47 -jose m. arango

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La colección un libro por centavos, iniciativa del Departamento de Extensión Cultural de la Facultad de Comunicación Social-Periodismo de la Universidad Externado de Colombia, persigue la amplia divulgación de los poetas más reconocidos en el ámbito nacional e internacional y la promoción de los nuevos valores colombianos del género, en ediciones bellas y económicas, que distribuye para sus suscriptores la revista El Malpensante. Este número 47 es una antología de José Manuel Arango, seleccionada por Miguel Méndez Camacho para esta colección, con el título: Fe de erratas.

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  • La coleccin un libro por centavos, iniciativa del Departamento de Extensin Cultural de la Facultad de Comunicacin Social-Periodismo de la Universidad Externado de Colombia, persigue la amplia divulgacin de los poetas ms reconocidos en el mbito nacional e internacional y la promocin de los nuevos valores colombianos del gnero, en ediciones bellas y econmicas, que distribuye para sus suscriptores la revista El Malpensante.

    Este nmero 47 es una antologa de Jos Manuel Arango, seleccionada por Miguel Mndez Camacho para esta coleccin, con el ttulo: Fe de erratas.

  • N. 47

  • universidad externado de colombiafacultad de comunicacin social-periodismo

    2009

    Jos Manuel Arango

    Fe de erratasAntologa

  • isbn 978-958-710-411-0

    Universidad Externado de Colombia, 2009 Calle 12 n. 1-17 este, Bogot - Colombia

    Fax 342 4948 [email protected]

    www.uexternado.edu.co

    Primera edicinMayo de 2009

    Ilustracin de cartulaDavid Alba

    Diseo de cartula y composicinDepto. de Publicaciones

    Impresin y encuadernacinLadiprint Editorial Ltda.

    Impreso en ColombiaPrinted in Colombia

  • UniversidadExternado de Colombia

    Fernando HinestrosaRector

    Miguel Mndez CamachoDecano de la Facultad de

    Comunicacin Social-Periodismo

    Clara Mercedes ArangoDirectora de Extensin Cultural

  • contenido

    Este lugar de la noche (1973)vi Armona [8], vii Visita [9], xxi Irona [10],

    xxvii Insomnio [11], xxxii La emboscada [12],xxxiv Paraso [13], xxxv [14], xxxvi [15],

    xlv Estas manos donde el hielo deja su fro [16]

    Signos (1978)v [18], x [19], xii [20], xiii [21], xv [22],

    xviii [23], xx [24], xxi [25], xxiv [26], xxix [27],xxx [28], xxxv [29], xxxvii [30], xl [31], xliv [32],

    xlvii [33], xlviii [34]

    Cantiga (1987)La terca vida [36], Hay un lugar [37], Fe de erratas [38],

    Como para el amor [39], Cantiga de amigo [40],Proposiciones tontas acerca de los rboles [41],Apalabrar [42], Ella viene [43], Extraos [44],

    El oro en los dientes [45], Grammatici Certant [47],En la noche de carnaval [48], Una larga conversacin [49],

    Esta primera hora de la maana [50]

    Montaas (1995)Montaas / 1 [52], Hora [54], Ella [56], Hay gentes que llegan pisando duro [57], Lluvia [58], Obstinacin [62],

    Sonmbulos [64], Visin [65], Pgina en blanco [67]

    Otros poemas

    Pensamientos de un viejo [70], Talla en madera [73]

  • E s t e l u g a r d e l a n o c h e(1973)

    A Clara

  • 8viarmona

    perdidopor los ciegos senderosde la msica

    tienes el rostroque tendrs en la muerte

  • 9viivisita

    si en mitad de la nochenos despierta un olor de incendio

    y abrimos la ventana y entre los rboleshechos de dura sombra est sloel aroma de las frutas en sazn

    qu ms sino la dolorosa alegrade que nos hayan visitado una vezlos rojos querubines del fuego

  • 10

    xxiirona

    ante el obstinado embate del pjarocontra el cielo falso de la vidriera

    No cabeIrona

  • 11

    xxviiinsomnio

    aguas sombras donde un pez de platacon su fosforescencia alumbrapara nadie los restosde ignotos naufragios

    toda la nocheel viento ha golpeadoen la ventana

    toda la nochepasada en vela tratando de recordar un rostro

  • 12

    xxxiila emboscada

    mientras el viajerose calza para el camino

    la muertese escondeen los espantapjaros

  • 13

    xxxivparaso

    infanciavuelta a encontrar, al morder una frutaen su sabor olvidado

  • 14

    xxxv

    como tener algo vivo en las manos

    una trtola: su buche vibrantey en el ojo redondoun punto de fuego

    y luego el aleteo contra el rostrosu urgencia alocada y el vuelobello y curvo sobre los rbolesvencidos: memoria del viento

  • 15

    xxxvi

    a vecesveo en mis manos las manosde mi padre y mi vozes la suya

    un oscuro terrorme toca

    quiz en la nochesueo de sueos

    y la fra furiay el recuerdo de lugares no vistos

    son l, repitindosesoy l, que vuelve

    cara detenida de mi padrebajo la piel, sobre los huesos de mi cara

  • 16

    xlvestas manos dondeel hielo deja su fro

    el que despus de una noche de terrordescubre en el espejo de su cabezablanca

    podr cumplir sus oficios de hombreempuar el martillo, copular, dar la manocomo antes?

  • S i g n o s(1978)

  • 18

    v

    como doncella que se adentra en el bosque en busca de miel silvestrey regresa trayendo en el pelo un extrao perfume de parsitasas fuiste aquel ao en que tu carne entraba en sazn

    cuando en tu vieja ciudadlevantada entre un ro y una colinavi tu cabeza oscura contra el muro de cal

    cuando la inminencia del amor apuntaba en tu risamuchacha amarga

    y tus senos latanmaduros casi para ser acariciados

  • 19

    x

    como para cruzar un rome desnudo junto a su cuerpo

    riesgosocomo un ro en la noche

  • 20

    xii

    porque esamada otra vez el comienzosi

    ebrios de un vino oscuro, posedosde un fuego oscuronos damos a los juegos sagrados de la noche

    para que sean nuestros rostros mscarasque prefiguran rostrosy nuestros cuerpos sombrasque prefiguran cuerpos

  • 21

    xiii

    muchachaantiqusima

    en el sabor a sal de los pechosen los dedos curvados en torno a una fruta

    en el pubisherboso

  • 22

    xv

    qu solitariotu llanto silencioso

    de miedo, de alegra

    la noche que en tu lecho de niay sealada con un trazo de sangreen una adolescente milagrosadespertaste transfigurada

  • 23

    xviii

    pntate los senosde achiote y negro

    nos amaremosen el medioda amarillocomo en un desierto

    en la raya del albacomo en la frontera de dos reinos

  • 24

    xx

    es la lluvia en el dorsode la mano, el aroma acre, de tierra negra y muerteque despierta en el polvo

    es la memoria transparentede la lluvia, cercndote

  • 25

    xxi

    ambigua entre la presencia y la memoriaretrocediendo a una infancia de niebla y frutas doradassonres ajena

    perdida en las visiones llameantesque emergen cuando miras absortala tersa piel del agua

    contra tu rostro entoncescomo una mariposa cogida con los dientesla alegra aletea

    mensajera venida de un pas de lagosque traes una caracola colgada entre los pechos

  • 26

    xxiv

    llega de pronto, nadalo anuncia es una hojaque se perfila en la maana intensalimpia: su forma de cuchillo

    y te miras las uasdiminutos espejos de la muerte:en cada una un rostrode distinta edad y apariencia

  • 27

    xxix

    una lluvia de tiza borra los techos

    afuera por la calle desiertaomos las palabraspulidas como negros cuchillosde piedra

    de una lenta cancinque dice lo que ahora callamosy en la que alguien otrosin conocertete celebraba ya

    hago de ellaun regalo imprevistopara tu corazn habituado a la lluvia

  • 28

    xxx

    la manoque ha sopesado un pjaroo una moneda

    la que empu el cuchillo

    es la misma que ahorate tocay te crea

  • 29

    xxxv

    parecesa la vez tan distantede ti misma y tan prxima

    cuando vuelves de tu silenciocomo de un retiro en el bosque

    y la luz que te ciegate es una mscaratransparente

    (los dioses que visitan su alma cuando calla

    la blanca estrella que habita cuando se alegra

    los monstruos que se disputansus sueos)

  • 30

    xxxvii

    sus pechos crecen en mis palmas

    crece su respiracinen mi cuello

    bajo mi cuerpo creceinconteniblesu cuerpo

  • 31

    xl

    desnuda eres ms alta

    desnudacuando cierras los ojosde cara al viento

    esplendes como uncuchillo

  • 32

    xliv

    verdad de la noche que ha borrado los rboles

    un rostro absortodetrs de los cristalesmira caer la lluvia

    un rostro absorto oyela vieja voz que hablacon el alfabeto de la gota en la piedra

  • 33

    xlvii

    el viento trae una rfagade rotas banderas

    y los que se amaronhasta el canto del gallo

    rendidos y desnudosde la mano

    van por un mismo sueo

  • 34

    xlviii

    por qu arduos pasesen qu oscura guerrasin saberlo

    he combatido y triunfadopara tenerte

    mientras tretirada en tu adolescenciasorteando las pruebas de una soledadesplendorosa

    te preparabas para m

  • Ca n t i g a(1987)

    Para RodrigoPara Tere y Gustavo Alberto

  • 36

    la terca vida

    Los pichones de la nueva nidada ya empluman para el vueloEl muchacho apresta su honda

  • 37

    hay un lugar

    Hay un lugar en la montaa, cerca del boquerndesde donde el estrpito de la ciudad se oye con una nitidez alucinada

    Posiblemente las paredes rocosas lo allegan por un efecto de caracola para devolverlo acrecido

    Suena como un trueno, como el trote de muchas pezuas, una recua de bestias en desbandada

    Sentados a diez pasos del pinar, entre hongos, lo omos largamente

  • 38

    fe de erratas

    He equivocado la palabra

    donde dijo squizdebi decir noy tal vez un poco ms tardedonde dijo nodebi decir s

    El carpintero el lpiz en la oreja toma sus medidas

    Un helicptero pasa volando sobre las terrazas

    Soldados de cabeza rapada vigilan las calles

  • 39

    como para el amor

    Desnudalas piernas recogidas un tantolas rodillas apartecomo para el amor

    El inspector de turnodice ajusta los hechos a la jergade oficio el secretariocon dos dedos teclea

    Yotambin me he anudado mi pauelo en la nucamiro el pubis picoteado

  • 40

    cantiga de amigo

    Y tras la incertidumbre de un instantefrente al desconocidoque luego por virtud del gesto recordadovuelve a ser el amigo que despus de la lluviallama a la puerta

    lo ayudamos a desnudarsecolgamos sus ropas a secar junto al fuego

    y omos el relato de su viajereconocindonos en sus manerasde nufrago

  • 41

    proposiciones tontasacerca de los rboles

    1Los rboles no tienen caraLos rboles no hablanLos rboles no van de aqu para alldesasosegados

    2Un rbolun arrimo

  • 42

    apalabrar

    Pero al nio ciego le dicen sta es la lluviay l la acepta en el dorso de la mano

    y le dicen ste es el azulejoy l pasa suavemente las yemas por el cuellocorvo

    Lluvia, azulejo: nombrespara las perplejidades del niociego

  • 43

    ella viene

    Ella viene caminando en puntillasl no la oyeDesde atrs unas manos lo vendanQuin soy es la pregunta la voz suena mudadal quiere responder y no atinaPero sonre adivinando que es ella

  • 44

    extraos

    O la cariciade una pareja annima entre extraosque miran

  • 45

    el oro en los dientes

    Lo que los distingue es sobre todo su apariencia anacrnica. El corte de cabello recto y como hi-ertico, los rapados parietales. Alguno lleva todava una trenza de brujo que le cuelga sobre la nuca. Frecuentan las calles aledaas al mercado donde venden sus mercaderas.Aunque hablan an la vieja lengua de la tierra, se los oye vocear en el idioma de todos: el de la ciudad, el de los vencedores. En l aprendieron a tasar. Slo un deje, un modo excntrico de decir traiciona en ellos al extranjero. En otros tiempos traan al mercado hermosos utensilios: cestas primorosamente labradas, mantas, vasijas. Bajaban de sus montaas a la ciudad con pjaros en el hombro y ofrecan sombreros tejidos de plumas de guacamaya. Hoy sus mercancas son bastas, pobres trebejos que incluso llegan a comprar en las tiendas de baratijas para revenderlos.

  • 46

    Por la noche se emborrachan en alguna taberna de mala muerte. Beben en silencio y las caras sin edad, como de nios viejos, tienen un aspecto que es curioso e indiferente a un tiempo. De tanto en tanto recuentan las monedas del da.Luego, ya bebidos, hablan en su lengua. Como a retazos, como si recordaran a rfagas hechos muy antiguos. Es un canturreo gangoso que por momen-tos llega a parecerse a un canto.Y esa extrema risa de oro: el oro en la risa, en los dientes.

  • 47

    grammatici certant

    El nosotroslo saben los gramticoses un curioso pronombreQuiere decir t y yosin ly tambin l y yosin tiy tambin l y yocontigo y contra el restoEn todo caso excluye siempre a alguienDe esta parte nosotrosde la otra los otros que nosotros

  • 48

    en la noche de carnaval

    En la noche de carnaval cada quien se hace una mscaranadie sabe quin es quinnadie es nadie

    en el paraso del carnavalel tigre de talante apacible y colmillos que son un gozova a beber acompaado de la gacelay el lobo y el cordero se miran con un escalofro

    en la noche de carnaval la vctima y el asesinobailan

    despus irnun trechode la manosecretamente unidos en el pasocomo los amantesen el movimiento del amor

  • 49

    una larga conversacin

    Cada noche converso con mi padreDespus de su muertenos hemos hecho amigos

  • 50

    esta primera hora de la maana

    Esta primera hora de la maana es buena para ver la ciudadsalgo a primera hora y echo a callejear los ojoslas plazas todava no estn atestadastodava no es la vida a codazos

    las trampas an no se han armadola muerte an no se deja ver por las callesla muerte descansa a esta horaanoche tuvo mucho trabajomatar debe ser fatigoso

  • M o n t a a s(1995)

  • 52

    montaas / 1

    1Nada en ellas es blando.No son stas, por cierto,las formas de una tierrallana y amable.

    Aqu hay breas y riscos, no redondascolinas. Su aparienciahace saber la rocade la entraa: osaturas,declives mondos.

    Ya los mismos nombrescon que hablamos de ellasdicen lo que son: una sierra,el boquern, el cerro,la cuchilla.

    Lneas secas,tajantes.

    Y esa luz,esa reverberacin de la luz,esos desfiladeros deslumbrantes.

  • 53

    2Dme, dios,mi dios,mi diosecito pequeo,rstico:

    t,a quien creo acariciarcuando le paso por el lomola mano a mi perro,

    dmeesta dura apariencia de montaasante los ojossiempre.

  • 54

    hora

    1S,tocarte.Pero todos esos muertos rondando.Sus sombras oscurecen los vanos de las puertas.Son una algaraba silenciosa.

    2Te desnudas y ellos te miran,todas esas calaveras mironas.Te rodean, se apianen torno tuyo

    3Alzo la mano para acariciarte.Y los muertos acuden,manotean sobre tus pechos

  • 55

    4Pongo mi mano en tu cintura.Y ya, debajo de la ma,hay otra mano.

    5Tantos muertos.Y qu hacen aqu,quin los ha invitado.

  • 56

    ella

    De qu manera silenciosatrabaja.Sin dejarse or,como si fueralo mismo que una bailarinaen puntas de pies.Sin dejarse ver,como si no fuera.

    Ella,la que poco a poco lo ensordece,la que imperceptiblemente lo ciega,la que, delicadamente,le tuerce los huesos.

  • 57

    hay gentes que llegan pisando duro

    Hay gentes que llegan pisando duroque gritan y ordenanque se sienten en este mundo como en su casa

    Gentes que todo lo consideran suyoque quiebran y arrancanque ni siquiera agradecen el aire

    Y no les duele un hueso no dudanni sienten un temor van erguidosy hasta se tutean con la muerte

    Yo no s francamente cmo hacencmo no entienden

  • 58

    lluvia

    1Y, de pronto,sin aviso, la lluvia.Gruesos goterones comienzana rodar en el polvo.

    2El olor de la tierra cuando viene la lluvia,ese olor ntimo de hembra.(El toro echado alza,vido, la cabeza.)

    3La lluvia:un librolomo arriba, dejadosobre el muslo, abierto.

  • 59

    4Llueve,sobre un prpado llueve;llueve en los huesos,en el silencio de los pjaros.

    5Acurrucado dentro de s mismo,el nio ciego oye la lluvia.

    6Qu demonios tiene la lluvia, qu duendes,que as los ensimisma.Qu tiene en su meollo,que as les desafiebra las manos.

    7Como niosencerrados por la lluvia en los cuartos.

  • 60

    8Y la cara que ponenpara mirar la lluvia:como una mscara.

    9Los lienzos de la lluvia en la ventanacopian tus sueos.

    10Repentinos embates, rfagasbruscas: hay timbales en ella,voces.

    11La lluviasobre el caparacho del armadillo.

    12Bajo el alero,por sobre tu hombro,miro la lluvia.

  • 61

    13Quiz no es ms que esto:la criatura de cabeza hinchada,el grotesco nio hidrocfalo.

    Tiene en los ojoslegaas todavade agua materna.

    14Como nios que ruegan:Aguamadre,aguamuerte.

    15Pero la lluvia amaina.Algo en su ritmo diceque va a cesar,que est completa.

    16Y me levanto,como despus de haber odouna msica. El librocae al suelo, cerrndose.

  • 62

    obstinacin

    1Porque as de obstinadosson los muertos, as de duratienen la calavera.

    En las tardes solasvienen los muertos. Hablanmientras callamos, nos dictanademanes, memorias.

    Los muertos de risa amarilla.Un adentro dentro de otro,dentro de otro adentro

    2O en las noches heladas,cuando desde sus cobijoslos animales oyen la lluvia,llegan los muertosy nos miran mientras dormimosy su mal de ojo nos gasta,nos envejece.

  • 63

    3Quiz creemos iry los muertos nos llevanlos pies,creemos hacer y los muertosnos empujan las manos,creemos deciry los muertos nos dicen,se nos adelantan en la risa.

    Compartimos con elloslos gestos, los guiosde los que hablan una misma lengua.

  • 64

    sonmbulos

    Te hablo y mis palabrasse rompen en el borde de tu sueo,se entretejen con l,se mudan.

    Me das la manoy no recibo tu mano en mi sueo,porque all no penetra tu manoque se hace otra para ser ma.

    Alguien dice algo segn su sueoy alguien otro lo oye desde el suyo.Alguien entrega algo a algn otroy este otro recibe otro algo.

    Si me contaras tu secretono lo comprendera.Paso mi palma delante de tus ojosy no me reconoces.

  • 65

    visin

    Cada poema un lento naufragio del deseolvaro Mutis

    1Tiene algo de felinocuando est as, sentadamedio desnudaen su cama revuelta.

    Recogidas las piernas,se abraza las rodillas.

    Y va pintndoseuna por unalas uas de los piescon esmero de gata.

    S, tiene algode gata o de tigrillaque se lame la garra.

  • 66

    Y en tanto canturreacomo ronroneando

    y mueve la cabezamarcando un ritmo suyo,

    los pechos aplastados contra los muslos.

    2Y ahora acaba de pintarsemorosamentelas uas de las manos.

    Y para que se sequenlas menea en el airecomo iniciando un pasode danza.

  • 67

    pgina en blanco

    Escriboy la mirona, por sobre mi hombro,escruta lo que escribo.

    Siento en la espalda el tactode sus manos calizas,adivino la muecade su irona silenciosa.

    Escriboy la mirona, por sobre mi hombro,leey al leer borra lo que escribo.

  • Ot r o s p o e m a s

  • 70

    pensamientos de un viejo

    Para Fernando Gonzlez hijo

    1Usa bordn: de guayacn o de guayabo.Todava, con todo, es un viejo derecho y gil.Quiz la mano tiemble un tanto, la mano de dedos nudosos,pero el bordn es slo un resabio de caminante.

    2La boina cubre la gran testa pelada.Cabezn pero infiel, as me pari mi madre.Algunas hebras canas asoman en la nuca, en las sienes.

    3Dos rasgos, sobre todo, resaltan en el rostro magro:la quijada salientey los ojos de una inquietud atenta.Van del sarcasmo a la inocencia, al gozo, a la duda.Ya estudian burlones a la gente que pasa.Ya se fijan, mansos y lcidos, en las palomas.

  • 71

    Oler es el primer acto del amor.No me deleito yo oliendo las cabezas de mis hijos?

    14Es preciso, dijo, acallar la propia algarabael silencio es una conquista, un fruto difcilY quedarse donde lo coja a uno el amor,solo, despacio, paladeando, tocando.

    15Y all va la negra. Va erguidacomo si llevara en la cabeza un cesto de fruta.La cadera es exacta, el vientre justo.es Eva, grvida ya de Can.

    16Porque el hombre, animal saltarn, animal triste,de qu puede ser medida?Como tero herido por el partero con la ua.Sabe: pas por el infierno y las siete soledades.

  • 72

    17Me gusta imaginarlo sentado a la sombra de su ceiba.Pondera el tronco, grueso y negro, como de un vigor antiguo,pondera las races retorcidas.

    Remira el verde de la hoja, tan tierno contra el tronco sombro.Esta vieja ceiba es casi toda races.

    18Y all va la negra: senos altos, puntudos, que tiemblan al paso.Los senos, lo primero que se pudre.

  • 73

    talla en madera

    Ah, sla muchachasorprendidadesnuda

    Y cmo se encorvalevementesy cruza sobre los pechosel antebrazo

    Y sonressonrecasi avergonzadacasi perversa

    Y juntas las rodillasy deja una manosssobre el pubisabierta

  • 74

    jos manuel arango

    (Carmen de Viboral, 1937 - Medelln, 2002/ Antio-quia). Poeta, traductor y editor. Licenciado en filosofa y educacin de la Universidad Pedaggica de Tunja. Magister en filosofa y literatura en la Universidad de West Virginia (USA). Profesor de lgica simblica y filosofa del lenguaje en la Universidad de Antioquia. Cofundador, coeditor y redactor de las revistas Acuarimntima y Poesa, en Medelln.Public su primer libro Este lugar de la noche, 1973. Otras publicaciones: Signos, 1978; Cantiga, 1987; Poemas escogidos, 1988; Poemas, 1990. Como traduc-tor, public En mi flor me he escondido, con versiones de tres poetas norteamericanos: Walt Whitman, Emily Dickinson y William Carlos Williams, 1991; Poemas de Emily Dickinson, 1994; Montaas, 1995. Poemas reunidos, 1997; La sombra de la mano en el muro, 2002. En 1988 fue galardonado con el Premio Nacional de Poesa, de la Universidad de Antioquia.

  • coleccin un libro por centavos 1. Postal de viaje, Luz Mary Giraldo 2. Puerto calcinado, Andrea Cote 3. Antologa personal, Fernando Charry Lara 4. Amantes y Si maana despierto, Jorge Gaitn Durn 5. Los poemas de la ofensa, Jaime Jaramillo Escobar 6. Antologa, Mara Mercedes Carranza 7. Morada al sur, Aurelio Arturo 8. Ciudadano de la noche, Juan Manuel Roca 9. Antologa, Eduardo Cote Lamus 10. Orillas como mares, Martha L. Canfield 11. Antologa potica, Jos Asuncin Silva 12. El presente recordado, lvaro Rodrguez Torres 13. Antologa, Len de Greiff 14. Baladas Pequea Antologa, Mario Rivero 15. Antologa, Jorge Isaacs 16. Antologa, Hctor Rojas Herazo 17. Palabras escuchadas en un caf de barrio, Rafael del Castillo 18. Las cenizas del da, David Bonells Rovira 19. Botella papel, Ramn Cote Baraibar 20. Nadie en casa, Piedad Bonnett 21. lbum de los adioses, Federico Daz-Granados 22. Antologa potica, Luis Vidales 23. Luz en lo alto, Juan Felipe Robledo 24. El ojo de Circe. Poemas escogidos 1995-2005, Luca Estrada 25. Libreta de apuntes, Gustavo Adolfo Garcs 26. Santa Librada College and other poems, Jotamario Arbelez 27. Pas intimo. Seleccin, Hernn Vargascarreo 28. Una sonrisa en la oscuridad, William Ospina 29. Poesa en s misma, Lauren Mendinueta 30. Alguien pasa. Antologa, Meira Delmar 31. Los ausentes y otros poemas. Antologa, Eugenio Montejo 32. Signos y espejismos, Renata Durn 33. Aqu estuve y no fue un sueo, John Jairo Junieles 34. Un jardn para Milena. Antologa mnima, Omar Ortiz 35. Al pie de la letra. Antologa, John Galn Casanova 36. Todo lo que era mo. Antologa potica 1947-2007, Maruja Vieira37. La visita que no pas del jardn. Poemas, Elkin Restrepo38. Jams tantos muertos y otros poemas, Nicols Suescn39. De la dificultad para atrapar una mosca, Rmulo Bustos Aguirre40. Voces del tiempo y otros poemas, Tallulah Flores41. Evangelio del viento. Antologa, Gustavo Tatis Guerra42. La tierra es nuestro reino. Antologa, Luis Fernando Afanador43. Quiero escribir, pero me sale espuma. Antologa, Csar Vallejo44. Msica callada, Jorge Cadavid45. Qu hago con este fusil?, Luis Carlos Lpez46. El rbol digital y otros poemas, Armando Romero47. Fe de erratas. Antologa, Jos Manuel Arango

  • Editado porel Departamento de Publicaciones

    de la Universidad Externado de Colombiaen mayo de 2009

    Se compuso en caracteresSabon de 10,5 puntos

    y se imprimisobre papel peridico de 48,8 gramos,

    con un tiraje de11.000 ejemplares.Bogot, Colombia

    Post tenebras spero lucem