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4 Años de la Resistencia Electricista

... solo se escuchan los sonidos metálicos de una valla que recién están terminando

de instalar, los cerrojos de armas que se preparan para utilizar, los murmullos de azoro

de quienes son testigos de uno de los episodios más recientes que cubren de vergüenza

a una sociedad que en medio de la noche se convierte en víctima del servilismo y de

traición por parte de quien juro velar por el bienestar de todos sin excepción, y el

bienestar que cuido solo fue el personal...

...Los medios dan comunicados faltos de claridad; los funcionarios solo atinan a decir

palabras destinadas a justificar sus actos; la sociedad como siempre... indiferente y en

su interior, festejando el fin de privilegios de una casta que según ellos, merecen

exterminar.

Dicen que el tiempo siempre da la razón, pero quienes cometen un crimen procuran

que si han de ser descubiertos, sea en el mayor tiempo posible, y como tales, en este

caso ponen el mayor número de paladas sobre un cuerpo que ya creían cadáver antes

de cerciorarse si de verdad su muerte presente estaba. Pero el tiempo no perdona, y

como dije antes, siempre tiene la razón, y en este caso tan absurdo que, desde el

primero momento de la fechoría se dejó entrever que todo había sido montado con el

único fin de llevar a término su meta; que es el inicio de una serie de medidas

tendientes a la privatización de todas las industrias atractivas para los amos del

mercado internacional, los dueños del dinero.

Pero tras todo esto, y tras de lanzar carnadas falsas (recontratación de 10 000

liquidados, bonos adicionales a liquidaciones etc, etc), y tratar de aniquilar la honra en

los medios de un sector que por más de cien años ha sido símbolo de lucha y

hermandad sindical, se topan con que el enemigo a aniquilar no se deja vencer tan

fácilmente, se enteran que los que ya creían muertos proclaman que están tratando

no de saberse vivos, sino se hacerlo sentir a toda la clase trabajadora, que son de otra

madera, aquella que ya no hay, aquella que es poco común en un país donde todos son

carcomidos por la polilla de honesta y corrupta que intenta proliferar, pero que el SME

no permite a su gremio penetrar.

Declaraciones posteriores califican a los electricistas de vagos, de holgazanes y hasta

de delincuentes a quienes no solo por más de un siglo suministraron luz a los hogares

e industrias de México y dieron todo su conocimiento y energía en situaciones de

desastres naturales (como fueron San Juanico, el terremoto del 85, y aun ahora en los

desastres del mes pasado en Guerrero), sino que suministraron energía y progreso a

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un país que supo adaptarse a los avances de un cambiante mundo actual. Y sobre esto,

todo el mundo callo, menos aquellos que conocen del dolor de haber perdido la fe en

las instituciones de gobierno, por su suciedad y su corrupción.

Ahora a cuatro años de pasar penalidades, proveer de lo necesario, de pagar la

educación, los servicios médicos y hasta lo más esencial en miles de hogares

electricistas que en resistencia han estado, sabemos que las derrotas no se hicieron

para este sector de la sociedad, que no se conocen en donde la lucha diaria da fortaleza

y convicciones de durabilidad, y que por más que los vientos de la envidia y la

corrupción muevan a este centenario árbol, nunca su caída verán, ya que incólume

permanece como símbolo de progreso y prosperidad nacional.

Hoy se cumplen cuatro años, y pueden ser cien más, pues las generaciones

siguientes han aprendido que, lo que fortalece es el digno fin, y por alcanzarlo han de

luchar. Cuatro años en que 44 mil familias debieron comenzar a vivir de manera

diferente. Cuatro años en que se comenzaron a escribir 44 mil historias diferentes,

pero todas con base en un mismo tema, la de aceptar o rechazar su destino por la

voluntad de un puñado de inconscientes a quienes no les importa el destino del

mexicano de la base, de la clase trabajadora, 44 mil historias que conforman ahora un

capitulo negro, en el ya negro panorama nacional que por obligación cívica y moral

debemos revertir.

No dejemos que fuerzas externas socaven los cimientos que toda una historia

cambiaron, para hacer un hombre y en esta caso mexicano, un ser digno de los más

altos honores por sus luchas ganadas y sus batallas libradas en contra de quien ignora

que un servidor público es, y en ese olvido, pretende modificar lo sagrado y esencial

de un país ganado por y para todos.

Hoy se cumplen cuatro años... y en ellos tú también tienes una historia que contar.

Yo no fui...fue Tete

Rafael de J. Q. Trabajador en Resistencia e

Integrante del Equipo de Guerrer@s SME