ACTA DE LA. IV REUNIÓN DEL HONORABLE CONSEJO UNIVERSITARIO (I SESIÓN SOLEMNE CONMEMORATIVA) LLEVADA A CABO EL DÍA VEINTITRÉS DE ABRIL DE MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y SIETE. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - --

En la Heroica Puebla de Zaragoza, siendo las doce horas con treinta minutos del día veintitrés de abril de mil novecientos ochenta y siete, en el Auditorio de la Reforma de esta Ciudad, se llevó a cabo el Acto Conmemorativo de la Celebración del “L ANIVERSARIO” de la Constitución de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, presidida por el H. Consejo Universitario, el C. Lic. Alfonso Vélez Pliego Rector de la UAP, el C.D. Jaime Hugo Pérez Barrientos Secretario General y otras personalidades.

En primer lugar, se agradeció la asistencia a esta ceremonia, presentando a las personas que se encontraban en el Presidium y que eran: Lic. Alfonso Vélez Pliego, Rector y Presidente del Comité de Festejos del “L ANIVERSARIO”, C.D. Jaime Hugo Pérez Barrientos, Secretario General. Lic. José Grajales Porras, Secretario del Comité de Festejos. Los Ex-rectores Lic. Horacio Labastida Muñoz, Ing. Luís Rivera Terrazas, Dr. Manuel Lara y Parra, Lic. Armando Vergara Soto y Dr. Manuel Santillana Márquez, así como el Dr. Ángelo Altieri Megale, Dr. Francisco Arellano Ocampo, Ing. Héctor Gómez Calzada, Arq. Ambrosio Guzmán Álvarez, Dr. Ignacio Hermoso Ruíz, Lic. Armando Romano Moreno, C.P. Alfonso Yáñez Delgado, todos ellos miembros del Comité de Festejos; M.C. Carlos Welti Chanes, Secretario de Investigación y Estudios de Postgrado y Lic. José Doger Corte, Secretario de Rectoría.

Asimismo, se encontraban presentes los Rectores de Universidades Nacionales y de otros Países que a continuación se enuncian:

Ing. Fausto Gutiérrez Aragón, Rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos; Lic. Jorge Guadarrama López, Rector de la Universidad Autónoma del Estado de México; Lic. Abraham Martínez Alavez, Rector de la Universidad Autónoma de Oaxaca; Lic. Braulio Guerra Malo, Rector de la Universidad Autónoma de Querétaro; Lic. Audanar Ahumada Quintero, Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa; Lic. Héctor Ignacio Ortíz Ortíz, Rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

Dr. Jerjes Justiniano Talavera, Rector de la Universidad “Gabriel René Moreno” de Santa Cruz, Bolivia; Sr. Fernando Rojas, Rector de la Universidad de la Habana, Cuba; Lic. Luis Argueta Antillón, Rector de la Universidad del Salvador, El Salvador; Profr. Dr. Hans Jurgen-Jacobs, Rector de la Universidad Técnica de Dresden, República Democrática Alemana; Dr. Humberto López Rodríguez, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en Managua, Nicaragua; Dr. Francisco Rojas, Vice-Rector del Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana, Cuba.

El grupo de Ministros y Embajadores presentes, eran: el Dr. Joaquín Solís Piura, Ministro de Educación Superior de la República de Nicaragua;

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Sr. Jindirich Tucek, Embajador de la República Socialista de Checoslovaquia; Dr. Edmundo Jarquín Calderón, Embajador de la República de Nicaragua; Sr. Pierre Van Der Donkt, Delegado General de la Provincia de Quebec.

Estaban presentes también otros Miembros del Cuerpo Diplomático y eran: Sr. Winfried Hansch, Ministro Consejero, encargado de Negocios de la Embajada de la República Democrática Alemana en México; Sr. Víctor A. Kropotov, Ministro Consejero de la Embajada de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en México; Sr. Hans Krüger, Primer Secretario de la Embajada de la República Democrática Alemana en México; Dr. Manuel Rodríguez, Primer Secretario de la Embajada de la República de Nicaragua en México; Sr. Sandro Szabo, Segundo Secretario, Agregado Cultural de la Embajada de la República Popular de Hungría en México; Sr. Jonathán Greenwood, Segundo Secretario Encargado de Asuntos Culturales y Representante adjunto de Intercambios del Consejo Británico de la Embajada del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte en México; Sr. Valery A. Anojín, Segundo Secretario de la Embajada de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en México; Sr. Miguel Cossio Woodward, Consejero Cultural y de Prensa de la Embajada de Cuba en México; Sr. Henry Sabov, Agregado Cultural de la Embajada de la República Popular de Bulgaria en México; Sr. Facundo Gomensoro, Agregado Cultural de la Embajada de Argentina en México; Sr. Jersy Kwiatowski, Cónsul de la Embajada de la República Popular de Polonia en México; Sra. Nicole Girón de Villaseñor, Responsable del Servicio de Intercambio Universitario y de Documentación del Instituto Francés de América Latina de la Embajada de Francia en México; Sra. Corrie Castelo, Jefe de Asuntos Culturales de la Delegación General de la Provincia de Quebec en México.

Entre los Funcionarios de Universidades de otros Países y de Universidades Nacionales se encontraban: el Dr. Helmut Kohler, Director de Relaciones Internacionales de la Universidad Técnica de Dresden, República Democrática Alemana; Lic. Abel Garache Castellón, Director de Relaciones Internacionales y Divulgación de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en Managua, Nicaragua; Lic. Armando Herrera, Secretario de Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador, El Salvador, Dr. Dieter Seeliger, Director del Instituto de Física Nuclear de la Universidad Técnica de Dresden.

Lic. Abed Mendoza, Secretario de Rectoría de la Universidad Autónoma de Tlaxcala; Lic. Hugolino Martínez, Director de Apoyo a la Docencia de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca; Ing. Pedro de León Mojarro, Director de Extensión Universitaria de la Universidad Autónoma de Zacatecas; Lic. Jorge Duarte Buitrón, Sub-director de Relaciones Públicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; C.P. Rolando Martínez, Tesorero de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca; Sr. Víctor García Lozano, Auxiliar de Relaciones Públicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; Lic. Isaac Raúl López Cruz, Consejero Universitario Alumno de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca.

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Como Invitados Especiales estaban: el Dr. Héctor Mayagoitia Domínguez, Director General del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; Dr. José María Muria, Director General de Archivo, Biblioteca y Publicaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores; Ing. Hermilo J. Marroquín de la Fuente, Director de Apoyo y Postgrado a la Investigación de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior; Dr. Víctor Arredondo Álvarez, en representación del Dr. Rafael Velasco Fernández, Sub-secretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública; Profr. Michel Héctor, Catedrático de la Universidad Estatal de Haiti y Dr. José Luis Balcarcel, Catedrático de la Universidad Autónoma de México.

A continuación el Lic. Alfonso Vélez Pliego en su carácter de Rector de la Universidad Autónoma de Puebla dio lectura a su discurso y dijo:

“Honorable Consejo Universitario.

Distinguidos invitados.

Respetables maestros.

Investigadores y Trabajadores Universitarios.

Compañeras y compañeros graduados.

Compañeras y compañeros estudiantes.

Comparto con ustedes la enorme satisfacción de celebrar el Quincuagésimo Aniversario de la transformación del Colegio del Estado en Universidad de Puebla. Cinco décadas de labor ininterrumpida al servicio de Puebla y de México son motivo de orgullo y justifican plenamente el acto que hoy nos congrega, así como el conjunto de actividades que la comunidad universitaria viene realizando para celebrar dignamente el hemicentenario de nuestra Institución.

Este aniversario es una ocasión propicia para rendir homenaje a la Institución que ha contribuido a profundizar y ampliar nuestros conocimientos y capacidades; a forjar la conciencia y la personalidad de quienes tuvimos el privilegio de integrarnos a ella en calidad de estudiantes.

Hemos tenido, además, la oportunidad de participar en calidad de docentes, investigadores y técnicos, o en el modesto pero no menos importante trabajo administrativo y manual, debemos, además, refrendar el compromiso de cumplir cabalmente las obligaciones y responsabilidades inherentes a la naturaleza del trabajo universitario que desempeñamos.

Los profesionales y técnicos, formados por la Universidad a lo largo de estos cincuenta años, han venido participando en distintos ámbitos de la vida nacional en múltiples tareas que han contribuido a la constitución del México de hoy.

La obra universitaria no ha sido, desde luego, resultado de una labor ayuna de obstáculos, errores y sacrificios. Por ello festejar con entusiasmo estos diez lustros no nos impide reconocer con honestidad los desaciertos en

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que hayamos incurrido, ni tampoco revisar críticamente y señalar sin ambages aquéllos que son imputables a quienes nos precedieron.

La reflexión sobre los orígenes y la trayectoria de la Universidad Autónoma de Puebla es rica en enseñanzas y sólido basamento para entender su presente. Entre los universitarios asistentes a este acto hay testigos y protagonistas de los anhelos, de las luchas, de las desavenencias y conflictos que conforman la abigarrada historia inmediata de la Institución.

Muchos otros, aún cuando ausentes, seguramente en estos momentos recuerdan con emoción y gratitud las vicisitudes de su vida universitaria. Otros más se han ido para siempre. Todos, sin embargo, no obstante las diferencias generacionales o aquéllas que nos distinguen en el plano ideológico y político, formamos parte de esa misma historia.

Celebrar el Cincuentenario de la Universidad significa reconocernos en el pasado, pero, sobre todo, renovar nuestra capacidad de construir nuevas utopías que estimulen nuestra acción y que nos impidan caer en la indiferencia o abdicar de los principios y las mejores tradiciones de lucha que constituyen el sello distintivo de nuestra Universidad.

El XXXII Congreso Constitucional del Estado Libre y Soberano de Puebla aprobó, en la sesión del 14 de abril de 1937, el decreto que creó la Universidad de Puebla como Institución Oficial del Estado. En ese mismo ordenamiento se facultó al Jefe del Departamento Ejecutivo para organizar y reglamentar dicha Institución así como para determinar sus ingresos.

El 19 del mismo mes y año, el gobernador del Estado, general Maximino Ávila Camacho, ordenó la impresión, publicación y circulación de dicho decreto, dado a conocer en el Periódico Oficial del Estado el 27 de abril de 1937. Cuatro días antes de esa fecha el gobernador Ávila Camacho promulgó la primera Ley Orgánica de la Universidad, publicada en el Periódico Oficial del 21 de mayo de ese mismo año.

Interpretar este hecho como un simple acto de autoridad, ajeno a los afanes y reclamos de varias generaciones de estudiantes poblanos y a las circunstancias y condicionamientos a que se vio sujeta la educación superior de nuestro país, como consecuencia de la Revolución de 1910 es, en el mejor de los casos, prueba de ignorancia.

ORÍGENES DE NUESTRA INSTITUCIÓN

Permítanme hacer referencia sucinta de algunos antecedentes que en mi modesta opinión, explican con mayor nitidez los orígenes de nuestra Institución y el contexto en que surge.

El 18 de junio de 1910, el general Porfirio Díaz da a conocer a través del Diario Oficial, la creación de la Universidad Nacional de México, definiéndola como “Un cuerpo docente, cuyo objeto primordial será realizar en sus elementos superiores la obra de la educación nacional”.

Tres meses después, el 22 de septiembre, teniendo como escenario la celebración del Centenario de la Independencia, se realiza la ceremonia de apertura de la Universidad. En ella, su principal impulsor, Don Justo Sierra,

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pronuncia un memorable discurso, en el cual delinea el perfil de la naciente Institución. Al referirse a las diferencias esenciales de la Universidad Nacional con su precursora, la Real y Pontificia Universidad, afirmó: “Los fundadores de la Universidad de antaño decían: la verdad está definida, enseñadla; nosotros decimos a los universitarios de hoy: la verdad se va definiendo, buscadla. Aquéllos decían: sois un grupo selecto, encargado de imponer un ideal religioso y político resumido en esas palabras: Dios y el Rey. Nosotros decimos: sois un grupo en perpetua selección, dentro de la substancia popular y tenéis encomendada la realización de un ideal político y social que se resume así: Democracia y Libertad”.

La visión de Justo Sierra, contenida en estos y otros textos sobre los grandes problemas del país, y el papel que le asigna a la educación tanto en su comprensión como en su solución, han trascendido su época y podemos afirmar que mantienen su vigencia.

Poco antes de la apertura de la Universidad Nacional, se reúne del 6 al 8 de septiembre en el Palacio de Minería, el Primer Congreso Nacional de Estudiantes. Una de las cuestiones que más preocupa a los estudiantes provincianos es la relativa a la “centralización de la enseñanza”. Luis G. Quintana, uno de los estudiantes poblanos que asiste a dicho evento narra que se esbozó la idea de la Autonomía Universitaria, considerándose que... “El Estado no debe ejercer una acción tan directa en la Institución que haga de ella un verdadero monopolio, reduciéndola a tutela y creando una ciencia oficial”.

Las inquietudes de los estudiantes poblanos, compartidas por los estudiantes de otros lugares del país, no encontrarían, en el futuro inmediato, las condiciones adecuadas para su cristalización.

El inicio de la lucha armada y más tarde la conducta heterogénea, y en no pocas ocasiones, contradictoria que asumen los gobiernos surgidos de la Revolución, tanto en el ámbito federal como en el de los estados frente a la educación superior generan un ambiente poco propicio para la expansión y el desarrollo de este nivel educativo.

En febrero de 1921, la Cámara de Diputados discute el proyecto de Ley sobre Federalización de la Enseñanza, y el plan elaborado por Vasconcelos para fundamentarlo. En él se plantea como orientaciones principales la atención primordial a la educación rural e indígena y a la educación técnica.

El desarrollo de la educación universitaria se sacrifica en aras de la aplicación de las orientaciones señaladas. Se proponía el establecimiento de cuatro universidades federales, cuya constitución interna, orientación y funcionamiento sería libre y autónomo.

El nacionalismo se plantea como la orientación general para el conjunto del sistema educativo.

ADVERTENCIA REVOLUCIONARIA.

En la discusión que se realiza en la Cámara de Diputados, en torno al proyecto de Ley Orgánica de 1929 de la Universidad Autónoma de México,

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en sesión del 4 de junio de 1929, el Diputado poblano Gonzalo Bautista hace la siguiente advertencia: “Sabemos...que debemos tener la estricta obligación de vigilar a la Universidad para que no se transforme mañana en una Institución de privilegiados donde pueden nutrirse cerebros que más tarde vengan a combatir la Revolución”.

La actitud que subyace en el planteamiento del Diputado Bautista, ejemplifica el recelo generalizado que existe entre distintas corrientes revolucionarias hacia la Universidad Nacional y hacia otras Instituciones heredadas del antiguo régimen porfirista. Sin duda, las continuas desaveniencias entre el Estado surgido de la Revolución y las Instituciones de Educación Superior, son factor determinante en su rezago histórico.

Sin embargo, en algunos estados los gobiernos locales adoptaron la decisión de establecer universidades públicas de corte progresista. En 1917 se funda la Universidad Autónoma del Estado de Michoacán, durante el gobierno del licenciado Pascual Ortíz Rubio; en 1922, la Universidad Nacional del Sureste, con sede en Yucatán, creada durante el gobierno del general Felipe Carrillo Puerto; el 10 de enero de 1923 se funda la Universidad Autónoma de San Luís Potosí, durante el gobierno del general Rafael Nieto y, por último, en 1925, queda constituida la Universidad de Guadalajara, a iniciativa del gobernador José Guadalupe Zuno.

En Puebla, el aspecto educativo y en particular la situación del Colegio del Estado durante las dos primeras décadas de la Revolución se torna crítica y conflictiva. En un marco de inestabilidad política producto de las tensiones y contradicciones sociales y de los continuos cambios en los órganos del poder público –pues entre 1911 y 1913, en un lapso de 23 años ocupan la gubernatura 36 gobernantes–, los intentos aislados que tienden a reorganizar la educación se diluyen antes de alcanzar su propósito.

Durante ese lapso, los gobiernos del general Cesáreo Castro (1916-1917), del doctor Alfonso Cabrera (1917), de Froylán C. Manjarrez (1922-1923); del licenciado Vicente L. Toledano (1923-1924), y del general Manuel P. Montes (1926-1927), realizan algunas reformas al sistema educativo estatal.

El primero de ellos promulga el 7 de octubre de 1916 una ley de instrucciones secundaria y profesional, y al año siguiente un reglamento de exámenes y reconocimiento del Colegio del Estado. Ambos ordenamientos sustituyen los promulgados durante el gobierno del general Mucio P. Martínez, al considerar que éstos no habían producido “Los resultados que de ellos se esperaba, por su defectuosa organización”. Sin embargo, los cambios en el contenido en relación a la ley de 1893, son mínimos, manteniéndose en lo esencial la vieja orientación y estructura que el positivismo había impreso a la enseñanza.

Por otra parte, las finanzas del Colegio del Estado languidecen a la par de las dificultades por las que atraviesa el erario público. Un año antes de la promulgación de la referida legislación, los catedráticos de las escuelas de Medicina y Jurisprudencia, dadas las precarias condiciones financieras del Plantel, toman el acuerdo de renunciar a sus sueldos.

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El gobernador Castro es sustituido en 1917 por el doctor Alfonso Cabrera, cuyo gobierno se significa por la intolerancia y el despotismo. Sus actos suscitan la oposición de los estudiantes del Colegio del Estado, quienes a través de las páginas del periódico El Quijote frecuentemente hacen públicas sus críticas a la conducta del gobernador.

Su gestión promulga una nueva ley de instrucción secundaria y profesional, una ley de educación primaria para las escuelas de la entidad, otra para el Instituto Normal y un reglamento general del Colegio del Estado.

El 24 de julio de 1919, el doctor Cabrera, en represalia ordena la clausura del plantel y, en noviembre de ese mismo año promulga un reglamento compuesto por ¡304 artículos! con el evidente propósito de introducir una férrea disciplina en la vida de esa Institución.

INQUIETUD TRANSFORMADORA

En 1923, un grupo de estudiantes publica un manifiesto en el que sostiene, entre otras cosas, que “la sociedad tiene derecho a exigir del poder público el establecimiento de centros de enseñanza donde se impartan los conocimientos indispensables para que sus hijos sean, en no lejana época, miembros honorables de la misma, y sostén vigoroso de la patria; incúmbele también la obligación de contribuir al sostenimiento de los establecimientos educativos”.

Al documento de referencia se acompañan sendos proyectos de decreto, uno para el sostenimiento de la instrucción preparatoria, profesional y artística y otro para la creación de la Universidad de Oriente.

En junio de ese año, el gobernador Manjarrez anuncia en su informe la intención “de proceder al establecimiento de la Universidad de Puebla”. Sin embargo no sucede así.

Al año siguiente otro grupo de estudiantes del Colegio del Estado, bajo el impacto de la lucha revolucionaria, proclama la fundación de una Universidad Obrera, porque en las Instituciones existentes “los estudiantes no están organizados ni siquiera para salvaguardar sus propios intereses. Las Instituciones estudiantiles llevan una vida raquítica, desconectada de las ansias vagas de la renovación que anidan en la juventud... dirigidas por cenáculos obedientes a muy restringidos propósitos personales. Inútil buscar en esas Instituciones una mínima resonancia de los problemas del país”.

La iniciativa surge del Partido Revolucionario Mexicano, que se autodefine “como brote netamente estudiantil... con una plataforma socialista, sancionando la interdependencia de las distintas actividades sociales, en un anhelo de solidaridad con el pueblo productor”.

Lombardo Toledano, por su parte, en calidad de delegado de la Universidad Popular a la Convención de Organizaciones Obreras, de donde surgiera la CROM, tras proponer la idea de una organización nacional de centros de cultura dedicados a la clase trabajadora, intenta fundar la Universidad Popular de Teziutlán, pero fracasa.

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En 1924 y 1927, los gobiernos de Lombardo Toledano y de Manuel P. Montes efectúan sendas reformas a la instrucción secundaria.

El general José Mijares Palencia, en 1932, candidato a la gubernatura del Estado, refiriéndose a la idea de fundar una Universidad en la ciudad de Puebla, manifiesta: “es viejo y noble anhelo de la intelectualidad poblana, la creación en la capital del Estado de lo que un día será la Universidad de Oriente, idea que con todo entusiasmo acariciaremos también; pero cuya realización ni siquiera nos atrevemos a plantear ahora, porque al calor de la lucha electoral no es posible que puedan valorarse los fecundos recursos de inteligencia y de energía que existen... ni tampoco estimar en su exacta posibilidad las fuentes económicas en que habrá de asentarse materialmente tan magna obra.

“Pero si llegamos al poder, será uno de nuestros propósitos más sostenidos y más ardientes, realizar ese nobilísimo deseo de nuestros conciudadanos en bien de la juventud...”

A pesar de tal ofrecimiento, la creación de la Universidad no llega a concretarse. Lo único que promueve es una reforma a la Constitución del Estado, en la que se establece que la educación superior de carácter público será impartida por medio de la Universidad de Puebla, no obstante que ésta aún no ha sido establecida.

PREOCUPACIÓN INTELECTUAL.

A finales de 1933, de nueva cuenta empieza a manifestarse entre distintas fuerzas sociales y en los medios políticos e intelectuales del país un creciente interés por los problemas de la educación. La reanimación de los debates se da a raíz de los acuerdos del Congreso Pedagógico, celebrado en Jalapa, Ver., que originan poco después la reforma al Artículo 3o Constitucional, que establece la educación socialista.

La polémica sobre la educación socialista cunde también entre los universitarios. El Noveno Congreso Nacional de Estudiantes se pronuncia por “una educación promotora del advenimiento de una sociedad socialista”, acuerda promover ante el Consejo de la Universidad Nacional la convocatoria para una reunión de autoridades, profesores y estudiantes, de todo el país para profundizar en el tema.

Como resultado de esta iniciativa, con asistencia de representantes de 21 estados de la República, y del Distrito Federal, del 7 al 14 de septiembre de ese mismo año se realiza en la ciudad de México, el Primer Congreso de Universitarios Mexicanos. Uno de los temas previstos –“La posición ideológica de la Universidad frente a los problemas del movimiento. Implicación social de la Universidad en el mundo actual”– suscita la célebre polémica entre Vicente Lombardo Toledano y Antonio Caso en torno a la concepción y a los principios que deberían servir de sustento a la función social y al quehacer de la Universidad Mexicana.

En ese mismo año, la Ley Orgánica de la Universidad Nacional es sustituida por una nueva, conocida como “Ley Bassols” por la participación preponderante que tiene en su formulación el entonces secretario de Educación Pública, Narciso Bassols.

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A diferencia del estudiantado progresista, Bassols expresa un marcado escepticismo en cuanto a las posibilidades de reformar la Universidad en beneficio de los trabajadores. En su discurso ante la Cámara de Diputados, señala: “¡Qué interés pueden tener los verdaderos proletarios, los que viven de un jornal arrancado con esfuerzo cerca de la máquina? ¿Cuál, si su vida no les permite la cantidad infinita de ocio que el universitario gasta y mal emplea en largos años de su juventud y de su edad adulta? ¿Para qué van a pensar las grandes masas en que se les abra la Universidad, cuando se les han abierto diez mil escuelas rurales y se les abren cada día centros de enseñanza técnica, certera y eficaz, que los capacite, sin gastar la vida en ocios verbalistas?”.

Mientras tanto, el proceso electoral desemboca en el triunfo del general Lázaro Cárdenas, candidato del Partido Revolucionario a la Presidencia de la República. El país se enfrenta a una situación difícil. La concentración de la tierra en manos privadas y la postergación de las reivindicaciones agrarias de los campesinos ponen en duda el carácter popular de la Revolución.

El gobierno de Cárdenas se caracteriza por su marcado interés en la reorganización de la educación superior, con base en las necesidades del desarrollo del capitalismo y de la incorporación de los hijos de trabajadores a este nivel educativo.

NACE LA UNIVERSIDAD

En este contexto en 1937 se transforma el Antiguo Colegio del Estado en la Universidad de Puebla. Dos años antes una comisión de la Confederación Nacional de Estudiantes y de la Agrupación Estudiantil del Colegio del Estado elaboró un proyecto que proponía transformar a la Institución en Universidad Autónoma.

La academia de profesores del Colegio, en apoyo a esta iniciativa elaboró el documento “Posibilidades Económicas del Colegio del Estado en su funcionamiento autónomo”, en el que se contienen propuestas encaminadas a garantizar el financiamiento de las actividades de la Institución, en el supuesto de que obtuviera su autonomía.

Conforme a la ley que le da origen, la Universidad queda constituida por el bachillerato y las facultades de Filosofía y Letras (que no llega a funcionar); Derecho y Ciencias Sociales; Medicina, Ingeniería, Química y Farmacia; Comercio y Ciencias Administrativas y Odontología. Salvo –en el caso de esta última, las carreras que se ofrecen, de corte liberal, habían sido ya introducidas en el Colegio del Estado desde el siglo XIX. Se ofrecen además las “carreras breves” de Periodismo y Publicidad, y de Química Industrial Práctica.

Quedan también integradas a la estructura de la Universidad otras Instituciones como la Escuela Secundaria Socialista Venustiano Carranza, fundada en 1935; la escuela de Bellas Artes (Antigua Academia de Bellas Artes José Antonio Ximénez de las Cuevas), la de extensión Normal Superior, de Educación Física y la de Música, Declamación y Teatro. Asimismo, se le anexan la Biblioteca Palafoxiana, los Museos Comercial y

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de Alfeñique; el Hospital Francisco Marín, la dirección de Turismo, y se crean el Instituto Biotipológico y el Instituto Obrero, cuyos programas se transplantan de la Universidad Obrera.

A fin de impulsar la acción social de la Universidad, se establecen un bufete popular y la botica del pueblo, además se organizan comités de educación indígena y obrera, a través de los cuales los docentes y los estudiantes realizan su labor social, impartiendo conferencias, cursos y enseñanzas prácticas.

Pero meses después de instituida la Universidad, la Ley Orgánica es reformada en dos ocasiones para separarle entidades como la Secundaria Socialista Venustiano Carranza, la Academia de Bellas Artes, la Biblioteca Palafoxiana, el Museo de Alfeñique, la Escuela de Educación Física y la Dirección de Turismo, entre otras.

HETEROGENEIDAD POLÍTICA E IDEOLÓGICA.

La Universidad inicia labores con 562 alumnos, de los cuales 247 corresponden al bachillerato, y con poco menos de un centenar de catedráticos, en su mayoría, educados en las aulas del antiguo Colegio del Estado bajo la influencia del positivismo y de la cultura francesa. Entre ellos existe clara heterogeneidad política e ideológica. La agitación y el debate es frecuente. La conformación de agrupamientos estudiantiles de distintos signos expresa esta situación.

Los grupos estudiantiles profascistas organizan el Bloque de Estudiantes Dorados y la Falange Juvenil Nacionalista; mientras que otros, los que sustentan ideas progresistas, se aglutinan en organizaciones como la Agrupación de Estudiantes Socialistas y la Federación Única Juvenil Revolucionaria del Estado de Puebla, que forma parte de la Confederación de Jóvenes Mexicanos.

Estos últimos se proclaman partidarios de una educación basada en el marxismo; de la vinculación de estudiantes con las luchas de obreros y campesinos, con el movimiento antimperialista y antifascista, y de su participación en la lucha anticapítalista.

Al iniciarse la década de los cuarenta, el Estado refuerza su control sobre la vida universitaria, a la par que tienden a desaparecer paulatinamente entre los estudiantes las expresiones del radicalismo. La rutina y el conformismo caracterizan el quehacer cotidiano de la Universidad.

Mientras tanto, Gonzalo Bautista Castillo sucede en la gubernatura a Maximino Ávila Camacho. Durante su campaña advierte que la Universidad debe “sufrir una transformación decisiva en sus objetivos, en el uso de sus prerrogativas y en la tendencia de sus enseñanzas” puesto que hasta ese momento la educación superior “se ha desenvuelto dentro de una sumisión a las corrientes intelectuales extranjeras que, aunque explicable y fatal, había de fortalecer la creencia de nuestra inferioridad irremediable”.

Su postura acerca de la autonomía y libertad de cátedra es tajante: “El tema de la autonomía universitaria, que suele interesar calurosamente a los

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centros intelectuales de Puebla, no puede ser entre nosotros de actualidad inmediata.

En 1941, a pocos meses de haber tomado posesión de su cargo, el gobernador Bautista Castillo envía al Congreso del Estado el proyecto de una nueva Ley Orgánica para la Universidad, a fin de establecer un control sobre la misma.

Entre 1947 y 1956, la Universidad tiene diez rectores. Conforme a las leyes de 1937 y de 1941 todos son nombrados por el gobernador en turno. A lo largo de este periodo de vida universitaria transcurre en un clima de atraso académico y de sujeción política.

Durante el rectorado del licenciado Horacio Labastida Muñoz (1947-1951) se presentan los primeros brotes importantes de inconformidad estudiantil; en 1950 el Consejo Universitario discute y aprueba el proyecto para la creación de la Escuela de Ciencias Físico Matemáticas. Con este acto se propicia el reencuentro entre la Universidad y la ciencia.

Un año más tarde, el general Rafael Ávila Camacho, quien antes de ocupar la gubernatura había desempeñado el cargo de director del Colegio Militar, formula un proyecto para militarizar la Universidad, desencadenando un amplio movimiento de protesta al que prácticamente se incorpora la mayoría de estudiantes.

La lucha universitaria culmina con un triunfo que representa la primera impugnación importante al cacicazgo avilacamachista y a sus métodos de gobierno, y simboliza también el surgimiento, en pequeños núcleos estudiantiles, de una conciencia crítica.

AUTONOMÍA Y REFORMA.

En 1956 se promulga la Nueva Ley Orgánica. En ella se concede autonomía a la Universidad y se estructura una nueva forma de gobierno, cuyas autoridades serían el Consejo de Honor, el Consejo Universitario, el rector y los directores de escuelas y facultades e institutos. Se crea, por otra parte, un patronato encargado de todo lo relativo al patrimonio universitario. La Ley faculta al Consejo de Honor, integrado por siete personas electas con carácter vitalicio, para nombrar al rector a propuesta interna del Consejo Universitario y a conocer de su renuncia o remoción.

La Autonomía restringida que se otorga a la Universidad de ninguna manera transforma radicalmente las relaciones entre Universidad y Estado, ni mucho menos garantiza una auténtica democracia en la gestión de la Institución. Por otra parte, el debilitamiento de la intervención del Estado en los asuntos universitarios es acompañado por decisiones que fortalecen la intervención directa de la burguesía poblana al interior de la Universidad.

Esa transformación junto al agravamiento de los problemas de la Universidad y el fortalecimiento de las aspiraciones democráticas que paulatinamente se extienden entre sus miembros, desencadenan, en los años siguientes, nuevos conflictos.

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En 1959, con una población de tres mil 732 alumnos, se inicia la masificación escolar y empiezan a agudizarse problemas como el financiero, la falta de espacio físico y la estructura académica tradicional. Simultáneamente los obreros desarrollan movimientos de reivindicación frente al desempleo, crisis económica, encarecimiento de los servicios públicos, despido masivo de obreros, etc.

A nivel internacional, las transformaciones impulsadas por la Revolución Cubana y su acercamiento al bloque socialista generan profundas contradicciones con el imperialismo norteamericano que culminan con la invasión a Cuba.

Estos acontecimientos, en apariencia distantes de Puebla, reaniman el movimiento universitario democrático que se solidariza con la revolución cubana. El primero de mayo de 1961 se inicia en Puebla el Movimiento de Reforma Universitaria, tendiente a fortalecer la solidaridad con los movimientos obrero y popular.

Los estudiantes carolinos, agrupados en el Comité Estudiantil Poblano, demandan la derogación de la Ley Orgánica de 1956; la desaparición del Consejo de Honor y del Patronato Universitario. Exigen mayor participación estudiantil en el gobierno universitario; una educación laica, científica y popular; la vigencia del Artículo 3o. Constitucional, la desaparición de grupos anticomunistas y la renuncia del Rector Armando Guerra Fernández.

La reacción entonces exige represión contra el movimiento emergente, organiza manifestaciones anticomunistas y paros patronales; se multiplican los enfrentamientos entre grupos de estudiantes antagónicos y el pequeño conflicto universitario adquiere una magnitud imprevista, que polariza a la sociedad poblana.

La Universidad actual, por tanto, es producto de las transformaciones profundas que en diversos momentos se han realizado en todos los órdenes de la vida institucional, bajo las banderas del Movimiento de Reforma Universitaria Democrática.

En este acto, hacemos un público reconocimiento a los estudiantes, profesores y trabajadores, cuyas convicciones progresistas, pasión y firmeza, han contribuido a cincelar el perfil democrático, crítico y popular de nuestra Universidad.

De manera especial, creo mi deber recordar en esta ocasión a nuestros inolvidables y queridos compañeros maestros Enrique Cabrera Barroso, Joel Arriaga Navarro y Alfonso Calderón Moreno y a los estudiantes, Norberto Suárez Lara, Ignacio Enrique González Romano y Víctor Manuel Medina. Sus crímenes aún permanecen impunes, pero su sacrificio no ha sido en vano.

Su lucha en defensa de la Universidad y por una nación plenamente soberana, libre y democrática, sin opresores ni oprimidos, en la que el hombre se realice íntegramente y florezca la cultura de todos y para todos, es la muestra, y lo será de otras generaciones mientras esos ideales no se conviertan en realidad.

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Distinguidos invitados, compañeras y compañeros universitarios, Amigos todos.

En 50 años, México dejó de ser un país poco poblado, de 20 millones, la población ha aumentado a cerca de 80. En el mismo lapso, su carácter rural se ha modificado radicalmente. Mientras en los años 30 el 67 por ciento de habitantes vivía en el campo y nuestra economía era básicamente agrícola, al iniciarse la presente década el 72 por ciento de los mexicanos se concentra en zonas urbanas, de los cuales el 48 por ciento habita en ciudades con más de 500 mil habitantes.

Hace medio siglo, sólo el 28 por ciento de la población sabía leer y escribir, hoy el 87 por ciento de nuestros compatriotas ha tenido acceso al alfabeto y cerca de un millón 200 mil alumnos cursan estudios superiores en más de 270 instituciones que integran el sistema educativo de este nivel.

Buena parte de esta población es atendida en las 14 escuelas que hoy conforman nuestra Universidad y que imparten 28 licenciaturas, 18 maestrías y un doctorado, así como dos carreras a nivel técnico y nueve preparatorias, una de ellas en Atlixco y otra en Tecamachalco. Además del Hospital Universitario que atiende a más de 86 mil pacientes de la entidad y de otros estados del país y del extranjero.

De las 37 universidades públicas del país, la Universidad Autónoma de Puebla es la tercera más grande con 104 mil alumnos, atendidos por ocho mil trabajadores académicos, manuales y administrativos. La investigación que se realiza en ella ha sido reconocida en todo el mundo; actualmente más de 300 proyectos de investigación están en proceso; 64 de nuestros catedráticos pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores; es la Universidad de provincia que tiene el mayor número de investigadores reconocidos. En la tarea de divulgación y en apoyo a sus estudiantes y maestros, la UAP ha fortalecido su fondo editorial con más de 200 títulos.

Bien es cierto que este esfuerzo es menor al que hace el pueblo mexicano que afronta la profunda crisis que sacude al país, producto en buena parte de la impagable deuda externa que nos agobia y que acentúa los contrastes entre la opulencia de unos cuantos y la miseria de los demás.

Por otra parte, estamos obligados a redoblar nuestro esfuerzo para enfrentar el nuevo milenio. Hacia finales del siglo XX, el sistema educativo tendrá cerca de 33 millones de alumnos: 23 millones de niños y jóvenes cursarán la educación básica, mientras la matrícula en la educación preescolar se habrá triplicado, la secundaria sólo se duplicara y la enseñanza profesional técnica ascenderá a tres y medio millones de estudiantes; la matrícula en licenciatura será también de tres y medio millones y la de posgrado apenas si alcanzará los 350 mil estudiantes.

Frente a estos retos, la Universidad Autónoma de Puebla habrá de retomar su tradición educativa enraizada, desde hace 409 años, en los más legítimos intereses del pueblo mexicano. Sabrá dar respuesta a las exigencias de su tiempo como lo ha hecho en los últimos 50 años y contribuirá en el nuevo milenio a defender nuestros valores republicanos y hacer realidad nuestro lema de PENSAR BIEN PARA VIVIR MEJOR,

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entendido éste como la razón que permita una relación natural y por tanto humana con la naturaleza y una relación más justa entre los hombres.

Muchas gracias”.

Solidarios con la alegría que embarga a la Universidad Autónoma de Puebla, algunos destacados invitados de la misma a este acto, hicieron uso de la palabra.

En primer lugar, el Dr. Joaquín Solís Piura, Ministro de Educación Superior de la República de Nicaragua dijo: “Señor Rector, señores y señoras, con gran emoción vengo aquí en nombre de nuestro gobierno y en nombre del Frente Sandinista de Liberación Nacional, a presentar nuestro humilde saludo pero caluroso, a esta gran Universidad que festeja hoy cincuenta años de fecunda vida. Al transmitirles las felicitaciones de nuestro gobierno, del Frente Sandinista y de nuestro pueblo, les transmito también a los miembros de la comunidad universitaria de Puebla, nuestro reconocimiento por toda la ayuda singular que esta Universidad ha prestado a nuestro pueblo desde que libramos la dura lucha contra la dictadura militar Somocista. Esta solidaridad producto de esta fecunda vida académica y humanística que bien ha relatado el señor Rector Vélez Pliego, toca muy a fondo los sentimientos de todos los nicaragüenses y nos compromete a luchar aún más duramente por construir una vida mejor para nuestro pueblo, por defender nuestra soberanía y por defender la soberanía de América Latina.” A continuación, dio lectura al mensaje del Comandante Tomás Borge Martínez, a quien esta Universidad le otorgó el Doctorado Honoris Causa, y quien por razones de trabajo debido a su alta investidura no estuvo presente en este magno acontecimiento como hubiera sido su deseo, mismo que a continuación se expresa:

“Saludo de Tomás Borge al Rector, autoridades, docentes, alumnos y trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla en el Quincuagésimo Aniversario de su Constitución como Universidad.

Queridos compañeros:

Aprovechando las celebraciones del Quincuagésimo Aniversario de haberse erigido el antiguo Colegio en la moderna Universidad de Puebla, me dirijo a ustedes en calidad de miembro integrante de esta querida y respetada comunidad universitaria.

Cuando la Universidad de Puebla nos honró otorgándonos el Doctorado Honoris Causa, lo interpretamos como un homenaje al pueblo nicaragüense, a sus campesinos y obreros, intelectuales de limpios harapos, que recién salían de la guerra de liberación para construir la Nicaragua soñada.

Aquél homenaje también nos llenó de orgullo legítimo; pertenecer honoríficamente a la Universidad Autónoma de Puebla es pertenecer a una institución de reconocida vocación democrática y latinoamericanista, representativa de las mejores tradiciones del pueblo mexicano.

Al llegar a su cincuentenario, la Universidad Autónoma de Puebla contempla sus 409 años de existencia, su historia que ha sido la misma

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historia de México, los claros eslabones de sus logros académicos y científicos entregados a la voluntad e intereses populares y la rectitud de sus principios. Nuestra Universidad ha avanzado desde ser un centro de enseñanza del primer siglo de colonización española en América, fundado en 1578, hasta ser una Universidad del Nuevo Mundo que propugna por un mundo nuevo. Nuestra Universidad es una de las pocas que ha remozado el periclitado concepto de humanismo. Las humanidades aquí han sido beligerantes, acaso desde cuando un grupo de hombres conspiraba por la Independencia de México y fueron expulsados por Carlos III en 1767. Las humanidades aquí se han hecho humanismo y el humanismo se ha ampliado en palabras y obras. No en vano el poema exteriorista que ustedes llaman Artículo 3 de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Puebla, dice:

“La educación que imparta la Universidad tenderá a desarrollar amor a la patria y a la humanidad, así como la conciencia de solidaridad en la justicia y en la libertad.”

De aquí que nuestra Universidad se ha ganado el respeto de varias generaciones y su compromiso y prestigio ha trascendido a toda la geografía política de nuestro continente.

Una Universidad de tal magnitud no puede ser ajena a la situación por la que atraviesa América Latina. El gobierno norteamericano esta resuelto a destruir la Revolución Popular Sandinista, a frenar el avance del pueblo salvadoreño, a ocupar el territorio hondureño, a exterminarnos con la deuda externa, y a mantener su apoyo a las tiranías de Chile y Paraguay.

En este combate frontal, el pueblo mexicano estará sin duda a nuestro lado. La defensa de nuestra tierra, la defensa de América Latina, es la defensa de la tierra de los mexicanos.

Compañeros de la Universidad Autónoma de Puebla:

Los días 22, 23 y 24 de abril se reúne en Puerto Cabezas, la Asamblea Multiétnica que nos entregará el trascendental Proyecto de Ley de las Regiones Autónomas de la Costa Atlántica de Nicaragua, región que ha recibido la insistente solidaridad de la Universidad de Puebla.

El Pueblo nicaragüense no olvida su solidaridad, no olvida las brigadas de Médicos que nos acompañaron en los frentes de guerra; las acciones de apoyo durante la guerra de liberación. Asimismo, valora la presencia de profesionales de la economía, ciencias físicas, medicina, durante estos años de viacrucis que es todos los días resurrección.

Nuestro reconocimiento, pues, a la Universidad en su conjunto, a sus autoridades, docentes, alumnos y trabajadores.

Por estos lazos que nos retornan, por ese sentimiento recíproco tan vigente en la Universidad Autónoma de Puebla y en la Nicaragua de Sandino y Carlos Fonseca, los abrazamos.

¡PATRIA LIBRE O MORIR!

“TOMAS BORGE. (Rúbrica).”

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El Dr. Héctor Mayagoytia Domínguez dijo: “Señor Rector y ex-rectores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, sean mis palabras en esta ocasión para congratularnos todos, no solamente en este hermoso y trascendental cincuentenario, sino en forma muy particular por los avances, progresos, consolidación y por la aportación que esta Universidad desde hace ya algunos años ha venido brindando al estudio y solución de los grandes problemas nacionales y en particular a la problemática del Estado Libre y Soberano de Puebla. Ciertamente esta nuestra Universidad de Puebla se distingue por ser la Universidad de provincia donde más proyectos de investigación y desarrollo tecnológico se realizan; se distingue y está concatenado naturalmente con el tema anterior, por ser la Universidad de Provincia donde existe un mayor número real y desde luego, una mucha mayor proporción de investigadores nacionales con respecto a su grupo académico, es razón ella seguramente por la cual es la Universidad de Puebla la que actualmente forma parte en representación de las universidades de provincia, de la Junta Directiva del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y los reconocimientos que en esta materia se han hecho patentes en el medio académico y en general, trascienden más allá del mero número de proyectos, documentos e investigaciones que se publican en las revistas científicas y tecnológicas especializadas; trascienden más allá, insisto, porque hay una dedicación muy especial de los investigadores de esta Universidad por el estudio y solución de problemas nacionales, por acercarse a buscar en su quehacer, con su capacidad, con su preparación y con los elementos de que disponen a contribuir al acrecentamiento del desarrollo socio económico de México y en particular de Puebla. Por ello, independientemente de congratularnos con los avances académicos de esta Universidad, destaco el gran acervo científico tecnológico de esta “Universidad y sus grandes aportaciones para el desarrollo del país a través de sus investigaciones.”

Dentro de esta especial celebración, a las 13:50 horas, se recibió la señal en el que un grupo de investigadores del Departamento de Geofísica del ICUAP, desde el cráter del volcán Popocatépetl como se tenía programado, en esos momentos se encontraban plantando un banderín del Cincuentenario. El Lic. Sergio Ortega Rodríguez Jefe de la expedición al cráter dijo: “En este momento del 23 de abril de 1987, a las 13:51 horas, la misión ha sido cumplida. H. Consejo Universitario, Lic. Alfonso Vélez Pliego Rector de la UAP, Excelentísimos Señores Embajadores, señoras y señores, compañeros y compañeras: los montañistas de la UAP nos unimos jubilosos a la celebración del L Aniversario de nuestra Institución como centro universitario, y hoy los saludamos desde el pico de Anáhuac cumbre mayor del majestuoso y legendario Popocatépetl, mientras un grupo de compañeros e investigadores de geofísica de nuestra Casa de Estudios planta en el fondo del cráter el banderín del Cincuentenario que habremos de llevar también a otros lugares de esta nuestra América; deseamos que las festividades del Cincuentenario hermanen aún más a los universitarios y al pueblo de nuestra entidad y que todos llevamos a nuestra Institución a la consecución de nuevos horizontes.”

Continuando con la celebración, el Lic. Luís Argueta Antillón de la Universidad del Salvador indicó: “Señor Rector de la UAP, señores rectores y ex-rectores de universidades mexicanas, señores invitados especiales,

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señores y señoras. Dentro de la natural emoción que me embarga por participar en esta celebración de la Universidad de Puebla, solamente lamento no poder expresar tantas cosas que quisiera manifestar a las universidades mexicanas y al pueblo y gobierno mexicano; solamente déjenme decirles que dentro de las condiciones por las que viene atravesando nuestra Universidad desde 1980, a partir de una incalificable intervención militar, nuestra Universidad ha logrado sobrevivir gracias a dos factores: en primer lugar a la identificación y sacrificio de nuestra comunidad universitaria, y en segundo lugar a la solidaridad internacional, dentro de la cual la solidaridad y el apoyo manifestado por las universidades mexicanas entre ellas la de Puebla, han sido de un valor incalculable, pero lo que más cabe destacar en este intercambio entre nuestras universidades, son los principios que han estado al frente de nuestras relaciones; me refiero a los principios de igualdad, de respeto y beneficio mutuo. Digo que es importante destacar esto porque justamente es el olvido de estos principios por parte de los gobiernos en sus relaciones, lo que esta provocando la amenaza a la paz interna de nuestros pueblos y a la paz internacional, por ello quiero referirme a estos 3 principios fundamentales que deben estar siempre presentes en las relaciones internacionales de nuestros pueblos. Por todo ello muchas gracias al pueblo y al gobierno mexicano y especialmente a la Universidad Autónoma de Puebla.”

El Dr. Francisco Flores Sandoval, Rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas señaló: “Señor Rector de la UAP, Honorables invitados, miembros de la comunidad universitaria. La Universidad Autónoma de Zacatecas a través de mi conducto, envía un saludo cordial y fraterno a la UAP. Deseamos expresar nuestro reconocimiento sincero a la UAP por su labor en beneficio de la sociedad. Nuestro reconocimiento a la UAP, Institución que ha sabido evolucionar de la protesta a la propuesta, de la protesta leal y comprometida a la propuesta tecnológica y científica en beneficio de la sociedad poblana y de la nación mexicana; estamos seguros que esta Benemérita institución seguirá transformándose para bien de México,”

El Lic. Jorge Guadarrama López, Rector de la Universidad Autónoma del Estado de México dijo: “Señor Rector V Pliego, distinguidos miembros del Presidium, compañeros universitarios. La comunidad universitaria del Estado de México, considera que nuestra Alma Mater debe constituirse en una respuesta permanente al cuestionamiento humano y no al privilegio de unos cuantos; esta plenamente convencida de que la Universidad debe ser una opción permanente de realización en la libertad y una posibilidad real de las depuradas y magnas acciones del hombre. La Universidad latinoamericana de la que forma parte nuestra Máxima Casa de Estudios, es una experiencia meditada y transforma sus principios fundamentales en norma de conducta y aspira a la conformación de una institución dinámica acorde a su tiempo y a su circunstancia, porque pretender una Universidad estática significa retroceso, porque una Universidad sin movimiento transmite su pesimismo a los que la conforman; por ello, es legítimo y valido luchar digna y valientemente por un modelo de universidad mexicana y latinoamericana partiendo para ello de la Universidad que tenemos, sin desconocer el trabajo de generaciones anteriores, sin soberbia y sin prepotencias absurdas, sin despojarnos de nuestras raíces históricas y

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humanas pero constructores en el presente de un futuro sólido y consolidado enriquecido en la tradición y en la grandeza espiritual y moral de nuestro pasado pero convencidos de la misión que en el presente nos ha confiado la sociedad y nos ha impuesto nuestra calidad universitaria, precursores de mejores tiempos para la vida y para la humanidad. Queramos vivir una Universidad convertida en institución humana y un humanismo convertido en Universidad; una universidad con finalidades científicas y tecnológicas, pero no como acción fundamental sino consciente de que es el hombre el principio, el fin de su razón vital. Queremos vivir una Universidad que se pronuncie como una gran casa de cultura que busca afanosamente el mejoramiento de la docencia, de la investigación y de la extensión que genere críticas, certera y renovadora y que participe en la creación e integración de nuevos valores sociales y científicos para vincularse eficientemente con los valores estéticos y humanos y que en esta definición dialéctica encontramos los perfiles y rasgos fundamentales del auténtico espíritu universitario. Celebramos con júbilo que una universidad mexicana llegue a 50 años de entrega y compromiso. Estamos aquí para dar testimonio de agradecimiento como universitarios para compartir la responsabilidad y además para felicitarlos.”

El Lic. Audomar Ahumada Quintero, Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa dijo: “Señor Rector de la UAP Lic. Alfonso Vélez Pliego, señores rectores de instituciones nacionales y extranjeras. Para nosotros los universitarios de Sinaloa constituye motivo de alegría y de satisfacción, el hecho de que una Universidad, la Autónoma de Puebla llegue a 50 años de fructífera vida, no sólo porque somos universitarios que constituimos parte del sistema de universidades nacionales, sino especialmente porque con la UAP mantenemos una relación no sólo institucional sino personal con muchos de sus miembros, de sus dirigentes y conductores presentes y pasados; nos une pues el interés, la búsqueda, el propósito de construir un modelo universitario realmente alternativo para la juventud de nuestro tiempo y para los problemas y necesidades que tiene el pueblo de México en el presente. Queremos expresar por tanto a nombre de la comunidad universitaria de Sinaloa, el saludo afectuoso, sincero, solidario y queremos también expresar nuestro deseo de que la UAP siga trabajando, siga desarrollándose como hasta ahora y siga constituyendo como lo constituye ahora, una aportación importante para el desarrollo de la actividad científica y tecnológica de nuestro país. Deseamos pues que su cincuentenario marque el inicio de una nueva etapa de trabajo y esfuerzo y de relación entre nosotros para el bien de la educación de nuestro país.”

El Ing. Fausto Gutiérrez Aragón, Rector de la Universidad Autónoma de Morelos manifestó; “H. Consejo Universitario, distinguidos visitantes, compañeros universitarios de Puebla. El cincuentenario de la creación de la UAP, ha sido sin lugar a dudas ocasión propicia para reunir a un grupo de rectores de universidades mexicanas y extranjeras y de gente que tenemos el privilegio de prestar nuestros servicios en el sistema educativo nacional, para compartir con ustedes la alegría que representa celebrar cinco lustros de vida de su institución educativa y rendir así homenaje a esta importante Casa de Estudios, la UAP. Esta Universidad que se ha transformado de manera importante y que ha tenido como hecho de su transformación, sin duda alguna, el ejercicio pleno de su autonomía, lo que permitió en su

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momento definir a los universitarios de Puebla el perfil y el camino que deseaban seguir para la transformación de su Universidad. Hoy en día la UAP está convertida sin lugar a dudas en una Universidad de vanguardia en nuestro país; ya lo señalaba acertadamente el Dr. Mayagoytia, que en esta Universidad se da el proyecto de investigación más importante dentro de las universidades de provincia del país, y este proyecto de investigación ha sido la columna vertebral en la que se ha apoyado el programa de excelencia académica de la Universidad de Puebla. Por todo ello, por los logros que han conseguido, porque se han destacado en esa tradición de lucha por contar con un proyecto académico de alto nivel, por su vinculación estrecha con su propio pueblo y con pueblos de otras naciones, presento a ustedes en nombre de la comunidad universitaria morelense que me honro en representar, un cordial y afectuoso saludo con motivo del Cincuentenario de la creación de su Universidad, sigan adelante para constituirse así en un ejemplo para otras universidades públicas del país que también estamos luchando por transformarnos. Felicidades y éxito en el futuro.”

El Dr. Haris Jurgen Jacobs, Rector de la Universidad Técnica de Dresden de la República Democrática Alemana, dirigió las siguientes palabras: “Estimado señor Rector, honorables autoridades, señores y señoras. Es para mí una gran alegría y honor entregar a la UAP con motivo del aniversario número 50 de su fundación, un saludo y mis mejores parabienes en nombre de la ciencia, de los estudiantes y del personal docente de la Universidad Técnica de Dresden. Nuestras dos universidades tienen muchos intereses en común; ganar conocimientos científicos y perfeccionarlos para que los alumnos y jóvenes científicos trabajen con ellos de manera creadora y en beneficio de toda la sociedad: sobre esta base se ha desarrollado entre nuestras dos casas de estudio una fructífera colaboración que queremos profundizar en beneficio mutuo. Por estos días nos hemos podido dar una idea del gran valor patriótico con que los jóvenes científicos de la UAP han logrado desarrollar altas tecnologías a través de medios propios y cuyos resultados deben ser de valor para toda la sociedad. Eso es el gran valor de nuestros dos países; están seguros que la Universidad Técnica de Dresden así como nuestro país la República Democrática Alemana, llevan a cabo ingentes esfuerzos por aportar la ciencia y la técnica en beneficio de toda la humanidad, por un mundo en paz y seguridad. Para los próximos meses y años hemos acordado medidas concretas de colaboración entre nuestras dos universidades. Señor Rector, les agradezco en nombre de nuestra delegación aquí presente, la honorífica y amable invitación a las festividades de vuestra universidad y le deseo a la UAP así como a usted y a todos los científicos, personal docente, estudiantes y colaboradores lo mejor en lo personal y una exitosa tarea científica pedagógica. Muchas gracias.”

Entre las muchas personas presentes en este acto estuvo una Comisión del H. Congreso del Estado, integrada por los Diputados Carlos Grajales Salas, Guadalupe Sánchez Lozada, Carlos Barrientos de la Rosa, Roberto Pozos Cuspineyra y Raúl Alarcón Guarneros.

El Dr. Humberto López Rodríguez Rector de la Universidad Autónoma de Managua, República de Nicaragua, expresó lo siguiente: “Señor Rector Lic. Alfonso Vélez Pliego, señores del Presidium,

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compañeros universitarios: En nombre de la comunidad universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua reciban un fraternal saludo, estar aquí es un honor y sólo queremos decir que nuestra Universidad, la Universidad Autónoma de Nicaragua desde el 19 de Julio de 1979, logró concretar plenamente sus objetivos de autonomía y de identidad plena con su pueblo, su gobierno y nuestra revolución con el quehacer diario de nuestra Universidad y por lo tanto plenamente signamos y estamos aquí con lo que expresa nuestro gobierno, nuestro pueblo y nuestras autoridades. Pero no podríamos también como Universidad dejar pasar este momento para hacer patente como se concreta una actitud, como se concreta la plena y auténtica solidaridad que ha mostrado la Universidad de Puebla con la Universidad de Nicaragua y con nuestro pueblo. Cómo no recordar en este magno acontecimiento del L Aniversario a la brigada “Emiliano Zapata” que desde el primer día del triunfo de nuestro pueblo sobre la ignominia de la dictadura Somocista se hizo presente y no solamente por su presencia sino por su humildad, por la entrega, dedicación, por su sacrificio y su mensaje humanístico progresista y revolucionario que nos llevó a su solidaridad, que nos ha venido mostrando desde ese momento hasta la actualidad la UAP, y eso nos dice a nosotros verdaderamente qué tipo de profesionales, qué mexicanos y qué hombres forma esta Universidad que se plasma para nosotros en el ejemplo de esa brigada que sistemáticamente desde ese 19 de julio nos acompañó en nuestras vicisitudes por lograr nuestra auténtica soberanía frente al imperialismo norteamericano y frente a la agresión de fuerzas obscuras que en este mundo están en contra de nuestro pueblo; por eso estamos aquí y por eso queremos decir a las autoridades de esta Universidad y a su comunidad, que reconocemos realmente cómo una labor universitaria se hace y cómo este pueblo mexicano ha ayudado al pueblo nicaragüense. Este pueblo mexicano debe sentirse orgulloso y debe darle todo el apoyo a la UAP que realmente representa lo que debe ser una Universidad actuando, beligerante, comprometida con la causa de su pueblo y con todos los pueblos que luchan por su liberación como el pueblo de Nicaragua, por eso agradezco esta oportunidad de venir aquí y decirles como comunidad universitaria, gracias por su ejemplo Puebla, gracias.”

El Sr. Fernando Rojas, Rector de la Universidad de la Habana, Cuba, dijo: “Estimado Señor Rector, distinguidos miembros del Presidium, H. Consejo Universitario, compañeros y compañeras universitarios. Constituye un alto honor para mí dirigirme a ustedes y expresarles a nombre del Consejo Universitario, de los Profesores, Trabajadores y Estudiantes de la Universidad de la Habana y en el mío propio, nuestras más sentidas felicitaciones en ocasión del L Aniversario de la constitución de la U.A.P. Nosotros valoramos altamente las relaciones de colaboración entre nuestras universidades, por lo que queremos expresarles nuestros reconocimientos y muy especialmente al señor Rector Alfonso Vélez Pliego; nos proponemos continuar trabajando para profundizar aún más estas relaciones que son expresión fehaciente de las tradiciones de amistad y solidaridad entre los pueblos de México y de Cuba, entre los pueblos de Benito Juárez y de José Martí. Muchas gracias.”

El Dr. Jerjes Justiniano Talavera, Rector de la Universidad Gabriel René Moreno en Santa Cruz de Bolivia, manifestó: “Lic. Alfonso Vélez

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Pliego, Rector de la UAP, señores miembros del Consejo Universitario, señores Rectores, señores y señoras. Si partimos de la premisa de que la Universidad es el laboratorio del pensamiento social, político y económico de nuestros pueblos, coincidiremos en que asistir a la celebración de 50 años de la transformación de una Universidad que tiene más de 400 años de experiencia en la formación académica, trasciende una importancia que no podría limitar a los simples saludos protocolares. Precisamente esta celebración se enmarca cuando la metrópoli imperialista ha diseñado para las colonias una política universitaria que fortalece a la Universidad privada como la posibilidad de reproducir el modelo de dominación imperialista y que pasa necesariamente por el desprestigio de la Universidad Pública Estatal Autónoma, y no es menos cierto, como lo comprobamos el día de ayer, en un cónclave destinado a financiar y a recaudar fondos precisamente para fortalecer las universidades privadas; Vargas Lloza se transformó de literato Peruano y de contenido latinoamericano, en un plumífero del imperialismo que riega su fobia contra la Universidad estatal, acusándola de que la Universidad Pública es el centro del caos y la anarquía; es cierto, así como la anarquía del movimiento del anarco-sindicalismo dio origen a una fuerza indestructible que hizo carne en los trabajadores de América y el mundo, de la misma manera esta anarquía iconoclasta de una juventud que se revela contra el orden, para contrarrestar, la opresión, es la expresión de nuestros pueblos y se traduce sin ninguna duda en el esfuerzo supremo que hacen las universidades por transformar su medio como aliado de sus pueblos en la lucha por la liberación nacional. Este es el marco en el que asistimos al cincuentenario de una Universidad Estatal que ha cumplido como lo hemos visto por la tradición que nos refleja su digno rector un papel importante en la lucha por la liberación del pueblo mexicano. Saludamos pues a la Universidad de Puebla en este hecho que pasa necesariamente no por la asistencia de rectores que venimos protocolariamente a expresar nuestra solidaridad y nuestra admiración a una Universidad que florece. Yo creo que la presencia de nosotros obedece a la necesidad de replantear el papel que deben cumplir nuestras universidades de aquí en adelante. La presencia del Rector de una de las Universidades más chicas de Bolivia, precisamente se encuadra en este contexto y viene a reclamar de las Universidades Latinoamericanas el apoyo, la cooperación horizontal, la transferencia tecnológica, bibliográfica, el apoyo que debemos hacer unas a otras fundamentalmente universidades estatales para que cumplamos ese papel de ser laboratorio del pensamiento y ser faro de libertad de nuestros pueblos. En este contexto saludo a la Universidad de Puebla en su L Aniversario y le deseo que realmente sea la palanca que posibilite esta cooperación que reclamamos todas y cada una de las Universidades Latinoamericanas.”

El Dr. Francisco Rojas, Vice-Rector del Instituto Superior de Ciencias Medicas en La Habana Cuba, manifestó: “Señor Rector de la UAP. Lic. Alfonso Vélez Pliego, señores de la Presidencia, señores y señoras. Al dirigirme a ustedes en esta histórica ocasión en que se celebra el L Aniversario de la fundación de la UAP, transmito a usted señor Rector y a toda vuestra comunidad universitaria, el saludo de nuestro Rector, Maestros, Estudiantes y Trabajadores que en este señalado momento les expresan por mi conducto sus sentimientos de amistad y solidaridad que ya viene haciéndose presente a través de la colaboración entre instituciones

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hecha posible en gran medida por la gestión personal de usted señor Rector. Esta cooperación es la expresión concreta de los lazos históricos de fraternal amistad entre nuestros pueblos; por ello esta celebración de los universitarios de Puebla que es de todos los poblanos y mexicanos, nos regocija como cosa propia. Permítanme pues compañeros, agradecer de modo muy sentido la oportunidad de compartir con ustedes esta ocasión. Muchas gracias.”

El Lic. Héctor Ignacio Ortíz Ortíz de la Universidad Autónoma de Tlaxcala dijo: “H. Consejo Universitario, Sr. Lic. Alfonso Vélez Pliego Rector de la UAP, distinguidos Rectores mexicanos y extranjeros, distinguidos invitados. Agradezco la honrosa oportunidad de expresar a la comunidad universitaria poblana a nombre de la comunidad universitaria de Tlaxcala, nuestra más emotiva felicitación por el magno acontecimiento que constituye la conmemoración del L Aniversario de esta Benemérita Institución. La Universidad Autónoma de Tlaxcala, la más próxima, por mi conducto expresa su reconocimiento a esta comunidad universitaria por el esfuerzo sostenido que realiza para buscar la excelencia académica; el desarrollo de varias áreas se ha constituido en ejemplo para las universidades mexicanas de provincia que como la nuestra están realizando su mejor esfuerzo por mejorar la calidad de la educación superior en México. Formulo mis mejores votos para que esta Benemérita Universidad continúe en la búsqueda de la excelencia académica manteniendo como hasta ahora su carácter crítico, democrático y popular. Muchas gracias.”

El Lic. Abrahám Martínez Alavez, Rector de la Universidad Autónoma de Oaxaca, dijo: “Señor Rector de la UAP, señores miembros del Consejo Universitario, Respetables señores rectores de las universidades del país y del extranjero. Hace ya varios años que las universidades democráticas han sido vistas con recelo por representar alternativas de cambio en el sistema educativo nacional. Hablar de universidades democráticas significaba hablar un tanto de anarquía o de simples conflictos; la respuesta está a la vista, es posible que el nacimiento de las alternativas democráticas hubiera representado en un principio manifestaciones de violencia que con el tiempo, la madurez de los protagonistas, de los participantes, han ido haciendo más sólidas sus rutas; la Universidad de Puebla es una muestra clara de que la democracia en las universidades no está divorciada del alto nivel académico. La Universidad de Oaxaca considera a la Universidad de Puebla como la hermana mayor; su experiencia, sus anhelos, los principios que ella defiende los compartimos, nos diferencian sí situaciones económicas de un Estado desarrollado con un alto presupuesto como es el de Puebla a un Estado atrasado lleno de dificultades económicas como es Oaxaca, pero los ideales, la ruta, es la misma, por eso el día de hoy los oaxaqueños nos congratulamos al asistir a este aniversario de nuestra hermana Universidad de Puebla. Felicidades, que los éxitos sean mayores, que el ejemplo de ustedes nos sirva también a nosotros en nuestras tareas diarias. Muchas gracias.”

El Lic. José Grajales Porras, Director de Relaciones Internacionales e Intercambio Académico dio lectura a los nombres de diferentes personalidades que enviaron un mensaje especial a la Universidad

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Autónoma de Puebla con motivo de su L Aniversario, siendo éstos: Comandante Tomás Borge, Ministro del Interior de la República de Nicaragua, Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Puebla; Dr. Luis Corvalán, Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Puebla; Dr. José L. Massera, Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Puebla; Sr. Nodar Sardionovich Miaglobeli, Rector de la Universidad Estatal de Tbilisi en la Unión Soviética; Profr. dr. h. Tadeusz Srodulski, Rector de la Universidad Politécnica de Cracovia de Polonia; Profr. J.A. Gierowski de la Universidad Jagellonica de Cracovia de Polonia; Sr. Alberto Marco Vallaure, Rector de la Universidad de Oviedo de España; Lic. Luis Triviño, Rector de la Universidad Nacional de Cuyo de Perú; Dr. Jorge Campos Rey de Castro, Rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, de Perú; Sr. Marcos Palacios, Rector de la Universidad Nacional de Colombia; Dr. Juan Vela Váldes, Rector del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana de Cuba; Sr. Gilles Boulet, Rector de la Universidad de Quebec; Lic. Manuel Blanco Milá, Rector de la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba; Sr. André Delessert, Rector de la Universidad de Lausana de Suiza; Profr. Dr. rer. nat. Gisbert Frhr. zu Putlitz, Rector de la Universidad de Heidelberg de la República Federal de Alemania; Sr. Werner Arber, Rector de la Universidad de Basilea de Suiza; Sr. Georges Verhaegen, Rector de la Universidad Libre de Bruselas de Bélgica; Sr. Filies G. Cloutier, Rector de la Universidad de Montreal de Quebec; Profr. dr. Grzegorz Bialkowski, Rector de la Universidad de Varsovia de Polonia; Dr. Franklin Almeyda Rancier, Rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo de la República Dominicana; Sr. Edmundo Chirinos, Rector de la Universidad Central de Venezuela; Sr. Adolf Theis, Presidente de la Universidad de Tübingen de la República Federal de Alemania; Dr. Máximo E. Drets, Presidente del Instituto de Investigaciones Biológicas “Clemente Estable” de Uruguay; Sr. Ramón Lapiedra Civera, Rector de la Universidad de Valencia de España, Sr. Cayetano López Martínez, Rector de la Universidad de Santiago de Compostela de España; Sr. José Goldemberg, Rector de la Universidad de Sao Paulo de Brasil; Ing. Rodolfo Alarcón Ortiz, Rector del Instituto Superior Politécnico “José A. Echeverría” de Cuba; Sr. Josep M. Bricall, Rector de la Universidad de Barcelona de España; Sr. Amador Schuller, Rector de la Universidad Complutense de Madrid de España; Lic. Elpidio Lezcano Agreda, Rector de la Universidad de Camagüey de Cuba; Sr. Luis Salas Arones, Rector de la universidad Nacional del Altiplano Puno del Perú; Sr. Julio Fermoso, Rector de la Universidad dé Salamanca de España; Profr. St. Uziak, Rector de la Universidad de Lublin de Polonia; Sr. Namio Honda, Presidente de la Universidad Técnica de Toyohashi de Japón; Sr. Hubert Coudanne, Presidente de la Universidad de París-Sur de Francia; Sr. V. Stanis, Rector de la Universidad de Amistad de Pueblos “Patricio Lumumba” de la Unión Soviética; Sr. Albert Sloman, Vice-Chancelor de la Universidad de Essex de la Gran Bretaña; Sra. Adriana Lombardo, Directora de la Universidad Obrera de México; Ing. Humberto Lanz Cárdenas, Rector de la Universidad del Sudeste; Lic. Eduardo Maliachi y Velasco, Rector de la Universidad Pedagógica Nacional; Sr. Sergio Pitol, Embajador de México en Checoslovaquia; Lic. Carlos González Parrodi, Embajador de México en Polonia; Lic. Carlos Planck Hinojosa, Embajador de México en Panamá; Sr. Sergio González Gálvez, Embajador de México en Japón; Sr. Rodolfo González Guevara, Embajador de México en España;

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Sr. René Delgado Ballesteros, Segundo Secretario, Director de Asuntos Culturales de la Embajada de México en Bélgica; Sr. Víctor Balvanera, Consejero de la Embajada de México en la República Democrática Alemana; Dr. Joachim Naumann, Embajador de la República Democrática Alemana en México; Lic. Marcel Disler, Embajador de Suiza en México; Sr. John A.L. Morgan, Embajador del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte en México; Sr. Slavko Sukovic, Embajador de Yugoslavia en México; Sr. Alfredo Lebrón Pumarol, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Dominicana en México; Sr. José Fernández de Cossío, Embajador de la República de Cuba en México; Sr. Jorge Raygada Cauvi, Embajador de Perú en México; Sr. Henryk Laszcz, Embajador de Polonia en México; Sr. Raymond Chrétien, Embajador de Canadá en México; Sr. Jacques Alain de Sedouy, Embajador de la República Francesa en México; Sr. Luís Antonio Alvarado Pantoja, Ministro Encargado de Negocios de la Embajada de Colombia en México; Sr. Juan Facundo Gomensoro, Agregado Cultural de la Embajada de la República Argentina en México; Sra. Alda Doninelli Véliz, Agregada Cultural de la Embajada de la República Argentina en México; Sra. Linda R. Berg Gutt, Agregada Cultural de la Embajada de Bolivia en México; Sr. Louis Panabiere, Agregado Cultural de la Embajada de la República Francesa en México y Director del Instituto Francés de América Latina; Dr. Raúl Alfonso García, Encargado de Negocios de la Embajada de Bolivia en México; Lic. Maxim Heim, Consejero Comercial de la Embajada de la República Democrática Alemana en México.

Finalmente los trabajadores que tenían entre 25 y 30 años laborando para la Universidad Autónoma de Puebla recibieron preseas de manos del Lic. Alfonso Vélez Pliego como de los Ex-rectores que en el presidium lo acompañaban, siendo éstos:

Los señores Gonzalo Tovar Díaz, Celerino Vázquez Reyes, Profr. Ernesto Marín Leal, Delfino Castellanos Sánchez, Dr. César Reyes Méndez, Epifanio López Sosa, Dr. Félix Villagrán Salas, Dr. Ángel Altieri Megale, Lorenzo Bazán Bautista, Miguel Bonilla Baltazar, Gastón Cabrera Covarrubias, Ma. Luisa Canseco Cedeño, Ing. Sergio Ricardo Carvajal Mújica, Eduardo Dueñas Aguilar, Eutiquio Escamilla Mozo, Ma. Auxilio Figueroa Conde, Teresa Franklyn Villar, Julián González Báez, Andrés Gutiérrez Ramos, Ing. René Guzmán Santos, Hilario Hernández Bazán, Ing. Santos Lozano Ibarra, Juan Luis Atanacio, Leoncio Martínez Ángel, Lic. Miguel Nieva y Acevedo, Leoncio Palma Cruz, Amado Pérez Cristóbal, Dr. Alfonso Rojas Pimentel, Gregorio Razo Domínguez, Dolores Romo Gallo, Manuel Rosas Cruz, Ingenieros Raúl Sánchez Teruel y Agustín Santillán García, Quím. Marina Sentíes Lavalle, Sofía Arenas Corzas, Miguel Bravo Pastrana, José Librado Diego, Lic. Guillermo Distel Pasquel, Lic. Germán Escobar Ramírez, Ingenieros Hilario y Humberto Figueroa Ortega, Alfonso Flores Jiménez, Ing. Evodio González Quintero, Alberto Gutiérrez Ramos, Doctores Jesús y Manuel Lara y Parra, Dr. Aarón Zarain, Ing. Luis Rivera Terrazas, Ing. Jesús Martínez Martínez, Concepción Muñoz Vargas, Dr. José Guillermo Pantoja Enríquez, Moisés Peralta Arias, Lic. y C.P. Armando Porras y López, Dr. Rubén Ramírez Flores, Mauricio Reyes Méndez, Dr. Salvador Rosales Pérez, Dr. Felipe Spota Iturbe, Ricardo Tejeda Vega, José Guadalupe Vergara Cedeño, Lic. Mario Monroy

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Jaramillo, Dr. Jaime Garzón Villanueva, Antonio Salazar Quintero, Dra. Evelia Gil Barbosa, Dr. Ramón Moreno Luna, Miguel Bravo, Ing. Gaudencio Castañeda, C.P. Jaime Velasco Ramírez, Profr. José Luís Moreno Campos, Dr. Roberto Rivera Morales, Dr. José Luís Rosas, Ing. Eduardo Ayala Gaytán, Dr. Francisco Arellano Ocampo, Ing. Héctor Gómez Calzada, Dr. César Yúnez Arellano, C.P. Abrahám Perdomo Moreno, Oscar Montiel, Profa. Alicia Lara y Parra, Dr. Jorge Larrazabal González, Dra. Esperanza López, Dr. Femando Jasfiel de Guzmán, Ing. Antonio Osorio, Ing. Marco Aurelio Barocio, Ing. Daniel Olea Reyes y Sr. Juventino Olivier Nava.

También se hizo entrega de preseas a 5 personas que tenían entre 40 y 50 años laborando para la UAP, siendo el Dr. Manuel Sergio Santillana Márquez, Dr. Eulogio Montaño Cordero, Lic. Alfonso Vélez López, C.P. Gustavo Rivero Salgado y Sr. Isidro Cortés Guevara.

A todos los que recibieron preseas se les otorgó un cariñoso aplauso lleno de afecto y admiración.

Siendo las quince horas, se dio por terminado este importante acto conmemorativo del Cincuentenario de la Universidad Autónoma de Puebla, hoy Benemérita, levantándose la presente acta para constancia. DOY FE. - -

Fuente: Libro de Actas del año 1987, Primer Tomo. Archivo del Honorable Consejo Universitario.