PASOS PARA Crecer Espiritualmente en… la Fe… Por Leonor Galindo Cruz, fsp

Estimados Lectores:Me es grato saludarlos y compartir con ustedes unas cuantas líneas sobre el tema de la FE que el Papa Benedicto XVI ha destinado este año del 11 de octubre 2012 al 24 de noviembre 2013, para reflexionar sobre este don que hemos recibido con el sacramento del Bautismo y confirmado con el sacramento de la Confirmación. La fe es un don y una tarea: es don porque es un regalo del Espíritu Santo que nos permite renovarnos todos los días en auténticos cristianos y crecer en nuestra identidad de hijos de Dios; es tarea porque la fe no es estática ni es algo para guardarlo y sacarlo sólo en tiempos de crisis y de necesidad, sino que es un compromiso diario de vivir de acuerdo a los mandamientos y enseñanzas de Dios.

≈ La fe necesita ser cultivada con la escucha de la Palabra de Dios, con la práctica de los sacramentos, especialmente con la asidua participación a la Eucaristía y el sacramento de la Reconciliación y principalmente con la confesión de nuestra fe en el Señor Resucitado.

≈ En la Carta Apostólica la “Puerta de la Fe” el Papa Benedicto XVI nos invita a retomar el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica, con la intención de ilustrarnos para comprender los contenidos y fundamentos de nuestra la fe; esto motivará y ayudará a entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios. Dice san Pablo que: “Con el corazón se cree y con los labios se profesa” (Rm 10,10). Profesar con la boca indica que la fe implica un testimonio y un compromiso público, así que este tiempo especial de gracia nos permitirá reflexionar y redescubrir la fe que nos anima para seguir adelante.

≈ Naturalmente que es un Año propicio para dejarnos convertir por el Señor, único Salvador del mundo. Atendiendo a sus llamados, el amor de Dios nos invita a una nueva vida, y en la medida de nuestra disponibilidad, el Espíritu Santo trabajará interiormente en nosotros e irá transformando nuestros pensamientos, acciones, afectos, mentalidad y comportamiento para llegar a ser “hombres nuevos”, como dice el apóstol san Pablo (Ef 4,24). El parámetro para saber sí hemos avanzado en la conversión es descubrir si nuestra fe está acompañada de la caridad, ya que la fe sin la caridad no da fruto y la caridad sin fe se quedaría en un sentimiento vacío, la fe y la caridad van unidas.

≈ En la actualidad es necesario redescubrir la alegría cristiana que nos conduce a creer, a fin de volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe. Este don crece cuando vivimos una experiencia positiva de nuestro ser cristiano y cuando estamos convencidos de que Dios nos ama y quiere que seamos felices. Esta experiencia ensancha nuestro corazón y así atraemos a otras personas a la vivencia de una fe auténtica; como dice san Agustín: “La fe se fortalece creyendo y por este motivo somos alegres”.

≈ En todo este tiempo tendremos la oportunidad de celebrar, vivir, orar y confesar nuestra fe a través del CREDO, ya sea que lo hagamos personalmente en nuestra casa, con nuestra familia o en la parroquia; lo importante es que experimentemos la necesidad de conocer más sobre este don para que de esta manera obtengamos la capacidad de transmitir a otras personas o a las próximas generaciones lo que vayamos descubriendo en la vivencia de esta gracia recibida gratuitamente de parte de Dios el día de nuestro Bautismo.

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