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Música: Música: “Mirad el dolor”, de la Pasión de Tomás L. de Victoria“Mirad el dolor”, de la Pasión de Tomás L. de Victoria

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Gn 39, 1 - 20Gn 39, 1 - 20

Ahora lo tenemos a José en Egipto, esclavo de un señor llamado Putifar. Podría haber quedado con un profundo rencor por su pasado, y de esta manera habría anulado su vida. Pero José tenía fe en el futuro. Sentía que había una estrella que lo alumbraba y que su vida tenía un sentido. Y entonces dijo:-No ganaría nada con guardar rencor al pasado. Lo importante es vivir bien el presente preparándome para el futuro.

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Y empezó a vivir plenamente su nueva realidad. Hasta tal Y empezó a vivir plenamente su nueva realidad. Hasta tal punto que la Biblia misma dice que Dios bendecía todo punto que la Biblia misma dice que Dios bendecía todo

aquello en lo que José trabajaba. Su patrón le tomó confianza. aquello en lo que José trabajaba. Su patrón le tomó confianza. Empezó a delegarle cada vez más responsabilidades, hasta no Empezó a delegarle cada vez más responsabilidades, hasta no

ocuparse ya más él mismo de ninguno de los trabajos de la ocuparse ya más él mismo de ninguno de los trabajos de la casa, porque este muchacho respondía muy bien en todos casa, porque este muchacho respondía muy bien en todos

ellos. ellos.

No sabemos qué pasaba entre don Putifar y su No sabemos qué pasaba entre don Putifar y su señora. La Biblia ni siquiera nos dice cómo se señora. La Biblia ni siquiera nos dice cómo se

llamaba ella. Lo cierto fue que la esposa de su patrón llamaba ella. Lo cierto fue que la esposa de su patrón anduvo bastante tiempo queriendo seducirlo a José. anduvo bastante tiempo queriendo seducirlo a José.

Pero el muchacho no era de los que comercializan su Pero el muchacho no era de los que comercializan su sueño. No necesitaba vivir una vida paralela. No sueño. No necesitaba vivir una vida paralela. No

quería trampearle a la vida. Él sabía perfectamente quería trampearle a la vida. Él sabía perfectamente que esta mujer era esposa de su patrón. Demasiada que esta mujer era esposa de su patrón. Demasiada confianza le tenía éste al dejarle en sus manos todo confianza le tenía éste al dejarle en sus manos todo

lo que tenía, como para que él fuera capaz de lo que tenía, como para que él fuera capaz de traicionarlo acostándose con ella. traicionarlo acostándose con ella.

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Ante la negativa de José, la mujer siguió insistiendo. Ante la negativa de José, la mujer siguió insistiendo. Hasta que un día en que lo encontró a solas lo agarró Hasta que un día en que lo encontró a solas lo agarró del poncho para sujetarlo. Pero él prefirió dejarle el del poncho para sujetarlo. Pero él prefirió dejarle el poncho en las manos y huir de ella. La mujer quedó poncho en las manos y huir de ella. La mujer quedó

tan despechada, y le tomó tanta bronca que le tan despechada, y le tomó tanta bronca que le inventó toda una escena para denunciarlo. Armó un inventó toda una escena para denunciarlo. Armó un escándalo con toda la gente de la casa diciendo que escándalo con toda la gente de la casa diciendo que

José la había querido violar. Y que se había José la había querido violar. Y que se había desnudado adelante de ella. Y que como prueba ella desnudado adelante de ella. Y que como prueba ella tenía su ropa ahí. Llorando esperó a que viniera su tenía su ropa ahí. Llorando esperó a que viniera su esposo para repetirle todo el embuste acusándolo a esposo para repetirle todo el embuste acusándolo a

José de aquello mismo que José nunca había querido José de aquello mismo que José nunca había querido hacer con ella. hacer con ella.

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La cuestión fue que el pobre La cuestión fue que el pobre José, sin tener nada que ver, José, sin tener nada que ver, de nuevo siente como en su de nuevo siente como en su vida todo se le derrumba, vida todo se le derrumba,

terminando en la cárcel por la terminando en la cárcel por la sola culpa de haber sido sola culpa de haber sido

profundamente honesto. Por profundamente honesto. Por no haber querido hacer algo no haber querido hacer algo

de lo que ahora lo acusa de lo que ahora lo acusa aquella misma persona que lo aquella misma persona que lo

había querido incitar a había querido incitar a hacerlo. hacerlo.

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Parece probable que el marido Parece probable que el marido no le haya creído demasiado a la no le haya creído demasiado a la mujer, porque en aquel tiempo mujer, porque en aquel tiempo una falta de ese tipo le hubiera una falta de ese tipo le hubiera costado la vida a José. Pero costado la vida a José. Pero quizás Putifar conocía el buey quizás Putifar conocía el buey con el que estaba arando y dejo con el que estaba arando y dejo las cosas ahí. Pero como el las cosas ahí. Pero como el tiento se corta por lo más fino el tiento se corta por lo más fino el pobre José terminó en la cárcel pobre José terminó en la cárcel siendo inocente de todosiendo inocente de todo.

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Podría haber quedado con un profundo rencor por lo que había pasado. Pero no. José era un hombre

incapaz de guardar rencor al pasado porque creía en su futuro. Y por eso se decidió a vivir bien su presente.

 ¿Cómo vivir un presente en la cárcel? De eso hablaremos la próxima semana

con la gracia de Dios.

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Génesis 391 José fue bajado a Egipto, y le compró un egipcio, Putifar, eunuco deFaraón y jefe de los guardias; le compró a los ismaelitas que le habíanbajado allá.2 Yahveh asistió a José, que llegó a ser un hombre afortunado, mientras estaba en casa de su señor egipcio.3 Este echó de ver que Yahveh estaba con él y que Yahveh hacía prosperar todas sus empresas.4 José ganó su favor y entró a su servicio, y su señor le puso al frentede su casa y todo cuanto tenía se lo confió.5 Desde entonces le encargó de toda su casa y de todo lo que tenía, yYahveh bendijo la casa del egipcio en atención a José, extendiéndose labendición de Yahveh a todo cuanto tenía en casa y en el campo.6 El mismo dejó todo lo suyo en manos de José y, con él, ya no se ocupó personalmente de nada más que del pan que comía. José era apuesto y de buena presencia.

7 Tiempo más tarde sucedió que la mujer de su señor se fijó en José yle dijo: «Acuéstate conmigo.»8 Pero él rehusó y dijo a la mujer de su señor: «He aquí que mi señorno me controla nada de lo que hay en su casa, y todo cuanto tiene me lo ha confiado.9 ¿No es él mayor que y o en esta casa? Y sin embargo, no me ha vedado absolutamente nada más que a ti misma, por cuanto eres su mujer. ¿Cómo entonces voy a hacer este mal tan grande, pecando contra Dios?»10 Ella insistía en hablar a José día tras día, pero él no accedió a acostarse y estar con ella.11 Hasta que cierto día entró él en la casa para hacer su trabajo y coincidió que no había ninguno de casa allí dentro.12 Entonces ella le asió de la ropa diciéndole: «Acuéstate conmigo.»Pero él, dejándole su ropa en la mano, salió huyendo afuera.

13 Entonces ella, al ver que había dejado la ropa en su mano, huyó también afuera y gritó a los de su casa diciéndoles:14 - «¡Mirad! Nos ha traído un hebreo para que se burle de nosotros. Ha venido a mí para acostarse conmigo, poro yo he gritado,15 y al oírme levantar la voz y gritar, ha dejado su vestido a mi lado yha salido huyendo afuera.»16 Ella depositó junto a sí el vestido de él, hasta que vino su señor acasa,17 y le repitió esto mismo: «Ha entrado a mí ese siervo hebreo que túnos trajiste, para abusar de mí;18 pero yo he levantado la voz y he gritado, y entonces ha dejado él suropa junto a mí y ha huido afuera.»19 Al oír su señor las palabras que acababa de decirle su mujer: - «Esto ha hecho conmigo tu siervo» - se encolerizó.20 Y el señor de José le prendió y le puso en la cárcel, en el sitio donde estaban los detenidos del rey. Allí se quedó en presidio.

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