDGE, por sus siglas en inglés), a través de Camacol en el marco de su programa Camacol Innova, que tiene a la

1 “Comprenden el uso de sistemas mecánicos y/o eléctricos para crear condiciones de confort al interior de las edificaciones, tales como calderas y aire acondicionado, ventilación mecánica, iluminación eléctrica, entre otras”. Resolución 0549 de 2015.

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entienden el valor a largo plazo de la inversión porque son inmuebles que tienen o tendrán mayor demanda en el mercado y, por lo tanto, se valorizan mucho más rápido. Los propietarios también creen en el sentido de cumplir con una elección responsable. Por su parte, los constructores o desarrolladores pueden capitalizar esas ventajas comparativas que tienen sus proyectos en la atracción de nuevos clientes y la promoción de sus marcas.

Mitos de la construcción sostenibleEn un informe titulado "El caso de negocio para edifi-caciones sostenibles: una revisión de los costos y bene-ficios para desarrolladores, inversionistas y ocupantes", realizado por el Consejo Mundial de Construcción Sostenible (WorldGBC por sus siglas en inglés), que-daron sin fundamento algunos de los “mitos” sobre la construcción sostenible:

“La construcción sostenible es más costosa”Según el estudio, la construcción sostenible no tiene que ser más costosa aunque a pesar de cierta percepción de que los costos adicionales pueden alcanzar cifras de hasta 29%. Los costos adicionales evidenciados en la ejecución alcanzan realmente un máximo de 12,5% en casos de edificaciones pasivas o de cero emisiones. No obstante, sí existe una relación proporcional entre el nivel de exigencia y los costos adicionales asociados al cumplimiento de un estándar. Una certificación de

Los proyectos de vivienda certificados son atractivos para los compradores debido a que les economiza dinero en el caso de habitar sus espacios.

El software de EDGE es un modelo cuantificable que permite a los desarrolladores optimizar sus diseños. Es una herramienta que demuestra los ahorros que pue-den producir los conceptos sostenibles y la tecnología, identifica los costos que generan las medidas seleccio-nadas y calcula el tiempo de retorno de la inversión.

La certificación reconoce que cada proyecto es único en el mundo y que varía de acuerdo con la ciudad donde se construye, con las dimensiones y, de alguna manera, con los usuarios finales. Integra una base de costos y materiales que el desarrollador tiene de referen-cia para modelar su propio proyecto, lo que le ayuda a tomar las mejores decisiones, al tiempo que mantiene las preferencias de los clientes en la planeación.

Pueden certificarse los nuevos proyectos residen-ciales y comerciales, incluyendo casas y apartamentos, hoteles y resorts, proyectos corporativos, clínicas y establecimientos de comercio. Si el desarrollador administrara la propiedad puede beneficiarse de los ahorros en los costos operacionales de la edificación. Y si construye para vender, puede promover entre sus clientes mayor valor agregado del proyecto a través del bajo costo de los servicios públicos. De cualquier forma, la certificación EDGE se traduce en clientes satisfechos, mayor valor de la empresa o marca que construye y menor impacto ambiental.

Los proyectos de vivienda certificados son atracti-vos para los compradores debido a que les economiza dinero en el caso de habitar sus espacios. Además,

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construcción sostenible como EDGE, que tiene metas claras de reducción, además de un proceso que tiene en cuenta aspectos de sostenibilidad desde las etapas tempranas, re-dundará en costos incluso inferiores a los de una edificación tradicional.

“Invertir en edificaciones sostenibles no es rentable”El estudio muestra que los edificios sostenibles presentan mayor tasa de ocupación gracias al confort, salud y bien-estar que brindan a sus ocupantes, así como a los menores costos operacionales asociados, lo que se traduce en un valor diferencial para los arrendatarios en el momento de escoger un inmueble. Teniendo esto en mente, inmuebles con mayor demanda garantizan los flujos futuros de dinero por concepto de arrendamientos. Desde la perspectiva de los constructores, la posibilidad de ofrecer un inmueble con mayor confort y menor depreciación resulta una poderosa herramienta en el momento de diferenciarse de la compe-tencia, de ofrecer valor agregado a sus clientes y acelerar sus ventas, completando así la cadena de beneficios para todos los actores.

“Los costos de operación son más altos”La mejor manera de cuantificar la rentabilidad de una edificación sostenible es evaluar los ahorros que se alcanzan durante su operación. Obtener, por ejemplo, un 20% de ahorro sobre el consumo de agua o de energía eléctrica durante 50 años de operación de una edificación genera un gran impacto, no sólo ambiental sino también sobre las finanzas de sus ocupantes. Si hiciéramos un balance de la energía total consumida en una edificación, más que en la etapa de construcción, la mayor parte se consume durante la fase de operación de la edificación; por tanto, el aprove-chamiento de los recursos como la iluminación y ventila-ción naturales va a repercutir en menor consumo de energía eléctrica. Asimismo, medidas simples como la instalación de materiales cuyo mantenimiento requiera menor cantidad de agua representará un ahorro constante en el tiempo.

“El confort de la construcción sostenible no incrementa la productividad”Los edificios sostenibles evidencian menores costos energé-ticos por sistemas de calefacción, ventilación, aire acondi-cionado e iluminación, así como el consumo reducido de agua, por lo cual aquellas empresas que decidan invertir o arrendar oficinas en una edificación sostenible verán refleja-do el uso eficiente de los recursos en beneficios económicos cuantificables durante la ocupación. Adicionalmente, el diseño sostenible brinda mejores condiciones de confort y habitabilidad, cualidades que repercuten en la mejora de la productividad laboral, la salud y el bienestar ocupacional. Las ganancias de productividad generadas por espacios in-teriores más saludables representan un 5% de los costos de los empleados (Yudelson, 2009), ventajas que las empresas no pueden ignorar.

Con la entrada en vigencia del Reglamento de Construcción Sosteni-ble se espera que el sector supere la meta de reducción de la emisión de gases, y en ese sentido juega un papel fundamental la estrategia EDGE. Si cada nación tiene un plan tangible en marcha para alcanzar la meta, será posible detener el calentamiento global y alcanzar la meta de dos grados de aumento respecto a la temperatura preindustrial, que es el objetivo estable-cido cuando los representantes de alrededor de 200 países se reunieron en el COP21 en París.

Las construcciones sostenibles son literalmente bloques de ciudades inteligentes, esencialmente desarrolladas para la supervivencia del planeta. Son parte crucial de nuestro reto de mitigar el cambio climático y dejar un mejor legado a nuestros hijos.

Con la entrada en vigencia del Reglamento de Construcción Sostenible se espera que el sector supere la meta de reducción de la emisión de gases, y en ese sentido juega un papel fundamental la estrategia EDGE.

El sistema de certificación EDGE tiene características especiales que permitirán masificar su adopción:

• Fue desarrollado especialmente para países emergentes y se adecua al mercado en el que va a ser implementada; en ese sentido su aplicación es más sencilla.

• Cuenta con parámetros claros que facilitan su implementación. • No requiere consultores especializados.• El software permite visualizar de manera rápida y sencilla

cómo algunas medidas prácticas de ahorro de agua y energía pueden mejorar el rendimiento del edificio, con costo adicional mínimo o nulo.

• El costo de auditoría y certificación para las etapas de diseño y construcción es muy asequible.