5 criterios para afrontar exitosamente un proceso de cambio · 2018-09-01 · desde que llegamos al...

5 criterios para afrontar exitosamente un

proceso de cambio

Juliana Trujillo

www.construyetutransformacion.com


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Tabla de contenidos

5 criterios para afrontar exitosamente un proceso de cambio

Introducción 3

1. Aceptar el cambio como la única constante en la vida 4

2. Tener claro el norte como persona-organización 6

3. Contar con un método para asumir transiciones 9

4. Practicar “hábitos madre” 11

5. Ser adaptable, flexible, innovador 14

Convierte tu proceso de transición en una transformación real 16


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Introducción

La experiencia me ha enseñado que la gran mayoría de personas y empresas

presentan resistencia al cambio. Lo más paradójico de esto es que no hay nada más

real en nuestra vida que el cambio. Desde que llegamos al mundo estamos

cambiando interna y externamente, es parte de nuestra esencia como seres vivos.

Entonces, ¿por qué tanta resistencia a aceptarlo? ¿Por qué nos aferramos a lo

conocido y “estable”?

La respuesta más simple que he ido encontrando en el camino, tanto personal como

en el acompañamiento de muchas personas en procesos de transición, es que le

tememos al cambio o nos resistimos a este proceso tan natural como la vida misma

porque no sabemos qué va a pasar después, es algo así como no alcanzar a ver qué

hay detrás del cambio, con qué nos encontraremos “pasando el puente” y ante la

incertidumbre, preferimos quedarnos en la zona conocida. Bien lo expresa el viejo

dicho: “mejor malo conocido que bueno por conocer”.

Lamentablemente en este resistirnos a vivir plenamente nuestros procesos de

transición, nos limitamos, nos perdemos valiosas oportunidades, dejamos de crecer,

aprender y avanzar. Es por esto que hemos decidido crear este breve documento, en

el que compartimos contigo cinco criterios universales (es decir, aplicables a cualquier

tipo de transición) que sirven para experimentar exitosamente procesos de cambio.


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Espero que sea de gran utilidad para ti, tu vida, relaciones y por supuesto tu

negocio.

Cordialmente,

Juliana Trujillo

Creadora de seminarios Construye tu Transformación

1. Aceptar el cambio como la única constante en la vida

La estabilidad es una ilusión, no existe. Así de simple. Las personas y

organizaciones tendemos a buscar algo estable, algo que nos permita tener

certezas, respuestas, en últimas que nos permita tener el control. Me he dado

cuenta que no hay nada que controlar, más que nuestra actitud ante los eventos

de la vida. Porque cuando aprendes a responder a algo, inmediatamente la vida

te cambia la pregunta. Te ha pasado, ¿verdad?

No te estás dando cuenta pero en este preciso momento millones de células en

tu cuerpo están naciendo, otras se están reproduciendo y otras están muriendo.

Así mismo, tu piel está cambiando, tu hígado se está renovando, tus neuronas

están en actividad constante. En este momento, aunque quisieras controlarlo, no


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puedes interrumpir de manera súbita el ritmo de tu corazón, al menos con un

método natural.

Quiero contarte que desde hace algunos meses inicié la práctica de un tipo de

yoga que me ha enseñado mucho acerca de la vida. Es una versión de Yoga en el

aire llamado “Aero Yoga”, en la que literalmente te subes a una especie de hamaca

y cuelgas, y desde allí se realizan cualquier cantidad de movimientos basados en

asanas (posturas) de Yoga, sólo que con un desafío adicional: evitar marearte y

evitar caerte.

En las primeras clases mi cabeza daba vueltas, salía con tanto mareo que me

duraba todo el día. Sumado a esto, no podía disfrutar la clase porque quería lograr

las posturas pero me enfocaba demasiado en evitar que mi columpio se moviera.

Mi atención estaba puesta en “controlar” y no en “construir”. Yo, que llevaba toda

mi vida adulta buscando la estabilidad, las respuestas definitivas y el control total

de mis circunstancias, aprendí en una de mis clases de Aero Yoga probablemente

una de las lecciones más importantes de mi vida: “el equilibrio no es ausencia de

movimiento, por el contrario, el equilibrio se logra cuando aceptamos el movimiento

y fluimos con él” dijo un día mi maestra. A partir de ese día maduré mucho en mi

práctica y sobretodo lo más importante: empecé a disfrutar como niña cada

minuto de mi clase.

Te estarás preguntando, ¿por qué habría de importarme tu experiencia personal

en una clase de Yoga? Pues bien, básicamente es una metáfora de lo que es

nuestra vida. Realmente hay muy poco en nuestra vida que podamos controlar,

todo está en constante movimiento, en constante cambio. Los negocios cambian


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de un día para otro, las condiciones de un mercado son un desafío distinto todos

los días o si no pregunta a los que trabajan en la bolsa de valores. Las personas

con las que nos relacionamos también están cambiando, nuestro cuerpo se

renueva completamente cada determinado tiempo.

Es por esto, que el primer criterio universal que sirve para transitar exitosamente

por un proceso de cambio, es la aceptación del movimiento como la única

constante en nuestra vida, nuestras relaciones, nuestros negocios. Si nos

resistimos a aceptar esta realidad, sufriremos cada vez que lleguen procesos de

transición y lo peor de todo, corremos el riesgo de estancarnos. Suena un poco

desagradable pero el agua que no se mueve se echa a perder. Pasa igual con

nosotros como personas, con las relaciones y los negocios: lo que no se mueve

se echa a perder. Así que bienvenido el cambio, las transiciones, el movimiento

constante.

“El cambio es inevitable, el crecimiento es opcional” Tony Robins

2. Tener claro el norte como persona-organización

En el punto anterior te hablaba acerca de que realmente hay muy poco que

controlar en nuestra vida y que el querer tener todo bajo control lo único que

hace es que perdamos el foco y no nos dejemos sorprender con nuevas

oportunidades. Algo que sí podríamos controlar o por lo menos definir con


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certeza es lo que queremos de nuestra vida, de nuestras relaciones, de nuestro

negocio, por lo menos por períodos de tiempo específicos.

Las circunstancias externas no nos pertenecen, las condiciones internas como lo

son nuestros pensamientos, actitudes y decisiones sí. Te voy a contar una segunda

historia. Resulta que hace 6 años viví el cambio más grande que he podido vivir

hasta ahora. Después de haberme mudado de casa más de 25 veces durante mi

vida, vivir en 7 ciudades, 3 países y muchos otros cambios que he enfrentado,

ninguno me marcó tanto como el de ser mamá. A principios de enero del 2012

nació mi hija y yo ya tenía un plan perfectamente trazado para ser la “mamá ideal”

y seguir siendo productiva, es decir permanecer activa en el mundo laboral.

Mientras transcurría mi embarazo, tomé sesiones virtuales con mi Coach que

reside en Canadá y juntas trazamos toda mi estrategia para vivir mi maternidad y

seguir trabajando de manera independiente. Para esta época yo trabajaba para

una gran empresa en un proyecto que me apasionaba realmente. Sin embargo,

no quería tener jefes ni horarios, por lo que parte de mi nuevo plan era renunciar

y empezar mi propio negocio. Así lo hice.

En esa época vivíamos en México mi esposo y yo. Así que nació nuestra bebé y

todo iba saliendo de maravilla con mi plan. Cuando ella tenía cuatro meses

empecé a ofrecer mis servicios de Coaching y programas de desarrollo de talento

para empresas. Salió el primer contrato un mes después de iniciar, todo indicaba

que mi plan era un éxito.


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Unos pocos meses más tarde, mi esposo me da la noticia de que le ofrecieron una

nueva oportunidad laboral en Costa Rica y quería tomarla. Realmente era algo

que nos favorecía como familia, sin embargo, mi maravilloso plan falló. Tuve que

retirarme del proyecto un poco antes de finalizarlo. Si algo quiero remarcar es que

tenía claro mi norte: quería disfrutar al máximo a mi bebé y trabajar tiempo

parcial bajo mis propios criterios.

Así que la lección que aprendí de esto fue: tu estrategia puede cambiar cuantas

veces sea necesario; tu norte debe ser claro y coherente con tus valores. Lo que

sucedió después de este nuevo cambio con la relocalización fue todo un

torbellino de experiencias, unas gratificantes, otras no tanto, pero lo más

importante es que yo tenía claro mi objetivo principal en esos momento de mi

vida.

El segundo criterio para transitar exitosamente por procesos de cambio es tener

claro tu norte, porque la vida cambia, todo está en movimiento, hay muy poco

que puedes controlar. Lo que sí está en tus manos es la brújula de tu vida, aquello

que consideres como aspectos prioritarios, todo lo que tú valoras. Las estrategias

se adaptan, los valores fundamentales no pueden ser negociados. Así en la vida,

así en los negocios. Las empresas pueden modificar su estrategia cuantas veces

sea necesario en aras de ser innovadora y estar a la altura del mercado actual, lo

que permanece fijo es el norte, su propuesta de valor fundamental, aquello por lo

cual existe el negocio.


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3. Contar con un método para asumir transiciones

Uno de mis grandes maestros en Programación Neurolingüística, el Dr. Armando

Solarte, publicó un libro donde compila más de 20 años de experiencia

profesional en procesos de curación y cambios profundos en personas y

organizaciones. El libro se llama Make It Happen y allí expone de una manera

divertida y al mismo tiempo rigurosa (científicamente hablando), sus principales

hallazgos que sirvieron como base para crear el modelo de intervención PNIT

(Psiconeuroinmunoterapia)-Técnica Solarte.

Su principal interés, según como yo lo comprendo, es el de poder intervenir en

los procesos de enfermedad (especialmente enfermedades crónicas) para ayudar

a sus pacientes a retornar al estado de salud y bienestar a través de técnicas cero

invasivas con efectos sorprendentemente rápidos. Aplica el mismo principio para

las relaciones y los negocios, que también se “enferman” y necesitan intervención-

curación.

Probablemente el concepto que más me impactó al leer su libro y después de

haber estado previamente en varios entrenamientos presenciales con él, fue éste:

“Sufrir es cuestión de método”. Después de estudiar miles de casos clínicos, el Dr.

Solarte llegó a la conclusión de que las personas, relaciones y organizaciones para

poder enfermarse y mantenerse en este estado, siguen un método, la mayoría

inconsciente, pero al fin y al cabo método.


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Así mismo plantea entonces que estar bien, ser saludable, próspero y feliz también

es cuestión de método, es decir una secuencia estructurada de ciertas conexiones

neuronales que nos lleven al estado que realmente deseamos. La clave está en

saber enfocar nuestra atención y la gran capacidad de nuestro sistema nervioso

para producir cambios positivos y duraderos en nuestra vida. Esta maravillosa

premisa me lleva al planteamiento del criterio número 3 para transitar

exitosamente por procesos de cambio: “necesitamos un método para vivir

procesos de transición”. Un método efectivo, creativo, innovador y que nos lleve al

crecimiento.

Siendo adultos, seguramente ya tenemos nuestro método para afrontar los

cambios, un ABC de pensamientos, actitudes y comportamientos que aparecen

de manera automática cuando llega algún movimiento-transición a nuestra vida.

La pregunta sería, ¿es tu método lo suficientemente creativo, efectivo y

respetuoso contigo mismo y tus seres queridos?

Si la respuesta es NO, te invito a que te entrenes en estrategias innovadoras como

aquellas que proponen las neurociencias, las nuevas tendencias de gamificación

de los negocios (como lo es LEGO® SERIOUS PLAY® por ejemplo) y otros

métodos disruptivos que te permitan ser más adaptable, más creativo y más

consciente de tus estrategias para asumir los cambios.

Con un poco de acompañamiento por parte de un profesional en alguna de estas

áreas seguramente crearás un método adaptable, innovador y totalmente


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coherente contigo mismo y tus objetivos. De esta manera no sólo estarás

facultado para asumir los procesos de transición que lleguen a tu vida, sino que

además podrás generar tú mismo los cambios que consideres necesarios en pro

de tu crecimiento y el de tu negocio.

“Por lo general, nosotros cambiamos por dos razones: la inspiración o la

desesperación” (Jim Rohn)

4. Practicar “hábitos madre”

Si has escuchado hablar alguna vez de las famosas “células madre” sabrás que se

tratan de células no especializadas que tienen el potencial de convertirse en

muchos tipos de células diferentes del cuerpo. En términos sencillos para mí, que

no soy científica, las células madre son como una especie de estructura

multifacética que puede transformarse en el tipo de célula que requiera cierta

parte del cuerpo para regenerarse y curarse. Me gusta pensar que son “células

inteligentes”.

No deja de asombrarme el funcionamiento del cuerpo humano y sus millones de

funciones. Otro ejemplo maravilloso es la llamada plasticidad cerebral, la que se

refiere básicamente a que si por alguna razón el cerebro pierde una función

específica como consecuencia de una lesión o deficiencia, otras áreas del cerebro

pueden desarrollar habilidades similares para compensar el daño. Y así podríamos

llenar miles de páginas hablando de las maravillas del cuerpo humano.


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¿Pero qué tiene que ver el cuerpo humano y especialmente las “células madre”

con los criterios universales para transitar exitosamente un cambio? Bueno, en

primer lugar, nuestra fisiología es la muestra más tangible de nuestro potencial

como seres humanos. Es además la evidencia del cambio como esencia de

nuestra naturaleza y me gusta usarlo como metáfora para explicar lo que

denomino un “hábito madre”.

Regresando a la historia de mi relocalización en Costa Rica, una de las transiciones

más importantes en mi vida, en la que se juntaron muchos desafíos en un lapso

de tiempo corto: me estaba estrenando como mamá, apenas entendiendo una

nueva vida con mi bebé, estaba incursionando en mi negocio independiente,

llegué a un nuevo país, nueva cultura, nuevas calles, nueva casa (con muebles y

decoración de otra persona) y nueva dinámica con mi esposo en un lugar donde

no conocíamos a nadie. Fueron una cantidad de cambios en muy poco tiempo,

así que tuve que empezar a usar los criterios que he estado compartiendo contigo.

Claro, en aquella época no los tenía tan claros como ahora.

El caso es que fue allí en donde descubrí el poder de los hábitos y en especial los

que me gusta llamar “hábitos madre”. Cuando hay tanto caos, lo natural es buscar

algo de orden. Ya hablamos anteriormente acerca de que no podemos controlar

las circunstancias de nuestra vida ni evitar la mayoría de cambios que suceden a

lo largo de ésta. Lo que sí podemos hacer es convertirnos en dueños de nuestra

actitud, pensamientos y comportamientos. Ser dueños de nuestros hábitos.


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Los hábitos son aquellas pequeñas acciones que haces de manera cotidiana y que

forjan tu carácter. Cuando afrontas cambios en tu vida, de las primeras cosas que

se ven afectadas son tus hábitos. El proceso para recuperar poco a poco los

hábitos que forman parte de tu estilo de vida es definir tus hábitos madre. Es

decir aquellos dos o tres hábitos que son clave para detonar todos los demás. Los

hábitos madre entonces son dos o tres acciones cotidianas que te permiten tomar

las riendas y crear nuevos hábitos o retomar hábitos anteriores que te conectan

con un estado de bienestar.

Si logras clarificar estos dos o tres hábitos madre en tu vida, podrás afrontar

cualquier cambio de una manera creativa, innovadora y que te lleve al crecimiento.

Pues dos o tres pequeñas acciones consistentes en tu vida servirán para

transformarte en todo lo que quieres ser.

Como recomendación adicional te comparto que mis hábitos madre son: la

meditación y oración diaria, el ejercicio físico (aunque sea 10 minutos al día) y la

alimentación consciente. Sea cual sea el cambio que venga a mi vida, trato de

retomar a la brevedad estos tres hábitos madre y ellos se encargan de enfocarme

en todo el proceso de transición con una excelente actitud.

Mi pregunta para tí en este momento sería, ¿cuáles son tus hábitos madre? ¿los

tienes bien definidos? Ten mucho cuidado porque los hábitos madre también

pueden ser negativos. Es decir, si no sabemos enfocar nuestro sistema nervioso

de manera adecuada, automáticamente tenemos hábitos madre que nos llevan a

resultados no deseados. Ejemplos de hábitos madre negativos pueden ser: la

queja, la crítica, la procrastinación, el sedentarismo sin ninguna prescripción


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médica, las relaciones tóxicas, entre otros.

Tus hábitos madre son parte fundamental de tu método para asumir cambios, así

que vale la pena que los hagas conscientes y que te comprometas con crear esas

dos o tres acciones diarias que te lleven a la mejor versión de ti mismo siempre.

Si no lo has hecho o no sabes por dónde empezar, te invito a que participes del

seminario Construye tu Transformación que esté programado en tu ciudad o el

lugar más cercano.

5. Ser adaptable, flexible, innovador

Y el quinto criterio pero no por ello el menos importante para transitar

exitosamente procesos de cambio, es ser adaptable, flexible e innovador. No

sé si te ha pasado lo mismo que a mí, pero hace un tiempo cuando escuchaba la

palabra innovación, me imaginaba a un grupo de científicos genios en un

laboratorio encontrando el último descubrimiento del siglo. O un grupo de

ingenieros de la nasa construyendo un teletransportador interespacial. Bueno, tal

vez sea una exageración, pero lo que te quiero decir es que tenía la idea errada

de que la innovación era una habilidad exclusiva de unas cuantas mentes

brillantes.

En el año 2015 llegó a mis manos la información de una certificación que se estaría

impartiendo en San José de Costa Rica y decidí tomarla con una gran amiga y

colega con la que he compartido varios proyectos. La certificación era en el


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método LEGO® SERIOUS PLAY®. La tomé inicialmente como complemento a

mi formación profesional como Coach, me pareció una propuesta que podría

agregar valor a mis clientes.

Grande fue mi sorpresa cuando me encontré mucho más de lo que esperaba. Un

método estructurado, con bases sólidas desde su concepción inicial, que ha sido

probado con éxito por más de 20 años y que cientos sino es que miles de

personas están aplicando con éxito en varios rincones del mundo para gestionar

procesos de transformación en personas, equipos y organizaciones completas.

Fue en esta certificación en donde comprendí que la Innovación no está

reservada para algunas mentes brillantes, sino que todas las personas y

organizaciones en el mundo tenemos el potencial de crear e innovar, lo único que

necesitamos es un contexto adecuado y un método que nos permita liberar

nuestro potencial creativo.

A través de la aplicación de las técnicas del método LEGO® SERIOUS PLAY® he

podido experimentar que la creatividad aflora cuando permitimos a las personas

aportar valor desde su esencia, la innovación es básicamente la puesta en marcha,

como resultado de los procesos creativos de personas y equipos.

Cuando estás viviendo un proceso de transición o cambio, es condición

fundamental la adaptabilidad, la creatividad e innovación, de lo contrario será muy

difícil construir cosas nuevas a partir de la experiencia actual. Dicen los expertos

que la competencia por excelencia de este momento histórico es la capacidad de


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adaptarnos rápidamente a las nuevas condiciones.

Convierte tu proceso de transición en

una transformación real

Obtén todas las herramientas necesarias para que conviertas tu proceso de

transición en una real transformación de vida asistiendo al seminario Construye

tu Transformación.

Aplicando los 5 criterios que aquí comparto contigo, te llevaremos a través de un

método estructurado a la definición y construcción de lo que consideres una vida

mejor, un negocio mejor, unas mejores relaciones y en general una mayor calidad

de vida. Es una inversión que te dará muchos frutos, de esto estoy segura.

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